La extrema derecha que dice defender a las mujeres


Nuria Alabao



Un sector importante de la extrema derecha europea utiliza un discurso de defensa de las mujeres para atacar a los inmigrantes musulmanes, a los que responsabiliza de atentar contra la «libertad occidental». Con un discurso liberal de defensa de la mujer frente a un «otro» peligroso, este sector de la extrema derecha ha logrado parecer más aceptable para la mayoría y conseguir un abundante voto femenino, joven e incluso gay.



Se suele decir que el feminismo es un bastión en la lucha contra la emergencia de las extremas derechas y es cierto que en algunos lugares del mundo este movimiento es capaz de condensar la oposición más movilizada tanto en las calles como la esfera pública. Hay que tener presente, no obstante, el diferente tratamiento que se hace de las cuestiones de género en Europa. Una brecha divide el continente entre el este y el oeste, como si la frontera soviética todavía latiese.


En la parte de Europa salida del antiguo bloque soviético, la caída del Muro en 1989 creó las condiciones para un renacer de los nacionalismos de preguerras: anticomunistas, antifeministas, autoritarios e incluso con rasgos directamente fascistas. En países como la Hungría de Viktor Orbán, o la Polonia del partido Ley y Justicia, el concepto vaticano de la «ideología de género» se usa para llevar adelante guerras culturales que tienen como objetivo último negar derechos a las mujeres –sobre todo reproductivos– y a las personas LGTBI –matrimonio, adopción– y reforzar una idea tradicionalista de los roles de género. En apoyo de sus proyectos agresivamente nacionalistas se ha tratado de vincular el patriotismo al mantenimiento de los roles de género tradicionales y la heterosexualidad obligatoria, y el feminismo o los valores liberales son representados como una invasión de ideas occidentales ajenas al carácter nacional. Con estos argumentos movilizan a sus bases, persiguen a las asociaciones LGTBI o, como en Hungría, se prohíben los estudios de género (gender studies) en las universidades. Estamos hablando de países donde gobiernan o tienen mucho peso fuerzas de extrema derecha.


Es cierto que hay una gran diversidad de expresiones tanto de lo que llamamos extremas derechas –por ejemplo con propuestas económicas más o menos neoliberales y diversas relaciones con el pasado fascista o nazi– y estas diferencias refieren también al tratamiento de las cuestiones de género, que dependen de los contextos locales y nacionales. Siempre es difícil, por tanto, trazar taxonomías. En cuestiones de género se suele diferenciar a las extremas derechas que participan activamente de una guerra frontal contra el feminismo –y no solo en Europa del Este, también encajaría aquí un Jair Bolsonaro– de las que han tenido que pasar algún proceso de renovación discursiva o propositiva para adaptarse a las realidades nacionales. Vox en España o Matteo Salvini en Italia comparten rasgos de ambos fenómenos aunque destacan sus rasgos marcadamente antifeministas.


En Europa Occidental estamos hablando de países que atravesaron las revueltas de 1968. Estos movimientos dejaron profundos cambios en las costumbres e hizo hegemónicas determinadas conquistas. Si en Francia, Alemania o Escandinavia un partido quiere evitar caer en la marginalidad electoral tiene que renovar su ideario o su retórica incorporando ideas liberales, por lo menos en lo que atañe a la defensa de igualdad de la mujer y aunque sea meramente formal. Al menos, no puede atacarla de manera directa. Partidos como Agrupamiento Nacional (el viejo Frente Nacional) en Francia, Alterativa para Alemania o los Demócratas de Suecia forman parte de esta extrema derecha «renovada». Incluso aquellos que en Europa occidental siguen sosteniendo posiciones contra el aborto o apoyan roles de género tradicionales lo hacen con argumentos nuevos que destacan la libertad de elección: disimulan sus ideas conservadoras bajo ropajes liberales para ser aceptables para el grueso de votantes. Hoy, todos los países de la Unión Europea –salvo Irlanda– tienen representación parlamentaria de extrema derecha.


