El acuerdo entre Perotti y Rossi para garantizar el equilibrio en el PJ santafesino

Los enroques en las Cámaras son la clave para contener a todos los sectores del peronismo.


Si los cierres de listas son procesos difíciles en sí mismos, en el peronismo y particularmente en el santafesino requieren de una compleja ingeniería cuando el objetivo es contener a todos los espacios.


Es por ello que Omar Perotti, uno de los primeros en reconocer su candidatura a la gobernación, diseñó junto a Agustín Rossi un sofisticado borrador que en principio contempla la representación de las principales líneas políticas del frente.

La clave son los enroques que se producirían en el Congreso de la Nación en caso de que la fórmula de Perotti triunfe en las generales. En vista de ello, comenzó a circular como posible compañera de fórmula su par en el Senado, María de los Ángeles Sacnun.

Marilina comparte el bloque del Frente para la Victoria junto a Cristina Kirchner con quien tiene buen diálogo mientras que Perotti cultiva una imagen de un peronismo clásico y con algunas diferencias permanece en el bloque que comanda Pichetto.

"La idea es una fórmula amplia que represente las dos vertientes más importantes que nutren al PJ" consideró una fuente al tanto de las negociaciones.

Además, la postulación de los dos senadores por Santa Fe abre la posibilidad de que se produzcan una serie de corrimientos en el Congreso. Es que el suplente de Omar Perotti es el actual diputado provincial, Roberto Mirabella, también rafaelino y hombre de mayor confianza de Perotti.

La reemplazante de Marilina Sacnun es la camporista Josefina González, quien debería dejar su banca en la Cámara de Diputados de la Nación y en su reemplazo ingresaría Juan José Saleme de UPCN. Ambos entraron en las elecciones pasadas y les corresponderían dos años más de mandato, tanto para los reemplazantes del Senado como al nuevo diputado.


María de los Ángeles Sacnun.

En el peronismo coinciden que de esta manera hay una base importante de representación que se terminaría de definir con la lista de diputados provinciales. Uno de los nombres que circulan para encabezar la nómina es el de la diputada Alejandra Rodenas.


La ex jueza amagó con presentarse en la interna para la gobernación para competir contra Omar Perotti pero la aparición de María Eugenia Bielsa en el radar de los candidatos la hizo desistir.


Rodenas también fue propuesta como acompañante de fórmula del rafaelino por un grupo de senadores comandados por Armando "Pipi" Traferri y varios gremios poderosos como la UOM, garagistas, y SMATA.  Los sindicalistas insistirán con la idea el próximo viernes cuando se reúnan con Perotti pero tampoco descartan que termine encabezando la lista de diputados provinciales.

Por el lado de La Cámpora, Marcos Cleri confirmó que dará pelea en la interna del peronismo y se descarta que compita por afuera, un rumor que alimentó Alperovich desde Tucumán que decidió romper con Manzur y armar su propia estrategia.

El otro candidato a la Casa Gris es el rossita Leandro "Quico" Busatto quien aprovechará para mostrarse como tal en la Segunda Feria del Libro Nacional y Popular que se desarrollará en la capital provincial y contará con la presencia de Alejandro Dolina, Roberto Navarro y Jorge Capitanich, entre otros.

El ánimo que prevalece en el peronismo es de unidad y muchos expresan que están ante la posibilidad concreta de recuperar la gobernación después de diez años de hegemonía del Frente Progresista.

"Hoy el PJ tiene volumen y estamos posicionados como una alternativa viable" expresó en el senador Danilo Capitani quien destacó la reunión entre Perotti y Bielsa como una expresión de unidad.

"Fue el primer buen gesto dentro del peronismo donde se los ve a los dos principales candidatos sentados en una mesa hablando de los temas necesarios más allá que compitan en la interna. Necesitamos una interna pacífica" afirmó el legislador provincial.

En cuanto a la intendencia de Rosario, el candidato que Perotti veía con chances de ganar si competía por dentro del peronismo en la interna con Roberto Sukerman era al massita Alejandro Grandinetti.

Sin embargo, Grandinetti inició tratativas con el socialismo desde donde le ofrecieron participar por dentro del Frente Progresista (o con el nombre que adopte). La foto de las principales figuras del PS con Sergio Massa semanas atrás fortalecieron los rumores en ese sentido.

John Ehrlichman: "La guerra contra las drogas sí fue una excusa para perseguir a negros y hippies"





"¿Que si sabíamos que estábamos mintiendo sobre las drogas? Claro que sí". Esto dijo hace poco John Ehrlichman, el asistente de Richard Nixon, el presidente que la declaró en el mundo.



Según John Ehrlichman, quien fue el cerebro detrás del Watergate, así como el asistente de Richard Nixon, el entonces presidente creó la famosa (y todavía existente) guerra contra las drogas en 1971 para frenar las dos grandes amenazas de esa administración: la gente negra y los izquierdistas en contra de la guerra.

La descarada frase salió a la luz en la edición de abril de la revista Harper, escrita por Dan Baum, y publicada en línea el pasado martes 22 de marzo. El reportero recuerda una entrevista de 1994 en la que Ehrlichman explica claramente todo.

"La campaña de Nixon en 1968, y la administración de Nixon después de eso, tenía dos enemigos: la izquierda que estaba contra la guerra y los negros. ¿Entiendes lo que digo?", dijo Ehrlichman a Baum. "Sabíamos que no podíamos hacer ilegal el estar contra la guerra o lo negros, pero al lograr que el público asociara a los hippies con la marihuana y a los negros con la heroína, y luego criminalizar ambas cosas con fuerza, podríamos separar esas comunidades. Podríamos arrestar a sus líderes, hacer redadas en sus hogares, desmantelar sus reuniones, y antagonizarlos noche tras noche en las noticias. ¿Que si sabíamos que estábamos mintiendo sobre las drogas? Claro que sí".

Las palabras de Ehrlichman sirven como prueba adicional de la idea ya establecida del presidente Nixon como racista (tampoco era fanático de los judíos). Pero las palabras también sirven como una reflexión frente a los reformistas determinados a capitalizar la conciencia emergente de cómo las leyes de drogas apuntan al encarcelamiento masivo más que a proteger la seguridad civil.

Cuando el Huffington Post le preguntó a Baum por qué Ehrlichman admitiría todo esto 30 años después de los hechos, el periodista respondió: "Normalmente las personas quieren liberarse de sus cargas, una vez que ya no tienen sus cartas en la mesa".

Richard Nixon aseguró que la marihuana era una “cosa de judíos”

“Cada uno de los que está en la calle a favor de legalizar la marihuana es judío”, le dijo Richard Nixon a su jefe de gabinete, Bob Haldeman. La frase se puede escuchar en una de las famosas grabaciones que el expresidente estadounidense guardó, luego utilizadas para el caso Watergate.

“Supongo que la mayoría son psiquiatras”, le dijo el exmandatario a uno de sus principales colaboradores. La frase del 17 de junio de 1971 sintetiza el mundo de Nixon sobre la marihuana, sustancia prohibida en Estados Unidos hasta los últimos años, cuando se aprobaron leyes para habilitar el uso medicinal y recreativo en algunos estados de ese país.

Una crónica de El País de Madrid recuerda la destitución “fulminante” del director del Instituto Nacional de la Salud, Robert Marston, por declarar a la prensa que la tenencia de marihuana debería tratarse como una infracción de tránsito.

Nixon grabó todas las conversaciones telefónicas y personales durante sus años en la presidencia de Estados Unidos, incluido los diálogos con su primer jefe de gabinete. Haldeman, junto a John Ehrlichman, fueron bautizados por sus apellidos como “los alemanes” y “el muro de Berlín”, por su estrecho lazo con Nixon.

El otro “alemán”, Ehrlichman, aseguró: “¿Que si sabíamos que estábamos mintiendo sobre las drogas? Claro que sí”. Según este comentario publicado en 1994, el objetivo mediático de Nixon y sus colaboradores fue vincular a la comunidad negra con la heroína y la marihuana a “los hippies”, estos últimos vinculados a movimientos izquierdistas y antibélicos, en el marco de la Guerra de Vietnam.

“Sabíamos que no podíamos hacer ilegal el estar contra la guerra o lo negros, pero al lograr que el público asociara a los hippies con la marihuana y a los negros con la heroína, y luego criminalizar ambas cosas con fuerza, podríamos separar esas comunidades. Podríamos arrestar a sus líderes, hacer redadas en sus hogares, desmantelar sus reuniones, y antagonizarlos noche tras noche en las noticias”, sostuvo el asistente presidencial ante el periodista Dan Baum.

La industria plástica perdió 9.500 empleos en los últimos dos años

Afirman que la causa es la prohibición de bolsas plásticas en la Ciudad de Buenos Aires


La CAIP insiste que el problema no son las bolsas plásticas sino la separación en origen










La Cámara Argentina de Industria Plástica (CAIP) estimó hoy que el sector perdió unos 9.500 empleos y unos 1.600 millones de pesos durante los casi dos primeros años de vigencia de la prohibición de la utilización de bolsas plásticas en la ciudad de Buenos Aires.

"A dos años sin bolsas plásticas, la industria perdió 2.400 empleos directos, 7.200 empleos indirectos y el cierre de 90 empresas productoras de bolsas, con una pérdida económica de $ 1.600 millones", afirmó este miércoles Sergio Hilbrecht, gerente general de CAIP.

La ciudad "generó un grave perjuicio al trabajador de esta industria que impactó, no en la Capital Federal, sino en el resto de las provincias donde estaban radicadas las plantas que debieron cerrar sus puertas o entrar en convocatoria", afirmó el directivo.

Para Hilbrecht, la medida que entró en vigencia en enero de 2017 "además de afectar a trabajadores y empresas, afectó al vecino de la ciudad y al medio ambiente", al reiterar el planteo del sector de permitir las bolsas verdes y negras que permite la discriminación en origen.

"La gente hoy saca la basura en cualquier bolsa. Perdió la costumbre de la bolsa discriminada y volvió a cualquier tipo de contenedor, lo que a su vez genera más dificultades para las cooperativas de reciclado, más suciedad en las calles y más residuos destinados al Ceamse", detalló.

