Moyano:"Están gobernando de una manera muy brutal, 600 por ciento de aumentos en los servicios públicos es una locura"

Hugo Moyano: "Yo jamás le dije a ningún laburante que votara a Macri"

El histórico líder sindical brindó una extensa nota a la Revista Crisis en donde repasó como nunca su accionar durante el kirchnerismo, el futuro de CFK, el rol que tuvo en la campaña electoral, las medidas de Macri. Todos los detalles.




Hugo Antonio Moyano es sin dudas una de las figuras sindicales más importantes de los últimos 30 años en la Argentina. El histórico dirigente hoy tiene 72 años y con la futura unidad de la Confederación General del Trabajo dejará su papel dentro del sindicalismo.

En una extensa entrevista con la revista Crisis en su edición bimestral de junio-julio, se refirió como nunca antes a temas claves de la política argentina como así también en relación a su rol en el movimiento sindical . "Nosotros no podemos estar como la guerrilla, toda la vida insistiendo, nosotros tenemos que ir por el poder", afirmó.

El primer semestre de Mauricio Macri como Presidente:

El referente sindical afirmó que nunca apoyó a Mauricio Macri y resaltó que "jamás le dije a ningún laburante que votara a Macri. ¿Y sabés lo que hizo Pablo? Llevó a mi nieto que tenía once años al cuarto oscuro, y se sacó una foto votando en blanco para que nadie lo acusara de haber votado a Macri".

"Están gobernando de una manera muy brutal. No se puede sincerar la economía con un 600 por ciento de aumento en los servicios públicos. Es una locura. Lo que están demostrando muchos funcionarios es que no han pasado necesidades, por eso no se dan cuenta de que estas medidas le sacan un plato de comida a la gente", agregó.

Luego señaló que "este gobierno está conducido por sectores empresarios. Creo que fue la vicepresidente quien dijo que nos hicieron creer 'la fantasía de que podíamos vivir bien'. Si el Gobierno sigue con estas medidas, evidentemente en algún momento se termina ese esfuerzo por mantener un diálogo permanente. Yo creo que en algún momento no habrá salida".

El futuro del sindicalismo

Moyano dijo que deben "actuar con la inteligencia suficiente como para esperar el momento, acumular todos los errores que está cometiendo el gobierno, y después tomar las decisiones que uno tenga que tomar, no sólo en relación a medidas directas sino también políticamente".

Además sostuvo que no está abandonando el sindicalismo sino que "estoy dejando espacio para los muchachos más jóvenes".

Su lugar durante el kirchnerismo

El ex líder camionero, antes de darle el paso a su hijo Pablo, se refirió al rol que ocupó durante el kirchnerismo y dio su parecer sobre si la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner tiene futuro político: "Me parece que no, lo dilapidó", sentenció.

"(Cristina Kirchner) nunca tuvo simpatía con nosotros, porque parece que había preferencia por los pibes como (Mariano) Recalde o (Axel) Kicillof. La Presidenta tenía el síndrome de la adolescencia rebelde. Cuando hablaba en el Patio de las Palmeras, yo los veía a los pibes que escuchaban y no entendía: '¡¿Con estos vamos a hacer la revolución?!'. ¡La revolución se hace con los que laburan! Y con los que estudian, en todo caso. No con pibes que ni saben lo que están gritando", sostuvo en forma contundente.

Además se refirió a la pelea que supuestamente había tenido con Néstor Kirchner previo al fallecimiento del ex mandatario peronista: "Dicen que (Néstor Kirchner) discutió conmigo. Es mentira. Hablamos por esos días porque había una reunión del PJ de la Provincia, que yo presidía por la enfermedad de Alberto Balestrini. No era fácil para mí porque no conducía, tenía varios opositores. Él me llamó para preguntar qué pasaba y le conté que no había quórum porque varios habían faltado. Entonces empezó a llamar y los cagó a pedos. Al rato aparecieron. Sacamos todo, y después me volvió a llamar y todo bien. No es verdad que discutimos".

Las guerras de los otros



Soldados estadounidenses en Irak, 20-12-2011 (Lucas Jackson/Reuters)



Repliegue estratégico de Estados Unidos




Por Benoît Bréville*



La política exterior del presidente Obama, aunque contradictoria, rehuyó lo que él llama “las guerras imbéciles” (por negativas en su relación costo/beneficio) y priorizó formas menos costosas de intervención en el mundo. Los precandidatos republicanos Trump y Cruz coinciden en este punto.


Confuso”, “débil”, “indeciso”, “traidor”, “cobarde”, “ingenuo”, “incoherente”, “falto de visión”, “inexperimentado”: durante ocho años, los republicanos no tuvieron palabras lo bastante duras para calificar a Barack Obama y a su política exterior. El presidente habría socavado la grandeza y el crédito de los Estados Unidos al negarse a recurrir a la fuerza.

Aunque nunca dejan de recalcar hasta qué punto Obama habría humillado a Estados Unidos, los dos principales candidatos en la palestra en la primaria republicana depusieron en gran medida esos discursos ultras. En diciembre de 2015, Ted Cruz criticó a los “neoconservadores locos que quieren invadir todos los países del planeta y enviar a nuestros muchachos a morir a Medio Oriente” (1). El mismo mes, durante un discurso ante la muy conservadora Heritage Foundation, subrayó el carácter nefasto de las intervenciones norteamericanas apoyándose en el ejemplo libio, para luego añadir: “No tenemos que apoyar a un campo en la guerra civil siria”. Palabras que sonaban un poco a una frase de Obama: el 10 de septiembre de 2013, el presidente había considerado que el conflicto sirio era “la guerra civil de otro”.

Donald Trump tampoco pretende lanzarse en una expedición a Medio Oriente. “Allí gastamos billones de dólares, y la infraestructura de nuestro país está en vías de desintegrarse”, deploró el 3 de marzo. Una vez más, se hubiera creído estar oyendo al actual ocupante de la Casa Blanca: “Durante el último decenio la guerra nos costó un billón de dólares, en un momento en que nuestra deuda se iba por las nubes en tiempos económicos difíciles […]. Es tiempo de concentrarnos en la construcción de nuestra nación”, estimaba Obama en 2011, mientras que anunciaba el próximo retiro de soldados todavía presentes en Afganistán.

Por el lado demócrata, a menudo ocurrió que candidatos críticos del intervencionismo militar estuviesen bien ubicados en la carrera por la investidura. Fue el caso del opositor a la guerra de Vietnam George McGovern en 1972, del pastor Jesse Jackson en 1984 y en 1988 –por ejemplo, había denunciado las maniobras de los Estados Unidos para derrocar al gobierno nicaragüense–, o incluso de Obama, hipercrítico de la guerra de Irak, en 2008. En cambio, hay que remontarse a 1952 y a la candidatura de Robert Taft para encontrar un republicano hostil a las expediciones militares y susceptible de ser ungido por su partido. El senador de Ohio se oponía al plan Marshall y a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), considerados ineficaces y demasiado costosos, y consideraba que Norteamérica no debía recurrir a la fuerza a menos que “la libertad de su pueblo” fuera directamente amenazada. Perdió por poco margen frente a Dwight Eisenhower. Desde entonces, la clave del éxito en las primarias republicanas es afirmar la vocación de los Estados Unidos para guiar al mundo. Era todavía el tema central de los programas de política exterior de John McCain en 2008 y de Willard (“Mitt”) Romney en 2012. El actual giro de 180 grados en el seno del Partido Republicano es tanto más sorprendente cuanto que el campo conservador se indignó durante ocho años de la “debilidad” de Obama, so pretexto de que en ocasiones era reticente a bombardear a países extranjeros.

Una línea zigzagueante

Este giro se comprende mejor cuando se analiza la evolución general de la política exterior norteamericana desde 2009. Durante sus dos mandatos en la Casa Blanca, el ex senador de Illinois se atrevió a llevar a cabo una política que no es guiada por ningún gran principio. A diferencia de los presidentes Harry Truman (“contención” de la Unión Soviética), Dwight Eisenhower (“represión” del comunismo), Richard Nixon (“distensión” vigorosa), James Carter (“derechos del hombre”), Ronald Reagan (confrontación con el “imperio del mal” soviético) o incluso Georges W. Bush (“guerra contra el terror”), no dejará tras él una doctrina que lleve su nombre, sino un conjunto de elecciones a veces contradictorias. En 2011 acompaña una coalición para hacer caer a Muamar Gadafi en Libia, para luego desinteresarse por ese país; realiza bombardeos por drones discrecionales y totalmente ilegales (frente al derecho internacional y norteamericano), pero emprende un esfuerzo diplomático multilateral para firmar un acuerdo sobre el programa nuclear iraní y sabe mostrar su audacia cuando decide el restablecimiento de las relaciones con Cuba.

El presidente debe navegar entre fuerzas que en su totalidad intentan influir en su diplomacia: la opinión pública, capaz de ir del aislacionismo al intervencionismo a poco que se cometa un atentado o se decapite a un periodista norteamericano; los representantes del partido adverso, siempre dispuestos a acusarlo de debilidad; sus consejeros, ministros y colaboradores; los aliados de Estados Unidos, que esperan que Washington se conduzca de conformidad con sus intereses; los adversarios, que están al acecho del menor paso en falso para adelantar sus peones. Algunos presidentes tomaban sus decisiones en estrecha colaboración con su secretario de Estado: Truman y Dean Acheson, Eisenhower y John Foster Dulles, Reagan y George P. Shultz. Otros se apoyaban en su consejero de seguridad nacional o en su secretario de Estado: Nixon y Henry Kissinger, Carter y Zbigniew Brzezinski. Obama, por su parte, decide solo, o con sus guardaespaldas: Benjamin Rhodes, Denis McDonough, Mark Lippert. Hombres de menos de 50 años, que hicieron sus armas no durante la Guerra Fría sino después del 11 de septiembre de 2001, y que pertenecen a la corriente antiintervencionista (2).

Por cierto, el actual presidente nombró a personas más experimentadas en los puestos clave del dispositivo diplomático y militar: Robert Gates, Leon Panetta y Chuck Hagel en el Ministerio de Defensa; Hillary Clinton y John Kerry en la Secretaría de Estado, etc. Estas voces a veces tuvieron su peso, como en 2009, cuando Hillary Clinton convenció a Obama de que apoyara el golpe de Estado contra Manuel Zelaya en Honduras. Pero en los momentos de crisis, no siempre fueron escuchadas. “Su Casa Blanca habrá sido de lejos la más centralizada y la más autoritaria en materia de seguridad nacional desde Richard Nixon y Henry Kissinger”, analiza Gates en sus memorias (3).

Los primeros desacuerdos entre Obama y su entorno aparecen en septiembre de 2009, acerca de Afganistán. Mientras que el presidente había prometido poner fin a esa guerra, el general Stanley McChrystal, encargado de las operaciones en el terreno, le dice que la victoria exige un aumento de la presencia militar norteamericana; él estima las necesidades en cuarenta mil soldados. Durante tres meses, reunión tras reunión, la secretaria de Estado, el ministro de Defensa, el director de la Central Intelligence Agency (CIA), el consejero de seguridad nacional y el director de información nacional intentan convencer a Obama de que satisfaga esa demanda. “No está en el interés nacional”, repite el presidente, que no quiere “gastar un billón de dólares” y lanzarse “en un esfuerzo de reconstrucción nacional a largo plazo” (4). Negándose a escoger entre el retiro y el compromiso militar ilimitado reclamado por el general McChrystal, opta por una solución de compromiso: una intervención de treinta mil soldados por una duración de dieciocho meses. “Norteamérica debe mostrar su fuerza, de manera de poner fin a las guerras y prevenir los conflictos”, declara el 1º de diciembre de 2009 para justificar su elección. La mayoría de los especialistas en cuestiones militares consideran ese punto intermedio particularmente ineficaz, porque sugiere a los talibanes que hay que esperar hasta que aclare.

