El peronismo amenaza con unirse para rechazar el mega decreto de Macri

Rossi lo propuso y el bloque de los gobernadores lo respaldó y prepara reunión con Pichetto.




El peronismo tantea unirse en el Congreso para rechazar el DNU que reformó parte de la estructura del Estado, aunque una artimaña de Emilio Monzó lo haría muy difícil.





La propuesta la hizo el diputado Agustín Rossi, jefe del bloque kirchnerista, y pronto encontró eco en el Bloque Justicialista, referenciado en los gobernadores peronistas y en sintonía con el de Miguel Pichetto en el Senado.



"Los opositores, si tenemos mayoría y si tenemos 129 votos, podemos hacer sesionar la Cámara de Diputados y convocar a una sesión especial para derogar el DNU", propuso el santafesino y no tardó en recibir respuestas positivas.

Rossi propuso unir las mayorías opositoras para impedir que Macri gobierne por decreto. El bloque de los gobernadores peronistas lo respaldó y buscarán una estrategia común con Pichetto.



La principal llegó en un comunicado del BJ, liderado por el salteño Pablo Kosiner, que también preside el interbloque federal junto a referentes de mandatarios provinciales de varios colores políticos.



"El DNU 27 atenta contra el rol del Congreso y la transparencia. El Gobierno tiene que respetar el debate parlamentario, no se puede saltear al Congreso de la Nación en una reforma que contempla áreas verdaderamente sensibles para el funcionamiento del Estado y el futuro de los argentinos", rechazaron los 19 miembros de esa bancada.



"Con este mega Decreto en pleno verano el oficialismo pretendió encontrar a los argentinos desprevenidos, si no se analizan con seriedad estos cambios pueden generar resultados muy nocivos para el país", aclararon.







Con Diego Bossio a la cabeza, consideraron "inconstitucional" que el megadecreto haya habilitado fideicomisos con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de ANSES y lo haya excluido de la ley de contrataciones públicas.



"No se acredita ninguna urgencia ni circunstancia excepcional que amerite no cumplir con el trámite parlamentario de la sanción de la norma. Estas modificaciones no conducen a un Estado menos burocrático sino que intentan alterar estructuras legales de transparencia y responsabilidad estatal que son elementales", concluyeron.



La posible unidad







Como dice Rossi, unidos, el interbloque federal, el massismo y el kirchnerismo quedan a poco más de una decena de votos del quórum, que pueden reunir con otras bancadas opositoras menores.







Ya se anotó la santafesina Alejandra Rodenas, ex rival de Rossi en las internas y con un monobloque. "Es inadmisible que se modifiquen temas tan sensibles como la inembargabilidad de las cuentas sueldo por decreto, El Poder Ejecutivo avasalla gravemente la división de poderes", denunció.

Kosiner, Pichetto y Bossio, en una reunión a fin de año.



En este escenario, en el Gobierno celebran que el comunicado lo haya firmado el BJ y no el interbloque federal, que alcanza a 31 miembros con cordobeses, misioneros y tucumanos.







De todos modos, fuentes del BJ advirtieron a LPO que están dispuestos a pelear por la revisión del DNU. "Pronto hablaremos con Pichetto para buscar una estrategia común", avisaron.

Emilio Monzó se aseguró que Cambiemos tenga la mitad de los votos en la bicameral que trata los decretos. De esta manera, la oposición debería presionar en el recinto para que no queden cajoneados.



Aun unidos, Monzó logró que sea muy difícil voltear un decreto: como anticipó LPO, con una polémica reinterpretación reglamentaria, incluyó 5 diputados de Cambiemos entre los 8 de la bicameral de trámite legislativo, encargada de dictaminar sobre los DNU.



Si Gabriela Michetti sólo garantiza 3 suyos, como se espera, el oficialismo tendrá la mitad de los miembros, o sea, podrá negarse a dar quórum y dejar que Mauricio Macri aplicar sus DNU sin problemas.

Para frenarlo, sería necesario que las mayorías opositoras de ambos recintos se auto convoquen para exigir tratar los decretos. Una secuencia sumamente engorrosa pero que, de sólo iniciarse, altearía la estrategia presidencial de gobernar por decreto felizmente.



Pîchetto tiene un interbloque de 25 senadores que le alcanza con creces al Gobierno para juntar mayoría, pero también puede complicarlo si alguna vez se aliara al resto de la oposición.



Sólo si se le suman los 8 kirchneristas, los dos puntanos y los dos progresistas, férreos opositores a Macri, quedaría a cuatro del quórum.

Y podría alcanzarlo si seduce a partidos provinciales (santiagueños, misioneros o neuquinos), claves en cada conteo del Senado y tal vez, tarde o temprano, también molestos con el Gobierno por su decisión de gestionar salteando al Congreso.

La marca sueca de indumentaria H&M cierra sus locales en Sudáfrica acusada de racista

Mostró un nene negro con un buzo que decía "El mono más cool de la jungla"

por Graciela Moreno



La imagen cuestionada, ya levantada por la marca sueca H&M

A veces, la audacia cuesta muy caro. La marca de indumentaria sueca H&M promocionó en su web la imagen de un niño negro con un buzo que tenía la leyenda "El mono más cool de la jungla". Inmediatamente fue acusada de racista y el 6 de enero tuvo que retirar el buzo de la venta por las protestas viralizadas en las redes sociales. El sábado pasado se registraron graves protestas en seis locales de la cadena en Johannesburgo y otros puntos de las provincias de Gauteng en territorio sudafricano. H&M anunció ayer el cierre temporario de todas sus tiendas de Sudáfrica.

En un comunicado sostuvieron: "Creemos firmemente que el racismo y el prejuicio en cualquier forma o forma, deliberada o accidental, son simplemente inaceptables. Hacemos hincapié en que nuestro maravilloso personal de la tienda no tuvo nada que ver con nuestro mal juicio en el producto y la imagen, señaló la compañía como disculpa.

Su imagen también fue afectada por cuestionamientos de figuras del deporte como el jugador de baloncesto estadounidense LeBron James. El artista canadiense Abel Tesfaye, líder del grupo The Weeknd, decidió romper su colaboración con la empresa sueca en protesta por el anuncio. No es la primera vez que una marca de indumentaria comete un error de semejante magnitud.

El mundo de la moda convulsionado. Pero este no es el único cuestionamiento que hoy vive este sector. Modelos hombres acusan a los famosos fotógrafos Mario Testino y Bruce Weber de acoso sexual. El grupo de medios Condé Nast (Vogue, Vanity Fair y GQ, principalmente) anunció que no contratará a los fotógrafos hasta nueva orden.

Según informa el diario británico The Telegraph, el famoso fotógrafo peruano Mario Testino ha sido descartado como fotógrafo oficial de la boda real británica del príncipe Enrique con la actriz Meghan Markle.

La española Zara fue otra firma cuestionada

H&M no es la única marca de indumentaria que vio afectado su negocio por cuestionamientos. En 2014, la marca Zara tuvo que retirar del mercado una prenda que se parecía a un uniforme de un campo de concentración. La fi rma del grupo Inditex puso a la venta una camiseta de niño a rayas azules que llevaba a la altura del pecho una estrella de David dorada. Un atuendo que coincide con el uniforme que llevaron los presos judíos en los campos de concentración nazis. En 2007, la fi rma española tuvo que retirar del mercado un bolso que llevaba una esvástica verde.

Horacio González y Daniel Santoro: "La única tarea es juntar al kirchnerismo con el peronismo"

El exdirector de la Biblioteca Nacional y el artista plástico aceptaron la invitación de Tiempo para dialogar sobre la coyuntura política y el futuro del espacio popular. Hablaron de la urgencia de la unidad, la idea de un gran frente que sume a los sectores que se expresan en la calle, el rol de Cristina y el macrismo como una teoría de la guerra.

Martín Piqué



Todo comenzó 20 días antes de que Horacio González y Daniel Santoro se reunieran en la librería y bar Caburé, sobre la calle México, en San Telmo. El detonante fue una carta que el artista plástico y ensayista difundió desde las redes sociales. La había escrito para Navidad. En lenguaje directo y algo provocador, Santoro exhortaba a hacer el máximo esfuerzo para unir al peronismo. El objetivo, vencer a Cambiemos en 2019. "A los compañeros, con urgencia" era el título. González tomó el guante –también lo hizo Ricardo Forster– y escribió una réplica, que publicó el sitio web La Letra Eñe. Santoro leyó la respuesta del exdirector de la Biblioteca Nacional y, a su vez, también contestó. El cruce de cartas fue el antecedente de esta entrevista, que tuvo lugar el jueves, en una ciudad agobiada por temperaturas récord. González y Santoro se conocen, tienen amistad. Se ríen, se chicanean, se respetan.

El diálogo arranca en el altillo del café, en una mesa emplazada sobre una suerte de balcón. La rodea una estantería que desborda literatura. Exfuncionario público hasta 2015, González tiene experiencia en polémicas, apariciones en la pantalla, en conductores de TV que increpan y buscan incomodar. "Qué tal, Horacio", lo saludan desde una mesa vecina una vez que el bar suma otros clientes. Santoro exhibe un libro de arte que le acaban de enviar desde EE UU: es un estudio sobre el impacto en América Latina de la imaginería creada por Walt Disney. El libro reconoce a la Ciudad de los Niños, creada por el peronismo, como un antecedente que inspiró a Disneylandia.

–¿Es urgente la unidad del peronismo y del espacio nacional-popular? Y, si es urgente, ¿cómo se hace?


Horacio González: –La unidad está llamada por la urgencia. Una urgencia definida por un gobierno de corte arrasador. Y que nos debe encaminar hacia un pensamiento frentista, que está en la cabeza de buena parte de la población. Pero no me parece que una unidad abstracta del peronismo sea previa a la configuración del frente. Es al revés. La idea de un gran frente social y político tiene que inspirar a que el peronismo rehaga y cuente su historia de una manera contundente, al servicio de una nueva etapa de la historia. El peronismo tiene que aceptar ser interrogado por formaciones frentistas que surjan de su interior, y también por las experiencias nuevas que han protagonizado escenas de lucha y de compromiso social. Con temas que pertenecen a la historia del peronismo –la reconstrucción de un Estado social–, temas que en la etapa kirchnerista se tomaron en cuenta de una manera decisiva –los medios– y también con temas que no atendieron ni el peronismo clásico ni el kirchnerismo, como la economía extractivista o las nuevas formas de relación social. Este frente social y político debe contener una fuerte observación respecto a un mundo deshumanizado. Porque el macrismo es un festival de decisiones tecnológicas y biopolíticas. Al macrismo hay que enfrentarlo con una sociedad viva, actuante.

–¿Hay tiempo para que el peronismo sea interrogado del modo que propone Horacio antes de 2019?

Daniel Santoro: –No. Dieciocho meses no es nada en términos de construcción política con ambición de poder asumir el poder. Estamos ante una urgencia. Una emergencia. Es una urgencia agónica, para ver qué pasa en última instancia. En cierto modo ya es tarde. En la historia del peronismo, cuando se daban los frentes electorales siempre estaba el PJ como garante de ese frente: lo tuvo el Frejuli, lo mismo todos los demás frentes que constituyó el peronismo. Siempre estaba el PJ y había una garantía, y todo lo demás se ordenaba. Ahora podríamos decir que es demasiado tarde para el PJ y es demasiado pronto para la unidad como la reclama Horacio.

