Bolsonaro se postula como el gran aliado estratégico de Trump en América Latina

El presidente electo busca disminuir la influencia económica de China en Brasil e intensificar la relación con Israel

El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, se dispone a dar un giro histórico en las relaciones diplomáticas de su país con EE UU, marcadas durante las últimas décadas por un frío distanciamiento. El Gobierno, que toma posesión en enero, quiere convertirse en el principal aliado de Donald Trump en Sudamérica y en intermediario en las conversaciones con otros países de la región. El acercamiento a Washington empezará a tomar forma el jueves, con la visita del consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton.


Bolsonaro en cerimonia de graduación de paracaidistas en Río en el sábado.


El acercamiento que persigue Bolsonaro supone una revolución. Hay que volver al inicio de la dictadura militar (1964-1985) para encontrar un paso similar. Durante años el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva promovió iniciativas regionales en el sur del continente, mientras los intereses económicos enfrentados en materia de comercio exterior e industria han mantenido a Brasil y EE UU alejados. Tradicionalmente, los países de América Latina que han buscado acercarse a Washington han sido Colombia o Argentina, que en los noventa hablaba de una “relación carnal” con EE UU, aunque durante el kirchnerismo también mantuvo una relación fría con la Casa Blanca.


Un miembro del equipo de transición de Bolsonaro, que tiene acceso directo al futuro ministro de Exteriores brasileño, el trumpista y antiglobalización Ernesto Araújo, define que la estrategia consiste en ser el gran aliado de la Casa Blanca en la región. Bolsonaro intenta imitar Trump en al menos dos frentes: desea disminuir la influencia económica de China en Brasil e intensificar la relación con Israel, al transferir la embajada de Tel Aviv a Jerusalén. Pero, como en otras áreas, el futuro Gobierno envía señales contradictorias en política exterior. Hay una disputa entre los grupos más trumpistas y los militares más pragmáticos que temen represalias de Pekín, principal socio comercial de Brasil.

Los países vecinos empiezan a adaptarse a los nuevos tiempos y se apresuran a tender contactos con el futuro Gobierno. Embajadores de los Gobiernos de Chile y Paraguay, además de representantes de Uruguay, Colombia, Ecuador, Argentina y Perú, se han reunido con el equipo de transición. “Solo Bolivia y Venezuela no han demostrado interés, al menos de momento”, afirma un miembro del futuro Gobierno. No hay ninguna sorpresa en el listado. Bolsonaro ha sido elegido con una ferviente retórica contra la izquierda y “anticomunista”, y no hay duda de que busca su inspiración en fórmulas ya utilizadas por otros líderes populistas de derechas.

La visita de Bolton, que se reunirá con Bolsonaro en Río de Janeiro, es un claro gesto de EE UU. Oficialmente, la cita está programada para el día 29. Bolton quiere aprovechar su viaje a la cumbre del G20 en Argentina para hacer una breve parada en Brasil. La cita ha aumentado las esperanzas en los círculos bolsonaristas de que Trump acuda a la toma de posesión del presidente, el 1 de enero. Fuentes del equipo de transición consideran que hay posibilidades de que así sea. No existen precedentes recientes de la presencia de mandatarios de EE UU en un cambio de Gobierno en Brasil.

Los bolsonaristas barajan la posibilidad de que asista al acto el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán. El Parlamento europeo pidió en septiembre que se abriera un procedimiento sancionador contra el dirigente ultranacionalista por vulnerar los valores fundacionales de la UE. La semana pasada, en una llamada telefónica, le dijo a Bolsonaro que pretende ser “un gran compañero de Brasil”.
Cumbre conservadora

Antes de la ceremonia de investidura, Bolsonaro ya pretende poner a prueba su influencia. El 8 de diciembre promueve la Cumbre Conservadora de las Américas, en Foz de Iguazú, ciudad situada en la triple frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay. Entre los participantes confirmados están José Antonio Kast, el ultraderechista que con 8% de los sufragios quedó en un inesperado cuarto lugar en las presidenciales chilenas; Orlando Gutiérrez, filósofo cubano exiliado en Estados Unidos; Jorge Jerez Cuéllar, general de la reserva colombiano, y el presidente destituido del Tribunal Supremo de Venezuela, Miguel Ángel Martín.

“Brasil siempre tuvo influencia en la región”, considera el politólogo Ricardo Caldas, profesor de la Universidad Nacional de Brasilia. El analista Leonardo Barreto, de la consultora Factual, duda que algunas promesas —como debilitar Mercosur, reforzar la relación con Israel o salir de algunos acuerdos internacionales— se materialicen. Los primeros meses de 2019 mostrarán la diferencia entre el discurso y la práctica.


La influencia clave del hijo del presidente electo

En el nuevo panorama diplomático cobra importancia la figura del hijo del presidente electo, el diputado Eduardo Bolsonaro. Fue él quien ayudó a convencer a su padre, un militar con fuertes ideas nacionalistas, para que diese un giro liberal en economía. También ha sido él quien ha buscado la interlocución con otros líderes conservadores del mundo, en especial con Donald Trump.

En agosto, el diputado estuvo con Steve Bannon, exconsejero de Trump y creador de The Movement, una organización sin ánimo de lucro fundada para promover el nacionalismo económico y el populismo de derechas en Europa.

Eduardo Bolsonaro también negoció un viaje a Washington para reunirse con el vicepresidente Mike Pence y con el secretario de Estado, Mike Pompeo. No lo consiguió como quería, pero fue recibido ese lunes en Washington por la subsecretaria de Estado para el hemisferio occidental Kimberly Breier. Como el mandatario electo no puede ausentarse del país debido a su salud —tiene pendiente una nueva operación para recuperarse de la puñalada que recibió en septiembre—, es su hijo que también debe tener encuentros políticos en Miami y Nueva York en los próximos días.

"La industria textil perdió 20 mil puestos de trabajo en los últimos tres años"

Así lo aseguró Mario Ortiz, secretario general de la CGT de La Matanza. "Los funcionarios se jactan de que ahora se exporta combustible. Claro, si nadie produce nada, para qué quieren energía", aseguró.




Por Martín Massad y Camilo Carboneli

"En los últimos dos años está empeorando cada vez más la situación. El Gobierno tiene algunos programas de asistencia, pero no resuelven la grave situación de fondo, que tiene que ver con la apertura de las importaciones. Esto no da para más". Con estas palabras, Mario Ortiz, secretario de la CGT de La Matanza, analizó la grave situación económica que vive el país en diálogo con APU RADIO (Caput, domingos de 11 a 13).

"Hasta hace dos meses atrás, teníamos una baja en la industria textil de 20 mil trabajadores. La Matanza era la capital del calzado y ahora está todo parado. Se va a agudizar más si no cambia este modelo", siguió el dirigente sindical.

En ese sentido, se explayó: "Los empresarios te dicen: queremos producir, vender y así pagar los salarios. Hoy pasa que no pueden producir y lo que se hace, no se vende. Así no hay salida más allá de la ayuda que pueda dar el Estado". "El problema es político y lo tiene que definir el Gobierno. Esta situación está afectando a las pequeñas empresas y también a las grandes, como Alpargatas, que cerró y dejó a 500 personas en la calle. Las fábricas están cerrando", anunció.

Por último, cerró: "Si se sigue con el mismo modelo económico vamos a seguir con estos problemas. En La Matanza, por ejemplo, están paradas las principales industrias. Después, algunos funcionarios del Gobierno se jactan de que ahora se exporta más combustible. Claro, si nadie está produciendo nada, para qué van a usar la energía".

Trump amenaza con cerrar la frontera con México de forma permanente


Caravana de emigrantes


El presidente le pide a su vecino del sur que deporte a los miembros de la caravana de emigrantes

Migrantes centroamericanos en la frontera entre México y EE UU

Las críticas a la Administración de Donald Trump por arrojarle gas lacrimógeno a los emigrantes no han calado en el presidente. Por el contrario, el republicano ha endurecido este lunes aún más su discurso y ha amenazado con cerrar la frontera con México "de forma permanente si es necesario". Mientras una multitud de centroamericanos se aglutina en Tijuana para solicitar asilo a Estados Unidos, la ofensiva en su contra también se hace cada vez mayor. Trump ha reiterado que entre los miembros de la caravana hay “criminales despiadados” y ha solicitado a su país vecino que los deporte. La advertencia llega un día después de los enfrentamientos en la valla que acabaron con 42 emigrantes detenidos en suelo estadounidense y 39 en terreno mexicano.



“México debería llevar de vuelta a sus países a los emigrantes que ondean banderas, muchos de los cuales son criminales despiadados. Háganlo en avión, en autobús, como quieran, pero NO van a entrar en Estados Unidos. Cerraremos la frontera de forma permanente si es necesario", sentenció Trump a las 6.30 de la mañana de este lunes a través de su cuenta de Twitter. A su vez, el mandatario le volvió a ordenar a los congresistas a que financien la construcción de un muro fronterizo. Horas más tarde, consultado por los gases arrojados a niños, el presidente respondió que los agentes "tuvieron que usarlos" porque había gente "muy dura" tras ellos: "Nadie viene a nuestro país a menos que entren legalmente", concluyó Trump antes de viajar a Mississippi.

Este domingo cerca de medio millar de emigrantes intentaron sin éxito esquivar a la policía mexicana y cruzar la valla que los separa de Estados Unidos. Las autoridades estadounidenses respondieron con el cierre de la garita más transitada de la frontera, San Ysidro, que conecta las ciudades de San Diego y Tijuana. Cuatro horas más tarde fue reabierta y se normalizó la situación, pero las imágenes de la tensa jornada quedaron registradas: los agentes fronterizos frenaron con gases lacrimógenos y pelotas de goma el intento de un grupo de migrantes de saltar la valla, entre los que había varios niños.

"En un inicio, teníamos dos o tres agentes enfrentando a cientos de personas en ese momento, así que utilizaron el gas para protegerse y proteger a la frontera", explicó este lunes a CNN Rodney Scott, jefe de la Patrulla Fronteriza en San Diego. Kirstjen Nielsen, la secretaria de Seguridad Nacional, informó en un comunicado que algunos de los emigrantes que los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza "fueron golpeados por proyectiles lanzados por miembros de la caravana" y "los perpetradores serán procesados".

