ESTRATEGIAS DISCURSIVAS


Rubén Weinsteiner

La estrategia de la comunicación tiene como objetivo la transmisión efectiva y eficiente del discurso político al electorado.

En la comunicación política, el candidato es el emisor, el electorado es el receptor y el discurso político es el envase semiológico de la propuesta política.

El diseño de una estrategia de comunicación política, debe considerar los siguientes actores:

Enunciador: Candidato que emite el discurso.
Auditorio: Público ante el que se habla.
Destinatario: Aquellos a quienes se dirige realmente el discurso político.

Así tenemos también, estrategias discursivas (diferentes envases), utilizadas según el tipo de destinatario.
Pro – destinatario → Discurso de refuerzo → consolidar y mantener el apoyo de sectores simpatizantes ("nosotros inclusivo").
Contra – destinatario → Discurso de polémica → diálogo en términos de réplica o contradiscurso ("ellos exclusivo").
Para – destinatario → discurso de persuasión → captación de prosélitos.

En ninguno de estos casos, se hace evidente la explicación, si no se hace referencia a otra herramienta discursiva, subrepticia que coadyuve al verdadero propósito que es el de la persuasión. Esta herramienta es el uso del lenguaje para expresar una propuesta política.

Los diferentes usos del lenguaje son:
El uso expresivo: Consiste en emplear un lenguaje para expresar emociones o provocarlas en el interlocutor (o destinatario, en Pandiani).
En el uso interrogativo: La oración tiene como función requerir información del interlocutor (en cierta forma, se lo puede subsumir dentro del uso directivo del lenguaje).
El uso operativo: Se caracteriza por el hecho de que, pronunciar ciertas palabras en determinadas condiciones, implica realizar la acción a que esas palabras se refieren, así decir en ciertas condiciones "juro respetar la constitución", "prometo devolver, en la moneda de origen", consiste precisamente en realizar las acciones de jurar y prometer.
El uso prescriptivo o directivo: Se da, cuando mediante el lenguaje, el que habla, se propone dirigir el comportamiento de otro, o sea, inducirlo a que adopte un determinado curso de acción.

Solo de estos usos del lenguaje tiene sentido predicar "verdad o falsedad".



Los encargados del "como decir" deben encontrar "oportunidades discursivas" para que el candidato transmita la propuesta política con mayor contundencia.

MEDIATIZACIÓN POLÍTICA Y TELEVISIÓN

La irrupción de la imagen y el márketing en la lucha electoral, ha provocado que los instrumentos tradicionales de comunicación política (conferencia radial, noticiario cinematográfico, mitin político), fueran desplazados por la televisión y la publicidad a través de nuevos géneros (aviso publicitario, entrevista televisiva, mesa de opinión, programas "no – políticos", ya fueran éstos de actualidad, entretenimiento o humor).

La televisión tiene preponderancia sobre los demás medios masivos de comunicación. El fenómeno de la "video – política" incorporó a la actividad proselitista la lógica del espectáculo, inherente a la televisión. Como consecuencia, hay una tendencia del electorado a elegir con un enfoque "personalista" (se elige candidato por su imagen individual y no por su pertenencia partidaria o doctrinaria).


ANÁLISIS DE CONTENIDO DEL DISCURSO POLÍTICO

El discurso político es una operación de comunicación en la forma, pero también en el fondo, parece reducir la política a la comunicación política. Contribuyó a hacer de la práctica política, una práctica comunicacional.

ANÁLISIS LINGÜÍSTICO

Se divide en tres tipos de análisis:
Análisis lexicográfico: Consiste en el estudio de las palabras utilizadas en el cuerpo estudiado. Del uso que cada candidato hizo de los pronombres yo, nosotros, vosotros, y de los verbos modales querer, poder, ser necesario y deber, así como las apelaciones de los candidatos a los receptores.

Así se manifiesta lo que Gerstlé (1981), llama la estructura de: intención / implicación / interpelación / asociación. Considera al debate como "lucha verbal" donde los oponentes intentan hacerse valer y desacreditar al adversario, ante la mirada del electorado, al que deben convencer.

El estudio de los pronombres referenciales permite determinar el "posicionamiento" en relación consigo mismo, con el adversario, y con el auditorio.
Análisis enunciativo: Examina dos series de índices, los pronombres que determinan los actuantes del discurso y los verbos que estructuran el relato del discurso. De este análisis se extraen consideraciones relativas a las estrategias discursivas.
Análisis del comportamiento discursivo: Es más abstracto y más amplio. Tiene en cuenta, además de lo sintáctico y semántico, la dimensión pragmática del lenguaje, pretende tratar las conductas comunicativas. Es saber de qué modo los elementos contextuales dan forma a su "estructura de interacción". Para esto se distinguen las normas situacionales, conversacionales y discursivas.

ANÁLISIS TEMÁTICO

Incluye dos subgéneros:

Análisis de las cuestiones en juego: trata de individualizar y caracterizar las cuestiones, los problemas y los puntos que se discuten las más de las veces, sin utilizar una estructura, un modelo o una técnica de análisis. Algunos trabajos se limitan a enumerar, tratando de ser objetivos; otros adquieren un aspecto más evaluativo.
Análisis de la agenda: en su origen se refería a la selección y el tratamiento de la actualidad que hacían los medios. Se basa en la idea de que los medios imponen más que un pensamiento, un objeto para ser pensado. La idea del concepto de "agenda" es que se forme una jerarquización en la cual ciertos temas llegan a ser prioritarios, por lo tanto, deberán tenerse en cuenta tres agendas:

La de los periodistas, que formulan las preguntas.-
La de los candidatos, que responden a dichas preguntas.-
La del electorado, tal como se expresa en los sondeos de opinión pública.-

La relación entre la agenda de los periodistas y la de los candidatos pone de relieve el control de la agenda electoral:
Los periodistas tratan de forzar a los candidatos a comprometerse en temas a los que no necesariamente querían referirse.-
Los candidatos tienen la oportunidad de responder del modo en que entienden (o quieren entender) las preguntan que les formulan.-

El debate puede considerarse como una doble confrontación entre los candidatos mismos y entre los candidatos y los periodistas que pugnan por el control de la agenda.

ANÁLISIS DE CONTENIDO

Es un método específico del análisis del contenido de las diferentes formas de expresión y de comunicación de los mensajes, es una técnica objetiva, sistemática y cuantitativa que, con un sistema de categorías, trata de producir inferencias entre el texto y su contexto de producción.

No es una técnica homogénea, ni siquiera constituye un conjunto bien identificable de formas de tratamiento de la información. El verdadero análisis de contenido es un instrumento con el cual se intenta identificar cuestiones en juego, argumentos y hasta efectos de los debates.

Las ventajas que ofrece son lo que puede revelarse sobre la información transmitida por los candidatos, la interpretación que hace de ella el auditorio y la personalidad de los candidatos. También se puede identificar los tipos de cuestiones y subcuestiones de los debates y los deslizamientos de una a otra.

ANÁLISIS RETÓRICO

Atendiendo a los rasgos de su modo de presentación y de emisión, un debate persigue una finalidad persuasiva a la que también sirve su forma o estilo de exposición y la actuación oratoria de las partes beligerantes, se refiere a los procedimientos discursivos a los que recurren los oponentes con la finalidad de transmitir mejor sus mensajes y ganar así la adhesión del auditorio.

EL ANÁLISIS ESTRATÉGICO

La retórica que se emplee en el debate estará sujeta a una dimensión estratégica fundamental:
Los protagonistas, seleccionan un cúmulo de procedimientos discursivos, para transmitir en función del objetivo, que es lograr ventajas para su contienda con el adversario.

Esto es global, ya que toma el todo del debate para los diferentes análisis que se hagan del mismo, lo estratégico es conocer el modo de cada contendiente, este puede ser, modo de presentación, de emisión y también que se le asocie íntimamente, para así confundirlo. Sin olvidar lo retórico de lo estratégico, hay obras que ilustran particularmente este tipo de análisis. Como veremos en la de Martel (1983), donde el autor trata de identificar de que manera los objetivos de los candidatos participan en sus maniobras discursivas, como ejemplo, se ataca a un oponente en cierto punto, bien preciso, ya sea en sus ideas, o en su conducta.

EL ANÁLISIS ARGUMENTATIVO

Como detallamos anteriormente, los estudios llamados "retóricos" o "estratégicos" deben ser minuciosamente analizados para poder en su momento armar el discurso que se usara en el debate de acuerdo a una estrategia que no solo de ventajas sino que también sume victorias, ante el oponente de turno, para dejar en claro y sin dudas al espectador de dicho debate, que en síntesis es el verdadero destinatario del citado, ya que es el que sumara las diferencias a la hora del escrutinio.

UNA PERSPECTIVA SISTEMÁTICA

Luego de una amplia explicación sobre el debate y los diferentes análisis al que esta expuesto el mismo, podemos elaborar un modelo en conjunto. Y determinar que todo nos lleva a ver claramente los elementos lingüísticos, que son la materia prima del debate además de serlo, en todo intercambio y todo discurso, que permiten determinar intuitivamente los temas y las cuestiones en discusión que una técnica de análisis mas rigurosa identifica con mas seguridad.

El análisis argumentativo, va mas allá al caracterizar los contenidos proporcionales de esos temas y esos asuntos en juego, de modo tal que nos permite considerar la función persuasiva de esas cuestiones.

Este se constituye, en el eje que unifica los diferentes tipos de análisis del contenido de los debates políticos televisados. Por lo tanto, su reconocimiento es importante no solo en si mismo, sino además porque permite establecer un modelo general de interpretación del conjunto de los estudios posibles del contenido de los debates.Los candidatos o emisores, en el momento de redactar su alocución, deben sin lugar a dudas, hacer un exhaustivo análisis de: ¿Quién, Dice que, En que canal, A quien, Con que efecto.

Ya que la realidad política actual exige ver, con mucha atención, al receptor del discurso político, que, a trabes los diferentes medios masivos, recibe la información como nunca antes. Esto, debido a que el desarrollo tecnológico experimentado en los últimos tiempos por esa área, le abrió la puerta principal de la esfera política a través de novísimas técnicas.