Siria no es Libia

Un escenario comparable se desarrolla en 2011, al comienzo de las “primaveras árabes”. ¿Hay que intervenir militarmente para hacer caer a Gadafi, so pretexto de que amenaza con masacrar a los insurrectos de Benghazi? Esta vez, con excepción de Hillary Clinton, el entorno de Obama es más circunspecto. Gates estima incluso públicamente que cualquiera que encare una nueva expedición a Medio Oriente debería “hacer que le examinen el cerebro” (5). Pero las presiones vienen de los medios, del extranjero –en particular de Francia y del Reino Unido, muy decididos a enfrentarse si es necesario– y del Congreso, donde el senador demócrata John Kerry y su colega republicano John McCain reclaman juntos el establecimiento de una zona de exclusión aérea. Una vez más, el presidente hace una elección “centrista”: acepta intervenir, pero en el marco de una coalición amplia, con un mandato de las Naciones Unidas –que únicamente prevé la creación de una zona de exclusión aérea que rápidamente será sobrepasada– y sin conducir las operaciones.

¿Se puede detectar en esto una “doctrina Obama”? Los Estados Unidos pretenderían “dirigir desde la retaguardia” (lead from behind) para defender sus intereses sin exponerse demasiado: bombardeando con drones, privilegiando el uso puntual de fuerzas especiales o dejando que otros intervengan en su lugar. “Dirigir desde la retaguardia no es dirigir. Es abdicar”, vocifera entonces el periodista neoconservador Charles Krauthammer en el Washington Post (6). La guerra en Siria demostró que no se trataba de una doctrina para el presidente norteamericano sino, como en el caso afgano, de una elección de circunstancia: Obama intentó tratar con cuidado a partidarios y detractores del recurso a la fuerza, sin satisfacer a ninguno.

El precedente libio no hizo más que reforzar sus reticencias respecto de las intervenciones militares. Durante dos años, entre 2011 y 2013, multiplica las condenas verbales, apela a la partida del presidente Bashar al-Assad, proclama su apoyo a los rebeldes, pero nunca está dispuesto a utilizar a su ejército. Siria no es Libia, un Estado sin verdaderos aliados. La situación cambia en agosto de 2013, cuando el poder de Al-Assad es acusado de haber utilizado armas químicas en el suburbio de Damasco, cruzando así la línea roja trazada un año antes por Obama. Estados Unidos ¿puede permanecer inactivo cuando su crédito está en juego? En la Casa Blanca se dibuja un consenso alrededor de la necesidad de “castigar” a Al-Assad. “Las grandes naciones no farolean”, previene el vicepresidente Joe Biden, habitualmente poco favorable a las expediciones militares (7). Obama también parece convencido, y hasta pide al Pentágono que proponga los blancos de los bombardeos.

Pero en el último momento, tras una discusión con McDonough, su consejero más antiintervencionista, el presidente da media vuelta y pide a su equipo que le encuentre una puerta de salida. Esta decisión desencadena una lluvia de recriminaciones, en Francia, en Arabia Saudita, en Israel y en los países del Golfo, y le significa a Obama el ser tachado de “cobarde” por los republicanos, al mismo tiempo que exaspera a numerosos demócratas, sobre todo a Kerry, que considera que se “dejó embaucar” (8). Obama “envió un mal mensaje al mundo”, estima el ex ministro de Defensa Leon Panetta en sus Memorias: “Este episodio subrayó su debilidad más evidente […]. Con demasiada frecuencia, a mi juicio, el presidente privilegia la lógica de un profesor de derecho sobre la pasión de un líder” (9).

Numerosos conservadores vieron en la decisión de Obama un punto de inflexión, un “nuevo Múnich”, al que imputan una larga serie de desgracias: si los Estados Unidos hubieran castigado a Damasco en 2013, afirman, el Estado Islámico (EI) no habría crecido como lo hizo; Irán no ocuparía un lugar tan considerable en la escena siria; Moscú no habría tenido la audacia de anexar a Crimea, etc. Obama replica que Rusia no se había preocupado por las entonaciones marciales de Georges W. Bush, ni por la presencia de cien mil soldados norteamericanos en Irak cuando intervino en el conflicto georgiano en 2008. Para él, ver en los actos de Vladimir Putin la señal de un retorno enérgico de Rusia equivale a “desconocer la naturaleza del poder en materia de política exterior. El verdadero poder significa que es posible obtener lo que uno quiere sin tener que recurrir a la violencia. Rusia era mucho más poderosa cuando Ucrania se parecía a un país independiente pero en realidad era una cleptocracia donde Moscú podía mover los hilos” (10). Además, Washington dista de haberse quedado inactivo durante la crisis ucraniana: Obama, además de haber reactivado la OTAN en Europa central, hizo presión sobre la Unión Europea para que imponga sanciones diplomáticas y económicas a Rusia.

Estrategia de “fortificación”

La decisión siria de agosto de 2013 representa a pesar de todo un giro para la diplomacia norteamericana. Por primera vez desde 2009, Obama no escogió un punto intermedio militar: al negociar con Rusia un acuerdo sobre el desmantelamiento del arsenal químico de Damasco, puso fin al reflejo que hace seguir de una réplica militar a toda “provocación” contra Estados Unidos. Esta ruptura confirmó la elección por Washington de una estrategia de “fortificación” (11). Del retiro de las tropas de Irak y de Afganistán a la baja de los presupuestos del ejército, pasando por la negativa a lanzar nuevas expediciones militares, Obama trató de reducir la presencia norteamericana en el mundo con el objeto de poder concentrarse en los problemas internos y remediar el activismo desestabilizador de los años de Bush. La idea de la fortificación, por otra parte, está claramente formulada por la “Guía estratégica” publicada en 2012 por el Ministerio de Defensa: “Para alcanzar nuestros objetivos de seguridad desarrollaremos tácticas con una impronta ligera y poco costosa. […] Las fuerzas norteamericanas no estarán ya en condiciones de llevar a cabo operaciones prolongadas a gran escala”.

Este posicionamiento no tiene gran cosa que ver con el aislacionismo: Estados Unidos conserva decenas de bases militares en el planeta, el ejército más grande del mundo, servicios de informaciones tentaculares; bombardearon siete países (Irak, Siria, Afganistán, Libia, Yemen, Pakistán y Somalía) en otros tantos años; siguen interviniendo en los asuntos de los otros Estados y maniobrando para desestabilizar algunos gobiernos, sobre todo en América Latina (12).

Este repliegue tampoco tiene que ver con el idealismo, en el sentido de que apuntaría a una redistribución de los poderes a nivel mundial, ni con el pacifismo. Como él mismo lo repite, Obama no está contra la guerra, sino contra las “guerras imbéciles”, aquellas que no sirven a los intereses norteamericanos, que acarrean una relación costo-beneficio negativo. En la actualidad, los refugiados toman el camino de Europa, Turquía o el Líbano; los precios del petróleo siguen bajos; los atentados golpean a Ankara, Bruselas, Túnez y Bamako: ¿por qué Washington se lanzaría en una expedición a Medio Oriente? Pero un ataque de gran amplitud en suelo norteamericano –más grande que el tiroteo del 2 de diciembre de 2015 en San Bernardino, California, que produjo catorce muertos–, en cualquier momento puede cambiar la situación. “Si somos arrogantes, [los otros países] experimentarán resentimiento hacia nosotros; si somos una nación humilde, pero fuerte, nos apreciarán”, declaraba Georges W. Bush en octubre de 2000, agregando incluso: “No creo que nuestras tropas deban ser utilizadas para hacer lo que se llama una ‘construcción nacional’”. Y después vino el 11 de Septiembre…

Obama llegó a la Casa Blanca decidido a dar vuelta la página de ese acontecimiento y de sus consecuencias con el objeto de poder fijar su atención sobre Asia, cuyo desarrollo lo impresiona. Ése era el sentido del “pivote” iniciado en 2010. “El ‘reequilibramiento’ en dirección a Asia desempeñó el mismo papel en la estrategia de fortificación de la administración Obama que la apertura a China en la fortificación norteamericana al final de la guerra de Vietnam –escribe Stephen Sestanovich, profesor en la Universidad de Columbia–. Prueba de que Estados Unidos no está, como dijo Nixon, en vías de ‘desaparecer como gran potencia’” (13). Aunque haya engendrado varias acciones simbólicas (visitas de Estado, apertura de una base militar en Australia, refuerzo de la flota norteamericana en el Pacífico…) y permitido la firma, el 4 de febrero de 2016, del acuerdo de asociación transpacífica (Trans-Pacific Partnership, TPP), esta reorientación no pudo ser llevada a su término.

En efecto, las “primaveras árabes” volvieron a llamar a Estados Unidos a Medio Oriente en 2011. En sus entrevistas con Jeffrey Goldberg, Obama deja traslucir un cansancio, si no un desinterés frente a esta región, a la que parece considerar como un caso desesperado. Afirma su preferencia por los pueblos de Asia, de África y de América Latina, que “no se preguntan cómo matar a norteamericanos, sino cómo tener una mejor educación, cómo crear algo que tenga valor”. Estados Unidos gastó más dinero para “reconstruir” Afganistán que para los dieciséis países europeos que eran el objetivo del Plan Marshall después de la Segunda Guerra Mundial (14), sin lograr crear allí un orden cualquiera. La guerra y la ocupación de Irak, la intervención en Libia no dieron mejores resultados. Estos fracasos sucesivos terminaron por convencer a Obama del carácter limitado del poder norteamericano: no lo puede todo y, en particular, no puede modelar Medio Oriente a su conveniencia.

Desde la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos alternó los períodos de seguridad y de duda por lo que respecta a su capacidad de controlar el mundo. La euforia que sigue al fin del conflicto da paso en los años cincuenta a interrogaciones sobre su supremacía: ¿son lo bastante poderosos para contener la progresión del comunismo, que tuvo serios avances con la Revolución China y la obtención de la bomba atómica por la URSS? “Nuestra incapacidad para conservar nuestros recursos, el peso creciente de nuestros compromisos presupuestarios, el aumento vertiginoso de nuestra deuda pública” conducen al país a la pendiente de una “caída relativa”, se alarma, desde 1952, el ex comandante supremo de las fuerzas aliadas Douglas McArthur, que quería bombardear Corea con el arma atómica. El decenio siguiente marca el retorno de la tentación hegemónica. En su discurso de investidura, el 20 de enero de 1961, John F. Kennedy proclama: “Soportaremos cualquier carga, aceptaremos cualquier prueba, apoyaremos a cualquier amigo. Nos opondremos a cualquier adversario para garantizar el triunfo o la supervivencia de la libertad”.

Alternancia de las tendencias

Las fases de seguridad corresponden a menudo a períodos en que las desigualdades económicas se reducen, o el porvenir parece despejado para la clase media. Apenas se ensombrece el horizonte, el poder vuelve a ser una carga. En los años setenta, mientras las tasas de interés y el endeudamiento de las familias aumentan y las dos crisis petroleras debilitan la economía del país, el desastre vietnamita y la progresión soviética en Asia y África develan las fisuras del dominio militar norteamericano. Y en 1976, según un estudio del Council on Foreign Relations, 43% de los norteamericanos consideraba que los Estados Unidos debían “ocuparse primero de sus propios asuntos”, un récord desde el lanzamiento de esta encuesta en 1964 (20%).