Scott sostuvo que la gran mayoría de los manifestantes que se reunieron el domingo en la frontera eran emigrantes económicos "que no calificarían para el asilo", dijo a CNN, y agregó que había pocas mujeres y niños: "Lo que vi no fue que la gente se acercara a los agentes de la Patrulla Fronteriza y pidiera asilo". Desde 2014, las solicitudes de asilo en la frontera se han cuadruplicado, lo que se suma a una acumulación de más de 750.000 casos pendientes en los tribunales de inmigración de Estados Unidos.

El origen del enfrentamiento entre los emigrantes y la policía ocurrió después de una marcha pacífica contra la espera para iniciar la solicitud de asilo. En un buen día las autoridades estadounidenses reciben a entre 60 y 90 solicitantes de refugio. Una vez que se tramita, los tribunales pueden tardar meses y hasta años en ofrecer una respuesta. El grupo de manifestantes en la frontera es una pequeña fracción de los cerca de 7.000 centroamericanos de la caravana que salió de Honduras el mes pasado. Las principales autoridades del gabinete del nuevo presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, habían planeado reunirse para discutir las posibles soluciones a la crisis migratoria, pero el caos aplazó el encuentro.

Según una encuesta, de Aresco, Cristina Kirchner podría ganarle a Macri en un balotaje


Se acercan las elecciones de 2019 y las mediciones de los posibles candidatos a la Presidencia por los próximos cuatro años varían con el correr de las semanas. A menos de un año de la definición, y con la campaña a punto de largarse, la gran incógnita sigue siendo si Cristina Fernández de Kirchner será candidata (por su cuenta o con el resto del peronismo) y, en caso afirmativo, si podría ganarle a Mauricio Macri.

En el Gobierno se mostraban confiados desde el año pasado porque en todos los escenarios el oficialismo proyectaba un triunfo. En los últimos meses, luego de la "tormenta" económica, los sondeos comenzaron a mostrar una ventaja para la expresidenta en las eventuales PASO del año próximo e incluso en primera vuelta, pero los estudios aseguraban que perdía en un posible balotaje.

Ese escenario parece haber cambiado en noviembre. Una encuesta realizada los días 20 y 21 de este mes, con 4.631 casos analizados y un margen de error de +/- 1,47%, muestra a la senadora nacional por Unidad Ciudadana como probable ganadora en una hipotética segunda vuelta ante el líder de Cambiemos en 2019.

En el relevamiento, realizado por la consultora Julio Aurelio Aresco y al que accedió Clarín, los números muestran una intención de voto para las PASO y la primera vuelta que favorece a Cristina, con 31,9% y 33,3% respectivamente, y a Mauricio Macri con 30,7% y 32,6%. S

La novedad es que, en caso de balotaje, el escenario es similar al de las primarias y a la primera vuelta: Cristina Kirchner se ubica en un 39,3%, frente a un 38,8% de Mauricio Macri. Es una diferencia mínima, prácticamente dentro del margen de error, pero que ahora llama la atención del Gobierno.


Un punto que podría favorecer al jefe de Estado en esta situación es el hecho de que, estos mismos números, muestran a la exmandataria con un nivel de rechazo superior al de él. Ella tiene un 53,5% de votantes que “nunca la votarían” contra un 51% que dicen lo mismo del Presidente. Sin embargo, si se analizan las tendencias, Cristina bajó este número casi 4 puntos desde octubre. Macri, en tanto, subió la tendencia en este rubro en un 2,5.

Es la primera vez que las encuestas muestran a la senadora de Unidad Ciudadana como eventual ganadora en un escenario de ballotage. En mediciones anteriores, la expresidenta se ubicaba primera en las PASO y en la primera vuelta, pero no así ante un balotaje.

En una encuesta de Federico González & Asociados que se llevó a cabo en el Conurbano Bonaerense, Cristina es la primera candidata en intención de voto con un 30,9%, seguida de Macri, quien obtuvo un 27,1%, y del líder del Frente Renovador Sergio Massa, con un 15.1%.

En tanto, en un sondeo realizado por la consultora Rouvier en octubre, CFK le ganaría a Macri en primera vuelta, aunque si hubiera un ballotage, detallaba, los guarismos arrojaban un 39,5% de Macri sobre un 38,7% de Cristina.

Tras la presión de Macri renuncia el ministro de Seguridad porteño y Santilli se queda con el área

Macri había pedido la renuncia de Ocampo, quién confirmó que "hubo un error" en el operativo de seguridad de la superfinal.


El ministro de Seguridad porteño, Martín Ocampo, presentó su renuncia luego de los incidentes del sábado en el operativo en las inmediaciones de la cancha del Club Atlético River Plate en la previa a la final de la Copa Libertadores. Desde el gobierno de Rodríguez Larreta confirmaron que Diego Santilli asumirá el control del área, pero seguirá siendo vicejefe porteño. Es decir, no habrá un nuevo ministro de Seguridad de la Ciudad.
El propio Mauricio Macri había pedido la renuncia del funcionario, muy cercano al presidente de Boca, Daniel Angelici, que es padrino de uno de sus hijos y lo tuvo como abogado de sus empresas. Los rumores de su salida comenzaron en las últimas horas de ayer, pero tomaron más fuerza después de las declaraciones de Mauricio Macri y Marcos Peña, quienes responsabilizaron al gobierno de la Ciudad por el desastroso operativo que terminó con dos jugadores de Boca heridos, la final suspendida y un papelón internacional a días de la realización del G20 en Buenos Aires.

Santilli por ahora mantendrá a toda la estructura de Seguridad que trabajaba con Ocampo y que tiene como secretario a Marcelo D´Alessandro y como subsecretario a Juan Pablo Sassano. Así lo ratificó en conferencia de prensa Larreta dos horas después de conocida la renuncia, a la vez que volvió a instar a la Justicia a "ir a fondo" contra los barrabravas a los que calificó de "mafias enquistadas en el fútbol desde hace cincuenta años".

Si bien las declaraciones de Peña y Macri apuraron la salida de Ocampo, lo cierto es que Larreta hace tiempo que estaba disconforme con la gestión de su ministro: Todas las encuestas que encarga el gobierno porteño revelaban que la seguridad era uno de los puntos de mayor cuestionamiento a la actual gestión, que absorbió a prácticamente toda la Policía Federal, la unificó a la existente Policía Metropolitana y creó la Policía de la Ciudad, una fuerza supuestamente tecnificada que se suponía iba a mejorar la seguridad de los porteños. No ocurrió.

Por eso, Santilli - a quien Larreta presentó para el cargo como "el máximo responsable político después de mí"- enfatizó que: "La seguridad es la principal preocupación y ocupación que tenemos en el Gobierno" en su breve intervención ante la prensa.

La salida de Ocampo fue reclamada por el propio Macri, pero Larreta hace rato que estaba disconforme con su gestión: En las encuestas que encarga el gobierno porteño, la seguridad aparece al tope de las áreas más cuestionadas.

Se sumó a esto la permanente interna del área de seguridad porteña con sus pares de Nación, que exigían mayor dureza contra los piquetes. Diferencias que quedaron en evidencia en el fallido operativo. La ministra Patricia Bullrich aprovechó para decirle al presidente Macri que esto revelaba que todos los eventos importantes debían quedar a cargo de Nación. "Mira lo que pasó, nos tenemos que hacer cargo nosotros", le dijo la ministra a Macri. Desde la Ciudad señalaban por lo bajo que el ataque al micro de Boca se produjo en una zona a cargo de Prefectura, que responde a la ministra.

Esta mañana el propio Santilli había salido a respaldar a Ocampo y a aclarar que se estaba investigando "dónde hubo errores e identificar a los responsables". El domingo, Larreta se había hecho cargo no solo por el ataque al micro en el que viajaban los jugadores de Boca Juniors, sino por los hechos de vandalismo contra vidrieras y automóviles en la zona y había quitado relevancia al hecho que se trataba de una zona custodiada por la Prefectura.


Con el G20 en el horizonte, el papelón del sábado enfureció a Macri: el mismísimo titular de la FIFA, Gianni Infantino, había llegado hasta el Monumental para presenciar el partido que nunca se jugó. La crisis política y futbolística que desató el papelón, en rigor también amenaza la hegemonía macrista en Boca: Angelici quedó en una situación muy delicada con los hinchas xeneixes que se quedaron sin la esperada final. Como explicó en su columna el ex ministro de Seguridad porteño, Diego Gorgal, para el macrismo es imposible sacarse de encima la responsabilidad de lo ocurrido ya que "la conexión entre la política y el fútbol atraviesa las entrañas de los gobiernos porteño y nacional en sus máximos niveles".

En el PRO aseguran que el Presidente estalló de rabia con Ocampo desde que desautorizó la inclusión de hinchas visitantes para el superclásico. Consultado por un canal de TV, minutos después de que Macri expresara sus deseos desde Twitter, el ministro porteño había afirmado que era "imposible" que estuvieran presentes los rivales. "A la primera que pudo Macri se lo facturó", apuntaron.

En realidad el ex funcionario anticipó las posiciones de Daniel Angelici y Rodolfo D´Onofrio, titulares de Boca y de River, a quienes Macri no consultó. Jugar con visitantes hubiera dejado a los presidentes enfrentados a los socios de sus clubes: darle lugar al rival hubiera significado quitárselo a los propios.


Ocampo tiene una vieja rivalidad con Patricia Bullrich, una de las "estrellas" el gabinete nacional. La ex ministra de Trabajo nunca había querido transferir la Policía Federal a la órbita porteña.

El tratamiento de la reforma previsional, que terminó con graves incidentes y represión policial, pero con la sesión del Congreso suspendida acrecentó las diferencias. La primera oportunidad marcó el fracaso de Bullrich y la segunda sesión quedó a cargo de Ocampo, quién logró enderezar una situación que había comenzado descontrolada.

Ayer Larreta había asumido la completa responsabilidad del operativo fallido a pedido, según fuentes porteñas, del propio Presidente. "Horacio no le debe nada a nadie, es más todos los le deben al él. Ese pedido llegó de muy arriba, imagínate vos de quién", comentaron.

Ocampo es el jefe de los fiscales porteños en uso de licencia y esperaba que una buena gestión en el Ministerio de Seguridad lo dejara con posibilidades de reemplazar a Inés Weinberg de Roca en el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad, algo que ahora parece imposible.

