Y un día el kirchnerismo tuvo que ponerse a
discutir de candidatos. Un movimiento verticalista como el FPV, que
responde al peronismo y que tuvo y aún tiene dos líderes indiscutibles,
como Néstor Kirchner y Cristina Fernández, debe definir sus candidaturas
más importantes de cara al 2015, cuando se realizarán las elecciones
presidenciales y deberá elegirse a la mayoría de los gobernadores. La
provincia de Buenos Aires, el distrito electoral más importante, será
uno de ellos. Y ahí la carrera, aunque todavía tímidamente, ya se lanzó.
Igual que en la nacional, donde hay varios anotados pero sólo uno con
proyección nacional, como Daniel Scioli, en territorio bonaerense son
varios los que se prueban la ropa que va a dejar el gobernador.
Hasta hoy , ellos son Gabriel Mariotto,
Martín Insaurralde, Fernando Espinoza, Diego Bossio y otros dos que
juegan en las ligas mayores para las presidenciales, como Florencio
Randazzo y Julián Domínguez, pero que eventualmente pueden ser buenos
candidatos también en la provincia. Seis anotados para una sola
candidatura y un solo sillón.
El puntapié inicial se dio en Santa Teresita, donde el Partido
Justicialista de la provincia de Buenos Aires realizó su congreso.
Participaron desde Daniel Scioli hasta Jorge Capitanich, pasando por la
mayoría de los intendentes bonaerenses y varios funcionarios del
gobierno nacional. La mayoría de los probables contendientes
provinciales participaron del plenario de Santa Teresita, a excepción de
Martín Insaurralde.
El vicegobernador Gabriel Mariotto, que tuvo sobre el principio de la
gestión una relación tumultuosa con Daniel Scioli, se animaría a dar
batalla en tierras bonaerenses montado en una trayectoria radicalizada,
que incluyó la campaña por la discusión y votación de la Ley de
Servicios de Comunicación Audiovisual y el enfrentamiento con el
principal multimedios de la Argentina, el Grupo Clarín. Desde el entorno
de Mariotto sostienen que “Gabriel siempre estuvo en las difíciles, por
donde pasó armó quilombo y no va a cambiar. Él está en un lugar en el
que nunca pensó estar, pero gracias a Néstor y Cristina hoy tiene la
oportunidad de pelear la gobernación, y lo va a hacer. Él va a ir contra
las corporaciones, como hizo siempre, cree firmemente en el modelo y en
su profundización”. Respecto de su antiguo enfrentamiento con el
gobernador –hoy inexistente–, los consultados señalaron que “no es que
ahora haya una tregua sino que Daniel se dio cuenta de que nosotros no
trabajábamos para esmerilar su gobierno, y que le votamos todas las
leyes y no pusimos palos en la rueda; eso hizo que bajara el nivel de
confrontación y dejaran de operarnos” en los medios de comunicación.
"Insaurralde se transforma en un comodín para
Scioli, una especie de advertencia tipo ‘guarda que tengo uno acá al que
puedo transformar en candidato’"
Las fuentes consultadas por esta revista creen que la actividad del
vicegobernador va a estar centrada en la militancia, cree en llevar la
política a la gente. Con ese motivo el miércoles 26 de febrero la fuerza
que lidera, Proyección Nacional, realizó el Tercer Plenario de
Políticas Públicas en el predio deportivo del club Banfield. Si bien
nadie lo confirmó, ni el propio Mariotto se refirió a la cuestión, el
plenario iba a funcionar a modo de prueba piloto para sondear si está en
condiciones de pelear la candidatura a la gobernación. “Si el saco le
queda grande, y la gente no lo acompaña, Gabriel va a dar un paso al
costado, pero hoy, con este plenario y su éxito, estamos convencidos de
que estamos para dar la pelea en la provincia”, se entusiasmaron algunos
de sus allegados y organizadores del evento que, efectivamente, contó
con una excepcional concurrencia (10.000 personas, dijeron los
organizadores) y la presencia de varias figuras del kirchnerismo.
