Rubén Weinsteiner
para Internetologías
Llamamos generación Google, a aquella franja que esta compuesta por personas que nacieron después de 1990. Junto con la generación Y -1980 a 1990-, en las últimas elecciones de 2009, conformaban el 30% del padrón, es decir que en la suma de estas dos franjas las personas que tenían derecho al voto sumaban un 30% del universo votante.
Sector nada desdeñable si tenemos en cuenta que quien obtuviera la mayoría en la franja, es decir un 51% de ese 30%, se llevaba el 15% del padrón general.
La generación Google con derecho a voto en 2011 conforma un 2,6% del padrón. Los Google, nacieron después de los 90, nunca vivieron sin Internet, no imaginan la vida sin celular, chatean desde los 6 años, se han integrado a las redes sociales desde el principio de estas y ven poca TV, ya que les aburre esperar a que el conductor anuncie que después de la pausa viene lo mejor. En realidad ven mucha TV pero en You Tube, no consumen el brodcasting de los canales sino hacen pullcasting, tiran lo que ellos quieren, cuando ellos quieren y scanean los contenidos para no “ensartarse” con algo que los aburra.
Son multitasking, chatean, abren el Facebook, twittean, cuelgan fotos en Flickr, escriben en el blog, leen otros blogs, revisan los e-mails, hablan por celular y ven en una ventana chiquita un video en You tube; todo esto al mismo tiempo.
Los saltos multitask se dan en forma geométrica de generación en generación. Mientras la abuela ponía la radio en la mesa de la cocina y se sentaba a escuchar mirando la radio, el hijo escuchaba la radio y manejaba, o trabajaba, el nieto hacia los deberes frente al televisor, y el bisnieto de la generación Google capitaliza los saltos cognitivos de las generaciones anteriores, que se potencian con la disruptividad de la Web en la vida cotidiana.
Hasta la explosión de Internet la forma de rodear en 360 grados al objeto receptor, era hablarle desde la radio, mostrarle desde la TV, los diarios y la vía publica, ya sea grafitis para la comunicación política o afiches y carteles para la comercial y también la política. Con ese esquema, la persona estaba encapsulada comunicacionalmente. Con la Web y particularmente en la generación Google, los diarios pierden poder de fuego directo, manteniéndose el poder de entidad, donde la palabra impresa y sus multiplicadores todavía retienen una legitimación importante.
La TV en la franja Google, pierde poder, por un lado por la atomización del mensaje de los 90 con la irrupción del cable a nivel mundial, pero fundamentalmente la pérdida se explica por la ventana de cuatro horas por día, que ocupa Internet en la agenda de la generación Google.
Hoy esos 360 grados resulta imposible cubrirlos sin la Web.
¿Cuales son los insumos decisorios de esta generación? ¿Cómo piensan el voto?
El voto Google no es homogéneo, los diferentes segmentos revelan diferencias importantes entre si.
La legitimación que Tinelli puede darle a un candidato desde gran cuñado, varía claramente a medida que subimos en la pirámide. Pero en tanto segmento están presentes algunos metaprogramas que resultan mas o menos verticales:
a) No ser “careta”, no ser “gato”, no ser “trucho”, ser o en realidad parecer verdadero, transparente.
b) Que la propuesta tenga una salida asimilable dentro de su pensamiento concreto, no tienen mucha capacidad de abstracción. Temas puntuales y que intersecten con su vida cotidiana.
c) El marco de referencia esta afuera pero dentro del círculo tribal, esa figura referencial emerge por un cualidad específica, ser el líder de la banda que mas le gusta, pero además debe validar su autoridad con un discurso que se retrolegitime con los valores de la tribu y los proyecte hacia afuera.
d) Importa en la referencia, mas que lo que dice, la forma en la cual se para frente al poder
e) La visualidad resulta fundamental a la hora de convencerse y aceptar o cambiar paradigmas.
f) La herencia es importante. En familias peronistas, radicales, identificadas con ideas de izquierda, o de derecha, la tradición pesa, el discurso del Google intenta integrar y justificar la tradición dentro de su esquema. También pesan los miedos hereditarios, miedo al peronismo, a los militares, a los radicales, a la izquierda, derecha etc. Por eso es importante en esta franja mas que en ninguna otra, a la hora de segmentar el nuevo voto Google, ver de donde vienen.
g) El lenguaje gestual derivado de la visualidad, resulta naturalmente clave. La gestualidad ligada a las jerarquías produce rechazo, la sobre actuación muy evidente también.
h) La sobre exposición resta, es “careta” pero mas resta la sub exposición, el no estar. Como vimos con De Narváez-Kirchner en el gran cuñado de Tinelli. Mas allá de un planteo en términos de valores, que podría justificar la no presencia de Kirchner en un programa ícono de la mediocridad de los 90, el no estar, aun desde un lugar de diferenciación, restó a los que querían ver a Kirchner parado desde la rebeldía, desde el cuestionamiento pero visualmente perceptible, en el escenario, en el piso.
Desde la emergencia, la organización del debate para los Google se da en torno al clivaje “gato”-autentico. Los otros son la impostura, los que dicen una cosa pero son otra, contra eso, se plantea un modelo de autenticidad, sencillez y transparencia.
Pero la paradoja consiste en que mas que el hecho de ser “caretas”, la visibilidad de lo obvio es lo que los expone como “caretas” sin posibilidad de defensa. Muchos Google saben que los medios corporizaron desde siempre intereses empresariales, lo cual no los transforma automáticamente en “truchos”, es el hecho de la obviedad, la exposición que intenta tomarlos por tontos, la repetición exagerada de frases como “ley de medios K, sale o sale” lo que pone al Google en un cruce de caminos, donde no puede simular no ver la maniobra, y entonces debe reaccionar. Si por lo menos se tomaran el trabajo de hacerlo de una manera menos visible, no pondrían al receptor en la obligación de reaccionar y categorizar al sujeto emisor como “trucho” para no quedar como tonto.
Cuando TN intenta anclar “ley de medios K”, hay una sinceridad absoluta dentro de la corrupción informativa. Sin embargo los Google piden desde la necesidad, transparencia, y en realidad están pidiendo desde el deseo, apariencia de transparencia.
En esta fractura binaria que se esta dando en la sociedad donde la oposición y Clarín van a la guerra con el gobierno, han quedado expuestos la oposición, Clarín y el gobierno de una manera muy obvia, con mecanismos que antes se utilizaban pero encubiertos y hoy producto del enojo y la furia quedan expuestos. Y ahí están los Google expectantes y sensibles a la sobreexposición de la impostación, con su demanda de apariencia de transparencia insatisfecha.
En el segmento Google como en otros segmentos, la batalla, tanto en términos de partidos como grupos mediáticos, la ganará sin dudas aquel que pueda “seguir en el partido” salir del enojo, tomar la iniciativa desde la construcción y continuar operando desde el lugar propio y no desde el “no lugar” del otro.
Rubén Weinsteiner
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Los blogs frente a las redes sociales
Al igual que todo cineasta, Michael McDonald, un estudiante del último año de la escuela secundaria, utilizaba un blog para mostrar sus videos. Pero desalentado por la escasa cantidad de personas que visitaban dicho blog, comenzó a publicarlos en Facebook, donde sus amigos seguramente verían y harían comentarios sobre sus habilidades para la edición.
"Ya no uso mi blog", dijo McDonald, quien vive en San Francisco. "Todas las personas con las que trato de conectarme están en Facebook".
Alguna vez, los blog fueron el sitio de elección para la gente que deseaba expresarse online. Pero, con el surgimiento de sitios como Facebook y Twitter , están perdiendo atractivo para muchas personas (particularmente, para la generación más joven).
A través del Proyecto sobre Internet y la Vida Estadounidense, en el Centro de Investigaciones Pew, se descubrió que, desde el año 2006 hasta el año 2009, el uso de los blog entre adolescentes de 12 a 17 años disminuyó a la mitad; ahora, el 14 por ciento de los chicos de esa edad que usan Internet tienen blogs. Entre los 18 y los 33 años, según se expresó en un informe del proyecto el año último, el uso de blogs cayó dos puntos porcentuales en 2010, respecto de la cifra registrada dos años antes.
Quienes antes utilizaban blogs dijeron que estaban demasiado ocupados como para escribir publicaciones extensas y que no estaban inspirados debido a la falta de lectores. Otros afirmaron que no tenían interés alguno en crear un blog porque las redes sociales hicieron un trabajo suficientemente bueno para mantenerlos en contacto con los amigos y la familia.
El uso de blogs comenzó su rápido ascenso hace aproximadamente 10 años cuando servicios tales como Blogger y LiveJournal se tornaron populares. Tanta gente comenzó a usarlos (para compartir historias relacionadas con la dieta, para despotricar sobre los políticos y para celebrar su amor por los gatos) que Merriam-Webster declaró a blog la palabra del año en 2004.
Es difícil definir un blog, pero la mayoría de la gente cree que es un sitio web en el cual las personas publican entradas periódicas en orden cronológico invertido y que permite a los lectores dejar comentarios.
Sin embargo, para muchos usuarios de Internet, el hecho de tener y usar un blog está más definido por un estilo de escritura personal y dogmática. Algunos sitios de noticias y comentarios comenzaron siendo un blog para luego convertirse en imperios mini-medios, como The Huffington Post o Silicon Alley Insider, que prácticamente no pueden ser distinguidos de las fuentes de noticias más tradicionales.
Los blog no experimentaron grandes desafíos hasta que Facebook remodeló el comportamiento de los consumidores con su eje todo-propósito, el cual tenía como objetivo publicar todo lo referido a temas sociales. Twitter, que permite mensajes de no más de 140 caracteres, también contribuyó con este movimiento.
Los usuarios de Internet ya no necesitaban un blog para conectarse con el mundo. En cambio, podían publicar actualizaciones rápidas para quejarse del tiempo, colocar vínculos (links) a artículos que los enfurecían, comentar sobre noticias, compartir fotografías o promocionar alguna causa (todas las cosas para las cuales había sido creado un blog).
En verdad, las conversaciones triviales pasaron en gran parte a las redes sociales, dijo Elisa Camahort Page, co-fundadora de BlogHer, un sitio de blogs para las mujeres. Sin embargo, los blog continúan siendo el hogar de debates más jugosos, señaló.
"Si buscas una conversación sustanciosa, recurres a los blog", dijo Camahort Page. "No lo hallarás en Facebook y no vas a encontrarlo en 140 caracteres de Twitter".
Lee Rainie, quien dirige el Proyecto sobre Internet y la Vida Estadounidense, dice que el uso de los blog no está decayendo tanto sino que está cambiando con el tiempo. Los empresarios han tomado algunas de las características popularizadas por los blog y las han combinado para convertirlas en otras clases de servicios.
"El acto de contar tu historia y compartir parte de tu vida con alguien está vivito y coleando (incluso más que durante el surgimiento de los blog)", afirmó Rainie. "Simplemente está mutando hacia otras plataformas".