El Central persistió en la baja de tasas y el mercado reaccionó llevando el dólar a $40

Advierten que a estas tasas, los instrumentos en pesos dejan de ser atractivos y estimulan una dolarización de carteras.



En una nueva jornada caliente, el dólar volvió a pegar un importante salto y quedó al borde de los $40. La divisa cerró a $39,97 en el segmento minorista y a $39,05 en el mayorista, despegándose por amplia diferencia del piso de la banda cambiaria con el que coqueteó las últimas semanas.

De esta manera, el billete empieza la semana repitiendo la inusual volatilidad que había transitado durante el último viernes cuando había pegado el mayor salto en más de dos meses al avanzar un peso con diez centavos.

"Está totalmente relacionado a un contexto de baja de tasas y a una ausencia de oferta porque todavía no están entrando los dólares de la cosecha del trigo. El gobierno tiene rever si seguir bajando las tasas a estos niveles resulta beneficioso, ya que ante un tipo de cambio retrasado y una menor tasa, el mercado reacciona por si solo", explicó Ramiro Marra, de Bull Market Brokers.


La reversión del sendero bajista del dólar comenzó a darse cuando el tipo de cambio estuvo a punto de perforar el límite inferior de la zona de no intervención en los primeros días de noviembre, a partir de lo cual el Central decidió elevar los encajes a los fondos que ingresaban desde el exterior.

"A partir de ese cambio, dejó de presionar sobre la banda inferior y empezó a subir levemente en un contexto de pérdida de reservas de todos los días y con un riesgo país arriba de los 700 puntos. Estas cuestiones ponen muy nerviosos a los inversores, que ya sabían que más allá de la banda el dólar no podía bajar y que por lo vivido este año, sólo compra barato el primero que llega", subrayó el analista financiero Christian Buteler.


Así, poco a poco los instrumentos de inversión en pesos dejaron de resultar tan atractivos y comenzó a evidenciarse un notable desarme de posiciones. Esto quedó reflejado en el último desarme de Lebacs de $120.000 millones, cuando el Tesoro solamente pudo captar $30.000 millones en Lecap y $3.698 millones en Lecer. A su vez, las últimas dos licitaciones de Leliq -que están circunscriptas a los bancos- provocaron una expansión superior a los $80.000 millones.


De todos modos, esta tarde el Banco Central mantuvo de manera desafiante la estrategia de baja de tasas contra todos los pronósticos y en la clásica subasta de Leliq logró adjudicar $134.579 millones a un promedio de corte de 61,23%. Esta situación generó una mayor presión cambiaria y sobre el final de la rueda el mayorista se disparó más de 60 centavos en pocos minutos.

"Teléfono para el Banco Central. Mucha precaución con la baja de tasa para no desestabilizar los depósitos a plazo que fondean las Leliq", advirtió el director de Eco Go Federico Furiase.

Sucede que a partir de estas últimas dos ruedas, la tasa efectiva mensual de los plazos fijos se vio ampliamente perjudicada, lo que incrementa las posibilidades de un repentino pase al billete verde. En el mercado destacan que un gran porcentaje corresponde a plazos fijos de empresas que podrían cambiar de destino en 24 horas.

El problema es que todos los sectores productivos están exigiendo una baja del costo financiero, que si no se produce, intensificaría los efectos recesivos y hasta podría poner en riesgo la meta fiscal.

"El tema es que sobra tasa desde el lado del programa monetario, pero no desde el lado de la estabilidad de los depósitos a plazo fijo. Sobre todo, teniendo en cuenta que en diciembre llega Papá Noel y entra el ajuste por estacionalidad de 6% de la base monetaria que podría expandirla hasta en un 10%", agregó Furiase.


Por otro lado, el contexto internacional potenció esta depreciación del peso, con la mayoría de las monedas emergentes perdiendo valor frente al dólar, aunque en un porcentaje mucho menor al caso argentino. Mientras que el peso perdió un 3,59%, el real brasileño lo hizo un 2,18%, el rublo ruso un 1,41% y el peso mexicano un 0,97%.


De acuerdo a la consultora Ecolatina, el proceso electoral del próximo año intensificará las tensiones cambiarias y no descartó la anticipación de este fenómeno. De todos modos, visualiza a corto plazo una baja probabilidad de dolarización masiva de carteras debido a situación de iliquidez que caracteriza al mercado actual, producto de la política monetaria contractiva.

Para Macri, la culpa es de Larreta, los barrabravas y la Justicia

Macri pidió endurecer las penas para “todos los violentos”


En su afán de despegar a la seguridad nacional en la previa del G-20, Macri se sumó al libreto oficial de responsabilizar a los funcionarios porteños por las fallas del operativo. Junto a Patricia Bullrich y Germán Garavano, cuestionó a la Justicia por liberar a los detenidos y avaló la mano dura. “Si no apoyamos a las fuerzas de seguridad cuando actúan después no nos quejemos”, sostuvo.



El presidente Mauricio Macri se desentendió por completo de las fallas de seguridad que permitieron el ataque al micro de Boca en la previa de la Superfinal de la Copa Libertadores. Ya con el terreno preparado por los funcionarios del Gobierno de la Ciudad, aseguró que el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta es “responsable” de la seguridad en la Capital Federal. “Vamos a ir a fondo contra todos los violentos que se nos pongan en frente”, amenazó y prometió encontrar a los responsables. Adelantó que el oficialismo espera tratar una ley "contra los barrabravas" este año que tipifica como delitos penales las acciones violentas ocurridas en los estadios. También confirmó la convocatoria a las sesiones extraordinarias en la Cámara de Diputados.

Tras calificar de "triste" y "frustrante" lo ocurrido, el jefe de Estado se quejó por la liberación de las 30 personas que habían sido detenidas por los incidentes del sábado. Macri dijo que no "entiende" por qué se tomó esa decisión, en un cruce al Ministerio Público Fiscal que ayer decidió excarcelarlos luego de las indagatorias. En su afán de encontrar un culpable por fuera de las fuerzas de seguridad nacionales, apuntó con dureza contra "una parte de la dirigencia que apaña" actitudes violentas e incluyó en su acusación a ciertos “sectores de la Justicia”. No entiendo en nombre de todos los argentinos, no entiendo", enfatizó Macri, al cuestionar la resolución de la fiscal Adriana Bellavigna.

El Presidente aprovechó la conferencia de prensa para mostrarse preocupado por el tema y adelantó que en la próxima sesión extraordinaria en el Congreso se tratará un proyecto de ley en contra de los barrabravas. Explicó que el Gobierno desea debatirlo ahora “para ayudar a que ningún fiscal ni juez se equivoque cuando tipifica un delito y podamos actuar con mayor claridad y contundencia, apoyando a nuestras fuerzas de seguridad cuando actúan”. “Si no apoyamos a las fuerzas de seguridad cuando actúan después no nos quejemos si pasan estas cosas”, insistió al sacar a relucir la doctrina de seguridad que caracteriza su paso por el Ejecutivo.

En su ataque contra la Justicia, se quejó puntualmente del juez que liberó a “uno de los jefes de la barra de River”, en referencia a Héctor Godoy, a quien le habían encontrado “millones de pesos y 300 entradas que termina siendo comprobadas que eran reales”. “¿Cómo va a tipificar el tema como contravención y va a soltar a este señor?”, preguntó Macri, que destacó que “necesitamos que jueces y fiscales y cada uno de nosotros trabajemos en conjunto para terminar con la violencia”.

A pesar de que cargó toda la responsabilidad en los hombros de Larreta, luego señaló que "el jefe de Gobierno, como responsable, está estudiando y viendo cómo perfeccionar" el operativo "para el día que se organice el partido". "Más allá de los operativos policiales yo no puedo resignarme como Presidente representante de la inmensa mayoría de argentinos que somos pacíficos, que para organizar un espectáculo deportivo haya que militarizar toda la zona, toda la ciudad, no es lo razonable", subrayó en la antesala del G-20 donde estará blindada toda la ciudad de Buenos Aires.

La ministra de Seguridad Patricia Bullrich, quien lo acompañó durante la conferencia, también se desligó de los incidentes y se quejó de que los dirigentes pusieran el foco sobre las fallas en el operativo de seguridad, reforzando la idea de que los responsables fueron sólo los atacantes del micro. “A nosotros nos hubiese gustado que las cosas se dieran al revés, como dijo el Presidente”, admitió al defender a los “dos mil miembros de la Policía más un equipo de Prefectura y Gendarmería que estuvieron poniendo el pecho”. “Nos hubiera gustado es que todos los dirigentes que sacaron tweets y salieron a plantear, en vez de ir a ese punto, hubieran primero criticado a los violentos que tiraron piedras, que escupieron”, planteó la titular de la cartera de

Rápida de reflejos, agregó luego que las garantías para la realización de la cumbre del G-20 están dadas. “Lo primero que hay que hablar es de una conducta socialmente anormal, criticable, en segundo tema estamos abordando todos los detalles para el g-20”, destacó después de cargar contra las opiniones de los dirigentes deportivos. "No hubo ninguna interna policial, no hubo zona liberada, solo hubo violentos", sintetizó la ministra.

El Gobierno finalizará su mandato con un PBI hasta 3,9% menor al que recibió

En septiembre la actividad cayó 1,9% contra agosto y ya se confirmó la recesión técnica


Los economistas prevén que el rebote en 2019, si lo hay, va a ser muy chico




Lo que se palpaba en la calle y en las fábricas llegó a los números oficiales. La economía entró técnicamente en recesión y los analistas coinciden en que durará un año, ya que el cuarto trimestre del 2018 y el primero del 2019 prometen ir en baja. Con todo, el potencial repunte que comenzaría en algún punto del año que viene no alcanzaría para evitar el bienio de caídas y el Gobierno entregará su mandato con una contracción que será de hasta 3,9% respecto al PBI que recibió en 2015.

Las proyecciones respecto al desempeño de la actividad para este año y el próximo se fueron deteriorando. El Gobierno sigue confiando en que el 2018 terminará con una caída de 2,4% y el 2019 con una de apenas 0,5%. Pero tanto los organismos multilaterales como las consultoras locales van proyectando números peores.

