Sergio Massa: Macri debe convocar a Cristina como líder de la oposición




Tras la inestabilidad económica de los últimos días, el precandidato a Presidente por Alternativa Federal Sergio Massa, le envió este lunes un mensaje al gobierno de Mauricio Macri, en el que pidió dejar atrás "las vanidades" y "sentarse en una misma mesa" para buscar soluciones a la situación económica y social. Asimismo, y mediante su cuenta de Twitter le pidió al Presidente que "convoque a Cristina Fernández de Kirchner como líder de la oposición con mayor representación parlamentaria" para que pacte "cómo termina este mandato sin más daños para la Argentina".

"Tenemos que defender a la clase media. Defenderla para que pueda organizarse y pensar a mediano y largo plazo, con políticas públicas para que en la Argentina de los próximos 10 años no sea variable de ajuste. La soberbia e irresponsabilidad de Macri, no le permiten ver su fracaso y el de su gestión. A este ritmo podemos terminar mucho peor. No se pueden perder más meses, para recuperar a la Argentina de esta crisis", escribió el tigrense en su perfil de la red social.


La 𝘀𝗼𝗯𝗲𝗿𝗯𝗶𝗮 e 𝗶𝗿𝗿𝗲𝘀𝗽𝗼𝗻𝘀𝗮𝗯𝗶𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 de Macri, no le permiten ver su fracaso y el de su gestión. A este ritmo podemos terminar mucho peor. No se pueden perder más meses, para recuperar a la Argentina de esta crisis.#HayAlternativa 👍🇦🇷#DefenderLaArgentinapic.twitter.com/MpFyHy9Wrt— Sergio Massa (@SergioMassa) April 29, 2019

Asimismo, completó: "Hay que tomar medidas excepcionales. Mauricio Macridebe convocar a Cristina Fernández de Kirchner como líder de la oposición con mayor representación parlamentaria, y pactar cómo termina este mandato sin más daños para la Argentina". Y acotó: "Un Presidente sensato y patriota llamaría y acordaría con su principal adversario, con gobernadores y el resto de la oposición para evitar que esta crisis se transforme en desastre. Es lo que Argentina espera y necesita".


Un Presidente 𝘀𝗲𝗻𝘀𝗮𝘁𝗼 y 𝗽𝗮𝘁𝗿𝗶𝗼𝘁𝗮 llamaría y acordaría con su principal adversario, con gobernadores y el resto de la oposición para evitar que esta crisis se transforme en desastre.
Es lo que Argentina espera y necesita.#HayAlternativa👍🇦🇷#DefenderLaArgentina pic.twitter.com/50s2kOdkeY— Sergio Massa (@SergioMassa) April 29, 2019

Durante una conferencia de prensa que brindó en esta jornada, el precandidato presidencial aseguró: "El país necesita parar la pelota, el presidente debe parar la pelota y debe convocar a todos los líderes de la oposición, incluida la ex Presidenta: sentar a una mesa a todos los sectores políticos y sociales y trabajar los próximos 180 días con tranquilidad y certidumbre para los argentinos y para el mundo, para poner nuevamente a Argentina de pie”.

El entorno de Cristina ya anticipa en las calles su candidatura a la presidencia

En ese marco, precisó: "La crisis preocupa, angustia y genera miedo en la gran mayoría de los argentinos. Pareciera que el gobierno no asume que fracasó en el camino y que insiste por capricho, soberbia e insensibilidad en un camino que lastima a todos los argentinos”.

“Este no es un momento para miserias, mezquindades, para batallas o peleas. La Argentina necesita parar la pelota, el Presidente necesita parar la pelota y animarse a tomar medidas extraordinarias, en un momento que claramente es excepcional”, enfatizó Massa. Tras sostener que “el negocio de la grieta ha hundido a la Argentina en un lodo y en un pantano que nos lleva a fracaso tras fracaso”, reiteró que “todos tenemos que hacer el esfuerzo de parar la pelota y dejar de hablar de las listas, porque la única lista que mira la gente es la del supermercado”.


“Quiero ser Presidente. Siento que tengo los equipos necesarios pero entiendo que no es momento, no es momento de discutir candidaturas”, remarcó Massa al tiempo que advirtió: "Los argentinos nos piden sensibilidad, que por lo menos en 5 o 10 ideas le demos la tranquilidad a la gente que va a poder ir al supermercado y van poder volver con la yerba y el azúcar por el que fueron”, indicó el tigrense.

En ese sentido, contó que envió una carta a más de 50 dirigentes de la Argentina sobre la necesidad de sentarnos a una mesa de diálogo “con humildad, entendiendo que somos una fuerza minoritaria pero que pretende liderar el país”. Y concluyó: “El tiempo nos exige responsabilidad. No hay lugar para seguir tirando de un juguete que se está rompiendo en la pelea del negocio de la grieta”.


El descarrilamiento en cámara lenta del Euro en Italia




La posibilidad de la llegada al poder de un gobierno  euroescéptico en Italia ha concentrado los pensamientos de los inversores como pocos otros acontecimientos este año. El diferencial de rendimiento, o spread, entre los bonos italianos y alemanes se ha ampliado marcadamente, lo que indica que los inversores ven a Italia como una apuesta más riesgosa. Y los precios de las acciones italianas han caído -en especial en las acciones de los bancos nacionales, la mejor muestra del riesgo país- mientras que las primas de seguro contra un incumplimiento de deuda soberana se han incrementado. Existen inclusive temores de que Italia pueda desatar otra crisis financiera global, especialmente si una nueva elección se convierte en un referendo de facto sobre el euro.


Inclusive antes de las elecciones de marzo de Italia, en las que el  Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y el partido Liga de derecha obtuvieron una mayoría parlamentaria combinada, advertimos que el mercado estaba siendo demasiado complaciente con el país. Italia ahora se encuentra en una situación que es algo más que una crisis política excepcional. Debe confrontar su principal dilema nacional: si seguir encadenada al euro o intentar recuperar una soberanía económica, política e institucional.

Sospechamos que Italia llegará a un acuerdo y se quedará en la eurozona en el corto plazo, aunque más no sea para evitar el daño que causaría una ruptura de gran escala. En el largo plazo, en cambio, el país podría sentirse cada vez más tentado a abandonar la moneda única.

Desde que Italia regresó al Mecanismo de Tipo de Cambio Europeo en 1996 -después de abandonarlo en 1992-, ha entregado su soberanía monetaria al Banco Central Europeo. A cambio de ello, ha tenido una inflación y costos de endeudamiento mucho más bajos, lo que resultó en una drástica reducción de los pagos de intereses -del 12% al 5% del PIB- sobre su inmensa deuda pública.

Aun así, los italianos hace mucho tiempo que no se sienten cómodos con la falta de una política monetaria independiente, y esa sensación de pérdida de control ha opacado gradualmente las ventajas de pertenecer al euro. La adopción del euro ha tenido enormes implicancias par los millones de pequeñas y medianas empresas que en otro momento dependían de una devaluación periódica de la moneda para compensar las ineficiencias del sistema económico de Italia y seguir siendo competitivas.

Las ineficiencias son muy conocidas: rigideces del mercado laboral, baja inversión pública y privada en investigación y desarrollo, altos niveles de corrupción y de evasión y elusión impositiva, y un sistema legal y una burocracia pública disfuncionales y costosos. Y, sin embargo, varias generaciones de líderes políticos italianos han hablado de "restricciones externas", más que de una necesidad doméstica, al imponer las reformas estructurales exigidas por la pertenencia al euro -acentuando así la sensación de que las reformas le han sido impuestas a Italia.

La pérdida de soberanía monetaria significa que, en efecto, existen dos cadenas de mando político en Italia. Una se extiende del gobierno alemán, a través de la Comisión Europea y del BCE, hasta la presidencia, el Tesoro y el banco central italianos. Esta cadena de mando "institucional" garantiza que Italia cumpla con sus compromisos internacionales y mantenga una adhesión estricta a las reglas fiscales de la UE, más allá de los acontecimientos políticos domésticos.

La otra cadena de mando empieza con el primer ministro italiano y se extiende a través de los ministerios de gobierno que son responsables de los asuntos nacionales. En la mayoría de los casos, las dos cadenas de mando están alineadas. Pero cuando no lo están, inevitablemente surge un conflicto. De ahí la crisis actual, que llegó a su punto crítico cuando el primer ministro designado intentó nombrar al economista euroescéptico Paolo Savona como próximo ministro de Economía y Finanzas de Italia sin antes consultar a la otra cadena de mando. La designación fue debidamente rechazada por el presidente italiano.

Regresemos a la cuestión de si Italia ahora elegirá liberarse de su camisa de fuerza. A pesar de las ventajas del euro, éste no ha beneficiado económicamente a Italia. El PIB real per capita (ajustado por inflación) de Italia hoy es menor de lo que era cuando comenzó el experimento del euro en 1998, mientras que hasta Grecia ha logrado registrar crecimiento, a pesar de su depresión desde 2009 en adelante.

Algunos explicarían este desempeño pobre con el argumento de que la eurozona es una unión monetaria incompleta, y que sus países "centrales" como Alemania drenan mano de obra y capital de los países "periféricos" como Italia. Otros podrían responder que los italianos no se adaptaron a las reglas y estándares, y no implementaron las reformas, sobre las que se basa una unión monetaria exitosa.

Sin embargo, la verdadera explicación ya no importa. El discurso que prevalece en Italia responsabiliza al euro del malestar económico del país. Y los partidos políticos que han exigido abierta o implícitamente abandonar la eurozona hoy tienen una mayoría parlamentaria, y les gustaría conservarla en otra elección más avanzado este año o a comienzos de 2019.

Si los italianos tuvieran que enfrentarse a la elección de conservar o abandonar la moneda única, las encuestas recientes sugieren que, en principio, decidirían quedarse, por miedo a una corrida de los bancos italianos y la deuda pública, como experimentó Grecia en 2012-2015. Pero los costos a largo plazo de quedarse en un club dominado por reglas dictadas por Alemania e inherentemente deflacionarias podrían tentar a los italianos a irse. Esa decisión podría producirse en el medio de otra crisis financiera, recesión o sacudida asimétrica global que expulse a varios países frágiles del euro al mismo tiempo.