El hecho de que las líneas se desdibujen es fácilmente perceptible entre los usuarios de Tumblr. A pesar de que Tumblr se auto-denomina un servicio de blogs, muchos de sus usuarios desconocen la descripción y no se consideran bloggers (usuarios de blogs), lo que aumenta la posibilidad de que la disminución en el uso de blogs por parte de la generación más joven sea simplemente un tema semántico.
Kim Hou, una estudiante del último año de la escuela secundaria en San Francisco, dijo que dejó de usar blogs hace algunos meses, pero reconoció que continuaba publicando fotografías de moda en Tumblr. "Es diferente a usar un blog porque es más fácil de utilizar", señaló. "En los blog, tienes que escribir y esto es sólo imágenes. Ciertas personas escriben frases o algunas citas, pero nada más".
El efecto se ve en las compañías que proveen plataformas para blogs. Blogger, que es propiedad de Google, tenía menos visitantes exclusivos en Estados Unidos, en diciembre, de los que tuvo un año antes (una reducción del 2 por ciento, a 58,6 millones), aunque en el ámbito mundial, los visitantes exclusivos de Blogger aumentaron un 9 por ciento, a 323 millones.
Por otro lado, LiveJournal, otro servicio de blogs, ha decidido enfatizar las comunidades. Conectar personas que comparten el interés por los chismes de las estrellas del espectáculo, por ejemplo, proporciona la interacción social de la cual carece el uso "clásico" de un blog, dijo Sue Rosenstock, una vocero de LiveJournal, que es propiedad de SUP, una compañía de medios online rusa. "Usar un blog puede ser una ocupación muy solitaria; escribes al abismo", señaló.
Pero ciertos servicios de blogs como Tumblr y WordPress parecen haber evitado toda caída. Toni Schneider, quien es el jefe ejecutivo de Automattic, la compañía que comercializa el software para blogs WordPress, explica que WordPress está destinado principalmente a usuarios de blogs serios, no a los jóvenes novatos que desertan a las redes sociales.
En todo caso, él dijo que los usuarios de blogs con frecuencia emplean Facebook y Twitter con el fin de promocionar sus publicaciones en los blog ante una audiencia mayor. En vez de ser competidores, añadió, son complementarios.
"Hay mucha fragmentación", expresó Schneider. "Pero, a esta altura, quien toma en serio el uso de un blog, está utilizando diversos medios con el propósito de obtener mucho de sus tráficos".
Mientras que la generación más joven está perdiendo el interés en los blog, las personas de mediana edad y mayores permanecen fieles a ellos. Según el proyecto del Centro de Investigaciones Pew, entre la gente de 34 y 45 años que usa Internet, el porcentaje de los que utilizan un blog se incrementó seis puntos, al 16 por ciento, en el año 2010, respecto de la cifra registrada hace dos años. Asimismo, para la franja de edad de entre 46 y 55 años, el uso de este servicio se incrementó en cinco puntos porcentuales, al 11 por ciento, mientras que entre las personas de 65 y 73 años, ascendió dos puntos porcentuales, al 8 por ciento.
Russ Steele, de 72 años, un oficial jubilado de la Fuerza Aérea y trabajador del sector aeroespacial de Nevada City, en California, dice que pasa hasta tres horas al día buscando temas interesantes y escribiendo sobre ellos en su blog, NC Media Watch, el cual cubre temas locales en el condado de Nevada, al noreste de Sacramento. Todo lo que él desea es poder expresar su opinión conservadora en la comunidad.
A pesar de que se registró en Facebook el presente mes, Steele dijo que no cree que lo use demasiado y que continuaba comprometido con el uso de blogs. "Prefiero pasar mi tiempo escribiendo un análisis en el blog antes que redactando un puñado de párrafos cortos y luego enviándolos a la gente", agregó. "No necesito decir a la gente que voy al supermercado".
"Ya no uso mi blog", dijo McDonald, quien vive en San Francisco. "Todas las personas con las que trato de conectarme están en Facebook".
Alguna vez, los blog fueron el sitio de elección para la gente que deseaba expresarse online. Pero, con el surgimiento de sitios como Facebook y Twitter , están perdiendo atractivo para muchas personas (particularmente, para la generación más joven).
A través del Proyecto sobre Internet y la Vida Estadounidense, en el Centro de Investigaciones Pew, se descubrió que, desde el año 2006 hasta el año 2009, el uso de los blog entre adolescentes de 12 a 17 años disminuyó a la mitad; ahora, el 14 por ciento de los chicos de esa edad que usan Internet tienen blogs. Entre los 18 y los 33 años, según se expresó en un informe del proyecto el año último, el uso de blogs cayó dos puntos porcentuales en 2010, respecto de la cifra registrada dos años antes.
Quienes antes utilizaban blogs dijeron que estaban demasiado ocupados como para escribir publicaciones extensas y que no estaban inspirados debido a la falta de lectores. Otros afirmaron que no tenían interés alguno en crear un blog porque las redes sociales hicieron un trabajo suficientemente bueno para mantenerlos en contacto con los amigos y la familia.
El uso de blogs comenzó su rápido ascenso hace aproximadamente 10 años cuando servicios tales como Blogger y LiveJournal se tornaron populares. Tanta gente comenzó a usarlos (para compartir historias relacionadas con la dieta, para despotricar sobre los políticos y para celebrar su amor por los gatos) que Merriam-Webster declaró a blog la palabra del año en 2004.
Es difícil definir un blog, pero la mayoría de la gente cree que es un sitio web en el cual las personas publican entradas periódicas en orden cronológico invertido y que permite a los lectores dejar comentarios.
Sin embargo, para muchos usuarios de Internet, el hecho de tener y usar un blog está más definido por un estilo de escritura personal y dogmática. Algunos sitios de noticias y comentarios comenzaron siendo un blog para luego convertirse en imperios mini-medios, como The Huffington Post o Silicon Alley Insider, que prácticamente no pueden ser distinguidos de las fuentes de noticias más tradicionales.
Los blog no experimentaron grandes desafíos hasta que Facebook remodeló el comportamiento de los consumidores con su eje todo-propósito, el cual tenía como objetivo publicar todo lo referido a temas sociales. Twitter, que permite mensajes de no más de 140 caracteres, también contribuyó con este movimiento.
Los usuarios de Internet ya no necesitaban un blog para conectarse con el mundo. En cambio, podían publicar actualizaciones rápidas para quejarse del tiempo, colocar vínculos (links) a artículos que los enfurecían, comentar sobre noticias, compartir fotografías o promocionar alguna causa (todas las cosas para las cuales había sido creado un blog).
En verdad, las conversaciones triviales pasaron en gran parte a las redes sociales, dijo Elisa Camahort Page, co-fundadora de BlogHer, un sitio de blogs para las mujeres. Sin embargo, los blog continúan siendo el hogar de debates más jugosos, señaló.
"Si buscas una conversación sustanciosa, recurres a los blog", dijo Camahort Page. "No lo hallarás en Facebook y no vas a encontrarlo en 140 caracteres de Twitter".
Lee Rainie, quien dirige el Proyecto sobre Internet y la Vida Estadounidense, dice que el uso de los blog no está decayendo tanto sino que está cambiando con el tiempo. Los empresarios han tomado algunas de las características popularizadas por los blog y las han combinado para convertirlas en otras clases de servicios.
"El acto de contar tu historia y compartir parte de tu vida con alguien está vivito y coleando (incluso más que durante el surgimiento de los blog)", afirmó Rainie. "Simplemente está mutando hacia otras plataformas".
El hecho de que las líneas se desdibujen es fácilmente perceptible entre los usuarios de Tumblr. A pesar de que Tumblr se auto-denomina un servicio de blogs, muchos de sus usuarios desconocen la descripción y no se consideran bloggers (usuarios de blogs), lo que aumenta la posibilidad de que la disminución en el uso de blogs por parte de la generación más joven sea simplemente un tema semántico.
Kim Hou, una estudiante del último año de la escuela secundaria en San Francisco, dijo que dejó de usar blogs hace algunos meses, pero reconoció que continuaba publicando fotografías de moda en Tumblr. "Es diferente a usar un blog porque es más fácil de utilizar", señaló. "En los blog, tienes que escribir y esto es sólo imágenes. Ciertas personas escriben frases o algunas citas, pero nada más".
El efecto se ve en las compañías que proveen plataformas para blogs. Blogger, que es propiedad de Google, tenía menos visitantes exclusivos en Estados Unidos, en diciembre, de los que tuvo un año antes (una reducción del 2 por ciento, a 58,6 millones), aunque en el ámbito mundial, los visitantes exclusivos de Blogger aumentaron un 9 por ciento, a 323 millones.
Por otro lado, LiveJournal, otro servicio de blogs, ha decidido enfatizar las comunidades. Conectar personas que comparten el interés por los chismes de las estrellas del espectáculo, por ejemplo, proporciona la interacción social de la cual carece el uso "clásico" de un blog, dijo Sue Rosenstock, una vocero de LiveJournal, que es propiedad de SUP, una compañía de medios online rusa. "Usar un blog puede ser una ocupación muy solitaria; escribes al abismo", señaló.
Pero ciertos servicios de blogs como Tumblr y WordPress parecen haber evitado toda caída. Toni Schneider, quien es el jefe ejecutivo de Automattic, la compañía que comercializa el software para blogs WordPress, explica que WordPress está destinado principalmente a usuarios de blogs serios, no a los jóvenes novatos que desertan a las redes sociales.
En todo caso, él dijo que los usuarios de blogs con frecuencia emplean Facebook y Twitter con el fin de promocionar sus publicaciones en los blog ante una audiencia mayor. En vez de ser competidores, añadió, son complementarios.
"Hay mucha fragmentación", expresó Schneider. "Pero, a esta altura, quien toma en serio el uso de un blog, está utilizando diversos medios con el propósito de obtener mucho de sus tráficos".
Mientras que la generación más joven está perdiendo el interés en los blog, las personas de mediana edad y mayores permanecen fieles a ellos. Según el proyecto del Centro de Investigaciones Pew, entre la gente de 34 y 45 años que usa Internet, el porcentaje de los que utilizan un blog se incrementó seis puntos, al 16 por ciento, en el año 2010, respecto de la cifra registrada hace dos años. Asimismo, para la franja de edad de entre 46 y 55 años, el uso de este servicio se incrementó en cinco puntos porcentuales, al 11 por ciento, mientras que entre las personas de 65 y 73 años, ascendió dos puntos porcentuales, al 8 por ciento.
Russ Steele, de 72 años, un oficial jubilado de la Fuerza Aérea y trabajador del sector aeroespacial de Nevada City, en California, dice que pasa hasta tres horas al día buscando temas interesantes y escribiendo sobre ellos en su blog, NC Media Watch, el cual cubre temas locales en el condado de Nevada, al noreste de Sacramento. Todo lo que él desea es poder expresar su opinión conservadora en la comunidad.
A pesar de que se registró en Facebook el presente mes, Steele dijo que no cree que lo use demasiado y que continuaba comprometido con el uso de blogs. "Prefiero pasar mi tiempo escribiendo un análisis en el blog antes que redactando un puñado de párrafos cortos y luego enviándolos a la gente", agregó. "No necesito decir a la gente que voy al supermercado".
