La baja en el consumo impactará fuerte en la economía
















La construcción es uno de los sectores mas afectados por la baja de la actividad económica.




Los despidos que ya pasan los 100 mil, registrados por la CTA en el sector público y privado desde la asunción de Mauricio Macri auguran un sombrío panorama para el consumo y la actividad de este año. El achique del Estado tiene consecuencias negativas sobre el resto de la economía, porque los trabajadores despedidos ya no tendrán un sueldo para volcar sobre el “círculo virtuoso” de la economía.




El mercado se está contrayendo y las empresas lo sienten. No es casualidad que los despidos se estén produciendo en simultáneo, tanto en la esfera estatal como la privada. El Gobierno parece estar apelando no sólo a la absorción de pesos para frenar la inflación, sino también al enfriamiento de la economía.




De acuerdo a datos del Estudio Bein, el acumulado de la inflación entre noviembre y febrero fue del 14% y, si se extiende el período a marzo y abril, la suba de precios de ese semestre llegará al 24%. “La contracara es una caída del salario de bolsillo de entre 15% y 19% teniendo en cuenta que hasta entonces no empiezan a regir a pleno las paritarias”, advierte el último informe mensual de esa consultora.




“El ritmo anualizado de aumento en los precios pasó de un 22% hasta octubre (cuando las anclas cambiaria y tarifaria funcionaban a pleno) a uno de 48% en los últimos cuatro meses afectando fuertemente los ingresos de bolsillo”, puntualiza el reporte.




Para el ex asesor de Daniel Scioli, el PBI caerá un 2,3% en 2016, después de crecer un 1,5% en 2015. El producto se verá arrastrado por un descenso en el salario real del 6% y del 3,6% en el consumo, tras los avances del 5 y 2 por ciento registrados el ano pasado, estima el consultor.




Mientras tanto, el desempleo pasará de 6,9% a 8,6%.

Cuando se deterioran el salario real y el empleo, el consumo cae. Si el Gobierno apuesta a un repunte de la economía en el segundo semestre, el impulso deberá salir de otro lado: ya sean las exportaciones, o la inversión.

Por eso el Estudio Bein proyecta un aumento de la inversión del 4%, después de contraerse un 1% en 2015, y del 10% en las exportaciones, que pasarían de U$S56.752 millones a U$S62.974 millones.

Por otro lado, en un contexto recesivo los precios tienen menos margen para aumentar.


Consultado el expresidente del Banco Central, Alejandro Vanoli opinó: "Macri hizo una devaluación de muy mala manera, generando tarifazos".

"Creo que la inflación bajará en el segundo semestre, por la fuertísima suba de la tasa de interés, que sumado a la caída del salario generará una recesión", explicó Vanoli.

"La falta del consumo, el ajuste, la desaceleración del crédito y la pérdida del poder adquisitivo generarán una inflación en baja, esas causas son las preocupantes. La inflación debe bajarse con más inversión, producción y medidas que permitan equilibrar la oferta y la demanda. La situación económica está muy complicada para los argentinos", detalló.

"La política económica de Macri tiene muchas similitudes con la de Martínez de Hoz y el menemismo. Muchos de los que marcharon están muy preocupados por las medidas que se están tomando, que generan despidos y cierres de empresas. Hay que analizar todos los anuncios porque preocupan", concluyó.

Según la consultora Grupo de Opinión Pública (GDOP), a fines de febrero la economía pasó a ser la principal preocupación de la sociedad. Casi el 70 % de los encuestados ubicó a la inflación en el primer puesto de sus preocupaciones, desplazando a la inseguridad (54 %). Marcado crecimiento del problema del empleo y los bajos salarios, en tercer y cuarto lugar de preocupación respectivamente.

Es que no se trata de meras “sensaciones”, son realidades muy concretas que enfrenta día a día el pueblo trabajador. Según el Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM), en los últimos cuatro meses los precios aumentaron un 38 % mientras que el consumo cayó casi un 24 %. Los indicadores de empleo no son menos auspiciosos, el propio gobierno avanzó con despidos masivos en las dependencias estatales nacionales y provinciales (incluidas provincias donde gobierna el FPV), lo que sumado a los despidos en el sector privado ya superaron los 100 mil puestos menos desde el cambio de gobierno. Las consecuencias sociales del ajuste comienzan a hacerse sentir y las encuestas ya muestran una tendencia mayoritaria a considerarlo el gobierno “para los ricos”.

Atucha: Aranguren avisó que "no hay trabajo" y que despedirá a 2200 empleados


Conflicto en Atucha: Siguen las reuniones pero Aranguren ya avisó que no habrá trabajo hasta 2017


Gremios y empresas están citados a las 13 en el Ministerio de Trabajo bonaerense. Este jueves unos 2.000 trabajadores de la central nuclear quedarían en la calle.








Trabajadores de la central nuclear Atucha II, representantes de las empresas contratistas y directivos de la operadora NASA serán recibidos esta tarde por autoridades del Ministerio de Trabajo bonaerense para intentar destrabar el conflicto laboral desatado hace un mes y que pone en riesgo unos 2.000 puestos.

La reunión fue convocada a las 13 en la sede de la cartera que conduce Marcelo Villegas en La Plata. Este jueves, 31 de marzo, vencerán los contratos de unos 600 trabajadores nucleados en Unión Empleados de la Construcción y Afines de la República Argentina (Uecara), quienes recibieron telegramas de preaviso de despido a fines de febrero. Pero también se espera que sean notificados otros 1.500 correspondientes a Uocra.

Por su parte, el intendente de Zárate, Osvaldo Cáffaro volverá a reunirse mañana con el ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, quien en las últimas horas avisó que “Atucha III comenzará en los primeros meses de 2017”. En declaraciones al diario Clarín, el funcionario nacional adelantó que “esta semana” hablará con representantes chinos sobre la financiación de las obras que prometió el Gobierno anterior, pero advirtió que las empresas contratistas y los trabajadores deberán "esperar". "Se hace difícil mantener gente para esperar un proyecto. Las contratistas de NASA (la empresa Nucleoeléctrica Argentina S.A. que opera la central) terminan su tarea el próximo 31 de marzo y ese contrato no se extiende", aseveró el ministro y puso punto final al tema. El conflicto alarma también al municipio, donde según sus estimaciones el desempleo subiría 25 puntos si finalmente unos 2.200 trabajadores quedan en la calle.

Ultimatum de Carrió a Macri: "Tiene que elegir si quiere como socio a Angelici o a mí, y romper con Massa"



La diputada también le pidió que  destituya a todo el fuero federal.

Pasaron los primeros cien días del gobierno de Mauricio Macri y Elisa Carrió cumplió con la profecía tan anunciada: Enplazó al presidente a tomar las decisiones que ella considera necesaria o romperá con el Gobierno.


"Macri va a tener que elegir si lo quiere a Angelici o a mi como socia", afirmó Carrió esta noche en el programa de Luis Majul en un emplazamiento brutal al presidente. Incluso se permitió decirle que eventualmente Macri "lo puede tener en Boca, pero no en la Justicia".

Pero no se quedó en esa amonición, acaso incentivada por los amigos del radicalismo de Carrió como el titular de la UCR, Ernesto Sanz, que mantienen una vieja inquina con Angelici por haber sido el primero en fractcturar ek partido para apoyar a Macri.

Carrió también exigió a Macri -nada menos- que barra con los jueces penales del fuero federal de Comodoro Py. "No puedo garantizar que este gobierno no siga robando, sino se termina con la impunidad de los casos de corrupción", advirtió Carrió y denunció que Angelici se reúne con el juez Norberto Oyarbide para garantizarle su salida pacífica del fuero, sin denuncias y con su jubilación intacta. Lo hizo a través de Twitter donde completó los conceptos que había lanzado en La Cornisa.

Macri está tratando vía Angelici y su asesor Fabián Rodríguez "Pepín" Simón, en llegar a alguna clase de entendimiento con los jueces de Comodoro Py que tienen recursos de sobra para complicarle la gestión. Carrió, fiel a sus principios, esta noche lo presionó a fondo, con una serie de tuits tan implacables como sensatos.



El problema mayúsculo que plantea la exigencia de Lilita a Macri es que parte de una ficción que extrañamente en la cúpula del PRO y acaso el propio presidente terminaron creyendo: Que la llegada a la Presidencia fue una suerte de bautismo que los purificó y los hizo nacer de nuevo.

Hiriente, Carrió golpeó sobre esa contradicción cuando le pidió a Macri no sólo que se desprenda de Angelici sino también de su íntimo amigo y compañero en varios negocios, Nicolás "Nicky" Caputo.

"El precio que Caputo tiene que pagar es vender las empresas, que se dedique a otra cosa, a fin de no comprometer al presidente" dijo muy suelta de cuerpo la diputada, que curiosamente tenía una buena relación con el empresario, que en la intimidad repetía: "A Lilita la contengo pagándole un viaje" .

Carrió también cargó duramente contra Sergio Massa, otro de los aliados claves del Gobierno, y dijo que detesta a Jaime Durán Barba, el principal asesor del Presidente.

"Durán Barba es un personaje que yo detesto porque ha asesorado al gobierno sobre que no hay que meterse en los temas de corrupción porque no le interesan a la gente", sostuvo y denunció: "Yo creo que el señor Durán Barba es un doble agente".Para cerrar revelando un supuesto compromiso que Macri celebró con ella en la intimidad: "No más juego, no mas Cristóbal López y no más impunidad".

Entre grupos neonazis, la renuncia de medio gabinete, funcionarios presos y suba de impuestos Arroyo perdió el control de la gestión en Mar del Plata

Tras la detención de Giri, Arroyo no logra salir de una fuerte crisis política
Siguen renunciando funcionarios. Ahora, el presidente del Concejo amenaza con alejarse.

Carlos Arroyo



El intendente Carlos Arroyo no tramita el mejor de los momentos. Sus primeros 100 días al frente del municipio de Mar del Plata fueron caóticos. La detención del -ahora ex- director de Turismo, Emiliano Giri, acusado de ser parte de una red de corrupción en Astillero Río Santiago, fue un cimbronazo del que todavía no logra recuperarse.



Pero la crisis va incluso más abajo en el armado político de la ciudad más grande -en términos de población- del interior bonaerense. En menos de 100 días, el intendente perdió a tres funcionarios -y el cuarto será en pocas horas-, en su gran mayoría todos envueltos en un halo de escándalo.



El primero fue Julio Razona, secretario de Seguridad, que se fue en medio de denuncias de corrupción cometidas presuntamente por la gestión anterior.