En 2013 eran 52%, un nuevo récord. Según un sondeo de marzo de 2014, sólo el 30% de los norteamericanos querrían que su país defienda a Polonia si era atacada por Rusia; la cifra cae a 21% para Letonia y hasta al Reino Unido le cuesta alcanzar el 56%. Sondeo tras sondeo, sólo los ataques por drones y los bombardeos contra el EI, decididos tras la toma de Mosul y la decapitación del periodista James Foley en agosto de 2014, obtienen un gran apoyo.

Por cierto, “la opinión se trabaja”, y es posible popularizar una guerra que no lo era (15). Obama no está dispuesto a eso, así como tampoco Cruz y Trump, habiendo propuesto incluso este último retirar a su país de la OTAN, aduciendo que la organización era “obsoleta” y costaba demasiado caro. Como lo mostró el historiador británico Perry Anderson, el intervencionismo y el aislacionismo constituyen dos caras de un mismo nacionalismo. Uno legitima la dominación de Norteamérica valorizando su universalismo (el cual justifica el activismo mesiánico de Washington, que guiaría al planeta en el buen camino); el otro, su excepcionalismo (que alienta a preservar la índole única de una sociedad aparte en el mundo) (16).

Dominante antes de la Segunda Guerra Mundial, el aislacionismo desaparece casi por completo del campo conservador durante la Guerra Fría, antes de volver a emerger tras el derrumbe de la URSS. Entonces adopta dos formas: la de un repliegue estricto, representado por el libertariano Ron Paul, y la de un antiintervencionismo conservador, promovido por Patrick Buchanan, ex colaborador de Nixon y de Reagan: “Si no dejamos de comportarnos como el Imperio británico, terminaremos como el Imperio británico” (17), profería este último en 2006. Esta corriente, muy minoritaria en los años 1990 y 2000, conoce un nuevo vigor bajo la presidencia de Obama. Reagrupado alrededor del Cato Institute y de la revista The American Conservative (fundada en 2002 por Buchanan para oponerse a la guerra en Irak), pone de manifiesto los desastres afgano e iraquí, pero también el contexto de crisis económica y social. La deuda pública, en efecto, conduce a algunos republicanos a preferir una reducción de los gastos al mantenimiento de los presupuestos militares. En agosto de 2011, el Congreso votó así un plan de austeridad (llamado de “privación”) que prevé un billón de dólares de recortes en los presupuestos del ejército a lo largo de diez años. Los “halcones presupuestarios” prevalecieron entonces sobre los “halcones militares”.

El éxito de las candidaturas de Trump y Cruz confirma esa nueva tendencia y revela el desfase creciente entre el establishment de la política exterior y los electores tentados por el repliegue. Todavía hoy, los think tanks más influyentes, los altos funcionarios del Pentágono y de la Secretaría de Estado, los editorialistas del Wall Street Journal, del Washington Post, de Fox News o de Cable News Network (CNN) son ampliamente partidarios del intervencionismo, y su voz sigue siendo igual de fuerte. “El establishment de la política exterior está casi totalmente compuesto de neoconservadores de derecha y de intervencionistas liberales de izquierda”, comprueba Benjamin Friedman (18). La mayoría de estos observadores atentos declararon que se abstendrían si Cruz o Trump debieran representar al Partido Republicano en la presidencia. O incluso que votarían por Hillary Clinton. La pretendiente demócrata apoyó la guerra en Irak y los bombardeos en Siria y en Libia; ella cree que el acuerdo nuclear firmado con Irán carece de firmeza y no vaciló en criticar a Obama desde que dejó la Secretaría de Estado. Incluso si recientemente edulcoró sus palabras para contrarrestar los ataques de su competidor Bernie Sanders –que desde siempre pertenece a la franja antiguerrera de los demócratas–, es la candidata más intervencionista y la más tranquilizadora para la elite norteamericana de la política exterior. “Los realistas y los otros investigadores escépticos por lo que respecta a las intervenciones están sobre todo confinados en la universidad”, estima Friedman.

Recentrarse en Estados Unidos: el argumento se repite a menudo en boca de Cruz, Trump y Obama para justificar su falta de entusiasmo guerrero. Los tres también comparten la idea de que los aliados de Washington –de Arabia Saudita a Francia, pasando por los países del Golfo, Alemania y Japón– deberían dejar de encomendarse a Estados Unidos y llevar su parte de la carga del sistema securitario internacional. Por último, si bien todos afirman su voluntad de poner al EI de manera que no esté en condiciones de perjudicar a nadie, proponiendo incluso algunos aplicarle el método del “bombardeo de saturación”, paradójicamente coinciden en considerar que Medio Oriente ya no está en el centro de los intereses norteamericanos.

Sin duda justa en el plano económico, esta idea interpela desde un punto de vista moral y político: ¿puede decretar Estados Unidos de la noche a la mañana que no quiere ya un liderazgo que forjó con la fuerza de los cañones durante sesenta años? ¿Pueden alejarse, sin que les tiemble el pulso, sin ninguna reparación (compensación financiera, apoyo diplomático, establecimiento de una cooperación fundada en el intercambio justo, etc.), de una región que desestabilizaron pacientemente? Lo importante “no es tener paz [en Medio Oriente], sino hasta qué punto Estados Unidos está implicado en la ausencia de paz”, resumió cínicamente Jeremy Shapiro, investigador en la Brookings Institution y consejero en el Departamento de Estado. Pero no es posible hacer tabla rasa de la historia: aunque no mantengan más soldados en la región, Estados Unidos seguirá siendo deudor del caos que engendró.

Impactan las importaciones: 360 suspensiones en la fábrica de heladeras GAFA




Alerta por la baja del consumo y la llegada de productos de línea blanca importados

"La importación impacta de manera negativa en la industria santafesina" Ministro de Producción de la provincia de Santa Fe, Luis Contigiani,

La fábrica de heladeras Gafa, ubicada en la zona sur de la ciudad, comunicó este martes a la mañana en el Ministerio de Trabajo de la provincia la suspensión de 360 trabajadores por el incremento de las importaciones en el sector de línea blanca y por la caída del consumo interno.

La empresa, que funciona con unos mil empleados en Batlle y Ordoñez y Ovidio Lagos, inició un procedimiento preventivo de crisis y el acuerdo firmado con el gremio en la sede de la cartera laboral santafesina es por tres meses.

Pablo Serra, abogado de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) explicó al periodista de Radio 2 Ariel Borderi que “se va suspender la producción en determinados sectores de la empresa Gafa durante tres meses” y aseguró que la medida fue aceptada por los empleados.

Agregó que los 360 trabajadores suspendidos “percibirán remuneraciones del 90 por ciento de lo que venían recibiendo por los días no trabajados”.

“Esto se da en el marco de un procedimiento preventivo de crisis interpuesto por la empresa donde manifiesta una reestructuración orgánica de la planta en virtud del sobrestock que están teniendo, debido a la falta de consumo y a la importación de productos de la línea blanca”, detalló Serra.

El ministro de la Producción santafesino, Luis Contigiani, mantuvo en las últimas semanas reuniones con representantes de la Federación de Industriales de Santa Fe (Fisfe) que manifestaron su preocupación por la llegada de productos extranjeros al mercado nacional.

El funcionario provincial también cuestionó las políticas económicas del gobierno nacional y en una entrevista con Mesa de Diálogo, el espacio de entrevistas de Rosario3.com, advirtió que "la importación impacta de manera negativa en la industria santafesina".

"El tarifazo afecta a la producción, es un momento crítico" Castagnini Presidente de la Unión Industrial de Quilmes



"Esto nos preocupa porque el alza tan fuerte afecta al sector productivo PyME" subrayó Castagnini


"Hay empresas que utilizan los hornos a gas y es un insumo primordial y han tenido un aumento de 1.500, 1.800%" detalló Castagnini al tiempo que mencionó que si bien se ha puesto un tope de 500% de incremento para las industrias, de todos modos es demasiado elevado y consideró que las tarifas debían actualizarse pero la forma en que se implementaron no hacen más que "afectar la cadena productiva". Al ser consultado sobre si desde la UIQ se hizo o hará alguna presentación ante la justicia para acompañar a los pequeños empresarios a afrontar esta situación, el Presidente de la institución indicó que se están analizando realizar algún presentación pero básicamente "hay que tener en cuenta que el daño que se ocasiona a la PyME afecta claramente a la producción, al trabajador, se produce una baja en el consumo, baja en el poder adquisitivo del salario. Esto más allá del tarifazo tiene que ver con una serie de medidas que se tomaron que impactan en el sector". La devaluación del mes de diciembre, la suba de la inflación, la pérdida del poder adquisitivo, la baja del consumo, el aumento de las tarifas de los servicios provocan "que el tejido productivo del país, de la PyME, esté en un momento crítico; tengamos en cuenta que las empresas -del sector- generan el 80% de las fuentes de trabajo y cuando todo el mundo habla de sostener el empleo, hay que resguardar la salud del sector" señaló el Presidente de la UIQ.


"En el rubro textil hay un 35% menos de producción interanual; los autopartistas es el 25%; el sector del calzado, este año, tiene previsto producir dos millones de zapatos menos. El tejido productivo PyME no puede tolerar seis meses más estas condiciones porque se va a producir un conflicto en términos de producción" detalló Castagnini.

En relación a las medidas de reparación que deberían adoptarse Horacio Castagnini enumeró "primero se tiene que sincerar la tarifa energética, la tarifa de gas y la del agua y segmentar, por un lado las PyME y por otro la grandes empresas. En segundo lugar tiene que haber un acceso al financiamiento distinto al que existe hoy, es decir que el Gobierno debería utilizar la banca pública para el fomento de créditos subsidiados para poder ingresar al mercado de bienes de capital. En tercer término el Estado debería impulsar una política fuerte en materia de comercio exterior; y en cuarto lugar hay que trabajar sobre la presión tributaria, hay que darles moratoria a las empresas para que se pongan al día con la AFIP. Esta serie de medidas no se pueden tomar de manera aisladas, tienen que ver con el modelo de desarrollo productivo, junto a un plan antiinflacionario, porque la inflación es el peor de los males que puede haber en una economía" afirmó.

El gobernador de San Juan propone un plan para frenar los tarifazos




Uñac pide bajar aún más los porcentajes de aumento, "no hay otra salida" afirmó.

El Gobernador de San Juan, Sergio Uñac, propuso a la Nación que el aumento tarifario del gas y la energía eléctrica se haga en forma gradual, a partir de su convicción de que el tope del 400 % para usuarios residenciales y el 500 % para no residenciales deja todavía las tarifas muy altas y difíciles de pagar. Su plan contempla también las tarifas sociales y a las empresas de alto consumo de energía eléctrica.

En la reunión pautada entre Uñac y el ministro de Energía, José Aranguren, el gobernador hará una presentación ante el Ministerio de Energía proponiendo algún tipo de medida; considera que el diálogo está avanzado pero también agotado. “La única solución es que bajen los porcentajes. Puede ser muy justificado el aumento. El acuerdo tarifario anterior no alcanzaba para pagar el costo de la energía, pero este acuerdo tarifario está demasiado actualizado y no se lo puede pagar”, explicó Uñac. Insistió en que las condiciones imponen establecer la gradualidad de los aumentos.