Feminización de los partidos ultras


El cambio de imagen de los partidos la extrema derecha ha transitado, por ejemplo, por la vía de su «feminización» –poner mujeres al frente–. Alternativa para Alemania estuvo liderado por Frauke Petry, e incluso por la dirigente abiertamente lesbiana, Alice Weidel. Pero hay muchas otras que están contribuyendo a transformar la imagen y el estilo de la ultraderecha europea y hacerlo más aceptable para la mayoría –y conseguir abundante voto femenino, joven e incluso gay–.


En Francia, Agrupamiento Nacional es uno de esos partidos que ha conseguido renovarse de manera más exitosa. Su líder, Marine Le Pen llegó a disputar la presidencia de la República en la segunda vuelta de las elecciones del 2017 contra Emmanuel Macron. A ella se debe la enorme transformación que ha vivido el partido de pasado fascista liderado por su padre Jean-Marie ya que ha conseguido limar los aspectos más duros de su herencia tradicionalista y católica. A este tránsito se lo ha denominado la «desdiabolización» de su figura y de su partido. En el 2011, Le Pen llegó a declamar en un mitin: «¡Seamos hombre, mujer, heterosexual, homosexual, judío o musulmán, antes que nada somos franceses!».


Los aspectos de género y sexualidad no están desligados en estos partidos al que es su eje fundamental de movilización: la cuestión migratoria –y la islamofobia de matriz colonial–. Básicamente buscan legitimar o encubrir sus propuestas racistas más disruptivas y lo hacen precisamente mediante la instrumentalización de las cuestiones de género y diversidad sexual. La manera de adaptar este discurso discriminatorio en términos liberales es representar el Islam como una amenaza para los valores occidentales y para los derechos de mujeres y personas LGTBI. Así,el Islam, siempre descrito como fundamentalista y retrógrado, amenaza las libertades conquistadas . Los musulmanes suelen ser representados como un riesgo para la integridad de las mujeres, como agresores sexuales en potencia. «Temo que la crisis migratoria señale el comienzo del fin de los derechos de las mujeres», escribió Marine Le Pen. Precisamente, esta «defensa de las mujeres» se suele expresar a través de un populismo punitivo de carácter autoritario que pretende aumentar las penas por agresiones machistas. Es lo que hace el canciller austriaco, Sebastian Kurtz, o lo que sostiene Vox al pedir cadena perpetua para los culpables de violación, mientras responsabiliza de ellas a los inmigrantes.


Todo esto sucede mientras tratan de prohibir el velo islámico en espacios públicos o escuelas, una medida que se ha impuesto ya en varios países y que sirve como guerra cultural contra el Islam y las mujeres que los usan. Estas medidas son vehiculizadas a partir de un discurso liberal de protección de la mujer y mediante una acérrima defensa de los valores republicanos y del laicismo como esencia de la nación –rasgo muy fuerte en Francia– en la que no cabrían expresiones religiosas.


En países en los que la defensa de los derechos de la mujer y la libertad sexual forman parte de la identidad nacional, la extrema derecha local también los utiliza para hacer alarde de superioridad . Así, los Demócratas de Suecia, aseguran que el hecho de que el país nórdico sea considerado uno de los más igualitarios del mundo demuestra que son mejores que otras naciones «subdesarrolladas».


Parir niños para la nación


En general, estos partidos no niegan que hayan géneros construidos socialmente –como los que dicen luchar contra la «ideología de género»–, sino que sostienen que esto no reviste un problema. Los géneros –como las clases sociales– son complementarios y la diferencia de «sexos» es armónica –no necesita corrección–. Por ello, la «defensa» de las mujeres es compatible con posturas conservadoras que ponen el acento en los roles familiares tradicionales: refuerzan el papel de la mujer en los hogares o rechazan los derechos reproductivos. Muchos de ellos, aunque no todos, se oponen al aborto. De hecho, en estas cuestiones, las posiciones de los partidos ultras varían desde las más igualitarias de los partidos escandinavos hasta las más conservadoras representadas por Alternativa para Alemania, el Partido de la Libertad de Austria o Vox en España. De ahí proviene su insistencia en políticas familiaristas, porque la familia tradicional es la principal institución que garantiza el orden de género.


