La joven del Bronx que dejó la barra de un bar para brillar en la política

Alexandria Ocasio-Cortez, de 28 años, asesta un golpe al ‘establishment’ al ganar las primarias del partido demócrata en Nueva York
Alexandria Ocasio-Cortez,este miércoles en Nueva York. / Vídeo: Declaraciones de la candidata.
Alexandria Ocasio-Cortez dudó durante meses si presentarse a las elecciones o no. Detrás de la barra del Flats Fix, una taquería de Manhattan plagada de millennials de brazos tatuados, hacía sus cábalas y discutía de lo humano y lo divino con su compañera, Giannina Gutiérrez. “La política es su pasión, le preocupaban muchas cosas. Un día, por noviembre, llegó y me dijo: ‘Ya lo hice, ya he dado el aviso de 15 días, me voy… y lo hizo”, cuenta Giannina, que trabaja a media jornada en el local mientras labra su carrera como artista.

Nueva York es la ciudad en la que detrás de cada barra, o dentro de cada cocina, se esconde algún cantante, actor o un escultor que persigue un sueño. A los aspirantes a congresistas, en cambio, es habitual encontrarlos como becarios del Capitolio. Ocasio-Cortez, sin embargo, ha saltado al ruedo nacional desde esa barra de burritos y cócteles. Cuando se le pregunta a Giannina por qué cree que su amiga lo ha conseguido, responde con seguridad: “Porque es el momento de una mujer, de una mujer de color que se preocupa por los que más lo necesitan”.

En realidad, ser mujer, latina y voz de los desfavorecidos son también tres poderosas razones por las que perder unas elecciones. Pero el martes pasado, contra todo pronóstico, Alexandria Ocasio-Cortez, de 28 años, derrotó en las primarias demócratas en Nueva York a un pope del partido, Joseph Crowley, de 56, gracias a todo eso y a pesar de todo eso.

A caballo de un discurso de izquierda y proinmigración, una activista del Bronx con un equipo de menos de 20 empleados y un presupuesto minúsculo, ha arrebatado la candidatura a la Cámara de Representantes a uno de los congresistas más poderosos de Washington, que lleva nueve años en el escaño y multiplicaba por 10 sus recursos. Había trabajado para la campaña presidencial del izquierdista Bernie Sanders y ha bebido de ese movimiento. Si vence al republicano Anthony Pappas en las legislativas del próximo noviembre, para lo que tiene claras posibilidades por lo rabiosamente demócrata del distrito en pugna (Queens-Bronx), la excamarera del Flats Fix se convertirá en la mujer más joven de la historia en llegar al Congreso estadounidense. De momento, ya ha dado un revolcón al establishment.

“Decían: uno no puede postularse contra El Rey [el poderoso Crowley], porque si lo hace y pierde ya no podrá volver a intentar nada, pero ella se atrevió y resulta que ha ganado”, explican desde el entorno de la candidata.

Es viernes por la tarde y en la que fue su primera sede de campaña, un bajo en una avenida desolada del Bronx, no queda rastro de su gente. El rótulo corresponde a una compañía de transporte y su empleada explica que el equipo solo tenía alquilado uno de los cubículos de una oficina ya de por sí diminuta. Allí, a golpe de redes sociales, pequeñas donaciones de menos de 200 dólares y un entregado grupo de voluntarios, se empezó a forjar este fenómeno que ha dejado boquiabierto a Estados Unidos. Alexandria Ocasio-Cortez se ha convertido en una noticia global, pero en los comercios y locales cercanos a su casa, los Apartamentos Parkchester, era difícil encontrar quien estuviera al tanto. Se trata de una zona de baja participación política a la que la ola de gentrificación no ha llegado.


En vídeo, el anuncio de campaña en el que se presenta Ocasio-Cortez.


“La mujeres como yo se supone que no nos presentamos a elecciones, no vengo de una familia rica ni poderosa”, afirma en su vídeo de campaña, mientras se la ve paseando, tomando el metro o poniéndose máscara de pestañas en un baño pequeño.

Como muchos políticos estadounidenses, esta mujer convierte su historia en parte del mensaje. Nacida y criada en el Bronx, su padre, Sergio, regentaba un negocio familiar y su madre, Blanca, es una puertorriqueña que limpiaba casas. Para sortear los malos colegios públicos de la zona, sus padres ahorraron hasta el último céntimo y lograron que Alexandria pudiera vivir más al norte, en Yorktown, y asistir a otro centro allí. Mientras, sus primos seguían estudiando en el Bronx. Entonces, dice, es cuando se dio cuenta de que el código postal en EE UU determina el destino. El suyo la llevó a graduarse en Economía y Relaciones Internacionales en la Universidad de Boston.

Luego regresó al Bronx y comenzó a trabajar como educadora en colegios y como dinamizadora social en la comunidad. Sergio Ocasio falleció de cáncer en 2008, el mismo año que cayó Lehman Brothers, una tormenta perfecta que derrumbó la economía familiar y la llevó a hacer turnos de 18 horas en restaurantes como camarera para ayudar. Su madre y su abuela acabaron mudándose a Florida. Ella sigue viviendo en el apartamento familiar.

Se denomina socialista en un país que recela del término porque lo asocia al comunismo y saca pecho por sus orígenes en un momento en el que muchos acusan al Partido Demócrata de haber puesto el acento en la identidad frente a la clase y abonado así la pujanza del trumpismo. Decía Edward Kennedy que había diferencia entre ser un partido que se preocupa de los trabajadores y ser un partido de los trabajadores, preocuparse de las mujeres y ser un partido de las mujeres. Ocasio-Cortez, que trabajó para el senador durante su época en Boston en asuntos migratorios, parece haberse librado de la disyuntiva, falsa para otros tantos.

En una entrevista esta semana decía que su campaña estaba centrada en “un mensaje de dignidad económica, social y racial para los trabajadores, especialmente los de Queens y el Bronx”. Le saca de quicio que atribuyan su éxito a cuestiones demográficas (la mitad de la población del distrito, de más de 600.000 habitantes, es de origen latino) y riñe a los demócratas que basan su discurso en la mera enmienda al presidente republicano, Donald Trump. “Lo que necesitamos es exponer un plan y una visión en los que la gente pueda creer. Y meterse en peleas de Twitter con el presidente no es la manera en que vamos a hacer progresar al país”, dijo.

Si llega al Congreso, sus primeros rivales se encuentran en la propia maquinaria del partido, que no acaba de encontrar un nuevo Barack Obama, un líder claro frente al rodillo republicano, mientras contempla la pujanza de movimientos progresistas como MoveOne o Socialistas Democráticos de América, claves en el éxito de Ocasio-Cortez. No está claro si esta hija de boricua es el comienzo de algo o solo una anécdota. Aunque pase en Washington de lunes a viernes, seguirá, dice, viviendo en su apartamento del Bronx. El lema de su campaña decía algo así como: “Es el momento de uno de los nuestros”.

López Obrador llama a la reconciliación de los mexicanos tras su abrumadora victoria

El líder de Morena dibuja las líneas maestras de su futuro Gobierno en su primer discurso


López Obrador, después de ser proclamado ganador de las elecciones.


Andrés Manuel López Obrador ha dejado esta noche el papel de eterno candidato para interpretar por primera vez el de presidente de México. El líder de Morena ha hablado esta noche después de que la autoridad electoral haya revelado los números de una aplastante victoria en los comicios presidenciales que lo colocan con el 53% de la votación. “Es un día histórico y una noche memorable”, dijo el tres veces candidato presidencial. “Una mayoría ha decidido iniciar la cuarta transformación de la vida pública de México”, afirmó el ganador de los comicios antes de hacer un llamado a la reconciliación rumbo a su Gobierno, que inicia el 1 de diciembre.

El presidente electo, de 64 años, agradeció a sus simpatizantes haber logrado una votación que rebasará los 29 millones de sufragios. El candidato dijo que respeta a quienes prefirieron otros proyectos. “Llamo a todos los mexicanos a poner por encima los intereses personales por legítimos que sean. Hay que poner por encima el interés superior”, afirmó antes de citar a Vicente Guerrero, uno de los militares que lucharon en la Independencia mexicana. Esta fue la primera de las citas históricas que López Obrador, un apasionado de los sucesos de México, utilizó en su breve discurso en un hotel del centro de la capital mexicana.



López Obrador no mostró júbilo en su primera alocución como vencedor de los comicios. Con rostro serio se limitó a dibujar las líneas maestras de su Administración, la primera surgida desde la izquierda en el país. “No apostamos a construir una dictadura, ni abierta ni encubierta”, explicó en referencia a quienes lo han tildado de ser un político populista de vena autoritaria. En cambio, anunció cambios profundos “con apego al orden legal”. “Habrá libertad empresarial, de expresión, de asociación y de creencias”, dijo entre aplausos de sus seguidores. No obstante, dejó muy claras sus prioridades: "Escucharemos a todos, atenderemos a todos, respetaremos a todos, pero daremos preferencia a los más humildes y olvidados, en especial, a los pueblos indígenas".

El futuro presidente afirmó también que respetará la autonomía del Banco de México y su gestión se conducirá con “disciplina financiera y fiscal”. Asimismo, dijo que se reconocerán los compromisos contraídos con empresas y bancos nacionales y extranjeros y no habrán confiscaciones o expropiaciones. De esta forma, López Obrador intentó espantar los fantasmas de candidato radical y antisistema que sus adversarios vendieron en los tres meses de campaña. El ganador de los comicios nombró a Carlos Urzúa, el futuro ministro de Hacienda, y al empresario Alfonso Romo, su próximo jefe de oficina en la presidencia, como los coordinadores de la transición para temas económicos.

El candidato vencedor no dejó fuera de su primer discurso el tema que lo ha obsesionado a lo largo de los doce años en que ha sido aspirante: la corrupción. López Obrador aseguró que su Administración revisará los contratos que se han firmado en la reforma energética promulgada por el actual Gobierno para prevenir ilegalidades. “Si encontramos anomalías que afecten el interés nacional se acudirá al Congreso y a tribunales nacionales e internacionales. Siempre nos conduciremos por la vía legal”.

“La transformación que llevaremos a cabo consistirá en desterrar la corrupción de este país”, explicó. López Obrador dijo que no tolerará malas prácticas de nadie. “Bajo ninguna circunstancia, el próximo presidente permitirá la corrupción ni la impunidad”, agregó antes de lanzar una advertencia. “Sobre aviso no hay engaño: sea quien sea, será castigado. Incluyo a compañeros de lucha, funcionarios, amigos y familiares”.

El candidato triunfador en las elecciones tendrá que esperar a los cómputos distritales del miércoles para ser proclamado presidente electo. A pesar de esto, adelantó que la exministra de la Suprema Corte, Olga Sánchez Cordero, será la encargada de los temas de política interior en la transición junto a Tatiana Clouthier, la coordinadora de campaña. Sánchez Cordero se convertiría en diciembre en la primera mujer en ocupar la Secretaría de Gobernación (Interior), según el Gabinete que López Obrador anunció hace algunos meses.

