A más pobreza, más obesidad

Entre los sectores carenciados, el sobrepeso a menudo encubre la desnutrición


La coexistencia de obesidad y desnutrición es un fenómeno que crece en las clases más desfavorecidas de América latina, afirmó el doctor Manuel Peña, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Kingston, Jamaica, y coeditor del libro "La obesidad en la pobreza. Un nuevo reto para la salud pública".

Un estudio realizado en el sur de Brasil confirma las palabras de Peña: mientras que el porcentaje de obesidad de las mujeres de mayores ingresos ha caído del 13,2 al 8,2% entre 1989 y 1997, entre las mujeres de menores recursos se ha incrementado del 11,6 al 15% durante este período.

Según la llamada Acta de Río de Janeiro , "la obesidad es una enfermedad crónica con característica de pandemia y su alto costo disminuye las expectativas y calidad de vida, afectando particularmente los sectores de menores ingresos en toda América latina".


Una dieta equivocada

De paso por Buenos Aires, con motivo de las Primeras Jornadas Argentino-Brasileñas en Trastornos Alimentarios y Obesidad, el doctor Peña explicó a La Nación las causas de este fenómeno en el que confluyen dos aparentes opuestos:obesidad y desnutrición.

"En los últimos veinte años se ha producido un cambio en los patrones alimentarios y de actividad física que ha dado como resultado el incremento de las enfermedades crónicas no transmisibles asociadas a inadecuados estilos de vida -explica el especialista-. Hipertensión, diabetes tipo II, infarto de miocardio y accidentes cerebrovasculares; para todas estas afecciones la obesidad es el principal factor de riesgo".

Y son las personas de menores recursos las más perjudicadas. "La gente pobre se ve afectada porque se alimenta principalmente de comidas ricas en calorías pero sin nutrientes. Es en ellos entre quienes es más manifiesta la disminución del consumo de productos naturales (como los vegetales, las frutas y los cereales), alimentos a los que no tienen acceso debido a su alto costo".


Como contrapartida, las últimas décadas del siglo XX han sido testigo del aumento de la oferta de productos alimenticios industriales hipergrasos, aumento que se traduce en un mayor consumo de grasa. "Tenemos un problema de accesibilidad cada vez mayor a los alimentos hipergrasos", afirma el especialista uruguayo Pedro Kaufmann. En Uruguay, las grasa representan el 33% de la ingesta calórica, cuando no debería superar el 30 por ciento.

"Como estos alimentos -entre los que se destaca la llamada comida chatarra- suelen ser los más baratos, son los que están más al alcance de los más pobres", completa el doctor Peña.

Estilos de vida

Pero la obesidad no es sólo una cuestión de mala alimentación: ciertos estilos de vida que conspiran contra el movimiento y el gasto energético también hacen lo suyo.

"En las sociedades desarrolladas, las personas más pobres tienden a ser más obesas que la gente de más alto nivel socioeconómico, en parte porque estos últimos suelen tener más tiempo y un mejor acceso a la actividad física -afirma Peña-. Y no es tan sólo un problema de educación, es un problema de falta de acceso a la actividad física. Los niños, por ejemplo, ya no juegan al fútbol en la calle porque viven en zonas cada vez más violentas e inseguras.

"Cuando uno habla de obesidad, se dice que hay que comer menos y hacer más actividad física; es fácil decirlo, pero en la práctica no sólo depende de la voluntad de las personas, sino de su posibilidad de acceso a una dieta y un plan de ejercicios adecuados", agrega Peña.
Peso programado

Muchas veces, la obesidad no sólo responde a una realidad -descripta en términos de una alimentación hipergrasa y a un estilo de vida sedentario- que le toca vivir a las personas de menores recursos. La obesidad puede haber sido programada mucho antes de que estos individuos sean conscientes de ello, incluso desde antes de nacer.

"Cuando un bebe es gestado por una madre desnutrida, o cuando durante los primeros meses de vida recibe una alimentación deficiente, se convierte en un candidato a la obesidad -afirma el doctor Kaufmann-. Estas formas de desnutrición gestacional e infantil generan en el organismo una serie de mecanismos de aprovechamiento de los alimentos que favorecen la obesidad."

Estas formas de desnutrición que abonan el terreno para la obesidad se verifican, por un lado, en el nacimiento con bajo peso de bebes que han padecido desnutrición intrauterina, y, por otro, en la introducción de alimentos de bajo contenido nutricional en la dieta del lactante, explica el doctor Aldo Cúneo, presidente de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios.
Ricos y pobres

La obesidad no afecta de igual modo a las personas de alto nivel socioeconómico que a las más desfavorecidas. Como escribe Peña en el libro citado, "las características de la obesidad son diferentes entre los individuos más pobres y más ricos de un mismo país".

A través de sus páginas, el autor delinea algunas de las diferencias que adopta la obesidad según el sector social donde ocurre:

- Mientras que en los obesos ricos se suele dar la conjunción sobrealimentación-sobrenutrición, los obesos pobres se caracterizan por la dupla sobrealimentación-desnutrición.

- Los alimentos que ingieren los de mayor nivel socioeconómico suelen tener una alta densidad de energía y de nutrientes, los que integran la dieta de los de menor nivel socioeconómico son de alta densidad de energía pero de baja densidad de nutrientes.

- Los primeros no suelen referir serias deficiencias nutricionales; los segundos suelen presentar asociación obesidad-anemia u obesidad-osteoporosis (pérdida de densidad ósea).

- Por último, mientras que el obeso rico tiene asegurado el acceso a servicios de salud de alta calidad, el obeso pobre tiene limitado acceso a servicios de salud.


Seis de cada diez argentinos tienen exceso de peso y crece la oferta de drogas antiobesidad


Seis de cada diez argentinos tiene exceso de peso. La prevalencia de la obesidad aumentó el 74% en los últimos 13 años (pasó del 14,6% en 2005 al 25,4% en 2018), según la Secretaría de Salud de la Nación. La obesidad tiene graves consecuencias para la salud: aumenta el riesgo de tener más de 200 enfermedades, como diabetes tipo 2, hipertensión arterial, males cardiovasculares e incluso algunos tipos de cáncer.

De la mano de esta creciente epidemia de obesidad también aumenta la oferta de tratamientos farmacológicos para adelgazar. Pero lejos de ser “una solución mágica” contra el sobrepeso, en realidad no son más que una ayuda química –no exenta de efectos adversos como todo medicamento– para hacer los cambios de estilo de vida necesarios para bajar de peso y mejorar la salud. Esto es, no funcionan sin dieta ni ejercicio.

Tras 20 años sin novedades en el mercado –después de que se retiraran el rimonabant y la sibutramina tras demostrarse que sus riesgos eran superiores al beneficio– la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) aprobó en el último año dos medicamentos antiobesidad y hay otros seis en agenda.

En septiembre de 2018 dio luz verde a la Liraglutina inyectable, un análogo del GLP-1, una hormona que el organismo libera después de comer. Y esta semana se presentó un comprimido que combina dos moléculas: Naltrexona y Bupropion.

“Es una combinación de dos medicamentos que ya existían. El Bupropion es un antidepresivo, pero se vio como efecto secundario el adelgazamiento y la Naltrexona se venía usando porque interviene en los circuitos de recompensa del cerebro. Cuando se juntan dos medicamentos para una enfermedad, se ha visto que se puede dar menos dosis y el efecto se multiplica. Esta es la ventaja de este medicamento”, sostuvo el médico nutricionista Alberto Cormillot durante la presentación del nuevo fármaco.Patologías asociadas con la obesidad.

“Actúa generando saciedad pero específicamente en esta dificultad de parar, de detener la ingesta en momentos especiales del día”, explicó la nutricionista Mónica Katz, presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición, quien también participó del lanzamiento. Según el laboratorio Raffo, productor del medicamento, los estudios que se realizaron con pacientes en Estados Unidos “demostraron que aquellos que se trataron con la combinación de Naltrexona - Bupropion durante un año perdieron entre dos y cuatro veces más peso que haciendo solo dieta y ejercicio”.

El medicamento está contraindicado para embarazadas, menores de 18 años, pacientes con hipertensión no controlada, epilepsia y trastornos alimentarios. Sin embargo, el punto más controvertido son sus efectos adversos que van desde los más comunes, como náuseas y vómitos hasta los más graves y menos recurrentes, como convulsiones, aumento de la presión arterial y daño hepático. Como todos los antidepresivos, el Bupropion contiene en su prospecto una advertencia sobre el riesgo de suicidio.

Viene en dos presentaciones: un envase de 60 comprimidos que cuesta $ 3.500 y otro envase de 120 comprimidos que cuesta $ 6.500

Para los especialistas, el medicamento tiene un buen perfil de seguridad. “Tiene cuatro años de uso en EE.UU., lo cual es un antecedente que lo recomienda como un medicamento seguro. Como los psicofármacos, se comienza con la dosis mínima para que no tenga efectos secundarios y para que el paciente les pierda el temor a los efectos secundarios”, indicó Cormillot. La droga se vende con receta archivada. Viene en dos presentaciones: un envase de 60 comprimidos que cuesta $ 3.500 y otro envase de 120 comprimidos que cuesta $ 6.500 y se está trabajando para lograr cobertura de obras sociales y prepagas.

Para Katz, este fármaco y los que se vengan en el futuro no solucionan la epidemia de obesidad pero van a ser una estrategia para que los pacientes adhieran a los cambios en el estilo de vida y los continúen. “Hay un enorme grupo de gente que no pueda sostener una alimentación saludable. Hasta ahora no teníamos qué ofrecerles. Pero esto no quita que los gobiernos no tengan que rediseñar los entornos, no tengan que ayudar a los ciudadanos a tomar mejores decisiones y a reformular los mercados de alimento, para que la opción más saludable sea la fruta más a mano”. Sobrepeso y obesidad en Argentina.

“El problema no se soluciona con un fármaco”

Para Marcelo Rubinstein, investigador del Conicet que estudia los mecanismos de hambre y saciedad, el problema de la obesidad en Argentina no se soluciona con un fármaco. “En principio la Naltrexona es un bloqueante de los receptores opiodes, que son sustancias que producimos naturalmente en el cerebro y que son fundamentales para el funcionamiento de nuestro cerebro. El Bupropion es un inhibidor de la recaptación de neurotransmisores diversos como la dopamina y la noradrenalina. Lo que se busca con la combinación es mejorar el estado de ánimo de la persona. Una persona más alegre, menos angustiada, tiende a automedicarse menos con el alimento, ya que mucha gente come de más por los fenómenos de ansiedad”, explicó.

“Pero el efecto que se puede lograr es muy mínimo, va a ocurrir en muy pocas personas y no va atacar el verdadero problema. La obesidad no se soluciona de esta manera”, opinó. “En la Argentina la obesidad es el problema epidemiológico número uno. Hay cosas muy simples para hacer para provocar un cambio epidemiológico”.

