El PJ acusó a Macri de "violar el contrato electoral"
El PJ Bonaerense, que dio hoy una muestra de "unidad" al reunir a todas sus líneas internas, acusó al presidente Mauricio Macri de "violar el contrato electoral y la confianza de la gente", denunció la "formidable persecución política, mediática y judicial" contra la ex mandataria, Cristina Kirchner, y convocó a marchar junto a la CGT el próximo 7 de marzo.
Durante el encuentro, que se llevó a cabo en la Quinta de San Vicente, donde descansan los restos de Juan Domingo Perón, y que contó con la presencia de Máximo Kirchner y el titular del partido y ex intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, entre otros, los peronistas bonaerenses soslayaron la discusión de las candidaturas con vista a las elecciones legislativas de octubre.
El documento difundido tras el encuentro sostiene que "en la Nación y en la Provincia, durante los gobiernos de Néstor y Cristina (Kirchner) se puso en práctica la doctrina de Perón y Evita. La herencia que dejamos fue la ampliación de los derechos, el crecimiento y distribución de la riqueza y la defensa de los intereses nacionales y latinoamericanos". El comunicado subrayó, en cambio, que "Macri sólo se preocupa por su herencia familiar y condona a su padre la deuda del Correo".
Según el texto, la "persecución" contra CFK se completó con "la salvaje represión de manifestantes en distintas ocasiones", y tiene "su máxima expresión en la detención de la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala".
El Partido Justicialista provincial convocó, además, el próximo 7 de marzo a sumarse a la movilización de la CGT, "acompañando a los trabajadores a expresarse en defensa de los derechos del pueblo argentino".
En el encuentro se congregaron dirigentes de distintas vertientes, además de los ya nombrados. Los intendentes Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Ariel Sujarchuk (Escobar), Gabriel Katopodis (San Martín), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Verónica Magario (La Matanza), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Gustavo Menéndez (Merlo), entre otros, acompañaron a Máximo y a Espinoza.
Tal como se esperaba, no hubo definiciones acerca de la estrategia electoral con vistas a las elecciones de mitad de mandato aunque antes del encuentro trascendieron algunas diferencias. Mientras Espinoza advertía que el peronismo "va a ir unido en un gran frente electoral", postura que también suscribió Nardini, Juan José Mussi declaró que creía que "puede haber PASO y es bueno que sea así". Sujarchuk, por su parte, dijo que prefiere la lista de unidad, pero aclaró que está a favor de que "todo aquel que quiera ser candidato, exprese su voluntad".
El documento se dividió en cuatro ítems: "La fuerza de la unidad"; "Macri no dice la verdad"; "A un año del gobierno de Macri, estamos peor", y "Nuestro compromiso".
"Nuestra principal propuesta es la unidad. Sólo así podremos frenar los tarifazos, la creciente desigualdad y la pérdida de empleo, y retomar un camino de cambio a favor del pueblo y no en contra del pueblo", marcó el PJ bonaerense.
En el apartado "Macri no dice la verdad", los peronistas marcaron que el Gobierno "prometió cambiar para mejorar, y hubo un cambio, pero fue una marcha atrás", porque "empeoró la situación de los trabajadores, aumentó la desigualdad, hay más incertidumbre entre los jóvenes sobre el futuro del país", mientras "los precios van por el ascensor y los sueldos por la escalera".
EL texto tuvo un párrafo para destacar a los intendentes, actores principales en la reconstrucción que intenta el PJ tras la derrota electoral de 2015. "Hoy, los municipios peronistas constituyen un bastión de la representación popular. Los compañeros y compañeras intendentes se hacen cargo de sus comunidades, a pesar del trato discriminatorio en la distribución de los fondos públicos por parte de la administración nacional y provincial".
