Entre la diversidad de interpretaciones sobre el multicausal y
ciertamente desconcertante movimiento de protestas que se realiza en
Brasil, leemos en Télam esta de filiación teórica de izquierda más tradiconal que coincide con las circulantes que pueblan las editoriales internacionales.
Para el vicepresidente de Bolivia, las protestas en Brasil son impulsadas por las clases medias emergentes
Álvaro García Linera afirmó que el estallido social que se produjo en
Brasil se enmarca "en la lucha por la redistribución, impulsada por las
clases medias emergentes".
El vicepresidente de Bolivia se expresó de ese modo durante una
conferencia brindada en Buenos Aires, organizada por el Centro Cultural
de la Cooperación Floreal Gorini, donde afirmó que no lo sorprendieron
las protestas en Brasil.
Las manifestaciones en Brasil "son explosiones propias de clases
medias emergentes en tiempos de expansión económica, que dan lugar a
luchas por la redistribución", afirmó García Linera, citado por la
agencia ANSA.
Al mismo tiempo, opinó que "los sindicatos retienen el valor cultural
pero han perdido poder, porque ahora las mujeres son mayoría en muchos
sectores industriales y van a trabajar con sus hijitos y los jóvenes
requieren de una cultura discursiva diferente a la de la clase obrera
tradicional".
"Ningún gobierno está vacunado contra el egoísmo corporativista pero
lo importante es saber cómo se superan las contradicciones", reconoció
García Linera.
En tal sentido, recordó que alrededor de 5.000 mineros se movilizaron
hasta la Paz para reclamar un régimen de pensiones del ciento por
ciento que "no existe en Estados Unidos ni en Suecia".
Esos mineros "tuvieron una mirada corporativista y egoísta, pero
nosotros les dijimos que podían dinamitar la Casa de Gobierno que no
íbamos a poner en riesgo la estabilidad del sistema de pensiones del
resto de los bolivianos", completó García Linera.
En otro orden de cosas, el vicepresidente boliviano afirmó que "Unasur es el proceso revolucionario de nuestro tiempo".
"Las alianzas políticas deben profundizarse entre nosotros, los
países de la región, con China podemos firmar alianzas comerciales pero
no vamos a firmar alianzas políticas", afirmó García Linera, durante su
disertación, que duró alrededor de cuatro horas.
En su paso por Argentina, García Linera recibió hoy la distinción de
Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de La Plata.
Se nos viene encima un festival de
encuestas , una lluvia de porcentajes, se acerca octubre. Para poder
leer los datos en un contexto global y determinar cuanto contribuye cada
distrito sobre el total de votos nacionales es necesario hacer algunas
presiciones. Al respecto, las imágenes que abren este post (click sobre
ellas para verlas mejor) muestran desagregado por regiones el peso
electoral porcentual de cada distrito a nivel nacional, en otras
palabras, de cada 100 votos positivos nacionales cuántos aporta cada
uno.
La determinación del aporte de votos
positivos de cara a las elecciones de octubre de 2007 , se realizó
tomando en cuenta el promedio de los niveles históricos de voto negativo
(anulado, impugnado y blanco) y la magnitud del ausentismo en cada
distrito nacional, registrado en las elecciones realizadas desde la
recuperación democrática para elegir fórmula presidencial. Los
resultados son muy contundentes: El 48,7% del voto positivo nacional se
concentra en tan sólo dos distritos: Capital Federal y Provincia de
Buenos Aires Dicho de otra manera, de cada 100 votos positivos
nacionales, 10,6 se generan en Capital y 38,1 en la Provincia de Buenos
Aires, 8,8 en Córdoba y 9 en Santa Fé, en tanto en Formosa por caso, se
genera 1,1 en Jujuy 1,3 y en San Juan surgen 1,7 .
En este sentido, debe considerarse que , por ejemplo, una diferencia electoral de5 puntosen la Provincia de Buenos Aires delcandidato A, sólo será compensada con una diferencia de24 puntos en el NEA o 20 puntos en el NOAo al menos 9 puntos en la suma de Córdoba, Santa Fé y Entre Ríosdel candidato B.Por este motivo, se afirma, abusando de una metáfora bélica de dudoso gusto , que la Provincia de Buenos Aires esmadre de todas las batallasy el comportamiento de una fórmula en ese distrito estratégico define de manera concluyente su performance nacional.
