Calificadoras presionan a Temer por más medidas de ajuste económico

La semana pasada fue Standard & Poor's y ayer Moody's

El presidente brasileño insistirá en febrero con la impopular reforma previsional

Pocos días después de que Standard & Poor's pasara la deuda soberana de Brasil al terreno especulativo al rebajar su calificación a BB-, la agencia de calificación de riesgo Moody's advirtió que el incumplimiento de la denominada "regla de oro" fiscal tendrá un impacto negativo en la nota de crédito del país, que se encuentra en el Ba2, en el nivel especulativo.

La llamada regla de oro, de carácter constitucional y uno de los pilares de la estabilidad fiscal del país, prohíbe al Gobierno emitir nueva deuda para financiar los gasto ordinarios de la administración pública.

La agencia de riesgo señaló en su comunicado que en los últimos meses surgieron discusiones para suspender o eliminar la regla de oro debido a la probabilidad de que los gastos obligatorios superen la recauación de ingresos.

"Un fracaso en el control de los gastos obligatorios que lleve al Gobierno, este año o el próximo, a empezar a pedir préstamos para financiar gastos corrientes es negativo para el perfil de crédito (de Brasil)", señaló Moody's.

La agencia de calificación subrayó que la alteración en la "regla de oro" fue pospuesta con el fin de que el Gobierno pueda centrar sus esfuerzos en la aprobación de la reforma del sistema de pensiones, uno de los pilares centrales del ajuste fiscal propuesto por el presidente Michel Temer para sanear las maltrechas cuentas del país.

El ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, admitió recientemente que algunos sectores del Gobierno han realizado estudios sobre el asunto, pero alegó que no se trata de algo prioritario y que la reforma que se analiza lo que busca es garantizar el cumplimiento de la "regla de oro" y no flexibilizarla.

La pasada semana la agencia de calificación de riesgo Standard & Poor's anunció la rebaja en la nota de Brasil, que pasó de "BB" a "BB-", con una "perspectiva estable", debido al retraso en la aprobación del ajuste fiscal y de la reforma de las pensiones.

El sector público brasileño acumuló hasta noviembre un déficit fiscal primario de 78.300 millones de reales (unos 24.470 millones de dólares), frente al saldo negativo de 85.100 millones de reales (unos 26.593 millones de dólares) del mismo periodo del año anterior, informó el Banco Central.