La segmentación electoral: la información es poder


 Xavier Peytibi,

A mediados de los años noventa el partido republicano estadounidense creó “The Voter Voult”, una completa base de datos de los votantes de los Estados Unidos. Fue infrautilizada hasta 2004, cuando ya disponía de 168 millones de entradas. Ese año, en la campaña de George W. Bush, su asesor, Karl Rove, vio la importancia que podría tener esa información para conocer mejor a los votantes, saber qué piensan, donde están y qué mensajes les podrían enviar. Esa información se le suministraba al ejército de activistas del partido, con lo que sabían donde ir y con quien hablar, ajustándose a las preocupaciones específicas de esos votantes y dotándose de un argumentario específico para cuando hablaran con ellos.

Desde entonces, la segmentación se usa en las campañas electorales de todo el mundo para adaptar los mensajes del candidato a cada colectivo determinado, con el fin de conseguir una aproximación más efectiva. El objetivo es que el electorado se sienta escuchado y próximo a un partido. La gracia de la segmentación es crear mensajes dirigidos directamente a estos grupos, para así reclutar votantes que, de otra forma, no se hubieran identificado nunca con el candidato o para activar a aquellos que están de acuerdo en una temática concreta pero no tanto en el resto. Los datos son información, y la información es poder para discernir mediante qué mensaje un partido o un candidato puede acercarse más a un simpatizante o votante, sea para activarle o para que vaya a votar.

Así, la segmentación electoral pretende conocer a los votantes para hacerles llegar el mensaje oportuno, aquello que les importe y que consiga movilizarles. Consta de cuatro fases:

1. Conocimiento. Establecer las herramientas para conseguir conocer a esos públicos. Se puede lograr a partir de encuestas, de entrevistas, de puerta a puerta, de focus group, de aplicaciones en redes sociales, etc. Se preguntará sobre qué les gusta y qué piensan, pero, también, qué opinan sobre su candidato y sobre el contrincante. Un ejemplo interesante, antes de que la segmentación fuera un arma electoral usual, fue el de los asesores de George Bush padre, que desarrollaron, ya en 1988, un focus group no con partidarios de su cliente, sino con partidarios de su rival, el demócrata Michael Dukakis, que era favorito en las presidenciales. A través de este focus group fueron capaces de identificar que incluso los partidarios más acérrimos de Dukakis eran algo críticos con su posición respecto a la lucha contra el crimen, convencidos de que era demasiado condescendiente. Como resultado, se trabajó ese matiz del mensaje político de Bush como el garante de la protección ciudadana contra el crimen e incluso se rodaron anuncios televisivos (emitidos en todos los canales nacionales) que jugaban con la idea de que si ganaba Dukakis dejaría abiertas las puertas de las prisiones. El anuncio más controvertido fue “Revolving Door”, cuyo nivel de aceptación fue enorme y debilitó notablemente la candidatura demócrata, siendo esta una de las principales razones de la victoria de Bush, según las encuestas post-electorales.

2. Clasificación. Se trata de ordenar y entender los datos recabados, mediante mapas, bases de datos e infinidad de diferentes clasificaciones (intereses, preocupaciones, edad, género, ocupación…). No es suficiente con tener los datos, hay que enumerarlos y analizarlos, clasificando a la ciudadanía según sus deseos y preocupaciones. El equipo de estrategia del candidato usará esos datos (por ejemplo el Voter Voult en el caso de los republicanos o Demzilla en el de los demócratas) para establecer prioridades en la estrategia de campaña y localizar conjuntos de población homogénea -o con puntos en común- para definir para ellos un mensaje que los acerque al candidato. Esas bases de datos estarán constantemente actualizadas, incluyendo también material de empresas privadas. El objetivo es cruzar toda la información para tener una mejor segmentación de públicos, para ajustar el mensaje a sus intereses.

En las actuales elecciones norteamericanas, por ejemplo, hay datos al alcance de cualquiera –y que los partidos habrán mejorado exponencialmente- que nos indican la tendencia de voto de determinados colectivos. En la web de Gallup existen referencias históricas de votos por segmentos poblacionales reunidos desde 1952. Se sabe que el 55% de los universitarios vota demócrata, que el 60% de protestantes vota republicano, que el 55% de personas que van a la Iglesia votan republicano, que el 62% de los propietarios de armas votan republicano, que el 65% de las solteras –por el 60% de solteros- votan demócrata, e incluso que el 55% de las casadas votan republicano (excepto en el caso de Bill Clinton, donde la mayoría de ellas votó demócrata).

3. Mensaje. Lo más importante de esta fase es decidir qué mensaje hará que los electores se decidan por el candidato. Se debe generar un mensaje que se adapte a lo que siente o piensa el público seleccionado. El objetivo es llegar al mayor número de personas que se pueda de modo directo, hablando su mismo lenguaje y expresando sus mismas emociones. Un buen ejemplo lo vimos durante la campaña de Bill Clinton de 1996, donde las madres del fútbol (soccer moms) –madres trabajadoras de renta media que llevan a sus hijos a jugar al fútbol- fueron un objetivo clave a la hora de segmentar el mensaje económico de la candidatura de Clinton.

Otro ejemplo es a través de algunas webs de candidatos: dependiendo del sitio donde se encuentre el votante, la información que se muestra en la web será diferente, priorizando los mensajes que tienen que ver con sus intereses. El primero en usar esta estrategia online fue el equipo de Hillary Clinton en 2008, cuando difundía diferentes mensajes según el Estado donde se encontrara el visitante de la web.

Es importante también monitorizar el mensaje para saber si este llega al público deseado y de la manera deseada o si, por el contrario, debe modificarse. Se gastan ingentes cantidades de dinero para llegar a estos públicos, por lo que es básico aprovechar bien el trabajo realizado en las anteriores fases de la segmentación.

4. Difusión. Se debe conseguir que el mensaje llegue corrctamente mediante la difusión a través de diferentes medios -personales (email, llamadas, puerta a puerta) o generales (redes sociales, diarios y revistas, medios de comunicación, etc.)- que son más usados por estas personas.

Existen datos fiables sobre el modo de vida y hábitos de consumo de demócratas y republicanos que permiten a los equipos de campaña incidir o colocar publicidad en determinados productos o soportes, así como ir a buscar a sus votantes allí donde están. Un ejemplo fue en 2008, cuando los anuncios de Obama aparecían frecuentemente en “Dos hombres y medio”, serie que según las encuestas gusta a los demócratas. Gracias a estas encuestas, los equipos de campaña pueden saber, también, que el 46% de los republicanos tiene perro, por solo un 30% de los demócratas; o que los demócratas prefieren ver la MTV o jugar a videojuegos mientras los republicanos ven programas y series como ‘Dancing with the stars’ (el ‘Mira quien baila’ americano), ‘The Office’ y ‘El Mentalista’; o que la mayoría de los republicanos prefiere el futbol americano o la NASCAR mientras los demócratas prefieren ver la NBA

Todos estos datos son útiles para poder publicitar el mensaje del respectivo partido o candidato allí donde van o donde consumen sus votantes. En esta campaña de 2012, el candidato Rick Santorum insertó publicidad en uno de los automóviles que competía en una de las carreras de mayor importancia del circuito NASCAR: el Daytona 500. En su caso, el coche era un Ford Fusion, fabricado en Detroit, y lo hizo justo antes de las primarias de Michigan. No solo se trata de publicidad, sino de dar un mensaje a un público determinado. No era la primera vez. También lo ha hecho Rick Perry este mismo año, e incluso la dupla Bush-Cheney en el año 2004.


Nuevas herramientas como las redes sociales permiten aumentar también la información y los datos que se tienen sobre los votantes pero, a su vez, discernir a quien es mejor enviarle una información sobre un tema determinado. En el caso del actual presidente Obama su aplicación de Facebook, “Are you in”, permite a sus partidarios declararle su apoyo o hacer llegar a sus amigos un mensaje para que se unan. Pero bajo esta superficie ocurre algo mucho más poderoso: la primera vez que se utiliza la aplicación se pide permiso para que se añada sus datos básicos (nombre, fotografía, género, redes, lista de amigos y cualquier otra información que hayan dejado abierta para compartir en Facebook. También solicita permiso para saber el cumpleaños, ciudad actual y la capacidad de enviar correo electrónico o mensaje al muro. (Algunas de estas características puede ser invalidadas, pero la mayoría son requeridas por la aplicación). Ahora el equipo de campaña de Obama puede, por ejemplo, consultar la lista para enviar un mensaje a cada persona que se auto-identifica como demócrata, mujer, casada y mayor de 35 años, con más de 500 amigos en Facebook y hablar del tema “familia”.

Hoy en día se busca segmentar lo más y mejor posible para llegar, con el mensaje adecuado, a la mayor parte de población. La información es poder, y una buena segmentación puede conseguir aprovechar al máximo los esfuerzos humanos y económicos para ganar unas elecciones.

Cayeron las ventas minoristas por primera vez en trece meses

Un informe de la CAME indicó que la baja en las ventas de enero fue del 2,3 por ciento frente al mismo mes de 2015 y adjudicó la caída al "menor poder adquisitivo de muchas familias frente a la menor demanda de empleo y la aceleración de precios, que se viene produciendo desde fines de noviembre en muchos bienes y servicios".

La cámara empresaria destacó el fin de "una tendencia de trece meses consecutivos de alzas" en las ventas minoristas y, a la devaluación y la baja en el poder adquisitivo, agregó un causante estacionario: "La fuga de turistas hacia Brasil, aprovechando la ventaja cambiaria, y a Chile, donde Migraciones registró un 30 por ciento más de argentinos que el año pasado, provocó un menor consumo especialmente en las ciudades de veraneo".


Según el informe, los sectores más golpeados en enero fueron los de ventas de electrodomésticos y artículos electrónicos, alimentos, bebidas e indumentaria.

La semana pasada, se conocieron los números de la inflación de diciembre, cuando trepó un 6,5 por ciento. El número surgió del relevamiento de precios minoristas de la provincia de San Luis, uno de los indicadores autorizados por el Indec, tras la asunción del gobierno de Mauricio Macri, para suplir las estadísticas nacionales, que fueron suspendidas.

La cifra de San Luis fue casi el doble de la informada por el gobierno PRO de la Ciudad de Buenos Aires (3,9 por ciento), el otro indicador habilitado oficialmente como referencia.

Un sector de la Iglesia apoya a Milagro Sala y pide al Papa que no reciba a Macri hasta que sea liberada

Por: Facundo Chaves Rodríguez fchaves@infobae.com

Un grupo de sacerdotes hicieron una misa en la Plaza de Mayo. "Tenemos una hermana presa, presa política", afirmó el padre De la Serna. El obispo Lozano, de la Pastoral Social, también la respaldó


Crédito: Adriana Previde

Un grupo de la Iglesia Católica en la Argentina se expresó en apoyo de la detenida activista kirchnerista Milagro Sala, arrestada por asociación ilícita y acusada de malversación de fondos y narcotráfico. Asimismo, advirtió que le pedirán al papa Francisco que no reciba al presidente Mauricio Macri hasta que sea liberada de su arresto en Jujuy.

