Iglesias: “Somos imprescindibles para que haya un Gobierno de izquierda”

El candidato de Unidas Podemos considera que, aunque hayan perdido 30 diputados, "el resultado es suficiente para el objetivo propuesto"

En vídeo, declaraciones de Pablo Iglesias tras saber los resultados del escrutinio.








Sumar para gobernar, no ganar. Este es el mensaje con el que Pablo Iglesias ha justificado esta noche que Unidas Podemos perdiera 29 escaños (han conseguido 42) respecto a 2016, cuando con las confluencias sumaron 71 diputados. Se han dejado 1,3 millones de votos. “Es suficiente para cumplir nuestros objetivos. Somos una fuerza política imprescindible para que haya un Gobierno de izquierda en España”, ha dicho el candidato. Iglesias ha llamado a Pedro Sánchez para felicitarle y le ha comunicado su voluntad “de formar Gobierno”.

El dirigente ha comparecido con una gran sonrisa, la del deber cumplido. Las encuestas le otorgaban un 13% en intención de voto, ha subido un punto la previsión y ha conseguido un resultado que, en sus palabras, hace que “el peso parlamentario del bloque progresista supere al peso de las tres derechas, del trío de Colón”. Los 42 diputados resultan de la suma de Podemos, IU, Equo y En Comú Podem. Aún así, para formar coalición con el PSOE tendrán que contar con el apoyo de otros grupos parlamentarios.



De su conversación con Sánchez, Iglesias ha señalado: “Toca trabajar mucho y con discreción, vienen muchas reuniones. Hemos quedado en hablar y reunirnos en breve. Hay que hacer un programa de gobierno”. El líder de Unidas Podemos no ha puesto líneas rojas, por ahora.

La advertencia que Iglesias había hecho una y otra vez durante la campaña, sobre una posible alianza entre PSOE y Ciudadanos, ha sobrevolado el teatro Goya de Madrid, donde la coalición se reunió para esperar los resultados. “Esa pregunta se la tienen que hacer a Pedro Sánchez”, ha zanjado con otra media sonrisa.

Iglesias solo se ha concedido un momento para la autocrítica tras la pérdida de 30 diputados. “Uno de los problemas fundamentales de Podemos es haber dado una imagen de nuestra situación interna”, ha sido su reflexión, la misma que repite desde que volvió a la política activa el 23 de marzo después de tres meses de permiso de paternidad.
Plurinacionalidad

La carrera electoral ha dejado otra clave en el análisis de Iglesias. “España es plurinacional, basta con ver el resultado en Euskadi y Cataluña”, ha asegurado. “Quien no lo haya entendido, no entiende España”.

Unidas Podemos tenía el reto de revalidarse como primera fuerza en el País Vasco y Cataluña. No lo ha conseguido. En Comú Podem, su marca catalana, ha pasado de 12 a siete escaños y se ha quedado como tercera fuerza política, por detrás de ERC y el PSOE. Los comunes liderados por el soberanista Jaume Asens han dejado de ser la opción que en 2016 aglutinó a una parte de los socialistas y de los independentistas.

En el País Vasco, la coalición también ha descendido hasta la tercera posición. El territorio vuelve a ser dominio del PNV. Unidas Podemos y el PSOE empataron con cuatro diputados. En esta región, la formación consiguió seis escaños en la anterior elección. En las dos visitas que hizo Iglesias a Eibar y Bilbao apeló a los votantes socialistas y de las formaciones abertzales para que les otorgaran de nuevo su confianza, pero no pudo convencerles.

En Andalucía han sumado nueve diputados. En 2016 llegaron a 11 y fueron tercera fuerza. En esta comunidad, Alberto Garzón, líder de IU, se garantiza repetir en el Congreso. En las anteriores elecciones, el dirigente ocupó el puesto número cinco por Madrid de la lista conjunta. Su partido buscaba una mayor visibilidad.

Al final de la carrera electoral, Unidas Podemos redobló esfuerzos e Iglesias hizo varias paradas en Castilla y León, una de las autonomías que más sufre la despoblación. En esta comunidad, Unidas Podemos se ha quedado en cero como auguraban las encuestas. No ha podido revalidar los tres diputados de 2016. En Castilla-La Mancha tampoco ha sacado escaño, es decir, ha perdido dos. En Extremadura tampoco ha obtenido representación. En 2016, la coalición llegó a los 15 diputados en la España vacía, las circunscripciones que se reparten menos de seis diputados cada una.

Podemos luchó hasta el último día para repetir las coaliciones electorales en Galicia y Valencia con las que concurrió hace tres años. No fue posible y únicamente llegaron a un acuerdo con IU. En Galicia, esta división les ha costado tres escaños. En Común-Unidas Podemos, el nuevo nombre de la alianza gallega, ha obtenido dos escaños por Pontevedra y A Coruña. Sus antiguos socios de En Marea, la plataforma de Luis Villares, se presentaron en solitario y no han conseguido representación.

Compromís tampoco revalidó su acuerdo con Podemos y, por separado, no han sumado los nueve escaños de 2016, cuando fueron segunda fuerza en la Comunidad Valencia. Unidas Podemos se queda con cinco y la fuerza que lidera Joan Baldoví, con uno.

En Madrid, la lista que encabeza Iglesias con Irene Montero, número dos, se ha asegurado seis diputados. Es la circunscripción en la que mejor han aguantado. Los dirigentes repiten en sus escaños. A su lado estará Enrique Santiago, de IU, y algunas de las caras más visibles de la formación, como Rafa Mayoral y Gloria Elizo.

La juez canaria Victoria Rosell, considerada por el partido uno de los fichajes estrella, volverá al Congreso. En 2016, Rosell renunció a repetir como cabeza de lista de Podemos por Las Palmas. La magistrada, denunciada en aquel momento por el exministro de Industria José Manuel Soria por un presunto caso de prevaricación y cohecho, estaba a la espera de ser llamada a declarar como investigada —imputada, según la denominación previa a la reforma—. La querella fue archivada por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias en diciembre de ese año. Con la magistrada estará María Pita, segunda en la lista de Las Palmas, y Alberto Rodríguez, el diputado que con sus rastas llamó la atención del Congreso.





El apoyo del taxi

Hasta el teatro Goya se ha acercado la cúpula del partido. Unos 300 periodistas acreditados llenaban una sala a falta de la militancia. Unos pocos simpatizantes se reunieron en la plaza del Museo Reina Sofía, lugar simbólico para el partido. Dos decenas de taxistas pusieron el entusiasmo a la noche con sus coches decorados con globos, lazos morados y con pitidos. “Hay que ser honestos, Podemos siempre ha estado ahí”, ha dicho Tito Álvarez, portavoz del sindicato Élite Taxi.

Sus gritos se cruzaron con los de la militancia del PSOE, reunida en la sede de la calle de Génova. Cuando apareció Iglesias en la pantalla gritaron: “Sí, se puede”. Cuando salió el candidato socialista completaron: “Rivera no”. Pero, como dijo el líder de Unidas Podemos, aún queda mucho.