Escocia, independencia y la simbología de las banderas


Estalla la guerra de las banderas en Escocia


Británicos con la Union Jack, la bandera del Reino Unido

"Sturgeon manda arriar la Union Jack", "Sturgeon prohíbe la bandera en el cumpleaños de la Reina", "Sturgeon reaviva la agenda separatista"... Todos a una, los periódicos conservadores de Escocia consagran sus portadas a las nuevas directrices que la ministra principal, Nicola Sturgeon, para marginar supuestamente la bandera británica frente a la Cruz de San Andrés y el León Rampante, las dos banderas oficiales escocesas.

'The Daily Telegraph' acusa a Sturgeon de "erradicar" la Union Jack de los edificios públicos del Gobierno escocés y asegura que, según las nuevas directrices, la bandera británica ondearía tan solo un día al año (en el Remembrance Day o festividad de los veteranos) frente a los tres reservados para la bandera arco-iris del orgullo gay.

La propia Sturgeon ha salido al paso de las acusaciones en Twitter, ha asegurado que no habrá cambio de y que la Union Jack seguirá ondeando en el 2018 en los edificios públicos del Gobierno escocés los mismos días que el año pasado: un total de 15, con motivo de fiestas nacionales y de celebraciones reales, como el cumpleaños de la Reina o de Felipe de Edimburgo.

Sturgeon ha confirmado sin embargo de que la bandera real de Escocia (o sea, el león rampante rojo sobre fondo amarillo) ondeará a partir de ahora en los aniversarios reales, pero que ello no supondrá una reducción de días para la Union Flag.

La guerra de las banderas está en cualquier caso servida. El ex líder conservador Iain Duncan Smith ha disparado bajo la línea de flotación de la ministra principal: "Es insultante para los escoceses el hecho de hacerles creer que Socia no está dentro del Reino Unido. Estamos ante un nuevo intento de crear más división. ¿Cuándo aprenderá el SNP (Partido Nacional Escocés) a respetar la voluntad de su pueblo?".

El diputado conservador Jacob Ress-Mogg asegura que la polémica de las banderas obedece a un intento de allanar el camino a un segundo referéndum de independencia: "Estamos ante una afronta a la mayoría de los escoceses que votaron por la permanencia en el Reino Unido".

Mientras se aclara la polémica sobre las nuevas directrices, lo único cierto es que la Union Jack ondea con todos los honores y durante todo el año en tan solo cuatro edificios emblemáticos que dependen del Gobierno escocés: el Parlamento de Holyrood, el castillo de Edimburgo, el castillo de Sterling y Fort George, cerca de Inverness. En el resto de los edificios públicos escoceses, la Cruz de San Andrés y el León Rampante so la presencia dominante, frente a los 15 escasos días en que iza la bandera británica.

Sturgeon, que mantiene en alto las espadas ante una nueva consulta soberanista (en función del acuerdo final del Brexit), ha sido rebautizada como "la mujer más divisiva de la política británica desde Magaret Thatcher" por el nuevo líder laborista escocés, Richard Leonar.

La ministra principal presentó la semana pasada un alarmante informe sobre el impacto económico del Brexit en Escocia, advirtiendo que un "no acuerdo" podría suponer una caída de hasta el 8,5% del PIC escocés de aquí al 2030 y que la salida del mercado único se traduciría igualmente en una reducción del Producto Interior Bruto del 6,1% de la economía escocesa en los próximos trece años.

Very liberal or conservative legislators most likely to share news on Facebook

By Patrick van Kessel, Adam Hughes and Solomon Messing

The most ideological members of Congress shared news stories on their Facebook pages more than twice as often as moderate legislators between Jan. 2, 2015, and July 20, 2017, according to a new Pew Research Center study that examined all official Facebook posts created by members of Congress in this period.

The analysis included links to national news websites that members of Congress linked to at least 25 times overall in the time studied.

Members of Congress with very conservative or very liberal voting records shared news links in about 14% of all their posts. But members with more moderate ideology scores shared links to news stories in just 6% of their posts. (Ideology measures are derived from an analysis of congressional roll call votes compiled by Voteview.com. Moderate members were defined as those with scores in the middle 20% of Voteview’s DW-NOMINATE measure, while very liberal or conservative members had scores in the 10% most liberal and 10% most conservative ends of the measure.)

Some of the outlets included in the study were linked to exclusively by Democrats or by Republicans in Congress. The most conservative Republicans shared news from these outlets almost 10 times as much as the most moderate Republicans. Among the most conservative Republicans, 11% of news links went to outlets exclusively shared by other Republicans. But among the most moderate Republicans, only 1% of news links that members shared on Facebook were to such outlets.

There was little difference among Democrats in the rate of sharing news from outlets linked to exclusively by Democrats across the ideological spectrum.

Overall, 5% of the news links that members of Congress shared on Facebook went to outlets linked to exclusively by Democrats or by Republicans. Among Democrats, these outlets included The Nation, Mic.com, The Root and New Republic. Among Republicans, these outlets included Breitbart, The Daily Signal, The Blaze, CNS News, Conservative Review, The Federalist and several other sites.

There was a large partisan gap in how often legislators shared stories from outlets linked to by members of just one party. Of all national news links that Republicans in Congress posted on Facebook, 8% went to outlets cited only by other Republicans. Among Democrats, the equivalent number was just 1%.

Compared with the full period studied, this partisan gap was slightly narrower once President Donald Trump took office: From Jan. 20 to July 20, 2017, 6% of Republicans’ links went to outlets exclusively shared by other Republicans. Among Democrats, the percentage of links that went to outlets shared exclusively by other Democrats was 1%, for a difference of 5 percentage points.

Bannon: Nacionalistas del mundo, uníos



La extensa gira de Steve Bannon por Europa este año no atrajo la atención que merecía, siendo el principal teórico de la vertiente nacionalista del presidente estadounidense Donald Trump. Bannon ahora quiere crear una federación de partidos nacionalistas en Europa. Pero ¿cómo es posible que un ideólogo del “Estados Unidos primero” quiera impulsar su proyecto político en un lugar que no sea Estados Unidos? Al unir fuerzas con la líder de la ultraderecha francesa Marine Le Pen (ella misma admiradora declarada del presidente ruso Vladimir Putin) Bannon parece estar pensando en un nuevo tipo de “internacional neonacionalista”.


Conforme más países se transforman en “autocracias nacionalistas” y “democracias iliberales” gobernadas por líderes autoritarios, el nacionalismo se ha vuelto un común denominador ideológico. Pero la cuestión es si hay que tomarse en serio el oxímoron implícito en la idea de internacionalismo nacionalista.

Históricamente, el internacionalismo ha sido en general una exclusividad de la izquierda, desde los intentos de los revolucionarios franceses de exportar su proyecto político a toda Europa (a los que puso fin la dictadura bonapartista de Napoleón). Pero es interesante imaginar lo que hubiera sucedido si los estados europeos, en aquel momento ideológicamente receptivos, hubieran seguido el camino del republicanismo imperial.

Al comienzo del siglo pasado, el internacionalismo socialista estuvo más cerca que sus precursores de hacer realidad sus ambiciones globales. Firmemente arraigado en el marxismo clásico, el movimiento socialista consideraba al estado‑nación como un vehículo transitorio para el logro del universalismo proletario. En algún momento la mayoría de los países adoptarían el comunismo dentro de un marco internacional, y el estado‑nación se volvería obsoleto.

En aquel momento, importantes comunistas como Rosa Luxemburgo (e incluso Vladimir Lenin por algún tiempo) creyeron que, ya terminada la Primera Guerra Mundial, las instituciones comunistas se afianzarían primero en Alemania, y de allí se irradiarían al resto del mundo. Con el colapso de la Rusia imperial, los bolcheviques imaginaron a la Unión Soviética como vanguardia del comunismo global. Pero cuando las revoluciones comunistas en el resto de Europa fracasaron, Iosif Stalin y Nikolai Bukharin reimaginaron la misión histórica de la Unión Soviética como la construcción del “socialismo en un solo país”.

La Unión Soviética misma se imaginó en un primer momento como una federación de repúblicas socialistas bajo el yugo de una estructura institucional dual formada por una burocracia de ministerios “habituales”, por un lado, y el Partido Comunista, por el otro. Según este esquema, los comisarios del partido (dependientes del Comité Central del Partido Comunista) formaban una estructura de poder paralela. En teoría, las repúblicas de la federación eran iguales entre sí, y el nacionalismo ruso estaba contenido; pero en realidad, la república rusa dominó inmediatamente a las otras, por ser el asiento del poder.



En el frente económico, la Unión Soviética no tenía una política proteccionista y nacionalista explícita. Pero con la planificación central de la producción desde Moscú, la política económica cumplía un papel proteccionista, favoreciendo a algunas repúblicas soviéticas más que a otras.

Durante varias décadas después de la Segunda Guerra Mundial, muchos partidos europeos de oposición comunistas y socialistas de izquierda siguieron la guía del Kremlin, entre ellos los partidos comunistas de Francia e Italia (que representaban a cerca de un tercio de los fragmentados electorados de sus respectivos países), así como el Partido Socialdemócrata alemán, que no abandonó formalmente sus raíces marxistas hasta el congreso de 1959 en Bad Godesberg.

En tanto, Occidente llegó a dominar la economía mundial. Con Estados Unidos en la delantera, los países occidentales liberalizaron el comercio internacional y alentaron a otros países a abrir sus economías. Con el tiempo, los independizados nuevos mercados emergentes se unieron al orden internacional liderado por Occidente; incluso China, un país nominalmente comunista, terminó adoptando los principios económicos occidentales en la búsqueda del crecimiento. En este período, en las democracias occidentales el socialismo fue en general abandonado, y ocupó su lugar la socialdemocracia, que en vez de la planificación central favorecía a los mercados como mecanismo de asignación de recursos.

En este contexto histórico, ¿cómo interpretar la iniciativa de Bannon? Su objetivo ciertamente no es crear una alternativa de derecha a la federación soviética y a la Internacional Comunista. Importantes nacionalistas de derecha europeos, por ejemplo Jérôme Rivière de la Agrupación Nacional de Francia (nuevo nombre del Frente Nacional), rechazaron de plano esa idea. “Bannon es estadounidense y no tiene lugar en un partido político europeo” (declaró Rivière a Politico en julio). “Rechazamos cualquier entidad supranacional y no estamos participando en la creación de nada con Bannon”.

De modo que el propósito de Bannon no es la formulación de políticas mejoradas o la creación de nuevas instituciones que permitan encarar los desafíos económicos y tecnológicos del siglo XXI. Más bien, su única preocupación es debilitar y, de ser posible, deshacer los avances “socioliberales”, por ejemplo el proyecto europeo.