–Y si no hay tiempo para eso, ¿para qué sí hay tiempo?

DS: –Para una emergencia real. Un pegote, si se quiere. En esto quiero ser realista. Porque si no, de última, es lindo pensar cosas. Total, como van a fracasar, las podemos pensar con facilidad, con liviandad, y nos satisfacemos y fracasamos con eficiencia y nos damos esos gustos. A mí me putean por eso después. Pero, bueno, son esas cosas que se hablan mucho en el hall de la Facultad de Ciencias Sociales, por poner un lugar emblemático en el que el progresismo aborda su política. Que después no coincide con el territorio. El problema es que ahora estamos bien jodidos. En una nota reciente debatimos sobre esto con Jorge Alemán y Ricardo Forster. Porque el rol de Cristina es una de las bases de por qué se hace imposible la unidad: hay resistencias muy fuertes a Cristina, pero también hay motivos para poner a Cristina en la centralidad. Cristina misma es una paradoja. Cristina garantiza una unidad pero al mismo tiempo la destruye. Es un problema y no está resuelto. Un corrimiento de Cristina quizá podría ser útil. Ella, de última, también dijo algo así. Yo me tomo de eso.

–En los últimos tiempos circula el concepto de Lawfare, utilizar la justicia como un instrumento de guerra. En una reciente columna, Horacio advirtió que la lógica de los servicios de inteligencia se organiza por "cupos de perversidad que hay que adjudicar".

HG: –Al macrismo, hoy, hay que entenderlo como una teoría de la guerra. En eso recuerda a (Carl von) Clausewitz (teórico de la ciencia militar moderna). El macrismo es una idea de la guerra que se basa en una ofensiva contra la vida popular. Y la contrasto con el Estado de carácter nacional-defensivo. León Rozitchner, en su libro sobre Perón, para describir al peronismo retoma la idea de Clausewitz de que la experiencia popular es siempre una experiencia defensiva. Por el contrario, el macrismo es una ofensiva. Una ofensiva de carácter judicial, comunicacional y política. Una ofensiva que involucra a todos los órdenes de la vida social anudados en una teoría de la guerra. Y esa ofensiva destruye la esfera relativamente autónoma de los medios, de la Justicia. Hasta de las empresas. Todos los avances del macrismo fueron como conquistas de torreones a través de métodos de guerra. Por eso mueren personas con la Gendarmería, por eso los servicios de inteligencia están "encriptados" en toda la sociedad. Los trolls son una forma de gobierno. El macrismo es una teoría de la guerra desencadenada sobre los cimientos históricos de la sociedad argentina. Quiere generar otro pueblo, otra sociedad, otro Estado, pero con partes del Estado anterior y del pueblo anterior.

DS: –El tema de la guerra, como plantea Horacio, es tal cual. Pero junto a todo eso también hay una cuestión nada menor: el uso de los símbolos. Cambiemos genera una nueva mitología. En el diseño técnico están incluidos los personajes. Hay un nivel iconológico. Porque las imágenes encarnan personajes, y los personajes operan políticamente. Como opera el ícono que han logrado con Vidal. Y el ícono que lograron con Macri. Son diseños muy eficientes.

–¿Cuál sería la eficiencia de la figura de Macri? ¿Y cuál, la de Vidal?

DS: –El ícono de Macri nunca funciona solo. Macri siempre está con gente, con otros. Es alguien al que hay que ayudarlo, darle una manito, empujarlo. Y al lado suyo tiene una señora, una rubia, que lo ayuda o lo castiga. Es Carrió, que es la madre voraz. Ese contraste funciona muy bien. Mientras Macri siempre está con otro, y necesita ayuda, "y juntos", "el equipo" y todo eso, la Vidal funciona sola. Es la mujer misteriosa que sale de un lugar que no se sabe. Vive en una base militar, en una suerte de inframundo. Representa al ícono de la ninfa primordial. La espiga de trigo que sale de la tierra. Es intangible. Es frágil, es endeble. Como una virgen. El diseño del personaje de Vidal es una muy buena construcción. Y ella, una chica aplicada de colegio de monjas, va a cumplir con todos los mandatos de su diseño. A mí me interesa subrayar por qué ese ícono es tan eficaz. Porque simboliza el comienzo de las cosas. Por eso la ninfa tiene que hacer la limpieza contra todas las mafias.

–Yo los escucho y da la sensación de una cosa muy apocalíptica. ¿Hay salida?

DS: –Todas las salidas que se puedan pensar están en el núcleo de qué pasa entre el peronismo y el kirchnerismo. ¿Será una solución un corrimiento de Cristina y un corrimiento de Massa?

HG: –Muchas veces la ausencia se nota mucho más que una presencia mal empleada. En el último discurso en Avellaneda hubo un indicio muy interesante de Cristina pensándose a sí misma. Muy importante.

–Dijo que hará todo lo posible para que en 2019 gane otro candidato que no sea Macri.

DS: –Todos interpretaron eso.

–Quiero preguntarles sobre la promoción del odio, cuyo ejemplo extremo es Timerman y su tratamiento en EE UU. ¿Hay que revisar eslóganes como "el amor vence al odio"?

DS: –Es otro de los quilombos. ¿No se puede vaciar una plaza con represión? Sí. Y el amor no vence al odio. Son palabras que nosotros cultivamos pero que después, en la práctica política, no sirven para nada. El odio es muy efectivo. Funciona. Es un motor. Y ellos funcionan con el motor del odio. Todas esas cosas jauretcheanas de hacer las cosas con felicidad, me parecen boludeces. Se combate con fiereza. ¿Alegría de qué? Si tenés que hacer cosas desagradables. El motor del odio lo que busca es la centralidad del kirchnerismo. Lo que garantiza que el peronismo va a estar corrido. Ante ese escenario lo que uno piensa es: ¿qué es lo único que ellos no tolerarían? Que las ovejas se junten con el núcleo kirchnerista. La única tarea es juntar al kirchnerismo con el peronismo. No hay otra urgencia. Con todo lo demás que hagas, vas a estar trabajando para ellos.

HG: –Hay muchos peronistas, ante el panorama que describía Daniel, que buscan un refugio. Es la actitud natural de quien se siente amenazado. Y una decisión muy simple es proteger tu vida, inmunizarla. Y esa inmunización, hoy, es correr hacia los hangares del peronismo, que son como basílicas del macrismo en las que uno entra arrodillado a pedir perdón. Para no ser alcanzado por las granadas de guerra del macrismo, que son las acusaciones de corrupción, tenés que cambiarte de vereda y entrar a la basílica: ahí está la ablución y el ritual de la Iglesia por el que te purificás: "Mire, padre, yo fui kirchnerista, yo fui un corrupto, espero que Leuco me perdone". Creo que un factor de dignidad es permanecer en el lugar más castigado. Además, yo no quiero la inmunidad que me daría este chico, el primer ministro (por el jefe de gabinete, Marcos Peña) que dice "háganse cargo de algo". Yo no iría a que él me perdone. Porque peor que el hall de la facultad de Ciencias Sociales, al que yo pertenezco, es el hall del Cardenal Newman (ríe).

–¿Perciben en la oposición a Macri la decisión de construir un frente programático para ganarle a Cambiemos?

DS: –No lo visualizo por ahora. Pero espero. Tengo esperanza en que puedan ponerse las pilas algunos que deberían tenerlas puestas. Hay muchos dirigentes. Rossi. Capitanich. Rodríguez Saá. Kicillof, Solá desde ya, Camaño también, Arroyo, Randazzo por supuesto. Mucha dirigencia que está hoy con Massa debería estar. Pero, bueno, son conversaciones que se necesitan hacer ya. No hay tiempo. Y siempre está el problema de cuál es el rol de Cristina.

HG: –Yo le pediría a Cristina que piense, no que se corra. Que adopte cierto velamiento, cierto bastidor, en el que se ejerciten decisiones reales. No la pienso afuera de ninguna historia. Y no pondría en fila a los buenos muchachos que vos nombrás. Como quien toma lista en el patio de nuestras escuelas primarias. De este dramatismo tiene que salir amasado algo nuevo. Que puede tener otro nombre: incluso que no sea ni peronismo, ni kirchnerismo.

DS: –Pero estamos hablando de 18 meses, eh. Es el problema.

HG: –Hay una urgencia de tipo dramático que involucra al kirchnerismo y al peronismo. Probablemente de allí surja, incluso con los nombres que vos dijiste. Pero va a haber muchos más. Nombres de la calle.

–¿Los cacerolazos de esas noches fueron algo nuevo?

HG: –Sí. Y bienvenidos.

DS: –Es llamativo cómo desaparecieron de la escena. Eso te da la señal de que no estaba en el diseño del macrismo.

HG: –En los cacerolazos se actuó en términos familiares al macrismo. Y cuando uno utiliza la metodología del otro, empieza otra historia. Eso es lo que resintió al macrismo. Que se haya utilizado su metodología. «

Abogados laboralistas critican los embargos a cuentas sueldo: dicen que son un guiño a los bancos

Nuevo DNU

Dicen que hay una virtual eliminación del tope del 20% que fija la ley.




Los abogados laboralistas cuestionan, más aún que se haya hecho a través de un DNU, la anulación de la inembargabilidad de las cuentas sueldo fijada por una ley nacional. Y que el embargo pueda alcanzar la totalidad del saldo de la cuenta bancaria si excede tres veces el sueldo del trabajador, desvirtuando el limite de embargabilidad del 20% del salario.

Matias Cremonte, titular de la Asociación de Abogados Laboralistas, le dijo a Clarin que “es muy grave porque elimina, a través de un DNU, una protección sobre el salario que establecía la Ley de Contrato de Trabajo, en consonancia con el Convenio 95 de la OIT, por su carácter alimentario. Es lamentable este guiño a los bancos y las financieras, porque además se da en un contexto donde los salarios van perdiendo poder adquisitivo, y muchos trabajadores caen en la necesidad de endeudarse mediante préstamos cuya garantía es un pagaré, fácilmente ejecutable, y con intereses muchas veces usurarios. Ya ocurrió en los años 90, y muchos trabajadores terminaron ejecutados y embargados”.

Para el Gobierno, en cambio, la norma amplía la capacidad crediticia y reduce el costo financiero de los trabajadores y jubilados porque los acreedores tienen mayor garantía y cuantía de cobro de la deuda contraída.

Hasta ahora los embargos ordenados judicialmente debían ser efectuados por el empleador. Así lo fijaba el articulo de la ley de Contrato de Trabajo, actualizado en 2016 y ahora modificado, decía que, con los limites de hasta el 20% del salario, la retención por el embargo debía ser efectuada por el empleador, “no pudiéndose trabar embargos de ningún tipo sobre la cuenta sueldo”.

En cambio el DNU admite el embargo sobre la cuenta sueldo y de la seguridad social en la medida en que el saldo de dicha cuenta exceda el equivalente a 3 veces dichos ingresos, según el promedio de los últimos 6 meses. Y agrega un dato no menor: si el saldo de dicha cuenta excede ese limite, el embargo podrá hacerse sobre el excedente de ese tope.