Necesidad y deseo en la construcción del discurso político
Rubén Weinsteiner para ADN
No hay que preguntarle a la gente que piensa, hay que ver que hace.
Si le preguntamos a la gente, nadie come mortadela, todos comen jamón o pastrón, sin embargo se consumen 3000 toneladas de mortadela por mes en la provincia de Buenos Aires. Nadie votó a Menem, sin embargo ganó por el 52 % de los votos, y si le preguntamos a la gente donde compra los alimentos la mayoría dirá en Carrefour o en Jumbo, si les preguntamos porque, probablemente nos dirán porque allí los atienden bien, el entorno es agradable, y la cadena de frío se respeta. Aunque si los seguimos probablemente nos encontremos que entran al chino, donde una mujer en ojotas le gritará “deja bolso”.
Es el recorrido entre lo que la gente dice y lo que la gente hace, entre la necesidad y el deseo.
Luego de terminada la segunda guerra mundial la empresa General Electric, pensó en fabricar elementos que utilizaran electricidad para funcionar, y para ello encargó estudios de mercado donde se le preguntó a la gente: ¿Ud. usaría un cuchillo eléctrico? ¿Un abrelatas eléctrico? La gente respondió que no, que el cuchillo común era perfecto para ellos y que lo seguirían usando, sin embargo desde la General Electric habrán pensado que cortar el pollo es difícil con el cuchillo común y que con un cuchillo eléctrico sería mucho más sencillo, por eso lo fabricaron y fue un éxito. Otra vez lo que la gente dice y lo que hace en realidad, necesidad y deseo.
El que entendía claramente la diferencia entre necesidad y deseo era Carlos Menem. En un video que vi hace poco, estaba el entonces presidente siendo entrevistado en el programa de Susana Giménez, y las preguntas y las respuestas fueron:
SG-¿Ud. hizo el servicio militar?
CM- No, mi papá buscó a un general amigo, y le dio … (sonrisa) unos mangos … (sonrisa) y me salvó.
SG-Dicen que Ud. Es muy mujeriego…
CM- Y io no sé, eso es lo que dicen
SG-¿Es verdad que manejó la Ferrari a 250 km por hora?
CM- y la verdad es que me gusta velocidad.
Es el ejemplo de manual, a la gente le gusta, desea pagar, coimear, para no hacer el servicio militar, para que no le hagan una multa, a la gente, a muchos hombres les gusta o les gustaría ser mujeriegos, y que en algún lugar se sepa, y les gustaría andar en una Ferrari a alta velocidad. Si le preguntamos a la gente, nadie coimeo nunca a un policía, nadie es putañero, nadie viola las leyes de tránsito, nadie quiere tener una Ferrari, con un “Palio estoy bien”
La necesidad esta puesta en quedar bien y no decir que votó a Menem, que come mejores alimentos que mortadela, que no es mujeriego, que no coimea, que no viola las reglas de tránsito.
La gente busca a aquel que interpreta su deseo más que su necesidad, o por lo menos que entiende el deseo Ese es el problema principal de Macri, el se conecta con lo que la gente dice, y no con lo que hace, la gente quiere orden mientras no le saquen la foto a su auto, si es que no le tapa la patente.
El Argentino no es congruente con la demanda/necesidad de orden, no es alemán, por eso hacerse cargo de esa demanda, al final del día se revelara como incongruente, no cierra, no puede cerrar, cuando el mismo que pide orden tira los papeles del chocolate al piso, coimea al policía, a la aduana, a los inspectores, tapa la patente, se cuela en la fila del súper, en la cancha, deja el auto en doble fila y cierra el auto, habla por celular mientras maneja, evade impuestos, saca la basura a cualquier hora, compra el registro, y demás prácticas
Macri encarna un alumno nerd en una clase de chicos que la juegan de nerds pero son quilomberos.
La capacidad del organizador, el estratega de las comunicaciones, tiene que estar enfocada en reconocer los deseos más allá de la enunciación de las necesidades. ¿Como? Investigando, Lux quería fabricar un jabón con perfume de chocolate, se le preguntó a la gente ¿Ud. Usaría un jabón de chocolate? La respuesta fue masivamente no, mancha, no tiene nada que ver. Cuando se le consultó a la gente que le pasaba con el chocolate, las respuestas fueron “no puedo vivir sin el chocolate”, Lux produjo el jabón y fue un éxito.
Hay que ir por lo que hace la gente, mirar, observar, investigar, analizar, y detectar allí los deseos, aquello que la gente quiere que pase, más allá de lo diga.
La necesidad es la frontera de la intención de voto, el deseo la profundidad.
Rubén Weinsteiner
No hay que preguntarle a la gente que piensa, hay que ver que hace.
Si le preguntamos a la gente, nadie come mortadela, todos comen jamón o pastrón, sin embargo se consumen 3000 toneladas de mortadela por mes en la provincia de Buenos Aires. Nadie votó a Menem, sin embargo ganó por el 52 % de los votos, y si le preguntamos a la gente donde compra los alimentos la mayoría dirá en Carrefour o en Jumbo, si les preguntamos porque, probablemente nos dirán porque allí los atienden bien, el entorno es agradable, y la cadena de frío se respeta. Aunque si los seguimos probablemente nos encontremos que entran al chino, donde una mujer en ojotas le gritará “deja bolso”.
Es el recorrido entre lo que la gente dice y lo que la gente hace, entre la necesidad y el deseo.
Luego de terminada la segunda guerra mundial la empresa General Electric, pensó en fabricar elementos que utilizaran electricidad para funcionar, y para ello encargó estudios de mercado donde se le preguntó a la gente: ¿Ud. usaría un cuchillo eléctrico? ¿Un abrelatas eléctrico? La gente respondió que no, que el cuchillo común era perfecto para ellos y que lo seguirían usando, sin embargo desde la General Electric habrán pensado que cortar el pollo es difícil con el cuchillo común y que con un cuchillo eléctrico sería mucho más sencillo, por eso lo fabricaron y fue un éxito. Otra vez lo que la gente dice y lo que hace en realidad, necesidad y deseo.
El que entendía claramente la diferencia entre necesidad y deseo era Carlos Menem. En un video que vi hace poco, estaba el entonces presidente siendo entrevistado en el programa de Susana Giménez, y las preguntas y las respuestas fueron:
SG-¿Ud. hizo el servicio militar?
CM- No, mi papá buscó a un general amigo, y le dio … (sonrisa) unos mangos … (sonrisa) y me salvó.
SG-Dicen que Ud. Es muy mujeriego…
CM- Y io no sé, eso es lo que dicen
SG-¿Es verdad que manejó la Ferrari a 250 km por hora?
CM- y la verdad es que me gusta velocidad.
Es el ejemplo de manual, a la gente le gusta, desea pagar, coimear, para no hacer el servicio militar, para que no le hagan una multa, a la gente, a muchos hombres les gusta o les gustaría ser mujeriegos, y que en algún lugar se sepa, y les gustaría andar en una Ferrari a alta velocidad. Si le preguntamos a la gente, nadie coimeo nunca a un policía, nadie es putañero, nadie viola las leyes de tránsito, nadie quiere tener una Ferrari, con un “Palio estoy bien”
La necesidad esta puesta en quedar bien y no decir que votó a Menem, que come mejores alimentos que mortadela, que no es mujeriego, que no coimea, que no viola las reglas de tránsito.
La gente busca a aquel que interpreta su deseo más que su necesidad, o por lo menos que entiende el deseo Ese es el problema principal de Macri, el se conecta con lo que la gente dice, y no con lo que hace, la gente quiere orden mientras no le saquen la foto a su auto, si es que no le tapa la patente.
El Argentino no es congruente con la demanda/necesidad de orden, no es alemán, por eso hacerse cargo de esa demanda, al final del día se revelara como incongruente, no cierra, no puede cerrar, cuando el mismo que pide orden tira los papeles del chocolate al piso, coimea al policía, a la aduana, a los inspectores, tapa la patente, se cuela en la fila del súper, en la cancha, deja el auto en doble fila y cierra el auto, habla por celular mientras maneja, evade impuestos, saca la basura a cualquier hora, compra el registro, y demás prácticas
Macri encarna un alumno nerd en una clase de chicos que la juegan de nerds pero son quilomberos.
La capacidad del organizador, el estratega de las comunicaciones, tiene que estar enfocada en reconocer los deseos más allá de la enunciación de las necesidades. ¿Como? Investigando, Lux quería fabricar un jabón con perfume de chocolate, se le preguntó a la gente ¿Ud. Usaría un jabón de chocolate? La respuesta fue masivamente no, mancha, no tiene nada que ver. Cuando se le consultó a la gente que le pasaba con el chocolate, las respuestas fueron “no puedo vivir sin el chocolate”, Lux produjo el jabón y fue un éxito.
Hay que ir por lo que hace la gente, mirar, observar, investigar, analizar, y detectar allí los deseos, aquello que la gente quiere que pase, más allá de lo diga.
La necesidad es la frontera de la intención de voto, el deseo la profundidad.
Rubén Weinsteiner
Quora: ¿una nueva red social para inquietar a los profesionales de PR?
Si con Facebook, Linkedin y Twitter los profesionales de PR estaban “hasta las manos” monitoreando y participando con sus clientes y marcas en los medios sociales y creían que estaban cerca de dominarlas, llegó una nueva para complicarles la vida: Quora, un site de preguntas y respuestas colaborativas que se podría describir bestialmente como una suerte de cóctel entre Facebook, Linkedin y Wikipedia.
La red social, que aún no lanzó su versión en español, fue fundada por uno de los socios iniciales de Mark Zuckerberg en Facebook y conoció la luz a mediados del año pasado. En las últimas semanas empezó a popularizarse a una increíble velocidad en el mundo de habla hispana, por ahora para hábiles con el inglés.
La red social tiene unos 300 mil usuarios y ya está valuada en 90 millones de dólares luego de haber recibido 14 millones de capital inicial. Es sorpendente que solo trabajen en este site de Silicon Valley apenas 15 personas.
La periodista Kristine Lowe dijo en el site Journalism.co.uk que en las últimas semanas se sumaron a Quora muchos periodistas que empezaron a postear cada vez más preguntas periodísticas.
Quora no tiene la limitación de los 140 caracteres de Twitter y permite seguir a gente y a temas, lo que la hace particularmente atractiva para periodistas. El fenomenal crecimiento de Quora es que conecta fácilmente las preguntas a los seguidores de Twitter y “amigos” de Facebook. Quora se define a sí misma como una “colección de preguntas y respuestas que se mejora continuamente”. En ese sentido tiene bastante en común con Wikipedia, la enciclopedia colaborativa a la que ya muchos profesionales de PR le tienen que prestar atención ya que allí se juega en buena medida la reputación de sus clientes.
Según bloggers especializados en comunicación corporativa, Quora es el boom que se viene en las redes sociales, uno de los indicios para ese pronóstico es la activa participación de periodistas de medios líderes de Estados Unidos.
