La compra de Nextel reavivó la pelea entre Clarín y Telefónica




EL REGRESO. Magnetto, hombre fuerte del Grupo Clarín, participó el miércoles de una reunión en Casa Rosada. La última vez había sido en 2007, con Néstor Kirchner.

El multimedios ya podrá brindar triple play, algo que las telefónicas podrán hacer en dos años. Mientras, Magnetto volvió a la Rosada.

Gabriel Ziblat

El Grupo Clarín ya tiene una nueva pelea. Los cambios políticos le pusieron el broche al frente de batalla que mantuvo durante ocho años con el gobierno kirchnerista pero le abrieron uno nuevo: la guerra con Telefónica. La liberalización del mercado de telecomunicaciones que la administración macrista fijó con un decreto de necesidad y urgencia encendió los reclamos silenciosos del grupo español, que visualiza un creciente favoritismo del Gobierno con el multimedios.

La compra por parte de Clarín del 100% de Nextel generó un creciente clima de tensión entre dos de los cuatros grupos que van a marcar la agenda de las telecomunicaciones (junto a Claro y Telecom). El regreso de Héctor Magnetto, CEO de Clarín, a la Casa Rosada echó más nafta a las especulaciones. La excusa fue una reunión de la AEA (Asociación Empresaria Argentina), pero significó su entrada a la Casa de Gobierno después de ocho años.

El nuevo escenario permite a Clarín comenzar a avanzar en el mercado de la telefonía móvil, que puede brindar así el servicio de triple play (televisión, telefonía e internet). El DNU de medios, en cambio, les puso un plazo de dos años a las telefónicas para a ofrecer televisión por suscripción. Podrían llegar a ser tres años, pero fuentes involucradas en las negociaciones consideran que terminarán siendo dos.

El siguiente punto de discordia estará puesto en la pelea por el espectro. El año pasado, el kirchnerismo licitó frecuencias a Telefónica, Telecom y Claro (pagaron entre US$ 500 y US$ 600 millones cada una). La cuarta empresa fue Arlink (de Daniel Vila y José Luis Manzano), que por no pagar fue obligada a devolverlas, algo que hoy está objetado en la Justicia.

Esas frecuencias las tiene la empresa estatal Arsat. Los adversarios de Clarín temen un acuerdo que incluya hacerse de dichas frecuencias, ya que Nextel necesita más espectro para crecer. “Clarín ya está en un juego que no estaba jugando, y ahora la jugada va a ser ir por el espectro”, describió una fuente del sector.

En el multimedios consideran que en una primera etapa pueden hacer un upgrade de las frecuencias actuales para mejorar el servicio que están prestando (2% del mercado), pero saben que hace falta una fuerte inversión para ampliar los horizontes, incluyendo más frecuencias y la renovación total de las antenas, que hoy le permiten llegar a toda la zona centro del país.

En ese sentido, fuentes del Gobierno aseguraron que el objetivo es “abrir el espectro lo más posible y ponerlo a disposición”. Lo que todavía no tienen decidido –dicen– es si van a licitar esas frecuencias o alquilarlas. Pero el Estado no se las va a quedar.

En el medio, todos los actores seguirán con atención los pasos que dé el mexicano David Martínez, quien compró hace más de dos años la parte de Telecom Italia que controlaba la filial argentina. Socio de Clarín en Cablevisión, pasaría a ser también competencia en el mercado de la telefonía celular. Así, el enigmático empresario podría convertirse en una suerte de árbitro. Ya hay quienes no descartan una fusión Clarín-Telecom, aunque la relación entre esos socios no estaría pasando por su mejor momento.

Mientras tanto, la nueva Nextel-Cablevisión presentó ante el flamante Enacom (Ente Nacional de Comunicaciones) los papeles para que se apruebe la transacción, que se realizó en US$ 178 millones. En el ambiente se da por descontado que el organismo lo aprobará y la pelea Telefónica-Clarín seguirá encendida. Algunos se preguntan, sin embargo, por qué el presidente de Telefónica, César Alierta, al reunirse con Mauricio Macri no hizo mención a los planes de la empresa para brindar triple play, algo que hoy aparece en el centro de la línea de fuego.

Telecom: Martínez pidió revisar el rechazo. El empresario mexicano David Martínez, socio minoritario en Cablevisión, ya está a la búsqueda de que el nuevo gobierno lo habilite para tomar el control de Telecom, algo que el kirchnerismo le negó en octubre último, luego de tenerlo durante dos años sin emitir una definición.

En los últimos días, representantes del magnate presentaron un escrito ante el Enacom pidiendo la reconsideración de la resolución que emitió la disuelta Aftic. Esa primera decisión ya había sido apelada, pero ahora inició un nuevo reclamo, a sabiendas de que cambiaron los interlocutores en el Gobierno, con los que ya tendría puentes tendidos.

En este nuevo escenario, Martínez será el tercero en discordia en la pelea entre Clarín y Telefónica. La compra de Nextel, decidida en septiembre del año pasado, marcó un quiebre entre el mexicano y el multimedios, ya que él se oponía a la compra de la empresa de telefonía móvil, sobre todo porque generaba ruido en sus negociaciones por Telecom.

Tribunal de la Competencia. Una de las medidas que está analizando el gobierno de Mauricio Macri es la conformación, después de más de 15 años, del Tribunal de Defensa de la Competencia, organismo creado por una ley en 1999. En ese ámbito, sostiene el macrismo, se definirán las controversias sobre los posibles monopolios.

Desde el Ministerio de la Producción, que conduce Francisco Cabrera, no anticiparon tiempos para el anuncio pero reconocieron que “la defensa de la competencia es una prioridad” y que van a “modernizar y fortalecer la comisión de defensa de la competencia”.