Guía para entender el voto en África



Más allá de disquisiciones políticas, sociales y económicas, resulta importante entender las condiciones bajo las cuales tienen lugar los procesos electorales. A través de la experiencia práctica, compartimos esta breve guía para entender los principales elementos, etapas y desafíos –así como algunas anécdotas– de unas elecciones en África.
Los preparativos: planificar contra los elementos

Se suele pensar que las discusiones políticas para que un partido o candidato salga favorecido en esta fase preparatoria (especialmente en lo que a la composición de la comisión electoral se refiere) ocupan la mayoría del tiempo. Sin embargo, hay que añadirle un sinnúmero de retos logísticos que hay que salvar para adaptarse a las características del país. Donantes internacionales han apostado por el apoyo económico, humano y logístico en muchas de sus vertientes, pero la cruda realidad hace ver que todo es más complicado de lo que parecía sobre el papel.

Buena parte de los preparativos que resultan muy interiorizados en nuestro entorno pueden resultar un auténtico calvario a causa de los déficits de infraestructuras, la falta de consenso político o, incluso, del clima. El calendario electoral debe tener en cuenta factores como la época de lluvias: a menudo el acceso a muchas zonas rurales es impracticable durante este período, lo que dificulta la distribución del material electoral y puede retrasar enormemente su recogida tras el recuento. En Burundi, por ejemplo, un presidente de colegio electoral de una zona rural de la provincia de Kayanza tuvo que esperar dos días a que bajara el cauce del agua de un riachuelo –convertido en auténtico río– a causa de una gran tormenta, y cruzar con la urna sobre la cabeza para entregar los resultados a la comisión electoral local.

También la época de plantación y cosecha debe ser tomada en consideración. La mayoría de la población africana reside en el campo, así que no es una buena idea actualizar el censo electoral en estos períodos. Con sistemas de registro electoral activo, en el que el elector debe solicitar personalmente la inscripción, los ciudadanos inmersos en los trabajos agrícolas pueden quedar infrarrepresentados. Es lo que ha pasado con los jóvenes de las zonas rurales en Burkina Faso este año. La actualización del censo para las elecciones de noviembre de 2015 se realizó durante la época de cosecha y centralizada en las capitales provinciales. Se calcula que menos de la mitad de los jóvenes que potencialmente se podían inscribir lo hicieron, ya que la mayoría se encontraba en aquel momento trabajando en la recolección de cereales en lugares apartados de su residencia habitual.

El día “D”

En África se empieza a votar temprano. Antes de las 6 de la mañana –hora habitual de apertura de los colegios electorales– ya se forman colas de electores. La falta de electricidad obliga a maximizar las horas de votación mientras haya luz natural. Durante la jornada electoral a menudo se registran problemas de última hora, exactamente los mismos que se pueden dar en las elecciones de cualquier parte del mundo: colegios que no abren a tiempo porque el personal electoral llega tarde, materiales que se distribuyen con retraso o que son insuficientes… La flexibilidad y la paciencia deben aflorar ante las filas de electores que esperan su turno para votar. Resulta habitual marcar con tinta indeleble el dedo del votante para así prevenir el doble voto. Una medida controvertida, ya que si bien resulta de gran utilidad para evitar el fraude, en determinados contextos de tensión política puede motivar un control posterior intimidatorio de quien ha ido a votar y quien no.

Mención aparte merece el rol de los observadores nacionales e internacionales. Desde auténticos turistas electorales vestidos de safari de pies a cabeza, a parlamentarios transformados en observadores vocacionales que no dudan en visitar colegios en las zonas más remotas o problemáticas, pasando por observadores nacionales que impertérritos pasan la jornada entera de principio a fin en el mismo colegio sin apenas moverse. Su presencia, sobre todo la de los internacionales, ha recibido en ocasiones críticas, ya sea por su papel de legitimación de regímenes autoritarios (como el caso de la Commonwealth en Zimbabwe), o bien por la inacción posterior ante episodios de fraude o malas prácticas reconocidos (dirigidas a la UE y a la Unión Africana en Nigeria en 2003 y 2007). En cualquier caso, la presencia de observadores en contextos de transición refuerza la confianza pública en las elecciones y acostumbra a ejercer un efecto disuasorio sobre el fraude.

El escrutinio

Siguiendo la lógica de aprovechar la luz del día, los colegios cierran antes del anochecer. Se inician entonces los procedimientos de recuento, a menudo a la luz de las velas y las linternas, y que puede durar varias horas en función de la complejidad de la elección. En casos como los de los recientes comicios en Burkina Faso, la sociedad civil organizada hizo un llamamiento a la ciudadanía para que, bajo el principio de control democrático, se quedara en sus colegios y fuera testigo del recuento. A partir de ese momento se abordan los elementos más críticos: la determinación de los votos nulos y su discusión con los representantes de los candidatos –en una elección presidencial la validez de cada voto es decisiva– y el relleno de las actas de votación.

A pesar de que el personal electoral habrá sido formado sobre los procedimientos, la introducción de los datos de la votación en las actas puede comportar más tiempo que el recuento en sí mismo. Copias a mano, cálculos para la reconciliación entre votantes, votos emitidos, votos nulos, papeletas sobrantes… Dicho procedimiento puede resultar una auténtica pesadilla para personas poco habituadas a estos procesos, tras 12 horas de votación más 4 de recuento, bajo la presión de la mirada escrutadora de los representantes de los partidos políticos. Encontrar un error de dos votos para cuadrar el acta se convierte en ese momento en un trabajo titánico de difícil resolución. Dada la frecuencia de estos errores, en Burundi, por ejemplo, el Código Electoral incluyó para las elecciones de 2010 la denominada “tasa de discordancia” que hacía posible inscribir en las actas un margen de error de hasta un 3% según la elección entre el número de votantes contabilizados en la lista electoral y las papeletas encontradas en la urna.

Y tras el relleno de las actas y después de colgar una copia de los resultados en la puerta del colegio, llega el momento de recoger los materiales para su traslado a la comisión electoral. Organizar las copias de las actas y empaquetar las papeletas de votación usadas es fundamental si posteriormente se interponen recursos contra los resultados, ya que serán la única prueba de que los resultados de las actas son fidedignos. A pesar de ser una cuestión evidente, no siempre lo ha sido. Hasta 2015, mientras Blaise Compaoré detentó el poder en Burkina Faso, las papeletas se quemaban justo después de acabar el recuento. Sobra decir que su partido ganaba todas las elecciones.



La agregación de resultados

Mientras en elecciones como las europeas los resultados se obtienen a las pocas horas, muchos países africanos pueden tardar días e incluso semanas en hacer público un resultado provisional, que deberá ser posteriormente verificado para ser anunciado como definitivo. Tras el recuento en los colegios se inicia el proceso de agregación de resultados. Habitualmente empieza a nivel municipal y después asciende de manera acumulativa por los diferentes niveles territoriales hasta la compilación nacional.

Con frecuencia, la recepción de los materiales y las actas de todos los colegios en el primer nivel de compilación no acaba hasta la mañana siguiente. Puede suceder que, tras largas horas durante la noche para finalizar el recuento, los presidentes de colegio esperen hasta la salida del sol para evitar desplazarse en la oscuridad desde lugares remotos por caminos en mal estado (lo que resulta todavía más difícil en época de lluvias). Una vez entregada el acta, se debe proceder a la agregación municipal de resultados, que en función de las habilidades del personal de la comisión electoral, de los errores detectados en las actas y del número de colegios puede comportar hasta 48 horas. A pesar de que la puesta en marcha de recuentos paralelos por los partidos y de sistemas de transmisión telefónica de datos –cuando las redes móviles lo permiten– puedan mostrar una aproximación a los resultados en 24 horas, la compilación nacional de los resultados provisionales puede conllevar hasta una semana.

Este es un período en el que es fundamental la gestión de los rumores de fraude, que se extienden de manera viral ante la impaciencia por la publicación de los resultados. Y a partir de aquí, una cuestión clave: su aceptación por parte de los candidatos. Un ejemplo, en forma de imagen, de justo lo contrario lo encontramos en Costa de Marfil, con la contestación de los resultados por parte del representante del partido del entonces presidente Laurent Ggabgo, quien interrumpió la rueda de prensa de la Comisión Electoral en la que anunciaba los resultados, para romper el documento que los atesoraba enfrente de todas las cámaras.

Más allá de la idoneidad de celebrar unos comicios electorales en un contexto determinado, como sucede actualmente en la República Centroafricana, la credibilidad y transparencia de unos comicios pueden llegar a determinar tanto el fin pacífico de una transición, como hemos visto recientemente en Burkina Faso, como el estallido de una crisis violenta, como en Costa de Marfil el 2010. No obstante, no se pueden minusvalorar los detalles técnicos y logísticos aquí enumerados, los cuales juegan un papel fundamental en los días más cercanos a las elecciones y que pueden ayudar a comprender ciertas reacciones a nivel político.

Netflix no es la Madre Teresa


La cancelación de 'Sense8' y 'The Get Down' confirma lo que ya deberíamos saber

Tráiler de la segunda temporada de 'Sense 8'.

Basta de utopías seriéfilas. En Netflix no son hermanitas de la caridad. La plataforma ni siquiera es uno de esos canales cuyo éxito se mide en prestigio y buena fe. Netflix está aquí para lograr beneficios. Su nueva filosofía de cancelaciones simplemente lo confirma.

Este mensaje suena obvio, pero para muchos tuiteros la burbuja explotó la semana pasada. Primero se encontraron con el lógico final de The Get Down y días después les alcanzó la inesperada cancelación de Sense8, que nos dejó en pleno coitus interruptus. Netflix ya no era el amigo. Los lamentos y bufidos no tardaron: sí, era otra cadena sin sentimientos. ¡Malditos!


Es duro que te dejen a la mitad. Todos nos hemos cabreado porque cancelen nuestra serie favorita. Sense8 era asimismo una puerta a la diversidad sexual y cultural, un espacio que dejaba rienda suelta a la creatividad de las Wachowski, creadoras de Matrix. Por eso es lógico que esta falta de respeto doliera. Pero esto es un negocio y Netflix, una ventana no tan diferente a las clásicas. Su consejero delegado, Reed Hastings, lo vestía hace unos días de dulces palabras: “Tenemos que cancelar más para asumir riesgos”. Pero el resultado es el de siempre.

Aunque no convencerá a sus seguidores, la decisión tiene una base empresarial lógica: el coste de producción estaba muy por encima de los beneficios, y la serie, rodada en 13 países, no tenía el impacto mediático de Stranger Things o los premios de The Crown. Seguramente, seamos realistas, ni siquiera la viera tanta gente. No estaría mal, de hecho, preguntar a muchos de los que se quejaron si pagan realmente por la plataforma. Y Netflix, incluso si nunca muestra números, aspira a llegar más allá de la audiencia de Twitter. Como demostró, por ejemplo, al conceder dos temporadas a Las chicas del cable.

La historia ideal la sabíamos. Netflix concede libertad y se atreve con historias que nadie compra. Eso merece aplausos. Pero no nos engañemos: la empresa estadounidense está aquí para ganar, para dominarlo todo. Nunca escondió que antes que crear la próxima The Wire prefiere rodar decenas de películas de Adam Sandler, lanzar series de calidad dudosa como The Ranch o Madres Forzosas y renovar otras como Por trece razones para algo tan simple como llenar las arcas. No es nada personal. Tirando de una expresión manida: es el capitalismo, estúpido.

