El segmento “pasajero de hotel” en el #votojoven




Rubén Weinsteiner

Hasta hace algunos años, la segmentación se pensaba estrictamente definida por variables duras, como; edad, genero, generación, ingresos, diferenciación social, lugar de residencia, años de estudio cursados, etc. En definitiva “lo que la gente es”.

El escenario actual de atomización y microsegmentación de los diferentes colectivos sociales, muy especialmente en los segmentos jóvenes que constituyen el #votojoven, nos impone un análisis, que no debe descartar las variables más duras, pero que debe enfocarse fundamentalmente en las variables blandas; “lo que la gente hace” “lo que a los jóvenes les interesa” ‘lo que a los jóvenes es gusta”, más que “lo que la gente es”. En el voto joven las conexiones entre personas jóvenes , ya sea de forma más o horizontal y simétrica, o más vertical y asimétrica, se dan no tanto, por los vínculos definidos por su calidad y especificidad , sino por las ideas y emociones.

Nos conectamos por las cosas que nos preocupan, que nos impactan, que nos duelen, que nos emocionan, que nos apasionan. Los segmentos constituidos por variables blandas se ordenan como el resultado de una articulación de demandas. Las personas demandan cosas y los que demandan las mismas cosas se agrupan funcionalmente en microsegmentos aunque sean muy diferentes entre sí, determinando cruces a veces disruptivos, que plantean escenarios novedosos y lleno de oportunidades.

Los sistemas relacionales entre los jóvenes se articulan por variables blandas. La organicidad de esas conexiones- comunicaciones, se da más por lo que sienten los sujetos jóvenes, lo que piensan, que creencias y valores tienen, que por quienes son, donde están, qué edad tienen y como viven y cuantos años estudiaron. La necesidad de poder construir microsegmentos a los efectos de poder agrupar a los jóvenes dependiendo de su estilo de vida, actitudes, deseos y preferencias, es fundamental para poder perfeccionar y cruzar las investigaciones cualitativas-conductuales en los segmentos jóvenes.

Segmentación por estilos de vida

El concepto estilo de vida fue un término usado por primera vez en Austria por el psicólogo Alfred Adler en 1929. En 1961 se amplió para analizar actitudes, intereses, valores y sentimientos de las personas y la afinidad que generan con otras personas, para formar grupos con formas de vida similares, generando patrones de comportamiento, identificando aspiraciones del ciudadano y factores de decisión. Estos patrones incluyen factores como las creencias, los valores e intereses característicos de los modos de vida de las personas. Los patrones reflejan factores demográficos, sociológicos, pero sobre todo pictográficos, entre los que destacan las actitudes.

El sistema VALS, (Values and Lifestyles), valores y estilo de vida, creado por el Stanford Research Institute, surge por la necesidad de explicar los cambios que sufrió la sociedad de los Estados Unidos, en los estilos de vida de los años 60.

La innovación que presentó el sistema VALS, en términos de la microsegmentación por variables blandas, fue plantear el concepto de “estilos de vida” y en el, al entorno, las vivencias particulares, el clima de época entre otros como condicionantes de actitudes, conductas y miedos, frustraciones, aspiraciones, deseos y necesidades psicológicas.

Estos condicionantes y sus progresiones determinan el comportamiento de los individuos frente a diversos escenarios, en especial aquel relacionado con el voto, el consumo cultural-mediático, los valores, utilización del tiempo, las preferencias y las compras.

Desde #marcapolítica y en términos del Sistema VALS de microsegmentación por variables blandas de estilo de vida en los segmentos jóvenes, establecemos algunas clasificaciones de microsegmentación para el análisis:

Uno de los segmentos que encontramos en el universo del #votojoven, es lo que denominamos “pasajeros de hotel”.

Cuando uno esta alojado en un hotel, ya sea estando de vacaciones, en un viaje turístico o de trabajo, no traba relaciones con los otros pasajeros del hotel. Estos otros pasajeros, no son vecinos, como los que viven frente a nuestro departamento o casa en la ciudad.

Uno apenas si saluda a los que se cruza en el ascensor, y si alguien nos cae bien, podremos tener charlas de vacaciones, sin mucho compromiso.

En un hotel no nos importa tanto el estado de los pasillos, o de la entrada, como en el edificio en el cual vivimos. Si observamos algo sucio de última le haremos una observación al conserje, pero no mucho más que eso. Uno no siente ni pertenencia al hotel, no siente que la gente está allí tenga algo que ver con nosotros, y ni siquiera sabemos exactamente quien es el dueño, quien manda. A nadie le preocupa si ese dueño no administra bien, si se queda con dinero no de él, tanto que a mucha gente no le hace ruido llevarse cosas del hotel, como souvenirs. El hotel no es nuestra casa, y en algún momento vamos a partir, de hecho tenemos la valija ahí mirándonos al lado de la cama.

Este análisis no intenta constituirse en un juicio de valor acerca de este segmento, solo intenta definirlo, para poder estudiarlo e interpelarlo de la manera más eficaz. Todo segmento que no se aborda, es abordado por otra marca política Este segmento de jóvenes se sienten pasajeros de hotel. No sienten compromiso colectivo hacia los otros ciudadanos, ni hacia el lugar. No les preocupa quien manda y como gestiona mientras se reciba el servicio esperado.

Los integrantes de este segmento sienten que están de paso, que van a partir a otro hotel mejor, y sienten que lo importante es “recibir un buen servicio”, satisfacer demandas individuales, tipo cliente.

Es un segmento continente de heterogeneidades muy intensas y difícil de definir, pero su identificación es clave para poder abordar a un colectivo de jóvenes que no se siente parte.

Estos jóvenes votan desde la dimensión individual, no piensan en los “otros pasajeros” ni en mejorar “el hotel”, menos en controlar al “dueño”.

No sienten pertenencia, ni pertinencia, ni compromiso. La promesa de marca política esperada es lo que uno pide en un hotel “te vamos a dar un buen servicio y no te vamos a molestar.

Mensajes cortos, livianos, concretos y directos.
El discurso de la marca política debe pensar y ver al “pasajero” en singular, desde su dimensión individualista, y con la búsqueda de la satisfacción pronta y garantizada.

En “el hotel” la otredad que incomoda no es parte de su mundo, simplemente está allí y a veces molesta. “Los pobres”, “los negros”, los excluidos, son la otredad, y no importa si el emisor es “pobre y morocho”, porque se trata de categorías relativas. Siempre hay una otredad en quien proyectar y a quien se puede considerar “más pobre”, “más negro” o más excluido.

Los valores están fuertemente ponderados por la funcionalidad y eficacia, y tienen como eje el bienestar individual.

El medio ambiente, y los temáticas sociales no son temas de agenda de este segmento. El desarrollo lo es no en términos nacionales y colectivos, sí en términos del salto de calidad que puede habilitar a nivel individual, ya que están de paso y con la valija al lado, mirando otros hoteles para mudarse. Esos hoteles-destino son los modelos aspiracionales para este segmento. Por eso esperan promesas de marca política que propongan a esos países “ejemplo” como norte al cual apuntar.

La demanda del segmento es “dame lo que me corresponde” a mí en términos individuales, “no me hagas pagar por otros” “los otros no son mi problema”, prometeme otro hotel mejor, en el cual voy a poder tener más cosas, y más fácil.

Rechazan la movilidad social ascendente de la otredad, eso los descoloca y desperfila a ellos mismos.

Que pide su cerebro reptiliano?

Liderazgo administrativo, aspiracional, modelos exteriores idealizados, y que las cosas no se muevan ni cambien, salvo para favorecerlo.

El “pasajero de hotel” estudia, trabaja, pertenece a los sectores mediobajo, medios, medioaltos, vive en su mundo, es de diferentes maneras hedonista, se quiere ir de vacaciones, ir a comer afuera, cambiarse el auto, comprarse ropa, celulares, notebooks buenas, que no le corten el tránsito, no le gustan los sindicatos, ni los subsidios, salvo que el subsidiado sea él.

El futuro lo construye en singular, nunca en plural.

No le molesta la corrupción sobre todo cuando la misma la ejerce alguien que le simpatiza o él mismo. Sí se indigna y la utiliza para castigar cuando el corrupto es alguien que rechaza. Su discurso apunta a la antipolítica, rechaza las ideologías y la militancia.


El “pasajero” tiene similitudes con el “uomo cualunque” italiano de posguerra.
El cualunquismo, nació hacia 1945 en Italia, alrededor de la revista L´uomo qualunque, fundada por el comediógrafo Guglielmo Giannini, y sus fundadores encontraron una síntesis en ese elogio al hombre común que trabaja, tiene familia, defiende la propiedad privada, que en épocas de violencia considera la posibilidad de la pena de muerte, ama el deporte, el aire libre, el sol, la ley, el orden y la eficacia policial.

Pero “el pasajero” es joven, por lo tanto interactúa con jóvenes de diferentes extracciones, tiene vida tribal, quiere cambiar algunas cosas, tiene futuro, más incertidumbre, más ilusiones y miedos diferentes. Tiene más deseos que necesidades, por lo tanto está abierto, espera mucho y es lábil.


Rubén Weinsteiner

Reset post Corona:“La consecuencia de la deflación es una transferencia de la riqueza de la comunidad a la clase ‘rentista”

Poner al criado en su sitio

Ann Pettifor

Economista británica nacida en Sudáfrica. Es autora de ‘La producción del dinero’ (Lince)

Los bancos centrales han adoptado medidas extraordinarias sin precedentes en la historia para evitar que la pandemia provoque el colapso del sistema financiero globalizado. Billones de dólares, euros y yenes se han creado de la nada. Consecuencia de ello es el temor a la inflación, es decir, a la erosión del valor del dinero. Yo tengo otra inquietud: que la economía mundial fuertemente endeudada se encamine a un futuro de deflación. A una época en la que las empresas con exceso de deuda se hundirán y no podrán pagar; en la que activos como el petróleo acabarán regalados y en la que los precios, los beneficios y los salarios caerán, pero el valor del dinero subirá, aumentando los costes y la carga de la deuda. La consecuencia de la deflación es una transferencia de la riqueza de la comunidad a la clase rentista, por citar a Keynes.

Todo esto sucederá porque, en el fondo, los sistemas monetarios del mundo sirven a los intereses de esa clase, formada por quienes obtienen beneficios financieros, o rentas, a base de prestar, especular y apostar sin esfuerzo. En este sentido, el sistema financiero globalizado, incluido el euro, guarda una gran similitud con el patrón oro del siglo XIX, que servía a los rentistas de la época, es decir, a los banqueros de la City de Londres.

Si queremos que nuestro futuro sistema monetario sirva a los intereses de toda la sociedad y del ecosistema —no solo a los del 1%— tenemos que retomar el control, reivindicar una autoridad pública democrática por encima del sistema y hacer de las finanzas el criado, y no el amo, de las economías nacionales y regionales.