Este distrito entonces, es hoy el
vértice electoral del FPV y sobre él estarán puestos todos los recursos
materiales y simbólicos de la campaña electoral de cara a las
legislativas de octubre. Del mismo modo, cualquier fuerza que quiera ser
una alternativa electoral realmente existente a nivel nacional debe ser
competitiva en tierras bonaerenses sí o sí, todo lo demás es literatura
fantástica, fotogenia, fuegos de artificio por lo que , por ejemplo,
el PRO, hoy sin candidato bonaerense para las legislativas 2013,
encuentra su límite estructural para la spresidenciales 2015.
En fin, sepamos que a la hora de
analizar estudios de opinion y evaluar perspectivas electorales debemos
observar que las asimetrías del voto positivo nacional, hacen que el
peso del distrito bonaerense resulte abrumador y el comportamiento de la
oferta electoral en esta región, decisivo.
Existe una fuerte percepción de que con el auge de las redes
sociales, el uso de dispositivos móviles, y otras tendencias digitales,
los jóvenes ya no ven la televisión. Según un reciente informe de
Nielsen, el consumo de televisión tradicional sigue cayendo entre los 18
y 24 años de edad, aunque la tasa ha disminuido desde el anterior
sondeo.
... la bajada no parece haber alcanzado proporciones dramáticas aún:
el grupo de 18 a 24, por ejemplo, vio un promedio semanal de casi 23
horas y media de televisión tradicional en el primer trimestre de 2013:
alrededor de 1 hora y 20 minutos menos de lo que hizo durante el
trimestre de 2012. Esto implica que vieron casi 11 minutos por día.
...si se compara con el
consumo en el primer trimestre de 2011, la bajada se hace más evidente:
unas 3 horas a la semana, o, lo que es lo mismo, poco más de 26 minutos
por día.
Por otra parte, los últimos datos muestran que la visión de la
televisión tradicional por parte de los jóvenes de 18 a 24 años de edad
ha disminuido al menos durante 5 trimestres consecutivos
El grupo 18-24 años, el de 25-34 años y el de 35-49 miraron alrededor
de una hora menos televisión a la semana (más o menos), mientras que
los más de los grupos de 50-64 años y más de 65 años han incrementado la visualización en una hora.
La revolução no pierde gas. Si el lunes salieron a las calles 250.000 brasileños, el jueves las protestas reunieron a más de un millón.
Y eso a pesar de que los alcaldes de numerosas ciudades ya habían
aceptado reducir el precio del transporte público, la demanda que
encendió la mecha de las movilizaciones primero en São Paulo y después en el resto del país.
Una vez comprobado que el descontento popular va más allá de unos
centavos en el billete de autobús, la inesperada persistencia de los
manifestantes ha obligado a Dilma Rousseff a pronunciar el discurso más
difícil desde que subió la rampa del Palacio de Planalto el 1 de enero
de 2011.
En horario de máxima audiencia, viernes a las 21:00, la presidenta se ha dirigido a la nación a través de un mensaje de 10 minutos que había sido grabado por la tarde. Tal vez por tratarse de un vídeo enlatado,
y porque Dilma no tiene el carisma de Lula, al discurso le ha faltado
naturalidad y frescura. Pero seguramente el pueblo habrá agradecido que
su gobernante dé la cara en vez de esconderse.
El contenido, necesario aunque poco novedoso, es
un resumen de la estrategia con la que Dilma pretende afrontar esta
crisis a menos de un año y medio de las próximas elecciones:
Empatía. La presidenta dice comprender a quienes
protestan y elogia su causa: “Las manifestaciones muestran la fuerza de
nuestra democracia y el deseo de la juventud de hacer que Brasil avance
[...] Los manifestantes tienen el derecho y la libertad de cuestionar y
criticar todo, de proponer y exigir cambios, de luchar por más calidad
de vida, de defender con pasión sus ideas y propuestas”. Y les recuerda
que ella también peleó por lo suyo: “Mi generación luchó mucho [durante
la dictadura] para que la voz de las calles fuese escuchada. Muchos
fueron perseguidos, torturados y murieron por eso”.