Los números publicados por el Indec a través del EMAE de septiembre confirmaron la caída en recesión técnica. Es decir, que dos trimestres seguidos den contracción respecto al trimestre previo. Con la merma de 1,9% en septiembre, el tercer trimestre cerró con una de 0,4% respecto al segundo. Y el segundo había terminado con una de 4% respecto al primero. Hacia adelante las perspectivas también son negativas.

El director de la consultora Epyca, Martín Kalos, dijo: "El primer trimestre va a ser necesariamente malo. Quizá no tanto si se confirma el bono y el complemento para jubilados en PBA, que tienen un efecto limitado, y si las paritarias dieran números razonables. Pero el año que viene en general no va a ser bueno. Va a haber cierto rebote pero no crecimiento, en el sentido de que la actividad no va a superar los niveles con los que asumió el Gobierno. Va a ser un rebote muy débil y también tenemos incertidumbre respecto a 2020 y 2021".

Sin dudas, el Gobierno terminará, en 2019, con caída del PBI respecto a los niveles con los que asumió. Desde Eco Go consideran que el 2018 finalizará con una caída de 2,8% y el 2019 con una de 2%. Desde Ecolatina prevén que el 2018 cerrará con una contracción de 2,4% y que el 2019 con una de 1,4%. En cambio, Consultora Ledesma proyecta una caída de 2,3% para el 2018 y otra de 0,5% para el 2019, similares a las del Gobierno. Por su parte, el CESO proyectó una merma de 3% para el 2018 y otra de 2% para el 2019. Los organismos multilaterales tampoco son optimistas: el FMI prevé un negativo de 2,6% para el 2018 y otro de 1,6% para el 2019. La OCDE uno de 2,8% para el 2018 y otro de 1,9% para el 2019.

Por eso tras los datos negativos publicados por el Indec en el EMAE del viernes las previsiones son flojas: la caída de hasta el 3,9% del PBI con la que el Gobierno finalizará su mandato implica una contracción del PBI per cápita de 8,7% contra los niveles que recibió en el 2015. Una caída brutal, tras cuatro años en los que el tipo de cambio sufrió una fuerte devaluación e impactó en el poder adquisitivo y en el consumo.

Francisco De Narváez: El Gobierno demostró que es incapaz de devolvernos la seguridad



La segunda rueda de la superfinal encuentro entre Boca Juniors y River Plate en la Copa Libertadores se postergó hasta nuevo aviso por los incidentes que hirieron a parte del plantel Xeneize y pusieron en riesgo la seguridad del partido. Francisco De Narváez habló sobre las responsabilidades en el operativo de seguridad y apuntó contra las autoridades del Gobierno nacional.

“El Estado y el gobierno nacional tienen un deber, que es velar por la paz. El de ayer fue un operativo de seguridad claramente ineficiente, porque lo que pasó era altamente probable que sucediera”, dijo el empresario y diputado nacional (con mandato cumplido) en diálogo telefónico.

En ese sentido, el empresario manifestó su malestar por lo ocurrido y advirtió que los incidentes pudieron ser de una gravedad aún mayor. “Todo el país no podía creer lo que se estaba viendo. Fue un operativo que pudo terminar en una catástrofe”, sostuvo.

"Esto implica cómo este gobierno ha decidido no cumplir con una de sus principales promesas, que era devolvernos la seguridad", dijo De Narváez.

Según pudo saber este medio, la organización del operativo de seguridad se gestionó mediante la división de zonas de trabajo entre las distintas fuerzas de seguridad. La esquina de Libertador y Monroe, donde sucedieron los incidentes, estaba bajo la responsabilidad de Prefectura, mientras que los encargados de escoltar el trayecto del colectivo eran oficiales de Policías de la Ciudad.

“El poder se ejerce, no es una cuestión de opciones. Cuando no lo ejerce el Estado, lo ejercen los inadaptados, eso pasó ayer”, consideró De Narváez. Para el exlegislador, lo sucedido el sábado en el barrio de Núñez habla además de una “incapacidad” del gobierno para brindar seguridad.

“No es un incidente solamente deportivo. Esto implica cómo este gobierno ha decidido no cumplir con una de sus principales promesas, que era devolvernos la seguridad. Ayer se demostró que no son capaces de hacerlo”, sentenció.


Millones de Argentinos que tenemos el DERECHO de VIVIR en PAZ y SEGUROS, ¡ayer perdimos 10 a 0!
El estado DEBE GARANTIZAR la PAZ y la SEGURIDAD. No es una opción, es su DEBER.@mauriciomacri @PatoBullrich lean y cumplan con la Constitución Nacional.— Francisco De Narváez (@FDeNarvaezOK) November 25, 2018

Consultado por cómo cree que se garantizará la seguridad para la Cumbre de líderes del G20 que tendrá lugar en la Ciudad el fin de semana próximo, De Narváez desestima que el Estado esté en condiciones de asumir esa responsabilidad.

“Tenemos que resignarnos a la realidad: nuestro país va a estar controlado y asegurado durante tres días por potencias extranjeras. Autodefinirse como capaces de dar seguridad a un evento tan importante como el G20 me parece un acto de soberbia inmenso”, dijo.


La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró en declaraciones al canal TNque “no será peligroso" estar en la Ciudad durante el G20. "Nos haremos cargo de lo que pase" afirmó.

Sobre estas declaraciones, De Narváez sostuvo: “La realidad muestra que no han sido capaces de prevenir lo absolutamente previsible. La Ministra debería reveer sus declaraciones”, opinó.




La producción industrial cayó un 5% en octubre y llegó así al sexto mes consecutivo de bajas

Según CAME

La falta de liquidez del mercado, la baja calidad de cadena de pago y las elevadas tasas de interés complican al sector. En el año acumula un retroceso de 1,9% con respecto a 2017.


Los datos surgen de la Encuesta Mensual Industrial que realiza la entidad en unas 300 empresas.


La producción industrial cayó un 5% en octubre y llegó así al sexto mes consecutivo de bajas en lo que va del año, de acuerdo con un relevamiento hecho por la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

Según el organismo, la falta de liquidez del mercado, la baja calidad de la cadena de pagos y las tasas de interés excesivas son los principales problemas que enfrenta el sector.

En lo que va del año, la producción de las pymes acumula un retroceso de 1,9 por ciento frente a igual período de 2017, aseguró la CAME.

Los datos surgen de la Encuesta Mensual Industrial que realiza la entidad en unas 300 empresas de diferentes ramas y de todo el país.

Los rubros que menos actividad tuvieron durante octubre fueron los de "Calzado y marroquinería", "Productos de caucho y plástico", "Productos de madera y muebles" y "Papel, cartón, edición e impresión".

En este mes tuvieron un leve crecimiento la "Industria alimenticia" (0,1%) y los "Minerales no metálicos", mientras que la fabricación de artículos químicos no tuvo variación.

El dato positivo es que el uso de la capacidad instalada en las pymes volvió a subir levemente en octubre a 58,7%, aunque para el sector sigue siendo demasiado baja.

El documento elaborado por la CAME detalla también que el Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) registró un valor de 79,8 puntos en octubre.

"La tendencia de la producción no parece repuntar y seguirá así por lo menos hasta mediados del año que viene", remarcó Pablo Bozzanno, director ejecutivo de la Cámara de Industrias Informáticas, Electrónicas y de Comunicaciones de Centro de la Argentina (CIIECCA).

El directivo advirtió, además, que "la capacidad instalada es inferior al 60 por ciento" y precisó que "las empresas por ahora no están despidiendo, pero tampoco renuevan los cargos que se van perdiendo".

Krugman predice para Argentina, una "recesión severa" y una nueva caída del peso

El Premio Nobel de Economía cuestionó que la única estrategia sea la austeridad fiscal y suba de tasas de interés.



El Premio Nobel de Economía Paul Krugman cuestionó la estrategia elegida por el gobierno de Mauricio Macri para salir de la crisis y pronosticó una "recesión severa" y una nueva caída del peso si no cambian las recetas.

En una entrevista difundida por el diario mexicano El Financiero, el economista de Princeton analizó la situación de la economía en México de cara al gobierno de Andrés Manuel López Obrador y también dedicó una breve opinión a la crisis financiera en Argentina.

Krugman se refirió a las medidas tomadas por el gobierno de Macri y admitió que "cierta austeridad fiscal es inevitable", aunque cuestionó que sea la única receta para salir de la crisis.


"Si Argentina, por ejemplo, solamente recurre a la austeridad fiscal y a subir las tasas de interés, entonces estaríamos hablando de una recesión severa. Tienen que ir más allá", aconsejó el Premio Nobel. "Es triste decirlo, pero a pesar de la inflación, necesitan mucha depreciación. No puede seguir con esa deuda fiscal", agregó.

Por último, Krugman comparó la situación con Turquía -que arrastra una crisis similar a la de Argentina y complicó la situación de los países emergentes- y reconoció que las medidas tomadas por Erdogan fueron más efectivas. "El régimen en Turquía me desagrada profundamente, pero sus medidas enérgicas para evitar la fuga de capitales han sido mucho más efectivas de lo que muchos admiten", indicó.

One day, whether next year, or in 2021, or in 2025, he’ll be asked to leave the White House. What if he won’t go?




What if, after having moved into the White House and gotten comfortable, Donald Trump refuses to check out when his term ends?

Preposterous, you say. No president, not even Trump, would dare to defy 200-plus years of political tradition—not to mention the Constitution—to illegally overstay. But how sure can we be that our norm-busting president won’t attempt to shatter this inviolable standard, too? He and his lawyers have already advanced the specious legal idea that the chief executive can’t be charged with obstruction of justice, thereby placing him above the law. Who’s to say that Trump’s legal advisers might construct some pretext—a national security crisis or charges of election fraud—that would place him above the Constitution and cement his place in the Oval Office?


The fear that a president might not go at his appointed time has a precedent. President Franklin D. Roosevelt, encouraged by columnist Walter Lippmann, contemplated taking dictatorial powers at the beginning of his first administration, but then reconsidered. Almost a half-century ago, the prospect of impeachment and conviction sent President Richard Nixon’s innate paranoia to a sub-basement of suspicion and distrust. As the lights started going out around him, he raged, he drank, and raged some more. In one sober moment, he called CBS News reporter Nancy Dickerson in the middle of the night to ramble on and on about how the press was mistreating him.