El exalcalde de Ciudad de México, Marcelo Ebrard, y el diplomático Héctor Vasconcelos, futuro ministro de Exteriores, serán quienes dirijan los temas internacionales de la transición. Serán ellos quienes tendrán la compleja tarea de cumplir con la promesa que López Obrador hizo la noche de hoy. "Con el Gobierno de Estados Unidos buscaremos una relación de amistad y de cooperación para el desarrollo, fincada en el respeto mutuo y la defensa de nuestros migrantes".
El primer baño de masas

Tras su mensaje, López Obrador se trasladó al Zócalo de la Ciudad de México, en el Centro Histórico de la capital mexicana. La plaza es una vieja conocida para el hoy excandidato, pues ha culminado allí decenas de mitines. Pero hoy se ha dirigido a las masas como el futuro presidente del país. Y lo primero que anunció fue que aumentará al doble la pensión a los adultos mayores en los 32 Estados de México. Además, convertirá este apoyo en una dádiva universal a la que tendrán acceso también los jubilados de los distintos organismos de la seguridad social.

A escasos metros de Palacio Nacional, la sede de la presidencia, López Obrador anunció que ya prepara la transición. El líder de Morena afirmó que aprovechó la llamada de felicitación que le hizo el presidente Enrique Peña Nieto para solicitarle una audiencia el próximo martes a las once de la mañana para hablar los detalles del cambio de poder. "Vamos a actuar de forma respetuosa. La transición será pacífica, sin sobresaltos y sin crisis", anunció ante decenas de miles de simpatizantes que coreaban "sí se pudo" y "no estás solo".

El futuro presidente de México dijo que elaborará el proyecto de su Gobierno en los meses de julio, agosto y septiembre. Este programa, con él cumpliría las promesas de campaña, definirá las acciones que se aplicarán los próximos seis años. López Obrador dijo que no habrá divorcio con el electorado que hoy lo ha votado de forma masiva. "Será un Gobierno del pueblo y para el pueblo".

Salvini quiere ampliar su Liga a Europa


El líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, ministro de Interior en Italia, apostó por impulsar su partido a nivel europeo para agrupar "a todos los movimientos libres y soberanos" partidarios de defender sus fronteras y vivir en paz.

"Pienso a una Liga de ligas en Europa que incluya a todos los movimientos libres y soberanos que quieran defender sus propias fronteras y el bienestar de sus hijos", señaló en la localidad lombarda de Pontida.

El líder ultraderechista, en el Gobierno con el Movimiento Cinco Estrellas, avisó de que "el próximo muro" que harán caer "será el de Bruselas".

Considerado el tipo duro de la política italiana, Matteo Salvini ha impulsado a la xenófoba Liga Norte (LN), fundada para pedir la independencia del norte, convirtiéndola en un partido con un atronador discurso contra la inmigración.

Cuando Salvini (Milán, 1973) llegó al frente de la LN, en 2013, halló un partido en una caída libre que supo frenar, alejándose de sus intenciones independentistas y expandiéndolo al sur, por lo que actualmente disputa el liderazgo de la derecha a Silvio Berlusconi.

En su currículum figuran unos estudios de secundaria en Letras y una poco precisa vida laboral como periodista, mientras evidencia su imparable ascenso en política al calor del partido.

Comenzó como secretario de la LN en la provincia de Milán, desde donde pasó a ser consejero en el gobierno regional de Lombardía y eurodiputado desde 2004, compartiendo grupo con los escépticos.


El candidato para primer ministro del partido Liga Norte (LN), Matteo Salvini. EFE

En este sentido no duda en confesar sus referentes: la líder del Frente Nacional francés, Marine Le Pen, el ultraderechista holandés Geert Wilders, el presidente ruso, Vladímir Putin, o el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump.



El "capitán", como le llaman sus seguidores, ha protagonizado la escena política italiana con sus continuas salidas de tono a la hora de arremeter contra el centro de todos sus dardos: la gestión del flujo de la inmigración masiva en los últimos cinco años.

Sus aires de enfado, denunciando la "invasión" de inmigrantes o culpándoles del incremento de la inseguridad en las calles, ha acercado al joven político a la extrema derecha, aunque insiste en que no es xenófobo sino que solo desea una inmigración regulada.

Hubo un tiempo en que a su vestuario, caracterizado sobre todo por ropa deportiva e informal, sumó una camiseta con el dibujo de una excavadora para advertir de una de sus principales promesas: echar abajo los campamentos de gitanos rumanos.


Silvio Berlusconi le seca el sudor a Matteo Salvini. REUTERS

Entre sus más acérrimos rivales está el líder socialdemócrata y ex primer ministro Matteo Renzi, dos años más joven que él, y la presidenta de la Cámara de los Diputados, Laura Boldrini, a la que llegó a comparar con una muñeca sexual.

Tiene una presencia continua en medios tradicionales, con particular preferencia por las tertulias televisivas, pero sobre todo en redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram, donde permanece en campaña constante.



También destaca por su esfuerzo por recorrer el país y acudir allá donde haya un conato de enfado, como demostró en un reciente encuentro con la prensa extranjera en Roma, al que se presentó con las botas embarradas tras visitar un campamento de inmigrantes.

Salvini no solo se confiesa católico (hasta el punto de blandir un rosario en la demostración de fuerza del pasado sábado ante el Duomo de Milán), sino firme defensor de sus tradiciones, como el Portal de Belén.

Esto no es óbice para que haya criticado al propio Papa Francisco por su mensaje de acogida de inmigrantes y no esconde su preferencia por el pontífice emérito, Benedicto XVI.




Matteo Salvini mira el logo de su partido con su nombre. REUTERS

En 2016 publicó su propio "evangelio", el libro "Según Matteo: Locura y coraje para cambiar el país", una biografía que va desde sus inicios en la Liga en la década de 1980 pegando carteles hasta su nueva política, "hecha entre la gente".

También son frecuentes sus ataques al Islam, que considera contrario a la Constitución italiana y "un peligro", por lo que a menudo cita entre sus referentes a la periodista Oriana Fallaci, azote hasta su muerte en 2007 del extremismo islámico.

Es "tifoso" de fútbol, concretamente del Milan, y reprochó a su antiguo propietario, el ex cavaliere Berlusconi, haber vendido el histórico club "rossonero" a un consorcio chino.

Está divorciado y tiene dos hijos, Federico, de 15 años, y Mirta, de seis, y actualmente mantiene una relación sentimental con la presentadora Elisa Isoardi.

Bajó la soja a su menor nivel desde 2009



La soja pierde un 1,2% a u$s 311,78, su menor nivel desde 2009



La soja desciende este lunes un 1,2% a u$s 311,78 la tonelada, su menor nivel desde 2009, en el mercado de Chicago. En tanto, el maíz pierde un 2% a u$s 135,13 y el trigo cotiza casi estable a u$s 183,08.

La semana pasada, la soja se derrumbó un 15,7% a u$s 315,45 la tonelada tras retroceder un 0,3% en el día. En tanto, el maíz se desplomó un 11,10% a u$s 137,89 en el mes, pese a que este viernes subió un 1,5% y el trigo descendió un 5,5% a u$s 182,80 , aunque en la rueda se disparó un 3,75%.

Arrasó AMLO

López Obrador arrasa, lento conteo oficial

Se prevé también mayoría de su partido en Congreso y estados

Andrés Lopez Obrador arrasa en los comicios (

El conteo oficial de votos avanzaba con lentitud y contabilizada cerca de la mitad de las mesas electorales, el centroizquierdista Andrés López Obrador se adjudica el 53% de los votos, contra 22% de su rival de derecha Ricardo Anaya y 15% del oficialista José Antonio Meade.
De acuerdo con los cómputos disponibles, la coalición que apoya a López Obrador, de 64 años, encabezada por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), conquistaría también la mayoría en el Congreso federal y en al menos 6 de las 9 gobernaciones en disputa.
De acuerdo con los conteos, el ahora todavía gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) habría perdido todas las gobernaciones en juego, y el conservador Partido Acción Nacional (PAN) se impuso en los estados de Puebla, Guanajuato y Yucatán.
Morena venció en la capital y los estados de Chiapas, Morelos, Tabasco y Veracruz, y el Movimiento Ciudadano en el occidental estado de Jalisco. Entre los candidatos triunfadores figura el ex astro futbolístico Cuauhtémoc Blanco, que arrasó en las elecciones para gobernador del estado sureño de Morelos, donde previamente gobernó la capital, Cuernavaca.

Los gobernadores condicionan el Presupuesto de Macri vía Ingresos Brutos

En septiembre el Gobierno Nacional deberá enviar al Congreso el proyecto de Presupuesto 2019 que estará redactado especialmente para estar en sintonía con las exigencias del acuerdo con el FMI.
El ajuste se reflejará en la Ley de Leyes, pero la Administración Macri necesitará de los gobernadores para aprobarlo. Los mandatarios provinciales no quieren más recortes, especialmente en un año electoral, por eso buscan alternativas.
Una de ellas es postergar los efectos de la reforma tributaria y suspender la baja en ingresos brutos. Mauricio Macri no tendría mucho margen para negarse, también le podrían pedir que Larreta y Vidal se hagan cargo de AySA, Edenor y Edesur (ya pasó cuando se discutió el tema tarifas en el Congreso) o que también suspensa la baja en las retenciones, alternativa ésta que ya el Gobierno se negó a implementar.
Macri con gobernadores en Casa Rosada

En poco más de dos meses, el Gobierno Nacional deberá enviar a la Cámara de Diputados el proyecto de Presupuesto 2019. Será una ‘ley de leyes’ marcada por las pautas contenidas en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que significará para las provincias el recorte de fondos en el contexto del ajuste que pretende la Administración Macri. Los gobernadores se resisten a perder recursos, especialmente en un año electoral, y sospechan además que Macri se quedará con fuentes de recaudación en el decisivo 2019.

Los mandatarios provinciales tienen una propuesta para condicionar el apoyo al Presupuesto: frenar la rebaja de Ingresos Brutos que fue acordada en el denominado pacto fiscal el año pasado cuando se aprobó la Reforma Tributaria.


El gobernador chaqueño, Domingo Peppo, blanqueó el tema este fin de semana cuando dijo que es necesario gestionar la prórroga en las metas acordadas: "Queremos postergar un año la aplicación del pacto fiscal", dijo sin vueltas a Radio Cooperativa.

El razonamiento de los mandatarios provinciales en atendible: se les exige recortar gastos y al mismo tiempo perder ingresos, a pesar de que esto último había sido acordado en el pacto fiscal.

Peppo tiró otras definiciones de cara a la negociación del Presupuesto: "La obra pública es crucial para nosotros, la vamos a defender. Hay obras que tenemos planteadas que se reprogramarían".

