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Alberto Fernández: Vengo a convocar a la unidad de toda la Argentina
Alberto Fernández brinda este martes 10 de diciembre su primer discurso como Presidente de la Nación en la tradicional ceremonia ante la Asamblea Legislativa en el Congreso. El mandatario electo arribó minutos antes las 12 a la sede del Parlamento, donde fue recibido por la Comisión del Exterior del Honorable Congreso de la Nación en la explanada.
"Querido pueblo argentino, el 10 de diciembre de cada año no es un día cualquiera en nuestra memoria colectiva", comenzó el líder del Frente de Todos. "Toda crisis que se nos presentó supimos sobrellevar preservando el funcionamiento de la República, los argentinos hemos aprendido así, que las debilidades y las insuficiencias de la democracia solo se resuelven con más democracia", expresó el flamante mandatario.
"Vengo a convocar a la unidad de toda la Argentina en pos de la construcción de un nuevo contrato ciudadano social, que sea fraterno y solidario. Fraterno porque ha llegado la hora de abrazar al diferente, solidario porque en esa emergencia social es tiempo de comenzar por los últimos para después poder llegar a todos", agregó.
Fernández planteó: "Los vengo a convocar sin distinciones a poner a la Argentina de pie, para que comience caminar paso tras paso con dignidad, rumbo al desarrollo con justicia social. Hoy más que nunca es necesario como condición necesaria para poder avanzar, eso supone antes que nada recuperar un equilibrio sociales, económicos y productivos que hoy no tenemos. Es hora de abandonar el aturdimiento. ser conscientes de las profundas heridas que hoy padecemos que necesitan curarse de tiempo, sosiego y sobre todo de humanidad".
"Tenemos que superar el muro del rencor y del odio, el del hambre que deja a millones de hombres y mujeres afuera de la mesa que es común y del despilfarro de nuestras energías productivas. Estos muros y no nuestras ideas distintas son las que nos dividen en este tiempo histórico. Por eso quisiera que estas palabras no sean un monólogo sino una invitación a una reflexión profunda", sostuvo el dirigente nacional.
"Superar los muros emocionales significa que todas y todos seamos capaces de convivir en la diferencia y que reconozcamos que nadie sobra en nuestra nación, ni en su opinión, ni en sus ideas, ni en sus manifestaciones. Tenemos que suturar demasiadas heridas abiertas de nuestra patria, apostar a la fractura y a la "grieta significa apostar a
"Superar los muros emocionales significa que todas y todos seamos capaces de convivir en la diferencia y que reconozcamos que nadie sobra en nuestra nación, ni en su opinión, ni en sus ideas, ni en sus manifestaciones. Tenemos que suturar demasiadas heridas abiertas de nuestra patria, apostar a la fractura y a la grieta significa apostar a que esas heridas sigan sangrando, actuar de eso modo sería lo mismo que empujarnos al abismo", sostuvo. Y añadió: "No cuenten conmigo para seguir transitando el camino del desencuentro, quiero ser el presidente capaz de descubrir la mejor faceta de quien piensa distinto a mí y quiero ser el primero en convivir con él".
"Quiero también ser capaz de corregir mis errores en lugar de situarme en el pedestal del iluminado, vengo a invitarlos a construir esa sociedad democrática que aún nos debemos. El sueño de una Argentina unida no necesita unanimidad, mucho menos uniformidad. Para lograr el sueño de una convivencia positiva partimos de que toda verdad es relativa, tal vez de la suma o la confrontación de esas verdades podamos alcanzar una superadora, supo decir con acierto Néstor Kirchner".
"Si actuamos de buena fe podemos ser capaces de identificar necesidades urgentísimas, y compartidas para acordar después mecanismos que superen aquellas contradicciones".
Sobre la emergencia alimentaria, consideró: "Que toda la Argentina unida le ponga un freno a esta catástrofe social. Uno de cada dos niñas y niños es pobre en nuestro país. Sin pan no hay presente ni futuro, la vida solo se padece, no hay democracia ni libertad. Por eso la primera reunión oficial de nuestro Gobierno consistirá en un encuentro de trabajo sobre esa prioridad: el plan integral Argentina contra el Hambre. Allí todo nuestro gabinete y las personalidades de la sociedad civil que se sumaron a nuestro llamado comenzaremos la acción que ponga fin a este presente penoso".
También indicó la necesidad de "reorientar prioridades en nuestra economía y estructura productiva". "Queremos un estado presente, constructor de justicia social, que le de aire a las economías familiares por eso vamos a implementar un sistema masivo de créditos no bancarios que brinde créditos a tasas bajas", anticipó.
"La cultura del trabajo se garantiza creando trabajos formales con todos los beneficios de la seguridad social, no de otro modo. Por eso pondremos en marcha acciones que faciliten que todos los titulares del salario social complementario puedan insertarse en el mundo laboral y cobrar por su trabajo", expresó.
Con respecto al desempleo de jóvenes, señaló: "Debemos garantizar el derecho al primer empleo a través de becas solventadas por el estado para que jóvenes se capaciten y trabajen en empresas, Pymes, organizaciones sociales y de la economía popular y la agricultura familiar. La idea de un nuevo contrato de ciudadanía social supone unir voluntades y articular al estado con las fuerzas políticas".
"Vamos a coincidir en que hemos llegado a esta situación porque se han aplicado muy mal las políticas económicas. Esa serie de decisiones económicas fueron determinantes para que el pueblo argentino en su mayoría las descalificara en las últimas elecciones".
"La inflación que tenemos actualmente es la más alta de los últimos 28 años(...). La tasa de desocupación es la más alta desde el 2006. El valor del dólar entre el 2015 y la actualidad pasó de 9,70 a 63. La Argentina no para de achicar su economía, el PBI per cápita es el más bajo desde el 2009. La pobreza está en los valores más altos desde el 2008. Retrocedimos más de 10 años en la lucha para reducir la pobreza. La indigencia actual está en sus valores más altos desde 2010. La deuda pública en relación al PBI está en su peor momento desde el año 2004 cuando estábamos en default", enumeró.
"Detrás de estos terroríficos números hay seres humanos con expectativas diezmadas. La economía y el tejido social hoy está en estado de extrema fragilidad como producto de esa aventura que propició la fuga de capitales, destruyó la industria y abrumó a las familias argentinas. En lugar de general dinamismo hemos pasado del estancamiento a una caída libre. En ese contexto he decidido que no le daremos tratamiento parlamentario al presupuesto nacional proyectado por el gobierno saliente para el ejercicio 2020. Sus números no reflejan la realidad de la macroeconomía, ni las realidades sociales ni los compromisos de deuda que realmente se han asumido", indicó.
Y prosiguió: "Un presupuesto adecuado solo puede ser proyectado una vez que la instancia de negociación de nuestra deuda haya sido completada. Y al mismo tiempo hayamos podido poner en práctica un conjunto de medidas económicas, productivas y sociales para compensar el efecto de la crisis en la economía real. La nación está endeudada con un manto de inestabilidad que desecha cualquier posibilidad de desarrollo y que deja al país rehén de los mercados financieros internacionales. Tenemos que sortear este escenario. Para poner a la Argentina de pie el proyecto debe ser propio e implementado por nosotros, no dictado por nadie de afuera con remanidas recetas que siempre han fracasado".
"Necesitamos aliviar la carga de la deuda para cambiar la realidad. Debemos volver a desarrollar una economía productiva que nos permita exportar y así generar capacidad de pago. El Gobierno que terminó su mandato ha dejado al país en una situación de virtual default. Por momentos siento estar transitando el mismo laberinto que nos atrapó a Néstor y a mí y en 2003", manifestó.
"Vamos a encarar el problema de la deuda externa. No hay pago que se puedan sostener si el país no crece, tan simple como eso. Para poder pagar hay que crecer primero. Buscaremos una relación constructiva y cooperativa con el FMI y nuestros acreedores, resolver el problema de una deuda insostenible que hoy tiene Argentina no es una cuestión de ganarle una disputa a nadie. El país tiene voluntad de pagar pero carece de capacidad para hacerlo. El Gobierno saliente tomó una inmensa deuda sin generar más producción con la cual obtener los dólares imprescindibles para pagarla. Los acreedores tomaron un riesgo al invertir en un modelo que ha fracasado en todo el mundo una y otra vez. Nosotros queremos resolver el problema y para eso necesitamos que todas las partes trabajemos responsablemente, no vamos a repetir la triste historia de técnicos imprudentes que prometen planes que no pueden cumplir y toman decisiones que luego comprometen el destino de millones de argentinos y argentinas. Seriedad en en análisis y responsabilidad en los compromisos que se asumen para que los más débiles dejen de padecer, bajo esas premisas asumiremos toda la negociación de nuestra deuda", sentenció.
Fernández planteó alternativas para garantizar un nuevo federalismo. "Llevaremos una parte sustancial de la actividad política a las provincias creando capitales alternativas", adelantó. También prometió descentralizar y relocalizar a organismos del estado federal.
El presidente también prometió un plan de reactivación de obras públicas a través de "proyectos de ejecución rápida". "Nuestro compromiso es garantizar la absoluta transparencia de los recursos destinados a la obra pública. Los ciudadanos podrán acceder a toda la información sobre el proyecto de la obra", dijo. También se impulsará la construcción de vivienda y acceso a la misma por parte de la población.
Sobre la relación de las relaciones internacionales, manifestó: "Argentina no debe aislarse y debe integrarse en la globalización, pero debe hacerlo con inteligencia preservando la producción y el trabajo nacional". "Nuestra Cancillería estará concentrada en conquistar nuevos mercados motorizar exportaciones, generar una activa promoción productiva de inversiones extranjeras", indicó. Asimismo, afirmó que "vamos a fortalecer el Mercosur".
"Seguimos apostando por una América Latina Unida", amplió. "Sabemos que se trata de un mundo altamente complejo, con grandes problemas y desequilibros económicos, Han crecido en varios países movimientos autoritarios, ha habido golpes de estado y en varios países creen reclamos ciudadanos contra el neoliberalismo y la inequidad social. En cualquier escenario Argentina levantará altos sus principios de defensa de la democracia", sostuvo.
Fernández habló de su intención de impulsar el reclamo de las Islas Malvinas y anunció un consejo para elaborar políticas de estado que trasciendan los mandatos.
"Mejorar la calidad de los DD.HH. y cívicos implica también superar esta pobre calidad institucional en la que vivimos, Es tiempo de ciudadanizar la democracia. Tenemos cuentas pendientes", indicó. "Sin Justicia realmente independiente, no hay democracia ni república. Solo existe una corporación de jueves atentos a satisfacer el deseo del poderoso y a castigar sin razón a quienes lo enfrentan. Hemos visto el deteriorio judicial en los últimos años, hemos visto persecuciones indebidas, y detenciones arbitraias inducidas por quienes gobiernan y silenciadas por cierta complacencia mediática por eso hoy vengo a manifestar frente a esta Asamblea y todo el pueblo argentino un contundente Nunca Más. Nunca más una justicia contaminada por servicios de inteligencia, operadores judiciales, procedimientos oscuros y por linchamientos mediáticos" remarcó.
Las perlas dentro del Congreso
Casi sin carteles, el recinto se colmó.
Como en viejas épocas, el expresidente Eduardo Duhalde se sentó junto a Carlos Menem y su hija Zulemita en una ubicación preferencial. Ambito
De a poco creció la concurrencia al Congreso de la Nación para la Asamblea Legislativa en la que jurará como presidente Alberto Fernández, quien recibirá el mando del saliente Mauricio Macri. Aquí lo que pasó hasta que el recinto se colmó.
Hasta el momento el único cartel que se vio fue el de Romina del Pla (FIT), que decía “Fuera Piñera. No al golpe en Bolivia”.
Eduardo Duhalde se sentó junto al expresidente Carlos Saúl Menem y su hija Zulemita, como en viejas épocas. Todos estuvieron sentados en un espacio preferencial del recinto, espacio reservado a los expresidentes.
En los palcos en el primer piso, ubicados de punta a centro, se ubicaron los industriales, gremios, intendentes, los representantes de Derechos Humanos y familiares de desaparecidos durante la última dictadura militar.
En uno de los costados del palco de industriales estuvo presente la CGT, entre ellos los dirigentes Héctor Daer, Andrés Rodríguez, Omar Viviani y Antonio Caló.
El vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, se ubicó en uno de los palcos de la esquina.
Puntuales: a las 10 en punto ingresó casi todo el bloque del PJ del Senado. Mientras que la primera legisladora en entrar fue la neuquina Alma Sapag.
El defensor de los Derechos Humanos, Adolfo Pérez Esquivel, fue uno de los primeros en sentarse en los palcos del primer piso.
Como en viejas épocas, el expresidente Eduardo Duhalde se sentó junto a Carlos Menem y su hija Zulemita en una ubicación preferencial. Ambito
De a poco creció la concurrencia al Congreso de la Nación para la Asamblea Legislativa en la que jurará como presidente Alberto Fernández, quien recibirá el mando del saliente Mauricio Macri. Aquí lo que pasó hasta que el recinto se colmó.
Hasta el momento el único cartel que se vio fue el de Romina del Pla (FIT), que decía “Fuera Piñera. No al golpe en Bolivia”.
Eduardo Duhalde se sentó junto al expresidente Carlos Saúl Menem y su hija Zulemita, como en viejas épocas. Todos estuvieron sentados en un espacio preferencial del recinto, espacio reservado a los expresidentes.
En los palcos en el primer piso, ubicados de punta a centro, se ubicaron los industriales, gremios, intendentes, los representantes de Derechos Humanos y familiares de desaparecidos durante la última dictadura militar.
En uno de los costados del palco de industriales estuvo presente la CGT, entre ellos los dirigentes Héctor Daer, Andrés Rodríguez, Omar Viviani y Antonio Caló.
El vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, se ubicó en uno de los palcos de la esquina.
Puntuales: a las 10 en punto ingresó casi todo el bloque del PJ del Senado. Mientras que la primera legisladora en entrar fue la neuquina Alma Sapag.
El defensor de los Derechos Humanos, Adolfo Pérez Esquivel, fue uno de los primeros en sentarse en los palcos del primer piso.
Trump firmará decreto para interpretar el judaísmo como una nacionalidad
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmará el miércoles un decreto presidencial para interpretar el judaísmo como una nacionalidad y no solo como una religión, una medida que su gobierno cree que combatirá lo que perciben como antisemitismo en los campus universitarios, dijo un funcionario de la Casa Blanca.
El inminente decreto fue reportado primero por The New York Times.
Se trata de un decreto que le permitiría a Trump tomar medidas adicionales para combatir los sentimientos anti-Israel y los movimientos de despojo en los campus universitarios al exigir que los colegios y universidades traten esos movimientos como discriminatorios para mantener sus fondos.
La medida activaría una parte de la Ley Federal de Derechos Civiles de 1964 que requiere que las instituciones educativas que reciben fondos federales no discriminen en función del origen nacional, según altos funcionarios del gobierno. El Departamento de Educación puede retener fondos federales de cualquier universidad o programa educativo que discrimine por motivos de raza, color u origen nacional, de acuerdo con la Ley de Derechos Civiles.
La religión no está cubierta en esa parte de la ley, por lo que la administración tendría que interpretar el judaísmo como una nacionalidad para potencialmente castigar a las universidades por violaciones a la norma.
Jared Kushner, yerno del presidente y asesor principal de la Casa Blanca, presionó a favor de la medida, según The New York Times.
La definición de antisemitismo será adoptada por el Departamento de Estado, cuya definición fue originalmente formulada por la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto, dijeron altos funcionarios de la administración.
El decreto presidencial llega pocos días después de que varios grupos judíos criticaran a Trump por un discurso que pronunció el sábado ante una organización israelí-estadounidense. Los grupos lo acusaron de usar estereotipos antisemitas.
Hablando en la Cumbre Nacional del Consejo Estadounidense Israelí en Florida, Trump sugirió que muchos de los asistentes al evento son ricos y se dedican a los bienes raíces, y que su riqueza guiaría sus votos en las elecciones presidenciales de 2020.
“Muchos de ustedes están en el negocio inmobiliario, porque los conozco muy bien. Ustedes son matones brutales, no son buenas personas en absoluto. Pero tienen que votar por mí, no tienen otra opción”, dijo. El presidente también regañó a algunos judíos estadounidenses por no amar a Israel “lo suficiente”.
Trump recibió una crítica similar durante su campaña presidencial de 2016 cuando le dijo a un grupo de republicanos judíos: “No me van a apoyar porque no quiero su dinero”.
Y si bien Estados Unidos había pedido tradicionalmente una solución de dos estados para el conflicto israelo-palestino, Trump ofreció flexibilidad pública al respecto y apoyó al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.
El mes pasado, el gobierno de Trump anunció una importante revocación de la política de Estados Unidos sobre los asentamientos israelíes en la Ribera Occidental, rechazando una opinión legal del Departamento de Estado de 1978 que consideraba que los asentamientos eran “incompatibles con el derecho internacional”.
El anuncio, que rompe con el derecho internacional y el consenso, es el último de una serie de movimientos pro-israelíes de línea dura que probablemente inflamen las tensiones entre la administración Trump y los palestinos.
La revocación de la política fue aclamada por Netanyahu, quien enfrenta una posible acusación criminal en tres investigaciones de corrupción, además de estar involucrado en una lucha para seguir siendo el líder de Israel, después de unas elecciones no concluyentes.
Tinelli, Vila y la liturgia militante acompañaron la asunción de Alberto
Hubo invitados como Alfonsín y Verbitsky. Correa y Lugo se colaron entre los diplomáticos. La reforma judicial fue lo más aplaudido por los legisladores y dos macristas levantaron un cartel por el presidente saliente.