No al vandalismo. Entender a los manifestantes no
significa pasar por alto los excesos. “Si dejamos que la violencia nos
haga perder el rumbo, no sólo estaremos desperdiciando una gran
oportunidad histórica, sino también corriendo el riesgo de perder
mucho”, ha advertido Dilma. “El Gobierno y la sociedad no pueden aceptar
que una minoría violenta destruya el patrimonio público y privado,
ataque templos, incendie coches, apedree autobuses [...] No podemos
convivir con esa violencia que avergüenza a Brasil”.
Contra la anarquía. Tampoco le agradan las
acusaciones de que ella y los demás políticos son el origen de todos los
problemas. “Es una equivocación creer que cualquier país pueda
prescindir de los partidos y, sobre todo, del voto popular, base de
cualquier proceso democrático”. En otras palabras: no hay que destruir
el sistema, sino reformarlo.
Mando. La heredera de Lula ha recordado quién lleva
el timón: “Soy la presidenta de todos los brasileños, de los que se
manifiestan y de los que no se manifiestan”.
Diálogo. Desde ese papel central, en los próximos
días se reunirá tanto con gobernadores y alcaldes como con los líderes
de las protestas y representantes de organizaciones juveniles,
sindicatos, movimientos de trabajadores o asociaciones populares. (Es
decir, algunas de las fuerzas que pueden decidir su reelección en 2014).
Pragmatismo. Ya que las marchas parecen imparables,
vale la pena sacarles el máximo jugo posible. “Tenemos que aprovechar
el vigor de estas manifestaciones para producir más cambios que
beneficien al conjunto de la población brasileña”, ha propuesto Dilma,
en una jugada bastante complicada para intentar revertir la situación a
su favor.
La culpa es de otros. La presidenta ha atribuido
los problemas a las “limitaciones políticas y económicas” del país. Sin
decirlo abiertamente, ha insinuado que si no puede llevar a cabo sus
planes es porque otros políticos no le están dejando. Igual que Barack
Obama, que suele señalar con el dedo al Capitolio cuando sus iniciativas
se estancan, Dilma ha dejado caer que los diputados y senadores serán
culpables si no sale adelante su propuesta de invertir en educación el
100% de los beneficios del petróleo. “Confío en que el Congreso Nacional
aprobará el proyecto que presenté”, ha dicho.
Los corruptos son otros. Dilma
ya ha cortado las cabezas de un buen puñado de ministros y altos cargos
envueltos en tramas sospechosas. Está empeñada afianzar esa imagen de
gobernante implacable con los negocios turbulentos: “El mensaje de las
calles reivindica un combate sistemático a la corrupción. Todos me
conocen, a eso no renuncio”.
El fútbol, pegamento nacional. La (escasa) parte
emotiva del discurso ha quedado para el final. Con mano izquierda, la
presidenta ha mostrado su disgusto por los disturbios en plena Copa
Confederaciones y ha apelado al orgullo nacional: “No puedo dejar de
mencionar un tema muy importante que tiene que ver con nuestra alma y
nuestra forma de ser. Brasil, único país que ha participado de todos los
Mundiales, cinco veces campeón, siempre fue muy bien recibido en todas
partes. Necesitamos dar a nuestros pueblos hermanos la misma acogida
generosa que hemos recibido de ellos. Respeto, cariño y alegría, así es
como debemos tratar a nuestros huéspedes. El fútbol y el deporte son
símbolos de paz [...] Brasil merece y va a hacer un gran Mundial”.
Brasil de todos. Lula llegó al poder hace una
década bajo la promesa de “construir un Brasil más solidario y fraterno,
un Brasil de todos”. Ahora, ante un escenario completamente distinto,
su ahijada política propone una variación de la misma receta: “Vamos a seguir construyendo juntos este nuestro gran país”.
Quienquiera que busque encontrar interpretaciones acabadas de las movilizaciones de las últimas semanas en Brasil seguramente estará dando una interpretación reduccionista de lo que sucede en las principales ciudades del país. El detonante del movimiento fue el aumento -pequeño en cifras- de las tarifas de transporte público, pero ya en sus comienzos se autodenominaba como “de pase libre”, esto es, reivindicando el derecho al transporte como derecho público y que, como tal, debiera ser gratuito.