El Gobierno lanzó este año el Plan Nacional de Alimentación Saludable en la Infancia y la Adolescencia, para prevenir el sobrepeso y la obesidad. Sin embargo, no ha podido avanzar en la regulación de publicidades infantiles de alimentos ultraprocesados, ni en el etiquetado frontal de alimentos o la suba de impuestos a las bebidas azucaradas, intervenciones que han demostrado éxito en reducir la epidemia de obesidad.






El 41% de los chicos y adolescentes en el país tiene exceso de peso

En los adultos el sobrepeso y la obesidad afectan al 68%, según los resultados de la Segunda Encuesta de Nutrición y Salud 2019.



El sobrepeso y la obesidad constituyen el principal problema de malnutrición en la Argentina y afectan a cuatro de cada diez niños, niñas y adolescentes y a casi siete de cada diez adultos, según la Segunda Encuesta de Nutrición y Salud que realizó este año la Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación.


El relevamiento abarcó a 22 mil personas de todo el país, de diferentes edades. Se realizaron entrevistas, mediciones antropométricas y bioquímicas. En los niños de 0 a 5 años, utilizando la nueva metodología de la OMS, el exceso de peso alcanzó el 13,6%, una cifra elevada si se tiene en cuenta que el exceso de peso esperado para esta edad es de 2,3%.


En tanto, la proporción de baja talla fue de 7,9%: 1,7% de bajo peso y 1,6% de emaciación (peso inferior al que corresponde a la estatura). En los chicos y adolescentes de entre 5 y 17 años el sobrepeso y obesidad fue del 41,1%, en una proporción de 20,7% y 20,4%, respectivamente. Además, en este grupo etario la encuesta reveló un 1,4% de delgadez y 3,7% de baja talla. “Hoy el principal problema es la malnutrición. Particularmente en los chicos se focaliza en el sobrepeso y la obesidad. No es la desnutrición clásica o delgadez.


Eso no cambio con respecto a la primera Encuesta de Nutrición de 2005. En quince años se mantuvo la desnutrición clásica en el 1,7%. Lo que dio un salto brutal es el sobrepeso y la obesidad”, le dijo a PERFIL Adolfo Rubinstein, secretario de la Salud de la Nación. Una "epidemia de obesidad" y el hambre, los dos grandes males de América Latina “La calidad nutricional de los alimentos que consumen los chicos ha empeorado. Claramente el exceso de peso tiene que ver con dos cosas: la mala alimentación y el sedentarismo.


La mayoría de las escuelas tienen kioscos que venden bebidas azucaradas o productos con bajo contenido nutricional. Hay poco consumo de productos frescos, como frutas o lácteos”, resumió Rubinstein sobre las causas del crecimiento de la obesidad y el sobrepeso. La encuesta también confirmó la influencia de la publicidad en el comportamiento de compra de los adultos: uno de cada cinco padres aseguró que compró un alimento o bebida en la última semana porque su hijo de entre 2 a 12 años lo vio en alguna publicidad. “El problema de la obesidad infantil está afectando el desarrollo del capital humano.


La malnutrición es el principal problema de salud de la Argentina. Es deseable que el tema se transforme en una política de Estado”, sostuvo Rubinstein, quien junto al Ministerio de Educación y el de Producción lanzó en julio el plan Alimentación Saludable en la Infancia para intentar detener la epidemia creciente de obesidad. Más de la mitad de los argentinos tiene sobrepeso u obesidad, prevenibles desde la infancia Alimentos. La encuesta mostró cifras alarmantes de sobrepeso y obesidad también en los adultos.


El 68% tiene exceso de peso por mediciones objetivas, un resultado muy similar al arrojado por la 4ª Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2018. A diferencia de los niños, en donde según los resultados de la encuesta la obesidad afecta a todos los estratos socioeconómicos por igual, los adultos de los sectores de menores ingresos tuvieron un 22% más de obesidad que los de mayores ingresos. Además, se observó un consumo deficiente de alimentos saludables. Solo un tercio de la población consume al menos una vez por día frutas y verduras, solo cuatro de cada diez individuos consume lácteos diariamente y la mitad de la población consume carnes al menos una vez por día.


Por el contrario, es alto el consumo de alimentos no saludables: el 37% toma bebidas azucaradas diariamente, el 17% consume diariamente productos de pastelería y galletitas dulces y el 36% y 15% consume productos de copetín y golosinas al menos dos veces por semana.

Xi Jinping hace rodar cabezas en el Partido Comunista de las ciudades donde se propagó el Coronavirus


Xi "decapita" el Partido en Wuhan y Hubei

Xi Jinping destituye autoridades del PCC en Hubei

Funcionarios de alto nivel político quedaron en la mira de Xi, pocos días después del descabezamiento de las autoridades sanitarias y de la Cruz Roja locales.
Los medios oficiales refirieron la remoción de Jiang Chaoliang como secretario del Partito Comunista de Hubei, reemplazado por el alcalde de Shanghai, Ying Yong, muy fiel al presidente.
Luego Wang Zhonglin fue oficializado en la conducción del partido de Wuhan, en lugar de Ma Guoqiang, que a fin de enero en una entrevista con el canal televisivo estatal CCTV admitió los retrasos en el descubrimiento del coronavirus.
"En este momento me siento culpable, con remordimiento -dijo Ma-. Si se hubieran adoptado antes las medidas de control rigurosas, el resultado habría sido mejor que el actual".
La epidemia causó al menos 1.355 muertos y casi 60.000 contagios en China.
El refuerzo del poder de Xi con hombres de su total confianza se completó con el despido de Zhang Xiaoming, removido de la dirección de la Oficina para los Asuntos de Hong Kong y Macao del Consejo de Estado, el gobierno chino.
Zhang fue rebajado a vicedirector en del departamento de asuntos cotidianos y lo reemplazó Xia Baolong, vicepresidente y secretario general del Comité Nacional de la Chinese People's Political Consultative Conference (CPPCC), órgano consultivo de máximo nivel, y exsecretario del PCC de Zhejiang, provincia querida para el presidente Xi.
Pesaron también sobre Zhang las turbulencias prodemocráticas de Hong Kong y la humillación de la cuarentena y cierre de casi todos los puntos de tránsito entre la excolonia y la madre patria.

Las citas online y el encuentro entre los cuerpos:Love Apps, el lugar privilegiado para solitarios inmersos en el anonimato

Una mirada psicoanalítica sobre el uso de estas herramientas de conquistas que moldean las relaciones actuales. Los “matches” como trofeo, los encuentros fugaces, la soltería prolongada, las familias constituidas a partir de una cita on line.

Por Santiago Thompson





Las Love Apps son el lugar de encuentro privilegiado para los solitarios inmersos en el anonimato de las grandes ciudades. En un contexto donde la desconfianza de unas y la precaución de los otros hace cada vez más improbable un acercamiento espontáneo, estas aplicaciones brillan como una instancia pacificadora en la regulación de los lazos. El marco controlado que proponen permite que el anonimato se preserve. Mediante un simple clic, el otro puede volver a desaparecer sin dejar rastro ni heridas afectivas tangibles. La posibilidad de concretar una cita a distancia mediante la presentación de un perfil, filtrada por un chat previo y quizás algún intercambio de audios, transmite la idea de una reducción sensible de las eventuales contingencias del encuentro. El filósofo Zizek proclama que estas aplicaciones promueven una suerte de máxima: “we want the love without the fall” (queremos el amor sin la caída) --refiriéndose a la conocida expresión sajona “falling in love” (enamorarse o, literalmente “caer en el amor”)--. Las Love Apps abonan la idea de un intercambio justo y cuantificable. El salto al encuentro entre los cuerpos, muchas veces, hace trizas todo cálculo previo.
Historias sin historia

El cuerpo en su vertiente libidinal permanece a resguardo en el primer contacto, permitiendo en cierta medida avanzar sin riesgos. En su lugar se ofrece el semblante virtual, mediado por una serie de fotos. El encuentro entre los partenaires implica pasar de una situación perfectamente controlada y de la que se puede salir rápidamente vía “delete” a vínculo con otro ante el cual los seres hablantes se sienten, en ocasiones, desamparados. Las citas padecen de una carencia que hay que sobrellevar a nivel de la puesta en escena. Sin historia previa, ambos se comprometen, al menos, a compartir la mesa de un bar. Este efecto de deshistorización es fuente de evitación y angustia. Lacan definía en “La Tercera” a la angustia como la sensación de reducirse a un cuerpo. En el consultorio resuenan las dilaciones ante la inminencia de una primera cita: cada cual se siente, en ocasiones, repentinamente “a merced” de un desconocido. La fragilidad del lazo hace que cualquier movimiento baste para que la cita se interrumpa: el otro puede devenir repentinamente ominoso, precipitando una fuga fuera de la escena.

Este carácter deshistorizado también tiene otra cara, que es una de las principales innovaciones que traen las Love Apps: la posibilidad de tener citas random, es decir, de conocer alguien que está por fuera de nuestro círculo social, incluso de nuestro círculo virtual, es decir, que ni siquiera sería contacto nuestro en Instagram o Facebook.

“Dr. House” describió alguna vez la diferencia sexual en estos términos: “Las mujeres se enamoran de lo que escuchan, los hombres se enamoran de lo que ven. Por eso las mujeres se maquillan, y los hombres mienten”. Estas aplicaciones dejan al varón desarmado en este aspecto: el culto a la imagen que promueven lo somete al mismo criterio de selección que el sexo femenino. El motivo principal para ser aceptado o rechazado en estas apps no es otro que una serie de fotos, acompañadas de un mínimo texto. Una mujer que promedia los treinta me relata la prehistoria virtual de su actual pareja: se cruzan en Happn donde él le da clic al corazón, mientras ella, impiadosa con la pancita cuarentona de él, lo descarta. La permanencia de la visualización de los cruces en esta aplicación hace posible que él la rastree en Instagram, donde puede exhibirle sus méritos profesionales, así como sus bienes materiales. Consigue por esta vía una cita. Una simpática pancita varonil casi lleva al fracaso lo que hoy es para ella el amor de su vida. Ante este cruel filtro que impone el rechazo instantáneo en las Love Apps, los varones se ven forzados a mejorar su cuerpo… para salir bien en las fotos.

La dinámica de la app hace que la mujer entre en contacto con el varón, no por el lado de un semblante de mostrarse como objeto de conquista y oponer resistencia sino a partir de un "Sí" inicial. Lo cual da lugar a otro fenómeno corriente: los varones no inician las conversaciones. A veces, nunca. "Hacen match y no te hablan" es una queja femenina usual en los consultorios. Mientras las mujeres sostienen una búsqueda más decidida del encuentro, es más frecuente en los varones utilizar las apps para corroborar que gustan al otro sexo. "Me encanta juntar matches en Tinder", me confiesa un paciente de treinta años. En lugar de contabilizar "polvos", muchos varones hoy acumulan conquistas virtuales.