El segundo fue Miguel Guzmán, presidente del Ente Municipal de Vialidad y Alumbrado. El funcionario era “casi un hijo” para Arroyo, pero usó una camioneta oficial para ir a buscar maquinaria a Córdoba y, de paso, llevar a su hija a San Luis. Volcó y destrozó la camioneta.



El tercero fue el de mayor impacto. Giri apareció por todos los medios nacionales, esposado, y signado como “el primer funcionario de Cambiemos detenido por corrupción”. Los ecos del caso aún resuenan y seguirán resonando en los enconos políticos de Mar del Plata.



Ahora, el presidente del Concejo Deliberante, Guillermo Saenz Saralegui, reconoció que está distanciado del intendente. Y dijo que Arroyo "está agobiado por la catarata de problemas que tiene".



Saenz Saralegui y Arroyo fueron amigos inseparables y socios políticos durante años. Pero el poder los separó. Según destaca el portal 0223, el concejal asegura que Arroyo fue víctima de “los amigos del campeón”, gente que se le acercó a dar consejos y obtener algún beneficio a cambio.



Pero, por si fuera poco, el funcionario Sebastián Puglisi también se bajará del barco y a fin de mes dejará de ser el secretario de Cultura.



Hace poco menos que dos semanas, Arroyo pidió reunirse con los legisladores provinciales que representan a Mar del Plata. Curioso, al encuentro sólo asistieron senadores y diputados de la oposición. Mientras que el oficialismo pegó el faltazo.



"Arroyo nos dijo que está muy solo", aseguró el massista Gabriel Pampin al salir de la reunión de la que también participaron la diputada nacional Fernanda Raverta y el senador provincial Juan Curuchet.



Aunque se esbozaron varias explicaciones por la ausencia de Maximiliano Abad y del lilito Guillermo Castello quedó claro que fue un vacío al alcalde.



Controversial y polémico, el intendente asegura que no permitirá una suba del transporte público, en medio de las quejas de los transportistas que amenazan con suspender el servicio nocturno. Sin embargo, en la semana que pasó el Concejo aprobó un aumento de tasas del 27%.



Con todo, el intendente aseguró hace horas que es “mentira que haya subido los impuestos, sino que los bajé”. Arroyo ahondó en una explicación compleja: “supongamos que la inflación es de un 30%, aunque fue más. Y subí un 27% las tasas. En realidad, lo que hice fue bajar las tasas”, dijo.



The New York Times: "El gobierno de Macri está socavando los derechos humanos"


El diario New York Times publicó una nota de opinión donde señala que el presidente estadounidense Barack Obama desconoce la detención de Milagro Sala y el creciente atropello de los Derechos Humanos.



Manifestación para exigir la liberación de la activista Milagro Sala, quien fue arrestada en enero. Credit Natacha Pisarenko/Associated Press

Lo que Obama debe saber sobre la Argentina de Macri (versión en español del mismo diario)

Por Gastón Chillier y Ernesto Semán*

Durante su viaje a la Argentina esta semana, es poco probable que el Presidente Obama visite a Milagro Sala. Reconocida activista social de la provincia de Jujuy, al noroeste del país, Sala fue detenida en enero a instancias del gobernador, Gerardo Morales, un aliado político del nuevo presidente, Mauricio Macri.

Su detención ha generado rechazo internacional; el Papa Francisco, Naciones Unidas y Amnistía Internacional han expresado su preocupación. Pero no la Casa Blanca: al anunciar la visita de Obama, agradeció a Macri por sus “aportes a la defensa de los derechos humanos en la región.”

El histórico viaje de Obama a Cuba tiene toda la pompa de una despedida a la Guerra Fría en América Latina. Su visita a La Habana servirá como el punto simbólico culminante en la normalización de las relaciones de Estados Unidos con el gobierno comunista de Cuba. Pero su excursión a la Argentina tiene un sentido muy distinto.

Poco antes de que Obama llegara a Buenos Aires, su administración anunció la desclasificación de documentos del gobierno de Estados Unidos relacionados con la dictadura militar argentina del 1976 al 1983. Sin embargo, la visita no se trata del estado actual de los derechos humanos sino del libre comercio y la seguridad hemisférica.

Un reconocimiento del papel maligno que jugó EE.UU. en los primeros años de la dictadura es bienvenido, aun cuando sea tardío. Pero ignorar las señales de alarma sobre el impacto en los derechos humanos generadas por las acciones recientes de la nueva coalición gobernante de la Argentina es un recordatorio preocupante de ese legado. Para Macri, la visita de Obama ya es un respaldo.

La detención de Milagro Sala ilustra el nuevo enfoque de mano dura del gobierno argentino. Su organización jugó un papel importante al ofrecer viviendas, trabajos y educación a grupos marginados socialmente. Sala fue detenida por liderar una protesta de trabajadores cooperativistas, desempleados e indígenas en una de las provincias más pobres del país. Después, fue acusada de malversar fondos públicos. Esa investigación judicial debe seguir su curso pero el debido proceso exige que, mientras tanto, ella no sea encarcelada.

Esta detención arbitraria ocurre en el contexto de una serie de medidas tomadas por la administración de Macri que han debilitado el Estado de derecho bajo el pretexto de seguridad, libertad económica y la guerra contra las drogas. En enero, unas semanas después de asumir, Macri declaró la emergencia de seguridad que permitió que las fuerzas militares derriben aviones no identificados sospechados de estar vinculados con el narcotráfico.

En los hechos, el presidente ha decretado una pena de muerte de facto sin juicio previo. Esta política ha sido criticada como un ejemplo de la “narcotización” de la seguridad pública. Va en contra de los principios centrales de las reformas argentinas posdictadura que prohíben la intervención militar en la seguridad interior.

Poco después de la asunción de Macri, la corte suprema de la capital del país, Buenos Aires, dictaminó que la policía local puede requerir que los ciudadanos muestren sus documentos de identificación sin tener sospecha, un fallo que da luz verde al acoso policial basado en los prejuicios. En otra jugada igual de preocupante, el gobierno nacional presentó recientemente un nuevo protocolo para protestas que otorga a las fuerzas de seguridad mayores facultades para reprimir y criminalizar las manifestaciones; en un país donde la gente valora el derecho a la protesta y suele ocupar las calles para reclamar sus derechos.

El colapso económico y político de 2001 en la Argentina demostró definitivamente que las políticas de libre mercado de los 90 no habían mejorado las vidas de la gente común. No obstante, Macri y su equipo están resucitando algunas medidas fracasadas del pasado. Con los precios de las materias primas a la baja, quieren atraer inversión extranjera con recortes para llegar a mayor competitividad: buscan reducir el gasto público y achicar el Estado.

A la vez, su administración ha eliminado los controles cambiarios, lo cual aumenta la inflación. Algunos analistas estiman que el aumento de precios excederá la meta oficial para 2016 de entre 20 y 25 por ciento.

A pesar de sus promesas de campaña de fortalecer las instituciones democráticas, el Presidente Macri está gobernando en el sentido opuesto. En diciembre, intentó nombrar a dos jueces nuevos de la Corte Suprema de la Nación por decreto y así sortear la aprobación del Senado. Ante el clamor de la sociedad, el presidente dio marcha atrás y mandó los nombramientos al Senado.

No fue la única decisión prepotente: Macri utilizó varias órdenes ejecutivas para modificar un pilar de la legislación sobre los medios que había ampliado la libertad de expresión al fortalecer las normas antimonopólicas, aun cuando la administración anterior no la haya implementado bien. Este tipo de intervención presidencial sería desastrosa en cualquier circunstancia, pero en el contexto de la polarización política en la Argentina y de otras medidas represivas es alarmante.

El riesgo de militarizar el orden público, el debilitamiento de los límites institucionales al poder ejecutivo, la criminalización de la protesta y una obsesión con la promoción de políticas ortodoxas de libre mercado: nada de esto tiene buenos ecos en América Latina. Estados Unidos apoyó a muchos de los dictadores de la región durante los 70 y los 80 para que sirvieran de garantes locales del libre comercio y la seguridad contra el comunismo.

Recién después de la asunción del presidente Jimmy Carter en 1977, Estados Unidos empezó a intentar frenar las fuerzas represivas del continente. Si bien esto fue importante, no pudo compensar las décadas durante las cuales EE.UU. ayudaba a los dictadores latinoamericanos mientras decía defender la democracia.

Obama seguramente quiere dejar atrás ese pasado. Pero durante su administración, Estados Unidos alentó la desestabilización de la democracia en Honduras y Haití, presumiblemente porque esperaba que socios comerciales más favorables o aliados en la guerra contra las drogas tomaran el poder.

La decisión de Estados Unidos de desclasificar más documentos relacionados con la dictadura argentina es un paso importante que podría permitir investigaciones judiciales adicionales de crímenes de lesa humanidad. Pero ahora Obama no debe avalar la violencia estatal y la intolerancia ideológica como efectos secundarios aceptables de las metas más amplias de Estados Unidos de promoción del libre mercado y cooperación en materia de seguridad.

Una visita presidencial a la Argentina que ignora cómo el gobierno de Macri está socavando los derechos humanos y las instituciones democráticas —y en su lugar ofrece elogios vacíos sobre sus políticas— será interpretada correctamente como una vuelta al pasado.

* Gastón Chillier es el director ejecutivo del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) en Buenos Aires. Ernesto Semán es profesor de historia en la Jepson School of Leadership Studies de la Universidad de Richmond.

Madeleine Albright fue contratada por Paul Singer para ayudar a Macri

Solo negocios


Una ex canciller demócrata asociada a ex funcionarios republicanos, unidos por un contrato con Paul Singer para operar contra Argentina.


La visita a la Argentina en agosto del 2014  del ex secretario de Comercio de la administración Bush (h) Carlos Gutiérrez, en gestión encomendada por el fondo de inversión NML Capital, fue admitida por la consultora ASG que lo envió, luego de que la presidenta de la Nación denunciara el hecho como parte de un plan de los fondos buitre contra la Argentina para desestabilizar la economía y generar un clima desfavorable y de desprestigio del Gobierno. Bastó que Cristina Kirchner pusiera “en cuadro” la gestión del ex funcionario estadounidense de origen cubano, revelando su verdadera intención, para que la consultora que encabeza la ex secretaria de Estado (canciller) Madeleine Albright diera a conocer su versión edulcorada de aquella misión. A través de su vocero, Ben Chang, ASG (Albright Stonebridge Group) informó que la firma había sido contratada por el grupo financiero que encabeza Paul Singer “en procura de una vía de diálogo para alcanzar una solución satisfactoria” a la demanda planteada en Nueva York, y que el objetivo del viaje de Gutiérrez había consistido en “una gestión para buscar un acuerdo con funcionarios del gobierno argentino”. Una forma diferente de explicar lo que la mandataria argentina describió, con más elocuencia, como la advertencia que trajo el enviado de los fondos buitre si Argentina no se allanaba a aceptar las condiciones de pago resueltas por Thomas Griesa: un plan de ataque de cinco puntos, de los cuales los dos primeros estaban apuntados a “esmerilar y desgastar la figura de la Presidenta, y generar inestabilidad económica”.