Al igual que los defensores del Brexit del Reino Unido, los italianos podrían convencerse de que tienen lo que hace falta para triunfar por cuenta propia en la economía global. Después de todo, Italia tiene un gran sector industrial que es capaz de exportar a nivel mundial, y los exportadores se beneficiarían con una moneda más débil. Los italianos podrían sentirse tentados de pensar: ¿Por qué no escapar del euro antes de que esas industrias quiebren o terminen en manos extranjeras, como ya está sucediendo?

Si los italianos finalmente adoptan este camino, los costos inmediatos serán absorbidos por los ahorristas domésticos, cuyos ahorros serán redenominados en liras depreciadas. Y los costos serían aún mayores si una salida italiana precipitara otra crisis financiera con feriados bancarios y controles de capital. Frente a estas posibilidades, los italianos -como los griegos en 2015- podrían parpadear y quedarse. Pero también podrían decidir cerrar los ojos y jugársela.

Una salida podría volverse más probable con el tiempo. Italia es como un tren cuyo motor se descompuso; podría ser sólo una cuestión de tiempo antes de que los vagones que vienen detrás empiecen a descarrilar.

PASO en Santa Fe: el PJ obtuvo 11 puntos más que el socialismo y el Gobierno perdió terreno en una provincia clave


Omar Perotti, en el búnker de Juntos


Las PASO en la provincia de Santa Fe dejaron diseñado un escenario competitivo de cara a las elecciones generales del 16 de junio y un final abierto que tendrá a Antonio Bonfatti (31,14%) y Omar Perotti (28,20%) como protagonistas de la principal pelea en las urnas. El socialismo y el peronismo lograron sacar la mayor cantidad de votos en los comicios y dejaron a Cambiemos, con José Corral (19,67%) como candidato, en un tercer lugar que lo relega en la búsqueda de la gobernación.


Perotti se quedó con el triunfo en la única interna que tuvo la provincia en las candidaturas a gobernador. Venció a María Eugenia Bielsa (14,47%) por una amplia mayoría y logró posicionarse como el mejor candidato para desbancar al socialismo después de 12 años de gobierno. La interna peronista (en total 42,68%) sumó un 11% más de los votos que sacó Bonfatti y le abrió la posibilidad al ex intendente de Rafaela de encauzar la mayoría de los votos peronistas y pelearle la gobernación mano a mano al ex mandatario socialista.


El senador nacional obtuvo una victoria contundente frente a la ex vicegobernadora y confirmó los resultados que, de antemano, estaban impresos en la mayoría de las encuestas. En la noche del domingo Bielsa dio una muestra de unidad pese a la competencia. Fue a través de la voz de Silvina Frana, primera candidata a diputada provincial de su espacio, que brindó una rueda de prensa en el búnker de Perotti. Una señal de buena voluntad entre rivales para echar por tierra cualquier posibilidad de ruptura dentro del peronismo.
Antonio Bonfatti junto a Miguel Lifschitz


Más allá del gesto, la señal más consistente serán las palabras de Bielsa y una foto junto a Perotti que selle la unidad para transitar el camino hacia las elecciones generales. El rafaelino necesita absorber la mayoría de los votos de su contrincante en la interna y evitar que haya una fuga de los votantes de centroizquierda, que ha representado históricamente Bielsa, hacia el socialismo. Para eso será esencial delinear en conjunto un discurso auténtico, único y convincente que les permita afrontar el segundo tramo de la campaña con un proyecto sólido.


El resultado final fue peor de lo que el socialismo esperaba para esta instancia. Si bien Bonfatti fue el candidato que más votos obtuvo, quedar once puntos debajo de la interna peronista es una diferencia que no estaba estipulada en las hipótesis menos optimistas del oficialismo provincial.


La distancia los obligará a replantear la estrategia. En algún punto la idea está dibujada en el aire. Apelarán a polarizar los comicios con el peronismo, pescar votos entre los seguidores de Bielsa y buscar absorber a votantes de Corral apelando al denominado "voto útil", al que podría inclinarse aquel santafesino que frente a la imposibilidad de que su candidato gane, prefiere evitar el triunfo del peronismo.
El candidato de Cambiemos, José Corral


De antemano el socialismo tenía estipulado buscar la polarización de los comicios generales eligiendo como contrincante al peronismo. No es casualidad que el gobernador Miguel Lifschitz haya nombrado a Perotti, en reiteradas oportunidades, como el candidato a vencer. En esa estrategia se encierran dos hipótesis. La primera es que al socialismo le conviene enfrentar al peronismo porque en la pelea del "voto útil" puede pescar en más lagunas que su rival. La segunda es que la polarización saca a Cambiemos definitivamente de la cancha, lo convierte en un protagonista secundario y lo relega a ser un observador de la realidad en la disputa final.


En esta línea, la elección de este domingo, además, refleja un fuerte retroceso del Gobierno en una de las provincias más importantes para la estructura políticaque necesita Mauricio Macri para lograr la reelección (Santa Fe cuenta 2.700.000 personas habilitadas para votar, es el tercer distrito más importante del país).
María Eugenia Bielsa perdió ante Omar Perotti en la interna peronista


En los últimos ocho años, y de la mano de Miguel Del Sel, el PRO había logrado posicionarse como la segunda fuerza política provincial. En el 2015, el humorista y empresario estuvo muy cerca de ganar la gobernación: después de haberseimpuesto en las PASO, cayó por apenas 1.800 votos ante el actual gobernador, Miguel Lifschitz.


Es más, en las elecciones legislativas de 2017 Cambiemos creció: la lista encabezada por el radical Albor Cantard se quedó con la mayoría de las bancas de diputados nacionales. En ese momento, desde Casa Rosada se empezaba a hablar de una "ola amarilla" que se extendía a todo el país.


"Fue un resultado dentro de lo esperado. José tiene la oportunidad de seguir creciendo, es más desconocido y Bonfatti está cerca de su techo. Nuestra expectativa es mantener la ciudad de Santa Fe y dar pelea en Rosario (ambas ciudades representan el 40% del padrón santafesino), dependiendo de quién gane la interna del socialismo", planteó un importante dirigente de Cambiemos ante la consulta de Infobae.
Omar Perotti junto a su compañera de fórmula, Alejandra Rodenas


De esa "ola amarilla" de finales de 2017 al encadenamiento de elecciones provinciales en las cuales el Gobierno se conformó con festejar una derrota del peronismo/kirchnerismo, como los casos de Río Negro y Neuquén. Frente a este panorama, es una incógnita qué estrategia utilizará la Casa Rosada para las elecciones generales. ¿Propiciará un voto útil hacia el socialista Bonfatti para evitar una victoria de Omar Perotti?


"Eso hay que descartarlo. Son casos distintos. Perotti es mucho más razonable y además nosotros ponemos mucho más en juego", enfatizó un importante funcionario a cargo del armado nacional de Cambiemos.


Los meses que siguen serán un desafío para Perotti. El santafesino tiene la gran oportunidad de dar el golpe y romper con la hegemonía socialista en Santa Fe. Para lograr ese objetivo necesitará llegar a votantes a los que hasta ahora no les prestó atención. En tanto, Bonfatti tendrá que duplicar esfuerzos para atraer votos radicales y progresistas. En esos sectores está la clave de su posible triunfo.

Ciudadanos disputa al PP el liderazgo de la derecha

Rivera queda a un punto de Casado y suma con el PSOE para gobernar

Albert Rivera, celebra los resultados electorales junto a los miembros de Ciudadanos, en Madrid.


Ciudadanos acarició el sorpasso al PP y mantiene abierta la disputa por el liderazgo del centro derecha. El giro a la derecha del partido de centro liberal español ha granjeado a Albert Rivera un importante crecimiento en las urnas —suma 25 escaños a los 32 que obtuvo en 2016, hasta los 57— y le deja a solo un punto del PP y una diferencia de nueve escaños y poco más de 200.000 votos. El resultado, que permite a Rivera validar su estrategia, no logra su objetivo principal, el de echar al PSOE. Cs suma mayoría con el PSOE, pero el éxito reafirma a la cúpula en que debe liderar la alternativa a Pedro Sánchez.



Rivera rozó con los dedos el sorpassoa Casado gracias a la debacle en el PP, y se ve líder de la oposición. El “hundimiento” de los populares, como se apresuró a describirlo el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, cuando aún no se conocía la magnitud del fracaso del partido conservador, sitúa a Albert Rivera ante la expectativa de un liderazgo simbólico del bloque de la derecha o, al menos, en disputa. La euforia se desató en la sede el partido al filo de la media noche, cuando el diputado 58 —que luego se acabó perdiendo— se celebró con gritos de “¡A por ellos!”. Rivera compareció exultante —“Más pronto que tarde vamos a gobernar España”— proclamó, para situarse enseguida en la oposición, cerrando la puerta a un acuerdo con el PSOE.

“La mala noticia es que Sánchez e Iglesias van a formar gobierno con los nacionalistas. Pero la buena noticia es que hay un proyecto ganador, que ha sacado un 80% más de escaños que hace tres años”, dijo Rivera a sus militantes en el exterior de la sede del partido en Madrid, flanqueado por Inés Arrimadas y los principales dirigentes. “Haremos una oposición leal a la Constitución. Vamos a controlar a este Gobierno”, avisó el candidato de Cs.



Rivera logró la medalla de plata en el bloque de la derecha, pero ve la carrera abierta porque da por muerto a Pablo Casado como líder del PP tras su peor resultado histórico. “A Casado le quedan dos telediarios”, señalaron ayer fuentes de la dirección de Rivera. Pero también, porque tras el “empate técnico” con el PP su grupo parlamentario tendrá una potencia similar al de los populares. “Si hasta ahora nos cuadruplicaban en diputados y muchas veces parecía que liderábamos nosotros la oposición, ahora con casi los mismos escaños el PP no tiene nada que hacer”, anticipaban anoche fuentes de la cúpula.

Ciudadanos logra casi cuatro millones de votos, unos 850.000 más que en las últimas elecciones generales, y 57 diputados, frente a los 66 del PP. Rivera sobrepasa a Casado en cinco comunidades autónomas, entre ellas las más pobladas de España: Madrid —con 8 escaños de Cs por 7 del PP—, Cataluña —por 5 a 1— y Andalucía —con un empate a 11 entre ambos, pero Cs gana en votos—. También hay sorpasso en votos en Aragón y Baleares. El resultado de Rivera se apuntala en estas regiones y en las Castillas —donde obtiene hasta diez escaños—, y la Comunidad Valenciana (6). En Cataluña, no obstante, no logra mejorar sus cifras de las últimas generales, y el partido no pasa de la quinta plaza. El tirón de Arrimadas en su salto a la política nacional como número uno por Barcelona funcionó en el resto de España, pero no en la tierra en la que nació el partido y donde ganó las últimas elecciones autonómicas.

