"Hay una nueva dinámica del narcotráfico que lo hace incontrolable"


Lo afirmó Ricardo Vargas, sociólogo de la Universidad Nacional de Colombia, autor de numerosos trabajos sobre el tema y miembro del Transnational Institute, uno de los más reconocidos think tank del mundo en el estudio de este flagelo.
-¿Cómo ve la situación del narcotráfico en América del Sur?
-En Suramérica el panorama es distinto al de América Central, en la medida en que el tamaño de la región y la capacidad de los países es distinta. La región andina mantiene unos estándares estables de producción de materia prima para procesar cocaína, alrededor de las mil toneladas; eso se mantiene históricamente sin ninguna variación, y veo una dinámica muy fuerte del Cono Sur en su vinculación al tema del tráfico. Esto es lo nuevo, la expansión de este proceso a Suramérica, el incremento del papel de Venezuela como ruta importante de salida de la producción colombiana, el crecimientodel vínculo entre Perú y Colombia. Brasil es un jugador fuerte. Lo de Bolivia con Brasil y Argentina me impresiona. El discurso oficial de Bolivia sobre la hoja de coca, intencional o no, encubre una realidad que no sé a dónde va en términos de compromiso de Bolivia con el narcotráfico y que puede generar un conflicto fuerte a mediano plazo. Hay un silencio del gobierno boliviano frente a ese problema.Brasil, Argentina y Chile experimentan un incremento fuerte de la demanda. En el caso de Brasil, las dinámicas de comercialización siguen intactas, a pesar de los maquillajes que han hecho de ingreso a algunas favelas en Río por lo del Mundial, pero la demanda se sigue moviendo bastante y también la ruta conectada con África para llegar a Europa.

-En términos globales, ¿se ha avanzado o retrocedido en la lucha contra este flagelo?
-Hay una nueva dinámica del narcotráfico que lo hace incontrolable. Todo el dinero que se ha gastado no ha servido. Europa se ha consolidado, es muy estable, esa ruta está muy diversificada y se hace imposible su detección porque se está usando Brasil vía África, Venezuela y Centroamérica. Hay señales de que está creciendo el mercado en Asia, una economía en auge, con muchos aprendizajes del pasado, estructuras muy sólidas, gente muy calificada, procesos de lavado muy sofisticados, y esto hace que las cosas se mantengan, si no peor, igual que han venido desarrollándose.Eso pone en tela de juicio la estrategia. Mientras no se desarrolle una discusión a fondo sobre la estrategia antidroga, la cosa se complica, en la medida en que esta economía mueve otras economías ilegales, que siguen teniendo un impacto muy serio.

-¿Qué influencia tiene el fenómeno del narcotráfico sobre los Estados?
-Emergen mentes que vienen de estas actividades y generan cambios en el sentido de lo estatal, influencianlos procesos electorales, alcaldías, gobernaciones, parlamentos. Esto se ha convertido en un problema muy serio desde el punto de vista de la gobernabilidad, y este es el principal peligro que enfrentan todos los países. No es un fenómeno paralelo al Estado, sino que está influenciando las dinámicas del Estado y delas sociedades, como en Colombia o Guatemala. El narco también ha generado una pauta de comportamiento de orden cultural y eso es preocupante, porque genera unos parámetros, unas legitimidades de comportamiento de las sociedades, y eso no se está analizando.

-¿Cuál es el éxito de Colombia en materia de control de narcotráfico?
-El Plan Colombia obedeció más a una lectura sobre la amenaza que representaba la guerrilla a mediados de los años noventa, y se dirigió a fortalecer la capacidad del Estado para controlar un proceso en el cual también estaba envuelto el narcotráfico, porque el fortalecimiento de la guerrilla se produce a partir de la capacidad de control de aéreas y cultivos de coca, que significó un incremento importante de sus ingresos y se reflejó en la guerra, la capacidad de combate, la logística. El Plan Colombia se diseñó para eso, no tanto para hacer una acción envolvente en la oferta de drogas.El balance positivo del Plan Colombia tiene más que ver con ese propósito, no con unaestrategia antidrogas: recursos para el rediseño del sistema de defensa, reingeniería de las Fuerzas Armadas, incremento de la capacidad de combate, sobretodo aérea. Esto tuvo un efecto importante en golpear las FARC, pero a nivel de la estrategia contra la droga no fue así, porque la fumigación y la erradicación forzosa no han significado una afectación delmercado global de cocaína donde Colombia es muy importante. Eso me genera muchas dudas sobre la capacidad de Colombia para asesorar a otros países en materia de lucha contra el narcotráfico.El negocio se ha adaptado a las nuevas circunstancias y mantiene su capacidad, reacomodándose. En una negociación con México, Colombia se ha especializado en la producción y traslado de drogas a puntos intermedios, o a países como Argentina, Brasil, Australia y gran partedel mercado europeo.El diagnóstico sobre el caso colombiano está mal hecho. Se ha creado un relato que no tiene soportes claros en la evidencia. En México ven a Colombia como el ejemplo a seguir, pero Colombia tiene un problema serio de legitimación de prácticas mafiosas, de procesos de concentración de la tierra como parte de lavado de activos, de transformación de la estructura agraria en términos no deseables en materia de democratización al acceso de la tierra. Se reduce el narco exclusivamente al circuito ilegal, pero el narco tiene otra capacidad de incidencia muy fuerte, a nivel de la política, de la financiación de campañas, de la pervivencia de estructuras mafiosas en los niveles locales, que afecta incluso el proceso de paz, porque hablar de reforma agraria implica tocar intereses muy fuertes.

-¿Cómo va a afectar el narcotráfico el proceso de paz?
-Yo veo un escollo muy fuerte, que no es la firma de los acuerdos, sino la concreción de la paz a nivel regional, con estas realidades. La construcción de la paz sobre la base de existencia de poderes de este orden va a ser dura, porque estos poderes regionales, que han tenido nexos con élites provenientes del narcotráfico, que se han lavado a través de inversiones en tierras y cultivos de exportación, no quisieron estar en la Habana y no van a aceptar que cambien las cosas.Ahora viene una fase muy complicada para hacer cumplir decisiones sobre restitución de tierras. Esos poderes son más amigos de un modelo de guerra, que dio beneficios exponenciales, y eso oscurece la vigencia del estado de derecho, justifica la autodefensa, el asesinato de líderes campesinos bajo el estigma de ser guerrilleros. Es bastante rentable un escenario de guerra permanente para acabar de modificar la estructura agraria colombiana.

Republicans see one remedy for Obama: impeachment


It is, Rep. Steve King (R-Iowa) said from the dais, “the word that we don’t like to say in this committee, and I’m not about to utter here in this particular hearing.”
One of the majority’s witnesses, Georgetown law professor Nicholas Rosenkranz, encouraged the Republicans not to be so shy. “I don’t think you should be hesitant to speak the word in this room,” he said. “A check on executive lawlessness is impeachment.”
This gave the lawmakers courage. “I’m often asked this,” said Rep. Doug Collins (R-Ga.) “You got to go up there, and you just impeach him.”
Rep. Blake Farenthold (R-Tex.), who has said there are enough votes in the House to impeach Obama, added: “We’ve also talked about the I-word, impeachment, which I don’t think would get past the Senate in the current climate. . . . Is there anything else we can do?”
Why, yes, there is, congressman: You can hold hearings that accomplish nothing but allow you to sound fierce for your most rabid constituents.
The Republicans in the House know there is no chance of throwing this president from office. Yet at least 13 of the 22 Republicans on the panel have threatened or hinted at impeachment of Obama, his appointees or his allies in Congress. They’ve proposed this as the remedy to just about every dispute or political disagreement, from Syria to Obamacare.
Tuesday’s hearing was titled “The President’s Constitutional Duty to Faithfully Execute the Laws.” The unanimous view among Republicans was that Obama had not done his duty, and it’s true that this president has stretched the bounds of executive authority almost as much as his predecessor, whose abuses bothered Republicans much less (and Democrats much more).
But what to do about it? They’ve failed at cutting off funding, they’ve had difficulty suing Obama in court and they lost the 2012 election. That basically leaves them with the option of making loud but ineffectual noises about high crimes and misdemeanors.
In recent days, Rep. Steve Stockman (Tex.), one of the more exotic members of the Republican caucus, has distributed proposed Articles of Impeachment to his colleagues. Last month, 20 House Republicans filed Articles of Impeachment against Attorney General Eric Holder. Around that time, Rep. Michele Bachmann (R-Minn.) accused Obama of “impeachable offenses.”
Rep. Trey Radel (R-Fla.), before his cocaine arrest and guilty plea, invoked the prospect of impeaching Obama over gun policy. Rep. Duncan Hunter (R-Calif.) raised the specter of impeachment over Obama’s threat to bomb Syria without congressional approval. Rep. Kerry Bentivolio (R-Mich.) said it would be his “dream come true” to write the Articles of Impeachment, and Rep. Bill Flores (R-Tex.) said that if “the House had an impeachment vote it would probably impeach the president.”
Sen. Jim Inhofe said Obama could be impeached over the attack on Americans in Benghazi, Libya, while fellow Oklahoma Republican Sen. Tom Coburn said in August that Obama was “getting perilously close” to meeting the standard for impeachment (though he called Obama a “personal friend”). Sen. Tim Scott (R-S.C.) thought it would have been an impeachable offense if Obama unilaterally raised the debt ceiling. Sen. Ted Cruz (R-Tex.) branded Obama “lawless.”
On the House Judiciary panel, impeachment has been floated by GOP Reps. Jason Chaffetz (over Benghazi), Louie Gohmert and King (default on the debt), Darrell Issa (presidential patronage), Trent Franks (Defense of Marriage Act enforcement) and Lamar Smith (who said Obama’s record on immigration comes “awfully close” to violating the oath of office). Rep. Tom Marino (R-Pa.) gets creativity points for proposing the impeachment of Senate Majority Leader Harry Reid (D-Nev.).

