El PSOE y Podemos quedan al filo de formar Gobierno y el PP sufre una caída histórica

El socialismo y Podemos cuentan con 165 escaños y quedaron a 11 de la mayoría.


Pedro Sánchez festejaba este domingo su triunfo.
PSOE

Pedro Sánchez resultó el gran ganador de las elecciones generales de España, aunque no logró ni siquiera con Podemos, alcanzar los votos necesarios para formar gobierno, pero si llega a un acuerdo con los partidos nacionalistas vasco y otras formaciones menores, podrá evitarse el mal trago de negociar con los independentistas catalanes.

El PSOE de la mano del actual presidente volvió a ganar unas elecciones generales después de once años y se quedó con 123 escaños que suman 165 con las 42 bancas de Podemos, que como se preveía cayó respecto a la anterior elección, pero no tanto como vaticinaban sus críticos.

A quien si le fue muy mal es al Partido Popular de Pablo Casado, un pupilo de José María Aznar, que giró el partido bien a la derecha y tuvo su peor resultado histórico y se quedó con apenas 66 asientos en el parlamento. La maniobra de Aznar y Casado buscó evitar la fuga de votos hacia la ultraderecha de Vox y para eso sacaron al PP del centroderecha en el que lo había ub icado Mariano Rajoy, rival interno de ambos. No les fue bien.

El PP perdió casi 4 millones de votos y la mitad de sus escaños en esta elección. El rumbo hacia la derecha dura no pegó en el electorado y la fuerza lo pagó caro. Tanto que obtuvo menos bancas que Podemos en 2016. "Ha sido un muy mal resultado", admitió Pablo Casado.

El candidato del Partido Popular, Pablo Casado.

El PP quedó atrapado entre la ultraderacha de Vox que se llevó sus votantes mas duros y el centrismo de Ciudadanos de Albert Rivera que absorbió a los desencantados de centro.

Vox, el partido que amenazaba con convertirse en el cuco de los comicios igual se desinfló y terminó con 24 escaños, menos de la mitad del centrista Ciudadanos que se alzó con 57 bancas. De todas maneras, la flamante formación de Santiago Abascal logra así su ingreso a las Cortes y se integra al sistema político español.

La decisión de Sánchez de anticipar comicios le resultó una jugada muy redituable y acalló las críticas de líderes históricos como Felipe González y Alfonso Guerra. Sánchez logró un resultado que frena la decadencia electoral del PSOE que venía en caída libre desde 2008.

Para formar gobierno el socialismo contará con los escaños de Podemos y deberá buscar los 11 votos restantes -la mayoría la conforman 176 diputados- en las filas de las fuerzas independientes. Por lo pronto la militancia socialista le exigió que no formara gobierno con Ciudadanos, pero Sánchez dijo que no le pondría un "cordón sanitario" a la fuerza de centroderecha. "El PSOE ha ganado las elecciones generales, ¡ha ganado el futuro y ha perdido el pasado!", festejó.

Si bien Podemos perdió varios escaños, su líder se mostró conforme. "Es suficiente para cumplir nuestros objetivos. Somos una fuerza política imprescindible para que haya un Gobierno de izquierda en España", señaló Pablo Iglesias y aseguró que Podemos había ayudado a frenar a la "extrema derecha".

Por lo pronto Sánchez no necesitaría el apoyo de los independentistas catalanes para formar gobierno. Si consigue el apoyo del PNV vasco, Compromís, PRC y Coalición Canaria alcanzará con que algunos partidos se abstengan en la segunda vuelta para continuar en la Moncloa.