El País Vasco sigue siendo la asignatura pendiente de Cs, y no logra ni un diputado. La fotografía en el bloque de la derecha es buena para Rivera además porque Vox, que también acosaba su electorado, no irrumpe con tanta fuerza como se esperaba y Ciudadanos le dobla en escaños. En la cúpula del partido se felicitaban ayer de haber logrado acabar con algunos de los “mantras” a los que se había enfrentado, como que iban a ser superados por Vox.



Rivera, no obstante, no consigue estrictamente superar al PP ni su objetivo principal, el de echar a Sánchez de La Moncloa, lo que había definido como una “emergencia nacional”. El candidato apostó todo en estas elecciones a lograr un Gobierno con los populares que pusiera fin a la presidencia de Sánchez. El líder de Ciudadanos dio el do de pecho en la campaña con un veto a pactar con el PSOE, que tensionó internamente al partido, y con el desembarco en el Congreso de su principal activo, Inés Arrimadas, líder de la oposición en Cataluña.

Ciudadanos no suma con el PP pero sí lo hace con el PSOE. Un escenario que le permitiría gobernar pero al que Rivera y su ejecutiva cerraron la puerta en una decisión unánime de la ejecutiva el pasado febrero. Ciudadanos y los socialistas suman 179 diputados, tres más que la mayoría absoluta. El sector progresista del partido y sectores económicos preferirían esa alianza para que el Gobierno no dependa de los independentistas.

Pero el círculo de Rivera se reafirmó ayer en que la estrategia era la adecuada y el veto al PSOE debía mantenerse sin ninguna duda. “Somos la alternativa a Pedro Sánchez”, subrayaron ayer fuentes de la cúpula. El resultado tan próximo al del PP da a Rivera menos incentivos para revisar su veto al PSOE, interpretaron fuentes del sector progresista de la ejecutiva, porque ahora acaricia su proyecto de liderar la alternativa a Sánchez. Con el empate técnico con los populares, Rivera aspira además a poder hacerse con plazas autonómicas tras las elecciones de mayo. “Esta es la casa común del proyecto constitucionalista”, les dijo un Rivera pletórico a los suyos.

El PP obtiene el peor resultado de su historia

Casado no se plantea dimitir y el sector crítico le culpa de los resultados por la “derechización”

El PP obtiene el peor resultado de su historia y baja a los 66 diputados en el debut electoral de su líder


Pablo Casado (centro), rodeado por sus compañeros de partido, este domingo, en la sede del PP en Madrid. En vídeo, Pablo Casado.


“Ha sido muy mal resultado”, admitió este domingo el líder del PP, Pablo Casado, estrellado en su debut. El partido pasa de 137 a 66 escaños; de 7,9 a 4 millones de votos. Ciudadanos le pisa los talones: se queda solo 9 diputados por detrás y le supera en feudos como Madrid, patria política del presidente popular. Casado, que no admitió preguntas tras su comparecencia, no se plantea dimitir y culpa a la fragmentación del voto del centro derecha. El sector crítico le señala: creen que la “debacle” obedece a la “derechización” del partido y a sus fichajes.






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Los operarios empezaron a desmontar a las 00.30 de la noche el balcón al que nadie del PP se atrevió a asomarse. En la sede de Génova no había nada que celebrar, y en la calle, nadie con quien celebrarlo. Los canapés preparados para el equipo de la campaña quedaron intactos. “Estamos impactados”; “esto es una debacle”; “catástrofe”; “ni en las peores encuestas...”, repetían. El partido que gobernó España durante casi 15 años y que hasta ahora lideraba la oposición a Pedro Sánchez con 52 escaños más que el PSOE, toca suelo. Y es un suelo muy bajo, inédito para las siglas: 66 escaños. Siniestro total en el estreno del nuevo líder, Pablo Casado, que este domingo cumplía 282 días en el cargo.

El PP, que en noviembre de 2011 aglutinó casi 11 millones de votos con Mariano Rajoy, y en 2016, 7,9 millones, se queda ahora en 4,3. En blanco en el País Vasco -el número tres del partido, Javier Maroto, no será diputado—; solo uno —el de Cayetana Álvarez de Toledo por Barcelona— en la segunda comunidad más poblada de España; cae de los 23 a los 11 escaños en la recién conquistada Andalucía, donde empata con Ciudadanos, y es cuarta fuerza en Cádiz y Huelva. En Madrid, cuna política del líder, pasan de ser la primera a la tercera fuerza, por detrás del PSOE y de Cs. En la Comunidad Valenciana bajan de 15 a 7 escaños. En Galicia, donde el PP ha ganado todas las elecciones desde 1981, son desbancados por el PSOE; bajan a la mitad de diputados en Castilla-La Mancha, se dejan ocho en Castilla y León...Ciudadanos le pisa los talones por la derecha y Vox irrumpe en el Congreso con 2,6 millones de apoyos (en 2016 tenían 44.000).



Nada de eso impidió que los militantes recibieran a Casado con un largo aplauso cuando compareció ante la prensa pasada la medianoche, después de haber felicitado por teléfono al ganador, Pedro Sánchez, al que había reclamado insistentemente la convocatoria de elecciones desde que asumió la presidencia del PP, el pasado julio. No hizo autocrítica y no admitió preguntas. El líder del PP, escoltado por algunos de sus últimos fichajes y por el secretario general del partido, Teodoro García Egea, admitió que el resultado era “muy malo”, pero lo descargó en los votantes, en la fragmentación del voto del centro derecha. Pidió “una reflexión” a quienes, al dividir ese espacio político han hecho presidente —ahora en las urnas— a Sánchez y se autoconvocó para la campaña de las autonómicas y municipales del 26 de mayo con el mismo lema: la unión del voto del electorado de su espectro ideológico. Fuentes del partido indicaron que no se había planteado dimitir. En los últimos días, en su entorno ya dejaban caer que sus antecesores habían “ganado a la tercera”. En todo caso, el PP nunca había caído por debajo de los 100 escaños, y se ha quedado en 66.

El resultado es tan contundente como un bofetón, pero en el PP discrepan de las causas, del mismo modo que en los últimos meses se han dividido sobre cada movimiento y nombramiento de su líder. Entre los más fieles, uno de sus recientes fichajes responsabilizó también a “los votantes que no han sabido aunar una alternativa en el centro derecha”. Otro cargo del partido señalaba sobre todo a Vox y el hecho de que la formación de extrema derecha no hubiera sido capaz de transformar muchas de esas papeletas en diputados para el Congreso: “Vox ha tenido un efecto devastador porque miles y miles de votos se han quedado sin escaño; Han movilizado a la izquierda y Ciudadanos es quien más ha aprovechado la situación”, resumía. Preguntados sobre la posibilidad de que Casado dimitiera o fuera empujado a hacerlo en los próximos días, añadían: “El líder es indiscutible”.

Otro sector del PP, el que ha cuestionado todos esos movimientos de Casado en los últimos meses, cree que las urnas les han dado la razón y se siente reivindicado en el desastre. Opina que la estrategia del líder de dirigirse sobre todo al votante que se había fugado a Vox ha descuidado al centro, y que Ciudadanos ha sabido rentabilizar ese volantazo a la derecha. “Hemos perdido el centro por culpa de la derechización y por no atacar a Vox”, afirma un ex alto cargo. “Esto es lo que habíamos previsto, alertado y denunciado”, señalaba otro dirigente.

El ambiente era gélido en la sede de Génova, a la que en los últimos nueve meses han vuelto algunos de los enemigos internos de Mariano Rajoy, como el hombre que lo nombró sucesor en 2003, José María Aznar; o el que definió al presidente expulsado por la moción de censura como “un mal recuerdo”, Javier Fernández-Lasquetty. Cambiaron las caras, las formas y el programa del PP se llenó de guiños a Vox, como la recentralización, la defensa de la caza o de los toros. Pero como advertían desde el sector crítico, silenciado en la depuración de las listas y borrado del organigrama, “eso solo conduce a que entre el original y la copia voten al original [Vox] mientras perdemos el centro”.

Vox entra en el Congreso con 24 escaños, pero queda lejos de sus expectativas

Abascal culpa a las incapacidades y miedos del PP de la victoria de la izquierda

En foto, Santiago Abascal celebra los resultados electorales. En vídeo, declaraciones del líder de Vox.

El espejismo de los mítines multitudinarios de la campaña electoral se estrelló con la realidad de las papeletas en las urnas. Vox, que había alimentado las expectativas de un triunfo épico, se encontró con un resultado mucho más prosaico. El partido ultranacionalista, hasta ahora extraparlamentario, logró más de dos millones y medio de votos, el 10,3% del total, y 24 escaños en el Congreso de los Diputados, pero no será decisivo (ya que no suma mayoría con el Partido Popular y Ciudadanos) y debe conformarse con ser la quinta fuerza política.

Los líderes de Vox se apresuraron a responder a quienes les acusan de que Pedro Sánchez siga en La Moncloa por haber dividido el voto de la derecha. Primero, fue el secretario general del partido, Javier Ortega Smith, quien culpó al PP y Ciudadanos de ”no haber sido capaz de echar a la izquierda sectaria del Gobierno de España”. Y luego el propio Santiago Abascal, quien dijo que la única responsabilidad es de las “incapacidades, deslealtades, traiciones y miedos” de “la derechita cobarde”, como se refiere a su antiguo partido, por no haberse opuesto a la izquierda cuando tenía 186 diputados, mayoría absoluta, con Rajoy. Fue el PP, insistió, quien entregó “las televisiones, los medios de comunicación y la educación a la dictadura progre”.



Abascal admitió que, para su partido, el veredicto de las urnas supone “una alegría, pero también una preocupación”, pues no basta “para expulsar al Frente Popular” [nombre con el que alude al PSOE, Unidos Podemos y los independentistas], por lo que “España está hoy peor que ayer” y “Vox es más necesario”.