Rubén Weinsteiner

La Biblioteca de Babel 4.0



Rubén Weinsteiner



Borges imaginó la biblioteca de Babel, una biblioteca imposible que tenía todos los libros del mundo y en disponibilidad inmediata. Borges la describía como un edificio inconmensurable. Imaginemos todos los libros del mundo juntos. Esa biblioteca resultaba absolutamente inviable desde un punto de vista comercial-operativo, ya que no se pueden ocupar recursos físicos para almacenar y económicos para comprar, libros que se venderán una vez cada 50 años o nunca. Sin embargo esa biblioteca existe, es Amazon, todos los libros y con disponibilidad inmediata. El modelo de negocio de la Web social, hace que la información se convierta en el insumo estratégico mas importante en la construcción de costos. No hace falta tener todos los libros en un solo lugar, y ni siquiera tenerlos adquiridos, lo que hace falta es conectar con mucha gente y estar atento a las demandas para satisfacerlas.

La larga cola funciona también en la colonización de subjetividades y construcción de votos. Cuando el costo de oportunidad de llegada es alto, sólo las segmentos más numerosos concentrados y tradicionales son interpelados con las propuestas de campaña. Pero como funciona la larga cola, las demandas, anhelos, gustos, intereses, temores e insatisfacciones de los grupos más chicos, también se pueden abordar en forma eficaz y contundente.

La larga cola presenta oportunidades para introducir en la campaña enfoques y propuestas de nicho. Éstas fomentan la diversificación de las propuestas y perspectivas planteadas, y para construir discursos en consonancia con las demandas de muchas y diversas personas que son los que conforman la cola larga. De esta manera, la larga cola abre un gran espacio para la diversidad.
Rubén Weinsteiner

Rubén Weinsteiner

El segmento #cumbia en el #votojoven



Rubén Weinsteiner

Los cumbieros configuran un segmento, numeroso, potente y horizontal. Dentro del segmento, su núcleo duro se constituye en una tribu urbana muy popular.

El segmento en sí es esencialmente popular, tanto por lo numeroso como por su extracción social.

Sus miembros son jóvenes de la base de la piramide, que legitiman, reivindican y transforman en su ADN identitario a la cultura de las villas.


La palabra cumbia, deviene de la expresión afroamericana “cumbé” que significa fiesta, es uno de los géneros más populares de la música latinoaméricana. Si bien tiene diferentes acepciones musicales en diferentes países, es un ritmo asociado a los sectores de bajos recursos, que fusionan ritmos africanos, aborígenes latinoamericanos y españoles.

Nace la cumbia

En la Argentina, la cumbia comenzó a formar parte del imaginario en los sesenta, con el Cuarteto imperial, en los setenta aparecieron los primeros galpones, antecesores de las bailantas, donde se bailaba cumbia, chamamé, y se fusionaban en ese conurbano heterogéneo, ritmos de muchas provincias. Vinieron Gilda, Sombras, los Palmeras, Antonio Ríos, cantante del grupo Green, del grupo Sombras y luego de Malagata.

En los 90 Ricky Maravilla fue el primer bailantero que hizo bailar a todas las clases sociales, incluso en Punta del Este “los chetos” medio en joda, bailaban su música


 
La cumbia se hace villera

Pero a fines de los 90, dio un giro disruptivo, y explotó como “cumbia villera”. Los cumbieros se negaban a ser la atracción de “los chetos”. El país iba al precipicio con las políticas de Menem y De la Rúa, y las contradicciones se agudizaron.

Apareció la cumbia de barrio, con bandas Metaguacha y Guachín, con un repertorio muy del conurbano profundo, contestario y reactivo a lo que estaba pasando.



Flor de Piedra intentaba autodenominar como cumbia cabeza -tal es el nombre de una de las canciones de su primer disco- a su estilo (el término cabeza deriva del término peyorativo cabecita negra), mientras que Pala Ancha y Sipaganboy lo intentaban imponerlo como cumbia callejera -nombre del primer disco de Pala Ancha, producido en el año 2000-. Por su parte, El Indio en el año 2000 comienza su carrera y edita su primer disco, llamado Cumbia de barrio, intentando así imponer ese nombre.

Términos como cabeza o de barrio ya eran usados desde hace algunos años en Argentina para caratular al estilo de rock and roll (rock barrial, rock cabeza, punk barrial, punk cabeza, etc.) de bandas como Ratones Paranoicos, Flema, 2', Attaque 77, La Renga, Bersuit Vergarabat, Viejas Locas, Jóvenes Pordioseros, etc., y de hecho ya en los '70 había un estilo de punk denominado street punk (punk callejero en inglés), más adelante llamado oi.

El nombre de cumbia villera aparece en el año 2000 debido al nombre homónimo (Cumbia villera) del primer disco (y de una de las canciones del mismo) de Yerba Brava (cuyo vocalista provenía de la ya disuelta banda Canto Negro).

Pablo Semán, sociólogo argentino, antropólogo, investigador en el CONICET y profesor en el Instituto de Altos Estudios Sociales y la Escuela de Humanidades de la Universidad Nacional de General San Martín, argumenta que la cumbia villera está por fin siendo reivindicada en la década de los 2010s en los círculos de cultura, filosofía y pensamiento (como universidades y secretarías de gobierno) como un representante genuino de la expresión de los postergados.

Las nuevas acciones de apoyo y difusión desde las figuras más representativas de los otros géneros musicales, como la ascendente promoción en los 2010s de bandas de cumbia villera por publicaciones mainstream del rock y el pop como la revista Rolling Stone de Argentina, la organización de recitales y fiestas de cumbia villera en locales y clubes donde las bandas mainstream del rock y el pop suelen tocar, por fuera del circuito de bailantas tropicales (el conglomerado de discotecas de cumbia y música tropical), y por último, la cercana colaboración y producción financiera de bandas de cumbia villera por músicos mainstream como Andrés Calamaro, Vicentico y Fidel Nadal, es también un fenómeno de la década de los 2010s que es visto como un signo de buena salud en el género.
Con todo y más allá de los pormenores, la cumbia villera permanece en la memoria del imaginario colectivo como la más agresiva, la más desafiante y la más socialmente consciente forma de cumbia hecha en toda la historia, y uno de los últimos géneros hechos con auténtico compromiso social en toda la música en tiempos recientes.

La cumbia villera siempre recibió críticas feroces del establishment, por reivindicar a “los pibes chorros”, el consumo de drogas, demonizar a la policía, y enunciar estigmatizaciones de genero. 

La aparición de la cumbia villera determinó un punto de inflexión, por primera vez el conurbano profundo expresaba una contestación social visible.

Cumbia y conurbano

En este segmento se mezclan argentinos de varias generaciones, generalmente con tatarabuelos que llegaron en los 40 al conurbano, a las llamadas ciudades dormitorio, expulsados de la ruralidad del interior por la crisis de los 30, que desencadenó una baja fuerte de las materias primas que exporta la Argentina, y convocados por el proyecto industrial del peronismo, que nutrió con estas migraciones a las fábricas que conformaban la incipiente industria nacional.

Según varias investigaciones, el trabajo no era la prioridad de estos migrantes, aunque obviamente venían “a laburar”. Lo que más buscaban era infraestructura para los hijos, concretamente, educación y salud.

De esa manera se fue conformando un conurbano macrocefálico, con una gran preponderancia electoral potenciada luego de la reforma del 94.

A ese conurbano llegaron inmigrantes paraguayos rurales, durante los 90 y 2000, sus hijos se integraron a los tataranietos de los chaqueños, santiagueños, tucumanos etc.

La cultura de la villa, eje central de la construcción identitaria del segmento #cumbia, reivindica la gestualidad villera, el marco epistémico, los oficios, las comidas y el folklore. La droga, los ladrones, la policía, los buchones, adquieren valoraciones intensas en este segmento.

El segmento #cumbia, ha contruido clivajes muy fuertes con respecto a sus otredades. Los “blancos”, la policía, “los chetos”, son “el otro” que los definen y solidifican en su identidad.

Un clivaje asimétrico, donde ellos se reconocen como “los negros”, “los grasas” frente a una otredad poderosa, “careta” que marca la agenda, modelos y valores, a los cuales los cumbieros no sólo que no adhieren, sino que rechazan. Una otredad que plantea un mundo del cual los cumbieros se sienten excluidos.

En los recitales de las bandas, podemos escuchar, “el que no salta es un cheto” “el que no salta maneja un patrullero”. Los “blancos” y “la ley” o “la gorra”(desde un policía hasta un patovica), dos otredades intensas, que plantean derivaciones múltiples.


La periferia asume un rol de centralidad en el segmento #cumbia. Una periferia definida por la exclusión, la ausencia del estado, (en términos relativos, en el conurbano bonerense hay muchísimo más estado, que en muchos conurbanos latinoaméricanos), y la fragmentación territorial, social, económica y cultural que determina una fuerte desigualdad sintetizada por una fotografía aérea de excluidos e incluidos, a pocos kilómetros de distancia, sin interfaces que estimulen las interconexiones socialmente eficaces.

En la cultura cumbiera, compartir la exclusión y sus consecuencias permite el reconocimiento de códigos, marcas y rasgos distintivos definidos y legitimados por el segmento como propios que definen su praxis social.

Territorialidad

Esa territorialidad marcada por la exclusión, ausencia del estado y postergación, define una identidad que teme rechaza las interacciones con la otredad, que legitimarían la asimetría que propone la realidad. Por eso sus límites y el “derecho de admisión” en ese sentido son muy estrictos.
 La villa aparece en el imaginario del segmento cumbia como su lugar de referencia histórica, un “territorio sagrado”, base de las tradiciones, de los mitos, de la emotividad y el afecto, donde los cumbieros pueden desarrollar rituales, prácticas sociales, la construcción de nuevos saberes y de un entramado social eficaz.

La villa como lugar y los actores territoriales estratégicos, ya sea líderes, artistas, “chorros” puestos en la categoría de héroes, por su valor, su solidaridad o por haberse convertido en mártires, asumen un rol de centralidad identitaria en la vida del cumbiero.


