El dedo índice de Donald Trump

Donald J. Trump, neoyorkino de 69 años, es la quintaesencia del ejecutivo estridente norteamericano. Personifica la imagen idealizada de los tiburones de los negocios que tiene el americano medio fuera de Manhattan. Interpreta el papel a la perfección y lo demostró en el reality show The Apprentice, en el que hizo a todo EE UU repetir ante la televisón “¡estás despedido!”, mientras guiñaba los ojos como un cowboy. Terminator en Wall Street, un personaje magistral para televisión.



El candidato republicano Donald Trump.


Tiene cinco hijos de tres esposas diferentes. El último nació en 2006. En su biografía oficial se define como “el arquetipo del hombre de negocios, un negociante sin igual”. Hijo de un empresario inmobiliario de Nueva York, se hizo con la empresa familiar en los años sesenta. En los setenta empezó a construir la marca Trump y en los ochenta ya era un icono del ejecutivo ególatra y sin escrúpulos de las películas. Todo lo que toca lleva su nombre. En Nueva York, existen la Trump Tower, los edificios Trump Parc, Trump Palace y Trump Plaza, Trump World Tower y Trump Park Avenue, según su web corporativa. Su cadena de hoteles, que incluye uno en Las Vegas, también se llama Trump y se define su estilo como “innegablemente Trump”.

Su fortuna vale 4.100 millones de dólares, según la clasificación de Forbes, lo que le sitúa en el puesto 405 de los hombres más ricos del mundo. Entró en esa lista en 1982. Por el camino se ha declarado en quiebra cuatro veces, en 1991, 1992, 2004 y 2009, siempre por exceso de endeudamiento para proyectos faraónicos. Trump reconoce abiertamente que utiliza las leyes de bancarrota como una herramienta de negocios: con ellas reestructura sus deudas y sigue creciendo. En parte puede hacerlo gracias a esa marca personal, el valor de que los proyectos se llamen Trump. Para una parte de EE UU, Trump queda como el hombre hecho a sí mismo, “realmente rico” como él mismo dice, que no necesita a la maquinaria de Washington y que sabe crear riqueza.

Lo que ha sucedido en estas dos semanas quizá empezó como un comentario improvisado. Pero el maestro de la atención mediática parece haber encontrado un filón. Lejos de retractarse, sigue insistiendo y contestando a sus críticos en Twitter, alimentando una espiral fuera de control. No es la primera vez que lo hace. En 2011, él solo llevó hasta sus últimas consecuencias la campaña para exigir a Obama que enseñara su partida de nacimiento para probar que era estadounidense. Consiguió hacer de una estupidez un tema ineludible para la derecha seria de EE UU y, cuando la Casa Blanca cedió y publicó el certificado para cerrar el asunto, se apuntó un tanto.

Esta vez el enemigo es otro. La comunidad latina se ha unido contra él como no se había visto a nivel nacional. El famoso poder latino, una idea difusa que lo expertos en marketing llevan dos décadas intentando descifrar, ha dado un golpe en la mesa. Los negocios de Trump sufrirán un poco. Pero la carrera de Donald Trump se define por su adicción a la publicidad. La rebelión latina en los medios al mismo tiempo lo está encumbrando. El día que Trump anunció su candidatura, las encuestas lo situaban en la novena opción de los 12 candidatos que había en ese momento. Hoy es el segundo en preferencia, por detrás de Jeb Bush.

Las encuestas a un año y medio de las elecciones, y con las primarias por medio, son perfectamente inútiles. No se puede sacar ninguna conclusión. Pero tienen consecuencias prácticas muy interesantes para Trump. El primer debate de candidatos republicanos lo organiza la cadena Fox el próximo 6 de agosto. Para entonces, se prevé que haya unos 16 contendientes y en el debate solo hay sitio para 10. El método para elegirlos es su posición en las encuestas. El día que dijo lo que dijo, Trump estaba prácticamente fuera del debate. Hoy, gracias a la campaña de boicot latino, está dentro y promete hacer bailar a todos los candidatos serios al son de sus chorradas. Los ha atrapado en una trampa envenenada. Si callan, le dan la razón. Si le critican, se enfrentan a una parte de su electorado. Solo el exgobernador de Texas, Rick Perry, se ha atrevido a decir que sus opiniones “no representan al Partido Republicano”. No es extraño que los demócratas como Becerra estén disfrutando y quieran que dure.
Sin embargo, si dura demasiado hay que tener en cuenta otra consecuencia de esta espiral. Trump va a seguir repitiendo el mensaje, muchos piensan como él, y si esto sigue unos días más puede acabar habiendo una legitimación del lenguaje racista extremo. Lo más peligroso es que se asiente como una opinión aceptada, que acabemos viendo debates entre partidarios de Trump y detractores. No es difícil de imaginar ese hipotético programa: ‘Esta noche debatimos: ¿son violadores los mexicanos o no? En el estudio nos acompañan…’.


En 2011, en un episodio de The Apprentice, Donald Trump sentó a tres hombres y una mujer para que hablen de la mayor derrota de la historia del programa que el magnate conducía en la cadena NBC: los cuatro habían sido incapaces de vender una sola pieza de un producto que en Estados Unidos sale como pan caliente —armas. Trump los dejó pelear con saña, interviniendo en ocasiones para salar las llagas. Al final, después de cuestionar el desempeño general, miró a los cuatro ejecutivos y los despidió. A todos.

Cuando se enfervoriza, los labios de Trump se contraen en una O tensa, como la boca de un pez desesperado por respirar, pero en aquella ocasión su desinterés fue monárquico. Sus manos nunca salieron del reposo en el regazo del esmoquin y la voz no subió un tono. Sobre los créditos del show, mientras los cuatro expulsados se exprimían para entrar en el asiento trasero de un taxi, la cámara mostró a un Trump taciturno: —La vida —dijo— continúa.

Donald Trump es un showman, un empresario inteligente y agresivo y también un inpresentable. Su candidatura es entretenimiento espectacular sostenido por frases provocadoras diseñadas para la primera plana de los periódicos. Su discurso revienta de anécdotas personales donde él siempre es bueno y gana y los demás son malos y pierden. De su boca salen diatribas como bombas mientras su cuerpo acompaña el espectáculo, apropiadamente, con movimientos teatrales. Trump no puede dejar quietos ni brazos ni manos cuando quiere marcar un punto. En The Apprentice despedía a los apestados con su gesto favorito, señalar con el dedo.

La expulsión del periodista Jorge Ramos de la conferencia de prensa en Dubuque, Iowa, no tuvo dedo. Como en la salida de los ejecutivos sin balas, Trump mantuvo los brazos quietos y envió a su asiento al conductor de noticieros con un par de rebuznos autoritarios. “Vuélvete a Univisión”, dijo con desdén. Y mientras un guardia pantagruélico arrastraba a Ramos afuera del salón, Trump se volvió al salón como si nada hubiera pasado y dio la palabra a alguien más. La vida continúa.

La eyección de Ramos, desechado como uno de los aprendices del show de TV, demuestra que Trump iza su dedo como estandarte para asuntos de Estado: China, la inoperancia del gobierno, los amaños de los políticos —y él. El día en que acusó a México de enviarle la peor gente, señaló a su tribuna para recordarle que esos tipos no eran gente de bien como ellos. Sus seguidores recuerdan su dedo determinante con camisetas estampadas Obama you are fired. Cuando deja de señalar recurrentemente a la audiencia, abre los brazos y apunta hacia sí mismo para recordarles que él es su héroe y sabe cómo hacer las cosas bien. El dedo de Trump dice tanto como su boca.

El hombre es el único animal capaz de apuntar con el dedo de forma natural y según el psicolingüista Sotaro Kita la acción encubre y descubre numerosos procesos biológicos, psicológicos y semióticos: la habilidad de hacer entender a otro algo estirando un dedo es un paso en la colectivización de nuestra conciencia individual pues nos unimos en la atención.

Pero si en la mayoría de los casos apuntar con el dedo es un acto societario, comunicativo y solidario, con Donald Trump el índice sirve de herramienta asertiva: un garrote que machaca cabezas. Trump ha enervado el discurso político y fortalecido exclusiones y xenofobia cada vez que abrió su boca de pez y de su dedo divino puso a colgar mentiras, exageraciones y promesas que jamás aclara ni argumenta pero sermonea como verdades reveladas.

En semiótica, el índice señala una relación lógica casi intuitiva: si ves humo, supones incendio. El humo de Trump remite a su propio fuego sagrado: Donald Trump habla en tercera persona de su tema preferido, Donald Trump. Sólo él sabe cómo hacer el país grande otra vez —Jeb Bush es torpe, Marco Rubio un niñato, Hillary Clinton una política pusilánime. Él es un millonario y un ganador, tan exitoso que barrerá a ISIS y someterá a los chinos. Él siempre tuvo mujeres inalcanzables; él hace reinas a las mujeres inalcanzables. En el extremo de la autorreferencia, una vez dijo que su hija estaba tan deliciosa que, si no fuera suya, saldría con ella. Cuando apunta hacia él, Trump se vanagloria de su máxima creación —él— para conseguir devotos.

Tooling Up: Civic visions, FabLabs, and grassroots activism



Making is political. What happens when city authorities get involved?


The personal, political aspects of community workshops may not always line up with city authorities’ visions of citizenship. Photograph: Adrian Smith

In February 2015, city authorities in São Paulo announced plans to open a network of 12 public FabLabs. Following in the wake of an earlier ‘telecentro’ initiative that opened up internet access and digital media to citizens, the FabLabs are meant to bring the tools of digital fabrication to the people, equipping them for a fuller role in what FabLab founder Neil Gershenfeld forsees as a revolution in the decentralisation and democratisation of production and consumption.


São Paulo’s authorities join a range of civic bodies casting an eye over the – potentially – empowering possibilities of FabLabs. Yet these initiatives raise many issues: who, exactly, is being empowered by access to tools? What kind of technological citizenship and forms of urban governances do they support, and why? To start unpicking these questions, it is instructive to look to Barcelona where a program to open an Ateneu de Fabricació Digital in every city district has been running for two years.

A brief history of digital fabrication workshops

FabLabs are part of a larger global movement of community-based digital fabrication workshops. These spaces also include hackspaces and makespaces, and are typically equipped with both contemporary versatile technologies - CAD, 3D printers, laser cutters, routers – as well as traditional machines and tools including lathes, drills, sewing machines, and welding equipment. Emerging from the free culture and autonomist movements, community workshops have moved into hardware hacking, using tools that allow their members to modify, personalize, and manufacture anything from toys and vehicles to wind turbines and home energy systems (FabLab Barcelona even made a prefab eco-house). Members share ideas, design, code and instructions online – what gets designed in one workshop can theoretically be made in any other in the world.

