ESTRATEGIAS DISCURSIVAS


Rubén Weinsteiner

La estrategia de la comunicación tiene como objetivo la transmisión efectiva y eficiente del discurso político al electorado.

En la comunicación política, el candidato es el emisor, el electorado es el receptor y el discurso político es el envase semiológico de la propuesta política.

El diseño de una estrategia de comunicación política, debe considerar los siguientes actores:

Enunciador: Candidato que emite el discurso.
Auditorio: Público ante el que se habla.
Destinatario: Aquellos a quienes se dirige realmente el discurso político.

Así tenemos también, estrategias discursivas (diferentes envases), utilizadas según el tipo de destinatario.
Pro – destinatario → Discurso de refuerzo → consolidar y mantener el apoyo de sectores simpatizantes ("nosotros inclusivo").
Contra – destinatario → Discurso de polémica → diálogo en términos de réplica o contradiscurso ("ellos exclusivo").
Para – destinatario → discurso de persuasión → captación de prosélitos.

En ninguno de estos casos, se hace evidente la explicación, si no se hace referencia a otra herramienta discursiva, subrepticia que coadyuve al verdadero propósito que es el de la persuasión. Esta herramienta es el uso del lenguaje para expresar una propuesta política.

Los diferentes usos del lenguaje son:
El uso expresivo: Consiste en emplear un lenguaje para expresar emociones o provocarlas en el interlocutor (o destinatario, en Pandiani).
En el uso interrogativo: La oración tiene como función requerir información del interlocutor (en cierta forma, se lo puede subsumir dentro del uso directivo del lenguaje).
El uso operativo: Se caracteriza por el hecho de que, pronunciar ciertas palabras en determinadas condiciones, implica realizar la acción a que esas palabras se refieren, así decir en ciertas condiciones "juro respetar la constitución", "prometo devolver, en la moneda de origen", consiste precisamente en realizar las acciones de jurar y prometer.
El uso prescriptivo o directivo: Se da, cuando mediante el lenguaje, el que habla, se propone dirigir el comportamiento de otro, o sea, inducirlo a que adopte un determinado curso de acción.

Solo de estos usos del lenguaje tiene sentido predicar "verdad o falsedad".



Los encargados del "como decir" deben encontrar "oportunidades discursivas" para que el candidato transmita la propuesta política con mayor contundencia.

MEDIATIZACIÓN POLÍTICA Y TELEVISIÓN

La irrupción de la imagen y el márketing en la lucha electoral, ha provocado que los instrumentos tradicionales de comunicación política (conferencia radial, noticiario cinematográfico, mitin político), fueran desplazados por la televisión y la publicidad a través de nuevos géneros (aviso publicitario, entrevista televisiva, mesa de opinión, programas "no – políticos", ya fueran éstos de actualidad, entretenimiento o humor).

La televisión tiene preponderancia sobre los demás medios masivos de comunicación. El fenómeno de la "video – política" incorporó a la actividad proselitista la lógica del espectáculo, inherente a la televisión. Como consecuencia, hay una tendencia del electorado a elegir con un enfoque "personalista" (se elige candidato por su imagen individual y no por su pertenencia partidaria o doctrinaria).


ANÁLISIS DE CONTENIDO DEL DISCURSO POLÍTICO

El discurso político es una operación de comunicación en la forma, pero también en el fondo, parece reducir la política a la comunicación política. Contribuyó a hacer de la práctica política, una práctica comunicacional.

ANÁLISIS LINGÜÍSTICO

Se divide en tres tipos de análisis:
Análisis lexicográfico: Consiste en el estudio de las palabras utilizadas en el cuerpo estudiado. Del uso que cada candidato hizo de los pronombres yo, nosotros, vosotros, y de los verbos modales querer, poder, ser necesario y deber, así como las apelaciones de los candidatos a los receptores.

Así se manifiesta lo que Gerstlé (1981), llama la estructura de: intención / implicación / interpelación / asociación. Considera al debate como "lucha verbal" donde los oponentes intentan hacerse valer y desacreditar al adversario, ante la mirada del electorado, al que deben convencer.

El estudio de los pronombres referenciales permite determinar el "posicionamiento" en relación consigo mismo, con el adversario, y con el auditorio.
Análisis enunciativo: Examina dos series de índices, los pronombres que determinan los actuantes del discurso y los verbos que estructuran el relato del discurso. De este análisis se extraen consideraciones relativas a las estrategias discursivas.
Análisis del comportamiento discursivo: Es más abstracto y más amplio. Tiene en cuenta, además de lo sintáctico y semántico, la dimensión pragmática del lenguaje, pretende tratar las conductas comunicativas. Es saber de qué modo los elementos contextuales dan forma a su "estructura de interacción". Para esto se distinguen las normas situacionales, conversacionales y discursivas.