Cantarse y narrarse

Pablo Lescano cuenta que el fue el primero que cantó sobre los que veía a su alrededor “Me crié adentro de un rancho/entre humo, cumbia y borrachos/por eso soy villero” “Yo fui a lo de Tinelli y le dije al director, loco, acá nos tenemos que vestir igual que los pibes que van a la bailanta, con equipo de gimnasia y gorra”.

Damas gratis, la banda de Lescano, tiene un disco llamado “100% negro cumbiero”, que se transformó en un slogan en el segmento.

Asumirse “negro cumbiero” es liberador para los integrantes del segmento. Muchos los desprecian, los rechazan, los estigmantizan, ellos se asumen y con eso siente que desarman a sus enemigos.

"Negro cumbiero"

Ser “negro cumbiero”, ser parte de “los pibes”, es sostener la cultura del “aguante” es un límite ser un delator un “botón”, o no bancar al compañero que está en problemas. El “bardo” es un estilo de vida, la ley es enemiga, corporizada en la policía, los patovicas o los límites culturales de las ciudades que no conforman su territorio, y los “chetos” son la otredad más extrema, con los cuales no se interactúa ni transa.

Los “chetos”, son caretas, son “gatos”, “vigilantes”, no tienen “aguante”, “tienen guita pero no saben lo que es la vida en la villa, que es lo bueno”, y básicamente, no comparten la territorialidad de “los pibes”, lo que los deja afuera del mundo cumbiero.


Marco epistémico y simbología

Rescatarse es ocuparse de lo de uno, la gorra es la policía, sustancia es la droga, santuario es el lugar de reunión, rati, yuta, Cobain es la policía, gato, es alguien trucho, chetos, atorrantes, bardo, buche, etc
En el plano de la simbología los podemos ver con ropa de gimnasia, gorra con visera, algunos con el pelo teñido de rubio, gel y “altas llantas” (buenas zapatillas).

Cumbieros vs Chetos

Este segmento tiene muy marcado el código de funcionamiento del #votojoven, de valorizar la autenticidad y la comprensión.

Para el cumbiero el cheto no es auténtico y tampoco es solidario. El cumbiero se piensa desde un lugar que altere la asimetría con “los chetos” desde un lugar humanamente más digno que estos. Para el cumbiero “los chetos” esconden sus problemáticas, que según ellos son muchas y graves. Esto le resuelve parte de la asimetría y le brinda una autopercepción menos desfavorable que la narrada por los medios.

Para los medios el cumbiero, es un “pibe chorro” alguien despreciable que debe ser señalado. Por eso los cumbieros priorizan sus medios locales, y si tienen que ir a “caretear” a los medios “chetos” los hacen por plata pero nada más.

La imagen del segmento que le devuelve el mainstream es muy mala, por eso los cumbieros se construyeron sus propios significados marcarios y percepciones de lo que es ser cumbiero.


La cumbia vota

El voto cumbiero es tribal, es más sensible a los vaivenes económicos que los blindajes y operaciones mediáticas, no confía en nadie que no se de los pibes o el entorno villero, pero sabe percibir quien está más cerca y más lejos.

Lo aspiracional puede funcionar en forma temporal y no como lealtad sustentable. Requerirá de una estrategia de sustitución de anclaje muy fuerte y de visibilidad y acercamiento.

Marcas como De Narváez o Macri, con un fuerte componente aspiracional, pueden llegar a obtener el voto cumbiero en alguna elección. De Narváez tuvo una performance aceptable en ese segmento en 2009. A Macri, en la villa lo votaron los mayores, entre los jóvenes cumbieros ganó claramente Scioli, pero hubo muchos cumbieros que lo votaron, porque se sintieron defraudados con la oferta del peronismo.

Esto de vivir como pobre, viajar como pobre, comer como pobre, vestirse como pobre, curarse como pobre, pero votar como rico, es algo muy horizontal a nivel global, y generalmente viene acompañado de un esquema aspiracional, con marcas políticas que se muestras cercanas y la defraudación de la oferta que naturalmente sería más acorde al segmento, Trump es el último caso.

El cumbiero valora lo unplugged, y condena la impostura, mostrarse tal cual se es, cantar la vida en el barrio con la pobreza, la droga, el alcohol y la violencia es revelador y portador de autenticidad.

El reptiliano -el sector cerebral más primitivo que determina el 55% del sistema de preferencias- del cumbiero demanda reconocimiento ante todo. Pide a gritos que lo consideren alguien normal, que no le teman, que lo incluyan, que lo piensen y que lo narren. Que le hablen a él, y que entiendan su entorno y circunstancia, sus limitaciones, motivaciones, escala de valores. Quieren respeto, quieren que les hablen a la altura de los ojos, sin impostaciones, crudo y duro. El cumbiero busca empatía e identificación asumiendo las diferencias.

El cumbiero, no interactúa con jóvenes ni adultos de diferentes a él, más que lo que puede llegar a imponer el trabajo. La tribu es todo, quiere cambiar muchas cosas, tiene futuro, mucha incertidumbre, algunas ilusiones y muchos miedos. Tiene deseos y necesidades, está abierto, espera mucho y es lábil.

Piden desde la promesa de la marca política, un sistema más flexible, que los registre, que los narre de otra manera, que los contenga, que les permita ingresar, ser parte y ascender, sin estigmatización ni demonización, que opera muchas veces como auto rechazo hacia adentro del segmento.

Entre los cumbieros popularidad no es lo mismo que influencia. La visibilidad es importante, pero es un segmento tan cerrado que la influencia requiere de una validación tribal muy estricta, apoyada en la marca política a través de la promesa de la misma, la narrativa de su identidad, personalidad, su discurso, posicionamiento y su simbología y ritualidad.

Hablar con los jóvenes cumbieros, impone ante todo reconocimiento, valoración y “hacerlos sentir parte”. Para que además de hablar con ellos, te escuchen, hay que revelar compromiso.

La comunicación entre una marca política y los cumbieros, en medio de la disputa de sentidos, emociones y ofertas simbólicas, requiere por parte del joven de una validación tribal y de construir vivencias y atravesar una instancia colectiva, donde se comprometan las emociones. Hay que “subirse al mismo barco” con ellos para lograr cambios. El estar arriba de ese barco le da sentido a la bronca y la transforma, proponiendo desafíos con la pasión de la acción y compromiso integrador.

Rubén Weinsteiner

Rubén Weinsteiner

Precios, baldosas flojas y la hora en Sydney

La relación con las empresas cambió bajo la gestión de Alberto Fernández. Las medidas que vienen para acomodar los desaguisados que dejó el Gobierno de Mauricio Macri






"En Sydney ya es Año Nuevo. Acá faltan unas horas todavía, pero no tenemos problemas en quedarnos a brindar acá. Hasta que no lleguemos a un acuerdo, la reunión no se termina". Los representantes de las cadenas de supermercados y de alimenticias que se reunieron el 31 de diciembre con el equipo del Ministerio de Desarrollo Productivo que encabeza Matías Kulfas tuvieron su baño de realidad. Ya no se trataba de negociar un "pacto de caballeros" como lo hicieron con el Gobierno de Mauricio Macri con la indolencia de la secretaría de Comercio Interior que el último año y medio estuvo en cabeza de Ignacio Werner.

Esta vez, tuvieron sobre la mesa la información sobre la estructura de costos, la cadena de formación de precios y el aumento "preventivo" que aplicaron antes de que el nuevo gobierno se sentara en sus sillones.

A pesar de la puesta en marcha de "Precios Esenciales", el congelamiento por 180 días que finalizaba en noviembre y la caballerosidad de las empresas, el anteúltimo mes de 2019 -justo antes del cambio de gestión- se despachó con un alza de precios en alimentos promedio de 5,3%, por encima del promedio del mes que fue de 4,3%. Las entidades de consumidores anotaron subas en varios productos de consumo masivo y popular de entre el 75% y el 100% en salchichas, yerba, carnaza y carne picada.

Entre los empresarios quedó implícita también otra herramienta que puede sacar a relucir el Gobierno: la ley de Góndolas que espera su turno de aprobación en el Senado y que aplica directamente a las grandes cadenas. Y otro elemento no mencionado: la regulación de las importaciones.


Dónde hay un mango

Los principales jugadores comenzaron a ver que las reglas de juego en la relación empresas-Gobierno cambiaron drásticamente. El caso de Vicentín que explotó en los últimos días es una evidencias de cómo se utilizó la banca pública para favorecer a empresas cercanas al gobierno. Vicentín Hermanos fue la principal aportante a la última campaña de Juntos por el Cambio con $13,5 millones La empresa agroindustrial recibió un crédito del Banco Nación de $18.400 millones. Un mes atrás, la empresa informó una deuda bancaria total de $23.300 millones, por lo que el volumen contraído con el BNA representa el 80%. Para el Banco Nación, en tanto, supera el porcentaje del stock de créditos totales que estaría superando el 10% cuando el límite para que no sea riesgoso debe estar por debajo del 7%

El Banco Nación está en proceso de completar a su directorio. Además de Eduardo Hecker y Matías Tombolini como presidentes y vice sumó a cinco directores: José Pamupro, Guillermo Wierzba, Martín Ferré, Cecilia Fernández Bugna y Federico Sánchez. Esta semana se completarán los tres nombres que faltan y uno de ellos será el del economista Claudio Lozano, referente de Unidad Popular, que trabajó para la campaña nacional del Frente de Todos y que llegará con el planteo de realizar una auditoría sobre la gestión de Javier González Fraga.


El último presidente del Nación de la gestión Cambiemos vio, por ejemplo, como llegó a su escritorio un crédito preaprobado por la sucursal Martínez por $4.000 M para la empresa de Marcos Galperín, Mercado Libre, muy cercano al macrismo, tal como contó Alejandro Bercovich

Kulfas, en una entrevista que dio a Página 12 el domingo planteó lo que en el Gobierno en general es prioridad: la estabilización macroeconómica. Mientras ordenan ese gran piso en cada uno de los pasos que dan van contando las baldosas flojas

La Sociedad de la Información en tiempos de Netflix




Han pasado más de 20 años desde que Netflix entrara en la vida de la gente con un concepto distinto al que conocemos hoy en día. En el Día Mundial de la Sociedad de la Información recordamos cómo nació, creció y se expandió un modelo que ha cambiado nuestros hábitos de consumir entretenimiento.