Se trata del grupo identificado como los Sacerdotes en Opción por los Pobres, que realizaron ayer una misa en la Plaza de Mayo, donde lanzaron durísimas críticas contra el gobierno de Macri y cuestionamientos similares a los expresados por referentes políticos del Frente para la Victoria. De hecho, el que encabezó la ceremonia religiosa fue el principal dirigente de esa agrupación político-eclesiástica, el padre Eduardo De la Serna, conocido también por participar en más de una oportunidad del programa de propaganda 678, que emitía canal 7 durante el gobierno de Cristina Kirchner.

Sin embargo, tanto la misa de apoyo como las palabras expresadas por los curas no fueron las únicas expresiones surgidas de sectores eclesiásticos preferidos del papa Francisco. También el presidente de la Comisión de Pastoral Social, Jorge Lozano, que fue adjunto del santo padre cuando era Jorge Bergoglio, tuvo palabras de apoyo a Milagro Sala. Se trata de un choque inesperado con el poder político a menos de un mes del encuentro que está previsto, el 27 de febrero, entre el sumo pontífice y Macri.

Adrián Escandar

"Mal que les pese, Milagro es su hermana", afirmó Eduardo de la Serna y agregó: "Tenemos una hermana presa, presa política. Hagámosle llegar al papa Francisco el pedido de no recibir a Macri hasta que liberen a Milagro". Además de los curas, en la ceremonia realizada en la carpa que se montó en plena Plaza de Mayo se lo pudo ver a Emilio Pérsico y otros dirigentes políticos kirchneristas que sostienen a Milagro Sala.

"Jesús fue ungido para liberar y proteger a los pobres, mal que le pese a algún CEO. A los CEOs les decimos 'queremos una patria en que el pan, el trabajo, la dignidad y los derechos humanos sean para todos`", afirmó, según reprodujo hoy Página 12, el cura De la Serna, mientras que uno de sus colegas, de nombre Ignacio Blanco, advirtió: "Este Gobierno amenaza la paz social.

Telam
¿Francisco apoya también a Milagro Sala?

Junto con la misa de ayer, hoy el presidente de la Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Episcopal Argentina, Jorge Lozano, habló de "sutil xenofobia" y dio un apoyo tácito a Milagro Sala, aunque evitó las definiciones tajantes. "En estas semanas he visto en las redes sociales y también en algún programa periodístico una especie de demonización de las organizaciones sociales y un trato hostil hacia algunos de sus dirigentes", planteó.

En una entrevista por Radio Cooperativa con el ex embajador kirchnerista en el Vaticano Eduardo Valdés, el obispo consideró "injusto" su tratamiento en las redes "que nadie chequea y son de dudosa credibilidad" y resaltó que -a su juicio- los movimientos populares "cumplen un rol importante en la vida de la comunidad en general, sosteniendo emprendimientos laborales y de autoconstrucción de viviendas, de la calidada de vida", entre otras.

"Siempre hay en todo cosas para mejorar, pero eso no significa que hay que borrar la tarea que desarrollan", aseveró. De esta manera, el obispo de Gualeguaychú hizo referencia a una carta que publicó el viernes pasado en el diario La Nación en defensa de los movimientos sociales, en el marco de la polémica por la detención en la provincia de Jujuy de la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala.

En la misiva, el sacerdote resaltó la función cumplida por estas organizaciones durante la crisis económico social de 2001 y convocó a " no caer en lo que el papa Francisco llama 'sutil xenofobia', "bajo el noble ropaje de lucha contra la corrupción o el clientelismo". "Han perjudicado más al país personajes ineptos e inmorales con importantes títulos académicos que los dirigentes humildes", dijo el prelado en referencia a funcionarios procesados por delitos económicos.

"En aquel momento (2001) los más pobres quedaron a la deriva ante la ausencia del Estado, la perplejidad de la dirigencia y el "sálvese quien pueda" de quienes se borraron esperando tiempos mejores" y "estas organizaciones fueron salvavidas que juntaron los despojos y ayudaron a que el desastre no resultara mayor", escribió el referente de la Iglesia Católica Argentina.

En este marco, el sacerdote advirtió acerca del "serio riesgo de generar un clima hostil e intolerante con estas actitudes peyorativas". "Mediante insultos basados en noticias sin chequear, se usan como 'chivos expiatorios' a algunos líderes sociales, sin mencionar a quienes se enriquecieron a costa del Estado incrementando escandalosamente sus patrimonios personales o empresariales", insistió.

Por último, Lozano dijo que a pesar de que la situación económica del país mejoró en los últimos años "estas organizaciones populares siguen cumpliendo un rol fundamental". "Las organizaciones populares, como todos los grupos humanos, tienen genialidades y contradicciones, pero que tengan que mejorar no implica que hagan todo mal y menos aún que deban desaparecer", completó.


La popularidad de Dilma Rousseff se hunde en medio de la crisis de Brasil





La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff

El índice de aceptación de la presidenta tocó mínimos históricos y llegó al 8 por ciento.

El índice de aprobación de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, tocó mínimos históricos, mientras que un creciente número de brasileños quiere que sea impugnada y cada vez menos personas creen que llegará al final de su mandato, mostró un sondeo publicado el jueves.

La encuestadora Datafolha dijo que el índice de aprobación a Rousseff cayó a un 8 por ciento, cerca al 7,7 por ciento reportado por otro sondeo reciente, en medio de un enorme escándalo por corrupción y la peor recesión económica del país en 25 años.

El porcentaje de brasileños que estiman que su Gobierno es "malo" o "muy malo" llegó a un 71 por ciento, que se compara con un 65 por ciento que opinó eso en la encuesta de Datafolha del mes pasado.

Dos de cada tres entrevistados, o un 66 por ciento, dijo que Rousseff debería enfrentar un proceso de impugnación o juicio político, frente a un 63 por ciento que opinó eso en un sondeo de abril. Aunque una mayoría de los brasileños aún espera que la líder de izquierda complete su mandato, Datafolha dijo que un 38 por ciento estima ahora que será impugnada, frente a un 29 por ciento en abril.

La popularidad de Rousseff es la más baja para cualquier presidente brasileño desde que Datafolha empezó a realizar el sondeo, incluso más baja que la de Fernando Collor de Mello en 1992, cuando enfrentó una impugnación por corrupción.

A solo seis meses del comienzo de su segundo mandato, Rousseff enfrenta crecientes llamados a un juicio político. Sus adversarios están a la espera de una protesta nacional contra su Gobierno el 16 de agosto para medir el sentir popular, además de una decisión judicial sobre cuentas de su Gobierno antes de decidir si impugnarla o no.

La incertidumbre política ha debilitado a la moneda brasileña a mínimos en 12 años. El jueves por la mañana, el real brasileño cotizaba a 3,51 unidades por dólar.

En una señal de que Rousseff está perdiendo el respaldo dentro de su coalición de Gobierno, la Cámara baja del Congreso aprobó el miércoles por abrumadora mayoría un proyecto de ley para elevar los salarios para algunos empleados públicos, un golpe a sus esfuerzos por reducir un enorme déficit fiscal.

El sondeo de Datafolha entre 3.358 entrevistados tuvo lugar entre el martes y el miércoles y fue publicado por el diario Folha de S. Paulo.

La compra de Nextel reavivó la pelea entre Clarín y Telefónica




EL REGRESO. Magnetto, hombre fuerte del Grupo Clarín, participó el miércoles de una reunión en Casa Rosada. La última vez había sido en 2007, con Néstor Kirchner.

El multimedios ya podrá brindar triple play, algo que las telefónicas podrán hacer en dos años. Mientras, Magnetto volvió a la Rosada.

Gabriel Ziblat

El Grupo Clarín ya tiene una nueva pelea. Los cambios políticos le pusieron el broche al frente de batalla que mantuvo durante ocho años con el gobierno kirchnerista pero le abrieron uno nuevo: la guerra con Telefónica. La liberalización del mercado de telecomunicaciones que la administración macrista fijó con un decreto de necesidad y urgencia encendió los reclamos silenciosos del grupo español, que visualiza un creciente favoritismo del Gobierno con el multimedios.

La compra por parte de Clarín del 100% de Nextel generó un creciente clima de tensión entre dos de los cuatros grupos que van a marcar la agenda de las telecomunicaciones (junto a Claro y Telecom). El regreso de Héctor Magnetto, CEO de Clarín, a la Casa Rosada echó más nafta a las especulaciones. La excusa fue una reunión de la AEA (Asociación Empresaria Argentina), pero significó su entrada a la Casa de Gobierno después de ocho años.

El nuevo escenario permite a Clarín comenzar a avanzar en el mercado de la telefonía móvil, que puede brindar así el servicio de triple play (televisión, telefonía e internet). El DNU de medios, en cambio, les puso un plazo de dos años a las telefónicas para a ofrecer televisión por suscripción. Podrían llegar a ser tres años, pero fuentes involucradas en las negociaciones consideran que terminarán siendo dos.

El siguiente punto de discordia estará puesto en la pelea por el espectro. El año pasado, el kirchnerismo licitó frecuencias a Telefónica, Telecom y Claro (pagaron entre US$ 500 y US$ 600 millones cada una). La cuarta empresa fue Arlink (de Daniel Vila y José Luis Manzano), que por no pagar fue obligada a devolverlas, algo que hoy está objetado en la Justicia.

Esas frecuencias las tiene la empresa estatal Arsat. Los adversarios de Clarín temen un acuerdo que incluya hacerse de dichas frecuencias, ya que Nextel necesita más espectro para crecer. “Clarín ya está en un juego que no estaba jugando, y ahora la jugada va a ser ir por el espectro”, describió una fuente del sector.

En el multimedios consideran que en una primera etapa pueden hacer un upgrade de las frecuencias actuales para mejorar el servicio que están prestando (2% del mercado), pero saben que hace falta una fuerte inversión para ampliar los horizontes, incluyendo más frecuencias y la renovación total de las antenas, que hoy le permiten llegar a toda la zona centro del país.

En ese sentido, fuentes del Gobierno aseguraron que el objetivo es “abrir el espectro lo más posible y ponerlo a disposición”. Lo que todavía no tienen decidido –dicen– es si van a licitar esas frecuencias o alquilarlas. Pero el Estado no se las va a quedar.

En el medio, todos los actores seguirán con atención los pasos que dé el mexicano David Martínez, quien compró hace más de dos años la parte de Telecom Italia que controlaba la filial argentina. Socio de Clarín en Cablevisión, pasaría a ser también competencia en el mercado de la telefonía celular. Así, el enigmático empresario podría convertirse en una suerte de árbitro. Ya hay quienes no descartan una fusión Clarín-Telecom, aunque la relación entre esos socios no estaría pasando por su mejor momento.