"Las manifestaciones revelan el grado y la intensidad de las contradicciones sociales en las metrópolis brasileñas."
Fueron básicamente jóvenes. El principal programa televisivo de debates invitó a dos líderes del movimiento -porque sí, el movimiento tiene liderazgos-, los dos, un chico y una chica, estudiantes de derecho y de historia de la Universidad de San Paulo, por lo tanto, originarios del medio estudiantil. Muy politizados, de izquierda, no antipartidarios, con conciencia de los intentos de la derecha -vía medios de comunicación- de utilizarlos en contra del gobierno.
Las manifestaciones se replicaron prácticamente por todas las grandes ciudades brasileñas -empezando por la rica y con mayores contrastes y dificultades de la vida urbana, San Paulo-, lo que revela el grado y la intensidad de las contradicciones sociales en las metrópolis brasileñas.
Brasil -el país más desigual del continente, más desigual del mundo- en los últimos diez años atraviesa un proceso formidable de democratización social, que ha cambiado radicalmente la fisionomía de su sociedad, a favor de los más pobres. Sobre eso no queda ninguna duda.
Pero, en ese marco, no hay políticas para la juventud por parte del gobierno federal. Consultados, seguramente la gran mayoría de los jóvenes vota al candidato del gobierno. Pero, sobretodo por los efectos de la mejoría en la situación general de las familias, así como por la existencia de muchos más cupos en las universidades, y también más puestos de trabajo.
Sin embargo, los temas específicos de la juventud no son atendidos por programas dirigidos directamente hacia ella. Ni respecto a la descriminalización de las drogas livianas, ni respecto a la legalización del aborto, entre otras cuestiones.
El mayor líder político que Brasil ha tenido -Lula- no tiene un discurso específico hacia los jóvenes, no dialoga directamente con ellos.
"La oposición -los medios privados, que hacen como de partido da la oposición- pasó de condenar a las movilizaciones a promoverlas de manera desproporcionada, cuando se dio cuenta que podría desgastar al gobierno."
El movimiento logró su primer objetivo, con la cancelación del aumento de las tarifas públicas. Haber logrado conquistar ese objetivo genera más ánimo al movimiento para seguir adelante.
La oposición -los medios privados, que hacen como de partido da la oposición- pasó de condenar a las movilizaciones a promoverlas de manera desproporcionada, cuando se dio cuenta que podría desgastar al gobierno, buscando introducir sus consignas. Así como, desde otro lado, sectores extremistas trataron de terminar con las marchas, con actos generalizados de violencia, con la destrucción de espacios públicos.
El movimiento se encuentra ahora frente a la disyuntiva sobre los próximos pasos. Por su formulación original, pretende poner en debate la gratuidad del transporte público -tema mucho más complicado, porque, entre otras cosas, supondría elevar mucho los impuestos-. Pero el debate del financiamiento de los transportes públicos está planteado, lo cual es otro logro del movimiento.
En las próximas semanas se podrán mensurar los efectos que este movimiento inédito y sorprendente tendrá sobre la política brasileña.
Dice Emir Sader en su Blog a propósito de las manifestaciones masivas Brasil:
"O movimento, iniciado como resistência ao aumento das tarifas do
transporte, foi inédito e surpreendente. Quem achar que consegue captar
todas suas dimensões e projeções futuras de imediato, muito
provavelmente estará tendo uma visão redutiva do fenômeno, puxando a
sardinha para defender teses previamente elaboradas, para confirmar seus
argumentos, sem dar conta do caráter multifacetário e surpreendente das
mobilizações"".
"Foi uma vitória do movimento a anulação do aumento, mostra a força das
mobilizações, ainda mais quando se apoiam numa reivindicação justa e
possível – tanto assim que foi realizada."
"Talvez o aspecto mais essencial das mobilizações tenha sido o de fazer
entrar na vida politica a amplos setores da juventude, não contemplados
por politicas governamentais e que, até aqui, não tinham encontrado suas
formas especificas de se manifestar politicamente. Esta pode ser a
consequências mais permanente das mobilizações."
