Ante la inminente salida de Sturzenegger el dólar se disparó 30 centavos a $ 19,26


Ante inquietud del mercado sobre la política monetaria, el dólar se disparó 30 centavos a $ 19,26


El dólar terminó este viernes con un avance de 30 centavos a $ 19,26 en bancos y agencias de la city porteña, de acuerdo al promedio que hizo ámbito.com impulsado por rumores de renuncia del presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger, y en medio de la expectativa por el próximo anuncio de la tasa de política monetaria el próximo martes.

Ese día, los inversores esperan señales sobre si la autoridad monetaria mantiene su capacidad de reacción vía tasas frente a una expectativa de inflación del mercado por arriba de la nueva meta oficial del 15% prevista para este año.

Los inversores especulan con la salida de Sturzenegger del Central y buscan cubrirse en dólares previendo un relajamiento de la política monetaria, pero consultados por ámbito.com altas fuentes del gobierno desmintieron cualquier dicha información.

Esta alza diaria representa casi toda la suba registrada por el billete en la semana, en la que se hundió 19 centavos el martes, en el primer día del año, ya sin las empresas con las obligaciones propias de fin de año, pero retomó la senda positiva desde el miércoles en medio de una renacida demanda.

El billete se movió en línea con el mercado mayorista, donde la divisa avanzó 27 centavos a $ 18,92 este viernes, para terminar la semana con una alza de 25 centavos.

En tanto, el Banco Nación fijó su cierre vendedor de transferencia en $ 18,8600 por dólar, un 1,23 % mayor al de ayer, y el billete a $ 19,1000, aunque en la pantalla del SIOPEL la última operación se realizó a $ 18,9030.

Este viernes, la divisa volvió a operar con marcada volatilidad y fluctuación en una jornada que tuvo como protagonista a la demanda por cobertura.

Los precios, en este sentido, escalaron posiciones en forma intensa durante todo el desarrollo de la sesión y sólo menguó el ajuste alcista sobre el final del día.

Los mínimos se anotaron otra vez en el arranque en torno a los $ 18,67. La corriente compradora se instaló con fuerza desde media mañana y generó un aumento de los precios que solo se detuvo cuando el tipo de cambio tocó máximos en $ 19,03. Los elevados niveles alcanzados por el dólar parecieron generar un ingreso de divisas que sirvió para desarticular la presión compradora con bajas en la cotización que, con muchas oscilaciones, acomodó los valores en el nivel visto sobre el cierre.

En la plaza paralela, por su parte, el dólar blue avanzó cuatro centavos a $ 19,45 durante la rueda, mientras que en la semana ganó 17 centavos, según el relevamiento de este medio en cuevas del microcentro porteño. En tanto, el "contado con liqui" avanzó siete centavos a $ 18,89 (en la semana aumentó 17 centavos).

En el mercado de futuros Rofex, donde se operaron u$s 866 millones, más del 45 % se operó a a fin de enero a $ 19,18 con una tasa implícita de 23,8% TNA y el plazo más largo fue junio, que cerró a $ 20,80 al 21,3% TNA.

Por último, las reservas del Banco Central disminuyeron u$s 167 millones hasta los u$s 55.456 millones.

China limita las exportaciones de petróleo crudo, hierro y otros bienes a Corea del Norte




Las medidas han sido adopadas en el marco de la aplicación de una de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.


El Ministerio del Comercio chino ha anunciado su decisión de limitar las exportaciones de petróleo crudo a Corea del Norte. Asimismo, el gigante asiático ha decidido restringir la exportación de productos petrolíferos al país norcoreano.

Al mismo tiempo, otros bienes como metales, equipos de fabricación industrial y medios de transporte dejarán de exportarse desde China al país norcoreano.


"En el marco del cumplimiento de la resolución 2397 del Consejo de Seguridad de la ONU, desde el momento de la divulgación de este decreto se finaliza la exportación a Corea del Norte de hierro, acero y otros metales, así como de maquinarias industriales y medios de transporte", señala el comunicado del Ministerio chino.

Las medidas anunciadas entrarán en vigor el 6 de enero, precisa el documento. Han sido adopadas en el marco de la aplicación de las nuevas sanciones impuestas por la ONU a Pionyang como respuesta a sus pruebas de misiles.
Las sanciones fueron decretadas por el Consejo de Seguridad de la ONU a finales de diciembre de 2017.
La resolución 2397, redactada por EE.UU., incluye la prohibición al país asiático de exportar alimentos y la repatriación de ciudadanos norcoreanos que trabajen en el exterior, así como el bloqueo de casi el 90% de las exportaciones de productos refinados de petróleo destinados a Corea del Norte.
La aprobación de este paquete de medidas restrictivas equivale a la décima vez que el Consejo de Seguridad impone sanciones sobre Pionyang desde 2006, a causa de su programa nuclear y de misiles.
El 29 de noviembre, Pionyang realizó el lanzamiento de su arma más poderosa hasta el momento: el misil balístico intercontinental Hwasong-15, que podría poner a la ciudad de Washington y toda la costa este del país norteamericano dentro de su alcance.

Duhalde planteó la necesidad de unir a todos los sectores del peronismo, incluido en kirchnerismo



El ex presidente dio su opinión acerca de la necesidad de crear una oposición nucleada. "El 2018 será el año de la renovación del peronismo", afirmó.

El ex presidente Eduardo Duhalde afirmó que el 2018 "es el año de la renovación del peronismo" y afirmó que debe conformarse una unidad que integre a todos los espacios. Acerca de las elecciones pasadas, el ex mandatario dejó en claro que la división condujo a la derrota. Así, no descartó a ninguno de los espacios para enfrentar al Gobierno.

Citando a Albert Einstein, Duhalde sostuvo que "no se puede hacer lo mismo y esperar resultados diferentes". Además afirmó que está trabajando para que exista la unidad con algunos lineamientos políticos que logren la conjunción de ideas, aunque se negó dar los nombres que baraja como referentes del nuevo peronismo.



Duhalde citó al ex gobernador bonaerense Oscar "El bisonte" Alende, quien definió que el peronismo debe ser un sinónimo del pueblo y no de los dirigentes. "Les pido a los justicialistas de todo el país que me crean. Sólo hice este pedido en 2002. Ahora lo hago de nuevo", afirmó.

El ex gobernador sostuvo que el peronismo, al discutir su camino, debe discutir un 10 por ciento del pasado, un 40 del presente y un 50 del futuro. "Estoy convencido de que vamos a salir adelante", afirmó el ex gobernador bonaerense, quien además sostuvo que el marzo presentarán sus propuestas a la ciudadanía.

La salida de Sturzenegger y el ruidoso silencio de los trolls

La tarde del pasado jueves 4/01 no fue fácil para el titular del Banco Central Federico Sturzenegger, a quien seguramente le llegó el fuerte rumor en los medios y las redes sociales sobre su supuesta renuncia y posterior salida de la autoridad monetaria. Sin embargo, más ruidoso fue el silencio de los trolls que dan batalla en Twitter (principalmente) contra todo aquello que circule contra la Casa Rosada o este tipo de eventos virtuales, bajo la orden estricta del jefe de Gabinete Marcos Peña, e incluso comenzó la danza de nombres sobre posibles reemplazantes.

Sturzenegger, presidente del BCRA.

Son dos las preguntas que habría que hacerse sobre la supuesta salida de Federico Sturzenegger del Banco Central: ¿Detrás de esto están los K, intentando debilitar al Gobierno Nacional, o es una puja interna de poder dentro del PRO? y ¿Quién está interesado en ocupar el puesto que quedaría vacante?

Más allá de si el titular de la autoridad monetaria se quiere o no ir del Central, tras la conferencia de prensa de la semana pasada en la que debilitó su imagen como funcionario técnicamente independiente de Balcarce 50, el rumor dejó cierto olor desagradable a conspiración, alimentado incluso por los trolls del jefe de Gabinete Marcos Peña, quienes sueles salir como ejército coordinado contra todo aquello que intente debilitar la imagen de 'El mejor equipo de los últimos 50 años'.

Según el portal Letra P, "en los pasillos veraniegos de la Casa Rosada los funcionarios consultados no pudieron ocultar el malestar que respira Sturzenegger desde la conferencia de prensa que le tocó protagonizar, rodeado por tres ministros, para afrontar la corrección de las metas inflacionarias, un día después de la sanción del presupuesto 2018".

Pero el portal Informe Político dio un paso más: se atrevió a deslizar los posibles nombres que suenan para reemplazarlo, pero dejó en claro que Peña volvió a ratificarlo en su puesto.

"Luego de uno días de calma, Sturzenegger dejó que el dólar vuelva a subir fuertemente, en medio de rumores sobre su salida del Banco Central; los cuales fueron negados desde la propia institución y también desde el edificio de SOMISA (Jefatura de Gabinete de Ministros).

'Malestar hay, y mucho. La macronoenomia demanda bajar la inflación con urgencia y ellos (Peña, Dujovne, Quintana y Lopetegui) permiten que habilitemos la suba porque dicen que lo importante es el crecimiento. Con un crecimiento como el que está proyectado, de cerca de 3 puntos, no se alcanza a corregir el déficit; faltan dos puntos más. A Macri le vendieron pescado podrido”, lanzaron desde el Banco, como un misil teledirigido a Peña y sus laderos.

A su vez, desde jefatura de Gabinete, afirmán que la política monetaria del ex aliancista fracasó: 'No se cumplió ninguna de las metas de inflación que anticipó'.

Mientras tanto, Sturzzenegger, viajará a Suiza a fines de enero, en la misma fecha que Macri estará en dicho país para el foro de Davos, aunque con agendas totalmente distintas.

Lejos del frio de los Alpes, en el microcentrno, se escucharon por primera vez, nombres de quienes podrían suceder al actual presidente del BCRA: Pedro Lacoste y Vladimir Werning, picaron en punta. Werning es otro ex JP Morgan, que se desempeña como subsecretario de Coordinación y Análisis Económico, quien pese a llegar de la mano de Prat Gay, hoy reporta directamente a Quintana, y promueve una baja de las tasas, la misma receta que aplicó el BCRA por mandato de la jefatura de Gabinete. Mientras que otro de los que suena es el ex vice ministro de Hacienda y Finanzas, Lacoste', publicó dicho medio.

Otra pregunta clave es: ¿Qué expresa el mercado de esta supuesta interna tan sensible para la economía del país?

Según La política online, "el mercado ve que el conflicto de intereses entre el equipo económico y el Banco Central tenderán a profundizarse, a tal punto que no se descarta la salida de Federico Sturzenegger y el eventual reemplazante podría ser Pedro Lacoste quien fuera socio y amigo de Alfonso Prat-Gay.

Esto implica que la política monetaria esta al garete, y que nada serio se puede tomar con las medidas anunciadas. Habría que esperar más cambios y nuevas políticas".

"El vicejefe de Gabinete, Mario Quintana era quien insistía con que había que obligarlo a Sturzenegger a bajar la tasa de interés, lo que se vio de inmediato en el mercado secundario de Lebacs.

En el Banco Central, ante la consulta de LPO respondieron que 'El BCRA no comenta rumores', mientras que en el Gobierno aseguraron: 'Creemos que no renuncia'", enfatizaron ayer (4/01) desde LPO.