At Tuesday’s hearing, the committee chairman, Bob Goodlatte (R-Va.), accused Obama of “picking and choosing which laws to enforce” and of being “the first president since Richard Nixon to ignore a duly enacted law simply because he disagrees with it.”
Contributed Smith: “The president has ignored laws, failed to enforce laws, undermined laws and changed laws, all contrary to the Constitution.”
The majority’s witnesses added to the accusations. George Washington University’s Jonathan Turley said Obama had “claimed the right of the king to essentially stand above the law.”
This excited Franks, who embraced impeachment back in 2011. Obama’s actions, he said, “could be considered royal prerogatives, which is, if my history’s right, what we had that little unpleasantness with Great Britain about.”
Yikes! Why bother with impeachment? They need a revolution.


Comunicar y hacer

Por Rubén Weinsteiner


¿Cuál es el lugar de la comunicación en referencia al hacer, en un gobierno, en un espacio político en la oposición, en un organismo o en una empresa privada?

Una gestión tanto en el estado como en el sector privado, tiene que hacer dos cosas: actuar y comunicar, en realidad como intentaré explicar, comunicar y actuar. En el caso específico del sector público, un gobierno siempre debe trabajar como un motor de dos tiempos, como un médico que administra un tratamiento, y a la vez le construye al paciente el relato que mejor se adapte a las necesidades operativas, con el fin de maximizar el efecto de ese tratamiento. Hacer y a la vez tener contenta a la gente para que nos deje hacer.

No hay realidades, hay percepciones, la percepción de la gente siempre es real, aunque haya diferencias objetivas y duras entre realidad real y realidad comunicada, porque la comunicación construye la realidad al mismo tiempo que la difunde.

La imagen positiva, la intención de voto no se retienen por las cualidades intrínsecas de un candidato o por las medidas de un gobierno, sino por la imagen que estas cualidades y medidas devuelven a la gente. La conceptualización de las percepciones es un proceso comunicacional complejo, por eso aparecen los ruidos, que provocan que la imagen que queremos emitir, difiera de la que recibe el receptor.

Una gestión tanto en el sector público como en el privado, tiene que tener necesariamente un proyecto, una imagen y un relato.
Lo que se plantea como plan de acción, como se refleja, y como lo cuenta.
Muchas veces se dice que hay gobiernos que tienen un buen proyecto, pero no tienen una buena imagen o no tienen un buen relato. Otros que tienen buena imagen, pero no tienen proyecto. Mi opinión es que no se pueden disociar proyecto, imagen y relato.
Actuar sin comunicar o comunicando en forma ineficaz, es tan disfuncional como comunicar y no actuar.

El primer problema estructural es que los gobiernos y las organizaciones, ven a la comunicación como algo accesorio y secundario a la acción, algo que hace una secretaría o una gerencia y en realidad la comunicación es tan importante o mas que la acción. Por eso la comunicación siempre debe tener involucrado en forma directa al gestionador.
Porque la comunicación es estrategia, no táctica como muchos creen, viendo a la comunicación en su función instrumental sólo en tanto herramienta. La comunicación tiene que construirse a partir de la visión global del campo de batalla y no de un sector o una acción específica.

La comunicación puede simular realidades, puede virtualizar escenarios y puede construir valores simbólicos, por eso la comunicación crea la realidad, la define, la explica, la hace sostenible, y si conseguimos apoyo, y de la forma que lo necesitamos, podremos profundizar las acciones dentro de esa realidad optimizando recursos.

Las acciones y las medidas, no pueden autorelatarse ni autodifundirse masivamente; y no pueden construir valor en el imaginario de la gente a través de capital simbólico.
La información define estratégicamente a la acción, porque la direcciona proyectando intencionalidad. La define tácticamente porque le da significación y valores y sus efectos disparan significados. Y la define vectorialmente, porque la direcciona en términos de difusión y destino, llevándola a donde queremos que llegue.
Este direccionamiento de la comunicación es cualitativo porque determina el que, y cuantitativo porque dice a quienes y a cuantos llegar. En la Web 2.0 el quienes y el a cuantos, alcanza mediante mecanismos virales, y de satelización, saltos que antes resultaban imposibles en términos de volumen y horizontalidad.

En la medida que asociemos comunicación al plano estratégico mas que al escalafón táctico, vamos a poder comunicar antes de hacer, pasando del hacer- comunicar al comunicar-hacer, saliendo de la rutina del bombero de correr para apagar incendios, aplicando esa energía a construir escenarios receptivos para nuestras acciones, direccionar comunicación y acción en forma congruente, y establecer mediante espacios cada vez mas horizontales como la Web 2.0, una comunicación, un diálogo cada vez mas permanente.

Rubén Weinsteiner

Cristina quiere posicionar a Macri como el gran opositor y aislar a Massa


La presidenta tomó la decisión política de dejar atrás la guerra con el gobierno porteño y satisfacer una serie de reclamos históricos de la Ciudad de un plumazo. En ambos gobiernos alimentan la teoría sobre la preferencia de Cristina por una eventual sucesión en manos del líder del PRO en lugar de un candidato del peronismo. Cuáles fueron los anuncios.
Cristina quiere posicionar a Macri como el gran opositor y aislar a Massa
Macri y Larreta junto a Capitanich en Casa Rosada.

“Somos los De la Rúa de Menem”, sintetizaban en el PRO esta noche, tras el encuentro de Mauricio Macri con Jorge Capitanich en Casa Rosada.

La convocatoria a Macri a una reunión bilateral fue lo primero que hizo Capitanich tras su llegada a la jefatura de gabinete, horas después de que Cristina Kirchner volviera de la operación por un hematoma subdural, con un video en el que no habló de política salvo cuando mencionó a un militante del PRO.

El jefe de gabinete explicó en la conferencia de prensa que la convocatoria a Macri era una decisión política de Cristina y no una ocurrencia suya. En sólo 45 minutos de reunión, Capitanich resolvió buena parte de la agenda que viene reclamando el gobierno de Macri hace años.

La serie de anuncios confirman que Macri ya no es el enemigo a vencer, sino el rival a levantar contra el resto de la oposición. En especial contra Sergio Massa, el vencedor bonaerense de las elecciones de octubre. No es casual que mientras se reunían Capitanich y Macri, el kirchnerismo intentara darle la vicepresidencia tercera de la Cámara de Diputados al PRO en desmedro del Frente Renovador.

Tanto en el PRO como en el Gobierno nacional se deslizó la misma teoría en torno al encuentro de esta tarde. Fuentes de ambos gobiernos creen que Cristina eligió a Macri como el dirigente ideal de la oposición para evitar una sucesión dentro del peronismo, tal como hiciera el ex presidente Carlos Saúl Menem con la Alianza que llevó a Fernando de la Rúa a la presidencia en 1999 y evitó que la sucesión quedara en manos del peronista Eduardo Duhalde, con el objetivo de volver cuatro años después.

Viejos reclamos

“Creemos que se abre un camino como se ha hecho con todos los gobernadores”, aseguró Capitanich, dando por entendido que a Macri le llegó la hora de recibir ayuda del gobierno central por primera vez en seis años, como si fuera uno más de los gobernadores del oficialismo.

El primer punto del acuerdo entre ambos gobiernos es un flechazo directo al massismo: para solucionar el eterno conflicto de la recolección de basura, Capitanich anunció que analizan la extensión del relleno Norte III de la Ceamse, en Campo de Mayo.

Este es un viejo pedido del gobierno porteño que es resistido con dureza por los intendentes de la zona norte del Conurbano. Encabezados por el jefe comunal de Tigre, los mandatarios de San Martín, San Miguel y San Fernando (todos del Frente Renovador) incluso amenazaron el año pasado con impedir el ingreso de los camiones que traen la basura de la Ciudad si el Gobierno nacional avanzaba con la extensión del relleno.

En segundo lugar, Capitanich se metió en otro foco de conflicto entre la Nación y la Ciudad, que es el saneamiento del Riachuelo. El Gobierno propondrá una división de las partes que integran la Acumar y se encargará del financiamiento para distintos programas.

El tercer anuncio de Capitanich dejó atrás otra pelea de años de duración: la puja del gobierno de Macri por conseguir el aval de Cristina para obtener créditos en los organismos multilaterales de crédito.

Capitanich señaló que el Gobierno firmará la cláusula de no objeción para que Macri obtenga un crédito del Banco Mundial para realizar la obra del entubamiento del arroyo Vega, una obra clave para evitar las inundaciones en el barrio de Belgrano, que como anticipó LPO, se disputan, entre otros, Techint, Roggio y Cristóbal López.

Por otro lado, el jefe de gabinete anunció que le permitirían a Macri el financiamiento internacional para realizar obras en el subterráneo, uno de los ejes de la guerra entre ambos gobiernos.

En tanto que el funcionario nacional aseguró que ayudarán al gobierno porteño a avanzar con la construcción de la “autopista ribereña”. Macri dijo que esa obra viene siendo demorada desde hace casi 20 años y consiste en unir la autopista a La Plata con la Illia, para evitar que los camiones ingresen a la Ciudad.