Para algunos de estos partidos el crecimiento de la natalidad de las nacionales garantiza poder frenar la «invasión» de extranjeros. Así, el programa de Alternativa para Alemania de 2017 se comprometía a contrarrestar el declive de las tasas de natalidad con «familias numerosas en lugar de inmigración masiva». Algunos de estos partidos hacen alarde de estar comprometidos con la defensa de los derechos LGTBI (que también se oponen a la idea de familia «natural»), mientras que otros tratan de no tocar demasiado esas cuestiones por la división que produce en sus propias bases.


Lo cierto es que estos partidos han sido exitosos a la hora de producir sus propias reinvenciones para adaptarse a la evolución de la sociedad. La izquierda emancipadora –y la socialdemócrata–, en crisis en muchos de estos países, lo tiene más difícil porque para ella no se trata de un problema discursivo ni de «vender» buenas ideas: se trata de trastocar el orden jerárquico de la sociedad, así como de frenar el neoliberalismo, cuyas catastróficas consecuencias son la gasolina de la extrema derecha. Un feminismo con capacidad de vincularse a los conflictos de clase en marcha y de plantear otros nuevos, debería ser una herramienta ineludible en ese camino.

OXFAM: La pobreza extrema en América Latina afecta al 10% de la población

Según el nuevo informe de la ONG Oxfam la pobreza extrema en América Latina está en aumento viéndose afectados en la actualidad 62 millones de personas, de las cuales la mayoría son mujeres o niñas.

Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano



La ONG Internacional Oxfam asegura en su nuevo informe de 2019 que en América Latina, mientras en los últimos años los milmillonarios han experimentado un aumento de su riqueza, la pobreza extrema ha continuado creciendo, alcanzado su nivel más alto desde 2008 y afectando a 62 millones de personas, equivalente al 10,2% de la población.

De hecho, en el último año, la fortuna de los milmillonarios ha aumentado en un 10%, es decir, 36.000 millones de dólares, mientras el 20% más pobre de la población, que equivale a 130 millones de personas, ha visto aumentar sus deudas.




El 10% de los más ricos paga menos impuestos sobre la renta de lo que les corresponde. La investigación realizada por Oxfam además muestra que la fortuna acumulada de los milmillonarios asciende a 414.000 millones de dólares, un monto mayor al PIB de casi todos los países de la región, excepto Brasil, México y Argentina.


Entre los datos, también se desvela que el 10% de los más ricos paga solo un 4,8% de impuestos sobre la renta, en vez de pagar en promedio un 28%, esto supone que con el dinero que las empresas dejan de pagar cada año por beneficios fiscales en el impuesto sobre la renta, se podría contratar a 93.000 médicos en Guatemala o 349.000 en Brasil, construir 120.000 viviendas en República Dominicana o 70.000 en Paraguay, y contratar a 94.000 docentes en Bolivia o 41.000 en El Salvador.


La desigualdad en América Latina es sexista


El informe, así mismo, muestra como la desigualdad en esta zona del mundo también es sexista, pues las mujeres en Latinoamérica dedican 38 horas semanales al trabajo de cuidados no remunerado, mientras los hombres tan solo 16. Y por ejemplo en comunidades rurales de Colombia, las mujeres dedican en promedio 14 horas diarias a cuidar de sus familiares. Además, la interrelación entre desigualdad de género y desigualdad económica explica la menor movilidad social intergeneracional de mujeres y niñas en particular. En México, por ejemplo, las niñas nacidas entre el 20% más pobre de la población tienen el doble de probabilidades de seguir siendo pobres que los niños en su misma situación, teniendo tan sólo una cuarta parte de las probabilidades que un niño igual de pobre de llegar a formar parte del 20% más rico de la población.