Peppo pertenece al grupo de gobernadores que la semana pasada dijeron que apoyarán la reducción del déficit fiscal, pero que tienen sus condiciones. En ese grupo están Juan Schiaretti (Córdoba), Juan Manuel Urtubey (Salta), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Sergio Uñac (San Juan). A ellos se suma el misionero Hugo Passalaqua. Y también apuntan a Buenos Aires y CABA en cuanto a que se hagan cargo de Aysa, Edenor y Edesur, un tema que ya se ventiló durante la discusión de las tarifas en el Congreso. Esos mandatarios no quieren hacer el ajuste solos, sino que el oficialismo también lo haga.

Peppo también deslizó otro pedido que podrían hacer el grupo: "Con este dólar -explicó- el campo está bastante bien y es de los sectores beneficiados que pueden aportar en este momento. El Presidente reafirmó las retenciones, pero yo creo que el campo es un sector que está relativamente bien".

En tanto, mañana (3/7) se reunirán varios ministros de Economía de provincias gobernadas por el peronismo en la Casa de Entre Ríos. Allí se espera que le den forma a su reclamo de cara a la discusión del Presupuesto.

En la Casa Rosada ya anticipan el pedido y evalúan introducir una prórroga por un año en el cronograma que obliga a las provincias a reducir progresivamente ingresos brutos hasta llegar a cero en 2022.

Los gobernadores buscarán el diálogo, porque saben que el Gobierno puede rechazar las propuestas y si bien corre el riesgo de quedarse sin Presupuesto, podría prorrogar el actual lo que implicaría un ajuste mayor, en un contexto inflacionario como el actual, que ronda el 30 por ciento anual, además de disponer de la recaudación extra.

Vice de la UIA: "Lamentablemente" habrá que rediscutir los aumentos salariales

Aseguró que los empresarios deberán negociar paritarias por encima del 15%



El vicepresidente primero de la Unión Industrial Argentina (UIA) Luis Betnaza, sostuvo hoy que "lamentablemente" los empresarios deberán negociar salarios por encima del 15%, a raíz de la inflación y la devaluación.

"Lamentablemente, hay que volver a mirar el proceso salarial, pero cada uno sabrá: habrá sectores que podrán afrontar (un aumento) y otros que no", sostuvo el dirigente.

De este modo, Betnaza reconoció que los acuerdos salariales que cerraron con un incremento anual del 15% quedaron desactualizados a partir de la devaluación y una inflación que, este año, podría superar el 30%.


"Lamentablemente, hay que volver a mirar el proceso salarial, pero cada uno sabrá: habrá sectores que podrán afrontar (un aumento) y otros que no", sostuvo el vicepresidente de la UIA


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Hasta el momento, los gremios que cerraron en el 15% fueron, entre otros, Comercio, Construcción, Luz y Fuerza, Obras Sanitarias y Transporte.

Según trascendió, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, convocará esta semana a esos sindicatos para que negocien un aumento mayor.

En declaraciones a radio La Red, Betnaza aseguró que "se veía venir" la crisis que provocó la crisis cambiaria.

"El Gobierno se equivocó en no haber advertido lo que recibió y que ésto que pasa ahora inexorablemente iba a ocurrir", evaluó.

A su criterio, "el rumbo que se ha tomado, más allá de lo doloroso que sea, era inexorable, porque no podíamos mantener lo que se venía haciendo. Lamentablemente, nos acostumbramos a que nos engañaran. Y eso llevó a que la Argentina perdiera 10 millones de cabezas de ganado y el autoabastecimiento de petróleo".

También, señaló que "la gente vive con angustia" los aumentos de tarifas, pero justificó esos ajustes: "obedece a que estamos volviendo a tener lo que llaman precios".

"No creo que el Gobierno afronte ésto queriendo hacerle maldad a la gente. Me parece que se equivocó en no manifestar o advertirle a la sociedad que esta dilapidación iba a tener un sinceramiento, que tenía un costo y un dolor que hay que afrontar", enfatizó. Para el empresario, "al final del camino, lo que hay es llegar a ser un país normal".

La coalición alemana en peligro

El ministro de Interior alemán y presidente de los conservadores bávaros, Horst Seehofer, amagó con renunciar por sus discrepancias con la canciller alemana, Angela Merkel, en temas inmigratorios.
Las diferencias entra la Unión Social Cristiana de Baviera y su hermana nacional, la Unión Demócrata Cristiana (de Merkel), han derivado en una de las mayores crisis en los 12 años que la canciller lleva al frente de Alemania, apunta La Vanguardia.
Este lunes, Merkel y su ministro de Interior se encontraban para un intento final de resolver la pelea que amenaza con dividir al bloque conservador que encabeza el gobierno. Reunión clave entre la CDU y la CSU para intentar resolver la grieta que amenaza al Gobierno de Merkel. /REUTERS/Hannibal HanschkeReunión clave entre la CDU y la CSU para intentar resolver la grieta que amenaza al Gobierno de Merkel.

La UE contra Polonia

La Unión Europea lanzó una acción legal contra Polonia por sus controversiales reformas a la Corte Suprema, en la última ronda de una disputa amarga entre Bruselas y el Gobierno de derecha de Varsovia, expica AFP.
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo del bloque, dijo que una movida para reducir la edad a la que los jueces de la Corte Suprema se deben retirar -de 70 años a 65-, socavaría la indpendencia judicial, violando las obligaciones de Polonia bajo la ley europea. El Primer Ministro polaco, Mateusz Morawiecki, llegando a una reunión en Bruselas. /REUTERS/Francois WalschaertsEl Primer Ministro polaco, Mateusz Morawiecki, llegando a una reunión en Bruselas.

Santangelo: "Con esta inflación, el dólar a $ 30 no es un techo"


Rodolfo Santangelo.

El economista Rodolfo Santangelo opinó que "el tipo de cambio todavía está buscando un equilibrio", pero que "en una economía como en Argentina donde la inflación anual se aproxima a 30% anual, $ 30 no puede ser un techo nominal para el valor del dólar".

En declaraciones a radio La Red, Santangelo afirmó: "El tipo de cambio todavía está buscando un equilibrio. Esta semana no sé qué va a pasar, el Gobierno está con tácticas de canjes y de maniobras financieras, que en el medio del lío pueden ser útiles pero que obviamente no son las soluciones de fondo".

Asimismo, consideró que "en una economía como en Argentina donde la inflación anual se aproxima a 30% anual, $ 30 no puede ser un techo nominal para el valor del dólar". "Si lo tuviéramos en ese valor a tres meses volvería a valer lo que ya perdió 6 o 7% en términos reales", añadió.

"Tenemos un problema de mercado cambiario hasta que por lo menos no sepamos cual es el valor de equilibrio, sabiendo que en este momento los equilibrio no existen, o existen después de mucha prueba y error", agregó. Y en ese marco, dijo que "a $ 30, no es un techo".

Para el economista, el dólar "es el termómetro no la fiebre, estamos tirando perdigones para tratar de dar en el blanco". "Aunque no soy amigo del cortoplacismo debo reconocer que en medio de la situación actual un poco de táctica y de cortoplacismo no me parece mal", dijo.

"Es extraño lo del dólar, me gustaría hablar con Caputo y Dujovne"

Gabriela Michetti sostuvo que es raro que el dólar siga subiendo con el crédito del FMI aprobado. "Hay problemas de los mercados internacionales: gente que solo busca rentabilidad", sostuvo. Culpó a la herencia.
Gabriela Michetti consideró "extraño" el repunte del dólar del último viernes, con un crédito de 50 mil millones de dólares aprobado por el FMI, pero aclaró que en un 80% la culpa es de la herencia.
"Me gustaría hablar con quienes saben, con Caputo y Dujovne. No habría ninguna variable de las que puedo conocer para explicarlo. Tenemos un crédito stand-by de 50.000 millones de dólares, que va mucho más allá de lo que tenemos que pagar de deuda en nuestra gestión. No tengo una respuesta para dar. Me resulta extraño el comportamiento del dólar, sobre todo hoy. Primero se decía que se tenía que firmar el acuerdo con el FMI. Se firmó. Después, que venga el dinero. Ya vino", razonó la vicepresidenta cuando la interrogaron sobre la evolución de la divisa norteamericana y enseguida atribuyó las culpas al kirchnerismo.
"Lo que fuimos encontrando fue terrible. Muy pocas empresas estaban en modo competitivo. Las economías regionales estaban achatadas", dijo en una entrevista al diario La Nación.
"Después hay problemas de los mercados internacionales: gente que solo busca rentabilidad. También tiene que ver la tasa de Estados Unidos y el dólar apreciado. Además, tuvimos una cosecha de soja que nos mató un punto del producto", agregó.
"Hay otro actor responsable, que es la oposición, que ante el primer momento en que verdaderamente tenés un problema no busque ahondártelo, sino ayudar, que es lo que pasó con la ley de tarifas", sostuvo la vice.
Y confirmó conversaciones para atenuar los tarifazos. "Está en conversación. Tiene que ser de manera que no discontinuemos algo que está saliendo bien desde el punto de vista de la inversión".

Tombolini:Para un economista, “el verso de la crisis internacional no funcionaba con CFK y no funciona ahora”

Matías Tombolini analizó los propios errores del gobierno ante la crisis cambiaria y económica. “El primer actor que dejó de confiar fue la gente y después los inversores”, reflexionó.



Para un economista, el problema económico que atraviesa el gobierno de Cambiemos se podría explicar más por una mala gestión “política”.
Cuando el gobierno no pudo sostener el contrato que firmó con el pueblo, el primer actor que dejó de confiar fue la gente y después los inversores.

Para Matías Tombolini, la “carencia de confianza” que tienen aquellos que quieren comprar activos argentinos en nuestro país, puede ser más “de política, que de economía”.

El economista sostuvo que si bien la suba de la tasa de interés de Estados Unidos replanteó otro escenario económico a nivel mundial, no le quitó mérito a la propia responsabilidad del gobierno de Mauricio Macri.

Según Tombolini, “el verso de la crisis internacional no funcionaba con CFK y no funciona ahora”, manifestó para FM CIELO.

“En lo que va del año el dólar subió 55%, es lo mismo que sumar todos los países de la región y multiplicarlo por dos. El verso de la crisis internacional no funcionaba con CFK y no funciona ahora”, sostuvo.

La falta de previsibilidad en una economía cambiante como la de Argentina sería una de las claves del por qué las tan prometidas “lluvia de inversiones” no terminan de caer, a tres años del comienzo del gobierno de Cambiemos.

Por eso, el economista y ex candidato para el Frente Renovador, bajó al llano un ejemplo de la gravedad de no concretar un modelo económico sostenible, basado en la especulación financiera: “acá lo clave es cuál es el proyecto de país. Si vos le pedís a un grupo de amigos para escabear, lo más probable es que no te presten, pero si le mostrás un proyecto de negocio vas a conseguir que te presten guita”, ejemplificó Tombolini.



