Alberto Fernández: Vengo a convocar a la unidad de toda la Argentina


Alberto Fernández brinda este martes 10 de diciembre su primer discurso como Presidente de la Nación en la tradicional ceremonia ante la Asamblea Legislativa en el Congreso. El mandatario electo arribó minutos antes las 12 a la sede del Parlamento, donde fue recibido por la Comisión del Exterior del Honorable Congreso de la Nación en la explanada.

"Querido pueblo argentino, el 10 de diciembre de cada año no es un día cualquiera en nuestra memoria colectiva", comenzó el líder del Frente de Todos. "Toda crisis que se nos presentó supimos sobrellevar preservando el funcionamiento de la República, los argentinos hemos aprendido así, que las debilidades y las insuficiencias de la democracia solo se resuelven con más democracia", expresó el flamante mandatario.

"Vengo a convocar a la unidad de toda la Argentina en pos de la construcción de un nuevo contrato ciudadano social, que sea fraterno y solidario. Fraterno porque ha llegado la hora de abrazar al diferente, solidario porque en esa emergencia social es tiempo de comenzar por los últimos para después poder llegar a todos", agregó.

Fernández planteó: "Los vengo a convocar sin distinciones a poner a la Argentina de pie, para que comience caminar paso tras paso con dignidad, rumbo al desarrollo con justicia social. Hoy más que nunca es necesario como condición necesaria para poder avanzar, eso supone antes que nada recuperar un equilibrio sociales, económicos y productivos que hoy no tenemos. Es hora de abandonar el aturdimiento. ser conscientes de las profundas heridas que hoy padecemos que necesitan curarse de tiempo, sosiego y sobre todo de humanidad".

"Tenemos que superar el muro del rencor y del odio, el del hambre que deja a millones de hombres y mujeres afuera de la mesa que es común y del despilfarro de nuestras energías productivas. Estos muros y no nuestras ideas distintas son las que nos dividen en este tiempo histórico. Por eso quisiera que estas palabras no sean un monólogo sino una invitación a una reflexión profunda", sostuvo el dirigente nacional.

"Superar los muros emocionales significa que todas y todos seamos capaces de convivir en la diferencia y que reconozcamos que nadie sobra en nuestra nación, ni en su opinión, ni en sus ideas, ni en sus manifestaciones. Tenemos que suturar demasiadas heridas abiertas de nuestra patria, apostar a la fractura y a la "grieta significa apostar a

"Superar los muros emocionales significa que todas y todos seamos capaces de convivir en la diferencia y que reconozcamos que nadie sobra en nuestra nación, ni en su opinión, ni en sus ideas, ni en sus manifestaciones. Tenemos que suturar demasiadas heridas abiertas de nuestra patria, apostar a la fractura y a la grieta significa apostar a que esas heridas sigan sangrando, actuar de eso modo sería lo mismo que empujarnos al abismo", sostuvo. Y añadió: "No cuenten conmigo para seguir transitando el camino del desencuentro, quiero ser el presidente capaz de descubrir la mejor faceta de quien piensa distinto a mí y quiero ser el primero en convivir con él".

"Quiero también ser capaz de corregir mis errores en lugar de situarme en el pedestal del iluminado, vengo a invitarlos a construir esa sociedad democrática que aún nos debemos. El sueño de una Argentina unida no necesita unanimidad, mucho menos uniformidad. Para lograr el sueño de una convivencia positiva partimos de que toda verdad es relativa, tal vez de la suma o la confrontación de esas verdades podamos alcanzar una superadora, supo decir con acierto Néstor Kirchner".

"Si actuamos de buena fe podemos ser capaces de identificar necesidades urgentísimas, y compartidas para acordar después mecanismos que superen aquellas contradicciones".

Sobre la emergencia alimentaria, consideró: "Que toda la Argentina unida le ponga un freno a esta catástrofe social. Uno de cada dos niñas y niños es pobre en nuestro país. Sin pan no hay presente ni futuro, la vida solo se padece, no hay democracia ni libertad. Por eso la primera reunión oficial de nuestro Gobierno consistirá en un encuentro de trabajo sobre esa prioridad: el plan integral Argentina contra el Hambre. Allí todo nuestro gabinete y las personalidades de la sociedad civil que se sumaron a nuestro llamado comenzaremos la acción que ponga fin a este presente penoso".

También indicó la necesidad de "reorientar prioridades en nuestra economía y estructura productiva". "Queremos un estado presente, constructor de justicia social, que le de aire a las economías familiares por eso vamos a implementar un sistema masivo de créditos no bancarios que brinde créditos a tasas bajas", anticipó.

"La cultura del trabajo se garantiza creando trabajos formales con todos los beneficios de la seguridad social, no de otro modo. Por eso pondremos en marcha acciones que faciliten que todos los titulares del salario social complementario puedan insertarse en el mundo laboral y cobrar por su trabajo", expresó.

Con respecto al desempleo de jóvenes, señaló: "Debemos garantizar el derecho al primer empleo a través de becas solventadas por el estado para que jóvenes se capaciten y trabajen en empresas, Pymes, organizaciones sociales y de la economía popular y la agricultura familiar. La idea de un nuevo contrato de ciudadanía social supone unir voluntades y articular al estado con las fuerzas políticas".

"Vamos a coincidir en que hemos llegado a esta situación porque se han aplicado muy mal las políticas económicas. Esa serie de decisiones económicas fueron determinantes para que el pueblo argentino en su mayoría las descalificara en las últimas elecciones".