Entonces, si Sturzenegger "no renunció" y el jefe de Gabinete no lo quiere echar, ¿quién está alimentando estos rumores?

Según El Economista, todas las miradas apuntan hacia el próximo martes 9/01, cuando Sturzenegger decida qué hacer con la tasa. Su decisión definirá si la presión cede. O aumenta.

Michael Wolff’s Withering Portrait of President Donald Trump

By John Cassidy





Drawing heavily on quotes from Donald Trump’s former adviser Steve Bannon, Michael Wolff’s new book describes a dysfunctional and bitterly divided White House.Photograph by Doug Mills / NYT / Redux

Michael Wolff, the author of the new book “Fire and Fury: Inside the Trump White House,” extracts from which set the Internet ablaze on Wednesday, is an experienced magazine journalist. Among the publications on his résumé are New York, Vanity Fair, and the Hollywood Reporter. A chronicler of media, power, and wealth, Wolff is also willing to dish the dirt, as he demonstrated in a gossipy tome about Rupert Murdoch, which was published in 2008. After that book came out, there was an inquest inside Murdoch’s News Corporation into who had granted Wolff access. Fingers were pointed at Gary Ginsberg, a former Clinton Administration official who served for years as Murdoch’s political adviser, confidant, and fixer. Ginsberg subsequently lost his job, and now works at Time Warner. But, as Wolff noted in a foreword to the paperback edition of the book, Murdoch was the person primarily responsible for the access he gained. The press baron “not only was (mostly) a patient and convivial interviewee but also opened every door I asked him to open,” Wolff wrote.

If there was a similar inquest at 1600 Pennsylvania Avenue about Wolff’s new book, it didn’t take long to identify a culprit. On Wednesday afternoon, the White House press office put out a statement in Trump’s name. “Steve Bannon has nothing to do with me or my Presidency,” it said. “When he was fired, he not only lost his job, he lost his mind . . . . Steve pretends to be at war with the media, which he calls the opposition party, yet he spent his time at the White House leaking false information to the media to make himself seem far more important than he was. It is the only thing he does well.” The statement goes on,“Steve was rarely in a one-on-one meeting with me and only pretends to have had influence to fool a few people with no access and no clue, whom he helped write phony books.”

The reason for Trump’s animus was obvious. “Fire and Fury” quotes Bannon, Trump’s former senior political adviser, as having described the June, 2016, meeting at Trump Tower between Donald Trump, Jr., Jared Kushner, Paul Manafort, and a group of people connected to Russia as “treasonous” and “unpatriotic,” and as saying that the meeting should have been reported to the F.B.I. The book contains myriad other damning comments about Trump and his family from Bannon and other Trump advisers.

There can be no doubt that Wolff relied on Bannon heavily. The book, a copy of which I obtained from the publisher, Henry Holt, on Wednesday, starts with the rumpled former investment banker having dinner with Roger Ailes, the late head of Fox News, in early January, 2017, and ends with Bannon standing outside the headquarters of Breitbart, the conservative news organization to which he returned after being ousted from the White House, in August. In the index, Bannon’s entry is considerably longer than anybody else’s except Trump’s.

Bannon wasn’t Wolff’s only source, though. The book is based on “conversations that took place over a period of eighteen months with the president, with most members of his senior staff—some of whom talked to me dozens of times—and with many people who they in turn spoke to,” Wolff writes in the author’s note. His original idea, he says, was to write a fly-on-the-wall account of Trump’s first hundred days. “The president himself encouraged this idea. But given the many fiefdoms in the White House that came into open conflict from the first days of the administration, there seemed no one person able to make this happen. Equally, there was no one to say ‘Go away.’ Hence I became more a constant interloper than an invited guest.”

Wolff’s methods will doubtless attract more scrutiny. In some places, he re-creates entire scenes, complete with dialogue, without explicitly identifying his sources. In others, he attributes withering comments about Trump to some of his current and former aides: “For Steve Mnuchin and Reince Priebus, the president was an ‘idiot.’ For Gary Cohn, he was ‘dumb as shit.’ For H.R. McMaster he was a ‘dope.’ The list went on.” On Wednesday, two people quoted in the book, Tom Barrack, a longtime friend of Trump, and Katie Walsh, a former White House aide, denied having made the negative comments about Trump that Wolff attributed to them. “We know the book has a lot of things, so far that we’ve seen, that are completely untrue,” the White House press secretary, Sarah Huckabee Sanders, said.

Still, the over-all portrait that Wolff draws of a dysfunctional, bitterly divided White House in the first six months of Trump’s Presidency, before the appointment of John Kelly as chief of staff and the subsequent firing of Bannon, has the whiff of authenticity about it—and it echoes news coverage at the time. Other details are impossible to confirm but damning if true. Such was the animosity between Bannon and “Jarvanka”—Bannon’s dismissive term for Ivanka Trump and Jared Kushner—Wolff reports, that, during one Oval Office meeting, Bannon called Ivanka “a fucking liar,” to which Trump responded,“I told you this is a tough town, baby.” Wolff also quotes Bannon commenting gleefully after Trump decided to pull the United States out of the Paris climate agreement, a decision that Ivanka opposed: “Score. The bitch is dead.”

Equally plausible is Wolff’s portrait of Trump as a one-dimensional figure who had no conception that he could win the 2016 election; little clue what to do after he did emerge victorious from the campaign trail; and virtually no interest in, or aptitude for, acquiring the skills and information needed to fulfill the role of President. “Here was, arguably, the central issue of the Trump presidency,” Wolff writes. The Commander-in-Chief “didn’t process information in any conventional sense—or, in a way, he didn’t process it at all.” He continues,


Trump didn’t read. He didn’t really even skim. If it was print, it might as well not exist. Some believed that for all practical purposes he was no more than semiliterate . . . . Some thought him dyslexic; certainly his comprehension was limited. Others concluded that he didn’t read because he didn’t have to, and that in fact this was one of his key attributes as a populist. He was postliterate—total television.


But not only didn’t he read, he didn’t listen. He preferred to be the person talking. And he trusted his own expertise—no matter how paltry or irrelevant—more than anyone else’s. What’s more, he had an extremely short attention span, even when he thought you were worthy of attention.

Confirming long-running news accounts, Wolff reports that Trump often retires in the early evening to his bedroom, where he has three television screens, and interrupts his viewing only to converse by telephone with his friends and cronies, some of them fellow-billionaires. There are revealing, unconfirmed new anecdotes, too, about Trump’s sexism and narcissism. In one meeting, Wolff says, the President referred to Hope Hicks, his communications director, as “a piece of tail.” In another meeting, he described Sally Yates, the former acting Attorney General, whom he fired early in his term, after she refused to defend his original travel ban, as “such a cunt.”

Video From The New Yorker
Rejected Trump Sketches by Barry Blitt


As Wolff tells it, Trump is, ultimately, a self-fixated performer rather than a politician, and his primary goal is to monopolize public attention. (“This man never takes a break from being Donald Trump,” Wolff quotes Bannon as saying.) This depiction probably understates Trump’s devotion to making money, as well as his racism and nativism, both of which go back decades. But, in any case, even performer-Presidents have to make some decisions, and Wolff devotes a good deal of space to the most fateful call Trump has made so far: the firing of the F.B.I. director James Comey, last May. Whether Trump’s firing of Comey amounts to obstruction of justice is a central focus of the investigation being conducted by the special counsel, Robert Mueller, into the President’s behavior.

In Wolff’s account, the battle lines inside the White House were clearly drawn. Bannon, Reince Priebus, who served as chief of staff before Kelly, and Donald McGahn, the White House counsel, were adamantly opposed to firing Comey. “McGahn tried to explain that in fact Comey himself was not running the Russia investigation, that without Comey the investigation would proceed anyway,” Wolff writes. In an Oval Office meeting, Bannon told Trump, “This Russian story is a third-tier story, but you fire Comey and it’ll be the biggest story in the world.”

Ranged on the other side of the issue, according to Wolff, were some of Trump’s cronies outside the White House, including Chris Christie and Rudolph Giuliani, who “encouraged him to take the view that the DOJ was resolved against him; it was all part of a holdover Obama plot.” Even more important, Wolff goes on, was the concern of Charles Kushner, Jared’s father, “channeled through his son and daughter-in-law, that the Kushner family [business] dealings were getting wrapped up in the pursuit of Trump.” As the President considered whether to get rid of Comey, Jared and Ivanka “encouraged him, arguing the once possibly charmable Comey was now a dangerous and uncontrollable player whose profit would inevitably be their loss.”

But “Fire and Fury” also stresses that the prime mover in the firing of Comey was Trump himself. In the end, the President cut almost all of his advisers out of his final decision-making process:


Jared and Ivanka were urging the president on, but even they did not know that the axe would shortly fall. Hope Hicks . . . didn’t know. Steven Bannon, however much he worried that the president might blow, didn’t know. His chief of staff didn’t know. And his press secretary didn’t know. The president, on the verge of starting a war with the FBI, the DOJ, and many in Congress, was going rogue.Eight days after Trump fired Comey, Deputy Attorney General Rod Rosenstein appointed Mueller to take over the Russia investigation. Although the findings of Mueller’s probe aren’t yet known, and Trump’s lawyers insist that the probe will clear the President of any wrongdoing, Wolff was surely right to stress the momentousness of the decision to get rid of the “rat”— Trump’s term for Comey. Wolff recounts near the end of the book that, five months after Comey’s firing, Bannon was predicting the collapse of Trump’s Presidency. Speaking in Breitbart’s headquarters, which Bannon refers to as the Breitbart Embassy, Bannon told people there was a 33.3-per-cent chance that the Mueller investigation would lead to Trump’s impeachment, a 33.3-per-cent chance that Trump would resign, “perhaps in the wake of a threat by the cabinet to act on the Twenty-Fifth Amendment,” and a 33.3-per-cent chance that he would “limp to the end of his term. In any event, there would certainly not be a second term, or even an attempt at

El libro que enfurece a Trump

Ivanka Presidente, McDonald's, pelo naranja
 
Los supuestos secretos de la Casa Blanca Un nuevo libro causó conmoción en la Casa Blanca. Según el autor Michael Wolff, Trump come en McDonald's por miedo al envenenamiento, tiene el pelo naranja por falta de paciencia con la tintura, no esperaba nunca ser Presidente, su esposa lloró (y no de alegría) cuando ganó. Si bien la fiabilidad de Wolff es cuestionada por algunos críticos, lo que realmente molestó a Trump es que el libro incluye declaraciones de su exgurú ideológico, Steve Bannon, quien califica de "traidor" y "antipatriota" a un encuentro entre Trump Jr. y otros miembros de campaña con ciudadanos rusos relacionados al Kremlin.







El miércoles 3/1, el Presidente estadounidense, Donald Trump, acusó a su exgurú ideológico -afín a a la "alt-right"- y exjefe estratega, Stephen K. Bannon, de haber perdido la cabeza. Fue después de que se filtraran extractos del libro "Fire and fury: Inside the Trump White House" ("El fuego y la furia: Dentro de la Casa Blanca de Trump"), de Michael Wolff, que ha causado un terremoto en Washington. Este incluye declaraciones de Bannon en las que critica duramente al entorno de Trump y califica de "traidor" y "antipatriota" a un encuentro de junio de 2016 entre el hijo del mandatario, Donald Trump Jr. y varios miembros de su campaña presidencial, y un grupo de ciudadanos rusos con lazos al Kremlin.

