El síndrome de Diógenes

Por Rosa Montero


Se diría que cada día hay más gente que sufre el síndrome de Diógenes, porque cada dos por tres sale alguna noticia contando cómo los bomberos o la policía lograron rescatar a uno de estos enfermos, desincrustándolo literalmente del inenarrable basurero en donde habría terminado por enterrarse a fuerza de acumular y acumular desechos. La denominación del síndrome de Diógenes, hoy tan popular, fue inventada en 1975 en referencia al filósofo griego Diógenes el Cínico, ese sabio tan extravagante que se supone que vivía en un tonel y que le dijo a Alejandro el Magno que se apartara para que no le quitara el sol. A decir verdad, no veo que sea un nombre muy adecuado para una dolencia que consiste en atesorar frenéticamente todo tipo de cosas, porque Diógenes fue de una austeridad más bien patológica. Cuentan que vio a un niño beber agua del cuenco de sus manos, y que entonces tiró la escudilla de madera que llevaba y que, junto con el bastón y la capa, era lo único que poseía. O sea que sería justo lo contrario.

Lo que sí semeja a estos enfermos con el filósofo griego es el talante huraño, el aislamiento y la vida misérrima. Porque los afectados por el síndrome viven como si fueran los más pobres mendigos de la Tierra, aunque a menudo tengan casa propia, y aunque la hayan llenado a rebosar no sólo de basuras, que es lo habitual, sino también, en ocasiones, de objetos valiosos o dinero. Ya se sabe que muchos de estos enfermos de apariencia menesterosa fueron encontrados durmiendo sobre millones de las antiguas pesetas, o guardando cientos de miles de euros en bolsas de basura. Esto es lo que los hace tan inquietantes y tan interesantes. Quiero decir que el verdadero Diógenes nos interesa poco y no nos inquieta nada: esa desaforada hambruna de austeridad muestra un afán extremista y puritano que, por lo general, nos pilla muy lejos. Pero las pobres gentes afectadas por el síndrome nos turban y aterrorizan, porque a fin de cuentas sólo están unos poquitos pasos más allá en este loco proceso de acumulación que vivimos todos. Hijos como somos de la sociedad de consumo, vivimos neurotizados por el afán de atesorar cosas. A veces tengo la sensación de que todos o casi todos los ciudadanos occidentales padecemos el síndrome de Diógenes, sólo que en sus estadios más benignos. Somos unas malditas urracas.

¿Hace mucho que no se ha parado un instante a revisar, con ojos analíticos, toda la mugre inútil que acumula en su casa? Cajones y cajones llenos de objetos muertos, cuidadosamente guardados allí algún remoto día, pero hoy olvidados por completo. Armarios que son como la cueva de Alí Babá, repletos de bultos y artículos innecesarios. Bibelots, cacharritos, regalos arrumbados en cualquier parte. Agendas viejas, móviles en desuso, cables inclasificables e incomprensibles provenientes de antiguos aparatos eléctricos, cargadores de otros aparatos que tampoco tenemos, cámaras de fotos antediluvianas, montones de pares de gafas inservibles, teclados de ordenadores viejos que no nos atrevemos a tirar, baterías gastadas, guantes descabalados. Y ropa. Ropa vieja, ropa estrecha, ropa fea que nunca nos ponemos. Zapatos, bolsos, cajas, maletas abolladas. Herramientas oxidadas o rotas. Guardamos las cosas más increíbles. Seguro que si vacía ahora mismo el cajón de su mesa de despacho encontrará media docena de objetos alucinantes y que ignoraba por completo que tenía.

La sociedad de consumo en la que vivimos ha llegado a tal extremo de aceleración, a tal perversión en la abundancia, que se ha convertido en la apoteosis del desperdicio. Quiero decir que, en el mismo instante en que compramos una cosa, ese objeto comienza a transmutarse en un desecho. Y así vivimos, rodeados de rutilantes detritus, perdidos en un mar de posesiones absurdas. Náufragos en mitad de la inutilidad de nuestras cosas. Ahora, cuando morimos, dejamos atrás, principalmente, un montón de basura. Las casas de los muertos han de ser vaciadas de mugre, de la misma manera que los bomberos vacían la porquería acumulada por los enfermos del síndrome de Diógenes. En mi última mudanza tomé la decisión de tirar a la basura, sin revisarlo, el contenido de los cuatro cajones de mi mesa de trabajo, que estaban atiborrados de cosas. Eso fue hace diez años, y nunca eché de menos nada. Ojalá fuera capaz de hacerlo todos los días.

http://www.rosa-montero.com

EL PAIS, S.L.

La autora es periodista y escritora española

Einstein


Un periodista le pregunta a Einstein"¿Me puede Ud. explicar la Ley de la Relatividad?" y Einstein le contesta "¿Me puede Ud. explicar como se fríe un huevo?". El periodista lo mira extrañado y le contesta "Pues, si, si que puedo", a lo cual Einstein replica
"Bueno, pues hágalo, pero imaginando que yo no sé lo que es un huevo, ni una sartén, ni el aceite, ni el fuego".