Aunque estas aplicaciones adquirieron temprana fama por promover vínculos fugaces, existen hoy familias constituidas a partir de un cita online. La construcción de una pareja estable, diga lo que se diga, sigue estando en el corazón de la mayor parte de los usuarios de estas apps. Los partenaires que aparecen en el camino entretienen, alivian la sensación de desamparo hija de la soledad y reafirman la propia posición sexuada: hoy para ser hombre y ser mujer no es necesario ser amado, pero sí contar con algún deseo del cual sostener un semblante masculino o femenino. Ellos hace tiempo que vienen reemplazando la mujer y la familia por la circulación entre mujeres para legitimarse ante sus pares. Ellas empiezan a tomar la misma posición. “Nos mueve el deseo” es una de las principales consignas de los movimientos feministas. Lo que se gana en el campo del deseo tambalea del lado de la construcción del lazo amoroso. Una chica cool festeja en una storie de Instagram un pasacalle que sus amigas le habrían dedicado: “Maru, aflojale al Tinder. El 20 juntate con nosotras. El día del amigo no se chonguea”. La homenajeada comenta “Estas son mis amigas”, y añade el emoticón de la cara sonriente con ojos-estrella.
Salvavidas de hielo

Es insoslayable la tristeza que se evidencia, sobre todo en los migrantes digitales, al momento de usar estas aplicaciones. Sensación que debería ser debitada a la soledad de las capitales, y no a las Love Apps. En Buenos Aires se construyen cada vez más edificios colmados de monoambientes. Algunos perfiles imploran: “sacame de esta aplicación”. La oferta constante va en detrimento de la estabilidad del lazo amoroso. Las nuevas tecnologías de la elección favorecen las solterías prolongadas, que ya no son vividas como marginales. La figura de la “solterona” o el “solterón”, con la carga despectiva que conllevan estos términos, ha caído en desuso. No hacen falta círculos sociales tumultuosos ni agobiantes noches en bares atiborrados para tener una cita.

Si en la era analógica el amor dolía por el hastío de un corsé al deseo (matrimonio y monogamia, sus nombres privilegiados) hoy el amor duele porque es un lugar inhóspito para reposar, y donde la extravagancia de la palabra “poliamor” destila cinismo. El amor sigue siendo la posibilidad de nombrar al ser amado: no hay amor sino de un nombre --propuso Lacan sobre el final su seminario 10-- nominación sin la cual no hay superación de la angustia. Pretender hacer del amor algo poli es policíaco respecto de la incompatibilidad del deseo con la palabra. Al tiempo que el amor se declara, el deseo circula sin dejarse atrapar. A esta disyunción apunta una de las letras más lúcidas de Joaquín Sabina: “De sobra sabes que eres la primera, que no miento si juro que darí­a por ti la vida entera. Y sin embargo un rato cada dí­a, ya ves, te engañarí­a con cualquiera, te cambiarí­a por cualquiera”.

Mientras las generaciones analógicas buscaban adrenalina en estimulantes narcóticos, el vértigo de la circulación contemporánea de los afectos en la era digital promueve el consumo masivo de ansiolíticos. En el amor contemporáneo todo se construye y se destruye tan rápidamente que los afectos no encuentran otro alivio que el abrazo farmacológico. La pareja ya no es una cárcel de oro sino un salvavidas de hielo.

Santiago Thompson es psicoanalista. Doctor en Psicología, Magister en Psicoanálisis - UBA. Autor del libro "El obsesivo y la mujer" (Letra Viva, 2017).

El cord-cutting como tendencia


Enrique Dans

El cord-cutting, personas que dejan de pagar su suscripción a la televisión por cable para empezar a consumir contenidos a través de la red, está convirtiéndose en un tema serio en los Estados Unidos.

El año pasado, un millón de suscriptores de este tipo de servicios se dieron de baja en los mismos, y en lo que llevamos de este año la cifra ya alcanza los cuatrocientos mil. Entre 2008 y 2011, se calcula que más de dos millones y medio de hogares se dieron de baja. Aunque pueda haber cierta discusión con respecto a las cifras, algunos hablan ya del cord-cutting como “the new file-sharing“, una tendencia imparable que la industria interpreta como un problema de precios, mientras los usuarios buscan otras cuestiones que la industria no les sabe proporcionar.

No hablamos de un problema de sustitución por descargas a través de medios alternativos como bit-torrent (aunque lógicamente sea una opción que también existe), sino más bien de servicios ofrecidos por compañías que como Netflix, Hulu, Apple o Google, complementados con sitios como las propias páginas web de las cadenas de televisión o YouTube. Existe incluso un caso polémico con denuncias cruzadas en ambos sentidos, Aereo, que también está despertando cierto nivel de atención.

El problema del cord-cutting no son las cifras, sino lo que subyace detrás de ellas. En los años que viví en los Estados Unidos, la suscripción a canales premium de televisión era un indicador del estatus socioeconómico: si alguien intentaba averiguar como era tu situación económica, era normal que te preguntase si habías visto un contenido en tal o cual canal. Con el tiempo, sin embargo, la suscripción a servicios de televisión por cable se está convirtiendo en sinónimo de “soy tecnológicamente iletrado y no sé acceder a contenidos de otra manera”. Quienes están optando por el cord-cutting ya no son personas que necesitan ahorrar dinero en una situación de crisis económica o los que no consumen televisión, sino los consumidores sofisticados, los que buscan otra manera de acceder y consumir contenidos que les gustan.

Es una tendencia que ya hemos visto antes: los libros electrónicos no comenzaron su adopción entre clientes que querían ahorrarse el dinero que costaban los libros en papel, sino entre quienes consumíamos más libros. Si ves una adopción tecnológica que toma cuerpo de naturaleza precisamente entre tus consumidores más ávidos y más rentables, ten cuidado, y sobre todo, no malinterpretes los síntomas. En mi casa, con una persona que escribe sobre contenidos televisivos, el canal que claramente se consume más proviene del ordenador que vive al lado del televisor. Y cuando hace unos días me llamó alguien de Telefonica para venderme Imagenio (¡cinco llamadas a mi móvil desde el 1004 a lo largo de la mañana hasta que finalmente contesté, creo que es algo que debería ser denunciable como acoso!!), no tuve la más mínima duda al decir claramente que no me interesaba: simplemente, no es un servicio que nos llame la atención en absoluto. Los contenidos a los que queremos acceder están simplemente en otro sitio.La dirección que sigue el tema es clara: incremento progresivo de la oferta en la red. El cord-cutter ya no se siente como un paria que se lo pierde todo, sino que tiende a tener acceso a cada vez más alternativas, muchas de ellas vinculadas a modelos comercialmente viables. Es, simplemente, una cuestión de tiempo que, como comentábamos hace unos días, empecemos a ver el modelo tradicional de la televisión como una cosa del pasado. Si no se produce por decreto, acabará teniendo lugar de manera natural. Mientras algunos siguen obsesionados con controlar la televisión de toda la vida como cuando había un solo canal, todo indica que las tendencias de consumo van a terminar apuntando en otro sentido.

En cuatro meses el pan subió 30% a pesar del congelamiento del trigo y la harina

Se trata de un aumento que duplicó a la inflación de octubre a febrero. Polémica por la composición de precios en medio de las versiones por posibles intervenciones.


La secretaria de Comercio, Paula Español


Entre el 15 de octubre de 2019 y el 11 de febrero de este año el precio del kilo de pan en los principales centros urbanos del país aumentó un 30% pasando de 100 a 130 pesos en promedio dependiendo de la zona y los costos de los comercios.


La cuestión es que en dicho periodo el precio del kilo de trigo en el mercado local se mantuvo estable, con vaivenes, en torno a los 13 pesos. La bolsa de 50 kilos de harina, en tanto, fue moviéndose hasta encontrar un valor aproximado de 1.200 pesos.



El dato surge de un informe de la consultora Kimei Cereales, que preside el corredor Javier Buján, como respuesta a la idea de algunos funcionarios del Gobierno de volver a intervenir el mercado de trigo para garantizar el programa "Precios Cuidados".


"El precio de la harina llegó a valer en octubre 1.200 pesos, lo mismo que ahora. Sin embargo, el valor del pan desde fines del año pasado a la fecha subió un 30% por efecto de la inercia inflacionaria de la economía argentina", explicó Buján.




"La Argentina cuenta con pleno abastecimiento de trigo para este año. Los rumores sobre posibles intervenciones están completamente alejadas de la realidad y demuestran un desconocimiento del funcionamiento del mercado de granos", agregó Buján.


Un informe realizado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) muestra que el precio del pan está compuesto por el trigo (11,8%), la harina (4,2%), los impuestos (17,7%) y los costos propios de las panaderías (66,3%).

Al respecto, David Miazzo, economista jefe de FADA, dijo que "el precio del trigo se multiplica por siete desde que el cereal sale del campo hasta el producto panificado que terminan comprando los consumidores en los comercios minoristas".


Sobre el peso de los impuestos en el precio del pan, cabe mencionar que, según FADA, tres de cada cuatro tributos van dirigidos a las arcas nacionales, un 22,7% lo cobran las provincias, al tiempo que un 3,3% lo reciben los municipios.


En este sentido, la economista Natalia Ariño comentó que "la mayor parte del precio de los alimentos están compuestos por los costos de producción, elaboración y comercialización. En el caso del pan estos costos alcanzan casi el 60%".

Como sea, este miércoles en el recinto de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) el trigo disponible cotizó a 12.040 pesos por tonelada, mientras que la posición julio en el Mercado a Término de Buenos Aires (MATBA) cerró a 207 dólares por tonelada.

El marketing político de la dictadura









En el período 1976-1983, la dictadura militar montó un vasto aparato publicitario para no sólo adoctrinar a los ciudadanos y legitimar su accionar, sino también para acallar y desmentir a los organismos de derechos humanos, y denuncias desde el extranjero, catalogados por los militares como la "campaña antiargentina".



En las décadas de 1970 y 1980, Burson-Marsteller organizó la campaña de la dictadura militar argentina (1976-1983) destinada a impedir las denuncias internacionales por violaciones a los derechos humanos, siendo la autora del conocido slógan «los argentinos somos derechos y humanos».