Es por estas razones que la propia gente con capacidad de ahorro se debate en si invertir en el dólar o en las lebacs, pero no en emprendimientos productivos, como un “negocio de ropa”.

“La gente me pregunta si ir al dólar o ir a la lebacs, no si se pone un negocio de pilchas”, indicó.

A su vez, Tombolini analizó la reciente clasificación de economía emergente que recibió nuestro país, aunque advirtió sobre el peligro de descreimiento que también caló fuerte en la sociedad, tras las promesas incumplidas del gobierno de Macri.

“No hay que quitarle mérito a la calificación. Ser emergente es una oportunidad. Sin embargo esto no significa que vayas a estar mucho mejor. Cuando el gobierno no pudo sostener el contrato que firmó con el pueblo, el primer actor que dejó de confiar fue la gente y después los inversores”, planteó.

Finalmente, el economista reflexionó que “Argentina sigue muy expuesta a lo que pasa el mundo”.

“Si el mundo ayuda, estaremos tranquilos. Sino seremos los primeros en sufrir. Hay que ver si ya no hay una decisión tomada de desarmar todo lo que sea color celeste y blanco”, cerró.

La incógnita López Obrador

La creencia de que México no puede seguir como está choca con las dudas que genera la forma en que gobernaría el favorito para ser el nuevo presidente

Por Javier Lafuente



El político más conocido de México resulta ser toda una incógnita. Después de años de exposición pública, de meses de interpretar y juzgar sus silencios y respuestas ambiguas, la sensación de la inevitabilidad de su victoria ha despertado tanto entusiasmo como incertidumbre. La creencia de que el peligro para México es seguir con los desorbitados niveles de violencia, la corrupción y la impunidad choca con las dudas que genera el posible triunfo y la forma en que gobernaría Andrés Manuel López Obrador.

Este domingo se pone fin a tres meses de campaña electoral, un proceso anticlimático, absurdamente largo. En todo este tiempo, al que se suma una precampaña y una intercampaña -en total casi un año de promesas y buenas intenciones-, los candidatos no han logrado aterrizar una propuesta concreta, un plan definido para acabar, por ejemplo, con los dos males que azotan el país y que marcarán el próximo sexenio: la corrupción o reducir los niveles de violencia que desangran el país. En los tiempos del Brexit, del rechazo a un proceso de paz como el de Colombia, de la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, México ha sido acaso el mayor exponente de que las emociones se imponen a lo racional.

Si esta elección se trata de un acto de fe, nadie ha sabido interpretarlo como López Obrador, favorito para la victoria, a tenor de las encuestas, que le dan una ventaja de 2 a 1 respecto a sus rivales, Ricardo Anaya y José Antonio Meade. Lejos de caer en los sondeos, como se vaticinó, nunca dejó de crecer. Una derrota sería vista como un fraude por sus seguidores, un fantasma que muchos de sus simpatizantes no han dudado en agitar los últimos días. En su tercer intento por llegar a Los Pinos, el líder de Morena ha tenido una aguda capacidad para capitalizar el enojo y el hartazgo con el régimen actual, encarnado en el Gobierno de Enrique Peña Nieto y su partido, el Revolucionario Institucional (PRI). La elección de México tiene mucho de referéndum sobre la gestión del mandatario. Al tiempo, López Obrador ha mantenido su compromiso de promover el cambio social, como en sus inicios en la vida pública en Tabasco, hace tres décadas, cuando empezó a trabajar con los indígenas chontales. Su México solo se construye si los que no tienen nada, pueden lograr algo.

López Obrador es un líder social, heredero de la vieja estirpe del priismo nacionalista revolucionario, que se presenta como un salvador. Su plan no pasa solo por lograr un cambio. Ha prometido que liderará la cuarta transformación de México, tras la Independencia, la Reforma y la Revolución. Que después de Hidalgo, Juárez y Madero, estará él. En cierta manera, quiere poner fin al ciclo que arrancó, a finales de los ochenta, Carlos Salinas de Gortari: la predominancia en el poder de una mayoría de centro derecha, una amplia tolerancia al predominio de intereses privados y la administración de la desigualdad. López Obrador ha sido el opositor por excelencia de ese modelo, que trajo consigo la exclusión de la izquierda del poder ejecutivo.
López Obrador, visto por Sciammarella.


Sobre el papel, su posible triunfo cerraría ese ciclo liberal. En la práctica, existen muchas dudas. Después de perder en 2006 ante Felipe Calderón por un estrecho margen –siempre sostuvo que le robaron la elección- y de volver a ser derrotado por Peña Nieto hace seis años por un amplio margen -en ambos casos bajo el paraguas del Partido de la Revolución Democrática (PRD)-, para esta ocasión no solo creó un partido a su imagen y semejanza (Morena), sino que se ha aliado con Encuentro Social, una formación evangélica.

La sobrerrepresentación ultraconservadora en el Congreso preocupa a los defensores de derechos sociales que, en su mayoría, apoyan al líder de Morena. Además, López Obrador no ha dudado en sumar a su proyecto Juntos Haremos Historia –que completa el Partido del Trabajo, de extrema izquierda- a enemigos de antaño, cuestionados dirigentes sindicales mineros, a cambio de conseguir votos y estructura para defenderlos en todo el país. “Ganará las elecciones el candidato de los partidos que se ubican más hacia la izquierda y más hacia la derecha en el espectro político. Un candidato que, además, ha pactado con políticos de centro, centro derecha, centro izquierda y centro radical”, resume el escritor Emiliano Monge.

En el entorno más cercano de López Obrador sienten que se ha infravalorado su capacidad política y pragmática. Desde que comenzó la campaña era el objetivo a batir y de todas las batallas ha salido indemne. Despejó la supuesta injerencia rusa en su campaña a base de humor, presentándose como Andrés Manuelovich; sugirió amnistiar crímenes vinculados por el narcotráfico y, al ver que le podía costar caro, dejó de mencionarlo; aseguró que lo que México necesita es una Constitución moral, sin concretar a qué se refería; se enfrentó con el todopoderoso Carlos Slim a costa del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, que finalmente no revertirá; después de cargar contra la élite empresarial, se reunió con ellos. Este ir y venir ha sido acicate para sus críticos, que ponen en duda su moderación. Sin embargo, le ha permitido marcar la agenda sin apenas costos. Mientras todo el mundo le escrutaba a él, López Obrador hacía lo propio con México. Ningún candidato ha recorrido el país como él. Cuando se iba, quedaban los suyos. A la par que perfeccionaba su imagen, desarrollaba la de Morena. Su mayor obsesión siempre fue garantizar la defensa del voto. Este domingo, Morena tendrá representantes en más del 90% de las casillas, solo superados por el poderoso PRI.

“López Obrador se hizo a sí mismo, y casi podría decirse que a solas. Si no hay padrinos en su biografía, tampoco hay compañeros”, escribía en este diario Jesús Silva-Herzog, profesor del Tecnológico de Monterrey. Su núcleo más próximo lo integran sus hijos, su mujer, Beatriz Gutiérrez Müller y su inseparable César Yáñez, encargado de prensa y contención con todo aquello que sienta que no le conviene. A la moderación de su imagen ha contribuido su equipo de colaboradores más cercano. Todos han sabido desarrollar una campaña sin él, para él. Los más destacados son tres que, a priori, no ocuparán una cartera en el Gobierno paritario que anunció hace meses.

El empresario Alfonso Romo ha sido el encargado de convencer a sus pares de que la victoria de López Obrador no supone un peligro para México. Romo, empresario de Monterrey, al norte del país; admirador del expresidente colombiano Álvaro Uribe y otrora crítico del candidato, es decir, poco sospechoso de ser un líder de izquierda, emprendió una cruzada de meses, primero con directivos de pequeñas y medianas empresas, que concluyó con la reunión en junio de López Obrador con la élite empresarial. “El mazazo más importante”, como describía uno de los asistentes.

Otro de los factores que determinarán la elección será el más que probable crecimiento de López Obrador en el norte del país, la zona que tradicionalmente le ha dado la espalda. Si ha dejado de ser solo un candidato del sur y del centro del país ha sido, en buena medida, por el trabajo de Marcelo Ebrard. Su sucesor como jefe de Gobierno en la Ciudad de México (2006-2012) regresó al país a finales del pasado año para sumarse a la campaña, con el fin de construir una estructura sólida en el terreno más fangoso para el candidato.

Si alguien ha contribuido a suavizar la imagen de López Obrador entre el electorado ha sido Tatiana Clouthier. Hija de un excandidato presidencial del PAN, partido con el que fue diputada federal, ha sido capaz de convencerle de que debía enfrentar todos los ataques con un mensaje de paz y amor –AMLOve, lo han llamado-, así como de llegar al electorado más joven a través de una intensa campaña en redes sociales. López Obrador se vanaglorió de ello en su multitudinario cierre de campaña en el estadio Azteca: “Miren lo que son las cosas, soy el candidato de más edad, pero los jóvenes, con su rebeldía, saben que representamos lo nuevo”.

Los colaboradores de López Obrador han sabido anteponer sus intereses personales, que los tienen como todo político, al éxito de su jefe. Una gran diferencia con sus competidores. Ricardo Anaya forjó una alianza que se antojaba imposible al juntar a los partidos tradicionales de la derecha y la izquierda. Estuvo dispuesto a pagar el precio de dividir a conservadores y progresistas, pero no calculó que los intereses de los que le acompañaban eran incluso mayores que los de los que se quedaron por el camino. En el caso de José Antonio Meade, su designación como candidato del PRI abrió una batalla interna entre los afines al presidente y el núcleo más duro del tricolor, que nunca vio con buenos ojos que un simpatizante, escorado a la derecha, fuese su candidato. Heridas que, lejos de cicatrizar, siguen abiertas sin torniquete que las frene.

Por si fuera poco, la guerra descarnada durante la campaña entre Anaya y Meade y el presidente, ha facilitado el camino de López Obrador. En el entorno del líder de Morena lo comparan, con cierta ironía hiperbólica, con la batalla de Stalingrado. Entonces, los alemanes caminaban hacia Moscú con todo a su favor, hasta que Hitler decidió tomar los pozos petroleros de Crimea. En el camino, decidió arrasar con Stalingrado, en buena medida por el nombre. Aquello le costó en buena medida la guerra. La promesa de Anaya de que encarcelaría a Peña Nieto fue su Stalingrado. Mientras, López Obrador pasaba el verano en Moscú.

Hay una gran parte del país que lo detesta desde hace años; que siente que, de lograr el triunfo, López Obrador se cobrará la venganza. Él ha insistido en que garantizará el derecho a disentir, la libertad de prensa o que los empresarios podrán seguir haciendo negocios. En esa cruzada por tranquilizar, no obstante, se ha producido una suerte de excusatio non petita, accusatio manifesta. Por delante tendrá hasta el 1 de diciembre que tome posesión –una transición ridícula que se acortará en el próximo sexenio- para ir aportando certezas.