Jóvenes adultos con educación superior y sin afiliación política,
son el grueso de los manifestantes que el lunes participaron en Sao
Paulo de una masiva protesta contra el alza del transporte y los gastos
del Mundial 2014 en Brasil, entre varios otros reclamos.
Según un sondeo de la firma Datafolha, un 84% de los manifestantes
consultados en Sao Paulo declaró no tener preferencia por algún partido
político.
Un 77% tiene un nivel de educación superior y un 22% son estudiantes actualmente.
Poco más de la mitad, un 53%, tiene menos de 25 años y un amplio 71%
participó por primera vez de la ola de manifestaciones este lunes, la
quinta jornada de protestas en Sao Paulo.
Entre las razones para salir a la calle, la principal es el aumento del
pasaje en el transporte público, con un 56%. En Sao Paulo, el alza fue
de 7%, de 1,5 a 1,6 dólares, un precio alto en un país donde el
salario mínimo mensual es de 339 dólares.
Un 40% de los participantes declaró estar manifestándose contra la
corrupción, mientras que un 31% lo hizo contra la violencia y la
represión.
La manifestación del lunes fue la quinta en las calles de Sao Paulo en
pocos días. El jueves pasado, la policía reprimió duramente a los
manifestantes, con un saldo de 232 detenidos y un centenar de heridos,
incluida una decena de periodistas.
Un 27% protestó para exigir un transporte de mejor calidad, en una
metrópoli de 20 millones de habitantes con un tráfico caótico y un
sistema de transporte público insuficiente. Un 14% de los manifestantes
pedía la gratuidad en la tarifa.
Contra los políticos, además, dijo protestar un 24% de los participantes.
La noche del lunes, más de 250.000 personas protestaron en las calles
de varias ciudades como Sao Paulo, Brasilia y Rio de Janeiro en
momentos que Brasil acoge la Copa Confederaciones y a un año del
Mundial de Fútbol.
En su mayoría fueron manifestaciones pacíficas, pero en Rio, Maceió y
Porto Alegre derivaron en hechos de violencia y enfrentamientos con la
policía.
Se acercan las elecciones y nos parece siempre necesario -aunque termine
siendo medio al pedo - recordar la heterogeneidad estructural de la
Ciudada Autónoma, diversidad en ascenso que, obviamente, tiene
crecientes efectos electorales.
El primer efecto electoral y muy básico es que el formato de
representación político electoral que demanda la CABA post crisis
neoliberal del año 2001, es un populismo fromato siglo XXI capaz de
representar la heterogeneidad , un dispositivo "atrapalotodo" con
dominante en el norte o el sur según la perspectiva - ganan el PRO local
con dominante en el norte y el FPV nacional con predominio en el sur - .
La CABA ya no demanda meyoritariamente representación político electoral
homogénea, de corte socialdemócrata o progresista típicas del segundo
cuarto del siglo pasado, que se han quedado hace rato sin audiencias
mayoritarias a nivel nacional y no funcionan como opciones mayoritarias
ni ya siquiera en la Ciudad Autónoma.Específicamente la CABA requiere un
formato populista kirchnerista yel kirchnerismo no es un progresismo.
En rigor Buenos Aires se constituye como al menos dos ciudades,
con indicadores socioambientales muy asimétricos entre Norte, Centro y
Sur, que promueven contrastes socioeconómicos inhallables - dada la
riqueza relativa del distrito y la densidad poblacional de la CABA por
km2-, en el resto de la geografía nacional.
Un indicador proxy de estas asimetrías resulta el desarrollo del analfabetismo desagregado por comunas.
En La Fábrica Porteña se publica este estudio interesante que replicamos en Ramble.
La
capacidad de leer y escribir es una condición necesaria para garantizar
desarrollo pleno de una sociedad y es un derecho de todo ciudadano. La
alfabetización supone la distribución de estos saberes centrales que
contribuyen a una inclusión social más igualitaria y a la construcción
de una sociedad más justa reduciendo las desigualdades. Por el contrario
el analfabetismo es la vulneración de derechos sociales e individuales,
es un factor que inhabilita las posibilidades de mejora socioeconómica y
desarrollo. Es un fenómeno estructural y una responsabilidad social.