Como en 2011, las tres bandejas de la Cámara de Diputados se ocuparon por completo para la asunción de un presidente y la más alta fue cubierta por militantes, dispuestos a contagiar el recinto con sus arengas.
El cancionero no se renovó. "Los pibes para la liberación", "Néstor no se fue", fueron las frases que volvieron a escucharse desde las gradas, donde hubo invitados variopintos.
Compartieron un balcón Daniel Vila y José Luis Manzano, dueños de América; el banquero Jorge Brito, el conductor televisivo Marcelo Tinelli, Malena Galmarini y su hermano Sebastián (esposa y cuñado de Massa) y Julián Domínguez, presidente de Diputados hasta 2011.
En la ventana reservada a militantes de derechos humanos se mostró Hebe de Bonafini (Madres de Plaza de Mayo), el ex premio nobel de la paz Adolfo Pérez Esquivel y el presidente del Cels Horacio Verbitsky. En la de gremios Héctor Daer (sanidad), Andrés Roríguez (UPCN) y Antonio Caló (UOM). Hugo y Pablo Moyano caminaban unos metros atrás. En el palco lindero, Osvaldo Cornide, el histórico líder de la Confederación CAME, no se perdió un detalle de la sesión.
El gabinete de Alberto Ferández.
Hubo mucho palco para kirchnerismo explícito con figuras como Gregorio Dalbón, uno de los abogados de Cristina; Héctor Recalde y el periodista Roberto Navarro, un piso más arriba. Otros invitados llamaron la atención fueron Ricardo Alfonsín, acompañado del dirigente radical César Martucci; y el ex diputado del PRO Daniel Lipovetzky, quien juró este lunes como legislador provincial por esa fuerza.
No faltaron los intendentes del conurbano como Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Airel Sujarchuk (Escobar), Fernando Grey (Esteban Echeverría), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Gustavo Menéndez (Merlo).
En el hemiciclo hubo un reducto para diplomáticos pero muy pocos presidentes y muchos ex: el ecuatoriano Rafael Correa, el paraguayo Fernando Lugo y el uruguayo José Mujica hicieron la previa intercambiando anécdotas.
A pocos metros, pegados al estrado, los gobernadores (sólo faltaron el salteño Gustavo Sáenz y el fueguino Gustavo Melella) se mezclaron con una figura inesperada: Carlos Menem, senador con mandato hasta 2023 y clave para el quórum, pero que prefirió no estar en el recinto junto a sus colegas, que como siempre quedaron amontonados delante de las bancas.
Lo acompañó su hija Zulema y a su lado se ubicó Eduardo Duhalde, que siempre asiste como ex jefe de Estado. El cordobés Juan Schiaretti fue el más efusivo en saludar a sus ex líderes.
Como en 2011, las tres bandejas de la Cámara de Diputados se ocuparon por completo para la asunción de un presidente y la más alta fue cubierta por militantes, dispuestos a contagiar el recinto con sus arengas.
El cancionero no se renovó. "Los pibes para la liberación", "Néstor no se fue", fueron las frases que volvieron a escucharse desde las gradas, donde hubo invitados variopintos.
Compartieron un balcón Daniel Vila y José Luis Manzano, dueños de América; el banquero Jorge Brito, el conductor televisivo Marcelo Tinelli, Malena Galmarini y su hermano Sebastián (esposa y cuñado de Massa) y Julián Domínguez, presidente de Diputados hasta 2011.
En la ventana reservada a militantes de derechos humanos se mostró Hebe de Bonafini (Madres de Plaza de Mayo), el ex premio nobel de la paz Adolfo Pérez Esquivel y el presidente del Cels Horacio Verbitsky. En la de gremios Héctor Daer (sanidad), Andrés Roríguez (UPCN) y Antonio Caló (UOM). Hugo y Pablo Moyano caminaban unos metros atrás. En el palco lindero, Osvaldo Cornide, el histórico líder de la Confederación CAME, no se perdió un detalle de la sesión.
El gabinete de Alberto Ferández.
Hubo mucho palco para kirchnerismo explícito con figuras como Gregorio Dalbón, uno de los abogados de Cristina; Héctor Recalde y el periodista Roberto Navarro, un piso más arriba. Otros invitados llamaron la atención fueron Ricardo Alfonsín, acompañado del dirigente radical César Martucci; y el ex diputado del PRO Daniel Lipovetzky, quien juró este lunes como legislador provincial por esa fuerza.
No faltaron los intendentes del conurbano como Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Airel Sujarchuk (Escobar), Fernando Grey (Esteban Echeverría), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Gustavo Menéndez (Merlo).
En el hemiciclo hubo un reducto para diplomáticos pero muy pocos presidentes y muchos ex: el ecuatoriano Rafael Correa, el paraguayo Fernando Lugo y el uruguayo José Mujica hicieron la previa intercambiando anécdotas.
A pocos metros, pegados al estrado, los gobernadores (sólo faltaron el salteño Gustavo Sáenz y el fueguino Gustavo Melella) se mezclaron con una figura inesperada: Carlos Menem, senador con mandato hasta 2023 y clave para el quórum, pero que prefirió no estar en el recinto junto a sus colegas, que como siempre quedaron amontonados delante de las bancas.
Lo acompañó su hija Zulema y a su lado se ubicó Eduardo Duhalde, que siempre asiste como ex jefe de Estado. El cordobés Juan Schiaretti fue el más efusivo en saludar a sus ex líderes.
Amazon acusó a Donald Trump de haber presionado para que no le adjudicaran un contrato con el Estado
Hace algunos meses, el mandatario norteamericano había afirmado que la empresa de comercio online perjudica la economía de EE.UU.
Amazon aseguró que Donald Trump presionó para que no le adjudicaran un contrato con el Estado
La empresa Amazon acusó este lunes al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de haber ejercido "presión inapropiada" para que el Departamento de Defensa no le adjudicara un contrato.
La compañía que dirige Jeff Bezos presentó una queja formal ante la Corte Federal de Reclamaciones, en Washington, por un contrato que el Pentágono le asignó a Microsoft. Bezos es, además, propietario de The Washington Post, un diario muy crítico de Trump.
"La cuestión es si al presidente de Estados Unidos debería permitírsele usar el presupuesto del Pentágono para conseguir sus fines personales y políticos", argumentó una fuente de Amazon citada por la agencia de noticias EFE.
"Los errores del Departamento de Defensa son difíciles de entender e imposibles de evaluar al margen de la voluntad expresada reiteradamente por parte del presidente de, en sus propias palabras, joder a Amazon", agregó el informante.
La decisión del Pentágono de adjudicar a Microsoft el contrato para almacenamiento de datos en la nube, valuado en 10.000 millones de dólares, fue conocida a fines de octubre y resultó sorpresiva pues hasta entonces la favorita para ganarlo era Amazon.
El contrato tiene por objeto sustituir los sistemas propios de almacenamiento por las nubes de gigantes tecnológicos, lo que permite tener acceso a las últimas tecnologías y a servidores masivos.
Además del valor económico, la importancia de ese contrato radica en que es considerado como un modelo al que pueden seguir otros organismos del Estado norteamericano.
Amazon aseguró que Donald Trump presionó para que no le adjudicaran un contrato con el Estado
La empresa Amazon acusó este lunes al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de haber ejercido "presión inapropiada" para que el Departamento de Defensa no le adjudicara un contrato.
La compañía que dirige Jeff Bezos presentó una queja formal ante la Corte Federal de Reclamaciones, en Washington, por un contrato que el Pentágono le asignó a Microsoft. Bezos es, además, propietario de The Washington Post, un diario muy crítico de Trump.
"La cuestión es si al presidente de Estados Unidos debería permitírsele usar el presupuesto del Pentágono para conseguir sus fines personales y políticos", argumentó una fuente de Amazon citada por la agencia de noticias EFE.
"Los errores del Departamento de Defensa son difíciles de entender e imposibles de evaluar al margen de la voluntad expresada reiteradamente por parte del presidente de, en sus propias palabras, joder a Amazon", agregó el informante.
La decisión del Pentágono de adjudicar a Microsoft el contrato para almacenamiento de datos en la nube, valuado en 10.000 millones de dólares, fue conocida a fines de octubre y resultó sorpresiva pues hasta entonces la favorita para ganarlo era Amazon.
El contrato tiene por objeto sustituir los sistemas propios de almacenamiento por las nubes de gigantes tecnológicos, lo que permite tener acceso a las últimas tecnologías y a servidores masivos.
Además del valor económico, la importancia de ese contrato radica en que es considerado como un modelo al que pueden seguir otros organismos del Estado norteamericano.
Elecciones en Boca: más que una derrota para el macrismo:el costado político de perder el bastión fundacional del PRO
Por Ariel Greco
Otros tiempos: cuando Macri y Angelici creían que el poder en Boca era eterno.
La derrota del macrismo en Boca tiene un simbolismo mucho mayor que una caída electoral en una institución de fútbol. Desde que Mauricio Macri le ganó las elecciones de diciembre de 1995 a Antonio Alegre y Carlos Heller, uno de los clubes más populares del país se transformó en una usina generadora de dirigentes que saltaron desde Boca hacia la política local y nacional, casi sin escalas. Por eso, después de las derrotas electorales de octubre, el impacto de las votaciones en Boca tienen un efecto multiplicador.
Cuando Juan Román Riquelme anunció su participación en las elecciones xeneizes como vicepresidente segundo de la lista que encabezaban Jorge Ameal y Mario Pergolini, muchos compararon esa estrategia con la que había hecho Cristina Fernández de Kirchner anunciando su postulación en la fórmula presidencial junto a Alberto Fernández. Con el resultado del 52,9 por ciento de los votos contra el 30,6 que obtuvo la lista oficialista que proponía a Christian Gribaudo y Juan Carlos Crespi, el acierto del máximo ídolo del club quedó corroborado y el golpe de nocaut hacia el bastión donde nació y creció el macrismo resultó insoslayable.
Cuando aterrizó en Boca, una de las promesas de campaña de Macri fue potenciar las divisiones juveniles para formar un equipo con 9 de 11 jugadores de inferiores. Obviamente, la concreción de esa promesa se podría equiparar a otras que hizo en su campaña a presidente de la Nación, como "pobreza cero" o "no vas a perder nada de lo que ya tenés".
Pero ante la falta de armado político propio, el club sí se transformó en una especie de divisiones inferiores de dirigentes, que hicieron sus primeras armas en Boca y luego fueron pasando a la función pública. Allí sí se puede armar un equipo titular y con suplentes destacados. El listado podría comenzar con la gobernadora saliente de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, que comenzó a trabajar con Macri en la Fundación Boca Social , al fiscal Carlos Stornelli, que fue jefe de seguridad del club con estrecho vínculo con el líder de la barra brava del club Rafael Di Zeo.
Los nombres se suceden: Andrés Ibarra saltó de gerente en Boca a ministro de modernización del Gobierno saliente. Francisco Quintana, ex presidente de los jóvenes PRO y Consejero de la Magistratura, también se desempeña como titular de la Asamblea de Representantes de Boca y fue el jefe de campaña de Gribaudo. O el propio candidato perdedor en las elecciones del domingo, que alternó su militancia en el club con ser el presidente del Instituto de Previsión Social de la Provincia de Buenos Aires y diputado nacional por la provincia de Buenos Aires entre 2007 y 2011.
A ellos se les podría sumar el embajador en Portugal Oscar Moscariello, que era vicepresidente del club y legislador por la ciudad en simultáneo. Con menos pompa, Ernesto Petrini, Fabián Horacio Zampone y Jorge Wellington Alves también cumplieron la doble función de dirigentes xeneizes y hombres PRO. Y se dio hasta sin necesidad de ser directivos: la amistad forjada con Macri a partir de los negocios en la compra y venta de jugadores le sirvió al escribano Gustavo Arribas para acceder a la Dirección General de la Agencia Federal de Inteligencia.
Otro caso emblemático es el de Raúl Oscar Ríos, titular de la Agencia Gubernamental de Control del Gobierno de la Ciudad durante la gestión de Macri, que era además vocal titular de la CD boquense. Ríos fue eyectado de su cargo por la falta de controles en un trágico derrumbe con dos muertos de un gimnasio en Villa Urquiza en 2010, aunque eso no le impidió en medio de la tragedia cumplir la orden de Daniel Angelici de ir a la Bombonera a votar en contra de la renovación de contrato de Riquelme, votación que terminó desempatando Ameal y que terminó con la renuncia del entonces tesorero.
Tampoco es un hecho menor dentro de la interna radical que la agrupación de Boca que lidera Enrique Nosiglia, que apoyó a Macri desde su arribo a Boca en 1995, esta vez jugó para Ameal, lo que seguramente dejará un frente abierto en el futuro con Angelici, otro dirigente de extracción radical.
El Topo Gigio, la imagen recurrente para mostrar el poder de Riquelme.
Con esos antecedentes, no es difícil imaginarse el impacto de poder y simbólico que significa para Macri haber perdido también en Boca. El propio Riquelme lo expuso la semana pasada cuando contó que a horas de haber perdido las PASO, el presidente lo llamó para invitarlo a una negociación, porque no quería perder también en las elecciones del domingo. "Vos mandá a tu Daniel (Angelici), que yo mando a mi Daniel (Bolotnicoff, el representante de Román)", lo graficó con sutileza Riquelme, que aceptó la invitación a negociar, pero aclaró que su decisión ya estaba definida.
Como lo hizo en 2001, cuando patentó el festejo del "Topo Gigio" en un clásico ante River para exponer ante la Bombonera el destrato del entonces presidente xeneize que miraba desde un palco, Riquelme esperó su momento e hizo la jugada maestra. Irónicamente, aunque no se lo propuso, Román fue pieza clave, desde la cancha, para el crecimiento del macrismo. Y ahora, terminó siendo vital para darle puntapié de salida en el bastión fundacional.
Otros tiempos: cuando Macri y Angelici creían que el poder en Boca era eterno.
La derrota del macrismo en Boca tiene un simbolismo mucho mayor que una caída electoral en una institución de fútbol. Desde que Mauricio Macri le ganó las elecciones de diciembre de 1995 a Antonio Alegre y Carlos Heller, uno de los clubes más populares del país se transformó en una usina generadora de dirigentes que saltaron desde Boca hacia la política local y nacional, casi sin escalas. Por eso, después de las derrotas electorales de octubre, el impacto de las votaciones en Boca tienen un efecto multiplicador.
Cuando Juan Román Riquelme anunció su participación en las elecciones xeneizes como vicepresidente segundo de la lista que encabezaban Jorge Ameal y Mario Pergolini, muchos compararon esa estrategia con la que había hecho Cristina Fernández de Kirchner anunciando su postulación en la fórmula presidencial junto a Alberto Fernández. Con el resultado del 52,9 por ciento de los votos contra el 30,6 que obtuvo la lista oficialista que proponía a Christian Gribaudo y Juan Carlos Crespi, el acierto del máximo ídolo del club quedó corroborado y el golpe de nocaut hacia el bastión donde nació y creció el macrismo resultó insoslayable.
Cuando aterrizó en Boca, una de las promesas de campaña de Macri fue potenciar las divisiones juveniles para formar un equipo con 9 de 11 jugadores de inferiores. Obviamente, la concreción de esa promesa se podría equiparar a otras que hizo en su campaña a presidente de la Nación, como "pobreza cero" o "no vas a perder nada de lo que ya tenés".
Pero ante la falta de armado político propio, el club sí se transformó en una especie de divisiones inferiores de dirigentes, que hicieron sus primeras armas en Boca y luego fueron pasando a la función pública. Allí sí se puede armar un equipo titular y con suplentes destacados. El listado podría comenzar con la gobernadora saliente de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, que comenzó a trabajar con Macri en la Fundación Boca Social , al fiscal Carlos Stornelli, que fue jefe de seguridad del club con estrecho vínculo con el líder de la barra brava del club Rafael Di Zeo.
Los nombres se suceden: Andrés Ibarra saltó de gerente en Boca a ministro de modernización del Gobierno saliente. Francisco Quintana, ex presidente de los jóvenes PRO y Consejero de la Magistratura, también se desempeña como titular de la Asamblea de Representantes de Boca y fue el jefe de campaña de Gribaudo. O el propio candidato perdedor en las elecciones del domingo, que alternó su militancia en el club con ser el presidente del Instituto de Previsión Social de la Provincia de Buenos Aires y diputado nacional por la provincia de Buenos Aires entre 2007 y 2011.
A ellos se les podría sumar el embajador en Portugal Oscar Moscariello, que era vicepresidente del club y legislador por la ciudad en simultáneo. Con menos pompa, Ernesto Petrini, Fabián Horacio Zampone y Jorge Wellington Alves también cumplieron la doble función de dirigentes xeneizes y hombres PRO. Y se dio hasta sin necesidad de ser directivos: la amistad forjada con Macri a partir de los negocios en la compra y venta de jugadores le sirvió al escribano Gustavo Arribas para acceder a la Dirección General de la Agencia Federal de Inteligencia.
Otro caso emblemático es el de Raúl Oscar Ríos, titular de la Agencia Gubernamental de Control del Gobierno de la Ciudad durante la gestión de Macri, que era además vocal titular de la CD boquense. Ríos fue eyectado de su cargo por la falta de controles en un trágico derrumbe con dos muertos de un gimnasio en Villa Urquiza en 2010, aunque eso no le impidió en medio de la tragedia cumplir la orden de Daniel Angelici de ir a la Bombonera a votar en contra de la renovación de contrato de Riquelme, votación que terminó desempatando Ameal y que terminó con la renuncia del entonces tesorero.
Tampoco es un hecho menor dentro de la interna radical que la agrupación de Boca que lidera Enrique Nosiglia, que apoyó a Macri desde su arribo a Boca en 1995, esta vez jugó para Ameal, lo que seguramente dejará un frente abierto en el futuro con Angelici, otro dirigente de extracción radical.
