Todas las encuestas


Al igual que ocurrió con las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), se difundieron los sondeos de pocas encuestadoras. Nuevamente González y Valladares/MGMR, Poliarquía y Management & Fit fueron las más destacadas a partir de su cobertura de las elecciones tanto en territorio bonaerense como porteño así como por la renovación de sus relevamientos.
Las encuestadoras no dudan en señalar que Sergio Massa, candidato del Frente Renovador, volverá a imponerse en territorio bonaerense. Así lo afirman los cinco sondeos de opinión sobre tendencia electoral que han sido publicados en los principales matutinos hasta el momento.
La incertidumbre gira en torno a la diferencia que logrará el intendente de Tigre sobre el candidato del Frente para la Victoria (FPV). Todas acuerdan en señalar que Massa ampliará la brecha con respecto a las PASO aunque solamente una lo ubica 10 puntos por encima de Martín Insaurralde.
A fines de septiembre el candidato del Frente Renovador figuraba en todos los sondeos con una ventaja superior a los dos dígitos. La merma en la diferencia puede que sea la razón por la cual Massa volvió a insistir con la re-reelección como tema de campaña el pasado fin de semana.
Resta saber el impacto que tendrá el estado de salud de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ya que todas las encuestas conocidas fueron difundidas antes de su internación y posterior operación.
En Capital, se consolidó en el primer lugar Gabriela Michetti del PRO entre los aspirantes al Senado. De acuerdo a los tres sondeos conocidos, la candidata supera cómodamente a Fernando "Pino" Solanas de UNEN, la fuerza más votada en las PASO. El cinesta disputa el segundo lugar y la tercera banca con el candidato del Frente para la Victoria Daniel Filmus.
En Diputados pelean Sergio Bergman (PRO) y Carrió (UNEN) por la primera posición mientras que Cabandié (FPV) figura consolidado en el tercer lugar. Las encuestas conocidas hasta el momento son previas a la difusión de los videos que muestran al candidato kirchnerista discutiendo en un control vehicular y será interesante ver si se altera su intención de voto.
Tal como ocurrió con las primarias, la escasa difusión de sondeos en los diarios a menos de dos semanas de las elecciones del 27 de octubre es el dato saliente a esta altura de la campaña electoral.
Las encuestas de Poliarquía (Capital y provincia), Management & Fit (Capital y provincia), González y Valladares/MGMR (Capital y provincia), Aresco (provincia) y OPSM (provincia) son las únicas publicadas en las páginas de La Nación, Clarín, Perfil y Página/12 hasta la fecha.
Como sucede antes de cada elección, Diario sobre Diarios (DsD) presenta todas las encuestas para que los lectores puedan contemplar el posicionamiento mediático de los diferentes candidatos en base a los sondeos de consultoras especializadas publicadas en los matutinos. Así lo ha realizado DsD en los últimos diez años.

 

Provincia de Buenos Aires


Diputados

Diputados por la Provincia de Buenos Aires

Blanco nulo
Indecisos
Ficha técnica
Public. en:
Aresco
37,5%
29,1%
11,9%
8,7%
4,3%
s/datos
s/datos
s/datos
2015 casos
MGMR / González y Valladares
42.1%
35.2%
14.1%
4.9%
2.8%
s/datos
s/datos
s/datos
950 casos
Management & Fit
39.3%
28.7%
10.2%
8.5%
3.6%
0.7%
s/datos
s/datos
800 casos
OPSM
37.7%
31.2%
11.0%
8.7%
s/datos
s/datos
s/datos
s/datos
+ de 1000 casos
Poliarquía
39.8%
32.3%
11.7%
6.3%
3.9%
s/datos
s/datos
s/datos
1727 casos












Todas las encuestas ubican a Sergio Massa en primer lugar
González y Valladares/MGMR, Poliarquía, Management & Fit, Aresco y OPSM no tienen dudas en marcar que el candidato del Frente Renovador será el ganador en la provincia de Buenos Aires. Todas señalan también que Martín Insaurralde marcha segundo.
González y Valladares/MGMR es la consultora que mayor intención de voto le otorga al intendente de Tigre con 42,1% y es la única que lo coloca por encima del 40%. Le siguen Poliarquía (39,8%) y Management & Fit (39,3%). Los sondeos más antiguos de Aresco (37,5%) y OPSM (37,7%) son los que peores guarismos registraron.
La dupla de consultores que trabaja con Perfil también es la que mejor posiciona a Insaurralde con un 35,2%. Poliarquía (32,3%) y OPSM (31,2%) son las otras dos empresas que ven al candidato del FPV por encima de lo obtenido en las PASO. Management & Fit (28,7%) y Aresco (29,1%), en cambio, establecen diferencias con sus colegas y colocan al intendente de Lomas de Zamora por debajo de lo obtenido en las primarias.
Management & Fit es la que mayor distancia observa entre ambos candidatos con un 10,6%. Aresco (8,4%), Poliarquía (7,5%), González y Valladares/MGMR (6,9%) y OPSM (6,5%), en cambio, registran que la brecha gira en torno a los 7 puntos porcentuales.
En ninguno de los sondeos se aclaró cuál es el número de indecisos.
A diferencia de lo que ocurrió en la previa a las PASO, todas las encuestas coinciden en marcar que la candidata del Frente Progresista, Margarita Stolbizer, repetirá su actuación en las primarias y cosechará el tercer lugar entre las adhesiones de los votantes.
González y Valladares/MGMR es la que proyecta el mayor caudal de votos para la candidata con un 14,1%. La dupla también es también la que mayor diferencia marca con Insaurralde al ubicarla 21,1% por debajo del candidato kirchnerista.
Aresco (11,9%), Poliarquía (11,7%), OPSM (11%) y Management & Fit (10,2%) le otorgan a Stolbizer una intención similar a lo logrado en las primarias (11,13%). Aresco (17,2%) y Management & Fit (18,5%) son las únicas que ven a la candidata del Frente Progresista a menos de 20 puntos porcentuales de Insaurralde.
De Narváez marcha cuarto según todos los sondeos. Y todos marcan que obtendrá menos votos que en las primarias
Aresco (8,7%) y  OPSM (8,7%) son los que mayor intención de voto le otorgan. Sin embargo, vale aclarar que ambos relevamientos fueron difundidos apenas dos semanas después de las PASO. Entre los sondeos más recientes sólo Management & Fit (8,5%) señala un guarismo similar. Para González y Valladares/MGMR (4,9%) y Poliarquía (6,3%), en cambio, De Narváez perderá aún más adhesiones y estará más cerca del quinto lugar, ocupado por Néstor Pitrola del Frente de Izquierda (FIT), que de Stolbizer.
De los datos divulgados surge que los primeros tres candidatos mejorarán sus desempeños mientras que De Narváez caerá al desdibujarse su rol como principal candidato opositor al Frente para la Victoria en la provincia, factor aprovechado en las legislativas de 2009. Quien mejor capitalizaría esta fuga de votos es el candidato del Frente Renovador, lo que explica el crecimiento de la brecha con Insaurralde.
Nuevamente se conocen pocos sondeos sobre el distrito más importante del país.
Otra vez Perfil inició la difusión de sondeos apenas una semana después de las PASO y actualizó sus datos en dos oportunidades en las páginas del bisemanario. A fines de agosto se sumaron Aresco y OPSM en Clarín. En septiembre comenzaron a conocerse los primeros sondeos de Poliarquía, en La Nación, y Management & Fit, en Clarín. Curiosamente la última encuesta de Poliarquía fue dada a conocer por Página/12 a mediados de la semana pasada.

Ciudad Autónoma de Buenos Aires


Senado

Senadores CABA

Blanco nulo
Indecisos
Ficha técnica
Public. en:
MGMR / González y Valladares
40.1%
24.9%
25.9%
2.9%
4.3%
1.9%
s/datos
s/datos
900 casos
Management & Fit
32.7%
22%
24.8%
3%
2.6%
2%
s/datos
s/datos
1000 casos
Poliarquía
39.6%
22.5%
21.6%
3.3%
3.1%
1.3%
s/datos
s/datos
2380 casos












Las tres consultoras que divulgaron datos sobre la ciudad acuerdan en señalar como clara ganadora de las próximas elecciones a la lista de Senadores del PRO encabezada por Gabriela Michetti.
Es la única que supera el 30% en todos los sondeos e incluso podría alcanzar el 40% según González y Valladares/MGMR (40,1%). Poliarquía (39,6%) y Management & Fit (32,7%) también coinciden en marcar que Michetti mejorará su performance en las PASO (31,39%) gracias a una parte de los votos logrados en agosto por los precandidatos de UNEN Alfonso Prat-Gay y Rodolfo Terragno.
La diferencia con el segundo oscila entre los 17,1% que observa Poliarquía y los 7,9% que marca Management & Fit. Más allá de estas diferencias, ninguna duda que el PRO obtendrá dos senadores por la ciudad de Buenos Aires.
El segundo lugar aparece disputado por Fernando Solanas, de UNEN, y Daniel Filmus, del FPV. González y Valladares/MGMR (25,9% a 24,9%) y Management & Fit (24,8% a 22%) se inclinan a favor del cineasta, mientras que Poliarquía (22,5% a 21,6%) marca una leve ventaja a favor del ex ministro de Educación.
De acuerdo a estos guarismos, Filmus superará lo logrado en las PASO (19,85%) y cruzará la barrera del 20%. En el caso de Solanas el crecimiento es aún mayor ya que duplicará su desempeño (13,27%) aunque no logrará capturar todos los votos obtenidos por UNEN, que superaron el 30% y la colocaron como la fuerza más votada en las primarias.