Bajas tasas de alfabetización y de educación en un país impiden su
desarrollo socioeconómico, situación que se agrava actualmente cuando la
tecnología es motor del cambio mundial.
Históricamente
la República Argentina resalta entre sus pares regionales a
consecuencia de un excelente desempeño en esta área; Por caso, Argentina
tiene el mejor indicador en la región (1,2%), seguido por Uruguay
(1,9%) y muy lejos de México (7,4%) y Brasil (10,2%). Los índices de
analfabetismo son muy bajos y para reducirlos se trabaja desde la Nación
bajo múltiples estrategias de abordaje, como el Programa Nacional de
Alfabetización y Educación Básica para Jóvenes y Adultos, dentro del
cual se implementa el Programa “Encuentro”.
Son los grupos de
poblaciones más pobres y vulnerables los que conviven con el
analfabetismo evidenciando que la disminución y erradicación de esta
condición deviene de intervenciones estatales socioeconómicas más
amplias que las educativas. Esto requiere del diseño de un conjunto de
políticas educativas articuladas destinadas a la alfabetización y
educación básica, sumadas a mayor inversión en infraestructura escolar,
distribución de materiales de estudios como libros de texto y políticas
sociales que acompañen esta meta.
Resulta interesante analizar
los números del analfabetismo en el país para identificar cuáles son los
logros en materia de reducción de este problema y cuáles son los
núcleos poblacionales que necesitan una intervención multidimensional en
términos de políticas públicas. El cuadro siguiente se elaboró a partir
de los datos obtenidos por los últimos censos. Este indica las tasas de
analfabetismo conjugando dos variables: la población total de 10 años
de edad o más y el total de analfabetos para construir el porcentaje de
analfabetismo por provincia y/o ciudad.
En primera instancia las
cifras evidencian una progresiva mejoría del conjunto de las
jurisdicciones desde 1980. En consonancia, la Ciudad de Buenos Aires
exhibe logros en la erradicación de la pobreza hasta el año 2001, siendo
la única jurisdicción que incrementa el porcentaje de población
analfabeta en el período 2001-2012. No obstante, la tasa de
analfabetismo es comparativamente baja respecto de las provincias. Esto
evidencia que el remanente de este porcentaje de analfabetismo
constituye un núcleo duro para el cual es necesario desarrollar un
abordaje cualitativo más específico, pero lo que las cifras demuestran
es que este abordaje no se realiza de forma suficiente.
En este
marco es interesante analizar las estadísticas de la Ciudad de Buenos
Aires, la cual en el último censo evidencia una modificación casi nula
en relación a las tendencias evidenciadas con las provincias Argentinas.
Como se observa en el cuadro abajo obrante.
El
problema central de la alfabetización de estos grupos remanentes en la
Ciudad es que se componen de la población en situación más precaria
tanto en aspectos estructurales como socioeconómicos. Analizando los
números expuestos podemos indicar que el promedio de población
analfabeta por comuna es de 0,49% y que las Comunas que presentan tasas
superiores al promedio, no casualmente, son las del Sur de la Ciudad de
Buenos Aires, esto es, las Comunas 1, 4, 7, 8, 9 y 10. En estas zonas,
radican 7.308 de los 12.403 analfabetos de la Ciudad. Casi el 60% de los
analfabetos se concentran en éstas 6 Comunas.
Lo que estos
números denotan es el constante abandono por parte del Gobierno de la
Ciudad a las Comunas del Sur, y sumado a esto se evidencia que para
estas situaciones de vulnerabilidad sólo el Estado Nacional tiene
políticas que permiten enfrentar este flagelo. No por casualidad, las
tasas de analfabetismo se reducen en todo el país menos en la Ciudad de
Buenos Aires.
Como sostiene últimamente la Presidenta, es
necesario la coordinación y la ayuda de todos los niveles de gobierno
para afrontar los desafíos de ésta época. Esperamos que el Gobierno de
la Ciudad se ponga a tono y atienda esta situación a la brevedad, con
políticas efectivas. Recursos humanos y monetarios sobran. Lo que falta,
es la decisión y la preocupación política por erradicar el
analfabetismo en la Ciudad de Buenos Aires.