Allá por 1997, Reed Hastings y Marc Randolph crearon un videoclub de servicio a domicilio en Los Gatos (California). Los clientes de este servicio de vídeo online podían solicitar un DVD que les llegaba a la puerta misma de su casa por correo ordinario. Todo esto se gestionaba a través de una página web, lo que ya era una verdadera revolución en la época.

Sin el nacimiento del DVD, de hecho, Netflix nunca habría existido. Sus fundadores estuvieron a punto de abandonar la idea por los problemas logísticos que entrañaba el envío de VHS.
Así llegaban los títulos cinematográficos a los hogares de los suscriptores de Netflix

La clave estaba en el mismo formato, y es que con la desaparición del VHS y la entrada del DVD los problemas logísticos desaparecieron. Esto era Netflix antes de entrar en el mundo del streaming digital allá por 2007. Casi 20 años después del primer envío al domicilio de un cliente, ahora Netflix es un gigante de la ficción gracias a sus producciones propias, que incluso marcan tendencia en la denominada “televisión tradicional”.
La expansión internacional, clave del éxito

El pasado 6 de enero, el CEO de Netflix, Reed Hastings, anunció que Netflix iba a pasar a estar presente en 130 países nuevos, triplicando la distribución de la compañía. “Hoy estamos presenciando el nacimiento de una nueva cadena de televisión por internet global”, afirmó Hastings. Bajo el hashtag #NetflixEverywhere, la empresa celebró este hito en sus redes sociales. Entraban países con unas audiencias potenciales muy jugosas para la compañía, como Rusia, India o Corea del Sur. Sin embargo, quedaba una espina clavada: China, la excepción notable de este “Netflix en todas partes”. Aparte de la nación más poblada del mundo, quedaban fuera otras zonas sensibles como Crimea, Corea del Norte o Siria, debido a las restricciones hacia las compañías estadounidenses en estos territorios por parte del gobierno norteamericano.
Netflix está disponible en 190 países.

Además de añadir países, se apuntaban más idiomas a los 17 que soportaba su plataforma: árabe, coreano y chino (a pesar de estar China fuera de la lista de naciones conectadas a este servicio de streaming). Básicamente, Netflix se estaba globalizando a niveles insospechados tan sólo cuatro años atrás, cuando daba su primer gran salto a Europa. Y es que es precisamente la expansión internacional, iniciada esencialmente en 2012, la causante de que Netflix haya cuadriplicado sus suscriptores.
Usuarios de Netflix en los últimos catorce años (Gráfico: Ana Laya / The Objective)

Pero no es oro todo lo que reluce. En las últimas semanas hemos asistido a un desplome notable en Wall Street de las acciones de Netflix. Esta bajada de las cotizaciones del gigante de Los Gatos es una sorpresa, sobre todo teniendo en cuenta que mejoró su beneficio neto en un 12% en el primer trimestre de 2016, y que obtuvo unos beneficios de 1.957 millones de dólares, que subieron un 24,4%. Entonces, ¿por qué se desploma Netflix en la bolsa? Porque Netflix no funciona tan bien fuera de Estados Unidos. Mientras que el negocio dentro de su país de origen le genera 413 millones de dólares, el mercado internacional le reporta pérdidas de 104 millones. Esto se traduce en una decepción de los inversores, que veían en el #NetflixEverywhere un verdadero filón. No obstante, Netflix no ha cumplido (de momento) con las expectativas de los analistas, que auguraban 3,5 millones de nuevos suscriptores internacionales, cuando realmente han atraído “tan sólo” a 2 millones, aproximadamente. ¿Será la próxima -y pendiente- inclusión de China a su lista de países un alivio en los mercados? Los movimientos que emprenda Netflix en los meses a venir serán mirados con lupa. Pero Netflix no es tan sólo una compañía con balances de números, Netflix es un modo de vida. Una plataforma que ha cambiado los hábitos de consumo de millones de personas.
De la cultura del binge-watching al Netflix and chill

Binge-watching es un término anglosajón para definir un telemaratón en plataformas de televisión digital. Netflix fue pionero en extender esta costumbre ya muy arraigada en los hábitos de los consumidores de entretenimiento online, especialmente entre los más jóvenes: los millenials.


Netflix fue la primera plataforma en lanzar las temporadas de sus series originales completas. Según una encuesta de la compañía en febrero de 2014, el 73% de sus usuarios definen el binge-watching como “ver entre dos y seis episodios de la misma serie de una sola tacada”. Ya en los años 80 existía un fenómeno parecido, el telemaratón de programas de televisión emitidos de continuo durante varias horas por una misma cadena. En los años 90 ya se utilizaba, especialmente en Estados Unidos, el término binge-watch, aunque era residual y se limitaba a los fandoms, o comunidades de fanáticos de una serie de televisión. La práctica era parecida a la que se ha extendido en los últimos años en las plataformas digitales, aunque el formato que se utilizaba era el de packs de DVD que incluían varias temporadas de una misma ficción. No obstante, la popularidad que ha adquirido en los últimos cinco años con la expansión de los servicios -legales o ilegales- de streaming ha colocado al binge-watching en la cultura popular como nunca antes.

Al menos el 70% de usuarios de Netflix realiza esta práctica, muchas veces animados por las propias tramas “gancho” de las series. La preocupación por que el que está frente a la pantalla esté viendo demasiadas horas de una misma serie ha hecho que el propio Netflix envíe una notificación que pausa la reproducción y cuyo mensaje es claro: “¿Todavía estás viendo la serie?”. Muchos critican esta medida diciendo que hace sentir vergüenza al usuario que recibe la notificación, y otros la defienden como un elemento crucial para preservar la salud de los espectadores. La aparición de este fenómeno sociológico ha auspiciado todo tipo de teorías y estudios psicológicos en torno a este hábito. Según el Journal of Health Psychology, el binge-watching no tiene nada de malo. Estos “atracones”, según sus investigadores, pueden resultar muy placenteros.


Otras teorías, como la de la Universidad de Texas, contradicen esta hipótesis: la práctica del binge-watching podría tener una relación directa con la depresión. Según Yoon Hi Sung, miembro del grupo de investigadores, “la fatiga física y los problemas como la obesidad son causa de preocupación. Cuando el binge-watching se vuelve desenfrenado, los espectadores pueden comenzar a descuidar su trabajo y sus relaciones con los demás. Aunque la gente sepa que no debe hacerlo, tiene dificultades para resistir el deseo de ver episodios de forma continua”. Estamos, tal vez, ante un nuevo problema de adicción. ¿Debería el binge-watching tratarse como se tratan otras adicciones tecnológicas como la nomofobia?

Otros términos y frases, más que convertirse en fenómenos sociológicos, se han asentado en el vocabulario de los internautas. Netflix and chill es un buen ejemplo de ello. El primer uso de esta frase en Twitter está registrado en 2009:


Las redes sociales han sido clave para popularizar el servicio de Netflix, tanto que han acuñado un término que directamente funciona como sinónimo de “tener sexo”. En un primer momento, “Netflix y relájate” no significaba más que eso: pasar un rato distendido con una serie o película. Con el tiempo fue adquiriendo la connotación erótica que ahora se ha extendido por medio planeta. Tal ha sido la explosión del Netflix and chill que hasta se ha creado una canción sobre ello.

Este término, que tiene su propio recorrido vital, demuestra cómo gracias al poder de las redes sociales, de publicaciones con un target definido como BuzzFeed, y del imaginario colectivo, una compañía puede convertirse en una forma de hacer las cosas. En una forma de ironizar sobre la vida. En un modo directo de comunicación. Netflix no sólo cambia los hábitos de consumo, sino que crea unos nuevos, y genera toda una cultura popular en torno a su propia identidad.


Las cifras estratosféricas de usuarios de Netflix en todo el mundo no pueden tenerse en cuenta sin otro dato fundamental para entender el fenómeno: la cantidad de horas que pasa la gente en la plataforma. La posibilidad de ver lo que quieras, cuando quieras, como quieras y desde la pantalla que prefieras ha marcado la diferencia. En 2015, los usuarios vieron42.500 millones de horas de series y películas. Ahora Netflix contempla la posibilidad de visualizar contenido online, lo cual multiplicaría seguro las horas de visionado. Otras plataformas ya ofrecen esta posibilidad, como YouTube o Amazon Video.

La influencia social de esta y otras plataformas está contrastada. Su continuidad se sustenta sobre un modelo de negocio que evita la publicidad, y sobre una nueva forma de contar historias.
La tarifa de suscripción, modelo de negocio

Ya por 1999, los de Los Gatos lanzaron una tarifa de suscripción con acceso ilimitado al alquiler de DVD. Comenzaba así una andadura que marcaría el camino del modelo de negocio de los servicios de streaming en internet. Netflix apuesta desde entonces, y todavía ahora, por el pago directo de los clientes a través de diversas tarifas mensuales, frente al modelo publicitario. De hecho, según un estudio reciente, Netflix ahorra de media a sus usuarios unos seis días de publicidad al año.


Los servicios en streaming, ya sean de películas y series como Netflix, o de música como Spotify, han propiciado el boom del ‘todo incluido’. Los modos de suscripción de Netflix varían según la calidad en que queramos ver los contenidos y el número de dispositivos que pueden hacer uso de una cuenta de forma simultánea. Actualmente, en España hay tres modalidades: 7,99 euros/mes (un solo dispositivo, SD), 9,99 euros/mes (dos dispositivos, HD), y 11,99 euros/mes (cuatro dispositivos, 4K). Una de las ventajas de Netflix es el gran abanico de dispositivos disponibles (móviles, tabletas, consolas, Apple TV, Smart TV, y -cómo no- el propio ordenador). Esto hace que muchos opten por una de las dos tarifas más altas.
Una nueva forma de contar historias

El gran paso que dio Netflix vino de la mano de la producción audiovisual. Más allá de ser ‘solamente’ una plataforma de streaming digital, se lanzó a producir títulos propios. Algunos de estos son su bandera, un orgullo que llevan por festivales y ceremonias de premios. House of Cards y Orange is the new black lanzaron al estrellato a Netflix, siendo una causa directa de su expansión internacional.