"La crisis ha impactado muy fuerte, tenemos un 75% de la industria parada"

El presidente de la UIA, en diálogo con Valor Agregado, analizó la difícil situación de la industria nacional: "La aparición del coronavirus marca un escenario inédito en el mundo". Además enfatizó que "las economías se frenaron todas. Y en el país, la industria además llegó ya muy debilitada".

En el programa radial impulsado por FISFE, los sábados en Radio Universidad de Rosario, le preguntaron sobre la situación actual de la Argentina.

__Acevedo, ¿cómo está la situación?
__Sabrán ustedes que está bien complicada. Porque acá se involucran lo sanitario, lo social, lo productivo y lo económico. Por lo tanto, las respuestas deben darse de modo integral. Yo estoy convencido que el entramado productivo de la Argentina es muy federadal y diverso. No es un sólo sector, hay muchísimos. Y la crisis ha impactado muy fuerte, tenemos un 75 por ciento de la industria parada. Yo creo que a partir del 10 de mayo vamos a tener que ver algunas pautas de apertura, que seguro se darán muy despacio.


__¿La vuelta a la actividad será lenta?
__Sí. No veo margen para otra cosa. Hoy, tenemos un 25 por ciento que está trabajando, concentrada en alimentos y salud, con sus cadenas productivas. Se deberá sumar el resto. Pero yo veo por ejemplo, lo que pasa en Catamarca, adonde no ha impactado de la misma forma que en el Gran Buenos Aires el virus. La industria puede volver a producir, pero no tienen demanda. Entonces, será paulatino. Porque no vamos a salir a la calle de un día par el otro. El turismo, los restaurantes, tendrán que hacer transformaciones muy grandes. Hasta agosto no parece haber posibilidad de que esto pase. La conferencia industrial nuestra, que es en noviembre, con en otros momentos la hemos hecho sin problemas con 900 personas en un salón, ayer justo hablábamos que deberíamos hacerla virtual.


__¿El 10 de mayo se abre sí o sí?
__No es una decisión que pueda tomar yo. Posiblemente si volvemos ese día a abrir todo, habría un retroceso sanitario y nos arrepentiríamos. La verdad, esta es una crisis a escala global como la que nunca hemos tenido. Entonces, no sabemos cómo van a ser las reacciones. Trato de ser realista. Aunque quiera que empecemos a trabajar, porque soy industrial, veo la desesperación de la gente. Y esto no es solamente pagar sueldos. Hay un capital social, proveedores, clientes, que se están perdiendo. Pero también está la posición de la sociedad, con miedo de salir. Y no es que lo prohiba un Comité de Científicos. Si abren los restaurantes o vuelven los espectáculos, por ejemplo, no sé si la gente va a ir. Inclusive con el 25 por ciento de los sectores que está trabajando, no van todos a trabajar. Hay temas como los comedores de las fábricas, tendrán que hacerse nuevos o ir menos gente a usarlos. Hay muchas cosas que nos hacen pensar que la salida va a ser gradual.


__¿Qué puede decir para las Pymes y también respecto al rol de los bancos?
__Hemos hablado mucho con el gobierno, con el ministro de la Producción, también el de Trabajo, el de Economía, el presidente del Banco Central, el propio presidente. Se han tomado distintas medidas, algunas laborales, orientadas a asistir a las empresas para el pago de la nómina salarial, que es hasta un 50 por ciento del sueldo neto. También del financiamiento bancario, con tope de tasas, para las cadenas que están operando. Y otra vinculada al FOGAR, por el tema salarios. También se habló de medidas tributarias, que no están terminadas de definir. Pero lo cierto es que ya veníamos con caída de recaudación, que ahora se ha derrumbado. Las compañías seguramente priorizarán pagar salarios y el tema impositivo quedará muy complicado. Respecto al tema bancario, hay una reticencia de los bancos a prestar los depósitos que tienen, si no hay una garantía. En algún momento, el Banco Central tendrá que dar una garantía. Esto es como si fuera un incendio. Hay que tirar agua y después vemos cómo hacemos. A las empresas, hay que darle “alimento” para que puedan mantenerse, si no habrá una mortandad importante de empresas. Lo de las Pymes es lo más urgente, en este sentido.


__¿El escenario que viene en lo económico cómo será?
__Veo más probable una hiper recesión que una hiperinflación. Pero esto por un panorama mundial, también. El mundo tendrá recesión, ya la tiene de hecho. Que se ayude a las empresas y se de liquidez al mercado, no me preocupa como factor inflacionario. Ahora no es lo urgente eso. Por eso yo valoro el acuerdo con la CGT. Porque el sector privado es el que más está aguantando el cimbronazo. Y hay que hacerlo pensando en sobrevivir. Y la Argentina, creo que para eso tiene potencial. Tanto las Pymes, como las grandes, tienen fierros para volver a salir si hay oportunidades. Eso tendrá que hacerse una vez que salgamos de la crisis. El gobierno deberá prepararse y nosotros ayudar, a la hora de pensar la salida. Se tendrán que fundar los pilares para un plan nacional de desarollo.

__¿Cuáles serían los pilares? Porque hay mucha diversidad, en el país
__Sí. Y la UIA también es diversa. Pero hay puntos de acuerdo. Sostener el empleo, crear riquezas. Y en términos de país, arreglar con nuestros acreedores y ordenar el tema de la deuda, es clave. Para pensar la salida de la recesión, necesitaremos financiamiento. Esto ya se pensaba antes de la pandemia, ahora todavía más. Sobre las Pymes, que son las más necesitadas, tenemos que pensar que estar dentro de una cadena de valor. Y esas cadenas hay que mantenerlas con mucho cuidado. El diálogo social será necesario. A mí, en esto que logramos con la CGT, me pasó de sentir que era la primera vez que lo logramos, de buscar la salida y ponernos de acuerdo entre trabajadores y empresarios. Y habrá que ser creativos. Lo que no podemos es nunca más tener un solo sector como generador de divisas. Es como venderle alimentos a un solo supermercado. Es lo más cómodo, pero es peligroso. Como país, hay que pensarlo.

__¿Y cómo se logra?
__Bueno, a partir de hacerlo sin límites ideológicos, por ejemplo. La última semana lo vimos con Brasil. Tenemos una relación histórica. Y ellos estos últimos años han tenido una agenda más liberal, que propuso una situación complicada mediante un acuerdo con Corea del Sur. Entonces, tenemos que actuar con el Mercosur, pero no sólo a través del Mercosur y pensando el cómo. Yo creo que la normalidad que teníamos está terminada. Yo tengo más de 60 años y conocíamos una normalidad, que no va a estar más. Después de esta crisis va a haber otras normas. En Estados Unidos, más del 20 por ciento de la fabricación de medicamentos que consume, por ejemplo, está concentrada en Asia. ¿Ustedes creen que seguirá siendo así? Creo que será como al final de la Segunda Guerra, cuando Europa se dio cuenta que no podía seguir dependiendo de otros para proveerse de alimentos. Esto tendrá que pensar el mundo y también la Argentina. Y para eso, acá tenemos mucho potencial. Porque podemos producir alimentos, medicamentos, a pesar de todo lo que sufrimos, tenemos un nivel de sociedad y de capacidad industrial importante, que además no se logran de un día para el otro. Los países africanos van a necesitar generaciones para llegar al nivel educativo que tiene nuestro país. Otros vecinos de Sudamérica también están más atrás en esa carrera. Por eso yo creo que las estrategias de globalización que existían hasta acá, estarán en crisis. Vendrá una etapa de autosuficiencia, de invertir, producir, crear empleo, desarrollarse. El Estado puede guiar ese proceso. Y tendrá que hacerlo de manera eficiente y mirando a la producción. Esta puede ser una gran oportunidad para repensar nuestro esquema productivo.

En un mes marcado por la cuarentena, las ventas minoristas cayeron 57,6%

En el marco del aislamiento social preventivo obligatorio que fue flexibilizándose de a poco, las ventas minoristas cayeron 57,6% anual, medidas en cantidades. Incluye tanto modalidad online como en locales físicos. Pero mientras los rubros esenciales descendieron 31% anual, el resto tuvo una baja promedio de 75%. El 94,5% de los comercios pymes relevados tuvieron declives en sus ventas y no cubrieron sus costos operativos.

Así surge de la medición de CAME en base a 1100 comercios de todo el país relevados entre el miércoles 29 de abril y el sábado 2 de mayo por un equipo de 30 encuestadores localizados en las capitales del país, GBA y CABA.

Las ventas volvieron a estar marcadas por la restricción de circulación de gente que generó la cuarentena. Si bien con el correr del mes se fueron flexibilizando rubros, sobre todo en la modalidad online, no alcanzó para amortiguar el drástico derrumbe.

Hay que tener en cuenta que se compara con un mes de baja venta, como fue abril 2019, cuando cayeron 13,4% anual.

Los comercios que abrieron o vendieron por internet tuvieron serios problemas de abastecimiento y faltas de precios de referencias, con algunos proveedores que comenzaron a pasar los precios con subas importantes o en dólares.

Uno de los rubros de mayor declive en las ventas del mes fue Electrodomésticos y artículos electrónicos (-78,3% anual). Casi todo despacho fue online, mayormente de productos electrónicos donde muchas familias y comercios invirtieron en tecnología para realizar actividades cotidianas desde su hogar. Electrodomésticos casi no tuvo salida. Fue un sector muy marcado por la pérdida en el poder adquisitivo familiar. En abril 2019 las ventas ya habían declinado 18,3% anual, lo que estadísticamente contribuyó a no mostrar una baja incluso mayor.

En Ropa y artículos de deportivos las ventas disminuyeron 77,4% anual. Los comercios se manejaron mayormente por whatsapp, sobre todo en el caso de los localizados en barrios o ciudades más chicas, y venta por Internet. Se despacharon atípicamente elementos de gimnasio como pesas, colchonetas y máquinas de caminar o correr.

Si bien todos los ramos bajaron, el menor declive se registró en Alimentos y Bebidas (-16,6%), con un incremento de 3,6% anual en la venta online. De todos modos, la cantidad de comercios pymes de este rubro con comercio electrónico fue muy baja. Donde más se sintió la caída de ventas fue en panaderías y verdulerías. Un problema generalizado que informaron los empresarios de este ramo consultados fueron faltantes de mercadería para ciertos productos.

En Farmacias, perfumerías y cosméticas las ventas totales descendieron 26,9% anual con un aumento de 32,8% en el e-commerce. Igualmente, la participación de esa modalidad continúa siendo escasa, a pesar de que se incrementó con la cuarentena en cosmética y perfumería sobre todo.

En abril hubo mucha disparidad de ventas, entre rubros, entre ciudades y entre comercios de un mismo ramo, según la política seguida frente a la cuarentena. Hubo negocios que cerraron al 100% y no facturaron nada, ni siquiera online, otros que se abocaron a esta modalidad electrónica y también aquellos que abrieron sus puertas.

En general los comercios que abrieron igualmente vendieron poco, por la baja circulación de gente en las calles. Para casi todos los negocios fue un mes muy difícil porque aun vendiendo 16% menos, como fue el promedio del sector alimentos y bebidas, no se alcanzan a cubrir los gastos operativos.