El industrial precisó que el peso del film de la bolsa plástica en los rellenos sanitarios es del 0,1%, por lo que el problema no es la bolsa sino la gestión de los residuos, de los cuales entre el 45 y 50% son húmedos, entre 12 y 14% plásticos, otro tanto en papel y cartón y un 9% aluminio.

El directivo de la entidad que agrupa a la industria transformadora plástica también alertó que en el caso de los plásticos de un solo uso (en particular sorbetes y vasos descartables) también tendrá una importante afectación en la producción local de avanzar las prohibiciones.

Hilbrecht precisó que esa afectación alcanzaría a 30 empresas y pondría en riesgo 600 empleos directos, 3.000 empleos indirectos y generaría pérdidas económicas por unos 600 millones de pesos por año.

Trump's Narrative vs. Pelosi's Subpoenas






Both sides see a victory in Tuesday's results. But the ground is shifting beneath Republicans' feet.

Democrats wanted a base of power in Donald Trump’s Washington and they got it.

They also wanted to wake up Wednesday morning to a radically changed country. They wanted permission to dismiss the past two years as a fluke of history, a hallucination now fading. And they wanted something more: to rub the president’s nose in the dirt of defeat and repudiation so badly that it would be hard to see him doing more than limp through the balance of his first term, much less with a credible path to a second.


Those things Democrats did not get.

To the contrary, the GOP defeat was not nearly as severe as the Democratic one in 2010, at a similar point in Barack Obama’s presidency, nor the one two years into Bill Clinton’s first term in 1994.

This leaves 2018 as the “Yes, but” election—not fully satisfying but by no means fully deflating for partisans of either side.

Yes: the Democratic march into once-unfavorable suburban terrain across the country was impressive. No amount of prattle about the “expectations game” or historical averages can diminish the reality that Nancy Pelosi is poised to retake the speaker’s gavel and the vast appropriations and investigatory power this gives the opposition party to check a hostile executive.

But: There is scant evidence of a mandate for a scorched-earth pursuit of Trump, and Tuesday’s gains in the Senate for Republicans (as well as the recent Brett Kavanaugh nomination battle that likely contributed to this outcome) underline the risks of this approach. Despite pouring tens of millions into the effort, Democrats failed to take down many of the national Republican characters they view as most loathsome and villainous – among them Sen. Ted Cruz of Texas and Iowa Rep. Steve King, who lives on to freely offer his insights on immigration and white nationalism to domestic and international audiences.

Yes: Republican statewide victories in Florida, over a Senate seat and the governorship, as well as a governor’s victory in Ohio and basically a tie for the statehouse in Wisconsin despite Scott Walker’s narrow loss, indicate that the electoral path Trump navigated to the presidency in 2016 remains plausible in 2020.

But: The midterms offered redundant evidence (some GOP strategists have been warning of this for a generation) that the party’s base is predominately rural in a country growing more urban and suburban, predominately white and culturally conservative in a country growing more diverse and culturally tolerant. Do Republicans really think that losing a majority of people who voted – as they did in 2016 and did again Tuesday night – but clinging to power through institutions designed to buffer democracy like the Senate and Electoral College is a wise strategy long-term?

The suburbs, which formed the bedrock of the Republican Party for half a century, are increasingly Democratic ground. The slow suburban exodus from the GOP has accelerated and even expanded beyond the Midwest and Northeast to the South and across the Sunbelt. Name the big metro – Atlanta, Chicago, Dallas, Houston, Minneapolis, Philadelphia – and chances are there’s a Republican incumbent who lost Tuesday night or barely escaped.

Whose fault is it? Yes/but will hardly help the cause of assigning accountability for the occasional function and more customary dysfunction of Washington — particularly with a president who is quick to blame his travails on Democrats, or the media, or overzealous prosecutors, or on his own Cabinet appointees.

Even so, people who hoped that a country that has produced a generation of remorseless political combat, and whose citizens when it comes to politics and much else view each other with such sullen distrust, could produce a result more emphatic and clarifying were plainly hoping for too much.

Nor was this muddled result a historical anomaly. In Gallup's polling history, presidents with job approval ratings below 50 percent have seen their party lose 37 House seats, on average, in midterm elections. That compares with an average loss of 14 seats when presidents had approval ratings above 50 percent.

For all midterm elections since 1946, the average midterm loss for the president’s party is 25 U.S. House seats. Only two presidents, Bill Clinton in 1998 and George W. Bush in 2002, saw their party gain seats in a midterm election.

In a previous generation, there was significant evidence of genuine swing voters, people who might regularly bounce between parties, who might actually vote for a president but also vote for divided government to keep him on leash. There are still plenty of people who profess to favor this, though election analysts say there is not much evidence—in an era of cultural sorting and ideological polarization—of people who actually vote this way.

By accident or design, however, divided government of the sort Trump will now preside over is the historical norm. In the 38 years since Ronald Reagan’s victory, presidents have faced having at least one chamber of Congress controlled by the opposition party in 28 years.




And while this would never be something a president with strong policy ambitions would wish for, many of his predecessors have found it not altogether an uncongenial situation.

Clinton prospered politically after 1994 when he was able to contrast his relative moderation with what soon became the unpopularity of Newt Gingrich and his self-styled “revolutionaries.” George W. Bush was still able to implement his unpopular but militarily effective surge after his midterm “thumping” of 2006.

In general, however, those presidents had a degree of modesty about their new circumstances that would be unusual, so far, for Trump. A disoriented Clinton in 1994 summoned all manner of experts to Camp David—including fire-walking self-help guru Tony Robbins—to help him understand what happened and regain self-confidence. Bush in 2006 said his party had suffered a “thumping”; Obama in 2010 said Democrats had received a “shellacking.”

No one is expecting Trump to come forward in coming days with a message of self-critique or self-correction that by all evidence he believes is wholly unnecessary. In fact, the president is likely to cherry-pick the results, pointing to the red-state Senate romp as evidence of the popularity of his agenda while dismissing the suburban losses as minimal, a culling of losers and malcontents that will ultimately strengthen the GOP herd.

Indeed, he already called Tuesday a “tremendous success” on Twitter and quoted the actor Ben Stein, of all people, saying, “This guy has magic coming out of his ears.”

Trump’s response was typical of the night’s mixed outcome: Yes, he kept the Senate, but was happy to avert his gaze from whatever traps House Democrats have in store for him.


Las legislativas no ofrecen a los demócratas una estrategia clara para las presidenciales de 2020

Descartada la ola azul, la oposición logra su objetivo de recuperar la Cámara baja, pero saca pocas conclusiones sobre cómo derrotar a Trump
Simpatizantes demócratas celebran la victoria en la Cámara de Representantes de EE UU el 7 de noviembre de 2018. En vídeo, declaraciones de Nancy Pelosi, líder de los demócratas en la Cámara de Representantes.


Los demócratas han salvado los muebles. Poco más. En una trepidante noche de recuento, en la que por momentos unos pocos miles de votos separaban la ola azul del abismo, han alcanzado su objetivo principal: conquistar un contrapeso legislativo a la agenda del presidente, poner fin a cuatro años de mayoría republicana en las dos Cámaras, en definitiva, acabar con la barra libre de Donald Trump. Pero poco más podrán sacar en positivo de este segundo asalto con el mandatario más extravagante y polarizador, que llegaba a las elecciones legislativas, tradicionalmente malas para el partido del presidente, con unos índices de desaprobación récord.

La alegría con la que escenificarán los resultados no oculta una certeza: los demócratas no han logrado penetrar a fondo en el territorio Trump. No hay, pues, una lectura concluyente sobre el gran tema que llevan dos años masticando: la estrategia para derrocarlo en 2020.



Beneficiados por una potente inyección de dinero en las últimas semanas de campaña, y por el poderoso movimiento social del MeToo, los demócratas se han hecho con suficientes escaños para controlar la Cámara baja. Las victorias decisivas las han cosechado en distritos suburbanos moderados, donde la encendida retórica de Trump ha provocado que votantes con educación universitaria y otros colectivos que conforman las bases republicanas tradicionales no le secundaran. Pero se les ha resistido, de nuevo, el territorio rural. La brecha entre la América metropolitana (demócrata) y la rural (republicana) es más profunda que nunca, y eso es algo que debería preocupar a los demócratas, castigados por un sistema electoral que da más peso a los votos rurales.

Lejos ha quedado el partido de controlar el Senado, algo que por la naturaleza de los escaños en juego resultaba francamente difícil. Y sus candidatos a gobernadores han cosechado resultados agridulces. La anunciada gran ola azul no llegó. “Somos los dueños del terreno”, ha dicho Nancy Pelosi que, a sus 78 años, probablemente volverá a ser presidenta de la Cámara de Representantes siete años después.

Cierto es que algunas de las proezas más destacables de los demócratas han quedado apagadas por márgenes ajustadísimos. Es el caso de Beto O’Rourke, el joven candidato a senador demócrata por Texas que al final, por apenas un 2,9%, sucumbió ante el poderoso republicano Ted Cruz. La historia sepultará bajo el titular de “El republicano Ted Cruz gana en Texas” la hazaña del joven demócrata, protagonista de un fenómeno popular que a punto estuvo de teñir de azul el Estado conservador por antonomasia con una agenda progresista sin complejos.

Igual de injusto se antoja resumir con la frase “el trumpista Ron DeSantis será el nuevo gobernador de Florida” la batalla que ha perdido el candidato demócrata Andrew Gillum, afroamericano de 39 años, progresista también sin tapujos.

En el Estado de Florida, que votó por Trump y antes dos veces por Obama, los demócratas tenían el campo de pruebas más puro para valorar cuál es la mejor manera de enfrentarse al presidente republicano en 2020. Además de Gillum, concurría anoche en Florida Bill Nelson, blanco, septuagenario, centrista, que buscaba un escaño en el Senado. Dos candidatos que representaban los dos polos del partido. Aunque por escasos márgenes, ambos han sido derrotados.

Sí ha ganado, como no podía haber sido de otra manera, otra estrella emergente, la jovencísima Alexandria Ocasio-Cortez, de 29 años, en el muy demócrata distrito neoyorquino de Queens. Será la congresista más joven del Capitolio. Pero quizá más meritoria ha sido la victoria de Max Rose, candidato a la Cámara baja por Staten Island, hasta ahora la única mancha roja en la Gran Manzana. Staten Island votó por Trump en 2016, pero Rose se ha impuesto al candidato republicano con un mensaje centrista y destacando su condición de veterano de la guerra de Afganistán por encima de su filiación partidista.