Por su parte, Macri pidió ayuda para implementar la boleta única en la Ciudad, un proyecto que su ministro de Gobierno, Emilio Monzó, no consiguió hacer avanzar en la Legislatura porteña el año pasado justamente por las trabas del kirchnerismo.

Los jefes de bloque de la Legislatura se enteraron hoy mismo que el jueves tendrán que votar la boleta única en una maratónica sesión en la que se repetirá el pacto del PRO con los K, que entre otras cosas incluye la autorización para la construcción de un shopping en Caballito, la expansión a media Ciudad de los estacionamientos medidos, la creación de un instituto para evaluar a los docentes y la venta de “El Dorrego”, el predio más caro de Palermo, a una serie de productoras entre las que se encuentra Pol-Ka, de Adrián Suar.

Massa y sus diputados amenazan con no asumir y denuncian el pacto Gobierno-Macri

Lo están discutiendo en una reunión en la que participan los diputados del Frente Renovador y sus aliados. Mario Das Neves propuso no jurar en la sesión de mañana si el kirchnerismo y el PRO no le respetan la tercera minoría y le niegan la vicepresidencia segunda de la Cámara baja.

Holanda : qué economía puede entrar en crisis en la eurozona?









La economía de los Países Bajos se caracteriza por unas relaciones industriales, el 
desempleo y la inflación moderada, un considerable superávit en cuenta corriente, y un 
papel importante como centro de transporte europeo. La actividad industrial es 
principalmente en la elaboración de alimentos, productos químicos, refinación de 
petróleo, y maquinaria eléctrica.



Un sector agrícola altamente mecanizado emplea sólo el 2% de la fuerza de trabajo, pero 
ofrece grandes excedentes para la industria alimentaria como para la exportación. Los 
Países Bajos, junto con 11 de sus socios de la UE, comenzó a circular el euro el 1 de 
enero de 2002. 
El país ha sido una de las principales naciones europeas para atraer la inversión 
extranjera directa y es una de las cuatro mayores inversores en los EE.UU. Después de 
26 años de crecimiento económico ininterrumpido, la economía de los Países Bajos que 
es muy abierta y dependiente del comercio exterior y de los servicios financieros fue 
muy afectada por la crisis económica mundial. El PIB Holandés se contrajo un 3,9% en 
2009, mientras que las exportaciones disminuyeron casi un 25% debido a una fuerte 
contracción de la demanda mundial. 
En respuesta a las turbulencias en los mercados financieros, el gobierno nacionalizó dos 
bancos y miles de millones de dólares inyectados a un tercero, para evitar aún más el 
riesgo sistémico. El gobierno también trató de impulsar la economía nacional mediante 
la aceleración de los programas de infraestructura, ofreciendo exenciones del impuesto 
de sociedades para los empleadores retener a los trabajadores, y la ampliación de las 
facilidades de crédito a la exportación. 
Los programas de estímulo y rescates bancarios, sin embargo, resultó en un déficit 
presupuestario de casi el 4,6% del PIB en 2009 y 5,6% en 2010, que contrasta con un 
superávit del 0,7% del PIB en 2008. Con un desempleo que pesa sobre el consumo del 
sector privado, el gobierno del Primer Ministro de Mark Rutte es probable que bajo una 
gran presión para mantener el déficit de presupuesto bajo control .


Obama fan de Star Wars

URRIBARRI: "NOS DEDICAMOS AL DESARROLLO, QUE ES UNA POLITICA


El gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, defendió hoy la tarea que lleva adelante al frente de la provincia mesopotámica y destacó el apoyo del gobierno nacional para lograr estos avances, a la vez que señaló que "nos dedicamos al desarrollo, que es una política de Estado para este gobierno".
En el marco de la 19na Conferencia de la Unión Industrial Argentina, Urribarri le pidió al sector empresario que en sus críticas no "mezclen a todos" los mandatarios por igual, durante un contrapunto que mantuvo con el empresario textil Teddy Karagozian.
"Yo no voy a dejar pasar que digan que somos reelectos porque pagamos, además cuando se habla de estas cosas uno tiene que decir tal gobernador, tal intendente, porque si no mezclamos todo", dijo Urribarri en respuesta a Karagozian, quien había deslizado que "los gobernadores pagan y por eso son reelectos" y que "no vienen a las fábricas, sólo a las inauguraciones".
Ante un auditorio conformado por más de medio millar de empresarios industriales y especialistas, el gobernador resaltó que "solicitamos y logramos como nunca antes había sucedido todo el apoyo del gobierno nacional que sabía que Entre Ríos había estado por décadas aislada por los sucesivos gobiernos anteriores. Fijamos un norte y objetivos conjuntos con el sector privado y fuimos hacia adelante. Y hoy Entre Ríos no es tierra de oportunidades por generación espontánea sino por todo lo que hicimos en estos años privados", expresó Urribarri.
Además, el mandatario expuso en un detallado informe con números y datos la transformación lograda en la provincia en los últimos seis años y apuntó: "nos dedicamos al desarrollo, que es una politica de Estado para este gobierno".
"Fuimos identificando objetivos superiores con empresarios, muchos están aquí, y en esa primera reunión (de la UIA que participé) me callé y tomé nota pero ahora no me callo, porque hicimos cosas", remarcó.
Urribarri dijo que "con las variables que uno puede manejar como gobernador desde la economía, generamos un ambiente que convocaba y desde lo político mostramos que había cambios que llegaban para quedarse".
El gobernador dijo que "hicimos infraestructura para la producción" y que la provincia creció un 45 por ciento acumulado en los últimos cinco años y la industria avanzó un 47,4 mientras que la media nacional está cerca del 25.
"Esto corrobora que cumplimos el objetivo de dar valor en origen ya que en 2011 por primera vez en 10 años el valor agregado en la industria manufacturera superó al agropecuario", así como crecieron los préstamos al sector privado.
En su exposición, Karagozian dijo que tiene siete fábricas en cinco provincias y que al sector le "faltan incentivos" en materia impositiva de parte de los estados provinciales.
Sobre este punto, Urribarri le contestó que "en los seis años de gobierno decidimos en Entre Ríos no cobrar ingresos brutos y no lo hemos hecho para estimular la producción", frase que arrancó un aplauso de los asistentes.
Sobre el final, aseveró que el desafío es "optimizar las potencialidades" para lo cual "necesitamos inversiones" y ejemplificó con acuerdos con China sobre acueductos que están en vías de negociación.
Télam


La AFIP aumentó el recargo a los consumos en el exterior y lo llevó al 35%

El porcentaje aplicable a los consumos con tarjetas de crédito y débito pasó así del 20 al 35%; la medida alcanza además a la adquisición de dólares para turismo; el "dólar turista" equivale ahora a $8,31


La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) elevó del 20 al 35% la percepción que cobra como adelanto de impuesto a las Ganancias y Bienes Personales en los consumos con tarjetas de crédito y débito realizados en el exterior del país. Además, según informa mediante el Boletín Oficial, extendió el recargo a la compra de dólares para turismo.
La norma quedó firme con la publicación de la Resolución 3550 en el Boletín Oficial, que modifica la anterior Resolución General Nº 3450.
En marzo, el Gobierno había aplicado un incremento del 15 al 20 por ciento en el impuesto. Esta vez, se informó: "Decisiones de política económica tornan aconsejable extender la utilización [del impuesto a las Ganancias y/o Bienes Personales] a la venta de moneda extranjera para gastos de turismo y viajes".
La alícuota del 35 por ciento se calculará "sobre el monto de la operación de cambio". "Deberá ser ingresado [mediante el] procedimiento de transferencia electrónica de fondos establecido por la Resolución General Nº 1.778, su modificatoria y su complementaria, a cuyo efecto deberán generar el correspondiente volante electrónico de pago (VEP). Previo a validar la operación, las entidades autorizadas exigirán copia del mencionado volante", explicita el Boletín Oficial.
Ayer, el dólar oficial cerró a $6,16, por lo que el "dólar turista" equivale ahora a $8,31, un número cercano al dólar blue, que hasta ayer se conseguía a $9,18. A media mañana se conocerá el impacto de la medida sobre el mercado negro de divisas.
Esta resolución de la AFIP se publica en medio de rumores -que tomaron fuerza durante el reposo de Cristina Kirchner y los posteriores cambios en el gabinete- sobre un posible desdoblamiento cambiario para paliar la fuga de dólares.

The U.S. economy does better under Democratic presidents — is it just luck?

Since World War II, there's been a strikingly consistent pattern in American politics: The economy does much better when a Democrat is in the White House.

