Los puntos clave del discurso de Alberto Fernández


Adelantó una serie de medidas que llevará adelante en su gestión y analizó el estado en que recibe el país


 
El nuevo presidente de la Nación, Alberto Fernández, asumió a su cargo esta mañana y brindó un discurso en el Congreso, en el que se comprometió, entre otros puntos, a enviar un nuevo proyecto de Presupuesto para 2020, crear un sistema masivo de créditos no bancarios que brinde préstamos a tasas bajas, intervenir la AFI y llevar adelante un "nuevo contrado ciudadano social" para potenciar una serie de medidas económicas, sociales y productivas que pongan "a la Argentina de pie".

Al inicio de su discurso, Fernández reivindicó al 10 de diciembre de 1983 como "el momento en que la Argentina toda sepultó la más cruel de las dictaduras que ha debido soportar”, y recordó que luego de la asunción de Raúl Alfonsín a la presidencia "los argentinos hemos aprendido así que las debilidades y las insuficiencias de la democracia sólo se resuelven con más democracia”.



“Vengo a convocar la unidad de toda la Argentina, en pos de la construcción de un nuevo contrato ciudadano social, que sea fraterno y solidario: fraterno, porque ha llegado la hora de abrazar al diferente; solidario, porque en la emergencia social es tiempo de comenzar por los últimos para después poder llegar a todos”, remarcó el flamante presidente, y enfatizó que en su gestión "los únicos privilegiados serán quienes han quedado atrapados en el pozo de la pobreza y la marginación”.

En pos de "recuperar un conjunto de equilibrios sociales, económicos y productivos que hoy no tenemos”, subrayó la importancia de "superar el muro del rencor y el odio entre argentinos" así como "el muro del hambre, que deja a millones de hombres y mujeres afuera de la mesa que nos es común; y el muro del despilfarro de nuestras energías productivas". "Estos muros, y no nuestras ideas distintas, son las que nos dividen”, afirmó, y agregó, alejado del discurso de la grieta: "No cuenten conmigo para seguir el camino del desencuentro".

Fernández ratificó que el hambre será el primer aspecto a atender en su gobierno, así como la problemática de la deuda que tienen las familias o los pocos recursos que tienen los jubilados.


Medidas

“Vamos a implementar un sistema masivo de créditos no bancarios que brinde préstamos a tasas bajas. La economía popular y sus movimientos organizados, el cooperativismo y la agricultura familiar serán también actores centrales de estas políticas públicas. La cultura del trabajo se garantiza creando trabajos formales con todos los beneficios de la seguridad social, no de otro modo. Por eso pondremos en marcha acciones que faciliten que todos los titulares del salario social complementario puedan insertarse en el mundo laboral y cobrar por su trabajo", sostuvo.

En este sentido, remarcó: "Debemos garantizar el derecho al primer empleo a través de becas solventadas por el Estado para que jóvenes se capaciten y trabajen en empresas, Pymes, organizaciones sociales y de la economía popular y la economía familiar".

"La idea de un nuevo contrato de ciudadanía social supone unir voluntades y articular al Estado con las fuerzas políticas, Los sectores productivos, las confederaciones de trabajadores, los movimientos sociales (que incluyen al feminismo, la juventud y el ambientalismo). Vamos a sumar también al entramado científico-tecnológico y a los sectores académicos", prometió.

Además, cuestionó las “malas políticas económicas” y aseguró que llevará adelante “un conjunto de medidas económicas y sociales que comiencen a revertir el rumbo estructural de atraso social y productivo". "En los próximos días estaremos convocando a los trabajadores, los empresarios, representantes del campo y las diversas expresiones sociales”, anunció.

"He decidido que no le daremos tratamiento parlamentario al presupuesto nacional proyectado por el gobierno saliente para el ejercicio 2020. Sus números no reflejan ni la realidad de la macroeconmía, ni las realidades sociales, ni los compromisos de deuda asumidos. Un presupuesto adecuado sólo puede ser proyectado una vez que la instancia de negociación de la deuda haya sido completada, y hayamos podido poner en práctica un conjunto de medidas económicas, productivas y sociales para compensar el efecto de la crisis en la economía real".

La deuda “deja al país rehén de los mercados financieros internacionales”, por lo que el proyecto “debe ser propio e implementado por nosotros, no dictado por nadie de afuera con recetas que siempre fracasaron”, enfatizó.

Fernández se comprometió a llevar a una Argentina “donde haya incentivos para producir y no para especular, con una visión de proyecto nacional de desarrollo, en el cual el conjunto de actividades productivas sean capaces de agregar valor a nuestras materias primas para exportarlas y potenciar un robusto mercado interno", y resaltó: “Saldremos de este cuadro con el consenso, de manera paulatina y sostenida”.

“Necesitamos aliviar la carga de la deuda para cambiar la realidad. Debemos volver a desarrollar una economía productiva que nos permita exportar y así generar capacidad de pago”, sostuvo, y afirmó "el gobierno saliente dejó al país en una situación de virtual default”.