Howard Schultz: el cafetero de Starbucks que aspira a la Casa Blanca

El millonario cerebro de la cadena de cafeterías, sopesa ahora presentarse a las elecciones presidenciales de Estados Unidos
Howard Schultz, el pasado 28 de enero, en un evento para presentar su libro en Nueva York.

El concepto clave es “mayoría silenciosa”. El primer político que utilizó esa expresión en Estados Unidos fue Richard Nixon, en 1969, para dirigirse a una parte de la población que no participaba en las protestas contra la guerra de Vietnam, no se enfrentaba a la policía y veía desde su sofá el país desgarrado por la polarización política. El concepto ha vuelto al debate esta semana de la mano de Howard Schultz, expresidente de las cafeterías Starbucks. Schultz se quiere presentar como independiente a la Casa Blanca en 2020. Dice que representa a la mayoría silenciosa a la que no le gusta Donald Trump pero considera que los demócratas se han convertido en un partido radical. Sería una candidatura de centro. Solo un lado está preocupado, los demócratas.

Howard Schultz (Nueva York, 1953) pasó su infancia en un piso subvencionado en una urbanización en el límite sureste de Brooklyn, “la última estación del tren L”, cuenta en su reciente libro. “Durante toda mi vida me han atormentado y animado los recuerdos de mi infancia. En mi padre vi lo que le puede pasar a la vida de una persona cuando se le despoja de dignidad. De mi madre aprendí que esa última parada de tren no iba a ser la última parada de mi vida”. A los 65 años, es multimillonario. Forbes calcula su fortuna en 3.400 millones de dólares. Su nombre quizá no es conocido en todo el mundo, pero su creación sí. Es el hombre que construyó el imperio Starbucks.

La historia es digna del mejor libro de superación personal. Entró en la compañía en 1982. Era una empresa que servía café a hoteles y bares. Ante las reticencias de la empresa para dar luz verde a sus planes —quería trasladar a Estados Unidos el concepto de cafetería como sitio de estar y quedar, como había visto en Italia— abandonó la firma. Fundó su propia cafetería y empezó a abrir locales. En 1987, su empresa absorbió Starbucks. Tenían entonces 17 locales. Tres décadas después, Starbucks posee 28.000 cafeterías en 77 países y vale 78.000 millones de dólares . Por el camino, además, Schultz abandonó la compañía durante ocho años para luego volver y reinventarla de nuevo, al estilo Steve Jobs.

Ha escrito varios libros en los que comparte sus experiencias en Starbucks a modo de charla motivacional. El último, que ha sido entendido como una declaración de principios para sustentar su candidatura a presidente, se titula From the ground up. En él, explica cómo fue de la mano de su madre a ver a John F. Kennedy haciendo campaña en 1960 en Nueva York. “Ella no tenía por qué llevarme ese día. Era una carga. Pero me gusta pensar que fue su manera de enseñarme su deseo de creer en las promesas no cumplidas de nuestro país, y en las posibilidades que eso le daba a su hijo”.

En el libro desgrana sus opiniones sobre episodios políticos más recientes. En 2011, los republicanos negaron al presidente Barack Obama la ampliación de gasto necesaria para mantener el Gobierno funcionando. Schultz parece culpar a las dos partes por igual de no ser capaces de lograr un acuerdo. “Nuestros cargos electos estaban poniendo los intereses de sus partidos respectivos por encima de los intereses del país, no estaban haciendo su trabajo”, escribe. “Ver un liderazgo tan irresponsable desde mi sofá, paralizado, me hizo sentir tan triste e impotente como cuando era niño y oía a mis padres pelearse por dinero”.

La historia demuestra que una candidatura independiente tiende a dividir el voto del lado del que se percibe como más cercana. Jill Stein, del Green Party, se llevó decenas de miles de votos de izquierda en los Estados que acabaron por decidir la presidencia para Trump en 2016. El abanderado de los derechos de los consumidores, Ralph Nader, debilitó la candidatura de Al Gore en 2000. El caso más citado suele ser el de Ross Perot, el empresario que dividió el voto republicano en 1992. George H. W. Bush perdió la reelección contra Bill Clinton en una campaña en la que tenía todo a su favor. Schultz no ignora todos los precedentes que indican que su candidatura “de centro” con toda probabilidad ayudará a la reelección de Donald Trump.

Al menos otros dos multimillonarios demócratas han renunciado a sus planes de presentarse. El inversor californiano Tom Steyer, el mayor donante privado del Partido Demócrata, estuvo jugando con la idea de presentarse él mismo si el partido no era lo bastante progresista. Finalmente decidió que no se presentará y que ayudará con al menos 40 millones de dólares para su objetivo de conseguir el impeachment de Trump. El exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, exrepublicano que ahora es uno de los mayores donantes demócratas, aclaró esta semana que si decide presentarse lo hará dentro de las primarias de ese partido, no como independiente. Bloomberg, de perfil político muy parecido al de Schultz, le advirtió sin nombrarle de que no se presente como independiente: no tiene ninguna posibilidad de ganar y el riesgo es muy alto.


Discurso familiar

El discurso de Schultz, más educado que el de Trump, suena sin embargo inquietantemente familiar. El sistema político está roto, dice. Los partidos no consiguen hacer nada. Se presenta “bajo una sola bandera, la bandera americana”. Lo hace porque le preocupa “la gente que se está quedando atrás”. Schultz se considera demócrata, pero se opone a la actual agenda del partido. Rechaza el impuesto del 70% a las grandes fortunas que se está abriendo paso en el debate interno. Se opone a que haya un sistema público de sanidad para todos o que se utilice dinero público para subvencionar la educación superior. El choque con las ideas que se están cociendo en el Partido Demócrata es inevitable, dice, por eso solo se plantea presentarse como independiente. “Yo me he hecho a mí mismo”, dijo esta semana. “Salí de las casas subvencionadas y aproveché las oportunidades de este país. Soy una prueba viviente del sueño americano”.

No está claro cuánto habrá que esperar para ver si Schultz se presenta definitivamente. Lo que parece claro es que la amenaza no va a desaparecer pronto. The Washington Post contaba el pasado martes que Schultz lleva meses preparando el terreno. Ha encargado hasta seis encuestas. El tour de promoción de su libro le va a servir para probarse ante el público por todo el país. Con la gira paró el pasado jueves en un teatro de Seattle, la ciudad que vio nacer Starbucks. En el exterior, unas decenas de manifestantes protestaban contra Schultz por querer presentarse. “No seguiría adelante de ninguna manera si pensara que puedo incitar a la gente a reelegir a Donald Trump”, se defendió él.

“Ver el mundo no como era, sino como podía ser. Esto se convirtió en una manera de vivir”, dice Schultz. La decisión que tome será después de meses distrayendo el debate de los otros candidatos demócratas. Entre los manifestantes de Seattle, uno llevaba un cartel con un vaso de Starbucks en que decía: “Grande ego. Venti [la mayor medida de los vasos de Starbucks] mistake” (algo así como "Grande ego. Gran error").

El Indio Solari disparó contra el Gobierno de Macri: "Se tienen que ir, sino me tengo que ir yo"

ENTREVISTA EXCLUSIVA. El ex líder de Los Redondos volvió a dar una entrevista. A menos de una semana de las PASO habló de Macri, de Cristina, de la corrupción K y del modelo económico de Cambiemos.



A seis días de las elecciones primarias, el Indio Solari habló y opinó sobre el gobierno de Mauricio Macri, consideró que si gana nuevamente el modelo de Cambiemos se "tiene que ir" del país y opinó sobre las investigaciones sobre la supuesta corrupción del gobierno de Néstor y Cristina Kirchner al señalar que "si aún no la embocaron es porque es muy difícil encontrarle algo".

Uno de los cantantes más influyentes de la historia de la música habló en exclusiva con El Destape Radio en el regreso a la radio del ciclo Big Bang que conduce el escritor y periodista Marcelo Figueras.

"Esta gente se tiene que ir. Si no, me tengo que ir yo", afirmó El Indio en referencia al macrismo. "Recuperar este país va a ser muy difícil", dijo el músico. El líder de Los Redonditos de Ricota dijo que los funcionarios oficialistas "están haciendo lo que quieren" y que eso lo pone "inquieto". Y puntualizó: "Yo no tengo motor político, no me gusta ese nivel de mirada de la sociedad, pero veo que se están muriendo los pendejos, no hay tu tía... de alguna manera esta gente se tiene que ir. Y si no, me tengo que ir yo. No hay vuelta de hoja. Yo no voy a soportar otra vez... no soy ni la rata kirchnerista ni la grieta, ni nada".


El ahora líder de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado fue muy crítico durante los cuatro años de gestión de Macri y siempre fue muy elogioso para con la presidencia de Cristina Kirchner. En ese tono, aseveró: "Simplemente vi una sociedad que vivía mejor, como yo no lo había visto nunca. No tuve la suerte de ver presidentes respetables que puedan hablar en los foros internacionales sin leer y decir cosas que son la posta".




El músico no se guardó nada en su entrevista con El Destape Radio y opinó también sobre la embestida judicial del macrismo contra el gobierno anterior y dijo, en referencia a Cristina, que "si todavía no la embocaron es porque está muy difícil encontrarle algo".

"Cuando vos no aparecés en los Panamá Papers y el presidente (Macri) aparece, decís: '¿cómo es esto? ¿cómo puede ser que esta señora tenga 200 juicios y este tipo, que condonó a su propia familia, millones de dólares... es raro...".



LAS CRÍTICAS DEL INDIO AL GOBIERNO DE MACRI, UNA POR UNA

"Esta gente es insaciable, busca poder. Porque vos podés tener algunos pocos millones de dólares, tu vida ya está. Podés viajar, recorrer el mundo, todo. Cuando querés muchos miles de millones de dólares, lo que querés es poder. Es que alguien te atienda el teléfono. Los poderosos te pueden arruinar la vida, como le está pasando en este momento a mucha gente, entre los cuales también me cuento".

"Recuperar este país va a ser muy difícil porque, inclusive, ni va a venir esa guita del FMI que esta gente se licuó de manera gaseosa, guita que supuestamente venía a ayudar a la sociedad, y que de pronto los tipos decidieron usarla para otra cosa. Están haciendo lo que quieren y eso a mi me pone inquieto".

"¿Cómo puede ser que esta señora (en referencia a Cristina Kirchner) tenga 200 juicios y este tipo, que condonó a su propia familia, millones de dólares? Es raro...".

"Se están muriendo los pendejos, no hay tu tía... de alguna manera esta gente se tiene que ir".

"La vez pasada veía en TV una señora que bajaba la persiana de una galería de avenida Santa Fe, pleno centro. Y le preguntaban y ella decía que quería volver a votarlo. Yo no tengo manera de explicarlo eso".

"¿Sabés cuál es la prueba de que un gobierno es bueno? Cuando la gente puede comer, tener su casa, lo demás es piripipi. Lo que sí sé es que cuando un gobierno vos ves que hay un derrame del producto bruto y que llega a la gente, que puede comer, que puede viajar, que puede hacer turismo, que puede vivir feliz. Eso me parece que es un gobierno bueno".