Otro demócrata moderado, el senador Joe Manchin, ha sido reelegido en Virginia Occidental, donde Trump ganó en 2016 por más de 40 puntos. Para apelar a esos votantes trumpistas, Manchin llegó a votar con los republicanos a favor de la nominación de Brett Kavanaugh como juez del Tribunal Supremo. Pero los también moderados John Donnelly y Heidi Heitkamp, de los crecientemente conservadores Estados de Indiana y Dakota del Norte, han perdido su escaño contra sus contrincantes republicanos.

Las elecciones ofrecen argumentos a todas las corrientes, izquierdista y centrista, ortodoxa y heterodoxa, joven y veterana, que se medirán en las primarias para candidato a presidente, que se abrirán oficiosamente una vez digeridos los resultados.

Trump turns his attention to his own political survival

With the midterms behind him, Trump dives into a re-election campaign facing a Democratic House, political gridlock — and special counsel Robert Mueller's Russia probe.




As president Donald Trump absorbed Tuesday night’s mixed election returns, two key allies were by his side in the White House: one of his 2016 campaign managers, Corey Lewandowski, and the man who will run his 2020 re-election bid, Brad Parscale.

The two men attended what the White House billed as a midterm watch party. But the presence of Lewandowski and Parscale underscored that it may have more accurately been described as the unofficial kickoff of Trump’s 2020 campaign. As guests snacked on hamburgers and hot dogs, the president was surrounded not just by the political aides who will orchestrate the effort but also by some of the donors expected to underwrite it, including Las Vegas casino magnate Sheldon Adelson, Marvel Entertainment CEO Ike Perlmutter, and fracking billionaire Harold Hamm.


Starting Wednesday, Trump — who has already spent the past several weeks firing up crowds of supporters — will turn his full attention to his own 2020 re-election campaign, which aides and associates say will be close to all-consuming over the next two years.

“The re-elect begins today,” said Brian Walsh, President of the pro-Trump America First Action super PAC: "It’s all in and all on the line.”

With divided government making further legislative accomplishments almost impossible, they predict Trump will leverage the full power and pomp of the White House behind his own political survival. And while Tuesday’s results may have been bruising, in historical terms they are far from a re-election death sentence: Both Presidents Bill Clinton and Barack Obama rebounded from even worse midterm results in their first terms to be comfortably re-elected two years later.


Trump’s 2020 effort is poised to swing into gear almost immediately, with the RNC redirecting its infrastructure to assist the Trump re-elect and its political director Chris Carr. RNC officials say that a massive midterm mobilization effort — in which the party invested over $275 million in its field, digital and data programs, and recruited hundreds of field staffers — was a dress rehearsal for the 2020 campaign. Once the Trump campaign, overseen by Parscale, melds with RNC, the result will be a nearly $400 million behemoth focused on the next election 726 days from Wednesday.

In another sign of the shift in Trump’s focus, several top White House aides are expected to depart soon for the reelection campaign. They include political director Bill Stepien and Justin Clark, who oversees the office of intergovernmental affairs.

Although Tuesday’s results were less damaging than the White House had feared — Republicans outperformed expectations in Senate races, picking up several seats — Trump’s advisers privately conceded they had to find ways to improve the president’s standing with suburban and women voters. As of Tuesday evening, Republicans had lost upwards of 27 House seats largely owing to the party’s underperformance in educated, suburban districts where the president will need to make inroads.

But GOP victories in some major states vital to Trump’s 2020 prospects boosted his team’s confidence. One of president's closest congressional allies, Ron DeSantis, will become Florida’s governor, and the GOP candidate, Mike DeWine, prevailed over Democrat Richard Cordray in the Ohio governor's race. On Tuesday night, Trump aides cited those outcomes as examples of why their path to 270 electoral votes remains intact.

Victories from pals like DeSantis helped to buoy the spirits of the president, who had been consumed by fears that he would be roundly blamed for across-the-board defeats. One even aide called the mood “buoyant" -- though it is likely to turn combative once Trump focuses on his House Democratic adversaries, who will soon be armed with subpoena power.

If Trump manufactured enemies in the run-up to the midterms, from a migrant caravan full of “criminals and unknown Middle Easterners” to Democrats who “run around like Antifa” before going “back home into mommy’s basement,” he will now face real-life foils. 
GOP victories in some major states vital to President Donald Trump’s 2020 prospects boosted his team’s confidence. | Aaron P. Bernstein/Getty Images

Wall Street se muestra cómodo con el resultado de las elecciones legislativas en EE UU

El bloqueo en el Capitolio puede ser beneficioso para los recortes de impuestos y el proceso de desregulación de Trump


Es lo que esperaba Wall Street, que arrancó la jornada de la resaca electoral con una tendencia al alza en sus índices de referencia. O al menos es el escenario más benigno por el que se apostaba en el parqué neoyorquino al ver la cresta de la ola azul. Los demócratas se hacen con el control de la Cámara de Representantes y los republicanos conservan Senado. Eso, en la práctica, provoca una situación de bloqueo de la actividad legislativa en Washington que beneficia a los recortes de impuestos y el proceso de desregulación puesto en marcha por Donald Trump.



La división del Capitolio es sinónimo de statu quo. Las carreras en la que se impusieron los demócratas fueron muy ajustadas, como las mayorías en las dos cámaras, lo que limita las áreas en las que se pueden lograr consenso o en las que puede haber un claro desmarque. Eso implica que la marcha del plan económico de los republicanos seguirá adelante aunque reducir el paso por la presión de la oposición.

Michael Zezas, economista de Morgan Stanley, señala por eso en su primer análisis que “el resultado es muy neutro para los mercados”. La conclusión de las legislativas, explica, permite eliminar una variable que influyó en la volatilidad que acusó Wall Street durante todo el mes de octubre. “Si hubiera habido una ola azul más grande”, señala, “sería otra cosa porque eso habría significado otros retos”.

El profesor de política económica de la Escuela de Negocios de Harvard, Jason Furman, coincide con el análisis al augurar que “no habrá mucha actividad”. Prefiere hablar más bien de áreas de oportunidad en las que republicanos pueden tender puentes físicos con los demócratas para que el plan económico siga avanzando. Cita en concreto el ámbito de las infraestructuras y el empleo.

Nancy Pelosi, que previsiblemente se pondrá al frente de la Cámara de Representantes, logró trabajar con el republicano George Bush para aprobar el paquete de estímulos durante la recesión. Lo que está por ver es que Donald Trump esté dispuesto a hacerlo y de dónde saldría el dinero. Otro sector en el que se fijan los analistas es el farmacéutico, porque los dos partidos comparten que se debe regular el precio del medicamento.
Polarización

La líder demócrata debe definir aún la agenda económica en el Congreso, aunque ya dejó claro que la salud será una prioridad porque es el mandato que le dieron los electores. Es una de las cuestiones, además, que cruza fronteras políticas. Aunque donde el presidente tiene independencia de acción es en materia de comercio, como recuerda Rebecca Karnovitz desde Moody's.

Los electores están divididos respecto al impacto de los aranceles en la economía. Donald Trump, explican los analistas, podrá avanzar en sus objetivos en este ámbito por decreto. El control del Senado permite al presidente, además, hacer nombramientos para puestos clave en las agencias gubernamentales y otras instituciones claves, como la Reserva Federal o el Tribunal Supremo.

“El grado de polarización política continuará”, aventura Karnovitz, lo que en principio va a plantear un problema a la hora de sacar adelante el presupuesto, “habrá un mayor control”. Trump no se cortó en el pasado al utilizarlo como herramienta política para presionar en cuestiones migratorias, en concreto para dotarse de fondos con los que construir el muro con México. Es el gran punto de riesgo, una parálisis gubernamental total.

El índice S&P 500, que está integrado por las mayores compañías cotizadas, suele repuntar tras las elecciones de medio mandato. Lo hizo un 6% con George Bush y un 5% con Barack Obama. La tendencia a partir de ahora, advierten los analistas, dependerá más bien de lo que decida la Reserva Federal. La digestión de los resultados coincidió con su reunión mensual, que se espera prepare el camino para un nuevo incremento de tipos en diciembre.

Virtual empate para Trump: mantiene el Senado pero pierde la Cámara baja

El Partido Republicano perdió en los grandes centros urbanos y los suburbios, pero mantuvo su voto en las zonas rurales. La fuerte participación de las mujeres y las minorías incidió en los resultados, que son un llamado de atención para el presidente de cara a su reelección.



La elección de medio término de ayer fue virtualmente un empate para el presidente estadounidense Donald Trump, ya que si bien perdió el control de la Cámara baja a manos de los demócratas, conservó el Senado y buena parte de las gobernaciones que puso en juego el Partido Republicano.

No obstante, y en la línea expansiva que ya se ha hecho su marca distintiva en las redes sociales, el mandatario consideró a la jornada electoral “un gran éxito”, por lo que agradeció a sus votantes vía twitter. Sin embargo, los comicios han dejado expuesta una fractura social que parece agrandarse con las políticas que lleva adelante el presidente. Y que puede resultar relevante a la hora de las presidenciales del 2020.

Tremendous success tonight. Thank you to all!— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 7 de noviembre de 2018

A pesar de que las mesas de votación cerraron a las 18 de ayer, todavía quedan por definirse 14 bancas de la Cámara de Representantes, aunque las proyecciones le asignaban a los demócratas las 23 que necesitaba ganar para tener la mayoría, lo que eventualmente permitiría a la oposición a Trump iniciarle un proceso de impeachment, o bloquear la llamada “agenda legislativa” del presidente. Mientras que con el timón del Senado firme en las manos republicanas, Trump podrá frenar un eventual proceso de destitución, seguir remodelando la Corte Suprema a su gusto (habría al menos dos vacantes más antes de concluir su mandato), y retener otros resortes clave de la administración del país.

