CAMPAÑAS POR LA JEFATURA DE GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES ELECCIONES DEL 24 DE AGOSTO DE 2003


La ciudad de Buenos Aires es un distrito político especialmente codiciado, y la lucha por la jefatura de gobierno siempre garantiza una campaña publicitaria feroz.

Aníbal Ibarra salió a la cancha "con los tapones de punta" en dos afiches : "Para defender la ciudad" y otro con un obelisco y un código de barras que decía "No te vendas Buenos Aires". Llama la atención el uso de esta estrategia admonitoria que viene bien para rastrillar indecisos en un fin de campaña, pero no suele usarse al comienzo. Otra cosa sugestiva -en la que nadie reparó- es que estas primeras piezas estaban firmadas por el Frente Grande, en tanto las siguientes las rubricó "Fuerza Porteña". Para más, en la folletería y los afiches "ibarristas" no aparecían teléfonos, direcciones ni página web que nos pudieran aclarar dudas básicas como ésta.
Todo publicitario estudió que si un desodorante hace años está en el mercado y no se sabe qué hacer para que la gente lo siga comprando, sencillamente se modifica un poco el envase y se le agrega la palabra "NUEVO!". Es un antiguo recurso, pero jamás se hubiera imaginado que se lo traslade de modo lineal a la publicidad política como en el "NUEVO IBARRA". ¿Será que el creativo relacionó "Ibarra" con "desodorante en barra", de la misma manera que antes pensó en un "código de barras"? Muy lacaniano todo ésto, mejor lo dejamos ahí...
El partido de Ibarra utilizó una gráfica en solo dos colores, naranja y negro, tal vez para sugerir austeridad, aunque el volumen de lo producido no indica lo mismo. "Mucha experiencia, mucho futuro" fue la siguiente apelación, cuyo sentido fue rápidamente modificado mediante unas económicas fajas de propaganda gris.


El empresario Mauricio Macri ya había lanzado diversos afiches en la época de la campaña presidencial, uno de ellos pretendía ser chistoso :-( en tanto otro al menos realizó la obra de guarecer del frío a este homless, y luego siguieron los motivos "pasión por hacer" y "progreso para todos" a los que el adversario también les pegó fajas cambiándoles el sentido: "Pasión por hacer dinero" y "Progreso para papá".

Un inteligente detalle son las campañas segmentadas por barrios, como estas afichetas que proponen un hospital en Lugano, capitalizando un antiguo anhelo de los vecinos.

Hacia el 28 de julio salió la fuerte embestida de los contundentes y efectivos mensajes tipográficos "cuatro años". El "sabe como generar empleo..." remite a la publicidad de Kirchner "sabe cómo hacer un país en serio".

La estrategia televisiva de Macri puso como ejemplo su acción como presidente de Boca Juniors -¡y no en alguna de sus empresas!- en un esfuerzo por extrapolar esa gestión en un club a toda la ciudad.

Tanto Macri como Ibarra se veían en los comerciales con la vista clavada en el telepronter leyendo sus impostados discursos, en ambos casos faltaba esa espontaneidad capaz de transmitir convicción al elector.

El 29 de julio -día de ñoquis- se pegaron afichetas y se repartieron las estampitas de San Ñoqui, simpática campaña gris que -si los creativos de Ibarra lo hubieran pensado- podría retrucarse de varias maneras efectivas.

Mientras Macri pensaba en Boca, los agresivos afiches de Caram durante la interna radical parecían riverplatenses, con letras "catástrofe" en rojo furioso, pero al presentarse como candidato a jefe de gobierno se lo vio mucho más prolijo y menos "juvenil" en la foto, sobre un fondo azul con textos reflexivos cuyo estilo tiene cierto tufillo a la anterior campaña de López Murphy.




Y, ya que lo nombramos, "PATRICIA VA", luego de proclamarse "primera jefa de gobierno" y "una jefa de gobierno, la nuestra" con una gráfica que fue mudando de colores y estilo como si estuviera en una continua búsqueda de personalidad.

"Perservera y triunfarás" parecería ser el apotegma del infatigable Ricardo Mussa, quien tras perder como presidente se lanzó por la jefatura de la ciudad aunque próximamente -a no dudarlo- lo tendremos como candidato a algún otro cargo.