En el núcleo de ese proyecto hay dos variantes de internacionalismo que Bannon y sus aliados quieren destruir: una liberal de centroderecha, la otra liberal de centroizquierda. Ese objetivo, más que semejanzas en materia de políticas, es lo que une a los partidos de ultraderecha europeos. Pese a sus debilidades, Europa sigue siendo el centro del pensamiento internacionalista liberal, y como tal, el enemigo ideológico de los nacionalistas de todo el mundo.

El futuro de Merkel: "La política es más difícil que la física"






A propósito de la muerte de Albert Einstein en 1955, el New York Times publicó una carta al director que recoge una maravillosa anécdota. La carta cuenta que, en una conferencia celebrada en Princeton poco después de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, un participante abordó a Einstein con la siguiente pregunta: «¿por qué, si la mente del hombre ha llegado tan lejos como para descubrir la estructura del átomo, hemos sido incapaces de concebir los medios políticos para evitar que el átomo nos destruya?» La respuesta de Einstein se convirtió en una de sus citas célebres: «es simple, amigo mío. Es porque la política es más difícil que la física».


Cuando la canciller alemana Angela Merkel —que se formó como física en Alemania del Este— abandonó su carrera científica para adentrarse en el mundo de la política, pudo comprobar de primera mano que Einstein estaba, una vez más, en lo cierto. Creo humildemente que yo también puedo dar fe de ello, dado que mi propia vida ha evolucionado de forma parecida. Tal y como me había sucedido a mí, Merkel se alejó de la física y se dejó atraer por el servicio a lo público tras la caída de la dictadura en la que vivía, viéndose envuelta finalmente en la vorágine de la política europea.

En el ejercicio de sus distintos cargos públicos, y más concretamente durante sus 13 años como canciller, Merkel ha hecho gala de un estilo metódico y reflexivo que casa bien con su anterior trayectoria científica. Sin embargo, el sino de los tiempos parece discurrir por distintos derroteros, y la creciente agitación política en Alemania ha hecho mella en la canciller.

Hace unas semanas, Merkel anunció que no se presentaría a la reelección como presidenta de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), abriendo de este modo una carrera por el liderazgo del partido que culminará en el Congreso de diciembre. Asimismo, Merkel confirmó que esta sería su última legislatura como canciller. Sin perjuicio de que pueda ser relevada por dirigentes de gran valía, tanto Alemania como el resto de Europa echarán de menos el temple y la solidez que siempre han caracterizado a la líder germana.

Mucho se ha hablado ya sobre los éxitos y fracasos que, como cualquiera que se dedica a la política, Merkel ha cosechado. El mayor borrón en su historial tal vez sean las políticas de austeridad que su Gobierno promovió en la Unión Europea, y que agudizaron la desigualdad, ensancharon las fracturas Norte-Sur y retrasaron la recuperación económica. Los populistas que han confluido en el actual Gobierno italiano tomaron impulso en un clima de insatisfacción alimentado, en parte, por este tipo de medidas.

También hay quien señala a Merkel como culpable del auge de la extrema derecha en Alemania, a raíz de su decisión de abrir las puertas a más de un millón de refugiados en 2015. No obstante, existen marcados contrastes entre sus nocivas políticas de austeridad y su encomiable gestión de la crisis de los refugiados en su momento más álgido. En este último caso, Merkel se situó en la primera línea de defensa de los valores fundacionales de la Unión Europea, pese a ser consciente de que apostar por la solidaridad podía acarrear un alto coste electoral.

En su reciente discurso ante el Parlamento Europeo, Merkel volvió a articular una visión plenamente coherente con estos principios. Ahondando en su sintonía con el presidente Macron, que tan visible se hizo en el centenario del Día del Armisticio en París, Merkel apoyó en el Parlamento comunitario la idea de crear un ejército europeo. Tanto Macron como Merkel han dejado claro que este ejército no solo sería compatible con la OTAN, sino que la reforzaría sustancialmente. Pese a esas puntualizaciones, a nadie sorprendió que el ambicioso discurso de Merkel no fuese bien recibido por los miembros más euroescépticos del Parlamento, que ansían que el proyecto europeo caiga presa del oportunismo político y se suma en el desaliento.

No son pocos quienes consideran que, tras haber dado luz verde a su sucesión, Merkel se ha convertido ya un «pato rengo» (lame duck) carente de capacidad de iniciativa. Los obituarios políticos dedicados a la canciller llevan tiempo surgiendo por doquier. Pero este artículo no pretende, ni por asomo, sumarse a esta tendencia: existen buenos motivos para pensar que Merkel todavía se encuentra en disposición de apuntalar su legado europeo.

Es cierto que Merkel podría ser reemplazada al frente de la CDU por una figura relativamente alejada de sus planteamientos, o perder el apoyo gubernamental de los socialdemócratas alemanes. Aunque esto limitaría el margen de maniobra de la canciller, esta seguiría guardando algunos ases en su manga. Para empezar, la moción de censura en Alemania es de carácter constructivo, de modo que solo puede prosperar si un candidato alternativo obtiene el respaldo del Bundestag por mayoría absoluta. Dicha circunstancia solo se ha dado en una ocasión —cuando Helmut Kohl sustituyó a Helmut Schmidt en 1982— y es extremadamente complicado que se repita en el actual contexto de fragmentación parlamentaria.

No es en absoluto descartable, pues, que Merkel agote la legislatura, manteniéndose en el poder durante tres años más. Liberada de presiones electorales, al menos a título personal, la canciller podría aprovechar su popularidad internacional para adoptar una actitud más proactiva de puertas afuera. Recordemos, por ejemplo, que en los dos últimos años de Barack Obama en la Casa Blanca se alcanzaron hitos tan importantes como el deshielo con Cuba, el pacto nuclear con Irán y el Acuerdo de París sobre el cambio climático. Incluso habiéndose desmarcado el presidente Trump de todos estos logros, no ha sido capaz de archivarlos en el cajón de la historia.

La Unión Europea agradecería que, en los años venideros, Merkel continuase revitalizando el eje franco-alemán y diese rienda suelta a su versión más reformista. Debemos admitir que los obstáculos son mayúsculos, y el terreno resbaladizo. En los tiempos que corren, es más evidente si cabe que la política es más difícil que la física. Sin embargo, haríamos mal en subestimar a Merkel, y en olvidar que otra célebre frase de su admirado Einstein conserva también toda su vigencia: «en medio de la dificultad yace la oportunidad».

Una agenda para resolver el conflicto entre Estados Unidos y China


 Teniendo en cuenta las acusaciones que van y vienen entre Estados Unidos y China antes de la muy esperada reunión a celebrarse el 1 de diciembre entre el presidente Donald Trump y el presidente Xi Jinping, dentro del marco de la próxima reunión del G-20 en Buenos Aires, la resolución del conflicto ha cobrado gran urgencia. Las alternativas plantean graves riesgos para ambos países: una guerra comercial en perenne escalada, una guerra fría, o incluso una guerra caliente. Estos riesgos pueden evitarse, pero sólo si ambos líderes están dispuestos a comprometerse de manera fundamentada.

No hay ninguna duda sobre que durante mucho tiempo se ha estado montando un conflicto serio. Contrariamente a la narrativa de Estados Unidos, el problema no es el enorme déficit comercial bilateral entre las dos economías más grandes del mundo. Dicho déficit es, en gran parte, una consecuencia de los desequilibrios macroeconómicos que afligen a ambas partes: China ahorra demasiado y Estados Unidos ahorra muy poco. Estas disparidades de ahorro dan lugar a desequilibrios comerciales multilaterales queno pueden resolverse mediante esfuerzos bilaterales.

Estados Unidos registró déficits comerciales en mercancías con 102 países en el año 2017, mientras que China tuvo excedentes comerciales con 169 países en el año 2016. Si se realizan ajustes para disminuir una parte del desequilibrio multilateral en un país deficitario o uno ahorrador en cuanto a excedentes, lo ajustado simplemente se asigna a otros de los socios comerciales de dicho país. En el caso de Estados Unidos, esto daría lugar a mayor costo de importaciones – el equivalente funcional de un aumento de impuestos a los consumidores. En el de China, significaría una mayor penetración de sus exportaciones dentro de otros mercados.

La obsesión con el juego de culpabilizarse por los desequilibrios comerciales bilaterales pasa por alto la posibilidad de que esta sea una lucha clásica dentro de una relación de codependencia. Sí, es cierto que China ha dependido durante mucho tiempo de Estados Unidos, como el país que se constituye en su la principal fuente de demanda externa para la economía china liderada por las exportaciones. Pero, también es cierto que Estados Unidos necesita de las importaciones de bajo costo provenientes de China para que sus consumidores con ingresos limitados puedan hacer que sus ingresos les alcancen para subsistir; Estados Unidos también depende de China para ayudar a financiar los déficits presupuestarios crónicos de su gobierno, ya que China es el principal comprador extranjero de bonos del Tesoro de los Estados Unidos. Y, China – en su calidad del tercer mercado de exportación más grande y de mayor crecimiento para Estados Unidos – se ha convertido en una fuente cada vez más importante de demanda para las empresas estadounidenses.

El marco de la codependencia es importante debido a que subraya la necesidad de un acuerdo y compromiso conjuntos. Al igual que en las relaciones interpersonales, la codependencia económica puede ser desestabilizadora y, en última instancia, destructiva. Cuando uno de los socios cambia de rumbo, el otro, sintiéndose despreciado, arremete en respuesta.

China, en este caso, es el agente de cambio – ya que China está desplazando su modelo de crecimiento desde la manufactura a los servicios, desde las exportaciones al consumo interno y desde la tecnología importada a la innovación nativa. Paralelamente, China también está pasando del ahorro excedentario a la absorción de ahorros, dejando menos ahorros libres para prestar a su socio deficitario, Estados Unidos.

Sintiendo incomodidad consigo mismo, Estados Unidos se juzga amenazado por un socio que está cambiando las reglas de esta relación. Si bien Trump ha actuado en respuesta a esas amenazas de manera mucho más agresiva que sus predecesores, es inconfundible el sentimiento bipartidista en Estados Unidos que en la actualidad se alinea en contra de China.

Según una encuesta de Axios de septiembre de 2018, el 80% de los republicanos – cuyo partido político desde tiempo atrás es el que más apoya el libre comercio – es de la opinión de que el aumento en los aranceles sería bueno para Estados Unidos. Los principales republicanos, como el vicepresidente Mike Pence y el ex secretario del Tesoro Henry Paulson, han advertido sobre una nueva guerra fría con China, mientras que los principales demócratas han llegado a la conclusión de que China ha invalidado su papel como un actor mundial responsable.