Received so many Congratulations from so many on our Big Victory last night, including from foreign nations (friends) that were waiting me out, and hoping, on Trade Deals. Now we can all get back to work and get things done!— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 7 de noviembre de 2018

Lo que parece claro a la hora de una primer evaluación de los resultados, es que Estados Unidos está dividido en dos frente a la figura del actual ocupante de la Casa Blanca. Mientras que en las grandes ciudades y los suburbios se impusieron los demócratas, en los estados y las zonas más fuertemente rurales el voto republicano permaneció inconmovible.

Debido al sistema de elección presidencial, Trump llegó al comando de la única superpotencia mundial a pesar de tener tres millones menos de votos que su oponente, Hillary Clinton. En los comicios de ayer, en los que la elección de representantes es directa, esa diferencia permaneció y se hizo sentir en número de bancas ganadas por los demócratas, en detrimento de los republicanos.

Por ejemplo, según señala El País de España, el mapa de los resultados refleja un rechazo a los republicanos en las ciudades del medio oeste, en estados que el actual oficialismo da como ganados en las presidenciales.

En otra llamada de atención para Trump, el Partido Republicano perdió las gobernaciones de Kansas, Illinois, Wisconsin y Michigan. Los tres últimos estados fueron clave en la victoria de Donald Trump en 2016, según marca también el mismo medio español.

Y hay que destacar la irrupción masiva de las mujeres en la arena política estadounidense, y su reflejo en la elección de ayer, en la que fueron determinantes para los resultados sobre todo en la Cámara baja. De acuerdo con el sitio web Político, “la movilización masiva de mujeres en torno al movimiento #MeToo y a la Women’s March se ha traducido en un activismo político sin precedentes que ha sido clave para cambiar el signo de la Cámara de Representantes”.

Agrega ese portal datos del Center for American Women and Politics de Center for American Women and Politics, que indica que más de 420 mujeres se presentaron inicialmente como candidatas demócratas para ser legisladoras, senadoras o gobernadoras, un 30% de las cuales eran mujeres de color.

También otras minorías, como los musulmanes y la comunidad LGBT tuvieron incidencia, con la elección de un gobernador gay y varias bancas ganadas en el congreso por sus representantes.

Ahora, el presidente de Estados Unidos tiene frente a sí una disyuntiva de cara a su eventual reelección en 2020: apostar todo al fuerte crecimiento económico y a la profundización de su discurso nacionalista, antiinmigrante, xenófobo y machista, o moderar algunos aspectos de su estilo de gobierno para restar votos independientes al Partido Demócrata y tratar de asegurarse así una sólida plataforma para un nuevo período. El juego, recién empieza.

Trump Makes the Midterms Great Again




The man many see as an existential threat to the republic has done wonders for participatory democracy.



Donald Trump’s political foes have branded him a demagogue, a budding fascist and even a Russian puppet. Scholars have emptied their inkwells describing his authoritarian ways in their many books about the decline of democracy. Civil libertarians have denounced his ethno-nationalistic rants at midterm campaign rallies, his battering of the First Amendment, his goading supporters to commit political violence, and his plans to rewrite the Constitution with executive orders.

How do we thank the president for all he has done? His incitements have caused one of the greatest boons to representative democracy since the passage of the Voting Rights Act of 1965. Without Trump, the current midterms would likely have been their usually dreary self, with the party not holding the White House picking up a modest number of seats and nobody but party officials, journalists and a scattering of the civic-minded really caring all that much about the outcome. But thanks to Trump’s policies and barnstorming provocations, polls have detected near-record enthusiasm for the midterms, with 70 percent calling themselves highly interested in the election, compared to 61 percent in the 2006 and 2010 midterms. Voter registration has likewise swelled in several states holding key races, and the greatest number of absentee ballots for a midterm election (36 million) have been cast, up 75 percent over 2014. The early youth vote is up 144 percent in Illinois, 111 percent in Florida, and 362 percent in Georgia. Name an earnest get-out-the-vote campaign of the past 20 years that has ever notched those kinds of numbers.


Am I wrong to attribute our democratic orgy to Trump? I think not. As John Hudak of the Brookings Institution points out, good economic times resound at the ballot box to the benefit of the party holding the White House, and these are very good economic times. Popular presidents also stir large midterm turnouts. Trump doesn’t qualify as a popular president, with only lackluster approval ratings, but among his most devout followers he commands a godlike status that makes up for his ratings deficiencies. Could any current Democratic aspirant for the White House fill aircraft hangars and arenas in red-state America the way he does and make them howl? He’s the most popular unpopular president we’ve ever had.

The Trump virus still seems to be having its way with red-state America. But every virus entering the body politic creates an antibody, and the Trump antibody has been equally potent. The Democrats treated Trump’s special brand of politics and personality as fodder for lampoonery in 2016. But in 2018, the same package has bestirred Democrats to conduct their midterm campaigns as if waging Armageddon. It’s hard to imagine Democrats mounting such a furious midterm fight against a President Romney or a President McCain. Trump arouses a competitive something in Democrats we haven’t seen since Richard Nixon enraged them with his autocratic skulduggery. What he’s better than Nixon at doing is capturing the Democratic responses to his provocations and then inserting them into a feedback loop. Recent example: He nominated hardcore conservative Brett Kavanaugh to the Supreme Court and then repurposed Capitol Hill protests against Kavanaugh as an example of how the Democrats advocate mob rule.






Approaching politics like a reality show, Trump inserts new plot points into the drama whenever the going gets slow and the ratings falter. He’s incredibly mindful of “ratings,” even imaginary ones, making mention of them at least 24 times since becoming president, according to the Hollywood Reporter. “You know, I am a ratings person,” he told Sean Hannity last month. He has repeatedly called his show, "The Apprentice," the No. 1 show on TV—even though it wasn’t. He boasted about the ratings he got when he greeted returning American prisoners from North Korea, claimed credit for the high ratings "Roseanne" got on its return to the airwaves, and toasted former press secretary Sean Spicer for his “ratings.”

And now he has taken credit for the midterms, too. At a campaign rally in Cleveland, Trump insisted he had made a fortune for the media he loves to bash. “You know the midterm elections used to be, like, boring, didn't they?" Trump said. "Do you even remember what they were? People say midterms, they say, 'What is that, what is it,' right? Now it's like the hottest thing."

And he’s right on every count.

In Trump’s ratings-obsessed mind, getting the hate-watchers to tune in has been as important to his mission as attracting fans. Trump loves to be loved. But he also loves to be hated, and this reality show instinct might have taken the upper hand during the midterms. At press time, one political insider said seven Senate races were so close that the difference between a terrific night and a catastrophe for both parties was painfully thin. If the Democrats take full advantage of Trump’s fomentations and win the House of Representatives, as many predict, and improve their standing in the Senate, Trump will be the loser. And if they don’t, well, there will be another two years of the highest-stakes reality show the world has ever seen. Who knows what that will portend for 2020, but one thing is for certain: Voting, that foundational act of democracy, is back.

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EE.UU vota, Facebook bloqueó trolls rusos

Sospechaban que estaban vinculadas con entidades extranjeras

La prensa informa de notable afluencia de ciudadanos a los centros de votación en todo Estados Unidos (

Para evitar inconvenientes en el futuro cercano, Facebook anunció que bloqueó unas 30 cuentas en su plataforma y otras 85 en Instagram, al sospechar lazos con entidades extranjeras destinadas a interferir con las elecciones legislativas de este martes.
La compañía de Mark Zuckerberg informó que el domingo por la noche agentes federales se pusieron en contacto con ellos, para informales respecto a "actividades en línea que habían descubierto recientemente y que creían que podían estar vinculadas a entidades extranjeras".

De esta forma, y para evitar problemas, la red social decidió el bloqueo de 115 cuentas que supuestamente pretendían influir en las elecciones legislativas estadounidenses de hoy.
La mayoría de esas cuentas estaban en francés y ruso, mientras que las 85 de Instagram, en inglés. Participaban de un "comportamiento coordinado inaudito", agregó el comunicado de la compañía con sede en Menlo Parl (California).

"Bloqueamos de inmediato esas cuentas y ahora las estamos investigando en más detalle", añadió la compañía. "Normalmente, iríamos más allá en nuestra investigación antes de anunciar nada públicamente", agregaron las fuentes, que subrayaron que teniendo en cuenta las elecciones de hoy querían dar a conocer su acción y los hechos que saben.
La noticia se conoció en paralelo al anuncio de que la red social anunció su decisión de retirar el polémico anuncio antiinmigración de la campaña del Partido Republicano para las elecciones de hoy, al considerar que su "contenido sensacionalista" viola las políticas de la compañía.
A través de un comunicado, Facebook indicó que aunque el video podrá seguir siendo compartido por los usuarios, la red social no permitirá que se pague para su difusión como ocurría hasta ahora.
Medios locales calculan que los republicanos se gastaron entre 28.000 y 100.000 dólares para promocionar el anuncio en Facebook y que este recibió entre 2,8 y 5 millones de visitas en la plataforma.

El accionar de la compañía de Zuckerberg se produce después de que dos de las principales cadenas de televisión del país, NBC y Fox News tomaron la misma decisión en las últimas horas.
Además, CNN rechazó su emisión desde un primer momento.
El anuncio fue emitido ayer por NBC en el intermedio de un partido entre los New England Patriots y los Green Bay Packers de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).
Se trata del anuncio donde se relaciona a los inmigrantes de la caravana procedente de Centroamérica con el criminal Luis Bracamontes, condenado en Estados Unidos por asesinar a dos policías en 2014.

"A los peligrosos criminales ilegales como el asesino de policías Luis Bracamontes no les importan nuestras leyes", asegura el anuncio, una versión resumida de otro que compartió el propio Trump la semana pasada en su cuenta de Twitter.

Mientras suben las naftas en Argentina, el petróleo toca mínimos en casi 8 meses



Mientras suben las naftas en Argentina, el barril de petróleo toca en EEUU mínimos en casi 8 meses en EEUU, y en Londres anota su menor valor desde agosto pasado.

El precio del crudo WTI registraba en Nueva York una caída del 2,5% a u$s 61,49, mínimo desde el 15 de marzo pasado, y sufría además su séptimo descenso en forma consecutiva.

Al mismo tiempo, el barril Brent cedía un 2,2% en Londres a u$s 71,55, la cotización más baja en tres meses, según datos del mercado.