More specifically, since 1947, the U.S. economy has grown at an average real rate of 4.35 percent under Democratic presidents and just 2.54 percent under Republicans:
(Note: Truman's growth rate drops to 5 percent if you include his unelected term from 1947-1949.)
(Note: Truman's growth rate drops to 5 percent if you include his unelected term from 1947-1949.)
Why the big gap? One possible explanation is that Democratic policies are better for economic growth. Another is that Republican policies are better for growth — but there's a time lag, so Democrats tend to benefit.
Alternatively, perhaps Democrats simply have better economic luck. That third theory is one favored by economists Alan Blinder and Mark Watson in their new working paper, “Presidents and the Economy: A Forensic Investigation”. They argue that random economic fluctuations best explain the differences in growth between 1947 and 2013, and not which party happens to hold the White House.
"Democrats would no doubt like to attribute the large D-R growth gap to better macroeconomic policies, but the data do not support such a claim,” the authors write. (Blinder worked as an adviser in the Clinton White House, Watson is an econometrician not affiliated with either party.)
Instead, the two economists offer three big reasons for the partisan gap in growth rates: oil shocks, productivity growth and consumer confidence. These factors, they say, can explain at least half of the gap. Here's a breakdown:
1) Oil shocks: Republicans have had worse luck with oil shocks, or spikes in the price of crude oil that tend to cramp consumer spending and limit growth. Blinder and Watson draw on University of California, San Diego economist James Hamilton's work on how oil spikes hurt the economy and suggest that these shocks explain between one-eighth and one-fourth of the difference in partisan growth rates.
Oil shocked. (Charles Tasnadi/AP)
It was the oil, I tell you. (Charles Tasnadi/AP)
They do note, however, that this isn't entirely independent of policy, as the invasions of Iraq under Presidents George H.W. Bush and George W. Bush appeared to have driven up the worldwide price of oil. (The latter, the authors say, was "the biggest oil shock in the sample," with a bigger economic impact than either of the OPEC-driven shocks under Presidents Richard Nixon and Jimmy Carter.)
2) Productivity shocks: Total factor productivity has tended to grow faster under Democratic presidents than Republican ones. The big story here was a surge in productivity during the John F. Kennedy and Lyndon Johnson administrations, combined with a sharp slowdown during President Ronald Reagan's first term.
"As with oil shocks, we consider [productivity shocks] as mainly reflecting luck," the authors write. "But, of course, we cannot rule out that they have a policy component as well."
3) Consumer confidence: Consumer confidence tends to leap during the first year of Democratic presidencies. Is this a coincidence? The authors say it's possible that the election of a Democratic president somehow boosts confidence, which in turn boosts spending. But it's surprisingly difficult to tease out why this might be.
"Much of the D-R growth gap in the United States comes from business fixed investment and spending on consumer durables," the economists write. "And it comes mostly in the first year of a presidential term. Yet the superior growth record under Democrats is not forecastable by standard techniques, which means it cannot be attributed to superior initial conditions."
All told, the economists suggest that the three factors above account for 46 percent to 62 percent of the gap. That means we still don't have a full answer.
Other (rejected) theories: The authors also consider — and rule out — a number of other possible explanations:
-- Deficits. There doesn't seem to be a huge difference in fiscal policies between the two parties since 1947. The structural federal budget deficit has been 1.5 percent under Democratic presidents and 2.2 percent under Republicans — "far from statistically significant," the economists write.
-- Military spending. The authors do find a big difference in military spending — real defense spending grew 5.9 percent under Democrats and just 0.8 percent under Republicans. But they don't think this is enough to drive the difference in growth rates: "On average, federal defense spending accounts for just 8% of GDP over the postwar period. It would be hard for a tail that small to wag such a big dog."
-- Congress. Party control of Congress doesn't seem to have much impact on the economy one way or the other.
-- Federal Reserve. Fed chairmen appointed by Democrats tend to outperform Fed chiefs appointed by Republicans. But this doesn't necessarily benefit Democratic presidents. Indeed, the Federal Reserve, on average, tends to lower interest rates during Republican administrations and hike them during Democratic administrations. (This might simply be a response to the fact that the economy does better under Democrats, however.)
-- Inherited economies. The authors don't give much credence to the idea that Democratic presidents inherit stronger economies. In fact, the opposite may be true: "Democrats inherit growth rates of 1.8% from the final year of the previous term, while Republicans inherit a growth rate of 4.1%." Yet Democratic presidents have still done better, on average, in their first terms since 1947.
-- Global patterns. There doesn't seem to be any worldwide pattern here. Canada shows the same partisan gap in growth rates as the United States, with the economy growing faster under Liberal governments than during Conservative governments. But there's no such pattern found in France or Germany.
Now, this paper is hardly the last word on the subject. As Blinder and Watson note, they can only explain from 46 percent to 62 percent of the difference in growth rates — there's a lot more work to be done in figuring out the rest of the answer. "The rest remains, for now, a mystery."
Further reading: Princeton political scientist Larry Bartels has also shown that income inequality tends to rise under Republican presidents and fall under Democratic presidents. Blinder and Watson mention this fact in their paper, but they don't examine whether this might relate at all to the partisan gap in growth rates.
(Link to the paper is via Tyler Cowen.)

Massa eligió a D’Onofrio, Hogan y un radical para el Senado

Aunque restan definiciones formales, Sergio Massa ya tiene los nombres de sus representantes en el Senado bonaerense. Jorge D’Onofrio sería el titular del bloque y Tomás Hogan el vice. En tanto, un radical se quedará con la vicepresidencia segunda de la Cámara. 
Con la tensión propia de toda definición política, dentro del Frente Renovador cruzan llamados y negocian, por estas horas, las autoridades de los bloques tanto del Senado como de Diputados en la Legislatura bonaerense.

A pesar que varios referentes se anotaron en la carrera, Sergio Massa se volcaría por Jorge D’Onofrio, actual jefe de esa bancada, para la conducción del bloque en los próximos años. Pero en el entorno del senador de San Isidro existe hermetismo. Saben que hay varios que intentan quedarse con la conducción del massismo en la Cámara Alta.

La vice presidencia será para el intendente de Miramar, Patricio Hogan, quien llega al Senado bonaerense con el respaldo de la mayoría de los intendentes del Frente Renovador.

En tanto, la vicepresidencia segunda de la Cámara Alta será para uno de los senadores radicales que recalaron en el massismo. Massa aún no definió si será Roberto Costa o Malena Baro, la referente de Mario Meoni, quien ocupará ese lugar.

En tanto, en las últimas horas sonó también el nombre de Baldomero “Cacho” Álvarez. El senador de Avellaneda consolidó una cuota importante de poder dentro del bloque y también se ganó la confianza de Massa.

Sin embargo, el intendente de Tigre le encomendó la tarea de comenzar el armado del Frente Renovador en el resto de las provincias. Baldomero había comenzado a recorrer el país en 2010 a través de la agrupación sciolista La Juan Domingo.

Córdoba, Santa Fe, Misiones, Tucumán, Chaco, Neuquén y Formosa, fueron algunas de la provincias donde se generaron contactos. En las próximas semanas, el ex intendente de Avellaneda, volverá a trabajar para sentar las bases del massimos en esas provincias.

Sin embargo, las chances de Baldomero de convertirse en una de las autoridades se diluyeron cuando Osvaldo Goycoechea comenzó a sonar para un cargo en el Banco Provincia.
 

Merklen y Kessler: “Sólo una ínfima parte de los jóvenes que cometen un delito hacen una carrera delictiva”


DIALOGOS › GABRIEL KESSLER Y DENIS MERKLEN DEBATEN SOBRE INSEGURIDAD Y RIESGOS EN UNA SOCIEDAD

Los investigadores sostienen que existe una “hiperinflación” de la idea de riesgo, principalmente en torno de la llamada inseguridad. Aquí explican por qué es necesario diferenciar los riesgos. La carga de ser individuos en una sociedad. Críticas al papel de los sociólogos.