En el libro The Shock Doctrine, Naomi Klein dice que:


Victor Emmanuel, el ejecutivo de Burson-Marsteller que estaba a cargo de vender al mundo el nuevo régimen favorable a las empresas de la junta de Argentina, le contó a un investigador que la violencia era necesaria para abrir la economía "proteccionista, estatista" de Argentina. "Nadie, pero nadie, invierte en un país envuelto en una guerra civil", dijo, admitiendo también que no fueron solo guerrilleros quienes murieron. "Mucha personas inocentes probablemente fueron asesinados," le contó a la autora Marguerite Feitlowitz, pero, "dada la situación, se requería una inmensa fuerza".

Por el servicio y las gestiones cobrarían alrededor de medio millón de dólares. Y trabajarían en coordinación con el organismo estatal creado para la organización del evento, el Ente Autárquico Mundial 78 (EAM 78), a cargo del capitán de navío Carlos Lacoste.


En su libro "La vergüenza de todos", el periodista Pablo Llonto explica la estrategia encarada por Burson: "La agencia había concentrado sus actividades de propaganda en dos tácticas: la utilización de los íconos argentinos que mejor impacto tenían en el extranjero y el soborno escondido de periodistas a los que se los invitaría a escribir sobre ’un país distinto’ (...) Para el segundo paso, Burson elaboró listas de periodistas americanos y europeos a los que se podía embarcar en primera clase, alojarlos en los más elegantes hoteles y rodearlos de acompañantes que los convencerían de la paz argentina."


El plan puesto en marcha incluía "utilizar" la imagen de personajes populares de la farándula, el espectáculo y el deporte nacional, como por ejemplo, el automovilista Juan Manuel Fangio, el boxeador Carlos Monzón, el tenista Guillermo Vilas, los actores Carlos Balá y Juan José Camero, o el relator de fútbol José María Muñoz, para mencionar algunos.

Fangio viajaba al exterior a hablar de la "verdadera argentina". Monzón daba exhibiciones de boxeo en los campamentos del ejército para los soldados que capturaban guerrilleros. Muñoz sería "la voz" del mundial, instando al pueblo argentino a mostrarse ordenado y prolijo en las canchas, no tirando papelitos, ya que nos estaban viendo en el exterior. Balá decía constantemente en los televisores de cada argentino: "vamos muchachos, con buena letra, y va a ser mundial".

La mitad de las empresas argentinas no puede encontrar personal calificado

Los puestos relacionados con la tecnología son los más complicados de cubrir





El 54% de los empleadores a nivel mundial manifiesta tener dificultades para cubrir posiciones específicas, alcanzando así el resultado más alto desde el comienzo de la encuesta que realiza la consultora laboral ManpowerGroup.

Aunque con cuatro puntos porcentuales menos, la tendencia sigue la misma línea en Argentina.

Desde la última investigación realizada en 2018, Argentina logró reducir la Escasez de Talento un 2%, dejando de ser el país con el nivel más alto de la región. En este sentido, Brasil (52%), México (52%), Perú y Colombia (ambos con 54%) se encuentran por encima de nuestro país.

En 2015, Argentina había ocupado uno de los porcentajes más bajos, cuando se ubicó en 37 por ciento. Sólo un año antes había llegado al 63 por ciento.

En el resto del mundo, los empleadores de Japón (88%), Rumania (86%) y Grecia (77%) reportan las mayores dificultades para cubrir puestos vacantes, mientras que los del Reino Unido (27%), Irlanda (23%) y China (16%) afirman tener más facilidad.


La investigación indica qué atrae a las personas a trabajar en una organización y qué las hace quedarse para que los empleadores puedan encontrar, construir y conservar el mejor talento. Si bien lo que los trabajadores desean varía según la geografía, el género y las etapas de los ciclos profesionales, el estudio evidencia el valor que los trabajadores le asignan a la autonomía sobre cuándo y dónde se realiza el trabajo, el bienestar para equilibrar la vida laboral y personal y la movilidad profesional.

"Resulta indispensable contar con una estrategia integral de talento basada en los deseos de los trabajadores" sostuvo Gustavo Aguilera, Director de Right Management y Capital Humano de ManpowerGroup Argentina. "Con un fenómeno de Escasez de Talento tan agudo, los empleadores se enfrentan al desafío de satisfacer las necesidades y los deseos de una fuerza laboral cada vez más exigente" remarcó.

En cuanto a los puestos más difíciles de cubrir, al igual que la última edición de hace dos años, se encuentran los técnicos, seguidos por los oficios calificados y los trabajos relacionados a las Tecnologías de la Información (TI).

Por otro lado, las pequeñas empresas son las que tienen más dificultades para cubrir los puestos de trabajo. Luego se ubican las microempresas, las medianas y, por último, las grandes corporaciones.

Para llevar adelante la 13° Encuesta Global de Escasez de Talento titulada "Para cerrar la brecha de las habilidades: Conocé lo que los trabajadores quieren", ManpowerGroup consultó a 14.000 personas en quince países. La finalidad es comprender qué los atrae a una organización, qué los mantiene allí y cómo eso varía según la ubicación geográfica, el género y las diferentes etapas de su carrera.

Marca 'Chino"; identificación indirecta, diferenciación, segmentación





Las elecciones generales de Perú de 1990 se realizaron el domingo 8 de abril de 1990 y el domingo 10 de junio de ese mismo año. Se renovó totalmente el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo del Perú.

En estas elecciones, Alberto Fujimori logró su primer mandato.

El novelista Mario Vargas Llosa, lanza su candidatura por su partido Movimiento Libertad, el Partido Popular Cristiano de Luis Bedoya Reyes y Acción Popular de Fernando Belaúnde Terry, formando el Fredemo. Lentamente, comienza a surgir un nuevo personaje, Alberto Fujimori, profesor universitario que hacía campaña en tractor.

Fujimori jugaba contra la marca política ideal, escritor de fama internacional, europeo, que predicaba las ideas del clima de época; neoliberalismo .

Fujimori bailaba, vestido de cholo, con los cholos alrededor, le permitía a estos identificarse como alguien diferente frente al candidato blanco, europeo, que era aspiracional para los sectores medios, pero esa aspiración se tornaba inviable por lejana para los sectores  bajos.

A Fujimori, japonés por origen familiar, le decían el chino, y su campaña no dudó en construir la marca "Chino",  y presentar "el baile del chino", que explotaba con "Chino, Chino, Chino".

El metamensaje era: yo que soy un "chino" ergo no blanco europeo como Vargas LLosa el "perfecto", puedo ser presidente, soy profesor universitario, culto, inteligente, votame, soy coo vos.

Los sectores medios lo votaron a Vargas Llosa,  los sectores bajos a Fujimori.

 Identificación indirecta,  diferenciación y segmentación

Europe’s Growing Muslim Population

Muslims are projected to increase as a share of Europe’s population – even with no future migration

Migrants who had arrived via buses chartered by Austrian authorities walk toward the border to Germany on Oct. 17, 2015, near Fuchsoedt, Austria. (Sean Gallup/Getty Images)




In recent years, Europe has experienced a record influx of asylum seekers fleeing conflicts in Syria and other predominantly Muslim countries. This wave of Muslim migrants has prompted debate about immigration and security policies in numerous countries and has raised questions about the current and future number of Muslims in Europe.

To see how the size of Europe’s Muslim population may change in the coming decades, Pew Research Center has modeled three scenarios that vary depending on future levels of migration. These are not efforts to predict what will happen in the future, but rather a set of projections about what could happen under different circumstances.

The baseline for all three scenarios is the Muslim population in Europe (defined here as the 28 countries presently in the European Union, plus Norway and Switzerland) as of mid-2016, estimated at 25.8 million (4.9% of the overall population) – up from 19.5 million (3.8%) in 2010.

Even if all migration into Europe were to immediately and permanently stop – a “zero migration” scenario – the Muslim population of Europe still would be expected to rise from the current level of 4.9% to 7.4% by the year 2050. This is because Muslims are younger (by 13 years, on average) and have higher fertility (one child more per woman, on average) than other Europeans, mirroring a global pattern.

A second, “medium” migration scenario assumes that all refugee flows will stop as of mid-2016 but that recent levels of “regular” migration to Europe will continue (i.e., migration of those who come for reasons other than seeking asylum; see note on terms below). Under these conditions, Muslims could reach 11.2% of Europe’s population in 2050.

Finally, a “high” migration scenario projects the record flow of refugees into Europe between 2014 and 2016 to continue indefinitely into the future with the same religious composition (i.e., mostly made up of Muslims) in addition to the typical annual flow of regular migrants. In this scenario, Muslims could make up 14% of Europe’s population by 2050 – nearly triple the current share, but still considerably smaller than the populations of both Christians and people with no religion in Europe.

The refugee flows of the last few years, however, are extremely high compared with the historical average in recent decades, and already have begun to decline as the European Union and many of its member states have made policy changes aimed at limiting refugee flows (see sidebar).


How key terms are used in this report: Regular migrants, asylum seekers and refugees

Migrants: This broad category includes all people moving across international borders to live in another country.
Regular migrants/other migrants: People who legally move to Europe for any reason other than seeking asylum – e.g., for economic, educational or family reasons.

Asylum seekers: Migrants who apply for refugee status upon entry to Europe. Asylum seekers whose requests for asylum are rejected can appeal the decision but cannot legally stay in Europe if the appeal is denied.

Refugees: Successful asylum seekers and those who are expected to receive legal status once their paperwork is processed. Estimates are based on recent rates of approval by European destination country for each origin country (among first-time applicants) and adjusted for withdrawals of asylum requests, which occur, for example, when asylum seekers move to another European country or outside of Europe.

In limbo: Asylum seekers whose application for asylum has been or is expected to be denied. Though this population may remain temporarily or illegally in Europe, these migrants are excluded from the population estimates and projections in this report.

Predicting future migration levels is impossible, because migration rates are connected not only to political and economic conditions outside of Europe, but also to the changing economic situation and government policies within Europe. Although none of these scenarios will play out exactly as projected, each provides a set of rough parameters from which to imagine other possible outcomes. For example, if regular migration continues at recent levels, and some asylum seekers also continue to arrive and receive refugee status – but not as many as during the historically exceptional surge of refugees from 2014 to 2016 – then the share of Muslims in Europe’s population as of 2050 would be expected to be somewhere between 11.2% and 14%.

While Europe’s Muslim population is expected to grow in all three scenarios – and more than double in the medium and high migration scenarios – Europe’s non-Muslims, on the other hand, are projected to decline in total number in each scenario. Migration, however, does mitigate this decline somewhat; nearly half of all recent migrants to Europe (47%) were not Muslim, with Christians making up the next-largest group.

Taken as a whole, Europe’s population (including both Muslims and non-Muslims) would be expected to decline considerably (from about 521 million to an estimated 482 million) without any future migration. In the medium migration scenario, it would remain roughly stable, while in the high migration scenario it would be projected to grow modestly.

The impact of these scenarios is uneven across different European countries (see maps below); due in large part to government policies, some countries are much more affected by migration than others.