"La inflación que tenemos actualmente es la más alta de los últimos 28 años(...). La tasa de desocupación es la más alta desde el 2006. El valor del dólar entre el 2015 y la actualidad pasó de 9,70 a 63. La Argentina no para de achicar su economía, el PBI per cápita es el más bajo desde el 2009. La pobreza está en los valores más altos desde el 2008. Retrocedimos más de 10 años en la lucha para reducir la pobreza. La indigencia actual está en sus valores más altos desde 2010. La deuda pública en relación al PBI está en su peor momento desde el año 2004 cuando estábamos en default", enumeró.

"Detrás de estos terroríficos números hay seres humanos con expectativas diezmadas. La economía y el tejido social hoy está en estado de extrema fragilidad como producto de esa aventura que propició la fuga de capitales, destruyó la industria y abrumó a las familias argentinas. En lugar de general dinamismo hemos pasado del estancamiento a una caída libre. En ese contexto he decidido que no le daremos tratamiento parlamentario al presupuesto nacional proyectado por el gobierno saliente para el ejercicio 2020. Sus números no reflejan la realidad de la macroeconomía, ni las realidades sociales ni los compromisos de deuda que realmente se han asumido", indicó.

Y prosiguió: "Un presupuesto adecuado solo puede ser proyectado una vez que la instancia de negociación de nuestra deuda haya sido completada. Y al mismo tiempo hayamos podido poner en práctica un conjunto de medidas económicas, productivas y sociales para compensar el efecto de la crisis en la economía real. La nación está endeudada con un manto de inestabilidad que desecha cualquier posibilidad de desarrollo y que deja al país rehén de los mercados financieros internacionales. Tenemos que sortear este escenario. Para poner a la Argentina de pie el proyecto debe ser propio e implementado por nosotros, no dictado por nadie de afuera con remanidas recetas que siempre han fracasado".

"Necesitamos aliviar la carga de la deuda para cambiar la realidad. Debemos volver a desarrollar una economía productiva que nos permita exportar y así generar capacidad de pago. El Gobierno que terminó su mandato ha dejado al país en una situación de virtual default. Por momentos siento estar transitando el mismo laberinto que nos atrapó a Néstor y a mí y en 2003", manifestó.

"Vamos a encarar el problema de la deuda externa. No hay pago que se puedan sostener si el país no crece, tan simple como eso. Para poder pagar hay que crecer primero. Buscaremos una relación constructiva y cooperativa con el FMI y nuestros acreedores, resolver el problema de una deuda insostenible que hoy tiene Argentina no es una cuestión de ganarle una disputa a nadie. El país tiene voluntad de pagar pero carece de capacidad para hacerlo. El Gobierno saliente tomó una inmensa deuda sin generar más producción con la cual obtener los dólares imprescindibles para pagarla. Los acreedores tomaron un riesgo al invertir en un modelo que ha fracasado en todo el mundo una y otra vez. Nosotros queremos resolver el problema y para eso necesitamos que todas las partes trabajemos responsablemente, no vamos a repetir la triste historia de técnicos imprudentes que prometen planes que no pueden cumplir y toman decisiones que luego comprometen el destino de millones de argentinos y argentinas. Seriedad en en análisis y responsabilidad en los compromisos que se asumen para que los más débiles dejen de padecer, bajo esas premisas asumiremos toda la negociación de nuestra deuda", sentenció.

Fernández planteó alternativas para garantizar un nuevo federalismo. "Llevaremos una parte sustancial de la actividad política a las provincias creando capitales alternativas", adelantó. También prometió descentralizar y relocalizar a organismos del estado federal.

El presidente también prometió un plan de reactivación de obras públicas a través de "proyectos de ejecución rápida". "Nuestro compromiso es garantizar la absoluta transparencia de los recursos destinados a la obra pública. Los ciudadanos podrán acceder a toda la información sobre el proyecto de la obra", dijo. También se impulsará la construcción de vivienda y acceso a la misma por parte de la población.

Sobre la relación de las relaciones internacionales, manifestó: "Argentina no debe aislarse y debe integrarse en la globalización, pero debe hacerlo con inteligencia preservando la producción y el trabajo nacional". "Nuestra Cancillería estará concentrada en conquistar nuevos mercados motorizar exportaciones, generar una activa promoción productiva de inversiones extranjeras", indicó. Asimismo, afirmó que "vamos a fortalecer el Mercosur".

"Seguimos apostando por una América Latina Unida", amplió. "Sabemos que se trata de un mundo altamente complejo, con grandes problemas y desequilibros económicos, Han crecido en varios países movimientos autoritarios, ha habido golpes de estado y en varios países creen reclamos ciudadanos contra el neoliberalismo y la inequidad social. En cualquier escenario Argentina levantará altos sus principios de defensa de la democracia", sostuvo.

Fernández habló de su intención de impulsar el reclamo de las Islas Malvinas y anunció un consejo para elaborar políticas de estado que trasciendan los mandatos.

"Mejorar la calidad de los DD.HH. y cívicos implica también superar esta pobre calidad institucional en la que vivimos, Es tiempo de ciudadanizar la democracia. Tenemos cuentas pendientes", indicó. "Sin Justicia realmente independiente, no hay democracia ni república. Solo existe una corporación de jueves atentos a satisfacer el deseo del poderoso y a castigar sin razón a quienes lo enfrentan. Hemos visto el deteriorio judicial en los últimos años, hemos visto persecuciones indebidas, y detenciones arbitraias inducidas por quienes gobiernan y silenciadas por cierta complacencia mediática por eso hoy vengo a manifestar frente a esta Asamblea y todo el pueblo argentino un contundente Nunca Más. Nunca más una justicia contaminada por servicios de inteligencia, operadores judiciales, procedimientos oscuros y por linchamientos mediáticos" remarcó.