El Topo Gigio, la imagen recurrente para mostrar el poder de Riquelme.
Con esos antecedentes, no es difícil imaginarse el impacto de poder y simbólico que significa para Macri haber perdido también en Boca. El propio Riquelme lo expuso la semana pasada cuando contó que a horas de haber perdido las PASO, el presidente lo llamó para invitarlo a una negociación, porque no quería perder también en las elecciones del domingo. "Vos mandá a tu Daniel (Angelici), que yo mando a mi Daniel (Bolotnicoff, el representante de Román)", lo graficó con sutileza Riquelme, que aceptó la invitación a negociar, pero aclaró que su decisión ya estaba definida.
Como lo hizo en 2001, cuando patentó el festejo del "Topo Gigio" en un clásico ante River para exponer ante la Bombonera el destrato del entonces presidente xeneize que miraba desde un palco, Riquelme esperó su momento e hizo la jugada maestra. Irónicamente, aunque no se lo propuso, Román fue pieza clave, desde la cancha, para el crecimiento del macrismo. Y ahora, terminó siendo vital para darle puntapié de salida en el bastión fundacional.
El cambio de tendencia en el consumo con tarjetas de crédito que quiere potenciar Alberto Fernández
Tras 18 meses consecutivos de fuertes caidas, con el "súper cepo" y la baja de tasas de interés, en noviembre se recuperó el consumo en tarjetas de crédito.
Según el informe mensual monetario del BCRA, en noviembre hubo un “mini boom” en el consumo con tarjetas de crédito.
Las financiación con “ plásticos” registró una expansión -promedio- mensual de 9,6%(sin estacionalidad). Es un número muy por arriba de la inflación que se espera para el mes (4,7%).
La reducción de tasas en general y específicamente del programa “Ahora 12 “, sumado a la ampliación del programa en términos de días de vigencia y de rubros alcanzados, posibilitó una suba muy significativa en términos reales.
El crédito al consumo privado (incluyendo tarjetas, personales y prendarios) arrastra caídas muy fuertes desde mayo del 2018: se encuentra hoy un 40%, en términos reales, por debajo en relación al inicio de la crisis. Semejante derrumbe se explica por el plan de "apretón monetario" (emisión cero) que se aplicó el Gobierno de Macri, dentro del acuerdo firmado con el FMI, desde septiembre del año pasado, que disparó las tasas de interés, para tratar de frenar la corrida de los argentinos al dólar.
Sin embargo, con las bajas de las tasas de interés que comenzó con el "súper cepo", en tarjetas de crédito ya nota un cambio de tendencia.
Alberto Fernández apuesta a profundizar ese cambio de tendencia para potenciar el consumo que tendrá dos motores. La mejora de ingresos, con los aumentos salariales y sumas extra previstas para el sector público y privado en diciembre. Y un fuerte impulso del crédito para empresas (en especial PyMEs) y familias (personales, tarjetas, prendarios) a tasas reales negativas, es decir, por debajo de la inflación.
Según el informe mensual monetario del BCRA, en noviembre hubo un “mini boom” en el consumo con tarjetas de crédito.
Las financiación con “ plásticos” registró una expansión -promedio- mensual de 9,6%(sin estacionalidad). Es un número muy por arriba de la inflación que se espera para el mes (4,7%).
La reducción de tasas en general y específicamente del programa “Ahora 12 “, sumado a la ampliación del programa en términos de días de vigencia y de rubros alcanzados, posibilitó una suba muy significativa en términos reales.
El crédito al consumo privado (incluyendo tarjetas, personales y prendarios) arrastra caídas muy fuertes desde mayo del 2018: se encuentra hoy un 40%, en términos reales, por debajo en relación al inicio de la crisis. Semejante derrumbe se explica por el plan de "apretón monetario" (emisión cero) que se aplicó el Gobierno de Macri, dentro del acuerdo firmado con el FMI, desde septiembre del año pasado, que disparó las tasas de interés, para tratar de frenar la corrida de los argentinos al dólar.
Sin embargo, con las bajas de las tasas de interés que comenzó con el "súper cepo", en tarjetas de crédito ya nota un cambio de tendencia.
Alberto Fernández apuesta a profundizar ese cambio de tendencia para potenciar el consumo que tendrá dos motores. La mejora de ingresos, con los aumentos salariales y sumas extra previstas para el sector público y privado en diciembre. Y un fuerte impulso del crédito para empresas (en especial PyMEs) y familias (personales, tarjetas, prendarios) a tasas reales negativas, es decir, por debajo de la inflación.
What Makes The Best Logos So Good
Every day consumers are confronted with countless logos, mostly unaware of how these icons are constantly transmitting a slew of messages aimed at the subconscious.
"A company's logo is its shorthand, a visual cue that tells a story of the brand's culture, behavior, and values," said Su Mathews Hale, a senior partner at the New York brand-strategy and design firm Lippincott. Because a logo may only have a second to tell this story, creating one "can sometimes be the most difficult aspect of branding," she said.
We had her guide us through some of her favorite projects she's worked on, as well as some of the corporate logos she most admires.
Wal-Mart Stores, Inc
Walmart
In 2005, Wal-Mart recruited Lippincott to reimagine its brand. It wanted to shed its image as a big corporate outlet for cheap products and become seen as a place where people could wisely save money and buy premium groceries. Wal-Mart debuted its new logo in 2008.
Mathews and her team felt that the old logo's all-caps, dark blue letters screamed "corporation" and had become inextricably linked to the popular view among critics who saw Wal-Mart as a malevolent giant crushing small businesses across the country. They deemed the star serving as a hyphen generic and forgettable. They also believed that businesses with hyphenated "mart" names conjured up images of corner stores and cheap outlets.
They decided to keep the color blue, which Mathews said is the world's favorite color, but go for a brighter hue they believed evoked modernity and trustworthiness. They replaced the sharp angles of the original letters with "a more humanistic font." Finally, they decided on an asterisk-like symbol they wanted to look like "a lightbulb going off in your head," a metaphor for Wal-Mart shoppers being smart for taking advantage of affordable, quality products. They chose a hue of yellow that appeared hopeful but didn't make it too bright because "bright yellow is associated with low-cost items in retail," said Mathews. She was happy to find that focus groups also interpreted the spark as a sun or flower, both positive associations.
eBay
In 2012, eBay basically had the inverse problem from Wal-Mart: It wanted to finally grow up, and its playful logo was getting in the way of its ambition. Mathews said that when Internet companies have electric, jumbled logos, they conjure up memories of the companies that died when the dot-com bubble burst. So, for eBay, she and her team stuck close to the original design but refined the typography, toned down the colors, and put the letters on the same baseline. The resulting logo is "more grounded" and better suited for a company that takes business seriously.
Hyatt
Hyatt Hotels Corporation bought AmeriSuites in 2004, and Lippincott was responsible for rebranding the chain as Hyatt Place, which launched in 2006. Hyatt and the designers believed that AmeriSuite's affordable business-suite market was beginning to be seen as boring, cheap alternatives to upscale hotels, and that the way to turn it around would be to turn it into the option for younger business travelers who may not be very wealthy but still appreciate luxury.
A fundamental component of the relaunch was to give every Hyatt Place an attractive, engaging lobby. The final logo combined two different shapes: In design, said Mathews, "a circle tends to be seen as modern and approachable" and "a square tends to be steadfast and disciplined." The design team chose vibrant colors for seven of the circles and picked black for two. When Hyatt Place signs are illuminated at night, the colored circles create an "H" for "Hyatt," which Mathews finds to be a fun, extra dimension of the logo.
Starbucks
Over the past several years, Starbucks has grown into a global powerhouse and has been heavily promoting its non-coffee products, like pastries, sandwiches, and teas. In 2011, it decided it wanted a simpler logo not tied to the word "coffee." Mathews was not involved in the project, but her Lippincott colleagues were.
The redesign started with a basic premise. When focus groups were asked what color Starbucks' logo was, explained Mathews, participants almost universally said "green." But the thing is, only the ring around the former logo was green — the siren character was outlined in black. Mathews said the designers freed the siren from her constraints and imbued her with the color with which customers were already associating the brand. They nixed the word "coffee" and brought the text outside of the circle, since the siren had become iconic enough to stand on her own.
"It's a great example of how a logo can evolve," said Mathews.
NBC
Lippincott has not worked with NBC, but Mathews said the NBC peacock is one of her favorite logos. She thinks the logo has improved over time as it's gotten simpler, and that even though the peacock's colors originally celebrated the advent of color television, the array of colors still transmits feelings of joy and energy.
FedEx
FedEx's logo is another one of Mathew's favorites. As shown by her work with the Hyatt Place logo, she likes images that have surprises in them, and the arrow formed by the "E" and "x" in FedEx is one of the best-known hidden designs. She also appreciates the timeless nature of the logo. "It could have be designed in 1970 or it could have been designed yesterday," she said.
It was actually created in 1994 by Lindon Leader, and it has won more than 40 design awards, partially for the reasons Mathews mentioned.
Apple
Mathews thinks that Apple's logo is a perfect example of how a logo needs to adapt to the changing direction of the company it represents. One of Apple's co-founders, Ronald Wayne, designed the first Apple logo, a weird, detailed etching of Sir Isaac Newton that was supposed to represent the way Apple was an ambitious outsider. That same year, Steve Jobs hired Rob Janoff to replace it with something more modern. Janoff came up with the now iconic image of an apple with a bite out of it, and Jobs decided Apple's unique approach to computers would be represented by making it rainbow-colored.
It became monochrome in 1998 to fit into the clean, simplistic designs that the company decided to pursue.
When tackling a branding project, Mathews differentiates between the "true and new." She say a logo needs to be "true," in the sense that it should not be fundamentally tied to a trend, the "new." The trendiness is more appropriate in supporting elements of branding, like store experiences or website interfaces. That said, a logo should be fundamentally sound but also be adaptable to the ways it will be presented.
"Logos used to have to be recognizable down to the size that they would be represented on a business card. Now they have to work at much smaller sizes, because they'll be seen on mobile screens," Mathews said. That's actually the reason why so many logos have become "flatter," in the sense that they've been stripped of techniques like shadowing that add a dimension of depth or movement.
Here's an example of how Google went flat last year:
Google
"I personally like more simple designs," said Mathews. "Gradients are my worst nightmare."
"A company's logo is its shorthand, a visual cue that tells a story of the brand's culture, behavior, and values," said Su Mathews Hale, a senior partner at the New York brand-strategy and design firm Lippincott. Because a logo may only have a second to tell this story, creating one "can sometimes be the most difficult aspect of branding," she said.
We had her guide us through some of her favorite projects she's worked on, as well as some of the corporate logos she most admires.
Wal-Mart Stores, Inc
Walmart
In 2005, Wal-Mart recruited Lippincott to reimagine its brand. It wanted to shed its image as a big corporate outlet for cheap products and become seen as a place where people could wisely save money and buy premium groceries. Wal-Mart debuted its new logo in 2008.
Mathews and her team felt that the old logo's all-caps, dark blue letters screamed "corporation" and had become inextricably linked to the popular view among critics who saw Wal-Mart as a malevolent giant crushing small businesses across the country. They deemed the star serving as a hyphen generic and forgettable. They also believed that businesses with hyphenated "mart" names conjured up images of corner stores and cheap outlets.
They decided to keep the color blue, which Mathews said is the world's favorite color, but go for a brighter hue they believed evoked modernity and trustworthiness. They replaced the sharp angles of the original letters with "a more humanistic font." Finally, they decided on an asterisk-like symbol they wanted to look like "a lightbulb going off in your head," a metaphor for Wal-Mart shoppers being smart for taking advantage of affordable, quality products. They chose a hue of yellow that appeared hopeful but didn't make it too bright because "bright yellow is associated with low-cost items in retail," said Mathews. She was happy to find that focus groups also interpreted the spark as a sun or flower, both positive associations.
eBay
eBay
In 2012, eBay basically had the inverse problem from Wal-Mart: It wanted to finally grow up, and its playful logo was getting in the way of its ambition. Mathews said that when Internet companies have electric, jumbled logos, they conjure up memories of the companies that died when the dot-com bubble burst. So, for eBay, she and her team stuck close to the original design but refined the typography, toned down the colors, and put the letters on the same baseline. The resulting logo is "more grounded" and better suited for a company that takes business seriously.
Hyatt Place
Hyatt
Hyatt Hotels Corporation bought AmeriSuites in 2004, and Lippincott was responsible for rebranding the chain as Hyatt Place, which launched in 2006. Hyatt and the designers believed that AmeriSuite's affordable business-suite market was beginning to be seen as boring, cheap alternatives to upscale hotels, and that the way to turn it around would be to turn it into the option for younger business travelers who may not be very wealthy but still appreciate luxury.
A fundamental component of the relaunch was to give every Hyatt Place an attractive, engaging lobby. The final logo combined two different shapes: In design, said Mathews, "a circle tends to be seen as modern and approachable" and "a square tends to be steadfast and disciplined." The design team chose vibrant colors for seven of the circles and picked black for two. When Hyatt Place signs are illuminated at night, the colored circles create an "H" for "Hyatt," which Mathews finds to be a fun, extra dimension of the logo.
Starbucks
Starbucks
Over the past several years, Starbucks has grown into a global powerhouse and has been heavily promoting its non-coffee products, like pastries, sandwiches, and teas. In 2011, it decided it wanted a simpler logo not tied to the word "coffee." Mathews was not involved in the project, but her Lippincott colleagues were.
The redesign started with a basic premise. When focus groups were asked what color Starbucks' logo was, explained Mathews, participants almost universally said "green." But the thing is, only the ring around the former logo was green — the siren character was outlined in black. Mathews said the designers freed the siren from her constraints and imbued her with the color with which customers were already associating the brand. They nixed the word "coffee" and brought the text outside of the circle, since the siren had become iconic enough to stand on her own.
"It's a great example of how a logo can evolve," said Mathews.
NBC
NBC
Lippincott has not worked with NBC, but Mathews said the NBC peacock is one of her favorite logos. She thinks the logo has improved over time as it's gotten simpler, and that even though the peacock's colors originally celebrated the advent of color television, the array of colors still transmits feelings of joy and energy.
FedEx
FedEx
FedEx's logo is another one of Mathew's favorites. As shown by her work with the Hyatt Place logo, she likes images that have surprises in them, and the arrow formed by the "E" and "x" in FedEx is one of the best-known hidden designs. She also appreciates the timeless nature of the logo. "It could have be designed in 1970 or it could have been designed yesterday," she said.
It was actually created in 1994 by Lindon Leader, and it has won more than 40 design awards, partially for the reasons Mathews mentioned.
Apple
Apple
Mathews thinks that Apple's logo is a perfect example of how a logo needs to adapt to the changing direction of the company it represents. One of Apple's co-founders, Ronald Wayne, designed the first Apple logo, a weird, detailed etching of Sir Isaac Newton that was supposed to represent the way Apple was an ambitious outsider. That same year, Steve Jobs hired Rob Janoff to replace it with something more modern. Janoff came up with the now iconic image of an apple with a bite out of it, and Jobs decided Apple's unique approach to computers would be represented by making it rainbow-colored.
It became monochrome in 1998 to fit into the clean, simplistic designs that the company decided to pursue.
Regarding trends and presentation
When tackling a branding project, Mathews differentiates between the "true and new." She say a logo needs to be "true," in the sense that it should not be fundamentally tied to a trend, the "new." The trendiness is more appropriate in supporting elements of branding, like store experiences or website interfaces. That said, a logo should be fundamentally sound but also be adaptable to the ways it will be presented.
"Logos used to have to be recognizable down to the size that they would be represented on a business card. Now they have to work at much smaller sizes, because they'll be seen on mobile screens," Mathews said. That's actually the reason why so many logos have become "flatter," in the sense that they've been stripped of techniques like shadowing that add a dimension of depth or movement.
Here's an example of how Google went flat last year:
"I personally like more simple designs," said Mathews. "Gradients are my worst nightmare."
Significantes vacíos y flotantes
El texto de la historia no es un texto donde
hable una voz (el Logos), sino la inaudible e
inagotable anotación de los efectos de una
estructura de estructuras.
L. Althusser
Pues la función del lenguaje no es informar,
sino evocar.
J. Lacan
Trazar una posible genealogía de los conceptos de significante vacío y flotante implicaría remontarse a la noción de significante cero que Lévi-Strauss acuña en su “Introducción a la obra de Marcel Mauss” (1951), al estudio de los significantes míticos que Barthes realiza en Mytologies (1957), y a la categoría de point de capiton de Lacan, todos ellos antecedentes teóricos de la propuesta de Laclau.
A partir de la deconstrucción del concepto saussureano de signo lingüístico, en Hegemonía y estrategia socialista ([1985] 2004, HES) Laclau y Mouffe introducen la
noción de “significante flotante”. Destinados a dar cuenta de la lógica que rige en
todo proceso de articulación hegemónica, los significantes flotantes se vinculan
inicialmente con los intentos por “dominar el campo de la discursividad” en torno a “puntos nodales”, en un campo sobredeterminado en el que ninguna identidad es fija ni estable. Se trata de “elementos”discursivos privilegiados que fijan parcialmente el sentido de la cadena significante, constituidos en el interior de “una intertextualidad que los desborda” y cuya principal característica es su naturaleza ambigua y polisémica:si aceptamos el carácter incompleto de toda formación discursiva y, al mismo tiempo, afirmamos el carácter relacional de toda identidad, en ese caso el carácter ambiguo del significante, su no fijación a ningún significado, sólo puede existir en la medida en que hay proliferación de significados.