Durante el Nazismo Einstein, a causa de ser judío, debió soportar una guerra en su contra con el fin de desprestigiar sus investigaciones. Uno de estos intentos se dio cuando se compilaron las opiniones de 100 científicos que contradecían a las de Einstein, editadas en un libro llamado "Cien autores en contra de Einstein". A esto Einstein respondió: "¿Por que cien? Si estuviera errado haría falta solo uno".

En una conferencia que Einstein dio en el Colegio de Francia, el escritor francés Paul Valery le preguntó: Profesor Einstein, Cuando tiene una idea original, ¿qué hace? ¿La anota en un cuaderno en una hoja suelta? A lo que Einstein respondió: "Cuando tengo una idea original no se me olvida".

Einstein tuvo tres nacionalidades: alemana, suiza y estadounidense. Al final de su vida, un periodista le preguntó que posibles repercusiones habían tenido sobre su fama estos cambios. Einstein respondió: "Si mis teorías hubieran resultado falsas, los estadounidenses habrian dicho que yo era un físico suizo; los suizos, que era un científico alemán; y los alemanes que era un astrónomo judío".

En 1919, Einstein fue invitado por el inglés lord Haldane a compartir una velada con diferentes personalidades. Entre estas había un aristócrata muy interesado en los trabajos del físico. Tras una larga conversación, el inglés explicó a Einstein que había perdido recientemente a su mayordomo y que aún no había encontrado un sustituto. "La raya del pantalón la he tenido que hacer yo mismo y el planchado me ha costado casi dos horas. A lo que Einstein comentó: "Me lo va a decir a mí. ¿Ve usted estas arrugas de mi pantalón? Pues he tardado casi cinco años en conseguirlas."...


En una reunión social Marilyn Monroe se cruzó con Albert Einstein, ésta le sugirió lo siguiente: "Que dice profesor, deberíamos casarnos y tener un hijo juntos. ¿Se imagina un bebe con mi belleza y su inteligencia?", Einstein muy seriamente le respondió: "Desafortunadamente temo que el experimento salga a la inversa y terminemos con un hijo con mi belleza y su inteligencia".


En otro evento Einstein coincidió con el actor Charles Chaplin. En el transcurso de la conversación, Einstein le dice a Chaplin:- Lo que he admirado siempre de usted es que su arte es universal; todo el mundo le comprende y le admira. A lo que Chaplin respondió: - "Lo suyo es mucho mas digno de respeto; todo el mundo le admira y prácticamente nadie lo comprende".







¿De qué sirve el profesor?

Por Umberto Eco
Para LA NACION


¿En el alud de artículos sobre el matonismo en la escuela he leído un episodio que, dentro de la esfera de la violencia, no definiría precisamente al máximo de la impertinencia... pero que se trata, sin embargo, de una impertinencia significativa. Relataba que un estudiante, para provocar a un profesor, le había dicho: "Disculpe, pero en la época de Internet, usted, ¿para qué sirve?"

El estudiante decía una verdad a medias, que, entre otros, los mismos profesores dicen desde hace por lo menos veinte años, y es que antes la escuela debía transmitir por cierto formación pero sobre todo nociones, desde las tablas en la primaria, cuál era la capital de Madagascar en la escuela media hasta los hechos de la guerra de los treinta años en la secundaria. Con la aparición, no digo de Internet, sino de la televisión e incluso de la radio, y hasta con la del cine, gran parte de estas nociones empezaron a ser absorbidas por los niños en la esfera de la vida extraescolar.

De pequeño, mi padre no sabía que Hiroshima quedaba en Japón, que existía Guadalcanal, tenía una idea imprecisa de Dresde y sólo sabía de la India lo que había leído en Salgari. Yo, que soy de la época de la guerra, aprendí esas cosas de la radio y las noticias cotidianas, mientras que mis hijos han visto en la televisión los fiordos noruegos, el desierto de Gobi, cómo las abejas polinizan las flores, cómo era un Tyrannosaurus rex y finalmente un niño de hoy lo sabe todo sobre el ozono, sobre los koalas, sobre Irak y sobre Afganistán. Tal vez, un niño de hoy no sepa qué son exactamente las células madre, pero las ha escuchado nombrar, mientras que en mi época de eso no hablaba siquiera la profesora de ciencias naturales. Entonces, ¿de qué sirven hoy los profesores?