A través de una pregunta en Quora, Aldo Leporati, director ejecutivo de la consultora Porter Novelli en Argentina, explicó que cree que Quora será relevante para los profesionales de PR: “Obvio que sí. Es un buen lugar para comenzar es aprender cómo los periodistas usan el sitio” y recomendó: “Pedir recomendaciones sobre lugares o eventos locales. Buscar ideas sobre historias o fuentes de los usuarios que trabajan o viven en las áreas que cubren. Pedir a los usuarios lo que les gustaría saber de la gente que van a entrevistar. Averiguar si la gente está interesada en un tema que está cubriendo. Buscar lo que la gente está diciendo sobre uno o su organización. Construir su reputación como un experto al responder preguntas y dar comentarios sobre las respuestas de los demás”.
Gabriela Jurevicius, de RFB Lynch & Partners, comentó: “¿Hay algo en la web que no sea relevante para los profesionales de la comunicación? Además, ¿cómo no prestarle atención a un 2.0 donde más que estados de animo o impresiones los usuarios dejan sus saberes y razonamientos. Imposible no estar en Quora”.
Silvina Moschini, presidenta de las consultoras de PR y contenidos Intuic y KMGi, opina que "creo que va a ser súper importante por que en foros y con el feedback generado por los usuarios es donde más se impacta la reputación y la decisión de compra. Quora ofrece esa posibilidad además de establecer a una empresa o experto como referente participando del debate. Todavía le falta volumen para que sea relevante en América latina, pero sin duda tiene sentido y se las traerá”.
Revista:imagen
La red social, que aún no lanzó su versión en español, fue fundada por uno de los socios iniciales de Mark Zuckerberg en Facebook y conoció la luz a mediados del año pasado. En las últimas semanas empezó a popularizarse a una increíble velocidad en el mundo de habla hispana, por ahora para hábiles con el inglés.
La red social tiene unos 300 mil usuarios y ya está valuada en 90 millones de dólares luego de haber recibido 14 millones de capital inicial. Es sorpendente que solo trabajen en este site de Silicon Valley apenas 15 personas.
La periodista Kristine Lowe dijo en el site Journalism.co.uk que en las últimas semanas se sumaron a Quora muchos periodistas que empezaron a postear cada vez más preguntas periodísticas.
Quora no tiene la limitación de los 140 caracteres de Twitter y permite seguir a gente y a temas, lo que la hace particularmente atractiva para periodistas. El fenomenal crecimiento de Quora es que conecta fácilmente las preguntas a los seguidores de Twitter y “amigos” de Facebook. Quora se define a sí misma como una “colección de preguntas y respuestas que se mejora continuamente”. En ese sentido tiene bastante en común con Wikipedia, la enciclopedia colaborativa a la que ya muchos profesionales de PR le tienen que prestar atención ya que allí se juega en buena medida la reputación de sus clientes.
Según bloggers especializados en comunicación corporativa, Quora es el boom que se viene en las redes sociales, uno de los indicios para ese pronóstico es la activa participación de periodistas de medios líderes de Estados Unidos.
A través de una pregunta en Quora, Aldo Leporati, director ejecutivo de la consultora Porter Novelli en Argentina, explicó que cree que Quora será relevante para los profesionales de PR: “Obvio que sí. Es un buen lugar para comenzar es aprender cómo los periodistas usan el sitio” y recomendó: “Pedir recomendaciones sobre lugares o eventos locales. Buscar ideas sobre historias o fuentes de los usuarios que trabajan o viven en las áreas que cubren. Pedir a los usuarios lo que les gustaría saber de la gente que van a entrevistar. Averiguar si la gente está interesada en un tema que está cubriendo. Buscar lo que la gente está diciendo sobre uno o su organización. Construir su reputación como un experto al responder preguntas y dar comentarios sobre las respuestas de los demás”.
Gabriela Jurevicius, de RFB Lynch & Partners, comentó: “¿Hay algo en la web que no sea relevante para los profesionales de la comunicación? Además, ¿cómo no prestarle atención a un 2.0 donde más que estados de animo o impresiones los usuarios dejan sus saberes y razonamientos. Imposible no estar en Quora”.
Silvina Moschini, presidenta de las consultoras de PR y contenidos Intuic y KMGi, opina que "creo que va a ser súper importante por que en foros y con el feedback generado por los usuarios es donde más se impacta la reputación y la decisión de compra. Quora ofrece esa posibilidad además de establecer a una empresa o experto como referente participando del debate. Todavía le falta volumen para que sea relevante en América latina, pero sin duda tiene sentido y se las traerá”.
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Internet: conocimiento, negocios, política
Por Eliseo Veron
En estos últimos meses (soy voluntariamente impreciso, dada la complejidad de la situación) la coyuntura internacional ha adquirido, me parece, un carácter excepcional. Por una parte, estamos asistiendo a una revolución silenciosa, en la que intervienen muchos de los factores que caracterizan momentos de mutación: alianzas implícitas y cambiantes; negocios disfrazados de progreso social; movimientos tácticos para descolocar a los adversarios; demandas y deseos latentes en el imaginario social que nutren la dinámica general de la situación, y todos estos factores convergiendo hacia una ruptura histórica. Eso es lo que está ocurriendo en Internet, pero es invisible, en parte por la complejidad técnica del proceso en curso. Por otra parte, movimientos sociales “clásicos” sacuden a los países árabes, llenan las pantallas de la televisión y parecen retrotraernos a un mundo “real” anterior a Internet: grandes multitudes en una plaza (no es una red social, no: en Egipto se amontonan millones de personas de carne y hueso; imagínese: olores, sudores, gritos, contactos corporales) desestabilizan un régimen político autoritario. En este escenario, el aparente pasado y el previsible futuro se entrecruzan de un modo sorprendente.
La revolución silenciosa tiene que ver con el pasaje de la Internet 2.0 a la futura Internet 3.0, conocida como la “Internet semántica” (Semantic Web), uno de cuyos componentes es el OWL (Ontology Web Language), el Lenguaje Ontológico de la Internet, formalización destinada a hacer posible el análisis semántico automático de los contenidos que circulan en la Red. El OWL está íntimamente asociado a la llamada versión “fuerte” de la teoría de la inteligencia artificial (IA), que reduce el funcionamiento cerebral a operaciones lineales de cálculo (por el momento las computadoras no saben hacer otra cosa, aunque lo hagan cada vez más rápido). Que esta teoría “fuerte” de la IA haya perdido en los últimos años su posición dominante y que un número creciente de especialistas en el campo académico la consideren una mala teoría de los procesos de conocimiento, no tiene ninguna importancia: la Internet Semántica es el horizonte de los negocios del futuro. A diferencia de la lógica de los buscadores como Google, que se reduce –simplificando– a la asociación estadística de grupos de términos asistida por la memorización del perfil de preferencias del internauta, la Internet Semántica estructurará la entrada a la Internet a través de categorías, jerarquizaciones y relaciones conceptuales claramente definidas: una ontología, en el sentido propio del término. Una visión del mundo que todo usuario que navegue en la Internet 3.0 estará aceptando.
Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook, se ha merecido ya un largo metraje que Zadie Smith, en un reciente artículo de la New York Review, califica irónicamente como “una película sobre la generación 2.0 hecha por gente 1.0” (David Fincher, el director de La red social y su guionista, Aaron Sorkin, tienen casi 50 años de edad). Las innovaciones anunciadas por Facebook en 2010 pasaron casi desapercibidas salvo en los medios especializados, pero es esa la gran batalla: Facebook (la mayor red social del mundo) se ha subido decididamente a la Internet Semántica, con lo cual estará en condiciones de articular los perfiles de sus 500 millones de usuarios (perfiles cada vez más personalizados y con cada vez más datos de sus vidas privadas y las de sus amigos) con la ontología de objetos y productos: una base de datos con un valor comercial y un poder de marketing desconocidos hasta ahora en la historia de los mercados “libres” modernos. Muchos especialistas temen que este proceso marque el fin de la neutralidad de la Internet (toda la información que circula en la Red lo hace a la misma velocidad y en las mismas condiciones). En el acuerdo de Google con Verizon, por ejemplo, el principio de la neutralidad quedó en suspenso para las operaciones con dispositivos inalámbricos.
No todas son malas noticias. Wikipedia, inspirada en una ideología radicalmente opuesta a la de Facebook, acaba de festejar su décimo aniversario y no está en crisis. Wael Ghonim, gerente de marketing de Google para el Medio Oriente y Africa del Norte, se está convirtiendo –al parecer involuntariamente– en una figura importante de la rebelión egipcia concentrada en la plaza Tahrir. Y WikiLeaks sigue perturbando los secretos de muchos gobiernos. Por el momento al menos, las puertas que comunican el ciberespacio con el mundo real (y viceversa) no son sólo las puertas del supermercado planetario.
En estos últimos meses (soy voluntariamente impreciso, dada la complejidad de la situación) la coyuntura internacional ha adquirido, me parece, un carácter excepcional. Por una parte, estamos asistiendo a una revolución silenciosa, en la que intervienen muchos de los factores que caracterizan momentos de mutación: alianzas implícitas y cambiantes; negocios disfrazados de progreso social; movimientos tácticos para descolocar a los adversarios; demandas y deseos latentes en el imaginario social que nutren la dinámica general de la situación, y todos estos factores convergiendo hacia una ruptura histórica. Eso es lo que está ocurriendo en Internet, pero es invisible, en parte por la complejidad técnica del proceso en curso. Por otra parte, movimientos sociales “clásicos” sacuden a los países árabes, llenan las pantallas de la televisión y parecen retrotraernos a un mundo “real” anterior a Internet: grandes multitudes en una plaza (no es una red social, no: en Egipto se amontonan millones de personas de carne y hueso; imagínese: olores, sudores, gritos, contactos corporales) desestabilizan un régimen político autoritario. En este escenario, el aparente pasado y el previsible futuro se entrecruzan de un modo sorprendente.
La revolución silenciosa tiene que ver con el pasaje de la Internet 2.0 a la futura Internet 3.0, conocida como la “Internet semántica” (Semantic Web), uno de cuyos componentes es el OWL (Ontology Web Language), el Lenguaje Ontológico de la Internet, formalización destinada a hacer posible el análisis semántico automático de los contenidos que circulan en la Red. El OWL está íntimamente asociado a la llamada versión “fuerte” de la teoría de la inteligencia artificial (IA), que reduce el funcionamiento cerebral a operaciones lineales de cálculo (por el momento las computadoras no saben hacer otra cosa, aunque lo hagan cada vez más rápido). Que esta teoría “fuerte” de la IA haya perdido en los últimos años su posición dominante y que un número creciente de especialistas en el campo académico la consideren una mala teoría de los procesos de conocimiento, no tiene ninguna importancia: la Internet Semántica es el horizonte de los negocios del futuro. A diferencia de la lógica de los buscadores como Google, que se reduce –simplificando– a la asociación estadística de grupos de términos asistida por la memorización del perfil de preferencias del internauta, la Internet Semántica estructurará la entrada a la Internet a través de categorías, jerarquizaciones y relaciones conceptuales claramente definidas: una ontología, en el sentido propio del término. Una visión del mundo que todo usuario que navegue en la Internet 3.0 estará aceptando.
Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook, se ha merecido ya un largo metraje que Zadie Smith, en un reciente artículo de la New York Review, califica irónicamente como “una película sobre la generación 2.0 hecha por gente 1.0” (David Fincher, el director de La red social y su guionista, Aaron Sorkin, tienen casi 50 años de edad). Las innovaciones anunciadas por Facebook en 2010 pasaron casi desapercibidas salvo en los medios especializados, pero es esa la gran batalla: Facebook (la mayor red social del mundo) se ha subido decididamente a la Internet Semántica, con lo cual estará en condiciones de articular los perfiles de sus 500 millones de usuarios (perfiles cada vez más personalizados y con cada vez más datos de sus vidas privadas y las de sus amigos) con la ontología de objetos y productos: una base de datos con un valor comercial y un poder de marketing desconocidos hasta ahora en la historia de los mercados “libres” modernos. Muchos especialistas temen que este proceso marque el fin de la neutralidad de la Internet (toda la información que circula en la Red lo hace a la misma velocidad y en las mismas condiciones). En el acuerdo de Google con Verizon, por ejemplo, el principio de la neutralidad quedó en suspenso para las operaciones con dispositivos inalámbricos.
No todas son malas noticias. Wikipedia, inspirada en una ideología radicalmente opuesta a la de Facebook, acaba de festejar su décimo aniversario y no está en crisis. Wael Ghonim, gerente de marketing de Google para el Medio Oriente y Africa del Norte, se está convirtiendo –al parecer involuntariamente– en una figura importante de la rebelión egipcia concentrada en la plaza Tahrir. Y WikiLeaks sigue perturbando los secretos de muchos gobiernos. Por el momento al menos, las puertas que comunican el ciberespacio con el mundo real (y viceversa) no son sólo las puertas del supermercado planetario.
DE LAS RELACIONES PÚBLICAS A LA COMUNICACIÓN ESTRATÉGICA
Por: Octavio Islas
Previo al formidable boom de Internet y de las comunicaciones digitales extendidas, dos grandes paradigmas del pensamiento administrativo influían decisivamente en la gestión empresarial: la dirección por objetivos y el desarrollo organizativo. En ambos paradigmas la comunicación era considerada asunto periférico. La expresividad de las organizaciones y la positiva visibilidad de las marcas básicamente dependían de la publicidad y las relaciones públicas.
En 1981, Thomas Peters y Robert Waterman publicaron En búsqueda de la excelencia, obra que admite ser considerada auténtico parteaguas en el desarrollo del pensamiento administrativo. Los autores analizaron 62 de las más importantes empresas de los Estados Unidos, partiendo de la hipótesis de que el organigrama de las empresas no incide en su éxito empresarial. Peters y Waterman lograron aislar un conjunto de valores intangibles que consideraron factores determinantes de la excelencia. Entre esos valores destacan algunas de las principales áreas de intervención de todo programa de comunicación estratégica, como la identidad y la cultura organizacional. Los hallazgos de Peters y Waterman contribuyeron a ratificar la importancia de la comunicación estratégica en la gestión empresarial, que de acuerdo con el destacado investigador español Justo Villafañe:
La gestión empresarial no es un valor absoluto en sí mismo, sino que está poderosamente influida por valores sociales y culturales; que los directivos son, además de gestores, fabricantes de significados y de símbolos y que el mito y los rituales deben ser introducidos en el management porque sus productos y/o servicios deben poseer significados (Villafañe, 2000).
La relevancia de la comunicación estratégica en la nueva gestión empresarial no está en duda, aún cuando muchas empresas mantengan una visión eminentemente inmediatista en lo relativo a su expresividad institucional. Respecto a la importancia de la comunicación, el destacado comunicólogo español Joan Costa (1999) inclusive sostiene que ésta representa la principal actividad de la empresa, considerándola, además, fundamento de un nuevo paradigma en la gestión empresarial.
En nuestros nuevos tiempos modernos, la complejidad del entorno expresivo y representacional de marcas y organizaciones parece haber desbordado las capacidades persuasivas de la mayoría de las agencias de publicidad. En los años recientes, la retórica publicitaria ha perdido una buena parte de su efectividad persuasiva. Al exagerar sistemáticamente de supuestas cualidades y atributos en todo tipo de bienes y servicios, la publicidad consiguió ventas instantáneas pero su discurso perdió significado y valor. La credibilidad informativa del discurso publicitario está muy devaluada. El consumidor aprendió a desconfiar de la publicidad y el cliente empezó a objetar el supuesto don de infalibilidad que tanto suelen pregonar algunas agencias de publicidad.
Monopolio en decadencia
En los años recientes, las agencias de publicidad han perdido el monopolio que antes ejercían en el diseño y desarrollo de las estrategias comunicativas de los anunciantes. El prestigio y la reputación de cualquier marca u organización hoy dependen menos del esfuerzo publicitario y más del enfoque integral que supone la comunicación estratégica. La campaña publicitaria hoy debe subordinarse al programa integral de comunicación estratégica. Frente a la visión inmediatista de la agencia de publicidad, cuya eficacia persuasiva básicamente repara en el impacto sobre potenciales consumidores, la comunicación estratégica reivindica la necesidad de recuperar la confianza del mayor número posible de públicos, afirmando que el valor de la acción-comunicación (Costa, 1999) debe estar sustentado en la congruencia de las acciones comunicativas. De acuerdo con Charles Fombrun y Cees Van Riel (2003), toda reputación positiva suele estar asociada a cinco atributos empresariales: visibilidad, diferenciación, autenticidad, transparencia y fortaleza.
En años recientes, ante el evidente desgaste persuasivo de la publicidad, celebridades como Al Ries han pretendido reivindicar la importancia de las relaciones públicas. Las tesis contenidas en el libro The Fall of Advertising and the Rise of PR, que Al Ries escribió con su hija Laura, le distanciaron de Jack Trout, su antiguo socio y amigo, quien como respuesta a Ries publicó el ensayo En defensa de la publicidad en la revista Advertising Age.
A pesar de las cualidades que Ries destaca en las relaciones públicas, la imagen social de las relaciones públicas sigue siendo objeto de amplios cuestionamientos. En algunos países se les considera actividad trivial, que a menudo se asocia con expresiones frívolas y poco relevantes para la efectiva generación de valor para la organización.
Situación en algunos países
Algunos profesionales de las relaciones públicas afirman, no sin cierta ironía, que en México las relaciones públicas son una profesión que admite ser considerada como surrealista, pues en primer lugar es indispensable explicar qué no son las relaciones públicas para enseguida proceder a definirlas. A ello contribuyen los anuncios clasificados que todos los días publican los diarios, por ejemplo, en los cuales son solicitados los servicios de bellas jovencitas para “realizar actividades de relaciones públicas”. En el mejor de los casos, el empleador en realidad demanda personal para el área de ventas o telemercadeo.
En cambio -quizá por razones históricas-, la reputación del profesional de las relaciones públicas es muy diferente en los Estados Unidos y Francia. De acuerdo con el destacado publirrelacionista mexicano Carlos Bonilla, es posible considerar al estadounidense Ivy Ledbeter Lee como el primer consejero en relaciones públicas de los tiempos modernos. A Ledbeter Lee se atribuye haber transformado la imagen del acaudalado industrial estadounidense John D. Rockefeller. En la década de 1930, en algunas universidades de los Estados Unidos ya eran impartidos cursos de relaciones públicas. En 1946, un conferencista estadounidense introdujo a Francia el concepto de relaciones públicas.
En 1950 fue fundada la primera asociación francesa de especialistas en relaciones públicas: La Maison de Verre. También en la mayoría de los centros educativos de Brasil, los profesionales de las relaciones públicas han ganado el respeto de la academia, los investigadores y el mercado profesional. La doctora Margarida M. Krohling Kunsch, presidenta de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (ALAIC), ha contribuido a la profesionalización de las relaciones públicas en Brasil.
En España, por ejemplo, el destacado investigador Jordi Xifra refiere que en diciembre de 2002, la Asociación de Empresas Consultoras en Relaciones Públicas y Comunicación (ADECEC) realizó el estudio La comunicación y relaciones públicas en España. Una de las conclusiones que arrojó el referido estudio provocó enorme preocupación a los profesionales de las relaciones públicas:
“La ambigüedad de la mayoría de las definiciones de relaciones públicas dadas por los profesionales es tal, que podría aplicarse a cualquier otra disciplina comunicativa como, por ejemplo, la publicidad. Esto no hace más que corroborar que si algo caracteriza a las relaciones públicas a la hora de intentar definirlas, es el confucionismo existente acerca de lo que son (...) Ni desde el campo doctrinal ni desde el profesional nos ha llegado todavía una respuesta razonada. Lo cierto, sin embargo, es que nadie puede negar que el descrédito impera cuando formulamos al ciudadano de a pie qué entiende por relaciones públicas (si es que entiende algo). Incluso las consultoras que participaron en el estudio de ADECEC no solo consideran que el concepto de relaciones públicas está desprestigiado sino que además consideran que está integrado -o desintegrado, según como se mire- en el de comunicación (Xifra. 2003: XVII).
En años recientes, prestadores de nuevos servicios de comunicación han intentado abrir mercados profesionales emergentes, aprovechando las evidentes insuficiencias de las agencias de publicidad y el descrédito que todavía en muchos países enfrentan los profesionales de las relaciones públicas.
El cabildeo
El cabildeo, por ejemplo, se ha convertido en atractiva área de oportunidades. Los modernos cabilderos profesionales, afirma Jeffrey H. Birnbaun, ex corresponsal del Wall Street Journal y autor del libro The lobbyists, son “vendedores de privilegios”. En algunos países -México, por ejemplo-, los cabilderos no precisamente gozan de una positiva reputación. “Los cabilderos son despreciados, indignos de la confianza popular, porque generalmente representan intereses multimillonarios. Para cubrirse de su mala fama, algunos prefieren rescatar el anglicismo y hacerse llamar lobistas” (Scherer Ibarra, 2001:18).
Algunos gobiernos inclusive contratan los servicios de firmas especializadas en cabildeo. Para concretar la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre los gobiernos de Canadá, Estados Unidos y México, por ejemplo, Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), entonces presidente de México, contrató los servicios de las agencias Public Strategies, Burson Marsteller, y Shearman y Sterling, las cuales se encargaron de persuadir a aquellos legisladores del Partido Demócrata que no tenían interés alguno en aprobar el Tratado de Libre Comercio.
En México, por razones históricas muy profundas, la práctica del cabildeo admite una inevitable asociación con el fenómeno del influyentismo. En los tiempos de la presidencia imperial (1929-2000), el influyentismo fue uno de los signos distintivos de los gobiernos emanados del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el cual gobernó ininterrumpidamente en México de 1929 al 2000. Al amparo del influyentismo proliferaron la corrupción y el nepotismo. El influyentismo además degeneró en patrimonialismo. Frecuentemente, los funcionarios de dependencias gubernamentales dispusieron de los bienes públicos como si éstos fuesen de su propiedad. Por medio de complejas negociaciones que frecuentemente se realizaban al margen de lo establecido en la ley, los influyentes procuraban satisfacer las peticiones y favores que solicitaban sus protegidos. Todo cacique simultáneamente desempeñaba las funciones de gestor y negociador. Del eficiente desempeño del cacique y de sus estrechas relaciones con las autoridades, en buena medida dependía el efectivo incremento de sus cuotas de poder.
