Pedro Sánchez, a sus ministros: "Resistir hasta octubre es una tortura"


JORGE ARÉVALO


Ante varios ministros que querían seguir, Sánchez defendió su doble arma: tapar el desastre del relator con el 'no' catalán a las cuentas y el acto de Colón, que mostró que «la convocatoria del PP ya no es lo que era»

El martes 12, mientras los 350 diputados de la Cámara daban vueltas a la cabeza sobre su futuro personal inmediato después de escuchar las campanas de la disolución y algunos parlamentarios de la antigua Convergència perseguían al Gobierno implorando un regreso al diálogo, el ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, explicaba en un rincón del pasillo cómo su partido había pasado en tres días de la postración al júbilo. Del abatimiento del relator al alborozo de la manifestación del domingo 10 en la Plaza de Colón.

El ministro y todo el PSOE habían temido en días anteriores -con el relator como combustible- que PP, Ciudadanos y Vox reventaran las calles de Madrid contra el Gobierno. Pero...

«El fracaso de la manifestación fue un alivio. Estuvimos realmente mal del martes al jueves, el viernes respiramos cuando se hizo pública la ruptura de la negociación con los indepes y el domingo nos dio un chute de optimismo cuando vimos que la capacidad de convocatoria del PP ya no es lo que era y que, en contra de lo que pueda parecer en la vida política madrileña, la sociedad española es más moderada que los partidos que convocaban. La foto de los tres fue un regalo inesperado para nosotros. El marco necesario para ir a las urnas. No pidas un deseo porque podrías conseguirlo. Los de Colón pedían elecciones, y ahí las tienen».

"'In extremis' el independentismo buscó un pacto", dice un ministro

Así resumen fuentes de la dirección socialista los vertiginosos acontecimientos que en los últimos diez días han culminado en la convocatoria de elecciones generales el 28 de abril. Primera vuelta de un proceso electoral que se conecta directamente con las autonómicas, municipales y europeas del 26 de mayo. Ambas convocatorias unidas por un cordón umbilical que impedirá la formación de Gobierno hasta que se constituyan los Ayuntamientos y las Comunidades. «Convocar el 28 de abril le asegura a Pedro Sánchez estar en funciones una temporada que puede ser larga», según la impresión de un diputado del PP que sabe de lo que habla porque compartió con Mariano Rajoy el tiempo del bloqueo.

Cuando el ministro Ábalos relataba el cambio en el estado de ánimo del partido que ha intentado gobernar durante nueve meses sin conseguirlo, porque el objetivo era un imposible con los partidos independentistas catalanes, ya sabía que las elecciones serían el 28 de abril. El mes de abril, según explica ahora La Moncloa, era el escenario previsto ya cuando se presentaron los Presupuestos. Lo habían tratado en la habitual reunión de los cinco -Sánchez, Ábalos, Iván Redondo, Adriana Lastra y Santos Cerdán- el lunes en La Moncloa. Las fuentes consultadas señalan que ni el 14 de abril -filtración que se hizo a la Agencia Efe- ni el llamado superdomingo de mayo fueron una opción real. Aunque este presidente del Gobierno haya tenido el primer mandato más efímero de la historia de la democracia, en el minuto final se ha comportado como todos sus antecesores a la hora de comunicar al país la fecha de las elecciones generales. Jugando al despiste y rompiendo los nervios de su partido y de todos los demás partidos de la Cámara.

Ferraz celebra: "Los de Colón pedían las urnas, y ahí las tienen"

Sánchez permaneció sentado durante todo el debate presupuestario -sin pedir la palabra, aunque podía haberlo hecho en cualquier momento-, y entró y salió del Congreso sin hacer declaraciones. Que es lo mismo que hicieron González, Aznar, Zapatero y Rajoy cuando el contexto político les apretó las tuercas como a Sánchez, por muy distintas circunstancias. Todos suelen refugiarse en el sanedrín de La Moncloa -cúpula o minarete, como lo llamaba Miguel Herrero- a salvo del exterior. Sánchez tiene un amplio sanedrín allí dentro. El resto del mundo, como ha pasado esta semana en el Congreso, suele vivir estos últimos momentos de confusión haciendo especulaciones acerca de la psicología presidencial. Los políticos de uno u otro partido se acercan a los que creen que saben. «Oye, tú que le conoces, ¿qué crees que va a hacer Sánchez?». Fuera de ese círculo, algunos socialistas entienden poco los acontecimientos de los últimos diez días. «Cuando Carmen Calvoadmitió la figura del relator, creímos que, aún pagando un coste político, el Gobierno tenía los Presupuestos cerrados y el panorama despejado hasta 2020. Casi un año de respiro, y en un año pueden pasar muchas cosas. Lo contrario era inexplicable. ¿Quién ha diseñado esto? Ahora estamos ante un salto en el vacío. Vamos a unas elecciones de alto riesgo, a todo o nada, con la posibilidad cierta de bloqueo, con Vox lanzado al alza y Podemos, que es nuestro socio para completar una mayoría, sin levantar cabeza».

«No hay escenario fácil, todo tenía sus pros y sus contras», aseguran fuentes del Gobierno. La hipótesis de aguantar hasta el otoño con Presupuestos prorrogados -que Sánchez podía justificar echando mano del juicio contra los líderes independentistas y del apretado calendario que marca el 26-M- no fue contemplada en esta fase final de la legislatura. El presidente del Gobierno -según han confirmado a este periódico varios ministros- les dijo en el Consejo extraordinario del viernes a primera hora de la mañana que «resistir unos meses más hubiera sido una tortura». Así lo explican. «Algunos ministros eran partidarios de seguir, pero hemos visto al presidente muy convencido de lo que hace. La derrota política de los Presupuestos habría pesado mucho sobre el Gobierno si no se convocan elecciones. Lo del relator nos hizo mucho daño, se gestionó mal y se explicó peor. Nadie lo entendió fuera de Cataluña. Y después del lío que se montó, al Gobierno ya no le interesaba nada una posible negociación de última hora para aprobar los Presupuestos. Hubo serios intentos por parte del mundo independentista para un pacto in extremis, pero en el Gobierno no se quiso, porque ya era imposible. En estas circunstancias, la convocatoria de las generales ha sido un alivio. Es seguro que el PSOE será primera fuerza, la cuestión es si se podrá gobernar o no. Es un riesgo, sí, pero cualquier otra decisión también tenía riesgos».

Muchos en el PSOE dudan aún: "¿Quién ha diseñado esto?"

Hay una circunstancia que ha servido para reconciliar -sólo en parte- a los críticos del PSOE con Pedro Sánchez. Él será el primero que se enfrente a las urnas, antes que los candidatos socialistas de Comunidades y Ayuntamientos. Otro peligro que asume el líder del PSOE, ya que los españoles no votan desde junio de 2016 y quién sabe si volcarán sobre estas primeras urnas el malestar por el desgobierno y la falta de acuerdos para legislar.

Los compases de inicio de la campaña electoral de tres meses que vivirá España hasta el 26 de mayo son bastante obvios en lo que se refiere a los mensajes. El relato del PSOE es claro. Sánchez, en el centro, frente a la foto de Colón. Los otros dos lo tienen más complicado porque compiten por un electorado similar. Comparten, sí, un mensaje en común. Son los partidos que defienden a España -PP y Ciudadanos- frente a quien quiere desguazarla pactando con Torra. El tercero de la foto, Vox, es la incierta expectativa del 28-A. Su capacidad de convocatoria en los actos que ha celebrado en algunas ciudades indican que es el partido de moda. Los estrategas de PP y PSOE se hacen cruces de que, ahora mismo, haya «un voto de ilusión» hacia esta fuerza política.Pedro Sánchez, durante un acto de precampaña en Sevilla. | GOGO LOBATO
Pedro Sánchez
¿Ganar es ganar?

Pedro Sánchez anunció la presentación de su libro Manual de resistencia diez días antes de convocar las elecciones. Quizá ya las tenía previstas. El presidente presenta su biografía esta misma semana. Nada mejor que revisitar su historia de líder resucitado frente a todos los que le daban por muerto para empezar una campaña electoral. Las generales como otras primarias. La épica del personaje Sánchez promete ser uno de los temas centrales de la campaña socialista. Ha sido presidente del Gobierno, a pesar de que su partido quedó segundo. Tras el 28-A podría no ser presidente, aunque ganara. Así es Sánchez, siempre viviendo en el alambre. Pablo Casado, durante un acto del PP en Zaragoza. | EFE
Pablo Casado
¿Basta la hegemonía?

Apenas ocho meses después de llegar a la Presidencia del PP en un Congreso abierto a las primarias, Pablo Casado afronta su primera prueba de fuego. Las elecciones llegan en el momento más difícil de la historia de este partido, acosado por su centro y por su derecha. Tal vez esta asfixia ayude a entender el porqué de su hiperactividad, la radicalización de su discurso y los adjetivos incendiarios contra Sánchez. Casado quiere que se sepa que el PP sigue ahí. Y que aspira a ser hegemónico en el centro-derecha. La suma de PP, Ciudadanos y Vox es la única posibilidad que tiene para ser presidente a la primera. Algo que sólo consiguió Zapatero. Pablo Iglesias, en el Congreso de los Diputados. | BERNARDO DÍAZ
Pablo Iglesias
¿Qué queda del líder?

Pablo Iglesias, el líder inesperado que hace cuatro años puso patas arriba la política, es ahora un hombre de baja paternal dedicado al cuidado de sus hijos en su chalet de Galapagar. Iglesias se ha tomado su baja con el misticismo propio de un monje de clausura. Como si por estar al cuidado de los hijos ya no se pudiera salir ni a la calle. Para dar ejemplo en la corresponsabilidad de los hombres en la crianza, dice su compañera y líder -interina o encargada- de Podemos, Irene Montero. En plena crisis, tras el abandono de Errejón, afronta el 28-A con malas expectativas y con su candidato encerrado en casa. Ni sombra de lo que era en 2016. Albert Rivera, en rueda de prensa en el Congreso. | EFE
Albert Rivera
¿Ocupará el centro?

Hace un año, Albert Rivera casi tocaba La Moncloa con sus manos. Los sondeos situaban a Ciudadanos a tiro de piedra de un PP sumido en la corrupción y un PSOE desaparecido. La moción de censura lo cambió todo. Aunque, al margen de las expectativas -o ensoñaciones- demoscópicas, es el único partido que ha crecido en todas las elecciones celebradas desde el año 2016: catalanas y andaluzas. Rivera -que llegó a la política nacional para ocupar el centro- ha ido modulando su posición hasta llegar a fotografiarse con Vox debido a la coincidencia en la cuestión nacional. Hasta el 28-A, intentará volver a marcar territorio por el centro.

Liderados por Ocasio los demócratas se suben a un disruptivo Green New Deal

Trump cree que la iniciativa que plantea cambiar toda la infraestructura de EEUU es impopular y favorecerá su reelección.