La baja del petróleo en los mercados internacionales se produce luego de que los combustibles en Argentina subieran hasta un 8,5% a principios de este mes.

Recordemos que desde que comenzó el año, el precio de las naftas en el país fue desregulado y rige por una combinación del valor del dólar y del barril de petróleo, entre otros costos.

La construcción cayó un 4,2%, la peor baja en más de un año y medio



El índice serie original del indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) registró una baja de 4,2% respecto a igual mes del año anterior, la peor caída en más de un año y medio, informó este martes el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).

El acumulado del índice serie original durante los nueve meses del 2018 presenta un aumento de 6,4% respecto a igual período del 2017.

En septiembre de 2018, el índice de la serie desestacionalizada arroja una variación negativa de 0,8% respecto al mes anterior y el índice serie tendencia-ciclo registra una baja de 0,6% respecto al mes anterior.

La industria se desplomó 11,5% en septiembre

Según el INDEC



Afectado por una brusca desaceleración de la economía, el Estimador Mensual Industrial (EMI) se contrajo un fuerte 11,5% interanual en septiembre, reportó este martes el Gobierno, un dato peor al esperado por analistas.

El acumulado anual del EMI, respecto de igual período del año previo, arrojó una baja del 2,1% en el noveno mes del año.

Analistas consultados por Reuters estimaban una baja del 7,1 por ciento en la producción industrial de septiembre.

La foto íntima en Instagram con la que dejaron al político más poderoso de Italia



La foto con la que la presentadora Elisa Isoardi dejó a Salvini Crédito: @elisaisoardi

La agitada y siempre intrincada vida política italiana se tomó hoy un respiro. Lejos de las peleas diarias, la pulseada con la Unión Europea que mantiene el gobierno, los escándalos de corrupción y el mal tiempo que castiga la península desde hace una semana, hubo otro tema en la agenda. La increíble y telenovelesca forma en la que Matteo Salvini, el hombre fuerte del gobierno  italiano y fanático de las redes sociales, fue plantado por su novia, Elisa Isoardi.

Esta conductora televisiva de 35 años, pareja de Salvini desde hace casi tres, decidió hacer público el fin de su relación publicando en Instagram una selfie de los dos juntos, en la cama, junto a un texto de despedida.

En una imagen que se volvió viral y se convirtió en eje de debates y comentarios de los más encendidos,en la foto publicada se la ve a la pareja Salvini-Isoardi en un momento de los más romántico, evidentemente del pasado. Ambos acostados, Isoardi aparece en la selfie (hecha por ella) con una bata blanca, abrazando a su hombre, sonriente y relajada. Y el líder de la ultraderechista Liga, viceprimer ministro y ministro del Interior, de 45, aparece con el torso desnudo, apoyado sobre ella y los ojos plácidamente cerrados.

"No es lo que nos hemos dado lo que me falta, sino lo que aún deberíamos habernos dado", escribió la mujer en el post, en el cual citó a un joven poeta italiano llamado Gio Evan, bastante desconocido por cierto y furioso por haber saltado a la fama de esta manera.

"Con inmenso respeto del amor verdadero que hubo. Gracias Matteo", se despidió la presentadora, en el mismo post.

Salvini, padre de dos hijos -que tuvo con otras dos mujeres- y divorciado, se encontraba en vuelo hacia Ghana, África, cuando su novia comunicó de esta forma al mundo que la historia de amor entre ambos había terminado. Aunque Salvini escribió varios tuits para satisfacer la sed de noticias de sus más de 900.000 seguidores, en ninguno se refirió al revuelo causado por su ex, tema que se volvió trending topic.

Sólo al final de una jornada al rojo vivo, consciente de que Italia seguía en vilo la cuestión amorosa, el líder de la Liga -que la mayoría de los italianos cree que es el primer ministro del país, en lugar de Giuseppe Conte- decidió contestarle a su ex en un post en Facebook en el cual no la mencionó, pero que fue como una puñalada, de lo más crítico. "Dura jornada de trabajo en África sobre inmigración y seguridad, pero el teléfono desde Italia suena por otros temas...", escribió Salvini. "Por educación, carácter y respeto nunca expuse mi vida privada en público y no voy a empezar a hacerlo a ahora, a los italianos no les interesa", siguió. "He amado, he perdonado, seguramente también debo haber cometido errores, pero he creído hasta el fondo", confesó, claro y directo. "Qué lástima, alguien tenía otras prioridades", lamentó. "Buena vida", agregó, en una virtual despedida a Elisa. "Los quiero amigos", concluyó, siempre muy positivo ante sus miles de seguidores.

En medio del desconcierto por algo nunca antes visto en Italia, que se volvío el tema del día, Isoardi en declaraciones exclusivas a la revista "Chi" aclaró que en realidad Salvini y ella se dejaron hace dos meses y medio. ¿Por qué? Debido a la "lejanía causada por demasiados compromisos de ambos", explicó. Y no debido a algunas designaciones realizadas por el gobierno en la RAI, la TV estatal italiana, en la que ella trabaja, como dijeron algunas malas lenguas. "Nunca me he aprovechado de nuestra relación", aseguró Isoardi que, insistió, "ha sido un gran amor".


El sector automotriz transcurre su peor momento y temen por el cierre de plantas


Aseguran que la morosidad está llegando al 50%. El plan de inversión de General Motors en Rosario en riesgo.



La industria automotriz atraviesa una crisis mayúscula con un desplome de todos sus indicadores a partir de las altas tasas de interés y la elevada inflación. Las empresas están desesperadas y advierten que salvo Toyota, "todas están en riesgo de cerrar sus plantas".

Fuentes allegadas anticiparon  que la planta de Ford en General Pacheco sería una de las que más posibilidades tiene de bajar sus persianas, mientras que General Motors estaría por cancelar el proyecto de inversión de 300 millones de dólares en su planta de Rosario, donde iban a producirse cajas de cambio.

De acuerdo a los últimos datos de la Asociación de Fábricas Automotores (ADEFA), las ventas a concesionarios cayeron un 50% de forma interanual en octubre y la producción lo hizo en un 11,8%. A su vez, la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA) informó una merma de patentamientos que el último mes alcanzó el 38,5%.

"Las ventas se cayeron por las astronómicas tasas de interés que tornaron inviables todos los planes de financiamiento de bienes durables y la desesperación por vender provoca descuentos que traban todo el mercado de usados", explicó a este medio el analista de mercados Francisco Uriburu.

Paralelamente, las empresas denuncian que la morosidad está llegando al 50% porque los planes se tornaron impagables. Sucede que la elevada inflación espiralizó todos los precios relacionados al mantenimiento de un auto. Los planes de ahorro aumentaron un 80% en los últimos doce meses, los seguros lo hicieron en torno al 60%, mientras que los combustibles tuvieron un salto del 65% en lo que va del año.

Ratazzi: "la tasa de interés es un horror"

El único componente positivo que había traído la crisis para esta industria era el incremento de las exportaciones a partir de un tipo de cambio más competitivo, pero inmediatamente el Gobierno fijó un nuevo impuesto de $3 por dólar exportado y el impacto se hizo sentir en los números de octubre.

Si bien se registró un alza del 4% de las ventas externas contra el mismo mes del año anterior, respecto a septiembre se produjo una baja mensual del 5,6% que se reflejó en un nuevo déficit comercial con Brasil.

"El crecimiento exportador duró solo un mes. Con esta carga tributaria y los ineficientes costos argentinos es imposible exportar desde acá. Los exportadores van a conservar a sus clientes, pero van a vender desde países que tengan una política más favorable", indicó Uriburu.

De hecho, fuentes cercanas a Fiat transmitieron su temor por el futuro de esta actividad, dado que "el mercado brasilero podría absorber toda la producción". Advertencias similares ya habían sido realizadas públicamente por el presidente de esta compañía, Cristiano Rattazzi, quien ironizó sobre la ínfima baja de tasa de interés que salieron a festejar desde el Gobierno y aseguró que "el mercado no le cree más a Macri".

Por su parte, el presidente de la firma argentina de Volkswagen Hernán Vázquez ya había sostenido hace unos pocos meses que si a fin de año no se controlaba el nivel de las tasas de interés, podrían estar obligados a cortar la cadena de pagos.

Tras el alejamiento de Solá, Massa pierde concejales en el Conurbano

El Frente Renovador sufrió dos fugas en la Primera Sección, tras haber perdido dirigentes en La Matanza, Almirante Brown, Quilmes y Avellaneda, entre otros municipios.


La decisión de Felipe Solá y de otros diputados nacionales de romper con el Frente Renovador para formar un nuevo bloque empezó a golpear a la fuerza de Sergio Massa en el Conurbano bonaerense.

Este fin de semana, un concejal de Tres de Febrero y otro de Pilar abandonaron las filas del massismo para sumarse a "Red x Argentina", el espacio fundado por Solá, Facundo Moyano, Daniel Arroyo y referentes del Movimiento Evita y de Libres del Sur.

En Tres de Febrero, Gustavo Spalletti rompió con Massa y confirmó su desembarco en el espacio de Solá. Spalletti había intentado ser candidato a intendente por el FR en 2015, aunque luego declinó su postulación para apoyar a otro dirigente de su espacio, informó Zona Norte Diario Online.

En Pilar, en tanto, Silvio Rodríguez, que ya había tomado distancia del massismo a principios de año, también se sumará al armado del ex gobernador bonaerense.

Los bloques renovadores ya sufrieron fugas en La Matanza, Avellaneda, Quilmes, Ensenada, Florencio Varela y Almirante Brown, entre otros distritos. El encargado de difundir esas rupturas fue Fernando Asencio, uno de los diputados nacionales de "Red x Argentina".

En el distrito más grande de la provincia de Buenos Aires, los concejales que rompieron con Massa fueron Héctor Mantello y Ricardo Valdez. "Trabajarán duramente por la unidad del peronismo", afirmó Asencio.

En Almirante Brown, el que se sumó a "Red x Argentina" fue el ex intendente Daniel Bolettieri.

Uñac confirmó que desdobla

El gobernador de San Juan, Sergio Uñac, anunció que la semana que viene firmará un decreto para desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales, aunque no confirmó las fechas de los comicios.