En un momento de amenazas y contra amenazas perennemente crecientes, el imperativo de arribar a un acuerdo negociado no puede ser subestimado. La próxima reunión entre Trump y Xi brinda la oportunidad de replantear el conflicto como un desafío estratégico para las dos principales economías del mundo. Existen cuatro posibles vías que se deben considerar:

Acceso a los mercados: Después de diez años de tortuosas negociaciones, está muy cerca el momento de un avance importante con respecto a un tratado de inversión bilateral entre Estados Unidos y China (TBI). Ambas partes tendrían que ofrecer concesiones. Un TBI levantaría los límites máximos a la propiedad relacionados a la inversión extranjera directa de las corporaciones multinacionales en ambos países, eliminando la polémica estructura empresarial de la sociedad de riesgo compartido (joint-venture) en China que Estados Unidos continúa tildando de manera insistente – e incorrecta, en mi opinión – como un mecanismo para la transferencia forzosa de tecnología. Un TBI también permitiría una expansión de la propiedad china de activos domiciliados en Estados Unidos – lo que representa un desafío para el impulso anti-China de la reciente legislación que amplía los poderes de supervisión del Comité de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos.

Ahorro: Ambos países deben comprometerse a realizar ajustes macroeconómicos responsables. Estados Unidos necesita ahorrar más, revirtiendo la imprudente trayectoria que destruye el presupuesto, misma que se vio reforzada por los imprevistos y sobredimensionados recortes de impuestos del año pasado. Volver a edificar el ahorro, en lugar de los aranceles, es la estrategia más efectiva para reducir los déficits comerciales con China o con cualquier otro socio comercial. Al mismo tiempo, China necesita ahorrar menos, poniendo a trabajar su vasto conjunto de capitales para financiar la red de seguridad social del país, que a su vez es esencial para un reequilibrio económico impulsado por el consumidor.

Seguridad cibernética: El ámbito digital es el campo de batalla de la Era de la Información, y el acuerdode septiembre de 2015 entre el presidente Barack Obama y Xi claramente no fue lo suficientemente lejos como para calmar las tensiones persistentes sobre espionaje, piratería y disturbios vía Internet. Los dos países deben tomar la iniciativa para forjar un acuerdo cibernético mundial, completo con métricas combinadas con respecto a incursiones cibernéticas, objetivos de reducción de ataques, y un mecanismo sólido de resolución de controversias.

Diálogo: Es fantástico que los dos presidentes se reúnan nuevamente después de sus conversaciones amigables e íntimas previas en Pekín y Mar-a-Lago. Esas reuniones llegaron después de compromisos más formales, como el Diálogo Estratégico y Económico. Pero, todos estos esfuerzos han sido eventos episódicos que son de largo alcance en cuanto a su brillo y de corto alcance en cuanto a su sustancia. Sería más productivo tener una secretaría permanente que se involucre a tiempo completo en esfuerzos de colaboración relativos a temas clave de política (incluyendo entre ellos el intercambio de datos, la investigación conjunta y la consulta público-privada).

A la luz de los recientes acontecimientos contenciosos entre Estados Unidos y China, es difícil ser optimista sobre que un avance significativo está al alcance de la mano. Una agenda sustancial debe usarse como una lista de verificación que se contraste con cualquier acuerdo que Trump y Xi puedan alcanzar. El mundo entero observa con atención.

Agrupaciones sociales anunciaron plan de protestas contra el G20

Con Pérez Esquivel a la cabeza, referentes populares se reunieron con el Gobierno buscando un acuerdo sobre el recorrido de las movilizaciones.




Agrupaciones sociales se congregaron en el estadio de Atlanta para repudiar el desembarco del G20.

Sin cambios en la zona de restricción, las organizaciones sociales marcharán el próximo viernes desde Avenida San Juan y 9 de Julio hasta el Congreso, subiendo por Independencia hasta Callao, tras la negativa del Gobierno a permitirles llegar hasta Rivadavia.

Tras una serie de reuniones, las autoridades del Ministerio de Seguridad terminarán de evaluar los planteos de los espacios que integran la "Confluencia Fuera G20-FMI" y a primera hora de este miércoles le darán la respuesta formal al Premio Nobel de la Paz y titular del Servicio Paz y Justicia (Serpaj), Adolfo Pérez Esquivel.

El conjunto de los movimientos se congregará el viernes en el cruce de Avenida San Juan y 9 de Julio para marchar a las 15:00 hacia el Palacio Legislativo.

Lo harán por las calles que limitan el período de restricción, que se extiende entre Independencia, Entre Ríos/Callao, Las Heras, Sarmiento, Figueroa Alcorta y La Pampa.

Una de las principales diferencias que hubo a lo largo de las charlas que encabezó el jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Gerardo Milman, fue la del recorrido: las organizaciones pidieron tener acceso al Obelisco, lo cual fue negado; y más tarde plantearon la posibilidad de que se corra la zona de restricción para poder marchar por Avenida de Mayo, que también fue rechazado.

Ante la negativa oficial, la movilización "subirá" por Independencia hasta la Avenida Entre Ríos y de allí hacia la Plaza del Congreso.

El esquema de la marcha será informado este miércoles a las 11:00 a través de una conferencia de prensa en la sede del Serpaj, en Piedras 730: allí darán los detalles de las protestas los referentes de la "Confluencia Fuera G20-FMI" el propio Pérez Esquivel, Nora Cortiñas y Beverly Keene.


Milman: "No queremos palos ni encapuchados".

También son parte de la multisectorial Barrios de Pie, Corriente Clasista Combativa (CCC), el Colectivo Ni Una Menos, Católicas por un Derecho a Decidir, Correpi, CTD Aníbal Verón, CTEP, MST, Libres del Sur, Movimiento Evita, Movimiento Nacional Campesino e Indígena, Movimiento Popular La Dignidad, Patria Grande, Quebracho y Unidad Popular.

"No queremos palos, ni encapuchados y ellos plantearon cuestiones vinculadas al acceso de los micros, así como también información de hospitales y alguna dificultad que han tenido con la Fiscalía de la Ciudad de Buenos Aires", indicó Milman en diálogo con NA.

Por su parte, Pérez Esquivel cuestionó en declaraciones a esta agencia la decisión del Gobierno de no modificar el perímetro de la zona de restricciones y remarcó la necesidad de preservar "el derecho a manifestarse".

Este martes, en la Casa Rosada se llevó a cabo un encuentro para continuar con el operativo de seguridad de la Cumbre de Líderes del G20: estuvieron presentes el jefe de Gabinete, Marcos Peña; los ministros de Seguridad, Patricia Bullrich; de Justicia, Germán Garavano; de Defensa, Oscar Aguad; y de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley; y el director general de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas; entre otros funcionarios.

En el operativo de seguridad para custodiar la Cumbre de Líderes, el Gobierno involucrará a 22.000 efectivos de fuerzas policiales para prevenir protestas violentas o atentados terroristas.

De las jornadas en el predio de Costa Salguero participarán jefes de Estado y altos representantes de la Unión Europea, además de autoridades de organismos como Naciones Unidas y el Fondo Monetario Internacionales.

Microtargeting 4.0 electoral


Paritarias: comercio cerró un aumento del 20% que totaliza un 45% anual

El sindicato que conduce Armando Cavalieri acordó un 7% en enero, 7% en febrero y 6% en marzo.


El Sindicato de Empleados de Comercio anunció este martes que acordó un incremento salarial del 20%, lo que acumula una paritaria del 45%.

El aumento que se logró convenir con la cámara empresaria es independiente del bono previsto para fin de año y se compone de la siguiente manera: 7% en enero, 7% en febrero y 6% en marzo, lo que totaliza un 20%, y se suma al 25% ya acordado.

Cabe recordar que, como parte del pedido del secretario general Armando Cavalieri, en octubre ya se había resuelto adelantar el 10% de incremento que estaba previsto abonarse en dos cuotas (noviembre y enero) para los trabajadores bajo convenio.

Además, como parte del pedido del titular de Comercio, se anticipó para noviembre la negociación prevista en la cláusula de revisión, que se iba a realizar en enero.

De esta manera, los trabajadores del sector cobrarán un 45% (en marzo se había acordado el 15%), más cercano al monto de inflación proyectado para el cierre del año.

Bonadio procesó a Rocca por la coimas de los cuadernos y quedó en la mira de la SEC

Además, le dictó la falta de mérito a Marcelo Mindlin. EEUU ya le habría suspendido la visa al dueño de Techint.


Luiz Betnaza y Paolo Rocca, los directivos de Techint procesados.


El juez federal Claudio Bonadio procesó a Paolo Rocca, uno de los empresarios más poderosos de la Argentina, por el pago de coimas a funcionarios kirchneristas, en el marco de la causa de los cuadernos. El magistrado le trabó un embargo por 4 mil millones de pesos y le prohibió la salida del país al dueño de Techint, que además es investigado en Estados Unidos por la SEC, que la semana pasada habría enviado a funcionarios a Buenos Aires.

Por otro lado, Bonadio le dictó la falta de mérito a Marcelo Mindlin, el empresario que le compró la empresa Iecsa a Ángelo Calcaterra, el primo hermano de Mauricio Macri. El dueño de Pampa Energy es uno de los CEOs más cercanos a Mauricio Macri. Y también procesó a Alberto Padoán, presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, quien hoy insistió en su inocencia y pidió seis meses de licencia en su cargo durante los cuales será reemplazado en sus funciones por Raúl Meroi, el vicepresidente primero.

Desde que comenzó el proceso y como publicó LPO la actitud de Bonadio frente a Rocca era seguida con lupa por las instancias superiores de Bonadio en la Justicia, que veían en la renuncia del magistrado a avanzar contra el empresario más fuerte del país un elemento crítico que ponía en riesgo la "integridad" de toda la causa.

El magistrado demoró durante meses la convocatoria al dueño de Techint pese a que en el expediente se acumulaban las confesiones de diversos pagos de coimas de la empresa -incluida la del propio Rocca en una conferencia empresaria que compartió con Macri, por la expropiación de Sidor en Venezuela, pero también por la renovación de concesiones viales.

El juez obtuvo las confesiones de los altos directivos de Techint, Luis Betnaza y Héctor Zabaleta, quienes reconocieron el pago de coimas para destrabar la indeminización por la expropiación de Sidor en Venezuela y luego el ex titular del del organismo que administraba las autopistas, Claudio Uberti, reveló que este grupo también pagó coimas para renovar la concesión del corredor del Oeste. El grupo enfrenta además denuncias por corrupción en Italia y Brasil, donde las acusas avanzan con mayor celeridad que en la Argentina. Este cúmulo de hechos dejó a Bonadio sin margen para evitarle a Rocca el procesamiento.