Countries that have received relatively large numbers of Muslim refugees in recent years are projected to experience the biggest changes in the high migration scenario – the only one that projects these heavy refugee flows to continue into the future. For instance, Germany’s population (6% Muslim in 2016) would be projected to be about 20% Muslim by 2050 in the high scenario – a reflection of the fact that Germany has accepted many Muslim refugees in recent years – compared with 11% in the medium scenario and 9% in the zero migration scenario.

Sweden, which also has accepted a relatively high number of refugees, would experience even greater effects if the migration levels from 2014 to mid-2016 were to continue indefinitely: Sweden’s population (8% Muslim in 2016) could grow to 31% Muslim in the high scenario by 2050, compared with 21% in the medium scenario and 11% with no further Muslim migration.

By contrast, the countries projected to experience the biggest changes in the medium scenario (such as the UK) tend to have been destinations for the highest numbers of regular Muslim migrants. This scenario only models regular migration.

And countries with Muslim populations that are especially young, or have a relatively large number of children, would see the most significant change in the zero migration scenario; these include France, Italy and Belgium.

Some countries would experience little change in any of the scenarios, typically because they have few Muslims to begin with or low levels of immigration (or both).

The starting point for all these scenarios is Europe’s population as of mid-2016. Coming up with an exact count of Muslims currently in Europe, however, is not a simple task. The 2016 estimates are based on Pew Research Center analysis and projections of the best available census and survey data in each country combined with data on immigration from Eurostat and other sources. While Muslim identity is often measured directly, in some cases it must be estimated indirectly based upon the national origins of migrants (see Methodology for details).

One source of uncertainty is the status of asylum seekers who are not granted refugee status. An estimated 3.7 million Muslims migrated to Europe between mid-2010 and mid-2016, including approximately 2.5 million regular migrants entering legally as workers, students, etc., as well as 1.3 million Muslims who have or are expected to be granted refugee status (including an estimated 980,000 Muslim refugees who arrived between 2014 and mid-2016).

Based on recent rates of approval of asylum applications, Pew Research Center estimates that nearly a million (970,000) additional Muslim asylum seekers who came to Europe in recent years will not have their applications for asylum accepted, based on past rates of approval on a country-by-country basis. These estimates also take into account expected rates of withdrawals of requests for refugee status (see Methodology for details).

Where these asylum seekers “in limbo” ultimately will go is unclear: Some may leave Europe voluntarily or be deported, while others will remain at least temporarily while they appeal their asylum rejection. Some also could try to stay in Europe illegally.

For the future population projections presented in this report, it is assumed that only Muslim migrants who already have – or are expected to gain – legal status in Europe will remain for the long term, providing a baseline of 25.8 million Muslims as of 2016 (4.9% of Europe’s population). However, if all of the approximately 1 million Muslims who are currently in legal limbo in Europe were to remain in Europe – which seems unlikely – the 2016 baseline could rise as high as 26.8 million, with ripple effects across all three scenarios.

These are a few of the key findings from a new Pew Research Center demographic analysis – part of a broader effort to project the population growth of religious groups around the world. This report, which focuses on Muslims in Europe due to the rapid changes brought on by the recent influx of refugees, provides the first estimates of the growing size of the Muslim population in Europe following the wave of refugees between 2014 and mid-2016. It uses the best available data combined with estimation and projection methods developed in prior Pew Research Center demographic studies. The projections take into account the current size of both the Muslim and non-Muslim populations in Europe, as well as international migration, age and sex composition, fertility and mortality rates, and patterns in conversion. (See Methodology for details.)

Europe’s Muslim population is diverse. It encompasses Muslims born in Europe and in a wide variety of non-European countries. It includes Sunnis, Shiites, and Sufis. Levels of religious commitment and belief vary among Europe’s Muslim populations. Some of the Muslims enumerated in this report would not describe Muslim identity as salient in their daily lives. For others, Muslim identity profoundly shapes their daily lives. However, quantifying religious devotion and categories of Muslim identity is outside the scope of this report.

Between mid-2010 and mid-2016, the number of Muslims in Europe grew considerably through natural increase alone – that is, estimated births outnumbered deaths among Muslims by more than 2.9 million over that period. But most of the Muslim population growth in Europe during the period (about 60%) was due to migration: The Muslim population grew by an estimated 3.5 million from net migration (i.e., the number of Muslims who arrived minus the number who left, including both regular migrants and refugees). Over the same period, there was a relatively small loss in the Muslim population due to religious switching – an estimated 160,000 more people switched their religious identity from Muslim to another religion (or to no religion) than switched into Islam from some other religion or no religion – although this had a modest impact compared with births, deaths and migration.1

By comparison, the non-Muslim population in Europe declined slightly between 2010 and 2016. A natural decrease of about 1.7 million people in the non-Muslim European population modestly outnumbered the net increase of non-Muslim migrants and a modest net change due to religious switching.

The rest of the report looks at these findings in greater detail. The first section examines the number of migrants to Europe between mid-2010 and mid-2016, including patterns by religion and refugee status. The next section details the top origin and destination countries for recent migrants to Europe, including in each case the estimated percentage of Muslims. One sidebar looks at European public opinion toward the surge in refugees from countries like Iraq and Syria; another summarizes trends in government policies toward refugees and migration in individual countries and the EU as a whole. The following section examines more deeply the three projection scenarios on a country-by-country basis. Finally, the last two sections reveal data on two other key demographic factors that affect population growth: fertility and age structure.

This report was produced by Pew Research Center as part of the Pew-Templeton Global Religious Futures project, which analyzes religious change and its impact on societies around the world. Funding for the Global Religious Futures project comes from The Pew Charitable Trusts and the John Templeton Foundation.

Surge in refugees – most of them Muslim – between 2014 and mid-2016

Overall, regardless of religion or immigration status, there were an estimated 7 million migrants to Europe between mid-2010 and mid-2016 (not including 1.7 million asylum seekers who are not expected to have their applications for asylum approved).

Historically, a relatively small share of migrants to Europe are refugees from violence or persecution in their home countries.2 This continued to be the case from mid-2010 to mid-2016 – roughly three-quarters of migrants to Europe in this period (5.4 million) were regular migrants (i.e., not refugees).

But the number of refugees has surged since 2014. During the three-and-a-half-year period from mid-2010 to the end of 2013, about 400,000 refugees (an average of 110,000 per year) arrived in Europe. Between the beginning of 2014 and mid-2016 – a stretch of only two and a half years – roughly three times as many refugees (1.2 million, or about 490,000 annually) came to Europe, as conflicts in Syria, Iraq and Afghanistan continued or intensified. (These figures do not include an additional 970,000 Muslim asylum seekers and 680,000 non-Muslim asylum seekers who arrived between mid-2010 and mid-2016 but are not projected to receive legal status in Europe.)

Of these roughly 1.6 million people who received refugee status in Europe between mid-2010 and mid-2016 (or are expected to have their applications approved in the future), more than three-quarters (78%, or 1.3 million) were estimated to be Muslims.3 By comparison, a smaller percentage of regular migrants to Europe in this period (46%) were Muslims, although this still greatly exceeds the share of Europe’s overall population that is Muslim and thus contributes to Europe’s growing Muslim population. In fact, about two-thirds of all Muslims who arrived in Europe between mid-2010 and mid-2016 were regular migrants and not refugees.

Altogether, a slim majority of all migrants to Europe – both refugees and regular migrants – between mid-2010 and mid-2016 (an estimated 53%) were Muslim. In total number, roughly 3.7 million Muslims and 3.3 million non-Muslims arrived in Europe during this period.

Non-Muslim migrants to Europe overall between mid-2010 and mid-2016 were mostly made up of Christians (an estimated 1.9 million), people with no religious affiliation (410,000), Buddhists (390,000) and Hindus (350,000). Christians made up 30% of regular migrants overall (1.6 million regular Christian migrants; 55% of all non-Muslim regular migrants) and 16% of all refugees (250,000 Christian refugees; 71% of all non-Muslim refugees).
Syria is top origin country not only for refugees but also for all Muslim migrants to Europe

Considering the total influx of refugees and regular migrants together, more migrants to Europe between mid-2010 and mid-2016 came from Syria than any other country. Of the 710,000 Syrian migrants to Europe during this period, more than nine-in-ten (94%, or 670,000) came seeking refuge from the Syrian civil war, violence perpetrated by the Islamic State or some other strife.

An estimated nine-in-ten Syrian migrants (91%) were Muslims. In this case and many others, migrants’ religious composition is assumed to match the religious composition of their origin country. In some other cases, data are available for migrants from a particular country to a destination country; for example, there is a higher share of Christians among Egyptian migrants to Austria than there is among those living in Egypt. When available, this type of data is used to estimate the religious composition of new migrants. (For more details, see the Methodology.)

After Syria, the largest sources of recent refugees to Europe are Afghanistan (180,000) and Iraq (150,000). Again, in both cases, nearly all of the migrants from these countries were refugees from conflict, and overwhelming majorities from both places were Muslims.

Several other countries, however, were the origin of more overall migrants to Europe. India, for example, was the second-biggest source of migrants to Europe (480,000) between mid-2010 and mid-2016; very few of these migrants came as refugees, and only an estimated 15% were Muslims.

The top countries of origin of migrants in legal limbo are not necessarily the top countries of origin among legally accepted refugees. For example, relatively few Syrians are in legal limbo, while Albania, where fewer asylum seekers come from, is the origin of a large number of rejected applicants. Afghanistan, meanwhile, is both a major source of legally accepted refugees and also a major country of origin of those in legal limbo.

Since the primary criterion for asylum decisions is the safety of the origin country, particularly dangerous countries, such as Syria, have much higher acceptance rates than others. For more information on the countries of origin of those in legal limbo see Pew Research Center’s 2017 report, “Still in Limbo: About a Million Asylum Seekers Await Word on Whether They Can Call Europe Home.”

Syria also was by far the single biggest source of Muslim migrants to Europe overall in recent years. But Morocco, Pakistan, Bangladesh and Iran also sent considerable numbers of Muslim migrants to Europe between mid-2010 and mid-2016 – more than 1 million combined – and the vast majority of Muslims from these countries came to Europe as regular migrants and not as refugees.
Germany is top destination for Muslim refugees; UK is leading destination for regular Muslim migrants

Germany was the destination for an estimated 670,000 refugees between mid-2010 and mid-2016 – more than three times as many as the country with the next-largest number, Sweden (200,000). A similar number of regular migrants from outside Europe also arrived in Germany in recent years (680,000). But religiously, refugees and other migrants to Germany look very different; an estimated 86% of refugees accepted by Germany were Muslims, compared with just 40% of regular migrants to Germany.