El gobernador de San Juan, Sergio Uñac, anunció hoy que la semana que viene firmará un decreto para desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales, aunque no confirmó las fechas de los comicios.

En un breve diálogo con periodistas locales, el mandatario sanjuanino indicó que "en marzo o principio de abril serán las PASO y principio de junio podrían ser las elecciones generales".

El adelantamiento de las elecciones para gobernador, vice, diputados provinciales, intendentes y concejales de San Juan, había sido confirmado por el gobernador el 17 de octubre pasado, durante la celebración del Día de la Lealtad en la sede del PJ local.

Finalmente esta mañana, Uñac dijo en rueda de prensa que "la semana que viene se hará la firma del decreto que habilite el adelanto de las elecciones provinciales y de esa forma se desdobla de las nacionales, que se desarrollarán el 29 de octubre de 2019".

Sin confirmar la fecha, el mandatario provincial sostuvo que tratarán "que no solo el oficialismo sino la oposición presente un proyecto político" y se autopostuló por la reelección.

"Me gustaría tener una continuidad hasta el 2023", admitió.

El Gobierno busca frenar el paro general de la CGT con un bono de fin de año

Desde la Casa Rosada buscan desarticular el reclamo de la entidad gremial y evitar al mismo tiempo una reapertura general de paritarias.


Representantes del gobierno nacional mantendrán una reunión con referentes del sector empresario y la cúpula de la CGT para intentar desarticular el paro general de 36 horas con movilización al que convocó informalmente la central obrera sin determinar una fecha. Un bono de fin de año, que se discutirá en cada sector, sería la oferta del Gobierno para seducir a los sindicalistas, que pedirían más.

De acuerdo a las conversaciones informales que las tres partes mantuvieron en las últimas horas, el bono rondaría los $ 5000. Aún debe definirse si se abonará en un pago en diciembre o, como pretende la CGT, en dos tramos en noviembre y enero con la posibilidad de incorporarse a los básicos de convenio a partir de febrero del próximo año, según informó El Cronista.


Resta saber además si el pago será obligatorio o quedará librado a cada sector empresario, decisión que perjudicará a los trabajadores debido a que muchos no lo cobrarán. En la reunión participarán el ministro de Producción, Dante Sica; el secretario de Trabajo, Jorge Triaca, y el jefe de gabinete de Producción, Ignacio Pérez Riba, con una decena de referentes de la mesa chica de la CGT y representantes de la UIA, la Cámara de Comercio, la Cámara de la Construcción y Came.

Sin embargo, los sindicalistas irán a la mesa de negociaciones, según pudo saber El Destape, con tres planteos: la reapertura general de paritarias, un nuevo pacto antidespidos y un aumento para jubilados y beneficiarios de la AUH.

El encuentro se da en medio de la posibilidad de que la CGT disponga el quinto paro general contra la política económica de Mauricio Macri, reclamo que podría suceder en la última semana de noviembre, en coincidencia con la cumbre del G20 que se realizará en Buenos Aires los días 30 de noviembre y 1° de diciembre.

Paritarias: bancarios lograron un 12% adicional y llegan al 40% en 2018

El gremio que conduce Sergio Palazzo logró un reajuste salarial para intentar compensar la inflación de este año.


El gremio bancario acordó una suba salarial adicional del 12% que llevaría a un incremento total de 40% entre diciembre de 2017 y octubre. "En un nuevo cumplimiento de la cláusula de ajuste establecida en nuestro acuerdo 2018, se firmó con las cámaras ADEBA y ABA un acuerdo que adiciona un incremento salarial del 12% a partir del primero de octubre sobre los salarios de diciembre, a cuenta de la evolución del IPC", indicó el sindicato en un comunicado.

En ese sentido, destacó: "Se alcanza así un 40% de aumento al primero de octubre con relación a diciembre de 2017", mientras afirmó que "se ratificó la continuidad de la cláusula de actualización, toda vez que la evolución del indice de Precios al Consumidor supere el 40%". "A tales efectos habrá una nueva reunión paritaria al conocerse el IPC de noviembre", puntualizó La Bancaria.

Además, aseguró que un "idéntico acuerdo debe suscribirse en los próximos días con el resto de las cámaras y entidades". "De esta manera nuestra organización sindical, en el marco de una situación extremadamente crítica, garantiza la defensa del poder adquisitivo de los salarios bancarios", evaluó el espacio que conduce Sergio Palazzo.

En los últimos días, varios gremios lograron actualizaciones salariales en torno al 40%, producto de la escalada inflacionaria. Así lo consiguieron, por ejemplo, los Aeronavegantes (40,5%), Camioneros (40,5%), Sanidad (45%), Petroleros (45%) y Judiciales nacionales (40%).

Sin embargo, las previsiones de inflación de las consultoras privadas para este año se encuentran en el 47,5%, según el Relevamiento de Expectativas del Mercado que difunde mensualmente el Banco Central.

Este martes, el Gobierno convocó a la CGT para intentar acordar un bono de fin de año para impedir la reapertura general de paritarias.

Zamora: "Sería aberrante formar un frente opositor sin el kirchnerismo"



El intendente de Tigre afirmó que CFK y Massa tienen "ideas en común" y pidió que confluyan en un mismo frente. Larroque le abrió las puertas al exdiputado y dijo que "el único límite es Macri".


El intendente de Tigre, Julio Zamora, opinó que sería "aberrante" excluir al kirchnerismo del armado opositor para 2019 y pidió que Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa confluyan en el mismo espacio.

Días después de que Massa lanzara Alternativa Argentina junto a referentes del peronismo no K, Zamora sostuvo que "el kirchnerismo es el sector del peronismo que más votos sacó", por lo que "sería aberrante decir que no pueden formar parte de un frente opositor".

El jefe comunal consideró en declaraciones a FM La Patriada que "hay ideas de Massa y de Cristina que tienen muchos puntos en común", por lo que se mostró confiado en que "estén en un mismo espacio" de cara a las presidenciales de 2019.

Zamora señaló que el PJ bonaerense hará "el máximo esfuerzo por alcanzar una unidad plena", aunque no descartó "armar una gran PASO" para dirimir candidaturas. "Queremos confluir en un camino común con los que toman las mejoras bases del peronismo", dijo.

En esa línea, el diputado nacional Andrés "Cuervo" Larroque no descartó una alianza con Massa. "Por supueso que podemos acercarnos. Estamos dispuestos a discutir porque el momento del país es muy delicado", remarcó.

El dirigente de La Cámpora subrayó la importancia de "resolver las tensiones e integrar un espacio común" con aquellos sectores del PJ que "tienen una mirada crítica de lo que fue metodológicamente nuestro proyecto".

"Nosotros no ponemos límites en nuestras conversaciones. El único límites es Macri", manifestó a Radio Cooperativa.

Las declaraciones de Zamora y Larroque tienen lugar días después del alejamiento de Felipe Solá, Facundo Moyano y Daniel Arroyo del Frente Renovador. Los diputados formaron un nuevo bloque junto al Movimiento Evita y Libres del Sur llamado Red X Argentina que se muestra cercano al kirchnerismo.

"Yo soy peronista, no me hace falta ser kirchnerista para acordar con el kirchnerismo", dijo el exgobernador bonaerense. Y agregó: "Las diferencias con Cristina están en el pasado más que en el futuro".

Solá dijo además en una entrevista con La Nación que Massa, Juan Manuel Urtubey, Juan Schiaretti y Miguel Ángel Pichetto "tienen que estar" en un frente con el kirchnerismo".

El macrismo piensa en una campaña "a la bolsonaro": ante el fracaso económico, seguridad y corrupción como ejes

El Macrismo sacará el tema económico de la campaña y aplicará la estrategia de  Bolsonaro para ser reelectos en 2019 La encuestas y algunos especialistas en política no creen en la posibilidad de que el presidente Mauricio Macri sea reelecto en el 2019, y es que los “fracasos constantes” que pesan sobre el Gobierno y que han generado un descontento social generalizado, puede que le jueguen una mala pasada al oficialismo al momento de votar. No obstante, hay quienes aseguran que Macri y su equipo harán “un capañón” en 2019 y aplicarán estrategias de campaña electoral similares a la del presidente de Brasil Jair Bolsonaro, en donde, para lograr ganar, se enfocó en dos temas claves: corrupción y seguridad.

Aunque las encuestas no los favorecen mucho, Cambiemos podría reelegirse con una campaña similar a la del recién electo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.

Muchos especialistas y encuestadoras han dado por perdido al Gobierno de Mauricio Macri en las elecciones de octubre de 2019, esto como consecuencia de su pésima gestión en materia económica que, seguramente, tendrá un impacto en las urnas. Sin embargo, para el analista Raúl Timerman, desde Cambiemos tienen una estrategia muy efectiva que podría consagrarlos nuevamente como gobierno de la nación.

“La gran Bolsonaro”, esa es, según Timerman, la estrategia de campaña electoral de Mauricio Macri y su equipo para poder ser reelectos.

En referencia a la campaña electoral de 2019, Timerman explicó que “el Gobierno nunca tuvo que explicar el no cumplimiento de las promesas electorales… Hay una cantidad de promesas que no se cumplió ninguna, y escucharon a alguien reclamar, no, entonces por eso, el Gobierno va a hacer palanca sobre las debilidades de la oposición”, explicó.

Y siguió: La oposición tiene una gran debilidad que es la fragmentación, y sobre eso va a hacer palanca el Gobierno. Ahora el Gobierno ya empezó su campaña diciendo ‘estamos haciendo lo que hay que hacer’ y repitiendo cosas”, dijo.

No obstante, para el especialista el Gobierno aplicará para su campaña política “el gran Bolsonaro”, es decir, implementar el tema de la corrupción para conseguir ser reelegido. “La otra debilidad de la oposición es que Cristina Fernández al momento de la campaña electoral ya tenga sentencia de juicio oral, encima de culpabilidad, entonces, el tema de la corrupción va a ser un tema latente, pero en el momento de la campaña va a ser recurrente”, agregó.

Además, consideró que otro punto importante en la campaña de 2019 será “mandar al frente a la ministra de seguridad Patricia Bullrich… Es decir, ejes en los que Bolsonaro realizó su campaña: corrupción y seguridad”.