No es la pobreza de significados, sino al contrario, la polisemia, la que desarticula una estructura discursiva.
La práctica de la articulación consiste, por lo tanto, en la construcción de puntos
nodales que fijan parcialmente el sentido (2004: 154).
El carácter “flotante” de los elementos, es decir, su no fijación estable, es una de las condiciones indispensables de toda operación hegemónica. La segunda de esas
condiciones consiste en la demarcación de una frontera antagónica, de un proyecto
hegemónico rival que tensione y haga límite a la propia formación discursiva.
Capaces de condensar la lucha política –que es una disputa discursiva
- estos significantes no están fijados a ningún significado, y por esa razón pueden ser
“articulados a campos opuestos” y constantemente redefinidos (ídem: 179).
Si en HES la “flotación” de estos términos tiene un lugar central, en Nuevas reflexiones sobre la revolución de nuestro tiempo ([1990] 2000, NR), se acentuará en
cambio su carácter “tendencialmente vacío” y no literal. Refiriéndose al proceso de
constitución de identidades e imaginarios colectivos, allí Laclau señala que
Por un lado, ningún imaginario colectivo aparece esencialmente ligado a un contenido literal. Por el hecho de representar la forma misma de la ‘plenitud’ ésta última puede ser ‘encarnada’ en los contenidos más diversos; los significantes imaginarios que constituyen el horizonte de la comunidad son, en tal sentido, tendencialmente vacíos y esencialmente ambiguos.
Pero, por otro lado, sería fundamentalmente incorrecto suponer que esta ambigüedad del imaginario tendría su contrapartida en la literalidad de las reivindicaciones sociales que, en cada coyuntura histórica, dotarían al imaginario de cierto contenido (2000: 80-81, yo subrayo).
Nuevamente, la ambigüedad aparece como una característica central de estos
“significantes imaginarios”, que ahora son definidos como “tendencialmente vacíos”
en la medida en que son “pura forma” y no encarnan un contenido literal. Al vaciarse de su literalidad, cualquier discurso, símbolo o valor puede constituir una “materia prima ideológica”, una superficie discursiva en la que pueden inscribirse nuevas reivindicaciones y antagonismos (ídem: 95).
El carácter formal de estos
“símbolos” implica su necesario vaciamiento de contenidos concretos, con los cuales
mantienen una relación hegemónica, es decir, una relación que se juega en la lucha
política. De esto se deriva que toda fijación de sentido es parcial, inestable y relativa.
Como se ve, hasta aquí las categorías de significante flotante y vacío se
superponen y resultan, en cierto punto, indistinguibles de la de punto nodal: se trata
fundamentalmente de significantes imaginarios, discursos, símbolos o valores ambiguos que conforman una materia prima ideológica. La categoría de significante vacío será definida en el ensayo “¿Por qué los significantes vacíos son tan importantes para la política?” (1996).
Elementos vaciados de todo vínculo con significados particulares que asumen el papel de “representar el puro ser del sistema”, estos son “término[s] que en un cierto contexto pasa[n] a ser el significante de la falta”:Esta relación por la que un contenido particular pasa a ser el significante de la plenitud comunitaria ausente, es exactamente
lo que llamamos relación hegemónica.
La presencia de significantes vacíos [...] es la condición misma de la hegemonía
(1996: 82).
Laclau hace explícita la distinción entre los significantes vacíos y los flotantes. Los primeros son entonces definidos como elementos particulares (“palabras o imágenes”, “términos privilegiados”) que refieren a la cadena equivalencial como un todo (2005: 125): dado que esa totalidad es inconmensurable con ellos, estos tienden a vaciarse de sus propios contenidos particulares. En segundo lugar, Laclau señala que su rol semántico no es aludir a o expresar un contenido conceptual o literal sino “nombrar” o representar una
plenitud ausente: “En tanto nombra una plenitud indiferenciada no constituye un término abstracto sino, en el sentido más estricto, vacío” (ídem: 126).
Es por ello que el significante vacío no tiene un fundamento lógico o referencial sino que descansa en un proceso discursivo, que es a la vez afectivo y preformativo. En tercer lugar, los significantes vacíos son términos que tienen un rol condensador y articulador. Lo que
ellos condensan es “un campo antagónico”, es decir que representan tanto la cadena
equivalencial como sus fronteras. Finalmente, Lacau indica que su emergencia en la
superficie discursiva es contingente, en la medida en que depende de la “historia” y el “contexto”: significantes privilegiados que condensan en torno de sí mismos la significación de todo un campo antagónico (el régimen’, la ‘oligarquía’, los ‘grupos dominantes’, etcétera,
para el enemigo; el ‘pueblo’, la ‘nación’, la ‘mayoría silenciosa’, etcétera, para los oprimidos -cuáles de estos significantes van a adquirir este rol articulador va a depender, obviamente, de una historia contextual-) (ídem: 114).
Sin embargo, esta lógica de condensación, articulación, investidura y atribución performativa no se produce en un contexto estable de fronteras fijas. Por el contrario, en muchos casos ellas son móviles y se desplazan, dando como resultado que, ante el surgimiento de cadenas equivalenciales “alternativas”, algunos discursos o símbolos ya articulados a una cadena “reciben la presión estructural de proyectos hegemónicos rivales”, lo que genera cierta “autonomía de los significantes populares” (ídem: 164). De donde surge la definición de los significantes flotantes;
las categorías de significantes ‘vacíos’ y ‘flotantes’ son estructuralmente diferentes. La primera tiene que ver con la construcción de una identidad popular una vez que la presencia de una frontera estable se da por sentada; la segunda intenta aprehender conceptualmente la lógica de los desplazamientos de esa frontera. En la práctica, sin embargo, la distancia entre ambas no es tan grande. Las dos son operaciones hegemónicas y, lo más importante, los referentes en gran medida se superponen (ídem:167).
Como Laclau señalara en Misticismo, retórica y política, “el flotamiento de un término y su vaciamiento son las dos caras de la misma operación discursiva” (2002: 27): por un lado, para flotar en el campo discursivo, un significante debe estar necesariamente desvinculado de un significado unívoco; al mismo tiempo, este sólo puede aparecer “fenoménicamente” bajo la forma de un significante flotante. Queda de este modo delineada la distinción analítica entre los significantes vacíos y los flotantes: mientras los segundos dan cuenta de las luchas políticas y semánticas por hegemonizar un espacio político-discursivo, los primeros aluden a los momentos de estabilización, siempre precaria, de los sentidos políticos. Por su naturaleza eminentemente polisémica, estos términos ambiguos e inherentemente móviles extraen su sentido de la cadena discursiva en la que se inscriben.
A partir de este recorrido se plantean algunos interrogantes: ¿cuáles el grado
de restricción en torno a los posibles significados de los significantes vacíos? ¿Cómo
se materializan las luchas ideológicas en esos términos polivalentes, y cómo pensar
su inscripción en distintas cadenas equivalenciales, encadenamientos argumentativos
o proyectos ideológicos? ¿Cómo se dirimen los sentidos posibles en los casos de polisemia? ¿Qué puede aportar la categoría de topos, en tanto discurso argumentativo constitutivamente inscripto en el sentido de las palabras, para abordar estas cuestiones?
El valor semántico de las palabras es de naturaleza argumentativa y no informativa ni descriptiva:“significar, para un enunciado, es orientar” (Anscombre y Ducrot, 1983), dirigir el
discurso en determinada dirección. Es decir que la dimensión argumentativa no es un ornamento agregado a un sentido primigenio: la “fuerza argumentativa” es inherente a la significación misma de las palabras.
El sentido de un enunciado puede describirse como una serie de instrucciones argumentativas que éste provee sobre su enunciación, y por la evocación polifónica de otros discursos (las posibles continuaciones, conclusiones o argumentos en su favor, así como los discursos vedados): “no hay conclusión racional, no hay justificación en el discurso, sólo hay evocación de otros discursos” (Ducrot, 1998: 129). El sentido es, entonces, “una calificación de la enunciación y consiste especialmente en asignar a la enunciación ciertos poderes y consecuencias” (1986: 190).
El sentido de las entidades lingüísticas se plasma en forma de encadenamientos argumentativos, cuya garantía está dada por los topoï. El concepto
de topos proviene de la Retórica aristotélica y remite a los lugares comunes y a las
creencias compartidas por una determinada comunidad:
La relación entre un argumento y una conclusión no es binaria, sino que hay un tercer término, que crea un nexo entre los dos enunciados. A este garante del paso del argumento a la conclusión lo llamaremos topos (Anscombre, 1995b: 301).
Los topoï son principios argumentativos e ideológicos, discursos utilizados pero no asertados que, implícitamente, forman parte del enunciado y que constituyen el trayecto, el pasaje o camino indicado que permite alcanzar la conclusión a partir de los argumentos. Su carácter ideológico e histórico hace que “el discurso político [sea] el lugar por excelencia de ejercicio de los topoï”
Según esta teoría, cada topos puede aparecer bajo dos formas tópicas
(FT) recíprocas y equivalentes (no es posible admitir una sin admitir también la otra).
Según la Teoría de la Polifonía Enunciativa, ampliación de la teoría bajtiniana al campo de la lingüística destinada a “impugnar el principio de unicidad del sujeto hablante”, en la situación enunciativa se ponen en escena una serie de personajes cuyas voces aparecen superpuestas en distintas capas: por un lado el Locutor, responsable del enunciado (y distinto del sujeto empírico); por otro, el o los enunciadores que dan cuenta de los distintos
posicionamientos y/o puntos de vista presentados en el enunciado. Esta perspectiva completa la teoría de los topoï, discursos ideológicos circulantes en el espacio social frente a los cuales el locutor adopta distintos posicionamientos enunciativos.
hable una voz (el Logos), sino la inaudible e
inagotable anotación de los efectos de una
estructura de estructuras.
L. Althusser
Pues la función del lenguaje no es informar,
sino evocar.
J. Lacan
Trazar una posible genealogía de los conceptos de significante vacío y flotante implicaría remontarse a la noción de significante cero que Lévi-Strauss acuña en su “Introducción a la obra de Marcel Mauss” (1951), al estudio de los significantes míticos que Barthes realiza en Mytologies (1957), y a la categoría de point de capiton de Lacan, todos ellos antecedentes teóricos de la propuesta de Laclau.
A partir de la deconstrucción del concepto saussureano de signo lingüístico, en Hegemonía y estrategia socialista ([1985] 2004, HES) Laclau y Mouffe introducen la
noción de “significante flotante”. Destinados a dar cuenta de la lógica que rige en
todo proceso de articulación hegemónica, los significantes flotantes se vinculan
inicialmente con los intentos por “dominar el campo de la discursividad” en torno a “puntos nodales”, en un campo sobredeterminado en el que ninguna identidad es fija ni estable. Se trata de “elementos”discursivos privilegiados que fijan parcialmente el sentido de la cadena significante, constituidos en el interior de “una intertextualidad que los desborda” y cuya principal característica es su naturaleza ambigua y polisémica:si aceptamos el carácter incompleto de toda formación discursiva y, al mismo tiempo, afirmamos el carácter relacional de toda identidad, en ese caso el carácter ambiguo del significante, su no fijación a ningún significado, sólo puede existir en la medida en que hay proliferación de significados.
No es la pobreza de significados, sino al contrario, la polisemia, la que desarticula una estructura discursiva.
La práctica de la articulación consiste, por lo tanto, en la construcción de puntos
nodales que fijan parcialmente el sentido (2004: 154).
El carácter “flotante” de los elementos, es decir, su no fijación estable, es una de las condiciones indispensables de toda operación hegemónica. La segunda de esas
condiciones consiste en la demarcación de una frontera antagónica, de un proyecto
hegemónico rival que tensione y haga límite a la propia formación discursiva.
Capaces de condensar la lucha política –que es una disputa discursiva
- estos significantes no están fijados a ningún significado, y por esa razón pueden ser
“articulados a campos opuestos” y constantemente redefinidos (ídem: 179).
Si en HES la “flotación” de estos términos tiene un lugar central, en Nuevas reflexiones sobre la revolución de nuestro tiempo ([1990] 2000, NR), se acentuará en
cambio su carácter “tendencialmente vacío” y no literal. Refiriéndose al proceso de
constitución de identidades e imaginarios colectivos, allí Laclau señala que
Por un lado, ningún imaginario colectivo aparece esencialmente ligado a un contenido literal. Por el hecho de representar la forma misma de la ‘plenitud’ ésta última puede ser ‘encarnada’ en los contenidos más diversos; los significantes imaginarios que constituyen el horizonte de la comunidad son, en tal sentido, tendencialmente vacíos y esencialmente ambiguos.
Pero, por otro lado, sería fundamentalmente incorrecto suponer que esta ambigüedad del imaginario tendría su contrapartida en la literalidad de las reivindicaciones sociales que, en cada coyuntura histórica, dotarían al imaginario de cierto contenido (2000: 80-81, yo subrayo).
Nuevamente, la ambigüedad aparece como una característica central de estos
“significantes imaginarios”, que ahora son definidos como “tendencialmente vacíos”
en la medida en que son “pura forma” y no encarnan un contenido literal. Al vaciarse de su literalidad, cualquier discurso, símbolo o valor puede constituir una “materia prima ideológica”, una superficie discursiva en la que pueden inscribirse nuevas reivindicaciones y antagonismos (ídem: 95).
El carácter formal de estos
“símbolos” implica su necesario vaciamiento de contenidos concretos, con los cuales
mantienen una relación hegemónica, es decir, una relación que se juega en la lucha
política. De esto se deriva que toda fijación de sentido es parcial, inestable y relativa.
Como se ve, hasta aquí las categorías de significante flotante y vacío se
superponen y resultan, en cierto punto, indistinguibles de la de punto nodal: se trata
fundamentalmente de significantes imaginarios, discursos, símbolos o valores ambiguos que conforman una materia prima ideológica. La categoría de significante vacío será definida en el ensayo “¿Por qué los significantes vacíos son tan importantes para la política?” (1996).
Elementos vaciados de todo vínculo con significados particulares que asumen el papel de “representar el puro ser del sistema”, estos son “término[s] que en un cierto contexto pasa[n] a ser el significante de la falta”:Esta relación por la que un contenido particular pasa a ser el significante de la plenitud comunitaria ausente, es exactamente
lo que llamamos relación hegemónica.
La presencia de significantes vacíos [...] es la condición misma de la hegemonía
(1996: 82).
Laclau hace explícita la distinción entre los significantes vacíos y los flotantes. Los primeros son entonces definidos como elementos particulares (“palabras o imágenes”, “términos privilegiados”) que refieren a la cadena equivalencial como un todo (2005: 125): dado que esa totalidad es inconmensurable con ellos, estos tienden a vaciarse de sus propios contenidos particulares. En segundo lugar, Laclau señala que su rol semántico no es aludir a o expresar un contenido conceptual o literal sino “nombrar” o representar una
plenitud ausente: “En tanto nombra una plenitud indiferenciada no constituye un término abstracto sino, en el sentido más estricto, vacío” (ídem: 126).
Es por ello que el significante vacío no tiene un fundamento lógico o referencial sino que descansa en un proceso discursivo, que es a la vez afectivo y preformativo. En tercer lugar, los significantes vacíos son términos que tienen un rol condensador y articulador. Lo que
ellos condensan es “un campo antagónico”, es decir que representan tanto la cadena
equivalencial como sus fronteras. Finalmente, Lacau indica que su emergencia en la
superficie discursiva es contingente, en la medida en que depende de la “historia” y el “contexto”: significantes privilegiados que condensan en torno de sí mismos la significación de todo un campo antagónico (el régimen’, la ‘oligarquía’, los ‘grupos dominantes’, etcétera,
para el enemigo; el ‘pueblo’, la ‘nación’, la ‘mayoría silenciosa’, etcétera, para los oprimidos -cuáles de estos significantes van a adquirir este rol articulador va a depender, obviamente, de una historia contextual-) (ídem: 114).
Sin embargo, esta lógica de condensación, articulación, investidura y atribución performativa no se produce en un contexto estable de fronteras fijas. Por el contrario, en muchos casos ellas son móviles y se desplazan, dando como resultado que, ante el surgimiento de cadenas equivalenciales “alternativas”, algunos discursos o símbolos ya articulados a una cadena “reciben la presión estructural de proyectos hegemónicos rivales”, lo que genera cierta “autonomía de los significantes populares” (ídem: 164). De donde surge la definición de los significantes flotantes;
las categorías de significantes ‘vacíos’ y ‘flotantes’ son estructuralmente diferentes. La primera tiene que ver con la construcción de una identidad popular una vez que la presencia de una frontera estable se da por sentada; la segunda intenta aprehender conceptualmente la lógica de los desplazamientos de esa frontera. En la práctica, sin embargo, la distancia entre ambas no es tan grande. Las dos son operaciones hegemónicas y, lo más importante, los referentes en gran medida se superponen (ídem:167).
Como Laclau señalara en Misticismo, retórica y política, “el flotamiento de un término y su vaciamiento son las dos caras de la misma operación discursiva” (2002: 27): por un lado, para flotar en el campo discursivo, un significante debe estar necesariamente desvinculado de un significado unívoco; al mismo tiempo, este sólo puede aparecer “fenoménicamente” bajo la forma de un significante flotante. Queda de este modo delineada la distinción analítica entre los significantes vacíos y los flotantes: mientras los segundos dan cuenta de las luchas políticas y semánticas por hegemonizar un espacio político-discursivo, los primeros aluden a los momentos de estabilización, siempre precaria, de los sentidos políticos. Por su naturaleza eminentemente polisémica, estos términos ambiguos e inherentemente móviles extraen su sentido de la cadena discursiva en la que se inscriben.