A estos títulos siguieron otros como Narcos o las colaboraciones con Marvel en Daredevil y Jessica Jones. Además, produce documentales y apoya el cine independiente. Netflix tiene previsto invertir más de 1.000 millones de dólares en series propias -algunas de ellas realizadas en diferentes países y con un target local- y ha comprado películas en el festival de Sundance. En la pasada edición de los Premios Oscar, Netflix entró por la puerta grande con dos nominaciones a Mejor Película Documental porWhat Happened, Miss Simone? y Winter On Fire: Ukraine’s Fight For Freedom.

Estos servicios de streaming han creado una nueva forma de contar historias. El binge-watching ha brindado la posibilidad de rodar episodios pilotos más arriesgados, así como la despreocupación por los datos de audiencia. Los guionistas y creadores de las series nativas para plataformas como Netflix tienen una mayor libertad creativa y narrativa, moldeando los argumentos para ser consumidos de una sola tacada. Pero la estrategia de Netflix aún está en el aire: ¿Quiere ser la televisión del futuro o una sala de cine indie? Sea como sea, sus títulos, argumentos y personajes se están convirtiendo en los iconos de una generación de espectadores exigentes.
Otros servicios

En Estados Unidos, la competencia que le ha salido a Netflix es feroz: Hulu,Amazon y el servicio de streaming de HBO apuestan fuerte por sus propios contenidos. En España ya había servicios similares antes de que Netflix aterrizara en octubre de 2015. Yomvi, de Movistar Plus, y las plataformas de televisión a la carta de los principales grupos de comunicación (MiTele, Atresplayer y RTVE a la carta).

Por lo tanto, se avecina un futuro combatido, donde los que más y mejor ofrezcan a cambio de menos tendrán las de ganar. 2016 iba a ser el año de Netflix con la expansión casi total de su servicio en el mundo. No obstante, ya hemos podido observar que las expectativas no se han cumplido, por lo que no está todo escrito en este modelo de negocio que ha cambiado nuestros hábitos, nuestro vocabulario y que ha complicado -todavía más- lo que llamamos ‘Sociedad de la Información’.

Martín Hilbert:"polarizar impide al pueblo crear una voluntad común"




Martín Hilbert, experto en revolución tecnológica, cree que la grieta política termina debilitando las democracias








 Martín Hilbert, experto alemán en revolución tecnológica que enseña en la Universidad de California dice que las tecnologías digitales han contribuido a elegir democráticamente a varios líderes actuales, en Estados Unidos, Brasil, Rusia, Turquía, dentro de un mundo al que no escapa la grieta electoral de Argentina, quienes reconocen abiertamente que entre sus metas se encuentra debilitar algunos aspectos de las democracias.


Los procesos democráticos que se han venido desarrollando en otras latitudes, como en Estados Unidos o Brasil, forzaron a las sociedades, al revés de lo que sucede en la Argentina con el clásico River–Boca en su versión política, personalizado en Mauricio Macri versus Cristina Fernández de Kirchner, a situarse en extremos electorales.

Más por afinidades de opiniones y expectativas que por el ascendiente de los candidatos en sí, como ocurre por estos lares: ni Donald Trump ni Jair Bolsonaro figuraban en los mejores augurios previos a las primarias.

De ahí el desconcierto que campea entre los más reputados analistas locales y foráneos sobre quién se perfilaría como favorito para ocupar el sillón de Rivadavia de la Casa Rosada el 11 de diciembre. Quizá la pista permanezca aún oculta en la gran nube digital, entre los 10 ZB de información guardada sobre todos nosotros que decuplica al código genético de la humanidad sumado, que los algoritmos de la inteligencia artificial desmenuzan con la velocidad de un rayo.

Martin Hilbert se desempeña como profesor en la Universidad de California, Davis, y tiene una mirada científica pero a la vez humanística.

Una visión emocionalmente distante, aunque más que autorizada, como que en 2017 fue el primero en alertar, en declaraciones al medio chileno "The Clinic", del escándalo que se cernía sobre Facebook y Cambridge Analytica por la denuncia de maniobras informáticas en los últimos comicios en Estados Unidos. E-mail va, e-mail viene, este reconocido experto en información, comunicación y conocimiento en el desarrollo de sistemas sociales complejos, –de 40 años, nacido en Alemania y que estuvo radicado en Santiago de Chile cuando trabajó en la CEPAL tras revistar 15 años en la oficina de Asuntos Económicos de la ONU–, ha venido insistiendo ante la insistencia de Mercado en entrevistarlo que el proceso electoral argentino es muy complejo y que para abordarlo con la seriedad que se espera de él necesitaría dedicarle un tiempo a su estudio, del que no dispuso.

–Suena interesante el tema de la elección en Argentina. Pero lamentablemente tengo mi agenda muy llena estos días. –argumentó.

Sucesivos chats fueron intercambiados durante todos estos meses y ahí se acumularon varias definiciones acerca de cómo afectan las costumbres de las sociedades los cambios que trae el avance de la digitalización. En el capítulo político, aunque en este caso haciendo pie en la experiencia desarrollada en Estados Unidos, Hilbert no escatima críticas al marketing electoral que se apoya en la tecnología para que los dirigentes puedan decirle a cada audiencia clasificada por perfiles lo que quiere escuchar. Lisa y llanamente lo identifica como populismo puro.

–¿Cómo funciona?


–Las "burbujas de filtreo" de la gran red social procesan toda la información acerca de las preferencias íntimas de cada individuo, tenga o no cuenta. Son recogidas mediante un barrido tecnológico que abarca todos los vínculos que se hacen con las cuentas de Facebook y sin ellas. Se las cruza con las 60 promesas que puede llegar a contener cada agenda política y, con que coincidan dos, se encapsulan para ser mostradas solas. Y obvio que se omiten las otras 58 inconvenientes. Al revés sucede con las comunicaciones sobre el rival: se lo ataca por toda esa proporción de disensos básicos– expuso.



Mensajes a medida


–¿Podría ampliar lo que le dijo a BBC Mundo acerca de que "La democracia no está preparada para la era digital y está siendo destruida?


–El manejo tendencioso de mensajes dirigidos conforme a los perfiles clasificados nada tiene que ver con democracia, porque en realidad debería mostrarse al pueblo lo que se piensa y no sólo lo que a cada uno le gusta y clickea. Un modo de polarizar a la sociedad es cuando las opiniones se van alejando y no son entendibles desde el otro lado. Haber transcurrido años sin contacto entre sí impide que se cree una voluntad común del pueblo. En cualquier caso, "la democracia ya está cayendo por sí misma", sentenció antes de pedir que nos comunicáramos en unos días. Al pie del estribo, insistimos:



–¿Cómo lo fundamentaría?


–Ya lo he estado diciendo: en todo el mundo se eligen democráticamente personas que entre sus metas tienen debilitar la democracia. Lo dicen abiertamente los líderes actuales de Estados Unidos, de Brasil, Rusia, Turquía.



–¿Y qué hacer entonces?


–Al estar el proceso democrático totalmente basado en información y comunicación, el desafío es actualizar los sistemas al uso de inteligencia artificial y big data, ya que utilizamos algoritmos comerciales y de espionaje sin que aún hayamos cambiado las instituciones democráticas, que llevan más de 200 años y ya no cuadran con la nueva realidad.

–Bastaría con echar un vistazo a declaraciones que había hecho a #FuturoPQN 88.9 FM hace más de un año para encontrar alertas tempranas... –


La realidad es que las campañas políticas son muy buenas clientas de las burbujas de filtreos que para Facebook representan su core business, porque también las crea para empresas y hasta para las personas que postean a determinados perfiles. Es lo mismo que pretenden los políticos: que este mensaje llegue a estas personas. Y como la mayoría de las personas saca las noticias de Facebook, se impone regular eso. En otro de los correos electrónicos se le consultó a este exégeta de la digitalización sobre la gran duda que aqueja a cualquier rincón emergente:



–¿Cuán expuesta quedarían institucionalmente nuestras democracias ante el desigual acceso a las onerosas manipulaciones tecnológicas?


–Es un desafío para mi generación, que es la que automatizó todos los procesos de la información, buscar la manera de que el pueblo pueda crear su voluntad común. La revolución tecnológica se está propagando y fuerza cambios en las sociedades: en la economía, la educación, la salud, más rápido en algunas partes que en otras. En países como Estados Unidos, el big data ya ha estado jugando un rol fundamental en las campañas presidenciales y dejó una serie de experiencias para estudiar de qué forma podría regularse.

–¿Cómo se aprovechan los datos?, como para retomar aquella descripción suya que publicara hace un par de años el periodista Daniel Hopenhayn en The Clinic, de Chile, titulada: "Obama y Trump usaron el big data para lavar cerebros".


–Había dicho que de 100 a 250 likes suyos en Facebook permiten predecir su orientación sexual, su origen étnico, sus opiniones religiosas y políticas, su nivel de inteligencia y de felicidad, si usa drogas, si sus papás son separados o no. Con 150 likes, los algoritmos pueden predecir el resultado de su test de personalidad mejor que tu pareja. Y con 250 likes, mejor que usted mismo. Este estudio lo había hecho el investigador ruso Michal Kosinski en Cambridge.



–Y por eso Mark Zuckerberg había sido citado al Capitolio el año pasado...


–Sí y yo estuve siguiendo aquella sesión desde la Biblioteca, que me contrata como asesor en big data, y cuando le preguntaron por la privacidad en Facebook, porque poner "no me gusta" no es gratuito sino que se le da uso a los datos que dejamos, argumentó que cada uno era dueño de su información, debido a que podía entrar en los llamados perfiles de sombra y borrar todo. Googleé qué se puede hacer para averiguar cuánto puede saber Facebook sobre mí si no tengo cuenta, y me encontré con una página que tenía esa opción, si bien después desapareció. Pero la primera instrucción que daba era: ¡crear una cuenta!



–Preferí concentrarme en el big data desde el punto de vista de las ciencias sociales, ya que estamos ante una gran oportunidad para entender cómo funciona la sociedad: es lo que el telescopio era para la astronomía y el microscopio para la biología. Cuando un econometrista explica una variación del 5 por ciento, del 10 por ciento, significa que de 10 políticas que se hagan 9 van a fracasar. Pero como hace dos años me había metido a dar detalles del escándalo electoral en Estados Unidos, a la prensa le interesaba tratar la incidencia en la política.