Madeleine Albright tuvo, indudablemente, un paso “destacado” por el gobierno de Bill Clinton, aunque no siempre en el mejor de los sentidos. Fue la primera mujer en ocupar ese cargo en Estados Unidos, lo cual es bueno. Ese mismo lugar fue luego ocupado por Condoleeza Rice (bajo el gobierno de Bush) y Hillary Clinton (en el primer mandato de Obama). Con esta última conserva una estrecha amistad, al igual que con su marido, el ex presidente Bill Clinton. Pero también es recordada por su paso previo como embajadora de Estados Unidos ante la ONU. En ese cargo, hizo declaraciones a la televisión estadounidense, en el programa periodístico Sixty Minutes, en las que consultada por la muerte de más de 500 mil niños en Irak, como consecuencia de la invasión, bombardeo y genocidio provocado por el gobierno de Estados Unidos en ese país, respondió “fue un precio que valió la pena pagar”. Esos dichos son del 12 de mayo de 1996, y dieron pie a que, más tarde, se instituyera en Irak el 12 de mayo como Día en Memoria del Genocidio.

Nacida en Praga (ex Checoslovaquia) en 1937 como Marie Jana Korbelová, sus “buenos” oficios a favor de un gobierno demócrata en Estados Unidos no la privaron de buscar, para su actividad privada, a los que considerara más útiles colaboradores provenientes de las filas republicanas. En la página de Internet de la consultora ASG que encabeza, se destaca que sus directores “han cumplido funciones en distintos sectores de la administración pública norteamericana: Casa Blanca, Departamento de Estado, Tesoro, Banco Mundial y embajadas”. De esa selección surgieron varios ex funcionarios de la administración Bush (h). Entre ellos, el ex secretario de Seguridad Samuel Berger y el ex secretario de Comercio Carlos Gutiérrez.

Este último también ejerció en la actividad privada el rol de director ejecutivo (CEO) de la megacorporación de la alimentación Kellogg’s Company. Un ejemplo muy claro de lo que el investigador español Juan Hernández Vigueras, autor de Los lobbies financieros, tentáculos del poder, describe como “la puerta giratoria”, en relación a la ductilidad de los directivos empresarios para pasar a ejercer funciones públicas ligadas a la actividad económica, y luego volver a la actividad privada como “lobbistas” de los mismos intereses ante quienes ocupen en ese momento la función pública. En marzo del año pasado, además, Gutiérrez fue nombrado director del lobby anticastrista US Cuba Democracy PAC, uno de los más activos y conocidos de Miami.

Es curiosa la forma en que fue presentada la noticia de la visita de Gutiérrez a la Argentina , a partir de que fuera revelada por el diario New York Post, unos diez días después de producida. El diario Clarín, reproduciendo la información original, señaló el 26 de agosto de 2014 que “la consultora (ASG) envió a Gutiérrez (a Buenos Aires) con el objetivo de organizar a los que se enfrentan al Gobierno”. En cambio, La Nación, ayer al hacer pública la “aclaración” de la consultora, subraya que “no hubo contactos con sectores políticos de la oposición” por parte de Gutiérrez, quien sigue expresando su confianza en alcanzar “una solución satisfactoria” con el gobierno argentino.


Curioso pero no extraño, ya que el lobby financiero es una actividad regulada en Estados Unidos, legal y reconocida. El tráfico de influencias ante jueces, parlamentarios, medios de comunicación y funcionarios del gobierno es realizado por “profesionales” contratados por los poderes económicos que buscan obtener algún resultado, logrando que “se haga” algo que los beneficie o “se bloquee” lo que no les conviene. Cuando el interés de estos mismos sectores está en juego en Argentina, no debería extrañar que se sigan las mismas prácticas en materia de tráfico de influencias, aunque aquí no se declaren e intenten ocultarse.

Otro de los puntos que se conocen como parte del plan de los fondos buitre para atacar al país, transmitido por Carlos Gutiérrez en su visita de agosto, refería: “contratar periodistas, medios de comunicación en Argentina y otros países para atacar al Gobierno y financiar, directa o indirectamente, a políticos y sindicalistas de la oposición para provocar acciones de desgaste permanente”. Y es que en esta batalla por lograr el mejor resultado económico de la disputa, los fondos buitre brindan especial atención al peso que tiene el control de la información y las expectativas que se pueden generar en torno de cada tema según como se informe.


En particular, en la actual pelea, el gobierno argentino eligió el camino de resistir (a las imposiciones del poder financiero internacional) y denunciar (prácticas e intereses que se mueven a la par y detrás de los fondos demandantes). La exposición del plan de cinco puntos de los fondos buitre por parte de la Presidenta deja ver, justamente, las dos caras de esa pelea: la estrategia del miedo que buscan imponer los fondos especulativos y el lobby a favor de los buitres por un lado, y la resistencia a través de la denuncia que hace el Gobierno de prácticas muy enquistadas en el sistema financiero internacional, a las que los dos principales partidos políticos de Estados Unidos no son ajenos.

Bernie Sanders venció a Hillary Clinton en los caucus de Alaska, Washington y Hawaii

Bernie se impuso con amplia diferencia en las asambleas partidarias. Logró acortar distancia en la interna demócrata, aunque la ex secretaria de Estado cuenta con una importante ventaja



Bernie Sanders ganó las asambleas partidarias demócratas en Alaska, Washington y Hawaii celebradas este sábado.


En Alaska, Sanders obtuvo el 82% de los votos, contra 18% para la ex Secretaria de Estado Hillary Clinton.


Mientras que en Washington el socialista superó a su rival en la interna demócrata por 73% a 27%.




En Hawaii, que repartió 25 delegados, Sanders también se impuso con una clara diferencia al obtener el 71% de los votos contra el 29% que logró Clinton.


El precandidato socialista, el gran ganador de la jornada, logró acortar diferencias con la cantidad de delegados obtenidos por la ex secretaria de Estado, aunque todavía la diferencia es amplia.


Este sábado obtuvo al menos 36 delegados, a diferencia de los 11 de Clinton, ya que algunos delegados de Washington no serán asignados hasta dentro de varias semanas, y no se contabilizaron los de Hawaii.




Con base en los resultados en votaciones primarias hasta la fecha, la ex secretaria de Estado actualmente supera a Sanders, 1.234 contra 956.


Clinton previamente había tenido una ventaja de más de 300 delegados luego de barrer en cinco Estados el 15 de marzo. Incluyendo a los súper delegados, o funcionarios del partido que pueden respaldar a un candidato en particular, la ventaja de Clinton es mucho mayor.


Ahora cuenta con al menos 1.703, el 71% del número necesario para ganar la candidatura.


Sanders tiene al menos 985. Requiere ganar más de 67% de los delegados restantes y súper delegados no alineados hasta junio si espera llevarse la candidatura.

Capitanich: "los gobernadores dieron apoyo al acuerdo con los buitres a cambio de nada"


Capitanich: "No pueden dirigir el PJ quienes han traicionado nuestras banderas"

El ex jefe de Gabinete de la Nación  aseguró que "los gobernadores dieron apoyo al acuerdo con los buitres a cambio de nada". Además, se refirió a Cristina Kirchner, Lázaro Baez y la interna del PJ.




El intendente de Resistencia y ex jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, habló con Política Argentina y aseguró que "no pueden dirigir el Partido Justicialista quienes han traicionado nuestras banderas y en detrimento popular". "No vamos a permitir que dirijan el partido sean quienes fueron funcionales a Macri", explicó.

"Algunos fueron funcionales al gobierno y encima quieren presidir el PJ, un partido que tiene que ser opositor", afirmó Capitanich, a la vez que agregó que harán "el máximo esfuerzo para la unidad, pero con contenido y que mantenga los principios".

Asimismo, sobre el acuerdo con los fondos buitre, sostuvo: "Siempre dijimos que habia que cerrar con los buitres, pero no a cualquier precio y con cualquier metodología". Además, criticó que "la Argentina le financió gratis los gastos legales a los buitres" y que si bien "todos dicen que son la peor lacra del sistema financiero", después "terminan votando a favor".

"Por supuesto que Obama, Hollande y Renzi van a elogiar al Gobierno, porque le están solucionando los problemas a ellos y no al pueblo argentino", manifestó Capitanich. "A este gobierno no se le puede creer absolutamente nada. Es un verso que van a venir nuevas inversiones, están preparando el terreno para el endeudamiento", añadió.

A su vez, habló sobre el rol de los gobernadores en la negociación con el Gobierno de Macri y afirmó que "los gobernadores dieron apoyo al acuerdo con los buitres a cambio de nada". "La estrategia de nuestros gobernadores ha sido equivocada para con el nuevo gobierno", explicó sobre el rol de los mandatarios provinciales peronistas. Además, destacó que tiene diferencias "públicas y privadas" con el actual gobernador de Chaco, Domingo Peppo.

"El problema de la gobernabilidad es responsabilidad del gobierno", sostuvo Capitanich, a la vez que se refirió a los fondos de coparticipación y aseguró que "el gobierno aplica una politica discriminatoria", ya que "discriminan a todas las provincias con las que no pactan".

Además, habló sobre el 24 de marzo y el 40° aniversario del último golpe cívico militar, y afirmó que "Macri no va a continuar las politicas de Derecho Humanos de Néstor y Cristina". "La desclasificacion de archivos de EEUU es producto del trabajo de las organizaciones de Derechos Humanos", declaró, al desestimar el rol del nuevo gobierno.

Finalmente, al preguntarles sobre el video de Lázaro Báez en La Rosadita, sostuvo: "Yo no tengo nada para opinar respecto de los videos del hijo de Lazaro Baez, no me compete". Además, explicó que "Cristina Fernández de Kirchner está cumpliendo responsablemente el rol de ex presidenta de la Nación".