Matías Cremonte sostiene que ese agregado desvirtúa el limite de embargabilidad del 20% del sueldo porque el trabajador pudo haber ahorrado parte de sus ingresos salariales, y tener en la cuenta sueldo sumas superiores.

Además, el DNU permite, previa notificación al empleador, que “el acreedor pueda pedir al juez que el oficio de embargo lo envíe, por ejemplo, al banco y no al empleador, y que sea el banco el que disponga el embargo. El problema es que el banco sabe cuánto dinero hay en la cuenta, pero no cuánto es el salario, ni la liquidación de los rubros que cobra, ni qué parte es embargable y cuál no, ni si el empleador ya hizo otras retenciones”.

Además, agrega Cremonte, al no ser parte el trabajador de todo el proceso como sí lo es si el que embarga es el empleador, si el acreedor embarga más del 20 % es el trabajador el que tiene que presentarse ante el juzgado y hacer el trámite para que le ordenen al banco que devuelva la parte embargada de más, trámite engorroso y probablemente lento, que no resuelve el perjuicio por no contar con el sueldo ese mes”.

Abogados laboralistas critican los embargos a cuentas sueldo: dicen que son un guiño a los bancos



Nuevo DNU

Dicen que hay una virtual eliminación del tope del 20% que fija la ley.




Los abogados laboralistas cuestionan, más aún que se haya hecho a través de un DNU, la anulación de la inembargabilidad de las cuentas sueldo fijada por una ley nacional. Y que el embargo pueda alcanzar la totalidad del saldo de la cuenta bancaria si excede tres veces el sueldo del trabajador, desvirtuando el limite de embargabilidad del 20% del salario.

Matias Cremonte, titular de la Asociación de Abogados Laboralistas, le dijo a Clarin que “es muy grave porque elimina, a través de un DNU, una protección sobre el salario que establecía la Ley de Contrato de Trabajo, en consonancia con el Convenio 95 de la OIT, por su carácter alimentario. Es lamentable este guiño a los bancos y las financieras, porque además se da en un contexto donde los salarios van perdiendo poder adquisitivo, y muchos trabajadores caen en la necesidad de endeudarse mediante préstamos cuya garantía es un pagaré, fácilmente ejecutable, y con intereses muchas veces usurarios. Ya ocurrió en los años 90, y muchos trabajadores terminaron ejecutados y embargados”.

Para el Gobierno, en cambio, la norma amplía la capacidad crediticia y reduce el costo financiero de los trabajadores y jubilados porque los acreedores tienen mayor garantía y cuantía de cobro de la deuda contraída.

Hasta ahora los embargos ordenados judicialmente debían ser efectuados por el empleador. Así lo fijaba el articulo de la ley de Contrato de Trabajo, actualizado en 2016 y ahora modificado, decía que, con los limites de hasta el 20% del salario, la retención por el embargo debía ser efectuada por el empleador, “no pudiéndose trabar embargos de ningún tipo sobre la cuenta sueldo”.

En cambio el DNU admite el embargo sobre la cuenta sueldo y de la seguridad social en la medida en que el saldo de dicha cuenta exceda el equivalente a 3 veces dichos ingresos, según el promedio de los últimos 6 meses. Y agrega un dato no menor: si el saldo de dicha cuenta excede ese limite, el embargo podrá hacerse sobre el excedente de ese tope.

Matías Cremonte sostiene que ese agregado desvirtúa el limite de embargabilidad del 20% del sueldo porque el trabajador pudo haber ahorrado parte de sus ingresos salariales, y tener en la cuenta sueldo sumas superiores.

Además, el DNU permite, previa notificación al empleador, que “el acreedor pueda pedir al juez que el oficio de embargo lo envíe, por ejemplo, al banco y no al empleador, y que sea el banco el que disponga el embargo. El problema es que el banco sabe cuánto dinero hay en la cuenta, pero no cuánto es el salario, ni la liquidación de los rubros que cobra, ni qué parte es embargable y cuál no, ni si el empleador ya hizo otras retenciones”.

Además, agrega Cremonte, al no ser parte el trabajador de todo el proceso como sí lo es si el que embarga es el empleador, si el acreedor embarga más del 20 % es el trabajador el que tiene que presentarse ante el juzgado y hacer el trámite para que le ordenen al banco que devuelva la parte embargada de más, trámite engorroso y probablemente lento, que no resuelve el perjuicio por no contar con el sueldo ese mes”.

Calificadoras presionan a Temer por más medidas de ajuste económico

La semana pasada fue Standard & Poor's y ayer Moody's

El presidente brasileño insistirá en febrero con la impopular reforma previsional

Pocos días después de que Standard & Poor's pasara la deuda soberana de Brasil al terreno especulativo al rebajar su calificación a BB-, la agencia de calificación de riesgo Moody's advirtió que el incumplimiento de la denominada "regla de oro" fiscal tendrá un impacto negativo en la nota de crédito del país, que se encuentra en el Ba2, en el nivel especulativo.

La llamada regla de oro, de carácter constitucional y uno de los pilares de la estabilidad fiscal del país, prohíbe al Gobierno emitir nueva deuda para financiar los gasto ordinarios de la administración pública.

La agencia de riesgo señaló en su comunicado que en los últimos meses surgieron discusiones para suspender o eliminar la regla de oro debido a la probabilidad de que los gastos obligatorios superen la recauación de ingresos.

"Un fracaso en el control de los gastos obligatorios que lleve al Gobierno, este año o el próximo, a empezar a pedir préstamos para financiar gastos corrientes es negativo para el perfil de crédito (de Brasil)", señaló Moody's.

La agencia de calificación subrayó que la alteración en la "regla de oro" fue pospuesta con el fin de que el Gobierno pueda centrar sus esfuerzos en la aprobación de la reforma del sistema de pensiones, uno de los pilares centrales del ajuste fiscal propuesto por el presidente Michel Temer para sanear las maltrechas cuentas del país.

El ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, admitió recientemente que algunos sectores del Gobierno han realizado estudios sobre el asunto, pero alegó que no se trata de algo prioritario y que la reforma que se analiza lo que busca es garantizar el cumplimiento de la "regla de oro" y no flexibilizarla.

La pasada semana la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor's anunció la rebaja en la nota de Brasil, que pasó de "BB" a "BB-", con una "perspectiva estable", debido al retraso en la aprobación del ajuste fiscal y de la reforma de las pensiones.

El sector público brasileño acumuló hasta noviembre un déficit fiscal primario de 78.300 millones de reales (unos 24.470 millones de dólares), frente al saldo negativo de 85.100 millones de reales (unos 26.593 millones de dólares) del mismo periodo del año anterior, informó el Banco Central.

El FMI advierte a Xi Jinping que deberá revisar las restricciones en comercio e inversión

El organismo cree que el país debe orientar su crecimiento al consumo

Xi Jinping no parece dispuesto a relajar las regulaciones para la inversión extranjera en China




El Fondo Monetario Internacional (FMI) pidió a China que “esté abierta a revisar sus restricciones en comercio e inversión”, que causaron críticas de algunos de sus socios, para poder tener un rol de liderazgo en la globalización.

“El sentimiento de proteccionismo surgido en Occidente es una respuesta a las limitaciones en la integración comercial y económica y a la brecha que existe entre los ganadores y los perdedores”, afirmó el director general adjunto del FMI, David Lipton.

El FMI alertó que China debe “garantizar la estabilidad financiera y destinar más esfuerzos a limitar el crecimiento del crédito y endurecer algunas prácticas relacionadas con los préstamos”.

“Una globalización mejor beneficiará el propio interés de China”, recalcó el funcionario en el Foro Financiero Asiático realizado en Hong Kong.

En cuanto a los retos domésticos, Lipton señaló que China debe equilibrar su crecimiento para orientarlo al consumo, fomentar la inversión privada en detrimento de la pública, implementar un sistema impositivo progresivo, racionalizar las empresas estatales y gastar más en salud, educación y reducción de la pobreza.

“China es un socio clave para más de 100 países que representan 80% del PBI global, es el centro de las cadenas de distribución globales y un lugar atractivo para los exportadores de materias primas y fuente de abastecimiento de la demanda final”, agregó Lipton, citado por la agencia EFE.

China lidera el segmento del comercio digital y los pagos electrónicos y es líder en el desarrollo de las fi ntech, la robó- tica y la inteligencia artifi cial, además de ser acreedor de muchos países a los que fi nancia su desarrollo en infraestructura.

Los préstamos chinos representan entre 25 y 30% del PBI de algunos de los receptores, lo que les beneficia pero a la vez genera ciertas preocupaciones por el nivel de endeudamiento de estos países, reconoció Lipton.

China es el mayor accionista del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras, el tercero mayor del FMI y su moneda forma parte desde 2015 de la canasta de divisas de reserva del Fondo Monetario.

Ya en junio del año pasado, Lipton Lipton había advertido que hacen falta “reformas profundas” para asegurar la continuación de la marcha de la economía de China. Entre las recetas que Lipton propuso al Ejecutivo comandado por Xi Jinping destaca una profunda “transición desde el actual modelo de crecimiento, basado en inversión a través del crédito y deuda”. “Es vital comenzar ahora que el crecimiento es fuerte y capaz de amortiguar la transición”, explicó. Asimismo, el representante del FMI instó a Pekín a “acelerar y ampliar la reforma de las empresas estatales”, un sector que sufre un grave problema de deuda corporativa para el que sugiere “mayor tolerancia ante las quiebras y desapariciones”.

“Hay una necesidad de recortar en compañías públicas que no contribuyan a la economía, teniendo en cuenta las consecuencias sociales”, añadió el economista estadounidense, que cree que Pekín debe “reasignar los recursos a sectores que favorezcan el crecimiento”.

Si Puigdemont asume en Bruselas,Cataluña continuará intervenid

Rajoy: “No hay margen para ser presidente a distancia”
El presidente del Gobierno español sigue la pelea con el catalán



El gobierno español mantendrá intervenida la autonomía de Cataluña si Carles Puigdemont logra ser investido presidente de la región en Bruselas, hacia donde huyó tras ser destituido, advirtió en Madrid el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy

La intervención “seguirá en vigor hasta que tome posesión el nuevo presidente”, anunció Rajoy ante la junta directiva de su Partido Popular (PP), y aclaró además que “no hay margen para ser presidente a distancia ni por delegación ni por otro tipo de trampa”.

La advertencia presidencial tiene lugar dos días antes de que se forme el nuevo Parlamento catalán surgido de las elecciones del 21 de diciembre, que volvieron a dar mayoría absoluta a los partidos independentistas.

Los abogados de “Parlament” también rechazaron una posible investidura telemática de Puigdemont al indicar en un informe que es “imprescindible” que el candidato asista al pleno debido a que debe debatir de forma directa con todos los grupos, y de no hacerlo contraviene el reglamento.

El líder de los independentistas catalanes podría ser elegido otra vez jefe del gobierno regional, pero huyó a Bruselas tras ser destituido el 27 de octubre por Madrid y si regresa a España será detenido por diversos delitos.