En los años 30 el presidente de EU Franklin Delano Roosevelt lanzó un ambicioso proyecto nacional conocido como el New Deal con la intención de arrancar al país de la miseria económica de la Gran Depresión. El proyecto puso a trabajar para el Gobierno Federal a millones de desempleados, lanzó programas sociales como la Administración de Seguridad Social, e hizo a Roosevelt el presidente más influyente de EU en el S. XX, y el único en ganar cuatro elecciones presidenciales.





La semana pasada el Partido Demócrata, bajo el liderazgo de Alexandria Ocasio-Cortez, la congresista más joven en la historia, y el senador Ed Markey de Massachussets, presentaron el Green New Deal¸ un enorme proyecto que pretende generar millones de empleos al tiempo que transforma de manera radical la infraestructura energética de EU, de la actual, basada en fuentes de energía contaminantes, a una sostenida por fuentes renovables y limpias. Sobra decirlo: se trata de la declaración de principios más ambiciosa que cualquier partido político estadounidense ha presentado en décadas. El plan pretende reemplazar al 100% la emisión de gases de efecto invernadero de los procesos de manufactura y transporte. Incluye compromisos que suenan como sueños imposibles, entre ellos "actualizar todos los edificios existentes en los Estados Unidos y construir nuevos edificios para alcanzar máxima eficiencia energética, eficiencia de agua, seguridad, asequibilidad, confort y durabilidad". Todos los edificios existentes en los Estados Unidos.

También garantiza "un empleo con un salario [adecuado] para sostener una familia, garantía familiar y médica adecuada, vacaciones pagadas, y seguridad de jubilación para todas las personas de los Estados Unidos".

Los legisladores ya aclararon que se trata más de una "declaración de principios" que de un proyecto de ley comprensivo, sin embargo, aún bajo este estándar, es una idea sumamente compleja y arriesgada, y los republicanos, encabezados por Donald Trump, ya lo ven como el argumento perfecto para radicalizar al Partido Demócrata ante los ojos del electorado rumbo a 2020. El mismo Trump insistió en un par de ocasiones durante su último informe de labores: "América nunca será socialista".


Creo que es muy importante que los Demócratas presionen con su Green New Deal. Sería grandioso para la llamada "Huella de Carbono" eliminar permanentemente Aviones, Autos, Vacas, Petróleo, Gasolina y al Ejército - incluso si ningún otro país hace lo mismo. ¡Brillante!


El riesgo para los demócratas es alienar a los votantes del medio, a los apartidistas y moderados que, al final del día, son quienes deciden una elección presidencial en estados como Florida y los del cinturón de óxido (Michigan, Wisconsin, Pennsylvania).


De acuerdo con una fuente de alto nivel al interior del Partido Demócrata, el plan logrará energizar a las bases del partido, no tanto conquistar nuevos votantes moderados. Es decir, no están muy preocupados de asustar a los votantes moderados.


"Es para nuestra base. Para los que no votaron por Hillary, pero sí por el Partido Verde [en 2016]; los que decían que querían ver una propuesta de ley del Partido Demócrata más a la izquierda", afirma una fuente.


En todos los estados, arriba del 50% de la población están a favor de este plan de trabajo que garantiza un empleo para todos sin excepción. Hay estados en donde ese apoyo tiene entre 63 y 69%.


Respecto de los ataques que el plan provocará por parte de Trump y los republicanos, el operador político explica por qué no les preocupa: "Los republicanos siempre nos van a pintar como que vamos a matar la economía y los empleos. Apoyamos una reforma que tal vez no es favorable para los negocios de la industria del carbón, en estados donde ganó Trump. Ese es y será siempre su argumento. Nosotros queremos estar en la misma página cuando hablamos del medio ambiente".


Los demócratas ven el Green New Deal como una oportunidad para unificar a las dos grandes facciones del partido. 2018 para ellos se trató no sólo de la reconquista exitosa del territorio perdido en 2016, también dejó claro que para ganar iban a necesitar de ambas facciones. Los progresistas alineados a la izquierda (Bernie, Ocasio, Warren) argumentaban que era necesario ser más audaces; mientras que los centristas del ala de Clinton y Obama defendían una posición moderada para atraer el voto indeciso. Al final del día ambos bandos tenían razón.


"Yo creo que hay oportunidades que el partido debería tomar para moverse más a la izquierda, apoyar a candidatos en distritos donde sí se pueda ganar, pero los progresistas tienen que entender que en ciertos distritos no se puede ser tan izquierdista", explica la fuente.


"Siempre está la eterna discusión. Son pleitos que tenemos dentro de la familia, es normal. Gente como AOC, que entró a un Congreso en una situación favorable, con una mayoría demócrata, no sólo tiene su voz e influencia gracias a los votantes de su distrito, sino gracias a que tiene la mayoría en la Cámara Baja, y esa mayoría se ganó también con candidatos moderados".

La congresista de 29 años se convierte en un fenómeno de masas y consigue colocar el socialismo en el corazón del debate político estadounidense.


El despacho de Alexandria Ocasio-Cortez llama a gritos desde el final de uno de los largos pasillos del edificio Cannon del Congreso. Un mural de post-its de colores a ambos lados de la entrada rompe la armonía en la hilera de oficinas uniformes por las que hay que pasar para llegar a la suya: la de Andy Levin, representante por Michigan; la de David Scott, por Georgia; o la de John Ractliffe, por Texas. Ninguno de ellos cuenta, tampoco, con el grupo de chicas en viaje de estudios que este miércoles monta guardia para ver en persona a la inquilina del número 229 como quien aguarda a Madonna a la salida de un concierto. “Está allí… ¡A-O-C!”, grita de repente una de las muchachas. “¡Te queremos!”, exclama otra. En efecto, como si de una estrella del pop se tratara, Ocasio-Cortez ha salido por una puerta secundaria. Al oír sus iniciales, convertidas ya en una suerte de marca personal, se gira y saluda con una sonrisa del tamaño del Capitolio.

Desde su debut en la Cámara de Representantes el pasado 3 de enero, Alexandria Ocasio-Cortez ha puesto Washington patas arriba. Convierte en oro mediático todo lo que toca, arrastra a hordas de millennials y ha colocado las propuestas más izquierdistas del espectro ideológico americano en el centro del debate. Para entender la magnitud del fenómeno que supone esta mujer de 29 años, la más joven de la historia en llegar al Congreso estadounidense, hay que recordar que hace poco más de un año se ganaba la vida tras la barra de una taquería en Nueva York. Su victoria en las primarias el pasado verano, frente a una vaca sagrada del Partido Demócrata, supuso una pica en el cielo. 
 

Su primer discurso en el pleno de la Cámara, de cuatro minutos, batió los récords de audiencia de la historia de C-SPAN, el canal que cubre la actividad parlamentaria. En apenas 12 horas ya lo había visto más de un millón de personas. Pero eso no es nada comparado con lo que pasaría semanas después. Su interrogatorio en una audiencia sobre la financiación de campañas, en la que expuso todos los agujeros por los que se puede colar la corrupción de políticos y de grandes empresas, ha roto parámetros en Internet con 37 millones de visualizaciones.

En las redes sociales baila claqué: ha creado una audiencia fiel en Instragram, donde cuenta el día a día menos conocido del Congreso, y su volumen de interacciones en Twitter supera al de cualquier gran medio informativo y cualquier otra figura demócrata, incluido Barack Obama, o republicana, con la excepción de Trump, el único que la supera, según un informe de Axios sobre un periodo que abarca del 17 de diciembre al 17 de enero.



“Ella produce una especie de efecto Oprah Winfrey. Oprah tiene un estatus de celebridad que hace que cuando presenta algo al público, una nueva crema, un nuevo libro, unas nuevas zapatillas de tenis… Todo el mundo se interesa, aquello se convierte en una fiebre. La política es diferente, pero está pasando algo parecido. Ocasio habla de cosas que a lo mejor se habían dicho antes, pero no habían logrado captar la atención de la gente de este modo”, explica por teléfono Stephanie Kelton, ex economista jefe de los demócratas para el Comité Presupuestario y ahora profesora de políticas públicas en la Stony Brook University.

“Lo consigue por una combinación de factores. Es muy dinámica, tiene sentido del humor, y es sobre todo muy auténtica, llega a la política sin haberse estado preparando años para hacerlo y tiene esa mirada refrescante sobre lo que pasa en Washington. ¿Ha visto lo que acaba de escribir sobre los indigentes?”, añade Kelton. El miércoles la congresista publicó la foto de una fila de personas sin hogar en un pasillo del Congreso denunciando lo que es una vieja práctica en la capital: los lobistas pagan a los pobres para que hagan cola por ellos antes de los comités o audiencias y así tiene un puesto asegurado en la sala. “Shock no llega ni de lejos a describir esto”, dijo.

Una pregunta que sus críticos hacen a menudo es cuánto de esta fanfarria se traducirá en legislación. No se suele esperar tanto de un congresista novato, menos en sus primeros meses en activo, pero todo lo que envuelve a la joven y atractiva Ocasio es excesivo, incluidas las expectativas. Lo que sí parece evidente es su capacidad de agitar el debate político y obligar al Partido Demócrata a plantearse -una vez más- su ser o no ser. Si el camino a la victoria de la Casa Blanca en 2020 pasa por conseguir amarrar el centro o por el giro a la izquierda.


Si algo demostró Bernie Sanders en 2016 es que los estadounidenses le están perdiendo el miedo al término "socialismo", y por mucho que Trump pretenda asociarlo a una debacle anticapitalista, le va a costar trabajo atacar estas propuestas cuando proyectos como un impuesto de 70% para los superricos y un sistema de salud universal están en su momento más popular a nivel nacional. La intención demócrata es clara: rebasar con grandes promesas al presidente populista por excelencia.

 Aunque a juzgar por lo que dice, la legisladora dista de estar bien informada y sus frecuentes meteduras de pata divierten enormemente a sus adversarios, muchos ven en ella la nueva cara del progresismo estadounidense y prevén que, después de adquirir más conocimientos, podría desempeñar un papel significante en la vida pública de la superpotencia.

El gurú actual de Ocasio-Cortez y la persona que, es de suponer, se encargará de su formación, es el senador Bernie Sanders, el que perdió ante Hillary Clinton en la interna demócrata de 2016. En aquel entonces, los operadores del partido lo hicieron tropezar porque creían que era demasiado izquierdista para Estados Unidos, un país en que –como en la Argentina–, la mayoría nunca se ha sentido atraída por el credo socialista, pero parecería que la debacle protagonizada por Hillary frente a Trump ha privado a la vieja guardia de su veto tradicional.

Por cierto, a los moderados que privilegian los consensos y buscan congraciarse con sectores amplios de la población no les sería del todo fácil frenar el avance del ala izquierda que cuenta con el apoyo entusiasta de legiones de estudiantes que son partidarios fervorosos de lo políticamente correcto y atacan con virulencia y hasta con violencia a quienes no comparten todos sus prejuicios.