La recuperación de las franjas de
ingresos medios, fue un hecho destacado en la década ganada tras la
demolición de la clase media provocada por el experimento neoliberal que
tomó un país con el 80% de los ingresos familiares transitando las
franjas medias en el año 1976 y lo devolvió con apenas el 20% en esa
situación , tras la crisis de fin de ciclo en diciembre del año 2001.
Los mecanismos para que esta
expansión de franjas de ingresos medios sucediera son múltiples entre
los que se destacan: la robusta generación de empleo , más de 4 millones
de puestos de trabajo en especial los formales (6 de cada 10) , el
impulso a las hoy ya 2000 paritarias (ajustes promedio para el año 2013
24%) , la institucionalización del salario mínimo tras una década de
congelamiento, la inclusión jubilatoria que duplicó la base previsonal
heredada y su actualización semestral (2,6 millones de jubilados más) y
los generosos subsidios domiciliarios a las tarifas de gas, luz y
electricidad.
En enero del corriente año, el Observatorio Económico EAGLEs del BBVA
Research publicó un documento titulado "Explosión de la clase media
emergente". Sus autores, todos miembros del equipo de Economías
Emergentes del referido banco, cuya Jefa es Alicia García-Herrero,
estudiaron en profundidad la situación de la clase media en la región.
A
la luz del encendido debate político en la Argentina, a pocos días de
cumplida una década del kirchnerismo en el poder, nada más oportuno que
rescatar este informe brillantemente censurado por los medios del
atraso y la exclusión en el país.
En este caso preferimos, más que
transcribir fragmentos del trabajo en cuestión, entrevistar a los
propios investigadores. Así, la entrevista fue dirigida a la economista
jefe de Mercados Emergentes, la mencionada García-Herrero. La "década
ganada" en la Argentina y en América Latina, vista por uno de los
principales bancos privados de España y Latinoamérica.
–¿Cómo describiría el estado de la clase media latinoamericana en los ochenta y noventa?
–Al contrario que Asia emergente, América Latina tiene larga
tradición de clases medias. Sin embargo, sucesivas crisis económicas en
los ochenta y noventa redujeron su peso de 65% a 50% de la población.
Primero por una transición de parte de la población a los segmentos de
menor renta y segundo por un incremento de la desigualdad. El impacto
es mayor si se mide en dólares corrientes por las fuertes
depreciaciones del tipo de cambio, determinando un empobrecimiento
relativo al exterior.
–¿Y la clase media latinoamericana en la última década (2003-2013)?
–Las políticas macroeconómicas de estabilización y sucesivas reformas
tras las crisis de los ochenta y noventa, apoyadas por términos de
intercambio favorables, han conducido a una situación de crecimiento
elevado y sostenido en el último decenio. En este período, la clase
media en América Latina no sólo ha recuperado el peso de principios de
los ochenta, sino que lo ha superado, alcanzando un 70% de la población.
–¿Qué sucedió con la clase media argentina entre los ochenta y 2001?
–Los segmentos de menor ingreso duplicaron su peso entre 1980 y 2002,
alcanzando más del 40% tras la recesión de 2001-2002, al tiempo que la
clase media recorría el camino inverso y se situaba en poco más del
50% al principio de este siglo, el menor valor en décadas. Dos grandes
crisis tuvieron efectos muy negativos sobre la clase media, a finales
de los ochenta más sobre el segmento de clase media-baja y la más
reciente sobre la clase media-media, que estimamos pasó de cerca de 4
millones en 1999 a 1,5 millones en 2003.
–¿Y de 2003 a esta parte?
–Con un crecimiento medio del PIB superior al 7%, entre 2002 y 2012,
la clase media ha experimentado una notable expansión en la Argentina.
De acuerdo a nuestras estimaciones, el porcentaje de clase media habría
sumado más de 20 puntos entre 2003 y 2012 hasta, un 75% del total, en
detrimento del peso de la población con ingresos bajos y pobres. El
núcleo sigue siendo la clase media-baja (algo más del 40% del total),
pero en dicho período se incrementó notablemente el peso de la clase
media-media (pasó de menos del 5% a casi el 25%), con avances también
entre la población de mayor ingreso.
