Construir una #marcapolítica en el #votojoven como armar una banda de rock


Por Rubén Weinsteiner
#marcapolitica
#votojoven


Dotar a la marca de significados


 Buen Naming









Contar una buena historia





 Posicionamiento; lograr un lugar en la cabeza de tu público

 Discurso Poderoso

Fortalecer el vínculo afectivo


Anclajes




Diferenciarse



Segmentar




En el #votojoven, más que campañas, hay que construir movimientos


Ser lo más Unplugged que se pueda






Rubén Weinsteiner

“Si te encuentro en la cama con mi esposa, quizás te perdone, perdés una elección en tu territorio, y te mato”





Manual de construcción y gestión de poder de un Barón del conurbano
Por Rubén Weinsteiner
Hace algunos años, un Intendente del conurbano, con quien trabajé durante un tiempo, me reveló mientras caminaba e interactuaba con él, su modelo de construcción y gestión de poder.

A los líderes territoriales les decía:

“Si te encuentro en la cama con mi esposa, quizás te perdone, pero si perdés una elección en tu territorio, te voy a buscar hasta la concha de tu hermana y te mato”

Este Intendente frente a una elección que se presentaba difícil y que de hecho lo fue, se presentó en la puerta de un puntero importante, clavó un clavo en la fachada de su casa, colgó de ese clavo las llaves de su camioneta 0km, le tocó el timbre y le dijo al puntero: “si no ganamos en tu barrio, estas llaves son para que el te mate”

Este hombre fuerte del conurbano decía que su método de construcción de poder se basa en 3 puntos, a, b y c, que graficaba con pulgar, índice y mayor.

a) miedo

b) respeto

c) plata


Miedo: “me tienen que tener miedo antes que nada, me tienen que tener mucho miedo” “todo lo demás viene después”

Respeto: siempre iba a los cumpleaños, casamientos, velorios, llamaba para saludar, escuchaba reclamos, entendía y aceptaba excusas hasta cierto límite.

Plata: “el sol tiene que salir para todos”, mucho o poco, todos deberían ganar algo siempre.

“El poder, hay que ejercerlo todos los días, sino lo ejercés lo perdés, y ejercer el poder es mostrar el poder”.

Una vez recorrimos un barrio y un puntero muy enojado, de mala manera, le gritó e insultó, reclamándole por las dificultades y carencias en la salita de primeros auxilios del barrio. Fue tan agresiva la forma en la que este puntero se dirigió al Intendente, que algunos de sus ayudantes reaccionaron de manera violenta. El Intendente los contuvo, y les dijo que dejaran que el puntero se acercara. El puntero sorprendido le detalló una lista de problemas, como la falta de una ambulancia e insumos varios. El Intendente siguió su camino, sus lugartenientes le proponían una amplia gama de medidas punitivas contra el puntero que lo había ofendido y en público. El Intendente los atajó: “olvídense, nadie hace nada”.

Durante los días subsiguientes el Intendente se metió en el tema de la salita de primeros auxilios, destinó tiempo y recursos y siguió con el tema en su agenda por unos días. Al mes volvió, y pidió hablar con el puntero que lo había abordado de manera violenta hacía 30 días. Le preguntó por la ambulancia que había mandado y fondos para compra de insumos. El puntero le respondió “que la cosa pintaba mejor”. El Intendente se retiró del lugar y en ya en la camioneta, dio orden a su gente de, ahora sí, entrarle con todo al “insolente”. La lección era clara, las demandas hay que satisfacerlas para sostener el poder, a los demandantes hay que cortarles las piernas.

Sus frases, cuasi maradonianas, quedaron grabadas en mi memoria, hay una que en especial que era “su frase”, y en las reuniones largas, sabía que en algún momento la diría: “hay una sola cosa peor que la traición, el llano”.-

Rubén Weinsteiner

Slavoj Zizek, sobre las universidades y el rol de la Teoría


Bolsonaro, ausente sin aviso

Presidente aislado tras fallido intento destituir ministro Salud

Jair Bolsonaro, más sombras que luces

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, estuvo llamativamente ausente hoy en una ceremonia realizada en el Palacio del Planalto, luego quedar aislado políticamente frente al Congreso y ministros militares, cuando propuso echar al ministro de Salud, quien permanece en el cargo desde donde defiende la cuarentena contra la pandemia.
Bolsonaro faltó al acto en el que había sido anunciada su presencia en la sede de Gobierno en Brasilia y tampoco se presentó ante la prensa como lo hace diariamente en el portón de acceso al Palacio de Alvorada, la residencia oficial.

El lunes el mandatario había anunciado a través de voceros oficiosos que iba a despedir al ministro de Luiz Mandetta, pero luego de una jornada de intensas negociaciones éste permaneció en el cargo.

Según la encuestadora Datafolha el responsable de Salud tiene el doble de aprobación que el presidente cuando el público es consultado sobre las medidas adoptadas frente a la pandemia del coronavirus.
Mandetta respalda la cuarentena como medida para impedir la diseminación del coronavirus que el lunes mató 67 personas y avanza de manera acelerada en el país más populoso de América Latina, con 210 millones de habitantes y un sistema de salud pública que comienza a ser desbordado por la demanda de atención.
El destino de Mandetta es un barómetro sobre la situación de un gobierno en fase de aislamiento, donde el presidente ha comenzado a perder aliados con los que llegó al gobierno en enero de 2019.

Los diarios de este martes revelan las presiones para que Mandetta siga en el gobierno ejerciduas ayer por los titulares del Senado, Davi Alcolumbre y de Diputados, Rodrigo Maia, así como las señales en el mism sentido surgidas desde el Supremo Tribunal Federal.
Durante las largas horas de cabildeos Bolsonaro fue persuadido por el general Walter Souza Braga Netto, que es jefe de gabinete, para que desista de la idea de dar de baja al ministro de Salud.
Braga Netto entró en escena "en el momento justo, en el lugar apropiado y en la hora correcta" declaró el vicepresidente Hamilton Mourao, un general retirado que integra el grupo militar del gabinete cuyo poder ha crecido de manera sostenida.
Así como el lunes la Bolsa de Valores de San Pablo dejó de crecer, cuando los rumores daban por hecha la salida de Mandetta, hoy los negocios bursátiles iban viento en popa, con un alza de más del 6 por ciento al mediodía, reflejando el beneplácito del mercado ante la permanencia del ministro.

Sin embargo, el clima político en Brasilia, con rumores y trascendidos a la orden del día, indicaban que el jefe de la cartera de Salud aún no tiene garantizada por completo la estabilidad en el puesto.
Una fuente del ministerio comentó hoy al sitio Crusoe que "estamos trabajando pero todos estamos stand-by, el ministro (Mandetta) dijo que él y el presidente no se reconciliaron".

Byung-Chul Han, el alquimista

Sus ensayos breves, intensos y fulgurantes tratan acerca de complejos problemas teóricos que, sin embargo, afectan a todas las personas en tanto consumidores, trabajadores sometidos a alta presión, nómades digitales, habitantes de megalópolis, seres de todo el planeta amenazados por la angustia y la depresión. Nacido en Seúl, Corea, estudió letras y filosofía en Alemania donde actualmente reside en la ciudad de Berlín y donde se especializó en Heidegger. Byung-Chul Han, cuyos libros empezaron a publicar en Argentina editoriales como Herder y Caja Negra, es un filósofo de culto al que vale la pena comenzar a conocer.


Por Ignacio Navarro


Imagen: Isabella Gresser


La búsqueda constante de optimización. Pensamientos positivos y autosuperación personal. El cuidado del cuerpo y la salud. El horror al vacío y al aburrimiento: para Byung-Chul Han son expresiones de una época dominada por el exceso de positividad. La tesis general que guía los libros del filósofo surcoreano denuncia la saturación de lo positivo en un mundo que ya no tolera rastro alguno de negatividad. En su diagnóstico se propagan males como la depresión, los trastornos de atención y el suicidio. Patologías que se extienden como una epidemia desde comienzo de siglo y tienen como denominador común desatar una guerra al interior de cada individuo quien, fatalmente, terminará luchando contra sí mismo.

La sociedad del rendimiento y la autoexplotación voluntaria es para Han el resultado de un cambio de paradigma de dimensiones ontológicas que también se expresa en el arte, la política, el erotismo, la comunicación y se inmiscuye en cada recoveco del alma humana. A lo largo de sus libros, que son muchos y breves como estocadas, Han se aboca a analizar las diversas consecuencias engendradas por esta nueva sociedad del rendimiento y la positividad: “La sociedad disciplinaria de Foucault, hecha de prisiones, hospitales, centros penitenciarios, cuarteles y fábricas ya no es un reflejo de la sociedad contemporánea. En su lugar, ya hace mucho tiempo que ha surgido una sociedad de torres de oficina de cristal, shoppings, centros de fitness, estudios de yoga y clínicas de belleza. La sociedad del siglo XXI no es una sociedad disciplinaria, sino una sociedad de rendimiento”, advierte en Topología de la violencia, uno de sus últimos libros publicados en español
HEAVY METAL

Nacido en 1959, en Seúl, una megalópolis tecnológica de más de diez millones de habitantes, Byung-Chul Han hoy vive y escribe en la algo más tranquila Berlín, donde también dicta sus clases en la Universidad de Artes y es uno de los filósofos vivos más traducido, leído y discutido. A diferencia de otros autores, con sus intervenciones Han logró hacer trascender su obra más allá de los encorsetados círculos académicos. Por ejemplo, La Sociedad del cansancio, traducido a varios idiomas, agotó numerosas ediciones y se transformó de inmediato en un best-seller filosófico.