Pero esta no es la única afirmación llamativa de Wolff sobre la campaña de Trump. En fragmentos de este, publicados en la revista New York Magazine y el diario The Guardian, cuenta, por ejemplo, que el objetivo de Trump no era ganar las elecciones presidenciales, sino reforzar su marca. Que Trump Jr. le dijo a un amigo que su padre, al enterarse de que estaba a punto de ganar las elecciones, estaba tan asustado que “parecía como si hubiera visto un fantasma”. Que la noche electoral, Melania Trump lloraba porque su marido le había asegurado que no ganaría los comicios (la primera dama negó esta versión el miércoles 3/1). Que Ivanka Trump sueña con ser la primera mujer Presidente de Estados Unidos, y llegó a un acuerdo con su esposo, Jared Kushner, de que si la oportunidad llegara para que alguno de los 2 se candidateara, sería ella. Que a Trump le gusta comer en McDonald's por miedo a que lo envenen y que el color de su cabello se debe a su impaciencia a la hora de aplicarse a tintura.

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Según Jill Colvin y Jonathan Lemire, el libro retrata a Trump "como un niñito malcriado en muchos aspectos que no comprende la responsabilidad que representa la presidencia y pasa las noches comiendo hamburguesas en la cama, mirando la televisión y hablando por teléfono con viejos amigos."





Ahora, ¿cuánta credibilidad tiene el autor del libro? Wolff es un provocador y polemicista de los medios, explica Paul Farhi de Chicago Tribune. Sus críticos lo acusan de forzar los hechos, a veces más allá de lo tolerable, y de recrear escenas y a veces crearlas por completo. Algunas de las afirmaciones de Wolff ya han comenzado a tambalearse. En el libro, por ejemplo, el autor escribió que Thomas Barrack Jr. -un amigo millonario de Trump-, le dijo a un amigo que Trump "no está solamente loco, es estúpido". Barrack negó a un periodista de The New York Times haber dicho alguna vez algo así. Katie Walsh, exasesora de la Casa Blanca, también ha disputado un comentario que Wolff le atribuye, de que supuestamente lidiar con Trump era como "intentar descifrar lo que un niño quiere." La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, añadió su propia dosis de escepticismo: "Sabemos que el libro tiene muchas cosas, que hasta ahora hemos visto, son completamente falsas."

Wolff dijo que su libro está basado en 200 entrevistas con miembros de la campaña y de la Casa Blanca, incluido Bannon. No respondió a múltiples pedidos de comentarios por parte del Chicago Tribune. "Su fiabilidad ha sido desafiada antes -por citas, descripciones, y relatos generales que ha provisto en sus muchas columnas en diarios y revistas", escribió Farhi.

Pero volvamos a la disputa entre Trump y su exgurú ideológico, desatada por la publicación del libro de Wolff. "Steve Bannon no tiene nada que ver conmigo o con mi presidencia. Cuando fue despedido, no solo perdió su trabajo, perdió la cabeza", aseguró Trump en un comunicado. Los abogados de Trump, además, amenazaron con tomar acciones legales contra su exmano derecha por sus declaraciones en el libro de Wolff. "Ahora que está solo, Steve se está dando cuenta de que ganar no es tan fácil como yo lo hago parecer. Steve tuvo muy poco que ver con nuestra victoria histórica, que se logró gracias a los hombres y mujeres olvidados de este país", dice el comunicado de la Casa Blanca a los medios. La portavoz Sanders aseguró además que el mandatario estaba "furioso y disgustado" tras enterarse de la "ridícula acusación" de Bannon sobre que su hijo habría supuestamente cometido "traición". "Ha atacado al hijo del presidente de una forma absolutamente indignante y sin precedentes", denunció Sanders.

El hijo del Presidente respondió a través de su cuenta de Twitter a los comentarios hechos por Bannon. Entre otros comentarios, Trump Jr. dijo que Bannon había sido "despedido", era culpable de haber esparcido "información falsa a los medios para parecer mucho más importante de lo que fue", y que Bannon había tenido "poco que ver con la victoria histórica."

Trump Jr. y otros miembros de la campaña de Trump están en el centro de la polémica por las acusaciones de que Rusia habría interferido en la elección estadounidense para favorecerlo, lo que ha impulsado varias investigaciones, tanto del Comité de Inteligencia del Senado como del fiscal especial, Robert Mueller.

Bannon, a quien se le endilgan ideas racistas, había sido despedido de la Casa Blanca en agosto, luego de las marchas racistas en Charlottesville y la indignación de una parte de la sociedad estadounidense por la falta de una condena contundente por parte del Presidente. Trump habría sufrido fuertes presiones para despedirlo, ya que Bannon estaba enfrentado a otros sectores de la Casa Blanca y miembros de la familia del Presidente desde hace meses.

Trump contraataca

Trump desafía a Bannon por el libro, "violó acuerdo"

El presidente estadounidense, Donald Trump

Los abogados del presidente estadounidense Donald Trump enviaron una carta de desafío al exasesor y estratega jefe de la Casa Blanca, Steve Bannon, afirmando que violó un acuerdo de no divulgación hablando con el autor del libro "Fire and fury: inside the Trump White House" sobre el presidente y su familia, dando revelaciones sobre informaciones confidenciales al autor, Michael Wolff.
Los abogados afirman que hizo "declaraciones denigratorias y en algunos casos completamente difamatorias", afirma el New York Times.
Bannon "ha perdido la cabeza", fue la inmediata reacción de Donald Trump en un comunicado emitido por la Casa Blanca tras la publicación de anticipos del libro en el diario británico The Guardian. Trump también negó la influencia de Bannon en su campaña.
El libro de Wolff, que tiene fecha de publicación oficial para el 9 de enero, presenta a Trump como un dirigente que no comprende el peso de la presidencia. La réplica del presidente es la amenaza de acciones legales y la exigencia de cesar y desistir en la divulgación de cualquier otra información confidencial.

El CEO de Intel vendió la mitad de sus acciones tras conocer la falla de seguridad

La compañía fue informada en junio por Google de la vulnerabilidad que afecta a sus procesadores, aunque el fallo no ha trascendido hasta ahora

Brian Krzanich se deshizo de la mitad de sus acciones en noviembre, quedándose con el mínimo para continuar en su puestoeldiarioes cultura



Brian Krzanich, CEO de Intel



El CEO de Intel Brian Krzanich vendió la mitad de sus acciones de la compañía, en noviembre, meses después de que la empresa fuera informada por Google de que existía un grave fallo de seguridad en sus procesadores pero mucho antes de que trascendiera a la opinión pública.

La vulnerabilidad, que salió a la luz ayer y de la que hoy se han conocido más detalles, afecta a los procesadores de millones de ordenadores y podrían permitir a atacantes acceder a información protegida en los equipos. Google informó del fallo a Intel el pasado mes de junio , según ha informado un portavoz a Business Insider.

Esto significa que Intel estaba al tanto del problema cuando Krzanich vendió gran parte de sus acciones. De 495.743 se quedó con 250.000, el mínimo requerido por contrato para continuar siendo CEO.



Intel ha asegurado que esta venta no estuvo relacionada con la vulnerabilidad. En un comunicado un portavoz de la compañía asegura que era parte del plan de venta estándar del stock. Sin embargo, no hay información de este plan de venta hasta el 30 de octubre, mucho después de que fueran informados por Google.

Este martes se conocía un problema de seguridad que afecta a los procesadores Intel desde hace una década y que se podría solucionar con un parche. Este ralentizaría el rendimiento en los equipos hasta un 30%. Pero no solo los ordenadores Intel se ven afectados: hoy se ha sabido también que otro problema afecta a los diseños de AMD y ARM.

Intel ha asegurado estar trabajando "muy de cerca con otras compañías tecnológicas", tanto fabricantes de procesadores como los creadores de sistemas operativos, para "desarrollar una solución de industria que resuelva este problema de una manera rápida".

CONURBANO





Por Martín Rodríguez :: @Tintalimon

I.

Tomando el Censo de 2010, entre la CABA y el GBA se juntan 12.801.364 personas, es decir, casi uno de cada tres habitantes de la Argentina (31,93%). La ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires integran un área metropolitana que resulta una de las tres grandes metrópolis de América Latina, junto a DF (México) y San Pablo (Brasil). Hablamos de nuestro AMBA (ciudad + conurbano). Y la provincia de Buenos Aires produce alrededor del 40% del PBI del país.

Según el imaginario político promedio, en el Gran Buenos Aires vive el peronismo en su versión más rústica: desde la primera concepción de obreros y cabecitas negras de los años 40, hasta la última de desocupados, piqueteros, punteros, redes clientelares y la peor versión narrada del Estado: “los Barones del Conurbano”, un mito ya en retirada pero que designa una suerte de feudalismo al que se llega en colectivo. Esta visión omite un detalle masivo: en el Gran Buenos Aires vive una amplísima (¿mayoritaria?) población de capas medias. Los Invisibles. Y otro más: el caudillismo no es exclusivo de peronistas, como bien recuerda Manuel Barge en su blog “Deshonestidad intelectual”: ahí está la familia Posse, en plena reproducción.

En algún sentido, la solución a esa macrocefalia argentina estuvo en la mente del presidente Alfonsín cuando imaginó una huida, una fuga hacia adelante en plenos años 80, fijando en Viedma el sueño de una nueva capital, una Brasilia fría a la que viajarían primero los políticos, luego, obvio, los lobistas, los empresarios, los amantes del círculo polar, las industrias del entretenimiento, y así. Alfonsín se vio “rodeado” e imaginó otra cruzada hacia el sur, pero corta y civilizatoria.



II.

Llegamos a esta década con una situación simbólicamente empatada: por un lado para cierta mirada el Conurbano sigue concentrando esas peores versiones de todo (del peronismo, de los pobres-delincuentes, del Estado clientelar, etc.); y por el otro, una mirada “idealista” y estetizante que invierte los valores y donde unos ven todo malo, ven todo bueno. Un conurbano idealizado como contracara de la ciudad. Una fetichización de la pobreza que contradice la concepción moderna simplificada en esta oración: donde hay una necesidad hay un derecho.

Se puede rastrear el experimento a cielo abierto que ha sido esta nueva “literatura del conurbano” (una suerte de contragolpe narrativo hecho de experiencia e imaginación, desde la sociología de Javier Auyero hasta la narrativa de Incardona) o también la breve historia reciente del sindicalismo del conurbano (con su nueva Panamericana industrial de 100 mil trabajadores, atravesada por la tensión entre burocracias y clasismos inteligentes), o la proliferación de un “nuevo sujeto”, ya hoy tomado para la chacota, que es el municipalismo de “intendentes” en recambio enaltecidos como gestores de derechos de segunda generación. Sumado todo esto a un proceso que se inició en los años 90: la conformación de universidades públicas en todo el Conurbano.