Su plataforma Junts per Catalunya (JxCat) intenta por eso que el ex “president” sea investido de forma telemática en Bruselas, una posibilidad no prevista en la normativa del Parlamento catalán y rechazada de plano por los partidos no independentistas.

Francisco llegó a Chile

Fue recibido por Bachelet en el aeropuerto de Santiago


El papa Francisco arribó al aeropuerto Arturo Merino Benítez de la ciudad de Santiago de Chile a las 19.13, donde lo esperaban la presidenta Michelle Bachelet y obispos locales. Es la segunda visita oficial a ese país de un jefe de estado de El Vaticano luego de 30 años.

En medio de un megaoperativo de seguridad, el pontífice fue trasladado en auto a la parroquia San Luis Beltrán, donde realizó una oración en soledad ante la tumba de monseñor Enrique Alvear, ex obispo de Santiago, fallecido en 1982 y conocido como el "obispo de los pobres".

Luego, en papamóvil, se dirigió a la nunciatura apostólica para descansar y mañana iniciar la jornada con un discurso a las autoridades políticas del país trasandino, incluidos la mandataria Michelle Bachelet y el electo Sebastián Piñera, quien asumirá el mando el 11 de marzo próximo.

De acuerdo con lo previsto en la agenda vaticana, Francisco recorrerá Chile desde esta noche hasta el jueves y luego visitará Perú hasta el domingo próximo.

El Papa y un mensaje formal para Macri: “Buenos deseos para la gente de mi patria”

Al sobrevolar Argentina camino a Chile, donde iniciará una visita oficial en las próximas horas, el Sumo Pontífice envió un telegrama al Presidente. El mensaje que se esperaba fuese "interesante" mantuvo el sobrio contenido protocolar.

EZEQUIEL M. CHABAY



Sobrevolando el país rumbo a Chile, el Papa extendió sus “cálidos saludos” al presidente y le pidió a todos los argentinos “no olvidarse de rezar” por su misión. No hubo anuncios, como se especuló en la previa.

El Papa Francisco manifestó su “cercanía y bendición” a todos los argentinos en un telegrama enviado al presidente Mauricio Macri, al sobrevolar el espacio aéreo nacional, camino a su vigesimosegundo viaje apostólico, que lo llevará a Chile y Perú.

Aunque se esperaba un texto especial, finalmente primó el protocolo vaticano con una redacción sobria, y lenguaje coloquial, pero sin anuncios particulares, lejos de ser “interesante” como lo había anunciado el portavoz vaticano, Greg Burke.


“Mientras sobrevuelo el espacio aéreo argentino extiendo a usted mis cálidos saludos y envío sentidos buenos deseos para toda la gente de mi patria, asegurándoles a ellos mi cercanía y bendición. Les pido a todos, por favor, no olvidarse de rezar por mí”, añadió el mensaje firmado con la fórmula latina del nombre papal, Franciscus, y que fue primicia del portal especializado Vatican Insider, del diario italiano La Stampa.





Como es tradición cada vez que el avión papal sobrevuela un país, la Santa Sede prepara un mensaje de saludo del líder católico dirigido al respectivo jefe de Estado. En esta ocasión el texto escrito para Argentina captó mucho la atención, sobre todo porque Jorge Mario Bergoglio aún no ha visitado su país en los casi cinco años de pontificado.
Razones de una ausencia



Días atrás, hablando con la prensa internacional y ante la pregunta de por qué Francisco aún no visitó su lugar de origen él respondió que los “detalles hay que dejarlos al Papa”, pero subrayó que el telegrama del sobrevuelo iba a ser “interesante”. Sus palabras despertaron toda una serie de especulaciones.

Finalmente, el telegrama no incluyó anuncios. Respondió a los criterios de sobriedad coloquial. Redactado en inglés, como todos los otros telegramas mandados en el sobrevuelo de la ruta Roma—Chile, fue encabezado a “su excelencia Mauricio Macri, presidente de la República Argentina (en) Buenos Aires”.

El programa del vuelo AZ4000 de la compañía Alitalia, correspondiente al viaje papal, incluyó sobrevuelos sobre Italia, Francia, España, Marruecos, Cabo Verde, Senegal, Brasil, Paraguay, Argentina y Chile.

A cada mandatario de esos países se le envió un telegrama, pero todos tuvieron más o menos las mismas características: saludos cordiales y buenos augurios para los respectivos pueblos.

Cinco palabras que decidirán la elección de México en 2018: cambio, corrupción, nacionalismo, populismo y pobreza

POR RICARDO AMADO CASTILLO





Ya están definidos los candidatos. Es verdad que faltan algunos. Es verdad que no hay nada definido. Igual también es verdad que hay pocas sorpresas hasta ahora. En el tablero lidera AMLO. En el mejor razonamiento estratégico tanto Meade como Anaya apuestan a consolidarse como el mejor segundo y desde allí polarizar con AMLO. En el papel tanto Mancera como Margarita e inclusive El Bronco apuestan a consolidar otro polo y apoderarse del deseo de cambio.

Aunque algunos piensen que la palabra cambio ya esta “gastada”, esta es la palabra #1 que definirá la elección. Va a ganar quien sea capaz de apropiarse del deseo de cambio con atributos que contrasten con los otros tipos de cambio propuestos por otros candidatos. Es verdad que desde la oposición es mas sencillo hablar de cambio, pero en esta campaña es muy probable que el candidato de la continuidad también intente sintonizar con la promesa y expectativa de cambio.


Corrupción es la palabra #2 que definirá la elección. Principalmente porque un grupo importante de votantes piensa que muchos políticos “llegan al poder solo por sus propios intereses”. Cualquier candidato que quiera ganar en 2018 debe convencer al electorado de que realmente tiene la voluntad y el carácter para enfrentar este cáncer institucional. Aunque suene a poesía, no descartemos la hipótesis de que los Mexicanos esperan una Revolución Moral.

La elección  de Trump en USA ha dejado heridas en México. Hay quienes piensan que se actuó con debilidad ante el ahora residente de La Casa Blanca. Algunos candidatos sin duda asumirán un discurso de reivindicación patriótica de los intereses nacionales. En tiempos de alta ansiedad económica, es comprensible que busquemos alguien que nos defienda. Palabra #3 = Nacionalismo.

Hay quienes definen la elección de 2018 como una lucha contra el Populismo. Recordemos cuando el Presidente Peña Nieto compartió con Obama su visión de que los Populistas en general vendían soluciones fáciles y “pretendían destruir lo que había tomado décadas construir”. No olvidemos la respuesta de Obama -! “Me preocupo por la gente pobre, que está trabajando muy fuerte y no tiene la oportunidad de avanzar. Supongo que eso me hace un populista”. Palabra #4 = Populismo.


Finalmente, la Palabra #5 es Pobreza. México es un país rico con mucha gente pobre. Los avances económicos no han generado aún el desarrollo esperado en muchos sectores y regiones del país. Quien quiera ganar la elección tiene que asumir con todas las letras que hay que combatir la pobreza en México y proponer algo distinto a lo que se viene haciendo.

Cinco palabras desde las que se va a construir el posicionamiento y el contraste de los candidatos. Nacionalista? Populista? Abanderado del cambio? Cambio con continuidad? Asumen la pobreza como un desafío central en su discurso? Y que proponen para luchar contra la pobreza? Asumen la lucha contra la corrupción? Hasta ahora pocas sorpresas. Veremos en las próximas semanas como los candidatos hablan de estas 5 palabras e intentan diferenciarse.

Para el FMI, el costo tributario de la reforma fiscal será el doble del que estima el Gobierno

Para el Fondo Monetario, el Estado dejará de recaudar por un 3,75% del PBI

El organismo respaldó la medida pero advirtió no “confiar” en el impacto favorable del crecimiento




El Fondo Monetario Internacional estimó que el costo de la reforma tributaria a nivel nacional y de los impuestos provinciales será el doble que lo calculado por el Gobierno, y relativizó el impacto del crecimiento económico como factor para morigerar ese costo fiscal. Para los economistas del organismo internacional, las pérdidas de ingresos para el Estado por la reforma sería de 3,75% del producto bruto entre la baja en ingresos brutos y tributos nacionales, mientras los cálculo oficiales, también reflejados en el informe del FMI, estiman un 1,8% en total.

En el último reporte del Artículo IV, los técnicos del Fondo Monetario dedicaron un apartado al análisis de la reforma tributaria ya aprobada por el Congreso nacional en diciembre. Por un lado, el organismo respaldó la medida: "Los directores dieron la bienvenida a la propuesta de reforma fiscal, que es un buen paso para revisar el ineficiente sistema tributario. La propuesta apoya la inversión, aumenta la progresividad del sistema y reduce el desincentivo al empleo formal", aunque advirtieron que "los directores señalaron que se podría hacer más para eliminar los impuestos distorsionadores y advirtieron que no se debe confiar en los efectos del crecimiento incierto para compensar las pérdidas de ingresos derivadas de la reforma tributaria".


Para el Gobierno, el impacto de la reforma fiscal a nivel nacional será 0,3% del PBI; para el FMI de 2,25%


En detalle, el Fondo Monetario explicó que "el staff estima que la pérdida de ingresos de la reforma del gobierno, después de cinco años, será de alrededor del 3,75% del PBI (1,5% de la reducción del impuesto a los ingresos brutos y 2,25% de las otras medidas). Más adelante el informe refleja cuál es la versión de los hechos que sostuvieron los funcionarios del Gobierno nacional en las reuniones que tuvieron lugar durante noviembre junto a los técnicos del organismo. "Las autoridades estiman que, excluyendo el cambio en el impuesto a los ingresos brutos, la reforma tributaria tendrá un costo directo general de 1,5% del PBI para el año 2022. Sin embargo, también estiman que impulsará el crecimiento del PBI en 0,5% por año, y que los ingresos adicionales de una actividad económica más fuerte ayudarán a reducir la el costo total a solo 0,3% del PBI", reflejó el reporte. Esa es la relativización del impacto en los ingresos del Estado a la que se refirió el FMI en su opinión general sobre la reforma. "Se requiere cautela al confiar en efectos de crecimiento inciertos para compensar las pérdidas de ingresos derivadas de la reforma tributaria", opinó el organismo.

Respecto al costo tributario en las provincianas, las estimaciones son iguales para ambos lados. "La eliminación gradual del impuesto a los ingresos brutos a nivel provincial se estima que costará 1,5 por ciento del PBI en 5 años", es el cálculo oficial que coincide con el del FMI. "Las autoridades confiaban en que los topes de gasto incluidos en la propuesta Ley de Responsabilidad Fiscal darían a las provincias espacio suficiente para absorber las pérdidas de ingresos y eliminar el déficit fiscal en los próximos años", se explayó el reporte. El costo definitivo de la reforma tributaria para el Estado (nacional y provinciales) sería entonces de 3,75% del PBI según la visión del organismo financiero, mientras que esa cifra es de 1,8% para las autoridades nacionales.