Ciudad Autónoma de Buenos Aires


Diputados

Diputados CABA

Blanco nulo
Indecisos
Ficha técnica
Public. en:
MGMR / González y Valladares
32.9%
33.5%
21.1%
4.2%
4.3%
3.2%
s/datos
s/datos
900 casos
Management & Fit
26.2%
29.2%
20.5%
3.7%
2.7%
1%
s/datos
s/datos
1000 casos
Poliarquía
30.6%
28.2%
20.6%
5.3%
5%
1.6%
s/datos
s/datos
2380 casos












Sergio Bergman y Elisa Carrió figuran disputando el primer lugar de acuerdo de los sondeos conocidos.
González y Valladares/MGMR (33,5% a 32,9%) y Management & Fit (29,2% a 26,2%) ven a la candidata de UNEN como ganadora el próximo 27. Poliarquía (30,6% a 28,2%), por su parte, estima que el candidato del PRO encabezará la lista más votada. La diferencia entre ambos no supera los 3 puntos en ninguno de los casos.
Las tres empresas asignan al rabino guarismos similares a los obtenidos en las primarias (27,54%). A diferencia de Michetti, Bergman no logra capitalizar los votos que fueron a los precandidatos de UNEN en las PASO.
En el caso de Carrió, las consultoras estiman que la ex candidata presidencial será más eficaz que Solanas a la hora de fidelizar los votos que obtuvieron los otros candidatos del frente UNEN en las primarias. Por ello, dan por descontado que mejorará su desempeño al menos 10 puntos y que saltará del tercer lugar a disputar el primero.
El candidato del FPV, Juan Cabandié, marcha tercero. González y Valladares/MGMR (21,1%), Poliarquía (20,6%) y Management & Fit (20,5%) indican que superará por poco el 20% y prevén un leve crecimiento en relación a las primarias (18,99%).
Management & Fit es la que menor diferencia marca con el segundo lugar con una distancia de 5,7% con respecto a Bergman. González y Valladares/MGMR (11,8%) y Poliarquía (7,6%) ven aún más lejos a Cabandié de encabezar la segunda lista más votada.

Ciudad Autónoma de Buenos Aires


Legislatura

Legisladores CABA

Blanco nulo
Indecisos
Ficha técnica
Public. en:
Management & Fit
19.9%
18.6%
11.3%
2%
12.4%
0.8%
1.2%
2.3%
1%
s/datos
22.5%
s/datos















En la única encuesta conocida hasta el momento, Management & Fit indicó que Iván Petrella, candidato del PRO, encabeza la intención de voto con el 19,9%. Apenas por debajo se ubicó Jorge Taiana, del FPV, con el 18,6%.
De acuerdo al relevamiento, el tercer lugar es disputado por Graciela Ocaña, de Confianza Pública, y Gustavo Vera, de UNEN. La ex ministra de Salud tiene el 12,4% de intención de voto mientras que el titular de La Alameda cosecha el 11,3% de las adhesiones.
El caso de Ocaña se destaca ya que supera el 10% pese a que su fuerza política sólo se presenta en la categoría de legisladores porteños. En el caso de los otros tres candidatos, solamente Taiana mantiene una intención de voto cercana a la que logra el FPV en las otras dos categorías en disputa mientras que Petrella y Vera registran valores inferiores a los restantes candidatos de sus fuerzas políticas.
El dato saliente del sondeo es el número de indecisos (22,5%) ya que supera la intención de voto de cualquiera de los candidatos. Por ello mismo, esta encuesta constituye una aproximación a lo que pueda ocurrir el 27 de octubre. La distribución de los indecisos y el impacto del corte de boleta definirán los posicionamientos finales en esta categoría.
Lejos de los primeros lugares, Management & Fit ubicó a Fabio Basteiro (2,3%), de Camino Popular, y a Marcelo Ramal (2%), del FIT, en quinto y sexto lugar respectivamente.



Obama: "Si no les gusta nuestra política, argumenten y ganen las elecciones"

El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, habló hoy después de que el Congreso aprobara el presupuesto para el año que viene y evitara así el default, 16 días después del cierre del gobierno, y desafió a los republicanos: "Si no les gusta una determinada política o un presidente en particular, argumenten su posición y ganen una elección".
Obama se dirigió a los republicanos y los desafió a ganar las elecciones.
Obama se dirigió a los republicanos y los desafió a ganar las elecciones.
Desde la Casa Blanca, el mandatario llamó a reflexionar sobre lo sucedido estas dos semanas, y atribuyó el shutdown a ciertos sectores que se dedican a hacer "politiquería". "No hay una razón económica detrás de la parálisis del gobierno federal", afirmó Obama, y agregó: "Hay algunos miembros que querían el cese de operaciones administrativas del gobierno".
"Si no les gusta una política o un presidente, argumenten su posición, ganen una elección, hagan presión, pero no quebranten lo que vienen haciendo nuestros antepasados ni el mandato de los estadounidenses", expresó el presidente norteamericano, visiblemente enojado.
"Las últimas semanas han dañado a nuestra economía"
Obama destacó también que en el conflicto "no ha habido ningún ganador", ya que "las últimas semanas han dañado a nuestra economía". Por este motivo, afirmó: "No me sorprende que la gente esté harta de Washington. Tenemos que volver a ganarnos la confianza del pueblo estadounidense".

"El que no entiende el peronismo no entiende la Argentina"

¿Cuál es el secreto para llegar a los 90 años? La respuesta la tiene el físico, filósofo y epistemólogo Mario Bunge. "Es facilísimo . Primero, es cuestión de llegar a los 89 años. Después se le agrega uno y se llega a los 90. ¿Y cómo se llega a los 89? Trabajando siete días por semana, aprendiendo todos los días alguna cosa y absteniéndose de fumar, de beber y de leer a los posmodernos, es decir, absteniéndose de consumir tóxicos, sean materiales o espirituales."

-Muchos encuentran rasgos parecidos entre los gobiernos de los Kirchner y el primer gobierno peronista. ¿Es así?
-No lo sé. En la época del primer peronismo, y durante muchos años, yo fui gorila porque en el terreno de la cultura el peronismo no dejó nada positivo. Al contrario, arrasó con lo poco que había. Pero con el correr del tiempo comprendí que el peronismo tenía algunos aspectos buenos.
-¿Por ejemplo?
-El voto de la mujer, transformar los territorios en provincias, hacer un plan de construcción de empresas hidroeléctricas. Hablar sobre la reforma agraria estuvo bien, pero no la hizo. Prometió una cantidad de cosas que no realizó y así engañó a mucha gente. Ya no soy gorila, aunque lo fui, y el motivo principal fue porque Perón degradó la educación y la cultura y, además, realmente no fue muy democrático.
-¿Entonces dice que ya no es gorila?
-No, soy mono tití (risas). No soy ni gorila ni chimpancé.
-¿Y qué cambió en usted?
-Eramos tan apasionadamente antiperonistas que no fuimos capaces de hacer un análisis objetivo del peronismo. Más aún, usábamos categorías políticas europeas. Creíamos que el peronismo era una forma de fascismo. Y no lo es: es original, es un tipo de populismo. Creíamos también que Perón era bruto. Es falso. Era inteligente, no sólo habilidoso, y tenía cultura histórica, al fin y al cabo era profesor de historia militar en el Colegio Militar. Lo menospreciamos y por eso no lo entendemos. Gino Germani, que fue el fundador de la sociología moderna en la Argentina, se fue del país en 1966 y al año siguiente me visitó en Montreal. Le pregunté: "¿Por qué te fuiste de la Argentina? ¿Por la persecución? No -me dijo-, me fui porque fui incapaz de entender al peronismo. Todavía hoy no lo entiendo". Y es así: quien no entiende al peronismo no entiende el país.
-La incomprensión del peronismo es casi lógica, por ejemplo, cuando se ve que conviven la izquierda, la derecha, el centro.
- Sí, pero hay ciertos aspectos que son muy originales. Por ejemplo, Perón quiso modernizar la Argentina. También otros militares progresistas como el general Savio o como el fundador de YPF, el general Mosconi. El partido dominante, conservador, no quería modernizar nada.