He dicho que el estudiante dijo una verdad a medias, porque ante todo un docente, además de informar, debe formar. Lo que hace que una clase sea una buena clase no es que se transmitan datos y datos, sino que se establezca un diálogo constante, una confrontación de opiniones, una discusión sobre lo que se aprende en la escuela y lo que viene de afuera. Es cierto que lo que ocurre en Irak lo dice la televisión, pero por qué algo ocurre siempre ahí, desde la época de la civilización mesopotámica, y no en Groenlandia, es algo que sólo lo puede decir la escuela. Y si alguien objetase que a veces también hay personas autorizadas en Porta a Porta (programa televisivo italiano de análisis de temas de actualidad), es la escuela quien debe discutir Porta a Porta. Los medios de difusión masivos informan sobre muchas cosas y también transmiten valores, pero la escuela debe saber discutir la manera en la que los transmiten, y evaluar el tono y la fuerza de argumentación de lo que aparecen en diarios, revistas y televisión. Y además, hace falta verificar la información que transmiten los medios: por ejemplo, ¿quién sino un docente puede corregir la pronunciación errónea del inglés que cada uno cree haber aprendido de la televisión?

Pero el estudiante no le estaba diciendo al profesor que ya no lo necesitaba porque ahora existían la radio y la televisión para decirle dónde está Tombuctú o lo que se discute sobre la fusión fría, es decir, no le estaba diciendo que su rol era cuestionado por discursos aislados, que circulan de manera casual y desordenado cada día en diversos medios –que sepamos mucho sobre Irak y poco sobre Siria depende de la buena o mala voluntad de Bush. El estudiante estaba diciéndole que hoy existe Internet, la Gran Madre de todas las enciclopedias, donde se puede encontrar Siria, la fusión fría, la guerra de los treinta años y la discusión infinita sobre el más alto de los números impares. Le estaba diciendo que la información que Internet pone a su disposición es inmensamente más amplia e incluso más profunda que aquella de la que dispone el profesor. Y omitía un punto importante: que Internet le dice "casi todo", salvo cómo buscar, filtrar, seleccionar, aceptar o rechazar toda esa información.

Almacenar nueva información, cuando se tiene buena memoria, es algo de lo que todo el mundo es capaz. Pero decidir qué es lo que vale la pena recordar y qué no es un arte sutil. Esa es la diferencia entre los que han cursado estudios regularmente (aunque sea mal) y los autodidactas (aunque sean geniales).

El problema dramático es que por cierto a veces ni siquiera el profesor sabe enseñar el arte de la selección, al menos no en cada capítulo del saber. Pero por lo menos sabe que debería saberlo, y si no sabe dar instrucciones precisas sobre cómo seleccionar, por lo menos puede ofrecerse como ejemplo, mostrando a alguien que se esfuerza por comparar y juzgar cada vez todo aquello que Internet pone a su disposición. Y también puede poner cotidianamente en escena el intento de reorganizar sistemáticamente lo que Internet le transmite en orden alfabético, diciendo que existen Tamerlán y monocotiledóneas pero no la relación sistemática entre estas dos nociones.

El sentido de esa relación sólo puede ofrecerlo la escuela, y si no sabe cómo tendrá que equiparse para hacerlo. Si no es así, las tres I de Internet, Inglés e Instrucción seguirán siendo solamente la primera parte de un rebuzno de asno que no asciende al cielo.

La Nacion/L’Espresso (Distributed by The New York Times Syndicate)

(Traducción: Mirta Rosenberg)

Microsoft compra compañía de publicidad online

Microsoft Corp comprará la compañía de márketing digital aQuantive por 6.000 millones de dólares. Microsoft espera que el acuerdo se cierre en la primera mitad del año fiscal 2008.


Microsoft Corp dijo que comprará la compañía de márketing digital aQuantive Inc por 66,50 dólares en efectivo, lo que supone una operación valorada en unos 6.000 millones de dólares.

El monto representa un 85 por ciento adicional sobre el precio al que cerraron el jueves los títulos de aQuantive .

El acuerdo corona la consolidación del sector que se inició hace un mes. Google Inc. acordó comprar a DoubleClick por 3.100 millones de dólares y Yahoo Inc. adquirió de Right Media.

Microsoft afirmó que mediante la compra de aQuantive busca potenciar su avance en la publicidad de internet a través de las herramientas de administración y venta de anuncios de internet.

Aquantive, una compañía con sede en Seattle que se dedica a suministrar servicios tecnológicos enfocados a la publicidad online. AQuantive, tiene 2.600 empleados y fue fundada en 1997, ayuda a los
actores del mercado a comprar, mantener y hacer crecer sus clientes en
los medios digitales, según Microsoft.

El catecismo de Mafalda


Formó parte de nuestra educación sentimental. Respiraba nuestra misma perplejidad, formulaba las mismas inquietas preguntas, alentaba utopías parejas y, en su paisaje cotidiano, las mismas Susanitas y Manolos pintaban las emociones y los días. Mafalda fue la sutil compañía, la conciencia cercana, y todo lo que representó sigue con nosotros para siempre. De hecho, transgeneracional como todo grande, Quino ha conseguido que Mafalda sea amiga de nuestros hijos, hermana mayor de los Guilles que se pasean por los rincones de nuestra felicidad. El título, pues, de este artículo, es lo que parece, un sentido y agradecido homenaje. Sensible, comprometida y, a pesar de todo, deliciosamente niña, Mafalda siempre será de una sola pieza.