Propuestas para las tarifas de energía eléctrica
Elevar a 300 Kwh/mes el umbral de consumo a precio cero para aquellos beneficiarios de la tarifa social eléctrica que no tienen acceso a gas natural por redes.
Beneficiar con una reducción del 50 % en el precio estacional de la energía sancionado para el Mercado Eléctrico mayorista (MEM) a los usuarios de servicios de salud, educación, provisión de agua potable, más allá de los que dependen del gobierno provincial, que reduzcan el consumo respecto del período homólogo del año 2015.
Extender a todas las pymes un descuento mínimo del 20 % en el precio de la energía eléctrica proveniente del MEM, en las que el impacto del costo de la energía eléctrica en el costo total empresa supere el 5 %, y para aquellas pymes vinculadas con la producción agrícola e industrial regional, aun cuando el impacto sea menor a ese valor porcentual.
En el caso puntual de la Electrometalúrgica Andina, que actualmente actúa como Gran Usuario Mayor (GUMA), resulta imprescindible dar una respuesta adecuada para atenuar el impacto del costo de la electricidad, principal insumo de esa industria. Se propone una reducción de cargos que la afectan por su carácter de GUMA, hasta tanto se pueda concretar su paso a Gran Usuario de la Distribuidora (GUDI). La propuesta comprende la reducción de los cargos “Sobrecostos Transitorios del Despacho-STD” y “Adicional de los Sobrecostos Transitorios del Despacho - ASTD, en montos tales que el valor resultante del monómico no supere el 50 % del precio de la energía eléctrica proveniente del MEM para grandes usuarios de la distribuidora con potencia contratada mayor a 300 kW, o su equivalente a través de subsidios provenientes de las áreas de gobierno ligadas a la producción. Cuando la EMA concrete su paso a GUDI, propone la preservación del 50 % del precio ya mencionado. Seguramente, además de dar por finalizado el contrato a término vigente, de ser necesario se deberían realizar pequeñas adecuaciones de la conexión de EMA a la red provincial.


Propuestas para las tarifas del gas

Se propone analizar la posibilidad de introducir la gradualidad en el aumento tarifario, que traslade estos valores a un horizonte mínimo de uno a dos años y evite una probable situación de cautelares y resistencias a pagar.
Es necesario viabilizar el pago de los Usuarios No Residenciales de carácter estacional, manteniendo el criterio de financiamiento propuesto en oportunidad de reuniones anteriores: pagar el 50 % de la facturación para consumos de abril a septiembre de 2016; el 25 % entre octubre de 2016 y marzo de 2017, y el 25 % restante entre octubre de 2017 y marzo de 2018.
Para Usuarios Residenciales, e independientemente del tope que finalmente se acuerde, se propone un alisamiento de la facturación con un criterio similar al del punto anterior.
Para Usuarios No Residenciales con factores de utilización elevados (no estacional), se propone la apertura de líneas de crédito con tasas de interés muy reducidas, orientadas al pago de los costos energéticos.

Carrió cajonea la comisión investigadora por la muerte de los jóvenes en Costa Salguero, propiedad de Carmen Polledo

Los legisladores de la Coalición se plegaron al PRO para resistir la embestida del resto de la oposición.



Los legisladores porteños que responden a Elisa Carrió se plegaron al PRO para frenar la creación de una comisión investigadora por la muerte de cinco jóvenes en la fiesta electrónica Time Warp, realizada en abril en Costa Salguero.


La dueña de Costa Salguero no es otra que Carmen Polledo, la vicepresidenta de la legislatura porteña, y titular de empresas en Panamá, según los Panamá Papers


Mañana se votará si se aprueba o no la creación de la comisión, por un proyecto del legislador Gustavo Vera, el amigo del Papa Francisco que ha intercambiado denuncias públicas con la líder de la Coalición Cívica.

El proyecto del diputado del partido Bien Común es avalado por todos los bloques, incluidas todas las variantes del kirchnerismo, los bloques de izquierda, Graciela Ocaña y los radicales de Sumá+.

Pero el oficialismo consiguió el respaldo de la Coalición Cívica, que integran Paula Oliveto Lago y Maximiliano Ferraro, para voltear el proyecto de Vera.

Nos llama poderosamente la atención que el bloque Coalición Cívica, que lidera Elisa Carrió, no acepte la investigación sobre los funcionarios porteños que debían actuar en la fiesta que terminó en la cinco muerte de jóvenes”, señalaron desde La Alameda, la fundación de Vera.

“Esperemos que la decisión tomada por la Coalición Cívica sea modificada y acepten investigar las responsabilidades de los funcionarios ante tremenda tragedia”, indicaron desde el entorno del amigo del Papa.


Integración a la Macri

Por José Natanson



 urgido a comienzos del siglo XII a.C. como lengua semítica del subgrupo cananeo, el hebreo sobrevivió como idioma litúrgico de los judíos, que según el lugar de la diáspora en el que se encontraran podían hablar yiddish, árabe, alemán o ruso. Fue Eliezer Ben-Yehuda, un joven profesor nacido en Luzhki, formado en París y emigrado a fines del siglo XIX a Palestina, quien se propuso recuperar el hebreo, para lo cual creó una asociación, fundó un periódico y llevó su obsesión al extremo de criar a su primer hijo exclusivamente en el viejo idioma, prohibiendo en su casa cualquier palabra en otra lengua y transformándolo así en la primera persona con el hebreo como lenguaje materno en… tres siglos. Único caso del mundo en pasar de escrito a oral, el hebreo fue adoptado –junto al árabe– como idioma oficial por el Estado de Israel en 1948: la supervivencia de la lengua atada a la de la Nación.

Desde el punto de vista lexicográfico, la hazaña de Ben-Yehuda tropezó con numerosos obstáculos, entre ellos la obvia necesidad de nombrar objetos y fenómenos que no existían en el hebreo antiguo, como desodorante, automóvil o desigualdad. Como un ciego que se vale de la yema de los dedos para definir el contorno exacto de lo que tiene enfrente, el lenguaje titubea en su búsqueda de palabras. Y por más que las nuevas tecnologías aceleren el proceso de aparición y proliferación de nuevos términos, sobre todo importados del inglés, todavía, en algunos casos, la lengua se detiene, expectante: si no encuentra la expresión es porque está frente a algo nuevo.

Antes, por ejemplo, lo decíamos bien claro: golpe de Estado (término que, quizá debido a la larga historia de estabilidad institucional británica, no tiene traducción al inglés –se usa el galicismo coup–, aunque sí, por supuesto, al alemán –putsch–). Pero ahora, cuando nos referimos a los desplazamientos irregulares de presidentes en Honduras, Paraguay y, más recientemente, Brasil, no encontramos la palabra adecuada, y caemos en expresiones adjetivadas y autocontradictorias como “golpe institucional”, “golpe parlamentario” o “golpe suave”.

En todo caso, y más allá de las definiciones, lo cierto es que el impeachment a Dilma Rousseff –sumado al triunfo de Mauricio Macri en Argentina, la derrota de Evo Morales en el referéndum constitucional boliviano y la precaria situación venezolana– confirman que América Latina está cambiando. Finalizado el super ciclo de los commodities, con la economía estancada y la sensación de haber alcanzado un “pico distributivo”, los gobiernos del giro a la izquierda concluyen o tambalean en un clima que mezcla la expectativa ante el ascenso de una nueva derecha con un cierto hartazgo social exacerbado por el plus de dramatismo de las denuncias de corrupción.

En este marco, los realineamientos geopolíticos, e incluso la posibilidad de una reformulación profunda de la integración regional, han dejado de ser un fantasma invocado por antiimperialistas alucinados para convertirse en una alternativa cierta. Sobriamente pero sin dudarlo, el gobierno macrista decidió reconocer al nuevo presidente brasilero, Michel Temer, descartando en el camino otras opciones posibles: podría haberse sumado a Venezuela, Ecuador y Bolivia, que calificaron de “golpe de Estado” el impeachment a Dilma y se negaron a aceptar al nuevo presidente. También podría haber consensuado con Uruguay y Paraguay la aplicación de la cláusula democrática del Mercosur y suspendido a Brasil del bloque, aunque, incluso en el improbable caso de que la hubiera considerado, era una jugada extremadamente riesgosa: Brasil es un país demasiado importante para excluirlo sin mayores costos, como sucedió en su momento con Paraguay; por otro lado, parece difícil que el gobierno paraguayo hubiera aceptado sumarse. Por último, la Cancillería argentina podría haberse mantenido mínimamente en silencio, dejando al gobierno de Temer en una especie de limbo diplomático, como hicieron, entre otros, Chile y Uruguay.

Por pragmatismo o convicción, Macri aceptó el cambio de gobierno y hasta recibió con un entusiasmo apenas disimulado al canciller José Serra, con quien, dijo, intercambió ideas acerca de cómo “mejorar” el Mercosur. Pocos días antes, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, había festejado el desplazamiento de Dilma como una oportunidad para reformular el bloque, en una línea a la que luego se sumaron otros funcionarios.

El riesgo es concreto, y consiste en que avancen los planteos que sugieren dejar de lado el diseño de unión aduanera para avanzar en un “Mercosur flexible” que asuma la forma de un simple acuerdo de libre comercio, una distinción que parece técnica pero que está en el corazón de la disputa política actual. ¿Qué significa exactamente? Bajo un acuerdo de libre comercio, los bienes y servicios producidos por uno de los socios del bloque pueden venderse libremente en los demás, es decir que se eliminan las barreras comerciales internas. Los ejemplos más cercanos son el NAFTA formado por Canadá, México y Estados Unidos y la Alianza del Pacífico que integran Chile, Perú, Colombia y México. Una unión aduanera, en cambio, suma a la libertad comercial intra-bloque la presencia de un arancel externo común: un bien o servicio paga la misma tarifa si ingresa por la frontera de cualquiera de los socios. A diferencia de los acuerdos de libre comercio, que solo apuntan a crear mercados ampliados, la unión aduanera se propone una articulación más profunda, en la medida en que impide a sus integrantes negociar bilateralmente con terceros países y los empuja a coordinar políticas comerciales y, más ambiciosamente, productivas comunes. El ejemplo más logrado es, por supuesto, la Unión Europea.

Cada alternativa tiene su razón y su lógica. Y como la política está hecha menos de discursos e ilusiones que de poder e intereses, detrás de ambas se esconden diferentes economías, sociedades distintas y factores de poder contrastantes. Simplificadamente, aquellos países que cuentan con estructuras productivas limitadas tienden a construir economías de orientación aperturista, que les permitan exportar esos productos –en general recursos naturales ampliamente demandados en el mercado internacional– a la mayor cantidad de destinos posibles, y al mismo tiempo importar sin costos añadidos todo aquello que no pueden fabricar localmente. De este modo se inclinarán, casi naturalmente, por procesos de integración abiertos.

Es el caso de los países que integran la Alianza del Pacífico, entre los que se destaca ese gran malentendido latinoamericano que es Chile, cuyas principales exportaciones, según los últimos datos oficiales (1), están compuestas por cobre y derivados (¡57 por ciento!), seguido por frutas, pescado, papel y celulosa. Esto ha llevado a Chile a firmar tratados de libre comercio con, literalmente, medio mundo: Estados Unidos, China, Canadá, México, Centroamérica, Corea del Sur, Noruega, Suiza, Brunéi, Nueva Zelanda, Singapur, Panamá, Colombia, Perú, Japón, Australia, Turquía, Malasia y… Liechtenstein.