Como había anticipado por la mañana, expresó su “profundo respeto al resultado electoral”, pero advirtió de que ninguna mayoría legitima para acometer una reforma constitucional que incluya el derecho de autodeterminación, para indultar a los responsables del proceso separatista o para imponer “legislaciones totalitarias”, como él tacha a la Ley de Memoria Histórica o la de Violencia de Género.

"Vox ha venido para quedarse"

“Vox ha venido para quedarse”. A pesar de que la irrupción del partido ultranacionalista en las Cortes ha dividido el voto de la derecha y facilitado de rebote el triunfo del PSOE, Abascal no tiene intención alguna de dar marcha atrás. Lo dejó claro cuando se dirigió a sus decaídos seguidores, concluido el recuento provisional de los votos, a los dijo que la Reconquista, como él bautizó su campaña, acaba de iniciarse y tiene un largo camino por delante. La siguiente etapa son las elecciones europeas, autonómicas y locales del 26 de mayo. Las primeras las considera las más favorables, porque la circunscripción nacional hace que no se pierdan los restos ni funcione la apelación al voto útil. Con sus 24 diputados, Vox aspira a convertirse en el ariete de la oposición al Gobierno socialista aunque no ha logrado suficientes escaños para presentar recursos de inconstitucionalidad.

Para un partido extraparlamentario, irrumpir en el Congreso con dos decenas largas de diputados y multiplicar por más de 50 sus votos en las últimas elecciones generales debería ser motivo de júbilo. Sin embargo, los líderes de Vox habían hinchado tanto sus expectativas que el sentimiento era de decepción. Abascal había alardeado de que las encuestas se equivocaban, como sucedió en Andalucía, y muchas empresas demoscópicas tendrían que cerrar el 29 de abril por no haber pronosticado el ascenso de su partido, Lo cierto es que el resultado está por debajo de la encuesta del CIS, que le daba entre 29 y 37 escaños.

Vox eligió como cuartel general para la noche electoral el hotel Fénix, en una esquina de la madrileña plaza de Colón, donde Abascal inició y cerró su campaña electoral, y a pocos metros de la sede del PP, en la calle Génova, el partido en el que militó durante 19 años. Más de 280 periodistas, muchos extranjeros, pidieron acreditarse, pero solo 84 pudieron acceder a la minúscula sala de prensa.

Poco después del cierre de las urnas, la presidenta de Vox en Madrid y candidata a la Comunidad, Rocío Monasterio, compareció ante los medios de comunicación para hacer una declaración de apenas un minuto y sin admitir preguntas. Tras agradecer el trabajo de los interventores y apoderados de su partido, aseguró que en el nuevo Congreso habría “muchos diputados de Vox” que hablarán “con firmeza y determinación de la unidad de España, de la libertad y de la igualdad de los españoles”.

Todavía en ese momento, el cabeza de lista por Barcelona, Ignacio Garriga, pronosticaba que su partido tendría 70 diputados, los mismos que logró Podemos en 2016. Conforme avanzaba el recuento, la sala donde los dirigentes de Vox seguían los resultados se cerró a cal y canto y los pocos que salían lo hacían con caras largas. Algunos ya reconocían que la exhibición de músculo de la derecha más dura podía haber tenido el efecto de movilizar a la izquierda en las urnas.



Al filo de las 22.30, con casi el 80% de los votos escrutados, Ortega tuvo que salir para levantar el ánimo de los cientos de simpatizantes, en su mayoría jóvenes, que en la plaza Margaret Thatcher, contigua al hotel donde la dirección de Vox seguía el recuento, contemplaban en silencio, a través de una gran pantalla de televisión, como se esfumaban sus sueños de triunfo.

El número dos de Vox aseguró que, a partir de ahora, sus diputados “van a ser la única oposición” al Ejecutivo socialista, cuya victoria vaticinó como “efímera”. Ortega llamó a sus cariacontecidos seguidores a estar “muy satisfechos y orgullosos” de lo conseguido después de que su partido fuera excluido de los debates televisivos y careciera de los recursos públicos de sus rivales.

Por la mañana, aclamado por decenas de simpatizantes, que se hicieron selfies con él, Abascal votó en el colegio público Pinar del Rey, en el barrio madrileño de Hortaleza. Aseguró que las elecciones tenían “carácter histórico para España” e intentó ahuyentar el miedo a su partido asegurando que “millones de españoles van a votar con esperanza y sin miedo a nada ni a nadie”. Exhibiendo su cara más moderada, añadió que “lo más importante” es que todas las fuerzas políticas respetaran “el resultado” de las urnas y defendieran “la democracia, la Nación y la convivencia entre españoles”.

La moderación de Abascal contrastó con el tuit que la cuenta oficial del partido difundió ya con los colegios electorales abiertos. En la imagen se veía a un guerrero espada en mano con la bandera española y el logo de Vox en la espalda y, frente a él, símbolos feministas, comunistas, LGTBI, republicanos y las cabeceras de EL PAÍS, la Cadena SER y la Sexta junto a la frase “¡Que comience la batalla!”

En las elecciones andaluzas de diciembre pasado, Vox logró 395.978 votos, el 10,97% del total, e irrumpió en el Parlamento autonómico con 12 escaños. En las generales de 2016 solo logró 46.781 votos, el 0,2%.

Su mejor resultado en unas elecciones de ámbito estatal lo obtuvo en las elecciones europeas de mayo de 2014, pocos meses después de su fundación, en las que logró 244.929 votos, el 1,56%, y se quedó a 50.000 votos de un escaño.

El PSOE y Podemos quedan al filo de formar Gobierno y el PP sufre una caída histórica

El socialismo y Podemos cuentan con 165 escaños y quedaron a 11 de la mayoría.


Pedro Sánchez festejaba este domingo su triunfo.
PSOE

Pedro Sánchez resultó el gran ganador de las elecciones generales de España, aunque no logró ni siquiera con Podemos, alcanzar los votos necesarios para formar gobierno, pero si llega a un acuerdo con los partidos nacionalistas vasco y otras formaciones menores, podrá evitarse el mal trago de negociar con los independentistas catalanes.

El PSOE de la mano del actual presidente volvió a ganar unas elecciones generales después de once años y se quedó con 123 escaños que suman 165 con las 42 bancas de Podemos, que como se preveía cayó respecto a la anterior elección, pero no tanto como vaticinaban sus críticos.

A quien si le fue muy mal es al Partido Popular de Pablo Casado, un pupilo de José María Aznar, que giró el partido bien a la derecha y tuvo su peor resultado histórico y se quedó con apenas 66 asientos en el parlamento. La maniobra de Aznar y Casado buscó evitar la fuga de votos hacia la ultraderecha de Vox y para eso sacaron al PP del centroderecha en el que lo había ub icado Mariano Rajoy, rival interno de ambos. No les fue bien.

El PP perdió casi 4 millones de votos y la mitad de sus escaños en esta elección. El rumbo hacia la derecha dura no pegó en el electorado y la fuerza lo pagó caro. Tanto que obtuvo menos bancas que Podemos en 2016. "Ha sido un muy mal resultado", admitió Pablo Casado.

El candidato del Partido Popular, Pablo Casado.

El PP quedó atrapado entre la ultraderacha de Vox que se llevó sus votantes mas duros y el centrismo de Ciudadanos de Albert Rivera que absorbió a los desencantados de centro.

Vox, el partido que amenazaba con convertirse en el cuco de los comicios igual se desinfló y terminó con 24 escaños, menos de la mitad del centrista Ciudadanos que se alzó con 57 bancas. De todas maneras, la flamante formación de Santiago Abascal logra así su ingreso a las Cortes y se integra al sistema político español.

La decisión de Sánchez de anticipar comicios le resultó una jugada muy redituable y acalló las críticas de líderes históricos como Felipe González y Alfonso Guerra. Sánchez logró un resultado que frena la decadencia electoral del PSOE que venía en caída libre desde 2008.

Para formar gobierno el socialismo contará con los escaños de Podemos y deberá buscar los 11 votos restantes -la mayoría la conforman 176 diputados- en las filas de las fuerzas independientes. Por lo pronto la militancia socialista le exigió que no formara gobierno con Ciudadanos, pero Sánchez dijo que no le pondría un "cordón sanitario" a la fuerza de centroderecha. "El PSOE ha ganado las elecciones generales, ¡ha ganado el futuro y ha perdido el pasado!", festejó.

Si bien Podemos perdió varios escaños, su líder se mostró conforme. "Es suficiente para cumplir nuestros objetivos. Somos una fuerza política imprescindible para que haya un Gobierno de izquierda en España", señaló Pablo Iglesias y aseguró que Podemos había ayudado a frenar a la "extrema derecha".

Por lo pronto Sánchez no necesitaría el apoyo de los independentistas catalanes para formar gobierno. Si consigue el apoyo del PNV vasco, Compromís, PRC y Coalición Canaria alcanzará con que algunos partidos se abstengan en la segunda vuelta para continuar en la Moncloa.

Iglesias: “Somos imprescindibles para que haya un Gobierno de izquierda”

El candidato de Unidas Podemos considera que, aunque hayan perdido 30 diputados, "el resultado es suficiente para el objetivo propuesto"

En vídeo, declaraciones de Pablo Iglesias tras saber los resultados del escrutinio.








Sumar para gobernar, no ganar. Este es el mensaje con el que Pablo Iglesias ha justificado esta noche que Unidas Podemos perdiera 29 escaños (han conseguido 42) respecto a 2016, cuando con las confluencias sumaron 71 diputados. Se han dejado 1,3 millones de votos. “Es suficiente para cumplir nuestros objetivos. Somos una fuerza política imprescindible para que haya un Gobierno de izquierda en España”, ha dicho el candidato. Iglesias ha llamado a Pedro Sánchez para felicitarle y le ha comunicado su voluntad “de formar Gobierno”.

El dirigente ha comparecido con una gran sonrisa, la del deber cumplido. Las encuestas le otorgaban un 13% en intención de voto, ha subido un punto la previsión y ha conseguido un resultado que, en sus palabras, hace que “el peso parlamentario del bloque progresista supere al peso de las tres derechas, del trío de Colón”. Los 42 diputados resultan de la suma de Podemos, IU, Equo y En Comú Podem. Aún así, para formar coalición con el PSOE tendrán que contar con el apoyo de otros grupos parlamentarios.



De su conversación con Sánchez, Iglesias ha señalado: “Toca trabajar mucho y con discreción, vienen muchas reuniones. Hemos quedado en hablar y reunirnos en breve. Hay que hacer un programa de gobierno”. El líder de Unidas Podemos no ha puesto líneas rojas, por ahora.

