Escocia, independencia y la simbología de las banderas


Estalla la guerra de las banderas en Escocia


Británicos con la Union Jack, la bandera del Reino Unido

"Sturgeon manda arriar la Union Jack", "Sturgeon prohíbe la bandera en el cumpleaños de la Reina", "Sturgeon reaviva la agenda separatista"... Todos a una, los periódicos conservadores de Escocia consagran sus portadas a las nuevas directrices que la ministra principal, Nicola Sturgeon, para marginar supuestamente la bandera británica frente a la Cruz de San Andrés y el León Rampante, las dos banderas oficiales escocesas.

'The Daily Telegraph' acusa a Sturgeon de "erradicar" la Union Jack de los edificios públicos del Gobierno escocés y asegura que, según las nuevas directrices, la bandera británica ondearía tan solo un día al año (en el Remembrance Day o festividad de los veteranos) frente a los tres reservados para la bandera arco-iris del orgullo gay.

La propia Sturgeon ha salido al paso de las acusaciones en Twitter, ha asegurado que no habrá cambio de y que la Union Jack seguirá ondeando en el 2018 en los edificios públicos del Gobierno escocés los mismos días que el año pasado: un total de 15, con motivo de fiestas nacionales y de celebraciones reales, como el cumpleaños de la Reina o de Felipe de Edimburgo.

Sturgeon ha confirmado sin embargo de que la bandera real de Escocia (o sea, el león rampante rojo sobre fondo amarillo) ondeará a partir de ahora en los aniversarios reales, pero que ello no supondrá una reducción de días para la Union Flag.

La guerra de las banderas está en cualquier caso servida. El ex líder conservador Iain Duncan Smith ha disparado bajo la línea de flotación de la ministra principal: "Es insultante para los escoceses el hecho de hacerles creer que Socia no está dentro del Reino Unido. Estamos ante un nuevo intento de crear más división. ¿Cuándo aprenderá el SNP (Partido Nacional Escocés) a respetar la voluntad de su pueblo?".

El diputado conservador Jacob Ress-Mogg asegura que la polémica de las banderas obedece a un intento de allanar el camino a un segundo referéndum de independencia: "Estamos ante una afronta a la mayoría de los escoceses que votaron por la permanencia en el Reino Unido".

Mientras se aclara la polémica sobre las nuevas directrices, lo único cierto es que la Union Jack ondea con todos los honores y durante todo el año en tan solo cuatro edificios emblemáticos que dependen del Gobierno escocés: el Parlamento de Holyrood, el castillo de Edimburgo, el castillo de Sterling y Fort George, cerca de Inverness. En el resto de los edificios públicos escoceses, la Cruz de San Andrés y el León Rampante so la presencia dominante, frente a los 15 escasos días en que iza la bandera británica.

Sturgeon, que mantiene en alto las espadas ante una nueva consulta soberanista (en función del acuerdo final del Brexit), ha sido rebautizada como "la mujer más divisiva de la política británica desde Magaret Thatcher" por el nuevo líder laborista escocés, Richard Leonar.

La ministra principal presentó la semana pasada un alarmante informe sobre el impacto económico del Brexit en Escocia, advirtiendo que un "no acuerdo" podría suponer una caída de hasta el 8,5% del PIC escocés de aquí al 2030 y que la salida del mercado único se traduciría igualmente en una reducción del Producto Interior Bruto del 6,1% de la economía escocesa en los próximos trece años.