The growth in FabLabs might seem like an organic outgrowth of this people-led movement. Its roots, however, come from an outreach initiative of MIT’s Centre for Bits and Atoms, who had intended to gradually roll out FabLabs in a few countries. Technology carries unexpected consequences, and the model soon took on a life of its own as other groups decided that yes, they would quite like to set up their own fabrication labs independently of MIT. Right now, there are around 440 FabLabs across 33 countries.

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Barcelona and the Ateneus Project

And so to Barcelona, which opened its first FabLab at the Institute of Advanced Architecture Catalunya (IAAC) in 2006. Originally intended for relatively closed use – for students, prototyping, and architectural commissions – the lab garnered global attention for its pioneering vision of urban governance. More than simply making new widgits, IAAC founder, and now City Architect, Vicente Guallart envisioned maker-citizens using new tools such as 3D printers and open source designs as a means of taking an active, material role in city development.

This image of the technologically empowered civic citizen appealed, and FabLab Barcelona’s model went on to provide the template for the Ateneus program as part of the city leaders’ vision for transforming Barcelona into a smart, self-sufficient city. Supported by Barcelona’s civic leaders, each Ateneu receives public funds to run popular local events - family days and school visits; training courses and social innovation programs: everything necessary to equip citizens with the digital fabrication nous necessary to ‘materialise their ideas and create their worlds’ (according to the Ateneus slogan). By this vision, high-tech public infrastructure will make it easier for Barcelona’s citizens to lock into a global ‘maker’ network – uploading designs which folks, say, in Singapore, might use; or collaborating in prototyping with FabLabs in São Paulo, adapting ideas produced globally to fit their own local needs.

What does a citizen of this exciting new world look like? Technologically active, certainly, and willing to embrace digital fabrication tools, yes – but in a relatively trouble-free and depoliticised way? In adopting the term ‘Ateneu’ for their workshops, city authorities have evoked a Catalan tradition of social centres where people used to meet up, build bonds, and debate issues about the type of society they want - but which in this case civic leaders wish to associate with selectively.
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Opening up Ateneus

The first Ateneu opened in July 2013, in an abandoned silk ribbon factory in the Les Corts district. A further 20 workshops are planned to some degree for later down the line. In speaking to me, the Ateneus network director stressed how embryonic and exploratory the programme is. A community workshop for digital fabrication is a strange concept for public administrators to get their heads around. Councils traditionally produce conventional public services for people to receive and consume; conversely, Ateneus offer a space where citizens do the producing. Simply convincing city bureaucracies to experiment with this concept is already an achievement.


Whilst setting-up is also relatively straightforward - installing machinery, running courses – the real challenge comes in weaving the workshops into the everyday fabric of the local community. It takes time to build familiarity, confidence and commitment amongst neighbours, and considerable resources and patience on the part of the city authorities before the possibilities loaded onto Ateneus can be realised.


The experiences around the Ateneu in Ciutat Meridiana highlight these tensions. Ciutat Meridiana is the poorest neighbourhood in Barcelona – unemployment exceeds 20 percent, and family incomes are one third of city averages. The neighbourhood association is constantly in battle with the council over changes to social services, and resisting evictions from mortgage lenders.


So what, exactly, does a high-tech, MIT-inspired workshop, with no immediate role in alleviating the daily crisis of people’s lives, have to offer the neighbourhood? Very little, it would seem – at least initially. The people of Ciutat Meridiana needed food, not 3D printers, and the project didn’t help itself by siting the workshop in a building that neighbours were already using as a food bank. (The Mayor’s support for Ateneus also counted for little in a neighbourhood that felt ambivalently towards him). Rather than embracing the project, locals were alienated and occupied the Ateneu in protest. Negotiations ensued, eventually leading to two conditions of agreement – the food bank was re-established, albeit elsewhere in the neighbourhood; and the Ateneu would emphasise training and work for young people.

Ciutat Meridiana shines a light on the tension between what citizens wanted from their city now, and what city-leaders envisage for future citizens. Even if local stakeholders are engaged beforehand, as happened with the first Ateneu in Les Corts, opening up a workshop is the easiest part of the project. Embedding the facility into community life is more challenging by far.

Making other forms of citizenship

Whilst the Ateneu program is being rolled out, other self-organised and spontaneous workshops are also flourishing across the city. Over in Ciutat Vella, the Maker Convent offers open and informal training programmes for their machinery. Vailets Hacklab run courses for kids in a variety of locations, and now including the Ateneus. Similarly, the Fab Café, run by the Makers of Barcelona and other groups, offer workshop space, education, and tools for anyone walking in off the streets. The ethos of these spaces borrows heavily from a Silicon Valley-esque, Kick-started, ‘can do’ form of urban entrepreneurship, in which people happily share enthusiasm for digital fabrication and explore new forms of collaboration together. Whether citizens suffering precarious employment and other economic hardships wish to embrace this form of citizenship is perhaps a moot point.

Despite the public imaginary of hackspaces as user-led spaces, neither the Ateneus nor these other makerspaces are particularly grassroots phenomena. One test for whether the Barcelona civic vision of digital fabrication workshops can co-exist with grassroots activities will come with Can Batlló, a massive disused textile mill proposed as a potential site for an Ateneus workshop. Can Batlló is in the Sants district of Barcelona, and working-class Sants has a long tradition of political and community organisation - including many squats and social centres - and a history of their own autonomist and co-operative activities.
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In response to the economic crisis, Sants activists have already occupied and renovated Block 11 of Can Batlló. The building has been converted into an autonomous, self-organised community centre and co-operative working space, housing a library, carpentry workshop, bar, urban gardening space; and the Sants activists have aspirations to seed local, co-operative economic activity for the neighbourhood through the centre.

If activists are already involved in this type of community building, does a project like Ateneus offer anything more than a shiny technological patina to the process? Or could an Ateneu provide useful tools that unlock wider possibilities, and plug the district into a global community of design activists experimenting in digital fabrication for DIY urbanism and commons-based economic development? The association of Ateneus with Mayor Trias’s smart city vision has been considered by critics to be the latest in a series of city makeovers, prioritising international capital markets and speculative investments in the city over the real needs and aspirations of its residents. According to Ivan Miró, an activist from the Ciutat Invisible co-operative, the smart city is merely a different brand of the same neo-liberal model of urban regeneration, whose democratic and local economic credentials are deeply suspect. In Barcelona, the council’s (sometimes violent) evictions of long-established squatted social centres have deepened suspicions of the smart city plan, and heightened antagonism with the city’s grassroots activists.

Making is political


The Ateneus programme, with city-leaders’ notions of an orderly cultivation of technological citizenship, has unintentionally uncovered very different forms of citizenship in action, and the role that tools play in them. Ateneus are trying to establish themselves in a context where people feel the strain of economic crisis, and increasingly question whose interests are truly being served by future visions of their city.

Many in the wider ‘maker’ movement can be reluctant to engage in politics overtly, as to do so would appear to constrain the notion of giving tools to people in a way which offers them unconstrained agency around their purposes, deployment and use. Yet, as I have explored in my work on community workshops in London in the 1980s, these types of ‘making’ spaces are always opened in very specific social, political and economic contexts. Such contexts already influence the relative ease and kinds of support available for putting tools to particular purposes. If communities are truly to be liberated to debate, use, and resist tools in a way that they see as appropriate (rather than those encapsulated in elite visions), one must engage with the politics of these contexts. This is something that earlier advocates of providing tools for the people have made very clear – think of William Morris and his argument for socialism, or Murray Bookchin on post-scarcity anarchism.

Deployed sensitively, the Ateneus programme could provide important spaces for exploring technology, citizenship, and urban governance in very practical ways, supporting diverse forms of neighbourhood-led development. The programme is still young, and patience is required. The longer-term promise of Ateneus rests with it becoming a community resource owned by the neighbourhoods in which it sits, rather than tied up with the patronage of local politicians. São Paulo, and wherever else public authorities become involved in community workshops, including here in the UK, should take note: bringing tools to people requires skilful community development as well as skills in digital fabrication. A controlled opening up of urban governance and experiments in cultivating particular forms of citizenship is not an easy task.

Max Weber y la vocación política

 
La política consiste en una dura y prolongada penetración a través de tenaces resistencias, para la que se requiere, al mismo tiempo, pasión y mesura. Es completamente cierto, y así lo prueba la Historia, que en este mundo no se consigue nunca lo posible si no se intenta lo imposible una y otra vez.


Pero para ser capaz de hacer esto no sólo hay que ser un caudillo, sino también un héroe en el sentido más sencillo de la palabra. Incluso aquellos que no son ni lo uno ni lo otro han de armarse desde ahora de esa fortaleza de ánimo que permite soportar la destrucción de todas las esperanzas, si no quieren resultar incapaces de realizar incluso lo que hoy es posible.



Sólo quien está seguro de no quebrarse cuando, desde su punto de vista, el mundo se muestra demasiado estúpido o demasiado abyecto para lo que él le ofrece; sólo quien frente a todo esto es capaz de responder con un “sin embargo”; sólo un hombre de esta forma construido tiene “vocación” para la política.




Max Weber:

Modelo de negocio del Cirque du Soleil




Los océanos azules, a diferencia de los ocenos rojos llenos de sangre competitiva, lo constituyen las empresas que crean espacios sin competencia en el mercado, captando y creando nuevos clientes, como los apasionados seguidores del Cirque du Soleil. La clave del éxito, según los autores, se basa en la innovación en el valor, es decir, crear valor al cliente al mismo tiempo que reducir los costos.







Su creador, Guy Laliberte tocaba el acordeón, caminaba en zancos y tragaba fuego; ahora es CEO de una de las exportaciones culturales

más grandes de Canadá: Cirque du Soleil. Fundado en 1984 por un grupo de artistas callejeros.

Cirque monto decenas de producciones que han sido vistas por unos 40 millones de personas en 90 ciudades alrededor del mundo.

En 20 años, Cirque ha alcanzado ingresos que a Ringling Bros. and Barnum & Bailey, el principal circo del mundo, le tomó más de un siglo alcanzar.

El rápido crecimiento de Cirque se produjo en un escenario improbable.

El negocio del circo estaba (y todavía está) en larga decadencia. Formas alternativas de entretenimiento, como eventos deportivos, TV y juegos de video, le estaban haciendo una sombra cada vez mayor. Los niños, principal sostén de la audiencia de un circo, preferían

los PlayStation a los actos circenses. También había un sentimiento creciente, impulsado por los grupos de derechos de los animales, contra el uso de éstos, tradicionalmente parte integral del circo. Por el lado de la oferta, los artistas estelares de los que Ringling y los otros circos dependían para atraer multitudes, muchas veces, podían fijar sus propios términos. Como resultado, el sector fue golpeado por audiencias en constante reducción y costos crecientes. Más aún, cualquier nuevo participante en este negocio estaría compitiendo contra un rival formidable que había fijado el estándar del sector durante gran parte del siglo pasado.