La carrera de Han es meteórica y brillante si además se tiene en cuenta que durante buena parte de su juventud se dedicó a estudiar metalurgia en la Universidad de Seúl. Abandonó después de provocar accidentalmente una explosión que casi lo mata -o por lo menos lo deja ciego- durante un experimento casero con sustancias químicas. Han era un nerd que se la pasaba investigando con materiales y en alguna entrevista (de las poquísimas que concedió)- reconoce que la tarea del filósofo y la del alquimista guardan estrechos y explosivos vínculos. Luego del accidente, a los 26 años y sin saber el idioma, llegó a Alemania con el pretexto de continuar sus estudios en metalurgia, siguiendo el mandato familiar. Pero sus planes en verdad eran otros: mintió a sus padres y se puso a estudiar Literatura Alemana y Teología en la Universidad de Munich. Su ritmo de lectura, algo ralentado, lo obligó a pasarse a Filosofía en la Universidad de Friburgo, donde, en 1994, finalmente se doctoró con una tesis sobre Martin Heidegger, junto a Nietzsche uno de los autores centrales en los desarrollos de Han, que en sólo nueve años adoptó un idioma hasta entonces desconocido y comenzó una prolífica carrera en pleno desarrollo.

“El lamento del individuo depresivo, Nada es posible, solamente puede manifestarse dentro de una sociedad que cree que Nada es imposible.” Han observa cómo mientras se enaltecen la hiperactividad, la aceleración, el rendimiento, la exposición y el no límite de la productividad, también crecen, a ritmo constante, el cansancio de la información, la fatiga de la atención, el burn out laboral, los trastornos de la personalidad y la depresión generalizada. En Topología de la violencia, traza una genealogía física que culmina, en la actualidad, con una descripción de los males provocados por la interiorización de la violencia bajo la sociedad de rendimiento: “La decapitación en la sociedad de la soberanía, la deformación en la sociedad disciplinaria y la depresión en la sociedad del rendimiento son estadios de la transformación topológica de la violencia. La violencia sufre una interiorización, se hace más psíquica y, con ello, se invisibiliza. Se desmarca cada vez más de la negatividad del otro o del enemigo y se dirige a uno mismo”. Para Han, la sociedad disciplinaria descripta por Michel Foucault, donde todavía rige el no, ya no da cuenta del estado actual de cosas: “Su negatividad genera locos y criminales. La sociedad de rendimiento, por el contrario, produce depresivos y fracasados”.

En La sociedad de cansancio describe cómo la fatiga infinita que acosa al hombre contemporáneo se origina cuando cada sujeto, bajo la apariencia de la libertad, de manera voluntaria, emprende un intensivo proceso de autoexplotación. Detrás del “Impossible is nothing”, del “¡Sí, se puede!” global, una maquinaria invisible diseñada como libertad empuja a cada individuo hacia la autoexplotación. Para Han, la consolidación del neoliberalismo reside en que el exceso de positividad, manifestado como un uso desinhibido de la libertad, ofrece infinitos incrementos en la tasa de rendimiento. El capital, expandido “psicopolíticamente” en la mente de cada individuo, sería ampliamente más poderoso y rendidor que cualquier forma de coacción externa, disciplinaria.

Así, arrojado de manera carcelaria a su propia y obligada libertad, el sujeto de rendimiento contemporáneo implosiona ante una carrera absurda por la mejora, el consumo y la atención sobre sí. La libertad tan anhelada, se transforma en un nuevo esclavismo bajo la sociedad neoliberal, que la convierte en su principal insumo. La sociedad de rendimiento prescinde de cualquier tipo de negativa coerción externa: los sujetos de rendimiento se abalanzan gustosos y convencidos hacia su propia autoexplotación: “La positividad del poder es mucho más eficiente que la negatividad del deber”, advierte.

Atrapado en su rueda de hamster narcisista, donde gira cada vez más rápido sin saber bien hacia dónde ni por qué, el sujeto de rendimiento, un Yo hipertrofiado, sufre la violencia de la positividad que se expresa en aquellas enfermedades, cada vez más frecuentes, que provienen del propio sujeto. Al respecto, Han advierte que un severo “trastorno en la estructura de la gratificación”, asociado a la ausencia de un “otro”, obliga a producir cada vez más. Se trabaja “en lo abierto”, sin formas conclusivas que detengan la curva de optimización que devora el corazón de los autoexplotados. Como resultado, el Yo se hunde en una repetición narcisista y nunca se encuentra satisfecho: “En esta sociedad de obligación, cada cual lleva consigo su campo de trabajo forzado. Y lo particular de este último consiste en que allí se es prisionero y celador, víctima y verdugo a la vez”.

“Para incrementar la productividad, no se superan resistencia corporales, sino que se optimizan procesos psíquicos y mentales. El disciplinamiento corporal cede ante la optimización mental.” Las cada vez más difundidas técnicas de mejora neuronal (“neuroenhancement”) encubren la existencia de una verdadera “sociedad del dopaje” en la cual el ser humano es constantemente provocado a la optimización. Su contrapartida: la sociedad del cansancio y la depresión.
EL PODER AMABLE

En La sociedad de la transparencia, Byung-Chul Han toma la fórmula de Jean Baudrillard y señala “el infierno de lo igual” para denunciar una época dominada por un pornográfico estado de exhibición permanente bajo los dictados de la visibilidad. Para Han nos encontramos bajo el “dataísmo”, una “segunda ilustración” apuntalada en la técnica cuya nueva deidad es el Big Data, que, al positivizar en forma de datos cualquier comportamiento humano,”anuncia el fin de la persona y la voluntad libre” y vislumbra la ambición totalizante y despótica de la sociedad de la transparencia. Para Han, el Big Data es la reencarnación positiva del Big Brother orwelliano: la sociedad de la transparencia obliga a hacer cada vez más visible cada región de lo existente. Su objetivo es transformar en información cada elemento existente al punto que el pensamiento comienza a confundirse peligrosamente con el cálculo.

La transparencia es para Han un “dispositivo neoliberal” que de forma violenta “vuelve todo hacia el exterior para convertirlo en información”. La enajenante y agresiva búsqueda de aceleración ilimitada de los procesos de intercambio subyuga todo lo existente bajo un lenguaje funcional que no resiste ningún tipo de opacidad, ambigüedad o fisura. “La sociedad de la transparencia es un infierno de lo igual”, sentencia. Bajo el imperio de la transparencia, exposición es sinónimo de explotación: “El capitalismo agudiza el proceso pornográfico de la sociedad en cuanto lo expone todo como mercancía y lo entrega a la hipervisibilidad”.

“La libertad y la comunicación ilimitadas se convierten en control y vigilancia totales. Cuando apenas acabamos de liberarnos del panóptico disciplinario, nos adentramos en uno nuevo aún más eficiente”. El panóptico digital “no nos impone ningún silencio. Al contrario: nos exige compartir, participar, comunicar nuestras opiniones, necesidades, deseos y preferencias; esto es, contar nuestra vida. Este poder amable es más poderoso que el poder represivo. Escapa a toda visibilidad”. Para Han, en redes como Facebook o Twitter, “la exhibición pornográfica y el control panóptico se compenetran”.

Bajo el totalitarismo digital y la dictadura de lo idéntico, “la trascendencia de lo absolutamente otro queda sustituida por la transparencia de lo mismo”. Las redes asumen la forma de un torbellino de egos que, gracias a su hipercomunicación, se vigilan mutuamente.

Como el turista, que no deja de profanar cada rincón del mundo volviéndolo accesible, la hiperconectividad genera un intolerable torrente de imágenes y posibilidades que se amontonan tras la retina de los sujetos de rendimiento y empujan su ojo hasta retorcerlo sobre sí mismo. “Con el crecimiento de la transparencia crece también lo oscuro”, advierte Han.
LENTITUD Y EROTISMO

En El aroma del tiempo, analiza las consecuencias de una temporalidad absolutamente capturada por el exceso de positividad bajo la lógica del rendimiento: “Cuando el intervalo espacio-temporal solo está ligado a la negatividad de la pérdida y el retraso, todos los esfuerzos se concentran en hacer que desaparezca”. El desasosiego posmoderno, expresado en la constante búsqueda de eliminación de los tiempos muertos y la imposibilidad de cualquier demora contemplativa, representan para Han la muerte de la narración y un creciente empobrecimiento semántico y ontológico del mundo. “La multitud de posibilidades y alternativas hace que uno no tenga la obligación ni la necesidad de demorarse en un lugar. Demorarse largo y tendido solo provocaría aburrimiento”.