La advertencia que Iglesias había hecho una y otra vez durante la campaña, sobre una posible alianza entre PSOE y Ciudadanos, ha sobrevolado el teatro Goya de Madrid, donde la coalición se reunió para esperar los resultados. “Esa pregunta se la tienen que hacer a Pedro Sánchez”, ha zanjado con otra media sonrisa.

Iglesias solo se ha concedido un momento para la autocrítica tras la pérdida de 30 diputados. “Uno de los problemas fundamentales de Podemos es haber dado una imagen de nuestra situación interna”, ha sido su reflexión, la misma que repite desde que volvió a la política activa el 23 de marzo después de tres meses de permiso de paternidad.
Plurinacionalidad

La carrera electoral ha dejado otra clave en el análisis de Iglesias. “España es plurinacional, basta con ver el resultado en Euskadi y Cataluña”, ha asegurado. “Quien no lo haya entendido, no entiende España”.

Unidas Podemos tenía el reto de revalidarse como primera fuerza en el País Vasco y Cataluña. No lo ha conseguido. En Comú Podem, su marca catalana, ha pasado de 12 a siete escaños y se ha quedado como tercera fuerza política, por detrás de ERC y el PSOE. Los comunes liderados por el soberanista Jaume Asens han dejado de ser la opción que en 2016 aglutinó a una parte de los socialistas y de los independentistas.

En el País Vasco, la coalición también ha descendido hasta la tercera posición. El territorio vuelve a ser dominio del PNV. Unidas Podemos y el PSOE empataron con cuatro diputados. En esta región, la formación consiguió seis escaños en la anterior elección. En las dos visitas que hizo Iglesias a Eibar y Bilbao apeló a los votantes socialistas y de las formaciones abertzales para que les otorgaran de nuevo su confianza, pero no pudo convencerles.

En Andalucía han sumado nueve diputados. En 2016 llegaron a 11 y fueron tercera fuerza. En esta comunidad, Alberto Garzón, líder de IU, se garantiza repetir en el Congreso. En las anteriores elecciones, el dirigente ocupó el puesto número cinco por Madrid de la lista conjunta. Su partido buscaba una mayor visibilidad.

Al final de la carrera electoral, Unidas Podemos redobló esfuerzos e Iglesias hizo varias paradas en Castilla y León, una de las autonomías que más sufre la despoblación. En esta comunidad, Unidas Podemos se ha quedado en cero como auguraban las encuestas. No ha podido revalidar los tres diputados de 2016. En Castilla-La Mancha tampoco ha sacado escaño, es decir, ha perdido dos. En Extremadura tampoco ha obtenido representación. En 2016, la coalición llegó a los 15 diputados en la España vacía, las circunscripciones que se reparten menos de seis diputados cada una.

Podemos luchó hasta el último día para repetir las coaliciones electorales en Galicia y Valencia con las que concurrió hace tres años. No fue posible y únicamente llegaron a un acuerdo con IU. En Galicia, esta división les ha costado tres escaños. En Común-Unidas Podemos, el nuevo nombre de la alianza gallega, ha obtenido dos escaños por Pontevedra y A Coruña. Sus antiguos socios de En Marea, la plataforma de Luis Villares, se presentaron en solitario y no han conseguido representación.

Compromís tampoco revalidó su acuerdo con Podemos y, por separado, no han sumado los nueve escaños de 2016, cuando fueron segunda fuerza en la Comunidad Valencia. Unidas Podemos se queda con cinco y la fuerza que lidera Joan Baldoví, con uno.

En Madrid, la lista que encabeza Iglesias con Irene Montero, número dos, se ha asegurado seis diputados. Es la circunscripción en la que mejor han aguantado. Los dirigentes repiten en sus escaños. A su lado estará Enrique Santiago, de IU, y algunas de las caras más visibles de la formación, como Rafa Mayoral y Gloria Elizo.

La juez canaria Victoria Rosell, considerada por el partido uno de los fichajes estrella, volverá al Congreso. En 2016, Rosell renunció a repetir como cabeza de lista de Podemos por Las Palmas. La magistrada, denunciada en aquel momento por el exministro de Industria José Manuel Soria por un presunto caso de prevaricación y cohecho, estaba a la espera de ser llamada a declarar como investigada —imputada, según la denominación previa a la reforma—. La querella fue archivada por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias en diciembre de ese año. Con la magistrada estará María Pita, segunda en la lista de Las Palmas, y Alberto Rodríguez, el diputado que con sus rastas llamó la atención del Congreso.





El apoyo del taxi

Hasta el teatro Goya se ha acercado la cúpula del partido. Unos 300 periodistas acreditados llenaban una sala a falta de la militancia. Unos pocos simpatizantes se reunieron en la plaza del Museo Reina Sofía, lugar simbólico para el partido. Dos decenas de taxistas pusieron el entusiasmo a la noche con sus coches decorados con globos, lazos morados y con pitidos. “Hay que ser honestos, Podemos siempre ha estado ahí”, ha dicho Tito Álvarez, portavoz del sindicato Élite Taxi.

Sus gritos se cruzaron con los de la militancia del PSOE, reunida en la sede de la calle de Génova. Cuando apareció Iglesias en la pantalla gritaron: “Sí, se puede”. Cuando salió el candidato socialista completaron: “Rivera no”. Pero, como dijo el líder de Unidas Podemos, aún queda mucho.

Santa Fe: mano a mano entre el socialismo y el peronismo

El ex gobernador Antonio Bonfatti encabeza las primarias santafesinas, seguido por el precandidato del peronismo Omar Perotti, que derrota en la interna a María Eugenia Bielsa. Si se suman los votos de ambos postulantes, el peronismo queda en primer lugar. Cambiemos, tercero con José Corral.



El candidato a gobernador socialista Antonio Bonfatti y los postulantes del Justicialismo estaban casi igualados en votos esta noche a medida que avanza un lento escrutinio.

Según los cómputos de las PASO de Santa Fe distribuidos por el Tribunal Electoral provincial, Bonfatti lograba 43.638 votos, sobre 34.204 de Omar Perotti y 11.133 de María Eugenia Bielsa, quienes confrontan por la candidatura peronista a gobernador, en la única interna de las PASO santafesinas. Si se suman los votos de ambos, el peronismo supera al socialismo.

En tanto, el candidato de Cambiemos, José Corral, llegaba a 19.806 votos, en un nuevo lejano tercer puesto para un representante de Mauricio Macri en las provincias.

The Latino Voter Base is Booming: Why You Should Care


Holding A Goldfish’s Attention

Digital technology has changed politics. You can no longer look at one without the other, and while that may be for better or for worse, candidates across the nation are seeking digital experts for the competitive edge needed amidst close elections.
For our political team, that means studying news media trends, navigating digital platforms, and analyzing demographic data to push content that mobilizes voters with the right message at the right time. And while digital technology has allowed political campaigns to access a plethora of voter data, campaign success relies on figuring out how best to cut through the information overload, access echo chambers, and grab voters’ attention. With our attention span becoming shorter than that of a goldfish’s, seeking and capturing the American voters’ attention long enough to care about an issue is no easy feat. Fortunately for our candidates, Push Digital always stays one step ahead.
Tapping Into the Latino Vote

Fun fact: Every 30 seconds, a Latino becomes eligible to vote

Resourcefulness and adaptation. To survive the ever-changing political landscape in today’s digital era, you need both of these skills. As a Colombian-born millennial working for Push Digital’s political team, I am a direct manifestation of one of the many evolutions seen throughout recent American elections — a rising Latino voter population.
As of 2016, more than 27.3 million Latino voters were eligible to vote, and that number has been continually growing since. In fact, estimates show that by 2050, the Latino population will rise to 133 million.
But here’s the thing, the rate of eligible Latino voters is increasing faster than the number of Latino voters from our previous presidential elections. In other words, while the Latino voter base is growing, actual turnout pales in comparison.
Bridging the Gap Between Voter and Ballot

While knowledge of the rising Latino voter population in the U.S. is nothing new, it’s more pertinent to campaign success than ever before. Now the largest ethnic minority in the country, this group’s influence over the political agenda is far-reaching. Safe to say, appealing to this demographic is the golden ticket to winning elections, and to do that, we must do the following:
Dispel Myths

Even though Latinos have historically leaned left of the ideological spectrum, we saw a surprising, and quite unexpected change within the GOP voter base, as Latinos made up roughly 29% of the Trump voter electoral base in 2016. Continuing polarization among parties will allow further capitalization of this change, and Republican political campaigns especially will need to adapt digital strategies to reach a more ethnically diverse voter base.
Methodology

The largest percentage of eligible Latino voters are millennials. Which is great, because they have a higher tendency to be digitally inclined, bilingual, and aspirational. So how can campaigns target this group to increase voter turnout, especially within battleground states like Florida, Pennsylvania, and Ohio? According to surveys, young voters within this demographic are ambivalent over casting a vote, simply because they feel it won’t make a difference… Oh the irony. To mobilize young Latino voters, the effort must be put in regardless of the risk. At Push Digital, clients are coming to us to reach this demographic because they know it’s in their campaign’s best interest.
Curated Content

There are many challenges that come with connecting to an ethnically diverse voter population. For one, candidates may face backlash from voters who only speak the English language. Studies show English-speaking voters’ attitudes over seeing Spanish-language political ads to be extremely negative. Likewise, not every Latino population is the same and should be advertised the same content, even within the message matrix. This is particularly true when it comes to different dialects of Spanish speakers. In order to effectively communicate political messages among Latino voters — content needs to be curated in accordance with language, dialect, age, and country of origin. It’s important to keep these items in mind when developing your message and digital targeting.
Have I lost you yet?

There’s a reason a large source of the Latino Voter population remains untapped — it’s gruesome work. Mitigating between the digital space, political arena, and rising diversity among the U.S. voter population is tricky terrain. But someone’s gotta do it, and here at Push Digital, we aren’t afraid of a little challenge

España:La ultraderecha llega al Congreso

Se perfila congreso más fragmentado de la democracia

Santiago Abascal, líder de VOX en campaña. Su partido despunta como árbitro electoral.