Mientras tanto, la nueva Nextel-Cablevisión presentó ante el flamante Enacom (Ente Nacional de Comunicaciones) los papeles para que se apruebe la transacción, que se realizó en US$ 178 millones. En el ambiente se da por descontado que el organismo lo aprobará y la pelea Telefónica-Clarín seguirá encendida. Algunos se preguntan, sin embargo, por qué el presidente de Telefónica, César Alierta, al reunirse con Mauricio Macri no hizo mención a los planes de la empresa para brindar triple play, algo que hoy aparece en el centro de la línea de fuego.

Telecom: Martínez pidió revisar el rechazo. El empresario mexicano David Martínez, socio minoritario en Cablevisión, ya está a la búsqueda de que el nuevo gobierno lo habilite para tomar el control de Telecom, algo que el kirchnerismo le negó en octubre último, luego de tenerlo durante dos años sin emitir una definición.

En los últimos días, representantes del magnate presentaron un escrito ante el Enacom pidiendo la reconsideración de la resolución que emitió la disuelta Aftic. Esa primera decisión ya había sido apelada, pero ahora inició un nuevo reclamo, a sabiendas de que cambiaron los interlocutores en el Gobierno, con los que ya tendría puentes tendidos.

En este nuevo escenario, Martínez será el tercero en discordia en la pelea entre Clarín y Telefónica. La compra de Nextel, decidida en septiembre del año pasado, marcó un quiebre entre el mexicano y el multimedios, ya que él se oponía a la compra de la empresa de telefonía móvil, sobre todo porque generaba ruido en sus negociaciones por Telecom.

Tribunal de la Competencia. Una de las medidas que está analizando el gobierno de Mauricio Macri es la conformación, después de más de 15 años, del Tribunal de Defensa de la Competencia, organismo creado por una ley en 1999. En ese ámbito, sostiene el macrismo, se definirán las controversias sobre los posibles monopolios.

Desde el Ministerio de la Producción, que conduce Francisco Cabrera, no anticiparon tiempos para el anuncio pero reconocieron que “la defensa de la competencia es una prioridad” y que van a “modernizar y fortalecer la comisión de defensa de la competencia”.

Which countries have the largest immigrant populations?




Luxembourg has the highest immigrant population of OECD countries, according to data compiled by the organisation.

The OECD gathered the data as part of its Indicators of Immigrant Integration 2015 report. For the purposes of the report, immigrants were defined as anyone not born in the country. This allows for cross-country comparisons, since many nations differ in their own internal definitions.

Luxembourg’s immigrant population stands at 37.3%, but if you include residents who are either foreign-born or who have at least one parent born abroad, the small European nation comes second to Israel.

In Israel, 32.7% of the 2013 population were born outside the country, while a further 34.4% of the population have at least one foreign-born parent. The top three is completed by Australia, where 25.7% of the population were born abroad.



Source: OECD

The chart highlights some interesting results, with certain nations reporting a high proportion of immigrants (as compared to residents with at least one foreign-born parent) – Portugal, Italy and Ireland, for example. In contrast, other nations report a much lower proportion of immigrants, notably in the east of Europe: the Czech Republic, Poland and the Slovak Republic.

The report also highlights major global differences in immigrant populations, with Japan and South Korea both reporting very low numbers compared with much of Europe.

The report emphasizes the challenges faced by immigrants in countries around the world, as they attempt to adapt to a new culture. Hurdles they may face include being schooled in a different education system and potentially learning a foreign language.

El gobierno autorizó un aumento en las prepagas

La Secretaría de Comercio oficializó una suba del 9 por ciento. El incremento regirá a partir de la semana próxima y afecta a más de un millón de hogares. El impacto devaluación también impacta en en los medicamentos.



El gobierno nacional, por intermedio de la Secretaría de Comercio, aprobó ayer un aumento del 9 por ciento a las empresas de medicina prepaga. La medida regirá desde el lunes próximo y afectará a 1,5 millones de hogares en todo el país.


En ese aspecto, la cartera conducida por el ministro Miguel Braun, sobrino del poderoso empresario Federico Braun (dueño de La Anonima y número dos de la cámara de supermercados), dio a conocer que tras varias negociaciones con las entidades que nuclean las empresas, Cimara y Ademp, se llegó a un acuerdo del 9 por ciento de aumento.


Las cámaras aducían que el aumento pretendido busca compensar lo solicitado por los trabajadores del ramo en el marco de paritarias. En ese aspecto, las empresas dejaron trascender que la devaluación del 40 por ciento hizo que los consumos se encarecieran.

Stiglitz: ''Las primeras medidas del gobierno de Macri son preocupantes''

El prestigioso economista se refirió a la situación de Argentina y alertó sobre los riesgos de la devaluación en los precios internos. "Macri se enfrenta a una tarea mucho menos intimidante que la enfrentada por Kirchner en 2003", dijo y se diferenció del pensamiento macrista que justifica el ajuste y los despidos por la denominada pesada herencia.




"Las primeras medidas del gobierno de Mauricio Macri son preocupantes: en particular, el recorte permanente en los impuestos a la exportación es una gran transferencia a los ricos, con un gran costo para los trabajadores ordinarios. Cualquiera que sean los beneficios de eficiencia, las consecuencias distributivas y para el desarrollo no pueden ser ignoradas", esas definiciones utilizó el Premio Nobel en Economía, Joseph Stiglitz, en un artículo que firmó junto al economista Martín Guzmán.



"A la vista de las crecientes presiones inflacionarias, el Banco Central probablemente elevará las tasas de interés. Si se hace con cuidado, esto podría reducir la demanda suficiente para restaurar un aparente equilibrio macroeconómico", remarca Stiglitz, al alertar sobre los riesgos de la devaluación en los precios internos a través de una suba de los bienes exportables y los importados y la caída del mercado interno producto de los despidos.



Además, señala que la situación que dejó el anterior gobierno ( a diferencia del pensamiento PRO sobre la supyesta pesada herencia), dijo: “Algunos aspectos de la situación económica de Argentina son muy deseables. No menos importante es su baja relación deuda respecto al PIB”, advierte Stiglitz.



“Como resultado, el gobierno de Macri se enfrenta a una tarea mucho menos intimidante que la enfrentada por Kirchner en 2003, después de un experimento de una década con las políticas del Consenso de Washington (la desregulación financiera, la liberalización del comercio y la privatización), junto con la paridad del peso con el dólar, que terminó en desastre”, agregó en su extenso artículo.



Según relata, en ese contexto “el gobierno de Kirchner aplicó políticas que condujeron a una reducción masiva del desempleo, la pobreza y la desigualdad”.



“La tarea de Macri es hacer frente a los desequilibrios externos y fiscales y reducir la inflación, sin deshacer lo que se ha logrado”, según sostiene.

The world’s population mapped by who is online







What would the world look like if countries were sized by the number of people online? With only a third of the world having access to the internet, many countries would virtually disappear from the map. Africa, with the exception of Nigeria and Egypt, would shrink substantially, while Germany, France and the UK would swell, making Europe as a whole gargantuan.

China and India’s huge populations make up for the fact both countries have a smaller percentage of online users.



Oxford University’s Internet Institute built the above visualization using 2013 data from the World Bank. The map shows that Asia has 1.24 billion internet users, just under half of the world’s total.

China has the most internet users in the world, with 600 million people online, followed by the United States (270 million), India (190 million) and Japan (110 million).

Outside of Europe, North America and Oceania, only five countries have over 80% of the total population online. Those countries are Japan, South Korea, Bahrain, Qatar and the United Arab Emirates.

The map was made by sizing each country based on the absolute number of internet users, while keeping the countries’ and continents’ real shapes.

Crisis en Quilmes: Renunciaron el secretario de seguridad y el secretario de Gobierno


Federico Peña presentó su renuncia al cargo, tras menos de dos meses de rodaje en la gestión. Molina dijo que iría a un cargo nacional.
También renuncióel secretario de Gobierno proveniente del radicalismo, Fernándo Pérez.


La Municipalidad de Quilmes confirmó oficialmente lo que era un secreto a voces: la renuncia al cargo de secretario de Seguridad de Federico Peña, que desembarcaría, según indicó el intendente Molina, en un área Provincial. El municipio el área en manos de Guillermo Sánchez Sterli, secretario Legal y Técnico, mientras que las subsecretarías y direcciones continuarán funcionando de manera normal.

Aunque rondan diversas especulaciones, fuentes cercanas al municipio aseguran que la renuncia del secretario de gobierno es indeclinable debido a “fuertes internas por el incumplimiento de acuerdos políticos realizados previamente a la asunción y poco margen de juego para Pérez”.
Durante este fin de semana, Pérez y sus socios políticos decidirán cuales serán los próximos movimientos.

El gremio de la carne pidió la renuncia al secretario de Comercio por la estampida de precios en los alimentos

"Se perdió el control de la comercialización desde que asumió el secretario de comercio Miguel Braun", dijo Silvio Etcheun.





El secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Carne, Silvio Etcheun, salió este jueves a pedirle la renuncia al secretario de Comercio, Miguel Braun, porque no controló a los formadores de precios elevaron el valor del producto en un 66% desde noviembre.

"Se perdió el control de la comercialización desde que asumió el secretario de comercio Miguel Braun, quien no hizo un seguimiento específico en los 3.500 matarifes y supermercados", se quejó Etcheun.

Ante las expectativas de devaluación con el nuevo Gobierno, el reacomodamiento de los precios se hizo a un dólar de 16 pesos, lo que provocó que hoy el valor de la carne en góndola esté un 66 por ciento por encima del registro del 1 de noviembre de 2015.

Según Etcheun, los matarifes y las grandes cadenas de supermercados –que forman los precios- se cubrieron con un dólar más alto del que realmente convalidó el Gobierno de Mauricio Macri y luego no reacomodaron sus precios sino que los dejaron arriba.

"Nosotros advertimos al ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, de la situación de los 3.500 matarifes y de los supermercados", dijo Etcheun en declaraciones a FM Concepto.

Consideró también que Braun debería "correrse" de sus funciones en la secretaría de Comercio porque "no ha sabido ni podido salir a controlar los precios" de la carne en la cadena de comercialización.

"Pedimos la renuncia del secretario de Comercio", dijo Etcheun, quien aseguró que por culpa de la falta de control y de los aumentos registrados ahora los trabajadores deben esperar al reacomodamiento para poder salir a pedir un aumento salarial.

Etcheun dijo que ni siquiera en los supermercados de la cadena La Anónima, que pertenece a la familia de Braun, se han retrotraído los precios de la carne y de otros productos que registraron aumentos "excesivos, abusivos y especulativos".

"Nuestras amas de casa y trabajadores ya casi no comen carne. El aumento excesivo, la falta de control para evitarlo y la pérdida de poder adquisitivo del salario hizo que se fuera dejando de comer carne", se quejó Etcheun.

Señaló el gremialista que hay algunos sectores comerciales como el de las grandes cadenas de supermercados que se están haciendo los "pícaros" y envasan carne con la leyenda que indica ser "de primera" cuando en realidad es "de cuarta".

Escuela y memoria: Dictadura, democracia y Malvinas en el imaginario joven

Una amplia encuesta a estudiantes de último año del secundario revela la importancia de la escuela en el conocimiento de la última dictadura. Hay una altísima valoración de la democracia y un importante aval al reclamo de soberanía sobre las islas Malvinas.


