La
hoja de ruta del equipo económico está señalizada con 178 filminas de
acceso vedado y reservado a un par de personas de máxima jerarquía del
Gobierno. Es lo que se conoce como un plan económico pero que no es
expuesto públicamente como tal. La decisión económica central de CFK en
noviembre pasado fue designar un ministro de Economía, ordenando lo que
era una dispersión en cinco funcionarios con objetivos políticos
comunes, pero posturas divergentes en materia económica. Desde el 20 de
noviembre, cuando Axel Kicillof asumió el cargo de titular del Palacio
de Hacienda, se unificó la gestión económica y se sucedieron iniciativas
a una velocidad poco habitual en los últimos años con la pretensión de
mantener los mismos objetivos económicos del kirchnerismo, aspiración
que omite la crítica proveniente de la ortodoxia: crecimiento,
generación de empleo, industrialización, distribución del ingreso e
inclusión social. La medida más reciente es la reducción de subsidios en
la factura de gas y agua.
Los integrantes del equipo económico están más aliviados luego de
enfrentar la corrida cambiaria más fuerte del gobierno de CFK, que “la
frenamos en 8 pesos, cuando había cuatro grandes bancos (uno nacional y
tres extranjeros) que estaban lanzados a llevar primero a 10 y luego a
14 pesos la paridad cambiaria”, recuerda esos días turbulentos un
estrecho colaborador del ministro. “La devaluación fue por una cuestión
financiera; no por un atraso cambiario que estuviera afectando la
competitividad”, señala, admitiendo los costos de esa medida en una
mayor inflación, con picos a comienzos de año. En un escenario cambiario
hoy controlado y con precios que dejaron de subir en forma desmedida,
resulta interesante conocer cuáles son las proyecciones del equipo de
Kicillof en algunos de los temas económicos más importantes. Conocerlas
ayuda a criticar o respaldar el actual momento económico con más
fundamentos que los que diariamente expresan el elenco permanente de
analistas y economistas conservadores que dominan los estudios de
televisión, las entrevistas radiales y las opiniones en la mayoría de
los medios gráficos.
La última medida anunciada fue la quita de subsidios, que el compañero de equipo de Kicillof explicó del siguiente modo:
“No es un ajuste, es una quita progresiva y redistributiva. Bajamos
los subsidios por un tema de equidad y por el alza en el costo de la
importación de combustibles por la devaluación. Además queremos impulsar
un cambio cultural sobre el consumo responsable de la energía. Inducir a
no derrochar energía. La baja de subsidios no es por una cuestión de
bajar el gasto público, como propone la ortodoxia. No consideramos que
el actual déficit fiscal sea un problema. En realidad, nosotros
evaluamos que el déficit externo nos lleva al déficit fiscal. Por dos
vías, el déficit energético y la menor liquidación de exportaciones. Si
bajásemos a la mitad el déficit energético, tendríamos 2 puntos de
superávit fiscal, y si aumentasen las liquidaciones de exportaciones, el
superávit fiscal sería del 1 por ciento. El problema no es el nivel del
gasto público.”
Lo que sigue es el resto del contenido del diálogo informal con uno
de los colaboradores del ministro, dividido en los capítulos de la
agenda económica que pudieron ingresar en el tiempo de la charla.
- Club de París
Es una grata sorpresa la respuesta que recibimos del Club de París.
Aceptaron negociar en condiciones no tradicionales. Será algo inédito
para el Club. Ellos siempre piden el pago en efectivo de la totalidad de
la deuda o un programa de financiamiento del FMI para pagarles, lo que
implica aceptar condicionalidades en la gestión económica. Nosotros
fuimos con otra propuesta, que aceptaron: un plan de pagos sin fondos
del FMI y pedir líneas de crédito de los países a quienes le debemos.
Ahora estamos discutiendo la tasa de interés, el plazo de pago y el piso
y el techo del monto del primer pago.
- FMI
Nuestra relación con el Fondo está basada sólo en el acuerdo técnico
sobre las estadísticas del IPC y el PBI. Permitir la revisión de la
economía del Artículo IV del FMI es una decisión política que no estamos
considerando, y además es una atribución exclusiva de CFK.