-En la Argentina tenemos siempre la sensación de estar comenzando una etapa nueva que nunca es exitosa. ¿Hay responsabilidad de los dirigentes o de toda la sociedad?
-Es una característica argentina: destruir y empezar después de nuevo.
-¿Y a qué lo atribuye?
-No lo sé.
-Entiende más al peronismo que a la sociedad argentina...
-Me fui hace más de medio siglo del país. Estoy mucho más enterado de la política norteamericana y canadiense que de la argentina. Y éste es un país muy complejo, mucho más que los Estados Unidos. Allá hay un solo partido con dos alas: el ala republicana y el ala demócrata. Y, a su vez, el ala demócrata se divide en dos partidos, republicano y demócrata (se ríe).
-Lo que no cambia en usted es su enfoque muy crítico de los Estados Unidos.
-Sí, aunque insté a mis dos hijos canadienses a que fueran a estudiar a los Estados Unidos porque las universidades son mejores que las canadienses. Ser completamente antigringo es absurdo, es de reaccionario: en Estados Unidos está lo mejor junto con lo peor.
-Quizá esté más cómodo en Estados Unidos que en Europa porque allí hay más pensadores posmodernos... ¿Tanto le molestan?
-Sí, paralizan el pensamiento. Cuando se repiten frases imbéciles como las de [Martin] Heidegger, o demenciales como las de [Edmund] Husserl, o muchas de [Georg] Hegel, no se puede pensar en forma racional. Por ejemplo, la definición que da Heidegger en su gran libro El ser y el tiempo : "El tiempo es la maduración de la temporalidad". O en su Carta sobre el Humanismo dice: "El ser es ello mismo". ¿Qué significa todo eso? Absolutamente nada. Es para engrupir a la gilada.
-¿Y usted se considera moderno?
-Soy preposmoderno (risas).
-Si critica a aquellos filósofos, ¿qué queda para los actuales? ¿Respeta a alguno?
-Los pensadores profundos hoy están refugiados en la matemática, la física, la química, la teología y en algunas ciencias sociales como la historia o la sociología. También faltan pensadores profundos en la economía: no hay ningún economista, de izquierda o de derecha, que le llegue a los talones a John Maynard Keynes, el fundador de la macroeconomía moderna. No hay nuevas teorías: falta un nuevo Keynes que no les tenga miedo a las matemáticas, a la estadística.
-¿Por que lo decepcionó el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama?
-No cumplió ninguna de sus promesas y, además, cometió un acto inmoral: aceptar el Premio Nobel de la Paz al mismo tiempo que era comandante en jefe de dos ejércitos invasores. Más aún: reforzó la cantidad de soldados en Afganistán y no cerró ninguna de las 860 bases militares que tiene Estados Unidos en el extranjero.
-¿Le parece que Obama nunca tuvo intención de hacerlo o se encontró con una maquinaria que se lo imposibilitó?
-Los científicos sociales no deberían especular sobre la mente de los personajes. Sabemos que cuando entró en la Casa Blanca, Obama entró en una prisión muy bien custodiada por la enorme burocracia, los militares, el Partido Republicano y la derecha de su propio partido. Tiene las manos atadas, pero en su caso yo habría denunciado eso y habría renunciado a la presidencia. Porque él llegó al poder con la consigna del cambio y nada esencial puede cambiar por los intereses creados, por la corrupción profunda.
-Algunos imaginaron que la crisis financiera internacional iba a permitir que surgiera un capitalismo distinto, más "sensible". ¿Estamos a tiempo de esperar algo semejante?
-Hubo cosas positivas y negativas. Hay que empezar por averiguar por qué China y la India son los dos únicos países en el mundo cuya economía ha crecido en los últimos doce meses. Ambos son proteccionistas y no son neoliberales. La India se ha salvado de los tsunamis financieros, en particular, porque regula el mercado financiero y no permite las especulaciones. Y a China le falta democracia, pero también está avanzando en ciencia y técnica a pasos agigantados. A propósito de esto, ¿sabe cómo se manejan la finanzas internacionales en este momento? Hay un cuento que lo ilustra. En un pueblo turístico de Europa, llega de pronto un alemán muy rico al único hotel del lugar, deja en el mostrador un billete de cien euros y le dice al dueño: "Me gusta mucho el lugar y quiero estudiar la posibilidad de pasar una semana acá. ¿Me permite mirar las habitaciones?" "Sí, suba, las habitaciones están todas abiertas", le responde el dueño del hotel, que sale corriendo y le lleva el billete de cien euros al carnicero para saldar una deuda. El carnicero sale corriendo con el billete para pagarle al proveedor de alimentos para sus cerdos. A su vez, el proveedor de alimentos para cerdos va corriendo con ese billete y le paga a la prostituta una deuda por sus servicios. La prostituta toma el mismo billete de cien euros y lo deja en el mostrador del hotel para pagar la deuda que tiene por haber alquilado las habitaciones. Entonces, al cabo de un rato, baja el turista alemán y le dice al dueño del hotel que no le gusta ninguna de sus habitaciones, toma el billete y se va. Han transcurrido nada más que cinco minutos, nadie hizo nada, nadie produjo nada, pero todo el mundo está feliz porque todas las deudas han sido saldadas (risas). En esto consisten las grandes finanzas. Detrás de estas grandes manipulaciones no hay nada. Hay gente que se arruina, pero nadie se beneficia. Es monstruoso.
-¿Le gustaría volver al país?
-Claro, me gustaría mucho. Pero invertimos el producto de la venta de una casa en un departamento en Montreal y no nos queda plata. Y acá, además, no me necesita nadie. En la Facultad de Filosofía, por ejemplo, no me han invitado. Me invitaron una sola vez, en 1985. Nunca más.
-¿No se siente reconocido por sus pares?
-No, para nada. Mis libros no son usados ni recomendados en ninguna facultad.
-¿Por qué?
-Porque no están al día. Además, mis libros huelen demasiado a ciencia y ese olor no es el perfume preferido de los filósofos argentinos. Y la filosofía de la ciencia estuvo dominada casi desde que me fui por gente que no tiene la menor idea de lo que es la ciencia y que, para peor, defendía a seudociencias como el psicoanálisis.
-¿Usted no tiene una fijación contra el psicoanálisis? ¿Lo habló con su psicólogo?
-(Risas) Es un fenómeno típicamente argentino. En el resto del mundo, el psicoanálisis ha sido olvidado. Pero la Argentina es un país muy conservador. Cuando yo tenía 16 o 17 años, cualquier adolescente se entusiasmaba con el psicoanálisis por el tema del sexo. Nos dábamos cuenta de que [Sigmund] Freud no tenía la menor idea del sexo y las pocas ideas que tenía eran equivocadas. Por ejemplo, el orgasmo vaginal o el complejo de Edipo no existen. Cualquiera se hace psicoanalista sin la menor formación científica.
-¿Cree que muchos no le perdonan ese tipo de posturas en la Argentina?
-Claro, porque les arruino el negocio. En 1985 vine al país invitado por una asociación de psicología y algunos justamente me pidieron: "Doctor, no nos arruine el negocio; vivimos de eso". Lo mismo me dijeron en un congreso en España cuando ataqué a la microeconomía neoclásica y demostré que sus postulados eran falsos. Entonces dos profesores me dijeron: "¿Y qué vamos a enseñar?" Yo les dije: "¿Y por qué no enseñan algo inofensivo como trigonometría?"