Trump coincidirá con los demócratas moderados en cuanto a las posibilidades electorales de un eventual candidato radical aunque, claro está, preferiría no tener que enfrentarse con un moderado que no asusta a nadie. Por su propia experiencia, sabe que hay una diferencia muy grande entre las internas partidarias y las elecciones generales. Consiguió la nominación republicana contra la voluntad de los jerarcas del partido merced al respaldo popular. Cree que si los demócratas, presionados por las bases, optan por un candidato que podría acusar de extremismo, tendrá asegurada la reelección.

También se vería beneficiado por los esfuerzos de los aspirantes demócratas por complacer a quienes están pidiendo reformas drásticas. Para aplacar a los activistas, asumen posturas que antes les parecían negativas, transformándose de conservadores tibios en progresistas vehementes. Desgraciadamente para tales camaleones, hoy en día es maravillosamente fácil desenterrar evidencia de pecados ideológicos y, en ocasión, personales cometidos cinco, diez, veinte o treinta años atrás. Aunque Trump mismo se ha mostrado capaz de sobrevivir a las denuncias más escabrosas, los demócratas están pasando por una fase puritana y por lo tanto son menos tolerantes cuando es cuestión de los deslices de sus dirigentes.

Así, pues, una favorita de los halcones izquierdistas, la senadora Elizabeth Warren, tendría que superar el baldón que le supone haber fingido ser de ascendencia india, en su caso Cherokee, para disfrutar de las ventajas sustanciales que en Estados Unidos se otorgan a los integrantes de minorías étnicas; según una prueba de ADN a la que se sometió, a lo sumo tendría una pequeñísima gota de sangre indígena. A Trump le encanta mofarse de la senadora que sueña con desplazarlo; siempre la llama Pocahontas, el nombre de la hija de un jefe de una tribu de indios que habitaba Virginia que, a comienzos del siglo XVII, se casó con uno de los primeros colonos ingleses, lo que le mereció un lugar destacado en los libros de historia norteamericanos. Huelga decir que si Warren obtuviera la nominación demócrata, Trump y sus simpatizantes usarían el apodo burlón para que su campaña resultara ser una farsa.

Ahora bien, no es difícil entender el interés repentino de los demócratas norteamericanos en recetas izquierdistas para solucionar o, por lo menos, atenuar los muchos problemas de su país. Lo mismo que en Europa, se ha ensanchado la brecha económica que separa a los muy ricos de los demás, las incesantes innovaciones tecnológicas motivan más inquietud que esperanza y propende a intensificarse el desprecio que las elites sienten por quienes no respeten los valores a su juicio progresistas que reivindican.

Aunque en Estados Unidos, como en Europa, los más fascinados por las ideas izquierdistas propenden a ser los retoños de familias relativamente adineradas, mientras que son cada vez más los plebeyos que adoptan actitudes denostadas como derechistas, los demócratas apuestan a que la conducta errática de Trump, además de promesas de subsidios de todo tipo, les permita obtener los votos que necesitarían para expulsarlo de la presidencia.

Desde hace muchos años, los estrategas demócratas están procurando construir una gran coalición arco iris conformada por minorías que se suponen víctimas del sistema imperante, aseverándose solidarios con una multitud de grupos: negros, hispanos, musulmanes, feministas, homosexuales y transexuales. Creen que, sumados, les asegurarán una cantidad insuperable de votos.

En cuanto a los blancos que aún constituye al menos la mitad de la población, podrán hacer su aporte si se arrepienten y colaboran con el esfuerzo por depurar la sociedad de las consecuencias de los siglos de opresión racista y sexista que según los ideólogos está en la raíz de todos los problemas sociales de su país. Se trata de un rol que muchos que ocupan lugares clave en los medios y el mundo académico están más que dispuestos a cumplir.

Los muchos blancos de la clase media acomodada que sienten culpa por los crímenes que atribuyen a sus congéneres de generaciones anteriores son los militantes más eficaces de la “política de la identidad” que se ha amalgamado con una versión del socialismo para crear la ideología que está ganando terreno en el Partido Demócrata. ¿Podrían exportar a América latina lo que están fraguando? Puesto que modas que originaron en las universidades norteamericanas, como las del “yo también” de los feministas, del “matrimonio igualitario” y de la corrección política, pronto produjeron copias en la región, es de suponer que el neoizquierdismo norteamericano tendrá cierto impacto, aunque por ser tan diferentes las circunstancias sorprendería que cambiara mucho.




Elecciones 2019: La Pampa vota las PASO con una interna en Cambiemos

Internas definirán candidatos para el 19-M. Pero habrá pulseada real sólo entre PRO y UCR (PJ consensuó dupla). Se enfrentarán el diputado nacional Daniel Kroneberger (UCR) y Javier Mac Allister (PRO). La Casa Rosada provincializó la contienda intestina.



Daniel Kroneberger y Carlos Mac Allister


La Pampa será escenario este domingo de la bandera de largada para el festival de primarias y elecciones generales 2019 en todo el país, con un duelo en internas para definir candidatos a gobernador y vice, a intendentes (en 11 localidades) y a 30 diputados provinciales para los comicios del 19 de mayo, en los que se dirimirá la sucesión del justicialista Carlos Verna.

En rigor, la pulseada estará centrada en la alianza Frente Cambiemos, donde no lograron consensuar una fórmula y se enfrentarán en las urnas el diputado nacional radical Daniel Kroneberger (en dupla con Luis Evangelista) y el exsecretario de Deportes de Nación y fundador del PRO en La Pampa, Javier “Colo” Mac Allister (junto a Juan Carlos Passo -Unir-). Esta vez, el socialismo pegó el portazo y presentará candidato a gobernador por fuera.

El camino en la arena peronista, en cambio, está más allanado: el peronismo se puso entre ceja y ceja no repetir la amarga experiencia de las primarias parlamentarias nacionales de agosto de 2017, cuando las divisiones internas derivaron en un sorpresivo triunfo de Cambiemos (luego revertido en las generales), y proclamó ahora la unidad (incluido el kirchnerismo) detrás de la fórmula del diputado nacional Sergio Ziliotto (de alto perfil en las pujas en el Congreso) y el actual vicegobernador, Mariano Fernández.

Tempranamente, Verna declinó una eventual carrera reeleccionista para abocarse a un tratamiento oncológico. Pero fue ungido como el gran elector” y fue clave para terminar de cerrar la dupla de batalla por el Frente Justicialista Pampeano (Frejupa) .



Será el primer round provincial intestino en Cambiemos, en medio de los esfuerzos de la Casa Rosada para esquivar las internas en la coalición y sellar fórmulas de consenso entre el radicalismo y el PRO, como la que acaban de consagrar en Río Negro con el tándem femenino para la gobernación de Lorena Matzen y Flavia Boschi.

“Está muy pareja la elección”, aseguraron desde despachos nacionales a Ámbito Financiero respecto de la primaria de La Pampa. En rigor, no tuvieron en ningún momento la intención de “nacionalizar una votación que es PASO”, y menos en una provincia donde el peronismo, a priori, retendría el poder en las elecciones del 19 de mayo. Por el contrario, la estrategia de la Casa Rosada apuntó a “provincializar” la compulsa y, de hecho, no hubo desembarcos rutilantes de apoyo durante la campaña para apuntalar a Mac Allister.

Más de 200 mil pampeanos están en condiciones de votar en las “elecciones internas abiertas, obligatorias y simultáneas” -tal como figura en el decreto de convocatoria- para definir candidatos a gobernador y vice, a intendentes (en 11 localidades) y a 30 diputados provinciales titulares y 10 suplentes.

La contienda, sin embargo, arroja particularidades, a tono con la legislación local, ya que la “obligatoriedad” de la primaria apunta sólo a los partidos que no hayan consensuado una fórmula, y no a los ciudadanos. Y los afiliados sólo podrán sufragar en ese duelo, y no en el de otra fuerza, aunque sí tendrán libertad de acción los independientes. Según el padrón oficial pampeano, hay 246.517 personas habilitadas para sufragar, de las cuales 206.578 son independientes y sólo 39.939 están afiliados a algún partido político.

Con la fórmula para gobernador ya definida, el Frejupa sólo tendrá elecciones internas para los cargos de intendentes y concejales en once municipios (ver aparte),

La provincia está gobernada por el peronismo desde el retorno de la democracia. La oposición sueña con cambiar el signo político del distrito en los desdoblados comicios de mayo, una posibilidad que en principio hoy parece lejana. Pero del duelo del domingo podría brotar una novedad de peso: si Mac Allister logra imponerse en las primarias, el radicalismo se encontraría ante la incómoda postal de no presentar, por primera vez, un candidato a gobernador.

Elecciones adelantadas en España con una fuerte fragmentación entre el PSOE, Podemos, el PP, Ciudadanos y la ultraderecha

Sánchez adelanta las elecciones al 28 de abril con un panorama más fragmentado que nunca y una fuerte división entre los partidos de izquierda y de derecha


Desde la izquierda, Pablo Iglesias (Podemos), Pedro Sánchez (PSOE), Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Casado (PP).

España nunca votó con un espacio electoral tan fragmentado y, sin embargo, las opciones están ya muy claras. Los españoles decidirán el 28 de abril, la fecha elegida por Pedro Sánchez para el adelanto electoral, entre dos bloques muy definidos. Por un lado, el de la moción de censura, liderado por el PSOE, un partido que según todas las encuestas subirá pero tendrá muchas dificultades para sumar una mayoría con Podemos ahora que ha roto con los independentistas. Por otro, el bloque de centro derecha y ultraderecha —PP y Ciudadanos (Cs) con apoyo de Vox— que gobierna ya en Andalucía. Sánchez empezó ayer mismo la campaña y se colocó frente a “la derecha de Colón”. Albert Rivera, líder de Ciudadanos, rechaza un pacto con Sánchez y apuesta con claridad por el modelo andaluz para La Moncloa.

Los partidos consideran que el tema central que se imponga en la campaña decidirá el resultado de las elecciones. Si la derecha, en pleno juicio del procés, que dominará la escena los próximos meses, consigue llevar el debate al combate contra el independentismo, el PSOE y Podemos tienen poco que hacer. Se abrirá paso a un Gobierno a la italiana en el que se suman desde los liberales a los conservadores pero también la extrema derecha nacionalista española.

Si Sánchez logra su objetivo y el eje de la campaña es la discusión izquierda-derecha, tal vez pueda movilizar a la izquierda que se quedó masivamente en casa en las elecciones andaluzas —800.000 votos perdieron entre el PSOE y Podemos que se fueron mayoritariamente a la abstención— y dar la sorpresa.



EVOLUCIÓN DE VOTO EN LAS ELECCIONES GENERALES DESDE 1977

Elecciones al Congreso, en %



Estos eran los análisis que se manejaban ayer en las sedes de los partidos y que centraban los primeros discursos de campaña de sus líderes. El popular Pablo Casado prometía un 155 permanente. Rivera lucha ya para ser el líder del bloque de derechas. Irene Montero, de Podemos, lamentaba que se haya roto la alianza de la moción de censura que expulsó a Mariano Rajoy del poder el pasado 1 de junio. Y el propio Sánchez planteaba a los españoles la siguiente disyuntiva: elegir entre la llegada del “bloque de Colón” o la continuidad de un Gobierno que pese a lo efímero de su mandato ha demostrado, según él, que tiene un proyecto para reducir las desigualdades y también “para unir a España”.