"Alguien que me diga que no sabe a quién votar... ¡¡¡Cómo no sabés a quién votar!!! Estén re cagando el país. El gran problema es que mucha gente cree que los medios son neutros, que Canal Trece y el 'canal pinga' están diciendo la verdad".

"Acá lo que está pasando es que se mueren los pibes, eso es lo que me conmueve a mi, lo que me hace llevar a enojarme de esta manera".

"La culpa no la tiene el chancho. Tenés una ciudadanía que no ha sido instruida para no darse cuenta que ese ciclo existe y cada tanto vienen gobiernos populistas, vamos a llamarlo así al peronismo y al justicialismo, y se empiezan a construir las casitas para los obreros y cuando ven que está todo armado otra vez desembarcan los muchachos y se llevan todo y hay que empezar a remar otra vez".

"Estamos gobernados por el Fondo Monetario. Entonces qué decisión podés tener para hacer una patria para que la gente se sienta orgullosa de ser".

El momento cero de Vidal

Por Ignacio Fidanza

La decisión de la gobernadora sobre el desdoblamiento de las elecciones en la provincia es la clave de bóveda de la elección del 2019.


Es extraño como suceden las cosas. En el preciso momento que las mujeres argentinas se pusieron a la vanguardia del movimiento global del nuevo feminismo, son dos políticas las que tienen en sus manos el futuro del país. Los hombres deberán esperar su decisión.

María Eugenia Vidal enfrenta el momento cero de su identidad política. Hasta aquí ha demostrado un coraje para la pelea interna -que siempre es la más difícil- que excede por varios cuerpos a los machos alfa del Cambiemos. Todos la miran. ¿Se animará a desdoblar? Su decisión impacta como un misil en las otras dos figuras centrales de la política argentina: Cristina Kirchner y Mauricio Macri. La observan, presionan y hacen sus cálculos. Lo que decida Vidal es la bandera de largada real de la campaña presidencial 2019. Cambia todo.



Las opciones son arduas: Desdoblar es romper con Macri, no hacerlo es arriesgarse a perder la provincia y sepultar su fulgurante carrera. Todo los matices que se esgriman son tan atendibles como irrelevantes en el momento de la decisión. La política es fascinante porque crea estos momentos de puro drama, de definición cruel. Y no se pueden evadir ni minimizar. La historia elige sus encrucijadas y frente a esto: Respeto.



Cristina tiene en sus manos una decisión de equiparable magnitud. Si es candidata le ofrece a Macri la ventana para su reelección y si no lo es, siempre le quedará la incógnita sino estaba para ganar. Ser la dueña de la porción más grande de votos en el peronismo y no aprovechar esa fortaleza es un movimiento que contradice cada célula del ADN del movimiento que integra.

Las opciones son arduas: Desdoblar es romper con Macri, no hacerlo es arriesgarse a perder la provincia y sepultar su fulgurante carrera.



El manual de primer grado de la política indica que Vidal no va a desdoblar la elección. Pero la Argentina es una fábrica de sorpresas.



Se supone que romper con el gobierno nacional no es una opción en una provincia que ha regresado a un déficit estructural de al menos 20 mil millones, por ser buenos. Vidal estuvo más cerca que muchos de sus antecesores de la independencia económica, pero la Casa Rosada un poco por necesidad y bastante más por cálculo, le cargo la parte del león del ajuste. Y ahí empezó la novela del desdoblamiento, que no es otra cosa que la expresión pública de la amargura que le causó la falta de reconocimiento por parte de su líder del esfuerzo realizado.



"Nada alcanza, hacemos todo bien y hay que empezar de nuevo", fueron algunas de las frases que dejo caer Vidal cuando se enteró que su sueño del equilibrio fiscal bonaerense iba a ser sacrificado en la búsqueda del mismo objetivo, pero en la Nación. El malestar con Macri es comprensible, pero acaso la decisión incluya un porcentaje que lo excede. Cortar los subsidios en el principal bastión electoral de Cambiemos, es un símbolo de ecuanimidad política que acaso se entienda mejor si se lo mira como el primer síntoma de la entrega del tablero de control de la macroeconomía al FMI.

Un borrador del dictamen final de la bicameral recomienda desdoblar la elección



Por eso, se supone que Vidal no cuenta con margen real para desdoblar contra la opinión de Macri y Marcos Peña. Lo que acaso puede intentar es "convencerlos" de su utilidad, para herir de muerte la candidatura presidencial de Cristina Kirchner, provocándole una derrota estratégica a semanas de la presidencial. Un argumento que llevado al extremo puede espantar en vez de entusiasmar a la Casa Rosada: ¿Y si Cristina queda tan debilitada que decide no competir? ¿Adiós a la polarización?



Y sin embargo, en la provincia el desdoblamiento avanza. La comisión multipartidaria creada para analizarlo ya tiene redactado su dictamen apoyándolo. La justicia provincial anticipó que es legal y no lo bloqueará. ¿De qué se tratan estos aprestos, solo posibles con el visto bueno de la gobernadora? ¿Es una demostración de fuerza para llegar en mejores condiciones a la negociación con Macri de febrero o es el inicio institucional de una decisión política ya resuelta?



Sólo con haber logrado instalar esos interrogantes Vidal ganó centralidad politica. Lo hizo con audacia, pero también con la astucia suficiente para evitar decisiones irreversibles.



Macri en la cumbre que tuvo en Cumelen con los otros machos alfa de Cambiemos, Larreta, Cornejo y Morales, no puso evitar el tema. De hecho, fue EL tema de la reunión. Ella, estuvo con su ausencia más presente que si la hubieran invitado. Porque es la variable suelta del diseño electoral. "María Eugenia no va a hacer nada que contradiga la estrategia nacional y lo que decidamos en esta mesa", dijo Macri.

La devaluación del yuan pegó fuerte en Argentina: el dólar saltó 2%

En una semana picante, los mercados globales sumaron más tensión cambiaria. El Banco Central intervino en futuros y subió la tasa pero apenas moderó la suba
Dólar hoy: se disparó a $46,68 en el promedio de la city




El dólar se disparó hoy casi 2% y agitó el clima electoral a seis días de las PASO. El tipo de cambio minorista saltó 79 centavos a $46,68 en el promedio de los bancos porteños y el mayorista escaló 84 centavos a $45,49. El sacudón contó con el impulso de la devaluación del yuan y el resorte extra local de ser la economía emergente más vulnerable del mundo.

La suba de la divisa se dio pese a que el Banco Central intervino en el mercado de futuros y convalidó una nueva suba de la tasa. Es que el recrudecimiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China llevó a los capitales golondrina a migran en estampida a los activos considerados más seguros. Entre ellos, el dólar, que se fortaleció frente a todas las monedas emergentes. En ese marco, los activos argentinos se desplomaron y el riesgo país trepó 8,4% y superó los 900 puntos.

“El nerviosismo y la inestabilidad internacional se trasladaron al plano local, generando una fuerte suba del tipo de cambio mayorista”, destacó Gustavo Quintana, operador de PR Corredores de Cambio.

Pero la fuerte depreciación del peso hubiera sido mayor si no fuera por la intervención oficial. “Ventas oficiales en el segmento de futuros acompañaron la tendencia alcista y se utilizaron para suavizar el ajuste”, agregó Quintana. Además, el Central convalidó un incremento de 58 puntos básicos en la tasa de las Letras de Liquidez (Leliq), que quedó en 61,59%, con la intención de evitar que los ahorristas e inversores aceleren aún más el desarme de sus posiciones en pesos.

El asesor financiero Gustavo Ber coincidió: “A nivel cambiario, el negativo clima externo volvió a impactar en depreciaciones en las monedas emergentes, lo cual tuvo correlato en el reacomodamiento alcista del dólar. Que la divisa a nivel local acompañe de cerca la dinámica de dichas monedas se debe a que el BCRA sigue muy activo en las intervenciones en los futuros y en la decisión de seguir validando una mayor tasa en la Leliq, en busca no de revertir sino de acompañar la tendencia externa, más considerando la cercanía a las PASO”.

En plena noche argentina, el Gobierno de Xi Xinping decidió avalar una fuerte devaluación del yuan, que quedó en su menor nivel en más de una década. La medida fue una respuestas a los nuevos aranceles sobre productos chinos que anunció Washington la semana pasada en el marco de la guerra comercial. Esto repercutió con fuerza en los mercados globales: Wall Street cae más de 3% y el oro avanza 1,8%.

“Tras el combo negativo de la Fed (que después de la baja de la semana pasada no adelantó nuevos recortes de tasa) y la guerra de Trump contra China de las últimas ruedas, Wall Street arranca la semana profundizando el tono adverso por la devaluación del yuan, y así prevalece el tono de 'risk off' entre los inversores mientras se inclinan con decisión a la búsqueda de refugio”, describió el asesor Gustavo Ber.

El sacudón global irrumpió en la semana previa a las primarias y complicó el gran objetivo oficial de mantener el dólar a raya antes de ir a las urnas. Los operadores coinciden en que con la dolarización electoral ya activada y los cimbronazos externos en alza la tensión cambiaria local está garantizada.

La participación del crédito productivo cayó 11 puntos durante la gestión de Cambiemos


Pymes, las más afectadas por la falta de financiamiento

Entre 2015 y 2019 la participación de los préstamos productivos sobre el total de los créditos en pesos bajó 11 puntos. Mañana el Indec publicará el Índice de Producción Industrial (IPI) de junio, hasta acá uno de los indicadores mensuales que le resultaron más esquivos al Gobierno. El sector manufacturero es, junto con el comercio, de los que más sufrieron a partir de las crisis cambiarias de 2016 y 2018, y para los números de junio no se proyecta un despegue. La caída del salario y la contracción del financiamiento a empresas, con una tasa que volvió a trepar por encima del 61%, son las principales explicaciones.

El economista Estanislao Malic explicó a BAE Negocios: "Los datos oficiales muestran que los préstamos productivos en pesos, es decir los adelantos, los documentos y los prendarios, pasaron de una participación de 42% sobre el total en 2015 a una de 31% en 2019. En el período además hubo un estímulo a la dolarización del crédito productivo. Pero si se incluye a los que son en moneda extranjera, la participación también cae desde el 49% hasta el 42%. El tema es que no es sólo por la tasa sino también por la recesión, que hace que haya menos demanda de préstamos".

Efectivamente, a partir de los datos publicados por el BCRA a través de la serie histórica del Informe Monetario Diario, se observa que del total de los préstamos otorgados por los bancos en 2015, los productivos representaban el 42%. Esa foto fue mostrando una dinámica de contracción hacia adelante: en 2016 la participación fue de 41%; en 2017 de 39%; en 2018 se desplomó al 36%; y en lo que va de 2019 se derrumba al 31%.


En el 2015 los préstamos productivos en pesos eran el 42% del total; en 2019 bajaron al 31%


De esa forma, este año marca un récord, de la mano de la súper tasa generada por la política monetaria oficial y de la recesión económica. Ese 31% es el punto más bajo de toda la serie, que arranca en 2003. Los créditos productivos tuvieron una baja real del 50% en el período Cambiemos, mientras que los de consumo subieron 125%.