Hicieron uso de la palabra, en ese plenario, nada menos que dos
precandidatos presidenciales, Daniel Scioli y Sergio Urribarri, para
beneplácito de Mariotto y sus planes de pelear la gobernación.
Un ausente en Santa Teresita y, más aún, del plenario realizado por
Mariotto fue el ex intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. El
principal candidato del kirchnerismo en las últimas elecciones, quien
perdió ante el Frente Renovador de Sergio Massa, se anota ahora en la
disputa bonaerense porque dice contar con las preferencias del
gobernador Scioli y con haber sido el candidato elegido por la
Presidenta en los últimos comicios. Una fuente con llegada a Daniel
Scioli sostuvo que el gobernador no ve con malos ojos a Insaurralde,
pero que hoy por hoy no se juega por ningún candidato. “De la misma
forma que lo hace Cristina a nivel nacional, el gobernador va a dejar
correr a todos los candidatos a sucederlo, y hace bien en no jugar con
ninguno. Tampoco desmiente y deja correr a Insaurralde como su candidato
porque no le resta, pero él va a dejar que la interna se desarrolle”,
apuntó la fuente consultada.
“Daniel guarda cierto afecto por Martín –añadió–, aunque no ha
explicitado todavía su apoyo y está bien que así sea, que por ahora no
le dé la derecha a ninguno y dejar que corran. De ese modo también
Insaurralde se transforma en un comodín para él, una especie de
advertencia tipo ‘guarda que tengo uno acá al que puedo transformar en
candidato’. De todas formas, nadie saca los pies del plato porque están
esperando ver qué pasa a nivel nacional. La campaña, mientras tanto, se
realiza por abajo”.
Desde las huestes de Mariotto no andan con vueltas respecto de
Insaurralde. “Parece que están claras las diferencias, él (por
Insaurralde) se saca fotos con Sergio Massa y Jesica Cirio, y nosotros
hacemos un plenario con militantes. Los escenarios son muy distintos”,
lanzaron el dardo desde Banfield.
El tercer contendiente es nada menos que el intendente del principal
distrito electoral de la provincia, La Matanza, y a la sazón presidente
del Partido Justicialista bonaerense, Fernando Espinoza. El matancero
compite con Insaurralde por el favoritismo del gobernador y tiene la
responsabilidad, además, de conducir el justicialismo. Por ahora,
Espinoza no ha oficializado tampoco su candidatura, pero es imposible
soslayar la importancia que tiene estar al frente del partido más
populoso de la provincia de Buenos Aires, de histórica tradición
justicialista, como lo es La Matanza, con una población de 1.250.000
habitantes y casi 950.000 personas en condición de emitir su voto.
Además de los nombrados, hay otros tres candidatos con proyección
nacional pero que podrían también ser candidatos en la provincia. Ellos
son el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo; el
presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, y el director de
la ANSeS, Diego Bossio.
Desde el sciolismo apuntan que “algunos tiran arriba para jugar
abajo; es el caso de Randazzo y Domínguez: ambos se apuntan en la
presidencial pero serían excelentes candidatos a gobernar la provincia
de Buenos Aires”. Fuentes cercanas a Mariotto creen que también “el
Flaco (Randazzo) y Julián serían excelentes candidatos en la provincia”,
región que por ahora miran de reojo aunque no descartan. De hecho, hace
pocas semanas el ministro Randazzo fue claro: “Si saco adelante el
transporte público, después juego cualquier partido”, dijo el
funcionario, y esto, por supuesto, no excluye la gobernación. En este
caso, no compite por los favores de Daniel Scioli. “Me voy a ir de acá,
yo no voy a ser funcionario de Scioli ni de Massa”, dijo Randazzo esta
semana, y le marcó la cancha al gobernador bonaerense. El Flaco tiene
vuelo propio y, ya sea para las presidenciales o para la gobernación, su
fuerte es uno solo: “No hay mejor política que mostrar la gestión”,
dice el funcionario que aspira a dejar ordenado el transporte público y
que eso le sirva de trampolín para su candidatura. “Cuando asumí el
Ministerio del Interior venía como un tipo de la política, pero se
confundieron; yo dije que si me iba con el DNI hecho nuevo, me daba por
hecho, y algunos me trataron de loco”, apunta hoy Randazzo.