Este tipo de economías primarizadas y abiertas –y, en algunos casos como el chileno, muy dinámicas– contrasta con la realidad de países como Brasil y Argentina, que con todos sus problemas, nudos y desenlaces han logrado preservar o reconstruir entramados industriales relativamente diversificados, dedicados a abastecer el mercado interno con productos de consumo pero también generar insumos de base e incluso de bienes de equipo: Argentina es potencia regional en la producción de tractores y cosechadoras y Brasil cuenta con la tercera fábrica de aviones más importante del mundo. En términos generales, la industria explica el 17 por ciento del PBI argentino y el 16 del brasilero, contra apenas 11 del chileno y 7 del peruano (2). El año pasado, por ejemplo, se produjeron 600 mil vehículos en Argentina y casi 2,5 millones en Brasil, bastante menos que los años anteriores pero muchos más que, por volver al ejemplo, Chile, que importa todos los autos y camiones que circulan por el país.

La decisión original de construir al Mercosur como una unión aduanera apuntaba a proteger con un arancel externo único los frágiles sectores industriales de los socios, cosa que no ocurriría si cada uno pudiera firmar tratados comerciales de manera unilateral. Este objetivo, concretado solo a medias, venía acompañado de otro, que, salvo algunos regímenes especiales como el automor, definitivamente no se logró: avanzar en una integración que permita mejorar la productividad por vía de la construcción de economías de escala. En suma, y más allá de la larga lista de pendientes, el debate en apariencia técnico –acuerdo de libre comercio versus unión aduanera– encierra una discusión más profunda acerca de los grados de protección económica, el rol del Estado y el papel que desempeñan la industria y el valor agregado en la economía.

Se trata, en definitiva, de modelos de desarrollo diferentes, para sociedades distintas. Quizás la apuesta a la apertura exportadora pueda ser la correcta para Chile, situado a las puertas del Pacífico, bastante homogéneo, con menos de 17 millones de habitantes y el cobre como principal riqueza nacional, aunque las dificultades de los últimos gobiernos sugieren que el modelo ha encontrado un límite. Pero un diseño de este tipo seguramente resulte insuficiente para sociedades más grandes y complejas como la argentina o la brasilera. Por supuesto, una industria desarrollada y pujante supone salarios más altos, sindicatos más poderosos y, casi siempre, más conflicto político. Es esto lo que está en juego en América Latina, que está cambiando en una dirección que no queremos describir apelando a expresiones oxidadas tipo “restauración conservadora” o, peor aun, “revolución libertadora”, pero que ciertamente nos despierta críticas y temores y a la que recién le estamos buscando las palabras.


Fuerte caída de la venta de electrodomésticos en el primer trimestre


Según el INDEC



La facturación por la venta de electrodomésticos ascendió al término del primer trimestre del año a $ 10.963 millones, un 20,5% más que en igual período de 2015, con una inflación registrada por institutos provinciales y privados, ubicada en torno al 45% interanual.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó las ventas de productos electrodomésticos durante el primer trimestre del año.

El organismo detalló que en los tres primeros meses del año, las ventas ascendieron a $ 10.963 millones, con un aumento interanual del 20,5%, lo que reflejó un aumento por debajo de la inflación del 35,5% que relevó el IPC del Congreso, que reúne y promedia las mediciones privadas hechas en Capital Federal y el Gran Buenos Aires, o del 37,3% que mensuró la Dirección de Estadística y Censos de San Luis.

Para marzo 2016, el panel de empresas relevadas por la encuesta alcanzaba 1.217 locales, de los cuales 268 locales corresponden a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 450 locales a 24 partidos del Gran Buenos Aires y 499 locales al resto del país, informó el Indec.

En el primer trimestre de 2016, los grupos de artículos ordenados por mayor participación en las ventas fueron: Otros, con $ 3.142,3 millones, con un aumento de la facturación del 29% interanual; Televisores, y DVD $ 1.939,6 millones (18%); Equipos de aire acondicionado, $ 1.508,4 millones (14%); Computación y accesorios informáticos, $ 1.246,0 millones (11%); Heladeras y freezers, $ 1.117,8 millones entre otros.

Durante el primer trimestre, el "Resto del Pais" concentró el 48% de los $ 10.963 millones facturados, mientras que los 24 Partidos del Gran Buenos Aires concentraron 34%, y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el restante 18%.

Bolsas globales acentuaron caídas por temor a Brexit: bajaron hasta 2,3%




Las bolsas europeas cayeron por quinta sesión consecutiva a un mínimo en varios meses este martes, lastradas por los valores de materias primas, y por la inquietud antes de la reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos y el referendo sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea.

Las bolsas europeas cayeron este martes, nerviosas ante la creciente posibilidad de que el referéndum británico sobre la Unión Europea del 23 de junio se salde con un "sí" a la salida del bloque.

"El Brexit pone aceite al fuego para los inversores, que intentan huir del riesgo" comentó Jasper Lawler, analista de CMC Markets.
El campo del Brexit (la salida del Reino Unido de la UE) encabeza actualmente los sondeos, y este martes obtuvo el apoyo del diario populista The Sun.

Ante ese panorama, Londres cayó un 2% a 5.923,53 puntos; París perdió 2,29%, 96,69 puntos y cerró a 4.130,33 puntos. Fráncfort bajó un 1,43% a 9.519,20 puntos; y Madrid descendió un 2% a 8.126,70 puntos.

La incertidumbre sobre la reunión de la Fed de esta semana ha pesado sobre los mercados, aunque se espera que el banco central de Estados Unidos deje las tasas de interés sin cambios después del reporte de unos datos de empleo más débiles que lo previsto.

El Banco de Inglaterra, el Banco Nacional Suizo y el Banco de Japón también se reunirán esta semana, y se espera que también mantengan sus políticas monetarias estables antes del referendo británico.

Por su parte, Wall Street cerró con pérdidas y el Dow Jones bajó un 0,3%, arrastrado por la incertidumbre en los mercados y a la espera de la Reserva Federal.

Ese índice bajó 57,66 puntos y terminó en 17.674,82 unidades, mientras que el selectivo S&P500 cedió un 0,2% hasta 2.075,32 enteros y el índice compuesto del mercado Nasdaq retrocedió un 0,1% hasta 4.843,55 unidades.

Salvo una primera hora de indecisión, en la que el índice Nasdaq llegó a cotizar en positivo impulsado por el buen desempeño del gigante tecnológico Apple, al final todos los operadores en el parqué neoyorquino se decantaron por las ventas.

Casi todos los sectores cerraron en negativo, como el de materias primas (-1,45 %), el financiero (-1,19 %), el energético (-0,78 %), el industrial (-0,07 %) o el tecnológico (-0,02 %) mientras que el de empresas de servicios públicos avanzó un 0,11 %.

Tokio

La bolsa de Tokio cerró en fuerte baja de 1% también influenciada por la perspectiva de una salida del Reino Unido de la Unión Europea y a la espera de anuncios de varios bancos centrales.

El índice Nikkei 225 de los principales valores perdió 160,18 puntos, a 15.859 puntos, quedando por debajo de los 16.000 por primera vez desde el 12 de abril pasado.

Por su parte, las acciones chinas cerraron con un modesto avance, luego de que los inversores se mantuvieron cautelosos tras una caída a principios de la semana y antes de la decisión de MSCI sobre si añadirá a los valores chinos a uno de sus índices emblemáticos.

Los inversores también estaban preocupados por la salud económica de China y por la posibilidad de una salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Tanto el referencial CSI300 de las principales acciones que cotizan en Shanghái y Shenzhen como el índice compuesto de Shanghái ganaron un 0,3%, a 3.075,98 y 2.842,19 puntos, respectivamente.

Por las importaciones cierra la fábrica que producía para la marca Puma en San Luis









Industria Herzo, una planta con 194 operarios en San Luis, confirmó que cerrará sus puertas porque no puede competir contra los productos importados de Brasil y China, que ganaron participación en el mercado local desde la devaluación


La planta puntana que fabrica para la marca alemana emplea a 194 trabajadores La planta puntana que fabrica para la marca alemana emplea a 194 trabajadores


Industria Herzo, la planta que desde hace treinta años está asentada en la localidad de Concarán, provincia de San Luis, y producía para la compañía alemana Puma, confirmó que cerrará sus puertas porque no pueden competir contra los productos importados que comenzaron a entrar al país desde diciembre.


Marcelo Iglesias, responsable y apoderado de la planta industrial y oficinas administrativas en Concarán, indicó a la prensa que los 194 trabajadores de la planta en esa localidad puntana ya están al tanto de la situación, porque la planta industrial que es parte importante del entramado productivo del pequeño pueblo de 5.000 habitantes ubicado en el Valle del Conlara no puede competir con las importaciones de Puma provenientes de China y Brasil a mitad de precio.


En una entrevista que publicó este lunes el portal digital San Luis 24, Iglesias reseñó que "la situación se empezó a complicar a partir de diciembre, cuando se abrieron las importaciones y todo lo que nosotros fabricamos ahora Puma lo trae de afuera, y los precios a los que eso entra al país hacen que nosotros no podamos competir".


"No nos podemos sostener. Es triste. Vamos a cerrar una planta que tiene 30 años de funcionamiento y que le da de comer a 200 familias en el pueblo", añadió.


Herzo es una textil que fabrica accesorios para calzado deportivo y es el proveedor más grande del país de mochilas y carteras para Puma. Tiene también un local de venta al público y su planta en Concarán funciona desde 1986, amplió el portal puntano.


"Vamos a indemnizar a los trabajadores, no tenemos ningún tipo de problema financiero, Puma nos exige tener todo al día, de otro modo no podríamos trabajar con ellos porque no nos comprarían, y ya le mandé una carta de mi parte al gobernador (Alberto Rodríguez Saá) expresándole la falta de ayuda del gobierno a la industria, pero no recibí ninguna respuesta", destacó.


Iglesias remarcó que "desde 1999 no tenemos promoción industrial, nosotros no necesitamos plata, lo que necesitamos es trabajar y el gobierno parece que no lo entiende".

Pero también apuntó al anterior mandatario provincial, Claudio Poggi: "Hace 8 años que estoy a cargo de Herzo y jamás recibimos ayuda, subsidios, nada. Acá vino Poggi a visitar la planta, se sacó fotos, prometió cosas, pero nunca pasó nada".

En los polos productivos todo se congela

EL TARIFAZO, LA CAIDA DEL CONSUMO Y LA FALTA DE POLITICAS ACTIVAS REPERCUTEN EN LA REGION CENTRO

Un informe de la Universidad Austral, ideológicamente cercana al Gobierno, advierte sobre los efectos de la política económica en los principales rubros de producción de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos.

Por Cristian Carrillo


Los principales polos productivos del país están mostrando los efectos negativos de los tarifazos en los servicios públicos, la menor demanda interna debido a la inflación y la ausencia de políticas que fomenten la inversión. “El sinceramiento de la economía encarado a partir de febrero, con los aumentos de la energía eléctrica y continuados luego con los de agua y gas, está mostrando resultados bastante más adversos que el conjunto de políticas destinadas a destrabar la economía”, sostiene un relevamiento de la Universidad Austral, una institución ideológicamente cercana al Gobierno, sobre producción, consumo y sistema financiero para la región Centro, que abarca a las provincias de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos. La producción de automotores acumula una caída de 18,1 por ciento interanual en el primer trimestre, las ventas en supermercados retrocedieron 8,8 por ciento, el despacho de cemento cayó 7,3 por ciento y los créditos al sector privado se retrajeron en un 1,7 por ciento. Estas son algunas de las variables que destaca el estudio. En el rubro agroindustrial, los resultados son más ambiguos, ya que la devaluación y la eliminación de retenciones favorecieron a la industria aceitera, pero continúan los problemas en carnes y lácteos.