Para Han lo que actualmente se percibe como una aceleración del tiempo, en verdad está vinculado a una incapacidad para acabar y concluir. “Solo las formas temporales del final generan, contra la terrible infinitud, una duración, un tiempo pleno, lleno de significado”. La continua discontinuidad del tiempo, la imposibilidad de “concluir con sentido”, provoca un insomnio mortificador en donde el presente se reduce a “picos de actualidad”. De ahí provienen el ajetreo y nerviosismo actual: un zapping vital en donde no es posible llegar hasta final de ninguna posibilidad. Han detecta que esa supuesta aceleración de los tiempos contemporáneos, en realidad, se trata de una “inquietud nerviosa que da tumbos de una posibilidad en otra”. Recuerda que, en otros tiempos, Dios se ocupaba de darle una “gravitación” al tiempo, como un estabilizador. Ahora, “el tiempo se precipita como una avalancha porque ya no cuenta con ningún sostén en su interior”.

En el tiempo de la sociedad de rendimiento, cosido por puntos, atomizado, el intervalo entre cada evento se presenta como una duración vacía, un entretiempo que debe ser neutralizado constantemente con novedades y radicalismos. Hecho de presentes como puntos intermitentes, para Han, el tiempo del capital, sin narración ni tensión dialéctica, pierde su aroma: “El tiempo se precipita, se agolpa para equilibrar una falta de Ser esencial, aunque no lo consigue, porque la aceleración por sí misma no proporciona ningún sostén. Solo hace que la falta de Ser resulte incluso más penetrante”.

En La agonía de Eros, analiza como el erotismo, que descansa en la ambigüedad, el secreto y presupone la negatividad del misterio, queda abolido por el ascenso de la hipernitidez de la pornografía y sus sucedáneos. El exceso de oferta de otros bajo el infierno de lo igual, conduce a una crisis del amor, una erosión de la alteridad del otro y a una desaparición de la experiencia erótica. Para el narcisista sujeto de rendimiento contemporáneo, “todo es aplanado para convertirse en objeto de consumo” y el mundo sólo se presenta como una proyección de sí mismo. “No es capaz de conocer al otro en su alteridad y de reconocerlo con esta alteridad”. “Deambula por todas partes como una sombra de sí mismo, hasta que se ahoga en sí mismo”.

El amor se positiviza como sexualidad y cae bajo la lógica del rendimiento: “la sensualidad es un capital que hay que aumentar”. Para Han, sin negatividad, en la sociedad de rendimiento, donde todo es posible, donde todo es iniciativa y proyecto, no hay acceso al amor como herida, pasión y desgarro: “La ausencia total de negatividad hace que el amor hoy se atrofie como un objeto de consumo y de cálculo hedonista. El deseo del otro es suplantado por el confort de lo igual. Se busca la placentera, y en definitiva cómoda, inmanencia de lo igual”.
LAS MULTITUDES DIGITALES

Para Han, las clases y la lucha de clases son categorías históricamente superadas. En su lugar asciende lentamente la figura del panóptico digital, un enorme enjambre de individuos hipercomunicados pero aislados, “una multitud sin interioridad”. Frente a proposiciones más combativas, sostiene: “Cuando la víctima y el verdugo coinciden ya no es posible resistencia alguna”. “Quien fracasa en la sociedad neoliberal del rendimiento se hace a sí mismo responsable y se avergüenza, en lugar de poner en duda a la sociedad o al sistema. En el régimen neoliberal de la autoexplotación uno dirige la agresión hacia sí mismo. Esta autoagresividad no convierte al explotado en revolucionario, sino en depresivo”.

Como salida a la encrucijada narcisista de la psicopolitica neoliberal y la sociedad de rendimiento, Han propone rehabilitar la vida contemplativa como remedio frente a la compulsión al trabajo y la optimización. La contemplación, la demora y el Eros, con su efecto vinculante con un otro, se ofrecen como mecanismos de desinteriorización del Yo, que aislado en sí mismo, saturado, se ahoga. En el prólogo a La sociedad de cansancio, distingue la fatiga infinita del sujeto de rendimiento de aquel cansancio curativo que cierra las heridas: “Tal cansancio no resulta de un rearme desenfrenado, sino de un amable desarme del Yo”.

En Shanzhai, El arte de la falsificación y la deconstrucción en China, enseña como en el arte chino no existe la idea de original del mismo modo que en occidente: “El pensamiento chino no se caracteriza por concebir la creación a partir de un principio absoluto, sino por el proceso continuo sin comienzo ni final, sin nacimiento ni muerte”. No hay realidades inmutables, sino constelaciones en plena transformación. Frente a la verdad, el Ser inmutable, Han contrapone la “des-creación” del pensamiento chino: un proceso “poliforme y heterogéneo”, cambiante, des-subjetivado y ajeno a la “acción héroica del yo” que domina el pensamiento occidental.

En Filosofía del budismo Zen, confronta sus puntos de vista filosóficos esenciales con los fundamentos de autores como Heidegger, Nietzsche y Platón. Ajeno a cualquier estructura narcisista, subjetividad interior o voluntad individual, en el budismo, todas esas condiciones más que carencias representan una fortaleza: el vacío es un medio de amistad entre todas las cosas, la posibilidad de restituir una “afabilidad arcaica”. Para el budismo Zen, cualquier ser constituye un centro, “nada se retira a un aislado ser para sí”. “Libre de la coacción de la identidad”, para Han, el vacío o la nada budista es una “afirmación suprema del Ser”. Un “recogimiento sin interioridad” que, en virtud de su vacío, puede albergarlo todo.

Breves, claros, contundentes, los ensayos de Byung-Chul Han parecen mensajes lanzados por un náufrago que ha visto algo terrible más allá del horizonte. Reclama con vehemencia la que para él es la principal misión de la contemporaneidad: rehabilitar la capacidad de incorporar la negatividad como instancia constructora de un otro a través de la restitución de la “vida contemplativa”. En Humano, demasiado humano, Nietzsche ya había advertido: “Por falta de sosiego, nuestra civilización desemboca en una nueva barbarie”.




El mundo ante una crisis de empleo sin precedentes

Desde su sede en Ginebra las "Naciones Unidas del Trabajo" estimaron que el 81% de la fuerza laboral planetaria bajo alto riesgo por el Covid-19



Bajo el yugo del Covid-19 el cierre total o parcial de empresas afecta por estas horas a casi 2.700 millones de trabajadores en todo el mundo, según informó la Organización Internacional del Trabajo ( OIT). Desde su sede en Ginebra reseñaron un análisis sobre datos de las últimas horas y exaltando que ese número: “constituye el 81% de la fuerza laboral del planeta”.

El comercio minorista, los servicios de alojamiento y alimentación entre otros rubros, aparecen en la línea de altísimo riesgo de corrosión, según la OIT como también que la presencia y acción del Estado para mitigar la catástrofe debe estar fuera de discusión.

En efecto, con las recientes estimaciones globales por la pandemia la OIT también aprecia que las horas de trabajo disminuirán en un 6,7% en el segundo trimestre, lo que equivale a 195 millones de trabajadores a tiempo completo. “La cuenta final de la pérdida anual de empleos en 2020 dependerá de manera crítica por la evolución de la pandemia y de las medidas tomadas para mitigar su impacto”, expresan en el paper al que BAE Negocios tuvo acceso.

La OIT se comprometió a continuar supervisar el impacto de la emergencia sanitaria global y a divulgar su estimación de las horas de trabajo perdidas y su equivalente a empleo. Como informó este diario el capítulo reservado para la Argentina estima la chance de que pierdan 340.000 puestos de labor. El efecto pandemia, a consideración del organismo, se potenció en los últimos días aún más en términos de intensidad y ha expandido su alcance global.

“En la situación actual, las empresas en una amplia variedad de sectores económicos enfrentan pérdidas catastróficas, que amenazan sus operaciones y solvencia, especialmente entre las compañías más pequeñas, mientras que millones de trabajadores son vulnerables a la pérdida de ingresos y despidos”, reseña el informe.



Mensuran también como “severísimo” el impacto en las actividades generadoras de ingresos para los trabajadores desprotegidos y los grupos más vulnerables de la economía informal. La contracción del empleo ya ha comenzado a gran escala, casi sin precedentes en muchos países, apuntaron en el relevamiento que pormeriza el impacto en los distintos continentes.

A criterio de la OIT frente a la falta de otros datos para estimaciones fehacientes, los cambios en las horas de trabajo, que reflejan tanto los despidos como otras reducciones temporales en el tiempo laboral, dan una mejor idea de la terrible realidad de la situación actual del mercado.

Con este enfoque, a partir del 1 del corriente, estiman que las horas de trabajo disminuirán en un 6,7% en el segundo trimestre de 2020, lo que equivale a 195 millones de trabajadores a tiempo completo. La mayoría de las pérdidas de empleo y la disminución de las horas de labor ocurrirán en los rubros más afectados. La OIT estima que 1.250 millones de trabajadores, casi el 38% de la fuerza laboral mundial, están empleados en sectores que enfrentan una severa disminución en la producción y alto riesgo de desplazamiento de la fuerza laboral: en alerta roja se aprecia al comercio minorista, servicios de alojamiento y alimentación entre otros.

Va de suyo que en los países de bajos y medianos ingresos, los sectores más afectados tienen una alta proporción de trabajadores en empleos informales y con acceso limitado a servicios de salud y protección social. “Sin las medidas políticas adecuadas, los trabajadores enfrentan un alto riesgo de caer en la pobreza y experimentarán mayores desafíos para recuperar sus medios de vida”, cuando la pandemia brinde un respiro a la humanidad.