¿Son de una sola pieza los Mafaldos que pululan por las esquinas del pensamiento, por los despachos de algunas cancillerías, por las cátedras impolutas de múltiples universidades, por las calles de la pancarta y el grito? Toda esa progresía, heredera de las utopías de izquierdas que intentaron cambiar el mundo, ¿mantiene intactos los criterios morales que las movilizaron? Y más aún, ¿mantiene el compromiso con la libertad?

Las banderas que blanden son las de siempre, la propia de la libertad, la solidaridad, la justicia social, la lucha contra la marginación, y así hasta completar la lista del catecismo del buen pastor de izquierdas. Poco o nada tengo que decir contra esas banderas que, sin paliativos, son las mías. Pero mucho hay que decir sobre algunos de los que se han apropiado de ellas, y, desde la atalaya de su soberbia ideológica, nos castigan con su verbo airado. Ya hablé, en otra ocasión, de los D Elía y Bonafini, eficaces lacayos del pensamiento reaccionario de izquierdas. Pero más allá de los peones que se mueven por el tablero, con más ruido que inteligencia, existe una sólida corriente de izquierdas que, a pesar del efectismo de su retórica, está traicionando seriamente la ley de leyes, la Carta de Derechos Humanos.

No es nueva esa traición, y ahí están las víctimas de las dictaduras de izquierdas clamando su lugar en el sol del recuerdo, sospechosas por el hecho de haber muerto bajo balas amigas, esos bellos dictadores que leían a Lenin y mataban como Goebbels. Y que algunos aún cabalgan, cual patéticos jinetes con zapatillas, por las islas de nuestras revoluciones adolescentes.

Hoy, como ayer, existen víctimas que no conmueven, dictaduras que no movilizan, terrorismos que no indignan, esclavitudes que no arañan las paredes de la conciencia, y todo ello pasa mientras tomamos las calles para gritar contra la injusticia.

Diversas son las traiciones morales que la izquierda está perpetrando, en nombre de los mismos principios que dice defender. Con un añadido fundamental: más allá de los gobiernos que cada cual elige, los ciudadanos otorgan un plus de prestigio a los intelectuales y a los movimientos de izquierdas, hasta el punto de que un pensador de derechas sólo puede equivocarse una vez, antes de hundirse. La izquierda puede perpetrar una vida de errores, y mantiene intacto el prestigio.

¿Sirve el ejemplo de Saramago? Defendió a Stalin como libertador, estuvo a favor del Muro de Berlín, considera a Chávez y a Castro como referentes legítimos e, incluso, entró en las listas del PC portugués, el más jurásico de los partidos comunistas del mundo, si obviamos la excepción de Corea del Norte, que detenta el honor de ser el mayor dinosaurio. Sin embargo, Saramago vocifera contra los yankees, clama contra la maldad judía, disculpa al terrorismo islamista, repite los tópicos sudados de la corrección política, y las universidades del mundo babean de complacencia, lo elevan a los altares y lo consideran un ejemplo de intelectual comprometido. ¡Qué importa que haya defendido a alguno de los asesinos más importantes de la historia reciente! ¡Qué importa la quiebra moral que ello significa! Cumple felizmente con el primer mandamiento del catecismo progresista, y eso lo convierte en ícono de la izquierda reaccionaria: "Odiarás a USA sobre todas las cosas, y a Israel como si fuera lo mismo". Si tuviera que definir este progresismo de doble moral, lo haría usando su propio concepto de solidaridad: un concepto bizco, que llora por un ojo a las víctimas que le gustan, y por el otro disculpa a los asesinos que no le disgustan.

Por supuesto, estoy a favor del pensamiento crítico con el accionar norteamericano, y practico esa convicción tanto respecto de su política en la región como en el caso de Irak. Pero el pensamiento crítico es un compromiso integral, que no permite extrañas ambigüedades. El problema de los Mafaldos no es contra quién luchan, sino contra quién no luchan ni levantan banderas. Subidos al orgasmo permanente de la caza al yankee malvado y al perverso israelí, se les escapan vivos todos los dictadores del planeta. Es decir, les preocupan más los errores de los demócratas que las locuras de los tiranos.