Germany has the largest population and economy in Europe, is centrally located on the continent and has policies favorable toward asylum seekers (for more on EU policies toward refugees, see this sidebar). The UK, however, actually was the destination for a larger number of migrants from outside Europe overall between mid-2010 and mid-2016 (1.6 million). The UK voted in a 2016 referendum to leave the EU, which may impact immigration patterns in the future, but it is still counted as part of Europe in this report.

Relatively few recent immigrants to the UK (60,000) were refugees, but more than 1.5 million regular migrants arrived there in recent years. Overall, an estimated 43% of all migrants to the UK between mid-2010 and mid-2016 were Muslims.

Combining Muslim refugees and Muslim regular migrants, Germany was the destination for more Muslim migrants overall than the UK (850,000 vs. 690,000).

France also received more than half a million Muslim migrants – predominantly regular migrants – between mid-2010 and mid-2016, while 400,000 Muslims arrived in Italy. The two countries accepted a combined total of 210,000 refugees (130,000 by Italy and 80,000 by France), most of whom were Muslims.

Sweden received even more refugees than the UK, Italy and France, all of which have much larger populations. A large majority of these 200,000 refugees (an estimated 77%) were Muslims; Sweden also received 250,000 regular migrants, most of whom were Muslims (58%). Overall, 300,000 Muslim migrants – 160,000 of whom were refugees – arrived in Sweden in recent years. Only Germany, the UK, France and Italy received more Muslim migrants to Europe overall since mid-2010. But because Sweden is home to fewer than 10 million people, these arrivals have a bigger impact on Sweden’s overall religious composition than does Muslim migration to larger countries in Western Europe.

These estimates do not include migration from one EU country to another. Some countries, particularly Germany, received a large number of regular migrants from within the EU. In fact, with about 800,000 newcomers from other EU countries, Germany received more intra-EU migrants than regular migrants from outside the EU. Intra-EU migrants tend to have a similar religious composition to Europeans overall.

The number of Muslim asylum seekers in legal limbo – i.e., those who already have had or are expected to have their applications for asylum rejected – varies substantially from country to country, largely because of differences in policies on asylum, variation in the number of applications received and differing origins of those migrants. Germany, for example, has a high number of Muslim migrants in legal limbo despite a relatively low rejection rate – mainly because it has received such a large number of applications for asylum. Germany received about 900,000 applications for asylum from Muslims between mid-2010 and mid-2016, and is projected to ultimately accept 580,000 and reject roughly 320,000 – or slightly more than one-third (excluding applications that were withdrawn).

This rejection rate is similar to Sweden’s; Sweden ultimately is expected to reject an estimated 90,000 out of roughly 240,000 Muslim applications (again, excluding withdrawals). France, meanwhile, is projected to reject three-quarters of applications from Muslims, leaving an “in limbo” population of 140,000 (out of 190,000 Muslim applications). Italy is expected to reject about half of Muslim applicants (90,000 out of 190,000 applications), and the UK is projected to reject 60,000 out of 100,000.

Data for the 2010 to 2013 period are based on application decision rates. But due to the combination of still-unresolved applications and lack of comprehensive data on recent decisions when this analysis took place, rejection patterns for the 2014 to mid-2016 period are estimated based on 2010 to 2013 rates of rejection for each origin and destination country pair (for details, see Methodology). There is no religious preference inherent to the asylum regulations in Europe. However, if religious persecution is a reason for seeking asylum, that context (as opposed to religious affiliation in and of itself) can be considered in the decision process. Religion is estimated in this report based on available information about countries of origin and migration flow patterns by religion – application decisions are not reported by religious group.

Iraqi and Syrian refugees perceived as less of a threat in countries where more of them have sought asylum

Does public opinion toward refugees invariably turn negative as their numbers rise? Apparently not. In some European countries that have attracted large numbers of refugees from Iraq and Syria, public levels of concern about these refugees are relatively low. Meanwhile, in some countries where there are fewer refugees from Iraq and Syria, a much higher share of the public says they pose a “major threat,” according to a 2017 Pew Research Center survey.

For instance, Germany has been the primary destination country for asylum seekers from the Middle East, receiving 457,000 applications from Iraqis and Syrians between mid-2010 and mid-2016. Yet the share of people in Germany who say “large numbers of refugees from countries such as Iraq and Syria” pose a “major threat” is among the lowest of all European countries surveyed (28%).

Similarly, in Sweden, just 22% of the public says these refugees constitute a “major threat.” Iraqi and Syrian asylum seekers make up an even greater share of Sweden’s population than Germany’s; there are 139 asylum seekers from these countries for every 10,000 Swedes.

By contrast, majorities of the public in Greece (67%), Italy (65%) and Poland (60%) say large numbers of refugees from countries such as Iraq and Syria represent a “major threat,” even though there are relatively few such asylum seekers in these countries.4 Indeed, there are fewer than 10,000 people from Iraq and Syria seeking asylum in Italy and Poland combined, representing one or fewer per 10,000 residents in each country.

This pattern is not universal. Hungary received 85,000 applications for asylum from Iraqi and Syrian refugees between mid-2010 and mid-2016 – among the highest figures in Europe – and most Hungarians (66%) see this surge of refugees as a major threat. Hungary’s government decided to close its border with Croatia in October 2015, erecting a fence to keep migrants out. Tens of thousands of applications for asylum in Hungary have been withdrawn since 2015. (For more on government policies toward migration, see this sidebar.)

Concerns about refugees from Iraq and Syria, most of whom are Muslims, are tied to negative views about Muslims in general. In all 10 EU countries that were part of a Pew Research Center survey in 2016, people who have an unfavorable view of Muslims are especially likely to see a threat associated with Iraqi and Syrian refugees. In the United Kingdom, for example, 80% of those who have an unfavorable opinion of Muslims say large numbers of refugees from countries such as Iraq and Syria represent a major threat. Among British adults who view Muslims favorably, just 40% see the refugees as a major threat.



EU restrictions on migration tightening after surge

Changing government policies in European countries can have a major impact on migration flows. In recent years, several European countries – and the European Union itself, acting on behalf of its member states – have adopted policies that have generally moved to tighten Europe’s borders and to limit flows of migrants.

In 2016, the EU signed a deal with Turkey, a frequent stop for migrants coming from Syria. Under the terms of the deal, Greece, which shares a border with Turkey, can return to Turkey all new “irregular” or illegal migrants. In exchange, EU member states pledged to resettle more Syrian refugees living in Turkey and to increase financial aid for those remaining there. By 2017, the agreement had reduced by 97% the number of migrants coming from Turkey into Greece, according to the EU migration commissioner.

Another common path for large numbers of migrants to Europe is from sub-Saharan Africa to Italy, where they primarily arrive by sea from the Libyan coast. To try to stem the tide, Italy has worked with the Libyan coast guard to develop techniques to stop boats carrying the migrants, among other policies and tactics.

In addition, even Germany – the destination of more recent asylum seekers than any other European country — has deported some migrants, including to Afghanistan, and moved toward tougher border controls. German Chancellor Angela Merkel, following a September 2017 election that saw the far-right Alternative for Germany (AfD) party gain a presence in parliament for the first time, agreed to a limit of 200,000 asylum seekers per year.

Sweden and Austria also have accepted high numbers of refugees, especially relative to their small populations. But in November 2015, leaders announced a tightening of Sweden’s refugee policy, requiring identity checks to be imposed on all forms of transportation, and limiting family reunification with refugees. And in an October 2017 election, Austrian voters favored parties that had campaigned on taking a harder line on immigration.

Immigration – and not just by refugees – has been a major campaign issue in several countries, and it was one of the key factors in the Brexit debate over whether the UK, the destination of more regular migrants than any other European country in recent years, should remain in the European Union. In the aftermath of the 2016 referendum in which British voters opted to leave the EU, UK government officials have vowed to remove the country from the freedom-of-movement policy, which allows EU citizens to move to and work in EU member states without having to apply for visas, in March 2019.
How Europe’s Muslim population is projected to change in future decades

Pew Research Center’s three scenarios projecting the future size of the Muslim population in Europe reflect uncertainty about future migration flows due to political and social conditions outside of Europe, as well as shifting immigration policies in the region.

These projections start from an estimated baseline of 26 million Muslims in Europe as of 2016, which excludes asylum seekers who are not expected to gain legal status. Even with no future migration, Europe’s Muslim population is projected to increase by 10 million by 2050 based on fertility and age patterns (see here). If past levels of regular migration continue in the future – but with no more asylum seekers — the Muslim population in Europe would increase to nearly 58 million by midcentury (the medium scenario). And if the heavy refugee flows seen in recent years were to continue in the future on top of regular migration (the high migration scenario), there would be more than 75 million Muslims in Europe as of 2050.

In all three scenarios, the non-Muslim population in Europe is projected to shrink in total number between now and 2050.

As of 2016, France and Germany have the highest numbers of Muslims in Europe. But in the medium migration scenario, the United Kingdom would surpass them, with a projected 13 million Muslims in 2050 (compared with a projected 12.6 million in France and 8.5 million in Germany). This is because the UK was the top destination country for regular Muslim migrants (as opposed to refugees) between mid-2010 and mid-2016, and the medium scenario assumes that only regular immigration will continue.

Alternatively, in the high migration scenario, Germany would have by far the highest number of Muslims in 2050 – 17.5 million. This projection reflects Germany’s acceptance of a large number of Muslim refugees in recent years. The high scenario assumes that these refugee flows will continue in the coming decades, not only at the same volume but also with the same religious composition (i.e., that many refugees will continue to come from predominantly Muslim countries). Compared with the UK and France, Germany has received fewer regular Muslim migrants in recent years.

Other, smaller European countries also are expected to experience significant growth in their Muslim populations if regular migration or an influx of refugees continues (or both). For instance, in Sweden, the number of Muslims would climb threefold from fewer than a million (810,000) in 2016 to nearly 2.5 million in 2050 in the medium scenario, and fivefold to almost 4.5 million in the high scenario.

But some countries – even some large ones, like Poland – had very few Muslims in 2016 and are projected to continue to have very few Muslims in 2050 in all three scenarios. Poland’s Muslim population was roughly 10,000 in 2016 and would only rise to 50,000 in the medium scenario and 60,000 in the high scenario.

These growing numbers of Muslims in Europe, combined with the projected shrinkage of the non-Muslim population, are expected to result in a rising share of Muslims in Europe’s overall population in all scenarios.

Even if every EU country plus Norway and Switzerland immediately closed its borders to any further migration, the Muslim share of the population in these 30 countries would be expected to rise from 4.9% in 2016 to 7.4% in 2050 simply due to prevailing demographic trends. In the medium migration scenario, with projected future regular migration but no refugees, the Muslim share of Europe would rise to 11.2% by midcentury. And if high refugee flows were to continue in future decades, Europe would be 14% Muslim in 2050 – a considerable increase, although still a relative minority in a Christian-majority region.