Igualmente, alegó que “el Gobierno tiene serios problemas, pero los va a resolver desde el punto de vista de campaña electoral, porque tiene problemas para gobernar, pero no tiene dificultades para hacer campañas electorales. Y más si estando en la oposición hizo la campaña que hizo en el 2015, imagínate ahora con todos los recursos del Estado y el manejo de las redes sociales muy profesional que ellos tienen, van a hacer un campañón, no me cabe la menor duda”, expresó Timermán.

Para el analista político lo que le “preocupa” no es lo que hará el Gobierno en la venidera campaña “porque lo hará bien”, sino, lo que hará la oposición. “En este escenario, con un número importante de indecisos, está pareja la elección presidencial, está muy pareja. Entonces qué va a hacer la oposición”, se preguntó.

Y agregó que “ningún personaje” de la oposición ha planteado qué hará distinto al gobierno, para qué quiere ser presidente y cuáles son las soluciones. “tienen que pensar en una idea de gobierno y dejar a un lado los personalismos, porque necesitamos una alternativa de gobierno y todavía no la tenemos”, puntualizó.

Macri, su suerte y la incapacidad de Marcos Peña:

El Presidente de la nación ha corrido con “mucha suerte” a lo largo de su carrera política, o al menos así lo considera el analista político Raúl Timerman, que explicó que desde los inicios de Mauricio Macri, cuando perteneció al Club Atlético Boca Juniors, estuvo siempre “bien acompañado”, pero que ahora, de jefe de Estado, capaz la suerte dejó de acompañarlo.

Para el especialista, Mauricio Macri es un presidente diferente a todos los anteriores, porque deposita la confianza en los que lo acompañan, actualmente “depositó toda la autoridad y el poder en el jefe de gabinete de ministros”, refiriéndose a Marcos Peña.

“Por ejemplo, Daniel Angelici, actual presidente de Boca, acompañó a Macri durante su gestión en Boca, y Angelici indudablemente es un hombre razonable, medido, con mucho sentido común y creo que él fue uno de los motivos de éxito de Mauricio Macri en Boca”, dijo.

Y siguió: Después se presenta en las elecciones de la Ciudad de Buenos Aires, gana, y se encuentra un hombre como Horacio Rodríguez Larreta, que es su jefe de gabinete y está durante dos períodos y a Horacio Rodríguez Larreta le fue bien y a Macri también le fue bien, el valor de Horacio lo ven ahora siendo jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”.

Sin embargo, cuando Macri llega a la presidencia de la nación “no tiene la misma suerte”, admite Timerman, y agrega: “él pensó que Marcos Peña tenía que ser el jefe de gabinete de ministros, hay tal simbiosis entre el Presidente y Peña, que el otro día hablando con un secretario de estado (antiguo ministro), me dijo ‘Mauricio Peña’, es decir, la confianza está totalmente depositada en él, y el Presidente dice ‘Marcos Peña se va de acá conmigo’”, declaró.

Timerman explicó a qué se debe la fidelidad de Macri hacia Peña, “a pesar de que en estos años de gobierno no tuvo los éxitos que tuvo en Boca ni en el Gobierno de la Ciudad, más bien es un cúmulo de fracasos, le sale todo mal, no hay algo que le salga bien, hay gente que admite ‘vamos de fracaso en fracaso’, pero, por qué la fidelidad entonces, porque el Presidente piensa ‘Marcos Peña nos trajo hasta aquí, no podemos abandonarlo ahora’, Peña es muy bueno para hacer campañas electorales, incluso la campaña que viene para 2019 va a ser excelente, pero para gobernar no”, sentenció.

Respecto a las declaraciones del presidente Mauricio Macri sobre su fanatismo por el club Boca Juniors, Timerman consideró que “yo no creo que esto sea una maniobra para distraer a la gente de los verdaderos problemas del país, más bien creo que es una manera que tiene el Presidente de distraerse él digamos, porque lo que dice realmente lo piensa y lo siente así, o sea, no son argumentos preestablecidos, son cosas espontáneas que dice en función de su equipo”, expresó.

El impacto en el precio de la soja de un acuerdo entre Trump y China

Se tendería a una nueva convergencia con los precios de Chicago y se evitarían los subsidios a los productores estadounidenses.


Luego de un año de tensiones entre Estados Unidos y China a partir de la llamada guerra comercial, la cumbre del G20 podría sellar un acuerdo entre ambas potencias que termine beneficiando a la Argentina.

El último jueves hubo una importante comunicación telefónica entre Trump y Xi Jinping, donde ambas delegaciones quedaron muy satisfechas y confirmaron que organizarán una reunión bilateral en nuestro país.

"Hemos hablado de muchos temas, con especial énfasis en el comercio. Esas negociaciones están avanzando de manera positiva de cara a la reunión fijada en el G20 en Argentina", publicó vía Twitter el presidente estadounidense. Por su parte, el Ministerio de Exteriores chino indicó que la llamada fue "extremadamente positiva", y que Xi Jinping está "muy feliz" de haber vuelto a las conversaciones.

Para Ezequiel De Freijo, economista jefe de la Sociedad Rural Argentina (SRA), esto significa una "muy buena noticia" para la Argentina por "las graves consecuencias" que ocasionaría una mayor escalada comercial en el largo plazo.

"A corto plazo el resultado fue beneficioso, pero no lo pudimos aprovechar por el efecto sequía. Desde que empezó la guerra comercial en mayo de este año, el precio de la soja de Chicago cayó de 380 dólares la tonelada a 313 dólares hoy. Pero en Sudamérica el precio se separó del de Chicago y se ubicó 60 dólares más arriba", explicó De Freijo.

De acuerdo al economista, el problema llegaría cuando Estados Unidos decida confirmar sus insinuaciones de subsidiar a sus productores agropecuarios, colocando su producción al resto del mundo a un precio mucho mejor y alterando las decisiones de siembra.

De todos modos, este no sería el mayor inconveniente dado que la mayor producción argentina tiene como destino justamente a Beijing. "Lo más grave se produciría en el resto de los mercados de proteínas como carne vacuna, porcina, pollo y leche, que al tener un insumo mucho más caro que en Estados Unidos por el diferencial mencionado y los subsidios, no podrían competir", indicó "junto a una amenaza latente de una devaluación de la moneda china que ocasionaría fuertes implicancias comerciales".

De esta manera, no se lograría un beneficio efectivo sino que se evitaría un conflicto futuro. Según las estimaciones de la consultora DNI, la cosecha de soja, maíz y trigo tendrán un incremento del 37% en el ciclo 2018/2019 y podrán llegar a disputarle el récord a la zafra de 2016/2017.

Si bien la Sociedad Rural espera una cosecha de 6.500 millones de dólares adicionales respecto al año anterior, no coincide con las previsiones de DNI por el arrastre de la sequía que "siempre dejan al productor en una situación muy difícil, más aun con el actual escenario de políticas crediticias".

Elecciones en los Estados Unidos: lo que está en juego


En las elecciones de medio término del martes 6 de noviembre en los Estados Unidos hay mucho en juego, incluso para la Argentina. Su resultado afectará el rumbo de aquel país y del mundo en los próximos años.


No casualmente, el presidente Donald Trump se ha puesto a la cabeza de la campaña electoral para fortalecer las chances de los candidatos republicanos en los principales estados de la unión. También ha irrumpido, inesperadamente, su antecesor en el cargo, Barack Obama. Es una campaña que gira, como pocas veces antes, entre dos no candidatos: el actual presidente y su antecesor.


Esta elección es también una prueba de fuego para Trump, un líder atípico para la política americana, poco acostumbrada (más bien opuesta) al estilo directo, heterodoxo, combativo e irreverente del actual presidente, que llegó al poder por fuera del sistema tradicional y sin observar las estrictas reglas que orientan las carreras electorales en ese país.


Las elecciones del martes podrían modificar la distribución del poder entre republicanos y demócratas, y afectar la agenda de Gobierno del presidente Trump.


El Partido Republicano mantiene en la actualidad el control de los cargos más relevantes. Además de ocupar la Casa Blanca, tiene 51 de los 100 senadores y 235 de los 435 representantes. De los 50 gobernadores, 33 son republicanos.


Recordemos que esta distribución política partidaria es producto de la importante victoria de los republicanos en las elecciones presidenciales de 2016, impulsada por el inesperado triunfo de Trump sobre la candidata demócrata Hillary Clinton.


En las elecciones de medio término de este martes se renuevan la totalidad de la Cámara de Representantes y 35 senadores. Además, van a las urnas 36 de los 50 estados para elegir gobernadores. También se vota para autoridades locales.


En estas elecciones las expectativas de cambio están puestas en la Cámara de Representantes. Algunos analistas prevén que el Partido Demócrata recuperará la cámara baja, hoy en manos del Partido Republicano, que tiene 42 bancas más; mientras que los republicanos mantendrían una exigua ventaja en el Senado, que en la actualidad es de 51 bancas sobre las 49 de los demócratas.


Sin embargo, otros informes ponen en duda estas previsiones al sostener que es posible que un voto vergonzante a favor de Trump, que las encuestas no pueden medir, finalmente incline la balanza a favor de los republicanos. El resultado dependerá también del número de votantes de uno y otro partido que finalmente acuda a las urnas. Final abierto.


Si miramos hacia atrás, históricamente los votantes norteamericanos han aprovechado las elecciones de la mitad del período presidencial para acotar el poder del Gobierno, buscando favorecer un mayor equilibrio, la negociación entre ambos partidos y una agenda legislativa consensuada.


En los últimos 40 años, todos los presidentes norteamericanos, salvo uno (George W. Bush en 2002, luego de los ataques terroristas en su país en 2001), perdieron apoyo legislativo en las elecciones de medio término, es decir, su partido tuvo que resignar cargos legislativos a manos de la oposición.


Estados Unidos visto desde la Argentina


La lectura de algunos medios de comunicación y de especialistas argentinos sobre la realidad de los Estados Unidos luce distorsionada. Al prevalecer la ideología y una opinión negativa sobre Trump y su gestión, muchos anuncian (más bien desean) una amplia derrota de los republicanos en estas elecciones, lo que anticiparía —dicen (auspician)— el regreso los demócratas a la Casa Blanca en 2020. Basan su pronóstico en un presunto rechazo popular mayoritario a las políticas y a ciertas designaciones del Presidente.