 La ultraderecha irrumpirá en el Congreso de Diputados, que será el más fragmentado de la democracia, tras las elecciones de mañana, a las que están llamados más de 34 millones de personas. El próximo gobierno podría ser, además, el primero de coalición en España, según los sondeos, bien con un Ejecutivo de izquierdas, o de derechas con el apoyo del nuevo partido de ultraderecha, Vox.

La última encuesta oficial otorga la victoria al premier, el socialista Pedro Sánchez, que, según los resultados, podría pactar con Podemos, que bajaría del 21 al 12,9% de los votos.
En el último día de campaña, Sánchez abrió la puerta a un gobierno de coalición con la formación liderada por Pablo Iglesias.
En el otro lado, la aparición de Vox, que entró en el parlamento andaluz en los comicios regionales de diciembre pasado con un 12% de los votos, dividió la derecha.
Pablo Casado, líder del Partido Popular (PP), de donde provienen muchos de los cargos de Vox, entre ellos su líder, Santiago Abascal, y al que los sondeos otorgan un notable descenso, se abrió por su parte a un gobierno con Vox, además de con el apoyo del liberal Ciudadanos.

Reeditarían de esta forma el gobierno que en Andalucía consiguió terminar con 36 años de ejecutivos socialistas.
Los sondeos otorgan a Vox un 11,9% de los votos, aunque algunos expertos sostienen que su representación en el Congreso será mayor, teniendo en cuenta los mítines multitudinarios que han tenido en campaña. Ninguna formación de ultraderecha española había vuelto a un parlamento en España desde que Blas Piñar, de Fuerza Nueva, dejó su escaño en el Congreso de los Diputados en 1982.
Estas elecciones cuentan además con un gran número de indecisos, un 41,6% de los encuestados en el último sondeo oficial, a quienes los líderes se dirigieron en la recta final de campaña.

Sánchez apeló al voto útil para evitar un gobierno con la ultraderecha, y el PP ofreció un gobierno que no dependa de los independentistas catalanes, que fueron los que hicieron caer el ejecutivo socialista al no apoyar los presupuestos luego de no conseguir un acuerdo para celebrar un referéndum de secesión.

En Cambiemos ya hablan del Plan H como otra de las alternativas a Macri

Larreta comenzó a ser considerado por algunos sectores del oficialismo y el círculo rojo. La postura de los radicales.


La crisis económica y política que sacude la candidatura presidencial de Mauricio Macri llevó a las principales espadas de Cambiemos a considerar el plan V con María Eugenia Vidal, aunque por estas horas también se baraja la alternativa del Plan H.


Horacio Rodríguez Larreta, el jefe político de Vidal, es el segundo dirigente con mejor imagen del PRO y su nombre empezó a ser considerado por algunos sectores del frente oficialista en alarma por la complicada situación del presidente.

Larreta es respetado por el peronismo y el Círculo Rojo y hasta Sergio Massa, su amigo, podría apoyarlo. Algunos lo exhiben como una propuesta superadora del Plan V, que no consideran satisfactorio porque Vidal no podrá despegarse demasiado de la figura en picada de Macri.

"Vidal hace tres años que es el fronting de Mauricio, Larreta puede contar otro relato y tiene la Ciudad para mostrar", aseguraron a LPO en el riñón de un ministro nacional.

El jefe de gobierno porteño ya tiene gente trabajando en su candidatura, que en principio se había trazado para 2023. Emilio Monzó lo blanqueó públicamente, pero otros dirigentes como Edgardo Cenzón, ex ministro de Macri y Vidal, trabajan para él sigilosamente. Incluso Nicolás "Nicky" Caputo, el "hermano del alma" de Macri, prefiere que el candidato sea Larreta. Otros, como Rogelio Frigerio, trabajarán por la candidatura de Macri hasta el final, también tienen mucha afinidad con el ex PAMI.

Candidato en riesgo

La única muralla que tiene enfrente Larreta dentro del PRO es Marcos Peña, que es el contrapeso de Vidal y el jefe de gobierno en la cada vez más desequilibrada balanza de Cambiemos.

Marcos Peña y Fernando de Andreis.

Los radicales también ven a Larreta como una buena alternativa, en especial quienes sueñan con Martín Lousteau como jefe de gobierno. El argumento que esgrimen es que si Vidal va de candidata a la presidencia, la provincia queda desguarnecida.

"Si para Mauricio es tan difícil gobernar con la provincia a favor, a Vidal se le va a hacer imposible con un gobernador peronista", argumentan en Cambiemos.


Detrás de ese argumento, se esconde el afán de los radicales de que Lousteau sea el candidato a jefe de gobierno, si Larreta sube a Nación. Es que no les convence la idea de que el ex ministro de Economía sea candidato a la vicepresidencia: creen que ir al Senado es poca cosa.

Por eso el esquema que mejor les sienta consiste en que Larreta que lleve un vice peronista de Alternativa Federal, Vidal siga en la provincia y Lousteau se quede con la Ciudad
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Del plan V, el plan N y un knock out que madura


Un adelantamiento de las elecciones por la crisis, como en 1989. Rumores que, de concretarse, serían compatibles con el "plan V" del establishment. También con el "plan H", por el porteño Horacio Rodríguez Larreta.


El jueves, los medios oficialistas hablaban del famoso plan de recambio, el plan V, por María Eugenia Vidal. Esos medios y sus operadores más famosos no podían ocultar el desconcierto que les producía ver a la luz del día el desbarajuste que han ocultado sistemáticamente.

“Macri pierde con todos según las encuestas”. “Vidal puede ganar aunque no es garantía”. “Pero si la sacan a Vidal, pierden la provincia de Buenos Aires”. “Con Macri no hay salida”. Ese era el repiqueteo en los medios oficialistas que hasta ayer rendían pleitesía a la figura presidencial.

Macri no se quiere bajar, es él o él. El no vino por un proycto político, lo suyo es un proyecto biográfico. No quiere pasar a la historia como el que lo hace ver a De la Rúa como un no tan mal presidente.

Este tironeo lo debilita cada vez más Macri y al gobierno en general. Cuanto más tarde en bajarse, más débil será la posición de Vidal. Hoy parece la pregunta no es si Macri se baja, sino cuando.

El establishment le dice a Macri "o  te bajás y va a Vidal, o no llegás, se pudre, los radicales rompen con vos y se van con Lavagna.

En el medio el proyecto  Nosiglia. El Coti junto con parte del establishment, quiere que los radicales se bajen de Cambiemos, arreglen con Lavagna, dándole el despliegue terriotrial que hoy no tienen, fiscales para trabajar, repartir, cuidar y contar las boletas, con Massa en provincia, Losteau en capital, y varios gobernadores peronistas.

Es que los radicales se acostumbraron a consumir poder más que construirlo. Por eso al tope de su agenda ponen la contención vía las efectividades conducentes.

Pagarán el grave error de Gualeguaychú los gerentes de la UCR S.A. ?

¿Renunció realmente la gobernadora a pegar el salto a la Rosada cuando dijo el martes que Cambiemos ya tiene candidato presidencial? ¿Cómo hay que interpretar su negativa a la pregunta que le escribieron en papelitos al menos quince de los 368 empresarios que colmaron el salón Versailles del hotel Alvear? ¿Es una jugada coordinada con el Presidente o la crisis ya activó un protocolo de emergencia que lo excluye?

Suponiendo que Mauricio Macri esté desahuciado, como cree ya casi todo el círculo rojo ¿es viable el intento de salida postmacrista que propicia desde las sombras el eterno Enrique Nosiglia a través de Martín Lousteau, con Vidal y Rodríguez Larreta en alianza con el peronismo no K y parte del radicalismo? Y si lo es ¿por qué Roberto Lavagna saló a descartarlo in limine?

A ocho semanas de la definición de las candidaturas, con todos los indicadores en rojo y una inflación que no le regala ni un mes de tregua, hasta los más fanáticos de la reelección de Macri terminaron de convencerse de que no llega. Incluso antes de la corrida de ayer. "El último incondicional que le queda en el empresariado es Marcos Galperín (el dueño de MercadoLibre), pero porque no trabaja en Argentina sino en la nube. Una nube donde no hay gremios, impuestos ni convenios colectivos de trabajo", ironizó un banquero líder.



Los elogios, la ovación y la poco sutil presión de los popes del establishment para que Vidal dé su gran salto adelante tampoco lucen como algo improvisado ni descoordinado. Veterano artista del lobby, Daniel Funes de Rioja les pidió a los demás jefes de cámaras patronales que subieran con él al escenario del Alvear para su debut como presidente del CICyP. Sabía que, así, sus palabras resonarían más. "Los que usted nos presente como sus desafíos van a ser nuestros desafíos", lanzó desde el atril. Solo dénos la orden, habría dicho Michael Corleone. Palabras de caballeros.



Hasta hace poco, Funes de Rioja se mostraba convencido de que la extraordinaria cosecha de soja de este año salvaría al Gobierno. Pero en marzo, según informó esta semana el propio Banco Central, las cerealeras y aceiteras que acaparan el grueso de las exportaciones del rubro liquidaron 19% menos dólares que en marzo del año pasado, cuando los productores sufrían las consecuencias de la peor sequía en décadas. Para peor, la balanza comercial arrojó superávit pero no porque hayan aumentado las exportaciones sino porque se desplomaron las importaciones. Las ventas al exterior, aun con el dólar al doble que un año atrás, volvieron a caer un 5%. El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, decidió ir directo al grano. Apenas se sentó a la mesa principal del Alvear junto a la gobernadora, le espetó: "Me acaba de preguntar un periodista cómo te veo como candidata a presidenta ¿es verdad que vas a ser candidata?". Ella se apuró a desmentirlo: "Me tienen loca con eso, pero no es así para nada"




Lo que dijo después, ya con todo el resto de la mesa escuchándola, significaba una cosa el martes y otra bien distinta hoy. "A mí la gente me va a votar si llega a fin de mes. Y eso va a pasar si desde ahora y hasta las elecciones se mantiene el dólar tranquilo y baja la inflación", definió.

Entre los empresarios de las demás mesas no había acuerdo unánime. El heredero de la tercera mayor fortuna del país, Alejandro Roemmers, pareció hacerle un guiño al plan V. "Creo que no nos ha ido bien con ninguno de los dos gobiernos (ni el de Cristina ni el de Macri). A lo mejor puede haber otras alternativas", deslizó. En cambio, el presidente de Fiat Chrysler Argentina (FCA), Cristiano Rattazzi, advirtió sobre su obstáculo más evidente. "Sin ella en la provincia nadie asegura ganar ahí. Y sin provincia no hay presidencia".