“El Gobierno apuesta al crédito internacional para financiar la inversión pública y, con ella, el despegue de la economía, en un marco donde la inversión privada aún se demora en llegar”, señala el estudio que dirigió Ana Inés Navarro. Mientras el macrismo aguarda la lluvia de inversiones, las medidas adoptadas supuestamente para atraerlas les está jugando una mala pasada a las economías regionales. La suba de las tasas de interés desalienta la inversión local y favorece la bicicleta financiera, la pérdida de poder adquisitivo por la inflación y los tarifazos retrae el consumo y la delicada situación económica en Brasil reduce los niveles de exportación. Las industrias más afectadas son petroquímica, metalúrgica y siderúrgica. Estas bajas repercutieron en el mercado laboral. Sin datos para el conjunto, se destaca que en el trimestre se contrajo 0,7 por ciento interanual el empleo en Construcción. “Cabe aclarar que estos son puestos de trabajo registrados y que la merma en el empleo no registrado ha sido varias veces superior”, indica el informe. En el resto del país esa baja fue de 3,1 por ciento.
Producción

En la región Centro la cadena sojera muestra dinamismo, pero el resto de los sectores evidencia un comportamiento dispar. La producción láctea en dos de las tres provincias analizadas (Santa Fe y Entre Ríos) acumula a marzo unos 713 millones de litros, que representan una caída interanual de 2 por ciento. El principal problema del sector es la fuerte caída en los precios al productor que, en términos reales, bajaron 37 por ciento interanual. A valores oficiales se pagó 18 centavos de dólar el litro. Las ventas internas de productos lácteos cayeron frente a marzo del año pasado un 12,2 por ciento en Santa Fe, 22,2 por ciento en Córdoba y 26,1 en Entre Ríos. En el sector cárnico, la suba interanual del kilo vivo de ganado ascendió a 43,4 por ciento, lo que resintió su consumo, según el informe. La venta de carnes bajó 5,3 por ciento en la región, con bajas de 1,2 por ciento en Santa Fe, 9,3 en Córdoba y 3,4 en Entre Ríos.

La industria automotriz finalizó el trimestre en la región con ventas por 33.481 unidades nacionales e importadas, lo que implicó una caída interanual de 1,4 por ciento. La disminución local contrasta con el registro positivo en el resto del país, que aumentó 1,3 por ciento. “En parte puede deberse a que en el último trimestre de 2015 hubo un fuerte crecimiento en las ventas anticipando la devaluación y el cambio de precios consecuente. Enero fue particularmente adverso: con casi 12.000 unidades vendidas, con lo que fue el registro más bajo desde enero de 2004 (9251)”, señala.
Consumo

La facturación de supermercados en la zona Centro se ubicó en 7441 millones de pesos en el primer trimestre de 2016. “Corregidas por precios y considerando un valor promedio de aumento de precios interanual para este período de 35,2 por ciento, se registraría una baja en volumen de ventas de 8,8 por ciento respecto al año anterior”, advierte el documento de la Universidad Austral. En marzo, la facturación estimada del sector en la región habría caído en volumen 1,2 por ciento respecto de febrero y la tendencia se mostró decreciente (0,6 por ciento). La brecha interanual habría sido negativa de 10,3 por ciento. “Las inversiones en el sector siguen estancadas, tanto en cantidad de locales como en superficie. En Entre Ríos, el sector ya no registra nuevas aperturas, y cae para todo el sector regional la rentabilidad por metro cuadrado”, destaca. En este segmento se incluyen inversiones locales y extranjeras, dado que la mayoría de las cadenas de supermercados e hipermercados locales son subsidiarias de internacionales.

El consumo de energía creció 4,9 por ciento interanual en el primer trimestre de 2016. La situación es dispar entre los meses y los sectores. Los grandes usuarios y las distribuidoras experimentaron crecimiento hasta marzo, cuando el consumo bajó tanto en los consumidores de baja y media tensión como en los grandes. “En los primeros, los anuncios del incremento en el costo de la energía vigente a partir de febrero, más cierta baja de las temperaturas, explican la reducción del consumo en marzo”, detalla.
Sistema Financiero

Las altas tasas de interés que impulsa el Banco Central en el sistema financiero estimulan la colocación a plazo pero erosiona las posibilidades de obtener crédito accesible. A fines del primer trimestre de 2016, el saldo nominal de los depósitos captados por el sistema financiero de la región ascendió a 150.585 millones de pesos, con una suba de 11 por ciento en términos reales respecto del mismo período del año anterior. El ahorro de la región está por encima del resto del país. Esto se explica por la ganancia extraordinaria del sector agroexportador que coloca una parte en depósitos bancarios.

No obstante, pese al mayor stock de fondeo de los bancos, los créditos se retraen. El total de préstamos otorgados a los residentes ascendió nominalmente a 131.582 millones de pesos, lo que evidencia una contracción de 1,7 por ciento interanual en términos reales (descontando el impacto de la inflación). “Estas cifras revelan que los depósitos excedieron a los préstamos en casi 14 por ciento en un contexto de crédito caro para la producción”, alerta el informe. La contracción interanual relativa del crédito local fue mayor a la observada a nivel nacional. La falta de financiamiento accesible complicará el arribo de inversiones genuinas de productores locales, lo que impactará en el consumo interno, la industria y el empleo.

Durante el primer semestre de 2016, cerraron 90 comercios en Posadas

Las preocupantes cifras fueron confirmadas por fuentes municipales de la capital misionera. Los altos costos del alquiler y las cargas sociales, sumado a una caída del 40 por ciento en las ventas; son los motivos que se repiten entre los comerciantes. Algunos cambiaron de rubro en barrios de la ciudad. Encarnación, en Paraguay, resulta más atrayente para los consumidores por su bajos precios.



Muchos locales quedaron vacíos en el microcentro de Posadas. Foto: Misiones Online


Durante el primer semestre de 2016, ya suman 90 los locales comerciales de la ciudad de Posadas, en Misiones, que reemplazaron la mercadería de las vidrieras por el cartel de “Se alquila”, según confirmaron desde Rentas de la municipalidad.


Se trata de una situación que los comerciantes vienen sufriendo desde los primeros meses del año, cuando empezaron a advertir la crisis, principalmente, debido a que el dinero en efectivo comenzó a emigrar a Encarnación, la ciudad vecina del Paraguay, que tras la inflación resulta más atrayente para los consumidores por su bajos precios.


En diálogo con Misiones Online, Martín Celestino, a cargo de Rentas de la comuna capitalina, contó que lo que más castiga a los dueños de locales, es el alto precio de los alquileres que en el microcentro pueden superar los 30 mil pesos; lo cual se suma a una caída en las ventas, que se calcula estimativamente en el 40 por ciento.


“Se notó mucho el cierre de comercios por el costo de seguridad social y el precio de los alquileres”, afirmó el funcionario, quien indicó además que los posadeños se acercan en busca de un plan de pago ante la imposibilidad de cumplir con sus obligaciones impositivas.


En este sentido, precisó que existe una caída en los pagos en los últimos cinco meses, aunque en lo que respecta a la tasa de comercio sigue siendo elevado el nivel de cumplimiento que llega al 75 por ciento. “Estamos dando facilidades de pago y ofreciendo medios de pago ante las dificultades que se presentan”, detalló al respecto.

En tanto, desde la Dirección de Rentas de la Municipalidad de Posadas, notan una tendencia hacia el cambio de rubro de los comerciantes, que van “probando” con distintas opciones para atraer la atención y compra del cliente. En esta línea -dijo Celestino- en el último tiempo se notó que son cada vez más los que deciden salir del microcentro e instalar su local en barrios de la ciudad misionera.

El 70 % de las PYMES porteñas reconoce que no podrá abonar los aguinaldos





Los datos surgen de un relevamiento realizado por la Federación Económica de la Ciudad de Bs AS (FECIBA) durante el mes de mayo. De allí se desprende que el 66,4 % de las pequeñas y medianas empresas de la Capital Federal afirman que no saben como afrontarán el pago del medio SAC previsto para el próximo 30 de junio. También afirman que ese incumplimiento generará un efecto boomerang en el consumo y que presentarán un proyecto para paliar la situación.


A su vez, el informe destaca también que “de las pymes restantes, el 21,4 % aseguraron que evalúan proponer un pago desdoblado en dos o tres veces“ y sólo el 12,2 % de los consultados reconoció que podrá “cumplir tal como lo estipula la ley”.


Raúl Zylberzstein, Presidente de la FECIBA, explicó que “las dificultades para pagar salarios, así como las cargas sociales a la ANSES y el IVA a la AFIP (cuyo cronograma de pago a tres meses no incluye el abono que deberá hacerse el 21 de junio), sumado a los exorbitantes aumentos en las tarifas y la baja de las ventas, conforman un combo que imposibilita que las empresas puedan cubrir el aguinaldo y los impuestos derivados”.


El directivo afirmó que “hasta el momento, gran parte de las pequeñas empresas aún no han podido afrontar siquiera los pagos de los acuerdos paritarios y en pocos días deberán hacer frente al pago del SAC, algo que a priori parece casi imposible”.


Ante esta situación, el referente del sector anticipó que “de no mediar la urgente implementación de un plan concreto por parte del Gobierno Nacional, en la mayoría de los casos no se podrá cumplir con ese compromiso”, y agregó que “eso además acarrearía un efecto negativo multiplicador, porque los trabajadores que se vean privados de ese beneficio, a la vez, no dispondrán de esos ingresos para destinarlos al consumo, a diferencia de lo que ocurre generalmente cuando sí se recibe ese pago, lo cual no ayudará en absoluto para detener la caída en las ventas”.


Por su parte, Zylberzstein adelantó que en las próximas horas elevarán “una nueva propuesta al Poder Ejecutivo que incluye un paquete de medidas de financiación y alivio impositivo que faciliten el pago del aguinaldo en tiempo y forma”.


Al respecto, el representante de las pymes de la Ciudad de Bs As detalló que “la iniciativa busca que los bancos en donde las empresas radicaron las cuentas sueldo de sus trabajadores financien préstamos a tasas más bajas que las que contemplan los créditos productivos pymes, y que los mismos sean abonados en 6 cuotas”. En este punto, reconoció que “no ven con malos ojos que sea el propio Banco Central, presidido por Federico Sturzenegger, el que emita una disposición oficial extraordinaria que obligue a todas las entidades bancarias a cumplir con ese paquete de salvataje para las pymes”.


Por el lado de los impuestos y cargas sociales, el titular de FECIBA señaló que el planteo promueve que “las micro y pequeñas empresas sean exceptuadas del pago de las contribuciones por el aguinaldo a la entidad que conduce Alberto Abad, y que los aportes jubilatorios sean financiados del mismo modo que el crédito”. En el caso de las medianas, persiguen “que ambos tributos sean costeados bajo la misma modalidad que los préstamos bancarios”.


El referente del sector explicó que “en el último tiempo se le ha creado una mochila fiscal a las pymes, con la baja de los planes de financiación y la suba de tasas, acrecentadas por la caída en las ventas y los incrementos de tarifas; que expone a la mayoría de las pequeñas empresas al embargo de sus cuentas”, y propuso que “si hay blanqueo para los que negrearon sus ventas, también debería estudiarse una ayuda para quienes declaran su actividad y no pueden pagar los impuestos”.