“La derecha defiende una España en la que solo caben ellos, nosotros un país constitucional en el que caben todos”, sentenció el presidente. Sánchez ya ultima una campaña para desplegar la próxima semana y este sábado arranca con un gran mitin en Sevilla con Susana Díaz.

La tercera opción que rompería esos bloques, un acuerdo PSOE-Ciudadanos como el que firmaron en 2016, parece casi imposible. Albert Rivera insiste: no gobernará con Sánchez en ningún caso. “Me sorprende que me pongan a mí un cordón sanitario y no se lo pongan a la ultraderecha”, se quejó el presidente.

El eje izquierda-derecha y la sensación de víctima de dos extremos —la derecha y los independentistas— que no le han dejado gobernar son claves para el Gobierno en un combate en el que no parte como favorito. Los estrategas de Sánchez quieren aprovechar al máximo la foto de Rivera con Casado y el líder de Vox, Santiago Abascal, el pasado domingo en la manifestación por la unidad de España que se celebró en la plaza de Colón de Madrid. Los colaboradores del presidente consideran esta imagen un error de cálculo de quien es su gran rival junto a la abstención. Ambos partidos tienen votantes limítrofes.

Rivera piensa lo contrario y cree que él recibirá sin gran esfuerzo muchos votos socialistas españolistas. El líder de Ciudadanos ve claro que su verdadera batalla es ganarle al PP. Si lo logra, podría ser presidente del Gobierno, una hazaña impensable para un partido relativamente nuevo sin apenas poder territorial. Sánchez cree que Rivera le hace un favor consolidando el eje PP-Cs-Vox, que él utilizará para movilizar a la izquierda, pero el político catalán cree que el problema lo tienen los dos grandes partidos, que siguen perdiendo apoyos, como se ha visto en Andalucía, mientras él no para de subir.

Casado, en su durísima batalla por frenar la sangría hacia Vox, no tiene ningún problema en defender los pactos con ellos y derechizarse para recuperar ese espacio de lo que no deja de ser una escisión del PP, lo que favorece también el discurso del eje de derechas.
Resultado imprevisible

El resultado es imprevisible, sobre todo por el sistema de reparto de escaños por provincias. En muchas de las circunscripciones, las más pequeñas, se reparten solo tres actas y hay cinco opciones con posibilidades —PSOE, PP, Podemos, Ciudadanos y Vox—. La asignación de escaños puede depender de un puñado de votos.

Sánchez quería agotar la legislatura, pero solo logró resistir ocho meses. Los españoles irán dos veces a las urnas en un mes —el 26 de mayo hay autonómicas, municipales y europeas— y la campaña se hará en plena Semana Santa. Y serán las terceras elecciones generales en poco más de tres años.

Acostumbrado a la supervivencia al límite, Sánchez se enfrenta a otra una batalla a todo o nada. El presidente ganó las primarias del PSOE empujado por la rabia de los militantes contra la dirección que lo había echado. Ahora quiere ganar con la indignación de la izquierda por la caída del Gobierno. Pero esta vez no votan sus militantes, sino todos los españoles, y con un escenario muy fragmentado que hace mucho más difícil la contienda y la formación de gobierno, que podría retrasarse varios meses con las municipales en el camino. El vértigo a la italianización ha venido para quedarse en el que fuera uno de los países políticamente más estables de Europa. Como suele decir el expresidente Felipe González, lo que falta son italianos para gestionarlo.


Unas elecciones generales más inciertas de lo que parece

Las encuestas dan ventaja al bloque de PP, Vox y Ciudadanos, pero su margen en escaños es estrechísimo. Otros resultados son perfectamente posibles







Las elecciones llegan cuando las encuestas dan ventaja a la derecha. Según el promedio de sondeos de EL PAÍS, el PSOE marcharía primero rondando el 24% de votos y le seguirían PP (21%), Ciudadanos (18%), Unidos Podemos (15%) y Vox (11%). Este es el primer escenario: un resultado así daría la victoria al bloque de PP, Vox y Ciudadanos. Sin embargo, su ventaja es más estrecha de lo que puede parecer a primera vista.

Las encuestas dicen que la mayoría de derechas es el resultado más probable, pero no muy probable. PP, Ciudadanos y Vox obtendrían alrededor de 177 escaños, que es una suma precaria: los sondeos dicen que esa mayoría tiene sus opciones al 50 por ciento y que es casi tan probable que ocurra como que no ocurra.

¿Qué cálculos habrán hecho en Moncloa para decidirse a convocar las elecciones el 28 de abril? Confiarán en reactivar al electorado de izquierdas aprovechando el clima de polarización y presentando a Vox como la amenaza a combatir yendo a votar. Y quizás estén contando, también, con un “efecto urnas” que movilice a los suyos y equilibre la mayor activación que se observa a su derecha. A menudo, es más fácil estar desmotivado delante de un encuestador (y decirle que estás indeciso o que no puedes contestarle justo ahora) que quedarte en casa cuando realmente eres llamado a votar.

Por eso no es descabellado que la izquierda piense en remontar. La mayoría de PP, Vox y Ciudadanos es muy justa en escaños, a pesar de que el viento sopla a su favor: las encuestas les dan un 49% de votos, que es una cifra con pocos precedentes. En 2016 el centro-derecha y la derecha se quedó en el 46% de votos y en 2015 en el 43%. En realidad esa mitad del electorado solo se acercó al 49% de votos en 2011, después de siete años de Gobierno socialista y en plena crisis, cuando la suma de PP y UPyD obtuvo un 49,3% de votos.

Escenario 2: sube la izquierda

En realidad, basta un error normal en las encuestas para cambiar las mayorías viables. Imaginemos, por ejemplo, que efectivamente se produce una reactivación de la izquierda y que PSOE y Unidos Podemos consiguen batir las encuestas actuales en 3,2 puntos.



En ese escenario, la suma de PP, Vox y Ciudadanos perdería probablemente la mayoría y se abrirían dos alternativas alrededor del PSOE. El partido del gobierno sumaría más de 176 escaños con Unidos Podemos y todos (o algunos) de los partidos periféricos (ERC, PDeCat, PNV, etcétera). Además, la suma de PSOE y Ciudadanos podría alcanzar también la mayoría, siempre que ambos partidos mantuviesen la fuerza relativa que exhiben dentro de sus bloques.

No es un escenario arbitrario. Esos 3,2 puntos de desviación respecto de las encuestas actuales se corresponden con el error medio de los sondeos en España a 60 días de unas elecciones, según un análisis de todas las generales desde 1986. Y ese es solo el error medio; no sería raro que las encuestas se desviasen más aún del resultado final.
Escenario 3: sube la derecha

Un ascenso de la derecha parece menos probable porque tiene en su contra el argumento de la “regresión a la media” (en 2015 y 2016 la derecha tuvo un resultado peor de lo que apuntan ahora las encuestas y eso hace más fácil que retrocedan en lugar de que sigan subiendo). Pero eso no es una garantía. Las encuestas podrían estar quedándose cortas con la fuerza de la derecha, o como pasó en Andalucía, minusvalorar la desactivación de la izquierda.

El siguiente gráfico muestra un escenario donde la suma de PP, Cs y Vox mejora sus sondeos actuales en 3,2 puntos. En ese caso, la mayoría de los tres partidos de la derecha sería mucho más probable y aumentarían las opciones para un acuerdo entre PP y Ciudadanos que excluyese a Vox y se apoyase, quizás, en Coalición Canaria y el PNV.



Estos tres escenarios reflejan la incertidumbre de unas elecciones que se acaban de convocar. Demuestran que desviaciones normales de los sondeos, en sentido estadístico, pueden abrir y cerrar posibles mayorías. Y solo hemos jugado con los votos de los bloques. Cambios en los apoyos de cada partido —por ejemplo, si Unidos Podemos creciese a costa del PSOE o si el PP se hundiese en beneficio de Vox—, también tienen efectos determinantes sobre las mayorías y los posibles gobiernos.

Metodología. Estos números son un ejercicio de aproximación. Primero, porque la encuestas siempre lo son; segundo, porque no han parado de moverse en el último año; y tercero, porque la convocatoria electoral podría cambiar la dinámica electoral.

Promedio de encuestas. El promedio tienen en cuenta decenas de sondeos para mejorar su precisión. Los datos han sido recopilados en su mayoría en Wikipedia. En el caso del CIS se incluyen una estimación propia a partir de sus datos en brutos. El promedio está ponderado para dar distinto peso a cada encuesta según tres factores: el tamaño de la muestra, la casa encuestadora y la fecha. Ahora mismo ese promedio arroja los siguientes resultados: PSOE 24% de votos, PP 21%, Ciudadanos 18%, Unidos Podemos 15% y Vox 11%.

Estimación de escaños. El cálculo de diputados consiste en tres pasos: 1) tomamos el promedio de encuestas a nivel nacional, 2) distribuimos el total de votos sobre cada provincia, tomando como referencia los resultados electorales de 2016, y 3) calculamos los escaños en cada provincia aplicando el método D’Hondt. El voto de PP, PSOE, Ciudadanos Unidos Podemos y el resto de partidos lo proyectamos sobre cada provincia tomando el resultado de 2016 como referencia. La única excepción es Vox, por ser un partido prácticamente nuevo. En su caso usamos los datos de transferencias desde el resto de partidos. Sabemos por encuestas (del CIS, Celeste-tel, Metroscopia e IMOP) que alrededor del 60% de los votantes de Vox vienen del PP, un 18% de Ciudadanos, un 3% del PSOE, un 4,5% de Podemos y un 15% de la abstención. Estimamos el voto de Vox en cada provincia a partir del voto de esos partidos en 2016, asumiendo que los flujos son iguales en todas.

El error de las encuestas en España. El error absoluto medio (MAE) de los promedios de encuestas en España ha rondado los 2 puntos por partido (según una base de datos que hemos construido con todas las elecciones generales desde 1986). Pero esos errores dependen de dos cosas: del tamaño del partido y de la cercanía de las elecciones. Para tener en cuenta esos factores hemos recurrido a la base de datos de Jennings y Wlezien, recientemente publicada en Nature. Hemos analizado los errores de más de 4.100 encuestas en 241 elecciones de 19 países occidentales. Así hemos construido un modelo sencillo que estima el error MAE del promedio de votos estimado por las encuestas para cada partido, teniendo en cuenta: i) su tamaño (es más fácil estimar un partido que ronda el 5% de votos que uno que supera el 30%), y ii) los días que faltan hasta las elecciones (porque las encuestas mejoran al final). De acuerdo con ese modelo, el error medio esperado para un partido con el 20% de votos es de 2,3 puntos la última semana y de 3,2 puntos cuando todavía quedan 60 días para la votación. El margen de error (al 95% de confianza) supera los 5 puntos la última semana y casi alcanza los 8 cuando quedan 60 días.