Al opinar sobre la reforma del sistema impositivo (en el momento en que fue escrito el trabajo del FMI el proyecto recién había sido propuesto pero no aprobado legislativamente), los técnicos del organismo consideraron que "la propuesta reduce gradualmente la tasa impositiva efectiva sobre el ingreso laboral para los trabajadores de bajos ingresos, aumenta la progresividad del sistema y reduce el desincentivo al empleo formal. Sin embargo, la reforma podría ir aún más allá y reducir la tasa del impuesto a la nómina mientras se expande la cobertura del impuesto a la renta personal para llevar al menos el quintil superior de la distribución del ingreso al sistema impositivo. La reducción gradual de ganancias corporativas reinvertidas debería ayudar a respaldar la inversión", consideró el informe.

Norway a crash course in social democracy

By Ann Jones



Citizens of Oslo celebrate Syttende Mai (May Seventeenth), Norway's national day commemorating the adoption of its Constitution. (Ann Jones)


Some years ago, I faced up to the futility of reporting truths about America’s disastrous wars, and so I left Afghanistan for another mountainous country far away. It was the polar opposite of Afghanistan: a peaceful, prosperous land where nearly everybody seemed to enjoy a good life, on the job and in the family.


It’s true that they didn’t work much–not by American standards, anyway. In the United States, full-time salaried workers supposedly laboring 40 hours a week actually average 49, with almost 20 percent clocking more than 60. These people, on the other hand, worked only about 37 hours a week, when they weren’t away on long paid vacations. At the end of the workday, about four in the afternoon (perhaps three during the summer), they had time to enjoy a hike in the forest, a swim with the kids, or a beer with friends—which helps explain why, unlike so many Americans, they are pleased with their jobs.

Often I was invited to go along. I found it refreshing to hike and ski in a country with no land mines, and to hang out in cafés unlikely to be bombed. Gradually, my war-zone jitters subsided and I settled into the slow, calm, pleasantly uneventful stream of life there.

Four years on, thinking I should settle down, I returned to the United States. It felt quite a lot like stepping back into that other violent, impoverished world, where anxiety runs high and people are quarrelsome. I had, in fact, come back to the flip side of Afghanistan and Iraq: to what America’s wars have done to America. Where I live now, in the homeland, there are not enough shelters for the homeless. Most people are either overworked or hurting for jobs; the housing is overpriced, the hospitals crowded and understaffed, the schools largely segregated and not so good. Opioid or heroin overdose is a popular form of death, and men in the street threaten women wearing hijabs. Did the American soldiers I covered in Afghanistan know they were fighting for this?

DUCKING THE SUBJECT


One night I tuned in to the Democrats’ presidential debate to see if they had any plans to restore the America I used to know. To my amazement, I heard the name of my peaceful mountain hideaway: Norway. Bernie Sanders was denouncing America’s crooked version of “casino capitalism” that floats the already-rich ever higher and flushes the working class. He said that we ought to “look to countries like Denmark, like Sweden and Norway, and learn from what they have accomplished for their working people.”

He believes, he added, in “a society where all people do well. Not just a handful of billionaires.” That certainly sounds like Norway. For ages, they’ve worked at producing things for the use of everyone—not the profit of a few—so I was all ears, waiting for Sanders to spell it out for Americans.

But Hillary Clinton quickly countered, “We are not Denmark.” Smiling, she said, “I love Denmark,” and then delivered a patriotic punch line: “We are the United States of America.” (Well, there’s no denying that.) She also praised capitalism and “all the small businesses that were started because we have the opportunity and the freedom in our country for people to do that and to make a good living for themselves and their families.” She didn’t seem to know that Danes, Swedes, and Norwegians do that too, and with much higher rates of success.

The truth is that almost a quarter of American start-ups are not founded on brilliant new ideas, but on the desperation of men or women who can’t get a decent job. The majority of all American enterprises are solo ventures having zero payrolls, employing no one but the entrepreneur, and often quickly wasting away. Sanders said that he was all for small business too, but that meant nothing “if all of the new income and wealth is going to the top 1 percent.” (As George Carlin said, “The reason they call it the American Dream is because you have to be asleep to believe it.”)

In that debate, no more was heard of Denmark, Sweden, or Norway. The audience was left in the dark. Later, in a speech at Georgetown University in Washington, DC, Sanders tried to clarify his identity as a democratic socialist. He said he’s not the kind of socialist (with a capital S) who favors state ownership of the means of production. The Norwegian government, on the other hand, owns the means of producing lots of public assets and is the major stockholder in many a vital private enterprise.

I was dumbfounded. Norway, Denmark, and Sweden practice variations of a system that works much better than ours. Yet even the Democratic presidential candidates, who say they love or want to learn from those countries, don’t seem know how they actually work.

WHY WE’RE NOT DENMARK


Proof that they do work is delivered every year in data-rich evaluations by the United Nations and other international bodies. The Organization for Economic Cooperation and Development’s annual report on international well-being, for example, measures 11 factors, ranging from material conditions such as affordable housing and employment to quality-of-life matters like education, health, life expectancy, voter participation, and overall citizen satisfaction. Year after year, all the Nordic countries cluster at the top, while the United States lags far behind. In addition, Norway has ranked first on the UN Development Program’s Human Development Index for 12 of the last 15 years, and it consistently tops international comparisons in such areas as democracy, civil and political rights, and freedom of expression and the press.


The Nordic model starts with a deep commitment to equality and democracy, because you can’t have one without the other.

What is it, though, that makes the Scandinavians so different? Since the Democrats can’t tell you and the Republicans wouldn’t want you to know, let me offer you a quick introduction. What Scandinavians call the Nordic model is a smart and simple system that starts with a deep commitment to equality and democracy. That’s two concepts combined in a single goal because, as far as they’re concerned, you can’t have one without the other.

Right there, they part company with capitalist America, now the most unequal of all the developed nations, and consequently a democracy no more. Political scientists say it has become an oligarchy, run at the expense of its citizenry by and for the superrich. Perhaps you’ve noticed that.

In the last century, Scandinavians, aiming for their egalitarian goal, refused to settle solely for any of the ideologies competing for power—not capitalism or fascism, not Marxist socialism or communism. Geographically stuck between powerful nations waging hot and cold wars for such doctrines, Scandinavians set out to find a middle path. That path was contested—by socialist-inspired workers on the one hand, and by capitalist owners and their elite cronies on the other—but in the end, it led to a mixed economy. Thanks largely to the solidarity and savvy of organized labor and the political parties it backed, the long struggle produced a system that makes capitalism more or less cooperative, and then redistributes equitably the wealth it helps to produce. Struggles like this took place around the world in the 20th century, but the Scandinavians alone managed to combine the best ideas of both camps while chucking out the worst.

In 1936, the popular US journalist Marquis Childs first described the result to Americans in the book Sweden: The Middle Way. Since then, all the Scandinavian countries, and their Nordic neighbors Finland and Iceland, have been improving upon that hybrid system. Today in Norway, negotiations between the Norwegian Confederation of Trade Unions and the Confederation of Norwegian Enterprise determine the wages and working conditions of most capitalist enterprises, public and private, that create wealth, while high but fair progressive income taxes fund the state’s universal welfare system, benefiting everyone. In addition, those confederations work together to minimize the disparity between high-wage and lower-wage jobs. As a result, Norway ranks with Sweden, Denmark, and Finland as among the most income-equal countries in the world, and its standard of living tops the charts.


Nordic countries give their populations freedom from the market by using capitalism as a tool to benefit everyone.

So here’s the big difference: In Norway, capitalism serves the people. The government, elected by the people, sees to that. All eight of the parties that won parliamentary seats in the last national election—including the conservative Høyre party now leading the government—are committed to maintaining the welfare state. In the United States, however, neoliberal politics puts the foxes in charge of the henhouse, and capitalists have used the wealth generated by their enterprises (as well as financial and political manipulations) to capture the state and pluck the chickens.

They’ve done a masterful job of chewing up organized labor. Today, only 11 percent of American workers belong to a union. In Norway, that number is 52 percent; in Denmark, 67 percent; in Sweden, 70 percent. Thus, in the United States, oligarchs maximize their wealth and keep it, using the “democratically elected” government to shape policies and laws favorable to the interests of their foxy class. They bamboozle the people by insisting, as Hillary Clinton did at that debate, that all of us have the “freedom” to create a business in the “free” marketplace, which implies that being hard up is our own fault.



In the Nordic countries, on the other hand, democratically elected governments give their populations freedom from the market by using capitalism as a tool to benefit everyone. That liberates their people from the tyranny of the mighty profit motive that warps so many American lives, leaving them freer to follow their own dreams—to become poets or philosophers, bartenders or business owners, as they please.

FAMILY MATTERS


Maybe our politicians don’t want to talk about the Nordic model because it shows so clearly that capitalism can be put to work for the many, not just the few.

Consider the Norwegian welfare state. It’s universal. In other words, aid to the sick or the elderly is not charity, grudgingly donated by elites to those in need. It is the right of every individual citizen. That includes every woman, whether or not she is somebody’s wife, and every child, no matter its parentage. Treating every person as a citizen frees each one from being legally possessed by another—a husband, for example, or a tyrannical father.

Which brings us to the heart of Scandinavian democracy: the equality of women and men. In the 1970s, Norwegian feminists marched into politics and picked up the pace of democratic change. Norway needed a larger labor force, and women were the answer. Housewives moved into paid work on equal footing with men, nearly doubling the tax base. That has, in fact, meant more to Norwegian prosperity than the coincidental discovery of North Atlantic oil reserves. The Ministry of Finance recently calculated that those additional working mothers add to Norway’s net national wealth a value equivalent to its “total petroleum wealth”—currently held in the world’s largest sovereign-wealth fund, worth over $873 billion. By 1981, women were sitting in parliament, in the prime minister’s chair, and in her cabinet.

American feminists also marched for such goals in the 1970s, but the big boys, busy with their own White House intrigues, initiated a war on women that set the country back and still rages today in brutal attacks on women’s basic civil rights, healthcare, and reproductive freedom. In 1971, thanks to the hard work of organized feminists, Congress passed the bipartisan Comprehensive Child Development Bill to establish a multibillion-dollar national daycare system for the children of working parents. In 1972, President Richard Nixon vetoed it, and that was that. In 1972, Congress also passed a bill (first proposed in 1923) to amend the Constitution to grant equal rights of citizenship to women. Ratified by only 35 states—three short of the required 38—that Equal Rights Amendment was declared dead in 1982, leaving American women in legal limbo. In 1996, President Bill Clinton signed the Personal Responsibility and Work Opportunity Reconciliation Act, obliterating six decades of US social-welfare policy “as we know it,” ending federal cash payments to the nation’s poor, and consigning millions of female heads of household and their children to poverty, where many still dwell 20 years later. Today, even privileged women, torn between their underpaid work and their kids, are overwhelmed.

Things happened very differently in Norway. There, feminists and sociologists pushed hard against the biggest obstacle still standing in the path to full democracy: the nuclear family. In the 1950s, the world-famous American sociologist Talcott Parsons had pronounced that arrangement—with the hubby at work and the little wife at home—the ideal setup in which to socialize children. But in the 1970s, the Norwegian state began to deconstruct that undemocratic ideal by taking upon itself the traditional, unpaid household duties of women. Caring for children, the elderly, the sick, and the disabled became the basic responsibilities of the universal welfare state, freeing women in the workforce to enjoy both their jobs and their families.