La marca verbal


Si toda marca empieza por el nombre, ¿por qué los diseñadores y los creativos crean logos y símbolos y no comienzan por el principio?


Una nueva rama del diseño de marcas gráficas es el diseño de marcas verbales. El diseñador, que es cada vez más generalista y le entusiasma abrirse a experiencias profesionales nuevas, ahora tiene en la creación de nombres de marcas (naming) la ocasión de aplicar su talento en la comunicación verbal. O tal vez es más exacto decir comunicación sonora, pues los nombres marcarios son, más que textos, o más que palabras, sonidos dotados de ciertas condiciones sensibles, muy semejantes a las de las marcas visuales.

Efectivamente, el nombre de marca participa de las mismas características que su forma gráfica. Ha de ser:

Original
Pregnante
Sencillo
Recordativo
Estético
Directo
Instantáneo

Y, como la marca gráfica, el nombre no es traducible.

Contra los apriorismos mentales

La única dificultad que se aparece a los diseñadores y creativos para abordar la concepción de nombres de marcas verbales son los frenos que ellos mismos se imponen. Hay aquí dos causas negativas. Primera, nunca se lo han propuesto hasta hoy, y nadie les ha explicado que quienes piensan con los ojos y crean formas visibles, también pueden crear formas audibles. Parece que no nos damos cuenta claramente de que las marcas verbales se crean para que los diseñadores las conviertan en marcas visuales.

La segunda causa por la cual la gran mayoría de los diseñadores gráficos ni se plantea siquiera atreverse a crear un nombre de marca es la creencia conformista de que «este no es mi problema». En las Facultades y en los Institutos de diseño no se enseña a crear marcas verbales. ¿Hasta cuándo? ¿Cuándo entenderemos que las marcas son bicanal, es decir, audio-visuales, de lo que todos somos actores, y que en la televisión encontramos diariamente el ejemplo más claro?

Desde siempre he defendido la obertura de compás sin límites para abarcar nuevos campos de desarrollo para el profesional. Hay dos vías: atreverse o autolimitarse a practicar lo que tradicionalmente se ha entendido por «diseño gráfico», es decir, el territorio «exclusivo» del espacio gráfico bidimensional, plano, neutro y mudo.

Crear nombres de marcas es un trabajo mucho más propio del diseñador de logos y símbolos —que implica un proceso de esquematización progresiva y de contrastes expresivos— que del lingüista y el semiólogo. De hecho, crear nombres de marca no tiene nada que ver en absoluto con la redacción de textos (copy). Un nombre marcario es una concentración en el espacio sonoro como un logo lo es en el espacio gráfico. El nombre de marca no es un discurso ni un relato. La marca no es secuencial como un texto. Es instantánea, tanto verbal como visualmente. Comunica de inmediato.

Nadie me convencerá de que el trabajo de naming es más propio de lingüistas, semiólogos y gramáticos que de creativos y diseñadores o comunicadores visuales. Y es que crear nombres de marcas es un trabajo lógico y creativo de la imaginación visual-sonora. Y de estrategia comunicativa. Un nombre de marca se crea para ser visto, pero sobre todo para ser verbalizado: las marcas se piden por su nombre.

Sabemos bien por estudios e investigaciones sobre percepción y memoria, que las marcas que vemos se fijan mucho más en el recuerdo que aquellas que escuchamos sin verlas. Sería impensable que pudiera existir una marca que sólo la conociéramos por la radio y por medios verbales sin que jamás pudiéramos verla. El poder de focalización y retención de las formas por la visión es muy superior al que posee el oído. Éste no puede discriminar y aislar un sonido dentro del conjunto de un campo sonoro, pues los recibe todos a la vez entremezclados. El ojo, en cambio, tiene una poderosa capacidad discriminatoria y separadora de los estímulos. La memoria visual es muy superior a la memoria auditiva. Pero si ambas se coordinan, el recuerdo es aún mayor. Por eso, sonido y grafismo se complementan en la marca.
Los secretos del namer

Corrientemente, gran número de marcas eran pensadas en las mismas empresas por no profesionales (el namer es una figura relativamente reciente), lo cual nos indica que, en principio, todos podemos crear marcas verbales.