Hace semanas que el juez habría filtrado en Tribunales que lo iba a procesar, pero en el grupo estaban convencidos que finalmente no se iba a animar. Curiosamente, hace una semana Techint lanzó una impresionante campaña de publicidad en los principales diarios y la vía pública, bajo la marca Tenaris. "Paolo decidió hacer de cuenta que acá no pasó nada y fugar hacia adelante", explicaron a LPO fuentes al tanto de lo que ocurre en la compañía. El CEO de Techint incluso desplazó del manejo de la estrategia comunicacional a su amigo Luis Betnaza. El resultado hasta ahora no parece el mejor.

Mientras Bonadio evita citar a Rocca, la justicia brasileña avanza contra Techint

El procesamiento cayó como una bomba en el grupo, donde por estas horas crecen las críticas a Gabriel Cavallo, el abogado que trazó la estrategia de defensa que básicamente consistió en hacer que Betnaza asumiera toda la responsabilidad por las coimas. El ex camarista federal diseñó esa estrategia para dejar afuera a Rocca de cualquier tipo de responsabilidad. Sin embargo, todos perdieron: Bonadio no creyó esa historia y Betnaza resultó procesado al igual que Rocca.

En el mercado también cayó como un baldazo la noticia del procesamiento del presidente de Techint, por eso las dos empresas cotizantes en bolsa del holding se desplomaron. En la Bolsa local, Tenaris perdió 9,2% y Ternium cayó 4,9%. En tanto, en Wall Street se hundieron 9,8% y 4,8%, respectivamente.

El director de Asuntos Corporativos del grupo Techint, Luis Betnaza.

En su declaración ante el juez, Rocca se había despegado y cargado las culpas en su mano derecha. Aseguró que desconocía que Betnaza hubiera decidido pagar sobornos. Además puntualizó que el dinero para lograr una indemnización por la estatización de Sidor no salió de la tesorería de la empresa.

"Es un hipótesis imposible de creer, estamos hablando de cientos de miles o millones de dólares de pagos en negro ¿Cómo hizo Betnaza para pagar esos montos sin rendirlo a su jefe? ¿Lo puso de su bolsillo? ¿Se entregaban bolsos con dinero en la cochera de la torre donde Rocca tiene su despacho y él no sabía nada? De mínima estamos hablando además del delito de coimas de blanqueo", había afirmado a LPO un importante funcionario judicial.

A pesar de que recientemente Rocca inauguró, junto a Mauricio Macri, una planta en Houston con una inversión de 2 mil millones de dólares y generó 1500 puestos de trabajo, Estados Unidos decidió retirarle la visa para ingresar al país. Además Techint ya sería investigada por la SEC (Securities & Exchange Comission), el organismo que supervisa la actividad de las firmas que cotizan en Wall Street, como es el caso de Tenaris y otras compañías de Rocca.

Si bien los Macri y los Rocca mantuvieron una gran rivalidad, en los últimos meses el CEO de Techint participó de varias actividades con el Presidente, incluso algunas relacionadas con el G20 que comenzará este viernes en Buenos Aires. Las acciones de las empresas de Rocca se mantuvieron relativamente estables y cayeron poco más de 3%, una cifra mucho menor al 20% de agosto pasado.

Lenguaje corporal:Trump-Putin Meeting G20


Pagni:"Larreta necesitaba a alguien con carácter para sostener una pelea contra Patricia Bullrich"

El editorial del periodista Carlos Pagni en el programa Odisea Argentina giró en torno a los conflictos que hay detrás de los incidentes ocurridos en la previa de la final de la Copa Libertadores entre Boca y River (que aún no se jugó) el sábado pasado, 24/11. El periodista habló de las relaciones entre las barras, el poder y los dirigentes deportivos y sobre la interna de Cambiemos alrededor de cómo manejar la seguridad.






La final de la Libertadores

> "Se puso el foco en el episodio del colectivo, pero toda esa zona fue un desastre de seguridad. Hemos logrado el colmo de que haya disturbios cuando solo está la barra de un club".

 

> "¿Hay detrás de todo esto un complot? Sí, el complot de la estupidez. Se sabía que este partido iba a ser muy conflictivo".


> "¿Esta policía está en condiciones de garantizar seguridad en condiciones que no sean las normales?"





> "Hemos visto lo mismo en River que cuando se trató el Presupuesto en el Congreso".

> "Las barras, la dirigencia deportiva y el poder político están entrelazados".

> "No son fanáticos del fútbol, son bandas organizadas para delinquir, que viven de los clubes, que además prestan servicios a la política".

> "El problema para Macri es que él viene del fútbol, si algo tenía que cambiar es esta patología del fútbol".

La interna de Cambiemos

> "Larreta tenía serias dificultades para controlar el Ministerio de Seguridad, que estaba a cargo de Martín Ocampo, compadre de Daniel Angelici. Probablemente, se lo habría asignado por compromisos de Macri con Angelici".

> "El que tenía que garantizar que el colectivo de Boca llegara bien a River, era el presidente de Boca (Daniel Angelici), el responsable político de la seguridad en Buenos Aires".

> "La relación entre Larreta y el Ministerio de Seguridad era tan mala que la cartera estaba prácticamente intervenida".

> "Ahora, la seguridad pasa de Boca a River. Sacamos a un hombre de Angelici y ponemos a Santilli".

> "Santilli está ahí porque Larreta necesita a alguien con conocimiento en el terreno, el padre de Santilli fue presidente de River".

> "Larreta también necesita a alguien con suficiente carácter político para sostener una pelea contra Patricia Bullrich, una pelea que Ocampo peleaba en desigualdad de condiciones".

> "Hay un conflicto sobre cómo manejar la seguridad urbana: Macri y Bullrich quieren una mano más dura y Larreta es muy precavido con las consecuencias que podría tener que se le vaya la mano a la represión o que haya un muerto".

> "Además, hay una interna entre la Policía Federal y la Policía Metropolitana: Estas fisuras hacen que un régimen de seguridad no funcione correctamente".

> "Todos los reflectores están puestos sobre el proyecto de Larreta de crear una policía porteña y un plan de seguridad. Por esta razón ocurre el cambio de ministro de hoy".

> "Larreta, al cambiar el ministro, dice que los incidentes son responsabilidad del Estado. Esto le desmonta a Angelici su principal argumento ante la Conmebol, que es que River fue el responsable de los incidentes".

> "Angelici y D'Onofrio estaban pensando en lanzar proyectos políticos, que se postergan con estos hechos bochornosos".

> "Carrió está contenta ante una fisura entre su aliado, Larreta, y uno de sus principales blancos, Daniel Angelici".

> "Llama la atención el silencio de Carrió, que podría romperse en cualquier momento".

Bolsonaro se postula como el gran aliado estratégico de Trump en América Latina

El presidente electo busca disminuir la influencia económica de China en Brasil e intensificar la relación con Israel

El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, se dispone a dar un giro histórico en las relaciones diplomáticas de su país con EE UU, marcadas durante las últimas décadas por un frío distanciamiento. El Gobierno, que toma posesión en enero, quiere convertirse en el principal aliado de Donald Trump en Sudamérica y en intermediario en las conversaciones con otros países de la región. El acercamiento a Washington empezará a tomar forma el jueves, con la visita del consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton.


Bolsonaro en cerimonia de graduación de paracaidistas en Río en el sábado.


El acercamiento que persigue Bolsonaro supone una revolución. Hay que volver al inicio de la dictadura militar (1964-1985) para encontrar un paso similar. Durante años el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva promovió iniciativas regionales en el sur del continente, mientras los intereses económicos enfrentados en materia de comercio exterior e industria han mantenido a Brasil y EE UU alejados. Tradicionalmente, los países de América Latina que han buscado acercarse a Washington han sido Colombia o Argentina, que en los noventa hablaba de una “relación carnal” con EE UU, aunque durante el kirchnerismo también mantuvo una relación fría con la Casa Blanca.


Un miembro del equipo de transición de Bolsonaro, que tiene acceso directo al futuro ministro de Exteriores brasileño, el trumpista y antiglobalización Ernesto Araújo, define que la estrategia consiste en ser el gran aliado de la Casa Blanca en la región. Bolsonaro intenta imitar Trump en al menos dos frentes: desea disminuir la influencia económica de China en Brasil e intensificar la relación con Israel, al transferir la embajada de Tel Aviv a Jerusalén. Pero, como en otras áreas, el futuro Gobierno envía señales contradictorias en política exterior. Hay una disputa entre los grupos más trumpistas y los militares más pragmáticos que temen represalias de Pekín, principal socio comercial de Brasil.

Los países vecinos empiezan a adaptarse a los nuevos tiempos y se apresuran a tender contactos con el futuro Gobierno. Embajadores de los Gobiernos de Chile y Paraguay, además de representantes de Uruguay, Colombia, Ecuador, Argentina y Perú, se han reunido con el equipo de transición. “Solo Bolivia y Venezuela no han demostrado interés, al menos de momento”, afirma un miembro del futuro Gobierno. No hay ninguna sorpresa en el listado. Bolsonaro ha sido elegido con una ferviente retórica contra la izquierda y “anticomunista”, y no hay duda de que busca su inspiración en fórmulas ya utilizadas por otros líderes populistas de derechas.

La visita de Bolton, que se reunirá con Bolsonaro en Río de Janeiro, es un claro gesto de EE UU. Oficialmente, la cita está programada para el día 29. Bolton quiere aprovechar su viaje a la cumbre del G20 en Argentina para hacer una breve parada en Brasil. La cita ha aumentado las esperanzas en los círculos bolsonaristas de que Trump acuda a la toma de posesión del presidente, el 1 de enero. Fuentes del equipo de transición consideran que hay posibilidades de que así sea. No existen precedentes recientes de la presencia de mandatarios de EE UU en un cambio de Gobierno en Brasil.

Los bolsonaristas barajan la posibilidad de que asista al acto el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán. El Parlamento europeo pidió en septiembre que se abriera un procedimiento sancionador contra el dirigente ultranacionalista por vulnerar los valores fundacionales de la UE. La semana pasada, en una llamada telefónica, le dijo a Bolsonaro que pretende ser “un gran compañero de Brasil”.
Cumbre conservadora

Antes de la ceremonia de investidura, Bolsonaro ya pretende poner a prueba su influencia. El 8 de diciembre promueve la Cumbre Conservadora de las Américas, en Foz de Iguazú, ciudad situada en la triple frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay. Entre los participantes confirmados están José Antonio Kast, el ultraderechista que con 8% de los sufragios quedó en un inesperado cuarto lugar en las presidenciales chilenas; Orlando Gutiérrez, filósofo cubano exiliado en Estados Unidos; Jorge Jerez Cuéllar, general de la reserva colombiano, y el presidente destituido del Tribunal Supremo de Venezuela, Miguel Ángel Martín.