According to reporter Seymour Hersh, Nixon intimates began to believe that he was contemplating some sort of a coup d’état to maintain power. An unnamed member of the Joint Chiefs of Staff told Hersh that in one meeting Nixon called himself “the last hope” and claimed that the “eastern elite was out to get him.” Said the four-star officer: “His words brought me straight up out of my chair. I felt the president, without the words having been said, was trying to sound us out to see if we would support him in some extra-constitutional action. He was trying to find out whether in a crunch there was support to keep him in power.”

The officer and others told Secretary of Defense James R. Schlesinger of their Nixon anxieties. Nixon had centralized military power in the White House, often cutting his previous secretary of defense, Melvin Laird, out of the chain of command, giving some credence to the worry that he might issue an extreme order. Schlesinger investigated what sort of countermeasure the military could take if Nixon ordered Marines or other Washington-billeted troops to block his removal after impeachment and conviction. “Schlesinger’s overriding concern, in case a crisis did arise, was the possibility that the armed forces would follow their inherent loyalty to the Commander-in-Chief,” Hersh wrote.

Ultimately, the specter of a Nixon coup inspired Schlesinger to instruct the Joint Chiefs of Staff to execute no White House order without his countersignature. Nixon never gave any such orders, and his aide-turned-biographer Jonathan Aitken later described Schlesinger’s move as “the wildest over-reaction of Watergate.” Nixon’s reaction when told the tale: “Incredible.”

Compare Trump to Nixon. Like Nixon, Trump has sought to curry favor with the military, stacking his Cabinet with generals. Former CIA Director John Brennan has called him “unstable, inept, inexperienced, and unethical,” and temper-tantrums in public and on Twitter have caused him to be branded as a hothead. Trump’s current chief of staff, John F. Kelly, has described him as “off the rails,” according to Bob Woodward’s book Fear: Trump in the White House. Woodward, who reported on Nixon’s ouster in The Final Days, compares Trump’s paranoia to Nixon’s in his new book.

Trump has repeatedly bruised the rule of law with his words and actions, so why not the Constitution? Earlier this year, when a lawful search warrant was served on his attorney, Michael Cohen, Trump said, “I just heard they broke into the office of one of my personal attorneys.” This week, he claimed hyperbolically that he doesn’t have an attorney general because his AG won’t run the Department of Justice like a windup toy for him, and he called the Federal Bureau of Investigation a “cancer in our country.” This is strong meat! He claims that the special prosecutor’s investigation, which has returned eight guilty pleas and one conviction, is a “witch hunt.” He has used the presidential pardon to reward political allies such as Joe Arpaio and Dinesh D’Souza. L’Etat, C’est Moi could be incorporated into the Trump coat of arms.

Trump laid the groundwork for contesting the legitimacy of the 2020 election during the 2016 campaign, blaring his distrust of the election process nonstop. “They even want to try and rig the election at the polling booths, where so many cities are corrupt and voter fraud is all too common,” he said. In the final debate with Hillary Clinton, he declined to say whether he would accept the results of the election, a position he was still voicing on Election Day. “I want to see what happens, you know, how it goes,” Trump said. Even after winning, Trump repeatedly asserted—with no proof—that 3 million to 5 million noncitizens had voted in the 2016 election, and that their illegal ballots cost him the popular vote. Once inaugurated, he impaneled his now-abandoned Presidential Advisory Commission on Election Integrity to investigate his bogus allegations.

Trump appears to have conveyed his disparaging views about voting integrity to his political base. According to one 2017 poll, half of all Republicans surveyed favored postponing the 2020 election until new standards made it certain that only eligible American citizens could vote. Respondents who agreed with Trump’s untruths that he won the popular election and that millions of ballots were cast illegally were the most likely to support the idea of postponing the election.

This isn’t the first time the idea of postponing the federal election has surfaced. In 2004, the Department of Homeland Security asked the Department of Justice whether the government could put off an election in the case of a terrorist strike. No such legal mechanism was found, and the outrage generated by the inquiry prompted Congress to pass a resolution, 419-2, declaring that nobody could shelve an election.

So if Trump couldn’t postpone an election, could he just ignore it? The nation would erupt, of course. Even great numbers of his supporters would abandon him. But never underestimate Trump’s audacity. In 2016, he reserved the right to reject the results. The fact that he won made his rejection moot. But what scenario might play out in 2020 if Trump lost but denied the results? Would he endlessly filibuster the states for recounts? Appeal to the Supreme Court and ignore its ruling by claiming squatters rights to the White House?

Not even Trump would go that far, right? Even though he’s taught us to expect the worst from him, I’d like to think that he’d pack the Bekins van and move back to Trump Tower after losing. But what about the long shot of the House impeaching him and the Senate convicting him? Would he honor those judgments? Again, I’d like to think so, but my faith wobbles. His sense of victimhood, displayed daily on Twitter, predicts that he might interpret his constitutional defenestration as a coup by the Deep State, a coup that justified his counter-coup. Trump’s backers—see these pieces in the American Conservative and the Federalist as well as a commentary by Bill O’Reilly and an interview with Steve Bannon—have already poured the foundation for such a notion with their talk of the “coup against Trump.” Likewise, all the talk about using the 25th Amendment to remove him from office can’t help but have boosted his baseline paranoia.

The president’s cheerleading for anti-democratic authoritarians like Vladimir Putin, Rodrigo Duterte, Xi Jinping and Abdel Fattah el-Sissi and the mutual admiration pact he’s signed with North Korea’s Kim Jong Un does not bode well for an orderly transition of power in 2020 or 2024 or whenever his eviction notice is served. Because nothing is off the table when Trump’s operating, let’s hope current Secretary of Defense Jim Mattis has read deeply from the Nixon histories and has issued the appropriate order to the Joint Chiefs of Staff.

****** Rumors circulated nationwide in the spring of 1970 that Nixon had ordered the Rand Corporation to study the feasibility of suspending the 1972 election in the case of a domestic uprising. The rumors were baseless, David Greenberg writes in Nixon’s Shadow: The History of an Image, but their intensity required a denial from Daniel Patrick Moynihan. That same year, Scanlan’s Monthly ran a memo, purportedly written by an aide to Vice President Spiro Agnew, that referred to election-canceling plans.

La disputa dentro del oficialismo por el fracaso del operativo en River

Pese a que el operativo de seguridad en River fue realizado en conjunto por fuerzas nacionales y porteñas, la ministra Bullrich no dio explicaciones por las irregularidades. Tras un diálogo con Macri, Rodríguez Larreta habló y responsabilizó a los barrabravas.


Imagen: Noticias Argentinas


El jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tuvo que salir a poner la cara por el operativo de seguridad que hizo fracasar el superclásico entre River y Boca por la Copa Libertadores y a instalar la idea de una venganza de los barrabravas. En su entorno insistieron en que lo hizo por voluntad propia tras una conversación con el presidente Mauricio Macri. Antes de eso, habían estado echándose la culpa entre los ministros de Seguridad nacionales y porteños (Patricia Bullrich y Martín Ocampo) y entre la Policía Federal y la Policía de la Ciudad. Larreta llamó a "ir a fondo contra los barrabravas". Y sostuvo en su cargo al ministro Ocampo, un hombre muy cercano al presidente de Boca, Daniel "El Tano" Angelici.

Es probable que, después de los hechos de este fin de semana, los habitantes de Balcarce 50 quieran borrar de Internet las declaraciones del Presidente reclamando que la final se jugara con público visitante y las que le siguieron de la siempre dispuesta Bullrich, quien justificó esa idea con la frase: "El que no arriesga, no gana". El partido de ida de la final entre Boca y River se suspendió inicialmente por el temporal que dejó inundadas zonas amplias de la provincia de Buenos Aires y la Ciudad. En ese momento, Macri optó por culpar de las inundaciones a los trabajadores de Aerolíneas Argentinas... La vuelta de la final no se pudo jugar el sábado ni tampoco ayer, tras la emboscada y los piedrazos al micro que transportaba a los jugadores de Boca, llamativamente desprotegido por la policía.

Macri y Larreta hablaron durante ese sábado. Hay quien dice que no fue en los términos más amigables, pero --por supuesto-- en el entorno de los gobernantes lo niegan, con más énfasis en el ámbito porteño. Larreta fue el dirigente político que salió a poner la cara luego de la doble suspensión de los partidos. "Salimos por decisión nuestra para fijar nuestra posición", aclararon en su entorno.

Lo primero que hizo Larreta fue señalar que su principal hipótesis es una venganza de la barrabrava de River por un operativo que se hizo el viernes pasado, el día anterior al previsto para el partido, en el que allanaron al líder de la barra Héctor "Caverna" Godoy. "Lo de ayer tiene que ver con eso porque nadie puede tener la ingenuidad de creer que esto no está directamente relacionado con el episodio del día anterior", aseguró Larreta, quien señaló que el viernes "se hizo un allanamiento y se encontraron 10 millones de pesos y 300 entradas". "Ahí está el problema, son 300 personas que antes entraban a la cancha y que se quedaron afuera, y fueron los principales protagonistas de los desmanes que se generaron, que incluyeron los piedrazos al ómnibus de los jugadores de Boca", aseguró el jefe del gobierno porteño, quien no explicó, en ese contexto, por qué el operativo de seguridad careció de los mínimos recaudos y llevó a los jugadores directo a una emboscada.

Larreta aseguró que "va a ir a fondo contra las barrabravas, que son mafias que están enquistadas en el fútbol hace más de 50 años". Para esa tarea, ratificó en el cargo de ministro al abogado favorito de Angelici, Martín Ocampo. También dijo que le ordenó a Ocampo "hacer un sumario interno para determinar responsabilidades y ver qué cosas se pudieron hacer mejor". Curioso: se desconocen sumarios similares por las represiones y cacerías de manifestantes del 8M y del último diciembre, por mencionar solo dos casos de operativos irregulares.

Ante la pregunta sobre las responsabilidades, que se habían estado pasando entre la Nación y la Ciudad, Larreta dio una respuesta mixta: "La responsabilidad del operativo es de la Policía de la Ciudad, donde colaboraron fuerzas federales".