–Ud. afirma en su estudio que en la primera década del siglo XXI,
la clase media argentina está entre las que más crecieron –medida como
porcentaje de su población– entre los países de la región, pasando del
10% al 24%. ¿Explicaría este notable progreso por el incremento
creciente de la confianza de esta franja social hacia el kirchnerismo
(elecciones presidenciales 2003 = 22%, 2007 = 45%; 2011 = 54%)?
–La ganancia de poder adquisitivo de las clases medias en la
Argentina ha sido, sin duda, muy notable durante el último decenio, si
bien su vínculo con los resultados y opciones electorales requiere un
análisis más detallado.
–¿Cuál es el estado de las clases medias en Europa?
–No disponemos de estimaciones para países desarrollados, pero sin
duda que la recesión y el aumento del desempleo están teniendo un
impacto muy negativo sobre la situación de las clases medias. Sin
embargo, a diferencia de la mayoría de economías emergentes, el estado
del bienestar ha contenido parcialmente los efectos a través de los
sistemas de protección social, al tiempo que no se han producido
choques cambiarios, que, como ocurrió en la Argentina a principios de
este siglo, tuvo efectos de balance muy negativos.
–¿Cómo explica la contradicción entre los mensajes que da cierta
prensa argentina que habla de década perdida para la clase media y las
protestas masivas de las clases medias europeas que utilizan a la
Argentina de los noventa y 2001 como ejemplo a no seguir y a la
Argentina actual como el ejemplo a seguir?
–La principal diferencia en las posiciones aquí expuestas tiene que
ver con la sostenibilidad del crecimiento del último decenio. Bajo un
escenario de mantenimiento o ligera moderación, las mejoras en capacidad
adquisitiva seguirían lógicamente su curso, pero una reducción
significativa del crecimiento de largo plazo interrumpiría el proceso y
en el peor de los escenarios revertiría los logros alcanzados. Un
ejemplo lo encontramos en el cambio de crecimiento sostenible
experimentado en algunas economías desarrolladas a raíz de la crisis
global.
–¿Qué hitos de la política económica del kirchnerismo de 2003 a
esta parte fueron determinantes para el notable crecimiento de esta
franja social como ustedes hallaron en su informe?
–La recuperación fue muy significativa tras la crisis, el default y
la restructuración de la deuda, acompañando el proceso de un fuerte
crecimiento en las economías emergentes y elevados términos de
intercambios por materias primas en precios históricamente altos.
–¿Sus hallazgos sobre la Argentina acaso no contradicen las
mediciones no oficiales de la inflación, las cuales se sitúan en un
promedio del 20/25 % anual?
–Nuestras estimaciones están realizadas a partir de las cifras
oficiales y compiladas por organismos internacionales como el FMI. La
revisión a la baja de las cifras de crecimiento real por una mayor
inflación de la registrada tendría efectivamente un impacto importante
sobre las estimaciones de clase media para el período posterior a la
crisis de 2001, cuando se registra un aumento importante del ingreso
por la salida de la crisis y un crecimiento sostenido posteriormente.
–¿Podría afirmarse que esta última década fue para la clase media argentina una década ganada?
–Las ganancias de poder adquisitivo son elocuentes en el último
decenio, si bien la óptica que debe predominar es la de largo plazo,
juzgando el saldo para una generación completa.
Para cerrar, dos citas del informe: "La recuperación de la crisis de los
años '80 y '90 ha sido impresionante. Las clases medias en América
Latina aumentaron su proporción al 70% en 2010 y se espera que este
cambio continúe aunque centrándose más en el segmento medio-alto. "
"Argentina y Chile hicieron un progreso notable en la década pasada,
muy relevante en el primer caso al dejar atrás una grave crisis. De
acuerdo con las previsiones, las ganancias se extenderán ahora a la
clase media-alta y a la clase alta".
Los indicadores socioeconómicos de abril y mayo preanuncian una
recuperación sólida y sostenida del país luego de la desaceleración de
2012. La Argentina se reactiva y las elecciones se acercan. La
virulencia y el nivel de mentira de la oposición avanzan
proporcionalmente; oposición, como prueba este informe, protagonista de
la pauperización de los estratos medios de la población en los ochenta y
noventa (1990-2002). «