Hablé de traición moral. Permítanme. Traición a las mujeres que viven bajo las tiranías islámicas, sin ningún derecho, abandonadas a su suerte, culpables de no ser esclavizadas por alguna democracia occidental. Su dolor no preocupa a ningún vocero de la izquierda auténtica. No está en el catecismo del buen progre luchar por las víctimas del islam. Traición a la libertad, minimizado el terrorismo nihilista, perdonados los suicidas "jihadistas", reconvertidos en milicianos los fanáticos enloquecidos que matan a decenas de personas en los autobuses de Jerusalén o en los mercados de Bagdad. ¿Se han fijado que si matan americanos o judíos, son resistentes, pero si matan españoles o ingleses, son terroristas? Los mismos. Su mismo totalitarismo nihilista. La misma financiación. La misma tecnología vía satélite, conectada a la Edad Media. Pero distinto rasero.

Traición a la tolerancia, con ese coqueteo desacomplejado con el nuevo antisemitismo que corroe al mundo. Traición a la inteligencia, convertida la ideología en una religión, y las ideas en dogmas de fe. Y, finalmente, traición a la solidaridad, cuya bandera manchan de tanto usarla como munición demagógica. El mundo, sin duda, no vive un tiempo de luz. Pero la izquierda tendrá que preguntarse qué culpa tiene en esa oscuridad. Tanto por las palabras que dice como por los silencios que otorga. ¿No será que los Mafaldos han traicionado a Mafalda?

Terragno:"Soy parte de la coalición de Telerman"

Por Laura Capriata


Rodolfo Terragno ya se siente parte de la coalición de Jorge Telerman, el jefe de gobierno porteño, que por estas horas prevé sumarlo a su gestión desde la conducción de un Instituto de Prospectiva, encargado de planificar el papel que jugará Buenos Aires en el desarrollo del país en las próximas décadas. En una entrevista con LA NACION, el senador radical independiente y uno de los principales gestores de la Alianza explicó los objetivos del instituto y el motivo de su apoyo al frente porteño que compite contra el macrismo y el kirchnerismo.

-¿Cómo define al Instituto de Prospectiva?

-Su primera tarea sería un trabajo titulado Argentina 2010-2016, con el fin de definir el rol de la ciudad en un proyecto de desarrollo económico y social del país, como mediadora en la interrelación entre la estructura productiva del país y el mundo.

-¿Eso no aumentaría el centralismo de Buenos Aires?

-Al contrario. Siempre nos encerramos en falsas opciones: agro o industria, mercado interno o externo, ciudad o interior. Los países exitosos son industriales y agrarios, con mercado interno y exportadores, con grandes ciudades, pero descentralización económica territorial.

-¿El instituto ya es un hecho?

-Falta la aprobación formal de Telerman. Le hice toda mi propuesta y él tiene que dar su palabra final.

-¿Sobre qué ejes trabajaría?

-Ciencia y técnica, ecología urbana, políticas sociales interjurisdiccionales y la creación de un gran centro financiero internacional y mercado de capitales. Habría que articular el sector privado, el público, el académico, las empresas. Requiere coordinación con poderes públicos nacionales, provinciales y municipales.

-¿Tendrá apoyo de la Nación, tras la pelea del Gobierno con Telerman por el acuerdo con Carrió?

-Primero, habría que ver quiénes son para entonces las autoridades nacionales, porque es un acuerdo de largo alcance, más allá de la coyuntura. Cuando empecé a hablar este tema con Telerman, en abril de 2006, también parecía imposible que se formara un frente con Carrió.

-¿Le gusta el acuerdo con ARI?

-Estoy a favor de las coaliciones. No hay democracia sin partidos.

-Habla como si ya se sintiera parte de la coalición de Telerman.

-En un sentido sí, porque fui uno de los promotores. Yo siempre creí que Macri terminaría compitiendo en la ciudad y que la opción sería Macri o el candidato de Kirchner. Entonces me parecía importante una tercería que fuera embrión de algo.

-Si hace un año que habla del instituto con Telerman, ¿cree que él lo concreta ahora por oportunismo electoral?

-El admite que esto puede ser un rasgo de su gestión, entonces el momento de mostrarlo es cuando se está postulando para el cargo.

-¿No le molesta que lo usen para captar votos?

-La política es un juego de utilidad que se puede ejercer legítimamente. También yo encuentro utilidad en llevar mis ideas a una coalición que puede potenciarlas.

-¿A quién votará en octubre?

-Tengo una inclinación por Lavagna; es el que más se aproxima a mi proyecto económico y social.

-¿Qué le objeta a Kirchner?

-Cree que las leyes, las instituciones y la Justicia, cuando se oponen a sus propósitos, atentan contra la eficacia gubernamental. Y ésta es una idea muy peligrosa. Por otro lado, no tiene un proyecto para el país.

-Es obvio que Kirchner le cae mejor a Telerman que a usted.

-Sí. Yo soy un claro opositor al Gobierno desde el primer día, y dentro de la coalición habrá gente que vote a Kirchner, a Carrió y a Lavagna. Lo que hay que mirar es si los puntos de coincidencia son mayores que los de diferencia.