Avianca Argentina entró en concurso

Planeaba explotar 16 rutas en el país, pero sólo cuenta con dos aviones en funcionamiento.




Era el emblema de "la revolución de los aviones", pero falló. La empresa Avianca Argentina inició el procedimiento preventivo de crisis a los fines de afrontar la difícil situación por la que atraviesa la compañía, luego de haber tenido que dar marcha atrás en los proyectos de ampliación de su flota y de tener que devolver el Airbus 320 con el que tenía previsto iniciar los vuelos entre Buenos Aires y San Pablo.

El CEO de la empresa, Carlos Colunga confirmó que el trámite se inició en la secretaría de Trabajo de Nación, con la finalidad de encontrar una salida, ya que "tenemos 80 pilotos para dos aviones y la situación se hace así insostenible".

"Nosotros proyectamos contar con cuatro aviones y por eso tomamos y capacitamos pilotos, pero el dólar duplicó su valor y el combustible subió de manera desproporcionada, lo que hizo imposible que trajésemos los dos aviones que teníamos previstos", dijo Colunga.

Por el momento, Avianca no adeuda el pago de sueldos, pero desde APLA, el gremio que nuclea a los pilotos, aseguraron que desde su inicio -hace un año y medio- no ajustó nunca los salarios por inflación, a pesar que las negociaciones avanzaron en ese sentido, sin llegar a ser firmadas, y que en 2018 el alza del costo de vida fue del 47%.

Según trascendió, con el procedimiento preventivo busca reducir los actuales sueldos al 75% y suspender los convenios colectivos de trabajo.

También trascendió que la empresa canceló los cursos en simuladores de vuelo a sus pilotos que tenían previsto realizarlos durante el mes de febrero. Estiman que se debe a una deuda con la empresa que provee los cursos en simuladores.


La revolución de los aviones parece haber durado poco. Los costos operativos aumentaron con creces tras la fuerte devaluación del peso de mediados del año pasado, a lo que se le suma la inflación local.

Sin embargo, los precios de los pasajes son cada vez más bajos, en función del ingreso de nuevos competidores, que buscan ganar mercado con estrategias agresivas en tarifas. A las low cost Flybondi (que despegó en enero de 2018) y Norwegian (en octubre pasado) se acaba de sumar JetSmart, que lanzó pasajes promocionales a $ 1 y empieza a volar rutas de cabotaje en abril.

En su comienzo, Avianca había anunciado un acuerdo con el gobierno de Tucumán para instalar allí su hub (centro de conexión de vuelos), proyecto que nunca prosperó. También tenía previsto sumar 12 aviones ATR 72, turbohélices, pero sólo cuenta con dos aeronaves en funcionamiento. Y opera cinco rutas desde Buenos Aires: a Mar del Plata, Rosario, Santa Fe, Reconquista y Río Hondo, ésta última, inaugurada en diciembre pasado.

En el sector se rumorea que, en breve, la empresa podría dejar de operar a Rosario, algo que no fue confirmado por el momento por Avianca.

La aerolínea pertenece a Synergy Group, del empresario Germán Efromovich, principal accionista de Avianca Holdings. Aterrizó en el país con la compra de Macair Jet (la compaía aérea de la familia Macri) en marzo de 2016 había recibido la autorización para explotar 16 rutas en el país tras la primera audiencia convocada por el Gobierno, en diciembre de 2016, de las cuales dos eran internacionales, a Brasil y Uruguay.

Planeaba iniciar estas dos últimas rutas antes de fines de 2018, pero finalmente no lo hizo. En el sector comentaron que había llegado un A320 al país para iniciar rutas internacionales; el avión era le era subalquilado por Avianca Brasil, que a su vez lo tenía bajo contrato de leasing. Pero con la crisis de la empresa brasileña el avión retornó al país vecino, sin llegar a operar para Avianca Argentina.

Estados Unidos analiza una multa multimillonaria a Facebook por las fallas de privacidad

Se podría tratar de la sanción más grande que se le haya impuesto a una compañía tecnológica.

Facebook vuelve a estar en el ojo de las críticas por la privacidad.


Mark Zuckerberg arrancó el 2019 con nuevas noticias negativas para su empresa. Mientras la Unión Europa busca proteger a sus medios y a su industria cultural de los gigantes tecnológicos como Google y Facebook, el Gobierno de Estados Unidos negocia con la red social para aplicarle una sanción multimillonaria por su falla en la gestión de la privacidad de los usuarios.

La multa la impulsa la Comisión Federal del Comercio, una agencia gubernamental encargada de velar por los derechos de los consumidores y por la libre competencia, que exige a la red social que asuma la responsabilidad por los múltiples escándalos destapados en los últimos tiempos relativos a su gestión de la privacidad.

El Washington Post citó a dos "fuentes cercanas a las negociaciones que pidieron el anonimato", de acuerdo con las cuales Facebook se mostró "preocupado" ante las exigencias de la Comisión. Las fuentes del diario estadounidense también indicaron que, por el momento, las dos partes todavía no acordaron una cifra exacta.


Los números que maneja por ahora la Administración estadounidense superarían los 22,5 millones impuestos a Google en 2012 y por tanto, de concretarse, sería la sanción más alta jamás impuesta a una compañía tecnológica por no respetar la privacidad de los usuarios.

En caso de que no se alcance un acuerdo extrajudicial, la Comisión Federal del Comercio podría iniciar una demanda contra la compañía que dirige Mark Zuckerberg.
El escándalo de Cambridge Analytica

Durante los últimos años, Facebook se vio implicada en numerosos escándalos relativos a su gestión de la privacidad. En 2018, se publicó que la consultora Cambridge Analytica habría utilizado su plataforma para obtener datos de 87 millones de personas que habrían sido utilizados en las elecciones presidenciales de Estados Unidos a favor de la elección de Donald Trump.

Con el correr de las semanas, se reveló que el número de usuarios afectados podría haber sido aún mayor. ¿Cómo sucedió? Un profesor universitario ruso llamado Aleksandr Kogan generó en 2014 un cuestionario a través de Facebook. Unos 270 mil usuarios completaron las preguntas y autorizaron a entregar sus datos privados. Con solo un "click" entregaban también información de sus “amigos”. Por eso, los datos recopilados fueron de 50 millones de perfiles. Kogan le vendió ese caudal a la agencia Cambridge Analytica por 800 mil dólares.

Un año después, Facebook cambió su política de privacidad para evitar que aplicaciones externas (como juegos, encuestas, concursos, etc) se quedaran con los datos de los usuarios. Recién en 2016 Facebook, que sabía de la venta de esa base de datos, accionó exigiendo a la agencia Cambridge que borrara la información recolectada. La agencia no lo hizo y Facebook ahora dice que llevará el caso a la justicia.

Cambridge Analytica habría sido creada para diseñar una estrategia que llevaría a Donald Trump a la Casa Blanca. Se presume que los perfiles de los 50 millones de usuarios de Facebook permitieron "identificar la personalidad de los votantes e influir en su comportamiento", según informó en su artículo el New York Times. En una declaración a ese diario, la consultora reconoció que había obtenido los datos, aunque culpó a Kogan por violar las reglas de Facebook y dijo que había eliminado la información tan pronto como se enteró del problema hace dos años.

En marzo del pasado año, la Comisión Federal de Comercio (FTC) confirmó que investigaba a la empresa de Mark Zuckerberg tras la filtración de datos y anunció que usaría "todas sus herramientas" para proteger la privacidad de los consumidores.

Angela Merkel 2005


Trump le dijo al presidente de Portugal que si Cristiano Ronaldo se presenta le gana la presidencia



Donald Trump recibió en la Casa Blanca al presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y los comentarios futboleros sobre CR7 no faltaron en la reunión. "¿Cristiano se presentará alguna vez a elecciones contra usted? No ganaría", comentó el mandatario estadounidense entre risas. El portugués le devolvió la chicana : "Presidente debo decirle que Portugal no es como Estados Unidos".

NY Observer Op-Ed Claims Burson-Marsteller Hired By Muslim Brotherhood After Rejecting Israel




– Everything PR Reveals Quote Came From Norway Burson CEO –

An op-ed by Ronn Torossian in The NY Observer asserts – with proof – that the WPP-Public Relations unit, Burson-Marsteller has been hired by The Ennahdha Party, which is the Tunisian Muslim Brotherhood – while Burson refused an engagement from The State of Israel.

Torossian’s op-ed documents how Burson-Marsteller “refused to work with the democratic nation of Israel to help the tiny Jewish state improve its image. In turning down a potential $3.5 million engagement, Sigurd Grytten, Burson-Marsteller’s Managing Director said, “We will not deliver tender to such a project… we are running a commercial venture. If we accept this project, this will create a great amount of negative reactions … Israel is a particularly controversial project.”

Government filings “reveal that the PR agency has been hired to improve the foreign image of Tunisia’s Ennahda Party, the Muslim Brotherhood of Tunisia. They will “arrange meetings between Ennahdha representatives and stakeholders” and provide Ennahda “support on media and stakeholder outreach in advance of upcoming elections.” His op-ed – which may be read in full here claims that “this Washington, D.C. PR firm will not work with Israel – but will represent Tunisia’s Muslim Brotherhood Party.”

Burson-Marsteller’s response appears on their home page, claiming: “This firm has no policy about whether or not to represent Israel.” They continue “Further, the employee he refers to no longer works at Burson-Marsteller and has not worked at the firm since 2012. He was never a member of the firm’s global leadership. His sole role was to head our office in Norway. That employee, in fact, was responding to a hypothetical question from a journalist in 2011 about representing Israel in Norway. He answered hypothetically on his own without consulting anyone in the leadership of the firm, and his answer does not reflect the policy of this firm.”

While Burson attempts to paint Grytten as the Anti-Semite, the attachment shows that Sigurt Grytten was CEO of Burson-Marsteller Norway. Further, a quote from Jeremy Galbraith, CEO of Burson-Marsteller EMEA thanking him for his service notes, “I would also like to thank Sigurd for everything he has done for Burson-Marsteller and hope we will have the chance to work together again in the future.”

That release remains available at: http://www.burson-marsteller.com/press-release/morten-pettersen-becomes-ceo-of-burson-marsteller-norway/#sthash.snBaZg5F.dpuf


No record of condemnation or refuting the refusal of Israel can be found. Further, Burson-Marsteller would not confirm to The Observer that they would represent Israel. The PR firm’s CEO, Don Baer, is a former Clinton White House Staffer and regarded as close to Hillary Clinton. Social media has seen thousands of comments in anger against Burson-Marsteller.

¿Cuán democrático es el euro?