La “moda del Conurbano”, es decir, su fascinación antropológica, política, estilizada sobre los “sectores populares”, puso en escena también un reflejo de asimilación: la latinoamericanización de la porteñidad. Si el Gran Buenos Aires comenzó a vivir el derrame del Estado, también la ciudad de Buenos Aires asimiló su integración cultural, aunque sea de forma resignada: comparten el subsidio al transporte, el subsidio energético, las tareas de recuperación de la cuenca Riachuelo-Matanza, etc. El concepto de Conurbano desplaza el centro a la periferia. Es una inversión del 17 de octubre y el aluvión zoológico: supone un aluvión estatal, de control, de orden y organización del centro a la periferia. Porque hemos logrado una idea de gobernabilidad según este concepto que la crisis nos dejó: gobernar la Nación es gobernar el Conurbano. Y esto tiene su fiesta semántica: los municipios con agendas más complejas y la constitución de un tipo de ideal social en torno al consumo y a “pertenecer a la clase media”. El conurbano es el territorio de conquista de esa movilidad ascendente y del recambio del sujeto peronista: no es obrero, es nueva clase media.

III.

La politización argentina se hace de casa al trabajo y del trabajo a casa. En la Argentina el desempleo construyó la identidad del trabajador-desocupado. El “trabajador” como sujeto sobrevive a la condición laboral misma: se puede estar desempleado pero se mantiene la condición política. En el pasaje entre trabajador y desocupado hay una constante. Pero a la vez, la territorialización de la política fue un efecto del cambio producido en la Argentina a partir del consenso liberal y democrático. La represión y el impacto gradual de las reformas liberales tuvieron su síntoma en una frase de Alfonsín en 1983: “no me van a votar los obreros, pero sí sus mujeres”. Esa feminización del voto tenía una carga de desplazamiento territorial preciso: la política se decidía en casa. Era un voto resuelto en el ámbito del hogar. La sensibilidad democrática desbancó con su concepto de ciudadanía al de clase, porque la ciudadanía -se supone- está “antes”. Como recuerda Fernando Rosso, un trotskista inteligente y entusiasta, se trató del fin de lo que Juan Carlos Torre llamó “el gigante”: “un movimiento obrero desarrollado y cohesionado bajo los símbolos del peronismo”. Tuvimos que pasar de clase obrera a sectores populares y clases medias. El peronismo, dejó de tener su columna vertebral sindical, para tener su columna vertebral municipal. La “Desorganización Organizada” del peronismo (según Levitsky). ¿Qué es el orden, entonces, hoy? Gobernar la ciudad. ¿Qué es la ciudad? La ciudad es el AMBA. Se terminó la misteriosa Buenos Aires. La Reina del Plata. Con autonomía, sin autonomía, no existe más. Somos una sola cosa maciza mucho más grasa de lo que creemos. ¿O alguien cree que Palermo es “cheto”? Somos un DF. Un Distrito Federal Argentino.



IV.

La irrupción del Conurbano en la centralidad nacional fue tan profunda que colocó un presidente por la ventana en el momento de mayor crisis: Duhalde. Eduardo Duhalde, “el peor de todos”, significó un pacto entre peronismo bonaerense y clase media decisivo para una concepción del orden a construir: gobernar el AMBA será gobernar la Nación. El Estado recaudador de impuestos, potenció la regionalización política con su rienda presupuestaria corta (ningún gobernador pudo “crecer” fuera de sus fronteras) y tuvo su ciénaga y su desafío constante en el territorio móvil del Gran Buenos Aires y la ciudad. Se hizo tan carne que era “la madre de todas las batallas” que resultó la partera de la historia: el kirchnerismo llegó del sur a gobernar este territorio superpoblado que le deparó su venganza. Scioli, Macri y Massa. De ahí vino la disputa del recambio porque ese fue el territorio a conquistar, ahí estaba el juego del trono, del orden, del progresismo. Gobernar el AMBA, gobernar a los pobres matanceros, a los caceroleros de Caballito, a los chetos de Belgrano, a los vecinos inseguros de Lanús, a los estudiantes de la Universidad Arturo Jauretche, a los NI-NI, a los villeros, a la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans, al Corpus Christi, y a los jóvenes sobreescolarizados y subempleados que luchan por su derecho a un ideal. El resto del país no fue olvidado por el Estado (lo sabe Chaco, Formosa, Salta, San Juan, Neuquén, Santa Cruz) pero fue visto desde una teleconferencia estatal o en un informe del programa de Lanata que mostró en cada provincia una nueva prueba de la supuesta “barbarie feudal”. La política se híper concentró, Kirchner viajaba en helicóptero a Moreno, a 3 de Febrero, se había reducido el Estado nacional también a esa proximidad cuerpo a cuerpo entre Nación y Municipio como si las provincias sobraran, el FPV tuvo todas sus batallas cruciales ahí, sus únicas y reales batallas electorales ahí: en 2005 jugó la dama contra el duhaldismo, en 2009 contra el neoperonismo de De Narváez, y en 2013 contra la renovación peronista liderada por un intendente del corredor Norte. Las batallas peronistas donde ganó, perdió, perdió, y leyó esas derrotas para luego ganar. ¿Pero existe otra geografía argentina? ¿Y nuestra *inmensidad*? ¿Achicar la Nación para agrandar el Estado?

La palabra Conurbano ya dio todo lo que tenía para dar. Un Estado urgente “que no piensa el territorio sino que el territorio lo piensa a él”, como escribió Pablo Touzon. “La decadencia de la Argentina militar se llevó puesta, en su caída, alguna idea de la gestión del territorio”, dice Pablo. Alfonsín se puso los bigotes, juntó promesas de capitales rusos, señaló el sur y viajó en un tren solo. En el fin de la guerra fría Alfonsín completaba un círculo maniático: luego de la guerra, llevar el gobierno civil hacia el sur. Pero Conurbano y Malvinas no pueden ser los únicos vértices de un mapa naciona.

El gobierno de Irán bloquéa las redes y consigue hacer disminuir las protestas


Disminuyen manifestaciones tras semana de protestas

Las manifestaciones contra el régimen en Irán parecen disminuir tras una semana de protestas, con los partidarios del gobierno y del guía supremo ayatolá Jamenei nuevamente en las calles.
No está claro si se trata de un debilitamiento de las protestas o solo de una falta de noticias causada por el ajuste del gobierno sobre las redes sociales.
En varias ciudades iraníes miles de personas manifestaron, en cambio, su apoyo a las autoridades. Progubernamentales salieron a las calles también en Mashad, en el noreste del país, donde las protestas contra la corrupción y las crisis económicas empezaron para luego extenderse al resto de Irán.

La televisión de Estado dio amplio espacio a las noticias sobre las marchas a favor del gobierno, llamándolas "la respuesta a los revoltosos y sus partidarios". Hubo manifestaciones en Shiraz, Isfahan, Ardabil, Birjand y Yasuj. Entretanto el jefe del Hezbolá libanés, apoyado por Irán, afirmó que las manifestaciones "se agotarán en algunos días" y "no hay preocupaciones" por eventuales consecuencias sobre la organización.
"No hay necesidad de preocuparse", dijo el jefe del partido, Seyed Hassan Nasrallah, en una entrevista con el canal panárabe Al Mayadin, cercano a Irán.

Consultado sobre el monto de la financiación iraní a Hezbolá, Nasrallah sonrió y dijo: "Este tipo de preguntas no tiene respuesta". Luego admitió que "la situación económica es uno de los más grandes desafíos en Irán" y "hay que escuchar las quejas de los manifestantes".
A su vez el viceministro de Exteriores ruso; Sergei Riabkov, dijo que Estados Unidos debe evitar "interferir en los asuntos internos de la República Islámica de Irán".
"Es un asunto interno, que llama la atención de la comunidad internacional", dijo Riabkov, que aseguró confiar en que el país superará sus dificultades para salir fortalecido.

El intendente de Corrientes duplicó los cargos políticos y creó cargos insólitos


 El Intendente de Corrientes Eduardo Tassano

Mientras el presidente Mauricio Macri pide austeridad, el jefe comunal de Corrientes creó cargos insólitos y aumentó la planta un 126%.

El intendente de la capital correntina de Cambiemos, Eduardo Tassano, duplicó los cargos políticos a contracorriente de lo que pregona el presidente Mauricio Macri de recortar puestos oficiales para transmitir el ejemplo a la sociedad. El jefe comunal de Corrientes aumentó un 126% la planta de cargos jerárquicos, sumando incluso áreas poco tradicionales.

Tassano asumió su cargo el 10 de diciembre pasado y diez días después incrementó exponencialmente la cantidad de funcionarios que conforman el nuevo organigrama de la Municipalidad. Esta decisión fue aprobada por la mayoría oficialista del Consejo Deliberante días ante de Navidad, a pedido del intendente, quien amplió en 190 los cargos jerárquicos, alcanzando los 340. Esto representa un aumento del 126% de la planta, ya que la administración comunal saliente, del peronista Fabián Ríos, sólo alcanzó los 150 cargos políticos, consignó NA.


Lo más llamativo es que el propio Tassano también repetía el discurso nacional de "achique del gasto" pero hizo lo contrario. "El Municipio no es para mantener estructuras políticas. Hay una línea nacional que marca el camino de la austeridad y a eso apunta el esfuerzo de reducir el gasto público", sostuvo el jefe comunal a Radio Sudamericana el 29 de diciembre pasado al anunciar la posible cesantía de entre 800 y 1.000 trabajadores (15% de la planta de personal) del programa municipal de inserción laboral Neike Chamigo.

Al igual que la polémica Dirección de Movilidad en Bicicleta a nivel nacional, la Municipalidad de Corrientes también tendrá áreas insólitas como "Cambio Cultural", "Identidad Barrial", "Contacto Directo", "Dirección de Software", Dirección de Hardware", entre otros. Además, hubo algunas áreas que directamente fueron copiadas y pegadas del organigrama del Gobierno porteño. El plagio fue tan evidente que no le borraron el nombre del gobierno de origen de esos cargos, lo que motivó extensas polémicas y burlas contra la nueva gestión municipal de Tassano.

El nuevo organigrama de la Municipalidad de Corrientes se compone de 9 Secretarías; 40 Subsecretarías; 106 Direcciones Generales; 171 Subdirecciones; más decenas de Departamentos y Divisiones.Al cierre de esta nota, Perfil se intentó comunicar sin éxito con el intendente.

Para la CGT, la inflación de 2017 fue de 27%

Una familia necesitó $ 16.547 para no ser pobre




El observatorio de datos de la central obrera relevó una suba de precios del 2,7% en diciembre pasado. La canasta básica trepó el 1,4%por lo que una familia tipo precisó de $ 7.355 para no caer en la indigencia.

La CGT difundió este jueves su informe de estadísticas que arrojó una inflación de 2,7% en diciembre por lo que la suba de precios registrada por la central obrera en todo 2017 trepó al 27,12%. En lo que respecta a la canasta básica, el aumento llegó al 1,4% en el ´último mes del año.

De acuerdo al informe del observatorio de datos económicos y sociales de la CGT, en diciembre de 2017 una persona necesitó $ 2.357 para no ser indigente lo que da un total de $ 77,51 por día. En tanto, según la central obrera un adulto necesitó de $ 5.451 para no ser pobre.

En lo que respecta a los ingresos familiares, una familia tipo precisó de $ 7.355 para no caer en la indigencia, mientras que para no ser pobre en diciembre pasado una familia compuesta por dos adultos y dos menores necesitó unos $ 16.547 para no ser pobre.