Cyprus currently has the highest share of Muslims in the EU (25.4%), due largely to the historical presence of predominantly Muslim Turkish Cypriots in the northern part of the island. Migration is not projected to dramatically change the Muslim share of the population in Cyprus in future scenarios.

In both the zero and medium migration scenarios, Cyprus would maintain the largest Muslim share in Europe in 2050. But in the high migration scenario, Sweden – which was among the countries to accept a large number of refugees during the recent surge – is projected to surpass even Cyprus. In this scenario, roughly three-in-ten Swedes (30.6%) would be Muslim at midcentury.

Even in the medium scenario, without any future refugee flows, Sweden would be expected to have the second-largest Muslim share (20.5%) as of 2050. If migration were to stop altogether, a much smaller percentage of Swedes (11.1%) would be Muslim in 2050.

Migration also drives the projected increase in the Muslim shares of France, the UK and several other countries. Both France and the UK are expected to be roughly 17% Muslim by 2050 in the medium scenario, several percentage points higher than they would be if all future migration were to stop. Because both countries have accepted many more Muslim regular migrants than Muslim refugees, France and the UK do not vary as greatly between the medium scenario and the high scenario.

Germany, on the other hand, sees a dramatic difference in its projected Muslim share depending on future refugee flows. The share of Muslims in Germany (6.1% in 2016) would increase to 10.8% in 2050 under the medium scenario, in which regular migration continues at its recent pace and refugee flows stop entirely. But it would rise far more dramatically, to 19.7%, in the high scenario, if the recent volume of refugee flows continues as well. There is a similar pattern in Austria (6.9% Muslim in 2016, 10.6% in 2050 in the medium scenario and 19.9% in 2050 in the high scenario).

Another way to look at these shifts is by examining the extent of the projected change in the share of each country that is Muslim in different scenarios.

From now until midcentury, some countries in Europe could see their Muslim populations rise significantly in the medium and high scenarios. For example, the Muslim shares of both Sweden and the UK would rise by more than 10 percentage points in the medium scenario, while several other countries would experience a similar increase in the high scenario. The biggest increase for a country in any scenario would be Sweden in the high scenario – an increase of 22.4 percentage points, with the percentage of Muslims in the Swedish population rising to 30.6%.

Other countries would see only marginal increases under these scenarios. For example, Greece’s Muslim population is expected to rise by just 2.4 percentage points in the medium scenario. And hardly any change is projected in any scenario in several Central and Eastern European countries, including Poland, Latvia and Lithuania.

In Europe overall, even if all Muslim migration into Europe were to immediately and permanently stop – a zero migration scenario – the overall Muslim population of Europe would be expected to rise by 2.5 percentage points, from the current level of 4.9% to 7.4% by 2050. This is because Muslims in Europe are considerably younger and have a higher fertility rate than other Europeans. Without any future migrants, these prevailing demographic trends would lead to projected rises of at least 3 percentage points in the Muslim shares of France, Belgium, Italy and the UK.

Muslims have an average of one more child per woman than other Europeans

Migration aside, fertility rates are among the other dynamics driving Europe’s growing Muslim population. Europe’s Muslims have more children than members of other religious groups (or people with no religion) in the region. (New Muslim migrants to Europe are assumed to have fertility rates that match those of Muslims in their destination countries; for more details, see Methodology.)

Not all children born to Muslim women will ultimately identify as Muslims, but children are generally more likely to adopt their parents’ religious identity than any other.5

Taken as a whole, non-Muslim European women are projected to have a total fertility rate of 1.6 children, on average, during the 2015-2020 period, compared with 2.6 children per Muslim woman in the region. This difference of one child per woman is particularly significant given that fertility among European Muslims exceeds replacement level (i.e., the rate of births needed to sustain the size of a population) while non-Muslims are not having enough children to keep their population steady.

The difference between Muslim women and others varies considerably from one European country to another. In some countries, the disparity is large. The current estimated fertility rate for Muslim women in Finland, for example, is 3.1 children per woman, compared with 1.7 for non-Muslim Finns.6

Among Western European countries with the largest Muslim populations, Germany’s Muslim women have relatively low fertility, at just 1.9 children per woman (compared with 1.4 for non-Muslim Germans). Muslims in the UK and France, meanwhile, average 2.9 children – a full child more per woman than non-Muslims. This is one reason the German Muslim population – both in total number and as a share of the overall population – is not projected to keep pace with the British and French Muslim populations, except in the high scenario (which includes large future refugee flows).

In some countries, including Bulgaria and Greece, there is little difference in fertility rates between Muslims and non-Muslims.

Over time, Muslim fertility rates are projected to decline, narrowing the gap with the non-Muslim population from a full child per woman today to 0.7 children between 2045 and 2050. This is because the fertility rates of second- and third-generation immigrants generally become similar to the overall rates in their adopted countries.

The low fertility rate in Europe among non-Muslims is largely responsible for the projected decline in the region’s total population without future migration.
Young Muslim population in Europe contributes to growth

The age distribution of a religious group also is an important determinant of demographic growth.

European Muslims are concentrated in young age groups – the share of Muslims younger than 15 (27%) is nearly double the share of non-Muslims who are children (15%). And while one-in-ten non-Muslim Europeans are ages 75 and older, this is true of only 1% of Muslims in Europe.

As of 2016, there is a 13-year difference between the median age of Muslims in Europe (30.4 years of age) and non-Muslim Europeans (43.8). Because a larger share of Muslims relative to the general population are in their child-bearing years, their population would grow faster, even if Muslims and non-Muslims had the same fertility rates.

As of 2016, France and Germany have the greatest age differences in Europe between Muslims and non-Muslims. The median age of Muslims in France is just 27, compared with 43 for non-Muslims. Germany has an equally large gap (31 for Muslims, 47 for non-Muslims).

Paul Krugman: ¿Es necesaria tanta desigualdad?



¿Qué tan ricos queremos que sean los ricos?


Se puede decir que es la cuestión alrededor de la que gira la política de los Estados Unidos. Los liberales quieren aumentar los impuestos sobre los altos ingresos y usar esos recursos para fortalecer las polticas más solidarias. Los conservadores quieren hacer lo contrario. Argumentan que políticas que primen el cobro de impuestos a los más ricos perjudicarán a la sociedad en su conjunto al reducir los incentivos para crear riqueza.Las últimas experiencias no favorecen la defensa de la postura conservadora. El Presidente Obama impulsó una subida de impuestos importante para los que más ganan y su reforma del sistema de salud ha supuesto la expansión más grande del Estado de bienestar desde el mandato de Lyndon B. Johnson. Los conservadores, por su parte, no dudaron en pronosticar el desastre económico del mismo modo que ya lo habían hecho cuando Bill Clinton aumentó los impuestos al 1 por ciento más rico del país. Y lo que ha sucedido, en cambio, es que Obama ha encabezado el período con mayor crecimiento del empleo desde la década de 1990.Photo



¿Existe, entonces, un debate a largo plazo que defienda la existencia de niveles altos de desigualdad?


No les sorprendería escuchar que muchos miembros de la élite económica creen que sí. Tampoco les sorprendería saber que estoy en desacuerdo y que creo que la economía puede crecer si se da una concentración mucho menor de la riqueza en las clases altas. ¿Pero por qué lo creo?


Me parece útil pensar en los tres modelos que explican de dónde podría provenir la desigualdad extrema teniendo en cuenta que la economía real incluye elementos de los tres.


En el primero, las variaciones en los niveles de productividad de diferentes individuos podrían ser responsables de altos niveles de desigualdad: algunas personas son capaces de hacer contribuciones cientos o miles de veces mayores que la media. Esa es la postura expresada en un ensayo reciente, y muy citado, del inversionista Paul Graham, que ha resultadopopular en Silicon Valley entre personas que ganan cientos o miles de veces más que sus empleados.


En el segundo, la desigualdad podría deberse, en gran medida, a la suerte. En un clásico del cine, “El tesoro de Sierra Madre”, un viejo buscador de oro explica que este mineral vale tanto (y por eso los que lo encuentran se vuelven ricos) gracias a la labor de toda la gente que fue a buscarlo y no lo encontró. Del mismo modo, podríamos encontrarnos ante un sistema económico en el cual quienes tienen éxito no son necesariamente más inteligentes ni más trabajadores que aquellos que no lo tienen, son solo quienes están en el lugar adecuado en el momento adecuado.


Y en el tercero, el poder sería la fuerza que se encuentra tras niveles de desigualdad tan grandes: como los ejecutivos de las grandes corporaciones que se marcan sus propios salarios y los operadores financieros que se hacen ricos con el uso de información privilegiada o por cobrar honorarios inmerecidos de inversionistas ingenuos.


Como dije, la economía real contiene elementos de los tres modelos. Sería tonto negar que algunas personas son, de hecho, mucho más productivas que la media. Igual de tonto sería negar que tener éxito en los negocios (o, de hecho, en cualquier otra cosa) tiene mucho que ver con la suerte, no solo la suerte de ser el primero en toparse con una idea o estrategia muy rentable, sino también con la suerte de ser hijo de los padres correctos.


Y, sin duda, el poder también es un factor importante. Al leer a personas como Graham, uno podría imaginarse que los ricos de Estados Unidos son, sobre todo, emprendedores. De hecho, el 0,1 por ciento de los ricos son, sobre todo, altos ejecutivos y, aunque el origen de las fortunas de algunos de estos ejecutivos puede estar vinculado al entorno start-up, es muy probable que la mayoría haya llegado ahí ascendiendo por el escalafón empresarial tradicional. El aumento en los ingresos de los que están en la cima refleja en gran medida el exorbitante sueldo de los directivos, no las recompensas a la innovación.


Pero, sea cual sea el caso, la verdadera pregunta es si podemos redistribuir una parte del ingreso que actualmente se queda en manos de la élite sin paralizar el crecimiento.


No diremos que la redistribución está mal por naturaleza. Incluso si los ingresos elevados fueran un reflejo perfecto de la productividad, los resultados del mercado no sirven como justificación moral. Y dado que en realidad la riqueza es, a menudo, un reflejo de la suerte o el poder, existen argumentos sólidos para recuperar una parte de esa riqueza a través de los impuestos y usarla para contribuir a la fortaleza de la sociedad en general, siempre y cuando esto no termine con los incentivos para continuar creando riqueza.


Y no hay razón para creer que así sería.


En la historia, el período de mayor crecimiento y avance tecnológico más rápido en los Estados Unidos se dio durante los cincuenta y los sesenta, a pesar de que los impuestos eran mucho más elevados para quienes disponían de mayores ingresos y la desigualdad era mucho menor en comparación con la época actual.