La diferencia es que la intuición no basta. Menos aún en la actualidad, en que la explosión del naming se debe sin duda a la enorme competitividad de los mercados y al contínuo lanzamiento de productos y servicios, que necesitan una considerable producción de nuevos nombres marcarios, más sin duda que a ninguna dificultad especial para crearlos.

Diseñar es infinitamente más difícil y complejo, porque requiere años de estudios, práctica, experiencia y aprendizaje permanente. Crear marcas verbales es cuestión de aprender unas técnicas mentales y practicar unos ejercicios al alcance de cualquier persona que desarrolla un trabajo de imaginación creativa o de estrategia comunicativa. Lo demás es ya una cuestión de práctica a ritmo de profesión y saber cómo evitar crear nombres que ya están registrados.

Si el enorme desarrollo actual de las marcas está en la creación gráfica y la difusión por los medios visuales y audiovisuales, ¿por qué no hemos de asumir que el trabajo creativo de marcas empieza por el nombre, antes que por el logo, el símbolo y el manual de identidad? ¿Por qué no ofrecer un servicio completo a nuestros clientes? ¿Por qué no concebir y desarrollar, desde ahora, Programas de Marcas Globales con mayor valor añadido?

Rubén Weinsteiner

Finlandia lanza el programa "Primero la Vivienda", para bajar el número de personas son casa


Tatu Ainesmaa cumplirá 32 años este verano y por primera vez en más de una década vive en un lugar que puede llamar propio: un piso de dos habitaciones en un edificio renovado recientemente en las afueras de Helsinki, la capital de Finlancia. Incluso tiene vistas a los abedules.

"Es un milagro", confiesa Ainesmaa. "He vivido en pisos compartidos pero todo el mundo consumía drogas y tenía que irme. Tuve relaciones tóxicas y era lo mismo. He vivido en el sofá de mi hermano. He dormido en la calle. Nunca había tenido mi propio piso. Esto es increíble para mí", explica.

En la base de este edificio de dos plantas hay una luminosa área común con un salón comedor, una cocina impecable, un gimnasio y una sauna —en Finlandia, las saunas son casi obligatorias—. En la planta superior viven 21 inquilinos, hombres y mujeres, la mayoría mayores de 30 años.

Es importante remarcar que son inquilinos: todos tienen contrato, pagan el alquiler y (si lo necesitan) pueden pedir una ayuda económica. A fin de cuentas, se trata de tener una vivienda propia. Todo esto es parte de una política de vivienda que ha logrado que Finlandia sea el único país de la Unión Europea en el que está disminuyendo la cantidad de personas sin hogar.

Hace poco más de una década, cuando se estaba planteando esta medida, las cuatro personas que tuvieron la idea de lo que ahora se conoce como el programa 'Primero la Vivienda' —un sociólogo, un médico, un político y un obispo— titularon su informe 'Nimi Ovessa', que significa 'Tu Nombre en la Puerta'.

"Estaba claro para todos que el sistema anterior no funcionaba. Necesitábamos un cambio radical", asegura Juha Kaakinen, primer líder del programa y que además dirige Y-Foundation, un organismo que desarrolla viviendas accesibles con apoyo gubernamental.

"Tuvimos que eliminar los refugios nocturnos y los hostales de corto plazo. Llevábamos mucho tiempo utilizándolos en Finlandia y todos nos dábamos cuenta de que no ayudaban a que la gente saliera de su situación de calle. Entonces decidimos dar la vuelta al razonamiento", explica.

Al igual que muchos otros países, Finlandia abordaba la cuestión de las personas sin hogar con un modelo en escalera: la persona iba ascendiendo a través de diferentes fases de alojamiento temporal a medida que rehacía su vida, y el acceso a un piso propio era el último escalón.