Esa colaboración es clave en la disputa Ocampo-Bullrich. Como indicaron a este diario desde la Ciudad, la Prefectura Naval --que responde al Ministerio de Seguridad Nacional-- tenía la responsabilidad del "anillo 3", el lugar por donde ingresó el micro agredido (la Policía de la Ciudad estaba a cargo de los anillos 1 y 2). Es decir: debía ocuparse de que no pudieran acercarse al micro los hinchas de River. "En las próximas horas tendremos un informe sobre qué falló", aclararon desde el gobierno porteño. Pese a las consultas de PáginaI12, los funcionarios del Ministerio de Seguridad nacional mantuvieron un silencio sepulcral sobre el tema.

Es importante recordar que ambos ministerios y las distintas fuerzas policiales deberán coordinar en solo unos días un megaoperativo de seguridad por la cumbre del G-20, que paralizará buena parte del transporte público y militarizará la Ciudad de Buenos Aires. Al presidente Macri, aparentemente, le desagrada que se haga esta relación y se lo hizo saber a Larreta. El jefe de gobierno señaló en la conferencia de prensa que tenían un operativo con refuerzos para el partido de ayer, que finalmente no se jugó.

La interna Bullrich-Ocampo no es nueva y se superpone con otra: la de la Policía Federal y la Policía de la Ciudad. Los "Federicos" le dedicaron críticas a la Policía creada a partir de restarle agentes a la Federal y reclamaron su reintegro. Uno de los mensajes que circuló en grupos de Facebook de oficiales y suboficiales federales decía: "Quedó demostrado que tiene que volver la Policía Federal Argentina, la División Montada, Guardia de Infantería, División Perros. Tenía que estar la gloriosa Policía Federal. No esa fuerza inventada por Larreta


Pese a que el operativo de seguridad en River fue realizado en conjunto por fuerzas nacionales y porteñas, la ministra Bullrich no dio explicaciones por las irregularidades. Tras un diálogo con Macri, Rodríguez Larreta habló y responsabilizó a los barrabravas.
Imagen: Noticias Argentinas
El jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tuvo que salir a poner la cara por el operativo de seguridad que hizo fracasar el superclásico entre River y Boca por la Copa Libertadores y a instalar la idea de una venganza de los barrabravas. En su entorno insistieron en que lo hizo por voluntad propia tras una conversación con el presidente Mauricio Macri. Antes de eso, habían estado echándose la culpa entre los ministros de Seguridad nacionales y porteños (Patricia Bullrich y Martín Ocampo) y entre la Policía Federal y la Policía de la Ciudad. Larreta llamó a "ir a fondo contra los barrabravas". Y sostuvo en su cargo al ministro Ocampo, un hombre muy cercano al presidente de Boca, Daniel "El Tano" Angelici.
Es probable que, después de los hechos de este fin de semana, los habitantes de Balcarce 50 quieran borrar de Internet las declaraciones del Presidente reclamando que la final se jugara con público visitante y las que le siguieron de la siempre dispuesta Bullrich, quien justificó esa idea con la frase: "El que no arriesga, no gana". El partido de ida de la final entre Boca y River se suspendió inicialmente por el temporal que dejó inundadas zonas amplias de la provincia de Buenos Aires y la Ciudad. En ese momento, Macri optó por culpar de las inundaciones a los trabajadores de Aerolíneas Argentinas... La vuelta de la final no se pudo jugar el sábado ni tampoco ayer, tras la emboscada y los piedrazos al micro que transportaba a los jugadores de Boca, llamativamente desprotegido por la policía.
Macri y Larreta hablaron durante ese sábado. Hay quien dice que no fue en los términos más amigables, pero --por supuesto-- en el entorno de los gobernantes lo niegan, con más énfasis en el ámbito porteño. Larreta fue el dirigente político que salió a poner la cara luego de la doble suspensión de los partidos. "Salimos por decisión nuestra para fijar nuestra posición", aclararon en su entorno.
Lo primero que hizo Larreta fue señalar que su principal hipótesis es una venganza de la barrabrava de River por un operativo que se hizo el viernes pasado, el día anterior al previsto para el partido, en el que allanaron al líder de la barra Héctor "Caverna" Godoy. "Lo de ayer tiene que ver con eso porque nadie puede tener la ingenuidad de creer que esto no está directamente relacionado con el episodio del día anterior", aseguró Larreta, quien señaló que el viernes "se hizo un allanamiento y se encontraron 10 millones de pesos y 300 entradas". "Ahí está el problema, son 300 personas que antes entraban a la cancha y que se quedaron afuera, y fueron los principales protagonistas de los desmanes que se generaron, que incluyeron los piedrazos al ómnibus de los jugadores de Boca", aseguró el jefe del gobierno porteño, quien no explicó, en ese contexto, por qué el operativo de seguridad careció de los mínimos recaudos y llevó a los jugadores directo a una emboscada.
Larreta aseguró que "va a ir a fondo contra las barrabravas, que son mafias que están enquistadas en el fútbol hace más de 50 años". Para esa tarea, ratificó en el cargo de ministro al abogado favorito de Angelici, Martín Ocampo. También dijo que le ordenó a Ocampo "hacer un sumario interno para determinar responsabilidades y ver qué cosas se pudieron hacer mejor". Curioso: se desconocen sumarios similares por las represiones y cacerías de manifestantes del 8M y del último diciembre, por mencionar solo dos casos de operativos irregulares.
Ante la pregunta sobre las responsabilidades, que se habían estado pasando entre la Nación y la Ciudad, Larreta dio una respuesta mixta: "La responsabilidad del operativo es de la Policía de la Ciudad, donde colaboraron fuerzas federales".
Esa colaboración es clave en la disputa Ocampo-Bullrich. Como indicaron a este diario desde la Ciudad, la Prefectura Naval --que responde al Ministerio de Seguridad Nacional-- tenía la responsabilidad del "anillo 3", el lugar por donde ingresó el micro agredido (la Policía de la Ciudad estaba a cargo de los anillos 1 y 2). Es decir: debía ocuparse de que no pudieran acercarse al micro los hinchas de River. "En las próximas horas tendremos un informe sobre qué falló", aclararon desde el gobierno porteño. Pese a las consultas de PáginaI12, los funcionarios del Ministerio de Seguridad nacional mantuvieron un silencio sepulcral sobre el tema.
Es importante recordar que ambos ministerios y las distintas fuerzas policiales deberán coordinar en solo unos días un megaoperativo de seguridad por la cumbre del G-20, que paralizará buena parte del transporte público y militarizará la Ciudad de Buenos Aires. Al presidente Macri, aparentemente, le desagrada que se haga esta relación y se lo hizo saber a Larreta. El jefe de gobierno señaló en la conferencia de prensa que tenían un operativo con refuerzos para el partido de ayer, que finalmente no se jugó.
La interna Bullrich-Ocampo no es nueva y se superpone con otra: la de la Policía Federal y la Policía de la Ciudad. Los "Federicos" le dedicaron críticas a la Policía creada a partir de restarle agentes a la Federal y reclamaron su reintegro. Uno de los mensajes que circuló en grupos de Facebook de oficiales y suboficiales federales decía: "Quedó demostrado que tiene que volver la Policía Federal Argentina, la División Montada, Guardia de Infantería, División Perros. Tenía que estar la gloriosa Policía Federal. No esa fuerza inventada por Larreta

¿Qué pasa con el precio del petróleo?



Producción de petróleo en Dakota del Norte. Los precios han caído a sus niveles más bajos del año mientras los operadores están cada vez más centrados en las tensiones comerciales y el aumento de las tasas de interés. Credit Jim Wilson/The New York Times



Los precios del petróleo se han desplomado en los últimos días, aunque hace unos meses alcanzaron su punto máximo desde 2014. Tras llegar a 75 dólares por barril a principios de octubre, el precio del West Texas Intermediate, la referencia estadounidense, ha caído aproximadamente una cuarta parte. El Brent crudo, el estándar internacional, ha tenido un descenso similar.

Entre las caídas más drásticas de un solo día sucedidas en los últimos años se encuentra la del martes, que fue casi del siete por ciento, la cual propició que los precios llegaran a su nivel más bajo en 2018.

El abrupto retroceso, que inevitablemente nos trae recuerdos del estruendoso desplome de la industria en 2014, representa una gran preocupación para los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), cuyas economías están vinculadas estrechamente a las ganancias del petróleo. Arabia Saudita, el miembro más poderoso de la OPEP, señaló el 11 de noviembre que, a fin de impulsar los precios, recortaría su producción en un medio millón de barriles por día.

Aparentemente, este anuncio dio lugar a una advertencia por parte del presidente Donald Trump, quien al día siguiente comentó en Twitter: “Espero que Arabia Saudita y la OPEP no recorten la producción de petróleo. ¡Los precios del petróleo deberían ser mucho más bajos en función de la oferta!”. Los analistas afirman que los comentarios de Trump podrían haber acentuado la tendencia del precio, al crear dudas acerca de si la OPEP realizará los recortes.
¿Por qué se han desplomado los precios del petróleo?

En meses recientes la prioridad del mercado petrolero ha cambiado abruptamente. Cuando los grandes productores, que incluyen a la OPEP y Rusia, se reunieron en Viena en junio, las principales inquietudes eran el potencial de repunte de los precios y si las reservas serían adecuadas. La decisión de Trump de volver a imponer sanciones a Irán amenazó con sacar del mercado una gran cantidad de petróleo procedente de uno de los más grandes productores.

Durante el verano, los sauditas y otros productores que habían estado frenando la producción desde 2017 abrieron los grifos con el fin de tranquilizar a los consumidores y calmar a Trump. Quizás fueron demasiado proactivos. Los operadores han dejado de interesarse en Irán y se han centrado en otros factores, por ejemplo, en si las batallas comerciales de Trump con China y el aumento en las tasas de interés pueden perjudicar el crecimiento económico global y la demanda del petróleo.

Al mismo tiempo, la producción en Estados Unidos ha aumentado más rápido de lo esperado. La producción también se ha incrementado en Libia, a pesar de que continúa la guerra, y se ha mantenido mejor de lo esperado en Venezuela, otro país con problemas. Según los analistas, otra vez se están acumulando grandes volúmenes de petróleo en los tanques de almacenamiento de todo el mundo, lo que aumenta el temor de que haya una nueva sobreoferta.
¿Cuál ha sido el impacto de las sanciones a Irán?