Corea del Sur y la UE inician hoy sus negociaciones para el TLC

Corea del Sur y la Unión Europea (UE) inician hoy en Seúl la primera ronda oficial de negociaciones para un Tratado de Libre Comercio (TLC), informaron fuentes oficiales surcoreanas.Esta primera ronda se celebrará hasta el día 11, después de que ambas partes anunciaran este domingo la apertura de negociaciones en presencia del ministro de Comercio surcoreano, Kim Hyun-chong, y el comisario comercial europeo, Peter Mandelson.

Seúl y Bruselas tratarán de firmar un amplio tratado que incluya prácticamente todos los intercambios comerciales, con pretensión de ultimarlo dentro de un año.

Corea del Sur se mostró confiada en que la eventual firma de un TLC con la UE ayude a reforzar su posición como punto de conexión entre Europa, Asia y Estados Unidos.

La UE es el segundo mayor socio comercial de Corea del Sur tras China.

El intercambio comercial con la UE ocupó un 12,4 por ciento de su comercio en 2006 y el volumen comercial entre los dos se duplicó en los últimos cinco años, según datos oficiales surcoreanos.

Además, Corea del Sur fue el octavo país del mundo que más vendió a la UE y el 14 comprador de productos europeos en 2005.

El inicio de las conversaciones con la UE llega un mes después de que el pasado 2 de abril Corea del Sur y EEUU concluyeran sus negociaciones para un TLC, después de diez meses de reuniones.

Hasta ahora Corea del Sur ha firmado tratados de libre comercio con Chile, Singapur y la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), pero se encuentra en proceso de negociaciones con otros catorce países.

Comer más sano, pero sin gastar de más

Consejos de especialistas en nutrición

Ya sea en el gráfico de la pirámide alimentaria o del flamante óvalo nutricional argentino, los cereales y las legumbres, junto con las frutas y las verduras, son los dos grupos de alimentos en los que debería basarse una gran parte de los platos que llegan a nuestra mesa. Pero las legumbres son casi inexistentes, las cinco porciones diarias de frutas y verduras suelen quedar en el olvido, mientras las carnes son el eje de nuestra alimentación.

"Los argentinos no sabemos reemplazar adecuadamente las carnes, ni revalorizamos un guiso bien hecho con más legumbres, fideos o arroz, cuando esa mezcla total en una olla le aporta al organismo lo necesario para una buena salud alimentaria", afirmó la doctora Marcela de la Plaza, médica especialista en nutrición y coordinadora de las charlas para la comunidad de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN).

La variada lista de argumentos a favor de una alimentación monótona va desde la falta de tiempo para cocinar hasta el remediable desconocimiento de cómo combinar adecuadamente alimentos que reemplacen a las salchichas y hamburguesas, el churrasco, las papas fritas y el puré, o hasta el costo de los alimentos.

Sin embargo, los especialistas coinciden en que se puede comer mejor sin gastar de más. El secreto está en saber combinar los distintos productos de las góndolas para aprovechar lo que cada uno aporta al organismo.

Por ejemplo, ingerir alimentos ricos en fibra soluble, como las frutas, las verduras, la avena y las legumbres, disminuye el riesgo cardiovascular porque combate la obesidad y el colesterol, ayuda a controlar mejor la diabetes al hacer más lenta la absorción de la glucosa y aumenta la protección del organismo contra el cáncer de colon, ya que diluye los cancerígenos.

La fibra soluble es esa parte de los vegetales que al hidratarse demora la eliminación de la comida para atrapar sus nutrientes, además de ser ella misma nutriente de la flora intestinal. Las verduras, las frutas, las legumbres (lentejas, arvejas, porotos, garbanzos, soja o maní) y los cereales integrales son los alimentos que más la aportan.

Pero, en el país cuyo nombre se asocia en todo el mundo con sus carnes, ¿cómo se puede reemplazar el aporte de hierro y proteína de un jugoso bife? Con un buen plato de legumbres, pero siempre que se lo combine con cereales y vitamina C para que el organismo absorba el hierro.

"La mayoría de las legumbres tiene un bajo contenido de grasa que, al ser de origen vegetal, es poliinsaturada [reduce el colesterol "malo" o LDL]. Además, son una buena fuente de fibra soluble y una muy buena opción para la mesa de las personas diabéticas o con colesterol alto", explicó De la Plaza. A las primeras, por ejemplo, un plato de lentejas les aumenta menos el nivel de azúcar en sangre que un plato de arroz. Y comer un revuelto de arvejas y huevo si se tiene colesterol alto permite que las legumbres reduzcan la absorción del colesterol del huevo.

Y la combinación con cereales o carne picada ayuda a completar lo que le falta a las legumbres: ciertos aminoácidos esenciales. "La calidad de las proteínas vegetales se puede mejorar con una pequeña cantidad de proteína animal o combinándolas entre sí."