“Brasil siempre tuvo influencia en la región”, considera el politólogo Ricardo Caldas, profesor de la Universidad Nacional de Brasilia. El analista Leonardo Barreto, de la consultora Factual, duda que algunas promesas —como debilitar Mercosur, reforzar la relación con Israel o salir de algunos acuerdos internacionales— se materialicen. Los primeros meses de 2019 mostrarán la diferencia entre el discurso y la práctica.


La influencia clave del hijo del presidente electo

En el nuevo panorama diplomático cobra importancia la figura del hijo del presidente electo, el diputado Eduardo Bolsonaro. Fue él quien ayudó a convencer a su padre, un militar con fuertes ideas nacionalistas, para que diese un giro liberal en economía. También ha sido él quien ha buscado la interlocución con otros líderes conservadores del mundo, en especial con Donald Trump.

En agosto, el diputado estuvo con Steve Bannon, exconsejero de Trump y creador de The Movement, una organización sin ánimo de lucro fundada para promover el nacionalismo económico y el populismo de derechas en Europa.

Eduardo Bolsonaro también negoció un viaje a Washington para reunirse con el vicepresidente Mike Pence y con el secretario de Estado, Mike Pompeo. No lo consiguió como quería, pero fue recibido ese lunes en Washington por la subsecretaria de Estado para el hemisferio occidental Kimberly Breier. Como el mandatario electo no puede ausentarse del país debido a su salud —tiene pendiente una nueva operación para recuperarse de la puñalada que recibió en septiembre—, es su hijo que también debe tener encuentros políticos en Miami y Nueva York en los próximos días.

"La industria textil perdió 20 mil puestos de trabajo en los últimos tres años"

Así lo aseguró Mario Ortiz, secretario general de la CGT de La Matanza. "Los funcionarios se jactan de que ahora se exporta combustible. Claro, si nadie produce nada, para qué quieren energía", aseguró.




Por Martín Massad y Camilo Carboneli

"En los últimos dos años está empeorando cada vez más la situación. El Gobierno tiene algunos programas de asistencia, pero no resuelven la grave situación de fondo, que tiene que ver con la apertura de las importaciones. Esto no da para más". Con estas palabras, Mario Ortiz, secretario de la CGT de La Matanza, analizó la grave situación económica que vive el país en diálogo con APU RADIO (Caput, domingos de 11 a 13).

"Hasta hace dos meses atrás, teníamos una baja en la industria textil de 20 mil trabajadores. La Matanza era la capital del calzado y ahora está todo parado. Se va a agudizar más si no cambia este modelo", siguió el dirigente sindical.

En ese sentido, se explayó: "Los empresarios te dicen: queremos producir, vender y así pagar los salarios. Hoy pasa que no pueden producir y lo que se hace, no se vende. Así no hay salida más allá de la ayuda que pueda dar el Estado". "El problema es político y lo tiene que definir el Gobierno. Esta situación está afectando a las pequeñas empresas y también a las grandes, como Alpargatas, que cerró y dejó a 500 personas en la calle. Las fábricas están cerrando", anunció.

Por último, cerró: "Si se sigue con el mismo modelo económico vamos a seguir con estos problemas. En La Matanza, por ejemplo, están paradas las principales industrias. Después, algunos funcionarios del Gobierno se jactan de que ahora se exporta más combustible. Claro, si nadie está produciendo nada, para qué van a usar la energía".

Trump amenaza con cerrar la frontera con México de forma permanente


Caravana de emigrantes


El presidente le pide a su vecino del sur que deporte a los miembros de la caravana de emigrantes

Migrantes centroamericanos en la frontera entre México y EE UU

Las críticas a la Administración de Donald Trump por arrojarle gas lacrimógeno a los emigrantes no han calado en el presidente. Por el contrario, el republicano ha endurecido este lunes aún más su discurso y ha amenazado con cerrar la frontera con México "de forma permanente si es necesario". Mientras una multitud de centroamericanos se aglutina en Tijuana para solicitar asilo a Estados Unidos, la ofensiva en su contra también se hace cada vez mayor. Trump ha reiterado que entre los miembros de la caravana hay “criminales despiadados” y ha solicitado a su país vecino que los deporte. La advertencia llega un día después de los enfrentamientos en la valla que acabaron con 42 emigrantes detenidos en suelo estadounidense y 39 en terreno mexicano.



“México debería llevar de vuelta a sus países a los emigrantes que ondean banderas, muchos de los cuales son criminales despiadados. Háganlo en avión, en autobús, como quieran, pero NO van a entrar en Estados Unidos. Cerraremos la frontera de forma permanente si es necesario", sentenció Trump a las 6.30 de la mañana de este lunes a través de su cuenta de Twitter. A su vez, el mandatario le volvió a ordenar a los congresistas a que financien la construcción de un muro fronterizo. Horas más tarde, consultado por los gases arrojados a niños, el presidente respondió que los agentes "tuvieron que usarlos" porque había gente "muy dura" tras ellos: "Nadie viene a nuestro país a menos que entren legalmente", concluyó Trump antes de viajar a Mississippi.

Este domingo cerca de medio millar de emigrantes intentaron sin éxito esquivar a la policía mexicana y cruzar la valla que los separa de Estados Unidos. Las autoridades estadounidenses respondieron con el cierre de la garita más transitada de la frontera, San Ysidro, que conecta las ciudades de San Diego y Tijuana. Cuatro horas más tarde fue reabierta y se normalizó la situación, pero las imágenes de la tensa jornada quedaron registradas: los agentes fronterizos frenaron con gases lacrimógenos y pelotas de goma el intento de un grupo de migrantes de saltar la valla, entre los que había varios niños.

"En un inicio, teníamos dos o tres agentes enfrentando a cientos de personas en ese momento, así que utilizaron el gas para protegerse y proteger a la frontera", explicó este lunes a CNN Rodney Scott, jefe de la Patrulla Fronteriza en San Diego. Kirstjen Nielsen, la secretaria de Seguridad Nacional, informó en un comunicado que algunos de los emigrantes que los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza "fueron golpeados por proyectiles lanzados por miembros de la caravana" y "los perpetradores serán procesados".

Scott sostuvo que la gran mayoría de los manifestantes que se reunieron el domingo en la frontera eran emigrantes económicos "que no calificarían para el asilo", dijo a CNN, y agregó que había pocas mujeres y niños: "Lo que vi no fue que la gente se acercara a los agentes de la Patrulla Fronteriza y pidiera asilo". Desde 2014, las solicitudes de asilo en la frontera se han cuadruplicado, lo que se suma a una acumulación de más de 750.000 casos pendientes en los tribunales de inmigración de Estados Unidos.

El origen del enfrentamiento entre los emigrantes y la policía ocurrió después de una marcha pacífica contra la espera para iniciar la solicitud de asilo. En un buen día las autoridades estadounidenses reciben a entre 60 y 90 solicitantes de refugio. Una vez que se tramita, los tribunales pueden tardar meses y hasta años en ofrecer una respuesta. El grupo de manifestantes en la frontera es una pequeña fracción de los cerca de 7.000 centroamericanos de la caravana que salió de Honduras el mes pasado. Las principales autoridades del gabinete del nuevo presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, habían planeado reunirse para discutir las posibles soluciones a la crisis migratoria, pero el caos aplazó el encuentro.

Según una encuesta, de Aresco, Cristina Kirchner podría ganarle a Macri en un balotaje


Se acercan las elecciones de 2019 y las mediciones de los posibles candidatos a la Presidencia por los próximos cuatro años varían con el correr de las semanas. A menos de un año de la definición, y con la campaña a punto de largarse, la gran incógnita sigue siendo si Cristina Fernández de Kirchner será candidata (por su cuenta o con el resto del peronismo) y, en caso afirmativo, si podría ganarle a Mauricio Macri.

En el Gobierno se mostraban confiados desde el año pasado porque en todos los escenarios el oficialismo proyectaba un triunfo. En los últimos meses, luego de la "tormenta" económica, los sondeos comenzaron a mostrar una ventaja para la expresidenta en las eventuales PASO del año próximo e incluso en primera vuelta, pero los estudios aseguraban que perdía en un posible balotaje.

Ese escenario parece haber cambiado en noviembre. Una encuesta realizada los días 20 y 21 de este mes, con 4.631 casos analizados y un margen de error de +/- 1,47%, muestra a la senadora nacional por Unidad Ciudadana como probable ganadora en una hipotética segunda vuelta ante el líder de Cambiemos en 2019.

En el relevamiento, realizado por la consultora Julio Aurelio Aresco y al que accedió Clarín, los números muestran una intención de voto para las PASO y la primera vuelta que favorece a Cristina, con 31,9% y 33,3% respectivamente, y a Mauricio Macri con 30,7% y 32,6%. S

La novedad es que, en caso de balotaje, el escenario es similar al de las primarias y a la primera vuelta: Cristina Kirchner se ubica en un 39,3%, frente a un 38,8% de Mauricio Macri. Es una diferencia mínima, prácticamente dentro del margen de error, pero que ahora llama la atención del Gobierno.


Un punto que podría favorecer al jefe de Estado en esta situación es el hecho de que, estos mismos números, muestran a la exmandataria con un nivel de rechazo superior al de él. Ella tiene un 53,5% de votantes que “nunca la votarían” contra un 51% que dicen lo mismo del Presidente. Sin embargo, si se analizan las tendencias, Cristina bajó este número casi 4 puntos desde octubre. Macri, en tanto, subió la tendencia en este rubro en un 2,5.

Es la primera vez que las encuestas muestran a la senadora de Unidad Ciudadana como eventual ganadora en un escenario de ballotage. En mediciones anteriores, la expresidenta se ubicaba primera en las PASO y en la primera vuelta, pero no así ante un balotaje.

En una encuesta de Federico González & Asociados que se llevó a cabo en el Conurbano Bonaerense, Cristina es la primera candidata en intención de voto con un 30,9%, seguida de Macri, quien obtuvo un 27,1%, y del líder del Frente Renovador Sergio Massa, con un 15.1%.

En tanto, en un sondeo realizado por la consultora Rouvier en octubre, CFK le ganaría a Macri en primera vuelta, aunque si hubiera un ballotage, detallaba, los guarismos arrojaban un 39,5% de Macri sobre un 38,7% de Cristina.

Tras la presión de Macri renuncia el ministro de Seguridad porteño y Santilli se queda con el área

Macri había pedido la renuncia de Ocampo, quién confirmó que "hubo un error" en el operativo de seguridad de la superfinal.