A partir de este recorrido se plantean algunos interrogantes: ¿cuáles el grado
de restricción en torno a los posibles significados de los significantes vacíos? ¿Cómo
se materializan las luchas ideológicas en esos términos polivalentes, y cómo pensar
su inscripción en distintas cadenas equivalenciales, encadenamientos argumentativos
o proyectos ideológicos? ¿Cómo se dirimen los sentidos posibles en los casos de polisemia? ¿Qué puede aportar la categoría de topos, en tanto discurso argumentativo constitutivamente inscripto en el sentido de las palabras, para abordar estas cuestiones?
El valor semántico de las palabras es de naturaleza argumentativa y no informativa ni descriptiva:“significar, para un enunciado, es orientar” (Anscombre y Ducrot, 1983), dirigir el
discurso en determinada dirección. Es decir que la dimensión argumentativa no es un ornamento agregado a un sentido primigenio: la “fuerza argumentativa” es inherente a la significación misma de las palabras.
El sentido de un enunciado puede describirse como una serie de instrucciones argumentativas que éste provee sobre su enunciación, y por la evocación polifónica de otros discursos (las posibles continuaciones, conclusiones o argumentos en su favor, así como los discursos vedados): “no hay conclusión racional, no hay justificación en el discurso, sólo hay evocación de otros discursos” (Ducrot, 1998: 129). El sentido es, entonces, “una calificación de la enunciación y consiste especialmente en asignar a la enunciación ciertos poderes y consecuencias” (1986: 190).
El sentido de las entidades lingüísticas se plasma en forma de encadenamientos argumentativos, cuya garantía está dada por los topoï. El concepto
de topos proviene de la Retórica aristotélica y remite a los lugares comunes y a las
creencias compartidas por una determinada comunidad:
La relación entre un argumento y una conclusión no es binaria, sino que hay un tercer término, que crea un nexo entre los dos enunciados. A este garante del paso del argumento a la conclusión lo llamaremos topos (Anscombre, 1995b: 301).
Los topoï son principios argumentativos e ideológicos, discursos utilizados pero no asertados que, implícitamente, forman parte del enunciado y que constituyen el trayecto, el pasaje o camino indicado que permite alcanzar la conclusión a partir de los argumentos. Su carácter ideológico e histórico hace que “el discurso político [sea] el lugar por excelencia de ejercicio de los topoï”
Según esta teoría, cada topos puede aparecer bajo dos formas tópicas
(FT) recíprocas y equivalentes (no es posible admitir una sin admitir también la otra).
Según la Teoría de la Polifonía Enunciativa, ampliación de la teoría bajtiniana al campo de la lingüística destinada a “impugnar el principio de unicidad del sujeto hablante”, en la situación enunciativa se ponen en escena una serie de personajes cuyas voces aparecen superpuestas en distintas capas: por un lado el Locutor, responsable del enunciado (y distinto del sujeto empírico); por otro, el o los enunciadores que dan cuenta de los distintos
posicionamientos y/o puntos de vista presentados en el enunciado. Esta perspectiva completa la teoría de los topoï, discursos ideológicos circulantes en el espacio social frente a los cuales el locutor adopta distintos posicionamientos enunciativos.
El poder de Twitter en Wall Street
¿Puede Twitter predecir lo que va a pasar en los mercados financieros? ó ¿es la propia red social la que hace variar la cotización de los valores en bolsa? Amazon es un claro ejemplo de respuesta.
Twitter se ha transformado en el canal más rápido para transmitir información convirtiéndose en el medio favorito de personajes tan relevantes para los mercados financieros como Donald Trump o Carl Icahm.
Amazon, ejemplo de la influencia de Twitter en la cotización de un valor
Para ver el poder de Twitter y como puede afectar este canal a la cotización de una compañía en bolsa, no hay más que echar un vistazo a lo que le pasó a Amazon durante finales del mes de mayo de este 2018. En una serie de tuits que se extendieron a lo largo de varios días, Trump acusó a la compañía fundada por Jeff Bezos de una variedad de hechos negativos para la empresa, incluyendo el no pagar impuestos en la cantidad que debería, recibir un acuerdo favorable del Servicio Postal de los Estados Unidos, y establecer el Washington Post como un lobby de comunicación de la compañía (periódico del que Jeff Bezos es dueño).
Tras el último tuit, la acción de Amazon se hundió en la apertura de la bolsa bajando un 5,1% en su cotización, hasta llegar a los 1.373 dólares por acción (a finales de agosto Amazon ha alcanzado los 2.000 euros por acción y el billón de dólares de cotización).
Oprah Winfrey, accionista de Weight Watchers y embajadora en Twitter
Otro ejemplo muy sonado fue cuando Oprah Winfrey tuiteó que había perdido doce kilos gracias a Weight Watchers International, una compañía estadounidense que ofrece diversos productos y servicios para ayudar a la pérdida de peso y el mantenimiento, y que además lo había conseguido comiendo pan.
Ese mensaje en Twitter hizo que las acciones de la compañía subiesen un 16%. Más tarde el mercado descubrió que Oprah también era accionista en esa empresa.
Redes sociales y bolsa, una relación muy estrecha
Pero al margen de casos puntuales, ¿es relevante la información de Twitter para invertir en bolsa? Lo cierto es que existen muchos estudios que confirman la relación entre la bolsa y las redes sociales. El más importante es un estudio de la Universidad de Munich donde, tras analizar más de 250.000 tuits sobre bolsa, se llega a la conclusión de que se puede predecir la evolución de la bolsa con un 87% de fiabilidad. Incluso se encontró que el volumen de mensajes en Twitter tiene una alta correlación con el volumen de trading.
Cada vez son más las empresas que se dedican a analizar la información subjetiva que puede afectar a los mercados financieros utilizando aplicaciones de inteligencia artificial y "machine learning". Recientemente esta compañía ha levantado $2,1 millones de dólares en una ronda de financiación pre-serie A.
En un ejemplo reciente que facilita la compañía sobre AMD (Advanced Micro Devices Inc.) se observa como la plataforma es capaz detectar mensajes en Twitter que pueden afectar a la cotización de la acción según el sentimiento de mercado que genera la información compartida y el volumen de mensajes a partir de su publicación.
En el ejemplo, el 13 de agosto se genera una alerta (antes de la apertura) sobre el siguiente tuit:
A partir de esta noticia donde se analiza el potencial de crecimiento de AMD y acompañado de la buena evolución en los resultados de AMD la compañía paso de $20 a $27 en sólo tres semanas en un rally alcista que parece continuar.
En definitiva, las noticias mueven los mercados. Ya sea el rumor de una fusión, un desastre en una fábrica o el despido de un CEO, las noticias inesperadas pueden tener un gran impacto en el precio de las acciones de una empresa.
La utilización inteligencia artificial y de los algoritmos han llegado a los mercados para quedarse y cada vez serán más las herramientas que ayudarán a entender mejor la bolsa.
Twitter se ha transformado en el canal más rápido para transmitir información convirtiéndose en el medio favorito de personajes tan relevantes para los mercados financieros como Donald Trump o Carl Icahm.
Amazon, ejemplo de la influencia de Twitter en la cotización de un valor
Para ver el poder de Twitter y como puede afectar este canal a la cotización de una compañía en bolsa, no hay más que echar un vistazo a lo que le pasó a Amazon durante finales del mes de mayo de este 2018. En una serie de tuits que se extendieron a lo largo de varios días, Trump acusó a la compañía fundada por Jeff Bezos de una variedad de hechos negativos para la empresa, incluyendo el no pagar impuestos en la cantidad que debería, recibir un acuerdo favorable del Servicio Postal de los Estados Unidos, y establecer el Washington Post como un lobby de comunicación de la compañía (periódico del que Jeff Bezos es dueño).
Tras el último tuit, la acción de Amazon se hundió en la apertura de la bolsa bajando un 5,1% en su cotización, hasta llegar a los 1.373 dólares por acción (a finales de agosto Amazon ha alcanzado los 2.000 euros por acción y el billón de dólares de cotización).
Oprah Winfrey, accionista de Weight Watchers y embajadora en Twitter
Otro ejemplo muy sonado fue cuando Oprah Winfrey tuiteó que había perdido doce kilos gracias a Weight Watchers International, una compañía estadounidense que ofrece diversos productos y servicios para ayudar a la pérdida de peso y el mantenimiento, y que además lo había conseguido comiendo pan.
Ese mensaje en Twitter hizo que las acciones de la compañía subiesen un 16%. Más tarde el mercado descubrió que Oprah también era accionista en esa empresa.
Redes sociales y bolsa, una relación muy estrecha
Pero al margen de casos puntuales, ¿es relevante la información de Twitter para invertir en bolsa? Lo cierto es que existen muchos estudios que confirman la relación entre la bolsa y las redes sociales. El más importante es un estudio de la Universidad de Munich donde, tras analizar más de 250.000 tuits sobre bolsa, se llega a la conclusión de que se puede predecir la evolución de la bolsa con un 87% de fiabilidad. Incluso se encontró que el volumen de mensajes en Twitter tiene una alta correlación con el volumen de trading.
Cada vez son más las empresas que se dedican a analizar la información subjetiva que puede afectar a los mercados financieros utilizando aplicaciones de inteligencia artificial y "machine learning". Recientemente esta compañía ha levantado $2,1 millones de dólares en una ronda de financiación pre-serie A.
En un ejemplo reciente que facilita la compañía sobre AMD (Advanced Micro Devices Inc.) se observa como la plataforma es capaz detectar mensajes en Twitter que pueden afectar a la cotización de la acción según el sentimiento de mercado que genera la información compartida y el volumen de mensajes a partir de su publicación.
En el ejemplo, el 13 de agosto se genera una alerta (antes de la apertura) sobre el siguiente tuit:
A partir de esta noticia donde se analiza el potencial de crecimiento de AMD y acompañado de la buena evolución en los resultados de AMD la compañía paso de $20 a $27 en sólo tres semanas en un rally alcista que parece continuar.
En definitiva, las noticias mueven los mercados. Ya sea el rumor de una fusión, un desastre en una fábrica o el despido de un CEO, las noticias inesperadas pueden tener un gran impacto en el precio de las acciones de una empresa.
La utilización inteligencia artificial y de los algoritmos han llegado a los mercados para quedarse y cada vez serán más las herramientas que ayudarán a entender mejor la bolsa.
Adorno y el espacio del conflicto
Hoy releía a Adorno, en Epistemología y Ciencias Sociales. Me quedé pensando en este párrafo:
El proceso de socialización no se realiza más allá de los conflictos
y los antagonismos o pese a éstos. Su elemento propio lo constituyen
los mismos antagonismos que desgarran la sociedad. Es la misma relación social de cambio la que introduce y reproduce el antagonismo que en todo momento amenaza a la organización social con la catástrofe total. Sólo a través de la búsqueda del beneficio y de la fractura inmanente al conjunto de la sociedad sigue funcionando hasta hoy, rechinante,
quejumbrosa, con indescriptibles sacrificios, la máquina social.
What Corporations Should Learn From Political Campaigns: Crisis = Opportunity
By Phil Vangelakos
Every crisis is an opportunity.
During President Barack Obama’s first term, his then-Chief of Staff, Rahm Emmanuel, was noted for operating by the mantra “Never waste a crisis.” A hard-nosed political operative and former Congressman himself, Emmanuel knew exactly what anyone living in the campaign space understands — bad situations can create fantastic opportunities.
As Push Digital takes on more and more corporate clients — I’ve noticed business become paralyzed in situations that campaigns see as par-for-the course. Likewise, rather than capitalize on the attention in a positive way, corporations tend to cower and retreat.
So what’s the difference? Why do campaigns react one way and corporations another?
Here’s the key: Campaigns can see beyond current events and keep their eye on the prize, election day. Therefore, a good campaign manager will see the significant opportunities that await beyond the crisis… and maybe because of the crisis.
Here are a couple ways that your business can capitalize on a downturn or tough situation like a political operative.
Stay alive. Come together.
As a campaign manager, I’ve had to talk candidates and staff off a ledge when things looked bleak.
Often, I’ve said things like… “This will blow over” or “It’s a one-day story” or “We’re not dead yet.” Of course I was lying. Sh*t went haywire. But in my mind, I was looking to keep everyone calm, and find a “plateau” where a safe basecamp could be forged during the storm. Sure, our progress up the mountain had been halted, but the expedition continues. My priority was always to stay alive and bring the team together.
Crisis can create solidarity in an organization. Let this horrible situation make your team more cohesive, more committed and more trustworthy in your leadership. Once you’ve gone through the storm… you’ll have a stronger better campaign.
Find the opportunity.
Sometimes the forest needs to burn down for new growth to flourish.
On campaigns, there’s a lot to be said about the “path to victory.” Simply put, it’s “how we win.” When crisis hits, you need to reevaluate your path to victory. Things have changed. The plan needs to change. When bad things happen, I ask myself, “What’s the easiest path forward now that things have crumbled? Is there a better path now that I know the facts?”
Ask yourself some questions.
Does this crisis allow you to shift your market? Shift your position in the market? Create a greater brand loyalty among your faithful customers? Can we reposition funds to better serve our new position? Should we redeploy or reallocate our personnel more efficiently? Is this a good time to promote individuals who shined during the crisis?
Inevitably, these questions will lead to answers you couldn’t have seen before the crisis and better position you for fights to come.
Strike Back
“F^%k those m*therf^&@ers.”
This is basically the internal monologue of anyone who’s successfully managed a campaign through a crisis. Campaigns are war. You may have lost a battle, but now you’re stronger, you’re repositioned and now it’s time to fight back.
Practically though, ask yourself the question: Can I use this crisis to throw our competition off their game?
Maybe your competition has similar weaknesses to you before the crisis. Exploit them.
Maybe your competition used nefarious means or shady practices to take you down. Expose them.
Maybe your competition underestimates your ability to out maneuver them because of the crisis. Undercut them.
Congrats. You’re now the underdog. And people LOVE a good fight. If you can’t find a way to strike back post-crisis, you’ve wasted a grand opportunity.
Larreta:"Si a Alberto le va bien, nos va bien a todos los argentinos"
Larreta a Alberto Fernández y Kicillof: "Vamos a trabajar muy bien"
El jefe porteño volvió a asumir su segundo mandato al frente de la Ciudad.
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, juró este lunes para el cargo para el que fue reelecto en las últimas elecciones y afirmó que trabajará para que al presidente, Alberto Fernández, le vaya bien.
El dirigente de Juntos por el Cambio llamó a sus correligionarios a ser una oposición constructiva para el próximo gobierno nacional: "Si a Alberto le va bien, nos va bien a todos los argentinos", expresó al asumir su segundo mandato al frente de la Ciudad.
El jefe de gobierno porteño aseguró que van a "trabajar muy bien, todos juntos", con Alberto Fernández y Axel Kicillof, gobernador electo de la provincia de Buenos Aires. "Todos compartimos el mismo desafío: trabajar para que los vecinos vivamos mejor", remarcó.
Esta tarde, a partir de las 18:30, el primer mandatario porteño les tomará juramento por la tarde a los ministros y secretarios que lo acompañarán en su segundo mandato. El evento se realizará en la sede del Ejecutivo de CABA, ubicada en el barrio de Parque Patricios de la Comuna 4 en el sur porteño.
En la juran asumirán y reasumirán sus cargos Felipe Miguel como jefe de Gabinete. También asumirán los ministros de Desarrollo Humano y Hábitat, María Migliore; de Salud, Fernán Quirós; de Educación, Soledad Acuña; de Cultura, Enrique Avogadro; de Espacio Público e Higiene Urbana, Clara Muzzio. José Luis Giusti comandará la cartera de Desarrollo Económico; Martín Mura, la de Hacienda y Finanzas, y Bruno Screnci, la de Gobierno.
El jefe porteño volvió a asumir su segundo mandato al frente de la Ciudad.
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, juró este lunes para el cargo para el que fue reelecto en las últimas elecciones y afirmó que trabajará para que al presidente, Alberto Fernández, le vaya bien.
El dirigente de Juntos por el Cambio llamó a sus correligionarios a ser una oposición constructiva para el próximo gobierno nacional: "Si a Alberto le va bien, nos va bien a todos los argentinos", expresó al asumir su segundo mandato al frente de la Ciudad.
El jefe de gobierno porteño aseguró que van a "trabajar muy bien, todos juntos", con Alberto Fernández y Axel Kicillof, gobernador electo de la provincia de Buenos Aires. "Todos compartimos el mismo desafío: trabajar para que los vecinos vivamos mejor", remarcó.
Esta tarde, a partir de las 18:30, el primer mandatario porteño les tomará juramento por la tarde a los ministros y secretarios que lo acompañarán en su segundo mandato. El evento se realizará en la sede del Ejecutivo de CABA, ubicada en el barrio de Parque Patricios de la Comuna 4 en el sur porteño.
En la juran asumirán y reasumirán sus cargos Felipe Miguel como jefe de Gabinete. También asumirán los ministros de Desarrollo Humano y Hábitat, María Migliore; de Salud, Fernán Quirós; de Educación, Soledad Acuña; de Cultura, Enrique Avogadro; de Espacio Público e Higiene Urbana, Clara Muzzio. José Luis Giusti comandará la cartera de Desarrollo Económico; Martín Mura, la de Hacienda y Finanzas, y Bruno Screnci, la de Gobierno.
Fin de ciclo: La economía que deja Macri
El nuevo gobierno enfrenta el desafío de reconvertir los indicadores negativos y de cambiar el modelo de sesgo financiero por uno productivo
Pobreza, recesión, inflación récord, precarización laboral, megendeudamiento, ajuste fiscal. La gestión de Mauricio Macri mostró desde sus primeros meses un sesgo neoliberal. Es decir, el recetario clásico, orientado hacia lo financiero y en detrimento de lo productivo. Las consecuencias afloraron en tiempo récord.