Paradoxically, setting women free made family life more genuine. Many in Norway say it has made both men and women more themselves and more alike: more understanding and happier. It also helped kids slip from the shadow of helicopter parents. In Norway, both mother and father in turn take paid parental leave from work during the child’s first year or longer. At age 1, however, children start attending a neighborhood barnehage(kindergarten) for schooling spent largely outdoors. By the time kids enter free primary school at age 6, they are remarkably self-sufficient, confident, and good-natured. They know their way around town, and if caught in a snowstorm in the forest, how to build a fire and find the makings of a meal. (One kindergarten teacher explained, “We teach them early to use an ax so they understand it’s a tool, not a weapon.”)

To Americans, the notion of a school “taking away” your child to make her an ax wielder is monstrous. Yet though it’s hard to measure, it’s likely that Scandinavian children actually spend more quality time with their non-work-obsessed parents than does a typical middle-class American child being driven by a stressed-out mother from music lessons to karate. For all these reasons and more, the international organization Save the Children cites Norway as the best country on earth in which to raise kids, while the United States finishes far down the list, in 33rd place.

DON’T TAKE MY WORD FOR IT


This little summary just scratches the surface of Scandinavia, so I urge curious readers to Google away. But be forewarned: You’ll find much criticism of all the Nordic-model countries. Worse, neoliberal pundits, especially the Brits, are always beating up on the Scandinavians, predicting the imminent demise of their social democracies. Self-styled experts still in thrall to Margaret Thatcher tell Norwegians they must liberalize their economy and privatize everything short of the royal palace. Mostly, the Norwegian government does the opposite—or nothing at all—and social democracy keeps on ticking.

It’s not perfect, of course. It has always been a carefully considered work in progress. Governance by consensus takes time and effort. You might think of it as slow democracy. Even so, it’s light-years ahead of us.


Ann JonesAnn Jones is a journalist and author whose works include Kabul in Winter (2006) and War Is Not Over When It’s Over (2010), both from Metropolitan Books. Her latest book is called They Were Soldiers: How the Wounded Return From America's Wars—The Untold Story (Dispatch Books).

Suba de tasa de EE.UU. golpea más a la Argentina que al resto de la región

Los ruidos políticos por los cambios en las metas de inflación elevaron el riesgo local en el año, a diferencia de los países de la región, que tuvieron mejoras en sus spreads


por SOFÍA BUSTAMANTE




La tasa de los bonos a 10 años del Tesoro de Estados Unidos trepó la semana pasada a 2,6%, el nivel más elevado desde marzo, luego de que trascendiera que China reduciría la compra de bonos estadounidenses. Un incremento en la tasa de esta inversión suele presionar a mercados como el emergente, ya que los bonos de EE.UU. son considerados libre de riesgo y es contra ellos que se mide la calidad de la deuda de cada país.

En esta ocasión, solo el mercado local sufre este aumento, porque mientras la mayoría de los países latinoamericanos enfrenta la suba de tasa habiendo reducido sus spreads en lo que va del año, el riesgo país argentino creció.

El economista Jefe de MB Inversiones, Nery Persichini, señaló que en lo que va de 2018 la excepción fue Argentina, cuyo riesgo país aumentó 13 puntos básicos. "La causa se relacionó con el ruido político que generó el cambio de metas de inflación y la pérdida de credibilidad del Banco Central" (BCRA)", detalló. También el último informe de Federico Muñoz y Asociados se refiere "al embate contra la independencia del BCRA".


El estudio resaltó que "no fue gratuito" y que "la brecha entre la prima de riesgo país argentina y el promedio de las primas uruguaya, brasileña, peruana y colombiana se amplió en 25 puntos básicos desde la conferencia de prensa en que se anunciaron las nuevas metas de inflación". Y en ese línea, sentenciaron: "El mercado penalizó la interferencia vendiendo deuda soberana argentina".



Si bien es cierto que los expertos reconocieron que la puja entre la Jefatura de Gabinete y el presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, terminó saldándose con una baja en la tasa de referencia inferior a lo que se esperaba (75 puntos básicos contra más de 100 puntos), el daño ya estaba hecho.

El riesgo país argentino cerró el viernes en 364 unidades, 13 más que a fines de 2017, mientras que los mismos indicadores de México, Brasil, Colombia, Uruguay y Perú registraron reducciones de 4, 7, 8, 10 y 14 unidades, respectivamente.

"Los bonos argentinos se ven más afectados que los bonos de otros países de la región por la suba de tasas de EE.UU. porque nuestro país es de mayor riesgo, entonces tanto las subas como las bajas generan un mayor impacto en comparación con países como pueden ser Perú, Chile o Uruguay", opinó Martín Saud, senior trader de Balanz Capital.

Pese al contexto actual, el director de Eco Go y estratega financiero en ARG Markets, Federico Furiase aclaró que "afortunadamente, el ministerio de Finanzas aprovechó la ventana de tiempo favorable para colocar deuda consiguiendo casi la tercera parte de las necesidades del año, lo que permitirá amortiguar el impacto de la suba de la tasa a 10 años en el costo financiero de la deuda y en el mercado de cambios".

Por otro lado, cabe aclarar que China desmintió la noticia sobre la disminución de la compra de bonos estadounidenses, pero el mercado prácticamente no reaccionó, dado que la tasa de los bonos del Tesoro a 10 años cerró la semana pasada en niveles altos: 2,55%. De hecho, se estima que seguirá por la senda alcista, por la mayor percepción de inflación en Estados Unidos y un déficit fiscal creciente tras la aprobación del recorte de impuesto a las ganancias corporativas, según Persichini.

En Balanz Capital creen que la tasa está en un momento crítico: "Hoy está en 2,6% y tiene un techo técnico que si lo rompe puede subir hasta 2,8%. Si bien es cierto que todavía no quebró 2,6%; debemos estar pendientes ya que en caso de superarlo tendría una injerencia directa fuerte en nuestros bonos".

En la misma línea, Furiase sostuvo que ve "una tendencia gradualmente alcista, pudiendo ir a buscar un nuevo techo en torno al 3%, pero con volatilidad e idas y vueltas en el camino teniendo en cuenta los riesgos de una aceleración en el margen de las expectativas de inflación en EE.UU. frente a la caída de tasa de desempleo y el arranque de los salarios, la presión en el precio del petróleo sobre los costos y el shock de baja de impuestos de Trump".

Tal como subrayó Persichini, el efecto puede ser mitigado si, paralelamente, las economías emergentes reducen sus respectivas primas de riesgo, spreads o riesgo país, es decir, "el mayor costo financiero por condiciones internacionales puede ser reducido con mérito propio".

Petroyuán: la venganza de Putin

Cualquier declive en el estatus del dólar en favor del yuan chino es también una ganancia para Rusia, por una crítica razón.

El yuan amenaza con destronar al petrodólar, y la clave de su potencial éxito radica en Rusia.


China el mayor importador mundial de crudo, pronto podría comenzar a obligar a los principales países petroleros a venderle petróleo a cambio de yuanes, lo que elevaría el status internacional de la divisa y fortalecería la provisión energética de China.


Esta movida fortaleción desde que Moscú abandonó sus intentos de ser parte de Occidente, luego de la crisis de Ucrania en 2014. Rusia —el mayor productor mundial de petróleo— es una parte "vital" en este proyecto chino, e incluso podría ser su mayor ganador, ya que le permitiría voltear la balanza de las sanciones.

Cualquier disminución en el status del dólar diluye severamente la capacidad de Washington para librar una guerra económica contra Rusia a través de sanciones.


Rusia y China difícilmente podrán alcanzar sus objetivos en solitario, y a pesar de que países como Irán, Indonesia y Venezuela han expresado su interés en el proyecto, la "clave" del plan se encuentra en Arabia Saudita.

Es así que la reciente visita a Moscú del rey saudita, Salmán ben Abdelaziz al Saúd, marcaría un paso avante rumbo a la enganza de Putin, en caso de que Riad decida cooperar.



China tiene con que presionar, ya que podría amenazar con dar marcha atrás en sus planes de inversiones petroleras en Arabia Saudita en caso de que desistan de comercializar su petróleo en petroyuanes.

La UCR le baja el pulgar a las extraordinarias



El Honorable Congreso de la Nación seguirá anestesiado al menos hasta el 1 de marzo. La Unión Cívica Radical, principal aliado de la coalición oficialista, ya elevó su dictamen: no hay fecha ni urgencia para convocar a las Cámaras en febrero. Mauricio Macri vuelve hoy a la actividad oficial luego de sus vacaciones en Villa La Angostura y el miércoles reunirá al Gabiente nacional, más autoridades de ambas Cámaras, para definir si habrá sesiones extraordinarias con un temario "light". Sin apoyo de la CGT, y después de la traumática aprobación del nuevo cálculo jubilatorio, el Poder Ejecutivo Nacional levantó de agenda a los proyectos conflictivos como la reforma laboral, la boleta única electrónica y la nueva ley orgánica del Ministerio Público Fiscal.

De cara a un eventual llamado a sesiones extraordinarias, ya sin proyectos en agenda como la reforma laboral, los jefes del bloque de la UCR en Diputados y en el Senado, Mario Negri y Luis Naidenoff, recomendaron que no se convoque a sesiones extraordinarias. Con la excepción de la ley de mercado de capitales, la UCR sostiene que no existe premura para reabrir el Congreso y volver a librar una batalla política en medio del verano. No sólo será difícil reunir el quórum con los legisladores nacionales de vacaciones sino que además Cambiemos se expondría a una derrota política en caso de no poder garantizar 129 diputados y 36 senadores nacionales presentes para poder sesionar.

Existe otro factor que conspira contra las extraordinarias. A partir del jueves 15 de febrero, el Presidente internará al menos 72 horas en Chapadmalal a sus Ministros, a las autoridades del Congreso y a los jefes de los interbloques para diseñar el año político. Con Emilio Monzó, Gabriela Michetti, Federico Pinedo, Negri y Naidenoff en el retiro espiritual se acota el margen de tiempo para poder celebrar sesiones extraordinarias en el próximo mes. El razonamiento del radicalismo es político y pragmático: ¿para qué arriesgar con la reapertura del Congreso, darle micrófono a Cristina de Kirchner y al peronismo, cuando el Ejecutivo no tiene leyes urgentes para tratar? Esa lógica ya la aplicó en parte la Casa Rosada con el mega-decreto de reforma del Estado. Anestesió al Legislativo a través de una DNU que será remitido al Congreso recién a fin de mes para ser tratado en la comisión bicameral a fines de febrero.

La bicameral permanente de seguimiento de trámite legislativo deberá constituirse en los próximo días. El Frente para la Victoria designó entre sus integrantes a Máximo Kirchner. Ese cuerpo, la bicameral, está compuesta por ocho diputados y ocho senadores. La sorpresa podría ser el desembarco de Cristina de Kirchner como parte del staff de la Cámara alta. La ex presidente podría coincidir con su hijo en la integración. En cuanto a la presidencia de la comisión, este año le corresponde a Cambiemos. Si bien Naidenoff debería ocupar esa silla, la conducción todavía no está definida. Podría corresponderle a otro radical o a un senador del PRO.