Así, comer pan con queso, arroz con leche o polenta con salsa bolognesa mezcla proteínas de origen animal y vegetal, mientras que un plato de arroz con lentejas reúne las proteínas que aporta el cereal con la de la legumbre. Otras opciones son una ensalada de lentejas con huevo, zapallitos con carne picada o polenta preparada con leche. Si de postre se agrega una fruta, como una naranja o un kiwi, se mejora la absorción del hierro.

"Un plato muy completo para los chicos es la polenta si se prepara la mitad con caldo y la mitad con leche y se le agrega tuco con un poquito de carne o una cucharada sopera de queso rayado por persona", explicó la médica, como lo hace en las charlas gratuitas que la SAN dicta el tercer miércoles de cada mes, de 14 a 16, en el Paseo la Plaza (011 4954-0400).

Por Fabiola Czubaj
De la Redacción de LA NACION

Enlatados e hipertensión



"Las arvejas, los garbanzos o las lentejas son lo más económico que se puede encontrar en un supermercado. Si antes de consumirlos se los lava en un colador debajo de la canilla, pierden un 50% del contenido de sodio", explicó la doctora Marcela de la Plaza. Y si lo que falta es tiempo para cocinar, los tomates perita, los cereales o las legumbres secas para hervir en casa son otra opción sin sodio. "Las de lata hay que lavarlas antes de comerlas", insistió.

Sin excesos con las calorías

En tiempos en los que se persigue la delgadez, pensar en integrar a la alimentación cereales, legumbres, pastas o guisos genera una duda: ¿y las calorías?

Una comparación realizada por nutricionistas de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) entre comidas indica, por ejemplo, que un churrasco y un plato de fideos con tuco tienen casi el mismo aporte calórico. "Tienen muchas más calorías los alimentos ricos en grasa, como los quesos, porque cada gramo de grasa aporta 9 calorías, que los hidratos de carbono, que aportan 4 calorías por cada gramo consumido", explicó la doctora Marcela De la Plaza, de la SAN.

Y los cereales son en un 60% hidratos de carbono "sin aporte de grasa, por lo que no tienen tantas calorías como se suele pensar", agregó. En cambio, por ejemplo, 100 gramos de queso del tipo por salut tienen 300 calorías, mientras que 100 gramos de arroz cocido aporta unas 100 calorías. "Pero, acá, estamos hablando de cocinar unos 30 gramos de arroz, que se hincha, o 100 gramos de lentejas cocidas, que le aportan a la persona unas 170 calorías", dijo.

Los cereales integrales y sus derivados, como el arroz integral o los panes multicereales con semillas que se ofrecen en los supermercados, aportan fibra vegetal de tipo insoluble, lo que mejora la función intestinal y alivia el estreñimiento.







Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/906191

Producir información en Internet costos y beneficios

Se trata de un proceso que no es autofinanciado por los ingresos publicitarios, lo que ha obligado a las empresas editoras a buscar nuevos modelos de financiación.

Los primeros pasos para intentar rentabilizar este ¨trabajo¨ surgen en Estados Unidos, con propuestas como las de vender contenidos a los proveedores de Internet, cobrar por la consulta de noticias archivadas según una jerarquía de temas, vender contenidos a ciertos nodos locales, o realizar ofertas del tipo "pague dos y llévese tres". Estas acciones pueden contribuir a incrementar los ingresos, pero no parecen la solución a los problemas de financiamiento y rentabilidad.

Estudios internacionales revelan un patrón interesante, relevado entre 550 diarios de todos los continentes: cuanto más tiempo lleve funcionando el sitio web mas probabilidades tiene de ser rentable.

Otro estudio, realizado por Advanced Interactive Media Group (www.aimgroup.com), revela que un 80% de los diarios estadounidenses con presencia en la web ya tiene alguna sección cuyo contenido se vende, aunque la mayor parte apenas vende artículos de archivo y el 95% de éstos son vendidos al por menor.

Por ejemplo, los diarios The Washington Post y The New York Times, cobran unos 15 dólares por acceder a sus archivos a través de la Web.

En Estados Unidos, los anunciantes destinan a Internet un muy pequeño porcentaje de la inversión total en publicidad en todos los medios.

Considerando el universo de paginas, aproximadamente el 80% del espacio de publicidad de la web sigue sin venderse, incluso en sitios muy visitados como Yahoo, y el espacio que resta se remata a precios muy bajos.

The Alburquerque Journal de Nuevo México, con una circulación media de 110.000 ejemplares, fue uno de los primeros diarios en suprimir el acceso gratuito a sus informaciones a texto completo.
Estableció una tarifa de suscripción mensual de 8 dólares y de 60 dólares al año, y limitó el acceso libre sólo a los contenidos de la portada, la sección de deportes y los clasificados.

Charly García y las damas mendocinas

Por ALEJANDRO CASTAÑEDA


Que Charly García haya pedido un servicio de acompañantes en un hotel de Mendoza, es raro. Pero que esa velada haya terminado en un escándalo, es menos raro. Después de estar nueve horas con cinco chicas VIP, adiestradas para todo servicio, Charly se habría negado a pagarles.