Marketing
El marketing político y el marketing electoral representan atractivos mercado de trabajo para profesionales de la comunicación, tal como refiere la destacada investigadora mexicana Guillermina Baena (1997). Más allá de la rigurosa planeación de acciones propagandísticas (Herreros, 1989), la dirección de campañas electorales demanda los conocimientos y habilidades de un nuevo perfil de comunicador, capaz de planear, negociar, administrar grandes presupuestos y gestionar fondos con posibles patrocinadores. La gestión estratégica de la comunicación social en gabinetes de comunicación también representa otra atractiva áreas de oportunidades, como advierten los investigadores Tomás Álvarez y Mercedes Caballero (1998).
Los nuevos roles comunicativos que han asumido portavoces de los gobiernos en los diferentes niveles de la administración pública -como también empresarios y figuras públicas-, han contribuido a generar un atractivo mercado de servicios profesionales en media training e imagen pública.
Los expertos en media training ofrecen servicios de capacitación a sus clientes para obtener el mejor provecho posible de los medios de comunicación. Los consultores en imagen ofrecen un amplio repertorio de consejos que incluyen recomendaciones sobre protocolo, vestuario, aroma, la forma de contestar el teléfono (De Menthon, 1994) y hasta cómo caminar (De Armentaras, 1962; Collel, 1996; Vargas, 1998 y 1999).
Imagen pública en Iberoamérica
El concepto de imagen pública fue introducido en el mundo hispanoparlante por el célebre comunicólogo español Joan Costa, en el año de 1992. En la llamada industria del consentimiento -término propuesto por Edgard Bernays, en 1955-, participan profesionales de la comunicación y, por supuesto, auténticos charlatanes, destacando antiguos conductores de televisión y hasta peluqueros. Por ejemplo, en un pueblo próximo a Murcia, España, un peluquero ha incrementado los precios de los cortes de cabello que ejecuta al posicionarse como psicoestilista.
En España, el tema de imagen pública ha sido considerado asunto delicado. La doctora Ana Azurmendi Adarraga (1998), investigadora de la Universidad de Navarra, ha sido firme impulsora de un tema que permanecía como inédito en el Derecho y en las Ciencias de la Comunicación: el Derecho de Imagen.
En resumen
Evaluar los posibles escenarios y situaciones de vulnerabilidad en la organización; identificar públicos latentes o manifiestos que podrían tomar provecho de un hecho inesperado para perjudicar los intereses del cliente representado; anticipar posibles situaciones de conflicto; reconocer escenarios y situaciones de riesgo; mediar y negociar con actores cuyos intereses resultan antagónicos; impulsar radicales transformaciones culturales en las organizaciones representan una de las áreas más exigentes de la gestión de comunicación institucional en situaciones de crisis.
La supervivencia de muchas marcas e instituciones en buena medida depende de la capacidad para reducir riesgos e incertidumbre. En algunas organizaciones, la comunicación en crisis representa el escenario cotidiano. La organización habitable (Serrano, et al, 2001) admite ser considerada como uno de los mejores testimonios que ha generado la academia latinoamericana de comunicación para documentar una eficiente gestión comunicativa, destinada a contribuir positivamente a la transformación cultural de un gran corporativo de las telecomunicaciones (Telmex), venciendo la resistencia de un sindicato que oponía firme resistencia a toda iniciativa de modernización.
La comunicación con públicos financieros representa una de las áreas más delicadas de la comunicación estratégica, como anticipaba Louise Fleming en 1990, y como han reconocido destacados teóricos de la comunicación como José Daniel Barquero (2001), y Charles Fombrun y Cees Van Riel (2003). En América Latina, muy pocas escuelas de comunicación han reparado en la importancia de la comunicación estratégica con públicos financieros.
Por último, la formidable revolución de Internet y de las comunicaciones digitales, en general, ha impuesto nuevas y exigentes competencias profesionales. En años recientes, en América Latina no pocos académicos e investigadores de la comunicación han pretendido asumir roles de supuestos expertos en temas de cibercultura y Sociedad de la Información. La mayoría, sin embargo, resulta incapaz de poder siquiera contribuir al eficiente diseño de estrategias institucionales de comunicación en línea.
El advenimiento de nuevas áreas de oportunidades para profesionales de las ciencias de la comunicación, naturalmente obliga a reparar en la pertinencia de los planes de estudio de nuestras escuelas y facultades. En América Latina, pocas universidades han advertido la necesidad de transformar sus planes de estudio ajustándolos a la evidente complejidad que hoy supone el ejercicio profesional de la comunicación.
La comunicación con públicos financieros representa una de las áreas más delicadas de la comunicación estratégica, como anticipaba Louise Fleming en 1990, y como han reconocido destacados teóricos de la comunicación como José Daniel Barquero (2001), y Charles Fombrun y Cees Van Riel (2003). En América Latina muy pocas escuelas de comunicación han reparado en la importancia de la comunicación estratégica con públicos financieros.
Fuente:RRPPnet
Previo al formidable boom de Internet y de las comunicaciones digitales extendidas, dos grandes paradigmas del pensamiento administrativo influían decisivamente en la gestión empresarial: la dirección por objetivos y el desarrollo organizativo. En ambos paradigmas la comunicación era considerada asunto periférico. La expresividad de las organizaciones y la positiva visibilidad de las marcas básicamente dependían de la publicidad y las relaciones públicas.
En 1981, Thomas Peters y Robert Waterman publicaron En búsqueda de la excelencia, obra que admite ser considerada auténtico parteaguas en el desarrollo del pensamiento administrativo. Los autores analizaron 62 de las más importantes empresas de los Estados Unidos, partiendo de la hipótesis de que el organigrama de las empresas no incide en su éxito empresarial. Peters y Waterman lograron aislar un conjunto de valores intangibles que consideraron factores determinantes de la excelencia. Entre esos valores destacan algunas de las principales áreas de intervención de todo programa de comunicación estratégica, como la identidad y la cultura organizacional. Los hallazgos de Peters y Waterman contribuyeron a ratificar la importancia de la comunicación estratégica en la gestión empresarial, que de acuerdo con el destacado investigador español Justo Villafañe:
La gestión empresarial no es un valor absoluto en sí mismo, sino que está poderosamente influida por valores sociales y culturales; que los directivos son, además de gestores, fabricantes de significados y de símbolos y que el mito y los rituales deben ser introducidos en el management porque sus productos y/o servicios deben poseer significados (Villafañe, 2000).
La relevancia de la comunicación estratégica en la nueva gestión empresarial no está en duda, aún cuando muchas empresas mantengan una visión eminentemente inmediatista en lo relativo a su expresividad institucional. Respecto a la importancia de la comunicación, el destacado comunicólogo español Joan Costa (1999) inclusive sostiene que ésta representa la principal actividad de la empresa, considerándola, además, fundamento de un nuevo paradigma en la gestión empresarial.
En nuestros nuevos tiempos modernos, la complejidad del entorno expresivo y representacional de marcas y organizaciones parece haber desbordado las capacidades persuasivas de la mayoría de las agencias de publicidad. En los años recientes, la retórica publicitaria ha perdido una buena parte de su efectividad persuasiva. Al exagerar sistemáticamente de supuestas cualidades y atributos en todo tipo de bienes y servicios, la publicidad consiguió ventas instantáneas pero su discurso perdió significado y valor. La credibilidad informativa del discurso publicitario está muy devaluada. El consumidor aprendió a desconfiar de la publicidad y el cliente empezó a objetar el supuesto don de infalibilidad que tanto suelen pregonar algunas agencias de publicidad.
Monopolio en decadencia
En los años recientes, las agencias de publicidad han perdido el monopolio que antes ejercían en el diseño y desarrollo de las estrategias comunicativas de los anunciantes. El prestigio y la reputación de cualquier marca u organización hoy dependen menos del esfuerzo publicitario y más del enfoque integral que supone la comunicación estratégica. La campaña publicitaria hoy debe subordinarse al programa integral de comunicación estratégica. Frente a la visión inmediatista de la agencia de publicidad, cuya eficacia persuasiva básicamente repara en el impacto sobre potenciales consumidores, la comunicación estratégica reivindica la necesidad de recuperar la confianza del mayor número posible de públicos, afirmando que el valor de la acción-comunicación (Costa, 1999) debe estar sustentado en la congruencia de las acciones comunicativas. De acuerdo con Charles Fombrun y Cees Van Riel (2003), toda reputación positiva suele estar asociada a cinco atributos empresariales: visibilidad, diferenciación, autenticidad, transparencia y fortaleza.
En años recientes, ante el evidente desgaste persuasivo de la publicidad, celebridades como Al Ries han pretendido reivindicar la importancia de las relaciones públicas. Las tesis contenidas en el libro The Fall of Advertising and the Rise of PR, que Al Ries escribió con su hija Laura, le distanciaron de Jack Trout, su antiguo socio y amigo, quien como respuesta a Ries publicó el ensayo En defensa de la publicidad en la revista Advertising Age.
A pesar de las cualidades que Ries destaca en las relaciones públicas, la imagen social de las relaciones públicas sigue siendo objeto de amplios cuestionamientos. En algunos países se les considera actividad trivial, que a menudo se asocia con expresiones frívolas y poco relevantes para la efectiva generación de valor para la organización.
Situación en algunos países
Algunos profesionales de las relaciones públicas afirman, no sin cierta ironía, que en México las relaciones públicas son una profesión que admite ser considerada como surrealista, pues en primer lugar es indispensable explicar qué no son las relaciones públicas para enseguida proceder a definirlas. A ello contribuyen los anuncios clasificados que todos los días publican los diarios, por ejemplo, en los cuales son solicitados los servicios de bellas jovencitas para “realizar actividades de relaciones públicas”. En el mejor de los casos, el empleador en realidad demanda personal para el área de ventas o telemercadeo.
En cambio -quizá por razones históricas-, la reputación del profesional de las relaciones públicas es muy diferente en los Estados Unidos y Francia. De acuerdo con el destacado publirrelacionista mexicano Carlos Bonilla, es posible considerar al estadounidense Ivy Ledbeter Lee como el primer consejero en relaciones públicas de los tiempos modernos. A Ledbeter Lee se atribuye haber transformado la imagen del acaudalado industrial estadounidense John D. Rockefeller. En la década de 1930, en algunas universidades de los Estados Unidos ya eran impartidos cursos de relaciones públicas. En 1946, un conferencista estadounidense introdujo a Francia el concepto de relaciones públicas.
En 1950 fue fundada la primera asociación francesa de especialistas en relaciones públicas: La Maison de Verre. También en la mayoría de los centros educativos de Brasil, los profesionales de las relaciones públicas han ganado el respeto de la academia, los investigadores y el mercado profesional. La doctora Margarida M. Krohling Kunsch, presidenta de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (ALAIC), ha contribuido a la profesionalización de las relaciones públicas en Brasil.