Michele Tantussi


DANI RODRIK

 La reciente decisión del presidente de Italia de vetar la designación del euroescéptico Paolo Savona como ministro de finanzas del gobierno propuesto por la coalición Movimiento Cinco Estrellas‑Liga, ¿protegió o debilitó la democracia del país? Más allá de las normas constitucionales italianas, la pregunta apunta al núcleo de la legitimidad democrática, y plantea cuestiones difíciles que es preciso encarar con precisión y honestidad para devolver la salud a nuestras democracias liberales.


El euro es un compromiso con un tratado del que no hay un modo claro de salir, dentro de las reglas de juego vigentes. El presidente Sergio Mattarella y sus defensores señalan que en la campaña electoral que llevó al poder a la coalición  no se debatió abandonar el euro, y que la designación de Savona implicaba riesgo de crisis financiera y caos económico. Los detractores de Mattarella sostienen que abusó de su autoridad y permitió a los mercados financieros vetar la designación de un ministro seleccionado por un gobierno popularmente electo.

Al adoptar el euro, Italia cedió la soberanía monetaria a un órgano de decisión independiente externo, el Banco Central Europeo. También adoptó compromisos específicos en relación con el manejo de su política fiscal, aunque estos no son tan restrictivos como los que enmarcan la política monetaria. Estas obligaciones ponen límites reales a las opciones de las autoridades italianas en materia de política macroeconómica. En particular, la ausencia de una moneda nacional implica que los italianos no pueden elegir metas de inflación propias o devaluar su moneda en relación con las divisas extranjeras. También tienen que mantener el déficit fiscal por debajo de ciertos límites.

Imponer restricciones externas a la formulación de políticas no es necesariamente incompatible con la democracia. A veces tiene sentido que el electorado se ate las manos si eso ayuda a conseguir resultados mejores. Es la base del principio de “delegación democrática”: a veces las democracias funcionan mejor cuando delegan algunos aspectos de la toma de decisiones a organismos independientes.

El caso de manual de la delegación democrática es cuando hay necesidad imperiosa de un compromiso creíble con un curso de acción en particular. Tal vez el ejemplo más claro sea la política monetaria. Muchos economistas sostienen que los bancos centrales pueden usar una política monetaria expansiva para estimular la actividad económica y el empleo, sólo si pueden producir inflación inesperada en el corto plazo. Pero como las expectativas se adaptan a la conducta del banco central, la política monetaria discrecional termina siendo vana: genera inflación pero no aumenta la producción o el empleo. De modo que es mucho mejor aislar la política monetaria de las presiones políticas, delegándola para ello a bancos centrales tecnocráticos e independientes encargados de un único objetivo: mantener la estabilidad de precios.

Superficialmente, el euro y el BCE pueden verse como la solución a este dilema inflacionario en el contexto europeo. Ambos protegen al electorado italiano de tendencias inflacionarias contraproducentes de sus políticos. Pero en el caso de Europa hay ciertas peculiaridades que siembran dudas sobre el argumento de la delegación democrática.


Básicamente, el BCE es una institución internacional responsable por la política monetaria de toda la eurozona, no sólo de Italia. Eso lo hará, en general, menos sensible a las circunstancias económicas italianas que un banco central puramente italiano pero igualmente independiente. Este problema se agrava por el hecho de que el BCE elige una meta de inflación propia, que desde 2003 ha definido como “inferior, pero cercana al 2% en el mediano plazo”.

Es difícil justificar la delegación de la meta de inflación en sí a tecnócratas no electos. Cuando un país de la eurozona se enfrenta a una caída de la demanda, esa meta determina cuánta deflación de salarios y precios deberá soportar para reajustarse (a menor meta, más deflación). Hay buenos argumentos económicos para sostener que después de la crisis del euro, el BCE tendría que haber subido la meta de inflación para ayudar a los países del sur de Europa a no perder competitividad. En este caso, es probable que la independencia política haya sido perjudicial.

Como explica Paul Tucker (ex subdirector del Banco de Inglaterra) en su magistral nuevo libro Unelected Power: The Quest for Legitimacy in Central Banking and the Administrative State [Poder no electo: la búsqueda de legitimidad en los bancos centrales y el Estado administrativo], los argumentos para la delegación democrática son complejos. Una cosa son los objetivos y otra el modo de implementarlos. En la medida en que aquellos impliquen consecuencias distributivas o tensiones entre aspiraciones contrapuestas (por ejemplo, empleo contra estabilidad de precios), deben determinarse a través de la deliberación política. A lo sumo, se justifica delegar el manejo de los medios para la búsqueda de objetivos políticamente determinados. Tucker sostiene con razón que pocos órganos independientes se basan en una aplicación cuidadosa de principios que pasarían la prueba de la legitimidad democrática.

Esta falencia es mucho peor en el caso de la delegación a organismos internacionales o tratados. Demasiadas veces, en vez de subsanar imperfecciones democráticas en el país firmante, los compromisos económicos internacionales privilegian intereses corporativos o financieros, y menoscaban la negociación social nacional. El déficit de legitimidad de la Unión Europea deriva de la sospecha popular de que sus esquemas institucionales se han alejado demasiado de lo primero hacia lo segundo. Y al citar la reacción de los mercados financieros como justificación para vetar a Savona, Mattarella reforzó estas sospechas.

Para que el euro (y de hecho, la UE) sigan siendo viables y a la vez democráticos, las autoridades deben prestar más atención a los demandantes requisitos de la delegación de decisiones a organismos no electos. Esto no implica resistir a toda costa la cesión de soberanía a organismos supranacionales, sino reconocer que las preferencias de economistas y otros tecnócratas por sí mismas rara vez confieren a las políticas legitimidad democrática suficiente. La delegación de soberanía sólo debería promoverse cuando realmente haga funcionar mejor a las democracias en el largo plazo, no cuando meramente favorece los intereses de élites globalistas.

Lousteau se debate entre competir contra Macri y contra Larreta

Macri quiere convencer a Lousteau para que vaya de senador
La Casa Rosada no quiere que compita en la primaria presidencial. El ex ministro no descarta ir por la Ciudad con lista corta.



Mauricio Macri invitó a Martín Lousteau a la gira que comienza este viernes por India y Vietnam, y espera que los aires asiáticos lo ayuden a convencer al ex ministro de Economía de que desista de sus planes de presentarse a la primaria presidencial de Cambiemos y, a cambio, encabece la nómina de senadores nacionales por la Ciudad de Buenos Aires.

La posible candidatura presidencial de Lousteau recibió esta semana una fuerte señal de respaldo de parte de Alfredo Cornejo, aunque la sola idea de enfrentar a Macri ya genera divisiones y peleas en el radicalismo, donde un sector importante no quiere irritar a la Casa Rosada.

Este medio también adelantó que Marcos Peña rechaza de plano la posibilidad de que Macri tenga un rival en las PASO, y este viernes desde el Gobierno hicieron trascender que no existe la posibilidad de que Lousteau vaya a la interna. No obstante, otra parte del PRO no lo ve tan mal y creen que aportaría volumen a Cambiemos y ayudaría a sumar desencantados.

La candidatura de Lousteau divide al radicalismo y tensiona a Marcos Peña

La negativa de la Rosada a habilitarle una interna disparó las especulaciones sobre el futuro electoral de Lousteau. Algunas fuentes dan por hecho que el economista arregló con Macri ir como senador nacional por la CABA, pero en su entorno lo negaron ante la consulta de LPO. Esta sería la idea que más seduce al Presidente, que buscará convencerlo para que acepte.

Otra opción que circula como probable es que Lousteau vuelva a presentarse como candidato a jefe de Gobierno porteño, algo que ya parecía descartado. En este caso, como sucedió en las últimas elecciones, tampoco le habilitarían la interna y se vería obligado a ir por afuera de Cambiemos.

Para no romper definitivamente con Macri, la idea en ese caso sería que Lousteau compita con una boleta corta sólo en las categorías jefe de gobierno, legisladores porteños y comuneros. Sería una especie de ruptura a medias y en su espacio creen que no sería una buena opción una boleta de tres cuerpos contra la de siete del resto de las fuerzas.

En el gobierno porteño descreen de esta posibilidad. "Lo que quiere hoy Lousteau es una interna con Macri", sostienen en el entorno de Horacio Rodríguez Larreta, donde también afirman que tampoco está cerrada la candidatura a senador.

El primer lugar de la nómina para la Cámara alta por la Ciudad será la principal prenda de negociación de Macri y Larreta, por lo que en el PRO dicen que la definición quedará para el final de las negociaciones. Por lo pronto, el senador Federico Pinedo ya sabe que no irá por la reelección y prepara las valijas para irse de embajador a Londres.

"Feriazo": incidentes y gases lacrimógenos entre policías y productores

Los productores habíar llevado un total de 8 mil kilos de vreduras para vernderlas a un precio de $10 por kilo. Las fuerzas de seguridad de la Ciudad le confiscaron la mercadería

Tensión entre policías y manifestantes. (Crónica/Pérez Re)
Tensión entre policías y manifestantes. (Crónica/Pérez Re)

Varias personas se acercaron para llevarse verduras. (Crónica/Pérez Re)
Varias personas se acercaron para llevarse verduras. (Crónica/Pérez Re)
Tiraron gases lacrimógenos. (Crónica/Pérez Re)
Varias personas se acercaron para llevarse verduras. (Crónica/Pérez Re)











Momentos de extrema tensión se vivieron en la Plaza Constitución, donde productores de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) se enfrentaron con efectivos policiales mientras se disponían a realizar una nueva edición del "feriazo", en la cual se iban a vender 8.000 kilos de verduras a un precio de 10 pesos por kilo.

Teniendo en cuenta que el gobierno porteño había prohibido que se llevaran a cabo los "feriazos" en cualquier plaza de la Ciudad de Buenos Aires, los incidentes que empañaron la jornada se veían venir. A primera hora, Juan Pablo De La Villa (UTT) le había comentado a Crónica que llegaron a este "feriazo" con la particularidad de la prohibición del gobierno de la ciudad de continuar con los mismos en espacios públicos. "Sin embargo, logramos que 80 mil vecinos reciban más de 200 mil kilos de verdura, y después de eso el gobierno dijo que las plazas quedan sucias y es un presupuesto muy alto que genera el 'feriazo'. Es inadmisible pese al hambre que hay en la sociedad y el acercamiento de la gente, el gobierno se fije si la plaza queda sucia o no", disparó.

Sin embargo, luego de las 10 del viernes, varios efectivos de la Policía de la Ciudad se acercaron al sector donde los productores estaban armando el gazebo con carteles y colocando los cajones de verduras para comenzar a vender, pero el ambiente comenzó a caldearse cuando uno de los jefes del operativo se acercó a uno de los productores, y le comentó sobre la ordenanza que prohibía la instalación del puesto.
La Policía se llevó la verdura. (Crónica/Fernando Pérez Re)

A todo esto, la venta comenzó y la gente se llevaba sus bolsas de mercadería (con espinaca, acelga, lechuga, rábano, puerro, berenjena, tomate, morrón, entre otras hortalizas) a 10 pesos el kilo o paquete. Sólo pudieron llevarse a cabo unas pocas ventas, ya que los incidentes comenzaron y todo se desmadró.