El PJ no sólo apuntó contra Macri, sino que tuvo críticas también para la gobernadora María Eugenia Vidal. Según el documento, "Vidal es Macri", y "su administración sigue las directivas nacionales, no logra resolver los problemas de nuestra provincia, con el agravante de que el presupuesto presentado por el oficialismo reduce los recursos para la educación y la salud, mientras endeuda la provincia".
No obstante los cuestionamientos contra el presidente y la gobernadora, el documento remarca que "El Partido Justicialista, como siempre, pone el hombro para la gobernabilidad y reafirma su vocación democrática".
Un duro documento de la CGT señaló que “sin mercado interno no hay desarrollo posible” y que “la realidad devuelve hoy una imagen bastante distorsionada de los anhelos iniciales del gobierno”.
En el duro documento, que comenzó a definirse luego del primer encuentro de consejo directivo del año, el 2 de febrero, la central obrera reclamó “correcciones” en la orientación de la política económica, industrial y comercial y que se priorice “el sostenimiento del empleo, el crecimiento del mercado interno y el desarrollo industrial nacional”.
También exigió “un programa industrial con eje en la sustitución de importaciones y el desarrollo estratégico de los sectores que posicionen el país de forma ventajosa en la economía global” y “una política comercial que impida el ingreso de productos e insumos innecesarios, introducidos con dumping social y económico, y que favorezca el acceso de aquellos insumos que sean útiles”.
Para la CGT, la política económica debe orientarse hacia el crecimiento del empleo y el poder de compra de los salarios, jubilaciones, pensiones y beneficios sociales, en tanto debe haber “un programa que contenga la inflación con metas anuales, que ataque las verdaderas causas de los aumentos de precios y que aplique un plan estratégico de infraestructura nacional, con énfasis en las economías regionales y con metas y tiempos claros”.
“Para el Gobierno, la clave de la recuperación económica y la palanca del progreso era la ‘confianza’ que generaba el cambio de gobierno. El círculo virtuoso de inversiones y desarrollo se iniciaría de inmediato en cuanto los inversores percibieran los primeros anuncios. Rápidamente la inflación se ubicaría en niveles razonables y la Argentina se insertaría otra vez en el mundo. La realidad devuelve una imagen bastante distorsionada”, puntualizó.
La conducción cegetista que lidera el triunvirato integrado por Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña difundió el documento tras la reunión con las autoridades del PJ, que adhirieron a la marcha obrera del 7 de marzo próximo.
Para la CGT, la “declamada confianza” solo produjo ganancias especulativas y la llegada de capitales para lograr “una renta rápida y segura”; los planes de infraestructura del Estado son meros anuncios e intenciones y, el efecto negativo sobre el empleo, “se percibe en la calle y es corroborado por los números oficiales”, en tanto “la caída del consumo y la pérdida de poder de compra por la alta y sostenida inflación agudiza la desigualdad social creciente, mientras está ausente la política industrial”.
“La falta de política industrial estratégica, clara y consensuada impide regular de modo inteligente el ingreso de mercaderías e insumos, distinguiendo entre los útiles y necesarios para el desarrollo del sector de aquellos que expulsan mano de obra y profundizan la exclusión social. Hoy, otra vez, viejos agoreros del liberalismo declaman la necesidad de ajustar el mal llamado costo laboral para favorecer la competitividad y contener los salarios para detener la inflación”, puntualizó la central obrera.
La CGT rechazó esos dos planteos y subrayó que los costos laborales no salariales son beneficios sociales adquiridos a través de años de lucha y sacrificio para mejorar la calidad de vida de los trabajadores y sus familias, como vacaciones pagas, licencias especiales, jornada laboral limitada, licencias por enfermedad, fondos para capacitación, formación y salud y programas de la seguridad social, es decir, el salario diferido.
Los dirigentes añadieron que el crecimiento del salario real es imprescindible e impostergable porque representa el motor de la economía, el sostén principal del mercado interno y el primer eslabón de la cadena de desarrollo socio-económico, por lo que la CGT “no cesará en su defensa y no se dejará confundir con discursos añosos y descartados ya en todo el mundo”.