Esta distorsión entre realidad y análisis, que tiene su origen en posiciones individuales y de grupo que prevalecen sobre los datos objetivos y la información dura, y que a veces se exacerba por actitudes violentas, incomprensibles e incluso injustificables del presidente Trump, también afecta a ciertos medios de comunicación y formadores de opinión del país del norte, que tienen influencia decisiva sobre un sector del pensamiento argentino. El problema es que esto provoca diagnósticos sesgados y pronósticos fallidos.


La realidad en los Estados Unidos es, hoy, otra. Nos guste o no, Donald Trump reúne un alto nivel de aprobación, del 44%, cercano a los mayores índices de valoración que tuvieron en su mejor época presidentes muy populares como Reagan, Clinton, George hijo y Obama.


La economía americana viene creciendo a un ritmo acelerado del 3% anual, y el desempleo ha bajado al 3,7%, lo que significa técnicamente que está cerca del pleno empleo. Los salarios están creciendo sobre la inflación, que se mantiene por debajo del tres por ciento. Amplios sectores económicos golpeados por la globalización se han visto favorecidos por las políticas gubernamentales.


Estados Unidos es diferente de lo que dibujan algunos de nuestros analistas locales. En aquel país prevalecen realidades muy diversas y una conformación social heterogénea. Por ejemplo, las opiniones "progresistas" de sectores de la costa Este no influyen sobre la población del centro del país. En un territorio muy extenso, y en contextos a veces opuestos, los temas que interesan difieren: los que movilizan a unos son totalmente ignorados por otros.


Republicanos y demócratas concurren a las elecciones con bases electorales y agendas muy diferentes.


Trump y el partido republicano tienen sus principales apoyos entre los votantes blancos, de menores ingresos, con menor nivel de educación formal y que residen en ciudades chicas. Por su parte, los demócratas son apoyados sobre todo por los votantes de las grandes ciudades de las dos costas y también por los afroamericanos y los latinos.


Los republicanos han centrado su campaña en los éxitos económicos de la administración, en la creación de empleo, en el control de la inmigración y en el recorte del derecho de asilo; los demócratas, en la ampliación del seguro de salud, en la protección de las minorías y de los refugiados, y en el ataque a Trump, al que acusan de mentiroso e inmoral.


La respuesta que debe dar el país a la caravana de migrantes centroamericanos que avanza por México con destino a los Estados Unidos es principal tema de debate y de división entre demócratas y republicanos en campaña.


Trump está tomando para la campaña temas de su agenda internacional. Por ejemplo, anunció recientemente el retiro de su país de ciertos acuerdos de control de armamentos firmados con Rusia, y también un amplio listado de sanciones contra Irán, luego de que los Estados Unidos abandonara en mayo pasado el tratado nuclear suscrito con ese y otros países.


Sin embargo, la política exterior de Trump también les ha generado problemas a sus candidatos. Es el caso del impacto negativo que la guerra comercial con China tiene sobre algunas exportaciones, como los productos agrícolas que demanda el gigante asiático, lo que afecta las economías regionales de amplios territorios donde habitualmente ganan los republicanos.


El triunfo de los demócratas en la Cámara de Representantes obligará al presidente Trump a moderar algunas de sus políticas y a archivar otras, por ejemplo, la política de control inmigratoria y la guerra comercial con China. En este caso, y como producto de dos visiones contrastantes y confrontativas, es posible que republicanos y demócratas recurran a un juego de suma cero que paralice la actividad legislativa del Congreso y ralentice la administración del país.


Además, los demócratas pasarán a controlar algunas comisiones legislativas dedicadas a la investigación de la administración, poniendo en aprietos al Gobierno.


La derrota de los republicanos en las elecciones de este martes podría tener consecuencias sobre el futuro de la Argentina. El presidente americano y su administración han manifestado públicamente su apoyo al Gobierno de Cambiemos. Más que eso, la oportuna e insistente intervención del secretario del Tesoro americano fue decisiva para la aprobación del acuerdo con el FMI, que permitió que la Argentina recibiera una asistencia financiera récord. El Gobierno norteamericano evitó que nuestra deuda externa cayera en default. Un triunfo demócrata no variará este apoyo.

Todo ello a pesar de la queja pública del presidente Mauricio Macri y su Gobierno, quienes, curiosamente, consideran que la crisis económica en nuestro país no se debe a su mala gestión, sino, exclusivamente, a las políticas proteccionistas de Trump y a la suba de la tasa de interés en los Estados Unidos.



Roberto Fernández (UTA): "Estoy de acuerdo con un paro general de 36 horas"

El sindicalista apuntó contra el gobierno de Mauricio Macri. La UTA es uno de los gremios clave a la hora de convocar a una medida de fuerza.



El secretario general de la UTA, Roberto Fernández, aseguró estar "de acuerdo con un paro general de 36 horas", al tiempo que denunció la persecución que sufren los gremialistas: "El gobierno junto con los periodistas persiguen al sindicalismo, como en el caso Moyano".

En diálogo con el programa de radio Navarro 2019, que se emite por El Destape Radio, Fernández ratificó el paro de 36 horas impulsado por la CGT, y advirtió: "No lo vamos a echar al gobierno, pero queremos que recapaciten".

Además, se refirió a la apertura de paritarias: "Queremos un aumento del 45%", y llamó a la unidad de la oposición: "Sin exclusiones, todos juntos le vamos a ganar al gobierno".

"Hay una clara persecución contra los Moyano ", concluyó Fernández sobre la situación de los líderes camioneros.

Se hunden las expectativas económicas y crecen las dudas sobre el futuro electoral


La situación que atraviesa la economía logró unificar la visión de la sociedad respecto del delicado presente y muestra cada vez más signos de consonancia en torno a una proyección pesimista sobre el futuro. Hoy, de uno y otro lado de la grieta, prevalece una mirada negativa que encuentra razón de ser en los números rojo que entrega la actividad, pero también en las propias previsiones del Gobierno sobre 2019, que forman parte del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y el proyecto de Presupuesto que se discute en el Senado.

Hay un escenario de estanflación marcado por una recesión que, según se prevé, contraerá el PBI tanto este año como el próximo; y una inflación que alcanzó un pico en los últimos dos meses. La política contractiva del Banco Central le puso un freno a la disparada del dólar, pero aún no tuvo efecto sobre los precios. Y esa realidad es la que refleja el malhumor social.

Así lo muestra la última entrega del Monitor del Humor Social que elabora DAlessio/Berensztein en exclusiva para El Cronista. El sondeo, realizado en octubre pasado a 1531 adultos en todo el país, exhibe que persiste un balance altamente negativo en la percepción de los argentinos sobre la actualidad económica, a tal punto que el 92% de los consultados observa que la situación es peor a la de hace un año atrás.

Esa visión se traduce también en una calificación negativa de la gestión del Gobierno, que alcanza el último mes un máximo de 72%, treinta puntos más del piso que hace un año mostraba una serie iniciada en julio de 2016. Y por primera vez, esa nota no es mayoritaria solo entre quienes votaron en 2015 por el kirchnerismo. Hoy, uno de cada dos electores del presidente Mauricio Macri piensa lo mismo, contra un 46% que ve una buena gestión.


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El dato es significativo, sobre todo si se tiene en cuenta que también cada vez es menor el optimismo sobre lo que vendrá. Apenas uno de cada tres entrevistados proyecta que dentro de doce meses, cuando se lleve a cabo el primer turno de las elecciones presidenciales, la economía estará mejor. El hecho, de por sí, supone una complicación para los planes reeleccionistas de Cambiemos, cuyas principales figuras sufren un deterioro de imagen. Sin embargo el impacto de la crisis arrastra también al resto de la clase política, lo que deja un escenario abierto para el camino a las urnas.

"En general, la imagen de los políticos sigue bajando. Las modificaciones económicas equilibraron el dólar peor aún no hacen mella en un cambio de expectativas. Más aún luego de que octubre arrojó casi un 6% de inflación. Todavía es una deuda pendiente y noviembre será fundamental para ver si logran cambiar la tendencia", señala el consultor Eduardo DAlessio, quien al analizar las razones por las que los referentes del oficialismo mantienen los primeros lugares entre los funcionarios con mejor percepción social, advierte que "existe una barrera de contención débil. Están primeros por omisión y no por acción".

En ese escalafón, la dirigente opositora con mejor imagen sigue siendo la senadora Cristina Kirchner, aunque no logra crecer del 30% de respuestas positivas que mantiene desde hace 27 meses. "Sigue inamovible más allá de la crisis económica o los casos de corrupción. Su imagen no se mueve, lo que le complicará la posibilidad de cualquier tipo de alianza electoral", remarca DAlessio.

Fuera del núcleo de políticos en funciones, que encabezan la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, la diputada Elisa Carrió y el propio Presidente, se mantiene firme la figura del ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, que conserva un 50% de imagen positiva aunque procura mostrarse ajeno a la posibilidad de sumarse a la competencia electoral del año próximo.

La mandataria bonaerense muestra por primera vez un balance neutro en su imagen, con las mismas respuestas positivas que negativas (48%), mientras que el resto de los funcionarios oficialistas y opositores tienen números rojos.

Pero más allá del impacto generalizado en los políticos, lo cierto es que atender las demandas sociales en materia económica será una tarea central para quienes tengan aspiraciones de atravesar con éxito las elecciones. Hoy conforman las principales preocupaciones de los argentinos, con un tema excluyente: la inflación. Un 92% de los encuestados lo pone al tope de esa lista, guarismo que se repite tanto entre quienes fueron votantes de Macri como quienes eligieron en el ballottage de 2015 a Daniel Scioli. Además, un 80% remarca la incertidumbre sobre la situación económica del país, un 74% apunta a la suba de las tarifas de servicios públicos, un 65% a la mayor presión impositiva y, mientras un 60% señala a la inseguridad, un 53% también enciende una luz de alerta por no ver propuestas realizables para lograr el crecimiento económico.

Quizá por ello las expectativas de consumo solo se exhiben. moderadamente, en los votantes de Cambiemos y con ahorros propios o mediante uso de tarjetas. La cautela prima cuando no se vislumbra una mejora en el corto plazo.

Walter Brown