Por eso los préstamos al consumo fueron ganando en importancia y pasaron de una participación de 50% en 2015 a una de 52% en 2016, otra de 54% en 2017, remitieron a 52% en 2018 y en lo que va de 2019 saltaron al récord histórico de 55%. El crédito hipotecario mejoró: representaba el 8% en 2015 y pegó el salto al 14% en 2019.

Dos fenómenos conspiran contra la actividad productiva: la caída del salario real, que según el Indec fue de 12% interanual en mayo, y la súper tasa, que hace que el acceso al crédito sea prácticamente imposible, en especial para las pyme. Mientras las Leliq perforaron el 61% la semana pasada, los adelantos en cuenta corriente cerraron encima de 62%, según el promedio relevado por el BCRA. La encuesta de Expectativas de Ejecutivos de IDEA mostró que para los industriales la cuestión de la obtención del crédito es la más importante a resolver este año (48% de las respuestas). También que el 90% de las empresas no prevé mejoras en los plazos de la cadena de pagos en los próximos meses.


La caída del consumo interno y la suba de la tasa conspiran contra la actividad productiva

El economista Leandro Mora Alfonsín dijo: "La dificultad no es sólo para la imposibilidad de invertir sino que aplica sobre el capital de trabajo y se vuelve un problema económico. Hoy un industrial lleva un cheque a 90 días por $400.000 y el banco se queda con $52.000. Con esa plata el industrial tenía que pagar servicios, tenía que pagarle a los proveedores, a los empleados y varias cosas más. ¿Qué pago atrasa? Cuando no lo puede sostener tiene que suspender o despedir empleados. Eso es lo que se termina viendo en los datos de empleo, con la pérdida de 147.000 puestos en la industria. También se lo ve en la contracción de 6,9% del IPI manufacturero".

Completó Malic: "La contracción del crédito productivo se da porque el estado dejó de orientarlo hacia ahí. La idea ortodoxa es que el ahorro se convierte en inversión pero los bancos prefieren orientarlo al consumo, porque les brinda tasas más altas, ya que su demanda es inelástica; el consumidor tiene menos idea de qué tasa está pagando y para una empresa un punto es mucha diferencia en sus costos. La caída del salario real lleva a que los hogares tengan que endeudarse para sostener sus gastos. El crédito al consumo no corrige sino que emparcha la baja del salario y por eso la actividad cae".

Voto en blanco: cómo se computa y por qué puede ser la clave para que la elección se defina en primera vuelta




Muchos ciudadanos no eligen por ningún candidato y suele haber dudas sobre a dónde van esos votos. En un escenario tan polarizado como el actual, crece la importancia del lugar que ocupa para determinar los porcentajes finales. Cómo se cuentan en cada etapa



Se considera voto en blanco cuando los sobres están vacíos o con papel de cualquier color, sin inscripciones ni imágenes. Según la Cámara Nacional Electoral, es “una herramienta con la que cuentan los electores para manifestar su disconformidad con todos los candidatos y con las propuestas formuladas por los partidos políticos”.



Suele haber varios mitos y confusiones en torno al rol que juega en las elecciones. El más común es creer que esos sufragios van “al ganador”, un error que se popularizó por la manera en que se computan.

Con un escenario tan polarizado como el de este año, y bajo la lógica que envuelve estas elecciones de que “cada voto cuenta”, el voto en blanco volvió a estar en el centro de la escena, más aún cuando todo parece indicar que los comicios podrían definirse en primera vuelta.

Para entender qué lugar ocupa el voto en blanco hay que distinguir entre dos categorías: votos válidos y votos afirmativos. El sobre vacío cuenta como válido pero no como afirmativo, ya que estos son aquellos en los que el elector coloca una boleta oficial de algún partido.

El voto en blanco cuenta como válido pero no como afirmativo (NA)

A fin de cuentas, los que determinan quién es electo presidente (y los otros cargos nacionales y provinciales) son los afirmativos. El Código Electoral Nacional así lo especifica en el artículo 149: “Resultará electa la fórmula que obtenga más del cuarenta y cinco por ciento (45%) de los votos afirmativos válidamente emitidos. En su defecto, aquella que hubiere obtenido el cuarenta por ciento (40%) por lo menos de los votos afirmativos válidamente emitidos y además existiere una diferencia mayor de diez puntos porcentuales respecto del total de los votos afirmativos válidamente emitidos, sobre la fórmula que le sigue en número de votos”.

En caso de que no se dieran ninguna de estas dos circunstancias, habrá un balotaje entre las dos fórmulas más votadas, siempre contando los votos afirmativos válidamente emitidos.

Entonces, ¿cuál es la incidencia de los votos en blanco? Principalmente, afectan al porcentaje final que obtiene cada fórmula el día de la elección. Y hay un dato clave, que es donde radica toda su importancia: en las PASO, estos votos son tenidos en cuenta para el cálculo, pero en las generales y en el balotaje, no.

Por ejemplo, en un universo de 30 votos, si 10 votaron por un candidato, 10 por otro y hubo 10 en blanco, en las PASO cada candidato habrá sacado el 33% de los sufragios. En cambio, en las generales, cada uno habrá obtenido el 50%, porque la base es sobre 20.

Extrapolado, con el nivel de polarización que existe entre Alberto Fernández y Mauricio Macri, si alguno consiguiera en las Primarias un 43% (en el Frente de Todos dicen estar cerca de este número), eso podría convertirse en un 45% si mantuviera el mismo caudal de votos, lo que le alcanzaría para evitar el balotaje. Aunque esto no es tan lineal. Puede suceder que disminuyan los votos en blanco, que haría cambiar la base total sobre la que se realiza el cálculo, lo que complicaría los deseos del kirchnerismo.

¿Por qué en las PASO los votos en blanco influyen para el recuento? Porque allí lo que se define es quiénes son oficializados como candidatos para la primera vuelta. Por eso, se suman todos los votos válidos para calcular quiénes alcanzan el 1,5% necesario para llegar a octubre.

En cambio, en las elecciones generales se elijen cargos y la Constitución Nacional (artículos 97 y 98) establece que para proclamar ganadora a una fórmula presidencial deben computarse únicamente los “votos afirmativos válidamente emitidos”. Lo mismo sucede para gobernadores, diputados, senadores, intendentes y el resto de los puestos en juego.

El antecedente de 2015 no alienta esta visión de la oposición. Ese año, en las PASO, Daniel Scioli obtuvo el 36,69% de los votos contando los blancos, que representaban el 38,67% sin ellos. Y Cambiemos (la suma de Macri, Sanz y Carrió) alcanzó el 28,57% sobre la base total, que fue un 30,11% teniendo en cuenta solo los afirmativos válidamente emitidos. En esa elección hubo 1.216.645 sobres vacíos en las urnas, un 5,12%.

Daniel Scioli en su bunker luego de la derrota en el balotaje (NA)

Sin embargo, esto no se tradujo en octubre en un escenario favorable para Scioli -como espera que suceda Alberto Fernández– porque, si bien el ex gobernador sacó más votos, los sufragios en blanco bajaron considerablemente (664.740). Entonces, los más de 9 millones de votos que obtuvo el Frente para la Victoria representaron el 37,08% contra el 34,15% de Macri, que fue votado por 8.601.131 ciudadanos.

Finalmente, en el balotaje, donde el conteo es con la misma metodología que en la primera vuelta, los sobres vacíos volvieron a disminuir (306.471). En esta instancia, podría decirse que una mayor cantidad de votos en blancos “favorecen” a quien consigue más votos afirmativos, pero simplemente porque son los que, junto a los nulos, determinan cuál es el universo sobre el cual se calcula el porcentaje final. Esto no quiere decir que los que votaron en blanco lo hicieron, indirectamente, por Mauricio Macri.

Esto es porque en la segunda vuelta de 2015 hubo 25.935.243 electores pero la base sobre la cual se calcularon los porcentajes de Macri y Scioli fue de 25.297.924 (no se tuvieron en cuenta los blancos y los nulos, que fueron 330.848). Entonces, los 12.988.349 votos que consiguió Cambiemos, representaron el 51,34% del total y no 50,08%.

Elecciones: el 75% de los trabajadores irían a votar aunque no fuera obligatorio

Además, 5 de cada 10 conocen la propuesta de los candidatos, según se desprende de un estudio realizado por Adecco.


El 75% de los trabajadores argentinos irían a votar aunque no fuera obligatorio y 5 de cada 10 conocen la propuesta de los candidatos, aseguró una encuesta privada.


El relevamiento, realizado por la empresa dedicada a los recursos humanos Adecco a un mes de las PASO, también detalló que el 30% de los trabajadores argentinos no habla de política durante la jornada laboral.

La encuesta fue realizada entre 3.500 trabajadores de todo el país y destacó que, entre los que sí hablan de política en el ambiente de trabajo "el momento favorito es la hora del almuerzo con 14,1% de respuestas positivas".

Además de política los temas habituales son fútbol, series y películas, hijos y vacaciones.



Según el relevamiento, el 75% de los más de 3.500 trabajadores dijo que iría a votar aunque no fuera obligatorio; 5 de cada 10 dijeron conocer las propuestas de los candidatos y el 40% sostuvo que si tuvieran que pedirle a un candidato que se ocupe sólo de un tema "sería la economía".

"Más del 64% destacó que manifiesta sus inclinaciones políticas en el trabajo y que no teme expresarlas, mientras que un 30% sostuvo lo contrario", según el informe.

Pese al interés que despiertan, solo un 5% manifestó que en su lugar de trabajo se realizan simulacros de elecciones entre los empleados para ver quién las ganaría.

Cómo operan los bots y los ejércitos de trolls en Twitter durante las campañas electorales


En épocas de votaciones, aumenta la actividad en ésa y otras plataformas. Hay estudios que dan cuenta de cómo actuaron, en momentos políticos trascendentes, las cuentas automatizadas y también los humanos para manipular a los ciudadanos y difundir información falsa. Cuál es la política de la compañía, con qué herramientas cuenta para evitar estas acciones y qué puede hacer el usuario-

Este 2019 es un año intenso a nivel electoral en América Latina. Durante el primer semestre, hubo elecciones presidenciales en El Salvador, Panamá y Guatemala. En esta segunda mitad del año llegará el turno de Argentina (estamos a escasos días de las PASO, instancia previa a los comicios de octubre), Uruguay y Bolivia de elegir primer mandatario. También habrá elecciones regionales en Colombia.



Son momentos en que se espera una mayor circulación de información con contenido político en redes sociales. De ahí que sea necesario, más que nunca, estar alerta ante las posibles fake news que podrían viralizarse. Este fenómeno no responde a una plataforma en particular: están presente en WhatsApp, Facebook, Instagram, Snapchat o Twitter, solo por nombrar algunas. En este caso nos vamos a centrar en analizar la red social del pajarito, un ámbito donde, muchas veces, se congregan trolls y bots para manipular la información.



Antecedentes


Uno de los temas que marcó la última campaña presidencial en Estados Unidos fue el uso de las redes sociales para manipular las opiniones de los votantes, con el fin de interferir en las elecciones. El escándalo de Cambridge Analytica en Facebook es uno de los ejemplos. El otro fue la distribución de información falsa a través de Twitter, propiciada, principalmente, por una entidad rusa.