Por Natalia Aruguete y

Bárbara Schijman

Del profundo debate sobre “Morales y sentimientos de la cuestión social” entre Robert Castel, Gabriel Kessler, Denis Merklen y Numa Murard, celebrado en la Casa Argentina de París en marzo de 2011, surgió la obra Individuación, precariedad, inseguridad. ¿Desinstitucionalización del presente? (Paidós). Allí se disparan problemáticas clave del mundo actual, en particular, cómo ha evolucionado el conflicto social en las últimas décadas.
Luego de la presentación del libro en las X Jornadas de Sociología, los investigadores Kessler y Merklen dialogaron con Página/12. En la charla, problematizaron la pesada carga de ser individuos hoy, advirtieron sobre la hiperinflación de la idea de riesgo como marco de legibilidad de la sociedad y pusieron en cuestión el rol del sociólogo, en particular, “qué hacer con nuestro propio discurso de la estructura social”, puntualiza Kessler.
–¿Cómo caracterizaría las actuales dinámicas de individuación?
Denis Merklen: Esta palabra es casi un neologismo, no es asimilable a individualización. No tratamos de entender qué es lo que hace que cada uno sea un sujeto singular, sino qué hace que podamos comportarnos como individuos en el mundo, conducir nuestras vidas como individuos y tener ciertos espacios de libertad, independencia social y autonomía. Retomamos algunas preguntas planteadas hace casi veinte años ya por Robert Castel: el modo en que hoy nos volvemos individuos no siempre tiene un valor positivo. Podemos volvernos individuos y que eso constituya una forma de desigualdad social, de carga social. Hasta hace un tiempo la sociología pensaba que algunos –los pobres, los trabajadores– no lograban ser individuos, que la condición de individuo era de las clases altas y medias. La novedad en nuestros trabajos de campo es que la individuación está distribuida en toda la estructura social. Pero eso no implica que todos necesariamente se desarrollen, liberen y expandan. A veces, el ser individuos en el mundo actual puede ser una carga extremadamente pesada.
–Respecto de esta pesada carga, ¿qué efectos genera en las subjetividades lo que usted define como “responsabilización” y “actuación”?
D. M.: En Europa hay muchos dispositivos sociales que apuntan a producir la subjetividad del otro, formas de actuar sobre el otro como sujeto. Algo que no es nuevo, pero que antes estaba reservado a sujetos percibidos como problemáticos y que ahora se dirige a todo el mundo, a gente que no tiene un problema en tanto tal, sino que simplemente fracasa en la vida. El otro punto es que para poder conducirte como un individuo responsable se necesitan ciertas condiciones, que a veces son del orden de los recursos que se posee y otras del orden contextual. Entonces, convertir la exigencia de conducirse como un individuo responsable y autónomo en universal supone desconocer los recursos de los que cada quien dispone para poder hacerlo, por un lado, y las abismales diferencias de situación en las que uno se encuentra, por otro.
–¿Asociado al contexto, también en el caso de los riesgos habría diferencias?
Gabriel Kessler: La pregunta es hasta dónde extendemos la idea de riesgo. En el artículo de Castel se expresa una posición que también compartimos los otros autores: se alerta sobre la hiperinflación de la idea de riesgo como marco de legibilidad de la sociedad actual. Por un lado, hay una expansión del riesgo como grilla de legibilidad, lo que conlleva nuevas y constantes demandas a los gobiernos. Ellos son interpelados para asegurarnos contra nuevos tipos de riesgos, impensados tiempo atrás. Cada vez más se instala la idea de una democracia técnica que pueda gestionar estos riesgos. Esta es la discusión entre los teóricos de la sociedad de riesgo (Beck, Giddens) y la postura de otros como Castel, que propone la necesidad de limitar y diferenciar la utilización de la idea de riesgo.
–¿En qué sentido cree que se debe diferenciar?
G. K.: Por un lado, su extensión limitada diluye la idea de responsabilidad sobre ciertos colectivos y ciertas clases. Por otro lado, impone una demanda necesariamente insatisfecha, tanto en relación con la inseguridad como con respecto a otros temas, la llamada “frustración securitaria”. En relación con la inseguridad, hay un cuestionamiento a la idea de grupos de riesgo, porque se puede demostrar correlación pero no causalidad entre ciertos atributos y el delito. A lo que se agrega la idea de indicadores “pre-delictivos” que conllevaría el riesgo futuro de que cometan tales hechos, con el potencial estigmatizador que implica. También se cuestiona la idea clásica de la criminología de que los delitos en la juventud son indicadores de una carrera delictiva adulta, cuando se ha demostrado lo contrario: sólo una ínfima parte de quienes cometen un delito en la juventud tiene el riesgo de entablar más tarde una “carrera”. Allí hay un cuestionamiento tanto a las políticas más autoritarias como a las más progresistas, bajo la idea de “jóvenes en riesgo”, cuya extensión ilimitada impondría un tipo de política preventiva con tintes autoritarios.
–¿En qué medida la propuesta de limitar la idea de riesgo se asocia a la premisa de que “no sorprende que la inseguridad se haya ubicado en el primer lugar de preocupación en la Argentina y a nivel regional”, que usted plantea en el libro Ilegalismos, cidade e política?
G. K.: No sorprende porque aparece, sobre todo en América latina, un cambio en la experiencia social y cultural del delito ligado al aumento de las tasas históricas de cada país; un cambio importante que se dio dentro de una misma generación o con una generación de diferencia. Por ejemplo, el caso de Uruguay es paradigmático, donde en términos relativos sus tasas son bajas, pero han aumentado en función de lo que era habitual. Allí hay una sociedad envejecida para la cual el pasado está siempre muy presente; ha experimentado un cambio en la relación con el delito. Ello hace que aparezca, casi por antonomasia, como el riesgo primero.
–¿Por qué?
G. K.: Porque los riesgos no se expresan en tanto cálculos de probabilidades –no alcanza con decirle a una persona: “Mire que las probabilidades de sufrir un homicidio son bajas”–, sino que se expresan en términos de experiencia de incertidumbre: la percepción dicotómica de que algo me puede pasar o no. A esto se agrega que uno, de algún modo, elige entre los riesgos que más le preocupan y más lo rebelan o le parecen intolerables. Unos son más insoportables que otros porque media una condena moral. Mientras algunos se inscriben dentro de lo aceptable, otros se vuelven moralmente insoportables. Y esto explica por qué reaccionamos más, a menudo con más bronca que miedo frente al delito que a otros riesgos con mayores probabilidades pero sin la misma indignación moral. Un tema adicional es la “configuración Cono Sur”, entre las que se encuentran Buenos Aires junto a otras ciudades argentinas, Montevideo y algunas ciudades chilenas. Tienen un rasgo común: los homicidios son relativamente bajos pero las tasas de victimización son altas.
–¿A qué se debe esa disociación?
G. K.: En parte, al tipo de vida urbana: donde hay más circulación urbana de individuos suele haber más delitos ocasionales. Ellos resuenan en forma constante en las conversaciones; ese telón de fondo diario se articula con las noticias de los hechos más violentos, menos habituales pero que, por esa misma razón, son los que más presencia tienen en los medios. Así, la incertidumbre de que acaso uno de estos innumerables hechos cotidianos tenga un desenlace fatal es una clave explicativa de la alta preocupación actual. Esto se retroalimenta con la imagen de un “delito aleatorio”, es decir, poco profesional y con escaso control de la violencia, lo que contribuye al temor de ese desenlace. Cuando la inseguridad se vincula al “crimen organizado”, como sucede en otros países de la región, los temores se configuran de manera diferente de lo que sucede en el Cono Sur.
–En sus escritos, usted plantea que hay una autonomía relativa entre delito e inseguridad. Otros autores, en cambio, afirman que la sensación de inseguridad no está asociada con la tasa de delitos. Más aún, en algunos países las estadísticas muestran una baja en el nivel de delitos cometidos y, en cambio, un aumento del temor al delito.
G. K.: Yo sostengo que (la autonomía) es relativa. Cuando uno toma una evolución temporal de una década o década y media en determinados países, ve un reacomodamiento de las percepciones. Cuando los delitos empiezan a aumentar, en general un tiempo después el temor aumenta. Cuando el delito baja –pero ya la preocupación está instalada: los medios han tematizado el tema, los mercados de seguridad están prósperos, las prácticas sociales han cambiado–, allí podemos decir que el sentimiento de inseguridad, pensado como sentimientos, prácticas y representaciones, se autonomiza y perdura. Pero una vez que el delito baja y se mantiene así durante un tiempo considerable, como en varios países de Europa, el temor al delito disminuye. En lugares como Chile, donde el delito empezó a bajar, también el temor bajó. En Bogotá, más allá de que las tasas siguen siendo muy altas, el delito efectivamente bajó y la percepción también. Hay una maleabilidad de las percepciones.
–¿Cómo analiza las mediciones en este campo?
G. K.: Si yo busco temor, encuentro temor, por lo cual las mediciones más sofisticadas empiezan a diferenciar entre lo que llaman un “miedo experiencial”, más ligado a las experiencias personales o a la lectura del contexto barrial, de lo que se denomina un “miedo expresivo”, asociado a una crítica social, en muchos casos expresiones autoritarias sobre inmigrantes, inquietud por cambios en los sectores populares, crítica generacional contra los jóvenes. Los indicadores actuales –por ejemplo, la encuesta británica de victimización que diferencia entre indicadores para miedo experiencial y miedo más expresivo– muestran que cuando diferenciamos entre indicadores para uno y otro temor –los de percepción de probabilidad de un delito, por caso– no sólo las cifras del temor cambian, sino que además los grupos que aparecían como menos temerosos, por ejemplo los jóvenes varones, empiezan a mostrar guarismos más elevados. Depende de lo que pregunte, encontraré cosas distintas.
–¿Cómo se vincula esta noción de riesgo con la creciente individuación y la precariedad de la que hablan en el libro Individuación, precariedad, inseguridad?