La llamada de atención de la OIT recordó que quienes continúan trabajando en espacios públicos, en particular los trabajadores de la salud, están expuestos a importantes riesgos económicos e integridad física y psíquica.

En el sector de la salud las mujeres sufren los peores efectos de manera desproporcionada. De hecho, no importa en qué parte del mundo o en qué sector, la crisis está teniendo un impacto dramático en la fuerza laboral del mundo. Las respuestas de política deben centrarse en proporcionar ayuda inmediata a los trabajadores y las empresas a fin de proteger los medios de vida y las empresas económicamente viables, particularmente en los sectores más afectados y los países en desarrollo, asegurando así las condiciones para una pronta recuperación, rica en empleo, una vez que la pandemia esté bajo controlar.

"Se deben utilizar recursos públicos en dicha cruzada", ponderó la Organización del Trabajo.

Cómo la extrema derecha se apoderó de 4chan

Juan Ruocco


El sitio 4chan no es solo un foro: es un submundo, una fábrica de memes, un manual de explicaciones sencillas y conspirativas sobre la situación actual del mundo. Difusor de racismo y odio, bajo la forma de la «ironía», es un festejo constante de lo «políticamente incorrecto», un lugar donde se puede conseguir la red pill que permite ver la realidad que las elites ocultan.



¿Qué es 4chan?

4chan es un imageboard (tablón de imágenes) de internet, un tipo de foro donde los usuarios pueden postear una foto con un comentario y con eso se crea un thread o hilo. Los posts están ordenados por canales y por línea de tiempo. Los más exitosos (los que generan más comentarios e interacciones) permanecen más tiempo en la frontpage (portada) y los que no generan interacciones, se borran. Luego de un tiempo, los más comentados se archivan. 4chan se divide en canales y los hay de todo tipo: /b/ está dedicado al random (una mezcla de cosas aleatoria y, a la vez, bizarra), aunque hoy en día está cooptado por la pornografía. También hay otros canales más tranquilos como /tv/, dedicado a series y películas, o /vg/, dedicado a videojuegos. Pero el más reconocido e infame es /pol/, el canal dedicado a la «incorrección política».

Durante algún tiempo, /pol/ fue la casa de anonymous, desde donde se coordinaban ataques ddos (distributed denial of service, ataque de denegación de servicio) y acciones de troleo masivo a montones de sitios, como por ejemplo cuando volvieron nazi el bot tuitero de Microsoft1 o cuando lograron la elección de Adolf Hitler como la persona más inteligente de la historia2.

El sitio tuvo su momento de gloria en 2016, durante la campaña presidencial en Estados Unidos. En esa elección, y producto casi de un hecho azaroso, el sitio eligió apoyar a Donald Trump por el simple hecho de trolear. El incidente que marcó el inicio del apoyo del foro a la campaña presidencial del entonces candidato se relaciona con la lógica del sitio. Cada post tiene un número identificador, y en particular los números redondos o los que tienen la misma cifra tienen un valor especial. Justo en el post número 77777777, en extremo especial por su vinculación con la buena suerte, alguien escribió «Trump will win» (Trump va a ganar).

El video anónimo «The Year Where 4chan Won» [El año en que ganó 4chan] muestra muchas de las acciones coordinadas durante la campaña desde el board para trolear muy fuertemente a los medios de comunicación con un fin específico: recuperar un meme. Durante años Pepe, la rana triste creada por Matt Furrie, era el símbolo y el orgullo de 4chan. Pero con el tiempo se había vuelto mainstream y había caído en manos de los normies, es decir, de la gente común, ajena al foro y a sus prácticas antisociales. El foro entonces decidió recuperarlo y puso a Pepe en las situaciones más extremas y «políticamente incorrectas» posibles, como por ejemplo violando a mujeres, quemando a negros con una capucha del Ku Klux Klan y demás. Si se lograba espantar a los normies, Pepe volvería a ser exclusivo de 4chan.

El propio Trump lo usó en su campaña, lo que retroalimentó a la fanbase de 4chan e hizo estallar las alarmas del periodismo más progresista. El New York Times le dedicó una doble página especial en la que alertaba sobre lo peligroso que era el foro y sobre cómo se había convertido en un símbolo del racismo y de los supremacistas blancos3. Accedí a esta publicación en la casa de mis suegros, gracias a que el diario argentino Clarín por ese entonces publicaba una selección de los «mejores» artículos del periódico neoyorquino. Recuerdo ese momento y mi sensación de incredulidad al pensar: «¿Cómo llegó Pepe a un diario en Buenos Aires?».

Odio y frustración

Usar 4chan resulta al principio bastante confuso porque la interfaz es poco amigable. Pero hay un truco sencillo para que sea más fácil de leer: primero hay que entrar en el sitio, luego elegir el canal y seleccionar el botón «catalog». (También se puede escribir directamente en el navegador 4chan.org/pol/catalog). De esta manera, todos los comentarios quedan organizados por thread y es mucho más simple leerlos. Además, el sitio es bastante liviano y no exige demasiados recursos, por lo que cualquier conexión a internet es suficiente para navegarlo.

Lo primero que uno encuentra cuando entra en el canal /pol/ de 4chan es gente enojada. Al principio, recuerda a los viejos foros de internet, donde todo era troleo, escándalo y ruido. Pero después de pasar un tiempo uno se da cuenta de que se trata de otra cosa. Hay una especie de odio o frustración con el mundo que se manifiesta de varias formas. Esto pareciera estar relacionado con la base de usuarios del foro. Si bien la cuestión merecería un estudio sociológico, la gran mayoría de los usuarios del sitio se identifica como neet (not in education, employment or training, que no estudia ni trabaja ni recibe capacitación). Se trata de varones desempleados o con empleos de mala calidad, que viven en casa de sus padres, con poca educación y casi ningún contacto con las mujeres. Es bastante improbable que todos los foristas sean efectivamente neet, pero la etiqueta cumple una función: que todos los usuarios se asuman como «perdedores», marginales, dejados de lado por la sociedad. Esto se traduce en un sentimiento común: frustración, que luego deviene en bronca, odio y resentimiento. Frustración con el modelo de vida «occidental». En línea con el estilo de pensamiento 4chanero, la mayoría de los usuarios serían «betas», es decir, fracasados (lo contrario de «alfas»).

El usuario promedio de /pol/ cree que Occidente presenta un estado de ruina cuasi total, producto de la pérdida de los «valores clásicos» occidentales, un concepto ya de por sí bastante difícil de delinear. Las manifestaciones más claras de odio son el racismo, el supremacismo blanco y la homofobia. Muchos de los memes que circulan por el canal hacen referencia a la «inferioridad» racial de los negros, los latinos y los árabes, que se manifiesta en «niveles bajos de iq», por citar un ejemplo. Todos los usuarios defienden algún tipo de etnocentrismo y gran parte de la discusión del foro es para definir quiénes son «blancos» y quiénes no, quiénes son «Occidente» y quiénes sus enemigos raciales, culturales, políticos.

Otro denominador común es la creencia, por un lado, de que Europa está siendo invadida por la inmigración árabe y de que, por otro lado, eeuu está en un proceso de decadencia por culpa de las parejas multiétnicas, el matrimonio entre personas del mismo sexo y la educación sexual integral. La idea del «gran reemplazo»4 es que la población de toda Europa, eeuu y la Commonwealth (lo que suele llamarse «Occidente») está siendo reemplazada por inmigrantes de origen árabe, como parte de una conspiración encabezada por los organismos o instituciones internacionales (la Organización de las Naciones Unidas [onu], el Fondo Monetario Internacional [fmi] o la Unión Europea), y algunos le agregan el sionismo, para debilitar la herencia étnico-cultural de esos países y así volverlos maleables a someterse a un «nuevo orden mundial».

Otro elemento importante para entender el lenguaje de 4chan son los insultos utilizados, que nos permiten ver qué tipo de cosas consideran despectivas los usuarios y nos muestran cómo funcionan ciertos mecanismos del foro. «Nigger»es un insulto obvio. Aunque la connotación despectiva de esta palabra para la comunidad afroestadounidense es tan fuerte que está vedado su uso en público en ese país, en 4chan se utiliza cada dos renglones. También se usa «cucs», que refiere a «cuckhold», que es un tipo de parafilia en la cual el hombre goza de ver a su mujer teniendo sexo con otro hombre, y se usa como sinónimo de ser poco hombre o no tener poder de decisión. También se usa «fag», que es la abreviatura de «faggot» y es el equivalente de «nigger» pero aplicado a los varones gays. «Kike» se usa para acusar a alguien de judío y, obviamente, tiene una connotación despectiva.


El problema de la ironía

En una versión anterior de este artículo5, recibí algunas críticas de usuarios del foro que sostenían que yo no había entendido el tono «irónico» de los posts del sitio por ser un «newfag» (un novato que no entiende los códigos). Mientras que sobre lo segundo mucho no puedo decir, sobre lo primero hay algo importante que mencionar. En este sentido, el problema a la hora de analizar el fenómeno 4chan es que si efectivamente el foro impulsó la candidatura de Trump como parte de un gesto irónico, cualquier atribución de lógica y racionalidad carece de sentido. Y puede ser que este gesto haya sido una pura ironía, tal cual lo resume el lema «For the lulz» (por las carcajadas) adoptado por los usuarios del sitio durante las elecciones presidenciales de 2016.