Reset en la moda post corona: ropa más informal, búsqueda de precios más baratos, y muchos jugadores que quedarán en el camino


La victoria de la ropa informal

Valerie Steele

Estadounidense, dirige el museo del Fashion Institute of Technology de Nueva York y es autora de 'Fashion Theory' (Ampersand)








"Lo que no se perderá en la moda será la variedad. Las tribus e infinidad de estilos que lucimos no desparecerán"


A menudo se han sobrevalorado los cambios que trajeron las grandes guerras o la Depresión a la moda. Por ejemplo, el gusto por prendas más sueltas para las mujeres y el abandono del corsé empezó en 1908, y con la I Guerra Mundial esa moda simplemente se expandió. Lo mismo puede decirse de otros estilos que se asocian a acontecimientos históricos.

La principal marca de la pandemia en nuestros armarios probablemente sea la conquista definitiva de la ropa informal y casual. El uso de prendas deportivas y cómodas -de andar por casa- fuera de casa lleva en marcha más de una década, pero ahora, con el encierro, se ha impuesto.

El comercio en Internet es otra de las corrientes que la covid-19 ha terminado de instaurar. Este entorno, que al principio creaba una cierta igualdad de oportunidades para pequeños diseñadores y marcas independientes, se ha vuelto, y se volverá aún más, darwiniano. Los grandes que ampliarán su hegemonía.

Parece tristemente claro que un montón de actores en el negocio de la moda no sobrevivirán: muchos grandes almacenes, diseñadores y boutiques echarán el cierre. No creo que tras esta crisis imponga un modelo ni más sostenible, ni más responsable. El efecto nocivo de la cómida rápida lo ves en tu cuerpo, pero el consumidor de fast fashion no ve las consecuencias de este modelo terriblemente contaminante e insostenible. También el lujo seguirá siendo un mercado fuerte y esto ayudará a que los artesanos europeos puedan sobrevivir. Mientras, las pasarelas, los desfiles y las semanas de la moda quedarán drásticamente recortadas con mucho menos público en vivo y más presencia en la web. Lo que no se perderá en la moda será la variedad. Las tribus y la infinidad de estilos que lucimos no desparecerán.

Zizek post Coronavirus:"una forma de vida más modesta"

Organicemos una forma de vida más modesta

Slavoj Žižek

Filósofo esloveno, autor de ‘Pandemic!’ (OR Books), donde habla de las consecuencias del virus en el capitalismo


"Nuestra sociedad global tiene recursos suficientes para coordinar nuestra supervivencia"


Hay algo que no está bien en la severa imposición del confinamiento, y no solo en el sentido de que el Estado explota la epidemia para imponer un control total. Cada vez creo más que en todo esto interviene una especie de acto simbólico supersticioso. Como la verdad es que no sabemos bien cómo funciona todo esto, si hacemos un duro gesto de sacrificio que duela realmente y paralice nuestra vida social, tal vez podamos esperar piedad. Lo sorprendente es lo poco que parece que entendemos (científicos incluidos) cómo se comporta la epidemia. Con frecuencia recibimos advertencias contradictorias de las autoridades. Nos dan órdenes estrictas de que nos confinemos a fin de evitar la infección vírica, pero cuando los números de contagios bajan, surge el temor de que, así, lo único que conseguimos es volvernos más vulnerables durante la prevista segunda oleada de ataque del virus. Todas las esperanzas de una salida rápida (el calor del verano, la inmunidad de grupo, la vacuna...) se esfuman.

Hay algo que está claro: durante un confinamiento vivimos de las viejas reservas de alimentos y otras provisiones. Por ello, ahora la ardua tarea consiste en salir del encierro e inventar una nueva vida marcada por el virus. Deberíamos cambiar nuestro imaginario y dejar de esperar un gran pico bien definido tras el cual las cosas volverán a la normalidad. Ni siquiera acaba de aparecer la Catástrofe total, la situación se alarga más y más. Se nos informa de que hemos llegado al aplanamiento de la curva, luego todo va un poco mejor, pero... la crisis se alarga más y más. El deseo secreto de todos nosotros, y en lo que pensamos sin parar, es uno solo: ¿Cuándo se va a acabar? ¿Cuándo habrá pasado? Es razonable ver en la actual epidemia el anuncio de un nuevo periodo de problemas ecológicos. En 2017, la BBC describió lo que posiblemente nos espere a consecuencia de nuestra manera de intervenir en la naturaleza: "El cambio climático está fundiendo el permafrost que llevaba miles de años helado, y a medida que los suelos se funden, liberan antiguos virus, los cuales, tras haber permanecido latentes, están resurgiendo a la vida".

¿Significa esto que nuestra situación es desesperada? Rotundamente no. Si observamos las cosas desde la distancia adecuada (lo cual es muy difícil), podemos prever un número relativamente bajo de muertes, y nuestra sociedad global tiene recursos suficientes para coordinar nuestra supervivencia y organizar una forma de vida más modesta, en la que la escasez local de alimentos se compense con una cooperación a escala mundial, y en la que dispongamos de un sistema sanitario también mundial mejor preparado para las siguientes embestidas. ¿Seremos capaces de hacerlo?

El choque entre Elon Musk y Mark Zuckerberg por la duración de la cuarentena


"Tienen que devolver a la gente su maldita libertad":

Image caption Elon Musk y Mark Zuckerberg tienen opiniones opuestas de cara a las medidas adoptadas para hacerle frente a la pandemia del coronavirus.

Los gigantes de la tecnología de Silicon Valley están entre los pocos ganadores de la pandemia mundial.

Los precios de sus acciones se mantienen o incluso aumentan a medida que los inversores apuestan a que saldrán de la crisis aún más fuertes.

Pero la enfermedad covid-19 también muestra a dos magnates tecnológicos con actitudes radicalmente diferentes en la batalla para controlar el virus: Elon Musk y Mark Zuckerberg.
¿Qué dijo Musk?

Durante las últimas semanas, el fundador de Tesla ha estado tuiteando de manera cada vez más temperamental.

Primero expresó escepticismo sobre la amenaza del coronavirus. Luego condenó lo que vio como medidas excesivas para combatirlo. Derechos de autor de la imagen Getty Images Image caption Musk usó varias veces su cuenta e Twitter para criticar las medidas para combatir el virus.

La cuarentena en California significó el cierre de su planta de producción principal en Fremont, y Musk quiere que vuelva a abrir.

"¡Bravo, Texas!", tuiteó el miércoles, adjuntando un informe sobre las restricciones de alivio del estado.

Luego vino una gran declaración en mayúsculas: "LIBEREN A ESTADOS UNIDOS AHORA".

Pero fue durante una llamada con los analistas, después de la publicación de resultados que arrojaron una ganancia sorprendente durante el primer trimestre, cuando su ira se desbordó.

En su declaración de apertura, Musk no mencionó el virus. Pero en respuesta a las preguntas, criticó la orden de California de que los residentes se queden en casa:

"Decir que no pueden salir de su casa, y que serán arrestados si lo hacen, es fascista. Esto no es democrático. Esto no es libertad. Tienen que devolver a la gente su maldita libertad".

Su lenguaje se volvió aún más intenso en un punto.

Dijo que una extensión del confinamiento era "encarcelar por la fuerza a las personas en sus casas contra todos sus derechos constitucionales".

Añadió: "No respetar las libertades de las personas de esta forma horrible y equivocada no es para lo que la gente vino a Estados Unidos o construyó este país".

Luego usó un fuerte improperio -uno que nunca escuché en una conferencia pública- antes de continuar: "Disculpen. Pero una indignación es una indignación". Derechos de autor de la imagen Getty Images Image caption Musk criticó la decisión de California de implementar el confinamiento como medida para luchar contra el coronavirus.

También hubo un poco de indignación como respuesta. No de los analistas que continuaron preguntando sobre el margen bruto y el lanzamiento de una aplicación, sino de los espectadores en Twitter.

Algunos recordaron que el fundador de Tesla demostró estar lejos de ser profético en su análisis de la amenaza del virus.

El 19 de marzo, Musk comentó que no había habido nuevos casos en China y agregó: "Basado en las tendencias actuales, probablemente haya cerca de cero nuevos casos en Estados Unidos para fines de abril".

Al 30 de abril, se registraron más de un millón de casos de coronavirus en Estados Unidos y alrededor de 60.000 muertes.
¿Qué dijo Zuckerberg?

El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, también habló durante los últimos días de los resultados de su compañía, que vio una caída en las ganancias pero logró complacer a los inversores a pesar de la advertencia de que el negocio "enfrentaba un período de incertidumbre sin precedentes". Derechos de autor de la imagen Getty Images Image caption Zuckerberg es cauteloso y dice que le preocupa abrir ciertos lugares demasiado rápido.

El lenguaje de Zuckerberg en su conferencia telefónica con analistas no fue tan colorido como el de Musk. Sin embargo, fue bastante franco al presentar una opinión opuesta a la del magnate de Tesla.

La prisa por volver a la normalidad es una muy mala idea tanto para la salud pública como para la economía, afirmó.

"Si bien existen restricciones sociales masivas por las cuarentenas, me preocupa que reabrir ciertos lugares demasiado rápido antes de que las tasas de contagio se hayan reducido a niveles muy mínimos casi garantizará brotes futuros y empeorará los resultados económicos y de salud a largo plazo".

Se podría decir que es más fácil para Zuckerberg adoptar esta postura.

Sus empleados pueden hacer un muy buen trabajo manteniendo Facebook funcionando desde casa, mientras que el personal de Tesla no construirá ningún auto en los patios de sus casas.

A la empresa de redes sociales le puede preocupar una caída en la publicidad, pero está mucho mejor parada que las viejas empresas de medios para resistir la recesión.

El precio de sus acciones, que solo registró una modesta baja desde febrero, así lo refleja.
Desafiando la gravedad

Por su parte, las acciones de Tesla continúan desafiando la gravedad.

Se podría pensar que con su fábrica principal cerrada, un bajo precio del petróleo que hace que los autos eléctricos parezcan menos deseables y un director ejecutivo aparentemente incapaz de autocontrol, los inversores podrían salir corriendo. Derechos de autor de la imagen Getty Images Image caption Mientras tanto, Tesla goza de buena salud.

Pero no. Las acciones ya subieron cerca de un máximo histórico y se espera que suban más después de los últimos resultados.

Tesla, que vendió 367.500 autos en 2019, está valorada por el mercado en cerca de US$150.000 millones. Eso es casi cuatro veces más que el gigante estadounidense GM, que vendió alrededor de 7,7 millones de automóviles el año pasado.

Todo esto significa que Musk podría estar a punto de disfrutar de los frutos de su trabajo.

Está en camino de alcanzar los objetivos establecidos para aumentar el valor de la compañía, lo que le daría la oportunidad de obtener una ganancia de alrededor de US$740 millones en opciones sobre acciones.