Primero fueron insultos e increpaciones por parte de la gente a los oficiales, y luego empezaron a volar verduras y objetos, y los agentes del orden comenzaron a disparar balas de goma y gas pimienta que impactó en varias personas que estaban en la zona, sean productores, transeúntes o periodistas.

La zona se colmó de agentes de infantería, patrulleros, motos y hasta una camioneta de Bomberos, y tras varios minutos de incidentes llegó la calma, ya que los productores retrocedieron varios metros y la infantería ganó el lugar donde estaba ubicado el gazebo. En tanto, una camioneta secuestró todos los cajones de mercadería que estaban instalados para la venta (ya que dos camionetas que tenían más kilos de verduras se fueron sin bajarlas) y fueron llevados por la policía tras los incidentes, que no arrojaron detenidos o heridos.

Finalmente, Clara que había logrado comprar algo en el "feriazo", comentó: "Esto es una vergüenza, no pueden prohibir al pueblo que compre verdura más barata".

Cuando los feriantes se disponían a poner los gacebos para distribuir la mercadería, pese a advertencias previas de que no tenían permiso para hacerlo, los efectivos reprimieron el accionar con gas lacrimógeno y balas de goma.

Además, miembros del Gobierno de la Ciudad confiscaron los cajones con mercadería. En modo de protesta, los manifestantes arrojaron cajones de verdura contra el cordón policial.

Acorralado, Pedro Sánchez adelantó las elecciones en España

Tras el fracaso de los presupuestos y cuestionado por negociar con los catalanes, el socialista se arriesga a una elección compleja.



A poco menos de nueve meses de llegar al poder y acorralado por la oposición, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, confirmó este viernes que adelanta las elecciones legislativas nacionales, donde asoma un panorama complicado para el socialismo.

En una conferencia de prensa en el Palacio de la Moncloa, Sánchez confirmó que anticipa las elecciones para el 28 de abril próximo, una posibilidad que había hecho trascender a comienzos de la semana en el último intento para destrabar la aprobación del presupuesto, algo que finalmente no sucedió

El socialista dijo que sede del Ejecutivo, explicó que "entre no hacer nada y gobernar con unos presupuestos que no son los nuestros" -en alusión a los prorrogados de 2018- y "dar la palabra a los españoles", elige la segunda opción, ya que lo que decidan los ciudadanos "siempre será un gran acierto".

Sánchez, cuyo Partido Socialista (PSOE) tiene una débil posición en el Congreso, reprochó la actitud de la oposición de derecha contra lo que consideró numerosas medidas sociales en el Parlamento. También criticó la excesiva polarización que ha generado la tensión independentista en Cataluña.

Los partidos secesionistas catalanes bloquearon los presupuestos de Sánchez debido a que éste rechazó la "autodeterminación" que le exigían. El socialista reiteró hoy su disposición al diálogo con los catalanes "dentro de la Constitución y de la ley".

El llamado a elecciones anticipadas es una consecuencia de la frágil mayoría que consiguió Sánchez en junio del año pasado, cuando en una arriesgada jugada logró ganar una moción de censura contra el anterior jefe del Gobierno, el conservador Mariano Rajoy. Para eso sumó los votos de los izquierdistas de Podemos, los nacionalistas vascos y los independentistas catalanes.

A partir de allí, Sánchez tuvo un exiguo apoyo parlamentario: las 84 bancas del socialismo y las 67 de Podemos, sobre un total de 350 escaños. En tanto, el Partido Popular tiene 134 diputados y Ciudadanos 32. El resto pertenecen a independentistas vascos y catalanes y partidos regionales. Al perder el apoyo de los catalanes, el socialista quedó sin margen para gobernar.

Sánchez también perdió una batalla interna en el socialismo. El presidente pretendía unificar las elecciones nacionales con las autonómicas y municipales del 26 de mayo, pero el poder territorial del PSOE lo resistió. "Es mejor no mezclar" los comicios, se limitó a afirmar el socialista.

Los primeros análisis dan un panorama oscuro para el socialismo. Sánchez lidera las encuestas pero está lejos de un número que lo acerque a poder conformar gobierno. Se descuenta que podría acordar con Podemos, pero la formación de Pablo Iglesias está en retroceso y enfrenta una seria crisis internas. En el mejor escenario que se avizora, el socialista necesitaría nuevamente de los nacionalistas e independentistas para gobernar, aunque las exigencias serán mayores.

En la vereda opuesta asoma el eje conservador del Partido Popular (que también está en retroceso en las encuestas) y Ciudadanos junto a los ultraderechistas de Vox, que sería una réplica del acuerdo para gobernar Andalucía. El surgimiento de Vox seguramente será uno de los puntos clave de las elecciones de abril.

La tercera opción es un acuerdo entre PSOE y Ciudadanos como el que firmaron en 2016, aunque ahora el líder de la formación conservadora, Albert Rivera, asegura que no cerrará ningún acuerdo con Sánchez. "Me sorprende que me pongan a mí un cordón sanitario y no se lo pongan a la ultraderecha", lo chicaneó el socialista.

Las elecciones nacionales de abril serán las terceras en menos de cuatro años, tras las de diciembre de 2015 y las de junio de 2016, debido a que la aparición de nuevos partidos como Ciudadanos y Podemos ha generado una mayor fragmentación parlamentaria, que hace muy complicada la conformación de mayorías estables de gobierno.

Alphabet aumentó un142% sus ganancias en 2018

Los ingresos anuales de la matriz de Google se sitúan en los 119.634 millones de euros, por encima de las previsiones de los analistas



Alphabet, la matriz de Google, mantiene el vigor exhibido en los últimos ejercicios. La compañía ganó en 2018 26.900 millones de euros, un 142% más que los 11.000 millones de beneficio que obtuvo al cierre de 2017.

Los ingresos, por su parte, crecieron un 23,42% en el último año. Pasaron de los 96.930 millones de 2017 a los 119.634 millones a los que cierra este ejercicio. Los números están en línea con los esperados por los analistas. Los costes aumentaron a lo largo del último año un 30,44%, desde los 74.706 millones hasta los 96.626 millones con los que cerró 2018.

Los expertos preveían que la firma ingresase 34.043 millones en el cuarto trimestre –el de mayor consumo en EE UU, al coincidir con las navidades– frente a los 34.340 millones que finalmente registró. La cifra fue un 22% superior a la que obtuvo en el trimestre navideño del año pasado.

Pese a ello, los mercados no respondieron con el optimismo esperado. Las acciones clase A de Alphabet cayeron cerca de un 3% en la poscontratación de Wall Street tras presentarse los resultados. Las tipo C se dejaron en torno a un 2,5%.

En el cuarto trimestre, Alphabet logró un beneficio neto de 7.825 millones de euros, frente a las pérdidas de 2.641 millones de euros contabilizadas un año antes. La tecnológica registró entonces un impacto negativo de 8.657 millones por la entrada en vigor de la reforma fiscal en EEUU.

El área que remolcó a la compañía en este periodo fueron los ingresos por publicidad, que pasaron de los 23.800 millones a los 28.540 millones. un 83% del total. El margen operativo se quedó cerca de los 8.500 millones.

"En 2018 logramos un fuerte crecimiento de los ingresos, hasta un 23% más interanual y un 22% en el cuarto trimestre", destacó Ruth Porat, directora financiera de Alphabet y Google. "Con grandes oportunidades por delante, seguimos haciendo inversiones centradas en el talento y la infraestructura necesaria para ofrecer productos y experiencias excepcionales a nuestros usuarios, anunciantes y socios en todo el mundo", añadió.

Trump planea declarar la emergencia nacional para construir el muro con México

El presidente no vetará el pacto presupuestario aprobado en el Congreso para evitar un cierre de Gobierno pero recurrirá a los fondos para catástrofes naturales

Donald Trump planea firmar el pacto de financiación que legisladores demócratas y republicanos han cerrado y que no cumple con su gran exigencia -5.700 millones para empezar a construir el polémico muro en la frontera con México- pero acto seguido declarará una emergencia nacional, lo que le permitiría construirlo igualmente con fondos para combatir catástrofes naturales. Así lo anunció este jueves por la tarde el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell y lo confirmó la Casa Blanca. De esta forma, el presidente evita la gran factura política que le supondría otro cierre parcial del Gobierno -por falta de consenso sobre la financiación- y esquiva el revés de cara a sus bases: la claudicación respecto a la promesa estelar de esa barrera.

Donald Trump, este miércoles en Washington. En vídeo, Trump podría declarar la emergencia nacional para construir el muro con México.


Trump emprende un camino muy controvertido políticamente y plagado de dudas jurídicas. La declaración de emergencia nacional supone un uso poco ortodoxo del poder presidencial en este caso y puede provocar una batalla en los tribunales sobre su justificación. La líder demócrata en el Congreso, Nancy Pelosi, advirtió en rueda de prensa de que se tratataba de una emergencia "creada por él" y dejó la puerta abierta al litigio. Trump arguye que EE UU sufre una situación de crisis migratoria que no se sostiene con las cifras: aunque el número de familias que llegan a la frontera sin papeles y pidiendo asilo sí ha alcanzado un récord, el número de personas que cruzan ilegalmente se encuentra lejos de su máximo de hace dos décadas.

"¿Quiere hablar de emergencia nacional? Hablemos de hoy", dijo Pelosi, en referencia al primer aniversario de la matanza en un instituto de Parkland (Florida) y el debate sobre un mayor control de armas. La Constitución de EE UU establece que no se puede desviar dinero alguno desde el Tesoro sin una ley del Congreso, pero una ley de 1976 autoriza al presidente a arrogarse poderes especiales en casos de emergencia. Esa vía es lo que quiere activar Trump a partir de esta noche y obtener recursos que podrían proceder del Departamento de Defensa. El Senado dio luz verde al paquete presupuestario pactado entre republicanos y demócratas esta tarde con una amplia mayoría, 83 votos a 16, y la Cámara de Representantes hizo lo propio al final de del día, con 300 síes por 128 noes. Luego estaba prevista la firma del presidente y la posible declaración de emergencia.



Lo que el Congreso ha aprobado es un amplio acuerdo de financiación de la Administración hasta al menos septiembre, que ronda los 333.000 millones de dólares. Pero los recursos destinados a la seguridad fronteriza se convirtieron desde el principio en el corazón de la batalla, debido al pulso de Trump por el muro, promesa estelar de su campaña electoral. La pugna impidió el acuerdo sobre el presupuesto en diciembre y, debido a la paralización de los fondos, se desencadenó el cierre parcial del Gobierno más largo de la historia. El país más rico del mundo tuvo que funcionar a medio gas durante más de un mes, con cientos de miles de empleados públicos sin cobrar, porque sus legisladores no se ponían de acuerdo. El presidente cedió el pasado día 25 y se abrió una tregua que ha finalizado en un pacto entre los legisladores.