En ese sentido, el dirigente dijo que aguarda que “la propuesta sea bien recibida” (como lo fue la de aliviar las subas en las tarifas de luz y gas) porque aseguró que “es necesario, tanto para los trabajadores como para las pequeñas empresas, que el aguinaldo se pague como corresponde”, aunque reiteró que “de no mediar una acción pro activa del Gobierno Nacional, eso será imposible”.


En el marco de ese estado crítico que atraviesan las pymes, finalmente, Raúl Zylberzstein exigió al sector financiero, al cual consideró como “el siempre gran ganador, sea en épocas de prosperidad o crisis”, que debe “comenzar a realizar algún esfuerzo en pos de contribuir con las economías de las que se vale para obtener sus descomunales ganancias”.


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Agonizan los programas nacionales en Neuquén

Los despidos y el retiro del gobierno nacional de planes como Conectar Igualdad o Procrear afectan alrededor de 50.000 familias. Algunos dejaron de ejecutarse y otros se traspasaron al sector privado o la provincia
Los cuatro adelantos financieros que de manera extraordinaria y excepcional llegaron a la provincia de Neuquén por parte del gobierno nacional, contrastan con el retiro de los múltiples programas que se aplicaban hasta diciembre del año pasado en el territorio y que impactaban en forma directa en decenas de miles de familias.


El gobernador Omar Gutiérrez recibió en forma directa, de parte del presidente Mauricio Macri, dos mil millones de pesos en cuatro adelantos de 500 millones cada uno. Se utilizaron para pagar gastos corrientes y atender la coyuntura financiera provincial.


Sin embargo, tal situación, no tuvo su correlato en el trabajo de las delegaciones nacionales instaladas en Neuquén, que sufrieron despidos y, sobre todo, una considerable disminución o vaciamiento de programas muy sensibles.


Según los cálculos recogidos por , más de 50.000 neuquinos dejaron de tener algún tipo de contacto directo con el Estado nacional en la provincia.


Afsca


De un plantel de doce, despidieron a cuatro y desmantelaron la estructura de programas de capacitación y de comunicación que se realizaba con el interior de la provincia. Se terminaron los programas Fomeca, que fomentaban el acceso a los medios de comunicación a través de concursos periódicos, del que se beneficiaban también los proyectos de radios del interior, que accedían a financiamiento y equipamiento. Fiscalizaban a la mañana, a la tarde y a la noche, según informó el coordinador del organismo hasta diciembre, Eduardo Fuentes, quien razonó que “la principal consecuencia es la invisibilización de la estructura, si hasta retiraron el cartel que identifica el organismo”.


Anses


En Neuquén despidieron a dos trabajadores. El organismo atiende a más de 70.000 personas. Si bien las prestaciones fundamentales, como la Asignación Universal por Hijo y las pensiones, se cumplen, se disminuyeron los puntos de atención en los barrios y las visitas a los centros de jubilados, que permitían un acceso directo de afiliados y beneficiarios.


Andrea Vaca Narvaja, titular de la regional hasta diciembre de 2015, aseguró que “el programa Conectar Igualdad está en riesgo, ya que la idea es que lo sostenga la provincia”. “Las netbooks aún siguen llegando –acotó- pero son los remanentes de los envíos comprometidos el año pasado”.


En cuanto al funcionamiento, por primera vez en más de una década, Anses debe alquileres, pago de proveedores y gastos de traslado.


“El Pro.Cre.Ar. se ejecutará con líneas de créditos financiadas por bancos privados, a tasa variable y un costo incierto para el bolsillo de las familias que intenten acceder a él” informó.


Renatea


El órgano de control del empleo rural, atendía a una población de alrededor de 4.000 personas, que representan el 40% del total de los trabajadores rurales de la provincia. A ellos se llegaba con una plantilla de 15 personas que fueron despedidas, ya que el organismo dejará de funcionar desde la segunda quincena del mes de junio.


El Renatea, ejecutaba programas de fortalecimiento institucional, financiaba proyectos productivos y otorgaba nuevos derechos a trabajadores que desarrollaban su labor en condiciones cercanas a la esclavitud.


Gerencia de Empleo


El anterior gerente de Empleo, Gastón Ungar, detalló que tres trabajadores fueron despedidos y no fueron reincorporados. “Hay una parálisis importante que responde a una política clara de este gobierno, que es achicar el camino al pleno empleo. La Argentina ha abandonado ese paradigma y se dirige a un esquema de flexibilización laboral”.


“Los programas se han pasado al freezer”, contó. Y agregó: “teníamos cursos de capacitación laboral donde formábamos futuros trabajadores calificados, en función de la demanda laboral, hoy esos cursos ya no se dan”.


“Entre Uocra, Smata e YPF, dábamos unos 50 cursos anuales, que atendían a 30 integrantes cada uno”, continuó Ungar. Además, manifestó su preocupación porque en Chihuidos, por ejemplo, será muy difícil proveer de personal neuquino calificado por la falta de esos cursos que en la provincia llegaban a más de mil personas por año.


Ministerio de Trabajo


El anterior Delegado del ministerio de Trabajo, Marcelo Zúñiga, denunció el vaciamiento del organismo, que aún hoy no nombró reemplazante para su cargo.


En la delegación, se despidieron cuatro trabajadores y se suspendieron las tareas de fiscalización e inspección laboral. No se realizaron los operativos de verano por falta de viáticos para combustible, que permitían seguir de cerca la evolución del empleo registrado en la provincia, fundamentalmente en el sector del turismo, hotelería, gastronomía, entre otros.


Zúñiga dio cuenta que “en esos operativos constatábamos el empleo en negro, que en Neuquén mantenía una media anual del 19%, y que ahora seguramente se va a disparar. La proporción en Neuquén estaba por debajo de la media nacional, del 33% empleo irregular con respecto al trabajo en blanco”.


De hecho, informó, “por cada trabajador en blanco despedido, se pierden 4 puestos informales de changas, servicios varios, artesanos, feriantes, etc.”. Los datos brindados por Zúñiga los ha recopilado la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep).


Añadió que “en un contexto que generaba condiciones de empleabilidad, el 50% de la actividad del ministerio era fiscalización, y el otro 50% era la intervención en convenios colectivos de trabajo o conflictos laborales”. Sin embargo, señala que “ahora, por orden expresa, el ministerio ya no interviene y esto afecta a miles de trabajadores del sector privado que no cuentan con el amparo del Estado”.


El ex funcionario enfatizó que los números de despidos son más grandes que los que se informa en la provincia y citó dos ejemplos. Aseguró que en la UOCRA son 1.800 los despidos entre enero y marzo y que el gremio de los petroleros de Río Negro, Neuquén y La Pampa pasó de informar 23.500 afiliados al cierre del 2015, a 17.000 luego del primer trimestre de 2016.


Secretaría de Agricultura Familiar


El ex Coordinador provincial deAgricultura familiar, Ernesto Lagos, confirmó el despido de siete trabajadores.


Como en otros organismos del Estado nacional, se dejaron de ejecutar los programas de asistencia a productores y asociaciones de productores. Desde enero los equipos técnicos están sin salir al campo por las mismas razones de falta de presupuesto que en otras dependencias.


La asistencia técnica y financiera llegaba a alrededor de 70 organizaciones de productores, con entre 40 y 50 familias cada una, que a su vez movía a toda una economía familiar indirecta, llegando a unas 20.000 personas en la provincia.


También corre riesgo la red de comercialización, “alimentos para todos”, que acercaba productos agropecuarios a varias regiones del interior provincial. Sólo como comparación, apenas 25 familias venden en el mercado concentrador, contra las más de 3.500 que vivían de una economía alternativa asistiendo a ferias, pequeños comercios del interior y venta informal.


Desde el segundo semestre de 2014 y todo 2015 la secretaría ejecutó 30 millones de pesos en asistencia al sector. En lo que va del año, la cifra es cero.


Educación


Todos los programas y planes pretenden ser trasladados a la esfera provincial y la intención ha generado una gran polémica. Tanto los programas “Conectar Igualdad “, “FINES”, “Orquestas y Coros”, ven paralizadas sus ejecuciones y su destino es incierto si es que la provincia no asume los costos de su ejecución.

Encuestas: Mendoza sigue apoyando a Cornejo, pero se desilusiona con Macri

En dos sondeos, el gobernador sale bien parado, pero preocupan las críticas al Gobierno nacional.

El gobernador Cornejo recibió ayer la visita del presidente de YPF, Miguel Gutiérrez.


En dos sondeos de opinión que se conocieron en las últimas horas en Mendoza, el gobernador Alfredo Cornejo sale bien parado en relación al porcentaje de ciudadanos que lo votaron el año que viene. No obstante, el desgaste del Gobierno nacional ha sido intenso y eso se vio reflejado en uno de los estudios.


El primero de los trabajos difundidos fue realizado por el consultor local Elbio Rodrígiez, histórico encuestador del radicalismo. Según su sondeo, 52% de los mendocinos afirmó que hoy votaría a Cornejo, teniendo en cuenta que en las elecciones del año pasado sacó 46% de los votos, el dato es más que positivo para el mandatario.

Respecto a los índices de confianza, el estudio de Rodríguez –986 casos, entre el 27 y el 29 de mayo– indica que 32% de los consultados respondió que Cornejo “les genera confianza”, mientras que el 18% dijo que “le da tranquilidad”.

Según el trabajo de la consultora de Santiago Alé, un 67 por ciento de los encuestados manifestó una opinión negativa sobre las decisiones que tomó Macri en los primeros seis meses de Gobierno.

Así, según el encuestador, Cornejo aún vive una “luna de miel” con los mendocinos, sobre todo teniendo en cuenta que la percepción es que recibió una herencia muy pesad por parte de Paco Pérez.


El otro trabajo conocido en las últimas horas lo realizó la consultora Diagnóstico y Análisis, de Santiago Alé, tradicionalmente contratado por el peronismo local.


Según su sondeo –a 1.480 personas, realizado entre el 2 y el 8 de junio–, Cornejo mantiene aceptables índices de aceptación, pero difieren mucho de los reflejados por Elbio Rodríguez.

Alé afirma que de los encuestados, 40% mantiene una opinión positiva de Cornejo y su Gobierno, mientras que 59% opina negativamente. A su vez, destaca que al ser consultados los mendocinos sobre en qué debe trabajar más intensamente el gobernador, el 33% respondió “que haga algo” respecto al desempleo.

Según Alé, este aspecto del trabajo, se explica por la opinión de los consultados sobre el Gobierno nacional. Así, el 67% de los encuestados manifestó tener una opinión negativa de Mauricio Macri y las medidas que ha tomado en este medio año. Si se compara este dato con el sondeo realizado a los 100 días de asumir, el crecimiento de las opiniones negativas han aumentado 27%.

En relación a los problemas que más preocupan, los consultados respondieron en el siguiente orden: inflación, despidos, miedo a perder el trabajo y baja en el consumo.