No es el único que intenta mostrar la gestión como fuerte para
construir con vistas al 2015. En silencio, el director de la ANSeS,
Diego Bossio, siempre está anotado en territorio bonaerense. A caballo
de su buena gestión al frente de un organismo tan importante, Bossio no
pierde oportunidad de mostrarse en la provincia de Buenos Aires, como lo
hizo a fines de enero, cuando se reunió con intendentes para hacer el
seguimiento de los precios de los materiales de construcción afectados
al plan Procrear. En la cumbre de Santa Teresita, Bossio también hizo
oír su voz: “Peronismo es pensar siempre en el otro, en los que menos
tienen, en trabajar para reducir las desigualdades todos los días”, dijo
luego de inaugurar una sede de ANSeS en Santa Teresita junto al jefe de
Gabinete de Ministros Jorge Capitanich. Firmaron, también, varios
convenios Procrear con el intendente local, Juan Pablo de Jesús.
Bossio, entonces, al igual que Randazzo, prioriza la gestión como forma de hacer campaña.
Otro que si bien no está formalmente anotado en la carrera puede jugar
en Buenos Aires es el presidente de la Cámara de Diputados y ex ministro
de Agricultura, Julián Domínguez. Enfrentado con Daniel Scioli, alguna
vez sostuvo: “Prefiero a un candidato que tenga unidad básica,
militancia política y experiencia en la pelea política. A mí
personalmente no me representa”.
Otro que algunas fuentes mencionaron como posible precandidato es el
actual jefe de bloque del FPV en la Legislatura bonaerense, Fernando
“Chino” Navarro, del Movimiento Evita. “No estoy anotado en ninguna
carrera –le dijo a Veintitrés–, para mí es apresurado hablar de
candidaturas pero no juzgo a los compañeros que ya lo hacen y se están
lanzando. Nosotros desde el Movimiento Evita trabajamos con la
militancia y con la gente, yo soy diputado y presidente del bloque y mi
política es llevar la Legislatura a los barrios, volver a la militancia,
a la política”, señaló, y dejó abierto el interrogante de cómo se
posicionará en la interna ese importante movimiento social del
kirchnerismo.
"Scioli necesita los votos del kirchnerismo duro si quiere ser presidente"
Mientras tanto, hace poco se conformó “Los Oktubres”, una liga de
intendentes bonaerenses que trabajan para que el próximo gobernador
salga del grupo de mandatarios municipales kirchneristas. Este grupo de
alcaldes sub 45 son Juan Patricio Mussi (Berazategui), Francisco
Echarren (Castelli), Francisco Durañona (San Antonio de Areco), Hernán
Zurieta (Punta Indio), Eduardo Bucca (Bolívar) y Santiago Magiotti
(Navarro).
Mientras por arriba, para la presidencia, el kirchnerismo se mantiene
vivo en el debate político, para la gobernación bonaerense no faltan
anotados. Las disputas y diferencias con Daniel Scioli parecen haber
quedado atrás. Un conocedor del territorio de la provincia de Buenos
Aires dejó la siguiente reflexión: “Lo que puede pasar de acá al 2015 es
que, en el peor escenario, el kirchnerismo duro puede llegar con un
piso de 20 por ciento de intención de voto; en un mejor escenario,
teniendo en cuenta que lo peor de los intentos de desestabilización ya
pasó, aunque van a seguir en marzo, es que ese porcentaje se eleve a un
32 por ciento. Con cualquiera de los dos escenarios, Scioli necesita
esos votos, con lo cual no puede largarse a confrontar derecho viejo con
el kirchnerismo duro. Lo necesita si quiere ser presidente. Y esa es la
principal arma con que hoy cuentan para condicionarlo”. Más claro,
echarle agua.
Sin Néstor Kirchner y sin posibilidades de reelección Cristina
Fernández, el escenario queda abierto para que los diferentes actores
jueguen su papel. En eso anda el kirchnerismo.