D. M.: No hay actualmente mayor individuación porque haya mayor precariedad o exposición al riesgo. Incluso si se revisa la literatura sociológica del siglo XX, es indudable que la individuación fue un efecto inmediato y exponencial de una mayor estabilización de las condiciones de vida, de mayor seguridad social. Comparado con lo que había ocurrido durante el siglo XIX, al lograr estabilizar los modos de vida de la mayoría, hacerlos previsibles y generando que el horizonte temporal se extendiera, hubo una explosión del individualismo, observado muy claramente ya en los años ‘50. Lo que ocurre luego de ese proceso, con las formas de precariedad que conocimos en los últimos 30 años, es que se produce un modo de individuación diferente.
–¿Con qué rasgos?
D. M.: Ya no está relacionada con la capacidad que un individuo tiene de poder anticipar y proyectarse hacia el futuro de manera independiente, sino con la dificultad que los sujetos tienen de apoyarse en estructuras sociales sólidas, lo que los obliga a repensarse como los únicos actores de sus propias vidas. Como no puedo contar con ninguna protección social, no puedo más que arreglármelas solo. Pero entre ser socialmente independiente y tener que arreglárselas solo hay una valencia del tipo de individuo que es muy distinta.
–¿En qué se diferencia?
D. M.: En el primer caso hay una cierta homogenización con las condiciones sociales, lo que no quiere decir igualdad, sino que algunos riesgos se controlan mejor. En el otro caso hay una profunda desigualdad social porque no se es igualmente individuo en distintos contextos. Supongamos que decimos: “las sociedades contemporáneas son sociedades del riesgo”. Al decir eso nos perdemos de observar una situación muy evidente.
–¿Cuál?
D. M.: Vamos por una calle cualquiera de la ciudad en una hora vespertina aquí y en alguna periferia poco transitada y protegida, es indudable que la exposición al riesgo no es la misma. Del mismo modo que no está expuesto al mismo riesgo un habitante de clase media en Berlín que uno de clase popular en el Congo… Entonces, si todos están igualmente expuestos al riesgo estamos perdiendo una capacidad descriptiva formidable, porque es indudable que las situaciones son diametralmente diferentes, dependiendo de la exposición. Hay una obligación del sociólogo de restituir un elemento que no es perceptible necesariamente para los sujetos. Que tanto el ciudadano berlinés como el otro pueden sentirse muy amenazados, pero no podemos decir que las dos situaciones sean iguales pese a que los sujetos se expresen de la misma manera.
G. K.: Querría llamar la atención sobre las maneras paradójicas en que se pueden expresar subjetivamente esos mayores riesgos y esa mayor incertidumbre, ligada a la criminalidad que recién mencionaba. En mi artículo yo comparo a los jóvenes que cometieron delitos en los ’70-’80, de los ’90 a 2002 y después de 2006. En la segunda etapa aparecía algo que en ese momento no vi tan claramente; quizá creí que era un aspecto de la adolescencia. Era esa incertidumbre y, sobre todo, esa gran precariedad, que podía ser leída a primera vista como una idea de actor hiperestratégico, cuando lo que había era una situación de necesidad que se expresaba como una suerte de lógica instrumental según la cual parecía no haber opción más allá de la elegida.
–¿En qué se expresaba esa falta de opción?
G. K.: Yo uso una frase de una entrevista que lo resume: “Necesitaba dinero. No tenía trabajo. Salí a robar”. Allí aparece reducido al máximo el campo de acciones posibles, lo cual puede ser leído como una especie de actor hiperestratégico que está solamente pensando en una lógica de los fines sin importar los medios. Pero cuando lo comparo con algunos jóvenes diez años después, en una sociedad donde se abren más oportunidades laborales, donde hay una idea de menor precariedad más allá de que realmente los pueda o no incluir, aparecen más opciones y capacidad de agencia.
–¿Diez años después pudieron optar?
G. K.: El delito aparece como una posibilidad por la que se puede optar o no. Lo paradojal es que la idea de incertidumbre, que uno tendería a pensar que se vivencia como un estado de duda, desde el punto de vista de los actores, a veces es expresado como que el camino que se elige es lo único posible. Entonces esto nos enfrenta a una cuestión bastante debatida en el libro: esa relación entre lo que uno (como investigador) explica y lo que los actores dicen de sí mismos.
–¿Puede el investigador evitar decir más de lo que los actores dicen? ¿Cómo hacer para no sesgar desde su interpretación el relato de los actores?
D. M.: Cuando Kessler construye su narración de tres momentos de un personaje social equivalente y los compara, produce un modo de comprensión del mundo que no es accesible a ninguno de esos actores; como sociólogo, él está en condiciones de crear un dispositivo de observación que es propio de su trabajo. Allí hay un momento de “creatividad” en la construcción del dispositivo de investigación. Entonces, sin la necesidad de decir: “Esa persona está equivocada al pensar lo que piensa sobre su propia vida, su propia historia y sobre el mundo”, los sociólogos tienen la obligación de construir un mecanismo de acceso a la realidad, de conocimiento, que permita observar algo que no era observable antes. Y que no es directamente accesible para los propios actores. Creo que allí hay una respuesta posible a este dilema moral del sociólogo, en tanto no resuelve todas las preguntas posibles.
G. K.: Dos observaciones. Por un lado, en las ciencias sociales, en particular desde la sociología pragmática, hay un movimiento desde hace ya varios años de cuestionar lo que han llamado la reducción a lo social, en el sentido de imponer una serie de argumentos y de claves explicativas relativamente limitadas –la crítica es sobre todo a Bourdieu– para explicar distintas cuestiones. Como dice Latour, imponer una meta-narrativa que sustituye la propia narrativa de los actores. En estos temas, me parece que esa pregunta tiene también una relevancia política particular. Me refiero a que las explicaciones sociales, a las que adhiero y sobre las que he trabajado, han permitido contrarrestar los discursos más punitivos cuando se produjo el gran aumento del delito en los ’90. Hemos demostrado, en Argentina como en el resto de la región, la relación entre aumento de la desigualdad, desempleo y delito. Pero es necesario incorporar otras variables a la experiencia urbana de un delito, a las emociones ligadas a los actos y a los actores mismos. Poder diferenciar entre nuestras interpretaciones y las de los actores, que en muchos casos, como dice Boltanski, reniegan a subsumir su historia en un relato de dominación.
D. M.: Al comienzo de su carrera, Bourdieu había dicho que el principal problema del sociólogo es que su objeto habla. El era perfectamente consciente de eso y tomó una decisión radical. Sabía que se exponía a que le dijeran: “Usted no tiene razón”. En una de las últimas escenas de la película La sociología es un deporte de combate, Bourdieu se expone frente a los jóvenes de la periferia de París. Uno de los chicos le dice: “Tenés a Dios en tu apellido, pero vos no sos Dios” (N. de la R.: Dieu, Dios en francés). Como si le cuestionara: “No sos quién para venir a explicarnos a nosotros los que nos pasa”. En ese entonces, Bourdieu era un profesor del Collège de France, una persona conocida en Francia para todo el mundo. Cuando Bourdieu sale de la sala, dice: “Pobres muchachos; se creen que entienden lo que les está pasando pero no entienden nada”.
–Con respecto a esta discusión sobre la “mirada” del sociólogo, ¿cómo no caer en el miserabilismo?
D. M.: El reproche de miserabilismo es a la sociología de Bourdieu. Se trata de la toma de conciencia que tienen los mecanismos de dominación en una sociedad, que hacen del dominado un sujeto que, incluso, no puede hablar en nombre propio. Bourdieu decía que las clases populares no pueden hablar en nombre propio, sólo pueden ser habladas por otros. El acento puesto en la observación puede invalidar completamente el hecho de que esos dominados tienen una voz, una iniciativa, una visión del mundo, se equivocan, hacen cosas bien y otras mal. Hay una especie de condescendencia que descalifica porque no es más que la producción de un dominado.
–¿Cómo escapar a eso?
D. M.: Es algo muy difícil para nosotros, que hemos prestado una atención muy especial a la condición del pobre. Pienso que el principal resguardo que tenemos es el de pensar que todos los otros miembros de la sociedad son nuestros conciudadanos. Los pobres, la clase media y los ricos. Y que del mismo modo que criticamos sin tapujos y con entusiasmo las conductas y los modos de ver de los poderosos, los políticos, los periodistas, también debemos tener una actitud crítica –lo cual no quiere decir desconocer la racionalidad del otro– con quienes están en una posición de desventaja: pobres, sometidos, explotados y demás. El reconocimiento de la situación y de la condición no obliga a tener un punto de vista condescendiente ni descalificador con el otro.
G. K.: Una de las formas de evitar el riesgo del miserabilismo es no pensar determinados fenómenos como exclusivos de los sectores populares, sino tener una mirada que considere los diferentes grupos y las relaciones entre los grupos o clases sociales. Los ilegalismos que estudiamos en el libro, por ejemplo: se podría decir que a cada clase y franja etaria le corresponden distintos tipos de ilegalismos. Cuando uno va al conurbano se encuentra con un terreno heterogéneo de sectores medios, medios bajos, medios altos. Sin embargo, se suele visualizar como un territorio polarizado entre clases altas en urbanizaciones privadas y sectores marginalizados; nada más lejano de la realidad. El efecto de una construcción de conocimiento, con una preocupación legítima por la urgencia social en años pasados, tendió a tener una mirada sesgada sobre ciertos territorios y franjas de la población. Allí hay un problema. De hecho, hoy nos preguntamos de qué hablamos cuando hablamos de sectores populares y también cómo definirlos. Por último, creo que hay un cuestionamiento más macro sobre qué hacer con nuestro propio discurso de la estructura social. La “sociología de los problemas públicos” nos dice: “Ustedes –en tanto expertos– son parte de la conformación de los problemas públicos. No son la voz que dice, desde afuera, “esto es así o asá”. Somos parte de esos dispositivos de enunciación y de prácticas que contribuyen a configurar ese problema.