La escuela pública, a años luz de los medios de comunicación o las redes sociales, constituye la principal fuente de conocimientos sobre la última dictadura para los jóvenes que acaban de terminar el secundario. Lejos de la fenecida teoría de los dos demonios, las víctimas del terrorismo de Estado son concebidas por quienes se formaron durante la última década como sujetos políticos que fueron secuestrados y desaparecidos por sus luchas o por sus ideas. Los datos surgen de un estudio de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires realizado junto al área de Educación y Memoria del Ministerio de Educación a partir de las respuestas de 2500 estudiantes en 37 escuelas de todo el país. Los jóvenes nacidos en 1997/98 saben poco del Juicio a las Juntas y nada sobre las leyes de impunidad de los ‘80. Más de la mitad maneja alguna información sobre los procesos reabiertos hace tres lustros y para dos de cada tres la recuperación de la soberanía sobre las Islas Malvinas debe ser prioritaria en la agenda nacional. Tienen un aceptable conocimiento del Holocausto y una altísima valoración de la democracia.
La escuela pública

La escuela pública aparece con un rol central en la transmisión de la memoria sobre el pasado reciente. En tiempos en que las redes sociales y los medios de comunicación tienen una enorme influencia sobre los jóvenes, es la educación pública la que se queda con el mérito de que manejen información sobre el terrorismo de Estado. El 68,2 por ciento respondió que fue en la escuela dónde escuchó hablar con mayor frecuencia de la última dictadura. Detrás aparecen la televisión (13,4) y la casa (11,9). Ante la pregunta sobre el primer contacto con el tema, también encabeza la escuela (56,8) aunque seguida por el hogar (29,2) y más lejos la televisión (9,1). (Ver gráfico 1)
Luchar y pensar

Dos de cada tres jóvenes (66,7 por ciento) vinculan las desapariciones con “luchas democráticas”. Si bien la pregunta sobre los motivos de las desapariciones fue abierta (y permitía más de una respuesta), los investigadores agruparon en esa categoría frases como “los que peleaban por sus derechos”, “los que marchaban”, “los que participaban en partidos políticos” o “los que protestaban”. “Los estudiantes transfieren a la generación de militantes de los setenta las preocupaciones, modos, prioridades y estilos de la militancia de las últimas dos décadas, alimentados también por escasa información concreta y particularizada en las referencias acerca de los desaparecidos y sus militancias”, destacan los autores.

En segundo lugar (43,2), casi literalmente, aparece el hecho de “pensar distinto” como causa del secuestro y la desaparición en manos del Estado. “Para ellos ‘el pensar’ es también un lugar de la acción, individual, contestataria y molesta al poder”, advierten. Más allá de la diferenciación entre “pensar” y “hacer”, es clara la distancia con “las representaciones típicas de los dos demonios” con su consecuente criminalización generalizada de las víctimas. En tercer lugar (28 por ciento) aparecen las “militancias e identidades específicas”, con respuestas como revolucionarios, montoneros, peronistas, ERP, trabajadores o dirigentes gremiales. Detrás (12,6) figuran las respuestas referidas a “víctimas inocentes”, como “estar en una agenda”. (Ver gráfico 2)
Un solo demonio

A la hora de identificar a los responsables de lo sucedido durante la dictadura (otra pregunta abierta, que permitía considerar no sólo los delitos derivados del terror estatal), prácticamente la totalidad (96,3 por ciento) de los jóvenes apuntaron a las fuerzas armadas y de seguridad. El 74 por ciento dijo directamente “los militares”. “Estaríamos asistiendo a un fin del relato clásico de los ‘dos demonios’” que deja lugar a “un relato donde predomina casi exclusivamente la responsabilidad de los militares”, advierten los autores, que proponen llamar “unidemonio” al nuevo tipo de representación.

En contrapartida con el rol central de las fuerzas armadas, las “responsabilidades civiles” aparecen desdibujadas para los estudiantes que respondieron la encuesta: sólo el 4,4 por ciento apuntó al rol de empresarios, grupos económicos, medios de comunicación o miembros de la Iglesia católica. Un 2,3 eligió opciones dentro de la categoría “guerrillero o terrorista”, términos que mencionaron sólo 5 de los 1811 jóvenes que contestaron la pregunta sobre los responsables de la dictadura. En paralelo con el espacio estelar de los militares aparece “la representación positiva de las víctimas y la quita de cualquier responsabilidad de lo ocurrido, pero al mismo tiempo la debilidad en la aparición de otros actores”, advierten los investigadores. (Ver gráfico 3)
Los juicios

Nacidos en plena impunidad durante la década menemista, los jóvenes muestran un conocimiento muy bajo sobre los hechos ocurridos en los años ‘80, con el primer esbozo de justicia frente al terrorismo de Estado. Sobre el emblemático Juicio a las Juntas que condujo la Cámara Federal porteña, un 38,1 por ciento manifestó haber escuchado “algo” del tema. Ante la pregunta sobre quién era el presidente en aquel lejano 1985, apenas un 7,2 pudo identificar a Raúl Alfonsín.

Las leyes de Punto Final y Obediencia Debida que paralizaron los procesos son todavía menos conocidas: un 15 por ciento de los jóvenes manifestó haber escuchado hablar sobre las normas que garantizaron la impunidad y sólo un 2,3 demostró tener algún conocimiento concreto sobre su contenido.

Con respecto a los juicio actuales a los responsables de los delitos de lesa humanidad, el conocimiento es muy superior. Ante una pregunta cerrada que ofreció distintas opciones, casi un 60 por ciento manifestó que “algunos están condenados, otros libres y otros están siendo juzgados”, frente a un ínfimo 7,3 que piensa que “nunca fueron juzgados”. El 24,1 pudo identificar al menos un centro clandestino de detención. Sólo el 40 por ciento pudo identificar a 1976 como el año de inicio de la dictadura y sólo el 22 recordó la fecha exacta del golpe de Estado.
Malvinas, prioridad nacional

1714 sobre los 2512 jóvenes encuestados expusieron su mirada sobre las causas de la guerra de Malvinas en una pregunta abierta. Casi la mitad (47,3) señaló la usurpación por parte de Inglaterra y la legitimidad del reclamo argentino. Más desdibujados aparecen en segundo lugar los motivos vinculados a las estrategias de la dictadura para autopreservarse: un 20 por ciento respondió con frases como la “necesidad de los militares de quedarse en el poder”, de “ocultar lo que estaban haciendo” o de “hacer negociados”. El 12,3 vincula la guerra con disputas por recursos naturales (a la cabeza el petróleo, luego la riqueza pesquera y el acceso a la Antártida) y sólo un 5,1 por ciento de las respuestas hace alguna mención a términos como “colonialismo” o “imperialismo”. (Ver gráfico 4)

Sólo un 36 por ciento sabe que la guerra fue en 1982 y un 28,1 que todavía gobernaba la dictadura.

Lejos de las dudas del presidente Mauricio Macri y su temor al “fuerte déficit” que implicaría para la mentalidad PRO la recuperación de Malvinas, dos de cada tres jóvenes que acaban de terminar el secundario (65,7 por ciento) piensan que la recuperación de la soberanía sobre las islas debe ser prioritaria en la agenda nacional. Una gran mayoría (73) no contestó o no supo contestar sobre los argumentos para el reclamo, y entre quienes lo hicieron el 76,9 argumentó a partir de aspectos geográficos: “están en nuestro mar”, “están en nuestro territorio” o “en nuestra plataforma submarina”. Un 15,8 esgrimió argumentos histórico-políticos como “siempre fueron nuestras”, “fueron usurpadas”, “venían del legado del virreinato” o “peleamos la guerra para recuperarlas”. Sólo un 1,2 usó argumentos demográfico-políticos como identificar a los habitantes de Malvinas como colonos y no como originarios o hacer alguna referencia a las declaraciones de Naciones Unidas sobre la soberanía. “Si bien el tema Malvinas está muy presente, a nivel argumentativo el conocimiento de los estudiantes es muy pobre”, advierten los autores.
Holocausto

La presencia de la matanza sistemática de judíos europeos por parte del nazismo es alta: el 61,5 por ciento dijo haber escuchado hablar del tema. En preguntas más específicas el conocimiento disminuye: sólo un 17 por ciento pudo ubicar por lo menos en “la década del cuarenta” a los acontecimientos y si bien la mayoría pudo identificar a “nazis” o “alemanes” como victimarios y a “judíos” como principales víctimas, “el presente construyendo el pasado vuelve a aparecer bajo la forma de ver al nazismo o al ‘holocausto’ en términos de formas de discriminación en general e incorporar como víctimas a grupos inexistentes en ese contextos, desde ‘negros’ a ‘trans’”, advierten los autores. “Se ve claro cómo la política educativa del gobierno anterior de implementar por primera vez en la historia esta temática como curricular produciendo materiales y capacitaciones al respecto, dio frutos”, rescatan.
Democracia plena

Los jóvenes demostraron una altísima valoración de la democracia. La encuesta ofreció una serie de textos con definiciones de democracia, tanto acotadas a las libertades políticas o con miradas que incorporaron derechos sociales y económicos o nuevos derechos como los de minorías sexuales. Un 90 por ciento de los estudiantes valora positivamente la democracia, en uno y en otro sentido. Apenas un poco más abajo aparecen como parte indispensable del sistema democrático los derechos humanos y los ‘nuevos derechos’, pero junto a la valoración de la seguridad como central a la hora de definir una sociedad democrática, cuestiones “aparentemente contradictorias” que los investigadores vinculan a “la acción de los medios de comunicación”. Las miradas más xenófobas reinantes en los foros de los grandes diarios (“la democracia tiene que garantizar derechos a los nacidos en Argentina”) o las ligadas a las miradas neoliberales (“tiene que garantizar poder acumular la riqueza que pueda sin que el Estado intervenga o me saque parte en impuestos”) están prácticamente ausentes en la valoración de los jóvenes formados en las escuelas públicas durante los últimos doce años.
¿Dónde escuchaste hablar con mayor frecuencia sobre el tema?

¿Cuáles fueron los motivos de su desaparición?

¿Quiénes fueron los responsables de lo sucedido durante la última dictadura?

Motivos de la guerra de Malvinas

El camino al deterioro

La aprobación todavía es alta, apoyada en la novedad y las ganas de que las cosas vayan bien. Pero las medidas económicas, la inflación, los decretazos y la orientación liberal ya hicieron mella y son “una bomba de tiempo”. El “ceofascismo” y la desilusión de los que no son macristas.