Las sanciones han tenido menos efecto en la producción iraní de lo que habían pronosticado algunos analistas, pero quizás las expectativas han sido demasiado alarmantes. Estas medidas, las cuales imponen sanciones a las empresas que compren petróleo iraní, entraron en vigor el 5 de noviembre. Se había esperado que los compradores redujeran la compra del crudo de ese país antes de las sanciones, pero parece que esa acción solo ha frenado moderadamente la producción de Irán. Por ejemplo, la OPEP informó que la producción iraní de octubre bajó a cerca de 3,3 millones de barriles de petróleo al día, el 4,5 por ciento comparado con el mes anterior.

Algunos antecedentes que explican por qué el impacto ha sido débil: el gobierno de Trump otorgó exenciones temporales a los mayores clientes de Irán que incluyen a China, India y Japón. Los operadores de petróleo interpretaron la generosidad del gobierno como que los posibles recortes a las exportaciones iraníes podrían ser menores de lo que se esperaba. “El mercado se sorprendió bastante al ver que se otorgaron exenciones”, comentó Homayoun Falakshahi, analista iraní de Wood Mackenzie, una empresa de investigación en temas de energía.

Falakshahi señaló que el otorgamiento de exenciones a Japón y Corea del Sur, quienes habían dejado de comprar petróleo iraní, fue especialmente sorpresivo. Podría indicar, afirmó, que las prioridades del gobierno se inclinan más hacia mantener los precios bajos para los consumidores estadounidenses que hacia oprimir a Irán. Si es así, parece que la estrategia está funcionando. Según la empresa AAA, el precio de la gasolina normal en Estados Unidos el martes fue de 2,61 dólares, en comparación con los 2,85 dólares del mes anterior.
¿Qué factores decidirán los precios las próximas semanas?

Los analistas señalan que cada vez hay más presión sobre la OPEP para que apuntale los precios cuando la organización se reúna con Rusia y otros productores en Viena a principios de diciembre. Los expertos esperan que se anuncien recortes en la producción de alrededor de un millón de barriles al día, cerca del uno por ciento de las reservas mundiales.

Existen pocas dudas de que los sauditas puedan hacer recortes de esta magnitud. Después de todo, han elevado la producción en casi 700.000 barriles al día en comparación con la producción promedio de 2017.

Los analistas comentaron que tal vez Arabia Saudita, que trata de evitar tener que cargar en soledad con todo el peso, tenga problemas para convencer a los productores como Rusia e Irak de que también hagan recortes. Quizás los sauditas también tengan que transitar por un camino complicado entre las presiones del gobierno de Trump para bajar más los precios y las necesidades de su economía de tener mayores ganancias.

Los analistas añadieron que hay buenas probabilidades de que los productores como Rusia e Irak decidan que aceptar los recortes beneficiará a sus intereses. “Creemos que al final Putin tomará la misma decisión que tomó en noviembre de 2016 y optará por unirse a los productores de la OPEP debido a cuestiones fiscales internas”, escribió Helima Croft, analista de RBC Capital Markets, en una nota para sus clientes el 14 de noviembre.

Hace algunos meses, parecía que los sauditas habían orientado al mercado hacia niveles de precios más cómodos, para sus propios objetivos, al coordinar recortes en la producción con Rusia y otros países. Ahora los sauditas y sus aliados petroleros vuelven a encontrarse en la incómoda posición de ser presionados, principalmente por los productores de esquisto de Estados Unidos.

“Vuelven a tener que evitar la caída del mercado en vez de preocuparse por su ascenso”, comentó James Davis, analista de FGE, una empresa consultora para cuestiones de energía.

México negocia con Trump un plan Marshall para la migración de Centroamérica

El Gobierno de López Obrador impulsa un plan que pasa por asimilar a los migrantes en México y que Estados Unidos incentive la inversión privada en el sur del país y aumente las ayudas a Centroamérica

Ante la avalancha migratoria que recorre el país, el Gobierno entrante de México admite que no es viable por ahora una política de contención. Para tratar de buscar una salida al fenómeno de las caravanas que caminan rumbo a Estados Unidos, la Administración de Andrés Manuel López Obrador, que tomará posesión del cargo el próximo sábado, negocia con Estados Unidos una suerte de plan Marshall para Centroamérica. Fuentes de la Cancillería al tanto de las conversaciones, aseguran que se trata de lograr un cambio de paradigma y el objetivo es profundizar la inversión en el sur del país, con el apoyo de Estados Unidos, que también incrementaría las ayudas a los países del triángulo norte de Centroamérica y flexibilizar los trámites migratorios en México. La meta es que el acuerdo esté cerrado como tarde en mayo, para que pueda dar resultados tangibles en 2020.



Migrantes centroamericanos cruzan México rumbo a Estados Unidos.

Con un Trump cada vez más beligerante respecto a la migración que llega a la frontera norte de México, López Obrador se ha propuesto un cambio de política ante el estallido de un fenómeno que no tiene freno y que, temen, se pueda convertir en un nuevo problema de seguridad interna. La futura Administración trata de llegar a un acuerdo con Estados Unidos por el que México acogerá en su territorio a los migrantes que quieran solicitar asilo mientras dura el proceso. Las fuentes consultadas por este diario aseguran que aún no hay un procedimiento establecido y que se trata de un plan que no solo afecta a la frontera norte de México. Las mismas fuentes defienden que, en la práctica, es algo ya está ocurriendo. El Gobierno de López Obrador calcula que actualmente hay unas 9.000 migrantes varados en la frontera, un número que dan por descontado que se incrementará con el paso de los meses.

A cambio, México pretende obtener un doble compromiso por parte del Gobierno de Donald Trump. Según ha podido saber este diario de fuentes de la Secretaría de Exteriores y de uno de los gobiernos centroamericanos implicados, el plan incluye un acuerdo de desarrollo e inversión con Estados Unidos en el sur de México, la zona más olvidada del país. El objetivo, según estas fuentes, es lograr más de 20.000 millones de dólares en el sexenio, principalmente de inversión privada, con la anuencia o la promoción de Estados Unidos. Las fuentes consultadas creen que Trump no ve con malos ojos este plan, aunque son conscientes que deben lidiar también con el ala más dura de su Administración, partidaria de la construcción del muro fronterizo, que considera que el problema migratorio no es asunto de Estados Unidos. Este domingo, Trump ha echado más leña al fuego al insistir en que México debe ser "inteligente" y frenar las caravanas de migrantes.

Además, el plan incluye que Estados Unidos incremente la ayuda a los países del triángulo norte de Centroamérica. Hasta ahora, se destinan 600 millones de dólares al plan Alianza por la Prosperidad, surgido a raíz de la crisis de los niños migrantes de 2014, pero en la práctica se aportan 200. Los otros 400 no terminan de llegar, principalmente por la compleja forma en que operan USAID. Según el plan que ha puesto sobre la mesa México a Estados Unidos, y del que están al tanto los Gobiernos centroamericanos, la ayuda pasaría a 1500 millones de dólares. Las conversaciones, que se vienen dando desde septiembre y están encabezadas por el futuro canciller, Marcelo Ebrard, deberían fructificar entre diciembre y mayo del próximo año, admiten las fuentes consultadas, para que las inversiones puedan empezar a concretarse entre 2019 y 2020. De lo contrario, todo se iría al traste.

El Gobierno de López Obrador confía en poder absorber a gran parte de los casi 200.000 migrantes que cada año atraviesan México en dirección a Estados Unidos. El modelo tendría dos vertientes. La interna tiene que ver con las denominadas "cortinas de desarrollo" que el nuevo Gobierno pretende levantar desde Chiapas, en el sur del país y una de las zonas más atrasadas, a la capital del país.

Las "cortinas de desarrollo" serán focos de una enorme concentración de la inversión pública en obras públicas. Hasta ahora, López Obrador ha hecho hincapié en tres planes. Uno en Chiapas que tiene que ver con la reforestación del sur del país, por el que el Gobierno pretende plantar un millón de hectáreas de árboles frutales y para el que se crearían 4000.000 puestos de trabajo, según el nuevo mandatario. El segundo foco de concentración es el sureste de México, donde se prevé construir el llamado tren maya. Una vía férrea de 1.500 kilómetros que recorrerá los estados de Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Y el tercer macroproyecto será otro tren, el transistmico, una línea férrea de que conectará el Pacífico (Oaxaca) con el Atlántico (Veracruz).

El plan contempla también una vertiente externa, que es flexibilizar los trámites migratorios para facilitar a los centroamericanos la obtención de permisos. El plan de visados para los trabajadores extranjeros estará inspirado en el modelo aplicado para los haitianos en Brasil. Según fuentes de la Comisión de Exteriores del Senado, se trata de "visas humanitarias" con un año de duración pero renovables. "Inicialmente estarían agrupados en albergues, pero cuando empiecen a tener un sueldo fijo irán trasladándose progresivamente a viviendas convencionales, apuntan las fuentes.

Los más escépticos con el plan ven en él solo una versión mejorada del Plan Puebla Panamá, la zona de libre comercio desde Panamá a Estados Unidos que intentó abrir el expresidente Vicente Fox (2000-2006), pero fue abandonado por múltiples problemas. Para lograr que Estados Unidos se sume al proyecto y aumente los fondos a este rubro, México cuenta con una carta: hacer de freno a la emigración ilegal o permitir que el país se convierta en un corredor fácil para los migrantes y que el problema se enquiste en la frontera.

En el entorno de Obrador existe la creencia de que el país tiene capacidad para asimilar el éxodo de centroamericanos. Los datos demuestran que México apenas ha dado papeles a los refugiados, en relación con su tamaño. En Líbano, primer país del mundo en número de refugiados, hay 170 por cada 1.000 habitantes; en Jordania, 91, y en Turquía, 44 refugiados por cada 1.000 habitantes. En México, aunque las solicitudes se han disparado en el último año, las cifras todavía son insignificantes y hay 0,0071 refugiados por cada 1.000 habitantes y ocupa el puesto 127 en el mundo, según ACNUR, la agencia de Naciones Unidas para los refugiados.

No obstante, en el último año aumentó un 1.000% las solicitudes de refugio en México y más del 90% de esas solicitudes provinieron de personas del triángulo norte de Centroamérica —Honduras, El Salvador y Guatemala—, que huyen de ciudades como San Salvador (El Salvador) o San Pedro Sula (Honduras), consideradas entre las más violentas del mundo. ACNUR compara la situación actual con el éxodo de centroamericanos durante las guerras de los años 80.