¿Cómo logro Cirque aumentar rentablemente sus ventas 22 veces durante los últimos diez años en un entorno tan poco atractivo?

El lema de una de las primeras producciones de Cirque es revelador: “Reinventamos el circo”. Cirque no obtuvo sus ganancias compitiendo dentro de los confines del sector existente o robándoles clientes a Ringling y a los otros. En lugar de eso, creó un espacio

de mercado no disputado que hizo irrelevante la competencia. Atrajo a un nuevo grupo de clientes que tradicionalmente no eran clientes del sector: adultos y clientes corporativos que se habían volcado al teatro, la ópera el ballet y que, por ende, estaban dispuestos a pagar varias

veces más que el precio de un boleto de circo convencional a cambio de una experiencia de entretenimiento sin precedentes

Dos años después de su fundación, estrenaron su primer espectáculo llamado "La Magie continue" (La Magia continúa), con el que hicieron una gira por Ontario y Vancouver, y en 1987 se trasladan a California, el éxito alcanzado ahí los alienta a hacer una gira por los Estados Unidos y tres años después se presentan en diversos escenarios a europeos.





http://www.youtube.com/watch?v=y8YjtozRX1o

Piquete y cacerola la lucha es una sola

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Hoy muchos señalan que la consigna del 2001, “Piquete y cacerola, la lucha es una sola” fue solo producto de la rima oportuna y no de una realidad detrás de la consigna.

Creo que en el 2001 convergían tres grupos. los que se sintieron engañados por el establishment, mediante la fantasía que encarnó la convertibilidad, fantasía que les hizo creer que un peso era igual a un dólar y que habían ahorrado dólares, con un segundo grupo que sufrío la convertibilidad casi desde el principio, con deterioro de su calidad de vida y caida en en la pobreza e indigencia, y un tercer grupo que ni ahorró "dólares" ni fue a la pobreza, pero la experiencia de la alianza los empujó ahí a un estado crítico que no habían experiementado en los 90.

La consigna “Piquete y cacerola, la lucha es una sola” traduce algo muy interesante, y es que cuando aún con retardo las clases medias entienden e identifican aquello que no es bueno para ellas , luego de haber estado adormecidas por mucho tiempo por los viajes a Miami y las Play stations baratas, ese momento el del "darse cuenta" resulta tan doloroso que rapidamente es relegado a espacios de la memoria no disponibles en la mayoría de los momentos y eso hace que la experiencia de Martinez de Hoz puede reencarnar en Cavallo, o en Prat Gay,  y que experiencias políticas que han fracasado en el pasado, como la de juntarse todos contra alguien, puedan ser base para llegar al gobierno.

Oscar Aguad, el ministro de Macri y los 60 millones de dólares del robo del siglo que prescribió





La prescripción de la cau­sa judicial penal contra el ex interventor federal de la Mu­nicipalidad de Corrientes, Oscar Aguad, designado ministro de Macri, continúa generando ola.

El denunciante relató cómo el dinero salió del banco en camiones, luego fue a un avión y terminó en córdoba “para financiar la campaña de la UCR”.


La Re­vista Veintitrés entrevistó al denunciante del caso, Rodol­fo Amílcar Paladini; el medio reveló detalles a través del testimonio del querellante sobre el movimiento de los 60 millones de dólares que Aguad había tomado en el año 2000 y nada se supo después de ese dinero.



Es probable que nunca se sepa, porque a fines del mayo pa­sado la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) dictó la prescripción de la causa a trece años de ini­ciarse. “El fallo de la Corte respecto de la causa Aguad me pareció una cachetada a la gente seria de la República Argentina.


A todos aquellos que procuramos un país se­rio, un país con el respeto a la ley, al Estado de derecho. Además fue abrir un portón a todos aquellos funciona­rios públicos que se enrique­cen estando en la función pública, luego sin rendir cuentas se van y después la Justicia no los persigue”, re­flexionó Paladini.


Pocas semanas después del dictamen de la Corte Su­prema, el flamante Frente Amplio (FAU) que intenta disputar la presidencia en 2015, una alianza en­cabeza por el radicalismo firmó la creación de una Conadep, una comisión que tras la partida del kir­chnerismo del poder en diciembre el año que vie­ne, de producirse, investi­gue todos los hechos ilícitos cometidos en doce años de administración del Frente para Victoria (FpV), símil a la Conadep que investigó delitos de lesa humanidad a inicios de los ‘80 pos dicta­dura.


Lo curioso es que entre todos los referentes de dicha alianza que firmaron la idea: Elisa Carrió, Julio Cobos, Hermes Binner y Fernando Solanas, está Oscar Aguad.


“De Corrientes se llevó 60 millones de dólares, en bi­lletes americanos, en tres camiones de caudales. Los sacó de la sucursal del Banco Nación de Corrientes.


Fue en el 2000 y llevaron el dinero a Córdoba en un avión, para pagar la campaña de la UCR y engrosar los bolsillos de Aguad, Ramón Mestre, padre del actual intendente Ramón Mestre, y Ramón Darwich, asesor del Intendente”.


Un intercambio de favores, según Ferreyra


Cuando se conoció el fallo de la Suprema Corte, la diputada nacional del FpV de Co­rrientes, Araceli Ferreyra, dijo que se trató de “un intercambio de favores”.

La opinión la sostuvo en base a que Oscar Aguad es miembro del Consejo de la Magistratura, donde se debate y se aprueba el presupuesto para la Corte nacional. De hecho, compartió un plenario de magistrados ante el ministro de Justicia de la Nación, Julio Alak, también a fines de mayo pasado, en medio de las que­jas por su absolución judicial.

Macri plantó dos veces a Moyano y le fija límites a la negociación

Por Emilia Delfino |





Aliado de doble filo. Moyano aportó fiscales para la elección y jugó a favor de Macri. Esperaba participar del armado del Ministerio de Transporte, pero se quedó afuera de la partida. | Foto: Cedoc


El primer encuentro iba a ser el martes. El día marcaba el peso de los interlocutores. Tan sólo dos días después de ganar la Presidencia, Mauricio Macri iba a recibir a Hugo Moyano. Pero la reunión fue re-agendada para el jueves, para la hora del almuerzo. Llegó el jueves y el secretario general de Camioneros recibió el mensaje menos esperado. Macri no podía recibirlo. El aliado le marcaba la cancha. Moyano vio revivir sus peores horas con el kirchnerismo. Ahora, busca que Macri lo reciba la semana que viene, pero los ánimos no son los mismos. Macri ya tiene pareja para el baile y Moyano no es su celestino.

Durante meses, el sindicalista puso todas sus fichas en el triunfo de Macri. No jugó abiertamente, como en otras elecciones, pero se dedicó a tejer acuerdos por debajo de la mesa. La llegada del joven Jorge Triaca a la cartera de Trabajo es un trago sin sabor para Moyano. Las expectativas del sindicalista no giraban en torno al Ministerio de Trabajo, que en medio de un proceso de devaluación de los salarios se convirtirá en una “silla eléctrica”. Su objetivo estaba puesto en el Ministerio de Transporte. “Es lo único que pidió”, confió uno de sus colaboradores más estrechos. El plan de transporte que Moyano quería imponer está diseñado hace meses y prolijamente ordenado en una carpeta con cientos de folios. Durante meses, uno de sus asesores externos, el abogado Guillermo López del Punta –ex secretario de Transporte de Eduardo Duhalde en 2002 y asesor de gremios y empresas internacionales–mantuvo reuniones con casi todos los sindicatos del transporte y las cámaras empresarias. El técnico diseñó el plan y lo charló con Guillermo Dietrich, el hombre de Macri en el área.

Néstor Kirchner no les dio un ministro de Transporte, pero le cedió a los gremios el manejo de las subsecretarías de transporte de cargas, pasajeros, marítimo y aerocomercial. Es lo mínimo a lo que Moyano aspiraba esta vez. Juan Carlos Schmidt, secretario general de la Central Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y uno de sus principales aliados, suele ser un hombre conciliador, pero ayer sus palabras demostraron el nivel de tensión entre Moyano y el macrismo. El sindicalista admitió a PERFIL que no habían sido consultados sobre sus sugerencias en el armado del Gabinete y dejó en claro que cuando los sindicatos no participan en la toma de decisiones políticas, sueltan la mano. “Es la decisión de un gobierno electo, que deberá hacerse cargo de sus errores”, aseguró.

Moyano sabía que no iba a lograr desplazar a Dietrich como ministro, pero esperaba tener poder de decisión en la política de transporte a través de puestos técnicos, como la Secretaría de Transporte, que depende del ministro, pero tiene autonomía. Y esperaba que Transporte no compartiera cartel con otras carteras, como lo hará ahora con Infraestructura, ni que dependiera del beneplácito de un equipo económico. Horas después de que Macri confirmara a Dietrich en Transporte, Camioneros anunció que reclamará un bono de fin de año de $ 8 mil. El sector no está pasando su mejor momento económico, aseguran tanto del lado empresario como sindical. Pero el gremio no esperó para mostrar los dientes. Eso fue antes del desplante del jueves.

Las expectativas se desinflaron en el moyanismo, que ahora espera poder negociar las segundas y terceras líneas de Transporte. “Cada uno cumplirá el rol que le corresponde”, dijo Schmidt a PERFIL y aseguró que la semana próxima llevarán al presidente electo una lista de reclamos que van desde el impuesto a las ganancias, la situación de las obras sociales –otro puesto político clave para los gremios es la Superintendencia de Salud–, el 82% móvil para los jubilados, y el factor que más puede recalentar la relación con los gremios y el próximo gobierno: ya quieren hablar de las políticas de inflación y las paritarias. Saben que es la carta más fuerte frente a un escenario económico incierto.

Pignanelli:“No tengo nada contra Macri, estoy contra sus ideas, en Capital no radicó ninguna industria, está lleno de talleres clandestinos"


"La industria está complicada porque están jugando a la política"


El secretario General del Sindicato de Mecánicos (Smata), Ricardo Pignanelli, por Ana Vainman.



El secretario General del Sindicato de Mecánicos (Smata), Ricardo Pignanelli, fue entrevistado por Ana Vainman  donde se refirió al papel que jugarán los gremios en el balotaje presidencial.