ANÁLISIS TEMÁTICO

Incluye dos subgéneros:

Análisis de las cuestiones en juego: trata de individualizar y caracterizar las cuestiones, los problemas y los puntos que se discuten las más de las veces, sin utilizar una estructura, un modelo o una técnica de análisis. Algunos trabajos se limitan a enumerar, tratando de ser objetivos; otros adquieren un aspecto más evaluativo.
Análisis de la agenda: en su origen se refería a la selección y el tratamiento de la actualidad que hacían los medios. Se basa en la idea de que los medios imponen más que un pensamiento, un objeto para ser pensado. La idea del concepto de "agenda" es que se forme una jerarquización en la cual ciertos temas llegan a ser prioritarios, por lo tanto, deberán tenerse en cuenta tres agendas:

La de los periodistas, que formulan las preguntas.-
La de los candidatos, que responden a dichas preguntas.-
La del electorado, tal como se expresa en los sondeos de opinión pública.-

La relación entre la agenda de los periodistas y la de los candidatos pone de relieve el control de la agenda electoral:
Los periodistas tratan de forzar a los candidatos a comprometerse en temas a los que no necesariamente querían referirse.-
Los candidatos tienen la oportunidad de responder del modo en que entienden (o quieren entender) las preguntan que les formulan.-

El debate puede considerarse como una doble confrontación entre los candidatos mismos y entre los candidatos y los periodistas que pugnan por el control de la agenda.

ANÁLISIS DE CONTENIDO

Es un método específico del análisis del contenido de las diferentes formas de expresión y de comunicación de los mensajes, es una técnica objetiva, sistemática y cuantitativa que, con un sistema de categorías, trata de producir inferencias entre el texto y su contexto de producción.

No es una técnica homogénea, ni siquiera constituye un conjunto bien identificable de formas de tratamiento de la información. El verdadero análisis de contenido es un instrumento con el cual se intenta identificar cuestiones en juego, argumentos y hasta efectos de los debates.

Las ventajas que ofrece son lo que puede revelarse sobre la información transmitida por los candidatos, la interpretación que hace de ella el auditorio y la personalidad de los candidatos. También se puede identificar los tipos de cuestiones y subcuestiones de los debates y los deslizamientos de una a otra.

ANÁLISIS RETÓRICO

Atendiendo a los rasgos de su modo de presentación y de emisión, un debate persigue una finalidad persuasiva a la que también sirve su forma o estilo de exposición y la actuación oratoria de las partes beligerantes, se refiere a los procedimientos discursivos a los que recurren los oponentes con la finalidad de transmitir mejor sus mensajes y ganar así la adhesión del auditorio.

EL ANÁLISIS ESTRATÉGICO

La retórica que se emplee en el debate estará sujeta a una dimensión estratégica fundamental:
Los protagonistas, seleccionan un cúmulo de procedimientos discursivos, para transmitir en función del objetivo, que es lograr ventajas para su contienda con el adversario.

Esto es global, ya que toma el todo del debate para los diferentes análisis que se hagan del mismo, lo estratégico es conocer el modo de cada contendiente, este puede ser, modo de presentación, de emisión y también que se le asocie íntimamente, para así confundirlo. Sin olvidar lo retórico de lo estratégico, hay obras que ilustran particularmente este tipo de análisis. Como veremos en la de Martel (1983), donde el autor trata de identificar de que manera los objetivos de los candidatos participan en sus maniobras discursivas, como ejemplo, se ataca a un oponente en cierto punto, bien preciso, ya sea en sus ideas, o en su conducta.

EL ANÁLISIS ARGUMENTATIVO

Como detallamos anteriormente, los estudios llamados "retóricos" o "estratégicos" deben ser minuciosamente analizados para poder en su momento armar el discurso que se usara en el debate de acuerdo a una estrategia que no solo de ventajas sino que también sume victorias, ante el oponente de turno, para dejar en claro y sin dudas al espectador de dicho debate, que en síntesis es el verdadero destinatario del citado, ya que es el que sumara las diferencias a la hora del escrutinio.

UNA PERSPECTIVA SISTEMÁTICA

Luego de una amplia explicación sobre el debate y los diferentes análisis al que esta expuesto el mismo, podemos elaborar un modelo en conjunto. Y determinar que todo nos lleva a ver claramente los elementos lingüísticos, que son la materia prima del debate además de serlo, en todo intercambio y todo discurso, que permiten determinar intuitivamente los temas y las cuestiones en discusión que una técnica de análisis mas rigurosa identifica con mas seguridad.

El análisis argumentativo, va mas allá al caracterizar los contenidos proporcionales de esos temas y esos asuntos en juego, de modo tal que nos permite considerar la función persuasiva de esas cuestiones.

Este se constituye, en el eje que unifica los diferentes tipos de análisis del contenido de los debates políticos televisados. Por lo tanto, su reconocimiento es importante no solo en si mismo, sino además porque permite establecer un modelo general de interpretación del conjunto de los estudios posibles del contenido de los debates.Los candidatos o emisores, en el momento de redactar su alocución, deben sin lugar a dudas, hacer un exhaustivo análisis de: ¿Quién, Dice que, En que canal, A quien, Con que efecto.

Ya que la realidad política actual exige ver, con mucha atención, al receptor del discurso político, que, a trabes los diferentes medios masivos, recibe la información como nunca antes. Esto, debido a que el desarrollo tecnológico experimentado en los últimos tiempos por esa área, le abrió la puerta principal de la esfera política a través de novísimas técnicas.

Rubén Weinsteiner