La Casa Blanca desmiente que Donald Trump se haya negado a ser presidente

Rumores de la campaña electoral


Salió así al cruce de un libro que incluye declaraciones del ex asesor, Steve Bannon.



Otros tiempos. De espaldas, Donald Trump camina hacia su entonces asesor, Steve Bannon La Casa Blanca trató este miércoles de desacreditar un nuevo libro según el cual Donald Trump no quería ser presidente de Estados Unidos y únicamente se presentó a la contienda electoral de 2016 para lograr publicidad y negocios.

La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, reaccionó en un comunicado al libro del periodista Michael Wolff, "Fire and Fury", que según su autor está basado en 200 entrevistas con Trump, sus asesores más destacados y otras fuentes conocedoras de los entresijos de la campaña presidencial de Trump en 2016.

"Este libro está lleno de testimonios falsos y engañosos de individuos que no tienen acceso ni influencia sobre la Casa Blanca", subrayó Sanders. Según el libro, que saldrá a la venta el 9 de enero y del que la revista New York Magazine publicó un extracto, el objetivo de Trump no era ganar las elecciones presidenciales de 2016 contra la candidata demócrata, Hillary Clinton, sino reforzar su marca.

"Puedo ser el hombre más famoso del mundo", le dijo Trump a su asesor Sam Nunberg al comienzo de la contienda, según el libro. Ni él ni sus asesores esperaban que fuera a ganar, y la noche de las elecciones, cuando empezó a quedar claro que se acercaba a la victoria, su hijo "Don Jr. le dijo a un amigo que su padre tenía una cara como si hubiera visto un fantasma", indica el libro. "En el espacio de poco más de una hora, según la divertida observación de Steve Bannon, un confuso Trump se transformó en un incrédulo Trump y después en un horrorizado Trump", añade el libro.


Negativa. Sarah Huckabee Sanders, la vocera de la Casa Blanca, al desmentir informes incluidos en un libro que habla sobre la campaña de Donald Trump

No obstante, según Wolff, el magnate inmobiliario pronto se convirtió en "un hombre que creía que merecía ser, y era totalmente capaz de ser, el presidente de Estados Unidos".

El libro también asegura que, la noche electoral, la esposa de Trump, Melania, "estaba llorando, y no de alegría", porque su marido le había garantizado que no ganaría las elecciones, algo que hoy negó la oficina de la primera dama. "La señora Trump apoyó la decisión de su marido de presentarse a la Presidencia y, de hecho, le alentó a hacerlo. Estaba segura de que ganaría y se puso muy contenta cuando ocurrió", dijo la directora de comunicación de la primera dama, Stephanie Grisham.

Además, el libro indica que Ivanka Trump llegó a un acuerdo con su marido, Jared Kushner, según el cual si en un futuro alguno de los dos podía aspirar a la Presidencia, sería ella quien lo haría.

"La primera mujer presidenta, soñaba Ivanka, no sería Hillary Clinton. Sería Ivanka Trump", indica el libro. El libro también contiene detalles curiosos sobre Trump: asegura que le gusta comer en McDonald's porque siempre ha temido que le envenenaran quienes le preparaban la comida, y que el extraño color de su pelo se debe, según Ivanka, a su "impaciencia" a la hora de aplicarse el tinte "Just for men", que oscurece el cabello más o menos según el tiempo que se deje actuar.
Despedido. El ex asesor de Trump, Donald Trump

Wolff, un periodista que ha escrito para publicaciones como Vanity Fair o The Guardian, asegura que tras la investidura de Trump tuvo un acceso casi completo al Despacho Oval, lo que le permitió entrevistar a múltiples asesores de Trump. La portavoz de la Casa Blanca aseguró hoy, sin embargo, que Wolff consiguió "el 95 % de esas entrevistas" gracias al ex estratega jefe Steve Bannon, a quien Trump acusó hoy de haber "perdido la cabeza" a raíz de sus declaraciones en el libro. Wolff solo entrevistó a Trump una vez, "durante entre 5 y 7 minutos", dijo Sanders en su conferencia de prensa diaria.

China deja a las empresas estatales sin ahorro interno




Xi Jinping. El presidente chino dispone de la mayor fuente de capitales del mundo.

El responsable de la adquisición por ChemChina del grupo suizo de agroquímicos Syngenta en US$43.000 millones —la mayor compra realizada en el exterior por la República Popular en toda su historia— ha sido designado titular de un nuevo fondo de inversiones con sede en Beijing, destinado a canalizar el ahorro de las compañías estatales y a convertirlo en inversiones directas en el sistema mundial (IED).

El nuevo fondo —China Reform Holdings— dispone de recursos iniciales por US$30.000 millones, pero si se le agregan los ahorros de las firmas estatales, incluyendo los 4 grandes bancos del Estado, y los aportes del Fondo Soberano de la República Popular (US$857.000 millones), no tiene tope para el monto de capitales que puede colocar en el exterior en los próximos años.

Lo que ya se sabe es que el presidente Xi Jinping ha señalado que China prevé duplicar su PBI en 10 años, y que importaría bienes y servicios por US$16 billones en 2025.

También se conoce que la República Popular aspira a recibir más de US$1 billón en IED hasta entonces, y que se dispone a colocar en el exterior inversiones por más de US$1,5 billones.

Robert Lu, el nuevo titular de China Reform Holdings, en su condición de vicepresidente de ChemChina, ha sido responsable por inversiones en el exterior de más de US$55.000 millones, incluyendo la compra de Pirelli en Italia y de la principal compañía de agroquímicos de Israel, Adama.

La creación de China Reform Holdings es estratégica: surge de la decisión de quitarles a las empresas estatales el control de sus ahorros domésticos —estimados en US$1,5 billones— con el objetivo de obligarlas a financiarse en el sistema financiero internacional, ante todo en Hong Kong, Shanghái y Shenzen, a cambio de ejecutar un proceso de ineludible reestructuración que aumente significativamente su tasa de retorno sobre el capital invertido.

Al mismo tiempo, se otorga el resorte final de las decisiones en materia de financiamiento e inversiones de cada una de ellas a los comités del Partido Comunista, despojando de estas atribuciones a las autoridades corporativas.

Un rasgo estructural de las empresas estatales chinas es que hay una diferencia de 3/6 puntos en el nivel de productividad/competitividad con el que tienen las empresas privadas, en especial las surgidas en los últimos 6 años que integran la economía digital (que ya es 30% del PBI y sería 55% en 2021).

Las reglas que se aplican a las inversiones chinas en el exterior son las mismas que se imponen a las empresas estatales, porque todas ellas tienen el mandato del Partido y el Estado de convertirse en globales, o en caso contrario fusionarse con otras (desaparecer).

Usualmente, en los últimos 6 años, las inversiones chinas en el exterior se realizan en compañías de alta tecnología que toman como parámetro de comparación a las más avanzadas del mundo, y que están destinadas a incrementar el nivel de productividad/competitividad de las empresas afectadas.

Se trata de un experimento de innovación estructural de alcance global, y para eso China dispone de la mayor fuente de capitales del mundo de hoy, por encima de EE.UU. y Europa.

Esencialmente, es una política anticorporativa, que rechaza la prioridad otorgada hasta ahora a la autonomía de las juntas directivas internas, la alta burocracia de las empresas estatales.

En adelante, la legitimidad de la función de estos ejecutivos (management) depende exclusivamente de su capacidad para aumentar la productividad y la innovación, medidas por la magnitud de la tasa de retorno sobre el capital.

No es un criterio funcionalista (hacer que el statu quo funcione mejor), sino transformador (crear nuevas estructuras de inversión y productividad cada vez más avanzadas y competitivas). Después de todo, el Partido Comunista es una fuerza revolucionaria fundada en 1921.

El nuevo Fondo va a transferir su sede de Beijing a Shenzen (al lado de Hong Kong) en los próximos 3 meses. Shenzen es la punta de lanza y la región más avanzada en innovación y productividad de la República Popular. Allí lanzó Deng Xiaoping en 1992 (“Viaje al Sur”) su llamado a una revolución dentro de la revolución, lo que significaba volcar definitiva e irreversiblemente a China al capitalismo más avanzado.

Ahora China se ha convertido en el eje del capitalismo en el siglo XXI, y esto se revela en el hecho de que está transformando su ahorro domestico (US$6,3 billones) en ahorro global, lo que se traduce en que las inversiones chinas en el exterior, que hoy ascienden a 5% del PBI mundial (US$2,5 billones), serían 30% de ese total en 2025 (US$22 billones).

Esta tendencia de fondo se sustenta en una anterior: el PBI chino era 2,8% del PBI global en 1980 (cuando comenzó el proceso de reformas y vuelco al capitalismo impulsado por Deng Xiaoping), y alcanzó a 17,8% en 2016, y se apresta a trepar a 30% en 2025.

La creación de China Reform Holdings es una decisión de Xi Jinping que revela su visión del mundo en 2017, y que por su ambición sería del agrado de Mao Tse Tung y de su sucesor, Den.

Trump apuesta a atraer empresas de Japón, Europa y China para que generen "trabajo americano"




El recorte de impuestos resuelto por el Congreso de EE.UU. (reduce en 14 puntos la tasa de ganancias corporativas que pasa de 35% a 21%), y convertido en ley por el presidente Donald Trump en la última semana de diciembre, implica un beneficio empresarial (ganancia neta) de US$200.000 millones en 2018, que proyectado a 10 años llega a US$2,4 billones. Más de un tercio de este beneficio corresponde a las compañías transnacionales radicadas en los Estados Unidos que cotizan en Wall Street, donde disponen de 35% de los activos accionarios del mayor mercado bursátil del mundo.

Esto significa para las firmas extranjeras un alza en sus ganancias netas de US$70.000 millones a percibir en los próximos 12 meses, con una mejora de más de 30% en la tasa de retorno de sus inversiones.

Lo que verdaderamente importa para las compañías transnacionales que operan en EE.UU. no es la menor la tasa corporativa nominal, sino el aumento excepcional que perciben en la tasa de retorno efectiva de sus inversiones. En el universo empresario norteamericano, el sector extranjero es el beneficiario privilegiado del recorte de impuestos.

En estas condiciones, lo previsible es que se produzca en EE.UU. un boom de inversiones de alcance global en los próximos 2 años, con capitales provenientes de todo el sistema mundial, en primer lugar de Europa y Japón, capaz de provocar un aumento del PBI de 3% a 5% en una década, con un alza subsidiaria del ingreso per cápita de US$4.500/ US$7.000 por año.

Es distinto el efecto del recorte de impuestos en las empresas norteamericanas y en las transnacionales radicadas en EE.UU. La diferencia es que las primeras disponen del mayor nivel de recursos (ganancias netas) de la historia, como consecuencia del cambio tecnológico y el aumento de la productividad de los últimos 15 años, especialmente forzado a partir de la crisis financiera internacional 2008/2009 (Lehman Brothers). Para las empresas estadounidenses, el aumento en la tasa de retorno sobre sus inversiones es secundario.

Las 20 mayores firmas de alta tecnología que integran el Nasdaq (que en conjunto tuvieron un incremento de más US$900.000 millones en sus cotizaciones de Wall Street durante 2017), la hiperliquidez es excepcional, al punto que las 5 primeras —Apple, Google, Microsoft, Amazon y Facebook— dispusieron de más de US$90.000 millones cada una por encima del nivel que obtuvieron un año atrás.