A destacar es la campaña de los humanistas, en esta ocasión mostrando una mayor inversión publicitaria que en períodos electorales precedentes, con una línea gráfica original y coherente, "otra sensibilidad" proponían desde los

afiches, y un vistazo a los retratos de su web deja la impresión de ser candidatos diferentes al resto. Anuncian derechos humanos y ecología, no tanto educación ya que en su web se leía "suscribirce".

La izquierda se presentó muy dividida, pero en cambio sus afichetas eran casi iguales y pegadas a cómo de lugar, al punto que Echegaray (IU) parece integrar "el equipo Derby" y Ramal (PO) pegó su retrato cabeza abajo. Las más atractivas son las afichetas de Vilma Ripoll (49 años), cuyo agradable look evidencia un elogiable trabajo de producción fotográfica.

Los pulcros afiches socialistas proponen "un médico para la ciudad", presentando la candidatura del cirujano Jorge SELSER (¿estará a favor del ALCA?). Poco después fijó el motivo "un fiscal para la salud", cuya intencionalidad ignoramos, ya que es muy similar al anterior.

LOS AFICHES DE LA DISCORDIA

El 11 de agosto, el apoderado legal de Compromiso para el Cambio, José Torello, presentó una denuncia judicial contra Aníbal Ibarra por infracción a la Ley Electoral exigiendo el retiro inmediato de la vía pública de afiches en que los candidatos de Fuerza Porteña difunden actos de gobierno como si formaran parte de su campaña, en alusión a estos afiches sobre la inauguración de estaciones del subterráneo. La denuncia deja constancia de que los afiches fueron impresos por Sisto & Lemme, ligada al actual Secretario de Medios de Comunicación de la Nación, Enrique Albistur. Este último argumento resulta poco consistente, ya que Sisto & Lemme, como imprenta especialista en afiches, realiza también trabajos para multitud de sectores políticos muy ajenos al oficialismo.


Zamora, tercero en las encuestas, comparativamente desplegó una escasa publicidad en la calle, como estas afichetas con la curiosa consigna "Caminamos preguntando" (¿preguntando qué?). En las semanas previas al comicio, el titular de "Autodeterminación y Libertad" en vez de buscar un perfil que realce su candidatura, sumó su granito de arena a la guerra de agresiones planteando "Ni Macri, ni Ibarra".

El PTS sacó afichetas estilo "dark", con una tipografía y resolución gráfica que le dan un toque de originalidad, y el título reivindica los sucesos del 20 de diciembre de 2001, con todo lo que ello implica.

Por su parte, Montenegro (el candidato del estruendoso camioncito) salió a la calle con sus afiches en apoyo al Cnel. Seineldín y también incorporó un Ford-T a su original campaña. Impagable el afiche "no siga manteniendo vagos"

En agosto, todos los candidatos buscaron achicar diferencias en las encuestas dando entrada en los afiches a los integrantes más conocidos de sus listas, (Caram con Nito Artaza; Ibarra con Telerman y La Porta, Macri con varios de su equipo; en tanto Claudio Rodríguez (Fuerza Porteña) prometía "Ningún hogar pobre en Argentina", extendiendo su proyecto a todo el país y los afiches fondo negro de Bonasso apelaban a la esperanza.

Los afiches ibarristas que decían "Algunos quieren una sociedad anónima, nosotros una sociedad justa" fueron demasiado tibios para contrarrestar el "Ya perdimos 4 años" de Macri.

Por eso el 11 de agosto Ibarra sacó su carta decisiva apareciendo junto a Kirchner, mientras simultáneamente se pegaban unos afiches de propaganda gris que decían "Macri = Menem". La rápida contestación opositora estuvo en los motivos "Fernando y Aníbal duermen la misma siesta".

El debate televisivo entre los principales candidatos realizado el 13 de agosto provocó la pegatina de afichetas casi pueriles donde Ibarra y Macri se atribuyen haberlo ganado. De una cosa estamos seguros, solo perdió la ciudad, cada vez más sucia por esta feroz confrontación de campañas informales.



Espacio de publicidad oficialista: NUEVOS JUEGOS PARA NIÑOS

En tanto las diversas fuerzas políticas se disputaban la jefatura de gobierno, los espacios verdes porteños habian sufrido cambios. Aún quedan las rejas que nos legó De La Rúa, pero ya sin esos opresivos candados de bronce, así como tampoco están más los monumentos de bronce ni las placas de bronce que los evocaban. Ahora los pedestales de cemento contribuyen a desarrollar la imaginación infantil, donde los niños pueden jugar a ser los próceres que prefieran, sin ninguna placa o busto que ponga límites a su sana creatividad.