La red social llevó adelante una exhaustiva investigación a raíz de esto y en octubre de 2018 presentó un informe donde dieron cuenta de todas las cuentas que se utilizaron y cómo actuaron en la campaña presidencial dirigida a votantes estadounidenses.

En la investigación revelaron que se utilizaron 3.841 cuentas afiliadas a IRA, una agencia rusa responsable de haber orquestado la campaña de desinformación; también identificaron unas 770 cuentas “potencialmente originarias de Irán”, como parte de este entramado.

La campaña dirigió propaganda tanto a liberales y conservadores, dentro del espectro político y se abocó en diseminar información en particular sobre temas que despertaban mayor descontento en ambos lados de la grieta.


Más de 10 millones de tuits, 2 millones de imágenes, GIF, videos y transmisiones de Periscope estuvieron vinculadas a esta campaña. Había 123 cuentas principales, que se hacían pasar por medios de noticias o partidos políticos, que tenían al menos 10 mil seguidores.



Las fake news se distribuyen por diferentes plataformas (Grosby)



Esos perfiles se dedicaban principalmente a publicar tuits nuevos y las otras 3.713 cuentas auxiliares se dedicaban a retuitear mensajes de esas cuentas principales. De ese modo amplificaban el alcance y viralizan contenido falso, según se explica en un análisis del Symantec.



Por su parte, desde Knight Foundation hicieron también una investigación donde notaron un incremento de actividad de noticias falsas y desinformación durante la campaña presidencial. Identificaron más de 6,6 millones de tuits vinculados a sitios con noticias falsas y conspirativas en el mes anterior a las elecciones de 2016; y unos 4 millones de tuis de este estilo desde mediados de marzo y hasta mediados de abril de 2017. O sea que la desinformación continuó siendo un problema post elecciones.



El 33% de las 100 cuentas más populares en el mapa postelectoral eran bots, es decir cuentas automatizadas. Cabe hacer la diferencia con los trolls, tal como se denominan a las cuentas, manejadas por humanos, cuyo registro violento busca bloquear los debates o desviar la conversación



Una investigación de Amnistía Internacional publicada en 2018 analizó los ataques sistemáticos y coordinados que se hacen, muchas veces a través de bots y ejércitos de trolls con el objetivo de silenciar debates. En el informe se habló de los ataques a periodistas y referentes de derechos humanos.



El asesor de comunicación política, Antoni Gutiérrez-Rubí, analiza en un artículo llamadoBots para la comunicación política la enorme cantidad de bots que existen y se ven, en diferentes plataformas y los usos que se le dan en el marco de la tecnopolítica.



Cómo combatir a los bots y los trolls



Existen algunas herramientas, desarrolladas por instituciones o desarrolladores independientes, que utilizan las API de Twitter y dicen que pueden ayudar a identificar bots.



Hugo Rodríguez Nicolat, director de Políticas Públicas de Twitter


También se dice que hay ciertos indicios que permiten al usuario sospechar si un perfil es automatizado. Entre estas señales se menciona el hecho de que no haya foto de perfil, que haya sido creado recientemente, que tenga una actividad demasiado alta o que se haya creado recientemente. Sin embargo, todas estas señales no son concluyentes y podrían fallar.



Hablamos con Hugo Rodríguez Nicolat, director de Políticas Públicas de Twitter, en el marco de un evento para periodistas que brindó la red social en Buenos Aires. Consultado sobre cómo debe hacer un usuario para saber si un usuario es un bot o no, el directivo dijo que lo siguiente: “lo que el usuario puede hacer en Twitter es ayudarnos con el cumplimiento de las reglas, entonces si sospecha que una cuenta está automatizada o incumple nuestras reglas de autenticidad, en la propia plataforma puede reportarlo, puede iniciar el proceso de decir: ‘creo que esta cuenta es falsa’ y al hacer eso ya entra en un proceso de revisión que la plataforma hace para determinar si hay incumplimiento de las reglas o no”.



En el caso de que se quieran denunciar un tuit, hay que ir a la publicación en cuestión, hacer clic en el ícono de la flecha, seleccionar la opción “Denunciar”. Allí se desplegará un menú de 3 opciones para elegir, entre las que figuran “es sospechoso o spam”, “comete abusos o es perjudicial”. Cabe destacar que esto último sirve para denunciar agresiones recurrentes como las cometidas por los trolls, por ejemplo.



Se puede denunciar un tuit en particular o el perfil del usuario.



Es posible denunciar una cuenta, en cuyo caso hay que presionar sobre el perfil en cuestión, presionar en los tres puntos que figuran en el margen superior, elegir la opción “Denunciar” y, tal como se mencionó anteriormente, elegir el motivo por el cual se quiere hacer el reporte.



Luego la red social recibirá la denuncia, la evaluará y, si corresponde, enviará una notificación al usuario reportado. Luego de seguir estos procedimientos, según sea el caso, puede eliminar la cuenta. El usuario cuenta con la opción de apelar la decisión, siguiendo los pasos que le indicará Twitter cuando se le haya reportado, por mail, que hará efectiva la suspensión.



Twitter optimizó los procesos de la plataforma para evitar que la red social sea utilizada para manipular la información o fomentar el acoso o violencia. “Nuestras reglas tienen como objetivo garantizar que todas las personas puedan participar en la conversación pública de manera libre y segura”, dice en el blog oficial de la compañía.



La red social analiza 9,9 millones de cuentas semanalmente en todo el mundo para determinar si se trata de bots o perfiles que de alguna manera incumplen con las reglas de Twitter. La red social, entre otras cosas, establece que no está permitido publicar información privada (como puede ser el domicilio) de otras personas sin su autorización o permiso; suplantar la identidad e otras personas, grupos u organizaciones para engañar o comunicar una idea equivocada; enviar spam, lanzar amenazas violentas de manera sistemática y explícita.



Este año hubo un incremento del 214% de la remoción de cuentas en comparación con el año pasado. También, gracias a las nuevas técnicas empleadas, se registró un 32% de disminución en reportes de Spam. “La revisión de automatización es muy profunda y requiere de un equipo que utiliza tanto tecnología como proceso humano para determinar si es una cuenta falsa o no”, subrayó Rodríguez Nicolat.

Twitter también informa de manera más proactiva las decisiones que toma en relación a estos temas. Cada 6 meses se publica un reporte de transparencia en Twitter. “Desde hace dos semestres incluimos temas sobre lo que llamamos manipulación de la plataforma y ahí incluimos la remoción que hacemos de cuentas automatizadas”, concluyó el directivo.

En julio de 2018, Twitter eliminó 70 millones de cuentas que consideraba inactiva, que parecían ser bots, o que generaban spam. Es otro ejemplo de cómo impactaron el cambio de políticas en esta plataforma.

¿Y con esto alcanza? Son medias de prevención que se vienen implementando desde hace un tiempo y que ayudaron a mejorar la conversación digital y a combatir la manipulación, según dicen dese la red social. Pero es solo parte del proceso. Los usuarios, además de poder reportar cuentas o tuits que incumplan las normas; o de bloquear y silenciar usuarios, tiene que estar alerta.

Como siempre, el usuario tiene que aplicar su sentido común y dudar antes de compartir cualquier información. Como regla general, antes de darle retuit a un contenido hay que ver si hay indicios que podrían dar a pensar que la foto es falsa o el video está manipulado. En esta nota, por ejemplo, se mencionan varias herramientas y estrategias a tener en cuenta para no caer en engaños.

Macri pide el voto y aclara "no se necesitan argumentos"

En la última semana de campaña el Presidente apela al componente emocional de los "defensores del cambio".


Mauricio Macri apeló a la emotividad de los electores y pidió que los "defensores del cambio" convoquen a sus conocidos a votar por el oficialismo. "No se necesitan argumentos, no es necesario dar explicaciones", escribió el Presidente.

En el gobierno sostienen que las elecciones nacionales se definirán por un margen muy pequeño. Además de los spots y la microsegmentación en Cambiemos hicieron una fuerte apuesta por sus militantes.

Los llamados "defensores del cambio" son una parte vital de la campaña macrista y desde el entorno de Marcos Peña aseguran que hay más de 300 mil personas anotadas para distribuir los contenidos digitales que genera Cambiemos.

Los "defensores" tienen como función abrir nuevos grupos de WhatsApp, donde seguirán difundiéndose noticias y "herramientas" para salir a defender al Gobierno.

"Es tu autoridad, tu confianza, tu credibilidad, la que tus relaciones valoran para acompañarte en tu decisión. Por eso yo te invito a publicar esta foto en tus redes", posteó Macri en su cuenta de Twitter.

"Decir públicamente a quién vas votar tiene un efecto inmediato sobre los demás. Tu declaración funciona como un cartel que fija una posición e invita a los otros a hacer lo mismo", alentó el Presidente. Se trata de una foto suya con la leyenda "Yo lo voto".

Desde el macrismo habían salido a instalar un "ataque" del kirchnerismo hacia los intelectuales que habían firmado la solicitada en apoyo al gobierno. "Por qué votamos Juntos por el Cambio", se tituló el texto que suscribieron actores, escritores, investigadores y cineastas.

El propio presidente habló días atrás de "linchamiento digital" y agregó que "es preocupante este nivel de intolerancia. Es exactamente lo contrario de la democracia: no existen las 'democracias intolerantes'".

De paridades raras y construcciones soviéticas

 Hay cosas que no cierran.
 
1) En las mediciones provinciales se palpa una caída fuerte de Cambiemos con respecto a 2015
2) Hace 4 años Macri ganó 51 a 49, a pesar de que a las nueve de la noche se anunciaba una diferencia de 10 puntos. Del 51% hay algunos arrepentidos, del 49 ninguno. No hay nadie que en 2015 no haya votado a Macri, que lo vaya a votar ahora
3)Massa obtuvo 20 puntos en 2015, y ahora integra el Frente de Todos. Lavagna + Espert da coo máximo 14.
4) La Argentina crece poblacionalmente a razón de 250 mil habitantes por año. Osea que con respecto a 2015 tenemos 1 millón de electores nuevos, todos jóvenes. En el voto joven, el gobierno siempre ha perdido.

Las elecciones de 2017 refrendaron al presidente Mauricio Macri. En la Casa Rosada alumbraba una fantasía que había tentado décadas atrás al presidente Raúl Alfonsín: desguazar al peronismo para construir una oposición dócil, vencible, diseñada a imagen y semejanza del oficialismo. Varios gobernadores justicialistas miraban con cariño ese proyecto. Alternativa Federal se insinuaba como la herramienta para construir el escenario de 2019 con tres postulantes desparejos. Cambiemos, el campeón garantizado… los otros dos peleando sin más ilusiones que la medalla de plata.

En 2018 pasaron cosas. El modelo M entró en su faz cristalizada que perdura hasta ahora: recesión, despidos, industricidio, una inflación imparable, quiebras, aumento de la pobreza y la desigualdad, reaparición del hambre, de la falta de vacunas.

La corrida cambiaria quemó los papeles de los gurúes económicos. El fuego amigo de los especuladores financieros hizo estallar el blindaje mediático soviético de los periodistas rentados.