El radicalismo viene de sufrir un roce con el Ministerio de Energía a partir de una carta presentada ante el ministro de Energía, Juan José Aranguren, donde rechazan el proceso de venta de las acciones que el Estado posee de la empresa Transporte de Energía Eléctrica en Alta Tensión (Transener). La UCR viene además de votar, con forceps, el nuevo cálculo de jubilaciones que, al menos en el tramo del empalme con el anterior sistema, implicará una baja en los haberes previsionales. El centenario partido debió interceder además junto a Elisa Carrió para que el Ejecutivo descarte la vía del Decreto de Necesdad y Urgencia en la polémica por las jubilaciones luego de la sesión fallida en medio de una batalla campal frente al Congreso

Conexión total:Internet de las Cosas


Por Luciano Banchero

Ilustración Sebastián Angresano

Relojes, anillos, pulseras, auriculares, lentes, guantes, zapatillas, remeras, corpiños y hasta implantes y tatuajes. Ya podemos llevar conexión en cada prenda y accesorio de nuestro cuerpo. ¿Queremos? Luciano Banchero repasa la historia reciente de Internet de las cosas (IoT) en este adelanto de Futuro Pop, de Paidós.




Relojes, anillos, pulseras, auriculares, lentes, guantes, zapatillas, remeras, corpiños y hasta implantes y tatuajes. Ya podemos llevar Internet en cada prenda y accesorio de nuestro cuerpo. La pregunta es… ¿queremos? ¿Por qué alguien accedería a llevar más tecnología adherida a su cuerpo? Actualmente, si querés sacar una foto, tuitear, chequear los mails o responder una llamada, tenés que sacar el teléfono de donde lo tenés guardado y ponerte una pantalla en la cara. En teoría, la tecnología vestible simplificaría el acceso a ciertas tareas mediadas por la tecnología sin tener que depender del teléfono para todo. En la práctica… no es tan sencillo. Si no, como tantas otras cosas, se lo pueden preguntar a Google.



La Google I/O de abril de 2012 podría haber sido una más entre las habituales conferencias de desarrolladores del gigante de Mountain View. Pero no lo fue. Sergey Brin, cofundador de la empresa junto a Larry Page, saltó de repente al escenario e interrumpió una presentación de Google+ (¿se acuerdan de Google+?) luciendo unos lentes extraños, para dar pie a una transmisión de video en vivo, en la que cuatro paracaidistas se arrojaron de un dirigible sobre la ciudad de San Francisco, streameando su descenso con las mismas gafas que tenía Brin. La demostración tomó por sorpresa a Internet y se viralizó de inmediato. Así fue como el mundo entró en contacto por primera vez con los Google Glass. Entonces… ¿por qué fracasaron? ¿Por qué, cinco años después de esa histórica demo, no estamos todos usándolos?

Google Glass fue una creación de la división experimental de la empresa, Google X (hoy conocida sólo como X), que no se dedica a entrenar mutantes para usar sus habilidades ni a esconder evidencia de la existencia de extraterrestres, sino a desarrollar lo que ellos llaman moonshots, hacer realidad proyectos que parecen de ciencia ficción: autos que se manejan solos, globos aerostáticos que llevan Internet a partes remotas del planeta y el desarrollo de máquinas inteligentes para mejorar las vidas de las personas. En este contexto vieron la luz los Glass, con la promesa vestible de hacer más portátil y accesible la entrada al mundo digital. La idea de que fueran lentes (aunque, en realidad, son más como una vincha o un visor) se debe a que buscaban sobreimprimir una capa virtual a la realidad que nos rodea: sobre el costado derecho instalaron una cámara para sacar fotos y filmar, un touchpad para navegar deslizando los dedos y haciendo gestos sobre la patilla y un mini proyector que emite imágenes directo sobre la retina del usuario. ¿Para ver qué? Obviamente, cualquier aplicación de Google: actualizaciones en tiempo real con Now, navegación por GPS con Maps, acceso a los mails con Gmail… y algunas integraciones con otras apps, como las principales redes sociales y medios de comunicación.



En teoría, los Google Glass sonaban como un producto innovador y atractivo, al menos para los ocho mil seleccionados para testearlo que desembolsaron mil quinientos dólares por la oportunidad de ser los primeros afortunados, conocidos de manera oficial como “exploradores” y etiquetados por otros con el poco feliz mote de “glassholes”. Boludos con Google Glass, digamos. Es que el mundo (o la mayor parte del mundo) no estaba listo para cruzarse en la calle con gente equipada con un dispositivo que los habilitaba, en teoría, a grabar sin permiso o reconocer las caras de extraños. Las violaciones a la privacidad fueron la principal preocupación de los detractores de esta nueva tecnología y una de las grandes razones detrás de su fracaso por imponerse como un producto masivo. La otra, reconocida en público por Google, fue el exceso de atención que ellos mismos depositaron sobre un chiche que no era más que un prototipo. El científico Astro Teller, líder de la división X, admitió que “hicimos cosas que alentaron a la gente a pensar que esto era un producto terminado”. En otras palabras, se les fue la mano con la ambición y el experimento Glass cerró sus puertas en 2015, al menos por el futuro cercano.



No todos los goles de Google Glass fueron en contra. Cuando un paciente con hemorragia cerebral ingresó a un hospital de Boston, el médico que lo atendió necesitaba acceder a su historia clínica para identificar posibles alergias y no aplicarle una droga que empeorase el cuadro. No tenía los papeles a su disposición, pero sí tenía sus Glass, con los que pudo chequear el historial y tratarlo con éxito. Una vida fue salvada y el uso de los Glass se extendió en el hospital.



El traspié de Google no significa que los wearables sean inviables. De hecho, la empresa sigue trabajando en unos lentes de contacto inteligentes diseñados para chequear los niveles de glucosa de pacientes con diabetes. Y los gurúes de la tecnología pronostican que la adopción masiva de estos dispositivos, temprana o tardía, es inevitable.



No son pocos los emprendedores que aprendieron de los pifies de Glass y trabajan en la creación de sus propios anteojos conectados. La startup Vuzix tomó la antorcha y desarrolló unos lentes de sol (propiamente dichos, con marcos y lentes) llamados Blade 3000, que también incorporan la proyección de imágenes, cámara y touchpad sobre la patilla que introdujeron los Glass y la compañía Vue impulsó una exitosa campaña que recaudó dos millones de dólares en Kickstarter para producir unas gafas más sencillas, aunque no por eso menos innovadoras, que permiten escuchar música y llamadas telefónicas sin auriculares, gracias a la conducción ósea, a través de los huesos del cráneo. Tal vez la sencillez sea la clave: con sus lentes, Google quiso abarcar todo y ponerte una computadora en la cara. Otros entendieron que, para que la gente quiera ponerse unos wearables, hay que ir educándolos de a poco en su uso.



Es el caso de los creadores de Snapchat, la app de fotos y videos que es tan popular entre los jóvenes como indescifrable para los adultos que prefieren quedarse bajo el ala protectora de Instagram. Acaso en busca de cuidar su quinta, la empresa se rebrandeó como Snap Inc. y ahora se promocionan como fabricantes de productos. El primero es un par de anteojos inteligentes llamados Spectacles. Sencillos y elegantes, no podrían ser más diferentes de los Glass. Lejos de las ambiciones multipropósito de Google, Evan Spiegel, el CEO de la empresa, los definió como “un juguete”, apenas unos lentes de sol con una cámara de video (montada de manera muy inteligente, en el extremo superior derecho de los marcos) que graba videos circulares de diez segundos para compartir en Snapchat y otras redes sociales. Pero no por simples los de Snapchat son poco astutos. En lugar de hacer una venta tradicional, optaron por una movida de distribución muy llamativa, que consistió en la instalación de máquinas expendedoras que aparecían sin previo aviso en distintos puntos de Estados Unidos y desaparecían a las veinticuatro horas, tal como los “snaps”. Además, la noticia de su adquisición silenciosa de la empresa israelí de realidad aumentada Cimagine presagia la futura incorporación de nuevas características e incluso de otros productos de consumo masivo. Más allá de su deforme estrategia de comercialización, el hecho de que los Spectacles cuesten ciento treinta dólares, un mundo de diferencia con respecto de los mil quinientos que había que poner por los Google Glass, seguro va a contribuir a hacerlos más accesibles a los ojos (justamente) de los consumidores.



Si estos productos les suenan de algún lado, es probable que hayan visto Black Mirror. La antología británica de postales del futuro cercano conquistó a los fans de las series de todo el mundo y hasta logró una exclusividad millonaria con Netflix motorizada por una mirada satírica y pesimista de la tecnología que, a veces, se siente demasiado cercana (“Nosedive”, el primer episodio de la tercera temporada, muestra una sociedad obsesionada por calificar a las personas con estrellas y obtener una buena puntuación para ascender en la escala social, algo no muy distante de la fijación por los likes y retweets y el afán de reseñar todo lo que se nos presenta en el universo digital).



Su creador, Charlie Brooker, se ganó la reputación de Nostradamus de la cultura pop, luego de que una noticia de la realidad, involucrando a David Cameron, el Primer Ministro de Gran Bretaña, y la utilización de un chancho como objeto sexual, se correspondiera con la trama de “The National Anthem”, el primer episodio de la serie. El comentario de Brooker en Twitter no se hizo esperar: “Mierda. Parece que ahora Black Mirror es un documental.” Algunos meses después de la poco feliz coincidencia, The Daily Beast le pidió su opinión sobre las elecciones presidenciales en Estados Unidos, en plena disputa entre Hillary Clinton y Donald Trump. Su falta de optimismo no es sorprendente, pero sí llama la atención su clarividencia: “Me parece aterrador porque creo que Trump va a ganar”, disparó. “¡Hola! ¡Acabamos de pasar por el Brexit! Es obvio que va a ganar. Tengo que imaginarme que ya ganó y que no puede alcanzar todas las cosas horribles que quiere hacer.” Muchos señalaron el episodio “The Waldo Moment”, en el que un comediante desmotivado se lanza como candidato en joda y se encuentra, de manera inesperada, con que su plataforma es bien recibida por el electorado, como un reflejo anticipado de la realidad. Hay que decirlo: Charlie Brooker es un tipo que sabe observar e interpretar el presente. Charlie Brooker está prestando atención.



Si bien está obsesionado con relatar historias donde la tecnología nos arruina la vida, Brooker se reconoce como fan (culposo) de los chiches: “Me fascinan los gadgets, me deleito con cada nueva app milagrosa”, confiesa. “Chequeo mi Twitter apenas me despierto, como un adicto. Y a veces me pregunto: ¿esto es realmente bueno para mí? ¿Para nosotros? Ninguna de estas cosas nos fue impuesta, las abrazamos con alegría. ¿Pero a dónde nos está llevando? Si la tecnología es una droga, ¿cuáles son sus efectos secundarios?” Esta fijación por los daños colaterales de los vicios techies está representada a la perfección en “The Entire History of You”, el tercer episodio de la primera temporada de Black Mirror, de 2011. En el futuro cercano, el dispositivo de moda es un implante que va detrás de la oreja y permite al usuario grabar todo lo que ve y oye, rebobinarlo y volver a verlo, proyectado directo sobre sus globos oculares. En este caso, el efecto secundario de la adicción son la desconfianza y los celos que llevan a un stalkeo desenfrenado de las acciones de los otros, a través de un dispositivo similar al que, un año después, presentaría orgulloso Sergey Brin en la convención de Google.