De lo que no hay dudas es de que López Obrador no quiere mirar más allá de México. Más bien, ve México allá donde va. Hasta el extremo. En un reciente viaje por el norte del país comentaba que la última vez que visitó Cantabria, la tierra donde nació su abuelo, todo le recordaba a México: “El verde y el caoba son igual que los de la selva Lacandona”. De ahí que, pese a los suspiros de tantos, no parece que vaya a erigirse en un líder regional. Comparado con Chávez hasta la saciedad, el López Obrador de 2018 solo comparte con el expresidente el culto a sí mismo y su convicción de que solo ellos pueden salvar al país. Y aunque no se debe menospreciar, son más las diferencias que los separan. La primera, López Obrador no es un militar ni parece que vaya a hacer uso de ellos para aferrarse en el poder. Además, cuesta imaginarse que un país tan diverso como México pueda sumirse en una situación como la de Venezuela, dependiente del petróleo. Con Lula comparte su tenacidad por lograr el poder, pero ni por asomo la visión global del brasileño. Además, si durante sus gobiernos -no necesariamente por él- la corrupción se expandió, el fin del líder de Morena es cercenarla.

Entre ese afán por querer verlo en todos lados y con la convicción de que se sabe todo de él, México se ha terminado por preguntar quién es y cómo podría gobernar López Obrador.
Los asistentes al cierre de campaña en Jalisco gritan consignas de apoyo

Con un aumento superior al previsto, desde hoy la nafta se vende un 5% más cara




Tras la suba del dólar, las principales cadenas de abastecimiento comenzaron a aplicar los incrementos que, en principio, iban a ser de un 3 por ciento máximo, como se había acordado cuando se produjo la suba el 1 de junio.

Los combustibles en las estaciones de servicio volvieron a aumentar, ahora con hasta un 5%, por lo que el litro de nafta súper pasó a costar casi 28 pesos en promedio.

Tras la suba del dólar, las principales cadenas de abastecimiento comenzaron a aplicar los incrementos que, en principio, iban a ser de un 3 por ciento máximo, como se había acordado cuando se produjo la suba el 1 de junio, que había sido de un 5 por ciento.

Esa cifra había sido pactada entre los empresarios y el ex ministro de Energía Juan José Aranguren, pero ahora la cartera está en manos de Javier Iguacel y las petroleras insisten en que el aumento en el precio de los hidrocarburos debe ser mayor.

El sector es uno de los más perjudicados por los movimientos de la divisa norteamericana, ya que el valor del crudo siempre cotiza en esa moneda.

De esta manera, desde el inicio de este domingo en las estaciones YPF de la Capital Federal, por ejemplo, el litro de nafta premium ya se vende a unos $32.34, mientras que el de súper cuesta $27.82.

Este incremento se suma al del 5 por ciento autorizado por el Gobierno para el primero de junio pasado, el cual había sido acordado en mayo.

En aquella ocasión se había establecido que el próximo aumento iba a ser en julio y de hasta 3% para todas las naftas y gasoil comercializadas en el país.

Según la Confederación de Entidad del Comercio de Hidrocarburos (CECHA), el precio de los combustibles en la Argentina todavía tiene un atraso del 30 por ciento y es el sexto más bajo de los valores de comercialización entre los países de la región.

El organismo sostiene esto a partir de un informe que realizó en octubre pasado sobre la base del precio del barril de petróleo Brent, que se toma de referencia en la Argentina, y el tipo de cambio de ese momento.

La entidad explicó que el barril valorado en pesos pasó de cotizar $ 1.252,45 el 23 de octubre de 2017 a $ 1.976,95 según el valor de esa fecha.

El mes pasado, el entonces ministro Aranguren explicó que se estaba tratando de llegar a un acuerdo con las petroleras y refinadoras para atenuar el impacto del incremento en los costos de la industria, la tasa de cambio y el valor de los biocombustibles.

"Los productores de petróleo crudo acompañarán este esfuerzo limitando los precios de la compra-venta de su producción en el mercado interno durante mayo, junio y julio del corriente año", sostuvo.

Elecciones en México; vibra el continente

89,3 millones de mexicanos están llamados a votar este domingo para elegir un presidente, un nuevo Congreso y renovar nueve gubernaturas



Perfil | López Obrador
Perfil | Ricardo Anaya
Perfil | José Antonio Meade

México vota este domingo un nuevo presidente en una elección histórica. Los comicios del 1 de julio son los más grandes en la historia del país norteamericano con 89,3 millones de personas llamadas a sufragar. Los mexicanos elegirán un nuevo presidente para un cargo de seis años y el primer Congreso de 500 diputados y 128 senadores que podrá reelegirse. Además, nueve de los 32 Estados del país están en juego, entre ellos, Ciudad de México, Jalisco y Veracruz, tres de las entidades más pobladas. Más de 1.600 alcaldías también serán renovadas y se votarán 972 diputados locales en 23 Estados. Andrés Manuel López Obrador, de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena-Partido del Trabajo-Encuentro Social), llega como el gran favorito a la cita después de una campaña marcada por la inseguridad y los escándalos de corrupción en la Administración del PRI. Compiten también el candidato del partido en el Gobierno, José Antonio Meade, de la alianza Todos por México (PRI-Partido Verde-Nueva Alianza) y Ricardo Anaya, quien encabeza Por México al Frente, una coalición que ha logrado reunir al PAN, de derechas, con el PRD, de izquierdas, además de Movimiento Ciudadano, una organización de centro. La boleta la completa el candidato sin partido Jaime Rodríguez Calderón, conocido como El Bronco.


Lorenzo Córdova, presidente del INE, ha celebrado que la mayoría de las más de 156.000 casillas están operando este 1 de julio. "Cada voto se contará y se contará bien" ha insistido en un mensaje sobre el avance de la jornada. "Esta es la elección más vigilada de los tiempos recientes" ha asegurado el árbitro electoral de cara a las seis hora que restan antes de que termine las votaciones en México




Ciro Murayama, consejero electoral, ha anunciado que de las 156.808 casillas instaladas sólo hubo cuatro que no se pudieron montar: dos en Michoacán, Oaxaca y en Puebla.






"Vamos a ganar, estoy convencido. La votación ha estado en estos momentos ha estado muy nutrida espero que estemos esta noche estemos festejando el triunfo de la democracia", este ha sido el mensaje de Ricardo Anaya, candidato de Por México al Frente tras emitir su voto en Querétaro. En un mensaje a los medios de comunicación el político de 39 años ha dicho que se trasladará a la Ciudad de México para seguir la jornada electoral http://cort.as/-7h4f.



El candidato de Por México al Frente, Ricardo Anaya, enseña su pulgar entintado tras acudir a votar en una casilla en el Estado mexicano de Querétaro. En estas elecciones presidenciales el político de 39 años se juega gran parte de su futuro político y con muchos de sus adversarios deseándole la derrota para cobrar facturas, nos lo cuenta Luis Pablo Beauregard



FOTOS | Elecciones México 2018: la jornada electoral en imágenes.

Los mexicanos comenzaron a emitir su voto este domingo en unas elecciones generales marcadas por una violencia brutal y en las que el candidato presidencial izquierdista Andrés Manuel López Obrador aparece como el puntero http://cort.as/-7ht4



Claudia Sheinbaum, candidata de Morena para gobernar la Ciudad de México ha acudido a las urnas a emitir su voto. Esta licenciada en física y doctora en ingeniería energética, de 55 años, por la Universidad Nacional Autónoma de México se define como una política de izquierdas http://cort.as/-7hsb




El factor de los jóvenes puede decidir la elección. El 40% de la lista nominal para los comicios tiene una edad entre 18 y 23 años. Será su primera vez en unos comicios, en los considerados los más grandes de la historia.

“Estas elecciones pienso votar porque siento un compromiso con el país”, dice Fernando López, de 23 años. “Puedes decir muchas cosas con tu voto, como tu desacuerdo con el gobierno actual. Más que una herramienta de cambio, el voto es un síntoma”.

Así lo explica Almudena Barragán



El presidente de Bolivia, Evo Morales ha pedido a través de su cuenta de Twitter al próximo presidente de México que "mire al sur" para enfrentar unidos las "arremetidas" de Estados Unidos






"Estoy absolutamente seguro de un triunfo para mí" ha declarado el candidato del PRI, José Antonio Meade, tras emitir su voto al sur de la Ciudad de México. Aunque las encuestas lo han ubicado en el tercer puesto, Meade ha dicho que está confiado en conseguir la victoria. Al salir de la casilla el aspirante acudirá a misa y después se dirigirá a la sede de su partido http://cort.as/-7h4V. Foto: Johan Ordoñez de AFP




FOTO | Más de 89 millones de mexicanos están llamados a votar este domingo para elegir un presidente, un nuevo Congreso y renovar nueve gubernaturas. Se ha registrado una afluencia constante en estas primeras horas de la jornada electoral http://cort.as



El candidato presidencial de Por México al Frente, Ricardo Anaya, está en la fila a las afueras de su casilla en el Estado mexicano de Querétaro. El llamado "joven maravilla" de la política mexicana pondrá a prueba su meteórica trayectoria este 1 de julio http://cort.as


Los votos del extranjero tienen un plazo hasta el cierre de urnas de este domingo. Hace un par de días se tenía registro de 97.000 votos. Se enviaron 181.000 boletas. El Consejero Electoral, Ciro Murayama, comparte algunos de los documentos que recibió




El priista José Antonio Meade ha votado en una casilla cercana a su domicilio en la delegación de Coyoacán. Un perfil del candidato que ha luchado por estar en el segundo lugar de la contienda presidencial por Sonia Corona http://cort.as/-7h4V




Los mexicanos que aún no saben dónde votar pueden buscarlo a través de este sitio web llamado Busca tu casilla del Instituto Nacional Electoral (INE) a lo largo de todo el territorio: http://cort.as/-7hmu


El candidato izquierdista a la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, favorito en todas las encuestas ha dicho que en esta jornada los mexicanos deciden "entre más de lo mismo o un cambio verdadero" que acabe con la corrupción.

Lo que paso en mayo con la gente, pasó en junio con los mercados


En Mayo tuvo lugar un punto de inflexión clave y dramático en el recorrido del gobierno de Cambiemos. Hasta mayo, al gobierno le funcionaba la narrativa del “estamos mal, pero este es el camino correcto” “fueron muchos años de desmanejos, lleva tiempo, pero estamos haciendo las cosas bien, tenemos el mejor equipo de los últimos 50 años”.