"Nuestro compromiso es garantizar la absoluta transparencia en la administración de los recursos de la obra pública. Vamos a desarrollar un ambicioso plan de la construcción del hábitat y la administración de vivienda", adelantó.

También contó que se va a "declarar la emergencia sanitaria. Las argentinas y los argentinos van a volver a tener el derecho a una atención de salud oportuna y de calidad".

"Vamos a robustecer el Mercosur y la integración regional. Con Brasil tenemos para construir una agenda ambiciosa que va más allá de cualquier diferencia personal de quienes gobiernan en la coyuntura", sostuvo, en referencia al presidente Jair Bolsonaro.

También agregó que se enviará "al Parlamento un proyecto para institucionalizar un Consejo para el desarrollo. Será el órgano permanente que consensuará políticas de Estado para las próximas décadas".

"He decidido que sea intervenida la Agencia Federal de Inteligencia. Los fondos de la AFI dejarán de ser secretos y serán reasignados para financiar el Presupuesto del plan contra el hambre", sostuvo.

Sobre el vínculo que tendrá con el FMI y la deuda, aseveró: "Vamos a encarar el problema de la deuda externa. No hay pagos de deudas que se puedan sostener si el país no crece. Tan simple como esto: para poder pagar, hay que crecer. Buscaremos una relación constructiva y cooperativa con el Fondo Monetario Internacional y con nuestros acreedores. Resolver el problema de una deuda insostenible que hoy tiene Argentina no es una cuestión de ganarle una disputa a nadie. El país tiene la voluntad de pagar, pero carece de capacidad para hacerlo.

También se pondrá en marcha un "Plan de Reactivación de Obras Públicas, que estén asociados al desafío ecológico y nos permitan mejorar un eco-sistema de relaciones ambientales, sociales y productivas".

En cuanto a la vuelta del Ministerio de Salud, remarcó: "Arbitraremos las medidas pertinentes para que nuestros hijos sean vacunados en tiempo y forma, para que en los hospitales no falten insumos y para que los remedios lleguen a nuestros abuelos de menos ingresos de modo gratuito".

"En los próximos días vamos a enviar al Parlamento un conjunto de leyes que consagren una integral reforma del sistema federal de justicia. Al mismo tiempo, estaremos reorganizando y concentrando los esfuerzos de la justicia de modo que se pueda enfatizar con eficacia y transparencia la investigación del crimen organizado, el crimen complejo y el narcotráfico y la droga, que son flagelos que debemos abordar con un carácter sistémico", anunció.

Para "mejor calidad institucional" en la relación del Estado con los medios periodísticos se hará una "reformulación en lo que ha sido hasta hoy el manejo de la pauta de publicidad del Estado", por lo que no se va a eliminar sino "reorientar": "No habrá pauta del Estado para financiar programas individuales de periodistas. Sólo se destinará a instituciones periodísticas".

Además, el nuevo gobierno va a "invertir el presupuesto de la publicidad oficial para publicar avisos en los medios que serán herramientas pedagógicas, que nos ayuden a mejorar el rendimiento educativo de nuestros jóvenes en todo el país".

En cuanto a la educación, prometió: "Pondremos todos los esfuerzos necesarios para universalizar la educación de la primera infancia, para que todas nuestras niñas y niños, desde los 45 días hasta los 5 años aprendan, jueguen y convivan en ese espacio fundamental para su futuro como personas y para nuestro futuro como nación que es la escuela", y se avanzará "en la extensión de la jornada escolar, una iniciativa fundamental para romper las desigualdades de origen".

Por otra parte, subrayó que hará "todos los esfuerzos necesarios para que estén en un primer plano los derechos de las mujeres". "Buscaremos reducir, a través de diversos instrumentos, las desigualdades de género, económicas, políticas y culturales. Pondremos especial énfasis en todas las cuestiones vinculadas al cuidado, fuente de muchas desigualdades, ya que la mayor parte del trabajo doméstico recae sobre las mujeres en Argentina al igual que otros países", dijo Fernández.

"Ni una Menos debe ser una bandera de toda la sociedad y de todos los poderes de la república. El Estado debe reducir drásticamente la violencia contra las mujeres hasta su total erradicación", se comprometió.
Datos

Para explicar “por qué va a llevar algún tiempo lograr aquello que todos queremos”, enumeró: “La inflación que tenemos actualmente es la más alta de los últimos 28 años. La tasa de desocupación es la más alta desde 2006. El valor del dólar pasó de $9,70 a $63 sólo en cuatro años. El PBI per cápita es el más bajo desde 2009. La pobreza actual está en los valores más altos desde 2008. La indigencia actual está en sus valores más altos desde 2010. La deuda pública en relación al PBI está en su peor momento desde 2004, cuando estábamos en default. El nivel de producción industrial es equivalente al de 2006. El empleo industrial registrado tiene el nivel del 2007. La cantidad de empresas es la más baja desde 2009: se cerraron 20 mil empresas en cuatro años, de ellas, 4.229 eran industriales. En estos cuatro años se perdieron 152 mil empleos registrados del sector privado. El empleo industrial registrado lleva 44 meses consecutivos de destrucción.