Por Raúl Kollmann

La mayoría de los encuestadores y consultores en campañas electorales afirma que el gobierno de Mauricio Macri llega a los dos meses de gestión con una aprobación un poco más abajo o un poco más arriba del 60 por ciento. Este número no debería impresionar, porque es un porcentaje similar al que muestran como índice de aprobación figuras como Daniel Scioli y Sergio Massa. Y Cristina Fernández de Kirchner se fue de la Casa Rosada con un nivel de imagen positiva muy similar. Para más, los consultores ya advierten que las medidas económicas, el aumento de tarifas, el deterioro del salario real y los despidos deterioran los dos factores de expectativa que tiene una parte de la población: que es un gobierno nuevo, lo que siempre da esperanzas, y que en la campaña prometió un cambio, algo que sedujo a un núcleo duro antikirchnerista y a un sector independiente. Algunos de los consultores sostienen que las medidas económicas y la seguidilla de Decretos de Necesidad y Urgencia amenazan con deteriorar el respaldo que hoy tiene Mauricio Macri en la franja que no es macrista y no es kirchnerista. Se calcula que esa franja abarca a un 20 por ciento de la población. Uno de los consultores de mayor experiencia, Manuel Mora y Araujo, evaluó que el Gobierno sigue contando con respaldo, pero que “inflación, tarifas, desempleo son una bomba de tiempo”.
Lo nuevo

Ignacio Ramírez, director de Ibarómetro, señala que “el gobierno de Mauricio Macri transitó estos primeros dos meses dotado de buenos niveles de aprobación, fundamentalmente basados sobre dos factores. El primero, las expectativas que envuelven todo comienzo. El segundo factor es el despliegue de una gestualidad, de un estilo y de una hoja de ruta distinta a la que estaba vigente antes del 10 de diciembre y que satisface –momentáneamente– las pulsiones de cambio que tenía un sector de la sociedad; especialmente aquellas áreas de la opinión pública más críticas con el gobierno anterior. De cualquier manera, el gobierno nacional enfrenta una serie de desafíos para estabilizar este nucleo de apoyos y convertir simpatías circunstanciales en adhesiones. La simpatía automática hacia algo nuevo tiene rendimiento decreciente con fecha de vencimiento. Asimismo el nuevo gobierno aún no ha construido un vínculo emocional con sus simpatizantes, de manera que resulta un interrogante saber si un vínculo más bien transaccional –“si vos me das, yo te quiero”– podrá sostenerse en la medida en que la economía no tenga un buen desempeño”.
Proporciones

“Para expresarlo en términos sociológicos –dice Roberto Bacman, titular del Centro de Estudios de Opinión Pública– existen actualmente tres segmentos bien diferenciados en nuestra sociedad. Por un lado, los que aprueban abiertamente la gestión que encabeza el presidente Macri y se constituyen en el núcleo duro del macrismo. En la vereda opuesta, sus detractores, fundamentalmente anclados en el núcleo duro kirchnerista, aunque también hay que agregarle el peronismo (especialmente del interior) donde han empezado a dibujarse nuevos liderazgos potenciales. Y, por último, un segmento que es la intersección entre ambos: los pragmáticos independientes, aquellos que no poseen identificación ideológica. Allá por 2011 votaron por CFK, pero en 2015 fueron los que terminaron de inclinar la balanza en favor de Cambiemos. Lo cierto es que al día de hoy un 45,2 por ciento de la población argentina se define como oficialista; un 38,7 por ciento se considera abiertamente opositor y un 16,1 por ciento se autoproclama como ni oficialista, ni opositor. En este contexto es lógico que la gestión de Macri oscile alrededor del 59 por ciento de aprobación en el último trabajo de campo de CEOP, realizado cuando cumplía su primer mes al frente del Ejecutivo nacional. Y este valor es lógico ya que cuenta con el apoyo de sus incondicionales del núcleo duro y parte de los pragmáticos independientes, que hasta ese momento le seguían dando crédito. El principal objetivo de Macri y su equipo de gestión es instalar en el imaginario colectivo la sensación de fin de ciclo”.
El empleo

“En rigor, creo que Macri y su administración enfrentan un dilema –analiza Eduardo Fidanza, de Poliarquía–: cómo racionalizar la economía, conservando el empleo y el salario. Hasta hace pocos días, según sondeos confiables, el Presidente y su gobierno poseían amplio apoyo popular. Eso está acompañado por expectativas favorables sobre la situación del país en el corto y mediano plazo. Habrá que esperar los próximos dos meses para evaluar el impacto de las medidas más difíciles, como el aumento de las tarifas de los servicios públicos. El Gobierno sabe que dispone de este año, no electoral, para hacer las correcciones que considere necesarias. Levantó el cepo sin mayores consecuencias y ahora aumentó las tarifas. Mi impresión es que la cuestión clave es el empleo. Si la pérdida de trabajos es un hecho aislado, la chance de superar la prueba es mayor, aunque se pierdan unos puntos en el valor del salario. De lo contrario, el conflicto social será difícil de controlar. Ahora, el Presidente dispone de una imagen suficientemente buena como para encarar reformas, pagar un costo y seguir siendo una figura relativamente popular. Sin ir más allá, eso le sucedió a Cristina.”
Aprobaciones

Analía Del Franco, titular de Analogías, no se deslumbra ni tampoco subvalora la imagen positiva de Macri. “Hasta el 15 de enero su evaluación positiva llegaba a un 66 por ciento. A la par los otros candidatos, Daniel Scioli y Sergio Massa, presentaban la misma performance y hasta levemente mayor, que el propio Presidente. La ex presidenta Cristina Kirchner dejó el cargo con 58 por ciento de nivel de aprobación. Este mapa de posicionamientos demuestra la tensión en la opinión pública cristalizada en los apoyos a dirigentes oficialistas y opositores. Casi que puede hablarse de ausencia de favoritos y esto constituye un obstáculo para articular fidelidades, y un especial riesgo para el gobierno nacional –quien más las necesita– en este momento de despegue de su gestión.

Hasta mediados de enero, un 60 por ciento de los consultados era optimista frente al futuro económico del país, lo que implica un voto de confianza al nuevo gobierno, pero este peso desciende a 48 por ciento cuando se trata de evaluar el éxito de las medidas económicas, con un crecimiento de los que rechazan esas medidas y dudan respecto al beneficio que las mismas podrían acarrear a la sociedad”.
Desfiladero

“Los primeros meses del gobierno de Macri –explica Ricardo Rouvier, de Rouvier y Asociados– muestran que la administración camina por un desfiladero entre la presión de las propias corporaciones que apostaron a su candidatura y la realidad. En el camino hay una tensión o amenaza de tensión, entre su adecuación de prosapia liberal y la prepotencia de la realidad. Cuando decimos realidad aludimos a la plataforma previa sobre la cual ha caminado y dejado sus huellas doce años de un gobierno que puso sus ejes en la equidad social, la autonomía, y una visión progresista de la cultura. El gobierno actual no está haciendo un tratamiento de shock, como recomienda una parte del círculo rojo, porque hay alertas sobre una ciudadanía dispuesta a no resignarse, y por eso se eligió el gradualismo. No obstante, sus primeras medidas señalaron una gran transferencia de ingresos a favor de los exportadores y grandes productores. La inflación permite la recuperación de la tasa de ganancia, en detrimento de los ingresos de los trabajadores y jubilados. Veremos cómo transita por este camino angosto. Macri, luego de la legitimidad de origen, tiene que construir legitimidad de gestión, para lo cual la relación entre las medidas que se van tomando y el efecto en la sociedad es crítico.”
Explosiones

“El gobierno de Macri despierta una alta aprobación en la opinión pública –señala Manuel Mora y Araujo, de Ipsos-Mora y Araujo–. Es una corriente de expectativas más que de entusiasmo. Pero es una buena malla de protección, que lo ayuda a transitar en un camino pleno de obstáculos. Ahora bien, algunos de los temas candentes son bombas de tiempo: inflación, desempleo, tarifas. La protesta militante la veo menos problemática para el gobierno, porque sus dirigentes y sus métodos han perdido credibilidad ante la sociedad, pero aun así son bombas de tiempo.”
¿Necesario?

Según Bacman, Macri basa todavía buena parte de su discurso en el razonamiento “lo que ocurre es culpa de la gestión anterior”. A esto se agrega que “todo es más grave de lo que se suponía” y se emplaza así el concepto de emergencia. “A esta altura varias preguntas se imponen –plantea Bacman–: ¿Justifica esto el aumento desmedido de los precios durante los meses de diciembre y enero? ¿El tarifazo en las facturas de electricidad? ¿La baja calidad institucional de las medidas tomadas en base a DNU, como el nombramiento de dos ministros de la Corte Suprema? ¿La emergencia en materia de seguridad? ¿La represión de la protesta social? ¿La detención de Milagro Sala? ¿La decisión de volver a endeudar al país y regresar a las auditorías del FMI? ¿Reemplazar la mística y el carisma de la gestión política por el perfil del sujeto neoliberal, ejecutivo de empresas, emprendedor y entregado al máximo al rendimiento y la competencia? Es evidente que el único justificativo radica en la necesidad del gobierno de apostar fuerte a políticas de shock para los primeros cien días de gestión.”

“El cambio, tan publicitado en los tiempos de campaña, empieza a exponer sus verdaderos contenidos: una orientación económica diametralmente opuesta y en la batalla por la gobernabilidad mostrar un gobierno fuerte, autoritario, dispuesto a imponer sus principios. En esta Argentina fuertemente dividida, la aprobación de gestión del gobierno nacional se sustenta en el núcleo duro macrista. Sin embargo, pensando a futuro, las opiniones del segmento de los independientes serán sustanciales para el devenir del actual gobierno nacional. Hasta el momento todo parece indicar que a pesar de ciertas dudas que desvelan hasta a los propios macristas (preocupación por la creciente escalada inflacionaria, reaparición del fantasma de la desocupación, medidas tomadas por el gobierno que son interpretadas como autoritarias), la luna de miel con la actual gestión aún no ha terminado. Al menos a la luz de las encuestas es posible afirmar que cuentan con cierto resto; pero no quedan dudas que se vienen tiempos difíciles y un modelo de gestión con tantos componentes autoritarios puede comenzar a dejar al descubierto su flanco más débil.”
Autoritarismo

Artemio López, titular de la consultora Equis, habla de ceofascismo, combinando la designación en altos puestos del gobierno de ejecutivos del máximo nivel con autoritarismo. “Los veo desplegando rápido y con furia un severo ajuste neoliberal ortodoxo, cuyo objetivo central es incrementar la tasa de ganancia media empresaria, a través de la baja salarial, abrir la economía y reanudar el ciclo de endeudamiento externo. La novedad consiste en que el ajuste ya no lo lleva adelante el Partido Militar como en los años setenta, ni representantes de partidos históricos como la UCR o el PJ como ocurrió en el último cuarto del siglo pasado. Lo implementa una nueva coalición conservadora bajo el liderazgo de Macri, retazos de partidos históricos como acompañantes y la gestión de gobierno en manos de CEO de empresas, el ceofascismo como lo caracterizan algunos líderes opositores.”
Futuro

Para Ignacio Ramírez, “las percepciones económicas se han deteriorado sin, aún, lesionar significativamente la imagen del gobierno nacional, pero es probable que en un futuro cercano, un creciente malestar económico empiece a impactar sobre la evaluación del gobierno. En esta misma dirección, el argumento de la herencia (atribución discursiva de responsabilidades de cualquier aspecto negativo de la realidad a la administración anterior) irá perdiendo utilidad en la opinión pública. De aquí en adelante es probable que las críticas sobre eventuales deficientes institucionales tengan débil impacto, pero un deterioro en la evolución del empleo, el consumo y la actividad económica sin dudas serán factores que gravitarán sensiblemente en el próximo escenario político, menos cómodo para el oficialismo”.