“La CGT decidió el apoyo unánime al compañero Daniel Scioli. Estuvo en una reunión del concejo directo e hizo importantes sobre algunas materias pendientes, como el 82% móvil jubilatorio, la eliminación del IVA para los jubilados y los planes subsidiados, y el nuevo tope del impuesto a las ganancias, que subió a 30000 pesos neto”, destacó y agregó que “el aguinaldo de fin de año no va a entrar en los impuestos y además el sistema se va a modificar 2 veces al año”.

A su vez, afirmó que desde la asunción de Néstor Kirchner en 2003, “en estos 12 años pudimos discutir paritarias e hicimos crecer el salario. Las categorías altas y los compañeros que hacían horas extras estaban sufriendo descuentos que no les permitían cumplir con el sueño de la casa o el auto. Y esto es un avance muy grande, es positivo”.




“Lo importante es que los argentinos no perdamos el eje de lo que significaría cambiar el modelo si gana Macri. Uno por ahí se puede olvidar de la década del 90, pero no se puede olvidar de cómo arrancó la campaña y lo que los economistas de Macri decían que iban a hacer con el país”, afirmó Pignanelli.

“Una hiperinflación por una devaluación nos pulveriza el salario. Perdemos todo lo que pudimos recuperar en estos 12 años y empezamos de nuevo con la desocupación”, agregó el gremialista y sostuvo que “al no tener convertido un modelo en una política de Estado, nos creemos que lo que tenemos es el piso de lo que vamos a tener”.
"No se puede olvidar de cómo Macri arrancó la campaña y lo que sus economistas decían que iban a hacer con el país”

“Y no es así. Porque si no se convierte el modelo en una política de estado, te cambian el gobierno y las reglas, y empieza todo de nuevo”, afirmó.

En este sentido, criticó que “la industria está complicada porque está jugando a la política” y destacó que “la industrialización debe ser una política de estado, porque la política de estado es inamovible”.

Finalmente, Pignanelli analizó los resultados de las elecciones presidenciales, que dieron por resultado un balotaje entre Scioli y Macri: “Todos sabemos que hay materias pendientes. Es humano aspirar a tener más cosas. Los argentinos no tomaron la elección como algo fundamental porque eran elecciones de distritos y gobernaciones. Por eso creo que ahora va a ser distinto”.

“No tengo nada contra Macri. Estoy contra sus ideas y la forma de ejercer la política. En Capital no radicó ninguna industria. Está lleno de talleres clandestinos. En la década de 90, Sevel (Sociedad Europea de Vehículos para Latinoamérica) cerró y no fue Franco Macri, fue Mauricio porque se peleaban por la industrialización o por los servicios. Y Mauricio se volcó a lo último porque siempre dan más rentabilidad que la tarea industrial”, concluyó.

Moyano levanta la guardia ante el gabinete macrista


Por Diego Schurman


Moyano levanta la guardia

Hugo Moyano fue tajante. "No vamos a dejar que pongan de ministro a un representante de la UIA" -elevó la voz ante sus compañeros de la CGT.

En el encuentro no estaba Mauricio Macri pero el mensaje de reprobación llegó rápidamente a los oídos del presidente electo.
Si Jorge Lawson asumía la cartera de Trabajo, el nuevo gobierno iba a debutar a las patadas con el sindicalismo.

El congelamiento de su designación dejó un vacío indisimulable. Fue el único ministerio que Marcos Peña no pudo anunciar el último miércoles. El jefe de gabinete electo evitó enredarse en explicaciones.

Lawson fue ministro de Industria y ahora es de Comunicación y Desarrollo Estratégico. Siempre en Córdoba. Siempre con José Manuel De la Sota Los gremios lo objetaron por su inflexibilidad. Lo conocen de sus tiempos en la actividad privada como representante del grupo Arcor.

Aquel Macri que prometió actuar sin concesiones terminó cediendo antes de llegar a la Casa Rosada. Pero no fue un triunfo pleno de Moyano. El jefe cegetista fracasó en su intento de imponer a Ezequiel Sabor. Le dijeron que el subsecretario de Trabajo porteño tenía asignado otro destino.

Se entusiasmó luego con Diego Santilli, clave en la negociación de los contratos de la basura. Pero le informaron que el senador había renunciado a su banca con el único objetivo de asumir la vicejefatura de gobierno porteño.

Cuando los portales informaron que Jorge Triaca sería finalmente el ministro de Trabajo muchos creyeron haber visto allí un triunfo de la CGT, o al menos de los "gordos", como se denomina a los secretarios generales de las grandes corporaciones gremiales.
-Nuestro no es -se desmarcó Moyano, aunque raudo salió a negociar un lugar para uno de sus hijos en el staff oficial.

Triaca no es un apellido ligado a la estoica lucha obrera. El padre del flamante ministro fue el primer sindicalista en ser aceptado en el exclusivo Jockey Club, y como jefe de la cartera laboral durante la gestión menemista se ocupó de neutralizar las primeras reacciones obreras frente a la ola privatizadora.

En aquellos años el dirigente de los obreros plásticos dio el puntapié inicial para la enajenación de la acería Somisa, nada extraño para quien desde la jefatura de la CGT-Azopardo se mostró como la contracara de la combativa CGT-Brasil de Saúl Ubaldini en lo oscuros años de la dictadura militar.

Su hijo exhibe otro perfil, acaso más transparente. No es un defensor de la clase trabajadora, como solía autocalificarse su padre, sino un economista liberal y consultor internacional que trabaja para la Fundación Pensar y que ya tuvo la experiencia de ser legislador por el PRO apadrinado por Gabriela Michetti.

Las distintas corrientes cegetistas se solazan con el joven ministro, de apenas 41 años, porque entienden que no avanzará en una reforma de la Ley de Asociaciones Sindicales, la norma que fija el sistema de representación gremial. Dicho en otras palabras, por su historia e idiosincrasia, no ven a Triaca beneficiando a la competidora directa de la CGT, que es la CTA.

En cambio, cavilan respecto a la actitud que tomará frente a la papa caliente del ajuste, un amenaza latente que podría activar el calendario de protestas a lo largo de próximo año y aún antes, si es que el nuevo gobierno no se avienen a pagar el aguinaldo de los estatales en diciembre.

Moyano testeó hace un par de meses a Triaca, cuando ya era un potencial ministro, durante una comida celebrada en la sede del gremio de los municipales. Fue parte del coqueteo del presidente de Independiente con el macrismo, que nunca se transformó en un apoyo explícito al todavía jefe de gobierno porteño.

En el entorno del camionero aún se reprochan no haber dado un pasito más, lo que, creen, le hubiera permitido negociar cargos y políticas desde una posición de mayor fuerza. Aquella foto junto a Macri, durante el descubrimiento de un monumento a Perón, evidentemente no fue suficiente.

Tampoco alcanzó la jugadísima postura sindical a favor de una devaluación, como parte de un sinceramiento de la economía. Fue una declaración a tono con el discurso macrista pero Moyano no quiso quedar tan pegado a pocos días del balotaje y entonces aclaró que esa era una postura histórica y no de ocasión.

Para los incrédulos, echó mano a un reportaje publicado el 17 de enero de 2000, que le hizo el autor de esta nota en el diario Página/12. "La solución es salir de la convertibilidad", fue el título-bomba que regaló el jefe de la CGT, seguro de que la ruptura de la paridad cambiara mejoraría la competitividad.

"En aquel momento -recordó la semana pasada Moyano, en una entrevista que Luis Novaresio le hizo en radio La Red- pasaban cosas que están pasando ahora. Nosotros no podíamos competir con las empresas internacionales, ni brasileñas ni chilenas ni ninguna. Acá nadie quiera hablar de la devaluación, nadie quiere hablar de nada. Y eso es peligroso porque nadie asume la realidad que vive nuestra economía. No es necesario ser técnico. Es la realidad".

Puertas adentro hubo reproches en la CGT por la magra cosecha, ya que haber comulgado con los economistas de Macri no redundó en lugares concretos para el sindicalismo en el organigrama del gobierno electo.

De hecho, no festejaron demasiado que a Geronimo Venegas le prometieran la devolución del Renatea porque el sindicalista ya militaba desde hace tiempo en Cambiemos. Además, ese registro, que maneja onerosos fondos para combatir el trabajo en negro, terminó volviendo a manos de la UATRE por obra y gracia de la justicia y no del macrismo.

Eso sí, los hombres de la central obrera aspiraban al menos colar alguna ficha en Transporte, el ministerio que quedó en manos de Guillermo Dietrich. Pero hicieron agua.

El perfil liberal del gabinete macrista, donde proliferan CEO de multinacionales y cadenas privadas, le genera a Moyano la misma aprensión que la ascendente Patricia Bullrich, designada en Seguridad.

Quince años después, muchos rememoran aquel cruce antológico que mantuvieron en el programa de Mariano Grondona, cuando "La Piba" lo acusó de "chorro" y "protegido de la dictadura" y el camionero le reprochó que "de joven ponía bombas, que estuvo con la izquierda y después con Menem" , además de aplicar "la flexibilización laboral" como funcionaria de la Alianza.

A los ojos del titular de la CGT, los antecedentes no dejan otra opción que mantener la guardia en alto, no sea cosa que algún movimiento del nuevo gobierno lo sorprenda.

Aranguren criticó lo subsidios a la energía y admitió que habrá aumentos de tarifas

El ex CEO de Shell y futuro ministro de Energía de Macri sostuvo que en un país federal como la Argentina "no puede haber las distorsiones de tarifas que existen",



El designado ministro de Energía, Juan José Aranguren, advirtió hoy que los subsidios constituyen "un crimen en un país que importa el 15% de su energía", y prometió hacer frente a las "distorsiones tarifarias" que existen en el servicio.


Además, consideró que el sector debe "salir de la esquizofrenia que ha vivido en los últimos años", y alertó que los subsidios constituyen "un crimen en un país que importa el 15% de su energía".

"Necesitamos, como en otros sectores de la actividad económica, recuperar la racionalidad. Tenemos que salir de la esquizofrenia que hemos vivido en el sector energético en los últimos años", señaló el ex CEO de Shell en declaraciones a radio Mitre.

Aranguren, que dijo que aceptó la propuesta de Macri porque "es el momento de poner el hombro para el beneficio de las próximas generaciones", sostuvo que el principal problema son los subsidios a la energía en un país que importa el 15 por ciento de lo que necesita.

"El principal problema que veo para adelante es que un país rico como el nuestro, con recurso no solamente no renovables sino renovables, esté importando el 15 por ciento de la energía que necesita. Esto es un crimen. Solamente en los países que son exportadores se subsidia la energía. Nuestro caso es el único que es importador y subsidia la energía", sostuvo.