"La disputa por la hegemonía"

  por Alejandro Grimson

(Por Alejandro Grimson*, El Dipló)


Los resultados de las primarias de agosto se explican por la mala lectura del kirchnerismo de su apabullante victoria del 2011, interpretada como un respaldo absoluto cuando en verdad se trataba de un apoyo heterogéneo y condicionado. En este marco, recuperar la capacidad de construcción hegemónica es crucial para el gobierno.

a más indigente de las teorías políticas es aquella que presupone que los jugadores son perfectos. Desde esa perspectiva, los actos de cada participante del juego son pensados como si fueran la mejor de todas las estrategias posibles, como si cada político fuera la máquina que pudo ganarle a Kasparov. Las decisiones más llamativas y extrañas son justificadas, y aquellas que desnudan una inhabilidad notoria son adjudicadas a motivos secretos y a conspiraciones que no están al alcance de la gente de a pie. Cuando actores importantes cometen errores evidentes se escuchan nuevas adhesiones a la teoría de los jugadores perfectos, que llevan a malabarismos intelectuales y contradicciones flagrantes: en pocos minutos el pueblo se convertirá de agente de la liberación nacional en retrógrado, mientras que las corporaciones, que antes eran pasibles de ser enfrentadas y derrotadas, pasan a ser todopoderosas.
¿Cuál es el talón de Aquiles de los jugadores de la política? ¿Cuál es la dimensión que resulta más difícil de visualizar? Claramente es, al menos en el caso argentino, el tiempo: el hecho de que las cosas serán necesariamente diferentes mañana y que nadie sabe cómo serán.
Hay historiadores a los que les gusta jugar: se preguntan, por ejemplo, qué hubiera sucedido si el 17 de octubre de 1945 hubiese habido represión policial o si Hitler no hubiese invadido la Unión Soviética. En base a un conocimiento detallado del resto de los hechos, la historia contrafáctica busca reconstruir, hasta donde es posible, aquello que no sucedió. En la política argentina de las últimas décadas, por ejemplo, muchos se preguntan qué hubiera sucedido si Chacho Álvarez no hubiera aceptado conformar la Alianza con el radicalismo en 1998.
En este sentido, el triunfo del kirchnerismo con el 54% de los votos en las elecciones de 2011 resultó paradójico: la amplitud de la distancia respecto del resto de las fuerzas políticas habilitó una interpretación parcial y a la postre equivocada de lo que había sucedido. La legitimidad de origen fue tan abrumadora que dejó en un segundo plano un aspecto que había caracterizado momentos decisivos del oficialismo desde su llegada al poder en mayo de 2003: la construcción cotidiana de hegemonía. En efecto, cuando Néstor Kirchner asumió con apenas el 22% de los votos o cuando Cristina Fernández vio sacudido su apoyo social en 2009 toda su potencia política estuvo orientada a la construcción de hegemonía a partir de las leyes propuestas, de las políticas desplegadas y de la propia gestión de gobierno.
Por supuesto, ni siquiera frente a una legitimidad electoral tan apabullante dejan de existir otros jugadores, poderes, corporaciones, políticos. Del mismo modo, nada podía haber incidido en la dinámica de la crisis económica internacional. Esos y otros elementos deberán ser tenidos en consideración a la hora de describir la historia contrafáctica acerca de qué hubiese sucedido si el kirchnerismo hubiese interpretado de modo diferente la elección de 2011, si hubiese tenido en cuenta la dimensión de la temporalidad política en base a la idea de que había ganado una plataforma extraordinaria, pero que en el mediano plazo nada podía asegurar que la conservaría.
El hecho social, el dato insoslayable, es que varias de las orientaciones políticas de los últimos dos años fueron generando una creciente distancia entre el gobierno y una parte de sus votantes, al tiempo que algunos de sus principales discursos parecían más destinados a fortalecer el vínculo con sus propios seguidores que a convencer a aquellos que se iban ubicando en una posición crecientemente dubitativa.

Posibles explicaciones

Descartar las explicaciones simplistas es necesario para comprender la situación actual. Más allá del carácter legislativo de las elecciones de octubre, el resultado de las PASO, desfavorable al kirchnerismo, está a la vista, y en este sentido el mayor error político sería construir argumentos ad hoc para minimizarlo.
¿Cómo se explica la pérdida de votos? Nunca falta quien aplique la ley economicista según la cual el apoyo al gobierno es directamente proporcional a las tasas de crecimiento económico. El pronóstico economicista afirmaba que al kirchnerismo le iría mejor en la PASO de agosto que en los comicios de 2009. El problema de este tipo de modelos predictivos es que no todas las sociedades le asignan la misma importancia a la economía, los derechos humanos, las instituciones, la transparencia o el relato épico. Es más: la misma sociedad valora esos elementos de manera diferente en tiempos distintos.
Otras explicaciones, basadas en el poder de los medios o de las corporaciones, ignoran el pequeño detalle de que en 2011 ese poder era idéntico al de 2013, lo que no impidió que el gobierno obtuviera un triunfo rotundo. Por último, una interpretación que circuló con fuerza afirma que la sociedad ha girado a la derecha, lectura basada en las ideologías presuntas de los candidatos más votados.
Pero la clave está en otro lugar. El principal motivo de la erosión oficialista es la interpretación equivocada que se realizó del 54% logrado en 2011. Para construir estrategias políticas adecuadas es imprescindible no sólo entender por qué ciertos sectores votan a los adversarios; también es crucial comprender los motivos por los cuales apoyan a la propia fuerza. En este sentido, cuando un político reúne millones de votos debe presumirse que logró sintetizar motivos heterogéneos. Y en este sentido hay un dato sencillo: en aquel 54% estaban Massa, Moyano y una parte del peronismo disidente. El 54% expresaba un apoyo heterogéneo que se tendió a leer como un festejo incondicional. En la medida en que el gobierno creyó que tenía el respaldo asegurado, fue menos sensible a escuchar opiniones y críticas de diversos sectores. Pero registrar esas críticas y responder de modo adecuado es una condición sine qua non de la construcción de hegemonía.

La clase media y la sintonía fina

Lo que se expresó en las PASO y probablemente se expresará en octubre es básicamente un cambio de expectativas de la sociedad. Quien no lea ese cambio, antes y después de las elecciones, contribuirá al ruido y a la sensación de confusión que sobrevuela el clima cultural argentino. El cambio puede sintetizarse en que la comparación con los noventa ya no es una matriz de lectura suficiente para la sociedad. Los procesos de movilidad social ascendente modifican expectativas y demandas, y la insistencia en esa comparación puede producir el sentido de quitarles peso a esas expectativas. Lo cual, a su vez, desdibuja la construcción de un horizonte de futuro. Y la disputa por el voto implica siempre una construcción de futuro.
Si hay un punto ciego de esta grieta, éste se condensa en el término “clases medias”. Se ha escuchado a dirigentes oficialistas referirse a las clases medias aludiendo a la Recoleta o a los manifestantes que se reunían a cacerolear en la esquina de Santa Fe y Callao, pero los estudios indican que se trata de un universo mucho más amplio: una encuesta realizada en el Área Metropolitana de Buenos Aires encontró que el 78% de los consultados se considera a sí mismo como parte de las clases medias (1). Así, mientras en una interpretación tradicional, ajustada a una realidad de otra época, las clases medias se definían en contraste con los trabajadores, actualmente la mayoría de la población la define por dos contrastes: con los millonarios y los pobres. En efecto, si el 78% se considera como parte de las clases medias es evidente que la mayoría de los trabajadores se ubican en ese lugar. ¿Cómo es posible? Probablemente algunos signos del lenguaje social distingan a las personas de uno y otro sector social. Un hijo en la universidad, una casita, un autito o quizás hasta una motito pueden, a los ojos de muchos, hacer que una persona ya no se considere pobre. De hecho, la encuesta incluyó a un 20% que se autodefine como perteneciente a la “clase media baja”. Pero clase media al fin.
Si hemos superado aquella predicción recurrente de los 80 y 90 que indicaba que la clase media estaba en proceso de desaparición, evidentemente es resultado de los logros importantes de estos años. Resulta paradójico entonces que quien motorizó esos cambios no incorpore en el análisis las consecuencias de sus propias políticas. La sintonía fina, esencial para corregir la estrategia, refiere a poder escuchar sin interferencias y hacerse entender. En los últimos dos años, sin embargo, las dificultades para escuchar diferentes planteos fueron abonando el terreno político de paradojas: cuando el antikirchnerismo visceral no tenía forma de articularse encontró en el rechazo a la re-reelección un único punto de reunión. En este marco, parte del oficialismo consideró que abandonar explícitamente el proyecto implicaba abrir la interna de la sucesión, aunque las encuestas indicaban que sectores cercanos al Frente para la Victoria no apoyarían una reforma de la Constitución. Así las cosas, la re-reelección podía resultar útil para postergar disputas internas al tiempo que erosionaba el capital político del gobierno.
En cualquier caso, no parece haber habido un análisis cuidadoso de los tiempos políticos, en el sentido de que no era necesario estirar la idea de la re-reelección al punto de que cayera por el simple efecto del resultado electoral. Pero hubo otras paradojas: el oficialismo, por ejemplo, impulsó la elección por voto directo de los miembros del Consejo de la Magistratura. Si la Corte no la hubiera declarado inconstitucional y si las distintas fuerzas anti-kirchneristas, que denunciaron el proyecto como un atentado a la democracia, hubiesen presentado una única lista, probablemente el organismo hubiese quedado bajo control opositor a partir de diciembre de este año.
El problema de la interpretación se encuentra en el corazón de las tensiones políticas actuales. En nuestro mundo político se ha impuesto la teoría de que las interpretaciones producen realidad. Esto puede derivar no sólo en graves errores, sino que puede convertirse en una fábrica de enormes frustraciones. Suele creerse, por ejemplo, que si se afirma con suficiente contundencia que un candidato ganará una elección eso lo favorecerá, o que si se insiste con que la economía está sólida –o débil– eso fortalecerá –o debilitará– a la economía. Y aunque por supuesto es cierto que si se produce confianza o desconfianza eso tendrá un efecto sobre la realidad, la sociedad nunca es tan ingenua como para creer literalmente en las intervenciones de economistas o funcionarios sin considerar otros indicios. Un ejemplo: si el ministro de Economía no para de vociferar que “el que apuesta al dólar pierde” mientras que la realidad apunta exactamente en dirección contraria, se produce entonces “la paradoja de Sigaut”: la interpretación inverosímil del ministro termina alimentando la corrida cambiaria.
Néstor Kirchner lo había entendido bien: cuando Argentina se encontraba todavía en situación de crisis afirmaba “estamos en el infierno”, y al hacerlo sintonizaba con una sociedad acostumbrada a que las máximas autoridades digan que no hay graves problemas. A veces, claro, es muy difícil, o incluso imposible, resolver en el corto plazo ciertos problemas, pero es necesario no agravarlos a través de su negación. En este sentido, el catastrofismo visceral siempre resultó funcional a un kirchnerismo que logró mantener la gobernabilidad. Pero no todas las críticas, ni siquiera la mayoría, y menos aun las surgidas de las propias filas, están orientadas a alimentar la catástrofe. Algunos análisis suelen señalar que los gobiernos, en la medida en que consiguieron éxitos, tienden a cerrarse a los cuestionamientos. Pero en política no hay inexorables y, por otra parte, hay que llamar la atención sobre las consecuencias reales de ese fenómeno.