Pero después de la llegada de Trump al poder, la «narrativa irónica» mutó en otra cosa. Esto se puede ver en la marcha de Charlottesville del 11 de agosto de 2017, cuando cientos de jóvenes marcharon de noche, con antorchas encendidas, al grito de «No seremos reemplazados». O en el caso de Brenton Tarrant, quien mató a 50 personas en el ataque a dos mezquitas de Nueva Zelanda y dejó un manifiesto en 8chan (sitio similar a 4chan pero un poco más marginal y violento), transmitió la masacre por Facebook y afirmó que «los memes hicieron más por el movimiento etnonacionalista que todos los manifiestos».

Estos casos de violencia terrorista, así como la aparición de partidos políticos de derecha extrema estilo vox en España o Alternativa para Alemania (afd), que sostienen exactamente el mismo discurso del «reemplazo», echan por tierra la idea de que todo el contenido que circula en /pol/ sea meramente irónico. De hecho, estas formaciones no solo compraron la narrativa 4chanera del «gran reemplazo», sino también la de la guerra contra la «izquierda cultural».

A esto se suma la narrativa del odio. Se trata de una visión reaccionaria del mundo, en la cual la derecha se ve a sí misma en inferioridad de condiciones frente a la «izquierdización de las elites», y que sumada a la teoría conspirativa del «gran reemplazo» da por resultado el combo ideológico de la extrema derecha actual: anticomunismo, antiestablishment y racismo. Para esta visión del mundo, el fmi es socialista, la ue es socialista, la onu es un reducto comunista y Washington, al estar infiltrado por Israel, también está bajo la órbita del sionismo internacional que, en este caso, es indistinguible del comunismo/socialismo.

Es una narrativa que cumple una simple función: ordenar los hechos del mundo de tal forma que sean consistentes entre sí y «cuenten una historia». La historia que cuenta la narrativa del odio es, precisamente, la de las elites internacionales que conspiran contra «Occidente» para introducir poblaciones foráneas, volverlas más «domesticables» y cambiar la forma de gobierno. La única manera de enfrentarse a este esquema de cosas es sostener una política totalmente opuesta a esos valores: nacionalismo, identidad étnica unificada, expulsión de los inmigrantes, aniquilación de la izquierda. En definitiva, es una visión que polariza contra la globalización, su ideología y la forma que le dio al mundo. Para los creyentes de la narrativa del odio, es necesario reaccionar con fuerza contra el estado actual de cosas. Si bien en /pol/ hay solo una minoría de usuarios que eligen pasar a la acción, cuando lo hacen, todo el foro festeja.

Red pills

La idea de que el neoliberalismo tiene un fuerte componente de izquierda cultural es deudora del filósofo neorreaccionario Mencius Moldbug (su nombre real es Curtis Yarvin), quien elaboró su hipótesis de «La Catedral». Con este nombre denomina al complejo intelectual estadounidense, cuya figura fundamental sería Noam Chomsky, conformado por la academia, el periodismo y Hollywood. Según Moldbug, la ideología liberal de izquierda copó estos ámbitos, consolidó su hegemonía y se replica a sí misma como un credo laico, mediante un fuerte control sobre qué se puede decir, leer y hacer. El principal espacio que se encargó de cooptar fueron las universidades, que son la fuente de conocimiento de las cuales se nutre la opinión pública. Así se garantiza que los medios suscriban el mismo credo, dado que las universidades gozan de un increíble nivel de autoridad dentro de las sociedades laicas, y luego el star system suscribe a esta ideología para no parecer burda o sin educación. Según la visión de Moldbug, «La Catedral» define el actual paradigma global de pensamiento pese a que lo niegue sistemáticamente, pues no puede asumirse como parte del núcleo del poder, sino siempre en contra de este por su raíz «izquierdista». Moldbug presenta esta idea en el primer capítulo de su libro A Gentle Introduction To Unqualified Reservations [Una suave introducción a Unqualified Reservations]6 y lo hace con un nombre que también calaría profundo en la cultura de los foros de 4chan: red pills. Las red pills, «pastillas rojas», son un dispositivo ideológico cuyo origen podemos rastrear hasta la película Matrix (1999): allí Morfeo ofrece a Neo, el protagonista, una pastilla que «lo haría ver la realidad». La pastilla roja es difícil de tragar, pero una vez que la tomamos nos muestra la realidad tal como es.

4chan, y por contagio internet, se convirtieron en terreno fértil para las explicaciones de Moldbug. La ventaja de 4chan y otros foros del estilo es que la propagación de cualquier contenido no está regulada y los moderadores están casi ausentes, por lo cual se puede hablar de cualquier cosa sin esperar una reacción negativa de los otros usuarios o incluso de la propia empresa. Por eso, estas discusiones no se pueden dar en plataformas como Facebook o Twitter. Ambas empresas actúan, para ponerlo en términos de Moldbug, con la lógica de «La Catedral», algo que se puede ver en las actualizaciones de los términos y condiciones de cada una de ellas, que suelen censurar contenidos que inciten a crímenes de odio y demás acciones similares.

Las red pills son claves para entender 4chan y la idea de que el comunismo/sionismo –sí, el comunismo– está a cargo del mundo. En el contexto de 4chan, las red pills son argumentos para revelar una verdad que estaba oculta. Algo así como la salida de la caverna platónica. Es muy común encontrar toneladas de posteos que dicen: «Hey guys, red pill me on x» (Muchachos, dénme una red pill sobre x).

La mayoría de las respuestas a estos tópicos son una forma de introducir argumentos extremos sobre algún tema como, por ejemplo, la negación del Holocausto. Las red pills son fundamentales para el canal porque sirven, en general, para romper algún tabú de la «corrección política». En general, todas las red pills son argumentos xenófobos o antisemitas que intentan justificarse con datos «científicos»: la inferioridad cognitiva de los negros; o bien, cómo los judíos manejan los medios de comunicación y la economía; o cómo la ideología de género está destruyendo los «valores occidentales».

Estos tópicos no son para nada menores y forman parte de las creencias fundamentales de los usuarios de /pol/. Por ejemplo, hay un documental que cada tanto postean que explica la supuesta conexión de la familia Rothschild con la Revolución Rusa y cómo el comunismo es, desde su origen, una ideología para controlar a los ciudadanos, robarles el dinero y la libertad. Las red pills son parte fundamental de la narrativa del odio porque son claves en explicar cómo el mundo llegó a tener la forma actual, y esto valida a su vez las teorías conspirativas que la sostienen. Así, se crea una narrativa sólida que tiene la función principal de darle sentido al mundo y mostrar una salida. La salida, está claro, es por derecha.

Con estos conceptos, 4chan va creando un sentido común, que se extiende a lo largo y ancho de internet, según el cual ser comunista es sinónimo de ser feminista, estar a favor del aborto o de la igualdad de género. En definitiva, es una reacción conservadora frente a un mundo complejo y cambiante. Lo simpático es que se trata de una reacción conservadora encabezada por gente joven. Claro que es una forma que los usuarios tienen para lidiar con un mundo que vive una transición hacia la posmodernidad, de la mano de un turbocapitalismo que angustia a los ciudadanos como mecanismo de control. Ahora bien, esto no se quedó en el foro, sino que mutó en una narrativa con un alto poder de contagio gracias al arma letal de 4chan: los memes.

Todo el poder a los memes

Un meme no es solo una imagen graciosa de internet hecha en Paint. La primera vez que me crucé con la definición de «meme» fue en un texto del filósofo analítico Daniel Dennett quien, a su vez, cita al biólogo Richard Dawkins7. Según la interpretación de Dennett, los memes pueden ser ideas, objetos o eventos con alta capacidad de autorreplicarse y soportar la presión selectiva del entorno cultural. Esto quiere decir que cada meme «lucha» contra los otros memes para captar la atención de los agentes y luego replicarse. La rueda, por ejemplo, es un invento y a la vez un propio transmisor de la idea de rueda. Cada rueda es un objeto con cierta utilidad a la vez que un vector de su propio meme. Y los memes compiten entre sí, en la cultura, para replicarse y garantizar su existencia a lo largo del tiempo. Pueden ser un video, una frase, una foto. Esta idea de meme, si bien fue bastante denostada para explicar todos los fenómenos culturales por deshacerse de la idea de agencia, funciona muy bien para explicar el funcionamiento de la cultura digital. Los memes de internet y las narrativas digitales pueden ser analizados desde este punto de vista y es posible obtener así algún criterio para valorarlos.

La ventaja que tienen los usuarios de 4chan o alguien machista, xenófobo y antisemita es que no tienen ningún tabú o consideración moral a la hora de «hacer un chiste». Por ejemplo, el video de internet que usa «I Need a Hero» [Necesito un héroe], la canción de Bonnie Tyler, y le cambia la letra por un «I Need a Pinochet» [necesito un Pinochet]8. Esto es horrible, pero a veces puede ser muy, muy, muy gracioso. Y eso no es nada, después tenemos chistes súper crueles sobre negros, judíos y demás. Todos con un poder de contagio enorme, porque trabajan sobre aquello que «no puede ser dicho» o que será censurado en otras plataformas o en medios masivos.