“Yo veo al gobierno de Mauricio Macri atrapado en la disonancia cognitiva –explica Carlos De Angelis, titular del Centro de Opinión Pública y Estudios Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA)–. Por un lado se propuso como el hombre del consenso, la unidad de los argentinos y del desarrollo racional, durante la campaña, y, por el otro, aparece como el hombre que viene a deskirchnerizar a la Argentina restaurando un orden mítico perdido. El conjunto de medidas tomadas y por tomar es visto por parte de la ciudadanía como necesarias para enderezar y poner el marcha el barco. Sin embargo, el impacto futuro será la baja en promedio de los salarios en dólares. La pregunta que sobrevendrá es si se sostendrán los apoyos de los sectores medios (principales soportes electorales) cuando identifiquen el descenso de su capacidad de consumo.”

Why the world needs a new kind of trade agreement





Last year was a memorable one for the global economy. Not only was overall performance disappointing, but profound changes – both for better and for worse – occurred in the global economic system.

Most notable was the Paris climate agreement reached last month. By itself, the agreement is far from enough to limit the increase in global warming to the target of 2º Celsius above the pre-industrial level. But it did put everyone on notice: The world is moving, inexorably, toward a green economy. One day not too far off, fossil fuels will be largely a thing of the past. So anyone who invests in coal now does so at his or her peril. With more green investments coming to the fore, those financing them will, we should hope, counterbalance powerful lobbying by the coal industry, which is willing to put the world at risk to advance its shortsighted interests.



Indeed, the move away from a high-carbon economy, where coal, gas, and oil interests often dominate, is just one of several major changes in the global geo-economic order. Many others are inevitable, given China’s soaring share of global output and demand. The New Development Bank, established by the BRICS (Brazil, Russia, India, China, and South Africa), was launched during the year, becoming the first major international financial institution led by emerging countries. And, despite US President Barack Obama’s resistance, the China-led Asian Infrastructure Investment Bank was established as well, and is to start operation this month.

The US did act with greater wisdom where China’s currency was concerned. It did not obstruct the renminbi’s admission to the basket of currencies that constitute the International Monetary Fund’s reserve asset, Special Drawing Rights (SDRs). In addition, a half-decade after the Obama administration agreed to modest changes in the voting rights of China and other emerging markets at the IMF – a small nod to the new economic realities – the US Congress finally approved the reforms.

The most controversial geo-economic decisions last year concerned trade. Almost unnoticed after years of desultory talks, the World Trade Organization’s Doha Development Round – initiated to redress imbalances in previous trade agreements that favored developed countries – was given a quiet burial. America’s hypocrisy – advocating free trade but refusing to abandon subsidies on cotton and other agricultural commodities – had posed an insurmountable obstacle to the Doha negotiations. In place of global trade talks, the US and Europe have mounted a divide-and-conquer strategy, based on overlapping trade blocs and agreements.

As a result, what was intended to be a global free-trade regime has given way to a discordant managed-trade regime. Trade for much of the Pacific and Atlantic regions will be governed by agreements, thousands of pages in length and replete with complex rules of origin that contradict basic principles of efficiency and the free flow of goods.

The US concluded secret negotiations on what may turn out to be the worst trade agreement in decades, the so-called Trans-Pacific Partnership (TPP), and now faces an uphill battle for ratification, as all the leading Democratic presidential candidates and many of the Republicans have weighed in against it. The problem is not so much with the agreement’s trade provisions, but with the “investment” chapter, which severely constrains environmental, health, and safety regulation, and even financial regulations with significant macroeconomic impacts.

In particular, the chapter gives foreign investors the right to sue governments in private international tribunals when they believe government regulations contravene the TPP’s terms (inscribed on more than 6,000 pages). In the past, such tribunals have interpreted the requirement that foreign investors receive “fair and equitable treatment” as grounds for striking down new government regulations – even if they are non-discriminatory and are adopted simply to protect citizens from newly discovered egregious harms.

While the language is complex – inviting costly lawsuits pitting powerful corporations against poorly financed governments – even regulations protecting the planet from greenhouse-gas emissions are vulnerable. The only regulations that appear safe are those involving cigarettes (lawsuits filed against Uruguay and Australia for requiring modest labeling about health hazards had drawn too much negative attention). But there remain a host of questions about the possibility of lawsuits in myriad other areas.

Furthermore, a “most favored nation” provision ensures that corporations can claim the best treatment offered in any of a host country’s treaties. That sets up a race to the bottom – exactly the opposite of what US President Barack Obama promised.

Even the way Obama argued for the new trade agreement showed how out of touch with the emerging global economy his administration is. He repeatedly said that the TPP would determine who – America or China – would write the twenty-first century’s trade rules. The correct approach is to arrive at such rules collectively, with all voices heard, and in a transparent way. Obama has sought to perpetuate business as usual, whereby the rules governing global trade and investment are written by US corporations for US corporations. This should be unacceptable to anyone committed to democratic principles.

Those seeking closer economic integration have a special responsibility to be strong advocates of global governance reforms: If authority over domestic policies is ceded to supranational bodies, then the drafting, implementation, and enforcement of the rules and regulations has to be particularly sensitive to democratic concerns. Unfortunately, that was not always the case in 2015.

In 2016, we should hope for the TPP’s defeat and the beginning of a new era of trade agreements that don’t reward the powerful and punish the weak. The Paris climate agreement may be a harbinger of the spirit and mindset needed to sustain genuine global cooperation.

Sanders pisa fuerte en Iowa

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Los votantes demócratas que buscan un poco de pasión política real asisten a los actos de campaña de Bernie Sanders, el veterano senador que sobrepasó en intención de voto a la ex primera dama en la primera primaria.


Viajen con Hillary Clinton en la campaña electoral y la escucharán decir “wow” muchas veces. “¡Wow, qué multitud grande”, o, como en esta respuesta a un partidario que preguntaba esta semana si como presidente ella nombraría a Barack Obama a la Corte Suprema de Justicia: “Wow, qué gran idea. Nunca nadie me sugirió eso a mí, me encanta eso, ¡wow!”.

Que un “wow” de Hillary de alguna manera no acaba de convencer puede ser un muy aleatorio indicador de por qué, a sólo cuatro días de los caucus de Iowa, donde los votantes de ese estado son los primeros en el país en expresar sus preferencias por los candidatos presidenciales de ambos partidos, su candidatura está luchando por mantener altura. Ella lo dice con el énfasis y la energía necesaria, así que, ¿por qué no nos convence?

Hay mucho acerca de la ex primera dama, senadora y secretaria de Estado que los demócratas tienden a no cuestionar, desde su pragmatismo a su capacidad para defender y ampliar la agenda social progresista de Obama. Sin embargo, se preocupan por su sinceridad y su autenticidad. A los votantes que buscan un poco de pasión política real este fin de semana se les aconseja que asistan a los actos de campaña del senador Bernie Sanders, no a los de ella.

Ya lo están haciendo. Cuando Clinton eligió el Teatro Orpheum magníficamente restaurado en Sioux City, Iowa, para un evento la semana pasada, apenas llenaba el vestíbulo. Cuando Sanders tomó su autobús de campaña allí una semana antes, había una multitud esperándolo –en el auditorio principal–. La máquina de entusiasmo de Sanders es sólo uno de muchos fenómenos desconcertantes de esta temporada electoral. Tiene ralo cabello blanco, aparece como un inventor loco y a los 74 es seis años mayor que Clinton. Sin embargo, si le gana en Iowa un motivo será que los votantes jóvenes se entusiasman con su llamado a una “revolución” política en Estados Unidos, ofreciendo atención médica gratuita para todos y la matrícula universitaria gratuita.

Esta es una perspectiva que Clinton teme profundamente. Una pérdida en Iowa sería particularmente dolorosa debido a lo que pasó aquí ocho años atrás. Así como en esta ocasión, Clinton comenzó como la gran favorita para la nominación demócrata en 2008, sólo para que los votantes de Iowa la despreciaran bruscamente en favor de Obama. Clinton ganó las primarias de New Hampshire, una semana después, pero el daño ya estaba hecho.

En los últimos años, casi la mitad de los residentes de Iowa decidió sobre los candidatos que más le gustan en las últimas 72 horas antes de que se abran las puertas del caucus –así que predecir el resultado en la noche del lunes es peligroso–. Pero durante semanas las encuestas mostraron a Sanders erosionar el otrora significativo liderazgo de Clinton en el estado y, en los últimos días, superar a la candidata.

Sanders, que felizmente se hace llamar un socialista democrático, podría ganar Iowa. Luego viene Nueva Hampshire, el 9 de febrero, donde ya es el favorito a ganar. El es de Vermont, que queda al lado, donde como senador de Estados Unidos su índice de aprobación siempre estuvo por las nubes. El ex habitante de Brooklyn tiene una temprana ventaja. Mostró la mayor fortaleza entre los votantes blancos, que en gran medida dominan en ambos estados.

La campaña de Clinton confía en que su globo pierda aire tan pronto como la cabalgata primaria se mueva hacia los estados con mayor número de votantes de las minorías. En primer lugar a mediados de febrero están las primarias de Nevada y Carolina del Sur. Catorce estados eligen en el llamado Súper Martes del 1º de marzo, y la mayoría están en el sur estadounidense. Aun así, la idea de que Clinton podría ser derrotada en Iowa y New Hampshire pone los pelos de punta a sus fans y patrocinadores, que hace apenas unas semanas pensaban que podían relajarse mientras navegaba a una coronación inevitable en la Convención Demócrata en julio. Especialmente ansiosos están los principales donantes que han invertido mucho para que ella para que ocupe la Oficina Oval. “Yo no diría que es un pánico generalizado, es nerviosismo”, dijo Ed Rendell, el ex gobernador de Pennsylvania y desde hace un largo tiempo un adepto de Hillary, al sitio Politico esta semana. “Les recordé a los partidarios de Clinton que Nueva Hampshire cambia como el viento, le dije a la gente que mantenga la calma, que no se asuste.”

Existe la percepción, sin embargo, de que Clinton no está disfrutando la campaña, sino que se está esforzando, como si tuviera la obligación de ganar “cueste lo que cueste”. En una entrevista también de Politico esta semana, Obama dijo que Clinton había tenido un comienzo lento y parecía fuera de práctica. Luego le hizo un cumplido, sugiriendo que mientras que ella es “una malvada inteligente” en la política, eso podría hacer que su campaña fuera “más prosa que poesía”.