La central obrera indicó que para crecer es necesario reorientar la política económica y privilegiar el desarrollo de un mercado interno fuerte y expansivo, el crecimiento real del poder de compra salarial, fomentar las inversiones productivas e impulsar un plan de infraestructura que atienda a las economías regionales.
En el duro documento, que comenzó a definirse luego del primer encuentro de consejo directivo del año, el 2 de febrero, la central obrera reclamó “correcciones” en la orientación de la política económica, industrial y comercial y que se priorice “el sostenimiento del empleo, el crecimiento del mercado interno y el desarrollo industrial nacional”.
También exigió “un programa industrial con eje en la sustitución de importaciones y el desarrollo estratégico de los sectores que posicionen el país de forma ventajosa en la economía global” y “una política comercial que impida el ingreso de productos e insumos innecesarios, introducidos con dumping social y económico, y que favorezca el acceso de aquellos insumos que sean útiles”.
Para la CGT, la política económica debe orientarse hacia el crecimiento del empleo y el poder de compra de los salarios, jubilaciones, pensiones y beneficios sociales, en tanto debe haber “un programa que contenga la inflación con metas anuales, que ataque las verdaderas causas de los aumentos de precios y que aplique un plan estratégico de infraestructura nacional, con énfasis en las economías regionales y con metas y tiempos claros”.
“Para el Gobierno, la clave de la recuperación económica y la palanca del progreso era la ‘confianza’ que generaba el cambio de gobierno. El círculo virtuoso de inversiones y desarrollo se iniciaría de inmediato en cuanto los inversores percibieran los primeros anuncios. Rápidamente la inflación se ubicaría en niveles razonables y la Argentina se insertaría otra vez en el mundo. La realidad devuelve una imagen bastante distorsionada”, puntualizó.
La conducción cegetista que lidera el triunvirato integrado por Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña difundió el documento tras la reunión con las autoridades del PJ, que adhirieron a la marcha obrera del 7 de marzo próximo.
Para la CGT, la “declamada confianza” solo produjo ganancias especulativas y la llegada de capitales para lograr “una renta rápida y segura”; los planes de infraestructura del Estado son meros anuncios e intenciones y, el efecto negativo sobre el empleo, “se percibe en la calle y es corroborado por los números oficiales”, en tanto “la caída del consumo y la pérdida de poder de compra por la alta y sostenida inflación agudiza la desigualdad social creciente, mientras está ausente la política industrial”.
“La falta de política industrial estratégica, clara y consensuada impide regular de modo inteligente el ingreso de mercaderías e insumos, distinguiendo entre los útiles y necesarios para el desarrollo del sector de aquellos que expulsan mano de obra y profundizan la exclusión social. Hoy, otra vez, viejos agoreros del liberalismo declaman la necesidad de ajustar el mal llamado costo laboral para favorecer la competitividad y contener los salarios para detener la inflación”, puntualizó la central obrera.
La CGT rechazó esos dos planteos y subrayó que los costos laborales no salariales son beneficios sociales adquiridos a través de años de lucha y sacrificio para mejorar la calidad de vida de los trabajadores y sus familias, como vacaciones pagas, licencias especiales, jornada laboral limitada, licencias por enfermedad, fondos para capacitación, formación y salud y programas de la seguridad social, es decir, el salario diferido.
Los dirigentes añadieron que el crecimiento del salario real es imprescindible e impostergable porque representa el motor de la economía, el sostén principal del mercado interno y el primer eslabón de la cadena de desarrollo socio-económico, por lo que la CGT “no cesará en su defensa y no se dejará confundir con discursos añosos y descartados ya en todo el mundo”.
La central obrera indicó que para crecer es necesario reorientar la política económica y privilegiar el desarrollo de un mercado interno fuerte y expansivo, el crecimiento real del poder de compra salarial, fomentar las inversiones productivas e impulsar un plan de infraestructura que atienda a las economías regionales.