El ministro de Seguridad porteño, Martín Ocampo, presentó su renuncia luego de los incidentes del sábado en el operativo en las inmediaciones de la cancha del Club Atlético River Plate en la previa a la final de la Copa Libertadores. Desde el gobierno de Rodríguez Larreta confirmaron que Diego Santilli asumirá el control del área, pero seguirá siendo vicejefe porteño. Es decir, no habrá un nuevo ministro de Seguridad de la Ciudad.
El propio Mauricio Macri había pedido la renuncia del funcionario, muy cercano al presidente de Boca, Daniel Angelici, que es padrino de uno de sus hijos y lo tuvo como abogado de sus empresas. Los rumores de su salida comenzaron en las últimas horas de ayer, pero tomaron más fuerza después de las declaraciones de Mauricio Macri y Marcos Peña, quienes responsabilizaron al gobierno de la Ciudad por el desastroso operativo que terminó con dos jugadores de Boca heridos, la final suspendida y un papelón internacional a días de la realización del G20 en Buenos Aires.

Santilli por ahora mantendrá a toda la estructura de Seguridad que trabajaba con Ocampo y que tiene como secretario a Marcelo D´Alessandro y como subsecretario a Juan Pablo Sassano. Así lo ratificó en conferencia de prensa Larreta dos horas después de conocida la renuncia, a la vez que volvió a instar a la Justicia a "ir a fondo" contra los barrabravas a los que calificó de "mafias enquistadas en el fútbol desde hace cincuenta años".

Si bien las declaraciones de Peña y Macri apuraron la salida de Ocampo, lo cierto es que Larreta hace tiempo que estaba disconforme con la gestión de su ministro: Todas las encuestas que encarga el gobierno porteño revelaban que la seguridad era uno de los puntos de mayor cuestionamiento a la actual gestión, que absorbió a prácticamente toda la Policía Federal, la unificó a la existente Policía Metropolitana y creó la Policía de la Ciudad, una fuerza supuestamente tecnificada que se suponía iba a mejorar la seguridad de los porteños. No ocurrió.

Por eso, Santilli - a quien Larreta presentó para el cargo como "el máximo responsable político después de mí"- enfatizó que: "La seguridad es la principal preocupación y ocupación que tenemos en el Gobierno" en su breve intervención ante la prensa.

La salida de Ocampo fue reclamada por el propio Macri, pero Larreta hace rato que estaba disconforme con su gestión: En las encuestas que encarga el gobierno porteño, la seguridad aparece al tope de las áreas más cuestionadas.

Se sumó a esto la permanente interna del área de seguridad porteña con sus pares de Nación, que exigían mayor dureza contra los piquetes. Diferencias que quedaron en evidencia en el fallido operativo. La ministra Patricia Bullrich aprovechó para decirle al presidente Macri que esto revelaba que todos los eventos importantes debían quedar a cargo de Nación. "Mira lo que pasó, nos tenemos que hacer cargo nosotros", le dijo la ministra a Macri. Desde la Ciudad señalaban por lo bajo que el ataque al micro de Boca se produjo en una zona a cargo de Prefectura, que responde a la ministra.

Esta mañana el propio Santilli había salido a respaldar a Ocampo y a aclarar que se estaba investigando "dónde hubo errores e identificar a los responsables". El domingo, Larreta se había hecho cargo no solo por el ataque al micro en el que viajaban los jugadores de Boca Juniors, sino por los hechos de vandalismo contra vidrieras y automóviles en la zona y había quitado relevancia al hecho que se trataba de una zona custodiada por la Prefectura.


Con el G20 en el horizonte, el papelón del sábado enfureció a Macri: el mismísimo titular de la FIFA, Gianni Infantino, había llegado hasta el Monumental para presenciar el partido que nunca se jugó. La crisis política y futbolística que desató el papelón, en rigor también amenaza la hegemonía macrista en Boca: Angelici quedó en una situación muy delicada con los hinchas xeneixes que se quedaron sin la esperada final. Como explicó en su columna el ex ministro de Seguridad porteño, Diego Gorgal, para el macrismo es imposible sacarse de encima la responsabilidad de lo ocurrido ya que "la conexión entre la política y el fútbol atraviesa las entrañas de los gobiernos porteño y nacional en sus máximos niveles".

En el PRO aseguran que el Presidente estalló de rabia con Ocampo desde que desautorizó la inclusión de hinchas visitantes para el superclásico. Consultado por un canal de TV, minutos después de que Macri expresara sus deseos desde Twitter, el ministro porteño había afirmado que era "imposible" que estuvieran presentes los rivales. "A la primera que pudo Macri se lo facturó", apuntaron.

En realidad el ex funcionario anticipó las posiciones de Daniel Angelici y Rodolfo D´Onofrio, titulares de Boca y de River, a quienes Macri no consultó. Jugar con visitantes hubiera dejado a los presidentes enfrentados a los socios de sus clubes: darle lugar al rival hubiera significado quitárselo a los propios.


Ocampo tiene una vieja rivalidad con Patricia Bullrich, una de las "estrellas" el gabinete nacional. La ex ministra de Trabajo nunca había querido transferir la Policía Federal a la órbita porteña.

El tratamiento de la reforma previsional, que terminó con graves incidentes y represión policial, pero con la sesión del Congreso suspendida acrecentó las diferencias. La primera oportunidad marcó el fracaso de Bullrich y la segunda sesión quedó a cargo de Ocampo, quién logró enderezar una situación que había comenzado descontrolada.

Ayer Larreta había asumido la completa responsabilidad del operativo fallido a pedido, según fuentes porteñas, del propio Presidente. "Horacio no le debe nada a nadie, es más todos los le deben al él. Ese pedido llegó de muy arriba, imagínate vos de quién", comentaron.

Ocampo es el jefe de los fiscales porteños en uso de licencia y esperaba que una buena gestión en el Ministerio de Seguridad lo dejara con posibilidades de reemplazar a Inés Weinberg de Roca en el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad, algo que ahora parece imposible.

El Central persistió en la baja de tasas y el mercado reaccionó llevando el dólar a $40

Advierten que a estas tasas, los instrumentos en pesos dejan de ser atractivos y estimulan una dolarización de carteras.



En una nueva jornada caliente, el dólar volvió a pegar un importante salto y quedó al borde de los $40. La divisa cerró a $39,97 en el segmento minorista y a $39,05 en el mayorista, despegándose por amplia diferencia del piso de la banda cambiaria con el que coqueteó las últimas semanas.

De esta manera, el billete empieza la semana repitiendo la inusual volatilidad que había transitado durante el último viernes cuando había pegado el mayor salto en más de dos meses al avanzar un peso con diez centavos.

"Está totalmente relacionado a un contexto de baja de tasas y a una ausencia de oferta porque todavía no están entrando los dólares de la cosecha del trigo. El gobierno tiene rever si seguir bajando las tasas a estos niveles resulta beneficioso, ya que ante un tipo de cambio retrasado y una menor tasa, el mercado reacciona por si solo", explicó Ramiro Marra, de Bull Market Brokers.


La reversión del sendero bajista del dólar comenzó a darse cuando el tipo de cambio estuvo a punto de perforar el límite inferior de la zona de no intervención en los primeros días de noviembre, a partir de lo cual el Central decidió elevar los encajes a los fondos que ingresaban desde el exterior.

"A partir de ese cambio, dejó de presionar sobre la banda inferior y empezó a subir levemente en un contexto de pérdida de reservas de todos los días y con un riesgo país arriba de los 700 puntos. Estas cuestiones ponen muy nerviosos a los inversores, que ya sabían que más allá de la banda el dólar no podía bajar y que por lo vivido este año, sólo compra barato el primero que llega", subrayó el analista financiero Christian Buteler.


Así, poco a poco los instrumentos de inversión en pesos dejaron de resultar tan atractivos y comenzó a evidenciarse un notable desarme de posiciones. Esto quedó reflejado en el último desarme de Lebacs de $120.000 millones, cuando el Tesoro solamente pudo captar $30.000 millones en Lecap y $3.698 millones en Lecer. A su vez, las últimas dos licitaciones de Leliq -que están circunscriptas a los bancos- provocaron una expansión superior a los $80.000 millones.


De todos modos, esta tarde el Banco Central mantuvo de manera desafiante la estrategia de baja de tasas contra todos los pronósticos y en la clásica subasta de Leliq logró adjudicar $134.579 millones a un promedio de corte de 61,23%. Esta situación generó una mayor presión cambiaria y sobre el final de la rueda el mayorista se disparó más de 60 centavos en pocos minutos.

"Teléfono para el Banco Central. Mucha precaución con la baja de tasa para no desestabilizar los depósitos a plazo que fondean las Leliq", advirtió el director de Eco Go Federico Furiase.

Sucede que a partir de estas últimas dos ruedas, la tasa efectiva mensual de los plazos fijos se vio ampliamente perjudicada, lo que incrementa las posibilidades de un repentino pase al billete verde. En el mercado destacan que un gran porcentaje corresponde a plazos fijos de empresas que podrían cambiar de destino en 24 horas.

El problema es que todos los sectores productivos están exigiendo una baja del costo financiero, que si no se produce, intensificaría los efectos recesivos y hasta podría poner en riesgo la meta fiscal.

"El tema es que sobra tasa desde el lado del programa monetario, pero no desde el lado de la estabilidad de los depósitos a plazo fijo. Sobre todo, teniendo en cuenta que en diciembre llega Papá Noel y entra el ajuste por estacionalidad de 6% de la base monetaria que podría expandirla hasta en un 10%", agregó Furiase.


Por otro lado, el contexto internacional potenció esta depreciación del peso, con la mayoría de las monedas emergentes perdiendo valor frente al dólar, aunque en un porcentaje mucho menor al caso argentino. Mientras que el peso perdió un 3,59%, el real brasileño lo hizo un 2,18%, el rublo ruso un 1,41% y el peso mexicano un 0,97%.


De acuerdo a la consultora Ecolatina, el proceso electoral del próximo año intensificará las tensiones cambiarias y no descartó la anticipación de este fenómeno. De todos modos, visualiza a corto plazo una baja probabilidad de dolarización masiva de carteras debido a situación de iliquidez que caracteriza al mercado actual, producto de la política monetaria contractiva.

Para Macri, la culpa es de Larreta, los barrabravas y la Justicia

Macri pidió endurecer las penas para “todos los violentos”


En su afán de despegar a la seguridad nacional en la previa del G-20, Macri se sumó al libreto oficial de responsabilizar a los funcionarios porteños por las fallas del operativo. Junto a Patricia Bullrich y Germán Garavano, cuestionó a la Justicia por liberar a los detenidos y avaló la mano dura. “Si no apoyamos a las fuerzas de seguridad cuando actúan después no nos quejemos”, sostuvo.