El Gobierno endurece más el cepo y le pone un candado al dólar libre


El ministro de Economía Martín Guzmán


El lunes a las 2 de la tarde tendrá lugar un “webcast” entre un grupo de acreedores de la Argentina, que concentran alrededor del 15% del total de la deuda que planea reestructurar el Gobierno. En ese encuentro buscarán evacuar dudas de otros inversores, incluyendo minoristas, sobre los detalles de la propuesta tanto desde el punto de vista técnico como legal. Pero el mensaje que transmitirán ya fue consensuado. “Este grupo cree que los tenedores de bonos deberían rechazar la oferta actual”.


Si bien hay tiempo hasta el próximo miércoles para definir si los tenedores de títulos aceptan o no la agresiva propuesta de canje de Martín Guzmán, en la práctica habría tiempo para seguir negociando hasta el 22 de mayo, que es cuando vencen USD 500 millones de intereses de los bonos que no se pagaron el 22 de abril.


Es muy posible que todo quede en un “limbo”: si bien una parte de los bonistas concurrirá al canje, una proporción importante no lo aceptará. Con lo cual la nueva deuda comenzaría a cotizar en forma normal, pero una gran proporción de bonos terminará en default. En el canje de 2005 el grado de aceptación de la propuesta (también agresiva) de la Argentina había llegado a 76,15%. Hoy esa vara luce demasiado alta.



Imagen de archivo de una señal de Wall Street junto a la Bolsa de Nueva York, EEUU.


En Wall Street descuentan que las negociaciones continuarán varios meses luego de cerrada la transacción hasta llegar a un acuerdo final. Sería una locura, interpretan, que ante la gigantesca caída que sufrirá la Argentina en medio de la cuarentena -como sucede en tantos países- se apueste a una recuperación sin acceso a los mercados.


Mientras el Gobierno camina por la cornisa y asume grandes riesgos, la decisión es tratar de “blindarse” ante el impacto negativo que significaría un nuevo default. Y todas las miradas apuntan al dólar.


El Central se propuso demasiados objetivos en forma simultánea: limitar todo lo posible el acceso al mercado oficial, pero a su vez impuso fuertes limitaciones para operar en el mercado de “contado con liquidación”. El objetivo es que ya no exista más un dólar “libre”


Aún cuando abril es “temporada alta” para el ingreso de divisas proveniente de la cosecha de soja, igual el Central tuvo que vender alrededor de USD 50 millones diarios en la última semana. Quiere decir que las liquidaciones de los sojeros son las mínimas indispensables y que en el mercado sigue la presión por acceder al dólar oficial.


Por eso el titular de la entidad, Miguel Pesce, decidió el viernes restringir el acceso al mercado cambiario (es decir no podrán atesorar divisas) a todas las empresas que hayan accedido a alguna línea con subsidio del Estado nacional, como la que salió a tasa del 24% para pago de sueldos. Y este grupo sólo podrá comprar importar si se trata de bienes destinados a insumos necesarios para la producción.



Miguel Pesce, presidente del Banco Central

También se limitó a bancos y casas de cambio para operar en el negocio de cambio, impidiendo que las sociedades de Bolsa ofrezcan a sus clientes esta opción. Algunas tendrán que adecuarse comprando patentes cambiarias para ofrecerlo.


La balanza turística no es un problema en medio de la cuarentena y posiblemente termine casi equilibrada el 2020. Nadie viaja pero nadie entra. Lo que originalmente se buscaba con el impuesto PAIS (recargo de 30% para todas las compras en dólares) lo “consiguió” la pandemia.


Existe una chance alta de que la Argentina entre en default el 22 de mayo. El mayor peligro de corto plazo es que se dispare más la brecha cambiaria, que ya supera con amplitud el 60%. En ese marco se explican las últimas medidas del Central para tratar de limitar nuevas corridas


Resumiendo: el Central ya no destinará reservas al pago de la deuda, tampoco saldrán dólares por turismo y sólo habrá divisas para importadores a cuentagotas. El objetivo es blindar los USD 43.500 millones de reservas que quedan en el Central, que es el último refugio para evitar un escenario de estallido inflacionario. El objetivo es que el tipo de cambio oficial se siga deslizando suavemente. En el año la suba fue del 11,5%, incluso menos que en la mayoría de los países de la región, generando nuevamente un escenario de atraso cambiario.


Pero el esfuerzo oficial no se agota ni mucho menos en tratar de “blindar” las reservas. La mirada está puesta ahora en el tipo de cambio “libre”, tanto en su versión “dólar Bolsa” como en el “contado con liquidación”. Allí radica el “éxito” de un eventual default: aguantar la tormenta todo lo posible, evitando que se produzca una estampida cambiaria que podría generar un clima de gran desconfianza.


En las últimas jornadas se sucedieron una serie de medidas que apuntan a reducir las operaciones que apuntan a una cobertura cambiaria en los mercados bursátiles. Primero fue la Unidad de Información Financiera quien advirtió a las sociedades de Bolsa que detrás de estas transacciones se esconden posibles operaciones de “lavado de activos”. Y las hizo cómplices en caso de que esto se compruebe.


Un comité de bonistas recomendará el lunes públicamente no aceptar la propuesta realizada por el Gobierno. Ahora resta conocer si habrá una propuesta de parte de los acreedores que habilite una nueva discusión con el equipo económico



Edificio del banco central de Argentina en Buenos Aires.

Luego fue directamente la Comisión Nacional de Valores la que pidió información a los agentes de Bolsa sobre los clientes que operan montos grandes en este mercado. También obligó a fondos comunes a pesificarse: deberán vender el 75% de sus tenencias en activos dolarizados antes del 15 de mayo, lo que implicaría salir a desprenderse de unos USD 1.000 millones en bonos soberanos, títulos provinciales y deuda corporativa.


Las empresas que se hayan endeudado con créditos subsidiados tampoco podrán participar en el merado de “contado con liqui” de ahora en más.


De esta forma, el único mercado libre que quedaba para operar obtener cobertura cambiaria ya también dejó de serlo. Se supone que será creciente la búsqueda de refugio a través del mercado informal, es decir en el dólar “blue”. Justamente lo que el Gobierno debería evitar.


El objetivo de estas medidas es claro: evitar que no se siga disparando la brecha cambiaria, entre el oficial y los tipos de cambio “libres”


El objetivo de estas medidas es claro: evitar que no se siga disparando la brecha cambiaria, entre el oficial y los tipos de cambio “libres”. Si bien es más fácil cerrar el cero sobre las reservas y mantener estable el dólar oficial, es mucho más complicado también controlar a las operaciones cambiarias que van por fuera de ese circuito.


Durante el segundo mandato de Cristina Kirchner, esa brecha durante el cepo cambiario tardó más de un año y medio en superar el 50%. Ahora lo hizo en seis meses, contando desde el día después de la elección presidencial, que fue cuando se impusieron las restricciones más fuertes.


Pero este tipo de limitaciones tiene patas cortas. En medio de la brutal caída de la actividad, incertidumbre por la deuda y sin claridad sobre el futuro plan económico, no será fácil mantener bajo control al dólar o peor aún que se deje de operar. La “desdolarización” de la economía que ahora pregona Guzmán ya se intentó varias veces en la Argentina, especialmente en los años que él transcurrió como académico en Nueva York.

Michel Wieviorka: "en este momento, el poder está desbordado" | Habla el reconocido sociólogo de la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales de París

Eduardo Febbro


Desde París. Conquistar un mundo que se tambalea o resignarse a que vuelva a ser como antes, más allá de los micro comportamientos que la pandemia inculcará en nuestras conductas: estos son algunos de los enigmas y tentaciones que la pandemia del coronavirus no deja de proponer cada día. Lo primero, asegura el sociólogo francés Michel Wieviorka, depende de una democracia de combate, y no de una revolución. Reconocido internacionalmente por su enfoque en torno a la globalización y las construcciones individuales, a la preminencia del sujeto, y por sus trabajos sociológicos que, antes que otros, tomaron en cuenta los movimientos sociales, el racismo, la violencia o el antisemitismo, Michel Wieviorka es uno de los intelectuales que más intervienen hoy en el debate público para pensar el mundo del después. No lo hace con esa deprimente narrativa que atraviesa la prosa de algunos papas de la izquierda mundial, sino desde el lugar de la necesidad, es decir, de la acción. Michel Wieviorka constata que no son las ideas las que faltan, sino las figuras, los líderes y los actores políticos con suficiente legitimidad y credibilidad como para llevarlas a cabo. Director del Centro de Análisis e Intervención Sociológicos en la Escuela de Altos Estudios de Ciencias Sociales y al frente de la Fundación Maison des Sciences de l’Homme, el sociólogo francés ha publicado una obra muy abundante (unos 30 libros). En español se destacan: Racismo: una introducción (Gedisa): Una sociología para el siglo XXI (Editorial UOC, junto a María Luisa Menéndez Orcajo): La Violencia (Prometeo libros): El Antisemitismo explicado a los jóvenes (Cyan Proyectos Editoriales): La primavera de la política (La Vanguardia Ediciones): Otro mundo Discrepancias, sorpresas y derivas en la antimundialización (Fondo de Cultura Económica).




En esta entrevista realizada en París, Michel Wieviorka analiza la pandemia, el momento y las condiciones en que sorprendió al mundo, el desafío que confronta al poder con varias temporalidades y la atractiva excitación de un mundo cambiado para el futuro.

---El mundo pasó de un formateo económico-tecno-político a una urgencia médica y científica, es decir, a la urgencia de la razón.

---Efectivamente, esto ha sido así, pero ello no quiere decir que los pensamientos irracionales van a desaparecer bajo su forma religiosa o sectaria. Por consiguiente, la religión es un factor importante de irracionalidad. También está el egoísmo, la concentración sobre nosotros mismos, el no respeto de las normas colectivas adoptadas contra la propagación de virus. Ello no le resta legitimidad a lo que ha realmente ocurrido: con la ciencia, y a través de ella la medicina, la razón encontró un eco positivo. Se trata de un cambio muy importante porque en el momento en que se habla mucho sobre la critica de la globalización y la necesidad de desglobalizar, la ciencia funciona de forma totalmente globalizada. Por consiguiente, la globalización puede ser positivamente científica y, de allí, constatar que la razón puede ser igualmente global. Ahora bien, si bien es cierto que la razón ha progresado, al mismo tiempo seguimos asistiendo a la emergencia de fenómenos irracionales: la búsqueda de culpables, de chivos expiatorios, de explicaciones maléficas sobre la pandemia, de rumores de toda índole, de explicaciones delirantes sobre los orígenes del virus. También hay racismo, xenofobia, antisemitismo. Entonces, no sólo la razón prospera en una situación como esta. Le diría muy brevemente: lo mejor será mejor y lo peor será aún peor.

---Usted propuso hace poco una idea muy potente: en los cuatro puntos cardinales hemos descubierto colectivamente qué significa estar en la historia.