En España, por ejemplo, el destacado investigador Jordi Xifra refiere que en diciembre de 2002, la Asociación de Empresas Consultoras en Relaciones Públicas y Comunicación (ADECEC) realizó el estudio La comunicación y relaciones públicas en España. Una de las conclusiones que arrojó el referido estudio provocó enorme preocupación a los profesionales de las relaciones públicas:
“La ambigüedad de la mayoría de las definiciones de relaciones públicas dadas por los profesionales es tal, que podría aplicarse a cualquier otra disciplina comunicativa como, por ejemplo, la publicidad. Esto no hace más que corroborar que si algo caracteriza a las relaciones públicas a la hora de intentar definirlas, es el confucionismo existente acerca de lo que son (...) Ni desde el campo doctrinal ni desde el profesional nos ha llegado todavía una respuesta razonada. Lo cierto, sin embargo, es que nadie puede negar que el descrédito impera cuando formulamos al ciudadano de a pie qué entiende por relaciones públicas (si es que entiende algo). Incluso las consultoras que participaron en el estudio de ADECEC no solo consideran que el concepto de relaciones públicas está desprestigiado sino que además consideran que está integrado -o desintegrado, según como se mire- en el de comunicación (Xifra. 2003: XVII).
En años recientes, prestadores de nuevos servicios de comunicación han intentado abrir mercados profesionales emergentes, aprovechando las evidentes insuficiencias de las agencias de publicidad y el descrédito que todavía en muchos países enfrentan los profesionales de las relaciones públicas.
El cabildeo
El cabildeo, por ejemplo, se ha convertido en atractiva área de oportunidades. Los modernos cabilderos profesionales, afirma Jeffrey H. Birnbaun, ex corresponsal del Wall Street Journal y autor del libro The lobbyists, son “vendedores de privilegios”. En algunos países -México, por ejemplo-, los cabilderos no precisamente gozan de una positiva reputación. “Los cabilderos son despreciados, indignos de la confianza popular, porque generalmente representan intereses multimillonarios. Para cubrirse de su mala fama, algunos prefieren rescatar el anglicismo y hacerse llamar lobistas” (Scherer Ibarra, 2001:18).
Algunos gobiernos inclusive contratan los servicios de firmas especializadas en cabildeo. Para concretar la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre los gobiernos de Canadá, Estados Unidos y México, por ejemplo, Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), entonces presidente de México, contrató los servicios de las agencias Public Strategies, Burson Marsteller, y Shearman y Sterling, las cuales se encargaron de persuadir a aquellos legisladores del Partido Demócrata que no tenían interés alguno en aprobar el Tratado de Libre Comercio.
En México, por razones históricas muy profundas, la práctica del cabildeo admite una inevitable asociación con el fenómeno del influyentismo. En los tiempos de la presidencia imperial (1929-2000), el influyentismo fue uno de los signos distintivos de los gobiernos emanados del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el cual gobernó ininterrumpidamente en México de 1929 al 2000. Al amparo del influyentismo proliferaron la corrupción y el nepotismo. El influyentismo además degeneró en patrimonialismo. Frecuentemente, los funcionarios de dependencias gubernamentales dispusieron de los bienes públicos como si éstos fuesen de su propiedad. Por medio de complejas negociaciones que frecuentemente se realizaban al margen de lo establecido en la ley, los influyentes procuraban satisfacer las peticiones y favores que solicitaban sus protegidos. Todo cacique simultáneamente desempeñaba las funciones de gestor y negociador. Del eficiente desempeño del cacique y de sus estrechas relaciones con las autoridades, en buena medida dependía el efectivo incremento de sus cuotas de poder.
Marketing
El marketing político y el marketing electoral representan atractivos mercado de trabajo para profesionales de la comunicación, tal como refiere la destacada investigadora mexicana Guillermina Baena (1997). Más allá de la rigurosa planeación de acciones propagandísticas (Herreros, 1989), la dirección de campañas electorales demanda los conocimientos y habilidades de un nuevo perfil de comunicador, capaz de planear, negociar, administrar grandes presupuestos y gestionar fondos con posibles patrocinadores. La gestión estratégica de la comunicación social en gabinetes de comunicación también representa otra atractiva áreas de oportunidades, como advierten los investigadores Tomás Álvarez y Mercedes Caballero (1998).
Los nuevos roles comunicativos que han asumido portavoces de los gobiernos en los diferentes niveles de la administración pública -como también empresarios y figuras públicas-, han contribuido a generar un atractivo mercado de servicios profesionales en media training e imagen pública.
Los expertos en media training ofrecen servicios de capacitación a sus clientes para obtener el mejor provecho posible de los medios de comunicación. Los consultores en imagen ofrecen un amplio repertorio de consejos que incluyen recomendaciones sobre protocolo, vestuario, aroma, la forma de contestar el teléfono (De Menthon, 1994) y hasta cómo caminar (De Armentaras, 1962; Collel, 1996; Vargas, 1998 y 1999).
Imagen pública en Iberoamérica
El concepto de imagen pública fue introducido en el mundo hispanoparlante por el célebre comunicólogo español Joan Costa, en el año de 1992. En la llamada industria del consentimiento -término propuesto por Edgard Bernays, en 1955-, participan profesionales de la comunicación y, por supuesto, auténticos charlatanes, destacando antiguos conductores de televisión y hasta peluqueros. Por ejemplo, en un pueblo próximo a Murcia, España, un peluquero ha incrementado los precios de los cortes de cabello que ejecuta al posicionarse como psicoestilista.
En España, el tema de imagen pública ha sido considerado asunto delicado. La doctora Ana Azurmendi Adarraga (1998), investigadora de la Universidad de Navarra, ha sido firme impulsora de un tema que permanecía como inédito en el Derecho y en las Ciencias de la Comunicación: el Derecho de Imagen.
En resumen
Evaluar los posibles escenarios y situaciones de vulnerabilidad en la organización; identificar públicos latentes o manifiestos que podrían tomar provecho de un hecho inesperado para perjudicar los intereses del cliente representado; anticipar posibles situaciones de conflicto; reconocer escenarios y situaciones de riesgo; mediar y negociar con actores cuyos intereses resultan antagónicos; impulsar radicales transformaciones culturales en las organizaciones representan una de las áreas más exigentes de la gestión de comunicación institucional en situaciones de crisis.
La supervivencia de muchas marcas e instituciones en buena medida depende de la capacidad para reducir riesgos e incertidumbre. En algunas organizaciones, la comunicación en crisis representa el escenario cotidiano. La organización habitable (Serrano, et al, 2001) admite ser considerada como uno de los mejores testimonios que ha generado la academia latinoamericana de comunicación para documentar una eficiente gestión comunicativa, destinada a contribuir positivamente a la transformación cultural de un gran corporativo de las telecomunicaciones (Telmex), venciendo la resistencia de un sindicato que oponía firme resistencia a toda iniciativa de modernización.
La comunicación con públicos financieros representa una de las áreas más delicadas de la comunicación estratégica, como anticipaba Louise Fleming en 1990, y como han reconocido destacados teóricos de la comunicación como José Daniel Barquero (2001), y Charles Fombrun y Cees Van Riel (2003). En América Latina, muy pocas escuelas de comunicación han reparado en la importancia de la comunicación estratégica con públicos financieros.
Por último, la formidable revolución de Internet y de las comunicaciones digitales, en general, ha impuesto nuevas y exigentes competencias profesionales. En años recientes, en América Latina no pocos académicos e investigadores de la comunicación han pretendido asumir roles de supuestos expertos en temas de cibercultura y Sociedad de la Información. La mayoría, sin embargo, resulta incapaz de poder siquiera contribuir al eficiente diseño de estrategias institucionales de comunicación en línea.
El advenimiento de nuevas áreas de oportunidades para profesionales de las ciencias de la comunicación, naturalmente obliga a reparar en la pertinencia de los planes de estudio de nuestras escuelas y facultades. En América Latina, pocas universidades han advertido la necesidad de transformar sus planes de estudio ajustándolos a la evidente complejidad que hoy supone el ejercicio profesional de la comunicación.
La comunicación con públicos financieros representa una de las áreas más delicadas de la comunicación estratégica, como anticipaba Louise Fleming en 1990, y como han reconocido destacados teóricos de la comunicación como José Daniel Barquero (2001), y Charles Fombrun y Cees Van Riel (2003). En América Latina muy pocas escuelas de comunicación han reparado en la importancia de la comunicación estratégica con públicos financieros.
Fuente:RRPPnet
Relato político modelo 2011
Rubén Weinsteiner para Bloomberg
El relato opositor en los noventa, digamos hacia el 94, era un relato de minorías, pero era un relato que conseguía enamorar. La elite cultural gritaba presente en pleno para cantar en lo de Tato Bores “la jueza budubudubudía” y la fast track a la gloria periodística pasaba por los ensayos que denunciaban actos de corrupción, hechos o personas, nadie denunciaba ideas, nadie cuestionaba la sagrada convertibilidad, ni a su sumo sacerdote Domingo Cavallo.
El relato opositor objetaba la corrupción y proponía menemismo honesto. La mayoría compraba otro relato y lo pagaba en cuotas. Ese relato se impuso en 1995 y le dio a Menem la reelección.
Ese relato opositor enamoraba no porque propusiera ideas positivas, no siempre nos enamoramos de alguien o algo que nos hace bien, pero proponía un “para que”. Para que se produzca ese enamoramiento debe haber una propuesta de “reason why” , y el relato opositor a Menem lo tenía. El núcleo del relato emitido era : el modelo económico funciona muy bien, pero lo hacen de manera corrupta, nosotros vamos a seguir igual en lo económico, pero no vamos a robar, vamos a ser más transparentes. Desde la recepción se decodificaba: “En lo económico todo seguirá igual, estos jugadores van a a ser tan eficaces como el gobierno, pero mas” lindos”.
Hoy a pocos meses de la elecciones presidenciales de 2011, los diferentes espacios opositores no despegan en las encuestas. Desde una concepción no evaluativa de la ideología, el principal y más crítico problema que no pueden resolver las expresiones del arco opositor, es la construcción de un relato eficaz, entre otras cosas, porque esos intentos de relato no plantean un “reason why”.
Un supermercado vende de todo, un espacio, en términos de marketing político, debe tener un propósito maestro y ordenador – uno, no mas- que lo explica el “reason why” del relato. Si se comunica bien ese propósito, la gente va a comenzar a escuchar lo que decimos.
Cuando se abandona el escenario de la puja de relatos, se impone el del adversario.
Margaret Thatcher en los ochentas estructuró un relato de manual, con principio, desarrollo y fin: el relato comenzaba con la gloria de la victoria en 1945 con la conducción de Churchill, el desarrollo marcaba 30 años de un estado ineficiente, grande e intervencionista, con una economía improductiva, un país permisivo y laxo, que fue al abismo en la crisis del petróleo y el final del relato marcaba la llegada de la “Dama de hierro” , privatizaciones, estado eficiente, baja del gasto, baja de los impuestos, reducción de los presupuestos para políticas sociales, todo esto coronado con una victoria en la guerra de Malvinas y la bonanza económica. Los laboristas, criticaron, denunciaron, desfilaron por los medios, propusieron medidas, pero no construyeron un contrarelato hasta la llegada de Blair.