Lo esencial

Reconocer un problema no es de derecha ni de izquierda; es una condición de la sintonía fina. La ideología se juega en el lugar que cada problema ocupa en la agenda y en las propuestas para resolverlo. Detectar los problemas y separar lo esencial de los errores y los efectos no deseados es crucial para el gobierno. Negarlos, en cambio, sólo contribuirá a alimentar el malestar social. Hay inflación, es un hecho y negarla sólo produce el efecto de distancia con la población. Que su solución sea compleja si se pretende evitar el clásico ajuste no implica que deba minimizarse el problema. Otro ejemplo: Argentina nunca logrará desarrollarse con una fuga de dólares como la de las últimas décadas, por lo cual una regulación del Estado en esta materia es imprescindible. Pero la forma en que se administra la venta de dólares genera una irritación adicional e innecesaria en la población. Otro ejemplo: la solvencia fiscal es crucial para un Estado activo, pero la ausencia de una legislación impositiva progresiva afecta la legitimidad de la recaudación. Al final, el debate público termina centrándose más en el impuesto a las ganancias que en el IVA.
En fin, inmediatamente después de las PASO el gobierno buscó retomar la iniciativa mediante una serie de reuniones con empresarios y sindicalistas y anunció cambios sustanciales en el impuesto a las ganancias y el monotributo que produjeron un fuerte impacto político. Además, la grave amenaza que se cierne sobre el país por los fallos de las cortes estadounidenses genera incluso el apoyo de sectores de la oposición. En ese contexto, ¿es el momento más adecuado para debatir, por ejemplo, sobre el uso de un galpón en Aeroparque?
Aunque las ciencias sociales han desterrado las metáforas biológicas hace mucho tiempo, se escucha con insistencia hablar del “ADN del kirchnerismo”. Sus cosas buenas y malas se explicarían, desde este punto de vista, por sus genes. Pero si analizamos la última década encontramos continuidades y características comunes tanto como cambios y redefiniciones. Nadie se mantiene una década en el poder sin modificar sus estrategias. A la vez, podremos ver diferentes sectores que, acordando con el núcleo central de las políticas oficiales, se distinguen en el énfasis, las estrategias y los estilos. Cada vez se hace más evidente que resulta apropiado hablar de los kirchnerismos, en plural.
En este sentido, buena parte del futuro depende de cómo el propio kirchnerismo entienda su lugar en el juego y su capacidad de construcción hegemónica. Decíamos al inicio que los actores políticos no siempre se destacan en el manejo del tiempo, y en este sentido los resultados de las elecciones de octubre serán leídos como un pronóstico de los comicios presidenciales del 2015. Desde luego, no caben dudas de que una elección configura un mapa relevante. Pero los pronósticos se ofrecen por doquier, a los precios más variados: ¿o acaso las elecciones de 1987 permitían pronosticar el ascenso de Menem o las del 2001 el de Kirchner? ¿Alguien hubiera previsto en el 2009 la victoria de Cristina en el 2011? Leer adecuadamente un resultado electoral implica no sólo preguntarse por el mapa sino también por los posibles caminos que cada uno de los protagonistas recorrerá en los dos años sucesivos. Insistamos: un jugador no necesariamente hará las mejores jugadas, y si queda alguna duda alcanza con mirar la trayectoria de Francisco de Narváez.
1. La encuesta fue realizada por el IDAES-UNSAM en el marco de un proyecto del CONICET.
* Antropólogo.

Facts are facts? : reposo estricto o activo?




Nota Relacionada
 
sobre la objetividad en las ciencias sociales y sus prácticas derivadas

Aún hoy increíblemente sigue sucediéndose con relativo éxito, declinante claro, el discurso sobre la objetividad en las ciencias sociales como marco general y sus prácticas derivadas, encuestas, análisis, proyecciones económicas, calificaciones de riesgo, y seamos generosos con las licenciaturas realmente existentes, la "comunicación social" donde se inscribe la "práctica periodística" llamémosla así.

Los hechos son los hechos, afirman los que aún curten el mambo de la objetividad. En fin discusión obsoleta si las hay, en Miradas al Sur aparece en contratatapa una linda radiografía de la objetividad de la práctica periodística respecto al 17 de octubre de 1945 escrita por el Historiador Claudio Panela.

Leer más:

Filtraciones

Por Santiago O´Donnell

  The New York Times, que bien puede considerarse el mejor diario del mundo, publicó el jueves pasado un artículo que sin querer desnuda la crisis del periodismo. O, por lo menos, que pone en jaque a uno de los principios sagrados del prestigioso diario

Esto es, que el buen periodismo, a diferencia de la buena propaganda, informa desde cierta neutralidad. Enseguida, rápido, viene la aclaración: esa neutralidad nunca llega a ser absoluta. La falta de neutralidad es inherente a nuestros ideales y nuestros principios y sobre todo nuestras simpatías. Pero nuestro trabajo, el de periodistas, consiste en registrar los hechos y las noticias de todos los días que quedarán en la historia.

 Entonces, más allá de las columnas de opinión, el periodismo reconoce en la búsqueda de cierta neutralidad, de ciertas reglas de juego, el mejor camino para acercarse a una verdad reconocible. En cuanto a la falta neutralidad, que no podemos ni queremos evitar, se compensa con una ética y una técnica predeterminadas y específicas, reconocidas en un pacto de lectura, más o menos explícito, que se aplica de manera uniforme a todos los temas, todas las fuentes y todas las noticias. Al menos se intenta. Esto es lo que nos enseñaron, y enseñamos, en las escuelas de periodismo.

 Pasamos al artículo en cuestión, firmado por Eric Schmitt. Dice que el “topo” Edward Snowden ya había sido investigado por la CIA cuatro años antes de fugarse del país con una computadora llena de secretos. Snowden es un ex agente de inteligencia estadounidense, actualmente exliado en Rusia, que en los últimos meses filtró información secreta a un diarios, revistas y programas de televisión sobre el espionaje masivo e indiscriminado que Estados Unidos viene desarrollando en todo el mundo, hasta entonces sin el conocimiento de la opinión pública estadounidense o mundial.

 El artículo dice que ya en el 2009 sus entonces jefes en la CIA notaron que Snowden andaba en algo raro y que hasta escribieron un informe alertando sobre su conducta. El informe decía que un supervisor lo había soprendido a Snowden intentando acceder a información secreta y lo había mandado a su casa y alertaba sobre un “abrupto cambio de hábitos” en el proceder del entonces contratista de la CIA. Sin embargo, ese informe nunca circuló entre las distintas agencias de seguridad y por eso Snowden pudo conseguir trabajo en otra agencia, la NSA, de donde se robaría los secretos cuatro años más tarde. Eso informó Schmitt en The New York Times. Hasta ahí todo muy lindo.