Escuchá el audio acá: http://goo.gl/HNDkkP

Husserl: “sedimentación” y “reactivación”

Encontré  sumamente esclarecedora la distinción, establecida por Husserl, entre “sedimentación” y “reactivación”. Ideas sedimentadas son aquellas formas cristalizadas que han roto su vínculo con la intuición original de la que ellas proceden, en tanto que la reactivación consiste en hacer visible ese vínculo olvidado

Los buitres dudan de la capacidad de pago de Argentina y presionan al juez



Los abogados de los acreedores presentaron dos escritos ante la Justicia de los Estados Unidos para pedir la suspensión del levantamiento del embargo al país dictada por Thomas Griesa

El mediador Daniel Pollack cuando anunció el acuerdo que fijó el 14 de abril como la fecha límite para el pago

Los abogados de los buitres,   consideran que Argentina no está en condiciones de cumplir con los pagos acordados por USD 4.653 millones, y presentaron dos escritos ante la Justicia de los Estados Unidos para exigir la suspensión del levantamiento del embargo al país que fue dictado por el juez Thomas Griesa, decisión anulada por la Corte de Apelaciones de Nueva York, y apelada por Argentina.

En las presentaciones, los acreedores NML, Aurelius Capital, Blue Angel y Olifant pidieron que se cumpla "el pago para el 14 de abril, como la Argentina nos ha prometido", pero dudaron de la capacidad de pago del país.

Para el fondo NML, del magnate Paul Singer, la posibilidad de que Argentina "no pague en el plazo estipulado no es remotamente hipotética", ya que considera un riesgo que el proyecto de ley del oficialismo haya sido modificado por la Cámara de Diputados para condicionar el pago al levantamiento del bloqueo.

Para los acreedores, el hecho de que el país quiera que se levante el embargo antes de realizar el pago "revela por qué era absolutamente necesario para los demandantes apelar (el fin del embargo) en lugar de simplemente confiar en que la Argentina, un defaulteador serial desde 1827, ha cambiado sus formas desde que el presidente Macri fue elegido hace cortos cuatro meses", sostuvo el descargo realizado por Aurelius.

La Corte de Apelaciones de Nueva York llamó a una audiencia para el 13 de abril. En ese encuentro se tratarán las apelaciones presentadas por Argentina y los holdouts, un día antes del vencimiento del plazo que tiene el país para cerrar el acuerdo que liberará los embargos contra los pagos de deuda.

"Ya sea o no que esta Corte afirme si el Congreso de la Argentina requiere que esta Corte confirme el levantamiento de todas las medidas cautelares como condición previa para el pago, la probabilidad de la Argentina haga el pago el 14 de abril parece ser remota", indicaron.

Bergman entre las mineras, Aranguren y los ambientalistas, ya tendría reemplazante

Bergman, acorralado entre las mineras, Aranguren y sus promesas a los ambientalistas
 
 
Prometió en San Juan que aplicará la ley de glaciares, que perjudicaría a la Barrick. Las presiones.

El rabino Bergman con los vecinos de Jáchal.



Luego de confesar que no tiene conocimiento en el área de medio ambiente, Bergman atravesó su primera crisis con la renuncia de Amílcar López, titular de la Acumar, el organismo encargado de sanear el Riachuelo. Detrás de la renuncia de López, la primera de la era macrista, se escondía una disputa entre el rabino, Emilio Monzó, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal.

Pero ese episodio parece menor con el verdadero conflicto que atraviesa Bergman por las presiones cruzadas que padece por parte de las empresas mineras, los ambientalistas y hasta de propios compañeros de gabinete.

A mediados de este mes, Bergman suspendió un viaje a la localidad de Jáchal, en San Juan, donde la multinacional canadiense Barrick Gold tiene uno de sus principales negocios en el país: la mina Veladero.

La suspensión de la visita motivó rumores sobre un supuesto pedido de José Luis Gioja para que no reciba a los vecinos de Jáchal, que tienen entre ceja y ceja al ex gobernador por sus negocios con la Barrick, en especial luego del derrame de un millón de litros de cianuro en Veladero, ocurrido en septiembre del año pasado.

Pero Bergman finalmente asistió a Jáchal días después de suspender el encuentro y habló ante más de un millar de personas en la plaza central del pueblo sanjuanino.
El Veladero, en San Juan.


El rabino tuvo un comienzo titubeante en su discurso, en el que confesó que la idea del gobierno de Mauricio Macri, que en febrero eliminó las retenciones a la actividad, es avanzar con la explotación minera. Tras recibir abucheos, Bergman encauzó su oratoria y se fue con un aprobado tras prometer que impulsará ante la Justicia la ejecución del seguro ambiental de la Barrick y, sobre todo, que hará cumplir con la ley de glaciares.

Es que como ministro de ambiente, Bergman es la autoridad de aplicación de la ley de protección de glaciares sancionada en 2010. El artículo sexto de esa norma, prohíbe expresamente en su inciso c la explotación minera sobre glaciares y en ambientes periglaciales.

La propia Barrick reconoció en un informe que el yacimiento Veladero y el proyecto Pascua Lama (también ubicado en San Juan), están asentados en un ambiente glaciar y periglacial. Claro: el informe fue publicado años antes de que se aprobara la ley de Glaciares.

Y si el rabino cumple con su promesa de aplicar esa norma, la Barrick debería retirarse del Veladero.

Presiones

La presión que tiene Bergman para olvidarse de la existencia de la Ley de Glaciares no proviene únicamente de las mineras.

Macri armó un gabinete en el ministerio de Energía que fue entendido por los ambientalistas como una ofrenda a las multinacionales mineras.

En ese sentido, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, designó a Mario Capello como subsecretario de Política Minera, debajo del secretario Daniel Melián, que ocupó el mismo puesto durante el gobierno de Carlos Menem.

Capello es ex diputado de San Juan y ha dicho en el pasado que la de Glaciares es una “ley insólita”. Los ambientalistas directamente lo definen como “el Guillermo Moreno de la minería”.

En tanto que el actual Director de Asuntos Jurídicos de la secretaría de Minería, Juan Bizet, es el ex gerente de legales de la minera Vale, una de las más grandes del mundo.

En este contexto, en el Gobierno ya comenzaron a filtrar nombres de posibles reemplazantes de Bergman, en el caso de que no avance con la idea que tiene Macri para la minería. El primer nombre que sonó fue el del ex Greenpeace Juan “Cali” Villalonga. Aunque Cali tiene un antecedente aún más combativo contra las mineras: fue el principal impulsor de la ley de Glaciares.
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Por una salida intermedia para el peronismo

El espacio tuvo su bautismo en la marcha por el aniversario del golpe de Estado de 1976 y reúne a Daniel Scioli, el Movimiento Evita y un grupo de intendentes del conurbano. Se plantea ofrecer una alternativa que facilite la unidad del peronismo.

Por Nicolás Lantos
Verónica Magario, Jorge Taiana, Fernando Espinoza y Daniel Scioli, juntos en la marcha del jueves.

La interna del peronismo no es un camino en línea recta sino más bien un sendero con vueltas, atajos y algunas curvas inesperadas. La procesión de más de treinta dirigentes peronistas que el jueves marcharon juntos, a la cabeza de la masiva columna del Movimiento Evita, no fue solamente un hecho “inédito” en la historia de las manifestaciones por el Día de la Memoria, tal como lo describen sus organizadores. Además fue una señal hacia adentro de un PJ que transita una etapa de reorganización institucional y política, indicando que cambió el escenario.

A partir de esta semana no hay dos sectores en esa pugna, ahora son tres: el espacio que hizo su bautismo esta semana en Plaza de Mayo y se referencia en Daniel Scioli, Jorge Taiana y un grupo de intendentes del conurbano bonaerense propone una postura intermedia entre el oficialismo light de Juan Manuel Urtubey y el Bloque Justicialista y la intransigencia que plantea el kirchnerismo más férreo. Si bien todavía se trata de una foto y algunas charlas informales, desde el jueves se suceden chats y llamadas telefónicas para armar un próximo encuentro, que sume más rostros a los que marcharon por Diagonal Sur.

La idea no es “pelearse con nadie”, sino ofrecer una alternativa que facilite una salida de unidad, bajo la idea de que si el peronismo “se polariza y se rompe por los extremos” terminará licuando su representatividad social y poniendo en serio riesgo su performance electoral en el 2017, particularmente en la provincia de Buenos Aires. “La prioridad no es poner un candidato a conducir el partido sino llevar la interna a buen puerto”, explica uno de los armadores del espacio, que además busca repetir la misma alianza a nivel distrito en varios municipios de la provincia.

La idea surgió del seno del Movimiento Evita, que vio la marcha del 24 de marzo como la ocasión para expresar también un fuerte apoyo a la unidad del PJ: “Teníamos una idea de conformar una cabecera para nuestra columna que expresara nuestra posición política, de forma plural, diversa”, explicó, en diálogo con Página/12, el referente de ese espacio Fernando “Chino” Navarro. El diputado bonaerense aseguró que la composición refleja mayormente al conurbano bonaerense porque “faltó tiempo para armar algo con otras provincias y sindicatos”, pero que esas conversaciones ya están en marcha.

Pronto se sumaron a la propuesta el senador Juan Manuel Abal Medina y la diputada Cristina Alvarez Rodríguez. Ella fue la responsable de acercar al armado a tres figuras con peso específico: Scioli, ex candidato presidencial del Frente para la Victoria; Fernando Espinoza, presidente del PJ bonaerense; y Verónica Magario, intendenta de La Matanza. Otro legislador, Leonardo Grosso, fue el encargado de acercar a los intendentes de la primera sección: Gabriel Katopodis (San Martín), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Gustavo Menéndez (Merlo).

Taiana invitó al ex juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni y al ex presidente de la Biblioteca Nacional Horacio González, quien finalmente no asistió por motivos de salud. También, al ex titular del Banco Central Alejandro Vanoli. Hubo dos ex secretarios de Derechos Humanos de la provincia: Edy Binstock y Remo Carlotto. Algunos marcharon juntos toda la tarde. Otros, como Espinoza y Magario, acompañaron un rato y regresaron a sus respectivas columnas de origen.

“Es sólo una foto, las fotos son eso. Pero en el caso nuestro forma parte de una película. Desde hace años nosotros planteamos una política muy amplia, de brazos abiertos. Para mantener el 54 por ciento del 2011 había que abrir los brazos y nosotros por el contrario tuvimos dificultades para mantener sectores que se fueron alejando. Hoy es imprescindible conseguir una unidad para tener las mayorías que necesitamos para enfrentar al gobierno de derecha de Macri”, planteó Navarro.

“No queremos pelearnos con nadie. Proponemos terminar con las divisiones para trabajar por la unidad –agregó el ex diputado Mario Oporto, que también formó parte de la columna–. Nuestro adversario está afuera y no adentro del PJ. Si esto se polariza y se rompe por los extremos nos quedamos con poca representatividad. El peronismo no es ni vanguardia iluminada ni conservadurismo popular”. El desafío, aseguró, es encontrar “una unidad que no deje a nadie afuera y en la que nadie hegemonice” el espacio.