En realidad se trata de un problema más profundo. ¿Tan buena imagen tiene Vidal como para conducir a Cambiemos a un triunfo nacional incluso aunque su fundador renuncie a su propia reelección? ¿No implicaría ese paso al costado admitir que todo el experimento Cambiemos fracasó? Es lo que retrucan desde el despacho de Marcos Peña, nuevamente bajo fuego amigo.

Marcos Peña tuvo en las últimas semanas los primeros cortocircuitos de su larga relación con el cerebro de la campaña cambiemita, Jaime Durán Barba. Lo reveló Diego Genoud en el portal Letra P, donde contó que al ecuatoriano se lo oyó despotricar contra el Fondo Monetario en el mismísimo primer piso de la Rosada. Dicen que dijo que el déficit cero le importa "un carajo" y que recomendó que el Fondo "se vaya a la mierda". "Si pierde Macri ¿quién se jodió? ¡El Fondo!", evalúa el gurú.

Mientras tanto hay preguntas sin respuestas

** ¿hasta dónde llegará la pesadilla de la devaluación, la inflación y la recesión?;

** ¿cómo harán los que vengan para afrontar los US$156.220 millones que vencen entre capital e intereses entre 2020 y 2023, sin caer de la cornisa a un default, moratoria, plan Bonex, etc, como blanqueó el Financial Times que temen los mercados?;

** ¿se renegociará con el FMI el stand by de US$57.100 millones vigente y en cuáles condiciones?;

** ¿cuál será el margen que quedará disponible para poner en marcha el aparato productivo; generar empleos tras la debacle ocupacional a la que se arribó y morigerar el récord actual de pobreza?

** ¿cómo afectarán a los salarios y las jubilaciones las reformas previsional y laboral que los acreedores impondrán al gobierno venidero?

Desde la oposición se produjo un movimiento inesperado. Fue una operación sigilosa con varios juramentados en el silencio. Hasta los trabajadores que participaron en la edición no pudieron hacerlo con sus celulares para evitar fotografías o filtraciones.

El libro de Cristina Kirchner, Sinceramente, provocó una expectativa inusitada hasta en sus detractores, a esta altura perdidos en la neblinosa política del gobierno. Antes de salir a las librerías ya había agotado la primera edición de más de 20 mil ejemplares. Al llegar a las góndolas ya había agotado la segunda edición y el viernes ya estaba anunciada una tercera edición de 40 mil ejemplares.

El precio de casi 600 pesos no está al alcance de mucha gente. Y las librerías donde se agotó una, dos y tres veces, están en su mayoría en zonas de la Capital Federal donde el macrismo ha ganado con mucha ventaja, como Caballito, Barrio Norte y Recoleta. La persecución a través de servicios de inteligencia que articularon el periodismo de guerra con la guerra judicial, parece haberla convertido en un inmenso best seller.

Es un libro destinado a una clase media urbana que le ha sido esquiva. Surge en una coyuntura electoral y se convierte en un indicio más de que la candidatura de Cristina Kirchner es muy probable.

Operativo clamor: El intendente de Bahía Blanca pidió que Vidal sea la candidata a presidenta

El macrista Héctor Gay es el primer dirigente de peso del oficialismo que plantea públicamente que Vidal reemplace a Macri en las elecciones.


Los intendentes de Cambiemos empiezan a sumarse a un fuerte operativo clamor para que sea María Eugenia Vidal la candidata a la presidencia. Fue Héctor Gay, el alcalde de Bahía Blanca, quien pidió hoy no descartar la candidatura presidencial de la Gobernadora.

Como un ariete que podría abrir el camino para otros intendentes, Gay vaticinó hoy que antes del cierre de lista "vamos a tener una sorpresa".


"Nos quedan 2 meses para el cierre de lista, seguro vamos a tener alguna sorpresa", manifestó Gay en declaraciones radiales que reproduce La Nueva. En las próximas horas se verá si el alcalde se lanzó en soledad o fue el primero de varios alcaldes en salir a proclamar la candidatura de Vidal a la presidencia.

Enseguida, el intendente buscó bajarle el tono a sus declaraciones y agregó que "hay sectores que están presionando para que haya un plan V (en referencia a Vidal), pero no es una decisión tomada ni mucho menos". Sin embargo, dijo que no "afirma ni descarta nada".

"Yo creo que el candidato es Macri, pero falta mucho para el 22 de junio", indicó, al tiempo que sostuvo, por el contrario, que "el ciudadano común no está preocupado por las elecciones, sino por llegar a fin de mes".

En una semana frenética para el gobierno nacional, con una nueva disparada del dólar y el riesgo país, en el gobierno tuvieron que ratificar en varias oportunidades la candidatura de Macri para un nuevo mandato.

El martes, un grupo de empresarios apuró a la Gobernadora con una definición sobre su candidatura obligando a Vidal a negar que vaya a ser la candidata.

Al día siguiente fue el propio titular de la Cámara de la Construcción, Julio Crivelli, quien alentó una candidatura de la Gobernadora. "Sería una muy buena candidata a la presidencia", dijo.

Ayer, fue primero Horacio Rodríguez Larreta quien ratificó la candidatura de Macri y por la noche fue el jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien hizo lo propio descartando además la posibilidad de adelantar la elección.

America’s False Narrative on China


 STEPHEN S. ROACH


Washington has been loose with facts, analysis, and conclusions about China, and the American public has been far too gullible in its acceptance of this false narrative. The point is not to deny China’s role in promoting economic tensions, but to stress the need for objectivity and honesty in assigning blame – especially with so much at stake in the current conflict.


NEW HAVEN – In a rare moment of bipartisan agreement, America’s Republicans and Democrats are now on the same page on one key issue: Blaming China for all that ails the United States. China bashing has never had broader appeal.

This fixation on China as an existential threat to the cherished American Dream is having serious consequences. It has led to tit-for-tat tariffs, escalating security threats, warnings of a new cold war, and even whispers of a military clash between the rising power and the incumbent global hegemon.

With a trade deal apparently imminent, it’s tempting to conclude that all this will pass. That may be wishful thinking. Sino-American trust is now in tatters. The likelihood of a superficial deal won’t change that. A new era of mutual suspicion, tension, and conflict is a very real possibility.

But what if the US chattering class has it all wrong and the China bashing is more an outgrowth of domestic problems than a response to a genuine external threat? In fact, there are strong grounds to believe that an insecure US – afflicted with macroeconomic imbalances of its own making and fearful of the consequences of its own retreat from global leadership – has embraced a false narrative on China.

Consider trade. In 2018, the US had a $419 billion merchandise trade deficit with China, fully 48% of the massive overall trade gap of $879 billion. This is the lightening rod in the debate, the culprit behind what US President Donald Trump calls the “carnage” of job losses and wage pressures.

But what Trump – and most other US politicians – won’t admit is that the US ran trade deficits with 102 countries in 2018. This reflects a profound shortfall of domestic saving, owing in large part to the reckless budget deficits approved by none other than Congress and the president. Nor is there any recognition of supply-chain distortions – arising from inputs made in other countries but assembled and shipped from China – that are estimated to overstate the US-China trade imbalance by as much as 35-40%. Never mind basic macroeconomics and new efficiencies from global production platforms that benefit US consumers. Apparently, it is much easier to vilify China as the major obstacle to making America great again.


Next, consider intellectual property theft. It is now accepted “truth” that China is stealing hundreds of billions of dollars of US intellectual property each year, driving a stake into the heart of America’s innovative prowess. According to the accepted source of this claim, the so-called IP Commission, in 2017 IP theft cost the US economy between $225 and $600 billion.

Leaving aside the ridiculously broad range of such an estimate, the figures rest on flimsy evidence derived from dubious “proxy modeling” that attempts to value stolen trade secrets via nefarious activities such as narcotics trafficking, corruption, occupational fraud, and illicit financial flows. The Chinese piece of this alleged theft comes from US Customs and Border Patrol data, which reported $1.35 billion in seizures of total counterfeit and pirated goods back in 2015. Equally dubious models extrapolate this tiny sum into an aggregate guesstimate for the US and impute 87% of the total to China (52% to the mainland and 35% to Hong Kong).

Then there is the red herring emphasized in the Section 301 report published by the US Trade Representative (USTR) in March 2018, which provides the foundational justification for tariffs levied on China: forced technology transfer between US companies and their Chinese joint venture (JV) partners. The key word is “forced,” which implies that innocent US companies that enter willingly into contractual agreements with Chinese counterparts are coerced into surrendering their proprietary technologies in order to do business in the country.

To be sure, JVs obviously entail a sharing of people, business strategies, operating platforms, and product designs. But the charge is coercion, which is inseparable from the presumption that sophisticated US multinationals are dumb enough to turn over core proprietary technologies to their Chinese partners.

This is another shocking example of soft evidence for a hard allegation. Incredibly, the USTR actually admits in the Section 301 report (on page 19) that there is no hard evidence to confirm these “implicit practices.” Like the IP Commission, the USTR relies instead on proxy surveys from trade organizations like the US-China Business Council, whose respondents complain of some discomfort with China’s treatment of their technology.

The Washington narrative also paints a picture of China as a centrally planned behemoth sitting astride massive stated-owned enterprises (SOEs) that enjoy preferential credits, unfair subsidies, and incentives tied to high-profile industrial policies such as Made in China 2025 and Artificial Intelligence 2030. Never mind a large body of evidence that underscores the low-efficiency, low-return characteristics of China’s SOEs.

Nor is there any doubt that comparable industrial policies have long been practiced by Japan, Germany, France, and even the US. In February, Trump issued an executive order announcing the establishment of an AI Initiative, complete with a framework to develop an AI action plan within 120 days. China is hardly alone in elevating innovation to a national policy priority.

Finally, there is the time-worn issue of Chinese currency manipulation – the fear that China will deliberately depress the renminbi to gain unfair competitive advantage. Yet its broad trade-weighted currency has risen over 50% in real terms since late 2004. And China’s once-outsize current-account surplus has all but vanished. Still, the currency grievances of yesteryear live on, getting prominent attention in the current negotiations. This only compounds the false narrative.