Todo esto sin contar los capitales que las compañías high tech tienen en el exterior, y que superan US$1,5 billones. Las empresas norteamericanas en su conjunto (S&P500 + Nasdaq) tienen afuera de EE.UU. entre US$3 billones y US$5 billones. Por eso es diferente en ellas el impacto inversor del capital que reciben libremente (windfall cash), como los US$200.000 millones que obtienen vía recorte de impuestos.

Históricamente, las compañías norteamericanas pagan dividendos por 22% de sus ingresos netos provenientes de la tasa de retorno, lo que excluye a las nuevas ganancias como las originadas por el recorte de impuestos.

De ahí que lo previsible sea que el windfall cash se destine a nuevas inversiones, sobre todo a la compra de startups de alta tecnología que ofrezcan innovaciones prometedoras, cargadas de futuro en términos de productividad, y que muestren una especial aptitud para la “destrucción creadora”.

El nuevo recorte de impuestos resuelto por Donald Trump permitirá a las empresas norteamericanas deducir 100% del costo de sus inversiones de capital el mismo año en que las realicen. Para las pequeñas y medianas compañías (índice Russell 2000) este es un incentivo para la inversión fija de similar importancia que el recorte impositivo.

Se estima que habrá una repatriación de capitales del exterior, tras el pago de una tasa de 14,5% una sola vez, que permitirá el retorno a EE.UU. de US$3 billones, quizás US$4 billones, en los próximos 2 años.

En términos macroeconómicos, el recorte de impuestos sancionado en la última semana de diciembre disminuye el costo del capital e incrementa la tasa de retorno de las inversiones, y esto favorece especialmente a las compañías extranjeras. Todo esto permite prever un aumento de la tasa de inversión de dimensiones históricas, quizás 2 o 3 puntos del producto en los próximos 2 años.

El objetivo del gobierno de Trump es nítido: convertir a EE.UU. en el centro de la inversión mundial, otorgando a la economía norteamericana un carácter dominante en el eje de la acumulación capitalista del siglo XXI. La inversión en EE.UU. es el puente estratégicamente decisivo que existe entre al ahorro global y la reproducción ampliada, que en este momento histórico adquiere la forma de nueva revolución industrial.

Para Trump lo decisivo es atraer inversiones a EE.UU., no multiplicar las ventas externas. Por eso la prioridad para el impulsor de “EE.UU. primero” no es el comercio internacional, sino el recorte de impuestos. La estrategia es un esfuerzo sistemático de simplificación.

Las razones por las que China importa cada vez más soja

En la tendencia influye la migración masiva del campo a las ciudades y el mayor consumo de carne, que incrementa la demanda de granos forrajeros.



Se estima que en 2025, los chinos van a importar el doble de soja; es decir unas 200 millones de toneladas.

El consumo de soja de China aumentó 160% entre 2000 y 2011 cuando fueron removidas las barreras a las importaciones al incorporarse a la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 2001.

Al mismo tiempo, el área sembrada de soja se redujo más de 20% en ese periodo; y esto sucedió por dos razones fundamentales: en primer lugar, la soja importada ofreció un menor precio, con una diferencia de entre 45 y 90 dólares por tonelada; y luego, el hecho de que las empresas productoras de aceite y harina de soja reclamaron porotos de mayor calidad, y esos son los importados, no los surgidos de la producción doméstica.

Las importaciones de soja en China se han acelerado en los últimos cinco años, y en el periodo fiscal 2016/2017 alcanzaron a 86 millones de toneladas. Mientras tanto, en la etapa 2015/2016 las compras en el exterior llegaron a 82,5 millones de toneladas.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) estima que China importará 122 millones de toneladas de soja en 2021/2022 con una tendencia que se intensifica a partir de entonces y alcanzaría a 200 millones de toneladas en 2025.

Esta tendencia ascendente coincide con la de signo contrario de reducción del área sembrada de soja, que disminuiría más de 40% en los próximos 10 años.

El primer y decisivo dato sobre la producción agroalimentaria de la República Popular al concluir la segunda década del siglo es que casi 300 millones de campesinos pasarían del campo a las ciudades en 2030; y el segundo, estructuralmente todavía más importante, es que más de 40% de la producción agroalimentaria ya es realizada por las grandes corporaciones agroalimentarias en este momento, cuya actividad se orienta exclusivamente hacia los sectores más redituables, como la carne de cerdo, los lácteos, y crecientemente la producción de carne vacuna.


Estas grandes corporaciones se constituyen a través de la compra en gran escala de los derechos de uso sobre la tierra de los campesinos, cuya vigencia es de más de 30 años, y que se han monetizado completamente, lo que implica recursos adicionales para los productores que pasan del campo a las ciudades.

El objetivo del gobierno es movilizar la riqueza agraria de la República Popular, cuyo valor se estima en 20,6 billones de dólares –el doble del PBI-, y que hoy está virtualmente paralizada.

Lo que sucede en China en materia agroalimentaria es que se está unificando el mercado de tierras rural y urbano, otorgando similares derechos e iguales sistemas de precios tanto a los pobladores urbanos como a los rurales; y esto ocurre cuando la población campesina se reduce en casi 300 millones de personas en los próximos 12 años.



La tendencia demográfica central de la República Popular es la siguiente: la población urbana es 56% del total, y sería 60% en 2020, 65% en 2025 y 72% en 2030.

China tiene hoy 102 ciudades de más de 1 millón de habitantes, y otras 63 urbes con 5 millones de habitantes o más; y este universo urbano aumentaría más de 40% en 2030, ante todo en las provincias del interior, sobre todo las situadas en el centro y el oeste.

La reforma fiscal de Trump hace subir los ingresos de los asalariados estadounidenses

Empresas de varios rubros anunciaron aumentos de salario y bonus

La primera gran victoria legislativa de Trump deriva en beneficios para los empleados de EE.UU.

La reforma fiscal impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y convertida en ley el 22 de diciembre último, ya está impactando positivamente en los bolsillos de los trabajadores estadounidenses, contrariando la idea general de que sólo beneficiará a los ricos y a las empresas.

Esto debido a que una larga lista de compañías anunciaron pagos extraordinarios y aumentos de sueldo a buena parte de sus empleados, como por ejemplo Boeing, Wells Fargo, AT&T o Fifth Third Bancorp, a las que ayer se sumaron American Airlines y Southwest Airlines, que anunciaron la entrega de un bonus de 1.000 dólares a sus empleados para celebrar la implantación del nuevo código tributario que entra en vigor este año.

Esta reforma, la mayor de las últimas 3 décadas, rebaja el impuesto de sociedades desde el 35% al 21% y fomenta la repatriación de beneficios con un gravamen que oscila entre el 15,5% y el 8 por ciento.

Hasta la fecha, los bancos, las aseguradoras y las aerolíneas han liderado la entrega de pagos extras tras la aprobación de la Ley de Recorte Impositivo y Empleo. Previamente, la rebaja del impuesto de sociedades en 14 puntos porcentuales ya tuvo reacciones inmediatas por parte de muchas compañías que aprovecharon la primera gran victoria legislativa del presidente Trump para anunciar pagos extraordinarios y subas en los salarios de sus empleados.

Así lo hicieron compañías como AT&T y Wells Fargo, empresas que, paralelamente, necesitan el beneplácito del Ejecutivo. En el caso de la telco, 200.000 empleados recibirán un bonus de 1.000 dólares mientras que la compañía espera aumentar sus inversiones en EEUU en mil millones de dólares más el próximo año. Por su parte, Wells Fargo indicó que elevará sus salarios mínimos a 15 dólares la hora, un incremento del 11%, a partir de marzo de 2018.

Otras multinacionales como Boeing anunciaron inversiones por alrededor de 300 millones de dólares, que incluyen mejoras en el entrenamiento y educación de sus trabajadores. Comcast, casa matriz de NBC y Universal, agraciará a 100.000 de sus empleados con un pago extra por valor de 1.000 dólares. El banco regional Fifth Third Bacorp también anunció subas en el salario mínimo de sus empleados a 15 dólares la hora y un bonus extraordinario de 1.000 dólares.

Bannon acusa a Trump Jr. de "traición" y Trump dice que su ex asesor "ha perdido la cabeza"




Steve Bannon, antiguo asesor de Donald Trump, ha calificado de "traición" y "antipatriota" una reunión entre el hijo del presidente de EEUU y un grupo de rusos durante la campaña electoral de 2016, según un libro del autor Michael Wolff al que The Guardian ha tenido acceso.

Según el libro, Bannon se refirió a la reunión mantenida en junio de 2016 en la Torre Trump (Nueva York), entre el hijo de Trump, Donald Jr; su yerno, Jared Kushner; el entonces jefe de la campaña, Paul Manafort, y la abogada rusa Natalia Veselnitskaya.

En un principio, desde la Casa Blanca se evitó cualquier tipo de pronunciamiento sobre el controvertido libro. En cambio, Trump envío un comunicado contundente a los periodistas, esta vez a través de su secretaria de prensa Sarah Sanders.

"Steve Bannon no tiene nada que ver conmigo o mi presidencia", zanjó Trump. "Cuando le eché, no sólo perdió su trabajo, sino también la cabeza", prosiguió el presidente. "Ahora que está solo, Steve está aprendiendo a que ganar no es tan fácil como yo hice que pareciera", indicó Trump sobre Bannon, al que culpó de que los republicanos perdiesen el asiento de Alabama en el Senado a principios de diciembre. "Steve no representa mi base de votantes. Está solo para sí mismo", se mostró contundente.

De esta forma, Trump respondió al golpea su ex jefe de estrategia Steve Bannon, el fundador de la página de noticias ultraconservadora Breitbart News, después de que se le volviese a estrechar el cerco en relación a la controversia por el RusiaGate.

Publicado por la casa Henry Holt, el relato que enfureció a Trump de su autor Michael Wolff, columnista y escritor, fue cuando Bannon ataca a su hijo, yerno Jared Kushner, consejero de la Casa Blanca, y al entonces presidente de campaña Paul Manafort por aceptar la controvertida reunión en junio de 2016, en la que se ofrecían trapos sucios sobre la entonces candidata demócrata Hillary Clinton.

"Los tres tipos más altos en la campaña pensaron que era una buena idea encontrarse con un gobierno extranjero dentro de la Torre Trump en la sala de conferencias de la planta 25 sin abogados", resalta Bannon al autor del libro, que ha realizado cientos de entrevistas para este trabajo, entre las que destaca una con el propio presidente Trump.

"Te das cuenta hacia dónde va esto", señala Bannon, al cual Trump despidió de su puesto en la Casa Blanca después de ceder a las insistencias de su yerno Jared Kushner y su hija Ivanka Trump.

"Todo se trata de lavado de dinero. Mueller eligió a Weissmann al principio, que es experto en lavado de dinero", indica Bannon en referencia a Andrew Weissman, uno de los fiscales veteranos dentro del equipo de Robert Mueller, ex director del FBI, nombrado al frente de la investigación del departamento de Justicia sobre el caso de Rusia. "El camino a Trump es a través de Paul Manafort, Don Junior y Jared Kushner", asegura Bannon, parte del equipo cuya estrategia llevó a Trump a la Casa Blanca.