"Decidimos otorgar pisos sin condiciones", explica Kaakinen. "Decirles: ‘Mira, no tienes que solucionar tus problemas para tener una vivienda’. Por el contrario, una vivienda debería ser una base que ayude a solucionar todos los otros problemas", justifica.

Con apoyo del Gobierno, autoridades locales y de ONG, compraron o construyeron pisos nuevos. También reformaron los antiguos refugios, convirtiéndolos en hogares cómodos y permanentes. Ejemplo de ello es el hostal para personas sin hogar Rukkila en Malminkartano, a las afueras de Helsinki, donde ahora vive Ainesmaa.

El objetivo inicial de 'Vivienda primero' era crear 2.500 viviendas nuevas. Y ya se han creado 3.500. Desde el lanzamiento del programa en 2008, en Finlandia la cantidad de personas sin hogar en el largo plazo se ha reducido en más del 35%. En Helsinki prácticamente ya no hay personas durmiendo a la intemperie y solo queda un refugio nocturno con 50 camas para casos de emergencia en invierno, cuando las temperaturas pueden llegar a -20ºC.

La vicealcaldesa de la ciudad, Sanna Vesikansa, recuerda que cuando era pequeña "cientos de personas dormían en los parques y bosques de todo el país. Eso prácticamente ya no existe. Ahora es muy raro ver a alguien durmiendo en la calle".

El proyecto no consiste solo en ofrecer vivienda. "Los servicios sociales han sido esenciales", remarca el alcalde de Helsinki, Jan Vapaavuori, que ocupaba el cargo de ministro de Vivienda cuando se lanzó el programa. "Muchas personas sin hogar tienen problemas de adicciones, problemas de salud mental, enfermedades que necesitan un tratamiento continuo…Y hemos podido ofrecer ese apoyo", indica.

En Rukkila siete empleados brindan apoyo a los 21 inquilinos. La directora del personal, Saara Haapa, explica que el trabajo va desde ofrecer ayuda práctica para hacer trámites burocráticos y acceder a instituciones educativas, apoyo en formación y acceso al empleo, hasta organizar actividades como juegos, paseos y el aprender —o re-aprender— recursos básicos como limpiar o cocinar.

"La verdad es que la mayoría de las cosas se resuelven hablando", señala Henna Ahonen, trabajadora social en prácticas. Y eso "es mucho más fácil cuando estamos haciendo algo juntos, en lugar de tener una entrevista formal", afirma Haapa. "La conexión es más fácil. Los problemas se advierten a primera vista", cuenta.

Casi ninguno de estos inquilinos que han llegado aquí vienen directamente de la calle, según explica Haapa, aunque sí los hay que pueden tomarse un tiempo para acostumbrarse a la vida bajo techo. Tras tres meses de prueba cada inquilino tiene un contrato permanente y no puede ser expulsado a menos que incumpla la normativa (aquí no se permite el consumo de alcohol o drogas, aunque en otros pisos de 'Primero la Vivienda' sí) o deje de pagar el alquiler.

Algunas personas se han quedado siete años o más. Otras se han ido en un par de años. En 2018, seis inquilinos se marcharon para iniciar vidas completamente independientes, se alegra Haapa. Una de estas personas ahora es empleada de limpieza y vive en su propio piso, otro hizo una formación en gastronomía durante sus cinco años en Rukkila y trabaja como cocinero.

Ainesmaa está en un programa de experiencia laboral de dos años diseñado para mejorar su empleabilidad. La oportunidad que le han dado, destaca, no tiene precio: "Mira, no tengo nada. Tengo trastorno del espectro autista. Creo que la gente es mi amiga y luego me estafan. Me han robado… muchas veces. Pero ahora tengo mi piso. Es mío. Desde aquí puedo construir mi vida", cuenta.

El programa 'Primero la Vivienda' cuesta dinero: Finlandia ha invertido 250 millones de euros en viviendas y en la contratación de 300 nuevos empleados. Sin embargo, un estudio reciente ha demostrado que la cantidad que se ahorra al reducir los gastos en emergencias médicas, servicios sociales y del sistema judicial asciende a 15.000 euros al año por cada persona que ingresa a una vivienda del programa.