En mayo eso se quebró. La gente dejo de validarlo. La gente vio al gobierno pifiar, como a Willy Caballero en el primer gol de Croacia. Y ahí apareció el miedo. Cuando confiás, tolerás errores, bancás, defendés y sobre todo estás tranquilo. Hay un punto donde perdés la confianza, y el manejo de la corrida de mayo rompió el status quo. La gente dejó de confiar. Este nuevo escenario se traduce de diferentes maneras en los diferentes segmentos en términos de las preferencias electorales. En los que adversan profundamente al gobierno, funciona con un validador y potenciador de sus creencias, en el nucleo duro de adherentes del macrismo, genera un conflicto complejo, donde no se cuestiona la adhesión, pero la problematiza, se adhiere aún sabiendo que lo que se dice no es verdad. Ahí funciona fuerte el rechazo y el miedo a peronismo, pero construye la sensación de que las garantías no existen y que el futuro no será el que compraron en 2015.



Donde funciona más disruptivamente ese quiebre de la confianza, es en el tercio fluctuante, ahí donde residen el voto blando del gobierno y el rechazo blando a este. Ahí pego más fuerte. Es ahí donde el gobierno perdió más. Ese sujeto de elección es el que probablemente se mueva más en términos de sus preferencias electorales a partir de la crisis de confianza de mayo.

El sector del electorado considerado independiente y que en el ballotage de 2015 se dividió en partes casi iguales entre ambos candidatos ha vuelto a un estado de reflexión, tanto respecto de la actual gestión como de la anterior.



En mayo, la gente vio a la defensa dudar y fallar y al arquero comerse un gol de una manera burda, pero los mercados tienen otra lógica, los jugadores del mercado como los jugadores de fútbol saben que esas cosas pueden pasar y que nos pasan a todos.

Por eso siguieron o quisieron seguir creyendo. A esa creencia contribuyeron las medidas, el FMI, la categoría de emergente y fundamentalmente las ganas de creer.

Eso se quebró en Junio. Lo que pasó en mayo con la gente, pasó en junio con los mercados. Le vieron las cartas, y no eran ni parecidas a lo que el gobierno vendía.



Mientras duró la fiesta alimentada por los dólares del exterior, financieros y de deuda, todo eran sonrisas, buenos modales, ponderaciones a la nueva “normalidad” económica y al regreso a los manuales tradicionales. Pero con la crisis muchos comenzaron a perder plata. La devaluación se comió las ganancias de los inadvertidos que se quedaron en Lebac.
Las acciones que en los últimos dos años crecieron desproporcionadamente en relación a la economía real, más del doble que en la bolsa de Nueva York, ya están en dólares en cerca de la mitad de su valor de principios de año.

No es sólo volatilidad periférica, sino una muestra más de lo poco que el ánimo bursátil local refleja a la economía real. Como seguramente sabe el lector, existe una relación bastante directa entre bolsillo y estado de ánimo. Los rostros se volvieron adustos y los tonos duros. Si el marco no fuese trágico para las mayorías, resultaron graciosos los debates entre traders y economistas ortodoxos en las redes sociales y en los medios “especializados”. El dream team de la Champion League, que ya desde mayo era considerado con desconfianza, pasó sin mediaciones a ser “el peor del mundo y de la historia argentina”. Los comentarios se volvieron socarrones y la supuesta posesión de gran “solvencia técnica” desapareció.

La confianza es que como cuando se rompe una copa, la podés arreglar con la gotita, pero sempre va a quedar la marca y ya no va servir para tomar. Las medidas para restituir la confianza están intimamente ligadas a la confianza que genera la marca política que gestiona esas medidas.

La principal función de la marca política, según mi experiencia, es generar confianza. Las crisis económicas se dan por falta de confianza y los diferentes tipos de relaciones se destruyen por la misma razón.



Ningún banco soportaría que todos sus clientes se presenten en ventanilla a retirar sus depósitos, simplemente no tendría los fondos para pagar. La plata no está, y los bancos no tienen la máquina para imprimir billetes, lo que sí se pueden imprimir a su marca es confianza.

Un banco como un gobierno ante todo debe vender confianza, su marca debe disparar significados de seguridad. De esa manera la gente estará tranquila y no retirará la plata del banco y así éste podrá cumplir con los que quieren sacar el dinero, y seguir desarrollándose como empresa.

Si se produce una corrida porque la gente perdió la confianza, se cae el banco, cualquier banco; ningún banco el mundo, por más fuerte que sea, puede soportar una corrida, una pérdida de confianza.

La confianza no se apoya en algo tangible y concreto, la plata del banco no está, está prestada y apalancada en miles de operaciones. Lo que está es la percepción de confianza en la cabeza de la gente. Por eso la marca de un candidato, de un gobierno o de una empresa no necesita mostrar la billetera, lo que necesita es construir esa percepción en la cabeza de la gente.

La confianza es el capital simbólico más importante que puede y debe construir una marca política o corporativa, y se construye a través de pequeños pasos constructores de confianza, uno sobre el otro como los pisos de un edificio que van consolidando la construcción de la percepción.

En este escenario los empresarios dudan, ya no confían. En público sonríen para la foto, declaran que bancan, pero saben que esas fotos quedan en Google para siempre.

En el Gobierno detectaron que los discursos de Mauricio Macri no están penetrando como buscan sus asesores en medio de la crisis económica.

Los discursos que encendieron las alarmas fueron los que dio este jueves en la sede de la Came y este viernes en Entre Ríos, donde dijo que "Esta vez la Argentina va a cumplir". En el Gobierno admiten que Macri no logró comunicar bien las medidas para las Pymes, en un momento en el que no sobran las buenas noticias.


En el propio macrismo reconocen que el estilo motivacional, más acorde a un pastor que a un presidente en medio de una crisis, puede servir en campaña pero no logra tranquilizar a los mercados.


En el Gobierno advierten con consternación que los canales de televisión, incluso los más oficialistas, no transmiten a Macri en directo cuando habla desde algún acto. La razón principal es que no da definiciones concretas, más allá de los gags de optimismo y esperanza.

Eso es justamente lo que cuestiona el mercado, que espera medidas tangibles cada vez que habla Macri y se lleva frases hechas.

En este contexto, en el PRO advierten que la voz de Macri como única herramienta para aquietar las aguas ya no alcanza.

Por esa razón el presidente quiere enviar a Nicolás Dujovne a un road show por el mundo para tranquilizar a los mercados.

Al mismo tiempo, el Gobierno buscó este viernes que los gobernadores salieran a apoyar el cumplimiento de las metas fiscales que trazó la Rosada para sumar voces a la del propio Macri, para demostrar que el presidente tiene respaldo político para hacer el ajuste que pide el FMI.

Los sindicatos y los movimientos sociales saben que van a obtener mucho más de lo que el gobierno ofrece, huelen debilidad. Carrió se debilita a la luz de la soltada de mano de algunos medios oficialistas y de sus predicciones fallidas. Los radicales, esos seres que se acostumbraron a consumir poder más que a producir poder, por eso los radicales, murmuran hablan y protestan entre ellos, pero nunca harán nada que haga peligrar las pocas efectividades conducentes que les da el macrismo.

Los economistas oficialistas y paraoficialistas no pueden creer que el dogma no funcione, que lo que predicen sus manuales no ocurra. Sus caras parecen decir “hicimos todo bien y sale todo mal”. Las predicciones no alcanzan a durar una semana, como por ejemplo la confianza desproporcionada en que el crédito del FMI traería calma a “los mercados”. Los malos ya no están y quedaron demasiado lejos para culparlos.
A falta de populismo propio se acusa al populismo de Donald Trump y su empeño por no seguir las reglas del libre comercio. Se combina la poca lluvia del campo, el bajo precio de la soja, el alto precio del petróleo, todo sirve, incluso la “mala suerte”. En cambio, no se dice una palabra sobre haber creado las condiciones para que estas cuestiones externas condicionen la economía interna.

Lanzan medidas desordenadas, sin coherencia, con la expectativa de ganar confianza y credibilidad de los grandes operadores. No lo están logrando porque ni el estado de ánimo de los inversores, ni el actual contexto del mercado financiero internacional y ni eventos como la sequía son el origen de semejante descalabro. Este se explica fundamentalmente por la desregulación absoluta del mercado de cambio (con un dólar a 30 pesos, es necesario recordar la idea de Federico Sturzenegger de habilitar la posibilidad de que kioscos, comercios y hoteles puedan vender dólares libremente, previa inscripción en un registro) y la apertura total de la cuenta Capital de la Balanza de Pagos, facilitando el ingreso y egreso de fondos especulativos.


Las subastas diarias del Banco Central subieron de 100 a 150 con un adicional de 300 millones de dólares del FMI, billetes absorbidos inmediatamente por el mercado. Ya se fumaron 1200 de los 7500 millones de dólares previstos, a un ritmo de oferta que, si se mantiene, agotará muy rápido el 15 por ciento del total de la asistencia del Fondo para 36 meses.

Ya no se trata de “movimientos especulativos” de determinados fondos de inversión o entidades financieras que “presionan” para lograr alguna medida de parte del gobierno o de las autoridades monetarias. Esta vez, es más que eso: “hay una liquidación masiva de activos en pesos, pero también de bonos en dólares de la deuda argentina, de acciones de empresas argentinas, es un retiro en masa de capitales sin distinción de origen; es una decisión generalizada gatillada desde el exterior: le bajaron el pulgar, dan por terminado este proceso”. La descripción, relatada no sin angustia por un importante operador financiero, tuvo su correlato en la falta de reacción de las autoridades del Banco Central el viernes último, ante la huida masiva de fondos reflejada en las pantallas de sus computadoras. Los 300 millones de dólares que ofreció el BCRA en el mercado mayorista, un par de horas después de los 150 millones subastados por el Tesoro de la Nación, volaron de sus manos en cuestión de minutos.

Atados de pies y manos el Banco Central por el acuerdo con el FMI, que limita la venta de dólares de reservas, que fijó un monto mínimo de reservas internacionales y un sendero trimestral de incremento, que exige reducir la participación oficial en el mercado de dólar futuro, y que postula que el tipo de cambio debe ser determinado por la oferta y la demanda en el mercado libre, la cotización del dólar tiene señalado un solo recorrido. Lo que hoy parece caro en pesos, mañana será barato.

Un pedido de revisión al Fondo de esas condicionalidades o un ingreso de dólares vía endeudamiento externo permitiría aminorar la carrera del verde. Como esta última opción no es probable y ante el fiasco de las subastas diarias de dólares, el Banco Central evalúa solicitar la flexibilización de esas reglas de juego cambiario que fueron consensuadas con los técnicos del Fondo, adelanta La Política Online. Sería otro record de la relación de Argentina con el FMI: solicitar un “waiver” (perdón) a menos de un mes de la firma del acuerdo. Parecida a la gestión Sampaoli, antes con la dupla Sturzenegger-Llach y ahora con la de Caputo-Cañonero, el manejo de la cuestión cambiaria por parte del Banco Central exhibe un grado de desorientación e improvisación impactante, lanzando la economía hacia un desenlace inquietante.