El presidente Mauricio Macri se desentendió por completo de las fallas de seguridad que permitieron el ataque al micro de Boca en la previa de la Superfinal de la Copa Libertadores. Ya con el terreno preparado por los funcionarios del Gobierno de la Ciudad, aseguró que el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta es “responsable” de la seguridad en la Capital Federal. “Vamos a ir a fondo contra todos los violentos que se nos pongan en frente”, amenazó y prometió encontrar a los responsables. Adelantó que el oficialismo espera tratar una ley "contra los barrabravas" este año que tipifica como delitos penales las acciones violentas ocurridas en los estadios. También confirmó la convocatoria a las sesiones extraordinarias en la Cámara de Diputados.

Tras calificar de "triste" y "frustrante" lo ocurrido, el jefe de Estado se quejó por la liberación de las 30 personas que habían sido detenidas por los incidentes del sábado. Macri dijo que no "entiende" por qué se tomó esa decisión, en un cruce al Ministerio Público Fiscal que ayer decidió excarcelarlos luego de las indagatorias. En su afán de encontrar un culpable por fuera de las fuerzas de seguridad nacionales, apuntó con dureza contra "una parte de la dirigencia que apaña" actitudes violentas e incluyó en su acusación a ciertos “sectores de la Justicia”. No entiendo en nombre de todos los argentinos, no entiendo", enfatizó Macri, al cuestionar la resolución de la fiscal Adriana Bellavigna.

El Presidente aprovechó la conferencia de prensa para mostrarse preocupado por el tema y adelantó que en la próxima sesión extraordinaria en el Congreso se tratará un proyecto de ley en contra de los barrabravas. Explicó que el Gobierno desea debatirlo ahora “para ayudar a que ningún fiscal ni juez se equivoque cuando tipifica un delito y podamos actuar con mayor claridad y contundencia, apoyando a nuestras fuerzas de seguridad cuando actúan”. “Si no apoyamos a las fuerzas de seguridad cuando actúan después no nos quejemos si pasan estas cosas”, insistió al sacar a relucir la doctrina de seguridad que caracteriza su paso por el Ejecutivo.

En su ataque contra la Justicia, se quejó puntualmente del juez que liberó a “uno de los jefes de la barra de River”, en referencia a Héctor Godoy, a quien le habían encontrado “millones de pesos y 300 entradas que termina siendo comprobadas que eran reales”. “¿Cómo va a tipificar el tema como contravención y va a soltar a este señor?”, preguntó Macri, que destacó que “necesitamos que jueces y fiscales y cada uno de nosotros trabajemos en conjunto para terminar con la violencia”.

A pesar de que cargó toda la responsabilidad en los hombros de Larreta, luego señaló que "el jefe de Gobierno, como responsable, está estudiando y viendo cómo perfeccionar" el operativo "para el día que se organice el partido". "Más allá de los operativos policiales yo no puedo resignarme como Presidente representante de la inmensa mayoría de argentinos que somos pacíficos, que para organizar un espectáculo deportivo haya que militarizar toda la zona, toda la ciudad, no es lo razonable", subrayó en la antesala del G-20 donde estará blindada toda la ciudad de Buenos Aires.

La ministra de Seguridad Patricia Bullrich, quien lo acompañó durante la conferencia, también se desligó de los incidentes y se quejó de que los dirigentes pusieran el foco sobre las fallas en el operativo de seguridad, reforzando la idea de que los responsables fueron sólo los atacantes del micro. “A nosotros nos hubiese gustado que las cosas se dieran al revés, como dijo el Presidente”, admitió al defender a los “dos mil miembros de la Policía más un equipo de Prefectura y Gendarmería que estuvieron poniendo el pecho”. “Nos hubiera gustado es que todos los dirigentes que sacaron tweets y salieron a plantear, en vez de ir a ese punto, hubieran primero criticado a los violentos que tiraron piedras, que escupieron”, planteó la titular de la cartera de

Rápida de reflejos, agregó luego que las garantías para la realización de la cumbre del G-20 están dadas. “Lo primero que hay que hablar es de una conducta socialmente anormal, criticable, en segundo tema estamos abordando todos los detalles para el g-20”, destacó después de cargar contra las opiniones de los dirigentes deportivos. "No hubo ninguna interna policial, no hubo zona liberada, solo hubo violentos", sintetizó la ministra.

El Gobierno finalizará su mandato con un PBI hasta 3,9% menor al que recibió

En septiembre la actividad cayó 1,9% contra agosto y ya se confirmó la recesión técnica


Los economistas prevén que el rebote en 2019, si lo hay, va a ser muy chico




Lo que se palpaba en la calle y en las fábricas llegó a los números oficiales. La economía entró técnicamente en recesión y los analistas coinciden en que durará un año, ya que el cuarto trimestre del 2018 y el primero del 2019 prometen ir en baja. Con todo, el potencial repunte que comenzaría en algún punto del año que viene no alcanzaría para evitar el bienio de caídas y el Gobierno entregará su mandato con una contracción que será de hasta 3,9% respecto al PBI que recibió en 2015.

Las proyecciones respecto al desempeño de la actividad para este año y el próximo se fueron deteriorando. El Gobierno sigue confiando en que el 2018 terminará con una caída de 2,4% y el 2019 con una de apenas 0,5%. Pero tanto los organismos multilaterales como las consultoras locales van proyectando números peores.

Los números publicados por el Indec a través del EMAE de septiembre confirmaron la caída en recesión técnica. Es decir, que dos trimestres seguidos den contracción respecto al trimestre previo. Con la merma de 1,9% en septiembre, el tercer trimestre cerró con una de 0,4% respecto al segundo. Y el segundo había terminado con una de 4% respecto al primero. Hacia adelante las perspectivas también son negativas.

El director de la consultora Epyca, Martín Kalos, dijo: "El primer trimestre va a ser necesariamente malo. Quizá no tanto si se confirma el bono y el complemento para jubilados en PBA, que tienen un efecto limitado, y si las paritarias dieran números razonables. Pero el año que viene en general no va a ser bueno. Va a haber cierto rebote pero no crecimiento, en el sentido de que la actividad no va a superar los niveles con los que asumió el Gobierno. Va a ser un rebote muy débil y también tenemos incertidumbre respecto a 2020 y 2021".

Sin dudas, el Gobierno terminará, en 2019, con caída del PBI respecto a los niveles con los que asumió. Desde Eco Go consideran que el 2018 finalizará con una caída de 2,8% y el 2019 con una de 2%. Desde Ecolatina prevén que el 2018 cerrará con una contracción de 2,4% y que el 2019 con una de 1,4%. En cambio, Consultora Ledesma proyecta una caída de 2,3% para el 2018 y otra de 0,5% para el 2019, similares a las del Gobierno. Por su parte, el CESO proyectó una merma de 3% para el 2018 y otra de 2% para el 2019. Los organismos multilaterales tampoco son optimistas: el FMI prevé un negativo de 2,6% para el 2018 y otro de 1,6% para el 2019. La OCDE uno de 2,8% para el 2018 y otro de 1,9% para el 2019.

Por eso tras los datos negativos publicados por el Indec en el EMAE del viernes las previsiones son flojas: la caída de hasta el 3,9% del PBI con la que el Gobierno finalizará su mandato implica una contracción del PBI per cápita de 8,7% contra los niveles que recibió en el 2015. Una caída brutal, tras cuatro años en los que el tipo de cambio sufrió una fuerte devaluación e impactó en el poder adquisitivo y en el consumo.

Francisco De Narváez: El Gobierno demostró que es incapaz de devolvernos la seguridad



La segunda rueda de la superfinal encuentro entre Boca Juniors y River Plate en la Copa Libertadores se postergó hasta nuevo aviso por los incidentes que hirieron a parte del plantel Xeneize y pusieron en riesgo la seguridad del partido. Francisco De Narváez habló sobre las responsabilidades en el operativo de seguridad y apuntó contra las autoridades del Gobierno nacional.

“El Estado y el gobierno nacional tienen un deber, que es velar por la paz. El de ayer fue un operativo de seguridad claramente ineficiente, porque lo que pasó era altamente probable que sucediera”, dijo el empresario y diputado nacional (con mandato cumplido) en diálogo telefónico.

En ese sentido, el empresario manifestó su malestar por lo ocurrido y advirtió que los incidentes pudieron ser de una gravedad aún mayor. “Todo el país no podía creer lo que se estaba viendo. Fue un operativo que pudo terminar en una catástrofe”, sostuvo.

"Esto implica cómo este gobierno ha decidido no cumplir con una de sus principales promesas, que era devolvernos la seguridad", dijo De Narváez.

Según pudo saber este medio, la organización del operativo de seguridad se gestionó mediante la división de zonas de trabajo entre las distintas fuerzas de seguridad. La esquina de Libertador y Monroe, donde sucedieron los incidentes, estaba bajo la responsabilidad de Prefectura, mientras que los encargados de escoltar el trayecto del colectivo eran oficiales de Policías de la Ciudad.

“El poder se ejerce, no es una cuestión de opciones. Cuando no lo ejerce el Estado, lo ejercen los inadaptados, eso pasó ayer”, consideró De Narváez. Para el exlegislador, lo sucedido el sábado en el barrio de Núñez habla además de una “incapacidad” del gobierno para brindar seguridad.

“No es un incidente solamente deportivo. Esto implica cómo este gobierno ha decidido no cumplir con una de sus principales promesas, que era devolvernos la seguridad. Ayer se demostró que no son capaces de hacerlo”, sentenció.


Millones de Argentinos que tenemos el DERECHO de VIVIR en PAZ y SEGUROS, ¡ayer perdimos 10 a 0!
El estado DEBE GARANTIZAR la PAZ y la SEGURIDAD. No es una opción, es su DEBER.@mauriciomacri @PatoBullrich lean y cumplan con la Constitución Nacional.— Francisco De Narváez (@FDeNarvaezOK) November 25, 2018

Consultado por cómo cree que se garantizará la seguridad para la Cumbre de líderes del G20 que tendrá lugar en la Ciudad el fin de semana próximo, De Narváez desestima que el Estado esté en condiciones de asumir esa responsabilidad.

“Tenemos que resignarnos a la realidad: nuestro país va a estar controlado y asegurado durante tres días por potencias extranjeras. Autodefinirse como capaces de dar seguridad a un evento tan importante como el G20 me parece un acto de soberbia inmenso”, dijo.


La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró en declaraciones al canal TNque “no será peligroso" estar en la Ciudad durante el G20. "Nos haremos cargo de lo que pase" afirmó.

Sobre estas declaraciones, De Narváez sostuvo: “La realidad muestra que no han sido capaces de prevenir lo absolutamente previsible. La Ministra debería reveer sus declaraciones”, opinó.




La producción industrial cayó un 5% en octubre y llegó así al sexto mes consecutivo de bajas

Según CAME

La falta de liquidez del mercado, la baja calidad de cadena de pago y las elevadas tasas de interés complican al sector. En el año acumula un retroceso de 1,9% con respecto a 2017.