Además, explicó que en un país federal como la Argentina, "no puede haber las distorsiones de tarifas que existen", y ejemplificó con que "en la ciudad de Buenos Aires se paga siete veces menos que en provincias como Río Negro, La Pampa o Córdoba".

Aranguren advirtió también que los cortes en el servicio eléctrico dependerán de "factores externos", en referencia al clima, porque "las inversiones para mejorar la distribución no se han hecho, y no se pueden hacer en días a partir del 10 de diciembre".

De todas maneras, aseguró que van "a iniciar un camino" para mejorar el servicio eléctrico y para despertar "la atención del inversor para explotar los recursos que el país tiene" en cuanto a la producción de gas.

Por último, ratificó que la empresa YPF "continuará con la configuración accionaria actual", en la que el Estado nacional, junto con las provincias, posee el 51 por ciento, y dijo que proyectos como el de Vaca Muerta "continuarán" porque "son muy significativos".

Adorno 3.0

Leía ayer a Adorno:

"El paso del teléfono a la radio ha separado claramente a las partes. El teléfono, liberal, dejaba aun al oyente la parte de sujeto. La radio, democrática, vuelve a todos por igual escuchas, para remitirlos autori-tariamente a los programas por completo iguales de las diversas estaciones. No se ha desarrollado ningún sistema de respuesta y las transmisiones privadas son mantenidas en la clandestinidad. Estas se limitan al mundo excéntrico de los “aficionados”, que por añadidura están aun organizados desde arriba. Pero todo resto de espontaneidad del público en el ámbito de la radio oficial es rodeado y absorbido, en una selección de tipo especialista, por cazadores de talento, competencias ante el micrófono y manifestacio-nes domesticadas de todo género. Los talentos pertenecen a la industria incluso antes de que ésta los presente: de otro modo no se adaptarían con tanta rapidez".

¿El espíritu 3.0 para Adorno, podría quebrar la logica de la ilustración, en los términos en los que el analiza la industria cultural?

La elección del ministro de Trabajo incluyó una discusión con Sergio Massa y provocó el malestar de Hugo Moyano

Por: Ricardo Ríos
La designación de Jorge Triaca en la cartera laboral le generó algunos dolores de cabeza al presidente electo

Luis Barrionuevo y Hugo Moyano querían otros nombres en el Ministerio de Trabajo

En estos días de transición, Mauricio Macri, tuvo la velocidad de un Fórmula 1 para elegir a los ocupantes de los ministerios que tendrán la responsabilidad de las políticas económicas de su gestión. Pero en simultáneo se mostró como un auto de calle con serios problemas de motor para definir quién será su ministro de Trabajo.

Finalmente ayer, tras largos cabildeos, la elección del presidente electo recayó en la figura de Jorge Triaca. Se trata de una designación que cierra la saga de desprolijidades y supuestos malos entendidos que precedió a este anuncio, incluida una discusión telefónica bien subida de tono entre Macri y Sergio Massa.

Pero no quedó en eso: la decisión de encomendar al actual diputado del PRO el manejo de las relaciones laborales, no parece encajar con las pretensiones que tenía en mente para ese cargo el camionero Hugo Moyano, que ya se mostró contrariado durante todo el proceso de negociaciones que demandó el Ministerio de Trabajo.

Jorge Triaca es el nuevo ministro de Trabajo del gobierno de Mauricio Macri

Tampoco es del gusto del jefe de la CGT opositora el nombramiento de Guillermo Dietrich, en el ahora exclusivo Ministerio de Transporte. A Moyano, que tenía candidato propio a viceministro (el duhaldista Guillermo López del Punta), le molesta sobremanera que Dietrich, procedente del gobierno porteño, tenga buena sintonía con el taxista Omar Viviani, a quien el camionero no quiere ni ver en figurita.La relación entre el presidente electo y Hugo Moyano no arrancó de la mejor manera

"¿Por qué habrían de pedirle a Moyano que bendiga a tal o cual, cuando el Pro ganó la elección sin la ayuda de ningún sindicalista, excepto la del Momo Venegas?", apuntó a Infobae un dirigente moyanista, buscando minimizar el alcance del acuerdo entre Macri y su jefe para ir juntos a la par, aún sin necesidad de hacerlo explícito. Ese vocero no supo decir si es cierto que Moyano está furioso porque Macri sigue sin recibirlo.

Lo cierto es que no arrancó de la mejor manera la relación entre el presidente electo y el sindicalista que le garantizaba la necesaria paz social para gobernar, a cambio de "injerencia" –es literal–, en el casting de funcionarios para algunas áreas puntuales.
Ezequiel Sabor era el preferido de Hugo Moyano para la cartera laboral


Al momento del armado de su gabinete, Macri eligió para Trabajo a Jorge Lawson, actual secretario de Comunicaciones del gobierno cordobés y vinculado a holdings empresarios. Arrimó su nombre Francisco "Pancho" Cabrera, futuro ministro de Producción, que se encarga de trazar el "perfil técnico" de los potenciales candidatos a sumarse al Gobierno.

Hasta la noche del martes, Lawson era número puesto. Tanto que éste ya buscaba departamento para instalarse en Capital. Pero empezaron a llover cuestionamientos. El primero en saltar fue el gobernador José Manuel de la Sota, informado de la novedad por Luis Barrionuevo, su operador sindical. El cordobés, a su vez, dio cuenta de lo que le pasaba a Massa. Entonces éste llamó a Macri para recriminarle duramente que quisiera incorporar, sin consulta previa, a hombres del Frente Renovador, la fuerza que lidera.

"Te vamos a ayudar, pero eso no significa que podés sacarnos gente", dicen que dijo Massa de mal modo a Macri. De la Sota salió a hacer declaraciones y sostuvo, en perfecta sintonía con su aliado de Tigre, que a él no lo ataba ningún compromiso con el presidente electo como para proveerlo de funcionarios.

Por si fuera poco, empezando por Moyano, los gremios en general no podían creer que Macri ungiera a un ministro de Trabajo sin antecedente alguno en la materia. Para peor, con el agregado de que Lawson proviene del grupo Arcor. Sonaba como una afrenta. El cuadro de situación convenció a Macri de recurrir a un plan B, que se llamó a Triaca.

Moyano auspiciaba la nominación de Ezequiel Sabor, el subsecretario de Trabajo del gobierno de la Ciudad. Sabor conoce el tema sindical a fondo y tiene excelente llegada con la dirigencia. El camionero abogó por él en una breve charla por celular con Macri: "Te estamos pidiendo por un tipo que es tuyo Mauricio...", dijo el sindicalista, sin lograr convencer al jefe de Cambiemos.

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Algunos medios dieron como hecho el pase de Sabor a la cartera laboral del gobierno bonaerense de Vidal. Pero hasta anoche no había nada confirmado. También circuló que Horacio Rodríguez Larreta, a quien prácticamente desvalijaron de funcionarios en la Ciudad, querría retenerlo en Trabajo, cuya dependencia sería elevada a la categoría de secretaría. Otro destino posible para Sabor podría ser la Superintendencia de Servicios de Salud, el ente que administra a las obras sociales sindicales. Habrá que esperar.

La del "Momo" Venegas a Trabajo fue otra de las posibilidades barajadas que quedó en el camino. Igual, el sindicalista del campo tiene motivos para celebrar: la Corte acaba de fallar a favor de la Uatre, su gremio, para que se le devuelva a esa organización el control del Renatre, un registro de trabajadores rurales que, hasta su disolución en 2011 (por voluntad de los K), manejaba fabulosas sumas de dinero. En verdad, la Justicia no hizo más que anticiparse a la decisión que iba a tomar Macri en igual sentido.

Pupilo directo de Diego Santilli y miembro de la macrista Fundación Pensar, Triaca es portador de un apellido de fuerte connotación en el ambiente sindical. Su padre, que también se llamaba Jorge, fue un dirigente del gremio del Plástico que llegó a ser el jefe de una CGT dividida, durante los duros años de la última dictadura.

Aquella central, caracterizada como "colaboracionista" del régimen militar, era antagónica cien por ciento de la que comandaba el cervecero Saúl Ubaldini. Triaca aglutinaba a los referentes de los grandes gremios de servicios, que por entonces no se los conocía como los "gordos" sino como el grupo de los "15". También aquel Jorge Triaca fue ministro de Trabajo durante los dos primeros años del gobierno menemista. Razones más que suficientes para que Moyano mire al ministro electo con marcada desconfianza.

Pragmáticos como siempre, los barones del sindicalismo peronista expresaron sus respetos por el nuevo presidente electo en caballerosos comunicados de prensa, aceptando el "veredicto de las urnas". ¿Cuánto durará ese período de gracia? Sólo habrá que ver cómo reacciona el próximo gobierno frente al inminente tsunami de pedidos por un bono de fin de año, y también de cara a las negociaciones del sindicalismo para unificarse en una sola CGT (el miércoles que viene habrá una reunión clave).

Conflictividad laboral: se viene el salariazo!

XIMENA CASAS

El grado de “conflictividad laboral” que podría enfrentar el nuevo gobierno fue uno de los temas que se debatieron en el Encuentro de los Líderes, donde participó el ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Carlos Tomada. “Construimos un diálogo, un ámbito de negociación, que cuidamos entre todos. Es un gran activo social.


La negociación, como administración del conflicto y no sólo de una paritaria, es cada vez más racional y profesional”, explicó el ministro, quien realizó un balance de su gestión.


Sus compañeros de panel, Daniel Funes de Rioja, vicepresidente de la UIA; y el consultor laboral Julián de Diego coincidieron en la “profesionalización” que tuvieron las negociaciones laborales durante la gestión kirchnerista.


Sobre la preocupación por un incremento de la conflictividad laboral con un nuevo gobierno, destacaron que los conflictos son directamente proporcionales al modelo de negociación.


“La conflictividad es alta cuando no hay participación de todos los sectores”, advirtió de Diego.


Otro cambio que se dio en los últimos años en las relaciones entre empresas y sindicatos es la preocupación por el cuidado de los puestos de trabajo. “Hay en el sindicalismo una idea más clara de cuidar el empleo, que antes no formaba parte de la agenda”, destacó Tomada.


Entre los desafíos laborales para la gestión de Mauricio Macri, los especialistas destacaron los altos costos laborales –que no deberían resolverse por el lado del salario–; el aumento de la litigiosidad y legislación para combatir la informalidad. “El problema no es laparitaria, es la inflación, que nos ha llevado a una tensión con aumentos salariales que generan más inflación”, señaló Funes de Rioja,quien también advirtió sobre el estancamiento en la generación de nuevo empleo en los últimos años.