La tarea es complicada: se trata de acertar cuál es el cable que desactiva la bomba de tiempo que cuenta los segundos que faltan para el 8 de mayo, día en que caduca el mandato de las actuales autoridades y están previstas las elecciones internas o la consagración de una fórmula que mantenga la integridad de un peronismo a punto de estallar en mil pedazos. “Si los dirigentes no tenemos capacidad y aptitud para construir unidad, la unidad la va a construir el pueblo en la lucha y en la calle –concluyó Navarro–. Los que lo entiendan estarán adentro y los que no, lo mirarán desde la vereda.”

Bernardo Neustadt entrevista a Raúl Alfonsín "Un Radical muy Particular" (agosto de 1973)






-¿Cuáles son las razones filosóficas por las que usted se opondría a una eventual fórmula compartida con el peronismo y el radicalismo

- Tenemos que darnos cuenta todos que aquí en el presente argentino están yuxtapuestos el pasado y el futuro. Hay una crisis que se identifica al mismo tiempo que se identifica la lucha que se libra entre quienes quieren lanzarse al futuro para venir al nuevo orden nacional con una relación del poder político con más relación del poder económico. Esto, desde luego, no es un problema que exista exclusivamente en el seno del peronismo; es un problema del país y se exterioriza en casi todos los partidos políticos populares. Yo creo que en este encuadre hay que tomar el acceso de Cámpora al Gobierno. Cámpora llega al Gobierno y no sólo que es una crisis argentina en el buen sentido de la palabra de la que ha de surgir la nueva organización, desde luego inmersa también en una serie de contradicciones que todavía esto está sintetizado.


En el campo del peronismo se advierten también dos zonas que, para clasificarse periodísticamente, rápidamente debemos decir derecha e izquierda o tendríamos que decir una zona más popular, una zona menos popular. Pero comienza a haber un protagonismo popular que a mí, personalmente, me entusiasma pero que por una parte garantiza la licencia democrática dentro del proceso por la participación de importantes sectores y, por otra parte, juega como uno de los factores de la contradicción. Pareciera posible una síntesis que permitiera que el Gobierno desarrollará una etapa del país que consideramos indispensable que produjera el arranque a objetivos que realmente estaban reclamados por la mayoría de los argentinos sin esperar tampoco una gran revolución. Pero luego de Ezeiza esta posibilidad de síntesis, a mi juicio, se extingue y entonces se hacía necesario determinar con uno de los sectores de acuerdo a mi concepción. De inmediato entonces la derecha empieza a intrigar como siempre y esta vez con el propósito de llevar a su ánimo de Perón que estábamos ante un gobierno que estaba a punto de caer prisionero de fuerzas casi militares, por lo menos de ultraizquierda y con el propósito también de llevar a su ánimo de que estábamos ante un vacío de poder, argumento éste que también los radicales conocemos muy bien, y se confunde en su conjunto el desorden de superficie propio de la democracia.


En consecuencia, es evidente que en este momento se pretende marginar a los sectores más populares del peronismo y que se ha roto esta posibilidad de diálogo entre estos dos sectores que yo visualizaba anteriormente. Pareciera que a nosotros se nos llama a una fórmula mixta en este tipo de colaboración con el propósito de llenar ese vacío que dejan los sectores populares, es decir, el radicalismo tendría que ir a asumir ahí el rol de fuerza moderadora, de fuerza estática, frenadora de un proceso de cambio garantizadora de otro sector de la acción a desarrollar, rol que desde luego no puede desempeñar de ninguna manera la UCR, por lo menos la UCR que quiere seguir siendo fuerza popular revolucionaria, síntesis de lo que están las afirmaciones permanentes del país en cuanto a las convicciones nacionalistas, populares democráticas, liberadoras. Este es el sentido íntimo de la significación profunda de nuestra determinación.


- Doctor, usted en su momento compartió la filosofía que dio origen a la Hora del Pueblo y, por lo tanto, sus resultados. ¿Es así?


-Así es.


-Posteriormente, a partir del acceso del doctor Cámpora al poder, el radicalismo se manejó con una especie de colaboración crítica desde el Parlamento.


- Yo he manifestado reiteradamente un apoyo crítico. Yo he salido a recorrer el país luego del advenimiento del gobierno del doctor Cámpora para señalar lo que tendría que ser la estrategia de nuestro partido. En este sentido, decía, siempre en primer lugar, defender esta conquista de la civilidad que significa el reconocimiento de la soberanía del pueblo; en segundo lugar, ser motor de un proceso de cambio, no simple espectadores; insertarnos en el proceso de suerte de hacerlo avanzar y, en tercer lugar, defender con sentido crítico o de posición constructiva, como quiera llamársele, la democracia a dos puntas: hacia abajo, en cuanto tenemos que comprometernos a que nuestra lucha por el gobierno ha de conspirar contra el ejercicio del poder y, fundamentalmente, seguir trabajando sobre la base de un concepto de la unidad nacional, porque es indispensable que nos comportemos como una auténtica Nación estableciendo comunes denominadores que vayan más allá de lo que pueden ser nuestras discrepancias partidarias o ideológicas, única forma que podemos operar y, lo he dicho muchas veces, la liberación nacional que significa terminar con el esquema de la dependencia, la liberación social, que significa terminar con la injusticia y el privilegio, y la liberación humana; en cuanto a estos dos objetivos son todos de acuerdo con la concepción de la UCR, que busca el establecimiento de una democracia social sobre la base del respeto cabal a los derechos del hombre.


- En una declaración que usted leyó al periodismo el martes 24 se refirió al proceso que había culminado con las denuncias de los doctores Cámpora y Lima. Dijo que no había sido un proceso voluntario. Si mal no recuerdo, las expresiones de algunos protagonistas así lo confirmaban. ¿Podría aclararme este punto?


-Yo no he dicho de ninguna manera que no hubiera sido un proceso voluntario. ¿De dónde surge su apreciación? No lo he señalado para nada. Yo he dicho que se han impulsado las renuncias, y creo que es así. Por otra parte, conociendo la personalidad del doctor Cámpora, evidentemente por otro lado la candidatura de Perón, había que presumir que a la menor insinuación se produciría la renuncia.


- Doctor, tanto hablan de la posibilidad de la fórmula mixta. Creo que quedó un poco en segundo plano lo que quizás es el tema más importante: ¿es legítimo o no, desde el punto de vista jurídico, el hecho de que Perón reemplace a Cámpora?


- Mire, es evidente que ésta es una aspiración de vastos sectores del país; sobre esto cabalga el episodio. Sobre esta legítima aspiración del pueblo argentino, o de una parte del pueblo argentino, pero a mí se me ocurre, pensando en el futuro político argentino, que todo es lamentable. Habíamos peleado durante muchos años contra la dictadura militar para lograr este reconocimiento de la soberanía del pueblo. Poner en caja nuestras instituciones, empezar a marchar hacia delante y de ninguna manera era concebible que se nos colocara ante un mero proceso electoral cargado de tensiones, de incertidumbres y con una paralización del país como la que estamos viviendo que ya venía de antes. Porque los últimos meses de Lanusse también tuvieron este sentido, ¿verdad? No nos podemos dar estos lujos los argentinos de ninguna manera. Esto parece una burla a la ciudadanía. Cuarenta y cinco días demostraron que todo esto no servía para nada. Hemos aceptado todas las reglas del juego, todos las habíamos aceptado. Lo conveniente es que hubiera seguido este gobierno, que tenía la obligación de durar cuatro años en el país.


- ¿Vale la pena que se haga la elección del 23 de septiembre o cree que hubiera sido mejor para el país que directamente la Asamblea Legislativa, reformando la ley de acefalía, o no, según las interpretaciones que se pudieran hacer, hubiera designado el nuevo presidente?


- Bueno, yo creo que, producido el episodio, me inclino por la elección, que me parece más correcto.


- ¿Y ante la posibilidad de que no se presente ninguna fórmula para enfrentar la candidatura de Perón?


- Yo creo que de todos modos será convocado el pueblo para elegir.

- Doctor, ¿usted coincidiría que en las últimas semanas se ha observado un proceso de confluencia al menos en las apreciaciones y en los anhelos entre la juventud radical y la juventud peronista?

- Es evidente.


-¿A qué lo atribuye?


- A que piensan bastante parecido.


- ¿Esto habla a favor o habla en contra de una posible complementación peronista-radical?


- Nosotros estamos trabajando desde hace tiempo; fue incluso uno de los motivos que dieron origen al Movimiento Renovación y Cambio la necesidad de expresar la idea del seno de nuestro partido, si es necesario trabajar en común con otros sectores populares para afirmar un programa de organización realmente liberadora. Nosotros vemos con mucho agrado que coincidan en los diversos aspectos la juventud del radicalismo con la juventud peronista para afianzar esta revolución reclamada por las grandes mayorías argentinas. Lo que no vemos con agrado es que se piensa cambiar esto, que es natural, que es lo espontáneo, que es lo puro por acuerdos en la cúspide que nada tiene que ver con el proceso de la revolución.

-Si en determinado momento el acuerdo en la cúspide puede responder a un anhelo de una parte o de una buena parte de las bases, ¿podría autenticarse de este modo?


- Pienso que no; en la militancia, por lo menos, no.

- Le pregunto esto por lo que conversábamos recién. Se me ocurre que hay en el fondo en estas coincidencias manifiestas en las juventudes de ambos partidos por lo menos en el gérmen de una posibilidad de trabajo en común.


- Para trabajar en común vamos a estar totalmente de acuerdo, no hay ninguna duda, con el peronismo y con todos los sectores populares que están realmente decididos a operar en la Argentina esta transformación que nos saque de la postración a que nos tiene sometido un régimen de sumisión.


- Doctor, por un momento me pongo en abogado del diablo. Especialmente partiendo de la respuesta del secretario general de la CGT, sobre los conceptos suyos, se ha escuchado a algunas personas que lo acusan de gorila y de izquierda. Yo quisiera que usted responda a esta cosa.


-De ningún modo yo soy gorila. Lo que pasa es que aquí se pretende, por algunos señores, que los que estamos luchando en serio por las reivindicaciones populares tenemos que ser pisoteados, de cualquier manera se nos coloca en casilla, se nos estereotipa y desde luego cuando regresamos, alguna crítica tiene que producir alguna vez alguna crítica personal que nada tiene que ver con nuestra posición. Yo soy un hombre que lucho por mis aspiraciones, mis propias conclusiones; no soy antiperonista simplemente; no soy peronista y estoy dispuesto a trabajar con todos los que puedan coincidir en los aspectos fundamentales con nosotros, preservando desde luego mis propias convicciones.