Algunos comparan al Obama de hace ocho años con el Sanders de ahora. Ambos parecen tener la magia necesaria para atraer a los votantes, sobre todo a los más jóvenes. el auge de los medios sociales fue clave para el éxito de Obama. Asimismo, Sanders se valió de esos medios para sobrepasar a Clinton en Iowa. Hay otro paralelismo que uno pensaría que la gente podría estar haciendo: Obama tomó la energía adicional de un sentido de que se estaba haciendo historia mientras trataba de convertirse en el primer presidente negro de Estados Unidos. Clinton quiere ser la primera mujer presidente.

Su campaña ha tratado de hacer de esto un activo. Los partidarios que esperan que ella tome el escenario en los eventos de campaña de Iowa primero son invitados a un breve video biográfico que incluye una toma de una joven Hillary arengando a la audiencia en una conferencia de la ONU de 1995 en Beijing que “los derechos de las mujeres son derechos humanos”. Ella también trató de enfatizar su coraje, más allá de su condición de mujer, frente a ataques políticos implacables.

“He estado aquí durante mucho tiempo. La gente me ha tirado un montón de cosas. No puedo quedarme con eso, tengo que seguir adelante”, dijo en el foro de candidatos en Des Moines. “Vienen con estas cosas extravagantes, me acusan y yo simplemente tengo que seguir adelante, porque no tiene importancia.”

Pero hasta ahora la posibilidad de elegir la primera comandante en jefe mujer del país ha despertado poca emoción. Sin embargo, debería darle una ventaja entre las mujeres y ella tiene otros electorados donde recibe un fuerte respaldo en los cuales puede apoyarse, entre ellos los afroamericanos, los latinos y la comunidad gay. Es importante destacar que también ha recibido promesas de lealtad de más de la mitad de los 719 llamados “superdelegados”, en su mayoría funcionarios del partido, que irán a la convención del partido. Quien se asegure una mayoría simple de los 4047 delegados –el resto se asignan según los resultados de las elecciones primarias y caucus– gana la nominación. Sanders tiene ocho super delegados hasta ahora.

Así que si la hoguera que generó Sanders no se convierte en un infierno que se traga a Clinton, ella todavía tiene el camino más abierto hacia la nominación. Sin embargo, las preocupaciones que se perciben ahora en el electorado demócrata –que ella no es lo suficientemente espontánea o excitante– seguirán estando cuando lleguen las elecciones generales. Trump, su posible oponente republicano, es precisamente espontáneo y excitante.

How immigration has changed the world – for the better





Is immigration good or bad? Some argue that immigrants flood across borders, steal jobs, are a burden on taxpayers and threaten indigenous culture. Others say the opposite: that immigration boosts economic growth, meets skill shortages, and helps create a more dynamic society.


Evidence clearly shows that immigrants provide significant economic benefits. However, there are local and short-term economic and social costs. As with debates on trade, where protectionist instincts tend to overwhelm the longer term need for more open societies, the core role that immigrants play in economic development is often overwhelmed by defensive measures to keep immigrants out. A solution needs to be found through policies that allow the benefits to compensate for the losses.


Around the world, there are an estimated 230 million migrants, making up about 3% of the global population. This share has not changed much in the past 100 years. But as the world’s population has quadrupled, so too has the number of migrants. And since the early 1900s, the number of countries has increased from 50 to over 200. More borders mean more migrants.


Of the global annual flow of around 15 million migrants, most fit into one of four categories: economic (6 million), student (4 million), family (2 million), and refugee/asylum (3 million). There are about 20 million officially recognized refugees worldwide, with 86% of them hosted by neighbouring countries, up from 70% 10 years ago.


In the US, over a third of documented immigrants are skilled. Similar trends exist in Europe. These percentages reflect the needs of those economies. Governments that are more open to immigration assist their country’s businesses, which become more agile, adaptive and profitable in the war for talent. Governments in turn receive more revenue and citizens thrive on the dynamism that highly-skilled migrants bring.


Yet it is not only higher-skilled migrants who are vital. In the USA and elsewhere, unskilled immigrants are an essential part of the construction, agriculture and services sector.


If immigrants play such a vital role, why is there so much concern?


Some believe that immigrants take jobs and destroy economies. Evidence proves this wrong. In the United States, immigrants have been founders of companies such as Google, Intel, PayPal, eBay, and Yahoo! In fact, skilled immigrants account for over half of Silicon Valley start-ups and over half of patents, even though they make up less than 15% of the population. There have been three times as many immigrant Nobel Laureates, National Academy of Science members, and Academy Award film directors than the immigrant share of the population would predict. Research at the Federal Reserve Bank of San Francisco concluded that “immigrants expand the economy’s productive capacity by stimulating investment and promoting specialization, which produces efficiency gains and boosts income per worker”.


Research on the net fiscal impact of immigration shows that immigrants contribute significantly more in taxes than the benefits and services they receive in return. According to the World Bank, increasing immigration by a margin equal to 3% of the workforce in developed countries would generate global economic gains of $356 billion. Some economists predict that if borders were completely open and workers were allowed to go where they pleased, it would produce gains as high as $39 trillion for the world economy over 25 years.


In the future, it will become even more imperative to ensure a strong labour supply augmented by foreign workers. Globally, the population is ageing. There were only 14 million people over the age of 80 living in 1950. There are well over 100 million today and current projections indicate there will be nearly 400 million people over 80 by 2050. With fertility collapsing to below replacement levels in all regions except Africa, experts are predicting rapidly rising dependency ratios and a decline in the OECD workforce from around 800 million to close to 600 million by 2050. The problem is particularly acute in North America, Europe and Japan.


There are, however, legitimate concerns about large-scale migration. The possibility of social dislocation is real. Just like globalization – a strong force for good in the world – the positive aspects are diffuse and often intangible, while the negative aspects bite hard for a small group of people.


Yes, those negative aspects must be managed. But that management must come with the recognition that migration has always been one of the most important drivers of human progress and dynamism. Immigration is good. And in the age of globalization, barriers to migration pose a threat to economic growth and sustainability. Free migration, like totally free trade, remains a utopian prospect, even though within regions (such as Europe) this has proved workable.


As John Stuart Mill forcefully argued, we need to ensure that the local and short-term social costs of immigration do not detract from their role “as one of the primary sources of progress”.

La UPCN dispuso el estado de alerta y movilización por los despidos en el Ministerio de Cultura

La Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) dispuso el estado de alerta y movilización por los despidos de cientos de trabajadores contratados, en los organismos dependientes del Ministerio de Cultura de la Nación.


La Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) dispuso el estado de alerta y movilización por los despidos de cientos de trabajadores contratados, en los organismos dependientes del Ministerio de Cultura de la Nación.



Tras confirmar la medida adoptada por el gremio en defensa de las fuentes laborales, el secretario de Publicaciones de UPCN, Rodrigo de Echeandía, dijo a Télam que no podía "informar con precisión la cantidad de despedidos".

"Aun no sabemos -añadió- si son 300, 400 o 500 como indican algunas versiones, porque estamos trabajando puntualmente en la información a través de los delegados en cada organismo".

Tras señalar que "la mayoría de los trabajadores a los que se dio de baja son contratados desde 2015", De Echeandía precisó que "también hay trabajadores que estaban contratados desde hace más tiempo".

El sindicalista estatal añadió que "los trabajadores a los que les bajaron los contratos, prestaban funciones en la sede del ministerio, los Museos Histórico Nacional, Sarmiento, Mitre, Bellas Artes y Arte Decorativo".

"Estamos realizando un análisis pormenorizado de la situación y aguardamos que en las próximas horas nos reciba el ministro Pablo Avellutto", relató De Echeandía, quien agregó que "se profundizarán" las medidas de fuerza si no hay una solución.

Stiglitz sobre la quita de retenciones:“Una gran transferencia a los ricos

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El economista alertó también sobre los riesgos de la devaluación en los precios internos a través de una suba de los bienes transables y los importados y la caída del mercado interno producto de los despidos.

“Las primeras medidas del gobierno de Mauricio Macri son preocupantes: en particular, el recorte permanente en los impuestos a la exportación es una gran transferencia a los ricos, con un gran costo para los trabajadores ordinarios. Cualquiera que sean los beneficios de eficiencia, las consecuencias distributivas y para el desarrollo no pueden ser ignoradas”, señaló ayer el Premio Nobel en Economía, Joseph Stiglitz, en un artículo que firmó junto al economista Martín Guzmán. El economista alertó también sobre los riesgos de la devaluación en los precios internos a través de una suba de los bienes transables (exportables) y los importados y la caída del mercado interno producto de los despidos. “A la vista de las crecientes presiones inflacionarias, el Banco Central probablemente elevará las tasas de interés. Si se hace con cuidado, esto podría reducir la demanda suficiente para restaurar un aparente equilibrio macroeconómico”, remarca. No obstante, alerta que incluso si se dan estas condiciones, el aumento de despidos en distintos sectores donde no haya cuellos de botella lo más probable es que empuje hacia arriba la tasa general de desempleo, y con la inflación sólo domesticada en parte, la actividad caería en un proceso de estanflación.

Pese a su relación con el titular del BCRA, Federico Sturzenegger, el economista estadounidense no ahorró críticas a lo hecho en las primeras seis semanas de gobierno macrista. Principalmente, en lo referente a las medidas aplicadas por el organismo monetario. Al día siguiente de que el gobierno dispusiera levantar las restricciones a la compra de moneda extranjera, Stiglitz se reunió con Sturzenegger, pero el contenido de la charla no trascendió. Es sabido por sus escritos que el profesor de la Universidad de Columbia es un férreo opositor a los programas de metas de inflación como el que busca aplicar el actual equipo económico. “Vayan mis condolencias a los desafortunados ciudadanos de los que lo han hecho”, fue lo que escribió en 2008 en referencia a este tipo de programas.

En su último artículo vuelve a la carga sobre este punto y remarca la situación que dejó el anterior gobierno, muy lejos de la idea de pesada herencia que asegura el macrismo. “Algunos aspectos de la situación económica de Argentina son muy deseables. No menos importante es su baja relación deuda respecto al PIB”, advierte Stiglitz. “Como resultado, el gobierno de Macri se enfrenta a una tarea mucho menos intimidante que la enfrentada por Kirchner en 2003, después de un experimento de una década con las políticas del Consenso de Washington (la desregulación financiera, la liberalización del comercio y la privatización), junto con la paridad del peso con el dólar, que terminó en desastre”, agregó en su extenso artículo. Según relata, en ese contexto “el gobierno de Kirchner aplicó políticas que condujeron a una reducción masiva del desempleo, la pobreza y la desigualdad”.

“La tarea de Macri es hacer frente a los desequilibrios externos y fiscales y reducir la inflación, sin deshacer lo que se ha logrado”, según sostiene. En sus primeras semanas, el gobierno decidió eliminar las retenciones a la exportación de granos –con excepción de la soja, que redujo el impuesto de 35 al 30 por ciento, y los controles cambiarios, lo que resultó en una devaluación de alrededor del 35 por ciento del peso frente al dólar–. “Si los mayores precios de los productos nacionales previamente sujetos a impuestos a la exportación y los precios de importación (como resultado de la devaluación) se transmiten a los consumidores, los salarios reales caerán, los trabajadores en ese caso exigirán aumentos salariales mayores, lo que terminará empujando al alza la inflación”, remarca. En este sentido, señala que si el Banco Central hace una política contractiva muy agresiva e impulsa la economía a la recesión, los pobres se verán afectados de manera desproporcionada. “Un régimen de metas de inflación hará este resultado más probable”, concluye el economista.