4chan es como una fábrica de memes de internet, desde los clásicos Pedobear (un oso que acosaba a menores) hasta los más nuevos como «the chad vs the virgin» (una serie que compara cómo se comportan los «alfas» y los «betas»)9 o el de «ok boomer» (para señalar el bache generacional entre millennials y boomersy su uso del lenguaje de internet). El poder replicante que tienen los memes para esparcir una idea es incalculable y por eso son los vectores de la nueva narrativa de la derecha, porque logran condensar mucha información en muy poco espacio. De esta forma, aquel que sintió interés por el meme puede reconstruir después el camino hacia él y de esa forma llegar a conocer toda su doctrina. El meme funciona como un índice.

El éxito de la narrativa del odio es en parte producto de esta capacidad de propagación, ya que da una explicación fácil del mundo que no cuestiona las bases de la injusticia sino que trabaja sobre el sentido común. Incluso los atentados de terroristas blancos que suscriben a esta ideología funcionan como un meme, y de ahí el hecho de que los ataques sigan sucediendo.

«Alt-right» se dice de muchas maneras

4chan no tiene un pensamiento monolítico, ni unificado, muchos menos un programa sistemático. Hay desde socialistas, liberales, sionistas, nazis, neo-paganos, ecofascistas y aceleracionistas hasta luditas y demás. Pero el factor unificador, al menos entre los de derecha, es una narrativa común sobre el mundo: la sociedad actual está en decadencia, producto del marxismo cultural que promueve la «mezcla» de etnias, lo cual produce un «genocidio blanco». Casi cualquier usuario redpilleado de /pol/ cree en la narrativa del odio o en alguna de sus variantes. Pero, y esta es una hipótesis personal, 4chan funciona como un catalizador o un lugar donde converge gente enojada con el orden mundial pero que encontró una salida por derecha. El mundo actual es un lugar muy frustrante: todo parece ir lentamente hacia una debacle, las condiciones laborales son las peores en décadas, los partidos políticos parecen cada vez más disociados de sus votantes, la democracia falla en solucionar problemas cuasi crónicos, etc. La narrativa del odio provee una respuesta sencilla, fácil de entender y de replicar, que explica el mundo.

Durante la campaña presidencial de 2016, los medios norteamericanos se cansaron de usar la expresión «Alt-Right», una abreviatura de «Alternative Right» [derecha alternativa] para hablar de grupos de derecha extrema, cuando no directamente nazis. Los presentaron como un movimiento de racistas, supremacistas blancos, pro-Trump y congregados en Reddit, 4chan y sitios afines.

La Alt-Right no existe como bloque homogéneo. La figura de Trump incluso es un foco de discusión y división dentro del foro. Muchos creían que iba a ser el presidente antiestablishment que revirtiera el estado de cosas y detuviera el «genocidio blanco». Todo esto se fue al tacho cuando Trump mostró ser uno de los presidentes más pro-Israel de la historia de eeuu. Muchos se decepcionaron. Otros creen que la culpa del estado actual de cosas no es de los dirigentes sino del capitalismo, y por eso es necesario destruirlo. Otros son anticivilización y creen que hay que volver a un esquema de sociedad tribal. Otros creen que el problema es la democracia, y así hay algunas variantes que conjugan su oposición al neoliberalismo progresista. Otros consideran que un Israel gobernado por la extrema derecha es un aliado contra el islam y en la defensa de Occidente.

Una pata latinoamericana: Argentina

Es común ver participar a argentinos en /pol/, ya que la bandera y los tópicos de los que hablan los delatan. Por ejemplo, es muy gracioso ver cómo en los threadsfascistas los extranjeros incluyen a Juan D. Perón como un símbolo importante de esa corriente e instantáneamente los usuarios argentinos intentan explicar que no, que Perón, «aunque sí era fascista», «destruyó Argentina» (todo eso en inglés, ya que no hay otro idioma permitido en 4chan). Cosas simpáticas del contorsionismo ideológico. Pero más allá de eso, en Argentina existen algunos foros parecidos a 4chan, sobre todo Voxed.net, que está organizado de forma similar, aunque la interfaz es diferente. En Voxed es común ver posteos sobre políticas y discusiones acerca del kirchnerismo y de figuras de la derecha local en sus diversas versiones (más liberales o más nazis), como Juan José Gómez Centurión, José Luis Espert, Alejandro Biondini y demás. Aunque la política no parece ser intrínseca al foro, sí todo el idioma de internet, y los memes 4chaneros, obviamente, son replicados como si se tratase de una sucursal local.

No obstante, es difícil que solo alcance con eso para que se instale la narrativa del odio en un país como Argentina. Las diferencias culturales son significativas: en Argentina, «La Catedral» no es hegemónica, y políticas que en Europa son comunes hace varios años (aborto, género, etc.) recién empiezan a aparecer en la agenda pública con un alcance nacional. Pero quizás por esto, precisamente, el aborto, el feminismo y la identidad de género son los temas que más dominan la conversación en Voxed, en general de formas completamente despectivas y machistas. Y si bien en Argentina no existe casi inmigración musulmana, la teoría del reemplazo puede adaptarse a la estructura local si se sustituye «árabe» por «pobre». Creer que la pobreza es promocionada por los políticos para mantener a la población adormecida a cambio de votos es una idea que circula en el sentido común argentino hace varios años y puede ser adaptada para acomodarse a esa narrativa. De todas formas, hoy los temas que polarizan el foro son el feminismo, la legalización del aborto y todas las ramificaciones de ese debate.

Conclusiones

4chan logró propagar una narrativa acerca de cómo funciona el mundo y por qué se encamina al desastre y ella permite ordenar ese mundo, los hechos, las cosas. Sin ella, es mucho más difícil navegar por las turbulentas aguas de la realidad, de ahí su importancia y relevancia. /pol/ es un manual de explicaciones sencillas sobre la situación actual del mundo, que genera a menudo un profundo sentido de angustia, falta o desesperación.

4chan encontró una respuesta a ese sentimiento y lo vehiculiza mediante piezas gráficas y argumentos con alto poder de réplica. Además, al sostener que la izquierda ganó la batalla cultural, la derecha tiene un atractivo extra: ahora es antiestablishment; algo que, en líneas generales, era un rol clásico de la izquierda. Mediante este dispositivo, 4chan creó un marco conceptual en el que la derecha funciona como alternativa al orden mundial. En este mismo sentido, la existencia de un candidato como Bernie Sanders en la interna demócrata por la Presidencia de eeuu es muy relevante, pues polariza casi en espejo con la narrativa del odio. Sanders y sus seguidores también sostienen que el establishment llevó al mundo a la decadencia y por eso es necesario cambiar las cosas por completo, más allá de que esto después se pueda hacer o no. Esto marca una diferencia sustancial con los candidatos similares a Hillary Clinton, que sostenían que todo estaba bien y que no hacían falta grandes cambios. Sanders es una respuesta a la polarización post-Trump.

Pareciera que el futuro de la política está en cuestionar el statu quo.

El envejecimiento de la población lleva a España a tener la mayor tasa de muertos por el virus

El envejecimiento de la población y el fuerte impacto en las residencias son las principales causas de la incidencia mortal del coronavirus, según los expertos Dos trabajadores trasladan un féretro en el cementerio de La Almudena, en Madrid, el pasado marzo.

España empezó este lunes la cuarta semana de aislamiento como el país que más muertes ha sufrido por el coronavirus en relación con su población. Con 13.055 fallecidos, 28 por cada 100.000 habitantes, ya ha superado a Italia y se afana en buscar en los buenos indicadores que empieza a ofrecer el sistema un asidero para salir de la peor crisis sanitaria del último siglo, como la calificó el ministro del ramo, Salvador Illa.


La tendencia observada hace una semana en urgencias, con una caída de los pacientes que acudían a estos servicios, se ha consolidado. A esta buena noticia le ha seguido un descenso de los ingresos, lo que, a su vez, ha aligerado algo la presión sobre las unidades de cuidados intensivos (UCI). Los 637 nuevos fallecidos del recuento del Ministerio de Sanidad son la cifra diaria más baja desde el 24 de marzo, aunque el hecho de que el dato fuera de un lunes obliga a tomar la cifra con cautela por la infranotificación observada en otros fines de semana (Sanidad ofreció el lunes la información que le remitieron las comunidades la noche del domingo).

El “envejecimiento de la población”, con una alta proporción de patologías crónicas, y el impacto del virus en las residencias, son algunas de las razones que pueden explicar las altas cifras de fallecidos en España con respecto a otros países, asegura Pere Godoy, presidente de la Sociedad Española de Epidemiología: “También influye cómo se determina la causa de la muerte, si por el virus o por las enfermedades de base que sufría el paciente, lo cual no se está haciendo de forma homogénea en todos los países y esto resta valor las comparaciones”, añade.