 Pero tarde o temprano el periodista nos tendrá que decir de dónde sacó la información. En el quinto y sexto párrafos, esto escribe Schmitt:

 Voceros de la C.IA., la NSA y el FBI declinaron comentar sobre la naturaleza precisa del alerta y por qué no circuló, citando la investigación en curso sobre las actividades del Sr. Snowden. Media docena de funcionarios de inteligencia, seguridad y del Congreso con conocimiento directo del informe del supervisor fueron contactados para este artículo. 

 Todos los funcionarios aceptaron hablar a cambio de mantener el anonimato por la investigación criminal en curso. 

Y acá viene el problema porque, señores, esto es una filtración. Media docena de funcionarios y voceros de agencias de espionaje pasando información secreta al Times. Encima es información incomprobable y que pinta a Snowden como un loquito. Justo lo que esos voceros buscan.

Sin poner un solo nombre, una sola prueba sobre la mesa, pero con el sello de The New York Times, el diario más influyente del mundo, y la firma de un periodista. (El viernes, en el mismo diario, Schmitt publicó una firme desmentida de la CIA diciendo que dicho informe nunca existió. El periodista mantuvo que dos fuentes, ya no seis, le habían contado lo del informe. “No está claro por qué hay una divergencia de opinión” sobre los hechos, escribió Schmitt en su artículo del viernes.)

 Filtraciones light, con filtradores oficiales, aprobados desde el poder. Eso se puede hacer en The New York Times, sin que nadie lo cuestione. En cambio filtraciones que demostarían delitos, violaciones de privacidad y de tratados internacionales, como las de Snowden, son tratadas en el mismo artículo como un peligro para la seguridad nacional, un criminal que "se escapó entre las grietas” de la comunidad de inteligencia estadounidense.

 Como dice un lector del artículo en la página web, los funcionarios públicos tienen la obligación de denunciar delitos. Si es delito revelar secretos sobre una "investigación criminal" como la de Snowden , ¿por qué no se castiga a los seis funcionarios que hablaron del tema con el periodista Schmitt?

 Es cierto, las filtraciones son más que habituales en el periodismo. Pero lo bizarro de este caso es que se trata de unos funcionarios que filtran información secreta para hacer quedar mal a un tipo por filtrar información secreta.

 O sea, The New York Times se presta de tribuna para funcionarios anónimos que extraen datos de manera ilegal de un informe secreto sobre Snowden. Esos mismos funcionarios, sin que se les mueva un pelo, pintan a Snowden como un traficante de información secreta y, por lo tanto, un peligro para Estados Unidos.

Entonces, a riesgo de ser reiterativo,  el gobierno de Estados Unidos recurre a la filtración para denunciar la filtración, y The New York Times le hace el juego, pasando por alto la evidente contradicción. Lejos de buscar un espacio neutral, el diario se deja usar por el gobierno para perseguir a Snowden, descripto en el artículo como presunto criminal con un historial de conductas sospechosas.

Mientras tanto, los nuevos filtradores de secretos de Estado, los perseguidores de Snowden, son presentados por el Times en el mismo artículo como fuentes privilegiadas, merecedoras de la protección del anonimato por ser poseedoras de valiosa información.

 Claro, el Times no tiene acceso a los secretos de Snowden, que ha optado por otros medios para propagarlos. Entonces echa mano a lo que hay, a los filtradores profesionales de secretos banales, intrascendentes y de difícil comprobación que pululan en los servicios de inteligencia de todos los países. 

Cuando estas cosas pasan desapercibidas en el diario más reconocido de todo el mundo, el desafío se extiende al periodismo en general y a los principios que gobiernan su forma de comunicar.

Esta bien, sólo se trata de un artículo. Desde el punto de vista del periodista, podemos creer que pecó de ingenuo y se dejó operar. Desde el punto de vista del diario podemos decir que simplemente se trata de un artículo malo o mal ejecutado y que por cada artículo flojo que se le cuela, el  Times publica un montón de artículos muy buenos.

Pero desde el punto de vista del periodismo tradicional, ese que busca reinventarse en medio de una revolución tecnológica, el artículo muestra cómo esas nuevas tecnologías sirven para desnudar los intereses ocultos detrás del mensaje que los medios buscan imponer. El Times no tiene filtraciones de Snowden pero sí del gobierno, entonces le conviene quedar bien con el gobierno.

Así, el artículo desnuda la imperiosa necesidad de un nuevo pacto de transparencia con el lector, de límites más estrechos y verificables,  que redefinan la función social de los medios dedicados a la difusión de noticias y demás información

Gobernabilidad

Toda la semana estuvo signada por la reaparición del elemento de la salud presidencial. Tras la operación exitosa realizada en el hospital de la Fundación Favaloro, los médicos le prescribieron a la Presidente entre 30 y 45 días de reposo absoluto. Luego de algunas vacilaciones sobre el procedimiento a seguir, finalmente por un mecanismo automático previsto por la Constitución, el Vicepresidente Amado Boudou es desde hace unos días el mandatario en funciones.

Hubo, en estos últimos días, una infinidad de interpretaciones sobre el significado de su cuadro de salud, una "colección subdural crónica". Es entendible, ya que la Presidencia es un cargo unipersonal y todo lo relativo a la vulnerabilidad física de quien la ejerce conmociona. Ese temor fue, precisamente, lo que en el siglo XVIII llevó a crear en Estados Unidos la institución de la Vicepresidencia, que por momentos luce anacrónica. Pero lo que se ha dicho y escrito sobre los partes médicos es, en su mayor parte, especulación. Con el agregado melodramático del componente neurológico, toda vez que el cerebro presidencial viene siendo objeto de todo tipo de fantasías, agitadas por sus opositores más acérrimos.

El dato político de la enfermedad de la Presidente, es que durante un mes o más estará prácticamente fuera de circuito. Ya no será, como pudo haberlo sido, la protagonista central de la campaña oficialista en las elecciones legislativas, aunque estará presente en discursos y deseos de recuperación; se estrenaron los spots del Frente para la Victoria bonaerense con Daniel Scioli como actor central.

En lo internacional, durante todo un mes no se sentará a negociar con su par uruguayo, José Mujica, los niveles de producción de papel a la vera del río. Y el resurgimiento del justicialismo, en ocasión del proceso electoral, tendrá lugar con una Presidente en reposo. El gobierno seguirá funcionando y la estructura de poder del peronismo permanecerá intacta, todo lo cual servirá para recordarle a la población que en la Argentina democrática hay una dinámica de gobernabilidad que está más allá de las personas.

#votojoven: legitimación de la tribu e institucionalización del cambio.



 Por Rubén Weinsteiner para EL PAíS

Roberto Brito Lemus plantea que la juventud, comienza cuando se desarrolla  la capacidad de reproducir la especie humana, y  termina cuando se desarrolla la capacidad de reproducir el orden social.
Se es joven mientras se cuestiona, contesta y demanda cambios y se evita reproducir el orden social tal cual está planteado. Cuando se evita “transar”.
La demanda más clara de los diferentes sub segmentos que componen el voto joven,  tiene que ver con la  institucionalización  de soluciones desde la política, a problemas colectivos de carácter  tribal  de los jóvenes.
El abordaje de estas demandas, conlleva una legitimación implícita   y demandada de valores, sentimientos, necesidades,  deseos y aspiraciones, colectivas y tribales. Esa legitimación es el corazón de la demanda del segmento.  Ser escuchado, reconocido el problema, y reconocido el carácter colectivo y la tribalidad de la demanda.
El discurso político tradicional,  que intenta interpelar al segmento joven,  lo hace desde el paradigma individual introspectivo y adulto,  frente  al paradigma  comunicacional colectivo de referencia externa y tribal,  desde donde el segmento 16-30 escucha y construye su sistema de preferencias.
El reconocimiento y la identificación con la tribu en tanto colectivo,   ante el problema por parte del discurso político, es el eje de la racionalidad instrumental del voto joven.  Para el joven,  identificación es amor, para los adultos identificación, es solo empatía.
Todo discurso plantea dos niveles a tener en cuenta: el de los contenidos y el relacional.  El primer nivel debe apuntar a la institucionalización de soluciones para problemas específicos, el segundo nivel a establecer un vínculo de reconocimiento y valoración hacia el colectivo, donde el joven se encuentra inserto,  y desde donde demanda esos cambios y soluciones.
Para que la comunicación  con el segmento joven sea  esencialmente persuasiva y técnicamente informativa, y  no al revés, debe tener en cuenta que es más importante lo que dicen otros jóvenes, dentro o fuera de la tribu, por afirmación o por negación, que lo que dicen los padres o los políticos. Si los jóvenes cumplen con lo que está bien para los padres, incumplen con lo que está bien para los pares y la tribu, y viceversa. “No tomes, no entables relación con gente peligrosa, estudiá mucho, acóstate temprano, no te quedes hasta cualquier hora en la computadora” consejos sobre la vida sexual, las relaciones, el trabajo y finalmente la política.
En la mayoría de los casos donde las consecuencias no revisten inmediatez , amenaza o peligro, la tensión padres-tribu, se salda a favor de la tribu, por el peso del colectivo a la hora de la aprobación y legitimación social.
La ocupación del imaginario por parte del joven, en tanto integrante de un colectivo, una tribu, con sus leyes, códigos y marcos transaccionales,  es una precondición de cualquier construcción discursiva, políticamente significativa,  para la interpelación y colonización de subjetividades dentro del segmento 16-30.
Rubén Weinsteiner