Si estamos ante un nuevo ejemplo de ineptitud o presenciamos la confección de un elaborado y complejo fake news de alcance nacional, planificado para neutralizar o aminorar el efecto de una derrota del oficialismo o para desconocer directamente el resultado de las urnas, a esta altura no resulta relevante de cara a lo prioritario: garantizar la transparencia del proceso electoral. Ya habrá tiempo para evaluar responsabilidades políticas y penales en este desastre. Hoy es imprescindible concentrarse en lo que suceda el domingo que viene.

A una semana de las primarias, hay un solo tema que importa: la seguridad del acto electoral no está garantizada. Ni el Poder Ejecutivo, encargado, según la ley, de organizar el escrutinio provisorio; ni el fuero electoral, que por ahora ensaya algunas tibias advertencias, pero deja hacer; ni Smartmatic, la empresa de antecedentes turbios que se adjudicó en forma dudosa la responsabilidad; ninguno de ellos puede asegurar que no habrá irregularidades en ese primer recuento.

Cabe aclarar que lo que está en duda, en este caso, no es el resultado final de las elecciones, que se desprende del escrutinio definitivo, número que se conoce entre diez días y dos semanas después de las elecciones. Las sospechas pesan sobre el recuento provisorio, que es el insumo sobre el que la sociedad, con ayuda de los medios de comunicación, elabora la información vertida en las urnas durante la votación, designando ganadores y perdedores que después resulta difícil, acaso imposible, revertir.

Existe un antecedente inmediato y cercano, que no ayuda al gobierno a despejar dudas. Fue la celebración en las PASO de 2017 de un triunfo oficialista en la provincia de Buenos Aires que luego se demostraría falso. Todavía persisten dudas sobre aquel escrutinio provisorio. Finalmente, en octubre, sí se impuso Cambiemos. Es imposible e inútil especular sobre cuánto pesó en el resultado final ese festejo en la noche del domingo de primarias. No deja de ser una luz amarilla para la oposición, de cara a unos comicios aún más importantes.


El gobierno necesita reducir a unos pocos puntos la ventaja de les Fernández en las PASO, para que el dólar, que el viernes volvió a venderse a 46 pesos, no remonte vuelo en lugar de los globos. De otro modo, octubre sería su Waterloo en primera vuelta y no llegaría al ansiado balotaje. Nada le impedirá dar el número que prefiera la noche de las PASO, y validarlo con el martilleo de los medios que le responden. En una elección relativamente cerrada, basta con una alteración de pocos puntos para disimular la magnitud de una derrota. La comprensión de cómo se realiza el truco es compleja y si los grandes medios audiovisuales reproducen en forma acrítica la información oficial, esa tenderá a instalarse como verdadera. Cuando el escrutinio definitivo ponga las cosas en su lugar, no todos se enterarán y el gobierno ya habrá conseguido los objetivos políticos y económicos que persigue.

Massa le dijo a Cristina que ganarán Nación y Provincia por 6 puntos

Es la primera vez que posaron juntos en una foto. Ocurrió antes del acto de la ex presidenta en Malvinas Argentinas.




Por Cristian Lora


Finalmente, Cristina Kirchner y Sergio Massa posaron juntos en una foto, durante la previa al acto que la ex presidenta encabezó en Malvinas Argentinas, quizás la última aparición pública antes del cierre de campaña.

Minutos antes de subir al escenario del DirecTV Arena, la compañera de fórmula de Alberto Fernández y el líder del Frente Renovador, se mostraron por primera vez juntos después de muchos años y ese encuentro quedó plasmado en una foto en la que también se ven a Axel Kicillof, Verónica Magario y Malena Galmarini.

Cristina y Massa conversaron durante algunos minutos en una charla que desde su entorno calificaron como "distendida". La ex presidenta interrogó a Massa sobre el resultado de la elección del próximo domingo y el líder del Frente Renovador consideró que el Frente de Todos ganará por seis puntos tanto a nivel nacional como en la provincia de Buenos Aires.


"¿Lo que decís es pálpito o son números?", le preguntó Cristina y su es jefe de Gabinete le contestó que eran los números con los que trabajaban en el Frente Renovador.

Los últimos sondeos coinciden en mostrar a Alberto como el ganador en las primarias con un promedio de cuatro y cinco puntos, aunque en el kirchnerismo aseguran que puede haber una sorpresa y que la diferencia será mayor. Massa justamente, es quien más convencido está de que esa brecha será mayor en favor del peronismo.

Sergio Massa, Cristina Kirchner y Axel Kicillof.

Massa sostiene que la diferencia que mantiene el peronismo a su favor en la provincia de Buenos Aires, mas el supuesto acortamiento de la distancia con Macri en Córdoba y Santa Fe van a generar el domingo una sorpresa en favor del frente Todos.


Y agrega un dato poco comentado: "En el NEA y NOA el peronismo viene para paliza y sin embargo los encuestadores hablan de una diferencia de apenas 42 puntos para el peronismo y 36 para Cambiemos, cuando la diferencia va a ser mucho más amplia".

Alberto y Macri apuestan a definir la elección en Córdoba

La incidencia de Córdoba en el resultado final también fue ponderada por Cristina, quien elogió en la charla con Massa la campaña de Alberto en esa provincia mediterránea junto al senador Carlos Caserio, logró unir detrás de Alberto a buena parte del peronismo cordobés.

La ex presidenta también elogió el acto realizado en San Martín -organizado por Massa y el intendente Gabriel Katopodis- en donde Fernández mantuvo reuniones con comerciantes y empresarios de PyMEs.

Sobre ese acto se planta el último spot de campaña de Alberto. LPO adelantó que la imagen de Massa en ese video resulta clave para captar el voto de las PyMEs e e indecisos, al tiempo que empezó a sonar fuerte el nombre de José Ignacio de Mendiguren en la cartera de Industria.

Massa había compartido varias actividades con Alberto, pero no se había dado hasta hoy una foto que lo muestre con la ex presidenta.

Durante su discurso en el DirecTV Arena, Cristina hizo referencia a Massa y le pidió que trabaje en el Congreso una ley para que ponga límites al Ejecutivo para tomar deuda. Acaso un guiño confirmando que si ganan las elecciones, cumplirá con el compromiso de entregar al tigrense la presidencia de la Cámara de Diputados.

"Creo que Sergio que deberían pensar (en el Congreso) en algún mecanismo. No podemos estar librados a la mano de cualquiera que se le ocurra, en virtud de que ganó una elección, hacer cosas que comprometan a generaciones y generaciones de argentinos", dijo la candidata a la vicepresidencia.

"Nadie está en desacuerdo con el endeudamiento, si esos créditos son para infraestructura. Pero para hacer la bicicleta financiera, es algo criminal", agregó.

Sobre el final de su discurso, Cristina pareció ensayar una especie de autocrítica, cuando se despedía y en tono de campaña, sostuvo que "si hay que pedir perdón porque alguien se siente ofendido, las pedimos, pero nunca le erramos en la defensa de los argentinos".

Y regresó sobre Massa, esta vez sin nombrarlo: "Con mucha fe y mucha esperanza, estoy convencida que con los compañeros de la provincia, que nos habíamos distanciado y nos volvimos a juntar porque sabemos que es mucho más importante la Argentina que nuestras diferencias, los que por ahí privilegiamos nuestras discusiones y peleas, quiero decirles que ya nos dimos cuenta que cuando nos peleamos entre nosotros nos devoran los de afuera".

Los jóvenes de Hong Kong insisten en su desafío al Gobierno autónomo y a Pekín

Miles de manifestantes ignoran los arrestos policiales y se dirigen de nuevo a la Oficina del Enlace, escenario de choques violentos con los antidisturbios
Un manifestante tira piedras a la comisaría de policía en Tseung Kwan. En vídeo, imágenes de las protestas de este sábado. Foto: EFE


Miles de jóvenes han vuelto a salir este domingo a las calles de Hong Kong. En el jardín Belcher Bay, se desarrolla la concentración con la que dan comienzo las manifestaciones de la jornada, la tercera de cuatro días consecutivos de protestas que desembocarán, este lunes, en la primera huelga general en cinco décadas.

El recorrido de la marcha es incierto, pero se espera que atraviese el memorial de Sun Yat-sen —primer presidente de la República de China y considerado padre del Estado moderno tanto en el continente como en Taiwán— hasta alcanzar la Oficina del Enlace en un itinerario con tanto sentido geográfico como histórico. En dos ocasiones anteriores, la multitud ha rodeado este edificio, máxima representación del Gobierno chino en el territorio, y ambas se saldaron con enfrentamientos con la policía. Los daños producidos en la primera de ellas fueron recibidos en Pekín como una profunda ofensa.


El lema de la manifestación de este domingo es Sauwu meiloi (Proteger el futuro). Una pancarta desplegada en el suelo rezaba: “No a la violencia política, queremos sufragio universal”. Un grupo de estudiantes de secundaria se dirigía a la multitud desde el escenario. “Son los que más están arriesgando, porque tienen toda la vida por delante”, apunta Joan, una enfermera de 20 años.

Esta joven ha acudido a la concentración con un grupo de amigos entre los que está Sara, estudiante que se confiesa preocupada por la reacción de la policía. “Muchos de mis amigos han sido heridos, cuando se supone que [la policía] debería estar para defendernos”, señala. También le intranquiliza la nueva política de arrestos puesta en marcha en los últimos días por las fuerzas policiales, con la que se pretende desmovilizar las protestas. Joan, en cambio, afirma que no cree que haya problema “en protestas autorizadas por las autoridades, como la de este domingo”.

Una segunda protesta tenía lugar en paralelo en el parque Po Tsui, en Tseung Kwan, en la otra punta de la ciudad. A pesar de que la policía había protegido la comisaría con una línea de vallas de plástico rellenas de agua, los manifestantes han logrado causar daños en el edificio. De esta manera, las movilizaciones siguen extendiéndose por el territorio, motivo por el que desde los sectores pro-China se refieren a los manifestantes como “cucarachas”.

También por el color negro de su indumentaria. “Hoy cuando venía por la calle un hombre mayor me ha increpado”, cuenta Sara, quien viste una camiseta oscura como toda la gente que la rodea, aunque añade que “la brecha generacional es mucho menos acusada que durante la revolución de los paraguas en 2014: ahora también hay mucha gente adulta participando en las protestas”. La huelga general convocada para este lunes servirá para medir el apoyo popular a un movimiento que ya dura nueve semanas.

Fernández: "La única explicación de que Macri sea competitivo es el enojo de la gente con Cristina"

El precandidato a presidente por el Frente de Todos, Alberto Fenández, relacionó hoy la competitividad del presidente Mauricio Macri con el "enojo de la gente con Cristina (Fernández de Kirchner) y el peronismo", al analizar el panorama político de cara a las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del próximo domingo, y dijo que por ese motivo hay "cosas no pueden volver a repetirse" de los gobiernos anteriores.

"Hay que ser franco. No hay explicación para que Macri sea competitivo más que el enojo de la gente con Cristina y el peronismo", afirmó Fernández esta mañana en diálogo con Radio 10.

Por ese motivo dijo que "no pueden volver a repetirse" las situaciones que "molestaron" a los argentinos durante los años de gobierno kirchnerista.