- ¿A qué cree que responde la diferencia que Rucci se empeña en señalar cuando primero lo ataca a usted y luego con palabras semielogiosas al doctor Balbín?


- No sabría contestarte eso.


- Doctor, creo que sería conveniente escuchar de sus propios labios una definición concreta de las diferencias que lo separan del doctor Ricardo Balbín.


- De eso ya hemos conversado bastante. Yo prefiero que las diferencias surjan de los acontecimientos, de los hechos, por eso se está clarificando todo, de suerte que lo dejo para que usted extraiga las conclusiones. Yo creo en un modelo de país y esto no significa cristalizar esta idea, pero creo en un modelo de país con un área que podríamos llamar socializada, que por extensión podríamos llamar la infraestructura social, para lograr igualdad de trato en materia de salud. El problema de la educación en todo lo que hace a la necesidad fundamental, la democracia pluralista, que se manifiesta solamente en la medida en que se trabaje, eficacia para lograr igualdad de oportunidades. Creo también en una franja ancha en el medio en la que no deben socializarse en los medios de producción que debe estar librada a la iniciativa privada, pero sujeta siempre a un planeamiento de economía para que fije prioridades en su desarrollo a un correcto sistema tributario que opere la distribución de los ingresos y la riqueza a una lucha permanente contra todo lo que sea la concentración del poder económico, por eso contra los monopolios, por eso contra los latifundios y también a vincular la gestión de la empresa en cuanto a trabajo y menos en cuanto a capital.


- Doctor, en todo este proceso que se ha abierto, ¿qué papel le atribuye a las Fuerzas Armadas?


- Yo no le atribuyo ningún papel.

Fuente: REVISTA EXTRA - AÑO IX - N° 98 - AGOSTO 1973

Se expande la ola de despidos y baja de salarios



 Por Alfredo Zaiat

El Sindicato de la Industria Lechera acuerda suspensiones rotativas de trabajadores sin el cobro de salarios. Smata negocia retiros voluntarios de varias terminales. UPCN se desentiende del despido de miles de trabajadores del Estado, mientras que ATE se moviliza, protesta y busca un canal de negociación para lograr algunas reincorporaciones. El presidente Mauricio Macri afirmó que existen 1,5 millón de trabajadores estatales de más sin que los interlocutores ocasionales en un reportaje en la televisión pública consideraran necesaria una repregunta. El gremio metalúrgico informa que están en riesgo 10 mil puestos y el de la construcción también actúa como cronista para detallar que el sector perdió más de 50 mil. Miles de petroleros están bajo la amenaza de suspensiones y despidos. Delegados de base y sus dirigentes combativos que antes recibían el calor de corporaciones mediáticas para informar sobre conflictos laborales puntuales hoy ya no son convocados para conocer sus opiniones acerca de la ola de despidos. Autopartistas, textiles, medios de comunicación, comercio, alimentación, frigoríficos siderurgia, servicios son otros sectores donde las suspensiones, despidos y el retraso en un par de meses en el pago o dividir en cuotas el salario se despliegan con una intensidad impensada hasta antes del comienzo del nuevo gobierno.

El avance sobre las condiciones materiales de los trabajadores estuvo acompañado con una modificación sustancial de la respuesta estatal al conflicto social. Es habitual la represión a marchas de despedidos y desde el mes pasado la criminalización de la protesta ha tenido otro impulso con la aprobación del “Protocolo de Actuación de las Fuerzas de Seguridad en Manifestaciones Públicas”.

El salario real ha registrado un retroceso muy fuerte por el shock inflacionario provocado por la megadevaluación. Los precios de la canasta básica subieron mucho mientras que los ingresos no se han actualizado. El gobierno propone un techo a las paritarias del 25 por ciento, mientras que los sindicatos no han reclamado un aumento de emergencia previo al comienzo de las negociaciones. En ese contexto de muy rápido retroceso del mercado laboral y de las condiciones materiales de los trabajadores, ¿dirigentes sindicales y fuerzas políticas de la oposición aliadas al oficialismo mantienen como principal reivindicación la demanda por el Impuesto a las Ganancias que alcanza a una minoría en relación de dependencia? ¿El manejo de la caja de las obras sociales (la Superintendencia de Servicios de Salud) entregado por el gobierno a gremialistas vitalicios es más importante que el destino laboral de miles de afiliados a los sindicatos? La masiva movilización del 24 de marzo exhibió una necesaria ruptura de ese cerco con la confluencia de gremios de la CTA-Yasky y CGT para la defensa del empleo, manifestando que estos dirigentes son conscientes acerca de qué es lo que realmente está en juego con el nuevo régimen económico del macrismo.

La caída del salario por el golpe inflacionario y el aumento del desempleo por decisión deliberada del Estado y por las políticas recesivas son las variables elegidas para avanzar en el disciplinamiento de los trabajadores y en el debilitamiento del movimiento sindical. La producción de las pymes industriales bajó 4,8 por ciento en febrero respecto al mismo mes del año anterior, indicó el último reporte de Confederación Argentina de la Mediana Empresa. El tarifazo eléctrico, con la promesa de otra vuelta en el segundo semestre, y el próximo de gas más la apertura importadora orienta al sector privado a reducir su plantilla para reducir costos y por la caída de la demanda interna.

La consultora Tendencias Económicas relevó que en los dos primeros meses del año se registraron 110 mil despidos en el sector público y en el privado. El titular de la firma, José Luis Blanco, destacó que esa cifra es récord desde 1985 cuando empezaron a registrar despidos, suspensiones y huelgas, al indicar que se multiplicó por 70 en relación al bimestre del año pasado. Agregó que desde entonces nunca había habido en tan corto período tantos despidos y suspensiones. El Observatorio de Derecho Social de la CTA-Autónoma calculó que entre el 1º de diciembre y el 4 de marzo pasado hubo 68.563 despidos colectivos, de los cuales 37.627 se produjeron en el sector público y 30.936 en el sector privado. La diferencia con el número proporcionado por Tendencia Económicas es explicada porque “es un relevamiento de mínima, ya que no incluye aquellas denuncias que fueron realizadas por dirigentes sindicales en términos generales y tampoco están relevadas las pérdidas de puestos de trabajo que no llegan a difundirse públicamente y que, por distintas razones, encuentran mayores obstáculos para ser resistidas sindicalmente”.

En los últimos años, el mercado laboral estuvo bajo tensión por la crisis internacional y las limitaciones de la economía argentina debido a la irrupción de la restricción externa. La respuesta estatal fue ampliar la cobertura social en los sectores vulnerables, desplegar el programa Repro que subsidia parte del salario de trabajadores de empresas en crisis (alcanzó a 500 mil trabajadores entre 2009 y 2014), y presionar a las empresas para que no despidan ni recorten planes de producción a cambio de medidas de protección de mercados. La política económica y laboral del gobierno de Macri tiene un signo opuesto: despidos, persecución ideológica y control social.

La ola de despidos en el sector público abre las puertas para que se sumen a ese movimiento los privados. Bajo el disfraz de la modernización emprendieron el desmantelamiento de áreas estatales, reducción hasta la insignificancia de otras y vaciamiento de programas de políticas públicas específicos, además de desplegar una estigmatización de los trabajadores estatales (grasa militante, ñoquis, vagos) acompañada de una persistente discriminación ideológica.

El bloque de poder económico (grupos locales y extranjeros y la banca) ha convergido tras la meta de redefinir el modo de distribución de la riqueza, que un gobierno “populista” ponía en debate en forma permanente. Detrás del conteo del despidómetro se descubre el objetivo de determinar otra forma de organización socioeconómica que se fue construyendo en los últimos doce años. Retroceso del salario real y debilitamiento del mercado laboral con una tasa de desempleo de dos dígitos es la estrategia para reconvertir una sociedad que “se había acostumbrado a comer barato”, como sinceró la concepción macrista el productor agropecuario y ministro Ricardo Buryaile.

Las tensiones que hoy se detectan en el mundo de la ortodoxia por la disputa acerca de quien es más fanático del ajuste refleja la puja al interior de ese bloque de poder. Luego de conseguir el desplazamiento del “populismo” de la gestión de gobierno, empiezan a divergir las diferentes facciones (la oligarquía agropecuaria, los grupos económicos, el capital extranjero radicado en el país y el capital financiero) “en determinar de qué manera se distribuye el excedente expropiado a los trabajadores con las actuales políticas económicas”, como se precisa en el último documento Cifra-CTA “La naturaleza política y económica de la Alianza Cambiemos”.

El objetivo del macrismo es redefinir el rol del Estado en la economía: desregulación cambiaria, del comercio exterior, de la fijación de precios, de los incentivos a la inversión privada y de sectores de actividad (financiera), para que el libre juego de la oferta y la demanda del mercado determine la orientación de la economía. Es un retroceso del activismo del Estado en la economía para delegar esa regulación en los grupos privados dominantes. Esto es consistente con la ola de despidos de empleados estatales. Los economistas macristas y sus colegas de la city, a quienes se les nota mucho la desesperación por conseguir contratos de asesoramiento en dependencias públicas, comisiones varias o puestos decorativos en la estructura estatal para llegar a fin de mes desahogados, afirman que los “desequilibrios macroeconómicos” se deben al exceso de consumo interno impulsado por los altos salarios y el elevado gasto público. Para abordar esos “desequilibrios” la ola de despidos es clave. La propuesta oficial es disminuir el salario real y el gasto público que fue alimentado por los excesos del intervencionismo estatal.

El ajuste ortodoxo sobre el salario-consumo y gasto público-dimensión del Estado pretende restaurar el “equilibrio”, al que consideran condición suficiente para que se radiquen nuevas inversiones y se impulse el crecimiento económico. “Esta visión desatiende las causas estructurales de la restricción externa tales como el tipo de crecimiento industrial y la elevada fuga de capitales al exterior”, advierte el mencionado documento de Cifra-CTA. Para observar que “las paritarias constituyen la madre de todas las batallas y la reducción de la ocupación la llave maestra que intentarán utilizar para disciplinar a la clase trabajadora. Sin embargo, el escenario no está cerrado y su resultado depende de las relaciones de fuerzas y la activación de las organizaciones sindicales”. La confluencia de la CTA-Yasky y un sector de la CGT en la movilización del 24 de marzo es un oportuno ensayo para frenar la ola.

Nueva encuesta de Aragon, destaca una alta pérdida de credibilidad de Macri


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El consultor Raúl Aragón analizó los primeros meses de gestión en una entrevista para el portal La Tecla.