A esta inteligencia diferente a la nuestra que se está incubando ¿cómo enfoca que se la puede estudiar? ¿Por el lado de las máquinas o profundizando el conocimiento sobre los cerebros?


–Inteligencia artificial y Deep Learning son redes neuronales que funcionan de manera muy similar al cerebro, con muchas jerarquías. Todo esto lo hacen Apple y Google y todas las Siri en el teléfono. La única manera de interpretar la cantidad de información acumulada nada más que entre 2014 y la fecha, que es tanta como la creada desde la prehistoria hasta ese año, es también con máquinas. Si hace dos años, había 5 zetabytes (un ZB es un 1 con 21 ceros), ahora probablemente hayamos superado los 10 ZB. Pero nuestro poder de computación crece tres veces más rápido y se duplica en menos de un año. En la actualidad el mundo está lleno de máquinas de inteligencia y nos preparamos para empezar a entenderlo. Sin embargo, destaca que no hay nada nuevo bajo el sol. Suele invocar una cita del economista austríaco Fiedrich von Hayek: "La civilización avanza al ampliar el número de operaciones importantes que podemos realizar sin pensar en ello; eso se llama automatización, de modo que lo que ahora automatizamos es el pensamiento".



–¿Qué nos espera en un futuro que presagia que los algoritmos nos reemplacen en nuestro trabajo y sepan más que nosotros?– es el gran interrogante que se le transmite.



–Si se les pregunta a los expertos por la llegada de la verdadera inteligencia artificial, la que sería una auténtica amenaza para los hombres, desde hace 20 años que están respondiendo que será dentro de 20 años. En este caso, en el 2040. Pero lo interesante es que esta encuesta se viene haciendo hace 60 años y siempre apuntó a los próximos 20 años– como opinó frente a la audiencia chilena.



–Como hacen las aplicaciones, ¿se podría actualizar ese pronóstico?


–Esta vez las máquinas nos superan en ver y hablar, reconocen imágenes y voces, lo cual es bastante humano, pero en un par de años seguramente lo harán mejor. El último mail intenta seducirlo para tratar el caso argentino remitiéndolo a su reciente participación en el Congreso del Futuro en Chile: –Su gran planteo final giró en torno de qué especie queremos ser... Hablaríamos de esto en la entrevista pendiente... –Tal cual. Si aspiramos a que las máquinas pueden pensar, que nos digan lo que nos interesa, que nos conozcan mejor que nosotros mismos, serán en consecuencia más poderosas en ese sentido. Pero si nos ponemos a pensar dónde queremos ir, podríamos equipararnos. ¿Pretendemos llegar más allá porque nos consideramos más que máquinas de pensar?

Cargando cubos de agua intelectuales

Hilbert apela al ejemplo de las civilizaciones Jemer e Inca, que eran culturas agrícolas que básicamente ocupaban a la mayoría en llevar agua a los campos de arroz, para demostrar que, en cuanto se inventaron los acueductos para automatizar esa labor, de un día para otro el trabajo quedó obsoleto para las nuevas generaciones y se vieron obligadas a transformar el ocio en creatividad: mirar las estrellas para terminar inventando la astronomía, aplicar tiempo y energía en colosales construcciones que asombraron al mundo y dieron origen a la arquitectura moderna o crear el lenguaje escrito, no sólo de los números.


Admite que el día a día lo sorprende también a él dedicándole mucho tiempo a cargar un cubo de agua, pero intelectual, y no siempre con calidad: "Me levanto, hago el desayuno para mis hijas, las llevo al jardín, me meto en el tráfico, en los atascamientos... ¿Qué hace sentir de humano estar atorado en esos atascamientos? Después voy a la oficina y la verdad es que si la inteligencia artificial no pudiera contestar los emails que me llegan de mis estudiantes me preguntaría para qué sirven", se lamenta.

"Muchas horas al día me siento como máquina, ejecutando una tarea mediocre tras otra... Claro que sí, también están los momentos en los que siento el amor de las hijas, y en los que le describen las visiones en las que se inspira un estudiante para cambiar la vida. ¿Pero cuántos minutos al día son? Mi esperanza es que si creamos máquinas que carguen ‘cubos de agua intelectuales’ para nosotros, podamos tener más tiempo para sentimos realmente humanos, ¡y no tiempos en que nosotros mismos actuamos como las máquinas mismas!".

Mercados en alerta: tensión global por conflicto EEUU-Irán dispara activos

La tensión mundial tras el asesinato del general Qassem Soleimani mantiene en vilo a los mercados. Suben el petróleo, los metales, y las monedas de refugio.








La tensión mundial por el conflicto entre EEUU e Irán tras el asesinato del general Qassem Soleimani mantiene en vilo a los mercados, lo que provoca que los activos como el petróleo, los metales, y las monedas de refugio se disparen.




Los precios del petróleo trepaban un 2% el lunes y el crudo Brent superó el umbral de 70 dólares, luego de que las ásperas declaraciones el fin de semana entre Estados Unidos e Irán avivaron las tensiones en Oriente Medio tras un ataque estadounidense que mató a un importante comandante iraní.

Los futuros del Brent avanzaron hasta un máximo intradía de 70,74 dólares el barril y cotizaban con alza de 1,49%, a 69,62 dólares, a las 1030 GMT.

En tanto, los futuros del referencial estadounidense WTI ganaban 1,17%, a 63,79 dólares el barril, después de haber tocado anteriormente los 64,72 dólares, su máximo nivel desde abril.

La tendencia extendía las alzas de más de 3% del viernes tras un ataque aéreo de Estados Unidos en Bagdad que mató al comandante militar iraní Qassem Soleimani, un hecho que despertó temor a una escalada de los conflictos en Oriente Medio y su posible impacto en los suministros de petróleo de la región.

La región representa casi la mitad de la producción de petróleo de mundo, mientras que un quinto de los embarques globales de crudo atraviesan el Estrecho de Ormuz.

El domingo, el presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con imponer sanciones a Irak, el segundo mayor productor de crudo de la OPEP, si las tropas norteamericanas son obligadas a salir de la nación. Horas antes, el Parlamento iraquí aprobó una resolución llamando a todas las tropas extranjeras a salir del país.

"La situación genera mucha incertidumbre y muchas reacciones especulativas sobre el escenario geopolítico. Aunque es poco posible que haya un cierre del Estrecho de Ormuz, el deterioro en Irak conlleva riesgos para los suministros", dijo Norbert Rucker, jefe de economía del banco suizo Julius Baer.

De todas formas, analistas de Goldman Sachs dijeron que la actual prima de riesgo alineada con los diferenciales del precio mensual del Brent ya es bastante elevada y que sería necesaria una interrupción real de los suministros de crudo para sostener los actuales niveles del barril.
Oro

El oro subía el lunes y llegó cerca de un pico de siete años ante las crecientes tensiones entre Estados Unidos e Irán, mientras que el paladio superó el nivel de 2.000 dólares por onza para alcanzar niveles récord.

A las 0926 6MT, el oro al contado ganaba un 1,6% a 1.576,21 dólares por onza luego de trepar más temprano un 1,8% a 1.579,72 dólares, su nivel más alto desde el 10 de abril de 2013. Los futuros del oro en Estados Unidos sumaban un 1,4% a 1.574,50 dólares la onza.

El presidente Donald Trump amenazó con sanciones contra Irak el domingo después de que Bagdad pidió la salida de las tropas estadounidenses y extranjeras, en medio de una creciente reacción por la muerte de un militar iraní de alto rango por parte de Estados Unidos.

Además, Irán dijo que reduciría los límites para enriquecer uranio, alejándose más de los compromisos adquiridos en un acuerdo nuclear de 2015 con seis potencias occidentales.

"Si (el oro) rompe el nivel de resistencia clave de 1.585 dólares, conduciría al nivel psicológico clave de 1.600 dólares", afirmó Benjamin Lu, analista de Phillip Futures. Los inversores también evaluaban un sondeo privado conocido el lunes que mostró una expansión más lenta en diciembre en el sector de servicios de China, con una caída en la confianza empresarial a su segundo nivel más bajo registrado, a pesar de un repunte en los nuevos pedidos.

El paladio al contado alcanzó un máximo histórico de 2.020,41 dólares la onza y posteriormente tenía una ganancia de 1,6% a 2.018,62 dólares. Sus precios han sido apoyados por un sostenido déficit en el suministro y en 2019 sumaron un 54%. * En otros metales preciosos, la plata avanzaba un 1,7% a 18,33 dólares por onza, después de tocar un máximo de más de tres meses a 18,50 dólares, mientras que el platino subía un 0,4% a 984,83 dólares la onza.
Yen y otras monedas de refugio

El yen y otras monedas consideradas seguras se apreciaban el lunes, junto con activos como el oro, ya que los inversores temían que la muerte del comandante militar más prominente de Irán por parte de Estados Unidos pudiera desencadenar mayores conflictos en Oriente Medio.

La búsqueda por refugio se inició el viernes después de que el comandante iraní Qassem Soleimani falleció en un ataque con aviones no tripulados estadounidenses contra su convoy en el aeropuerto de Bagdad. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió sobre una "gran represalia" si Irán respondía.

El domingo, Irán se distanció aún más del acuerdo nuclear de 2015 con las potencias mundiales, del cual Estados Unidos se retiró en 2018. Dijo que continuaría cooperando con el organismo de control nuclear de Naciones Unidas, pero que no respetaría los límites de su trabajo de enriquecimiento de uranio.

El yen trepó el lunes a un máximo de tres meses de 107,77 frente al dólar en las operaciones en Asia y posteriormente sumaba un 0,2% en el día a 108 yenes.

El oro al contado avanzó cerca de un máximo de casi siete años, y los precios del crudo subían por temor a que cualquier conflicto en la región pudiera interrumpir los suministros mundiales.

El franco suizo, otra moneda considerada segura, cotizaba plano, aunque cerca del máximo de cuatro meses de 1,0824 que alcanzó frente al euro el viernes.