Que Google no haya logrado imponer su polémico gadget no significa que no debamos temer (o, al menos, prever) su eventual aparición: en su charla TED de 2017, Tom Gruber, el creador de Siri y experto en inteligencia artificial de Apple, anticipó que, en un futuro no muy lejano, la tecnología nos permitirá registrar todo y acceder a voluntad a nuestros recuerdos. Nada será olvidado, ni lo bueno ni lo malo. “¿Qué pasaría si pudieras tener una memoria tan buena como la de las computadoras (…) y recordar a cada persona que conociste, cómo pronunciar sus nombres, los detalles de sus familias, sus deportes favoritos, la última conversación que tuvieron?”, se pregunta Gruber. Según el gurú, si bien este avance sería positivo para todos, poder elegir qué recordar y retener beneficiaría especialmente a quienes padecen enfermedades como la demencia: “Es la diferencia entre una vida de aislamiento y una de dignidad y conexión.” Pese a que no dijo ni cómo ni cuándo (ni si Apple tendrá algún rol en este desarrollo, opinó que será algo “inevitable” gracias a la evolución constante de la inteligencia artificial. Pero pongámosle pausa a ese tema por unas páginas.



Estas coincidencias entre cultura pop y tecnología no pasaron inadvertidas para la empresa coreana Samsung, que para presentar su línea de relojes inteligentes Galaxy Gear, en 2013, produjo un video titulado “Evolution” en el que se pone de manifiesto que la idea de los wearables y, sobre todo, los smartwatches, está grabada en las obras de ficción desde hace años. Con el tema “Someone Great” de LCD Soundsystem de fondo, en el spot vemos rotar la radio pulsera de Dick Tracy, que apareció por primera vez en 1946, el reloj con tele de Los Supersónicos (1962), el de David Hasselhoff en El Auto Fantástico (1982), el que usaba Penny, la sobrina del Inspector Gadget (1983) y el comunicador de los Power Rangers (1993), hasta culminar con la revelación del Galaxy Gear. La nostalgia está de moda (basta con observar la cartelera de cine y la programación de la tele para asombrarse con la cantidad de remakes, secuelas, reboots y, el nuevo invento, recuelas) y la compañía fue astuta al introducir un dispositivo desconocido tocando la fíbra íntima del pasado del consumidor, pero, como ocurrió antes con el iPhone y los smartphones, no fue hasta que Apple se decidió a lanzar su propio smartwatch, en 2015, que los relojes inteligentes empezaron a ponerse de moda. Y hasta por ahí nomás, porque por ahora la cantidad de personas que los llevan en sus muñecas palidece en comparación con los que tienen un teléfono en su bolsillo.



Después de la edición 2016 de la convención CES, donde las empresas de tecnología dan a conocer sus próximas novedades, el sitio The Verge tituló una nota sentenciando que “si CES se trata del futuro, entonces el smartwatch ya quedó atrás”. Si bien se estima que la curva de la tendencia es ascendente, con otras marcas como New Balance, Casio y Swarovski saliendo a competir en este terreno, no hubo grandes anuncios de aplicaciones y la antes prometedora tecnología casi no fue mencionada en los paneles y conferencias. Y es que, a diferencia del smartphone, que a través de las tiendas de apps ofrece soluciones a miles de problemas, pequeños y grandes, todavía no hay servicios específicos del smartwatch que puedan convertirlo en un accesorio de uso casi obligatorio. Por ahora, es básicamente otra computadora que hay que llevar encima.



Tal vez por eso, buscando el siguiente paso en la evolución de los vestibles, la revista Wired aseguró en una nota que los tejidos smart son los nuevos relojes inteligentes. La remera, la camisa, el vestido que tenemos puesto es dumb y la ropa smart es el futuro. Vestimenta que puede obtener información vía el contacto con nuestro cuerpo y traducirla de manera tal que nos permita aprender de nuestros hábitos para reforzarlos o modificarlos. La Polo Tech Shirt de Ralph Lauren es, en apariencia, una remera básica de nylon negro. Debajo de la fachada se esconden sensores tejidos en la ropa con el objetivo de analizar la información biométrica de quien la viste, orientados al ejercicio físico: ritmo cardíaco, calorías quemadas, respiración, niveles de estrés… una app conectada por Bluetooth a la remera analiza esa data y te recomienda cómo ejercitar mejor, para que nunca más quieras salir a correr en cuero. Con una etiqueta de doscientos noventa y cinco dólares (diez veces más de lo que cuesta una remera tradicional de la marca), por ahora es un producto apuntado a los early adopters más pudientes y pensado para atletas y gente con más predisposición a la actividad física que este autor.



Pero la ropa inteligente tiene una ventaja de cara con respecto a otros wearables, de cara a un futuro en el que no sólo se aplique al ejercicio físico e incluya a los ociosos entre su target. No todos usamos reloj, pero todos usamos ropa. El pulpo Google ya lanzó en su propia versión de la ropa smart con su “Project Jacquard”, destinado a producir vestimentas conectadas que realmente quieras ponerte. “No lo pensamos como tecnología que tenés que usar”, dice Ivan Poupyrev, líder del proyecto. “Lo pensamos como una campera de jean buenísima que comprás porque te gusta. Y encima de eso, tiene capacidades asombrosas.” Así nació la Levi’s Commuter x Jacquard by Google Trucker Jacket. Mucho nombre para una campera de jean. Como la remera de Ralph Lauren, la tecnología está incorporada al tejido. En este caso convierte a las mangas en superficies táctiles interactivas con las que se puede atender o cortar llamados, obtener direcciones de navegación y controlar la música que escuchamos… mientras andamos en bici. Este primer producto de la línea está apuntado a que los ciclistas puedan realizar estas acciones sin tener que detenerse a sacar el teléfono del bolsillo. Al diseñar una pieza para un segmento específico, orientar sus funciones a brindar pocos servicios pero que hagan una diferencia para el usuario y, sobre todo, desarrollar un wearable que no luce como un cacho de tecnología que te tiraste encima, puede que Google haya aprendido de sus errores y encauzado su recorrido en este terreno. El wearable definitivo será aquel que haga que la tecnología no sólo sea vestible, sino también invisible: un dispositivo que no nos dé fiaca usar, sino que se integre a nuestra vida de una manera tan simple y orgánica como ponerse una remera o una campera.



¿Pero qué pasa si el futuro de la tecnología invisible no es sobre la piel… sino adentro? En 2016, un hospital de California se convirtió en el primero en Estados Unidos en prescribir a pacientes con hipertensión una pastilla inteligente llamada Proteus Discover, una píldora que, al deshacerse en el estómago, desprende un sensor que transmite una señal a un parche adherido a la piel del aquejado. A través de una app, permite recibir información sobre su ritmo cardíaco, actividad y reposo. Ya se trabaja en su implementación en otras enfermedades crónicas. Mientras, otros buscan probar estas smart pills en el área deportiva. La E-Celsius, de la empresa BodyCap, está pensada para chequear los datos corporales de los atletas de alto rendimiento. La startup Grindhouse Wetware desarrolla implantes para monitorear la salud del cuerpo, como el Circadia, que desde el antebrazo puede leer info biomédica y transmitirla por Bluetooth, pero también busca producir tecnología para el ocio. Su Northstar V1 es un dispositivo del tamaño de una moneda con cinco luces LED rojas que sirve para iluminar los tatuajes, parte de una tendencia creciente a modificar el cuerpo con partes electrónicas, que vamos a retomar más adelante. “Algún día vamos a aplicar interfaces para la piel de la misma manera que nos ponemos loción y nos maquillamos”, pronostica Cindy Hsin-Liu Kao, líder de Duo Skin, una iniciativa conjunta de Microsoft y el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Consiste en un tatuaje temporal, tipo los de henna que te quieren vender en la playa, pero metálico, que va adherido a la piel como un sticker. Este prototipo, hasta el momento, habilita tres posibles usos: una identificación personal digital que se obtiene escaneando el tatuaje con el teléfono, el control de una interfaz deslizando los dedos sobre el dibujo como si se tratara de un touchpad, o la transmisión de información para acceder a servicios, retirar entradas para espectáculos o pagar el transporte. Como si te tatuaras una SUBE.



En casa, la tecnología también será invisible y estará en todos lados, gracias a una nueva tendencia que los fans de las palabras pegadizas bautizaron como Internet of Things, o Internet de las Cosas, que también cuenta con su antepasado pop en forma de serie animada: Los Supersónicos, la producción de la histórica dupla Hanna-Barbera que mostraba una visión idealizada del futuro doméstico de la sociedad norteamericana se estrenó en 1962 y duró menos de un año en su emisión original. Sin embargo, su huella fue tan perdurable que logró volver del limbo televisivo más de dos décadas después, en 1985, para ofrecer otras dos temporadas y aún hoy se mantiene, junto a Volver al Futuro II, como una de las ficciones futuristas más queridas. Ambientada en el año 2062, Los Supersónicos nos invita a conocer un mañana dedicado al ocio. Las jornadas de trabajo son mínimas, la labor está reducida a tareas mundanas como apretar botones y las casas están ciento por ciento automatizadas. Vimos la escena mil veces. Suena la alarma y Súper Sónico no se despierta. La cama, inteligente, lo obliga a levantarse eyectándolo. Mientras el jefe de familia desmotivado se desliza sin moverse sobre una pasarela, un par de brazos robóticos le lavan los dientes hasta que ingresa a la ducha, de la que, al cabo de unos segundos, emerge, misteriosamente, ya vestido para ir a oprimir botones. Malas noticias: no tenemos autos que vuelan. Buenas noticias: la casa del futuro va a ser mucho mejor que la de los Sónicos.



La serie acertó al imaginar que todos los elementos de la casa estarían conectados. Lo que no vieron venir fue que, gracias a Internet, estarán vinculados de manera sutil e imperceptible. Con la Internet de las Cosas, no sólo la tele será smart. También las luces, las puertas, la heladera, las cortinas y persianas, el aire acondicionado, el lavarropas… toda la casa será inteligente. ¿Qué le otorga esa “inteligencia”? La suma de sensores incorporados que obtienen información de cada objeto con un idioma común que les permite “hablar” entre ellos. Así, tu alarma le va a decir a la cafetera que es tu hora de despertarte para que empiece a prepararte el café; la heladera sabrá qué productos faltan y cuáles están cerca de su fecha de vencimiento; la calefacción detectará si estás en tu casa o no y regulará la temperatura del ambiente; las macetas nos avisarán si las plantas necesitan ser regadas. Súper Sónico no tiene que tocar un botón para generar una acción, porque los dispositivos ya lo anticiparon.



De la misma manera que los smartphones y sus aplicaciones nos facilitan conectarnos a Internet donde sea que estemos y los wearables buscan imponerse como accesorios complementarios, la Internet of Things conecta a todos los otros objetos físicos a la red, para que se comuniquen entre ellos y respondan de manera automática a nuestras necesidades. Y todo comienza en nuestras casas.