Tapas, noticia y recorte de la realidad

Comparamos las tapas de los diarios de mayor tirada del país para saber qué realidad construye cada uno a través de los contenidos que destaca.
Les dejamos, para que recorran, las tapas de los principales diarios argentinos.
Les dejamos, para que recorran, las tapas de los principales diarios argentinos.
Clarín, Popular, Crónica, Tiempo y Olé destinan dos tercios de su primera plana a la indefinición del torneo Inicial, producto del empate sin goles entre San Lorenzo, el líder, y Estudiantes que dejó, a una fecha del final, con chances de ser campeón a otros tres equipos: Vélez, Newell’s y Lanús. La mayoría exhibe, en su foto central, la desilusión vivida en el Nuevo Gasómetro.
Clarín prefiere mostrar el “penal no cobrado” favorable a San Lorenzo, cometido por Silva contra Cavallaro, y presenta un “Final abierto para cuatro equipos”. Indica que, con “el 0-0 de San Lorenzo-Estudiantes y el 2-2 de Lanús ante Boca, arde la pelea por el título”, ya que el Ciclón les “lleva dos puntos a Vélez, su próximo rival, y a Newell’s y Lanús, que juegan entre sí”. Al igual que sus colegas gráficos, Clarín destaca que “La AFA postergó la definición para el 15, a pedido de Lanús”, que jugará la final de la Copa Sudamerica.
Diario Popular presenta a jugadores azulgranas abatidos, arma el título “Ahora no puede fallar”, y plantea que “San Lorenzo jugó mal, igualó 0 a 0 con Estudiantes y desperdició la chance de ser campeón pero sigue dependiendo de sí mismo”.
Crónica exhibe a decenas de simpatizantes de San Lorenzo con gestos de preocupación y decepción, junto al rótulo “Camp... Nou”, y señala que “Los hinchas del ‘Ciclón’ tenían todo preparado, pero se quedaron con el grito atragantado”.
Tiempo prioriza que “San Lorenzo empató y se mantiene el suspenso”, y detalla que “Hay cuatro equipos con posibilidades y se cruzarán el domingo 15 en dos partidos que pueden consagrar al campeón o alargar la definición hasta un desempate: “Vélez-San Lorenzo y Newell’s-Lanús”.
Olé muestra al jugador “Pipi” Romagnoli con “bronca”, edita el título “Quini 4 con revancha” y consigna que “San Lorenzo no pudo festejar y ahora lo define en Vélez, que tiene chance, como Lanús y Ñuls. ¡Final increíble!”.
“Loquísimo”, titula Muy, y muestra al “intruso” hincha del Ciclón que ingresó en el segundo tiempo del partido. Resalta que el “empate de San Lorenzo y Estudiantes demoró hasta el 15/12 la definición del torneo más raro de estos años”.
La Nación cede su imagen central a los gestos de desilusión de los jugadores azulgrana y propone que “Campeón, se busca”. Y Página/12 habla de un “Póker de candidatos”, dado que “Los de Boedo no pudieron con Estudiantes y el campeonato quedó abierto”.
Elecciones en Santiago
Las elecciones en Santiago del Estero repercuten en todas las tapas, pero con distinta intesidad.
Bajo el título central “Santiago Kerido”, Página muestra el festejo compartido entre Claudia Ledesma Abdala, su esposo y gobernador Gerardo Zamora, el jefe de Gabinete nacional, Jorge Capitanich, y el secretario Oscar Parrilli. Según el matutino, en las “últimas elecciones del año, el kirchnerismo retuvo la gobernación de Santiago del Estero con el 64 por ciento de los votos, casi 50 puntos por sobre el segundo puesto”.
Tiempo expone, en el techo lateral derecho de la portada, un “Rotundo triunfo del kirchnerismo en Santiago”, y comenta que “Capitanich acompañó a la gobernadora electa” y “hoy Cristina la recibirá en Olivos”.
Clarín anuncia que “El radicalismo K arrasó en Santiago con la mujer de Zamora”, y muestra, en una pequeña foto, a Claudia Abdala, que le “sacó casi 50 puntos al segundo”. Por su parte, La Nación apenas incluye en la portada, en su título más pequeño, el “Amplio triunfo de los Zamora”.
Crónica menciona el “Triunfo de una radical K”, y Popular indica la “Amplia victoria para la esposa de Zamora en Santiago”.
Malas noticias para el Gobierno
En sus dos noticias más destacadas, La Nación desliza críticas hacia el Ejecutivo. En la principal, bajo el título “Preocupa a EE.UU. la caída en las reservas argentinas”, el diario observa “escepticismo” en el gobierno de Barack Obama, que “considera que se necesitan varias medidas urgentes para frenar la sangría”.
En la secundaria de mayor visibilidad, La Nación alerta sobre la “Ola de denuncias por acoso laboral y maltrato en Cancillería”, y detalla que la “llegada de jóvenes kirchneristas desplazó a diplomáticos de carrera y a administrativos; hay críticas por el manejo irregular de fondos y quejas del sindicato”.
Clarín prefiere conservar en su título secundario más destacado su ofensiva contra el vicepresidente Amado Boudou. Tras haber alertado ayer que “Boudou es dueño de 5 empresas que nunca declaró”, el matutino subraya hoy que “Piden protección para un testigo clave en el caso de la ex Ciccone”, y considera que “Boudou sigue muy complicado” en la causa judicial por la venta de la imprenta.
Fuente: www.diariosobrediarios.com.ar

Insaurralde se despidió de Lomas y respaldó a Carasatorre

El electo diputado nacional puso paños fríos luego de su decisión de pedir licencia como intendente y no renunciar. Dijo que queda “un gran equipo” comandado por su sucesor, Santiago “Beto” Carasatorre. Se mostró con el gobernador Daniel Scioli. 

“En Lomas queda un gran equipo, con Santiago Carasatorre y con el apoyo de los vecinos”. Así, el electo diputado nacional del Frente para la Victoria Martín Insaurralde le puso paños fríos a la tensa situación que se vive en Lomas de Zamora luego de su decisión de pedir licencia y seguir ligado al Municipio en vez de renunciar al cargo.

Anoche, Insaurralde inauguró un microestadio para 4500 persona en el parque municipal “Eva Perón” en una jornada que incluyó el recital del cantante solista Luciano Pereyra.

“Hoy es un día muy especial ya que estamos inaugurando el primer microestadio en la historia de Lomas de Zamora. Pero también es muy especial porque junto a ustedes he vivido los cuatro años más hermosos de mi vida política. Mi gran compromiso es con todos los vecinos, que saben que voy a trabajar hasta el último día de mi vida por seguir cambiando la ciudad entre todos”, señaló Insaurralde durante el acto.

El electo diputado estuvo acompañado por su pareja, Jésica Cirio, el gobernador Daniel Scioli y Karina Rabolini, entre otras celebridades.

En sus declaraciones, Insaurralde incluyó a Santiago Carasatorre, quien será su sucesor en el cargo de intendente a partir del 4 de diciembre.

“En Lomas queda un gran equipo, con Santiago Carasatorre y con el apoyo de los vecinos. Disfruto la vida todos los días. Cumplí el sueño de ser electo diputado, pero aún quedan muchos sueños por cumplir y son los de cada uno de los vecinos de Lomas de Zamora”, señaló quien encabezara la lista del FpV en las elecciones de octubre.

Esta semana, el Concejo Deliberante aprobó una licencia hasta diciembre de 2015 para Insaurralde. La decisión de no renunciar cayó pésimo en el entorno de Carasatorre, que piensa que Insaurralde “no le tiene confianza”.
 

Ituzaingó: Descalzo rescindió el contrato de la basura pero volverá a privatizarla

El intendente cortó el contrato con la empresa Urbanhica por “el deficiente servicio que prestaba” en el distrito. Ahora, intentará un contrato de emergencia con otra firma por los próximos 6 meses hasta armar el nuevo pliego y en el gobierno local descartan de plano la municipalización. El conflicto con los Camioneros.  

El intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo, decidió rescindir el contrato de recolección de residuos a la empresa Urbanhica por “el deficiente servicio” que, según el Municipio, venía prestando y esta semana resolverá qué nueva firma se hará cargo del área. Mientras, desde el oficialismo descartaron la municipalización.

“Durante los últimos meses la empresa ha estado prestando un servicio pésimo, que no sólo motivó los reclamos del Gobierno Municipal sino de muchos vecinos que diariamente nos hacían llegar sus quejas. Hemos dialogado en reiteradas oportunidades con los responsables de la empresa, pero el servicio no mejoró, sino todo lo contrario, por eso hemos decidido dejar sin efecto el contrato que en su momento se había firmado”, señaló Descalzo mediante un comunicado en el que anunció la baja del contrato del servicio de recolección de residuos domiciliarios como así también el de montículos y ramas.

En ese distrito del oeste del Conurbano, la empresa encargada de la recolección es Urbanhica, una fusión entre Martin y Martin y Ashira.

El municipio comenzó pagando unos 35 millones de pesos anuales a la firma integrada por Martin y Martin y Ashira. Pero, con el correr de los años y mediante actualizaciones, los gastos municipales ascendieron y este año llegaron a unos 53 millones de pesos.
Sin embargo, desde la Comuna nunca estuvieron conformes con el servicio.  Y a esa insatisfacción se sumaba a los constantes conflictos entre la empresa y los trabajadores.

De hecho, esta tarde Camioneros difundió un comunicado en el que señala que hay 200 puestos de trabajo en juego y que la caída del contrato “es una clara jugada del intendente de esta localidad, que sigue intentando municipalizar los servicios, cubriendo lugares de trabajo genuino por planes sociales, menospreciando el trabajo digno”.

No osbtante, desde el Municipio descartaron una municipalización del servicio aunque esta semana personal de la comuna se hará cargo del servicio. La idea de Descalzo es contratar bajo la figura de emergencia a una empresa por los próximos 6 meses y luego sí, armar un nuevo pliego para un contrato largo.

De todos modos, de acuerdo a fuentes municipales, el objetivo es bajar los costos. “El servicio era caro y malo, así no se podía seguir”.
La semana pasada, el gobierno municipal avanzó con la compra de camiones para la recolección de ramas con un préstamo del Banco Nación pero aún así en el oficialismo aseguran que el servicio se volverá a privatizar.

Esta tarde, el secretario de Infraestructura y concejal electo, Pablo Piana, y el secretario General, Alfredo Almeida, se reunieron con representantes de Camioneros. Los funcionarios prometieron que le pedirán a la nueva empresa que tome a parte de los empleados que quedaron sin trabajo por la caída de Urbanhica.
 