Inflación de mayo

La inflación medida por el IPC Congreso subió 3,5 por ciento en mayo. Las consultoras del sector privado anotaron subas de hasta medio punto porcentual más, donde se destacó el relevamiento de Abeceb.com, con un alza del 4 por ciento mensual. El estudio Bein, en tanto, calculó una suba el mes pasado del 3,9 por ciento, mientras que Ecolatina lo hizo al 3,5 por ciento, Elypsis (3,4 por ciento), Analytica (3) y el estudio Orlando Ferreres & Asociados (2,7). Para la mayoría de los relevamientos privados la inflación ya acumuló un alza de alrededor del 25 por ciento en los primeros cinco meses del año, la meta que el Gobierno había anunciado para todo 2016. En lo que refiere a las variaciones interanuales, los cálculos de las consultoras la ubican por encima del 40 por ciento, una cifra que aseguran se mantendrá hasta fin de año. El año pasado los precios habían subido un 25 por ciento. El Indec presentará mañana el primer índice de precios minoristas desde el anuncio del apagón estadístico de diciembre pasado.

El camionero redobla la apuesta



HUGO MOYANO NO DESCARTO UN PARO NACIONAL SI NO HAY ACUERDO SALARIAL


Tras la huelga que afectó el transporte de combustibles, Moyano cuestionó a Macri por mantener el Impuesto a las Ganancias y dijo que, si las cámaras del sector no mejoran su oferta salarial, el jueves Camioneros podría convocar a un paro nacional.

Tras el paro de la rama del transporte de combustibles, que durante el fin de semana generó colas en las estaciones de servicio por falta de nafta, Hugo Moyano no descartó convocar a una huelga nacional de Camioneros si las cámaras empresarias no mejoran su oferta salarial. Además reclamó al gobierno por el pago de Ganancias.


“Me gustaría que todos los (funcionarios) que dicen que saben lo que hay que hacer, vayan a una asamblea de trabajadores a explicarles cómo es posible que les sigan descontando el salario. Esto es lo que hay que entender: yo no soy el que decide las cosas por un capricho, es la gente. Hace rato que nos vienen diciendo que ya no aguantan más que les descuenten el salario, que se rompen el lomo para laburar y se lo lleva el Gobierno, el Estado”, se quejó.

Moyano apuntó contra Mauricio Macri al señalar que “el Gobierno tiene que decir algo. No sé quién es el funcionario que debería hablar, pero los descuentos son un absurdo, como todo lo que hace el Gobierno. ¿Cómo vamos a salir a laburar con ganas si nos están afanando la guita de los salarios?”, preguntó, y criticó que “primero hayan dicho que no se iba a descontar y ahora descontaron”.

En el mismo sentido, consideró que fue “absurdo aumentar un 500 por ciento” las tarifas “y después echarle la culpa al ministro”.

El dirigente sindical no quiso responder si llamará a un paro nacional de la CGT ante la inflación y los tarifazos, y se limitó a hablar del conflicto con Camioneros. En la paritaria, el sindicato pide un 42 por ciento de aumento, mientras que las empresas del sector ofrecen un 30 por ciento en tres tramos.

“Nosotros estamos discutiendo salarios. Tenemos un congreso el jueves y ahí se va a definir el tema. Si las cámaras empresarias no dan respuesta, o dan una respuesta que no tenga sentido de realidad, tomaremos decisiones. Lo vamos a definir en el congreso o me van a dar la facultades para que yo lo defina en el momento que crea que tiene que ser. No se descarta nada”, señaló.

“Si hubiéramos salido a la calle, habría 100 mil personas movilizadas, pero no queremos demostrar nada. Sólo hacemos lo que la gente está reclamando.”

De la Sota: "Estuvimos muy visitados, como si no tuvieran problemas que resolver"



CRITICAS A LA PARTICIPACION DE LOS FUNCIONARIOS DE CAMBIEMOS EN LA CAMPAñA DE RIO CUARTO

Tras la victoria del candidato a intendente de Río Cuarto por el peronismo, Juan Manuel Llamosas, por un importante margen al postulante de Cambiemos, Eduardo Yuni, el exgobernador de Córdoba José Manuel de la Sota recordó que varios funcionarios nacionales fueron a "hacer campaña, a prometer cosas que ahora van a tener que cumplir, porque me imagino que no serán promesas sólo si ganaba el candidato de ellos sino promesas para la ciudad".


Así, De la Sota cuestionó la "activa participación" de "algunos ministros" del Gobierno: "Estuvimos muy visitados, como si no tuvieran ningún problema que resolver en el país".

De todas maneras, el exgobernador pidió "dejar afuera al Presidente de este resultado negativo que tuvo Cambiemos ayer", pero resaltó que tras meses de gobierno de Mauricio Macri "aspira a que pueda corregir el rumbo, resolver los problemas, que no se están resolviendo bien".

El dirigente peronista destacó al futuro intendente como "un dirigente brillante, de la renovación" y consideró que "ha hecho una elección fantástica porque penetró en todos los sectores de una ciudad compleja". En cuanto al candidato de Cambiemos, De la Sota sostuvo que "no inspiró confianza".

En lo que fue el primer test electoral desde que Macri asumió al poder, Llamosas, de Unión por Córdoba, reunía el 46,48 por ciento de los votos (36.334), mientras que Yuni sumaba el 32,84 por ciento de los sufragios (25.676), con el 92,01 por ciento de las mesas escrutadas oficialmente.

En tanto, el tercer puesto lo obtenía el candidato de la fuerza de izquierda Respeto-MST, Pablo Rafael Carrizo, con el 9,22 por ciento de los votos, seguido por el postulante de Imperio de la Gente, Enrique Novo, que alcanzó el 3,47 por ciento de los sufragios.

"Puede faltar carne y pollo"



MAñANA COMIENZA UN PARO DE 48 HORAS POR DESPIDOS EN EL SECTOR



"Puede llegar a faltar algo de carne y pollo", advirtió el secretario general de Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Carne del Gran Buenos Aires y Zona Sur de la Provincia de Buenos Aires (SICGBA), Silvio Etchehún, al analizar los eventuales efectos de la medida de fuerza de 48 horas que convocó para mañana y el miércoles.

El líder sindical, en diálogo con radio 10, alertó que "el sector está en una situación muy compleja" y argumentó que hay "entre un 5 y un 10 por ciento de retiros voluntarios y suspensiones", además de "una planta con 200 despidos y tomada", por el frigorífico Ciaber (ex-Finexcor), ubicado en Bernal Oeste.

Según el titular del sindicato, el gobierno nacional "sigue sin controlar a los 3.500 matarifes truchos y evasores que terminan perjudicando los trabajadores de las empresas formales".

Además, Etchehún cuestionó que el gobierno nacional no haya "escuchado" el reclamo de los empleados suspendidos de la empresa avícola que produce los pollos "Cresta Roja", en alusión a los trabajadores que permanecen desde "hace seis días encadenados" en la puerta de la sede principal del Ministerio de Hacienda y Finanzas de la Nación.

Recordó que esos empleados suspendidos reclaman que se les restablezca la cobertura de obra social y un aumento de 6 mil a 10 mil pesos de la suma mensual que reciben en concepto del Programa de Recuperación Productiva por parte del Estado nacional, entre otras demandas.

El sindicalista realizó un llamado de atención a los titulares de la CGT la adelantar que la huelga será reforzada con una concentración de afiliados a SICGBA frente a la CGT de la calle Azopardo. "Queremos que nos reciban Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo para que el movimiento obrero sea solidario con nuestros compañeros que se encadenaron al Ministerio", sostuvo.

El presidente del Banco Nación tiene casi el 85% de sus ahorros en el exterior

El Presidente del Banco Nación reconoció que posee $65,8 millones, de un total de $77,6 millones, en bancos radicados en paises extranjeros. “Lo importante es que los funcionarios y todos tengamos todo debidamente declarado", intentó justificarse.



Un escándalo de envergadura sacude al Presidente del Banco Nación, Carlos Melconian, luego de que trascendiera que la mayoría de sus ahorros y capitales los concentra en bancos y financieras del exterior.

Según se confirmó, el economista posee casi el 85% de sus bienes en países extranjeros, lo que implica unos $65,8 millones de un total de $77,6 millones que el funcionario declaró ante la Oficina Anticorrupción.

Los activos de Melconian, correspondientes a su situación patrimonial de 2015, incluyen desde inversiones inmobiliarias en Uruguay hasta depósitos en dólares en los Estados Unidos.

La justificación

El titular del BCRA intentó justificarse al sostener que "más que adentro o afuera del país, lo importante es que los funcionarios y todos tengamos todo debidamente declarado".

Durante la entrevista que brindó en el programa televisivo de
Mirtha Legrand, Melconian señaló que los montos en el exterior es una forma de dejarle algo a sus hijos y dijo que tenía planeado traer "parte" de su dinero.

Carrió vinculó a Jorge Macri con el narcotráfico

Dijo que el intendente de Vicente López, Posse y Massa presionan para proteger al suspendido fiscal Novo.



En un anticipo feroz de la elección 2017, Elisa Carrió sumó un nombre a sus ya conocidos involucrados en presuntos encubrimientos al narcotráfico: el de Jorge Macri, el intendente de Vicente López que ahora goza de buena relación con María Eugenia Vidal y empieza a posicionarse para el año que viene.


En una extensa entrevista con Alejandro Fantino, anoche Carrió habló de un plan de desestabilización contra Mauricio Macri, que incluye un sabotaje en las facturas de luz y gas para que los aumentos sean mayores en los sectores bajos. Pero hacia el final de la charla, metió la cuchara en su tema preferido, el narcotráfico.

Cuando el conductor le preguntó por qué si es tan influyente no forma parte de la mesa chica del PRO, la diputada aseguró que el Presidente la invita pero ella se aburre en esas discusiones, “porque no sirvo para eso” y “ustedes tienen que entender que estoy luchando contra el narcotráfico en la Argentina, y ahora en la provincia de Buenos Aires”.

En ese marco, Carrió volvió a vincular a la política y a la Justicia con la venta de drogas. Ante la pregunta de cómo funciona el narco en la provincia, la líder de la Coalición Cívica dijo que “la manejan Aníbal Fernández, o los abogados de los narcos y los fiscales que encubren los crímenes”.

“Por ejemplo (Juan José) Ribelli, que está acusado en la Amia. Por ejemplo (Carlos) Broitman (abogado de Pérez Corradi), que es socio de Ribelli. Y María del Carmen Falbo que garantiza todo", sostuvo la chaqueña.

Carrió entonces advirtió que hay “gente de Cambiemos que me está trabando que saquemos a fiscales que protegen el narcotráfico, y entonces yo estoy en problemas”.

La diputada dijo: “Posse, Massa y Jorge Macri están impidiendo que se lo procese al fiscal (Julio) Novo, cuya secretaria es la esposa del abogado de los narcotraficantes, Broitman".

¿En qué podría proteger Novo a los intendentes?, le preguntó Fantino.

"En los delitos que cometen en sus propios distritos, porque son fiscales provinciales. Defraudación a la administración publica, coimas, qué sé yo. Estoy diciendo la verdad", indicó Carrió.

Las acusaciones de Carrió contra Massa y Aníbal Fernández por Novo son repetidas, lo mismo que contra Posse, por ser el alcalde del distrito en cuyo departamento judicial mandaba Novo.

Lo curioso es el nuevo agregado de Jorge Macri, de poca influencia en la Justicia de San Isidro, según comentaron fuentes locales.

Novo fue suspendido en noviembre pasado y enfrenta un juicio político que aún lo mantiene alejado de su cargo. El suspendido fiscal general de San Isidro fue imputado por encubrimiento de narcotráfico, apuntado especialmente por el caso de la ejecución de dos colombianos en Unicenter. Está acusado de bloquear la investigación de sus colegas por este hecho, relacionado con el tráfico de efedrina.