En el mundo de hoy, países como Suecia, con impuestos elevados y baja desigualdad, resultan altamente innovadores y son sede de muchas empresas tecnológicas. En parte, esto puede deberse a que hay fuertes mecanismos de protección social que alientan la toma de riesgos: la gente podría estar dispuesta a buscar oro, aunque su incursión no los haga más ricos que antes, si saben que no acabarán muertos de hambre en caso de quedarse con las manos vacías.


Así que, regresando a mi pregunta original: no, los ricos no tienen que ser tan ricos como lo son ahora. La desigualdad es inevitable; tanta desigualdad como la que se registra en Estados Unidos hoy en día no lo es.




Lee el blog de Paul Krugman, The Conscience of a Liberal, y síguelo en Twitter.

#VotoJoven: #MarcasPolíticas y la disruptividad de electores más complejos



Por Rubén Weinsteiner

Con el voto a los 16 años se incorporaron 1,2 millones de nuevos votantes al padrón nacional. En el nuevo escenario el 39% de los votantes tiene menos de 34 años, lo que llamamos voto joven.

Obteniendo una victoria del 50% en este segmento se obtendrían 18 puntos en el total nacional, lo que junto a un despliegue moderado en el resto de los segmentos construiría una ventaja indescontable en cualquier escenario.


En las elecciones de 2008, Obama derrotó a Mc Cain 52,9 % a 45,7, la diferencia que le permitió compensar derrotas en segmentos importantes y construir esos 7 puntos fue el 68% de apoyo entre los menores de 30 años.

En las elecciones de 2012 volvió a conseguir una importante ventaja en ese segmento frente a Mitt Romney, quedandosé con el 60% de los votos sub 30, y también ahí construyó la diferencia que le permitió consolidar su victoria .

Tanto es así que Obama alcanzó los diferenciales mayores en el segmento joven y de esa manera consiguió la victoria en cuatro de los estados clave por la cantidad de electores para el colegio electoral que asignan, sin los que no hubiera alcanzado la presidencia: Florida, Ohio, Pennsylvania y Virginia.

En la provincia de Buenos Aires, cada año son 250.000 los chicos que hacen el cambio de documento al cumplir los 16 años. En Córdoba 112.000 jóvenes estarán en condiciones de votar a partir de la nueva ley. En Santa Fe un total de 107.433, en Mendoza 64.000 jóvenes, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, unos 62.000 jóvenes. En Santiago del Estero 57.000, en Chaco se incorporarán 49.302, en Entre Ríos 46.500, en Tucumán 56.000, en Salta 50.000, en Misiones 30.000 jóvenes. En Formosa no hay información oficial, pero serían 27.000.


El voto jóven recrea mecanismos de tensión joven-adulto y esta tensión se focaliza desde lo emotivo en el planteo y posible enrolamiento en conflictos y luchas contra poderes importantes y con final abierto.

Desde lo funcional la acumulación en términos de preferencias en este segmento se apoya en 2 clivajes específicos:

a)prohibido-permitido

b) institucionalizado-desinstitucionalizado

El joven pone en emergencia conductas “asociales” que muchos viven y practican subterráneamente; constituyendo "lo que viene", "la próxima cultura" más que una contracultura.

Los jóvenes barometrizan el cambio, por eso lo demandan, y el cambio lo anclan en el límite de lo que la ley habilita y lo que prohíbe.

La demanda implícita es permitir lo que está prohibido pero como dice la marcha de la bronca de Pedro y Pablo “haré de cualquier modo” .

La otra demanda fundamental de este segmento es la institucionalización de soluciones. Esta institucionalización conlleva una legitimación implícita demandada, de valores, sentimientos, necesidades, etc.

El segmento demanda ocupar el imaginario de la clase política. A este segmento el discurso de los de 50 les resulta ajeno emocionalmente, lento conceptualmente y aburrido discursivamente, pero la zona donde la brecha mas se profundiza, es en la credibilidad, los jóvenes no le creen a los mayores.

Esa linealidad de las series de los setenta y ochenta donde todo está demasiado claro, lo bueno, lo malo, los buenos y los malos, lo que está bien y lo que está mal, no resulta creíble en este segmento. Esa unidimensionalidad bajada al discurso resulta inverosímil, “careta”, y sus emisores “truchos y gatos”.

Desde la emergencia, la organización del debate para el segmento se da en torno al clivaje “gato”-autentico. Los otros son la impostura, los que dicen una cosa pero son otra, contra eso, se plantea un modelo normativo de autenticidad, sencillez y transparencia.

No ser “careta”, no ser “gato”, no ser “trucho”, ser o en realidad parecer verdadero, transparente. El marco de referencia está afuera pero dentro del círculo tribal, esa figura referencial emerge por un cualidad específica, ser por ejemplo, el líder de la banda que más le gusta, pero además validar su autoridad con un discurso que se retrolegitime con los valores de la tribu, de autenticidad, y los proyecte hacia afuera.

Las experiencias de voto a los 16 en los diferentes países donde se habilitó ese derecho, marcan tasas de voto altas, los jóvenes “quieren usar la credencial”, son votantes comprometidos y convencidos, despegan y con facilidad del mandato de voto familiar. Demandan convocatorias a enfrentar y forzar, reconocimiento legitimación e institucionalización. Satisfacer deseos antes que necesidades. Es un voto emocional, complejo inteligente y definitorio en cualquier elección.


Rubén Weinsteiner

La generación perdida de Europa: jóvenes, educados y sin empleo

Por Alanna Petroff

En España y Grecia, el desempleo juvenil está por encima del 40%

Muchos siguen viviendo en casa de sus padres, mientras que otros han tenido que dejar a su familia y su país en busca de trabajo
 El desempleo juvenil en la zona euro se ha atascado entre el 19% y el 25% durante los últimos ocho años. En España y Grecia, está por encima del 40%.

A modo de comparación, el desempleo juvenil en EE.UU. está por debajo del 10%.

Los sombríos números subrayan la batalla de muchos jóvenes europeos que se enfrentan a la búsqueda de un trabajo que se ajuste a sus aspiraciones y su educación.

La frustración se apodera de legiones de jóvenes. Muchos siguen viviendo en casa de sus padres, mientras que otros han tenido que dejar a su familia y su país en busca de trabajo.

Se cree que esta tendencia es el factor en el aumento del populismo en Europa, que ahora amenaza con hacer añicos la clase política. Una gran prueba llegará a finales de este mes, cuando Francia celebre la primera ronda de una elección nacional fundamental.

CNNMoney habló con jóvenes del sur de Europa para entender su situación:

Stelios Qerimaj, 23 años

País: Grecia; Desempleo juvenil: 48%



"No hay trabajo. Dondequiera que pregunto, me han dicho que hay personas que están siendo despedidas en lugar de contratadas", dijo Qerimaj, quien lleva buscando trabajo como mecánico de automóviles desde que completó su título de técnico hace dos años.

"Me gustan los coches mucho, tal vez demasiado. Esto es lo que siempre quise hacer", dijo.

"Durante los últimos dos años he tenido trabajos ocasionales. Durante el invierno, trabajo en la construcción cuando hay trabajo. En el verano, he estado trabajando como camarero... No es lo que quiero hacer, pero cuando no hay puestos de trabajo no puedes permitirte el lujo de ser exigente".

Qerimaj dijo que no espera encontrar trabajo en su sector en Grecia y está considerando la posibilidad de abandonar el país. Alrededor de la mitad de sus amigos tienen trabajos con un sueldo muy bajo, y la otra mitad tienen trabajos ocasionales como él, "tratando de hacer todo lo posible para salir adelante", dijo.

Blanca del Valle Ortiz, 25 años

País: España; Desempleo juvenil: 42%



"Después de pasar la crisis financiera, la gente dijo que habría más oportunidades para encontrar empleo. No creo que sea el caso para nada", dijo Del Valle Ortiz, quien recientemente renunció a su trabajo a tiempo parcial como camarera en Madrid para centrarse en encontrar trabajo como ingeniera ambiental.

Del Valle Ortiz se licenció en Ciencias Ambientales y estudió una maestría en Gestión de residuos en septiembre de 2016. Ahora pasa las horas enviando solicitudes de empleo. Incluso está considerando mudarse a Irlanda o Dinamarca para encontrar trabajo.

"Las empresas demandan demasiada experiencia previa para un trabajo de nivel principiante, pero no nos dan las oportunidades iniciales y no podemos entrar en el mercado de trabajo", dijo. "Están creando un círculo vicioso".

Edda Ferrara, 24 años

País: Italia; Desempleo juvenil: 35%



"Se me hace difícil aceptar que no trabajo", dijo Ferrara, quien se graduó en Enfermería hace un año y sueña con trabajar en la sala de emergencias de un hospital.

Ferrara dijo que la burocracia y el nepotismo hacen difícil para ella y sus amigos encontrar trabajo en Italia.

"Mi familia y yo hicimos tantos sacrificios para que pudiera titularme. Desafortunadamente, esto me empuja a querer salir de Italia".

Actualmente, Ferrera vive con sus padres y cuida de niños de forma ocasional.

"Solo una minoría de mis amigos trabajan en su campo de estudio", dijo. "Muchos de ellos trabajan en bares y restaurantes, claramente haciendo cosas totalmente diferentes a lo que estudiaron y originalmente se propusieron hacer".

Joao Lourenço, 24 años

País: Portugal; Desempleo juvenil: 25%



"Los empleadores no ven a los jóvenes como el futuro. Ellos no apuestan por los jóvenes", dijo Lourenço, quien a regañadientes comenzó su maestría en Ingeniería mecánica después de no poder encontrar un trabajo durante meses.

"Estoy buscando trabajo, pero no es fácil", dijo. "Quiero un reto. No quiero un trabajo sólo para obtener un sueldo... Quiero sentirme útil".

Lourenço, que vive con sus padres, dijo que los programas gubernamentales diseñados para ayudar a los jóvenes a conseguir un trabajo han provocado una caída de los salarios.

"Es imposible tener un buen sueldo en tu primer trabajo. Pagan cantidades ridículas, incluso para personas con grados en ingeniería", dijo.

Bamody Camara, 22 años

País: Francia; Desempleo juvenil: 24%



"Vengo de un barrio pobre (en las afueras de París). No hay nada para mí, excepto (trabajos) en limpieza o cosas por el estilo", dijo Camara, quien lleva buscando empleo a tiempo completo más de un año.

Camara dijo que está constantemente enviando solicitudes de empleo, pero nunca recibe respuesta. Sospecha que algunos reclutadores la evitan porque pueden ver que viene de una zona desfavorecida y asumir "que va a tener líos".

"Me gustaría tener las mismas oportunidades que todos", dijo. "Fui a la escuela, no puedo entender por qué no puedo tener éxito en la vida, mientras que otros pueden".