De esta forma, este nuevo libro tiene ya a los demócratas salivando, que buscan una vía para forzar un impeachment (moción de censura, en español). Todavía así, se plantea muy difícil, debido a que se le tendría que juzgar en el Senado, donde los republicanos tienen mayoría, aunque por la mínima. Pero, al fin y al cabo, el líder de la Cámara Alta Mitch McConnell, senador republicano de Kenctucky, no va a permitir así por las buenas que le juzguen al presidente de su partido.

En cambio, ¿dejarían que cayese el hijo o el yerno del presidente, los cuales ya han tenido que responder a puerta cerrada a las preguntas de los investigadores del Congreso sobre la injerencia de Rusia en las elecciones?

La “fatiga europea” en los Balcanes Occidentales: volatilidad local e intervención de potencias

Autor: Miguel Rodríguez Andreu, Revista Balkania

ISSN: 2531-0569

Nº: 7/2017 (31 de octubre)



Resumen:

Las potencias mundiales cada vez actúan más directamente en los Balcanes Occidentales, por la parálisis en la ampliación de la UE.
El freno a la ampliación ha contribuido a las tendencias iliberales o autoritarias, así como a la desafección hacia la UE.
Las tensiones entre países van en ascenso, y cada vez resultan más imprevisibles en cuanto a su dirección y resolución.
Esta incertidumbre hace depender el futuro de la región de sus líderes, y su capacidad para lograr apoyos en el exterior.

Palabras clave: Balcanes Occidentales, UE, autoritarismo, nacionalismo



Abstract:
World powers are acting more directly in the Western Balkans because of the paralysis in the EU enlargement.
The brake on enlargement has contributed to illiberal or authoritarian tendencies, as well as to disaffection towards the EU.
Tensions between countries are on the rise, and are increasingly unpredictable in terms of their direction and resolution.
This uncertainty makes the future of the region depend on its leaders and their ability to obtain external support.

Keywords: Western Balkans, EU, authoritarianism, nationalism




Hubo un tiempo en el que creíamos que los Balcanes Occidentales podrían cumplir un papel de mediador entre Occidente y Oriente, con las típicas imágenes del puente de Višegrad o el puente viejo de Mostar como símbolo de sinergias políticas y geográficas. Con ocasión de la presidencia serbia de la OSCE en 2015, coincidiendo con la crisis de Ucrania, algunas voces aventuraron sin mucho convencimiento que el país balcánico podía interceder entre la diplomacia rusa y ucraniana. Sin embargo, no fue así. Serbia aprovechó la ocasión para adquirir experiencia en el organismo internacional y acceder a todo tipo de contactos, pero sin proporcionar una solución al conflicto.

En realidad, los Balcanes Occidentales —como ha venido ocurriendo durante toda su historia reciente— han mantenido su condición de tablero internacional: un espacio que obtiene gran parte de su protagonismo de la convergencia de intereses entre las grandes potencias, o, eventualmente, de sus fricciones. La voluntad de estas potencias de influir en la zona no solo se mantuvo durante la fragmentación de Yugoslavia y el periodo inmediatamente posterior, sino que —desde que en 2014 la UE decidió paralizar la ampliación a la región— ha ido en aumento, si cabe, de manera más compleja y volátil. Pero no solo las potencias internacionales han fijado allí sus intereses: también las relaciones de vecindad, aunque estables, viven movimientos estratégicos de nuevo cuño que elevan la importancia del papel regional de EE.UU., la UE, Rusia, China o Turquía.
Perspectivas de cambio


En primer lugar, Croacia, con el gobierno del HDZ, se ha embarcado en una política de securitización agravada en 2016 con la crisis de refugiados. Entre las preocupaciones de su política exterior se sitúa la tensión militar regional, especialmente con su vecina Serbia, que compra material militar a Rusia y realiza ejercicios conjuntos. También ha sido especialmente vehemente denunciando el aumento del radicalismo islamista en Bosnia y Herzegovina, y abriendo debate al respecto más allá de los Balcanes Occidentales. Croacia persigue una mayor implicación de la UE y de la OTAN en este apartado, como miembro de ambas organizaciones.

No obstante, su integración internacional no excluye una expansión de su influencia en la región. Así, por ejemplo, la construcción del puente de Pelješac —de dos kilómetros y medio— ha generado tensiones en la capital bosnia y despertado las reticencias de su parlamento, que sostiene que todavía tienen que resolverse la delimitación marítima bilateral —conflicto similar al que mantiene con Eslovenia respecto al golfo de Piran— y cuestiones técnicas que afectarían al puerto de Neum. Este pueblo costero es el único acceso marítimo de Bosnia, que además divide el territorio croata, el cual sería rodeado por el puente. Croacia tiene una frontera común con Bosnia de más de 1.000 km, lo que genera costosos desplazamientos desde el interior de Croacia a ciudades como Dubrovnik. Esta frontera parece haberse vuelto de nuevo porosa en los últimos años.

Los vínculos entre el HDZ croata y el HDZ bosnio son cada vez más estrechos, y crece la presión política para crear una tercera entidad bosnia —Hercegbosna— que se uniría a la Federación de Bosnia y Herzegovina y la Republika Srpska, y representaría territorialmente a la minoría croata en Bosnia. El primer ministro croata, Andrej Plenković, ha acudido a la zona sin avisar a las autoridades de Sarajevo. Sin embargo, las fuerzas bosnio-croatas dirigidas por Dragan Čović son conscientes de que muchas de las más de 800.000 personas con pasaporte croata en Bosnia —especialmente, las que viven en los cantones centrales— no simpatizarían con la autonomía o la anexión a Croacia; ya que, aisladas, podrían sufrir represalias sociales debido a la división del país.

Hace algunos meses EE.UU. sancionó a Milorad Dodik, presidente de la entidad, por violar los Acuerdos de Dayton tras la celebración de un referéndum para nombrar a San Esteban como patrón de la Republika Srpska. Poco después, el mandatario reconocía que no era el mejor momento para convocar ningún referéndum, asumiendo que la reacción internacional sería hostil. Aunque ha recibido el apoyo político, económico y militar de Vladimir Putin, la presión occidental parece haber frenado sus ánimos secesionistas.

Los tres liderazgos étnicos bosnios a la cabeza del HDZ (Dragan Čović), SNSD (Milorad Dodik) y SDA (Bakir Izetbegović), que han dominado la escena política los últimos veinte años y que parecían firmemente asentados en el poder, están viviendo sus primeras dificultades. En las futuras elecciones locales y generales de 2018 puede haber cambios que hasta el año pasado resultaban impensables. Además de las cuestiones ya mencionadas respecto a los bosnio-croatas, el SDA de Izetbegović ha visto como algunos de sus políticos, otrora alineados, creaban una nueva formación con el nombre de Nezavisni blok (Bloque Independiente). Se han despertado tensiones entre las figuras del partido, haciéndose muchas de ellas incluso públicas. Dodik, aparte de ver reducida su influencia a nivel estatal desde las elecciones de 2014, está perdiendo cada vez más popularidad en la Republika Srpska. En cualquier caso, no existe una perspectiva clara de cambio en lo que a los Acuerdos de Dayton se refiere; si se produjera, vendría cuando la actual élite fuera relevada.

Desde Serbia, parece que la estabilidad regional manda y la soberanía territorial bosnia no se encuentra amenazada. Eso no impide que puntualmente exista una serie de asuntos sensibles que mantienen latente la posibilidad de secesión o anexión. Por ejemplo, los presidentes de Serbia y de la Republika Srpska firmaron recientemente una declaración para la protección de la lengua serbia, con un interés político más marcado que cualquier motivo lingüístico. La reivindicación étnica sigue siendo un instrumento de movilización de las lealtades políticas plenamente vigente en la región, y es utilizado de forma esporádica según la coyuntura. Con frecuencia, sus ecos en los países del entorno o dentro del propio país no vienen de figuras políticas de primer orden, sino que son instrumentalizados por parte de políticos de segunda fila, como ministros u otras personalidades. No es extraño que incurran en contradicciones respecto a los primeros ministros o presidentes, mucho más conciliadores en sus discursos e intervenciones públicas.

Particular repercusión ha tenido el nacionalismo albanés, en ascenso de un tiempo a esta parte. En 2016, los partidos albaneses en Montenegro llegaron a un acuerdo de coalición. Durante las elecciones macedonias de 2017, al amparo de una iniciativa del presidente de Albania, Edi Rama, se formaba en Macedonia la denominada “Plataforma de Tirana”: una iniciativa que buscó un frente común con los socialdemócratas del macedonio Zoran Zaev para derrotar al VMRO de Nikola Gruevski. Esta unión genera susceptibilidades respecto a la proyección del nacionalismo albanés en la región, motivo de preocupación para serbios, macedonios y griegos. En todo el sudeste europeo, los albaneses apoyan en más de un 70% la integración en la UE; superando a los pueblos eslavos, que bajan del 60% o incluso del 50%. Parece presumible que un gobierno que no cumpla con esa orientación europea tendrá que contener la insatisfacción y presión albanesa, cada vez más efervescente en Kosovo, Montenegro y Macedonia.

En otro orden de cosas, tras la negativa del VMRO a conceder el poder después de no lograr formar gobierno en Macedonia, EE.UU. volvió a demostrar que no solo tiene la simpatía de la mayoría de la población albanesa de la región, sino también la capacidad política de la que carece la UE para resolver crisis locales. Macedonia ha roto la narrativa autoritaria que venía manifestándose desde Turquía, por los Balcanes Occidentales, hasta Višegrad, demostrando que era posible la alternancia de gobierno sin los conflictos étnicos de largo alcance que muchos anticipaban, por medio de importantes y constantes movilizaciones sociales, pacíficas y democráticas.

Mientras que en Macedonia la situación se ha calmado tras varios años de crisis, en Kosovo se ha vivido una fase de elevada incertidumbre política tras las últimas elecciones. Finalmente, el primer ministro será Ramush Haradinj, al frente de una coalición de difíciles equilibrios y ante el rápido ascenso del partido en la oposición, Vetëvendosje (Autodeterminación). Se anticipa un escenario de desgobierno e inestabilidad similar al de 2014, en cuanto se produzcan las primeras divergencias. Por otro lado, el actual gobierno ha necesitado del apoyo del partido de la minoría serbia en Kosovo, lo que probablemente complicará las negociaciones entre de Belgrado y Pristina, toda vez que el mismo Haradinaj fue objeto de una solicitud serbia de extradición en la primavera de este año.
Incidencia internacional


Este ambiente político más volátil está relacionado con la parálisis en el proceso de ampliación de la UE. Desde la entrada de Croacia en 2013, la Unión parece estar más preocupada por la seguridad y estabilidad de la región que por el Estado de Derecho, las reformas institucionales o la democratización; la cual, según los indicadores sociales, ha sufrido un grave descenso, especialmente en lo que se refiere a la libertad de prensa. Los líderes locales han impulsado desde 2014 un proceso iliberal o autoritario que no ha recibido grandes críticas desde la UE, o incluso ha sido apoyado tras algunas de las elecciones celebradas, contribuyendo a generar un descenso del sentimiento europeísta entre los ciudadanos de la región y cierta desafección desde los movimientos sociales críticos y proeuropeos. Autores como Pavlović (2017) han denominado “estabilocracia” a esta prevalencia de la seguridad sobre la democracia, que por ejemplo se ha puesto de manifiesto durante la crisis de los refugiados. La UE ha preferido premiar a los gobiernos de la región por su control de las fronteras antes que condenar las tendencias autoritarias, con un auge en la oposición de partidos nacionalistas o antieuropeos.