A map of American English


Do you pahk the cah in Hahvahd yahd? Do you refer to multiple people as “dey”? Is a jelly doughnut called a “bismark,” or is everything that comes out of a soda fountain called a coke, even if it’s really 7-Up? Do you root for Da Bears?
The way we speak, both the phrases we use and the accents that inflect those phrases, come from our upbringings. And in a nation of more than 300 million people, it’s little wonder that those accents vary widely. More than a decade ago, Robert Delaney, a reference associate at Long Island University, put together this map of the 24 regions of American English:
Dialects and Subdialects of American English in the 48 conterminous states, image copyright Robert Delaney
Dialects and Subdialects of American English in the 48 conterminous states, image copyright Robert Delaney
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Here’s a quick rundown of the regions Delaney identified:
Eastern New England: These are the cah pahkahs, the blue collar residents from Maine to Massachusetts who drop their Rs and substitute an H. Think Jack Donaghy when he hangs out with Nancy Donovan on “30 Rock.”
Boston Urban: There are a few sub-dialects in the Hub, from the stereotypical Southie dialect (Sully and Denise on “Saturday Night Live”) to the Boston Brahmin (John Kerry). The differences are more determined by class than anything else.
Western New England: Outside eastern Massachusetts, it’s the T that gets dropped. The last Democratic president was Bill Clin-n, for example. It’s not as distinctive as the eastern accent.
Hudson Valley: Dutch settlers, Delaney says, influenced language development north of New York City. The sitting area in front of your doorstep is a stoop, and the best-sellers at Dunkin’ Donuts are crullers and olycooks.
New York City: The mix of ethnicities that built the Big Apple created their own dialect that doesn’t sound much like the rest of America. TH sounds become Ds, and words get smashed together easily. There’s no better example than Marisa Tomei and Joe Pesci in “My Cousin Vinny.”
Bonac: A small and dwindling dialect on Long Island, which was once a part of New England. Combine New York City and Eastern New England and you get the idea.
Inland Northern: Upstate New York and Vermont combine Western New England and the Midwest, and words like marry, merry and Mary are all pronounced identically. Delaney points out another doughnut difference: Here, they’re called friedcakes.
San Francisco Urban: The city by the bay has more in common with the East Coast than the West Coast, thanks to the settlers who originally made their way to the Bay Area. San Franciscans speak a mishmash of Northeastern and Midwestern English.
Upper Midwestern: Home of the Midwestern twang, influenced by a combination of Northeasterners and Southerners who migrated up the Mississippi River, as well as the Scandanavian immigrants who settled the area. A subdialect in and around Minnesota reflects more of that Norweigan influence. Think “Drop Dead Gorgeous.”
Chicago Urban: Bill Swerski would be proud. Chicago’s distinctive dialect is influenced by what linguists call the Northern Cities Vowel Shift, when short vowels started sounding like their longer cousins. Chicago’s dialect was influenced by migrants who traveled along the Erie Canal, west from the Northeast. They root, of course, for Da Bears.
North Midland: Here’s where the European immigrants who didn’t move to New York City start playing a role. The Scotch-Irish, German and Quaker settlers from Pennsylvania to the central Midwest created what Delaney calls a “transition zone” between the north and south. Doughnuts are dunkers or fatcakes.
Pennsylvania German-English: A small but distinct dialect in the center of the Keystone State, probably spoken by Dwight Schrute’s ancestors. The grammar system is the most distinctive remnant of the region’s immigrant populations; it sounds more like German than English.
Rocky Mountain: Think Montana, Colorado and Utah. Heavy influences from frontier settlers and Native American languages.
Pacific Northwest: More influence from Native American languages. An example is the potluck, a gathering where everyone brings a dish, a derivation of the Native American “potlatch.” Muckatymuck, known elsewhere as a big shot, is another Native American term adopted by Northwesterners. But there’s less of an accent here than elsewhere, given the fact that the region was settled relatively recently.
Pacific Southwest: The settlers who showed up came to California for the gold, and that still shows in some of their slang — Delaney cites “pay dirt,” “pan out” and “goner” as phrases that started in California. Sub-dialects of Valley Girls and Surfer Dudes are ripe for parody, as in Cher and Travis from the timeless classic “Clueless.”
Southwestern: Mexican dialects of Spanish infuse Southwestern English, though the region is still what Delaney calls a melting pot of other dialects. Words like “patio” and “plaza” became a part of everyday English thanks to the Southwest.
South Midland: West of the Appalachians and into North Texas, speakers here sometimes put an A before a word ending in -ING, in place of words like “are.” TH is often replaced with an F. Delaney says this region retains more strains of Elizabethan English than modern British English has, including words like “ragamuffin,” “reckon” and “sorry,” meaning “inferior.”
Ozark: Southern Appalachian settlers developed their own dialect, best embodied in pop culture by the Beverly Hillbillies.
Southern Appalachian: The “g” in gerunds doesn’t survive often here. But overall, the accent is pretty similar to the South Midlands.
Virginia Piedmont: A syrupy drawl starts to develop south of Washington, where the letter R, when coming after a vowel, becomes what Delaney calls a slided sound. So “four dogs” sounds like “fo-uh dahawgs.”
Coastal Southern: Similar to the Piedmont drawl, but with more remnants of Colonial English. Something diagonally across the street is “catty-corner.”
Gullah: A Creole mix found in coastal areas of Georgia and South Carolina combines English with West African languages brought over by slaves who entered the U.S. in the 1700s and 1800s. Words like “peruse,” “yam” and “samba” all entered the country here.
Gulf Southern: Basically the Deep South minus Georgia and New Orleans. It’s a result of mixing English settlers from the southern colonies with French settlers in Louisiana, and it’s where we get words like “armoire,” “bisque” and “bayou.”
Louisiana: The French settlers who first traveled up the Mississippi River brought a whole mess of dialects. They include Cajun French, which incorporates some Spanish, and Cajun English, which makes New Orleans “Nawlins.”
Here’s another way linguists view the English dialects spoken in the U.S.:
Courtesy Robert Delaney

Scioli dice que es un "chimento" el pase de De Narváez a Seguridad

El gobernador respondió a la versión sobre el desembarco del Colorado en su Gabinete. Aclaró que es "un diputado opositor", pese a que recientemente incorporó a dos dirigentes de su entorno.

Daniel Scioli buscó calmar los ánimos y salió a enfriar la versión difundida por el propio Francisco De Narváez de su desembarco como ministro de Seguridad bonaerense en el mes de marzo, cuando se terminaría de blanquear un acuerdo político que a esta altura es casi inocultable.

El Colorado repite ante los suyos que “en marzo asumo como ministro de Seguridad de Scioli. Tengo que resolver ese problema para reposicionarme en la carrera a la gobernación”. El rumor no es nuevo, pero a los interlocutores que visitan a De Narváez en su casa de Barrio Parque los sorprendió la firmeza con que lo anunció.

En una entrevista con el diario oficialista Tiempo Argentino, el gobernador bonaerense respondió con una chicana a la consulta sobre el pase de su ex rival político. "¿Dónde lo dijo? Otro chimento. Le di una idea a Budassi (futuro titular de ARBA) para que ponga un impuesto al chimento, vas a ver lo que recauda", ironizó.

"Alejandro Granados está haciendo un gran trabajo, por favor. De Narváez es un diputado opositor", agregó Scioli. Se trata de una curiosa desmentida del mandatario provincial si se tiene en cuenta que acaba de incorporar a dos dirigentes del espacio del Colorado: Gustavo Ferrari y Franco La Porta.

Según Scioli, esas incorporaciones son “desde la oposición. La Asesoría General de Gobierno es un lugar en manos de la oposición, como es el caso del Tesorero, el Fiscal de Estado, el presidente del Tribunal de Cuentas”. Claro que no es el caso de la Secretaría de Servicios Públicos que estará a cargo de La Porta, que en octubre encabezó la lista del denarvaísmo en la segunda sección electoral.

Por otro lado, el propio Scioli es quien termina convalidando la categoría “chimento”. Diez días atrás, en un encuentro con la prensa en la Casa de Gobierno de La Plata, el mandatario fue consultado acerca de las versiones de cambios en su Gabinete, que incluían especulaciones sobre la llegada de Ferrari y el nombramiento de Iván Budassi en ARBA.

"Yo no puedo responder en base a especulaciones o rumores o chimentos que se largan por ahí", afirmó en ese momento, descartando las versiones que la semana siguiente se terminaron confirmando.

"Operación política"

Quien también salió al cruce de la información  fue Gustavo Ferrari. "De ninguna manera Francisco será ministro de Seguridad, es algo típico de una operación política de no se sabe dónde. Ya lo dijeron Scioli y Francisco", declaró en la FM Nacional Rock.

Además, el diputado nacional saliente afirmó que su incorporación al gobierno provincial "no se tiene que leer como un acuerdo sino como algo que Scioli viene mostrando desde hace tiempo que es la posibilidad de entablar el diálogo con distintos sectores".

Ferrari también le regaló algunos elogios al kirchnerismo. "Sería muy obtuso si no viera un cambio después de haber reclamado que el gobierno diera conferencias de prensa y hable con todos los sectores. Tengo infinidad de cosas que me diferencian del gobierno pero no puedo dejar de decir ha habido un cambio", admitió.

"Hay un marco de mayor libertad evidente en la República Argentina. Vuelven a publicarse publicidades en todos los medios, el acuerdo con Repsol y las inversiones en Vaca Muerta dan la posibilidad de incorporar los fondos que se necesitan desde afuera. Parece muy alentador que Bonfatti y Macri sean convocados y el jefe de Gabinete responda las preguntas de todos los periodistas", agregó.