---Si miramos un país como Francia, a lo largo de la primera mitad del Siglo XX Francia atravesó enormes episodios históricos: Primera Guerra Mundial, la gran crisis, Segunda Guerra Mundial, la descolonización, Indochina y la Guerra de Argelia. Francia estaba entonces en la historia, eran sus guerras. Luego se produjo otro acontecimiento histórico que fue Mayo del 68. Y luego, nada más. Desde hace ya 52 años, Francia es un país que salió de la historia. Es decir: tenemos un ejército, hay una diplomacia, vemos que el mundo cambia, que la Guerra Fría se terminó, etc, etc. Pero no tenemos más el sentimiento de lo trágico de la historia, no estuvimos confrontados a problemas de vida o muerte tan masivos. Y de pronto, con esta epidemia, nos vemos empujados a la tragedia, a la urgencia de la acción, al azoramiento, a la incertidumbre y el miedo. Y ello a nivel mundial. Esta epidemia es muy interesante porque no es un fenómeno propiamente humano, no es como una guerra o el terrorismo donde hay personas que deciden poner bombas o hacerse volar con explosivos. Se trata de un fenómeno natural dentro del cual, desde luego, hay factores humanos que intervienen y hacen las cosas más terribles. Nuestro sentimiento de haber ingresado en la historia es provocado por un fenómeno natural.

---De alguna manera, al mundo desarrollado le tocó vivir lo que viven tantas y tantas veces los países del Sur, es decir, la confrontación con las tragedias colectivas.

---Sí, y diría que Occidente no se había dado cuenta hasta ahora de toda la felicidad de la que gozaba. Hasta ahora mirábamos cómo el Sur ingresaba en momentos tensos, veíamos cómo los flujos de migrantes llegaban a Europa de África o de Medio Oriente. Sólo mirábamos. En Occidente teníamos el sentimiento de que estábamos fuera de los grandes dramas y tragedias. Y de ponto, frente a la epidemia, que uno sea rico o pobre, joven o viejo, si el virus nos contagia no hay nada que hacer. Las diferencias entre el Norte o el Sur se han vuelto hoy menos radicales.

---Se da igualmente un fenómeno de tiempos urgentes cortos que se entrechocan entre si y dejan la sensación de que nadie sabe nada, que nadie gobierna como es debido.

---La acción no está sincronizada. Estamos en temporalidades múltiples. Un responsable político está obligado a actuar y a decir cada día lo que está haciendo: confinar a la población, comprar máscaras, alcohol, organizar el sistema sanitario, la economía. Son decisiones que se toman hora tras hora, a flujo tenido, inmediatamente. Pero también sabemos que es preciso reflexionar sobre la forma en que se va a salir de la epidemia. Se trata de temporalidades diferentes. Hay que reflexionar sobre la metodología del desconfinamiento para poder vivir más o menos normalmente. Esta es otra temporalidad. Luego están las cuestiones económicas y la posibilidad de que se produzca una recesión durante varios años. Este es otro ejemplo de temporalidad, pero no inmediata, sino a mediano plazo. Y al fin, quienes conocen muy bien el impacto de las pandemias en la historia de la humanidad saben perfectamente que esto se prolongará durante décadas, que va a modificar la cultura, nuestra relación con la naturaleza, nuestro funcionamiento intelectual, nuestras concepciones geopolíticas. Tenemos, por consiguiente, varias irrupciones de temporalidad, así como varias historicidades. Estamos obligados a mirar lo inmediato, el corto plazo, el término medio y el largo plazo, y ello con una reflexión coherente donde cada momento requiere una reflexión distinta.

---La izquierda y su optimismo esperanzado ha decretado el fin del liberalismo. Nada, aún, demuestra que sea así. ¿ Usted cree que el retorno del Estado que acarreó esta crisis desembocará en el fin del liberalismo de corte tatcherista que reina desde finales de los años 70 ? (Margaret Thatcher, ex primera ministra ultraliberal de Gran Bretaña entre 1975-1990.)

---Por el momento diría que está en curso una transformación de las ideas, lo que no quiere decir que las prácticas concretas se transformarán rápidamente. No lo podemos prever. Lo que sí está clarísimo es lo siguiente: asistimos al quiebre ideológico del neo liberalismo. Margaret Thatcher fue la apertura económica, la circulación del dinero, de las mercaderías. Fue, en suma, una ventana abierta hacia la globalización. El mundo se plantea ahora si acaso no hacen falta Estados más fuertes, más redistributivos, con mayor intervención en las políticas económicas y más capacidad para imponerse ante el mundo de las finanzas y del dinero. Es una reflexión muy clara, tanto como la que se da en muchas partes del mundo sobre la necesidad de pensar en la reindustrialización de los países. Hemos descubierto no sólo que China es una gran potencia, sino que China ejerce un control sobre el mundo, que el mundo entero es dependiente de China. Esto es mucho más que saber que Chira era una gran potencia. Miré lo que pasó con las máscaras, cuya fabricación se hace en lo esencial en China. Por eso se habla hoy de reindustrializar nuestras sociedades occidentales. Y no es todo: hemos también descubierto que, si en los Estados Unidos el Estado no se ocupa de la salud, la situación se vuelve catastrófica. Como se puede ver, estamos pensando de otra forma, tanto más cuanto que se ha descubierto igualmente hasta qué punto estamos en un mundo digital. Hemos entrado completamente en la era digital. Hace 20 años, la misma experiencia epidémica no habría dado los mismos resultados. Hoy estamos ultra conectados, trabajamos desde casa, nos comunicamos y nos vemos desde nuestras casas, los útiles digitales permiten realizar muchas cosas. Incluso si las economías están paralizadas, las prácticas digitales aportan algo para resistir. Son los mismos útiles digitales que se utilizarán mañana para trazar la epidemia, etc, etc. Hemos ingresado a toda velocidad en un nuevo universo.

---Su último libro se llama "Una democracia de Combate". El enunciado no puede ser más actual porque, como usted lo dice, estos cambios y otros tantos más no se lograrán sin un combate. Usted plantea que la salida de una catástrofe depende de la reflexión que se llevó a cabo durante la catástrofe. Sobre todo, en la izquierda, nada parece estar muy preparado.

---Estamos en una fase de descomposición de los sistemas políticos de antaño en todo el mundo. Las izquierdas y las derechas clásicas están, en todas partes, descalificadas y debilitadas. Ello acarrea sea fenómenos populistas de extrema derecha, sea fenómenos un poco surrealistas como los que tenemos en Francia con Emmanuel Macron, o sea, una suerte de populismo de centro. Este es el punto de partida. En una situación como la actual, no puede haber una preparación del porvenir porque no hay fuerzas positivas constituidas más allá de los extremos y de aquellos que rehúsan la mediación. No son las ideas las que nos faltan ¡ ideas tenemos muchas !. El pensamiento de las izquierdas son una conjugación del pensamiento ecologista y social. Sabemos lo que queremos hacer, pero carecemos del personal para llevarlo a cabo, de las organizaciones, de un planteo sobre cómo realizar la acción política. Nos falta confianza en los actores políticos y líderes. ¡ Nos falta de todo !. Los actores de la izquierda están comprometidos con el neo liberalismo mediante esa idea según la cual se debe administrar correctamente, que lo más importante es la buena gestión. Esos pensamientos de cierta izquierda se desconectaron de las expectativas sociales. Y cuando no optaron por este modelo terminaron radicalizándose y aportaron respuestas populistas. La pregunta es la siguiente: ¿acaso es posible reconstituir no sólo un pensamiento de izquierda sino un pensamiento político con actores políticos y organizaciones políticas ?. Por el momento no lo veo.

---Hay, en las izquierdas mundiales, una suerte de tango spinoziano. Me refiero a esa idea del filósofo holandés Baruch Spinoza (1632-1677) en torno al pensamiento triste. Todo es un desastre, todos es negro, escuro, nos van a someter otra vez. Las izquierdas están en un papel defensivo y no de afirmación, de reconstrucción de nuevos paradigmas. Ha habido textos que remiten más a la paranoia que a la reflexión constructiva. Pienso en Giorgio Gamben o (Slavoj) Zizek.

---Hay formas diferentes de tener una posición defensiva. Están las cuestiones esenciales sobre los Derechos Humanos y las medidas excepcionales adoptadas durante la pandemia. Creo que un pensamiento de izquierda debería ser razonable y plantear que, bajo ciertas condiciones, las medidas excepcionales pueden aceptarse. Un pensamiento de izquierda debe velar para que esas medidas excepcionales no se conviertan en permanentes, en instrumentos ordinarios de las democracias. Ya sabemos que el poder siempre cae en la tentación de prolongar esas medidas. Este es el primer punto. El segundo, efectivamente, es toda esa gente que, a la izquierda, se va hacia pensamientos extremos. He leído cosas increíbles. Hay un texto del filósofo Giorgio Agamben donde más o menos decía que el virus fue inventado para desplegar dispositivos de control social. ¡ Es un poco excesivo ! Luego está la otra dimensión: la desconfianza, la sospecha según la cual todo lo que hace el poder es negativo. Hay que reconocer en primer lugar que, en este momento, el poder está desbordado. El poder está pagando el precio de años y años de falta de preparación y despreocupación. El tercer lugar, nos damos cuenta de que ha habido porciones enteras de la población que fueron olvidadas. Los obreros, por ejemplo, un sector que, en Francia, la extrema derecha de Marine Le Pen percibió muy bien cómo podía sacar provecho de ese olvido. Pero con la pandemia hemos descubierto otras categorías olvidadas: los ancianos que están muriendo en asilos, los enfermos mentales que hoy están en condiciones terribles, la gente muy pobre, a quien el ex presidente socialista François Hollande llamaba “los sin dientes”. También están los prisioneros, y luego, luego, esas profesiones mal remuneradas e indispensables. La cajera del supermercado, el repartidor, las personas que recogen la basura. Todos fueron calificados de héroes. Hay categorías sociales enteras que han reaparecido. Una crisis como esta torna visible aquello de lo cual no se hablaba. Por eso es complejo construir un nuevo pensamiento. Pero vuelvo a esa izquierda deprimida de la que usted hablaba. Mire, esas izquierdas son los sobresaltos contemporáneos de lo que queda de la gran época del estructuralismo.

---¿ Usted sugiere que no se trascendieron y se quedaron encerrados en la negación del sujeto como actor de la historia ?

---Hasta finales de los años 70 vivimos bajo la dominación intelectual de pensamientos que, de una u otra manera, nos decían que la acción carecía de sentido, que el sujeto no tenía ninguna importancia porque existen instancias, aparatos, estructuras, mecanismos abstractos que rigen el mundo. Ese tipo de pensamientos son pensamientos que niegan la acción, que niegan al sujeto. Se trata de pensamientos que no nos dejan ninguna esperanza. Yo los combato porque pienso que la democracia es lo contrario de lo que plantean estos pensamientos. La democracia es la capacidad de transformar el mundo y la sociedad a partir del debate, del conflicto institucionalizado, de la negociación, de la representación política. Frente a esto persiste un pensamiento de izquierda que sigue diciendo que todo esto no sirve para nada, que las fuerzas de la dominación estructural son considerables, que la violencia simbólica del poder es tan fuerte que nada cambiará. No descalificó al pensamiento estructuralista, pero hablo de su mayor defecto para estos tiempos. Por ello creo que lo que está en juego ahora, para que el mundo cambie, es la acción y el combate democrático. De lo contrario, nada cambiará por si solo.