Mientras el macrismo sigue hablando de “turbulencias”, la corrida cambiaria es la más fuerte desde el colapso de la convertibilidad. La formación de activos externos (fuga de capitales) en los primeros cinco meses del año suma 9821 millones de dólares, detalla el anexo estadístico del balance cambiario del Banco Central. En el mismo período del año pasado, esa sangría de divisas había sido de 3299 millones de dólares. De un año a otro, la fuga subió casi 200 por ciento, y la velocidad de la pérdida de divisas no aminora en ninguno de los frentes del sector externo. Por la puerta del turismo al exterior (viajes, pasajes y otros pagos con tarjetas), el saldo neto de enero a mayo de este año fue negativo en 4956 millones de dólares. Por fuga y turismo suman casi 15 mil millones de dólares en los primeros cinco meses del año.


La indulgencia con la que la mayoría del periodismo y los analistas económicos adjudican la crisis económica local a "turbulencias externas", en línea con la argumentación oficial, contrasta con la reacción gélida del capital financiero internacional a los intentos del Gobierno por contenerla.

Tras una devaluación deliberada del peso que Mauricio Macri creyó que podría frenar cuando el dólar tocó $25, la huída en masa de los inversores de las acciones y los bonos argentinos empujaron el nuevo salto a $28. El blindaje récord del FMI, la fijación en sus condiciones de un estricto cronograma de ajuste fiscal, el despido con causa de Federico Sturzenegger y su reemplazo por un equipo de purasangres de Wall Street, la recategorización del país como "mercado emergente" y hasta las subastas diarias de los dólares de Christine Lagarde que dispuso Luis "Toto" Caputo al asumir en el Central se probaron impotentes para contener la estampida. Todo ese arsenal apenas compró paz cambiaria por cuatro jornadas hábiles, incluyendo el lunes de paro nacional.

La disparada del riesgo país ilustra elocuentemente el malhumor de los inversores.  En criollo, la tasa de interés que pagaría hoy por financiarse un Nicolás Dujovne sin control de cambios ni límites al flujo de capitales golondrina y bajo la estricta tutela del staff de Lagarde es tan inaccesible como la que exigían los mercados al "soviético" Axel Kicillof cuando Daniel Scioli todavía aparecía como favorito para suceder a Cristina Kirchner.

Es todo un dato político. Así como en septiembre de 2015 descontaban un giro a la ortodoxia, ganara quien ganase, en el último mes los grandes fondos de inversión parecen haber empezado a descontar que Macri solo gobernará un año más. Y que será un año tenso, muy conflictivo, de depresión económica. Los únicos países del planeta donde la prima de riesgo crediticio es más alta que en Argentina son Venezuela, Ecuador, Líbano y Ucrania. El primero atraviesa una crisis política y humanitaria que incluye más de un millón de emigrados según la ONU. Los dos últimos acaban de ser escenario de guerras.

Es cierto que el mundo no ayuda. La soja cayó  y está en 316,50 dólares por tonelada, su mínimo en 28 meses. El petróleo está en  76 dólares por barril, su máximo en tres años y medio. Es el cóctel más letal posible para el balance de pagos, que en el primer trimestre anotó el mayor déficit de cuenta corriente de la historia según el INDEC. Y para el Tesoro, que es tomador de precios: cobra retenciones atadas a lo primero y paga subsidios atados a lo segundo.

No hay demanda de pesos, todos los que tienen pesos se los quieren sacar de encima.

Tenemos una inflación muy alta y, lamentablemente, la de este año será más alta que la de 2017. Se está hablando de junio cerca de tres y medio por ciento. En un solo mes, la Argentina va a tener la inflación que el resto de Latinoamérica tienen en un año.
Argentina no cuenta con ingresos genuinos de dólares. En mayo, se fugaron del país ocho mil millones de dólares. Se nos fueron mil millones prácticamente en turismo y servicio.


La narrativa era la del mejor equipo de los 50 años. Ahora entraron los suplentes porque se fueron los titulares, y generalmente, los suplentes son peores que los titulares y esto pega en el mercado. El tiempo se agota, el capital político se debilita, los problemas irresueltos se agravan. La crisis es grande, el gobierno pierde aliados. Luis Caputo y Nicolás Dujovne parecen no tener las respuestas. Quizás vayan a buscarlas en los próximos días a Washington. No va a alcanzar con eso, hace falta un cambio profundo y disruptivo.




Pignanelli: "En estas circunstancias, el dólar no tiene techo"


El economista pidió "resolver lo político"


En medio de una nueva disparada de la cotización del dólar, el economista Aldo Pignanelli criticó al equipo económico del Gobierno y consideró que si no hay cambios en las políticas el precio de la moneda estadounidense "no tiene techo".

"En estas circunstancias el dólar no tiene techo. Si no cambian el modelo esto va a continuar, porque al que no le creen es al modelo. El mercado se pone nervioso rápido pero tranquilizarlo lleva meses", amplió en declaraciones a radio Mitre.

Para el expresidente del Banco Central, "si no resolvemos lo político, el país no saldrá adelante".

"En la técnica monetaria, decimos que no hay demanda de pesos, todos los que tienen pesos se los quieren sacar de encima", subrayó

"Tenemos una inflación muy grande y, lamentablemente, la de este año será más alta que la de 2017. Se está hablando de junio cerca de tres y medio por ciento. En un solo mes, la Argentina va a tener la inflación que el resto de Latinoamérica tienen en un año", añadió.

Según su consideración, el país no cuenta con "ingresos genuinos de dólares". "En mayo, se fugaron del país ocho mil millones de dólares. Se nos fueron mil millones prácticamente en turismo y servicio", apuntó.

Además, puntualizó: "Teníamos un discurso de que este era el mejor equipo de los 50 años. Ahora tiene los suplentes porque se fueron los titulares".

"Generalmente, los suplentes son peor que los titulares. Al final fue el peor equipo de los últimos 50 años y esto pega en el mercado", argumentó.

El referente económico del Frente Renovador pidió al Gobierno "que se anticipe a los hechos". "Estamos en un proceso de guerra comercial, ¿no se dieron cuenta? El mundo giró hacia el proteccionismo y nosotros fuimos al revés, nos abrimos al mercado", concluyó.

Este viernes, el dólar se apreció un 3,4% este viernes -y acumuló un alza de casi dos pesos en las últimas cuatro ruedas- por coberturas en dólares de inversores privados frente al cierre de mes, los crecientes temores por la aversión global al riesgo y la desconfianza en el rumbo económico del gobierno.

Con este resultado, la divisa muestra un avance del 16,1% ($ 4,1) en junio, y del 56,52% en el primer semestre del año, un rendimiento que opacó el atractivo de otras inversiones en activos domésticos.

El billete, en este sentido, saltó 98 centavos a su nuevo récord histórico $ 29,66 en bancos y casas de cambio, de acuerdo al promedio de ámbito.com. Fue en sintonía con el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), la divisa trepó 78 centavos a $ 28,85, descontando una parte de la suba sobre el final de la rueda, tras la segunda subasta realizada por el BCRA.

En un intento por contener la disparada, la autoridad monetaria colocó un adicional de u$s 300 millones, que sacrificó de sus reservas, aparte de los u$s 150 millones provenientes del préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) por cuenta y orden del ministerio de Hacienda. El precio promedio de corte, en este último caso, se ubicó en 29,1209, siendo el mínimo precio adjudicado de 29,0590.

De esta manera, la venta de u$s 450 millones por parte de entes oficiales superó a las operaciones genuinas de bancos registrados en el Siopel, que fueron de u$s 349 millones. El volumen operado subió un 45% a u$s 1.017 millones.

El Gobierno quiere eliminar el ejército de trolls para ahorrar 200 millones


Trump da por terminado el Consenso de Washington




La reunión del G7 en Quebec, Canadá, fue un hito en muchos sentidos. En primer lugar, hubo una clara ruptura de la blanda unidad de propósito y política habitual expresada en las reuniones del G7 por los líderes de los siete países capitalistas más importantes del mundo.


Justo antes de la reunión, el presidente de Estados Unidos Donald Trump anunció una serie de medidas arancelarias proteccionistas contra el resto de los países del G7, incluyendo a su vecino más cercano, Canadá, por motivos de “seguridad nacional” - al parecer Canadá es ahora un riesgo para la seguridad de los EEUU. De este modo, Trump ha cumplido sus promesas electorales.


En la reunión Trump atacó a los otros líderes alegando que sus gobiernos estaban imponiendo reglas comerciales injustas '' a los productos de Estados Unidos y que tenían que reducir sus excedentes en el comercio con los EEUU. Los otros líderes ya habían respondido a las medidas arancelarias de Estados Unidos con nuevos aranceles previstos en reciprocidad para las exportaciones clave de Estados Unidos y respondieron a los ataques de Trump con argumentos y pruebas de que, por el contrario, eran los EEUU los que restringían la importación de bienes y servicios extranjeros.


Y así ha comenzado la guerra comercial- una guerra en la que las principales economías capitalistas no se han visto envueltas desde la depresión de 1930 y que se suponía iba a ser superada por acuerdos internacionales como el Acuerdo General sobre Tariifas y Comercio (GATT), la Organización Mundial de Comercio (OMC) y el Tratado de libre Comercio de América del Norte (TLC) en el período de postguerra. Trump ha calificado la OMC como el peor acuerdo comercial posible y al TLCAN el segundo peor (para Estados Unidos). Los EEUU han protegido a los estados capitalistas europeos y japoneses con sus ejércitos y armas nucleares contra la supuesta amenaza de Rusia y ahora había llegado el momento de que pagaran su parte aumentando tanto el gasto en defensa como con acuerdos comerciales 'más justo'. La verdadera ironía de este argumento de Trump es que a continuación pidió que Rusia, el supuesto enemigo, volviera a ser invitada a las reuniones del G7, echando sal a la herida.


Lo que todas estas payasadas de Trump revelan es que el período de la Gran Moderación y la globalización, desde la década de 1980 a 2007, cuando todos los estados capitalistas trabajaron juntos para beneficio global del capital en todos los países (en diversos grados), ha terminado. La Gran Recesión de 2007-8 y la consiguiente Larga Depresión desde el año 2009 ha cambiado el panorama económico. En una economía capitalista mundial estancada, donde el crecimiento de la productividad es bajo, el crecimiento del comercio mundial ha disminuido y la rentabilidad del capital no se ha recuperado, la cooperación ha sido sustituido por una competencia cada vez más feroz: los ladrones han caído.


Trump es el 'populista' y líder nacionalista de la potencia capitalista más grande; Italia (la más débil de los países del G7) se ha hecho populista y nacionalista también. Y Gran Bretaña está bloqueada por el 'Brexit', un autodesastre para el capital británico ganado a pulso. El ataque de Trump quiere decir que la reunión del G7, cuya agenda era la creciente desigualdad, la automatización y el cambio climático - los desafíos clave a largo plazo para la supervivencia del capitalismo - se quedó congelada.