“Macri incumplió varias promesas. Por ejemplo, afirmó en el programa de Rial que no iba a devaluar y que esa acusación era una mentira de Scioli. La primera medida que tomó fue la de devaluar. Ademas, en sus spots de campaña dice, textualmente: ‘En mi gobierno los trabajadores no pagarán impuesto a las Ganancias'”.

“No sólo no derogó ese impuesto, sino que después de las próximas paritarias pagarán ese impuesto 220.000 trabajadores más. Las promesas de campaña casi nunca se cumplen pero, de nuevo, aquí lo llamativo es que ni la dirigencia política opositora, ni los medios, ni la sociedad civil le exigen que cumpla esa promesa”.

En este contexto, Aragón concluyó que la pérdida de legitimidad de Mauricio Macri “ronda los 20 puntos porcentuales”.

Las cosa será muchísimo más difícil que repetir slogans

Francisco Olivera - LA NACION


El equipo económico de Mauricio Macri acaba de revisar algunas suposiciones que traía desde la campaña. La más importante es que el enfriamiento económico tan temido no se podrá evitar. Estimaciones propias, que venían proyectando para este año un rango de entre crecimiento cero y una caída de 0,5% en el producto se retocaron para peor: la previsión está ahora entre -1,5 y -2%.


Una mala noticia para un gobierno que se entusiasmaba con una reactivación en el segundo semestre. El Presidente acaba de admitirlo en público: su ansiedad lo lleva a veces erróneamente a pensar que podría ir más rápido. Terminó de entenderlo este mes, cuando advirtió una imprevista tercera ola de aumentos de precios que lo llevó a impartir entre sus colaboradores una orden cuyos efectos, tal vez, acorten la paciencia con que las cámaras empresariales lo vienen acompañando: la prioridad será este año frenar la inflación a cualquier costo, independientemente de que esto pueda afectar el nivel de actividad.


Fue un recálculo significativo porque implica, entre otras recomendaciones, desoír algún párrafo del manual de Durán Barba. Por ejemplo, el que aconsejaba no hablar directamente del combate contra la inflación, sino sólo de su objetivo final: "Pobreza cero". El argumento del ecuatoriano había sido siempre que cualquier referencia a contener la escalada de precios remite a "ajuste" o a "enfriamiento". Pero el propio Macri usa ya abiertamente la palabra prohibida, sobre la que ahora anticipa que bajará "drásticamente" en el segundo semestre.


Es probable entonces que los tiempos se alarguen. Que la primera etapa de su plan de gobierno, la que había supuesto sólo para poner en orden extravagancias heredadas y así volver a crecer, se extienda por lo menos hasta fines de año. No todo es tan sencillo en el Estado argentino, donde proliferan capas geológicas con años de intereses múltiples. Y empleo público. Gustavo Lopetegui, uno de los hombres más importantes del gabinete económico, viene instruyendo a todas las áreas a bajar los presupuestos que pidieron, lo que equivale a un ajuste de alrededor de 20% en los respectivos gastos. Pero algunos funcionarios ya han transmitido internamente que es difícil.


El ejemplo más cabal es el de Isela Costantini, presidenta de Aerolíneas Argentinas, que discutió estas cuestiones con Lopetegui a principios de este mes. La ex General Motors espera ahora que le aprueben un plan de negocios más gradual, acordado con los gremios y atenuado con generación de negocios propios dentro de la compañía, como trabajos para terceras empresas en los hangares. Acaba de anunciar, por ejemplo, un acuerdo para repararle ruedas a LAN.


Pero en la Casa Rosada dicen que no alcanza. Es cierto que, aunque pueda resultar doloroso a la pasión estatista local, Aerolíneas Argentinas no es todavía una compañía viable: tiene casi el doble de empleados que las líneas aéreas de su porte y deja casi el 70% de sus pérdidas en destinos internacionales. Sus ganancias vienen más bien de rutas regionales o de cabotaje, principalmente de aquellas en las que vuela sola. Es decir: cuando compite, pierde.


Costantini lo habló también con el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich. ¿Cómo dejar caer rutas internacionales, como le piden, y enfrentarse con los sindicatos? Para no herir susceptibilidades con su pasado reciente en la chilena LAN, ante las primeras diferencias, Lopetegui decidió dejar la conversación en manos de Mario Quintana, el otro coordinador económico. Costantini volvió a reunirse con los dirigentes gremiales, acordó con ellos reducciones de frecuencias a Río Gallegos y a Brasilia y le presentó a Macri un plan alternativo, para el que aguarda ahora una respuesta.


Que los primeros pasos de Cambiemos en el poder, los que pretendían desandar el kirchnerismo, sean más largos equivaldrá también a extender el plazo para los costos políticos. Por ahora, dicen encuestas propias, el 70% de la sociedad acompaña. El índice de confianza del consumidor que elabora la Universidad Di Tella, por lo general coincidente con los resultados de cada elección, sorprendió esta semana con quienes adhieren: el mayor repunte de marzo fue entre los pobres y en el conurbano bonaerense; el menor, entre los de altos recursos y en la Capital Federal.


Hay algunos sectores en los que Macri va, de todos modos, prácticamente a la velocidad que se proponía. En el área energética, por ejemplo, se cumplió con el cronograma y eso tuvo el consecuente impacto en las encuestas: en el Gobierno dicen que, aunque la reducción de subsidios en electricidad avanzó sólo en parte, ya afectó en febrero la imagen tanto de la gestión en general como la del ejecutor de la medida, el ministro Juan José Aranguren, a quien los especialistas en marketing macrista acusan de no haber sabido "comunicar".


Ingeniero más bien abocado a las cosas que a los conceptos, Aranguren tiene un estilo bien divergente del de sus compañeros desvelados por los sondeos. Acaba de pedirle a Macri, por ejemplo, un directorio más "profesional" para YPF, donde ve proliferar a ex funcionarios y técnicos con buena reputación, pero a quienes considera nostálgicos de la vieja petrolera estatal. Su visión al respecto siempre ha sido otra: ve en YPF a un jugador más del sector y, por lo tanto, a una compañía que debe manejarse con criterios de eficiencia privada.


Su última conversación cara a cara con el Presidente, en la que había un tercero, tuvo ya un resultado concreto: el alejamiento de Miguel Galuccio de la conducción de la empresa. El ministro le venía cuestionando al entrerriano aspectos como el nivel de endeudamiento, la perforación vertical y la preferencia por mejorar la producción de combustibles líquidos antes que la de gas, y esas diferencias pesaron más en los últimos días, cuando Aranguren oyó a Galuccio decir públicamente que estaba a favor de mostrar el contrato con Chevron, algo que él cree absurdo desde su paso por Shell, cuando era competidor. La objeción a ese pedido de la Justicia llegó a ser una de las pocas coincidencias que ambos tuvieron durante el kirchnerismo.


"Si estamos empatados, decide el ministro", planteó entonces Macri en la siguiente reunión de Gabinete, con las opiniones en favor y en contra de Galuccio en 3 a 3. Luego de esa bolilla negra, Aranguren le busca ahora a la petrolera un CEO que, pidió, deberá abocarse sólo a la operación de la empresa, lejos del rol institucional de quien será el presidente, Miguel Gutiérrez.


Son decisiones que deberán convivir con un contexto internacional muy adverso y que tampoco auguran horizontes promisorios. Desde esa óptica, y pese a las críticas de sus pares, el ministro de Energía es casi un adelantado de la evangelización Pro: con todo por perder y habiendo digerido el primer tarifazo, entró por la fuerza en la etapa de las soluciones.

Tiempos de distensión entre EE.UU. y Cuba





En paralelo a la emblemática normalización de relaciones con Estados Unidos, Cuba también está discutiendo acuerdos de cooperación con la Unión Europea. Más allá de los diferentes ritmos y condiciones de cada proceso, lo que prima en la isla es el interés por obtener inversiones extranjeras, y en las contrapartes, el deseo de hacer buenos negocios.

anto Estados Unidos como Europa han modificado la estrategia en sus relaciones con Cuba. Alejándose de la política de aislamiento y de sanciones para recurrir al poder blando y a un acercamiento, reaccionan así frente a un cambio que ya se inició hace tiempo en la isla. A través de los lineamientos para una nueva política económica y social, el gobierno de Raúl Castro implementa desde 2006 un proceso integral de reformas. La introducción restringida de elementos del mercado pretende dar viabilidad al socialismo tropical e impulsar un nuevo sector privado con la fuerza de trabajo liberada a partir de los masivos despidos sufridos en las maltrechas empresas estatales. Sin embargo, hasta ahora, esta “actualización de la Revolución” no se refleja demasiado en mejoras concretas de la realidad cubana.

El acercamiento a Estados Unidos y Europa abriga especialmente la esperanza de obtener inversiones extranjeras directas, que se requieren con urgencia y podrían estimular el crecimiento económico (que en 2014, con alrededor de 1,2%, se situó muy por debajo del promedio regional). Como contrapartida de las privatizaciones y las medidas adoptadas para aumentar la productividad, ya se observan nuevas desigualdades sociales.
La modificación en esas relaciones repercutirá en el proceso de reformas y en el tejido social del país. En el marco de sendas negociaciones, uno de los puntos más sensibles sigue siendo la protección de los derechos humanos, un tema en el que hasta ahora solo hay coincidencia precisamente sobre la falta de coincidencias básicas. Más allá de esto, los procesos paralelos de negociación muestran diferencias en cuanto a las condiciones, la constelación de actores, los intereses en juego, los objetivos y el ritmo.

El fin de las hostilidades

El acercamiento a Estados Unidos se pone en escena con una gran simbología, marcada no sólo por la acción del 17 de diciembre de 2014 concertada entre Barack Obama y Raúl Castro, sino también por el intercambio de prisioneros políticos. Se trata, ni más ni menos, del fin de una relación de hostilidad y de la eliminación de una de las últimas reliquias de la Guerra Fría, veinticinco años después de la caída del Muro de Berlín.

Por encima de todas las emociones prevalecen, en ambas partes, claros intereses políticos y económicos: Estados Unidos exige un resarcimiento por las empresas estadounidenses expropiadas por la Revolución; el gobierno cubano hace sus propios cálculos y estima en miles de millones las pérdidas sufridas durante años por su economía como consecuencia del bloqueo. La administración de la isla reclama compensaciones, el fin de la política del embargo y la devolución de la zona de Guantánamo, en la que se encuentra la base militar.