La cuarentena termina el 10 de mayo y se pondrán en funcionamiento 500 fábricas y miles de comercios

El Gobierno decidió poner fin al aislamiento actual. Los sanitaristas recomendaron apurar y administrar el ritmo de los contagios.





La cuarentena tal como la conocimos se termina el 10 de mayo. Por razones económicas y sanitarias, el presidente Alberto Fernández decidió que a partir de esa fecha se pondrán en funcionamiento 500 fábricas que emplean a decenas de miles de trabajadores. La apertura incluirá a empresas de los sectores automotriz, autopartes, química, petroquímica, plásticos, metal mecánica, cemento, textil, indumentaria y calzado, entre otros. El listado lo armó el Ministerio de Desarrollo Productivo, a cargo de Matías Kulfas, priorizando las compañías de capital intensivo y las exportadoras.

También desde el 10 de mayo se viene una amplia apertura comercial. Salvo en la Ciudad de Buenos Aires, en el conurbano bonaerense, en Rosario y en la Ciudad de Córdoba, los comercios minoristas podrán abrir en todo el país, siempre con acuerdo de los gobernadores. No así los shoppings. En el mismo área también comenzarán a funcionar peluquerías y otros negocios de servicios.

Aún no está confirmado, pero se estudia la posibilidad de habilitar las obras de construcción privadas.

Así el gobierno sale a poner en funcionamiento buena parte del aparato productivo, a asegurarse una mejor performance exportadora y sostener el empleo en la medida de lo posible. En materia de ventas externas, se espera una cosecha agrícola récord, que, sumada a los saldos exportables de la agroindustria y las manufacturas, alcanzará niveles no tan lejanos a los habituales.

Respecto al empleo, al comienzo de la cuarentena estaba habilitado por excepciones el 43 por ciento de la plantilla nacional, hoy ya llega al 51 por ciento y a partir del 10 de mayo se apunta a poner a trabajar a más del 70 por ciento.

En este momento empresas y gobierno trabajan en los protocolos sanitarios que deberán cumplir para comenzar a producir. En la mayoría de los casos los trabajadores no viajarán en transporte público. Las empresas contratarán micros de larga distancia en los que los empleados deberán viajar sentados asiento de por medio. Otros viajarán en sus propios vehículos.

Para el caso de las obras de construcción privadas el Estado analiza la posibilidad de que se hagan arreglos con hoteles en los que el personal se quede durante los días de semana. En todos los casos las empresas deben comprometerse a tomarles la temperatura a los trabajadores diariamente.

Una alta fuente del Ministerio de Desarrollo Productivo señaló que “en esta nueva etapa se puede comenzar a oxigenar la producción, las exportaciones y el empleo, cuidando y priorizando siempre la salud”. Y agregó: “La realidad es que en las empresas que están trabajando hoy no hubo contagios dentro de las fábricas; el único caso fue en un frigorífico en el que a la salida un trabajador convidó a otro de su cerveza y la tomó del pico. Hoy en las empresas los trabajadores ya trabajan a más de dos metros uno del otro”.

Axel Kicillof también avanza en una mayor apertura. “El objetivo es que, siguiendo protocolos y fiscalización de los intendentes, alrededor de 90 de los 135 municipios de la provincia estén funcionando con cada vez menos restricciones desde el 10 de mayo”, explicó una importante fuente del Ministerio de Producción bonaerense. “La idea es ir recuperando gradualmente la actividad monitoreando la dinámica de los contagios y la respuesta del sistema sanitario”, agregó. La provincia avanza de acuerdo al “expreso” pedido de los intendentes.


“Nosotros habíamos calculado que hasta el último decreto del Presidente, según las excepciones vigentes, teníamos el 53 por ciento de la actividad económica de la provincia paralizada. Sólo el 47 por ciento estaba activa, aunque operando por debajo de su capacidad. Ahora vamos a avanzar hacia más actividad y más empleo”, completó el funcionario.

Salud y economía

Luego de una primera etapa en la que el gobierno aseguró que debía elegir la salud y que la “economía espere”, ahora sus funcionarios aseguran que “una apertura bien estudiada es funcional a ambos objetivos”.

La infectóloga Carlota Russ, que forma parte del equipo de asesores de Alberto Fernández, señaló: “la solución a la pandemia no es quedarnos adentro todo el tiempo; el virus no se va a ir solo, seguirá circulando aunque sea lentamente. Lo que tenemos que hacer, ahora que ya nos tomamos un mes para preparar el sistema de salud, es administrar el contagio hasta que más de la mitad de los argentinos se hayan contagiado y así inmunizado. A partir de ese punto al virus cada vez le costará más encontrar algún huésped en el que sobre vivir. Por eso ahora tenemos que comenzar a salir de a poco, cuidando a los ciudadanos de alto riesgo”.

El ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Gollan, señaló en la misma línea: “A este ritmo vamos a tardar 500 años en contagiarnos todos. Es hora de comenzar a subir la velocidad de transmisión, cuidando siempre que se mantenga bajo control”.


Uno de los ministros más fuertes del Gabinete nacional fue contundente: “Vamos a abrir la economía con rígidos protocolos sanitarios con el objetivo de que los argentinos vuelvan a trabajar y vamos a administrar el contagio con sumo cuidado”. El hombre político cerró con una definición drástica “La cuarentena para todos los sectores de riesgo hay que mantenerla. Que haya más contagios, pero no más fallecidos”.

La nueva normalidad:enormes masas de ciudadanos están sufriendo y van a sufrir más


 

Por Rafael Bielsa

El ex canciller aporta elementos para pensar cómo influirá la pandemia en competencia por la hegemonía entre EE.UU., China y Europa.
Por Rafael Bielsa, publicado en Identidad Colectiva


El jueves 23 de abril de 2020, frente al Parlamento alemán, Angela Merkel aseguró que “no estamos en la fase final de esta pandemia, estamos al principio. Vamos a tener que vivir aún mucho tiempo con ella”.


Leyéndola, es imposible evitar que resuene el célebre retruécano que Winston Churchill ideó durante el almuerzo en el día del Alcalde Mayor de Londres, en la Mansion House, el 9 de noviembre de 1942. “La lucha entre los británicos y los alemanes ha sido intensa y feroz en extremo. Ha sido una mortal lucha cuerpo a cuerpo. Los alemanes han sido superados y vencidos con el mismo tipo de armas con las que han golpeado a tantas naciones pequeñas y también a grandes naciones no preparadas. Ellos han sido golpeados por el aparato técnico con el que contaron para lograr la dominación del mundo. Esto ha sido especialmente cierto en el aire y con los tanques y la artillería, que se han vuelto en su contra en el campo de batalla. Los alemanes han recibido una y otra vez esa medida de fuego y acero que ellos tan a menudo han infligido a otros. Nahh, este no es es el final, no es ni siquiera el principio del final. Puede ser, más bien, el final del principio”.


Es posible aplicar el ingenio de Churchill, a fines del ’42, con el estado de la lucha contra el COVID-19 en el siglo XXI: no estamos al final, ni siquiera al principio del final; tal vez, estemos al final del principio. A pesar de algunas buenas noticias, tales como que China podría tener una vacuna para uso de los trabajadores sanitarios en una “situación de emergencia” por coronavirus en unos pocos meses (según informó el director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades del país, Gao Fu).


Las vacunas tienen varias fases de ensayos clínicos, y hasta el día de hoy ni la vacuna de vector de adenovirus ni la inactivada han superado la segunda ronda. Para un uso masivo, y según la Organización Mundial de la Salud, el período requerido es de al menos entre 12 y 18 meses.


Una crisis como ésta, originada en eventos globales y excepcionales (catástrofes, guerras, pestes), naturalmente demanda la acción del Estado. Son necesarios recursos, inversiones en salud, en seguridad interior, en cooperación internacional por lo menos inusuales. Hay que tomar medidas que limitan el comportamiento individual. Sólo el Estado tiene la institucionalidad legal indispensable para incidir de tal modo en la vida cotidiana. La institucionalidad financiera, a sus restricciones legales, les añade las volitivas.


Sólo hay una autoridad en condiciones de hacerlo.


En muchos países, esta centralidad se concentra en el Poder Ejecutivo; más precisamente en los gobiernos. Ese magnífico escritor (y político de centros de esquí) que es Mario Vargas Llosa, escribió una carta en la que sostiene que “a ambos lados del Atlántico resurgen el estatismo, el intervencionismo y el populismo con un ímpetu que hace pensar en un cambio de modelo alejado de la democracia liberal y la economía de mercado”. La carta tiene un mérito, mas no en su contenido: consiguió extraer un movimiento de alguien inanimado, ya que está firmada por Mauricio Macri.


Ante el panorama descrito, no está mal que me ocupe un poco de las erinias de Vargas, en partícular esa Némesis que para él representa el aparato estatal. Porque lo que no va a poder evitar -salvo en un fruto literario de su pluma virtuosa- es un cambio de modelo. No pienso en algo revolucionario, pero sí en algo inexorable.


En la biografía que Stefan Zweig le dedica a José Fouché, un hombre vilipendiado por sus contemporáneos y olvidado por la posteridad, el escritor austríaco dice que su personalidad se forjó en tiempos de crisis, y que bajo el Directorio se elevó a la altura desde la cual “… saben los hombres de espíritu profundo prever el futuro juzgando rectamente el pasado”. Sólo acompañó ese juicio de Zweig el monumental Honoré de Balzac, que puso a su genio el objetivo de describir de modo exhaustivo la sociedad francesa de su tiempo para, según su frase, hacerle “la competencia al registro civil”.


De manera que no es una tarea ociosa tratar de juzgar acertadamente lo vivido para avizorar el porvenir.


Ya desde antes del Covid-19, este ciclo del capitalismo mostraba signos de fatiga de material. Algunas inteligencias del vientre de la ballena advertían sobre la no sostenibilidad del sistema. “Un mundo más abierto y equitativo” (Soros); “el Fisco favorece a los ricos” (Gates); “la inteligencia artificial amenaza a la humanidad” (Musk).


La distribución desigual e injusta del ingreso nacional; el lucro especulativo sin creación de riqueza ni de empleo; la posición de hegemonía de las corporaciones en la globalización; y la concentración de los algoritmos dominantes que controlan el flujo de información en plataformas privilegiadas, terminaron por poner en peligro la sostenibilidad de la especie.


Está claro, pues, que este ciclo del capitalismo debe ser reformulado. La pregunta sería: ¿puede reformularse a sí mismo?, ¿O las fuerzas que lo han empujado hacia el exceso son tan incontrolables (en sus pulsiones de aniquilación por apropiación excesiva) que están más allá de consentir o siquiera de imaginar algún tipo de cambio sistémico que altere el status quo?