El Gobierno de Cambiemos fue protagonista de varios hitos. Por un lado, se trató del tercer round de los programas económicos recientes. Primero, fue la bicicleta financiera que pedaleó en paralelo a la tablita de Martínez de Hoz y luego la que lo hizo a la par de la convertibilidad. En ese sentido, la dinámica no sorprendió. Aunque sí lo hizo la magnitud en los números del fenómeno del carry trade: en dólares constantes, el nivel de endeudamiento promedio anual con el que se abasteció de divisas a los ciclistas fue de US$32.500 millones y más que triplicó al de la dictadura que fue de US$10.306 millones.
También generó algunas sorpresas (en especial tras el exitismo de la victoria electoral del 2017) por la rapidez con la que el plan explotó y mostró sus consecuencias en materia de recesión económica, desempleo, precarización laboral, desplome del salario real y pobreza, entre otros indicadores socioeconómicos. A ellas se suman las consecuencias más obvias en materia de restricción externa, por la desregulación cambiaria y financiera, y de endeudamiento, luego del arreglo con los fondos buitres.
No es timba, es regulación
El gobierno de Cambiemos se enmarcó en lo que el economista Eduardo Basualdo definió, a lo largo de su obra, como "valorización financiera". En un reciente informe de Cifra-CTA, que elaboró junto con los analistas Pablo Manzanelli, María José Castells y Mariano Barrera, afirmó: "El rasgo sobresaliente de la valorización financiera fue el endeudamiento público que no sirvió para incrementar el nivel de actividad económica la cual cayó 8,8% en términos del PBI per cápita entre 2015 y 2019 sino para financiar la fuga de capitales al exterior. Basta mencionar que el aumento neto de la deuda pública en moneda extranjera fue de US$103.808 millones y la fuga de capitales alcanzó a US$93.667 millones entre diciembre de 2015 y septiembre de 2019".
El concepto, con sus variantes en cada período de la historia económica argentina reciente, remite siempre a mecanismos de acumulación que priorizan la ganancia mediante la inversión financiera, en detrimento de la producción. Por eso mismo le restan importancia al mercado interno, al salario y al empleo. La era Macri se apoyó en la liberalización del mercado cambiario mediante el desarme del cepo, en un endeudamiento que contuvo al dólar durante los primeros dos años, en la tasa de interés de política monetaria en niveles positivos y altos y en la quita de toda regulación al ingreso de capitales extranjeros especulativos (se sacaron los encajes y la obligación de permanecer al menos seis meses en el país para los fondos golondrina).
De esta forma, el esquema elegido por Cambiemos garantizó a los inversores financieros la la vía perfecta para hacer la bicicleta: podían traer los dólares y sacarlos cuando quisieran porque la desregulación lo permitía; sabían que las divisas para la salida estaban disponibles, porque el endeudamiento las abastecía; y percibían buenas ganancias en dólares, porque todo ese ingreso de billetes mantenía el tipo de cambio atrasado. Y porque la tasa de interés de las Lebac primero, la de los pases a 7 días después y la de las Leliq al final, ofrecían un buen diferencial en pesos.
En junio de 2018, incluso en plena crisis cambiaria, el MSCI volvió a Argentina a la categoría de mercado emergente, como premio por la desregulación y con la advertencia de perder la etiqueta si volvía atrás en las medidas.
Llegaban dólares, se convertían en moneda local e iban a un activo en pesos con buena tasa y después volvían al dólar, con buenas ganancias. Tras la megadevaluación, que arrancó en abril del año pasado y no llegó a parar del todo hasta la reciente reinstauración del cepo cambiario de US$200 mensuales, el BCRA se vio obligado a ofrecer cada vez más y más tasa en pesos para superar a una inflación y una expectativa de devaluación que se elevaron por las nubes.
¡Es la restricción externa!
Como lado B del mismo fenómeno, ocurrió un segundo hito: la subestimación del problema externo como protagonista principal de las crisis económicas en Argentina. Todas esas decisiones de política económica, que se tomaron en los primeros meses de la gestión, engordaban necesariamente el déficit externo. El fin del cepo generó salidas de dólares, que por el lado de la fuga batió los récords históricos. La política de endeudamiento en moneda extranjera (según Cambiemos, para financiar déficit primario en pesos), por su parte, multiplicó en muy poco tiempo la carga de intereses. El atraso cambiario, consecuencia del ingreso masivo e inicial de dólares vía deuda e inversión financiera, hizo crecer el rojo turístico.
En 2017, mientras Cambiemos festejaba el triunfo en las legislativas y se animaba a una baja en la tasa de interés, tal como anunció el 28 de diciembre el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el rojo de cuenta corriente se duplicaba y llegaba a US$30.792 millones. El número no tomaba en cuenta a la fuga de ese año, que sumaba una salida extra de US$22.148 millones.
Esa alarma externa sonando provocó que en febrero de 2018 los mercados decidieran dejar de prestarle divisas al país. Así se cerró la primera canilla. El flujo de dólares comenzó a darse vuelta. Más tarde, la alarma del déficit del balance de pagos, conjugada con la baja en la tasa de interés en pesos y una suba en la de la Fed, desembocó en explosión cuando el Congreso votó el impuesto a la renta financiera. El 25 de abril los inversores financieros extranjeros comenzaron a decidir que el flujo de dólares se diera vuelta. Abandonaron la ganancia que ofrecía la tasa de las Lebac y completaron el ciclo con una corrida. Apenas unos días más tarde, el 8 de mayo, el gobierno ya había llegado a un arreglo con el FMI.
Hipoteca
En esa línea, el economista Arnaldo Bocco, en un reciente informe del Citra, un centro de estudios impulsado por la UMET, planteó: "El crónico desequilibrio de la balanza de pagos fue, durante la gestión de Macri, la causa estructural reiterada más importante de la inestabilidad de la economía nacional, del significativo deterioro de la capacidad productiva y del empeoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores y sectores populares padecida en el último gobierno". Además, consideró que la deuda tomada para financiar ese desequilibrio fue "el motor del modelo macrista y del derrumbe de la sustentabilidad que condujo al default".
El endeudamiento que financió la fuga de divisas tuvo a los acreedores externos como los principales financistas. Según el Centro Cifra, la deuda pública externa se incrementó en US$95.700 millones en los primeros tres años de Gobierno, sin contar el acuerdo con los fondos buitres.
Como consecuencia de un país que avanza hacia una reestructuración a contrarreloj, quedará un fuerte condicionamiento. Además de la necesidad de sentarse a renegociar con el FMI el préstamo stand by más grande de su historia, la montaña de vencimientos de deuda con tenedores privados de los próximos meses no deja tiempo para perder.
Sólo en los primeros seis meses de mandato de Alberto Fernández habrá compromisos en moneda dura por unos US$14.000 millones, superior a las reservas netas que quedarán en el Central (unos US$12.000 millones). Para los próximos cuatro años, superan ampliamente los US$150.000 millones.
Chispazos
Otra característica saliente de este período fue la política energética. La propia subestimación del problema externo y su foco puesto en lo fiscal hizo que desde el inicio mismo de la gestión se impulsara un camino de quita de subsidios que pusiera fin al congelamiento de los servicios en el Área Metropolitana que primó durante el período anterior. Claro que no se trató del único motivo: la ampliación de la rentabilidad de un conglomerado de empresas multinacionales y locales, muchas de las cuales tuvieron a sus principales lobbistas en el Gabinete, fue evocada como una necesidad para potenciar las inversiones en el sector, particularmente en Vaca Muerta.
Esto hizo que, a contramano de una política de fuerte ajuste monetario vía suba de tasas como receta para desacelerar la inflación, el Gobierno desplegara una serie de tarifazos, sólo interrumpida por la última campaña electoral, que presionó con fuerza sobre los precios. Entre 2016 y 2019, según cálculos de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav), el gas aumentó más de 2.200% y la luz, más de 3.000%.
Junto a las sucesivas devaluaciones, los tarifazos fueron los motores claves de la duplicación de la inflación que pasó de algo más del 25% en 2015 a alrededor del 55% en 2019, el nivel más alto desde 1991 a la salida de la híper. Este cóctel fue el que llevó a pulverizar el poder adquisitivo de los salarios en 20,1% (si se toma el índice Ripte, que considera sólo al sector formal), que perdieron sistemáticamente con las subas de tarifas, del tipo de cambio y del IPC.
El elemento central para lograrlo fue la dolarización del precio interno de la energía y la liberalización de los combustibles a las reglas del mercado. Así, además de aumentar los servicios por los recortes de subsidios, cada salto del dólar fue acompañado por los precios del gas, la nafta y la electricidad.
Todo esto dejó a las compañías energéticas como unas de las grandes ganadoras del modelo, junto a los bancos, los especuladores financieros y los agroexportadores. Un informe de la Undav mostró que, a pesar de la caída de la demanda producto de la recesión, entre 2015 y 2018 (último dato disponible) las empresas del sector aumentaron sus ingresos por ventas 995% en promedio, más del cuádruple de la inflación del período. Y algunas firmas, como PAE y TGN, acumulados resultados integrales por más de US$1.000 millones en tres años.
El idilio sólo fue interrumpido por el congelamiento del precio del petróleo por noventa días y la postergación para 2020 de la última tanda de tarifazos en medio de la campaña electoral.
Derrumbes
El estímulo a la actividad financiera como vía para la acumulación de capital, el ajuste fiscal, el achicamiento del mercado interno por el hundimiento de los salarios y la apertura de las importaciones, entre otros factores, derivaron en una fuerte caída de la producción. No podía resultar de otra manera. Macri se retira con una extensa y profunda recesión, que ya lleva una año y medio. Y de sus cuatro años al frente del Ejecutivo, sólo uno (2017) la economía creció.
El PBI se contrajo 5% entre el segundo trimestre de 2019 y el mismo período de 2015. Aunque al considerar el crecimiento de la población, el PBI per cápita de desplomó 8,8%. El Cifra sostuvo: "Esto se explica, fundamentalmente, por la contracción del consumo privado y de la inversión bruta. Asimismo, el ajuste del gasto público jugó un papel no desdeñable en el descenso del nivel de actividad". En el mismo lapso, retrocedieron 6,2%, 13,8% y 2,7%, respectivamente.
En términos sectoriales, la actividad industrial fue la gran perdedora del modelo, que dejó como saldo una creciente primarización, como correlato del declive del consumo privado y la apertura comercial. El producto del sector fabril cayó 7,3% entre 2015 y 2018, según datos del Indec.
La retracción del consumo, claro está, se desprende del principal factor de ajuste que se dio durante este ciclo económico: el derrumbe en términos reales de los ingresos laborales y las prestaciones sociales. Sin dudas, los trabajadores y los jubilados fueron los grandes perdedores del período. Comparados con el IPC CABA (el único cuya serie llega a noviembre de 2015), el poder adquisitivo de los salarios del sector formal y los haberes previsionales se hundieron alrededor del 20%.
Junto a la recesión, que llevó a la destrucción de casi 200.000 empleos de calidad en el sector privado entre noviembre de 2015 y septiembre último, el retroceso de los ingresos familiares fue el motor de la vuelta de la desocupación a los dos dígitos después de 13 años. Es que muchos integrantes de los hogares que permanecían inactivos o realizaban trabajos no remunerados, mayormente mujeres según los números del Indec, se volcaron a la búsqueda de empleo para intentar paliar la escalada inflacionaria. Sin embargo, la mayoría no lo consiguió. Y quienes lo hicieron obtuvieron puestos en el sector informal o cuentapropista.
"La precarización del mercado laboral se constituyó como un denominador común durante los cuatro años de gestión. La economía informal ganó terreno como consecuencia de la destrucción de la matriz industrial, la caída del poder adquisitivo y la incapacidad del sector formal de absorber por completo esta demanda laboral, entre otros factores. La informalidad alcanza a casi 5 millones de asalariados. Además, se disparó el trabajo por cuenta propia, que consiste en changas por parte de personas que buscan sostener sus ingresos hasta conseguir un empleo de mayor estabilidad. En 2019, el registro de cuentapropistas en el país alcanza casi el 22% de la población ocupada, una cifra que no se alcanzaba desde el año 2002", subrayó la economista Paula Español en un reciente artículo.
El corolario de este proceso es un aumento de la pobreza a niveles de principios de siglo. El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, que dirige Agustín Salvia, informó la semana pasada que la población argentina que no logra satisfacer sus necesidades básicas alcanzó el 40,8%, de acuerdo a su medición. Se trata de más de 18 millones de personas pobres, casi 5 millones más que en 2015. A la indigencia se incorporaron unos 2 millones de argentinos en cuatro años y ya roza el 9%.
Pobreza, recesión, inflación récord, precarización laboral, megendeudamiento, ajuste fiscal. La gestión de Mauricio Macri mostró desde sus primeros meses un sesgo neoliberal. Es decir, el recetario clásico, orientado hacia lo financiero y en detrimento de lo productivo. Las consecuencias afloraron en tiempo récord.
El Gobierno de Cambiemos fue protagonista de varios hitos. Por un lado, se trató del tercer round de los programas económicos recientes. Primero, fue la bicicleta financiera que pedaleó en paralelo a la tablita de Martínez de Hoz y luego la que lo hizo a la par de la convertibilidad. En ese sentido, la dinámica no sorprendió. Aunque sí lo hizo la magnitud en los números del fenómeno del carry trade: en dólares constantes, el nivel de endeudamiento promedio anual con el que se abasteció de divisas a los ciclistas fue de US$32.500 millones y más que triplicó al de la dictadura que fue de US$10.306 millones.
También generó algunas sorpresas (en especial tras el exitismo de la victoria electoral del 2017) por la rapidez con la que el plan explotó y mostró sus consecuencias en materia de recesión económica, desempleo, precarización laboral, desplome del salario real y pobreza, entre otros indicadores socioeconómicos. A ellas se suman las consecuencias más obvias en materia de restricción externa, por la desregulación cambiaria y financiera, y de endeudamiento, luego del arreglo con los fondos buitres.
No es timba, es regulación
El gobierno de Cambiemos se enmarcó en lo que el economista Eduardo Basualdo definió, a lo largo de su obra, como "valorización financiera". En un reciente informe de Cifra-CTA, que elaboró junto con los analistas Pablo Manzanelli, María José Castells y Mariano Barrera, afirmó: "El rasgo sobresaliente de la valorización financiera fue el endeudamiento público que no sirvió para incrementar el nivel de actividad económica la cual cayó 8,8% en términos del PBI per cápita entre 2015 y 2019 sino para financiar la fuga de capitales al exterior. Basta mencionar que el aumento neto de la deuda pública en moneda extranjera fue de US$103.808 millones y la fuga de capitales alcanzó a US$93.667 millones entre diciembre de 2015 y septiembre de 2019".
El concepto, con sus variantes en cada período de la historia económica argentina reciente, remite siempre a mecanismos de acumulación que priorizan la ganancia mediante la inversión financiera, en detrimento de la producción. Por eso mismo le restan importancia al mercado interno, al salario y al empleo. La era Macri se apoyó en la liberalización del mercado cambiario mediante el desarme del cepo, en un endeudamiento que contuvo al dólar durante los primeros dos años, en la tasa de interés de política monetaria en niveles positivos y altos y en la quita de toda regulación al ingreso de capitales extranjeros especulativos (se sacaron los encajes y la obligación de permanecer al menos seis meses en el país para los fondos golondrina).
De esta forma, el esquema elegido por Cambiemos garantizó a los inversores financieros la la vía perfecta para hacer la bicicleta: podían traer los dólares y sacarlos cuando quisieran porque la desregulación lo permitía; sabían que las divisas para la salida estaban disponibles, porque el endeudamiento las abastecía; y percibían buenas ganancias en dólares, porque todo ese ingreso de billetes mantenía el tipo de cambio atrasado. Y porque la tasa de interés de las Lebac primero, la de los pases a 7 días después y la de las Leliq al final, ofrecían un buen diferencial en pesos.
En junio de 2018, incluso en plena crisis cambiaria, el MSCI volvió a Argentina a la categoría de mercado emergente, como premio por la desregulación y con la advertencia de perder la etiqueta si volvía atrás en las medidas.
Llegaban dólares, se convertían en moneda local e iban a un activo en pesos con buena tasa y después volvían al dólar, con buenas ganancias. Tras la megadevaluación, que arrancó en abril del año pasado y no llegó a parar del todo hasta la reciente reinstauración del cepo cambiario de US$200 mensuales, el BCRA se vio obligado a ofrecer cada vez más y más tasa en pesos para superar a una inflación y una expectativa de devaluación que se elevaron por las nubes.
¡Es la restricción externa!
Como lado B del mismo fenómeno, ocurrió un segundo hito: la subestimación del problema externo como protagonista principal de las crisis económicas en Argentina. Todas esas decisiones de política económica, que se tomaron en los primeros meses de la gestión, engordaban necesariamente el déficit externo. El fin del cepo generó salidas de dólares, que por el lado de la fuga batió los récords históricos. La política de endeudamiento en moneda extranjera (según Cambiemos, para financiar déficit primario en pesos), por su parte, multiplicó en muy poco tiempo la carga de intereses. El atraso cambiario, consecuencia del ingreso masivo e inicial de dólares vía deuda e inversión financiera, hizo crecer el rojo turístico.
En 2017, mientras Cambiemos festejaba el triunfo en las legislativas y se animaba a una baja en la tasa de interés, tal como anunció el 28 de diciembre el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el rojo de cuenta corriente se duplicaba y llegaba a US$30.792 millones. El número no tomaba en cuenta a la fuga de ese año, que sumaba una salida extra de US$22.148 millones.