Los datos surgen de la Encuesta Mensual Industrial que realiza la entidad en unas 300 empresas.


La producción industrial cayó un 5% en octubre y llegó así al sexto mes consecutivo de bajas en lo que va del año, de acuerdo con un relevamiento hecho por la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

Según el organismo, la falta de liquidez del mercado, la baja calidad de la cadena de pagos y las tasas de interés excesivas son los principales problemas que enfrenta el sector.

En lo que va del año, la producción de las pymes acumula un retroceso de 1,9 por ciento frente a igual período de 2017, aseguró la CAME.

Los datos surgen de la Encuesta Mensual Industrial que realiza la entidad en unas 300 empresas de diferentes ramas y de todo el país.

Los rubros que menos actividad tuvieron durante octubre fueron los de "Calzado y marroquinería", "Productos de caucho y plástico", "Productos de madera y muebles" y "Papel, cartón, edición e impresión".

En este mes tuvieron un leve crecimiento la "Industria alimenticia" (0,1%) y los "Minerales no metálicos", mientras que la fabricación de artículos químicos no tuvo variación.

El dato positivo es que el uso de la capacidad instalada en las pymes volvió a subir levemente en octubre a 58,7%, aunque para el sector sigue siendo demasiado baja.

El documento elaborado por la CAME detalla también que el Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) registró un valor de 79,8 puntos en octubre.

"La tendencia de la producción no parece repuntar y seguirá así por lo menos hasta mediados del año que viene", remarcó Pablo Bozzanno, director ejecutivo de la Cámara de Industrias Informáticas, Electrónicas y de Comunicaciones de Centro de la Argentina (CIIECCA).

El directivo advirtió, además, que "la capacidad instalada es inferior al 60 por ciento" y precisó que "las empresas por ahora no están despidiendo, pero tampoco renuevan los cargos que se van perdiendo".

Krugman predice para Argentina, una "recesión severa" y una nueva caída del peso

El Premio Nobel de Economía cuestionó que la única estrategia sea la austeridad fiscal y suba de tasas de interés.



El Premio Nobel de Economía Paul Krugman cuestionó la estrategia elegida por el gobierno de Mauricio Macri para salir de la crisis y pronosticó una "recesión severa" y una nueva caída del peso si no cambian las recetas.

En una entrevista difundida por el diario mexicano El Financiero, el economista de Princeton analizó la situación de la economía en México de cara al gobierno de Andrés Manuel López Obrador y también dedicó una breve opinión a la crisis financiera en Argentina.

Krugman se refirió a las medidas tomadas por el gobierno de Macri y admitió que "cierta austeridad fiscal es inevitable", aunque cuestionó que sea la única receta para salir de la crisis.


"Si Argentina, por ejemplo, solamente recurre a la austeridad fiscal y a subir las tasas de interés, entonces estaríamos hablando de una recesión severa. Tienen que ir más allá", aconsejó el Premio Nobel. "Es triste decirlo, pero a pesar de la inflación, necesitan mucha depreciación. No puede seguir con esa deuda fiscal", agregó.

Por último, Krugman comparó la situación con Turquía -que arrastra una crisis similar a la de Argentina y complicó la situación de los países emergentes- y reconoció que las medidas tomadas por Erdogan fueron más efectivas. "El régimen en Turquía me desagrada profundamente, pero sus medidas enérgicas para evitar la fuga de capitales han sido mucho más efectivas de lo que muchos admiten", indicó.

One day, whether next year, or in 2021, or in 2025, he’ll be asked to leave the White House. What if he won’t go?




What if, after having moved into the White House and gotten comfortable, Donald Trump refuses to check out when his term ends?

Preposterous, you say. No president, not even Trump, would dare to defy 200-plus years of political tradition—not to mention the Constitution—to illegally overstay. But how sure can we be that our norm-busting president won’t attempt to shatter this inviolable standard, too? He and his lawyers have already advanced the specious legal idea that the chief executive can’t be charged with obstruction of justice, thereby placing him above the law. Who’s to say that Trump’s legal advisers might construct some pretext—a national security crisis or charges of election fraud—that would place him above the Constitution and cement his place in the Oval Office?


The fear that a president might not go at his appointed time has a precedent. President Franklin D. Roosevelt, encouraged by columnist Walter Lippmann, contemplated taking dictatorial powers at the beginning of his first administration, but then reconsidered. Almost a half-century ago, the prospect of impeachment and conviction sent President Richard Nixon’s innate paranoia to a sub-basement of suspicion and distrust. As the lights started going out around him, he raged, he drank, and raged some more. In one sober moment, he called CBS News reporter Nancy Dickerson in the middle of the night to ramble on and on about how the press was mistreating him.

According to reporter Seymour Hersh, Nixon intimates began to believe that he was contemplating some sort of a coup d’état to maintain power. An unnamed member of the Joint Chiefs of Staff told Hersh that in one meeting Nixon called himself “the last hope” and claimed that the “eastern elite was out to get him.” Said the four-star officer: “His words brought me straight up out of my chair. I felt the president, without the words having been said, was trying to sound us out to see if we would support him in some extra-constitutional action. He was trying to find out whether in a crunch there was support to keep him in power.”

The officer and others told Secretary of Defense James R. Schlesinger of their Nixon anxieties. Nixon had centralized military power in the White House, often cutting his previous secretary of defense, Melvin Laird, out of the chain of command, giving some credence to the worry that he might issue an extreme order. Schlesinger investigated what sort of countermeasure the military could take if Nixon ordered Marines or other Washington-billeted troops to block his removal after impeachment and conviction. “Schlesinger’s overriding concern, in case a crisis did arise, was the possibility that the armed forces would follow their inherent loyalty to the Commander-in-Chief,” Hersh wrote.

Ultimately, the specter of a Nixon coup inspired Schlesinger to instruct the Joint Chiefs of Staff to execute no White House order without his countersignature. Nixon never gave any such orders, and his aide-turned-biographer Jonathan Aitken later described Schlesinger’s move as “the wildest over-reaction of Watergate.” Nixon’s reaction when told the tale: “Incredible.”

Compare Trump to Nixon. Like Nixon, Trump has sought to curry favor with the military, stacking his Cabinet with generals. Former CIA Director John Brennan has called him “unstable, inept, inexperienced, and unethical,” and temper-tantrums in public and on Twitter have caused him to be branded as a hothead. Trump’s current chief of staff, John F. Kelly, has described him as “off the rails,” according to Bob Woodward’s book Fear: Trump in the White House. Woodward, who reported on Nixon’s ouster in The Final Days, compares Trump’s paranoia to Nixon’s in his new book.

Trump has repeatedly bruised the rule of law with his words and actions, so why not the Constitution? Earlier this year, when a lawful search warrant was served on his attorney, Michael Cohen, Trump said, “I just heard they broke into the office of one of my personal attorneys.” This week, he claimed hyperbolically that he doesn’t have an attorney general because his AG won’t run the Department of Justice like a windup toy for him, and he called the Federal Bureau of Investigation a “cancer in our country.” This is strong meat! He claims that the special prosecutor’s investigation, which has returned eight guilty pleas and one conviction, is a “witch hunt.” He has used the presidential pardon to reward political allies such as Joe Arpaio and Dinesh D’Souza. L’Etat, C’est Moi could be incorporated into the Trump coat of arms.

Trump laid the groundwork for contesting the legitimacy of the 2020 election during the 2016 campaign, blaring his distrust of the election process nonstop. “They even want to try and rig the election at the polling booths, where so many cities are corrupt and voter fraud is all too common,” he said. In the final debate with Hillary Clinton, he declined to say whether he would accept the results of the election, a position he was still voicing on Election Day. “I want to see what happens, you know, how it goes,” Trump said. Even after winning, Trump repeatedly asserted—with no proof—that 3 million to 5 million noncitizens had voted in the 2016 election, and that their illegal ballots cost him the popular vote. Once inaugurated, he impaneled his now-abandoned Presidential Advisory Commission on Election Integrity to investigate his bogus allegations.

Trump appears to have conveyed his disparaging views about voting integrity to his political base. According to one 2017 poll, half of all Republicans surveyed favored postponing the 2020 election until new standards made it certain that only eligible American citizens could vote. Respondents who agreed with Trump’s untruths that he won the popular election and that millions of ballots were cast illegally were the most likely to support the idea of postponing the election.

This isn’t the first time the idea of postponing the federal election has surfaced. In 2004, the Department of Homeland Security asked the Department of Justice whether the government could put off an election in the case of a terrorist strike. No such legal mechanism was found, and the outrage generated by the inquiry prompted Congress to pass a resolution, 419-2, declaring that nobody could shelve an election.

So if Trump couldn’t postpone an election, could he just ignore it? The nation would erupt, of course. Even great numbers of his supporters would abandon him. But never underestimate Trump’s audacity. In 2016, he reserved the right to reject the results. The fact that he won made his rejection moot. But what scenario might play out in 2020 if Trump lost but denied the results? Would he endlessly filibuster the states for recounts? Appeal to the Supreme Court and ignore its ruling by claiming squatters rights to the White House?

Not even Trump would go that far, right? Even though he’s taught us to expect the worst from him, I’d like to think that he’d pack the Bekins van and move back to Trump Tower after losing. But what about the long shot of the House impeaching him and the Senate convicting him? Would he honor those judgments? Again, I’d like to think so, but my faith wobbles. His sense of victimhood, displayed daily on Twitter, predicts that he might interpret his constitutional defenestration as a coup by the Deep State, a coup that justified his counter-coup. Trump’s backers—see these pieces in the American Conservative and the Federalist as well as a commentary by Bill O’Reilly and an interview with Steve Bannon—have already poured the foundation for such a notion with their talk of the “coup against Trump.” Likewise, all the talk about using the 25th Amendment to remove him from office can’t help but have boosted his baseline paranoia.

The president’s cheerleading for anti-democratic authoritarians like Vladimir Putin, Rodrigo Duterte, Xi Jinping and Abdel Fattah el-Sissi and the mutual admiration pact he’s signed with North Korea’s Kim Jong Un does not bode well for an orderly transition of power in 2020 or 2024 or whenever his eviction notice is served. Because nothing is off the table when Trump’s operating, let’s hope current Secretary of Defense Jim Mattis has read deeply from the Nixon histories and has issued the appropriate order to the Joint Chiefs of Staff.

****** Rumors circulated nationwide in the spring of 1970 that Nixon had ordered the Rand Corporation to study the feasibility of suspending the 1972 election in the case of a domestic uprising. The rumors were baseless, David Greenberg writes in Nixon’s Shadow: The History of an Image, but their intensity required a denial from Daniel Patrick Moynihan. That same year, Scanlan’s Monthly ran a memo, purportedly written by an aide to Vice President Spiro Agnew, that referred to election-canceling plans.