Livingston, solo 80

 Werner Pertot


“Prometo que no habrá ningún discurso aburrido”, dice el inusual volante con el que el arquitecto Rodolfo Livingston convoca a una charla en el Café de los Angelitos. El reconocido urbanista integra la lista de legisladores de Aluvión Ciudadano, el partido que creó el sanitarista Carlos Oviedo y que compite por un lugar en la Legislatura porteña sin una boleta nacional.

Livingston resume su vida hasta ahora: “A los 40, me casé, tuve mi primer hijo y corrí mi primer maratón. Después, tuve otros dos hijos, corrí 14 maratones más. A los 50, salvé a un ahogado. A los 67 me tiré en paracaídas y a los 80 empiezo mi carrera política. A los cien tengo pensada una fiesta. Pero no me pienso morir”.
Livingston nació en noviembre de 1931 y se recibió en 1956. En 1961 pisaba por primera vez Cuba, un mes más tarde del intento de invasión en playa Girón. “Estaba dispuesto a morir por la revolución. Hoy habría una callecita con mi nombre y alguien diría: ‘Oye, coge por la Livingston’”, se imagina. “Dirigí la erradicación de una villa miseria en un pueblo que se llamaba Baracoa. Se esperaba otra invasión”, recuerda. Volvió en 1962 y luego en los noventa, cuando supervisó el programa Arquitectos de la Comunidad, en Cuba. “Fui 32 veces a Cuba y formamos consultorios de arquitectura”, dijo.
Tuvo una columna semanal en el diario cubano Juventud Rebelde entre 2002 y 2003. “Cuando empiezan a estar en el monte el Che y Fidel, me interesé por esa gente que era muy cercana a mí. Leí un reportaje de Sartre, que estuvo en Cuba con Simone de Beauvoir. Me enamoré de un país y tengo una novia inmortal: Cuba”, dice Livingston, quien también pasó un año en Perú en 1967, tras la Noche de los Bastones Largos. “Nos sacaron literalmente a patadas de la universidad y me ofrecieron un cargo en Arequipa”, cuenta. Dio seminarios en Venezuela, Uruguay, Brasil y Cuba. Es autor de diez libros, como Cirugía de Casas, Arquitectura y autoritarismo y Cuba existe, es socialista y no está en coma. También tiene un libro con sus fotografías de Cuba. Fue director del Centro Cultural Recoleta en 1989.
“Me ofrecieron por primera vez ser candidato y me gustó la gente de Aluvión”, señala Livingston. Sobre las otras listas kirchneristas, indica que simplemente no hubo un ofrecimiento similar de parte de ellos. “No va a ser un trabajo nuevo. Hace 50 años que me ocupo de la ciudad. Tuve que pelear con la escuela shopping de Grosso. Quería hacer 25 escuelas-shopping más”, señala.
“El gobierno de Macri omite la belleza. La belleza es un derecho de los ciudadanos”, plantea Livingston. “El plan Pro.Cre.Ar es un aporte importante, pero hace falta más. Hay que modificar los códigos municipales que tienen prohibiciones ridículas. Son muchas cosas que podría proponer como legislador y que simplificarían la vida de la gente, sin necesidad de más presupuesto. La ciudad no puede estar gobernada por burócratas”, señala el arquitecto. “Cuando quiere hacer una casa, la gente primero llama al albañil y después va viendo sobre la marcha. Así nació el metrobús: es la consecuencia de querer hacer una propaganda electoral y un negocio. No fue precedido por el pensamiento”, dice Livingston, quien advierte que “el costo es una monstruosidad”. “Dietrich dice que se ahorran 15 minutos con el metrobús de la 9 de Julio. Pero no todo el mundo va de una punta a la otra. Se ahorran, supongamos, 7 minutos, que pierden buscando las nuevas paradas, que están cada cinco cuadras.”

Quien vota a quien en Chile

El ADN del voto

A un mes de las elecciones, una encuesta del Ichem y la Universidad Autónoma -con entrevistas cara a cara y más de 1.700 casos a nivel nacional- ayuda a revelar uno de los misterios de la presidencial: cómo son los votantes que respaldan a las principales candidaturas que compiten para llegar a La Moneda. Ésta es la radiografía de aquellos electores que afirman tener decidida su opción: dónde se ubican, qué edad tienen, cuál es su nivel socioeconómico y qué piensan sobre los temas valóricos y sociales que están en el debate.

La candidata de la Nueva Mayoría logra sus mejores porcentajes entre las mujeres (en que supera por ocho puntos su desempeño frente a los hombres), votantes de más de 45 años, integrantes de los grupos socioeconómicos D y E y sectores rurales, donde la intención de voto supera el 45%, e incluso el 50%. El grupo de edad es especialmente importante, porque los votantes de más de 45 años son los más dispuestos a participar en noviembre.
Bachelet también tiene un respaldo importante entre quienes no tienen estudios universitarios: logra el 44,9% en el grupo que llegó hasta la educación media y el 65,6% -casi dos de cada tres preferencias- en quienes tienen educación básica.
Los números más bajos para la ex mandataria se dan entre los jóvenes que tienen entre 18 y 29 años (con 27%), la zona norte del país, los solteros y quienes tienen estudios universitarios, donde logra 27,1%. También baja su desempeño en las denominadas “urbes medianas” -ciudades que no son grandes centros de población-, donde alcanza 37%.
En cuanto a temas valóricos, si bien los votantes de Bachelet apoyan  el Acuerdo de Vida en Pareja (61,9%), rechazan el matrimonio homosexual (sólo 37% a favor), la legalización de la marihuana (51% en contra) y el aborto (39,2% a favor). Estos tres últimos temas han sido levantados como propuestas por diversos sectores de la Nueva Mayoría, pero la candidata no se ha comprometido con ninguna de ellas.
El 38,7% de sus votantes afirma que preferiría matricular a su hijo en un colegio municipal, la cifra más alta entre los cuatro principales candidatos, y el 54,9% asegura que prefiere un presidente que comprenda sus problemas antes que uno que sea técnicamente más capaz.
En cuanto a su situación personal, quienes optan por Bachelet son más bien pesimistas: el 61,5% piensa que avanza menos o está retrocediendo en relación al resto de los chilenos; el 54,7% afirma que su situación económica dentro de cinco años será igual o peor, y el 47,9%, si pudiera tomarse un café con ella, le hablaría de sus problemas, siendo que en los demás candidatos la opción mayoritaria sería contarle de sus sueños y proyectos.

Su anterior postulación presidencial y su presencia en la escena política en los últimos cuatro años parecen haber dado frutos para el candidato del PRO al menos en una dimensión: su nivel de conocimiento a nivel nacional es de 97,3%, muy similar al de Evelyn Matthei (98,9%) y Michelle Bachelet (99,1%).
Los mejores grupos para Marco Enríquez-Ominami son los votantes entre 18 y 44 años, los sectores ABC1 y C2 y quienes tienen estudios universitarios, donde las intenciones de voto son superiores al 10%. Lo mismo ocurre en el Norte del país -sector donde superó el 25% en las elecciones de 2009 y tiene alcaldes que lo respaldan-, aunque sus cifras son superadas por las de Franco Parisi en cuanto a intención de voto en esa zona (10,6% contra 12,3%).
Los votantes de Enríquez-Ominami tienen un perfil muy determinado en temas valóricos: son los más liberales de entre las cuatro candidaturas principales. El 58% está a favor de legalizar el aborto, el 50% apoya el matrimonio homosexual, el 80,2% respalda el Acuerdo de Vida en Pareja y el 56,6% aprobaría la legalización de la marihuana, siendo el único candidato del grupo para el que sus votantes apoyan las cuatro iniciativas.
El 15% de quienes respaldan a ME-O tiene educación básica, el 39% cursó educación media y el 46% tiene educación superior. El 51,4% afirma que optaría por matricular a su hijo en un colegio particular subvencionado, y el 50,2% de ellos dice que preferiría a un presidente que comprenda mejor sus problemas antes que a uno que sea técnicamente más capaz. Económicamente, son optimistas: el 56,8% piensa que su situación personal estará mejor en cinco años de lo que está hoy y el 44,7% afirma que siente que avanza más que el resto de los chilenos.
Enríquez-Ominami también tiene el problema de ser la “segunda opción”: es el segundo candidato mejor evaluado en preguntas como “con quién se tomaría un café” o “a quién invitaría a un asado”, y el 21,3% lo menciona como el candidato por el que votaría en caso de que el postulante por el que optaron inicialmente no se presentara, pero eso no se capitaliza en la intención de voto.