- Juicio de los buitres
No depende de nosotros. Estamos en una posición complicada porque
los fondos buitre ya tuvieron sentencia favorable en primera y segunda
instancia. El dato positivo es que vemos un cambio de posición del
gobierno de Estados Unidos a favor de Argentina. Ahora hay más chance de
que la Corte (Suprema de Justicia de EE.UU.) tome el caso, lo que no
asegura un fallo favorable. Los buitres tienen fallos a favor y por
ahora no tienen ningún incentivo de avanzar en acuerdos entre privados.
- Mercado de capitales
Ordenado el mercado cambiario y estabilizado el nivel de reservas,
podemos empezar a hablar con el mercado de capitales. Antes era sentarse
a un trato extorsivo por la tasa de interés que pedían. La negociación
con el Club de París es importante porque estamos mostrando voluntad de
pago, y si cerramos el acuerdo, esos países acreedores van a enviar
señales favorables al mercado. Porque una de las condiciones que estamos
negociando es que si accedemos a financiamiento externo vía el mercado
de capitales podemos adelantar plazos de pagos a los acreedores del Club
de París.
- Inflación
Estamos mejor. La semana del 17 de febrero empezó la desaceleración
de precios. La segunda semana de febrero fue la peor. Puede ser que en
marzo el IPC termine cerca del 2 por ciento. O sea, el primer trimestre
del año será el pico de la inflación. El objetivo es que la tasa anual
quede por debajo del 30 por ciento, pero terminando el año con índices
mensuales que impliquen una tasa anualizada del 20 por ciento.
- Nivel de actividad
La última semana de febrero y la primera de marzo fueron el piso de
la actividad económica. Ahora estamos en una meseta. En el bimestre
enero-febrero tuvimos una caída del 1 por ciento. Por ejemplo, el gasto
promedio del turismo interno descendió por aumentos de precios e
incertidumbre económica, que llevó a tener miedo a gastar. Pero en
términos globales el consumo se mantuvo pese a que bajó el crédito. Ya
empezó a reaparecer el crédito a 6 y 12 cuotas sin interés. Subirá el
consumo y, además, todavía falta el aumento de salarios por los acuerdos
de paritarias. El segundo trimestre será mejor, y el segundo semestre
un poco más. Creemos que las paritarias se cerrarán en un promedio de 25
a 30 por ciento; no habrá desbordes.
- Industria
La clave es el sector automotriz por la caída del mercado de Brasil
para la producción argentina. No es sólo por la menor demanda brasileña,
sino que han están ingresando a esa plaza más unidades producidas en
Asia, que están desplazando del mercado a la producción argentina. Este
es un problema importante. Tenemos que estar atentos y buscar
rápidamente diversificar mercados.
- Crecimiento del PBI
El objetivo base de crecimiento del Producto para este año es un 2
por ciento, pero terminando el año con un 5 por ciento anualizado. Este
resultado dependerá de ordenar el perfil externo y el financiamiento
externo para obras públicas, porque la inversión privada no va a
impulsar el nivel de actividad, entonces será la inversión pública que
deberá actuar como el principal dinamizador de la economía.
- Reservas
Tenemos que recuperar financiamiento externo. El Banco Central está
empezando a trabajar como banca central. Esto significa tener líneas de
créditos con otros bancos, operaciones de swaps de monedas, entre otras
operaciones. Mostrar señales fuertes de voluntad de pago para luego
poder pedir prestado. No esperar a la fecha de vencimiento para cancelar
esas líneas, sino adelantarse y así facilitar la renovación. Hoy bajan
reservas porque estamos pagando vencimiento de deuda, y también
importaciones de combustibles del último cuatrimestre del año pasado. El
objetivo es terminar el año con un stock de reservas de 31.000 millones
de dólares.
- Deuda
Vamos a tener una activa participación en la administración del
mercado de deuda en pesos y en dólares. Ya colocamos bonos en pesos, y
esperamos hacer lo mismo en dólares a una tasa de un dígito. La primera
colocación será de 1000 a 2000 millones de dólares, fondos que serán
para el desarrollo, no para cubrir déficit como en las décadas del ’80 y
’90.
- Dólar y tasas
No habrá una “escalerita” en el tipo de cambio, y no seguirá a la
inflación con un crawling peg pasivo (miniajustes de la paridad). Habrá
imprevisibilidad sobre el tipo de cambio para tener control del mercado y
sobre la paridad. Bajará el ritmo de devaluación para poder reducir la
tasa de interés y así facilitar el financiamiento a las empresas, además
de desacelerar de esa manera la inflación.