José Serra en las últimas elecciones enfrentó el relato eficaz de Dilma, sin relato propio. En una entrevista a dos semanas de la primera vuelta, le preguntaron a Serra porque la gente debería votarlo. Serra disparó una sucesión larga de medidas, propuestas e ideas muy interesantes y con fuerte efecto, el dijo qué haría, no para qué lo haría.
En la Argentina, el gobierno ha construido un relato que le permite contar con un piso electoral duro, con buen arraigo en sectores juveniles. Frente al relato del kirchnerismo, los diferentes espacios opositores aún no han logrado construir uno propio. La UCR que ha sabido construirlo y con eficacia en el pasado, es el espacio que quizás más posibilidades tenga de lograrlo.
Si tomamos el caso del PRO, el partido que gobierna la ciudad de Buenos Aires, más allá de los enormes problemas comunicacionales en términos de posicionamiento, de construcción del discurso, de la marca política, y de la imposibilidad de sacar a Macri de la matriz tonto-perverso, el espacio no plantea un “reason why” a nivel nacional. El relato de ser los profesionalizadores de la política, de ser CEOS en lugar de militantes sin formación, hoy con 3 años de gestión, hace ruido modulado por Macri, Rodríguez Larreta y Michetti.
Con lo cual una propuesta de diferenciación que no verifica beneficios en el terreno, más el discurso de “los alisadores de baches” que no logran terminar con los baches, complica la consolidación de un “para que” profundo a nivel país.
“Denme el país que voy a hacer esto”, ¿Qué? ¿Para que querés gobernar? ¿En qué y para que vas a ser diferente a tus adversarios? ¿Qué políticas vas a llevar a cabo y para qué? El PRO todavía no ofrece respuestas a estas preguntas, por eso no puede ocupar el centro del ring. Solamente puede intentar la ocupación del centro de la escena, aquel cuyo relato exponga un posicionamiento de un “para qué” superador.
La ausencia de relato en el peronismo disidente, explica quizás su actual crisis probablemente terminal, que lo dibuja como carente de volumen en el universo opositor. El no contar con un relato, hace que sus integrantes actúen con la inercia de quien está esperando que algo pase, que baje la espuma post Néstor Kirchner, que Reutemann cambie de opinión, que Scioli …, Duhalde… en definitiva están esperando lo que no vendrá porque el “para qué” no viene de afuera, se construye adentro, y no tiene que ver con hechos o personas, sino con ideas formadoras del relato, que definen y explican el “ a lo que vinimos”.
El acuerdo cívico se afirma en el relato opositor noventista, y hace política con declaraciones juradas y expedientes judiciales en la mano. La población compró ese relato en el 99 y tuvo que devolver el producto, difícil que vuelva a pedirlo. Una cosa es luchar contra la corrupción y otra es vivir de eso como único modelo de acumulación.
El relato construido por la Alianza en el 96 construyó la victoria de Meijide sobre Chiche Duhalde en el 97, y De la Rúa en el 99. El relato kirchnerista del 2004-2006 hizo lo propio con las victorias de 2005 y 2007, y el relato opositor post guerra gaucha, determinó la derrota de Kirchner en la provincia de Buenos Aires en 2009.
El relato de la marca política no es algo épico, que se construye con una única acción y una fama vertiginosa, sino Blumberg, De Angelis y Redrado hubieran consolidado sus fugaces quince minutos de fama, capitalizándolos a favor de la construcción de un continente con posibilidades de pujar por algún espacio de poder.
El relato no es un slogan, tampoco es un listado de medidas. El relato es lo que sostiene lo que decimos, mostramos, hacemos y creemos. El relato genera que la gente crea en la propuesta, amplificando el mensaje y endureciendo el voto.
En la era de la Web 2.0, la política se articula a través de diálogos simétricos y permanentes, las propuestas no llegan a receptores mudos frente al televisor, sino a consumidores y productores de información, con capacidades cognitivas cada vez mas asimétricas con respecto a los emisores.
Sin relato no hay compromiso. La instalación de un relato determina victorias intelectuales, que en definitiva son las que traen las victorias electorales. Con la construcción de un relato eficaz, se logra que la gente se apropie de la propuesta haciéndola suya.
El relato opositor en los noventa, digamos hacia el 94, era un relato de minorías, pero era un relato que conseguía enamorar. La elite cultural gritaba presente en pleno para cantar en lo de Tato Bores “la jueza budubudubudía” y la fast track a la gloria periodística pasaba por los ensayos que denunciaban actos de corrupción, hechos o personas, nadie denunciaba ideas, nadie cuestionaba la sagrada convertibilidad, ni a su sumo sacerdote Domingo Cavallo.
El relato opositor objetaba la corrupción y proponía menemismo honesto. La mayoría compraba otro relato y lo pagaba en cuotas. Ese relato se impuso en 1995 y le dio a Menem la reelección.
Ese relato opositor enamoraba no porque propusiera ideas positivas, no siempre nos enamoramos de alguien o algo que nos hace bien, pero proponía un “para que”. Para que se produzca ese enamoramiento debe haber una propuesta de “reason why” , y el relato opositor a Menem lo tenía. El núcleo del relato emitido era : el modelo económico funciona muy bien, pero lo hacen de manera corrupta, nosotros vamos a seguir igual en lo económico, pero no vamos a robar, vamos a ser más transparentes. Desde la recepción se decodificaba: “En lo económico todo seguirá igual, estos jugadores van a a ser tan eficaces como el gobierno, pero mas” lindos”.
Hoy a pocos meses de la elecciones presidenciales de 2011, los diferentes espacios opositores no despegan en las encuestas. Desde una concepción no evaluativa de la ideología, el principal y más crítico problema que no pueden resolver las expresiones del arco opositor, es la construcción de un relato eficaz, entre otras cosas, porque esos intentos de relato no plantean un “reason why”.
Un supermercado vende de todo, un espacio, en términos de marketing político, debe tener un propósito maestro y ordenador – uno, no mas- que lo explica el “reason why” del relato. Si se comunica bien ese propósito, la gente va a comenzar a escuchar lo que decimos.
Cuando se abandona el escenario de la puja de relatos, se impone el del adversario.
Margaret Thatcher en los ochentas estructuró un relato de manual, con principio, desarrollo y fin: el relato comenzaba con la gloria de la victoria en 1945 con la conducción de Churchill, el desarrollo marcaba 30 años de un estado ineficiente, grande e intervencionista, con una economía improductiva, un país permisivo y laxo, que fue al abismo en la crisis del petróleo y el final del relato marcaba la llegada de la “Dama de hierro” , privatizaciones, estado eficiente, baja del gasto, baja de los impuestos, reducción de los presupuestos para políticas sociales, todo esto coronado con una victoria en la guerra de Malvinas y la bonanza económica. Los laboristas, criticaron, denunciaron, desfilaron por los medios, propusieron medidas, pero no construyeron un contrarelato hasta la llegada de Blair.
José Serra en las últimas elecciones enfrentó el relato eficaz de Dilma, sin relato propio. En una entrevista a dos semanas de la primera vuelta, le preguntaron a Serra porque la gente debería votarlo. Serra disparó una sucesión larga de medidas, propuestas e ideas muy interesantes y con fuerte efecto, el dijo qué haría, no para qué lo haría.
En la Argentina, el gobierno ha construido un relato que le permite contar con un piso electoral duro, con buen arraigo en sectores juveniles. Frente al relato del kirchnerismo, los diferentes espacios opositores aún no han logrado construir uno propio. La UCR que ha sabido construirlo y con eficacia en el pasado, es el espacio que quizás más posibilidades tenga de lograrlo.
Si tomamos el caso del PRO, el partido que gobierna la ciudad de Buenos Aires, más allá de los enormes problemas comunicacionales en términos de posicionamiento, de construcción del discurso, de la marca política, y de la imposibilidad de sacar a Macri de la matriz tonto-perverso, el espacio no plantea un “reason why” a nivel nacional. El relato de ser los profesionalizadores de la política, de ser CEOS en lugar de militantes sin formación, hoy con 3 años de gestión, hace ruido modulado por Macri, Rodríguez Larreta y Michetti.
Con lo cual una propuesta de diferenciación que no verifica beneficios en el terreno, más el discurso de “los alisadores de baches” que no logran terminar con los baches, complica la consolidación de un “para que” profundo a nivel país.
“Denme el país que voy a hacer esto”, ¿Qué? ¿Para que querés gobernar? ¿En qué y para que vas a ser diferente a tus adversarios? ¿Qué políticas vas a llevar a cabo y para qué? El PRO todavía no ofrece respuestas a estas preguntas, por eso no puede ocupar el centro del ring. Solamente puede intentar la ocupación del centro de la escena, aquel cuyo relato exponga un posicionamiento de un “para qué” superador.
La ausencia de relato en el peronismo disidente, explica quizás su actual crisis probablemente terminal, que lo dibuja como carente de volumen en el universo opositor. El no contar con un relato, hace que sus integrantes actúen con la inercia de quien está esperando que algo pase, que baje la espuma post Néstor Kirchner, que Reutemann cambie de opinión, que Scioli …, Duhalde… en definitiva están esperando lo que no vendrá porque el “para qué” no viene de afuera, se construye adentro, y no tiene que ver con hechos o personas, sino con ideas formadoras del relato, que definen y explican el “ a lo que vinimos”.
El acuerdo cívico se afirma en el relato opositor noventista, y hace política con declaraciones juradas y expedientes judiciales en la mano. La población compró ese relato en el 99 y tuvo que devolver el producto, difícil que vuelva a pedirlo. Una cosa es luchar contra la corrupción y otra es vivir de eso como único modelo de acumulación.
El relato construido por la Alianza en el 96 construyó la victoria de Meijide sobre Chiche Duhalde en el 97, y De la Rúa en el 99. El relato kirchnerista del 2004-2006 hizo lo propio con las victorias de 2005 y 2007, y el relato opositor post guerra gaucha, determinó la derrota de Kirchner en la provincia de Buenos Aires en 2009.
El relato de la marca política no es algo épico, que se construye con una única acción y una fama vertiginosa, sino Blumberg, De Angelis y Redrado hubieran consolidado sus fugaces quince minutos de fama, capitalizándolos a favor de la construcción de un continente con posibilidades de pujar por algún espacio de poder.
El relato no es un slogan, tampoco es un listado de medidas. El relato es lo que sostiene lo que decimos, mostramos, hacemos y creemos. El relato genera que la gente crea en la propuesta, amplificando el mensaje y endureciendo el voto.
En la era de la Web 2.0, la política se articula a través de diálogos simétricos y permanentes, las propuestas no llegan a receptores mudos frente al televisor, sino a consumidores y productores de información, con capacidades cognitivas cada vez mas asimétricas con respecto a los emisores.
Sin relato no hay compromiso. La instalación de un relato determina victorias intelectuales, que en definitiva son las que traen las victorias electorales. Con la construcción de un relato eficaz, se logra que la gente se apropie de la propuesta haciéndola suya.
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