“Los salarios convencionales tuvieron un aumento importante frente a la inflación y han generado distorsiones. El costo laboral aumentó considerablemente y cayó la productividad.


Si no hay competitividad no habrá inversiones, esenciales para el empleo genuino”, indicó de Diego. También señaló la necesidad de transferir a los “subsidiados” –personas que reciben un plan social– al mundo y la cultura del trabajo.

Para el ministro de Cultura macrista, “el de la Libertadora es mi golpe preferido"

Así lo aseguró Pablo Avelluto, futuro funcionario de Mauricio Macri, hace dos años en las redes sociales. Otras frases polémicas.



Pablo Avelluto fue elegido por Mauricio Macri para ser el próximo ministro de Cultura nacional. El polémico funcionario desarrolló un perfil provocador en las redes sociales. En un tuit de 2013 aseguró sobre el golpe militar que en 1955 derrocó a Juan Perón que “ay, es mi golpe preferido”. Por supuesto, ahora borró ese mensaje.


http://twitter.com/Horacio246/status/669725904734707712/photo/1

En otra intervención describió que “los militares hicieron mucho daño. Entre otras cosas nos legaron a Cabandié”, dijo sobre el hijo de desaparecidos y actual diputado nacional.

Para la etapa opositora, Kunkel promueve a Cristina como presidenta del PJ nacional

El diputado nacional por el Frente para la Victoria Carlos Kunkel aseguró hoy que le "gustaría" que la jefa de Estado Cristina Fernández de Kirchner "presidiera el Partido Justicialista" a nivel nacional y el gobernador de San Juan y electo legislador, José Luis Gioja, estuviera al frente del "bloque peronista" en la Cámara Baja.



Kunkel, consultado sobre en qué rol veía a la jefa de Estado tras la finalización de su mandato, respondió: "A mí me gustaría que presidiera el Partido Justicialista".
Y amplió: "Un Partido Justicialista con una conducción donde estén representados los gobernadores de las provincias, los jefes territoriales de aquellas provincias en las que hemos tenido un respaldo popular que demuestre que ellos son representativos, y los intendentes del Conurbano (bonaerense)".

El legislador, por último, enfatizó que "la persona más indicada para ejercer la presidencia del bloque peronista en la Cámara de Diputados es el compañero José Luis Gioja, porque ha sido gobernador y ha sido presidente del bloque de Senadores".

LIno Barañao recibió el aval de Crsitina para seguir en Ciencia y Tecnología


Lino Barañao permanecerá en el Ministerio de Ciencia y Tecnología en el nuevo gobierno. "Entendemos que esta designación es un reconocimiento a la política que ha llevado a cabo este gobierno", afirmaron desde la cartera.


El ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, a través de las redes sociales, destacó la designación de Lino Barañao al frente de la cartera como "un reconocimiento a la política científico tecnológica que ha llevado a cabo este gobierno", y que se realizó "con el aval de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner".

A través de Twitter y Facebook, un breve comunicado de la cartera que dirige Barañao desde 2007 -año en que la actual mandataria le otorgó el rango de ministerio a la Ciencia y la Tecnología- destacó que el científico continuará en la gestión del mandatario electo, Mauricio Macri, "con el aval de la presidenta Cristina Fernandez de Kirchner".

"Entendemos que esta designación es un reconocimiento a la política científico tecnológica que ha llevado a cabo este gobierno", se destacó.

Esta tarde, Marcos Peña, el futuro jefe de gabinete del gobierno de Mauricio Macri, que asumirá el próximo 10 de diciembre, confirmó a Barañao al frente de la cartera científica.

La mandataria saliente fue quien en 2007 le dio rango de ministerio a la Ciencia y la Tecnología, y eligió a Barañao para que ocupe su titularidad, cargo en el que se mantendrá a partir del 10 de diciembre cuando asuma Macri, siendo el único funcionario del gobierno actual que continuará al frente de una cartera.

A pesar de las especulaciones de días previos, el anuncio de su continuidad fue una de las sorpresas que dio Marcos Peña, encargado de dar a conocer hoy los nombres de los ministros de la futura gestión de Mauricio Macri.


"La continuidad de Barañao es un reconocimiento a la política científico tecnológica que llevó a cabo este gobierno"

Barañao tiene un doctorado en Química otorgado en 1981 por la Universidad de Buenos Aires, e Investigador Principal del Conicet, institución que depende de la cartera que dirige; además de haber realizado estudios de posgrado en Alemania y Estados Unidos.

El científico que participó en 2002 en la clonación de la primera ternera de Latinoamérica, recibió diversos premios de la Asociación Química Argentina (1976), la Asociación Médica Argentina (1980), el Premio "Bernardo Houssay" (1987); y dos premios Konex, uno de ellos por la Trayectoria en 2013.


Frente a la cartera de Ciencia y Tecnología, tuvo un rol destacado en la creación y puesta en funcionamiento de la megamuestra Tecnópolis -la que continuará vigente según informó el futuro encargado de Medios Públicos Hernán Lombardi-; e impulsó la creación del canal de ciencia y tecnología Tecnópolis TV, que se emite por Televisión Digital Abierta.

En 2011 inauguró junto a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el Polo Científico Tecnológico, un centro en donde convergen la administración, la investigación y la divulgación de la ciencia; y en el que recientemente se inauguró la nueva sede del Conicet. A través de la cuenta de Twitter del Ministerio de Ciencia, se informó esta tarde, tras el anuncio de Peña, que el ministro seguirá al frente de la cartera con el "aval de la presidenta" Cristina Fernández de Kirchner: "Entendemos que la continuidad de Barañao es un reconocimiento a la política científico tecnológica que ha llevado a cabo este gobierno", se destacó.

Macri confirmó que planea levantar el “cepo” al dólar apenas asuma

El presidente electo evitó indicar qué valor adquirirá la moneda estadounidense una vez tomada la medida, pero ratificó su intención de ir a un tipo de cambio “único” lo antes posible.

El presidente electo Mauricio Macri ratificó hoy que levantará el llamado “cepo” que dificulta la adquisición de dólares ni bien asuma sus facultades constitucionales. En declaraciones a Clarín, afirmó su voluntad de ir hacia “un único tipo de cambio”.

No obstante, supeditó la entrega de mayores precisiones a la información que vaya recavando durante la transición. “Preferiría terminar con el equipo económico nombrado para que se vea la información de lo qué pasa en el Banco Central. Lo que sí no se le puede ofrecer menos a los argentinos de lo que tienen los uruguayos, los paraguayos, los chilenos y los colombianos", remarcó Macri.

Macri consideró además que la medida tomada por el gobierno de CFK “ha terminado de bloquear la economía, ya que hace cuatro años que no crece, no genera empleo y el país no está funcionando”.

Así y todo le puso fecha al término del “cepo”: “El 11 de diciembre”, indicó, al ser consultado, aunque evitó precisar qué valor adquirirá el dólar: "Cuando tenga las cifras les diré. Hay un Banco Central que se ocupe de cuidar que haya un equilibrio", puntualizó, y a la vez que dijo que "el tema no es la devaluación, es la inflación" porque "este gobierno ya devaluó". "Con un Banco Central, que va a bajar la inflación, todos vamos a volver a pensar en pesos", agregó.

Ferraresi aclaró que Scioli “tiene el lugar que quiera” en el PJ pero que la que lidera es Cristina


El intendente reelecto de Avellaneda, Jorge Ferraresi, aseguró hoy que “es muy prematuro” analizar qué lugar ocupará el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, dentro del Partido Justicialista (PJ). Aun así, dijo que “tiene el lugar que quiera”, aunque aclaró que “el único líder que tiene el peronismo es Cristina”. También, instó a los que “no estén de acuerdo” a que armen otro espacio.






Al ser consultado sobre qué rol estima ocupará Scioli en el PJ, el jefe comunal remarcó que “es muy prematuro” hacer un análisis al respecto y que será el gobernador bonaerense “el que tendrá que definir qué es lo que quiere hacer”.

Además, sostuvo que “el único líder que tiene el peronismo es Cristina y a partir de su decisión van a venir los alineamientos” dentro del espacio, a la vez que reconoció que “habrá otros que no estén de acuerdo y armarán otros espacios”.

“Daniel tiene para ocupar el lugar que él quiera dentro de este esquema que lidera la Presidenta”, insistió Ferraresi y agregó: “Lidera un movimiento nacional, el Frente para la Victoria, más allá del peronismo, y una cantidad de jóvenes militantes que tienen una pasión por la política a partir de lo que hicieron Néstor y Cristina”.

Asimismo, y al ser consultado sobre la posibilidad de que la primera mandataria se postule a algún cargo electivo en 2019, el intendente justicialista dijo que “las puertas están abiertas en la política y nunca se cierra una posibilidad ni absolutamente nada” y que “Cristina podrá ser lo que ella quiera ser”.

“Aspiro a que el FpV vuelva a gobernar en 2019 y para eso estoy trabajando desde ayer, y no desde la destrucción de un Gobierno, sino desde un lugar ideológico. Ojalá me equivoque y me tenga que rendir ante los hechos, pero no veo que liberar el mercado, el dólar y las importaciones de algo distinto que un menor consumo y pérdidas de puestos de trabajo y lo que ya hemos vivido”, precisó.

Por otra parte, el titular del Ejecutivo de Avellaneda se refirió a las declaraciones del presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, que deslizó la posibilidad de un regreso de Massa a este espacio: “Lo que nosotros tenemos que tener en claro son las ideas y los para qué. Los que tienen que volver y sumarse son los que piensan como nosotros y a partir de eso la herramienta partidaria estará al servicio de los que así lo elijan. No es una cuestión de dirigentes y que vengan y se sumen como una bolsa vacía que no suma absolutamente nada”.

Wall Street espera medidas acertadas pero teme por la gobernabilidad


La falta de control del Congreso, la cantidad de gobernadores peronistas y la necesidad de alinear la coalición Cambiemos son los principales desafíos que ahora tendrá que enfrentar el gobierno de Mauricio Macri para realizar los ajustes económicos habiendo ganado con una ventaja pequeña

por VERONICA DALTO

Los bancos de inversión en Wall Street ven con optimismo el triunfo de Mauricio Macri como el próximo presidente argentino y el fin de doce años de kirchnerismo, pero, sabiendo la cantidad de problemas económicos que deberá resolver, esperan con ansias las nuevas medidas para obtener dólares y se preguntan con qué capacidad de maniobra contará, debido a que sólo obtuvo una diferencia de 2,8 puntos sobre su rival.


Según un informe del JP Morgan, "la principal fuente de incertidumbre" se basa "en la capacidad política de Macri para acelerar las reformas económicas e implementar cambios de política sin diluir gravemente su capital político y preservar la gobernabilidad".