Esa alarma externa sonando provocó que en febrero de 2018 los mercados decidieran dejar de prestarle divisas al país. Así se cerró la primera canilla. El flujo de dólares comenzó a darse vuelta. Más tarde, la alarma del déficit del balance de pagos, conjugada con la baja en la tasa de interés en pesos y una suba en la de la Fed, desembocó en explosión cuando el Congreso votó el impuesto a la renta financiera. El 25 de abril los inversores financieros extranjeros comenzaron a decidir que el flujo de dólares se diera vuelta. Abandonaron la ganancia que ofrecía la tasa de las Lebac y completaron el ciclo con una corrida. Apenas unos días más tarde, el 8 de mayo, el gobierno ya había llegado a un arreglo con el FMI.
Hipoteca
En esa línea, el economista Arnaldo Bocco, en un reciente informe del Citra, un centro de estudios impulsado por la UMET, planteó: "El crónico desequilibrio de la balanza de pagos fue, durante la gestión de Macri, la causa estructural reiterada más importante de la inestabilidad de la economía nacional, del significativo deterioro de la capacidad productiva y del empeoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores y sectores populares padecida en el último gobierno". Además, consideró que la deuda tomada para financiar ese desequilibrio fue "el motor del modelo macrista y del derrumbe de la sustentabilidad que condujo al default".
El endeudamiento que financió la fuga de divisas tuvo a los acreedores externos como los principales financistas. Según el Centro Cifra, la deuda pública externa se incrementó en US$95.700 millones en los primeros tres años de Gobierno, sin contar el acuerdo con los fondos buitres.
Como consecuencia de un país que avanza hacia una reestructuración a contrarreloj, quedará un fuerte condicionamiento. Además de la necesidad de sentarse a renegociar con el FMI el préstamo stand by más grande de su historia, la montaña de vencimientos de deuda con tenedores privados de los próximos meses no deja tiempo para perder.
Sólo en los primeros seis meses de mandato de Alberto Fernández habrá compromisos en moneda dura por unos US$14.000 millones, superior a las reservas netas que quedarán en el Central (unos US$12.000 millones). Para los próximos cuatro años, superan ampliamente los US$150.000 millones.
Chispazos
Otra característica saliente de este período fue la política energética. La propia subestimación del problema externo y su foco puesto en lo fiscal hizo que desde el inicio mismo de la gestión se impulsara un camino de quita de subsidios que pusiera fin al congelamiento de los servicios en el Área Metropolitana que primó durante el período anterior. Claro que no se trató del único motivo: la ampliación de la rentabilidad de un conglomerado de empresas multinacionales y locales, muchas de las cuales tuvieron a sus principales lobbistas en el Gabinete, fue evocada como una necesidad para potenciar las inversiones en el sector, particularmente en Vaca Muerta.
Esto hizo que, a contramano de una política de fuerte ajuste monetario vía suba de tasas como receta para desacelerar la inflación, el Gobierno desplegara una serie de tarifazos, sólo interrumpida por la última campaña electoral, que presionó con fuerza sobre los precios. Entre 2016 y 2019, según cálculos de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav), el gas aumentó más de 2.200% y la luz, más de 3.000%.
Junto a las sucesivas devaluaciones, los tarifazos fueron los motores claves de la duplicación de la inflación que pasó de algo más del 25% en 2015 a alrededor del 55% en 2019, el nivel más alto desde 1991 a la salida de la híper. Este cóctel fue el que llevó a pulverizar el poder adquisitivo de los salarios en 20,1% (si se toma el índice Ripte, que considera sólo al sector formal), que perdieron sistemáticamente con las subas de tarifas, del tipo de cambio y del IPC.
El elemento central para lograrlo fue la dolarización del precio interno de la energía y la liberalización de los combustibles a las reglas del mercado. Así, además de aumentar los servicios por los recortes de subsidios, cada salto del dólar fue acompañado por los precios del gas, la nafta y la electricidad.
Todo esto dejó a las compañías energéticas como unas de las grandes ganadoras del modelo, junto a los bancos, los especuladores financieros y los agroexportadores. Un informe de la Undav mostró que, a pesar de la caída de la demanda producto de la recesión, entre 2015 y 2018 (último dato disponible) las empresas del sector aumentaron sus ingresos por ventas 995% en promedio, más del cuádruple de la inflación del período. Y algunas firmas, como PAE y TGN, acumulados resultados integrales por más de US$1.000 millones en tres años.
El idilio sólo fue interrumpido por el congelamiento del precio del petróleo por noventa días y la postergación para 2020 de la última tanda de tarifazos en medio de la campaña electoral.
Derrumbes
El estímulo a la actividad financiera como vía para la acumulación de capital, el ajuste fiscal, el achicamiento del mercado interno por el hundimiento de los salarios y la apertura de las importaciones, entre otros factores, derivaron en una fuerte caída de la producción. No podía resultar de otra manera. Macri se retira con una extensa y profunda recesión, que ya lleva una año y medio. Y de sus cuatro años al frente del Ejecutivo, sólo uno (2017) la economía creció.
El PBI se contrajo 5% entre el segundo trimestre de 2019 y el mismo período de 2015. Aunque al considerar el crecimiento de la población, el PBI per cápita de desplomó 8,8%. El Cifra sostuvo: "Esto se explica, fundamentalmente, por la contracción del consumo privado y de la inversión bruta. Asimismo, el ajuste del gasto público jugó un papel no desdeñable en el descenso del nivel de actividad". En el mismo lapso, retrocedieron 6,2%, 13,8% y 2,7%, respectivamente.
En términos sectoriales, la actividad industrial fue la gran perdedora del modelo, que dejó como saldo una creciente primarización, como correlato del declive del consumo privado y la apertura comercial. El producto del sector fabril cayó 7,3% entre 2015 y 2018, según datos del Indec.
La retracción del consumo, claro está, se desprende del principal factor de ajuste que se dio durante este ciclo económico: el derrumbe en términos reales de los ingresos laborales y las prestaciones sociales. Sin dudas, los trabajadores y los jubilados fueron los grandes perdedores del período. Comparados con el IPC CABA (el único cuya serie llega a noviembre de 2015), el poder adquisitivo de los salarios del sector formal y los haberes previsionales se hundieron alrededor del 20%.
Junto a la recesión, que llevó a la destrucción de casi 200.000 empleos de calidad en el sector privado entre noviembre de 2015 y septiembre último, el retroceso de los ingresos familiares fue el motor de la vuelta de la desocupación a los dos dígitos después de 13 años. Es que muchos integrantes de los hogares que permanecían inactivos o realizaban trabajos no remunerados, mayormente mujeres según los números del Indec, se volcaron a la búsqueda de empleo para intentar paliar la escalada inflacionaria. Sin embargo, la mayoría no lo consiguió. Y quienes lo hicieron obtuvieron puestos en el sector informal o cuentapropista.
"La precarización del mercado laboral se constituyó como un denominador común durante los cuatro años de gestión. La economía informal ganó terreno como consecuencia de la destrucción de la matriz industrial, la caída del poder adquisitivo y la incapacidad del sector formal de absorber por completo esta demanda laboral, entre otros factores. La informalidad alcanza a casi 5 millones de asalariados. Además, se disparó el trabajo por cuenta propia, que consiste en changas por parte de personas que buscan sostener sus ingresos hasta conseguir un empleo de mayor estabilidad. En 2019, el registro de cuentapropistas en el país alcanza casi el 22% de la población ocupada, una cifra que no se alcanzaba desde el año 2002", subrayó la economista Paula Español en un reciente artículo.
El corolario de este proceso es un aumento de la pobreza a niveles de principios de siglo. El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, que dirige Agustín Salvia, informó la semana pasada que la población argentina que no logra satisfacer sus necesidades básicas alcanzó el 40,8%, de acuerdo a su medición. Se trata de más de 18 millones de personas pobres, casi 5 millones más que en 2015. A la indigencia se incorporaron unos 2 millones de argentinos en cuatro años y ya roza el 9%.
Cuatro encuestas le ponen números a la despedida de Macri
Con qué imagen se va y con cuál había llegado. La ponderación personal y la de su gestión. Las áreas más elogiadas y las más cuestionadas.
El presidente Mauricio Macri, en la plaza de despedida del 7D.
En cuestión de horas, hubo dos puestas en escena bien distintas para describir la herencia de Mauricio Macri. La cadena nacional del propio Presidente, con una autocrítica limitadísima sobre su responsabilidad en la crisis económica actual, y la presentación del filme "Tierra arrasada", del próximo ministro de Cultura, Tristán Bauer. ¿Con qué versión se queda la mayoría de la gente?
Estas cuatro encuestas construyen una foto de la despedida de Cambiemos y permiten mirar (y comparar) hacia atrás. ¿Con qué imagen se va Macri y con cuál había llegado? ¿Y su modo de administrar cómo se evalúa? ¿En qué áreas se mejoró y en cuáles se retrocedió?
Los estudios son de las consultoras D'Alessio IROL-Berensztein, Opinaia, Opina Argentina y Ricardo Rouvier & Asociados. Los relevamientos, nacionales, se hicieron entre fines de noviembre y principios de diciembre.
D'Alessio IROL-Berensztein
Se trata de la conjunción de dos consultoras: D'Alessio IROL, con más de 30 años en el mercado, y la firma del analista Sergio Berensztein, creada en 2013.
En este caso, presentaron un estudio nacional con 1.124 encuestados. Dentro de las principales conclusiones, destacan:
- "La evaluación general sobre el Gobierno de Mauricio Macri revela los efectos de la grieta, con un elevado rechazo por parte de los votantes del Frente de Todos y una significativa aprobación de sus electores. Los aspectos más valorados de su gestión son lo invertido en infraestructura, el combate al narcotráfico y su labor en la institucionalidad".
- "A pocos días de la asunción de Alberto Fernández, los argentinos continúan manifestando malestar respecto del actual estado de la economía. Aún mantienen el optimismo para el próximo año, aunque evidenciando un descenso en cuanto a lo registrado inmediatamente después de las elecciones".
El balance general de la gestión de Macri es flojo, con 66% de opiniones negativas: 51% la calificó como "muy mala" y 15% como "mala". Cuando se hace la discriminación por afinidad política, salta la grieta: entre los votantes K, el 94% elige "muy mala"; entre los M, un 62% opta por "buena".
Respecto a la imagen de Macri, cierra con 60% de negativa y 36% de positiva.
Las áreas más valoradas de su gestión fueron "infraestructura" con 52% de opiniones positivas (entre "buena" y "muy buena") y "combate al narcotráfico", con 50% a favor. Las más castigadas, "economía", con 75% negativo (entre "mala" y "muy mala") y "reducción de la pobreza", con 79%.
Opinaia
Es una consultora pionera en las mediciones online. Hicieron un relevamiento de 2.000 casos, entre el 20 y el 27 de noviembre, y presentaron los resultados con un margen de error de +/- 2,2%.
El balance de la gestión tiene 65% de opiniones negativas: 31% "muy negativa", 20% "negativa" y 14% "neutra negativa". Contra 35% de positiva: 4% "muy positiva", 19% "positiva" y 12% "neutra positiva". En noviembre de 2016, a poco menos de un año de asumir, el resultado era a favor de Macri, con 55% de "positiva" y 45% de "negativa".
Cuando se hace la evaluación por área, "Infraestructura" queda otra vez primera: 37% cree que se está "mejor" en este sentido. Y "economía", previsiblemente, va a la cola: 38% considera que se está "peor".
A favor de Macri, cuando se consulta sobre "quién debe ser el líder de la oposición", queda al frente, con 28%. Lo siguen Roberto Lavagna (22%), María Eugenia Vidal (16%) y Horacio Rodríguez Larreta (14%).
La imagen personal neta del Presidente va en sintonía con el resultado electoral: 39% de positiva y 61% de negativa.
Opina Argentina
Es una consultora que trabaja para la política y la dirige Facundo Nejamkis, licenciado en Ciencias Políticas y ex funcionario nacional. Hizo un estudio de 1.100 casos, entre el 26 y el 29 de noviembre, con +/- 3% de margen de error.
- Evaluación personal de Macri: 57% de imagen negativa (44% "muy mala" y 13% "mala") y 40% de positiva (19% "muy buena" y 21% "buena"). Había llegado a la Rosada con 70% de positiva y sólo 27% de negativa.
- Evaluación de la gestión: 61% negativa (44% "muy mala" y 17% "mala") y 38% positiva (11% "muy buena" y 27% "buena").
- ¿Cómo entrega el país Macri respecto a 2015? 33% "mucho peor", 18% "algo peor", 11% "igual", 23% "algo mejor" y 13% "mucho mejor".
Ricardo Rouvier
Un consultor de larga trayectoria que trabajó durante muchos años para el kirchnerismo. Presentó un estudio de 1.200 casos, relevados entre el 23 de noviembre y el 2 de diciembre, con margen de error de +/- 2,8%.
Principales conclusiones del estudio:
- "Desde la fecha de inicio hasta la culminación, la imagen del Presidente y la de la gestión del Gobierno han caído significativamente".
- "La cuestión económica y su impacto social fueron los principales factores que evitaron la reelección de Macri por otro período más. La caída se profundizó luego del éxito electoral en la legislativa de octubre de 2017".
- "La opinión pública le reconoce a Macri una gestión más positiva que negativa en Justicia, una actuación que no muestra cambios en educación y un déficit en salud, servicios públicos y seguridad. Pero sin duda, el principal fracaso señalado por la población es su gestión económica".
En cuanto a números, Macri arrancó la gestión con una imagen positiva de 71,3% y una negativa de 26%. Se va con 38,7% y 56,5% respectivamente. Peor es la ponderación que deja su administración: 61,2% de negativa y 34,6% de positiva.
También Rouvier consulta por la performance de distintas áreas. La peor es economía: un 59,3% dice que "empeoró". Y la mejor, Justicia: 40,6% opina que "mejoró". Aunque en este último caso queda expuesta una vez más la grieta, ya que Justicia también es la segunda en "empeoró", con 33,1%.
El presidente Mauricio Macri, en la plaza de despedida del 7D.
En cuestión de horas, hubo dos puestas en escena bien distintas para describir la herencia de Mauricio Macri. La cadena nacional del propio Presidente, con una autocrítica limitadísima sobre su responsabilidad en la crisis económica actual, y la presentación del filme "Tierra arrasada", del próximo ministro de Cultura, Tristán Bauer. ¿Con qué versión se queda la mayoría de la gente?
Estas cuatro encuestas construyen una foto de la despedida de Cambiemos y permiten mirar (y comparar) hacia atrás. ¿Con qué imagen se va Macri y con cuál había llegado? ¿Y su modo de administrar cómo se evalúa? ¿En qué áreas se mejoró y en cuáles se retrocedió?
Los estudios son de las consultoras D'Alessio IROL-Berensztein, Opinaia, Opina Argentina y Ricardo Rouvier & Asociados. Los relevamientos, nacionales, se hicieron entre fines de noviembre y principios de diciembre.
D'Alessio IROL-Berensztein
Se trata de la conjunción de dos consultoras: D'Alessio IROL, con más de 30 años en el mercado, y la firma del analista Sergio Berensztein, creada en 2013.
En este caso, presentaron un estudio nacional con 1.124 encuestados. Dentro de las principales conclusiones, destacan:
- "La evaluación general sobre el Gobierno de Mauricio Macri revela los efectos de la grieta, con un elevado rechazo por parte de los votantes del Frente de Todos y una significativa aprobación de sus electores. Los aspectos más valorados de su gestión son lo invertido en infraestructura, el combate al narcotráfico y su labor en la institucionalidad".
- "A pocos días de la asunción de Alberto Fernández, los argentinos continúan manifestando malestar respecto del actual estado de la economía. Aún mantienen el optimismo para el próximo año, aunque evidenciando un descenso en cuanto a lo registrado inmediatamente después de las elecciones".
El balance general de la gestión de Macri es flojo, con 66% de opiniones negativas: 51% la calificó como "muy mala" y 15% como "mala". Cuando se hace la discriminación por afinidad política, salta la grieta: entre los votantes K, el 94% elige "muy mala"; entre los M, un 62% opta por "buena".
Respecto a la imagen de Macri, cierra con 60% de negativa y 36% de positiva.
Las áreas más valoradas de su gestión fueron "infraestructura" con 52% de opiniones positivas (entre "buena" y "muy buena") y "combate al narcotráfico", con 50% a favor. Las más castigadas, "economía", con 75% negativo (entre "mala" y "muy mala") y "reducción de la pobreza", con 79%.
Opinaia
Es una consultora pionera en las mediciones online. Hicieron un relevamiento de 2.000 casos, entre el 20 y el 27 de noviembre, y presentaron los resultados con un margen de error de +/- 2,2%.
El balance de la gestión tiene 65% de opiniones negativas: 31% "muy negativa", 20% "negativa" y 14% "neutra negativa". Contra 35% de positiva: 4% "muy positiva", 19% "positiva" y 12% "neutra positiva". En noviembre de 2016, a poco menos de un año de asumir, el resultado era a favor de Macri, con 55% de "positiva" y 45% de "negativa".
Cuando se hace la evaluación por área, "Infraestructura" queda otra vez primera: 37% cree que se está "mejor" en este sentido. Y "economía", previsiblemente, va a la cola: 38% considera que se está "peor".
A favor de Macri, cuando se consulta sobre "quién debe ser el líder de la oposición", queda al frente, con 28%. Lo siguen Roberto Lavagna (22%), María Eugenia Vidal (16%) y Horacio Rodríguez Larreta (14%).
La imagen personal neta del Presidente va en sintonía con el resultado electoral: 39% de positiva y 61% de negativa.