Los caminos del rock y los delivery son inciertos. El sexo tiene sus rarezas, es cierto, pero cinco mendocinas para un cuerpo tan estropeado, suena como abuso feminista. Con tanto servicio a domicilio, con tanta hotelería sofisticada, el pobre Charly seguramente buscó en esa aburrida tarde del domingo el auxilio de la conserjería para aliviar la soledad. Pidió cinco de las mejores y llegaron. Estuvo con ellas desde las 11 hasta las 20, en un clima cordial, pero al recibir la factura dio un salto: le querían cobrar 10 mil pesos por esos multiplicados mimos cuyanos. Charly, por supuesto, no pagó. La gente famosa no se detiene en esas minucias. Quizá imaginó que la visita era parte de la producción o una promoción hotelera. Ahora, entre nosotros, la tarifa mendocina en sexo colectivo es altísima y habría que avisarle de este aumento a la gente del INDEC, cosa que cuando llegue la hora de medir la canasta familiar ponga este servicio entre las cosas que más se han incrementado.

Andar sin nadie en el otoño mendocino, es bravo, pero a dos mil pesos la compañía, los solitarios andinos ya no tienen esperanza. El oficio de las acompañantes con el tiempo se ha ido desnaturalizando. Primero fue como una encomienda portátil para terminar con la soledad, que duele, no vaya a creer, y mucho más en la Cordillera. Detrás del amable nombre de buenas compañías, más de un viajero encontró sosiego en noches de insomnios y ojeras. Después, las visitas incluyeron el deseo como algo opcional y las acompañantes ampliaron su currícula para ofrecer otro tipo de esparcimiento. Se fueron capacitando y aprendieron a diferenciar la camaradería de los mimos y a poner el tarifario a la altura de esos esfuerzos. Los que lo conocen saben que Charly está más allá del deseo, que sus ganas no son como la de los demás mortales, que el fuerte de él nunca fue la cama y que quizá reclamó, en el apacible mediodía cuyano, una niña de turno para esperar juntos el atardecer. Si Sandro se casó y alguien puede soñar junto a Silvia Suller, pensó Charly, por qué no buscar unas quintillizas cuyanas para pasar la tardecita. En eso estaba cuando la más amable de las visitantes le mostró la factura: 300 pesos la hora. Charly, un experto en terminar la función antes de tiempo, empezó a gritar y el sexteto se bajó del escenario a puro escándalo. Ahora la juisticia cuyana le dio la razón al artista: como la prostitución está prohibida, no se puede tratar de cobrar por una actividad ilegal.

No es fácil tocar en el interior. Como las distancias duelen, en los hoteles cinco estrellas las buenas muchachas son parte de la media pensión. Los artistas de rock siempre tienen permiso para usar gente y extravagancias como si fueran parte del frigobar. El turismo se ha potenciado tanto que el vaucher de algunos residenciales incluye alguna pelirroja de trasnoche como copa de gentileza. Es -dicen las guías de turismo- para que el viajero no extrañe el hogar. Son chicas que estudiaron para amas de casa y van a dormir a domicilio, sin otro opcional, dulces compañías que desembarcan hasta con un repasador bajo el brazo, como para que el cliente no extrañe la vida hogareña. El marido distante levanta el teléfono, llama y al rato entra una señora que cumple a la perfección el rol de la patrona: se demora en el baño, discute con el fulano por el precio de las góndolas y no apaga el velador hasta que el visitante se duerme. Son costosas, es cierto, pero hay veces que las pesadillas se ponen tan insistentes, que no estaría mal pedir a una de esas chicas para que venga a dormir con uno, sin maldades ni mala intención, que estén allí, perfumadas y listas, a la hora del sueño. Y que nos digan las buenas noches con dulzura y a precio de costo.

En una semana en que desde el Vaticano se abolió el limbo y se relanzó el infierno, en una semana con mucho 'ocupa' buscando en el loteo celestial un lugar para la posteridad, lo de Charly en el purgatorio mendocino fue una celebración pagana. Es que él siempre vivió en el limbo y de golpe el Vaticano dio la orden de desalojo. La noticia lo sorprendió solito y en tierras de vendimia. Al quedarse sin espacio, Charly buscó entre los ángeles mendocinos un nuevo sitial para acomodar su existencia. No preguntó el costo porque esta gente nunca pregunta esas cosas. Pero los diez mil pesos que le facturaron hablan de una carestía mendocina que amerita la presencia de Guillermo Moreno, para que fiel a su estilo negociador, vaya, patotee al gremio de las acompañantes y fije de prepo un arancel que no desaliente ni el turismo ni el amor.

Ahora que se cerró el limbo, ¿donde irá a pernoctar De la Rúa? Mientras no se le dé por ir a Mendoza y pedir acompañantes, está todo bien.