No era de 300, sino de 500 por ciento la suba

El mayor ajuste será para los usuarios de Edesur y Edenor. Facturas de 100 pesos se podrían ir a 700. Las provincias no se salvan, con subas del ciento por ciento o más. Hasta los beneficiarios de Tarifa Social tendrán aumento: 72 por ciento.

Por Raúl Dellatorre
Juan José Aranguren presentó el nuevo esquema de tarifas y responsabilizó al gobierno anterior: “Debería haberse hecho en 2006”.
Imagen: Joaquín Salguero.

La conferencia de prensa de Juan José Aranguren, ministro de Energía y Minería, para explicar los nuevos cuadros tarifarios para el sector eléctrico, podría resumirse en una frase. “La factura promedio del 70 por ciento de los usuarios residenciales de Edesur de menor consumo (hasta 400 kw/hora por mes) pasará de 26 pesos a 158 pesos, y la del 80 por ciento de los usuarios residenciales de Edenor (en el mismo rango de consumo) pasa de 25 a 150 pesos.” Esto es, un incremento del 507,7 por ciento en el primer caso y del 500 por ciento en el segundo. Como el impacto del aumento difiere en cada caso, según la categoría y la variación de consumo respecto del año anterior, dicho promedio no refleja la situación del conjunto, ya que habrá aumentos por debajo y por encima. El consumo promedio en Ciudad Autónoma y Gran Buenos Aires es de poco más de 370 kw/h mensuales, y se estima que, entre dicho nivel y los 500 kw/h mensuales, el aumento del precio del servicio eléctrico en febrero se ubicará entre el 550 y el 600 por ciento. Según aclaró Aranguren, este aumento rige para los próximos tres meses, y en mayo habrá una revisión tarifaria para seguir el reordenamiento que busca terminar con el subsidio sobre el costo de la generación eléctrica. Antes, en el mes de marzo, se haría efectivo el aumento en la tarifa del gas, según fuentes oficiales.

El titular de Energía destacó el ahorro que obtendrá el Estado por la quita parcial del subsidio a la generación (centrales eléctricas) y la distribución (Edenor y Edesur). En el caso del precio de la energía, hizo la comparación en dólares: en 2015 el Estado pagó 9800 millones por subsidio a la generación y este año, tras las modificaciones en el esquema de pagos, el subsidio se reduce a 5800 millones de dólares. El ahorro de 4000 millones quedará a cargo de los usuarios de todo el país, que lo pagarán con el aumento de tarifas.

Con respecto a la distribución, Aranguren indicó que en 2015 el Estado afrontó transferencias a favor de Edenor y Edesur (las distribuidoras del resto del país tienen regulación y regímenes locales) por 10.400 millones de pesos, que complementaban el pago de los usuarios por 4200 millones de pesos en concepto de “valor agregado de distribución” (la retribución a las prestadoras de ese servicio). En 2016, con el nuevo esquema tarifario, el Estado dejará de pagarle a las distribuidoras.

El “ahorro” del Estado lo pagará el usuario, pero con un “plus”, porque lo que abonará por Valor Agregado de Distribución más el Focede (fondo de compensación eléctrico) sumará este año 16.300 millones de pesos. Traducido a pesos, el “ahorro” total del Estado por subsidio eléctrico será de 70 mil millones de pesos (estimando un dólar a 15 pesos). La carga extra para los usuarios, consecuencia del nuevo esquema, suma 72.100 millones. La diferencia es un ingreso extra de Edenor y Edesur.

Otro de los aspectos enfatizados por Aranguren fue que el régimen anterior había provocado una fuerte discriminación en contra de las provincias y a favor del área metropolitana, con tarifas que llegaban a representar entre siete y ocho veces las vigentes en la Ciudad Autónoma y el conurbano. Según un reciente estudio de Fundelec, es lo que resulta al comparar las tarifas de las distribuidoras de Río Negro, Tierra del Fuego, Santa Fe, Córdoba, entre Ríos y Jujuy, con respecto a las de Edenor y Edesur para distintos niveles de consumo. Esta distorsión no se resolverá con el nuevo esquema tarifario: tan sólo se reduciría y no en todos los casos. Es que a pesar de las altas tarifas ya vigentes, el costo de la electricidad también sufrirá fuertes incrementos, del orden del 100 al 150 por ciento (San Juan y Mendoza, por ejemplo), con casos extremos como el de Catamarca y Santiago del Estero, que al tener la energía subsidiada y los valores del servicio más próximos a los de Edenor y Edesur (“tan sólo” entre 150 y 200 por ciento más caros), estiman que podría sufrir incrementos en las facturas superiores al 400 por ciento.

En cuanto a la tarifa social, que le será asignada a jubilados, beneficiarios de programas sociales, empleados con sueldo menor a dos salarios mínimos, y discapacitados, Aranguren estimó que, dentro del universo de clientes de Edenor y Edesur, de 4,6 millones de hogares, le correspondería a aproximadamente 900 mil: poco menos del 20 por ciento. Recordó que quienes reciban esta asignación no abonarán el valor de la energía por el consumo de hasta 150 kw/hora mensuales (pero sí otros ítems de la factura, como el VAD, el Focede e impuestos). Por el excedente, el precio se definirá según supere o no el consumo del mismo mes del año 2015. Si hay mayor consumo, todo el excedente paga la tarifa normal. Si hay ahorro, será una tarifa reducida (10 por ciento de la normal). Con todas estas variantes, el Ministerio de Energía estimó que un usuario residencial con un consumo promedio de 202 kw/hora mensuales, que reciba la asignación de Tarifa social, sufrirá un aumento del 72 por ciento en la factura con el nuevo régimen desde febrero.

El premio por bajar el consumo respecto del año pasado es grande. El aumento de la tarifa es fuerte. El mensaje del gobierno es claro: busca reducir el consumo residencial, sugiriendo un uso más racional de la energía. En el caso de la pequeña industria, el menor consumo puede ser el equivalente a menor actividad, lo cual puede ser una de las consecuencias no deseadas del nuevo modelo de suministro eléctrico que ayer, Juan José Aranguren, presentó en sociedad.

How Greece became a dual-currency economy





Imagine a depositor in the US state of Arizona being permitted to withdraw only small amounts of cash weekly and facing restrictions on how much money he or she could wire to a bank account in California. Such capital controls, if they ever came about, would spell the end of the dollar as a single currency, because such constraints are utterly incompatible with a monetary union.

Greece today (and Cyprus before it) offers a case study of how capital controls bifurcate a currency and distort business incentives. The process is straightforward. Once euro deposits are imprisoned within a national banking system, the currency essentially splits in two: bank euros (BE) and paper, or free, euros (FE). Suddenly, an informal exchange rate between the two currencies emerges.



Consider a Greek depositor keen to convert a large sum of BE into FE (say, to pay for medical expenses abroad, or to repay a company debt to a non-Greek entity). Assuming such depositors find FE holders willing to purchase their BE, a substantial BE-FE exchange rate emerges, varying with the size of the transaction, BE holders’ relative impatience, and the expected duration of capital controls.

On August 18, 2015, a few weeks after pulling the plug from Greece’s banks (thus making capital controls inevitable), the European Central Bank and its Greek branch, the Bank of Greece, actually formalized a dual-currency currency regime. A government decree stated that “Transfer of the early, partial, or total prepayment of a loan in a credit institution is prohibited, excluding repayment by cash or remittance from abroad.”

The eurozone authorities thus permitted Greek banks to deny their customers the right to repay loans or mortgages in BE, thereby boosting the effective BE-FE exchange rate. And, by continuing to allow payments of tax arrears to be made in BE, while prescribing FE as a separate, harder currency uniquely able to extinguish commercial bank debt, Europe’s authorities acknowledged that Greece now has two euros.

The real effects of the dual-currency regime on Greece’s economy and society can be gleaned only from the pernicious interaction between the capital controls and the “reforms” (essentially tax hikes, pension reductions, and other contractionary measures) imposed on the country by the eurozone authorities. Consider the following beguiling example.

Greece’s companies fall roughly into two categories. In one category are a large number of small firms asphyxiating under the tax office’s demand that they pay in advance, and immediately, 100% of next year’s corporate tax (as estimated by the tax authorities). The second group comprises listed companies whose depressed turnover jeopardizes their already diminished share value and their standing with banks, suppliers, and potential customers (all of which are reluctant to sign long-term contracts with an underperforming company).

The coexistence, in the same depressed economy, of these two types of businesses gives rise to unexpected opportunities for shadowy trades without which countless businesses might close their doors permanently. One widespread practice involves two such firms, say, Micro (a small family firm facing a large advance tax payment) and Macro (a publicly traded limited liability company that needs to demonstrate higher turnover than it has).

Macro agrees to issue invoices for (non-existent) goods or services rendered to Micro, up to, say, €20,000 ($22,000). Micro agrees to pay €24,600 into Macro’s bank account (the price plus 23% value-added tax) on the understanding that Macro will reimburse the €20,000 to Micro. This way, at a cost of €4,600, Micro reduces its taxable revenue by €24,600, while Macro boosts its turnover figure by €20,000.

Alas, due to capital controls, Macro cannot reimburse Micro in FE, nor can it wire €20,000 to Micro’s BE bank account (lest they be found out by the authorities). So, to seal the deal, Micro and Macro approach a cash-rich vendor. This is usually a gas-station owner who is flush with cash at the end of each day and who, for security reasons and in order to pay for his fuel supplies, is obliged to deposit his cash daily at his bank, turning valuable FEs into less valuable BEs. The mutually beneficial deal is completed when Macro wires €20,000 in BE to the gas-station owner, who then hands over a smaller sum of FE (cash) to Micro’s owner, pocketing the difference.

The fact that this informal deal benefits all sides exposes the terrible inefficiency of current fiscal policy (namely, punitive business taxes) and how capital controls magnify it. The state collects additional VAT from Micro (at a loss of corporate taxes that Micro cannot pay anyway); Macro enjoys the benefits of seemingly higher turnover; and the gas-station owner reduces his losses from converting FE into BE. The downside is that economic activity is overstated and, more important, that reform becomes even harder as entrepreneurs internalize the necessity to find new, creative ways of bending the rules.

The sole purpose of the capital controls imposed on Greece last summer was to force the country’s rebellious government to capitulate to the eurozone’s failed policies. But an unintended consequence was the formalization of two parallel (euro-denominated) currencies. Combined with the punitive taxation caused by Europe’s refusal to recognize the unsustainability of Greek public debt, the dual-currency regime produces unforeseen incentives for informal transactions in a country that desperately needs to defeat informality.

The reality of Greece’s two currencies is the most vivid demonstration yet of the fragmentation of Europe’s monetary “union.” In comparison, Arizona has never looked so good.