El libro que enfurece a Trump

Ivanka Presidente, McDonald's, pelo naranja
 
Los supuestos secretos de la Casa Blanca Un nuevo libro causó conmoción en la Casa Blanca. Según el autor Michael Wolff, Trump come en McDonald's por miedo al envenenamiento, tiene el pelo naranja por falta de paciencia con la tintura, no esperaba nunca ser Presidente, su esposa lloró (y no de alegría) cuando ganó. Si bien la fiabilidad de Wolff es cuestionada por algunos críticos, lo que realmente molestó a Trump es que el libro incluye declaraciones de su exgurú ideológico, Steve Bannon, quien califica de "traidor" y "antipatriota" a un encuentro entre Trump Jr. y otros miembros de campaña con ciudadanos rusos relacionados al Kremlin.







El miércoles 3/1, el Presidente estadounidense, Donald Trump, acusó a su exgurú ideológico -afín a a la "alt-right"- y exjefe estratega, Stephen K. Bannon, de haber perdido la cabeza. Fue después de que se filtraran extractos del libro "Fire and fury: Inside the Trump White House" ("El fuego y la furia: Dentro de la Casa Blanca de Trump"), de Michael Wolff, que ha causado un terremoto en Washington. Este incluye declaraciones de Bannon en las que critica duramente al entorno de Trump y califica de "traidor" y "antipatriota" a un encuentro de junio de 2016 entre el hijo del mandatario, Donald Trump Jr. y varios miembros de su campaña presidencial, y un grupo de ciudadanos rusos con lazos al Kremlin.

Pero esta no es la única afirmación llamativa de Wolff sobre la campaña de Trump. En fragmentos de este, publicados en la revista New York Magazine y el diario The Guardian, cuenta, por ejemplo, que el objetivo de Trump no era ganar las elecciones presidenciales, sino reforzar su marca. Que Trump Jr. le dijo a un amigo que su padre, al enterarse de que estaba a punto de ganar las elecciones, estaba tan asustado que “parecía como si hubiera visto un fantasma”. Que la noche electoral, Melania Trump lloraba porque su marido le había asegurado que no ganaría los comicios (la primera dama negó esta versión el miércoles 3/1). Que Ivanka Trump sueña con ser la primera mujer Presidente de Estados Unidos, y llegó a un acuerdo con su esposo, Jared Kushner, de que si la oportunidad llegara para que alguno de los 2 se candidateara, sería ella. Que a Trump le gusta comer en McDonald's por miedo a que lo envenen y que el color de su cabello se debe a su impaciencia a la hora de aplicarse a tintura.

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Según Jill Colvin y Jonathan Lemire, el libro retrata a Trump "como un niñito malcriado en muchos aspectos que no comprende la responsabilidad que representa la presidencia y pasa las noches comiendo hamburguesas en la cama, mirando la televisión y hablando por teléfono con viejos amigos."





Ahora, ¿cuánta credibilidad tiene el autor del libro? Wolff es un provocador y polemicista de los medios, explica Paul Farhi de Chicago Tribune. Sus críticos lo acusan de forzar los hechos, a veces más allá de lo tolerable, y de recrear escenas y a veces crearlas por completo. Algunas de las afirmaciones de Wolff ya han comenzado a tambalearse. En el libro, por ejemplo, el autor escribió que Thomas Barrack Jr. -un amigo millonario de Trump-, le dijo a un amigo que Trump "no está solamente loco, es estúpido". Barrack negó a un periodista de The New York Times haber dicho alguna vez algo así. Katie Walsh, exasesora de la Casa Blanca, también ha disputado un comentario que Wolff le atribuye, de que supuestamente lidiar con Trump era como "intentar descifrar lo que un niño quiere." La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, añadió su propia dosis de escepticismo: "Sabemos que el libro tiene muchas cosas, que hasta ahora hemos visto, son completamente falsas."

Wolff dijo que su libro está basado en 200 entrevistas con miembros de la campaña y de la Casa Blanca, incluido Bannon. No respondió a múltiples pedidos de comentarios por parte del Chicago Tribune. "Su fiabilidad ha sido desafiada antes -por citas, descripciones, y relatos generales que ha provisto en sus muchas columnas en diarios y revistas", escribió Farhi.

Pero volvamos a la disputa entre Trump y su exgurú ideológico, desatada por la publicación del libro de Wolff. "Steve Bannon no tiene nada que ver conmigo o con mi presidencia. Cuando fue despedido, no solo perdió su trabajo, perdió la cabeza", aseguró Trump en un comunicado. Los abogados de Trump, además, amenazaron con tomar acciones legales contra su exmano derecha por sus declaraciones en el libro de Wolff. "Ahora que está solo, Steve se está dando cuenta de que ganar no es tan fácil como yo lo hago parecer. Steve tuvo muy poco que ver con nuestra victoria histórica, que se logró gracias a los hombres y mujeres olvidados de este país", dice el comunicado de la Casa Blanca a los medios. La portavoz Sanders aseguró además que el mandatario estaba "furioso y disgustado" tras enterarse de la "ridícula acusación" de Bannon sobre que su hijo habría supuestamente cometido "traición". "Ha atacado al hijo del presidente de una forma absolutamente indignante y sin precedentes", denunció Sanders.

El hijo del Presidente respondió a través de su cuenta de Twitter a los comentarios hechos por Bannon. Entre otros comentarios, Trump Jr. dijo que Bannon había sido "despedido", era culpable de haber esparcido "información falsa a los medios para parecer mucho más importante de lo que fue", y que Bannon había tenido "poco que ver con la victoria histórica."

Trump Jr. y otros miembros de la campaña de Trump están en el centro de la polémica por las acusaciones de que Rusia habría interferido en la elección estadounidense para favorecerlo, lo que ha impulsado varias investigaciones, tanto del Comité de Inteligencia del Senado como del fiscal especial, Robert Mueller.

Bannon, a quien se le endilgan ideas racistas, había sido despedido de la Casa Blanca en agosto, luego de las marchas racistas en Charlottesville y la indignación de una parte de la sociedad estadounidense por la falta de una condena contundente por parte del Presidente. Trump habría sufrido fuertes presiones para despedirlo, ya que Bannon estaba enfrentado a otros sectores de la Casa Blanca y miembros de la familia del Presidente desde hace meses.