Este escenario invita a diagnosticar un futuro más fluctuante. Ante el retroceso de la UE, Rusia mantiene y aumenta su soft power como potencia sobre el ala eslava de la región, buscando impedir una ampliación de la OTAN a Serbia y Macedonia, tras el ingreso de Montenegro en junio. De esta manera el cerco sobre Serbia se estrecha, aunque su rechazo social a la Alianza Atlántica ha aumentado en los últimos tiempos. Parece que Rusia pretende establecer una posición influyente en los Balcanes Occidentales para desviar cualquier aproximación amenazante sobre su zona de influencia geopolítica. Para ello, busca una mayor capacidad de incidencia en la política macedonia a través del VMRO, mantiene su espaldarazo político y económico a Milorad Dodik en la Republika Srpksa, y la defensa del no reconocimiento de la independencia de Kosovo.

La estrategia rusa se ha traducido también en una mayor presencia en Serbia, no solo a través de ayuda militar, sino también logística. Particular importancia se le ha dado al centro de ayuda humanitaria en Niš, donde ha generado polémica la petición de que sus trabajadores recibieran pasaporte diplomático. Los datos de opinión indican una mayor simpatía de la sociedad serbia hacia Rusia, pero una preferencia económica y cultural por la UE, que al fin y al cabo es su principal socio económico. Sin embargo, Rusia ofrece más maniobrabilidad política y financiera que la UE, que no está diseñada para una acción política tan inmediata. Eso se manifiesta, entre otros canales, en un soporte económico a través de los bancos rusos, con menores exigencias de toda naturaleza y mayor liquidez.

Parece que los difíciles equilibrios dentro de Bosnia, que venían claramente oscilando hacia la Republika Srpska desde la firma de Dayton, no son del todo estables en ese lado del territorio bosnio. La noticia de la crisis abierta por la empresa croata Agrokor —un 16% del PIB, con miles de trabajadores en Eslovenia, Croacia y Serbia— ha ido acompañada de una deuda de más de 1.100 millones de euros contraída con el banco ruso Sberbank. Esto permite a Rusia tener un pie en el país miembro de la UE, pero también en Bosnia, a través de la política del HDZ croata hacia la población bosnio-croata. Será importante seguir cómo se resuelven las relaciones croato-rusas y de qué manera pueden provocar una “pinza estratégica” junto con Milorad Dodik sobre la población bosníaca.

China se ha convertido también en un actor importante. Mientras que Rusia tiene incidencia sobre la región en el terreno del soft power, el país asiático lo tiene por medio de la inversión e infraestructuras. La ejecución del proyecto “One Belt, One Road” que comunicaría el puerto del Pireo (Atenas) con Europa Central ha sido visto con reservas desde la UE. Durante el año 2016, China alcanzó los 3.000 millones de euros en intercambios comerciales con la región, de los cuales un poco más de la mitad se han generado con Serbia. No preocupa tanto el papel que puede desempeñar China como que su presencia es un síntoma más del escaso avance económico y mala interconexión de la región, así como de la necesidad de los países del sudeste europeo de buscar otras fuentes de inversión a las que acompañarían obligaciones políticas. Este es el caso de las relaciones de Serbia y los Emiratos Árabes Unidos, Croacia y Rusia, o Bosnia y Herzegovina y Turquía. Algunas voces se han pronunciado asegurando que si la región no crece al 6%, será difícil que los Balcanes Occidentales entren en la UE antes del 2030 (Flessenkemper y Reljić, 2017). Paradójicamente, parte de ese crecimiento económico se persigue, cada vez más, y con más decisión, de la mano de países que no se postulan como afines a los valores europeos.

Turquía ha aumentado sus inversiones en los Balcanes, coincidiendo además con sus propias incertidumbres políticas y económicas. Además de mantener su ascendente cultural y religioso sobre la población musulmana y de apoyar a algunos partidos políticos locales, como es el caso del SDA bosnio o el BESA macedonio, Turquía ha aumentado sensiblemente su inversión directa en la región, con un incremento del 5%. Por otro lado, el gobierno turco ha cambiado su aproximación a los Balcanes Occidentales: mientras el ex primer ministro Ahmet Davutoğlu empleaba el soft power en la región, Recep Tayyip Erdoğan prefiere una relación estrecha con los líderes políticos; cuestión que será de interés en adelante. Lejos de que se vaya a producir una etapa de mayores encuentros y negociaciones para resolver cuestiones vecinales, en el futuro la deriva regional estará marcada por la capacidad de seducción de los líderes locales sobre las grandes potencias, con el deseo de imponer sus propias agendas locales.

La perspectiva de una integración europea conjunta parece lejos de hacerse realidad, dadas las diferencias entre la situación de cada uno de estos países. Por otra parte, sus complejas relaciones mutuas y con algunos países de la UE muestran las dificultades para una integración escalonada. La experiencia de Croacia con Eslovenia durante la apertura de capítulos, así como la que está teniendo ahora Croacia —ya miembro— con Serbia —que es candidato—, es un ejemplo de cómo las rivalidades bilaterales afectan al proceso de integración. Pese a los esfuerzos de la Alta Representante, Federica Mogherini, por avanzar en este sentido, tanto desde la Comisión Europea como desde los Estados Miembros los obstáculos son numerosos. Ante el abandono temporal al que se ve sometida la región por parte de la UE, el Proceso de Berlín —iniciativa de cooperación intergubernamental en materia económica y de infraestructuras— no termina de contar con la publicidad ni la determinación suficiente como para compensar la ausencia de perspectivas de ingreso.
Conclusiones

Desde la crisis económica de 2008, los Balcanes Occidentales han entrado paulatinamente en una deriva iliberal o autoritaria, que no ha recibido la atención debida de la UE ni de sus Estados Miembros. Esto explica en parte la desafección creciente hacia el proceso de integración europea, pero también la presencia cada vez más activa de las potencias internacionales, que intervienen de formas muy diversas. Tales estrategias son recibidas por los propios líderes locales en un escenario muy volátil, donde el abanico de incertidumbres ha aumentado.

Las relaciones entre estos países atraviesan una nueva fase de tensiones y, por tanto, son más sensibles a la búsqueda de apoyos en potencias externas a la región. Por otro lado, los liderazgos tienden a ser más autoritarios, acompañados de oposiciones cada vez más débiles —por ejemplo, el SDP en Croacia vive un marcado descenso en su popularidad—. Solo Macedonia ha logrado desde 2014 revertir la tendencia autoritaria del gobierno de Gruevski, reemplazándolo en el poder a través del SDSM de Zaev y algunos partidos albaneses.

No obstante, en el futuro las relaciones bilaterales estarán crecientemente marcadas por los intereses de los líderes, y menos por políticas de Estado. Se puede avanzar que, en adelante, estos países buscarán satisfacer sus objetivos apoyándose en las grandes potencias internacionales, y menos en el consenso y el acuerdo mutuos.
Bibliografía

Flessenkemper, Tobias y Reljić, Dušan (2017), “EU Enlargement: A Six Percent Target for the Western Balkans”, Osservatorio Balcani e Caucaso – Transeuropa, 5 de julio.

Pavlović, Srđa (2017), “West is Best: How ‘Stabilitocracy’ Undermines Democracy Building in the Balkans”, EUROPP – European Politics and Policy, 5 de mayo.

@pontifex :un 2018 entre reformas, jóvenes y viajes

En agenda papal, un Sinodo y visitas al exterior y en Italia

Agenda papal sumamente cargada para 2018.


La finalización de la reforma de la curia, la familia, los jóvenes y viajes al exterior y dentro de Italia, marcarán la agenda del 2018 para el Papa Francisco.
El Pontífice tendrá un año pleno de eventos mientras, a pesar de la resistencia de muchos sectores y también algunos tropiezos, prosigue su camino "reformador" del actual pontificado hacia una Iglesia -como él la desea- aún más proyectada hacia una dimensión universal y descentralizada y con marcado acento pastoral, "acogedor" y misionero.
En tanto, se espera para el 8 de enero próximo, apenas concluido el ciclo natalicio, el discurso del Papa al Cuerpo Diplomático -uno de los más significativos del año- para trazar la línea de acción y la visión internacional de la Iglesia.
Una semana después, el 15 de enero, Jorge Bergoglio partirá rumbo a Chile y Perú (hasta el 22), en visita a "su" América Latina, para la que sigue auspiciando la solución de las graves discrepancias sociales y la extinción de la corrupción. Por ahora, para el año que recién comienza, no están programadas otras visitas al exterior confirmadas oficialmente, pero el Papa debería asistir al Encuentro Mundial de las Familias que tendrá lugar en Dublín del 21 al 26 de agosto.
Una ocasión que, además de concluir la discusión sobre la recepción de Amoris Laetitia, también tendría un valor político significativo por la posibilidad de que Bergoglio también vaya a Irlanda del Norte, procedente de la República de Irlanda, n hecho que nunca antes había sucedido. Por el momento, hay otros viajes en progreso (Países Bálticos? ¿Se puede hablar otra vez de Sudán del Sur, tras el viaje "pasado por alto" el año pasado?. Para cuándo las muy esperadas visitas a Uruguay y a su natal Argentina?) pero faltan indicaciones.
Mientras tanto, los únicos indicios pueden ser los "vacíos" en el calendario de la Casa Pontificia, como los de la primera semana de junio (se anuló la audiencia general del miércoles 6, por lo que el Papa podría estar afuera) o el de fin de septiembre (se canceló el Angelus del domingo 23).


También Italia recibirá visitas papales: el sábado 17 de marzo, en Pietrelcina y San Giovanni Rotondo, mientras que todavía no ha sido oficializada la fecha del viaje a Venecia para el encuentro con las Iglesias del Nordeste.
En referencia a los temas centrales de la agenda de Francisco, están la definición de los últimos aspectos de la reforma de la "Pastor Bonus" para la organización de la Curia Romana -próxima cita del C9, del 26 al 28 de febrero- y a las siempre muy delineadas fusiones en el sistema de medios vaticano.
A la cuestión de la familia se agregará la de los jóvenes, sobre la que avanza el trabajo preparatorio -incluida la evaluación de los cuestionarios compilados online hasta el 31 de diciembre pasado- del Sínodo, programado del 3 al 28 de octubre próximo. También en octubre, al menos así surge de los comentarios que se hacen en la diócesis de Brescia, podría desarrollarse otro gran acontecimiento: la canonización del papa Pablo VI, particularmente apreciado por Bergoglio y para quien se identificó el segundo milagro, útil para la proclamación de la santidad. De hecho, no se excluye que durante el año pueda tener lugar la canonización de monseñor Oscar Romero y que Francisco pueda ir a oficializarla a El Salvador. Por último, es posible un nuevo Consistorio para la creación de cardenales, mientras que en el ámbito internacional están siempre activos los canales de negociación con China para un eventual acuerdo sobre el nombramiento de obispos.