"Para un país donde la historia sienta un precedente difícil contra presidentes no peronistas, no se espera que la tarea de Macri sea fácil, pero tenemos razones para creer que está en una mejor posición relativa respecto de anteriores administraciones no peronistas", dijo Iker Cabiedes, research de América latina del banco, quien consideró que "con el kirchnerismo experimentando un retroceso visible y (Sergio) Massa consolidándose como un nuevo líder para el peronismo de cara al futuro, la construcción de la coalición en el Congreso parecen ahora más factible, especialmente en lo que tanto la agenda económica muestran la convergencia de Massa y de Macri en muchos aspectos".


Estimó que con una coalición política entre Macri y Massa se podría superar al bloque kirchnerista en la Cámara Baja, pero existe un desafío mayor en el Senado. En tanto, el nuevo presidente tendrá, a diferencia del gobierno no peronista anterior, el control en la provincia y la ciudad de Buenos Aires. "Creemos que la administración de Macri maneja suficientes grados de gobernabilidad para implementar los ajustes de política, concluyó el JP Morgan.


Según un informe de Goldman Sachs, el principal desafío de Macri es la reconstrucción de muchas instituciones. "El proceso de reforma estará sujeto a riesgos de implementación no despreciables, como resultado de significativas restricciones políticas. El estrecho margen de la victoria en la segunda vuelta y un Congreso fragmentado atestiguan algunas de estas restricciones".


Barclays también remarcó el desafío de la gobernabilidad. "Es positivo que el gobierno electo tomó nota de que la campaña del miedo había tenido efecto y que una parte de la población está preocupada por la potenciales medidas que podrían afectar el ingreso real. Queda ver cómo se termina alineado la coalición Cambiemos y un poco más por parte del peronismo la voluntad de negociación. Tiene el Senado controlado por la oposición y en la Cámara Baja hay un alto componente de la oposición y muchas provincias están gobernadas por peronistas", dijo Sebastían Vargas, estratega del banco.


"Me permito ser optimista, no puedo pensar que un gobierno electo, que está pagando sueldos, pueda obstruir aquellas medidas que son necesarias para el país. No beneficia a nadie", agregó Vargas.


Entre los ajustes que tendrá que aplicar Macri está la unificación cambiaria, levantar los controles de capitales, combatir la inflación, negociar con los holdouts, normalizar las tarifas de servicios públicos, reducir el déficit fiscal y las trabas comerciales y normalizar las estadísticas públicas. Los bancos entienden que así el país podrá acceder al mercado internacional de deuda para asegurarse un ciclo de inversiones para sostener la recuperación económica.


Los ajustes cambiarios, frenar el drenaje de reservas y la negociación con los holdouts serán las principales señales que el mercado espera para manejar las expectativas en los primeros meses del nuevo gobierno.

Por la pelea Macri-Techint, renunció Sanz antes de asumir

Antes de asumir y por diferencias graves que tendrían como eje a Techint, renunció el socio radical de Cambiemos.


Sanz es un hombre vinculado a la principal multinacional argentina Techint, su presencia en un gobierno de Macri, en un cargo relevante como la jefatura de gabinete u otro cargo importante, le iba a garantizar a Techint, una presencia relevante en el gobierno de Macri.

La confirmación de Marcos Peña como jefe de Gabinete fue un duro mensaje al radical, pero sobre todo a Betnaza.

Las declaraciones de Sanz ocultan la bronca por la decisión de Macri de negarle la jefatura de gabinete para la que estuvo presionando durante la semana. En los últimos días, el radical había hecho saber nuevamente que no aceptaría el Ministerio de Justicia que le prometió Macri en campaña. Entre otros argumentos, se mostró celoso de la influencia que tendría sobre el fuero federal el presidente de Boca, Daniel Angelici, a quiens e menciona para la Agencia Federal de Inteligencia (ex Side).

Sanz incluso le comentó al ex fiscal de la Ciudad, Germán Garavano, que no ve en el una competencia para el Ministerio de Justicia. "Quedate tranquilo que yo no quiero ir a Justicia", le dijo al joven macrista, que no oculta su ambición por reemplazar a Julio Alak.

Conocidas las resistencias de Sanz se especuló con la posibilidad de que su destino sea la Oficina Anticorrupción, para encarar junto a Lilita Carrió una Conadep de la corrupción de los doce años del kirchnerismo en el poder.

Pero el pataleo de Sanz en realidad lo que esconde es la pelea de Macri con Techint. Es conocido que el senador mendocino es muy cercano a Luis Betnaza, el principal operador político del holding que conduce Paolo Rocca.
Sin embargo Sanz, con su renuncia, da por terminada su participación en la Alianza y con su baja se confirman las de Jesús Rodriguez, Facundo Suarez Lastra, Storani y los radicales ex Coordinadora que habían construido el pacto con el PRO.

Las diferencias con Techint, el ninguneo y maltrato hacia los radicales habrían sido las causas de la abrupta y traumática renuncia de Sanz.
El dirigente radical rechazó formar parte del nuevo gobierno. Los motivos.
ernesto sanz

A continuación la carta de renuncia:

"Soy, sin duda, el político argentino que acumula más días y noches fuera de su hogar en los últimos años". Así argumentó Ernesto Sanz su rechazo a formar parte del gobierno de Mauricio Macri. El dirigente radical sorprendió a propios y ajenos con una emotiva carta en la que dio por tierra los rumores sobre que ocuparía la cartera de Justicia.
"Sabiendo que no es lo más importante pero sí lo que cause más impacto por lo novedoso, quiero contarles que esta nueva etapa también lo es para mi vida personal", comienza el texto que Sanz publicó en Facebook, y precisó que es "algo muy simple y profundo desde el sentimiento, aunque complejo y difícil de comunicar desde la racionalidad".
Acto seguido, se definió como "un hombre que actúa en política y no un político que en sus ratos libres se acuerda que hay 'algo más' fuera de la política", pero reconoció que eso a menudo "queda distorsionado por la realidad durante muchos años". "Exceso de responsabilidad, adrenalina, desafíos permanentes, ego, vanidades. Un cóctel impresionante que formó un torbellino de enorme intensidad sobre todo en los últimos 10 años", explicó.
"He decidido recuperar el espacio de hombre, que es el espacio de mis amores, de mi lugar en el mundo y también el espacio de sueños de vida que fui postergando mucho -demasiado- tiempo y que ha llegado la hora de concretar", explicó, y agregó: "He elegido el camino, porque ante todo, soy todavía el dueño de mi vida. O, como repitió tantas veces Mandela de aquel poema Invictus de William Henley: 'Yo soy el capitán de mi alma'".

Las preguntas de la derrota cultural

Alejandro Grimson

El resultado del balotaje abrió una serie de interrogantes. Pero el 10 de diciembre la nueva oposición debe constituirse como una minoría numerosa con vocación de mayoría, asegura Alejandro Grimson. En este texto el antropólogo social explica por qué el oficialismo perdió ante Cambiemos y por qué deben imaginarse nuevas estrategias para rearticular una mayoría.


Estamos atravesados por miles de preguntas. La estrecha diferencia, ¿indica que fue un empate? Nada sería más erróneo que engañarse. Primero, Macri va a gobernar la Argentina. Segundo, no olvidemos que muchos considerábamos imposible que él y su partido derrotaran en las urnas al Frente para la Victoria. ¿Qué sucedió? Tomaré dos momentos. El último mandato de Cristina Kirchner y, en particular, el año 2015.



Todo comenzó con la victoria de 2011 por el 54% de los votos. No pocos percibimos en aquel entonces (y lo dijimos) que ese resultado entrañaba un riesgo de interpretación. Se trataba de un enorme porcentaje altamente heterogéneo, no formado por ciudadanos convencidos de todas y cada una de las medidas del oficialismo, sino por votantes que ante las opciones realmente existentes preferían la continuidad del gobierno. Dentro de ese porcentaje estaba Massa, Solá, De la Sota, Moyano. En 2003, Kirchner hizo un acuerdo con Duhalde y Scioli, y en 2007 un acuerdo con el PJ y sectores radicales (Cobos y otros). Aunque el kirchnerismo siempre debió construir articulaciones para sus éxitos electorales, después de 2011 perdió ese elemento de vista.





En 2012 comenzó una nueva etapa económica para Argentina y toda la región. La baja general de las commodities y los impactos crecientes de la crisis internacional fueron tornando cada vez más difícil avanzar en procesos distributivos. 2012 comenzó con la histórica nacionalización de YPF. El gobierno normalizó situaciones con los acreedores (Club de París, CIADI, etc) para buscar financiamiento externo. El fallo de Griesa disparó contra la línea de flotación. La actuación del gobierno fue más que adecuada, pero sin duda el triunfo del capital financiero impidió cualquier acceso al crédito en un contexto cada vez más difícil. Se podrá especular acerca de si se debían o no tomar otras medidas económicas.



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Más claros parecen los errores políticos. Primero. Si inmediatamente después del 54% Cristina Kirchner hubiera rechazado cualquier idea de reelección, debía comenzar de inmediato la búsqueda abierta y plural de los posibles sucesores. Todo eso quedó cerrado hasta que la idea de reforma constitucional devino imposible después de la derrota en la Provincia de Buenos Aires en 2013. Fue una paradoja: una renuncia explícita a la reelección quizás evitaba la derrota y, al no hacerlo, fueron las urnas las que sellaron la cuestión. Pero a costa de la emergencia de Massa como escisión y de haber perdido dos años en la cuestión de la sucesión.



Segundo. No es criticable en sí mismo que los gobiernos tengan relatos. En realidad, no existen gobiernos sin relatos. Un tema opinable son sus contenidos políticos. El problema aquí surgió cuando la narrativa sobre los logros se distanció crecientemente de las percepciones sociales. Cuantos más problemas se generaban en la realidad económica, más se concentró el gobierno en narrar lo logrado en esta década. No sólo lo explicó literalmente hasta el cansancio. También esa insistencia tenía otra implicancia. Era hora de “defender” lo logrado, no era momento para nuevos sueños y nuevos logros. Si las grandes mayorías siempre elegirían la realidad actual al 2001, eso no implica que estén dispuestas a dejar de imaginar mejores futuros.



Cuando la derecha se apropió de los términos “cambio” y “futuro”, eso ya implicaba una derrota cultural. Ya ha sucedido lo mismo en otros momentos de la historia, como cuando se inició la revolución neoconservadora. Los proyectos populares o de izquierda se colocan a la defensiva. Todos defendemos, por ejemplo, la educación pública. Pero no podemos regalarle a la derecha el análisis de los problemas de la educación que el pueblo percibe, ni podemos dejar de tener propuestas transformadores que respondan a las demandas de los sectores más humildes. Cuando el juego político se plantea de ese modo, los proyectos populares deben convocarse a debates que permitan construir una nueva imaginación y nuevas ideas para el futuro.