"Cuando digo que vamos a volver para ser mejores es que estoy revisando lo ocurrido y me doy cuenta que hay cosas que molestaron a algunos y esas cosas no pueden volver a repetirse", afirmó.

El postulante a presidente hizo una evaluación de la situación económica actual y dijo que "parece un deja-vu" respecto de cómo estaba el gobierno en 2003, cuando asumió la presidencia Néstor Kirchner y él lo acompañó como su jefe de Gabinete.
El tramo final de la campaña de Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires será en el municipio que gobierna Jorge Macri, quien también busca la reelección. La gobe ...

"Parece un deja vu. Me encuentro con que muchos de los problemas que tenemos son los mismos que teníamos en el 2003. Macri nos deja reservas como en el año 2001/2002. Nos deja una crisis como la de esa época, con el agravante de la inflación", dijo.

Cuando falta una semana para las PASO, Fernández cargó contra el sistema de escrutinio provisorio que se implementará este año para acelerar la carga de datos y evitar que los resultados de la votación no estén sino hasta después de la medianoche. "Las fallas de Smart Matic (la empresa encargada del escrutinio provisorio) son tremendas. Me temo que el Gobierno busque manipular el escrutinio provisorio y así instalar un resultado falso", denunció Fernández.

Agregó que "nunca hubo problemas de fraude" con el sistema anterior y dijo que "no se entiende por qué lo cambian", al tiempo que adelantó que van a hacer "una presentación en la Justicia"

Sin embargo, aclaró que "es muy difícil" hacer fraude en el sistema electoral argentino y marcó que, en realidad, "el problema es la manipulación del escrutinio provisorio por que permite instalar un resultado que no es tal".

Algo no cierra en las encuestas



Mientras que los sondeos a nivel nacional muestran un escenario de relativa paridad en las elecciones, de los regionales se desprende una ventaja clara de Alberto Fernández. ¿Por qué?


Por Daniel Schteingart
 


En las últimas semanas, la mayoría de las encuestas electorales coincidió en dos puntos: a) la imagen de Macri tocó piso en abril-mayo y desde entonces exhibió una recuperación al calor de la estabilización del dólar y algunos estímulos al consumo como el relanzamiento de Ahora12 y los créditos Anses y b) la ventaja entre Alberto Fernández y Mauricio Macri tendió a achicarse. Tal como se ve en el gráfico a continuación (tomado de la consultora PxQ, del ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis), tomando un promedio de encuestas a nivel nacional encontramos que la distancia entre Fernández y Macri se habría achicado de unos 10 puntos a fines de mayo a unos 3 puntos en julio.



Fuente: Consultora PxQ en base a promedio de 40-50 encuestas


Macri empeora en las encuestas a nivel subnacional

Ahora bien, el panorama luce sumamente diferente si uno se guía por las encuestas de intención de voto hechas a nivel municipal/provincial. Todas las que comentaremos de acá en más fueron realizadas en julio. Veamos.

En las últimas semanas, se dieron a conocer tres encuestas realizadas en Mar del Plata, donde Mauricio Macri le había ganado a Daniel Scioli por 8 puntos en octubre de 2015 (40-32) [1]. Las tres encuestas (CEPEI, Prisma Consultora y Gustavo Córdoba y Asociados) muestran ahora al frente a Alberto Fernández por un margen de entre 4 y 15 puntos.

Una tendencia similar detecta la consultora Data House Linked, que hizo una encuesta presencial de 450 casos en La Plata a principios de julio. En la capital provincial Macri le había sacado 11 puntos de ventaja a Scioli en 2015 (40 a 29). En contraste, la encuesta de Data House Linked muestra que Fernández mide 38 puntos y Macri 29 en esa ciudad.

Bahía Blanca es otra de las ciudades importantes del interior bonaerense. Allí en 2015 arrasó Cambiemos: Macri le ganó a Scioli por 21 puntos (45 a 24). De acuerdo a un relevamiento hecho la semana pasada por LU2 hoy la ventaja de Macri se estaría reduciendo allí a 8 puntos (38,6 a 30,6). En la ciudad de Junín, Macri le sacó 10 puntos a Scioli en octubre de 2015 (39 a 29). De acuerdo a una encuesta que dio a conocer el oficialismo, hoy la diferencia sería algo menor (6 puntos, 38 a 32). Por su parte, un relevamiento presencial de la consultora Clivajes (470 casos), en San Antonio de Areco muestra a Fernández con un 49% de intención de voto contra 21% de Macri, quien en 2015 había sacado el 42% (3 puntos más que Scioli).

Otros distritos en donde Cambiemos tuvo un gran 2015 (y un excelente 2017) muestran un patrón similar. En la provincia de Córdoba, Macri sacó 53 puntos en octubre de 2015 (y Scioli apenas 19). De acuerdo a dos encuestas (de CB Consultora y Feedback) hoy sigue ganando cómodo, pero por una diferencia menor. CB Consultora midió a principios de mes, y allí la diferencia con Alberto Fernández se habría achicado a unos 18 puntos (44 a 26); en tanto, Feedback mide a Macri en 34 y a Fernández en 22, pero con muchísimos indecisos (más del 25%).

En Mendoza, de acuerdo a la consultora RDT, la intención de voto de Macri y Alberto Fernández está empardada en 36%. En 2015, Macri le había ganado a Scioli por unos diez puntos (41 a 31) allí. Por su parte, en la ciudad de Rosario, Scioli y Macri habían salido muy parejos en octubre de 2015 (31,9% a 31,1% a favor del primero). De acuerdo a un estudio de la Universidad de Rosario, la intención de voto en julio está 35,8% a 21,4% a favor de Alberto Fernández, con casi 20% de indecisos.

Si miramos encuestas en distritos en donde había ganado cómodo Daniel Scioli en 2015, se observa una ampliación de diferencias respecto a hace cuatro años atrás. La consultora Federico González y Asociados midió intención de voto en Moreno (donde el ex motonauta había sacado 25 puntos de ventaja al actual presidente, 46 a 21). La encuesta (presencial y de 400 casos) da a Alberto Fernández sacando el 63%, contra 18% de Mauricio Macri (45 puntos). En tanto, CEOP midió en Florencio Varela, en donde Scioli había sacado 51% y Macri 19% en la primera vuelta de 2015. De acuerdo a la encuesta (1044 casos), hoy la ventaja del peronismo se estaría estirando más (59 a 18). Por su parte, la consultora Meridional midió intención de voto en Chaco, con Fernández ganándole a Macri 56 a 26 (una diferencia ligeramente mayor a la de 2015).

Por último, un par de encuestas patagónicas. El consultor Ricardo Vignoni midió intención de voto en Río Negro en los últimos días: de acuerdo a él, Fernández estaría sacando el 58% contra alrededor del 15% de la fórmula Macri-Pichetto. En 2015 la diferencia a favor de Scioli había sido más escueta (45 a 22). En tanto, la consultora Tres Punto Zero midió 50% para Fernández contra 16% de Macri en la provincia de Santa Cruz. En 2015, Scioli había ganado 47 a 26 en primera vuelta.

Una hipótesis de las diferencias: la forma en la que se hace la encuesta

Si las encuestas a nivel subnacional estuvieran en lo correcto, entonces Fernández debiera tener una ventaja sobre Macri muy superior a los tres puntos (recordemos que en octubre de 2015 Scioli le había ganado a Macri por exactamente esa diferencia). Si las encuestas a nivel nacional estuvieran bien apuntadas, entonces Macri debería tener mucha más ventaja en las ciudades y provincias mencionadas de lo que muestran los sondeos regionales. Hasta ahora, los resultados de las elecciones a gobernador de los meses previos (en donde a Cambiemos le fue mal en centros urbanos tradicionalmente propensos a votarlos) parecerían dar crédito a lo que muestran las encuestas subnacionales. Sin embargo, no se puede trasladar linealmente esos resultados a las presidenciales; también hay que tener en cuenta que las elecciones provinciales coincidieron grosso modo con el peor momento de la recesión y con un dólar que recién empezaba a estabilizarse.

Ahora bien, hay varios factores que pueden explicar las discrepancias entre las encuestas nacionales y las subnacionales (amén de las "operetas" que pueda haber en uno y otro lado). Primero, hay diferencias en el método de recolección de la información: las encuestas nacionales se basan mayormente en el método telefónico IVR, en tanto la mayoría de las subnacionales son presenciales (domiciliarias y/o coincidentales en la vía pública). Para que se sepa la diferencia: el IVR (Interactive Voice Response) consiste en utilizar un cuestionario pregrabado y luego la encuestadora llama a miles de teléfonos fijos. No hay un encuestador dialogando con el encuestado, sino que éste responde directo al cuestionario pregrabado.

La principal ventaja del IVR son los costos (muchísimos más bajos por prescindir de encuestadores físicos y mayormente confinados al pulso telefónico) y que, al no interactuar con una persona, podría disminuir el voto vergüenza. Dentro de las desventajas, tenemos una muy alta tasa de rechazo (de acuerdo al consultor Juan Germano de Isonomía, alrededor de 1 de cada 10 llamados termina en una encuesta exitosa en tanto que en los 9 restantes los encuestados cortan el teléfono) y varios sesgos. Dentro de éstos, tenemos que apenas el 59% de los hogares tiene teléfono fijo, cifra que cae al 26% en el 20% más pobre[2]. Otro sesgo es que en general la probabilidad de tener teléfono fijo es notoriamente mayor en hogares con presencia de jubilados. Hoy, jóvenes que pertenecen al 20% de mayores ingresos y viven sin sus padres utilizan smartphones, y es relativamente infrecuente que tengan teléfonos fijos en sus hogares[3]. Una distorsión adicional proviene del hecho de que probablemente quieran contestar la encuesta personas más politizadas que la media. Mientras que este último sesgo inflaría artificialmente la intención de voto de Fernández (debido a que sus votantes son más politizados que los de Juntos por el Cambio), los sesgos de ingreso y edad inflarían artificialmente la intención de voto de Macri.

Un dato de color que muestra el sesgo que puede tener el IVR lo describe el consultor Federico González. El día después de las elecciones a gobernador en provincias como Jujuy y Santa Fe, la consultora de González llamó vía IVR a habitantes de estos distritos, y les preguntó a quién habían votado el día anterior. En ambos casos, el porcentaje de votos a candidatos cambiemitas fue significativamente mayor en el IVR que el que efectivamente ocurrió en las elecciones del día previo. Un patrón similar detectó Pablo Romá, de la consultora Circuitos (que predijo muy bien los resultados de las legislativas de 2017 en la provincia de Buenos Aires). De acuerdo a este especialista, en los pueblos del interior bonaerense, Macri pierde con Fernández si la encuesta es presencial, pero mejora bastante si se lo mide con IVR. ¿Es malo entonces el IVR? No necesariamente, pero es fundamental la pericia del consultor para poder calibrar estas distorsiones.