Desde entonces una de las obsesiones de Estados Unidos ha sido mantener lejos de su frontera esta crisis humanitaria. Tras la crisis de los niños migrantes en la frontera, Barack Obama firmó un acuerdo para poner en marcha un muro virtual (Plan Frontera Sur) en México que incluye el despliegue de una red policial y militar junto a la frontera con Guatemala. La puesta en marcha del Plan Frontera Sur, en el marco del plan Mérida firmado en 2008, incluye la colaboración de Estados Unidos, tanto con dinero en efectivo, como armamento o escáneres, lo que ha multiplicado el número de detenciones y deportaciones. Sin embargo, este muro de contención ha saltado por los aires desde octubre con la irrupción de la caravana de migrantes que salió de Honduras.

Durante el primer año, la Iniciativa Mérida proporcionó a México 400 millones de dólares en equipo y entrenamiento. Ni la Iniciativa Mérida ni el Plan Frontera sur están en peligro, aseguran las fuentes de Exteriores al tanto del plan con Estados Unidos. "El problema no es controlar, sino abrir nuevas posibilidades", aseguran.




Sin padrino y sin dinero: las dos millennials que viralizaron el huracán Alexandria Ocasio-Cortez

Charlamos con María Arenas y Naomi Burton, diseñadora de los pósters y directora de los vídeos de la campaña política más exitosa y caso de estudio del año. Al igual que la mujer del momento, son jóvenes, progresistas y quieren cambiar el mundo.


Izquierda y derecha, el diseño gráfico que ha cambiado las reglas del marketing político, por obra de María Arenas y el equipo de Tandem NYC.


Nunca subestimes a la camarera que te sirve una caña al salir del trabajo. Esa joven podría ser la líder progresista que la política estaba esperando. En esas se vio hace unos meses María Arenas, una diseñadora gráfica de 24 años de origen filipino recién graduada del Pratt Institute. A María la acababan de fichar en Tandem, una agencia publicitaria de Nueva York que, según explica a S Moda, basa su estrategia “en la idea de que las técnicas de persuasión del marketing y publicidad se usen para avanzar en el bien común”. Ella y sus jefes, Scott Starrett y Shaun Gillen, solían irse a tomar unas cervezas al Flats Six, una taquería en Union Square repleta de esos millennials ofendiditos que desprecian los reaccionarios apoltronados en el pasado. “Estaba en el lugar adecuado en el momento adecuado”, destaca, consciente de que a ella le ha cambiado la vida a la camarera del local. La misma con la que sus jefes habían confraternizado porque siempre acababan hablando de política y de la evidente crisis de imagen de la izquierda. La barista resultó ser Alexandria Ocasio-Cortez, la veinteañera del Bronx fenómeno político del año, azote del establishment y ahora convertida en la congresista más joven de los EEUU. Ocasio fichó a Tandem con un apretón de manos tras la barra y Arenas ha sido la encargada de diseñar sus virales pósters de campaña en las primarias demócratas y, tras su sorprendente victoria en junio, también de los de las elecciones al Congreso. Sin apenas recursos económicos, el caso de la campaña de cambio “racial, ideológico y generacional” de Ocasio-Cortez es prácticamente un milagro: contaba con 300.000 dólares de presupuesto, diez veces menos que su rival directo. Y ganó. Sus pósters se han convertido en caso de estudio publicitario sobre cómo comunicar con éxito en 2018 y la prensa elogia su trabajo como “valiente y arriesgado” (Vox) o como “el gol de la victoria” de Ocasio por “promocionar a un político como si fuera una nueva serie de Netflix” (The Washington Post).


El célebre póster que ha cambiado las reglas del juego en marketing político por uso de la tipografía, el color o cómo se enfoca la integración del bilingüismo.

El secreto de su aplaudida viralidad está en tanto en el uso de la tipografía, como el de un color disruptor o la inclusión del bilingüismo (inglés y español). “Necesitábamos un póster que destacase, que fuese inspirador, que llamase a la urgencia política y tuviese un halo de empoderamiento”, apunta su creadora. Mientras la vieja guardia política insiste en comunicarse con perfiles sobre sobre barras y estrellas en fondos azules (color asociado al partido demócrata) o rojos (republicano), Ocasio logró captar la atención de una ciudad-anuncio como es Nueva York con pósters en amarillo y sin olvidar a la población latina, interpelándola directamente en su idioma desde las paredes de la ciudad o los cristales de las lavanderías. “Su distrito era muy diverso, un 50% de la población es hispana. Poner frases en castellano al mismo nivel que el inglés era una forma de enseñar que esta campaña se preocupaba por todos. No son un pie de foto o un subtítulo. Son una gran parte del distrito y tienen que estar representados”. El imaginario visual se inspiró en propaganda de otros movimientos de base de la izquierda y lejos de la frontera estadounidense, como la de César Chávez o Dolores Huerta. “Específicamente, la inspiración vino de un retrato de César Chávez mirando hacia la derecha, como si mirase hacia un futuro más brillante“, aclara Arenas.


María Arenas, en el centro, junto a sus compañeros de Tandem. FOTO: INSTAGRAM/ @TANDEM.NYC

Al igual que Arenas y Ocasio, otra mujer con ganas de cambiar el mundo y culpable de cocinar (parte de) el éxito viral de la campaña ha sido Naomi Burton, que ha ideado junto a Nick Hayes una nueva forma de hacer propaganda para la izquierda estadounidense. A través de su productora en común desde Detroit, Means of Production, han sido los responsables del vídeo de la campaña: Courage to change. En él, Ocasio dice aquello de “nací en un lugar donde tu código postal define tu destino” y aparece cambiándose las zapatillas por los tacones en el andén de la estación del metro (algo con lo que identifican miles de mujeres trabajadoras de la ciudad), comiendo en su sofá o arreglándose frente al espejo en su casa de techos bajos en un bloque de ladrillo del Bronx. Una bocanada de realidad frente a los vídeos con apariencia de blockbuster de otros candidatos y que ha sentado las bases de la nueva comunicación política (The New York Times lo define como “el símbolo de la desconexión que los liberales sentían hacia sus líderes”). “Estábamos demasiado acostumbrados a ver a nuestros políticos como millonarios alejados de la clase trabajadora. Queríamos enseñar a la audiencia que Alexandria es una de los nuestros. Se arregla en un baño como yo o se cambia los tacones como la mayoría de nosotras hacemos. Esos planos demuestran que no tienes por qué ser perfecto o esperar a que alguien te diga cuándo es tu turno. Que, cada día, la clase trabajadora tiene el poder”, aclara la realizadora.

Burton trabajaba como publicista para algunas de las 100 compañías que están en lo alto de la lista Fortune, pero algo se removió en su conciencia tras la victoria de Trump en 2016. “Estaba perdida y buscaba respuestas, un amigo me habló de Democratic Socialists for America y empecé a ir a sus reuniones. Me di cuenta de que estaba ayudando a enriquecerse a esas compañías haciéndoles propaganda. Tomé una decisión: seguir avanzando en una carrera que sirviese a los intereses del capital o hacer algo más”. La segunda opción fue la ganadora.

En febrero de 2018 dejó su trabajo para la “América corporativa” y un mes después hizo lo que todo millennial haría: venderse laboralmente por DM en Twitter. Su destinataria era Alexandria Ocasio-Cortez. “Vi un vídeo suyo en Facebook y entendí que era una socialista que no pedía perdón por serlo, así que le envíe un mensaje privado y le expliqué lo que era nuestra productora, que también éramos socialistas, que no trabajábamos para grandes empresas y que nos encantaría crear su vídeo de campaña. Nos respondió de inmediato y al mes estábamos grabando en Nueva York”, cuenta sobre el proceso de producción.

¿Qué tiene Ocasio para que su mensaje haya revolucionado la comunicación y la política estadounidense? Arenas, además de por su capacidad de “liderazgo” y “carisma”, apunta a que “vivimos en una era en la que la gente se está activando y esperando una oportunidad para involucrarse en algo. Alexandria es esa oportunidad”. Para Burton, la clave está en su “honestidad” y en el relevo generacional: “Casi el 50% de los millennials en los EEUU se identifican como socialistas y demócratas y ella es la primera política en décadas, además de Bernie Sanders, en presentarse de esa forma“. También aplaude su bofetón de juventud y osadía frente a la “servidumbre al 1%” que, en su opinión, representa actualmente el partido demócrata: “Los candidatos tradicionales solo están actuando porque saben que sus donantes les están vigilando. No verás esta oleada de apoyo a Hillary Clinton. La gente joven puede ver a través de políticos como ella“.


Naomi Burton junto a Alexandria Ocasio-Cortez y Nick Hayes. A la derecha, Ocasio grabando su vídeo viral producido por la pareja. FOTO: CORTESÍA DE NAOMI BURTON

Vidal confirma que está abierta la opción de desacoplar las elecciones provinciales

La gobernadora bonaerense sostuvo que "todas las posibilidades están abiertas"


La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal,aseguró que "hoy todas las opciones sobre el calendario electoral" en su provincia "están abiertas", aunque aclaró que "todavía no es el momento de discutirlas". . De esta manera, Vidal se mostró abierta a la posibilidad de que se separen las fechas de los próximos comicios locales con las presidenciales.
La mandataria resaltó que "la candidatura más importante" es la del presidente Mauricio Macri, que "ya se definió", y destacó que el resto de las postulaciones "es una discusión para el año que viene". . "Hoy todas las opciones sobre el calendario electoral están abiertas y son posibles, pero todavía no es el momento de discutirlas. Hoy mi energía está en acompañar a la gente en este momento difícil", confirmó a La Nación.


Durante otra entrevista, aclaró que ella no habló sobre desdoblar las elecciones "ni en público ni en privado" y sostuvo que no lo va a hacer porque "no es tiempo" para eso.
"No es tiempo de definir calendarios electorales ni candidaturas. Me concentro en hacer las tareas que hacen falta, recorrer escuelas, hospitales, y no pensar en calendarios electorales ni candidaturas", explicó en otra entrevista otorgada a diario Perfil.
Además, Vidal ratificó que su posible reelección en la provincia de Buenos Aires la va a "resolver con el Presidente" y "en el ámbito de Cambiemos", pero precisó que ese tema no se va a debatir "por lo menos, hasta marzo".