Pero eso no sucedió. Hoy se expande la idea de que esta elección fue resultado del poder de los medios. Pero los medios tenían el mismo poder cuando se obtuvo el 54%. El tercer problema político, lejos de ser de orden táctico, se vincula a que los modos de conducción dificultaron el surgimiento de propuestas y perfiles diferenciados, que pudieran alimentar y fortalecer al gobierno desde cierta diversidad.

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Foto: Alejandro Kaminetzky



¿Por qué las encuestas indicaban que Scioli sería el claro ganador de las PASO del Frente para la Victoria? Por un lado, porque había iniciado su campaña muchos años atrás, cuando las ideas de reelección impedían otros proyectos. Por otro lado, porque aparecía como el candidato del FPV con mayor autonomía. Ni aquí ni en ningún país los ciudadanos eligen presidentes que no protagonizarán su propio gobierno. Hay una confusión. El célebre “Cámpora al gobierno, Perón al poder” fue en 1973 el resultado de una trampa por la cual Lanusse proscribió a Perón quien, por otra parte, hacía 18 años que no gobernaba.



En otras palabras, Scioli emergía como candidato no sólo por sus logros, sino por una serie de errores del kirchnerismo. Cuando se acordó que no habría PASO, parecía que el oficialismo aceptaba sus propias limitaciones. Visto desde hoy parece simplemente que intentó evitar una derrota en esas elecciones con una enorme ambivalencia que fue claramente percibida.



La paradoja es que la ausencia de esa interna desdibujó el perfil de Scioli, a la vez que dejó mucha disconformidad pública en el kirchnerismo. Los niveles de conflictividad fueron muy agudos antes y después de la proclamación de la fórmula y alcanzaron a altos funcionarios hasta los días previos al 22 de noviembre. Todo eso fue desdibujando una carta de Scioli, ligada a la previsibilidad. Si ofrecía mucha mayor previsibilidad económica, sus propios supuestos seguidores no cerraban filas ante su candidatura. En este caso, la famosa frase de Perón (“Los peronistas somos como los gatos: cuando parece que nos peleamos nos estamos reproduciendo”) no se cumplió. El producto fue una derrota electoral.

Si hay algo que no faltó en esta campaña, fue información. Inclusive, a la publicidad y al debate con alto rating, debe sumarse la intensa actividad callejera que la militancia social y política inventó por sí misma. El voto a voto. No caben dudas de que sin esa intensa actividad la distancia hubiera sido mayor y la distancia es relevante. Pero no alcanzó por los motivos que ya hemos explicado.



Entre esa información, se destacó que Scioli advirtió sobre los planes económicos de Macri. Entonces, ¿la sociedad votó el ajuste? Debemos recordar que eso fue lo que denunció el FPV. Las promesas de Macri fueron muy distintas. Un porcentaje un poco mayor le creyó a Macri: no votó por la megadevaluación ni el ajuste.



A veces conviene aceptar que uno no tiene la razón o no tiene toda la razón o que se ha equivocado. No en las convicciones éticas y políticas. Pero sí en las estrategias, en los modos de organización, en renunciar a hablarle a los no convencidos, en no alentar la crítica constructiva y el debate franco. En pedir que me crean cuando digo la verdad y pedir que me disculpen si nadie cree en las estadísticas. Fue, a través de esos errores, que fue drenando el capital político hegemónico.



Es preferible evitar gobiernos de la derecha aceptando diversidades y articulaciones. Es preferible antes que presenciar esta coyuntura y sostener “verdades” discutibles, o creencias que pueden provocar duras derrotas.



¿Qué hacer, qué esperar, qué desear? Si uno desea y lucha por lo mejor para las grandes mayorías, jamás podrá querer un nuevo 2001. El 2001 fue el estallido de la economía y la política neoliberal. Fue espantoso por sus consecuencias sociales. Fue maravilloso por la participación política popular. Nadie en su sano juicio puede desear que haya participación política a costa del aumento de la pobreza y la indigencia.





Así que Macri se ha ganado el derecho a gobernar. Tendrá muchos más dilemas y disyuntivas de los que hoy podemos imaginar. No será un frente tan homogéneo como pareció en pleno despliegue del mayor marketing político de la historia argentina. La mayoría lo ha elegido y debe ejercer las potestades que establece la Constitución.



La Constitución es muy clara: los derechos de un gobierno no anulan los derechos de las minorías ni de los ciudadanos. Hay un congreso, electo por el voto popular. Y hay derechos a la opinión y a la protesta.

Sería un grave error facilitar la estrategia de Macri a la victimización. Ya estarán preparando las denuncias de que no pudieron lograr cualquier cosa por las obstrucciones de la oposición.



La nueva oposición, el 10 de diciembre debe constituirse como una minoría numerosa con vocación de mayoría. Con vocación de con el tiempo lograr también las adhesiones de los que ahora eligieron a Cambiemos. No se trata en absoluto de aceptar nada que sea inaceptable. Se trata de comprender por qué se ha llegado hasta aquí y por qué deben imaginarse nuevas estrategias para rearticular una mayoría.
Aunque parezca contradictorio, la realidad es que habrá que tener paciencia y que estar alerta. Y cada vez que se detecte un discurso riesgoso para el país y para los derechos de los argentinos, no habrá que responder sólo desde el enojo, que será visto por muchos como una incapacidad de aceptar la nueva relación de fuerzas. Con inteligencia, reflexividad y compromiso, es posible recuperar la vocación de mayoría para que con el tiempo sea esa misma relación de fuerzas la que cambiemos.

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Para Durán Barba, el Papa "no mueve más de diez votos"

El asesor de Cambiemos consideró que "lo que diga un papa no mueve más de diez votos, por más de que sea argentino o sueco", en una conferencia de prensa en Jujuy, donde acompaña al candidato presidencial Mauricio Macri.


"Lo que diga un Papa no cambia el voto ni de diez personas aunque sea argentino o sueco", sostuvo Durán Barba, luego que el sumo pontífice pidio que este domingo en el balotaje los ciudadanos argentinos "voten a conciencia".

Además, el consultor ecuatoriano se manifestó "a favor del aborto", a contramano de lo que precisamente ayer manifestó Mauricio Macri, quien dijo estar "a favor de la vida": "nosotros estamos a favor de la libertad de la gente. Que cada uno haga lo que quiera. Y si una señora quiere abortar, que aborte", sostuvo.

En esa línea, manifestó: "nosotros no estamos en contra de nadie. Ni de los homosexuales, ni de las religiones", y "quien quiera abortar que aborte y quien quiere ser homosexual que sea homosexual".

Alicia Barrios: "Francisco quiere un gobierno que no esté liderado por el mercado"

"Con alta sensibilidad social", aseguró
Amiga del Papa: "Francisco quiere un gobierno que no esté liderado por el mercado"

Jorge Bergoglio con su amiga Alicia Barrios

La periodista y amiga personal del papa Francisco, Alicia Barrios, habló sobre las declaraciones del Sumo Pontífice respecto al pedido a los argentinos de cara al balotaje del domingo en el que llamó a "votar a conciencia".

En la edición de hoy del Diario Crónica, Barrios aseguró que el sumo Pontífice "quiere un gobierno que mire a los ojos a los pobres y con una economía que esté liderada por hombres buenos y no por las fuerzas salvajes del mercado".

"Quiere un país que incluya, que no descarte a los viejos, los jóvenes, ni a los chicos. No quiere un gobierno que favorezca sólo a los ricos, quiere un gobierno para todos y que especialmente atienda las necesidades de los pobres", agregó Barrios y recordó las críticas que Jorge Bergoglio lanzaba en sus homilías contra ciertas situaciones que ocurrían en la Ciudad de Buenos Aires.

Sostiene Barrios: "En sus homilías, en las misas con las víctimas de la trata y el trabajo esclavo en Constitución -Francisco- decía que en esta ciudad de Buenos Aires la esclavitud está a la orden del día, explotan trabajadores, y si son migrantes se les priva de la posibilidad de salir de ahí. Esta ciudad fracasó".


A continuación, el texto completo publicado por Alicia Barrios:

Bergoglio es un hombre coherente. Hace lo mismo que dice y dice lo mismo que hace. Enseña. Cuando desde Roma declaró ayer, ante la pregunta de una colega sobre las elecciones en la Argentina, "la gente sabe cómo pienso". Si no se acuerdan, apelemos a la memoria. ¿Cómo piensa el Papa de nuestro país y de nuestra ciudad de Buenos Aires? Él quiere un gobierno que mire a los ojos a los pobres, con alta sensibilidad social en sus planes, con una economía que esté liderada por hombres buenos y no por las fuerzas salvajes del mercado. Quiere un país que incluya, que no descarte a los viejos, los jóvenes, ni a los chicos. No quiere un gobierno que favorezca sólo a los ricos, quiere un gobierno para todos y que especialmente atienda las necesidades de los pobres. En sus homilías, en las misas con las víctimas de la trata y el trabajo esclavo en Constitución decía: "En esta ciudad de Buenos Aires la esclavitud está a la orden del día, explotan trabajadores, y si son migrantes se les priva de la posibilidad de salir de ahí. Esta ciudad fracasó. Acá está prohibida la tracción a sangre pero todas las noches veo en Plaza de Mayo carritos con cartones y tirados por chicos. ¿Esto no es tracción a sangre? Ciudad pecadora, ciudad sufriente, ciudad que no sabe llorar por tantos hijos e hijas que pasaron por el volquete y quedaron en el volquete. En Buenos Aires se ha instalado la cultura del volquete porque se dan por desperdicio a hombres y mujeres que cayeron en la trata de personas. Hay una anestesia cotidiana que esta ciudad sabe usar muy bien y se llama coima, con esta anestesia se adormecen las conciencias. ¡Buenos Aires es una ciudad coimera!" Estos conceptos expresaba el cardenal Bergoglio, durante cinco años consecutivos, hasta que los pronunció por última vez el 25 de septiembre de 2012, apenas seis meses antes de ser elegido Papa.

El Papa quiere la paz y no el enfrentamiento. En otra de sus tantas homilías de cardenal primado, decía: "Si apostamos a una Argentina donde no estén todos sentados en la mesa, donde solamente unos pocos se benefician y el tejido social se destruye, donde las brechas se agrandan siendo que el sacrificio es de todos, entonces, terminaremos siendo una sociedad camino al enfrentamiento".