En última instancia, la decisión sobre la supresión de las sanciones depende del Congreso estadounidense de mayoría republicana, que no ofrece ningún tipo de respaldo a la incursión política solitaria de la Casa Blanca. De todos modos, en Estados Unidos e incluso entre los exiliados cubanos, cada vez adquieren mayor fuerza las voces que abogan por un levantamiento del bloqueo debido a los cambios en la isla. Mientras el gobierno cubano anuncia al mundo una nueva ley para inversiones extranjeras, las empresas estadounidenses temen volver a quedarse afuera en el reparto de la torta. Hasta las propias compañías del sector agrícola, caracterizado por una posición conservadora, ahora hacen lobby para normalizar las relaciones comerciales y lograr así el acceso a un mercado con once millones de potenciales consumidores.

Para Estados Unidos, el acercamiento a Cuba también tiene que ver con cuestiones políticas globales y con la propia reintegración a la región. Desde hace tiempo la isla ha dejado de estar perdida como tras la caída de la Unión Soviética, a comienzos de la década de 1990. A partir de entonces, el gobierno cubano ha diversificado activamente sus relaciones internacionales, que van mucho más allá de la unión con Venezuela y los países tradicionalmente aliados del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América). No obstante, una reconstrucción de las relaciones con Rusia resultaría poco oportuna para Estados Unidos.

Los vecinos latinoamericanos, sobre todo, han cerrado filas en la última década detrás del país caribeño para exigir con vehemencia la readmisión de Cuba en la OEA y el fin del bloqueo. A comienzos de 2014 fueron en definitiva Estados Unidos y Canadá los que quedaron excluidos del “encuentro familiar” regional de jefes de Estado, celebrado en La Habana en el marco de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

“Todos somos americanos”, la frase pronunciada en español por Obama el 17 de diciembre, fue un mensaje dirigido a toda la región y significó el preludio de un reordenamiento de las relaciones en el continente americano. Por cierto, poco después, con su posicionamiento respecto a Venezuela, la administración estadounidense dejó en claro dónde estaba el límite del cambio en su política. Lo que en América Latina se tomó como una agresión, Obama quiere que sea entendido como la muestra de haber asumido una nueva responsabilidad en la región.

Su segundo mandato representa una oportunidad histórica para la política de distensión entre Estados Unidos y Cuba. En buena medida, el acercamiento ha tenido un ritmo intenso porque ambas partes saben que el giro político de la Casa Blanca no cuenta con el apoyo de amplias mayorías y que las relaciones podrían ser muy distintas tras las próximas elecciones presidenciales [en noviembre de 2016]. En el discurso pronunciado en la Cumbre de Panamá en abril de 2015, Obama dio en el clavo cuando dijo: “No estamos atrapados por la ideología”, para luego completar la frase señalando: “Al menos yo no lo estoy”.

El fracaso de la “Posición común”

A diferencia de esta gran pirotecnia de orden mundial, la política de distensión entre Cuba y la Unión Europea (UE) muestra un tono más calmo. Por un momento, el acercamiento con Europa incluso pareció quedar atascado. A comienzos de 2015, argumentando una pérdida de confianza, el gobierno cubano había suspendido las negociaciones con Bruselas por tiempo indeterminado. Mientras las delegaciones estadounidenses se reúnen abiertamente en La Habana con representantes de la disidencia, la parte negociadora cubana reacciona con una sensibilidad muy distinta frente a acciones similares adoptadas por la UE.

La Unión Europea negocia desde comienzos de 2014 un acuerdo de cooperación, dirigido a poner fin a la denominada “Posición común”. Este instrumento, que establece como objetivos para un diálogo con Cuba la democratización y la mejora en la situación de derechos humanos, pero también la apertura económica del país, ha sido rechazado por el gobierno en La Habana, que lo considera un planteo orientado al cambio de sistema. Ese contexto impidió durante las últimas dos décadas una colaboración constructiva en la UE. Por ejemplo, Cuba es el único país de América Latina y el Caribe con el cual la UE no ha firmado un acuerdo bilateral. La “Posición común” demostró de todos modos ser ineficaz, en gran medida porque cada vez fueron más los Estados miembros de la UE que la eludieron mediante la celebración de acuerdos bilaterales.

Entretanto, ya predominan las sinergias entre los procesos paralelos de negociación, y el deshielo de las relaciones con Washington también impulsa el acercamiento a Europa. Federica Mogherini viajó a La Habana como máxima representante diplomática de la UE para reafirmar los intereses continentales en la celebración de un acuerdo de cooperación. A su vez, más de cuarenta empresarios acompañaron al secretario de Comercio español para poder asegurarse una participación en el mercado cubano antes del levantamiento del bloqueo. El 11 de mayo de 2015, con la llegada de François Hollande, se concretó asimismo la primera visita a Cuba de un jefe de Estado de Francia. El objetivo era lograr un acuerdo antes de fin de año, aunque el jefe negociador de la UE, Christian Leffler, destaca una y otra vez que ambas partes prefieren alcanzar un buen acuerdo a uno rápido. A diferencia de Estados Unidos, Europa nunca cortó por completo las relaciones con La Habana, ni siquiera en los momentos más gélidos, y tanto la UE como sus países miembros siempre mantuvieron embajadas en la isla.

Mientras el acercamiento a Estados Unidos busca poner fin a una confrontación de décadas y establecer instrumentos fundamentales para la resolución de conflictos entre ambos países, la UE y Cuba ya negocian una futura cooperación. Europa es, después de Venezuela, el principal socio comercial de Cuba. Gran parte de las inversiones extranjeras en la isla proceden actualmente de Estados miembros de la UE, y alrededor de un tercio de los turistas son europeos. En el marco de estas relaciones ya establecidas, la UE puede ofrecer un apoyo constructivo al proceso de reformas en Cuba.

De manera similar a lo que ocurre con los enfoques políticos progresistas provenientes de países latinoamericanos vecinos, también podrían ser de gran utilidad los modelos sociales europeos y algunas enseñanzas obtenidas a partir de las propias experiencias de transformación en Europa Oriental. 

Cultura del Telegrama de Despido

Por Horacio González *


¿En qué difiere un Ministerio de Modernización de un Ministerio de Propaganda o un Ministerio de Automatismo de las Conciencias? ¿Quiénes lo componen? ¿Dónde se reúnen? ¿Cómo hablan? ¿Qué horarios frecuentan? Algo, muy poco, sabemos de ellos. Porque en verdad, ofrecen un espectáculo nuevo. Despiden científicamente a empleados públicos, con un procedimiento que tiene varios pasos, que cumplen con rigor profesional y con la fatídica fe racional de los Cruzados. Primero generan un pánico indefinible, disgregan a la comunidad laboral con acusaciones groseras, en cuyo centro colocan injurias como las que pocas veces recibieron los trabajadores en este país. Luego, en medio de la tensión insoportablemente creada, mandan los telegramas, las sentencias y epigramas del Moloch ministerial, con su cabeza de ternero y sus fauces abiertas esperando devorar carne de empleado público. Acaba de ocurrir en la Biblioteca Nacional, a pesar de los recientes, numerosos y valiosos testimonios públicos sobre la tarea innovadora allí desarrollada en los últimos años. Tareas de creación de lectores, investigaciones internas y externas, digitalización y actualización del patrimonio, indagaciones precisas sobre la lengua nacional, presencia activa en el interior del país, exposiciones originales, edición de libros, reposición de la memoria publicística argentina, recopilación de archivos, creación de escuelas internas y talleres para el público general, convenios multiplicados con toda clase de instituciones y bibliotecas internacionales. ¿Quiénes son los dirigentes que tomaron decisiones que afectan a tantos trabajadores a los que primero insultaron para después sacrificar? Se dicen técnicos, pero es el nombre que prefieren como módicos sacerdotes depuradores, educados en cultos correccionales de refinada crueldad. Ahora entran a los establecimientos públicos con guardaespaldas. Estos también son técnicos.

Los despidos masivos crean parias sociales, destruyen instituciones, corroen el espíritu público, generan odio y confieren oscuros poderes a quienes luego se ofrecen para “negociar reincorporaciones”. Y todo ello contribuye, y ya lo han logrado, a vaciar la Biblioteca Nacional, a despellejarla viva, a convertirla en un shopping de la globalización y a vanagloriarse de reeducarnos sobre la lectura de Borges, repuesta por la anterior administración que representábamos, desde las formas más originales de las que dispone la crítica argentina. Creíamos que venía un comprensible relevo, en una institución que iba a ser respetada y dirigida por un escritor que ha elaborado una obra bien considerada en los ambientes intelectuales de otros países. Pero no sabemos de qué central sigilosa de fallos y dictámenes sobre la vida de los otros, salieron los telegramas. Si fueron de la misma máquina de escribir con la que Alberto Manguel escribe sus delicadas investigaciones, es grave, no deja indemne su figura. Que esté a 15.000 kilómetros de distancia empeora el hecho, pues el estilo de los distraídos que llegan después de la tempestad, está bien analizado y repudiado en la literatura universal que sin duda él conoce. Si salió de alguna autoridad transitoria local, en cambio, es igualmente innoble, pero afecta al gremio de Bibliotecarios del país y a la Universidad, dos instituciones de las que esa supuesta autoridad vicaria forma parte. Porque una medida así no tiene solo como responsable a la Razón Modernizadora Abstracta. Hay firmas, decretos, resoluciones, acuerdos explícitos o implícitos, y sigilosas reuniones. Una obtusa inteligencia decidió que había sobras, sebo, chicharrón o lubricantes excesivos en el Estado.

Ante ello el Ministerio de Cultura tomó una medida bien cultural, la única que hasta ahora se le conoce: creó la Cultura del Telegrama de Despido. Los envía con la firma de la “Biblioteca Nacional”. Podemos afirmar que este Ente, en toda su historia, que es conocida, compleja y necesaria bajo la forma activa que ahora había adquirido, fruto del esfuerzo de muchísimas personas –trabajadores, lectores, espectadores, investigadores–, no envía telegramas desde la sequedad de sus gruesas paredes de cemento. No cuenta con ese Protocolo en tanto Edificio. Esos telegramas están sostenidos en rostros agrios, necias convicciones y funcionarios desmañados que creen estar autorizados para convivir con su propia conciencia fallida. O no leen a Borges o no saben leerlo. Borges educa sobre una conciencia irónica, paradojal y complementaria de su propia revocación. Con ávidos cálculos, estadísticas groseras y excusas insensibles, los panfleteadores de Telegramas coronan así la paralización del Estado y el desconocimiento de los derechos laborales. Lo que es más difícil decir es cómo podrán subsistir sus pobres certezas ante el examen al que tarde o temprano los someterá la conciencia democrática del país. Han despedido personas, han despedido a la Biblioteca misma en su dignidad laboral y de su lugar en la historia cultural argentina.

* Sociólogo y escritor, ex director de la Biblioteca Nacional.