A las razones demográficas y de registro, José María Martín Moreno, catedrático de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Valencia añade otra asistencial: “Es posible que nuestra identificación temprana haya ido por detrás de países como Alemania y Corea, que apostaron por test masivos que permitieron aislar a los infectados y cortar las cadenas de transmisión” antes de que el virus llegara a los colectivos más vulnerables. A ello, añade, ha contribuido que en los últimos años “no se ha invertido lo suficiente” en la red pública.
Zonas muy pobladas

Jesús Rodríguez Baño, jefe de Enfermedades Infecciosas del hospital Virgen Macarena (Sevilla) destaca que en España e Italia se han producido niveles de transmisión comunitaria muy elevados. “Hacen falta estudios, pero probablemente también tenga que ver con la forma de relacionarnos socialmente, más cercana físicamente. Y que hayan sido Madrid y Cataluña las zonas más afectadas coincide con el norte de Italia. Son zonas densamente pobladas”, explica.

Sobre la primera respuesta a la crisis, Rodríguez Baño afirma: “Es cierto que con más test y aislamientos se podrían haber cortado las cadenas de transmisión antes de que llegaran a los colectivos más vulnerables. Pero yo quiero ser muy humilde, porque en cierta manera nos equivocamos todos en las primeras fases. Ahora es fácil verlo, pero eso nos debe servir para aprender y estudiar a fondo lo ocurrido”, añade.

Salvador Illa destacó con relación a las pruebas diagnósticas que el Gobierno ha destinado “845 millones de euros” en tres semanas en la compra de test, respiradores y mascarillas. “Hemos conseguido un suministro regular y permanente [...] para complementar las compras de las comunidades”, afirmó.

Illa, que calificó la epidemia del coronavirus como “la mayor emergencia sanitaria en 100 años”, defendió que el millón de test rápidos distribuidos por Sanidad entre las autonomías “servirán para hacer un cribado rápido” que posteriormente podrá ser complementado con las pruebas PCR, más lentas, pero más fiables. Sobre la recomendación de que toda la población use mascarillas, el ministro aseguró que se está “activando la producción nacional”, pero añadió: “Es una medida que se está estudiando, no está decidida”.

It’s the Coronomy, stupid


Rubén Weinsteiner

Estamos ante un cambio dramático de era en términos históricos. No se habla de otra cosa que del Coronavirus, no es algo que se remite a lo local, sino que ningún país escapa del monotema.

Hay un consenso amplio de que nada será igual después de esto. Zizek y Byung-Chul Han debaten acerca de si la natural solución pasa por un “comunismo moderado”, que le asegure la supervivencia a la totalidad de la población, según el esloveno, que en su juventud fue un militante perseguido por el regimen comunista de su pais, por “anticomunista”. Del otro lado el filósofo coreano sostiene el capitalismo logrará generar los cambios dentro del sistema para resolver los nuevos desafíos. Mientras tanto el debate por la renta universal cobra vida y adquiere nuevas lateralidades.

El carácter global, la horizontalidad y la velocidad de propagación le dan este fenómeno características que lo hacen novedoso y perturbadoramente disruptivo para todos. Nadie que esté vivo vivió la gripe española de 1918. Nadie tiene “experiencia” en esto. Algunos definen la inteligencia como la capacidad de enfrentar situaciones nuevas. Hace falta mucha inteligencia.

No sabemos como se originó. Es importante determinar el origen para pensar estrategias. Y como no tenemos la certeza empírica de cómo nació el corona, tenemos que poner sobre la mesa todas las hipótesis. Desde un chino comiendo un murciélago, los chinos que recompraron las acciones de empresas chinas, en manos extranjeras, a precio de liquidación, la guerra previa comercial entre EE.UU.y China, una guerra biológica iniciada por China e Irán ( los dos paises donde se inició, y donde supuestamente terminó) sacrificando gente, o iniciada por EE.UU. o algún accidente de laboratorio de armamento biológico, o un plan para reducir la población vieja que según Lagarde complica las cuentas públicas de los países. El hecho de que sea una enfermedad de las clases medias de ricos por lo menos en occidente, saca por ahora del análisis la hipótesis de eliminación de poblaciones pobres.

En todos los casos, sea un accidente químico o una acción de guerra tenemos que tener en cuenta que en el hemisferio sur, con la llegada del frió habrá una segunda ola, y en el hemisferio norte, pronostican una segunda ola para noviembre, con la  vuelta del frío.

Y en todos los casos, sea una propagación natural o una acción de guerra,  tenemos que asumir que va a volver a ocurrir. Sobre todo si es una acción de guerra, porque nunca se tira de un solo lado y nunca se tirá una vez.

Ante esta realidad, podemos pensar la cuarentena obligatoria y hasta el aislmiento social moderado como alternativas de cortísimo plazo. Ir a los refugios en una guerra es una decisión inteligente, pero cuantos días se puede quedar la gente en los refugios. Para encerrarse en la casa, primero hay que tener una casa y ahorros o ingresos que se generen aunque estemos en casa encerrados.

La cuarentena, aún con la épica que los medios le imprimieron se verificó como una práctica viable sólo en los sectores medios. Para estar en tu casa, tenés que primero disponer de una casa y un ámbito socio cultural que te facilite quedarte. Familias ensambldas de padre, madre abuelos y ochos hijos que “habitan”, en realidad duermen en casillas de 3 x 3, no pueden de ninguna manera permanecer adentro todo el día.

Son aproximadamente siete millones de argentinos que si no salen a conseguir la diaria no comen. Que no tienen adonde quedarse adentro. Familias numerosas en espacios reducidos, personas que no tienen ingresos formales, que cartonean, que venden panchos en la calle, o cubanitos, o ropa, o lavan autos, o son mozos, o taxistas. Cuanto puede aguantar un bar cerrado? Y una heladería? Un bazar?

Cuanto tiempo puede subsistir  con cero ingresos, un remisero, un/a mozo/a, una manicura, un cafetero, un vendedor de pan casero, cubanitos o un mantero, un gasista, un plomero, un pintor, un/a empleado/a de un hotel o un/a dentista.

Las potenciales consecuencias de cortar de cuajo las fuentes de ingreso de millones de trabajadores, sobre todo de los informales, pueden ser devastadoras no solo en términos económicos, sino también de paz social, violencia intradoméstica,  salud mental y física, hambre y aún de gobernabilidad.

En los conurbanos de Buenos Aires, Rosario y Córdoba entre otras ciudades, la situación es crítica en términos sociales.

 

Ya le dimos martillazos en la cabeza a la economía, quizás hay que pasar del martillo a la pinza.

El problema no se limita sólo a la demanda, es decir a que la gente tenga o no tenga dinero para consumir. Sino que la cuarentena y el parate de la economía están afectando ya a la oferta de bienes y servicios. Si tiramos plata y no hay bienes y servicios disponibles generamos una inflación descotrolada.

Si sabemos que esto va a volver a ocurrir, sea porque se gestó en un laboratorio o es una acción de guerra o ambas razones juntas. La próxima vez debe encontrarnos con una estrategia superadora de la cuarentena.

Como dijimos, tener a la gente encerrada en la casa y las fábricas y los negocios cerrados no puede ser algo que dure mucho tiempo. Es inviable. Por eso hay que prepararse y construir las plataformas y mecanismos que nos permitan operar en medio de estas crisis.  Los estados deben prepararse para este escenario desde la logística, la economía, la seguridad y defensa, salud, defensa ante ataques biológicos, ciencia, seguridad alimentaria, soberanía energética, tecnología, soberanía monetaria, sistema educativo, relaciones laborales y desde una reformulación del sistema político.

Todo esto debería dotarnos de la posibilidad de parar la futura amenaza, mitigar  y controlar el daño, potenciar la resiliencia, blindar en lo posible a la economía y avanzar en las soluciones de los problemas.

Desde ya que enfrentar este tipo de amenazas requiere de una articulación global que impone una inserción y cooperación crecientes.

También hace falta construir confianza en los gobiernos, y mantener ciertos pisos de unidad postgrietarios. Una cosa es ir a una guerra unidos y otra ir a enfrentar a un enemigo cuando B quiere que el país pierda la guerra para que a A le vaya mal en el gobierno. Tampoco sirve que A utilice la guerra “a la Galtieri”. Se trata de construir anticuerpos de densidad nacional que hagan que lo común se convierta en posterior a cualquier grieta.

Pero primero habrá que definir una estrategia para el día después. Los empresarios argentinos aprendieron a vivir con hiperinflación, con impuestos altos, con apertura indiscriminada de importaciones, con tarifas impagables, con costos laborales altos, con imprevisibilidad jurídica, con caída del consumo, con tasas de interés astronómicas, pero nunca con los negocios cerrados.

Millones de puestos de trabajo perdidos, familias que no van morir de corona pero que van a pasar hambre, que no pueden salir ni a comprar un remedio, porque en muchos barrios pobres no hay farmacias. Incertidumbre y miedo.

Pasar del martillo en la cabeza de la economía, a las pinzas, cuarentenas por zonas y franjas etáreas, tests masivos en las calles como en Alemania; el que tiene síntomas, fiebre o definitivamente corona, a la casa, el que no a trabajar.

La gente, tanto en la base de la pirámide, clase media baja e incluso clase media-media, está hoy atravesada por una profunda incertidumbre de no saber como va a comprar los alimentos la semana que viene, si va a poder comprar medicinas para los hijos, si va a tener trabajo dentro de 10 días o más, que va a pasar con el alquiler, los servicios, deudas que tiene que pagar. La sensación es que se le vienen un montón de pagos y cero ingresos, además de no saber cuanto tiempo deberá seguir encerrado en lugares inviables para una gran cantidad de gente, sin horarios, sin ingresos, sin salidas. Esa incertidumbre ancla el miedo, y con el miedo no se puede lidiar con narrativas planas llenas de anuncios racionales.