Por su parte, las encuestas presenciales tienen la ventaja de que se puede por ejemplo captar a la población que no tiene teléfono fijo. Asimismo, de acuerdo al consultor Gustavo Córdoba, las tasas de rechazo son notoriamente menores que con el IVR. También es mucho más fácil hacer un simulacro de corte de boleta con una encuesta presencial que con IVR (esto no es para nada menor dado que, por ejemplo, el corte de boleta puede ser determinante en las elecciones a gobernador en la Provincia de Buenos Aires y, por tanto, en la nacional). La principal desventaja de las encuestas presenciales es que son muchísimo más caras que las telefónicas automatizadas, dado que requieren de múltiples personas encuestando. Esos costos son todavía mayores si se requiere desplegar un operativo de campo en un territorio amplio como el nacional (es por ello que en un territorio más acotado como municipios y provincias sube mucho el porcentaje de encuestas que son presenciales) Asimismo, la interacción cara a cara puede incrementar la probabilidad de voto vergüenza por parte del respondente.

Dicho todo esto, ¿las presenciales son intrínsecamente mejores que el IVR? Según el consultor Federico Aurelio, es una mirada simplista creer que la encuesta presencial es por default mejor que el IVR. Más que las metodologías en sí (además de IVR o presencial podemos tener las online o las CATI -esto es, las telefónicas pero con una persona física llamando), la clave estriba en saber cómo utilizarlas.

En suma, ¿quién tiene la razón, las encuestas nacionales o las subnacionales? Imposible saberlo, sobre todo, teniendo en cuenta además que -como dice Matías Carugati de Management & Fit- muchas veces las personas dicen que van a votar una cosa y después votan otra. Faltan varios días de campaña, además. Por ahora, a contener la ansiedad hasta el domingo 11 de agosto.

[1] Las comparaciones con 2015 surgen siempre del Atlas Electoral de Andy Tow.


[2] Datos tomados de la Encuesta Nacional de Estructura Social (ENES), del período 2014-15.

[3] La ENES muestra que, aun a igualdad de ingreso, los hogares que tienen teléfono fijo suelen tener muchas más personas de edad avanzada que las que no lo tienen. Por ejemplo, controlando por ingresos, el promedio de edad de los jefes de hogar que tienen teléfono fijo es 6 años mayor a quienes no lo tienen.

Warren vs. Sanders: Las diferencias entre los dos líderes de la izquierda demócrata

Salieron airosos de la segunda ronda de debates. Se negaron a pelearse entre ellos y se defendieron de los centristas, ¿pero qué separa a los dos aspirantes a la presidencia?.























Por Hernán SarquisHace 4 horas


En 2016 Bernie Sanders perdió la nominación del Partido Demócrata a la presidencia de Estados Unidos. Tradicionalmente, las candidaturas que no llegan a la elección general suelen terminar en el olvido de la historia. ¿Por qué el caso de Bernie es diferente? La cuestión es que en 2016 Bernie Sanders perdió la nominación presidencial, pero, mientras lo hacía, cambió para siempre el rostro de la política estadounidense.

Su influencia fue tan importante que hoy no se podría pensar en la candidatura de la senadora Elizabeth Warren sin el precedente que Sanders instaló hace cuatro años. Esta semana vimos a los candidatos durante la segunda ronda de debates demócratas cerrar filas ante los embates de los candidatos centristas. Ambos senadores se aliaron y defendieron punto por punto las políticas que los tienen en la cima de las preferencias presidenciales. Es notable que, de los cuatro candidatos punteros de esta campaña, dos sean progresistas y dos pertenezcan al establishment centrista del Partido Demócrata.

Un partido que desde los años 90 se venía replegando a la centroderecha, de pronto cuenta con un ala progresista que se vuelve más poderosa cada semana. Personajes como Sanders, su excolaboradora Alexandria Ocasio-Cortez, y Elizabeth Warren, poco a poco jalan a los demócratas hacia la izquierda.

Warren y Bernie resistieron los ataques de los moderados en el segundo debate demócrata

Pero ¿qué separa entonces las plataformas de Sanders y de Warren? Si algo quedó claro el martes pasado en Detroit es que ambos rivales muestran un frente unido cuando se cuestiona sus políticas públicas. Para entender las diferencias y similitudes de ambos candidatos, LPO habló con dos académicos y estrategas prominentes en el movimiento progresista. Fadhel Kaboub, economista, presidente del Instituto Global para la Prosperidad Sustentable y profesor asociado en la Denison University; y Andrés Bernal, activista y asesor económico de la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, con quien colaboró de cerca en la creación del Green New Deal.


Salud para todos

El senador fue el primero en proponer un sistema de salud público que cubra a todos los ciudadanos. Su visión es acabar con los planes privados para que el sistema administrado por el Gobierno sea sostenible. Warren está de acuerdo con esta propuesta, y en 2017 se sumó a la legislación que Sanders lanzó desde el Senado.

"Warren es más una liberal reformadora que piensa que se puede hacer al sistema más justo a través de reformas en la política pública", explica Bernal. "La diferencia clave es que Bernie ve el problema del poder como eje central a sus políticas públicas y la necesidad de organizarse alrededor de las estructuras de poder para desafiarlas. Su visión está enfocada en el poder y en garantizar los derechos de las personas".

Con todo y que es más moderada, Warren se ha sumado a la propuesta de eliminar los seguros de gastos médicos privados, sugerencia que candidatos como Beto O'Rourke, Tim Ryan y Steve Bullock han atacado.

Elizabeth Warren dio en el clavo [durante el debate] cuando se refirió a algunas de las críticas y dijo 'No entiendo por qué alguien buscaría la presidencia para decirnos todas las cosas que no podemos hacer y por las que no deberíamos pelear'


Educación gratuita y deuda estudiantil


La deuda estudiantil acumulada en EU suma 1.6 billones de dólares, o trillones, en inglés. Representa alrededor del 8% del PIB estadounidense, una cifra alarmante, y cada año las universidades son más caras.

Sanders propuso acabar con las colegiaturas en las universidades públicas, pero Warren fue un paso más allá cuando sugirió eliminar de tajo la deuda estudiantil de millones de ciudadanos. Su propuesta acabaría con 50 mil dólares de deuda por persona en familias con ingresos menores a 100 mil dólares anuales. La cifra eliminada baja dependiendo de los ingresos de la familia. Sanders, para no quedarse atrás, al poco tiempo salió con una propuesta más ambiciosa.Andrés Bernal, asesor de Aexandria Ocasio-Cortez

"Hay pequeñas diferencias en lo que respecta a la cancelación de la deuda estudiantil", explica Kaboub. "El plan de Sanders cancela toda la deuda, sin importar el ingreso. El plan de Warren cancela 95% de la deuda con algunas condiciones menores. En el frente económico están en la misma página", dijo el economista.

"Creo que Elizabeth Warren dio en el clavo [durante el debate] cuando se refirió a algunas de las críticas y dijo 'No entiendo por qué alguien buscaría la presidencia para decirnos todas las cosas que no podemos hacer y por las que no deberíamos pelear'", dijo Kaboub.

Green New Deal

En un principio, Warren se pronunció a favor del Green New Deal, el plan que pretende detener la crisis climática y al mismo tiempo crear millones de empleos y energizar la economía, pero en abril pasado la senadora presentó su propia propuesta que incluye 2 billones de dólares y una inversión anual de 150 mil millones a lo largo de una década para desarrollar energías renovables. Además, contempla un "Plan Marshall" para apoyar a las naciones en vías de desarrollo que serán más impactadas por la crisis climática.

"En el último debate, por ejemplo, Warren propuso que impongamos una regla para crear energías renovables en EU y luego la vendamos al resto del mundo", recuerda Andrés Bernal, quien trabajó de cerca en el Green New Deal. "Para mí y para muchas personas eso sonó como extorsión contra los países en desarrollo. Debe haber una manera de superar esta dicotomía tradicional entre nacionalismo e internacionalismo", señaló el especialista.

El Green New Deal de Ocasio y el senador Markey fue diseñado en gran parte usando el punto de vista de la Teoría Monetaria Moderna. La principal asesora de Sanders, Stephanie Kelton, es quizá la académica más prominente en el mundo de esta corriente económica heterodoxa. Sin embargo, ambos candidatos han hablado de financiar sus ambiciosos planes a través de los impuestos.


Esta visión monetaria, a grandes rasgos, asegura que no hay que obsesionarse tanto con balancear el déficit y financiar programas a través de los impuestos, sino concentrarse en financiar los programas sociales necesarios que de manera natural energizarán la economía. Ven la fiscalización como un método para reducir el poder de las corporaciones y para mantener bajo control la inflación.

Métodos de financiamiento

La principal crítica que los candidatos más moderados hacen de Bernie y Warren es que sus programas sociales son impagables o que dispararán los impuestos de las clases medias. "Es un plan de pedir deseos", dijo el gobernador Bullock durante el debate.

"Sanders y Warren son muy similares en estos temas y comparten a muchos de los mismos asesores económicos", aseguró Kaboub. "Creo que Bernie Sanders se mueve más y más hacia una perspectiva informada por la Teoría Monetaria Moderna. Warren está casi ahí, pero no por completo. Verás algunas declaraciones en su trabajo de política pública donde se refiere a un impuesto en particular para pagar por algún programa, pero sí está moviendo el debate lejos del costo de hacer las cosas y de dónde sacamos el dinero, y más hacia los verdaderos asuntos que importan. El costo de no actuar de manera progresista es muy caro", dijo.


Ella está más apegada a cierta narrativa que indica un amor por la imagen del capitalismo americano. Sus visiones del Ejército, por ejemplo, el rol que debe de tener en el mundo. Esta retórica nacionalista puede ser problemática.

Para Bernal, Warren está moviéndose cada vez más hacia la izquierda con el avance de su campaña: "a veces suena más progresista, y luego regresa al discurso tradicional y la retórica de siempre. Es interesante. Creo que se está descubriendo a sí misma".

Desde que anunció su intención de buscar la presidencia, Warren intentó desmarcarse del grupo de Sanders y en varias ocasiones dijo que no se identificaba como socialista, sino como capitalista.

"Ella está más apegada a cierta narrativa que indica un amor por la imagen del capitalismo americano", sugirió Bernal. "Su visión del Ejército, por ejemplo, el rol que debe de tener en el mundo. Esta retórica nacionalista puede ser problemática".

El legado

Sea cual sea el resultado de la contienda interna del Partido Demócrata, es innegable la influencia que los dos candidatos progresistas dejarán. Si Donald Trump pierde en 2020 y llega a darse una presidencia de Joe Biden, Kamala Harris, o alguno de los otros candidatos del centro del partido, la visión de Warren y de Sanders tendrá que estar presente.

"Imagina esta campaña presidencial sin Bernie Sanders y Elizabeth Warren. Sería de una perspectiva política de centro-derecha", explica Kaboub.

Y continúa: "Después de las crisis de los 70 y 80, la derecha partidista -los Reagans y Thatchers del mundo- usaron ese momento político para limpiar al Estado benefactor. Reconocieron el dolor de la gente, adoptaron una narrativa que le hizo sentido al votante promedio, y eso les permitió barrer el mundo económico global con políticas más neoliberales", dice el especialista. "Yo veo este momento como otro punto de inflexión, como el de los 70 y 80, este podría ser ese momento para el movimiento progresista".

En una oración, ¿cuál es la diferencia en la agenda económica de Bernie y la de Warren? "Yo diría que Bernie Sanders es más audaz", responde Kaboub.

"Bernie es más ambicioso y no tiene miedo de hablar de los problemas sistémicos. Elizabeth Warren, creo, tiene más fe en el sistema", dice Bernal.