Veamos el problema desde otro lado del prisma: la “guerra de tarifas” entre EEUU y China. Encapsulado dentro del título rimbombante, que tuvo a la sociedad de la información en vilo por 9 meses, se camuflaba (o se ponía a buen resguardo) la guerra del 5G, que es -en otras palabras- poseer la vanguardia de las nuevas formas de combate por el predominio.


Estados Unidos va a sufrir por la pandemia, y China también. El mayor golpe a EEUU es la emision desaforada de deuda que se está generando para evitar la crisis crediticia -de $20 billones (“trillions”), a $24 billones, un 20%-. En China, el golpe es económico y tambien en la “credibilidad” internacional.


La hegemonia del dólar es aceptada por la comunidad inversora y tal vez sea la ventaja que tiene EEUU sobre China. Se sostiene sobre 3 pilares: 1) que EEUU es todavía la economia más grande, y por lo tanto las transacciones (en magnitud y volumen) se materializan en dolares. 2) La confianza que la institucionalidad norteamericana produce (el sistema de chequeos y balances), que asegura que no habrá brusco cambio de reglas de juego. 3) Por lo expuesto, y hasta ahora, el dólar es estable y por lo tanto preferible –la gente lo busca en tiempos de crisis y esto lo hace mas deseable-.


Por lo que respecta a la “credibilidad” china, la prensa internacional refleja que gran parte de la opinión pública cree que el virus: 1) se originó en China. 2) Fue disimulado por el gobierno. Y: 3) no hubiese sido tan catastrófico bajo un régimen que permitiera un mayor acceso a la información. Las encuestas muestran que hasta no hace mucho, el 50% de los norteamericanos pensaba que las politicas agresivas de Trump respecto de China no tenian sentido. Despues de esta crisis, es posible que la agresividad respecto del Imperio del Medio sea un buen argumento electoral.


Sin embargo, allí no debería terminar el análisis. Cabe una pregunta ulterior. Pensando en el predominio mundial, y entre China y los Estados Unidos: ¿quién va a sufrir más? O mejor: ¿qué población está en condiciones de seguir a sus líderes políticos con mayor disciplina durante la fase de pagar las consecuencias del sufrimiento?


Dos ejemplos: en China, es inimaginable un hombre de la importancia de Noam Chomsky hablando de Xi Jimping como el lingüista habla Trump y del sistema político chino como Chomsky lo hace del norteamericano. En cambio, es imposible pensar que la población de Estados Unidos resista la inclemencia de lo que puede venir. ¿Los chinos? Es probable.


Aventuro algunas hipótesis: a) de dónde vienen: China viene del hambre y las privaciones, no los tiene demasiado lejos, puede tutuearse aún con ellos; b) las ideas del filósofo Confucio sobre cómo llevar un estilo de vida ético y práctico son parte de la identidad y del ADN cultural de China, al punto que el partido comunista hace frecuente mención a sus principios; dos de ellas son la jerarquía y la lealtad, una respecto de la obediencia a sus lìderes, y la otra respecto de tener una viga maestra que permita la armonía en la convivencia; c) la fórmula de partido único con capitalismo de mercado, permite una mayor tolerancia a la intromisión abierta en las libertades individuales y la esfera de intimidad personal. Son sólo aproximaciones.


En cuanto a la biotecnología y su acceso occidental con preferencia a los ricos, porque la sociedad del conocimiento es elitista, vamos a una mirada oriental: el biofísico chino He Jiankui fue el responsable de la creación de las gemelas Lula y Nana, que nacieron a finales de 2018; saltándose todas las normas éticas y científicas, alteró el ADN de las gemelas para hacer que no pudieran contraer el virus de sida. No sabemos si China finalmente castigó al científico, pero si hubiera sido occidental la comunidad científica no lo hubiera dejado llegar hasta donde llegó. Ese tipo de sistemas, para bien o para mal, puede favorecer la extensión de los avances biotecnológicos, con rumbos impensados. En China, la relación del conocimiento con los ricos no sería el problema; el problema sería China.


Luego, por lo dicho, no sé si habrá “un día siguiente” a la pandemia. Mi idea, para ser concreto, que en realidad más que una idea es una suma de percepción e instinto, reside en que China se acercará más a los Estados Unidos en el sentido de la carrera por el trono del predominio universal.


Cuando, en esa tierra de nadie que se abrirá luego de que las restricciones por la pandemia empiecen a flexibilizarse, y entremos en la “nueva normalidad”, las virtudes capitales para la supervivencia serán: la previsibilidad, la presencia estatal y la paciencia.


La previsibilidad porque no creo que el hombre tenga -además de la muerte- más espacio dentro de su alma para convivir con la incertidumbre, y quien le dé algo de certeza prevalecerá.


La presencia estatal, porque no hay corporación en el mundo que posea su propia reserva de valor y al menos todavía el dólar lo es y lo imprime el contratista de la Reserva Federal; lo mismo pasa con el yuan.


Y la paciencia, porque los movimientos de las placas tectónicas van a ser fuertes pero paulatinos, y lo que hoy parece indudable mañana parecerá ingenuo.


Tengo la sensación de que la lógica de los mercados, como la conocemos al día de hoy, está más pendiente de su bono de cierre de ejercicio que de los sentimientos de enormes masas de ciudadanos que están sufriendo y van a sufrir más.


Al fin y la cabo, como se lee en el Talmud: “vivir bien es la mejor venganza”. Cuando la gente se enoja, busca venganza. Ganará el que entienda qué quiere decir “vivir bien” en el futuro, para las grandes mayorías y no para un puñado de privilegiados. Porque también es cierto que la mejor venganza, es la venganza.

España: miles de personas salen a correr y a pasear en el primer día de apertura

Desde muy temprano, el perímetro enrejado de las 125 hectáreas del parque de El Retiro, uno de los favoritos en Madrid, se pobló este sábado de corredores y ciclistas.

Por primera vez en 48 días de cuarentena, los españoles pueden salir de casa a partir de este sábado. Una vez al día y respetando los horarios establecidos según las edades para evitar los contagios mientras el coronavirus todavía acecha.

Entre las 6 y las 10 de la mañana, los adultos entre 14 y 70 años puede dar un paseo de una hora o hacer actividad física durante todo ese lapso. Si prefieren la nochecita, el horario permitido es de 20 a 23.




En Madrid, la mayoría eligió calzarse las zapatillas y los auriculares y salir a correr o a andar en bicicleta. En estos casos está permitido alejarse más de un kilometro de casa pero sin salir del propio municipio.

Las salidas permitidas para el resto de la población contempla que los mayores de 70 y aquellas personas que necesiten salir acompañadas, pueden, a partir de este sábado, dar una vuelta entre las 10 y las 12 y, a la tarde, entre las 19 y las 20.



En Barcelona, en un sábado de primavera, muchos habitantes salieron a correr o caminar por las ramblas.

El horario más prolongado y central está reservado para los chicos, que ya gozan de las salidas de casa desde el domingo 26 de abril: ahora pueden pasear, jugar, correr durante una hora, hasta a un kilómetro de casa y acompañados por un adulto desde las 12 hasta las 19.

Muchos madrileños pedían la apertura de los espacios verdes pero el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, no cedió.



Una pareja camina por la Plaza de Toros Las Ventas, en Madrid, este sábado, en el primer día de una apertura progresiva del confinamiento.

“La decisión es mantener los parques y jardines cerrados. Porque la pandemia no está vencida, porque no podemos bajar la guardia -dijo el alcalde-. Porque se están dando pequeños pasos en ese proceso de desescalamiento. Pero todavía hay riesgos. Tenemos que evitar las aglomeraciones. Hemos pasado lo peor pero no queremos volver a pasar lo que desgraciadamente ha sucedido en la ciudad de Madrid.”

Madrid es la comunidad española que más padece la epidemia. Desde que se declaró la emergencia sanitaria por el Covid-19 murieron aquí más de 8.000 personas.

En España, los contagios por coronavirus siguen descendiendo. Aunque el total de muertos supera los 25.000, en las últimas 24 horas fallecieron 276 personas.

En algunos barrios de la capital, aumentó la desinfección que los camiones de Medio Ambiente del Ayuntamiento realizan a diario rociando las veredas y los cordones con agua y lavandina.
 
En Barcelona, el Paseo Marítimo también se pobló de runners, bicicletas, skaters y rollers.

“Salí finalmente de casa y corrí hacia el mar para respirar el aire fresco -decía una vecina de la Barceloneta-. Estoy atenta a mantener las distancias pero es difícil. Están todos aquí, como yo.”

Sólo Mercado Libre zafó de un viernes negro para los ADRs argentinos

El mercado teme que Trump cumpla con sus amenazas de reiniciar la guerra comercial con China por el coronavirus. Entre las argentinas, la compañia de Marcos Galperin es la única que reporta ganancias en lo que va del año. YPF cayó 7,8% y acumula pérdidas del 69,4%

Sin actividad en el mercado argentino debido al feriado por el Día del Trabajador y con la única excepción de Mercado Libre, las acciones de empresas argentinas que cotizan en Wall Street operaron este viernes con bajas de hasta 11,3%, en una jornada en la que la Bolsa de Valores de Nueva York finalizó con tendencia negativa.

Así, el Dow Jones de Industriales perdió 2,55%, el selectivo S&P 500 cayó también un 2,81 %, mientras que el tecnológico Nasdaq cedió un 3,20%.

Wall Street operó en rojo durante toda la sesión, en una rueda contagiada por los retrocesos de las principales compañías tecnológicas como Apple o Amazon y por el temor a que Estados Unidos y China vuelvan a escalar la guerra comercial.

Al respecto, el consejero económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, aseguró que los chinos responderán por lo ocurrido con el coronavirus, según un cable de la agencia EFE que confirma la posición del gobierno de Donald Trump de responsabilizar a China por la pandemia del Covid-19. Los medios dicen, incluso, que Washington estarían analizando represalias.

El Washington Post, en una nota en la que cita a dos personas con conocimiento de las discusiones internas, informó que algunos funcionarios discutieron la idea de anular parte de la deuda estadounidense que posee China, como una forma de atacar a Beijing por lo que consideran su falta de transparencia sobre la pandemia de coronavirus.
Viernes negro para los papeles argentinos

Los papeles de empresas argentinas que operan en Wall Street marcaban fuertes retrocesos encabezados por Irsa (-11,3%); Pampa Energía (-9,1%); Central Puerto (-8,6%); Corporación América (-8,6%); y Grupo Financiero Galicia (-6,9%). YPF cayó un 7,8% y suma pérdidas del 69,4% en 2020.

Sólo Mercado Libre, la compañia de Marcos Galperin, zafó del viernes negro para los ADRs argentinos y ganó un 3,8%, por lo que acumula ganancias por 5,9% en lo que va del año.


En el mercado de deuda pública, los bonos soberanos en dólares registraron tendencia negativa durante toda la sesión.

De esta manera, el riesgo país avanzó 1,90% hasta los 3.565 puntos básicos.