OPINIÓN: DOS COLLERAS
[Por Daniel Flores, director de Estudios Ichem-U. Autónoma de Chile]
La competencia presidencial de noviembre, demuestra la encuesta Ichem-U. Autónoma, no es por el tercer lugar entre candidatos diferentes. Es por el domicilio político entre candidatos similares. Mientras ME-O busca los votos blandos de Bachelet, Parisi busca los votos que Matthei no logra remontar. Porque los votantes de Marco y Parisi son muy diferentes. Mientras el voto de Marco es más político e ideológico, el de Franco es un voto que prefiere lo técnico. Mientras el votante de ME-O  se ubica en la centroizquierda y declara que prefiere a políticos antes que a técnicos, el votante de Parisi se posiciona en la centroderecha, y prefiere candidatos más capaces técnicamente, que representantes ideológicos o políticos.
Por eso, el par de oposición no es ME-O vs.Parisi, sino que Bachelet vs. MEO y Matthei  vs. Parisi. Y en este sentido, Parisi tiene un campo mucho más llano de crecimiento. Porque mientras Marco enfrenta al poderoso arquetipo bacheletiano, Parisi compite con una derecha que ha tenido cuatro candidatos presidenciales en lo que va del año, ycon un duro enfrentamiento interno por los dichos del presidente Piñera durante la conmemoración de los 40 años del golpe.
La competencia entonces es clara. El 41% del electorado bacheletista votaría por Marco si ella no fuese la candidata. El 28% del electorado de Matthei  sería de Parisi si ella no estuviese. Al revés, los votos que comparten Parisi con ME-O y Bachelet con Matthei son mínimos. La competencia es por los domicilios políticos.
Luego, los candidatos masculinos tienen de dulce y de agraz. Como a Parisi lo conoce el 61% de la población, tiene espacio para crecer hasta noviembre, y probablemente lo haga. A Marco, en cambio, ya lo conoce un 97% de las personas y, por tanto, su rango de crecimiento hasta las elecciones depende solamente de restarles votos a otros. Sin embargo, al otro día de las elecciones, el escenario será distinto. Porque a ME-O le corresponderá sumar el 41% de los votos de Bachelet, que votarían por él si ella no estuviese, y que lo dejarán, probablemente, como el político de centroizquierda mejor posicionado (un 31% de expectativas de voto a nivel nacional). Mientras que, luego de noviembre, Parisi deberá luchar, por un lado, con la sombra de una eventual candidatura de Piñera y, por otro, con el posicionamiento de la izquierda liberal de Velasco.




Los sectores de jóvenes (22,7%), ABC1 (28,6%) y de personas con educación universitaria (21,9%) son los mejores nichos para Evelyn Matthei entre quienes declaran que participarán en las elecciones el próximo 17 de noviembre. Además, tiene buenas cifras en el grupo que describe tener un bienestar alto en su vida (24,4%), y en cuanto a características geográficas, también obtiene un desempeño mejor que su promedio en el Norte del país (19,8%) y en las “urbes medianas” (22,4%), ciudades cuyo perfil concuerda con el despliegue hecho por la candidata en terreno.
Su desempeño es más bajo que el promedio en los sectores rurales (12,1%) y entre quienes sólo tienen educación básica, donde obtiene 9%. En el resto de los bloques su desempeño es parejo, aun cuando se observa una pequeña diferencia al comparar la intención de voto de las mujeres (18,2%) contra la de los hombres (16,3%).
El perfil en lo valórico es más conservador que en los otros tres candidatos analizados. Los votantes de Matthei respaldan el AVP (68,2% a favor), pero rechazan el aborto (51,7% en contra), el matrimonio homosexual (61,2%) y la legalización de la marihuana (58,6%).
El 15% de sus votantes tiene educación básica, el 44% educación media, y el 41% educación superior. Y a la hora de elegir dónde matricular a sus hijos, las cifras son parejas: el 24% lo haría en un colegio municipal, el 33% en uno particular subvencionado y el 31,6% en uno privado.
En cuanto a su percepción de vida, quienes optan por la candidata de la Alianza parecen estar conformes con su situación actual. El 67,3% afirma que aunque el sistema económico necesite ajustes profundos o menores, no lo cambiaría por otro. El 52,7% cree que avanza más que el resto de los chilenos, y sus votantes prefieren como presidente a un político “técnicamente más capaz” (47,2%).
En el caso de Matthei, cobran especial relevancia los indecisos. El sondeo indica que el 17,7% de quienes respondieron que irán a votar aún no tiene decidido por quién lo hará, una cifra elevada considerando que queda un mes para la elección. Por eso, es un grupo que podría modificar el escenario de la presidencial.


Franco Parisi está, literalmente, contra el tiempo. De los cuatro candidatos con mayor intención de voto, el economista es el que tiene menor porcentaje de conocimiento: 61,3%. La cifra indica dos cosas: que aún tiene espacio para crecer, pero que tiene una carrera contrarreloj para llegar al público que no lo conoce.
Pese a que apela constantemente en sus intervenciones al mundo popular -su lema de campaña es “El poder de la gente”-, la fortaleza de Parisi está en los jóvenes y los sectores más educados. En el grupo de 18 a 29 años, el independiente tiene 15,2% de intención de voto entre posibles votantes, mientras en los grupos ABC1 y C2 tiene 13,7% y 12,7%. En tanto, entre los hombres obtiene el doble de votos que entre las mujeres (10,8% versus 4,5%), y entre quienes tienen estudios universitarios llega al 12,3%. De hecho, al desglosar esa cifra, el 4% de sus votantes tiene sólo educación básica, el 48% tiene educación media y el 48% tiene educación superior.
Entre sus puntos débiles, Parisi logra apenas 1,4% entre los mayores de 60 años; en los sectores más pobres (D y E) logra 4,0% y 2,7%, respectivamente, y en las zonas rurales alcanza el 4,5% de las preferencias.
En cuanto a temas valóricos, sus votantes están a medio camino entre liberales y conservadores: hay “empate técnico” -45,4% a 44,5%- sobre si se debe legalizar el aborto y respaldan el Acuerdo de Vida en Pareja (73,6%), pero rechazan el matrimonio homosexual (52,5% en contra) y la legalización de la marihuana (48,6% no está de acuerdo).
Al igual que en el caso de Bachelet, el 55,4% de los votantes de Parisi cree que avanza menos que el resto de los chilenos o que está retrocediendo. El 55,5%, por su parte, afirma que preferiría matricular a sus hijos en un colegio particular subvencionado. El 43,2% cree que la sociedad chilena cambió tras las movilizaciones estudiantiles de 2011, la cifra más alta de los cuatro candidatos.
Sus electores se reparten en caso de que Parisi no fuera candidato: el 20,2% afirma que votaría por la abanderada de la Alianza, el 21,7% lo haría por ME-O, y el 25% por Bachelet.



FICHA TÉCNICA: La encuesta Ichem-Universidad Autónoma se realizó en base a un universo de población urbana y rural de 18 años y más, residente en las 15 regiones del país, con una cobertura total en base al Censo de 2002. Se encuestó a 1.708 personas, que fueron entrevistadas en sus hogares, en cuatro tipos de territorios comunales: grandes urbes, urbes intermedias, comunas con centro urbano y  presencia rural y comunas rurales. Es una muestra probabilística en todas sus etapas, compuesta de conglomerado (para las manzanas), al interior de cada conglomerado selección al azar de viviendas dentro de ellos, y dentro de éstas selección al azar de personas. El error muestral se estima en ±2,35% considerando varianza máxima y un 95% de confianza. El instrumento fue un cuestionario estructurado con respuestas cerradas y aplicado en una entrevista cara a cara. La recolección de datos se efectuó entre los días 23 de agosto y 27 de septiembre del 2013, trabajo realizado por Iccom-Cadem. En los gráficos y tablas se presenta a los candidatos por orden alfabético.