Pero no importa, por ahora. La economía mundial está en su mejor momento desde el final de la Gran Recesión. El Banco Mundial estima un crecimiento global del PIB real del 3,1% este año, lo mismo que en 2017. Eso puede no parecer muy alto, pero supone una recuperación tras el período de recesión de 2015-6, cuando el crecimiento mundial se redujo a sólo el 2,4% y las economías del G7 solo podían alcanzar el 1,5%. Ahora las economías del G7 se están expandiendo a alrededor de una tasa de 2,5%. El desempleo en los EEUU, el Reino Unido y Japón está en mínimos históricos. E incluso en Europa, la tasa de desempleo ha caído al 8%, aún por encima de los niveles previos a la crisis, pero evolucionando a la baja.


Sin embargo, en sus últimas Perspectivas Económicas Mundiales, los economistas del Banco Mundial no estaban convencidos de que esta leve recuperación (todavía un 30% por debajo de la tasa de crecimiento mundial antes de la crisis) va a ser sostenida. “Se espera que caiga en los próximos dos años, a medida que la recuperación mundial se agote, el comercio y la inversión se moderen y la financiación se dificulte. Se prevé que el crecimiento en las economías avanzadas se desacelere hacia tasas potenciales, a medida que se normalice la política monetaria y los efectos del estímulo fiscal de Estados Unidos mengüen”. Por otra parte, “los riesgos para las perspectivas siguen tendiendo a la baja. Incluyen movimientos desordenados en los mercados financieros, la escalada del proteccionismo comercial, mayor incertidumbre política y el aumento de las tensiones geopolíticas, todos ellos nublan el panorama”.


He sugerido al final del año pasado que el ciclo comercial a corto plazo de la depresión de 2015-16 alcanzaría su punto máximo en 2018 y luego amainaría de nuevo en 2019-20. “Lo que parece haber sucedido es que ha habido una recuperación cíclica a corto plazo desde mediados de 2016, después de la recesión global, desde finales de 2014 a mediados de 2016. Si el punto más bajo de este ciclo Kitchin fue a mediados de 2016, su pico debe tener lugar en el año 2018, con una caída posterior”. Y repetí este pronóstico en abril.


Los economistas del Banco Mundial parecen estar de acuerdo. Esperan que el crecimiento económico mundial caiga a un 2,9% en 2020. “La expansión económica global sigue siendo robusta, pero se ha suavizado .... La actividad mundial aún está por detrás de expansiones anteriores, y se prevé que el crecimiento se desacelerará en 2019-20, así como el comercio y la inversión. El progreso del ingreso per cápita será desigual e insuficiente para hacer frente a la pobreza extrema en África subsahariana”. Y “a pesar de la expansión global en curso, se espera que sólo el 45 por ciento de los países experimenten una nueva aceleración del crecimiento este año, por debajo del 56 por ciento de 2017. Por otra parte, la actividad global sigue siendo inferior a la de expansiones anteriores, a pesar de una recuperación de una década de la crisis financiera global”. Así que el Banco Mundial cree que continuará la Larga Depresión.


Y esto suponiendo que no estalla ninguna nueva recesión mundial en los próximos dos años. Si bien no hay ninguna señal inmediata de una nueva recesión global (de hecho, lo contrario), hay muchos factores que se acumulan sugiriendo que no está demasiado lejos. El primero es el hecho evidente de que la actual débil recuperación tras la Gran Recesión es la segunda expansión más larga del periodo posterior a 1945, sumando diez años el próximo verano de 2019, si dura tanto tiempo.


Y luego está la rentabilidad. En el primer trimestre de 2018, las 500 mejores empresas estadounidenses lograron un aumento del 26% de sus ganancias por acción. Pero esto se debió principalmente a una enorme reducción de impuestos diseñada por la administración Trump. Cuando nos fijamos en las ganancias de todo el sector empresarial antes de las reducciones de impuestos, hubo una caída en el T1 de 2018 (-0,6%), que siguió a una caída en el T4 de 2017 (-0,1%). Con las reducciones de impuestos, las ganancias aumentaron un 6%. La bonanza de Trump fue un hecho aislado. Y la rentabilidad media de las economías del G7 se mantiene por debajo de los niveles previos a la crisis, incluso después de diez años de recuperación.





Y el gran riesgo futuro es la combinación de la caída de la rentabilidad y el aumento de una deuda ya alta en los sectores empresariales del G7. Si los beneficios deben comenzar a caer mientras el coste del servicio de la deuda aumenta con las nuevas tasas de interés, es el preludio de bancarrotas corporativas y una nueva crisis de la deuda. La deuda global, en particular la deuda corporativa, está en máximos históricos.





En 2017, la deuda aumentó un 10,2% entre 2016 y 2017. Analizándola por sectores, la deuda empresarial no financiera creció un 11,1%, la deuda pública creció el 6,7%, la deuda de los hogares creció un 12,5%, y la deuda del sector financiero creció un 11,3%.





El nivel de deuda de los mercados emergentes será insostenible porque, entre otras razones, su deuda vence y debe ser pagada o refinanciada tampoco. Esta es la deuda de los mercados emergentes según su vencimiento:





Muchas empresas de mercados emergentes y compañías financieras se han endeudado en dólares, ya que el dólar era relativamente débil y las tasas de interés ridículamente bajas. Gran parte del capital que ha entrado en las economías emergentes no era inversión productiva, sino préstamos y bonos para la actividad especulativa. La transferencia de capital a largo plazo hacia los sectores productivos de las economías emergentes (IED) se ha reducido desde la Gran Recesión.





Ahora la bonanza crediticia ha terminado. Unos 4.8 billones de dólares en deuda de los mercados emergentes madura desde este año hasta el 2020, y gran parte de ella tendrán que renovarse a tasas más altas y, por lo general, si la fortaleza del dólar continúa, en un entorno cambiario desfavorable.


Las señales de la crisis ya están apareciendo en algunas de las grandes economías llamadas emergentes. Argentina ha quebrado y se ha visto obligada a pedir un prestamo de 50 mil millones de dólares al FMI, porque no puede endeudarse en los mercados internacionales de bonos a precios asequibles. La economía se hunde, la inflación se está disparando y la moneda se ha hundido. Brasil no se queda atrás. La economía brasileña está luchando para crecer algo, pero tiene los costes más altos de interés para la deuda del mundo. En el T1 de 2018, la economía de Sudáfrica se contrajo a su ritmo más rápido en nueve años y la inversión empresarial se redujo significativamente. Y la moneda de Turquía, la Lira, alcanzó mínimos históricos mientras la inflación anual llegó a más del 12%; los extranjeros han retirado su dinero y el Banco Central ha elevado su tasa de interés a casi el 18%.


Pero el punto de inflexión real es probablemente la deuda empresarial en las economías del G7. La deuda empresarial estadounidense no financiera llegó a su máximo tras la crisis suponiendo el 72% del PIB. En torno a 14,5 billones de dólares en 2017, la deuda del sector empresarial no financiero creció 810 mil millones más que hace un año, con un 60% de la subida derivada de nuevos préstamos bancarios. En la actualidad, la financiación de bonos supone el 43% de la deuda pendiente con un vencimiento promedio de 15 años frente a la vida media de 2,1 años para los préstamos empresariales en Estados Unidos. Esto implica más o menos alrededor de 3,8 billones de dólares de pagos de servicio de la deuda al año. “En este contexto, el aumento de las tasas de interés aumentará la presión sobre las grandes empresas con necesidades de financiación.” (IIF)


Aparte de las tasas de interés más altas, las empresas que necesitan crédito (a diferencia de las de alta calificación que obtienen préstamos sólo porque pueden hacerlo barato) tienden a ser más arriesgadas. Un reciente informe de Moody concluye que el 37% de la deuda empresarial no financiera de Estados Unidos está por debajo de la calificación de inversión. Es decir, alrededor de $ 2.4 billones de dólares.





Por otra parte, todas las empresas, tanto con una calificación de inversión como las especulativas, han aumentado su apalancamiento desde la Gran Recesión. Algunas compañías se han endeudado para financiar la recompra de acciones y tienen grandes flujos de caja y reservas. Pueden reducir el apalancamiento fácilmente, si es necesario. Pero las empresas más pequeñas, de mayor riesgo, no tienen esa opción. La empresa no financiera promedio está de media un 20% más apalancada que en el momento de la crisis financiera global de 2007-8. Una gran parte de la deuda esta calificada como BBB, el nivel más bajo de inversión. Eso significa que están al borde de convertirse en bonos basura. El número de empresas con calificación BBB ha aumentado un 50% desde 2009.





No tendremos una recesión global en 2018. Por el contrario, la economía mundial crece más rápido que nunca desde 2009. Sin embargo, el crecimiento puede haber tocado techo y en los próximos 18 meses la economía mundial podría comenzar a caer. ¿Cómo lo sabremos? Como he señalado en otras ocasiones, la rentabilidad del capital debe comenzar a caer de nuevo y, finalmente, los beneficios totales de las empresas en las principales economías deben dejar de subir. Si el coste del servicio de la deuda de todo esto también aumenta, tendremos todas las condiciones para que las empresas quiebren.


Una señal fiable de esto en el pasado ha sido la inflexión negativa de la curva de rendimiento de los bonos. La tasa de interés del dinero prestado a un año es mucho menor que la tasa general para los créditos a diez años, por razones obvias (el prestamista lo devuelve antes). Así que la curva de rendimiento entre la tasa a diez años y la tasa a un año es normalmente positiva (por ejemplo, el 4% en comparación con el 1%).


La idea general es que una curva de rendimiento empinada, debido a que las tasas a largo están aumentando más rápido que las tasas a corto, indica que el crédito es de fácil acceso y las ganancias son lo suficientemente altas gracias a un crecimiento económico rápido. Pero cuando los rendimientos a corto plazo se elevan por encima de la tasa de los bonos a largo plazo, es una señal de que las condiciones crediticias se han convertido en inusualmente restrictivas en comparación con las ganancias y de que existe una probabilidad muy alta de recesión en el plazo aproximadamente de un año.


El estratega del banco de inversión RBC, Jim Allworth reconoce que: “No ha habido una recesión en más de 60 años que no fuera precedida por una inflexión negativa de la curva de rendimiento. En promedio, la curva de rendimiento se invierte 14 meses antes de la aparición de una recesión (media de 11 meses). La “alerta temprana” más corta fue de ocho meses. No estamos ahí todavía en los EEUU, y tampoco en ninguna parte de Europa. Sin embargo, la curva de Estados Unidos va en esa dirección”.





Las rabietas comerciales de Trump y el creciente peligro de una guerra comercial que pudiera acabar con la actual 'recuperación' sólo son un factor más de los riesgos subyacentes de una nueva crisis mundial.