La madre de todas las batallas en los sectores medios: apropiarse del concepto de racionalidad

Rubén Weinsteiner


La madre de todas las batallas consiste en ganar el medio en los sectores medios.

Se trata de apropiarse del concepto de racionalidad, funcionabilidad y sustentabilidad y ubicar a nuestro rival en el lugar de la irracionalidad.


Rubén Weinsteiner


Las nuevas paridades


En las matrices de representación actuales, no se gana una elección por diferencias holgadas, por lo general lo que vemos, son sociedades partidas en dos con un esquema grietario fuerte como el caso de EE.UU., Brasil o Argentina o a lo sumo en tres como en España, y donde las victorias se dan diferencias cada vez más pequeñas.

El posicionamiento de racionalidad debe construirse en el 5/10% que no revela posicionamientos adquiridos, el segmento más fluctuante, el menos politizado y el más lábil.

Entre los propios a priori no es determinante, aunque la sensación de que lo que se apoya ostenta la posesión de la racionalidad suma y mucho. En el núcleo duro del sector que nos rechaza, poco es lo que se puede hacer, pero apropiarnos del concepto de racionalidad se la pondrá difícil y a los subsegmentos superficiales y blandos, más todavía.


Subjetividad y equilibrio


La dinámica de intervención de la subjetividad es compleja. Hay que asumir que ese encuadre determina un universo de sentidos que puede producirnos incomodidad y rechazo entre un repertorio de sentimientos.

Tendemos a pensar en todo debate, polémica, grieta, un eje donde conviven dos posturas contrapuestas y en algún sentido extremas, y un centro que sintetiza las dos posturas o se coloca en un lugar de superioridad por la condición de equilibrio, por lo tanto adquiere una valoración de corrección. Toda oferta política tiene a los propios, nunca tendrá al núcleo duro de la otra parte y deberá ir necesariamente por algunos microsegmentos del medio para definir el partido.

Esos votos se cuentan doble, porque sino van para el adversario y vienen para nosotros valen doble.

Los ciudadanos no comprometidos políticamente tienden a sentir al centro como el lugar correcto.

Si preguntamos por religión aparece el cristiano no practicante, como término medio, moderado, ni fanático religioso ni ateo, término medio.

Desde el idioma, se asocia a la moderación como algo bueno, conveniente e inteligente.


Para la RAE:

Acción y efecto de moderar.

2. f. Cordura, sensatez, templanza en las palabras o acciones.

A Doña Rosa le gusta la racionalidad, le gusta sentirse racional, frente a la irracionalidad. El concepto de racionalidad la ordena, la tranquiliza.

Basta ver el lugar que le otroga la sociedad a la locura, al alzheimer, a lo que no es normal, para aferrarse con el alma a la razonabilidad, al equilibrio, al "sentido común".

Proponer la moderación como uno de los valores de la clase media se instaló como uno de los mecanismos de identificación de esa clase social como alternativa a la sociedad estamental; en oposición tanto a la clase alta de los privilegiados (especialmente la aristocracia) como a la clase baja de los campesinos pobres y la plebe urbana (que como ella eran miembros del tercer estado, pero carecían de riqueza). Se vinculó a la sobriedad, la estabilidad en las costumbres, la vida cotidiana y la familia, el ahorro, la posesión de una mediana propiedad y una honesta forma de ganarse la vida.

Para Max Weber estos valores conectan La ética protestante y el espíritu del capitalismo, al permitir la inversión necesaria por la acumulación de capital, y lo vincula al calvinismo, con lo que su tesis pretende explicar el diferente desarrollo social y económico del norte y el sur de Europa desde la Reforma. O porque catolicismo es sinónimo de atraso y protestantismo de desarrollo económico. Porque este último encontró el equilibrio. No obstante, también comportamientos similares estuvieron presentes en determinados entornos sociales de países católicos).

Este tema de la moderación aparece como una constante en las reflexiones morales de Robinson Crusoe (el héroe de la novela de Daniel Defoe), como la forma de vida que su padre le recomienda y en la que vuelve a encontrarse una y otra vez, a pesar de su búsqueda de la aventura. Similares conceptos se desarrollan, desde una mayor o menor actitud crítica, con el triunfo de estos valores en el desarrollo de la sociedad industrial o sociedad de clases; y pueden verse en las novelas de Charles Dickens (Los papeles póstumos del Club Pickwick, David Copperfield, Oliver Twist) o en Los miserables de Victor Hugo.



Medio y moderación


El centro es algo absolutamente relativo. Depende donde se ubiquen los extremos. En

Afganistán gobernada por los talibanes las dos grandes tendencias son por los integristas radicales islámicos y por el otro los que proponen un modelo occidental. El centro, en este caso, estaría representado por la Alianza del Norte que propone como moderación, lapidar mujeres adúlteras con piedras más chicas que las que tiran los talibanes, cierta representatividad electoral pero solo ejercida por hombres, permitir en algunos casos que las mujeres manejen, etc. En Afganistán los fundamelistas islámicos y los que proponen un sistema democrático occidental representan los extremos. Ser moderado en Afganistán es decir “ni la locura fundamentalista, ni el libertinaje occidental”.

En EE.UU. la segunda enmienda de la Constitución protege el derecho de cualquier ciudadano a tener y portar armas de fuego, una postura como la argentina o la española que prohibe la tenencia y portación libre e indiscirminada, se considera una posición radical extrema, un avance grave sobre los derechos civiles e incluso sería visto como irracional por algunos sectores de la izquierda americana. En Argentina o en España, defender la libre tenencia y portación, es vista como radical de derecha.

En marketing vemos que cuando una empresa lanza tres gamas de productos, la premium, mas cara, la económica y más barata y por otro lado la standard con un precio en el medio, este último es el más vendido.

Los sectores medios, tienden al medio, y este depende de donde estén los extremos.


La racionalidad es subjetiva

El concepto de racionalidad está atravesado por la relatividad subjetiva. Alguien podría plantear que no se puede dejar entrar inmingrantes de manera desordenada y masiva como con los que llegan de Venezuela, que bajan el salalrio de los nacionales, al aceptar trabajar en negro por salarios muy bajos etc, y sonaría racional. Otro podría argumentar sobre el mismo tema, que la Argentina es un país de puertas abiertas, que el espíritu argentino ha sido recibir, nutrirse, y más que preguntarle de donde vienen, preguntarle que quieren hacer. Que los hijos de los españoles, italianos, coreanos, cantan juntos el himno y son argentinos. Que EE.UU, es la nación más heterogenea del planeta y que quizás allí resida parte de su fortaleza, y sonará racional.
Algunos pueden plantear el déficit cero como racional, que la economía nacional es como la del ama de casa, que no hay que gastar más que lo entra y sonará racional. Otros podrán decir que EE.UU. salió de la crisis del 30, y de la del 2008, emitiendo y con déficit, para promover la obra pública y el consumo, y sonará racional. Ambas posturas podrían ubicar al otro argumento en el lugar de la irracionalidad y atribuirse el de la razonabilidad.

En deifinitiva es la lucha por la propiedad  del "sentido común", ser razonable.


Anclaje de racionalidad


La hoja de ruta consiste en la construcción de un anclaje marcario de racionalidad, moderación, el medio, es decir estar en el lugar de equilibrio.

En 1998 Eduardo Duhalde era para muchos, un barón del conurbano con vínculos con el narcotráfico, un político mafioso y un exponente de lo peor del peronismo.

En 2003 Duhalde era para la gran mayoría de los argentinos, un estadista, un piloto de tormentas, un hombre mesurado, inteligente, un tiempista, y alguien que seguramente pasaría a la historia como un gran presidente, que sacó al país de su peor crisis.

En 2006 Duhalde era para muchos un barón del conurbano, vinculado con factores del narcotráfico, un político mafioso y un exponente de lo peor del peronismo.

No fueron muchos ni significativos los cambios que realizó Duhalde en su vida adulta mayor. Lo que se modificó fue su marca política, su posicionamiento, las percepciones, los significados que proyecta esa marca, y constituyen el anclaje marcario político y social de la misma.

La memoria es el último recuerdo poderoso que adquirimos, no todo lo que vivimos. El poder de ese último recuerdo, es el que constituye el anclaje.

Un anclaje es una percepción fundada y construida en una ponderación conceptual, dentro de un estado de gran intensidad, de experimentación de sensaciones con fuerte solicitación simultánea del intelecto, del cuerpo y del espíritu.

Como se sustituye un anclaje, es la madre de todas las preguntas. Como se hace para que alguien catalogado como corrupto sea visto de otra manera, alguien percibido como poco intelgente, pueda ser percibido de otra manera, una marca política signada por un acontecimiento histórico, pueda ser asociada a otros links de marca política?

Toda negación implica una afirmación, esto es Lacan.

Andá y decile a tu esposa: “tu amiga Claudia…, no me gusta” , “la verdad, que no me mueve ni un pelo”. A partir de ese momento, tu esposa va a estar completamente segura que te gusta mucho su amiga Claudia.

La funcionalidad de la negación en el discurso, es inversa en términos de sus objetivos a la intención del emisor. Nadie que sea honesto debería decir “no robé ”, sería como para alguien que no tiene ninguna cicatriz en la cara, decir “yo no tengo ninguna cicatriz en la cara”. Si uno no tiene el deseo de tener algo ni nada con Claudia, difícilmente habilite los senderos neurológicos que le hagan decir algo relacionado con “tener algo con Claudia”, aún para negarlo, y eso las audiencias lo decodifican rápido, aunque no lo puedan poner en palabras y en emergencia, y fundamentarlo.

No sirve negar, tampoco explicar. Es fundamental construir una narrativa que explique o niegue, pero no se desaloja un anclaje con eso.

Para desalojar un anclaje, que en definitiva es una estructura sensorial, un sentimiento, hace falta un sentimiento más fuerte. Un anclaje sustituyente.

El anclaje sustituyente refuta pero sólo de manera indirecta el anclaje original. Es decir el nuevo anclaje no viene a negar, viene a instalar un nuevo posicionamiento, un nuevo link-significado en la cabeza de las personas.

El nuevo anclaje debe ser sólido, congruente con la marca política y lo más importante, más fuerte que el anclaje a desalojar.

En el caso de Duhalde, la sustitución del anclaje no se hizo refutando y explicando que Duhalde no era un mafioso o que no estaba vinculado con el narcotráfico. El anclaje se hizo construyendo un posicionamiento muy poderoso, tanto que disparaba significados como los de “el piloto de tormentas” “el estadista” “el salvador” “ el que apagó el incendio”, a la cabeza de las personas.



Racionalidad y jaque mate


El anclaje de racionalidad construirá un posicionamiento sólido y dejará al oponente en un lugar de inmovilidad, haga lo que haga para defender o negar solidificará el nuevo anclaje.

El campo de batalla no son los medios ni el espacio público, sino la cabeza de los sujetos de elección, es ahí donde tenemos que construir el posicionamiento, que nos coloque arriba de la colina de la racionalidad.


Rubén Weinsteiner