Opina Argentina
Es una consultora que trabaja para la política y la dirige Facundo Nejamkis, licenciado en Ciencias Políticas y ex funcionario nacional. Hizo un estudio de 1.100 casos, entre el 26 y el 29 de noviembre, con +/- 3% de margen de error.
- Evaluación personal de Macri: 57% de imagen negativa (44% "muy mala" y 13% "mala") y 40% de positiva (19% "muy buena" y 21% "buena"). Había llegado a la Rosada con 70% de positiva y sólo 27% de negativa.
- Evaluación de la gestión: 61% negativa (44% "muy mala" y 17% "mala") y 38% positiva (11% "muy buena" y 27% "buena").
- ¿Cómo entrega el país Macri respecto a 2015? 33% "mucho peor", 18% "algo peor", 11% "igual", 23% "algo mejor" y 13% "mucho mejor".
Ricardo Rouvier
Un consultor de larga trayectoria que trabajó durante muchos años para el kirchnerismo. Presentó un estudio de 1.200 casos, relevados entre el 23 de noviembre y el 2 de diciembre, con margen de error de +/- 2,8%.
Principales conclusiones del estudio:
- "Desde la fecha de inicio hasta la culminación, la imagen del Presidente y la de la gestión del Gobierno han caído significativamente".
- "La cuestión económica y su impacto social fueron los principales factores que evitaron la reelección de Macri por otro período más. La caída se profundizó luego del éxito electoral en la legislativa de octubre de 2017".
- "La opinión pública le reconoce a Macri una gestión más positiva que negativa en Justicia, una actuación que no muestra cambios en educación y un déficit en salud, servicios públicos y seguridad. Pero sin duda, el principal fracaso señalado por la población es su gestión económica".
En cuanto a números, Macri arrancó la gestión con una imagen positiva de 71,3% y una negativa de 26%. Se va con 38,7% y 56,5% respectivamente. Peor es la ponderación que deja su administración: 61,2% de negativa y 34,6% de positiva.
También Rouvier consulta por la performance de distintas áreas. La peor es economía: un 59,3% dice que "empeoró". Y la mejor, Justicia: 40,6% opina que "mejoró". Aunque en este último caso queda expuesta una vez más la grieta, ya que Justicia también es la segunda en "empeoró", con 33,1%.
Noruega reinventó su turismo gracias a las rutas antiguas
El Gobierno del país escandinavo impulsó un proyecto de 18 rutas panorámicas con las que pretende ir más allá de las visitas de crucero, en conjunción con una arquitectura vanguardista
Álvaro de la Rúa
Nuestro camino empieza en la nada. Rodeados de montañas y soledad, en un lugar donde uno se siente la única persona en el mundo. Estamos en los fiordos noruegos, pero este recorrido tiene algo de especial: a este punto solo se llega por una sinuosa y estrecha carretera en desuso, que será el eje del viaje. Utsikten, en el sureste de la península escandinava, es uno de los miradores construidos a lo largo de las 18 rutas panorámicas que atraviesan el país de norte a sur. Un proyecto que recorre los 1.100 kilómetros de los fiordos noruegos con el que el Gobierno pretende ir más allá del turismo de crucero.
Mirador de Utsikten, en la carretera de Gaularfjellet. Miguel Galiano
El mirador de Utsikten no es un simple balcón al fiordo. La mole construida al final de la carretera de Gaularfjellet consta de tres triángulos de cemento que se levantan formando una especie de abanico en posición casi perpendicular al suelo. Porque tanto este como el resto de miradores de las 18 rutas panorámicas son obras "innovadoras y provocadoras" de arquitectos jóvenes para revitalizar carreteras secundarias ahora muy poco transitadas. La iniciativa del Gobierno noruego pretende llevar a los visitantes hasta puntos remotos con el atractivo de estas construcciones y potenciar así el turismo de estas zonas. "Esta ruta de Gaularfjellet tuvo su máximo esplendor en los años 70 y 80, pero luego se construyeron nuevas carreteras y túneles y el tráfico empezó a disminuir. Y desde que abrimos esta ruta panorámica y construimos este espectacular mirador, el tráfico no ha parado de aumentar", explica Trine Kanter Zerwekh, project manager de las rutas panorámicas. Un viaje que realizó EL PAÍS invitado por la empresa estatal Innovation Norway.
El área de descanso Ureddplassen. Steinar Skaar (Statens vegvesen)
La iniciativa aprovechó el entramado de vías secundarias que serpentean por las diminutas islas de los fiordos noruegos. El país tiene poco más de 5.300.000 habitantes con una baja densidad de 16 residentes por kilómetro cuadrado. El proyecto se lanzó en 1994 y está previsto que termine en 2020, pero sus responsables esperan que continúe después de esta fecha. Hasta ahora se han completado unas 150 construcciones y quedan otras 100 por levantar. Pero a lo largo de las carreteras no solo se han construido miradores, sino también áreas de descanso, baños o hitos artísticos, todos bajo una estética vanguardista. Algunos se han hecho tan famosos como el aseo público Ureddplassen, en la ruta Helgelandskysten, que cruza el Círculo Polar Ártico y es la más larga de las 18. Este baño fue calificado por una publicación especializada como el más bonito del mundo el año pasado.
Las estructuras construidas a lo largo de las 18 rutas panorámicas son obras vanguardistas de arquitectos jóvenes en simbiosis con el entorno
Un éxito que ha tenido un efecto directo en la economía local. "Las empresas que hay a lo largo de las rutas han duplicado sus ingresos y algunas incluso las han triplicado", subraya Kanter Zerwekh. Noruega registró más de seis millones de pernoctaciones en sus fiordos en 2018, unas 200.000 más que el año anterior, según datos del Gobierno. Muchos los visitan en crucero, pero este proyecto intenta que los turistas planifiquen el viaje en sus propios vehículos o alquilados, y diseñen un periplo con paradas en las localizaciones donde están ubicadas estas construcciones. "Lo que queremos es que la gente no solo venga y los cruce rápidamente [los fiordos], sino que se quede más tiempo y gaste más dinero", añade la project manager. El fin último es crear una red turística que englobe a restaurantes, hoteles o empresas de multiaventura para dar trabajo a los residentes de la zona y evitar así la despoblación de estas pequeñas localidades.
Kalek Wamgy, de 29 años, en la ruta Atlanterhavsvegen. A. R.
"Este tipo de viaje me permite organizar mejor el tiempo. Y puedo moverme libremente, sin estar sujeto a un horario estricto ni a un grupo [como en los cruceros]. Conducir me permite aparcar en cualquier sitio para ver las vistas y las estructuras", cuenta Kalek Wamgy, de 29 años y nacionalidad china, que viaja junto a su novia. "Algunas noches hemos dormido en hoteles, pero también en Airbnb y en casas de gente local", manifiesta delante del puente de Hulvagbrua, en la ruta Atlanterhavsvegen. Junto a Wamgy, otro grupo de turistas asiáticos baja de un minibús para fotografiar la estructura, que conecta dos de las pequeñas islas. Porque en las estrechas carreteras secundarias se mezclan quienes optan por el coche y quienes lo hacen por el trayecto con más personas. Sophie Dabikles es conductora de uno de estos autocares y subraya que el turismo de las rutas panorámicas ha ido en aumento en los últimos años: "En la temporada alta de verano tengo unos cuatro o cinco viajes al mes que duran cinco días con 30 o 35 personas. Llevo a todo tipo de turistas, muchos españoles, alemanes, y sobre todo americanos, También algunos chinos y japoneses".
Una red de economía local
ampliar foto La carretera de la ruta Geiranger-Trollstigen.
En el puerto de Geiranger, una de las localidades más conocidas de las rutas escénicas, varios empresarios de la zona se mezclan con los turistas. Todos montan en el pequeño barco que recorre el fiordo en un trayecto de en torno a hora y media. Mientras los turistas sacan fotografías a las cascadas y al dibujo serpenteado de las carreteras en la ladera, los dueños de los negocios ponen en común sus impresiones sobre el sector. "Nuestra temporada alta es julio, pero nos gustaría tener más turismo a lo largo del año. Ese es nuestro principal objetivo. Y creo que las rutas panorámicas pueden ayudar a esta meta", manifiesta Kenneth Loken, dueño de uno de los restaurantes del pueblo junto a su esposa. El matrimonio tiene tres hijos que van a la guardería junto a otros niños del municipio. En la localidad no solo residen noruegos, sino también polacos, ingleses o españoles, atraídos por la oferta de empleo, que excede a los habitantes de Geiranger. "Además trabajamos con empresas locales como electricistas o fontaneros, compramos la carne en la carnicería del pueblo... Así que influimos mucho en la economía local", subraya Tore Haldorsen, director del hotel Geiranger.
Impacto medioambiental
Pero no todo fueron buenas palabras en sus orígenes. Algunos residentes criticaron la construcción de unas estructuras cuya arquitectura vanguardista rompía con el entorno salvaje del fiordo. Otros se quejaron de que en algunos lugares el material utilizado no era de origen local. Pero el auge de la economía acabó por superar a las críticas. "Algunos ecologistas reaccionaron mal al proyecto, pensaban que un mirador como este era demasiado invasor con el paisaje", recuerda la project manager en Utsikten. "Al principio la gente estaba preocupada con esta arquitectura moderna en las montañas", manifiesta Hilde Bakke, portavoz de una centena de empresas turísticas de la región. El diseño de las construcciones busca una simbiosis con el entorno natural, utilizando como recurso las líneas y colores del paisaje. El mirador de Trollstigen, por ejemplo, supuso una inversión de más de 207.700 euros y ocho años de trabajo. Respecto a la contaminación por el tráfico de vehículos, Trine Kanter Zerwekh subraya que con las rutas panorámicas se esparce el tráfico por todo el territorio en lugar de centrarse en algunas zonas. Además, seis de cada 10 coches vendidos en Noruega son eléctricos, siendo el primer país del mundo por porcentaje de este tipo de vehículos.
ampliar foto Varios turistas se fotografían en el mirador de Trollstigen, en la ruta Geiranger-Trollstigen.
Evitar la despoblación
En la ruta Geiranger-Trollstigen se encuentra la ciudad de Åndalsnes, de unos 3.000 habitantes. La urbe basa gran parte de su economía en el sector turístico con empresas dedicadas a deportes al aire libre, alojamientos hoteleros o un gran museo sobre escalada. Lars Olavhustad es su alcalde: "Somos un pueblo pequeño y yo, como alcalde, quiero que la gente joven quiera quedarse aquí. Pero para eso tenemos que conseguirles trabajo, y con el turismo y gracias a las rutas panorámicas hay más empleo". Una idea que comparte Bakke: "El problema de pequeñas localidades como esta es que cuando no hay muchas cosas interesantes por hacer se marchan a ciudades más grandes, pero cuando podemos ofrecer buenos puestos para trabajar, la gente viene aquí en lugar de irse. Y mantenemos a nuestra gente joven en el pueblo". Paradójicamente, el Gobierno ha proyecto una macroautovía para 2026 que hará más accesible la conexión entre las islas de los fiordos. Pero la segunda vida de las pequeñas carreteras seguirá con las rutas panorámicas.
Una red turística en 360º
En el entorno que rodea a las rutas han proliferado empresas de multiaventura, dentro de la red de negocios locales que han surgido y se nutren de las carreteras panorámicas. Algunas ofrecen la posibilidad de ver glaciares, como en el vídeo inferior, en el que se reproduce un ascenso al glaciar Briksdal. Puede ver el recorrido en un vídeo en 360 grados.
Riquelme se impuso a Angelici en Boca y Macri pierde su último bastión
La lista de Ameal alcanzaba el 51% contra el 32% de Gribaudo, que ya reconoció la derrota. Votaron más de 38.000 socios.
La lista de Juan Román Riquelme se impuso al macrismo en Boca Juniors y deja a Mauricio Macri sin su último bastión político. La oposición encabezada por Jorge Amor Ameal y Mario Pergolini desplazaba por casi 20 puntos al macrismo, después de 24 años de gestión interrumpida.
Relevadas 90 mesas de las 143, el espacio de Ameal sumaba 11.513 votos (51,05%) contra 7.383 (32,73%) del oficialismo que encabezó Christian Gribaudo junto a Carlos Crespi y 613 (16,02%) de Beraldi.
Hasta la última hora del domingo, el macrismo apostaba a las mesas del interior, donde las peñas tienen un vínculo estrecho con el oficialismo y a las mesas de socios vitalicios que históricamente apuestan a un voto conservador.
Sin embargo, la lista de Riquelme sacó diferencia en las listas de mujeres y socios activos. Cuando la diferencia se volvió irreversible, Gribaudo reconoció la derrota.
Durante toda la tarde del domingo, alrededor de 38.400 socios se acercaron a la cancha de Boca en una jornada que estuvo signada por fuertes declaraciones de los candidatos, tal como había ocurrido durante la campaña.
El récord de socios votantes se había producido en 2015, cuando el presidente saliente, Daniel Angelici, había logrado la reelección al sumar 26.136 adhesiones. Esa cifra fue superada ampliamente este domingo.
A las nueve de la mañana se inauguró la elección que tuvo en la previa la confrontación entre el oficialismo y la oposición, con la intervención del Riquelme.
A las 18 cerró la votación y, en los minutos posteriores, solo pudieron ingresar a los cuartos oscuros aquellos que se encontraban dentro del club. Una vez que pasaron todos los socios, se sellaron las urnas y las autoridades de mesa las trasladaron hacia el espacio designado para el conteo.
La lista oficialista bautizada "La mitad + Vos" postulaba a Gribaudo para la presidencia y a Crespi como vice en el plan de suceder a Angelici y garantizar la continuidad de la línea que instauró Macri desde el año 95.
Gribaudo -titular del Instituto de Previsión Social bonaerense- encaró la difícil misión de sostener el gobierno ante la decisión de Riquelme de respaldar la candidatura de Ameal para la presidencia del club.
La lista "Identidad Xeneize" postulaba a Pergolini para ejercer como vicepresidente y al ex número 10 para manejar el fútbol. La tercera lista que compitió es la que integra la fórmula de José Beraldi y Royco Ferrari, dos hombres desvinculados del oficialismo, bajo el nombre "Volver a ganar".
En el medio de los comicios tanto Ameal como Riquelme denunciaron diferentes irregularidades como por ejemplo la presencia de boletas truchas. "Esto es una vergüenza. No puede ser que no puedas venir a votar e irte a comer con tu familia, pero nada sorprende porque son tramposos, esos son tram-po-sos", expresó Riquelme.
Por su parte, Daniel Angelici señaló que "hubo pocas propuestas y se faltó a la verdad", en relación a la campaña realizada semanas antes.
Además, el actual presidente de Boca aseguró que se va tranquilo por haber hecho lo mejor para el club, con aciertos y errores.
La lista de Juan Román Riquelme se impuso al macrismo en Boca Juniors y deja a Mauricio Macri sin su último bastión político. La oposición encabezada por Jorge Amor Ameal y Mario Pergolini desplazaba por casi 20 puntos al macrismo, después de 24 años de gestión interrumpida.
Relevadas 90 mesas de las 143, el espacio de Ameal sumaba 11.513 votos (51,05%) contra 7.383 (32,73%) del oficialismo que encabezó Christian Gribaudo junto a Carlos Crespi y 613 (16,02%) de Beraldi.
Hasta la última hora del domingo, el macrismo apostaba a las mesas del interior, donde las peñas tienen un vínculo estrecho con el oficialismo y a las mesas de socios vitalicios que históricamente apuestan a un voto conservador.
Sin embargo, la lista de Riquelme sacó diferencia en las listas de mujeres y socios activos. Cuando la diferencia se volvió irreversible, Gribaudo reconoció la derrota.
Durante toda la tarde del domingo, alrededor de 38.400 socios se acercaron a la cancha de Boca en una jornada que estuvo signada por fuertes declaraciones de los candidatos, tal como había ocurrido durante la campaña.
El récord de socios votantes se había producido en 2015, cuando el presidente saliente, Daniel Angelici, había logrado la reelección al sumar 26.136 adhesiones. Esa cifra fue superada ampliamente este domingo.
A las nueve de la mañana se inauguró la elección que tuvo en la previa la confrontación entre el oficialismo y la oposición, con la intervención del Riquelme.
A las 18 cerró la votación y, en los minutos posteriores, solo pudieron ingresar a los cuartos oscuros aquellos que se encontraban dentro del club. Una vez que pasaron todos los socios, se sellaron las urnas y las autoridades de mesa las trasladaron hacia el espacio designado para el conteo.
La lista oficialista bautizada "La mitad + Vos" postulaba a Gribaudo para la presidencia y a Crespi como vice en el plan de suceder a Angelici y garantizar la continuidad de la línea que instauró Macri desde el año 95.
Gribaudo -titular del Instituto de Previsión Social bonaerense- encaró la difícil misión de sostener el gobierno ante la decisión de Riquelme de respaldar la candidatura de Ameal para la presidencia del club.
La lista "Identidad Xeneize" postulaba a Pergolini para ejercer como vicepresidente y al ex número 10 para manejar el fútbol. La tercera lista que compitió es la que integra la fórmula de José Beraldi y Royco Ferrari, dos hombres desvinculados del oficialismo, bajo el nombre "Volver a ganar".
En el medio de los comicios tanto Ameal como Riquelme denunciaron diferentes irregularidades como por ejemplo la presencia de boletas truchas. "Esto es una vergüenza. No puede ser que no puedas venir a votar e irte a comer con tu familia, pero nada sorprende porque son tramposos, esos son tram-po-sos", expresó Riquelme.
Por su parte, Daniel Angelici señaló que "hubo pocas propuestas y se faltó a la verdad", en relación a la campaña realizada semanas antes.
Además, el actual presidente de Boca aseguró que se va tranquilo por haber hecho lo mejor para el club, con aciertos y errores.
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