La consecución del acuerdo de los legisladores, sobre uno de los asuntos más peliagudos de la actualidad política, había abonado la esperanza de una mayor colaboración bipartita, pese a lo polarizado de la situación política. Ha habido otras señales recientemente: el martes el Senado aprobó con mayoría casi absoluta el mayor plan de protección de zonas naturales en una década, que supone crear más de 1,3 millones de acres (526.000 hectáreas) de suelo protegido, y en diciembre salió adelante la reforma de justicia más relevante en décadas también con abrumadora mayoría. El riesgo, sin embargo, se encuentra ahora en la Casa Blanca, que lo bendice para evitar el cierre pero busca una tercera vía muy discutible para lograr sus mismos propósitos.

El acuerdo del Congreso queda a años luz de lo que Trump exigía respecto a su tan traído y llevado muro con México. El coste global de construirlo es de unos 25.000 millones de dólares (unos 22.100 millones de euros) y lo que el presidente republicano reclamaba en este paquete legislativo era una partida de 5.700 millones para empezar. Al final, lo que ha quedado negro sobre blanco son 1.375 millones de dólares para 88 kilómetros de “vallas” y “barreras”, pero sin mención alguna a la muralla de hormigón que prometió.

La búsqueda de vencedores y vencidos en esta batalla puede convertirse en un asunto de léxico, si esos millones en vallado pueden considerarse una primera pieza de ese muro, pero estos ya figuraban en la oferta del pasado diciembre, que los republicanos y Trump rechazaron de plano.

El martes, recién conocidas las líneas maestras del acuerdo, Trump se mostró derrotado. “No puedo decir que esté contento”, dijo a la prensa en la Casa Blanca. Por la noche, sin embargo, recondujo la situación, pese a no confirmar si firmaría o vetaría el pacto. “Me acaba de exponer el concepto y los parámetros del acuerdo de seguridad fronteriza el muy trabajador senador Richard Shelby. Mirando todos los aspectos y sabiendo que a esto se le enganchará mucho dinero de otras fuentes, tendremos casi 23.000 millones de dólares para seguridad fronteriza. Independientemente del dinero para el muro, está siendo construido mientras hablamos”, escribió en Twitter. Pero con el paso de las horas, y las críticas del sectores más duros del trumpismo, parece convencido de recurrir a la emergencia nacional.

Más allá de los 1.375 millones en vallas, el plan prevé mejoras en la vigilancia en la frontera, más agentes para patrullar y ayuda para los indocumentados detenidos. Además, mantiene la policía de inmigración, que los más progresistas entre los demócratas quieren abolir, aunque contiene su presupuesto, en un intento de reducir el número de retenidos.

Google, Facebook y YouTube pagarán en Europa por el uso de contenidos

ACUERDO PRELIMINAR ABRE LAS PUERTAS PARA SU SANCIÓN EN EL PARLAMENTO Y EL CONSEJO DE LA UE

Las normas sobre derecho de autor que se aprobarían entre marzo y abril obligan a las plataformas a compensar a medios de comunicación y autores de los contenidos. También alcanzará a YouTube.



Festejo. El legislador alemán Axel Voss celebró en el Parlamento Europeo tras una votación a favor de los cambios sobre derechos de autor.

Bruselas - El Parlamento Europeo, el Consejo de la UE y la Comisión llegaron a un acuerdo esta semana que el copyright y los derechos de autor “se ajusten a la era digital en Europa y aporten beneficios tangibles a todos los sectores creativos, la prensa, los investigadores, los educadores, las instituciones de patrimonio cultural y los ciudadanos”, en palabras de la Comisión. El acuerdo debe ahora ser confirmado por el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE en las próximas semanas.

Los dos principales artículos a discusión han sido el 11 y el 13.

El primero tiene como principio crear un “derecho vecino” al derecho de autor para los editores de prensa. Eso permitirá a los medios de comunicación percibir una remuneración por cada reutilización de su producción en línea en portales como Google News o redes sociales como Facebook.

El segundo artículo, el 13, prevé medidas para que plataformas como YouTube paguen adecuadamente a los creadores de contenidos.

Por lo pronto esta iniciativa ya sienta un precedente muy importante para la industria de los medios de comunicación y la música, entre otros sectores, que venían reclamando por el pago de derechos de autor mientras que los gigantes la criticaban.

Las nuevas reglas “permitirán a los creadores ser remunerados de manera justa por las grandes plataformas en línea que hoy están desviando el valor del sector creativo y no compensan a los creadores”, señaló Veronique Desbrosses, directora general de GESAC, asociación europea de autores y compositores. La legislación, propuesta por la Comisión Europea en 2016 y acordada con el Parlamento Europeo y los estados miembros el miércoles, está diseñada para ayudar a los artistas, músicos, editores y otros creadores a obtener un pago justo por el uso de su contenido en línea.

La iniciativa europea establece por primera vez “el principio de una remuneración adecuada y proporcionada para los autores y los artistas”, que “tendrán acceso a información transparente sobre cómo sus trabajos y actuaciones son explotados por editores y productores”.

En respuesta al acuerdo de derechos de autor, el portavoz de Google, Damien Roemer, dijo en un comunicado: “Estudiaremos el texto final de la directiva de derechos de autor de la UE y nos llevará algo de tiempo determinar los próximos pasos”.

El gigante de las búsquedas dijo hace poco que retiraría su servicio Google News de Europa en respuesta a la ley, especialmente si los editores no pueden renunciar a sus derechos. Indicó que tomaría la decisión de mala gana y solo después de analizar el texto final.

Por su parte Google ya desactivó el producto en España y en este contexto la Asociación de la Industria de la Computación y las Comunicaciones, que representa a Facebook y Google, informó en un comunicado que las reglas son una “oportunidad perdida para lograr una reforma de los derechos de autor de la UE equilibrada y preparada para el futuro”, y agregó que podría “dañar la innovación, las ampliaciones y restringir las libertades en línea en Europa”.

“Soy optimista (...) Pero en política nunca se sabe”, reconoció el ponente de la directiva por la Eurocámara, el democristiano Axel Voss, precisando que la votación por los eurodiputados podría tener lugar a finales de marzo o principios de abril.

Hasta el momento, el Parlamento Europeo nunca ha rechazado un acuerdo provisional cerrado entre las tres instituciones europeas, pero esta controvertida reforma ya ha registrado varios altibajos.

Si el texto sale finalmente adelante, los países europeos tendrán dos años para trasponerlo en sus legislaciones nacionales tras su publicación en el Diario Oficial de la UE. Su entrada en vigor efectiva será en 2021.

Consenso en encuestadoras: Crece la imagen negativa de Macri


Una encuesta realizada por Synopsis Consultores coincide con la mayoría de las encuestas recientes: la imagen de Mauricio Macri va en descenso. El Presidente tiene una imagen negativa que llegó al 52,1%, mientras que la positiva bajó a 30,3%. En la comparación diferencial positiva-negativa, Cristina Fernández de Kichner mide mejor. La ex presidenta y actual senadora cuenta con una imagen negativa del 53,7% pero tiene una positiva del 33,3%. Además, esta encuesta revela que, por primera vez, el 'kirchnerismo y aliados' registra más intención de voto que Cambiemos.

La imagen negativa de Macri sigue subiendo, mientras baja la positiva. Malas noticias en un año electoral...



Una encuesta de Synopsis Consultores, realizada entre el 8 y 9 de febrero de 2019 en el ámbito del AMBA y principales ciudades del país, coincide con la mayoría de las encuestas recientes: la imagen de Mauricio Macri va en descenso. El Presidente tiene una imagen negativa que llegó al 52,1%, mientras que la positiva bajó a 30,3%.

Otro dato relevante de esta encuesta indica que si las elecciones fueran hoy, el 53,8% votaría a otra fuerza política que no sea Cambiemos. Pero, además, a un oficialismo que registra un 30,8% de intención de voto, le surge como principal opción opositora el Kirchnerismo y aliados que, por primera vez en la serie, registra más intención de voto que Cambiemos (31,4%).

En febrero, la valoración negativa del desempeño del Gobierno de Macri registró un fuerte incremento (+6,5%) y una leve caída de la valoración positiva (-1,1%), provocando una ampliación del diferencial negativo de imagen que se amplía a -32,4%.

 


En tanto, la preocupación por la Inflación, que había cedido en los últimos 3 meses, vuelve a ascender en febrero a 34,9%, luego de un rebote de 4,3 puntos porcentuales. De esta manera, las preocupaciones económicas vuelven a aumentar y llegan al 54,0%. Al mismo tiempo, se registra un rebote de la preocupación por la Corrupción (+2,3%), que es señalada como el principal problema por el 19,7%



Las expectativas sobre el futuro del país ratifican la tendencia bajista de enero. En febrero se registra una caída del optimismo sobre el futuro del país (-2,2%), y un incremento del pesimismo (+3,9%), profundizando el diferencial negativo (predomino del pesimismo). Mientras que respecto del futuro personal, febrero no muestran grandes variaciones, registrándose una leve caída del optimismo (-0,5%), pero una también caída del pesimismo (-0,9%).




En materia electoral, la tendencia en el voto oficialismo/oposición no muestra variación en la tendencia de voto al oficialismo, que permanece en 30,8%, mientras que sí se registra un incremento de 2,9% en la tendencia de voto a Otra Fuerza Política que llega a 53,8%, el máximo de los últimos 8 meses.









En cuanto a la tendencia electoral por espacio político, no hubo grandes modificaciones respecto del registro de diciembre. A un oficialismo que registra un 30,8%, le surge como principal opción opositora el Kirchnerismo y aliados que por primera vez en la serie registra más intención de voto que Cambiemos (31,4%). El Peronismo Federal (Alternativa Federal) también registra un incremento en su intención de voto (+1,9%), pero aún permanece lejos de los niveles de apoyo de Cambiemos y el Kirchnerismo, ratificando un escenario de polarización del voto.




En términos de Imagen, María Eugenia Vidal sigue siendo la dirigente con mayor imagen positiva, pero en febrero registra por primera vez un diferencial negativo (la imagen negativa supera a la positiva por 0,5%). El único dirigente que registra un diferencial positivo de imagen es Roberto Lavagna, cuya diferencia entre imagen positiva y negativa es de +8,8. Al efectuar la apertura del punto medio, Vidal vuelve a mostrar un diferencial positivo.




Macri registra en febrero, y por primera vez para Synopsis, una imagen negativa superior al 50% (52,1), mientras que su imagen positiva registra un leve descenso y se ubica en 30,3%. Se trata de una composición de imagen ya bastante parecida a la de Cristina Fernández de Kirchner que registra mayor imagen negativa (53,7%) pero mejor imagen positiva (33,3%).








El resto de los dirigentes (donde se incluyen varios candidatos a Presidente), muestran diferenciales de imagen negativos. De hecho, de todos los candidatos a Presidentes evaluados, solo dos (Juan Manuel Urtubey y Felipe Solá) tiene una imagen negativa inferior al 45%. Con muchos candidatos con más del 50% de imagen negativa.