El gobierno debe ante todo resolver comunicacionalmente la incertidumbre y el miedo. Sin resolver eso, no podrá operar sobre la realidad y puede perder el control de la misma. La narrativa que resuelva este problema, no puede apoyarse simplemente en afirmaciones sin poder de fuego emocional como hasta ahora, para vencer emocionalmente a las personas aquejadas por la incertidumbre y el miedo, ni con negaciones inútiles como el macrismo.

Para resolver hace falta construir un discurso de poder (Discurso= organización de las percepciones Poder=Potencialidad de acción) que venza emocionalmente a las personas que sufren por la incertidumbre y el miedo obturando toda posibilidad de intervención que no resuelva el ese tema, y que instale una esperanza y un cambio de polaridad y clima. 

 

Rubén Weinsteiner

Renta básica universal en tiempos de la Coronomy

La renta básica deja de ser una utopía.

La pandemia lleva a diversos países a ensayar planes de transferencias directas no universales para compensar la reducción en los ingresos de sus ciudadanos


La pandemia lleva a diversos países a ensayar planes de transferencias directas no universales para compensar la reducción en los ingresos de sus ciudadanos.NICK OTTO / AFP

En su punto álgido, todas las crisis parecen llamadas a cambiar el mundo. La Gran Recesión de 2008 iba a ser la de la refundación del capitalismo. La de deuda soberana del sur de Europa, la que sentaría las bases de una nueva Unión más solidaria. Y esta, la del coronavirus, “escribirá un nuevo mundo con otras reglas”, según apuntaba la semana pasada el comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton. Lo más probable es que, como en las dos ocasiones anteriores, ese axioma se lo acabará llevando el viento y el giro de timón se quedará en apenas buenas palabras.

Sin embargo, lejos de los discursos altisonantes y fuera de los grandes focos, algunas ideas hasta ahora consideradas de nicho comienzan a enraizar: la renta básica (universal o no), una suerte de garantía de ingresos a los ciudadanos por el mero hecho de serlo, ha sumado más adeptos en apenas unos días que en años, dando un salto exponencial en el debate público y presentando una sólida candidatura en el menú de posibles soluciones para salir del atolladero económico y social de la pandemia. Y, algo aún más importante, empieza a calar en el terreno de los hechos, con distintos Gobiernos poniendo en marcha sus versiones propias de esta herramienta para combatir una recesión que ya es, en palabras de la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, “tan mala o peor como la de 2009”.


Estados Unidos, un país en el que el debate sobre la renta básica quedaba recluido a ámbitos académicos relativamente estancos y a propuestas electorales minoritarias, como la del excandidato demócrata a la nominación presidencial Andrew Yang, ha dado un primer y decisivo paso en esa dirección: dará a sus ciudadanos 1.200 dólares (unos 1.100 euros) de una tacada, una cuantía que se reduce gradualmente para quienes ganan más de 75.000 dólares al año y que solo deja fuera a aquellos que ingresan 99.000 dólares o más. El objetivo, según la Casa Blanca, es tratar de paliar la merma de ingresos y asegurar lo esencial. “Los fundamentos son idénticos [a lo que propongo]: es una transferencia directa a individuos y hogares”, ha reconocido Yang en declaraciones a la radio pública NPR. “La gran diferencia es que yo sugiero que sea a perpetuidad, como un derecho básico de ciudadanía para cubrir las necesidades básicas y el paquete de estímulos está diseñado para durar solo unos meses”.

En paralelo, Brasil acaba de anunciar un esquema de pagos —en este caso, mucho más lejos de la universalidad— de casi 115 euros mensuales (la mitad del salario mínimo) durante un trimestre para 60 millones de trabajadores informales. Y España ultima estos días una renta mínima que, parece, estará en el entorno de los 440 euros al mes, en línea con la ayuda aprobada la semana pasada para los trabajadores temporales que se queden sin empleo por el parón económico desatado por el virus y con lo que propuso la autoridad fiscal (la Airef) el verano pasado. El objetivo será, de nuevo, proteger a los colectivos más vulnerables. En otros países europeos, como el Reino Unido, el “ingreso universal de emergencia” también ha irrumpido en la Cámara de los Lores y en la de los Comunes, pero aún no ha permeado en el tan conservador como heterodoxo primer ministro, Boris Johnson.

¿Por qué una renta básica y por qué ahora? Sus cada vez más numerosos defensores ven en ella una herramienta útil para contener la emergencia social que sufren quienes de la noche a la mañana se han quedado sin ingresos. Y, añaden los paladines de la idea, sería también una herramienta útil para reactivar la demanda cuando se puedan ir levantando las cuarentenas.

Hasta ahora, en el Viejo Continente la contingencia se ha abordado con ayudas por colectivos y, como en Italia, hasta con bonos alimentarios para tratar de rebajar la creciente tensión social en el sur del país. Pero en América Latina y en el resto del bloque emergente, donde la informalidad (personas que trabajan, pero son totalmente invisibles para el Estado) alcanza cotas infinitamente más altas que en Occidente, la gestión de la crisis está siendo y será mucho más complicada.

“En estos países, que todavía están en una fase inicial de la pandemia, la renta básica debe aplicarse tan rápidamente como sea posible: no puedes comprar jabón ni tener agua limpia sin el dinero necesario para ello, y es más sencillo transferirlo directamente a la gente que organizar un esquema complejo de subsidios”, apunta Guy Standing, profesor de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad de Londres y autor de La renta básica: un derecho para todos y para siempre (Editorial Pasado y Presente).

Todos los esquemas diseñados o puestos en marcha desde el inicio de la pandemia están, sin embargo, pensados para desaparecer tan pronto baje la marea, como destaca Philippe van Parijs, profesor de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica). “Tienen un propósito útil y pueden ser la mejor herramienta disponible, pero son intrínsecamente temporales”, recalca el quizá mayor embajador global del concepto.
“Muchos de los que la criticaban, ahora la defienden”

La renta básica no ha dejado de ganar enteros con el paso de los años ante el avance de la desigualdad y la merma del Estado de bienestar. Pero no es, ni mucho menos, una idea nueva: empezó a sonar, aunque en círculos muy reducidos, en el siglo XVIII y en su travesía ha logrado reunir en torno a sí a economistas de extracción ideológica tan diversa como John Kenneth Galbraith, Milton Friedman o James Meade, entre otros. Y ha cautivado a pensadores separados por dos siglos como Thomas Paine (1737-1809) y Bertrand Russell (1872-1970). Nunca, sin embargo, ha estado tan cerca de convertirse en realidad como hoy. “Creo en el utopismo oportunista. Las crisis pueden proporcionar oportunidades para grandes avances y debemos aprovechar el impulso”, anima Van Parijs, coautor de Ingreso básico. Una propuesta radical para una sociedad libre y una economía sensata (Editorial Grano de Sal).

La vertiente universal del ingreso básico —la más interesante, pero también la más compleja por los costes que lleva asociados— está atrayendo un interés mayor en un momento de indefinición económica, como reconoce Louise Haagh, del departamento de Ciencias Políticas la Universidad de York (Reino Unido). “Está quedando patente el fallo de nuestro sistema tanto para responder específicamente a esta crisis como, más en general, para ofrecer una seguridad económica real”, apunta por correo electrónico. “Es solo una pieza del puzle, pero al menos sería un intento serio de reconocer los derechos y el estatus económico de todos”. También Standing ve un cambio de patrón: “Muchos políticos, economistas y medios de comunicación, que en el pasado han sido hostiles a la idea, ahora la defienden”.

El coste de un ingreso básico permanente y no únicamente de emergencia varía, y mucho, entre latitudes. La renta mínima propuesta en España por el hoy ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, cuando estaba al frente de la Airef costaría 3.500 millones de euros si se descuentan los solapamientos con otros programas sociales y reduciría la pobreza en entre un 46% y un 60%. Una solución más ambiciosa, como una renta básica auténticamente universal y permanente de algo más 620 euros al mes por residente, supondría una carga de casi 190.000 millones anuales, algo menos del 18% del PIB, según calculó en 2017 el servicio de estudios del BBVA. Para ponerla en marcha, tanto en países europeos como emergentes, habría que empezar por librar “un combate frontal contra la evasión y la competencia fiscal [entre territorios], y repensar el objetivo de la austeridad”, incide Haagh, presidenta de la Red Global de Renta Básica (BIEN, por sus siglas en inglés).

En Latinoamérica, una región atravesada por la desigualdad y la pobreza, y donde, por tanto, su sentido se multiplica, entregar a todos los hogares el equivalente al umbral de pobreza tendría un coste para el erario equivalente al 4,7% del PIB, según un reciente estudio de la Cepal, el brazo de la ONU para el desarrollo económico del subcontinente. “No costaría tanto y daría seguridad económica en un momento de enorme incertidumbre”, remarca la secretaria ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena. “Esta crisis nos invita a repensar la economía, la globalización y el capitalismo. Se requieren soluciones innovadoras y la renta básica es una de ellas”. La utopía está más cerca que nunca de convertirse en realidad.