El índice dólar tenía una leve baja de 0,21%, mientras que frente al euro tenía un declive de 0,1% a 1,1167 dólares.

Los indicadores de volatilidad implícita en el par de divisas más negociadas, por otro lado, estaban relativamente tranquilos, lo que sugiere que los inversores aún no están huyendo para agregar protección a sus carteras comprando opciones de divisas.

El #CatchUp de la promesa de la #MarcaPolítica ante las nuevas demandas en el #VotoJoven

Rubén Weinsteiner


Los segmentos constituidos por variables blandas se ordenan como el resultado de la articulación de nuevas demandas. Las personas demandan nuevas cosas y los que demandan las mismas nuevas cosas se agrupan funcionalmente en nuevos microsegmentos aunque esas personas sean muy diferentes entre sí, desde las variables más duras, determinando cruces, que plantean escenarios novedosos y lleno de oportunidades.

Frente a las nuevas demandas se impone, primero la escucha activa, la lectura interpretativa y la producción de nuevas subjetividades en términos de los nuevos problemas y las nuevas soluciones con las consiguientes promesas.


Intervención

El proceso de intervención consiste en: 1) lectura e interpretación de las demandas 2) caracterización y problematización discursiva 3) descripción de personajes y responsabilidades 4) planteo de promesa-solución.

La problematización de las situaciones e identificación de los personajes resulta esencial porque muchas personas pueden atribuir fenómenos a causas diversas o justificar el status quo problemático.

Responder a las nuevas demandas es construir el discurso, desarrollando un imput de lectura de esas nuevas demandas de los nuevos microsegmentos, para desplegar un output que se constituye en la promesa de nuestra marca política.

Ese discurso debe organizar las percepciones de la realidad, para poder plantear la problematización de la misma.


El Problema


Las realidades en si mismas no constituyen “el problema”, hasta que no se las organiza.

Las demandas no se constituyen en un proceso automático y natural, sino que se definen por la subjetividad enmarcada en los mecanismos primarios de referencia, que nos permiten construirnos una idea clara e inmediata de cómo leer la realidad a través de nuestro encuadre cognitivo (cognitive framing).
No hay un marco, hay una acción de encuadrar, de enmarcar la realidad.


Para intervenir sobre la subjetividad de los sujetos de elección hace falta conectar con su estructura de marcos cognitivos. Si nuestro discurso no esta alineado con los marcos de nuestro público, este lo rechazará o directamente no lo comprenderá, no lo sentirá, no le hará consonancia.

Es por eso que la lectura de las nuevas demandas y la construcción de la narrativa de la marca política adaptada a esas demandas puede y debe intervenir sobre ese encuadre cognitivo.

Esto es; alguien puede pensar que viajar mal en el transporte público es normal, que “es así”. Que los subtes son incómodos. La mirada crítica permitiría pensar que quizás los subtes son incómodos, porque no vienen con la frecuencia que deberían, y no vienen con la frecuencia que deberían porque no hay suficientes vagones, y que no hay suficientes vagones porque no se producen en el país y no hay recursos para importarlos, porque los recursos se gastan en otras cosas, y que si se gastaran en mejorar el transporte público todos podríamos viajar “como seres humanos” en el subte.

Que en un contexto de desempleo altísimo, un despedido puede pensar que el no estuvo a la altura, en un escenario de alta inflación que no se esfuerza para ganar lo suficiente o en una recesión profunda que no tiene habilidades para llevar adelante su pyme.
Alguien podría pensar que es normal que si uno tiene ganas de orinar, estando afuera, es normal tener que aguantarse porque es así, o hay que entrar a un bar, pedir un café e ir al baño. El pensamiento crítico podría llevarlos a pensar que todas las personas tienen la necesidad de orinar y que debería haber baños accesibles y próximos para que la gente orine.

Lo mismo con el acceso a los alimentos a precios posibles (comer hay que comer), a la salud, a la indumentaria, con las condiciones laborales, etc.

Por otra parte, una cosa es necesitar algo y otra es ser consciente de esa necesidad. O desear algo y no ponerlo en el nivel de emergencia, es decir obturar el deseo detrás de justificaciones o narrativas limitantes. Ya sea propias-históricas de falta de merecimiento o aptitud, o externas de la cultura dominante o el clima de época.



Para esto resulta esencial la construcción de nuevos significantes. Hay que ponerle nombre a los problemas y nombre a las soluciones.

El lenguaje es una construcción humana que a la vez construye al ser humano y es el órgano constitutivo del pensamiento de subjetivación, percepción y apropiación de la realidad.



Proceso de problematización


a) Diagnóstico del problema y nominación.

b) Corporización de los actores e intervención de los mismos en el proceso problematizador en términos de causa y efecto

c) Acción, expectativa, solución


El Naming del problema

Hay cosas que existieron siempre: el bullyng, el grooming, las start ups, etc. Pero recién cuando las denominamos, podemos darle entidad y operar sobre ellas en el plano de la realidad. El naming del problema debe constituirse en significante y conectar heterogeneidades diversas para poder ser horizontal, en lugar de "divide y vencerás", decimos, "agrupa y vencerás" el problema debe aglutinar, juntar, hacer confluir


El problema debe tener un nombre, y los actores también.

Instalado el problema en el imaginario y en la agenda, resulta ineludible para todos los sectores de la vida política y social, y los nombres, tanto del problema como de los actores, pasan a ser asumidos por todos los jugadores. De eso se trata la construcción de la hegemonía cultural.



Una vez que las nuevas demandas se problematizaron, hace falta construir la promesa de la marca política, el output.



La construcción de la promesa de marca en función del problema requiere de


1) Innovación

2) Diferenciación

3) Segmentación





Innovación para plantear soluciones disruptivas, novedosas y que no hayan sido implementadas hasta ahora.


Diferenciarse, porque todo lo que no es diferente es invisible. Sino es diferente no hay impacto, no hay mucho lugar para la emoción que impone la novedad, lo desconocido, lo nuevo. No se trata de convencer con viejos argumentos, se trata de vencer emocionalmente con nuevas subjetividades.


Segmentar para hablarle a cada uno y llegarle a cada uno con esas nuevas demandas que definen esos nuevos segmentos.





Rubén Weinsteiner

El líder de Podemos debuta como vicepresidente de España

Descontando su investidura, Pablo Sánchez convocó al Consejo de Ministros para la semana próxima.





"Será después de la investidura del martes 7... y antes de la noche del jueves 9". Ese es el plazo, confirmado por fuentes de Moncloa, que se ha marcado Pedro Sánchez para anunciar el nombre de los próximos ministros del Gobierno de coalición con Unidas Podemos. Todo ello, para poder celebrar la primera reunión de su nuevo Consejo de Ministros el próximo viernes, día 10.

Tanto Sánchez como su vicepresidente, Pablo Iglesias, tienen claro que, después de acelerar los plazos para la investidura, la conformación del nuevo Ejecutivo debe anunciarse cuanto antes y ponerse "desde el minuto uno" a trabajar, para que nadie les puede echar en cara que, "después de las prisas, el Gobierno no eche a andar de forma inmediata".


Por ese motivo, desde Moncloa se advierte que el anuncio del nuevo Consejo de Ministros puede producirse "de forma inmediata", una vez que se confirme la investidura de Sánchez. No descartan, incluso, que el mismo martes 7 se puedan dar los nombres, aunque añaden que "lo normal sería que la comunicación oficial se produzca entre el miércoles y el jueves".

En la Moncloa no descartan que el anuncio de los nuevos ministros pueda producirse incluso el martes 7, aunque afirman que lo normal sería una comunicación oficial entre el miércoles y el jueves

En todo caso, Sánchez estaba convencido, desde hace ya semanas, de la necesidad de "acortar el periodo de espera" para hacer el anuncio. En julio de 2018, el presidente se dio seis días para hacer público el nombre de los componentes de su primer Consejo de Ministros. En esta ocasión, el objetivo estaba claro: reducir ese tiempo a más de la mitad.

Con esa idea en mente, Sánchez e Iglesias, y sus colaboradores más cercanos, negociaron en secreto el organigrama del nuevo Gobierno, dejando cerrado, a mediados de diciembre, el número exacto de ministerios. Cada cartera, además tiene ya diseñada su propia estructura , con sus respectivas secretarías de Estado y sus denominaciones. En algunos casos, incluso, se ha cifrado ya la cantidad de direcciones generales en departamentos concretos.


Lo único que falta, aseguran las fuentes consultadas, es confirmar el nombre de los ministros que designará Sánchez para una de esas carteras, así como la denominación definitiva de esas carteras. Se guarda en secreto, sin ir más lejos, el nombre del Ministerio que ocupará Alberto Garzón. Algunas fuentes insisten en que puede ser Comercio, mientras que otros sectores de IU ven más factible un ministerio de "economía social", aún por bautizar.

En todo caso, reconocen en Moncloa, la "gran mayoría" de nombres de los integrantes del futuro Consejo de Ministros ya se conocen. Así, las tres vicepresidencias son claras: una "política" para Carmen Calvo, otra de "Asuntos Sociales" para Pablo Iglesias, y una "económica" para Nadia Calviño. Además, fuentes del Gobierno dan por hecha la continuidad de la mayoría de los actuales ministros. Margarita Robles, Fernando Grande-Marlaska, José Luis Ábalos, Teresa Ribera y María Jesús Montero son los etiquetados como "fijos".

Sobre los ministerios para Unidas Podemos, fuentes de la coalición confirmaron el pasado día 31 el reparto. Además de la vicepresidencia para Iglesias, UP tendrá cuatro ministerios, que ocuparán Irene Montero, Yolanda Díaz, Rosa Lluch y el ya citado Alberto Garzón. Para las tres ministrables recién mencionadas, se esperan las carteras de Igualdad, Empleo y Universidades, respectivamente.

Financial Times: Trump obtendrá su reelección si en EE.UU. se vota con el bolsillo


A principios de 2018, los republicanos hicieron un experimento en Washington: después de aprobar un recorte de impuestos, derramaron gasto público adicional en una economía que parecía no necesitarlo. Los demócratas les dieron los votos para hacerlo. La mayoría de los expertos en macroeconomía esperaban nuevos empleos pero también mayor inflación.