All in all, Washington has been loose with facts, analysis, and conclusions, and the American public has been far too gullible in its acceptance of this false narrative. The point is not to deny China’s role in promoting economic tensions with the US, but to stress the need for objectivity and honesty in assigning blame – especially with so much at stake in the current conflict. Sadly, fixating on scapegoats is apparently much easier than taking a long, hard look in the mirror.



STEPHEN S. ROACH


Stephen S. Roach, former Chairman of Morgan Stanley Asia and the firm's chief economist, is a senior fellow at Yale University's Jackson Institute of Global Affairs and a senior lecturer at Yale's School of Management. He is the author of Unbalanced: The Codependency of America and China.

Superfacha: el rap nacionalista de Vox para atacar a los 'progre'

ELECCIONES EN ESPAÑA



A tan solo 2 días de las elecciones generales en España y con la incertibumbre de cual será el rol del partido de extrema derecha: Vox, el más nuevo entre todas las opciones y con grandes oportunidades de ingresar al Congreso, 2 raperos: camerunés Bertrand Ndongo y Sofía Rincón lanzaron 'Superfacha': un rap viral que demuestra las ventajas de apoyar a Vox y al nacionalismo español y las desventajas de ser un 'progre'.


Activista de Femen que irrumpió en el cierre de campaña de Vox



El próximo 28/04 se celebran elecciones generales en España y durante 2 semanas todos los partidos estuvieron inmersos en una intensa campaña política que finaliza este viernes 26/04 a última hora. Sin embargo, Vox, el partido político de ultra derecha que, según las encuestas, conseguiría por lo menos 30 escaños en el Congreso.

Entre todos los partidos que están en el escenario político se podría decir que Vox es el más nuevo ya que su registro como partido político data del año 2013, integrado en un principio por allegados o críticos de Mariano Rajoy, el ex presiente español quien fue depuesto tras ser acusado de corrupción.

Entre los principales objetivos de Vox se encuentra el principio de nacionalismo español, es decir el rechazo a la independencia de Cataluña, el recorte de las políticas migratorias y de los derechos de las mujeres, como lo es el aborto. Aunque dentro de su plan económico, el objetivo pasa por bajar los impuesto y una reducción del peso del Estado, algo que no está contemplado por otros partidos políticos como el oficialista (PSOE).

Además en las redes sociales se presenta como: "La defensa de España, de la familia y de la vida”, lo que también se demuestra claramente en el video musical realizado por los raperos Bertrand Ndongo y Sofía Rincón: SuperFacha


Empezando por el nombre, que sin duda hace alusión a la ideología característica de Vox: superfacha, es decir que creen en las ideologías nacionalistas y algo discriminadoras presentadas por Benito Mussolini en Italia en el siglo XX, las cuales creían solamente en un gobierno exitoso si era tradicional y puramente español, en este caso.

Además tengamos en cuenta que el rapero simpatizante del partido ultra derechista es nativo de Camerún, lo que tal vez se contradice con las ideas del partido al que apoya. Siendo un inmigrante podría ser difícil sentise indentificado con las políticas de Vox, que no esta de acuerdo con nada que este fuera de los tradicional, como la libre inmigración, los homosexuales o las mujeres empoderadas.

El video gira en torno a las ventajas de ser "facho" y lo explican con los "super poderes de facho" que solamente existen en la persona al ponerse una pulsera con los colores de la bandera española: rojo y amarillo y automáticamente una bandera colgando por su espalda al estilo capa de supoerhéroe.

Luego aparece un joven que representa a un 'progre', alguien que apoya las ideologías de izquierda y más liberales como pueden ser los movimientos feministas, de cuidado del medio ambiente o grupos que abogan por los derechos de los homosexuales. El mismo es identificado con una bandera comunista y con la frase "soy aliade", haciendo alusión al lenguaje inclusivo que utilizan los grupos que creen en la identidad de género.

Entonces, la rapera que se manifestó reiteradas veces en contra de los movimientos feministas, se protege del "reptiliano zurdo" con la bandera española y sus argumentos basados en la tradición española. Así como también una tortilla española más adelante en el video la salva de los ataques izquierdistas. "La cultura española me salvo la vida", dice el rap.

Al parecer Vox tiene muchas oportunidades de ganar, según los datos a los que ha tenido acceso Libertad Digital, el diario español de derecha, Vox mantiene una tendencia imparable y "podría ser segunda fuerza".Santiago Abascal se sitúa en estos momentos entre un 13% y un 16% de voto y con una horquilla entre los 50 y 70 escaños.

Cierre de campaña de Vox:

Durante la última jornada de campaña de Vox en Plaza Colón, Madrid, una activista de la organización feminista, Femen, subió al escenario mostrando el pecho en un intento de defensa a la lucha por los derechos de la mujer, una de las cosas a las que el partido de extrema derecha se opone. Aunque el personal la retiró inmediatamente.

Las propuestas del partido no se diferencian demasiado de las políticas del presidente norteamericano Donald Trump y su lema "Make America Great Again" (Hacer a América grande otra vez en inglés) o del escandaloso proyecto de Brexit de Theresa May en el Reino Unido. Es por es que Steve Bannon, el ex asesor de Donald Trump y considerado por algunos el gran creador de la figura Trump, también asesoro a las autoridades de Vox por al menos un año en cuanto a su presentación política y más que nada a su forma de financiamiento.

Volviendo al video, concluye con una frase que fue y es muy polémica tanto en las redes sociales como lo será a la hora de votar: "Pasaras de ser un hippie a luchar como un soldado", dice la canción en modo de amenaza a todos los 'progresistas' .

Trump: "Biden no es una amenaza es débil física y mentalmente"


Trump ya cruza a Biden por Twitter



Joe Biden, exvicepresidente de Estados Unidos.


“No veo a Joe Biden como una amenaza”. La frase de Donald Trump resume, paradójicamente, cuánto parece temer al exvicepresidente demócrata que acaba de entrar en la carrera para intentar sucederle en 2021.

En los próximos meses, serán frecuentes los ataques entre el hombre de negocios neoyorquino, elegido Presidente en 2016 sin ninguna experiencia política ni diplomática, y el veterano de Washington, que debutó su carrera en el Senado en 1973.

Aunque muchas cosas separan a los dos septuagenarios, ambos se presentan como ardientes defensores de la clase media, muestran su apego a los votantes en las pequeñas ciudades del Medio Oeste estadounidense y reivindican, con estilos distintos, cierta franqueza al expresarse.

“Biden es una verdadera amenaza para Trump debido a su popularidad entre los trabajadores de cuello azul en varios estados claves en los que Trump ganó en 2016”, dijo Larry Sabato, politólogo en la universidad de Virginia. Sin embargo, recuerda, el demócrata debe ganar antes las primarias, un ejercicio “en el que nunca fue bueno”.

Durante la campaña de 2016 y también en 2018, el exsenador demócrata expresó, con su estilo peculiar, un tanto provocador, sus ganas de enfrentarse al multimillonario republicano, afirmando estar repugnado por su actitud con las mujeres.

“Me preguntaron si quería debatir con ese señor y dije que no. Dije: ‘si estuviera en el colegio, iría a pelearme con él detrás del gimnasio y le daría una paliza’”.

La respuesta llegó rápidamente. Trump ironizó sobre Biden al que calificó de hombre débil “mentalmente y físicamente” y afirmó que el demócrata caería como una mosca ante él.

“En cierto modo, Biden le da a Trump la ocasión de usar toda su potencia de fuego”, explicó Julian Zelizer, profesor de la universidad de Princeton, que predice un enfrentamiento despiadado entre los dos hombres.

En el video en el que anunció su candidatura, Joe Biden pidió a EEUU que no permita “ocho años” de mandato de Trump si no quiere perder su alma.


PIDE A OBAMA NO APOYARLO

Joe Biden dijo que le pidió a su antiguo jefe, Barack Obama, que no lo respaldara porque los demócratas deberían intentar ganar la nominación por sus propios méritos.

“Le pedí al presidente Obama que no apoyara mi candidatura. Quien gane esta nominación debería ganarla por sus propios méritos”, señaló a periodistas.

Biden es el último en unirse a un nutrido y diverso grupo de demócratas que buscan la nominación por su partido para enfrentarse a Trump en 2020.

Obama y Biden “forjaron un lazo especial” durante sus ocho años a la cabeza de la administración y aún permanecen cercanos.

Sánchez abre la puerta de un gobierno a Podemos





El premier Pedro Sánchez en campaña electoral



El premier socialista Pedro Sánchez abrió hoy por primera vez la puerta de un ejecutivo con Podemos, si gana en las elecciones generales de este domingo sin mayoría absoluta, como apuntan los sondeos, en lo que sería el primer gobierno de coalición en España. "Que entre en el gobierno Podemos no es ningún problema", afirma Sánchez en una entrevista publicada hoy en el diario El País.
Así se pronunció en el último día de campaña después de que hasta ahora había dicho que su objetivo es gobernar en solitario con la incorporación de "independientes de reconocido prestigio".

Lo dijo después de que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, le pidiera ayer ministerios a Sánchez en un gobierno de coalición.
"Lo lógico es que se negocie tanto el programa como los espacios en los que se llevan a cabo esas políticas", declaró Iglesias. Sánchez elude hablar de carteras e insiste en pedir el voto útil para evitar un gobierno de derechas con un partido de extrema derecha, Vox, como ocurrió en diciembre pasado en las elecciones regionales de Andalucía.
Iglesias, por su parte, advirtió de que los poderes económicos del país no quieren que gobierne su partido y que presionarán para que Sánchez pacte con el liberal Ciudadanos y no con su formación.

"Si dieran los números para que Ciudadanos y el PSOE (Partido socialista) gobernaran, habría una enorme presión de los poderes económicos y de sectores del PSOE para que ese pacto se produjera", declaró Iglesias en Cadena Ser.
Tras las anteriores elecciones, en 2016, fue el propio Sánchez quien después admitió haber recibido presiones de los poderes económicos y mediáticos para no intentar formar un gobierno alternativo de izquierdas al del conservador Mariano Rajoy.

Sánchez eludió en campaña descartar totalmente una posible alianza con Ciudadanos, una falta de claridad que Podemos reprocha al líder socialista. El premier espera no tener que depender para gobernar de los independentistas catalanes, que fueron los que al rechazar sus presupuestos por exigir un referéndum de independencia provocaron el adelanto de elecciones. "No quiero que la estabilidad descanse en las fuerzas independentistas", ha manifestado Sánchez.