Los puestos de trabajo llegaron. La inflación no. El experimento funcionó. En 2020, los republicanos planean repetirlo, esta vez sin el recorte de impuestos. Derramarán dinero en una economía caliente. Los demócratas, de nuevo, ya los ayudaron. El presidente estadounidense Donald Trump enfrentará muchos obstáculos en su carrera para conseguir la reelección el año próximo. Pero la economía no será uno de ellos.

Los datos de 2019 son difíciles de explicar. La inversión corporativa se derrumbó. La confianza de los CEO cayó a su nivel más bajo en 10 años. Pero el desempleo se mantiene en 4% o menos hace más de un año y medio. Los adultos en edad de trabajar siguen reincorporándose a la fuerza laboral. El aumento salarial de los trabajadores no administrativos es de 3,7%. La inflación se mantiene estable y tenue.

El consenso entre los economistas de Wall Street y de la Reserva Federal es que en 2020 habrá otro año de este feliz milagro: baja inversión de las empresas, crecimiento económico decente, desempleo históricamente bajo y aumentos salariales razonables. "Es difícil ver que la economía no está bien", dijo Ellen Zentner de Morgan Stanley. Su pronóstico es sólo un poco más optimista que el de la mayoría: 1,8% de crecimiento del PBI, 3,2% de desempleo y un modesto aumento de la inversión empresaria. Si en las elecciones de 2020 los norteamericanos votan con el bolsillo, todo esto son buenas noticias para Trump.

Debido al auge de la economía norteamericana para el presidente republicano es casi imposible decepcionar a sus seguidores, incluso después del impeachment

Para explicar este éxito, los republicanos se retrotraen a los dos últimos años y ven una fiel aplicación de los principios conservadores. Ellos bajaron los impuestos a las sociedades y redujeron las regulaciones. Pero es difícil encontrar evidencia de que alguna de esas cosas haya funcionado a la escala que esperaba el Partido Republicano.

Se supone que los recortes del impuesto a las sociedades crean crecimiento a largo plazo a raíz de las inversiones que se hacen en plantas y equipos nuevos. Esto hace que el trabajo -y la economía- sea más productivo. Pero la inversión de las empresas no ha sido impresionante en los últimos dos años, y de hecho disminuyó desde el verano (boreal). Las mediciones de productividad de los trabajadores también retrocedieron.

Los costos y beneficios de las regulaciones son notoriamente difíciles de cuantificar, pero incluso si tomamos las estimaciones de la Casa Blanca del ahorro de las empresas a valor nominal, se llega a un total de u$s 13.000 millones en 2019. Durante casi el mismo período, la economía estadounidense creció en u$s 530.000 millones. La desregulación explica sólo el 2% de ese crecimiento; la escala es similar hasta 2017. Se podría argumentar que la desregulación anima a las empresas a invertir, pero de nuevo: no hemos visto mucha inversión.

Maya MacGuineas, jefa del Comité para un Presupuesto Federal Responsable, tiene una explicación diferente: "Dicen que proviene de los recortes de impuestos y la regulación. La realidad es que proviene del aumento masivo que tuvo el gasto del gobierno".

Para entender este comentario habría que observar la peculiar forma en que EE.UU. crea su presupuesto federal. Desde 2013, la política fiscal en Washington no consiste en aprobar un presupuesto sino en minimizar el daño de los recortes automáticos al gasto público que se aplican si el Congreso es incapaz de llegar a un acuerdo para reducir el déficit. El ex presidente Barack Obama pudo negociar un poco con el parlamento, levantando los topes de los recortes en entre u$s 20.000 y 50.000 millones al año. Con Trump todo se volvió más generoso. En febrero de 2018, un proyecto de ley elevó esos topes para agregar u$s 143.000 millones al gasto en 2018 y u$s 153.000 millones en 2019.

Este gasto se muestra claramente en las cifras trimestrales del PBI de EE.UU. Entre 2013 y 2018, el gasto federal fue un lastre para el PBI. Desde 2018, Washington emitió cheques para agregar en promedio un cuarto de punto porcentual al crecimiento económico.

En los dos últimos años fiscales, y los dos siguientes, el Congreso acordó un aumento del gasto que es entre tres y cinco veces mayor al otorgado a Obama. Los republicanos no pueden describir los acontecimientos de esa manera. Pero eso no les impide disfrutarlo.

Porno y millenials


El porno y los 'millennials'

Los pornonativos nacieron con el porno al alcance de la mano. Mientras la generación X y la Y, tenían que hacer malabares para poder ver una porno en VHS, DVD o el codificado, la generación Google crecieron con los grandes portales de porno siempre accesibles en casa. Los que hemos conocido el porno en los canales codificados o las cintas en VHS sabemos que el porno sí ocupaba lugar. No era accesible desde la infancia y mucho menos a diario. Nuestra sexualidad se construía antes de verla representada artificialmente en planos ginecológicos. Por eso definimos como pornonativos a quienes llegaron mucho antes al porno que a la propia sexualidad. Creo que todavía es un fenómeno demasiado reciente como para saber si tendrán más o menos herramientas críticas. En principio, hay bastante comportamiento de imitación (según relatan, por ejemplo, las mujeres que trabajan en la prostitución) y su contracara, una inhibición patológica creciente, entre los veinteañeros y treintañeros. Por otro lado, hay mucho humor sobre el porno entre 'millennials', lo cual es un buen arranque de reflexión. No sabemos cómo debutarán en las relaciones los pornonativos de la última hornada: los hijos de los 'millennials'…

Es cómodo no tener que hablar con tus hijos de sexo: dejá, ya te los educa PornHub gratis y disponible las 24 horas


El sitio Ponrhub, publicó en su blog un nuevo informe el cual revela que los intereses de los millennials, en términos de consumo de porno, son muy pero muy distintos al de otras generaciones.

Y es que los millennials destacan en este estudio porque es el único sector de la población que muestra mucho menos interés por los “senos”, esa parte corporal del cuerpo femenino que ha formado el verdadero significado de la palabra “erotismo”.

En la información presentada se puede observar las principales búsquedas y comportamiento de los usuarios de Pornhub nacidos entre el año 1982 y 2000 que significa el 60% de sus visitantes.

La mayoría de los millenials entran a ver porno los lunes entre las 11 pm. y la medianoche con su teléfono móvil y en promedio permanecen dentro del sitio 9 minutos con 10 segundos, casi un minuto menos que el sector mayor de 35 años.

Algo que destaca enormemente es que Kim Kardashian es la ‘actriz porno’ más buscada dentro del sitio. Esto sobresale debido a que solo existe un video en donde ella tiene relaciones sexuales con el rapero Ray-J, material que salió a la luz en el año 2007. En segundo lugar se encuentra —la consentida del equipo editorial de FayerWayer—, Mia Khalifa.

Los términos ‘lesbianas’ y ‘adolescentes’ son los términos específicos más visitados por este sector de edad.

En materia geográfica, Colombia y México son los países latinoamericanos con los porcentajes más altos de millenials que ven videos en Pornhub.

Las mujeres alcanzaron un 24% dentro del total de usuarios millenials. Este dato las sitúa arriba del rango con más edad cuyo porcentaje es de 21%.








Según un análisis de larga duración realizado por el psicólogo Jean M. Twenge de la Universidad Estatal de San Diego que se publicó el año pasado en Archives of Sexual Behavior, los millennials tienen una actitud más abierta en torno a la promiscuidad en comparación con las cuatro generaciones anteriores. "Conforme aumenta el individualismo, la actitud y el comportamiento relacionado con el sexo se vuelve más permisivo", dijo Twenge en la publicación.

El "individualismo", en este caso, significa ser soltero por más tiempo y posiblemente para siempre. Aunque el centro de investigación no reunió información sobre las relaciones en comparación con los acuerdos de amigos con beneficios, descubrió que los millennials no se casan tanto como sus mayores y que probablemente uno de cada cuatro millennials nunca llegue a casarse.

Según Chauntelle Tibbals, socióloga y autora de Exposure: A Sociologist Explores Sex, Society, and Adult Entertainment, esa falta de conexión, y la promiscuidad que resulta de ella, no son producto del porno. Lo más probable, según Tibbals, es que estén atados al "aislamiento y ruptura interpersonal" que experimentó la generación X y que se extendió a otras generaciones. Esa falla en la conexión ha sido el tema de muchos libros.

Por lo tanto, Tibbals dijo que el porno es un "artefacto social" que refleja un panorama social más amplio. Dicho artefacto es,"sinérgicamente una causa y efecto del contexto en el que existe". En otras palabras, ¿qué fue primero: la gallina de la falta de romance en la vida real o el huevo de la pornografía poco romántica?

En 2014, la socióloga Elizabeth Armstrong de la Universidad de Michigan dijo a la revista Rolling Stone, "Parece que [los jóvenes] tienen menos sexo, menos relaciones y menos compromiso pero lo que están haciendo simplemente es más casual. Todavía no lo entendemos del todo". No está claro si existe una relación entre la pornografía y una tendencia a evitar las relaciones. "Lamento decir que sólo puedo especular sobre los efectos de la pornografía en la generación de los millennials", me dijo Armstrong en un correo electrónico.

Los trabajos académicos sobre la pornografía y los millennials se enfocan en la estética del porno. De igual forma, la investigación de la conducta que vincula el consumo de la pornografía a los hábitos sexuales relacionados tiende a ser muy específica y tiene poco que ver con la edad. Un informe de 2014, por ejemplo, vincula el sexo sin condón entre hombres gay con el consumo de porno sin condón. Aunque el estudio no se enfoca en los millennials, esta clase de estudios demuestran que las fantasías pornográficas de las personas y los hábitos sexuales del mundo real a veces chocan.

Es muy dificil precisar las fantasías porno colectivas de los millennials como un grupo gigante y monolítico pero aun así hay quienes lo han intentado. En julio del año pasado, PornHub y Mic se unieron para explicar cómo los millennials consumen pornografía en una publicación llamada "Coming of Age: Millennials". No era perfecto, se centraba demasiado en la forma en que los millennials utilizan PornHub pero al menos es un argumento convincente de que los millennials aman el hentai (caricaturas porno japonesas).

Rubén Weinsteiner