Vesikansa asegura que el interés de otros países en el programa ha sido extraordinario, desde Francia hasta Australia. El gobierno británico está financiando una prueba piloto en Merseyside, Tierras Medias Occidentales y el área metropolitana de Manchester, donde el alcalde laborista, Andy Burnham, viajará en julio a Helsinki para conocer el programa de primera mano.

Pero si 'Primero la Vivienda' funciona en Helsinki, donde vive la mitad de la población sin hogar del país, es también porque forma parte de una política de vivienda más amplia. "La verdad es que no necesitamos pruebas piloto", afirma Kaakinen. "Ya sabemos qué funciona. Puedes tener todos los proyectos que quieras, pero si no tienes los pisos… Es esencial contar con una cantidad suficiente de viviendas sociales", sentencia.

Helsinki tiene 60.000 unidades de vivienda social. Uno cada siete residentes vive en una vivienda propiedad del Ayuntamiento, que también posee el 70% de los terrenos dentro de los límites de la ciudad, opera su propia empresa constructora y ahora tiene el objetivo de construir 7.000 nuevas viviendas — de todas las categorías— cada año.

La ciudad mantiene una estricta proporción de viviendas sociales en los diferentes distritos para evitar la segregación: 25% de viviendas sociales, 30% de compras subsidiadas y 45% de sector privado. Helsinki también insiste en que no haya diferencias visibles entre las viviendas sociales y las privadas, y no impone un techo de ingresos a los inquilinos de las viviendas sociales.

Además, ha habido una fuerte inversión en prevención, estableciendo equipos especiales que aconsejan y ayudan a los inquilinos en peligro de perder sus viviendas y reduciendo a la mitad los desahucios de las viviendas sociales propiedad del Ayuntamiento entre 2008 y 2016.

"Gran parte de los terrenos son nuestros. Tenemos monopolio en la zonificación y nuestra propia empresa constructora", explica Riikka Karjalainen, experimentada funcionaria de planificación. "Algo que ha ayudado mucho al proyecto 'Primero la Vivienda' porque no hay forma real de solucionar el problema de las personas sin hogar sin una política general de vivienda", apunta.

Finlandia no ha solucionado por completo el problema de las personas sin hogar. Quedan unas 5.500 oficialmente en todo el país. La gran mayoría —más del 70%— vive temporalmente en casas de amigos o familiares.

La planificación del sector público y el esfuerzo colectivo han logrado que 'Primero la Vivienda' sea un éxito comprobado a la hora de reducir la situación de falta de hogar prolongada. "Todavía no hemos logrado un éxito absoluto, por supuesto", aclara Vesikansa. "Ningún modelo es perfecto. Todavía tenemos fallos. Pero estoy orgullosa de la valentía que hemos tenido al intentarlo", señala.

El alcalde está de acuerdo. "Hemos reducido muchísimo la cantidad de personas viviendo sin hogar de forma prolongada", confirma. "Debemos hacer más: ofrecer más apoyo, mayor prevención, mejor diálogo con los vecinos… La gente apoya este programa pero no todos quieren una unidad en su barrio. Pero sí, podemos estar orgullosos", sentencia.

Segmento Bohemio: #marcapolíticas que pueden ser continente y canal en el #votojoven

Por Rubén Weinsteiner

Dentro de los segmentos del #votojoven, encontramos un colectivo muy definido, transversal y con especificidades y particularidades, ordenado por algunas variables duras, por demandas y fundamentalmente por variables blandas, definidas por marcos de pertenencia y pertinencia.

Dentro de los cruces de segmentación, el abordaje del segmento bohemio como tal, presenta problemas particulares y oportunidades.


¿Podemos hablar hoy de jóvenes bohemios? ¿Existen?

La caracterización “bohemios” nos permite segmentar y abordar a un colectivo con heterogeneidades intensa, de origen, de habitat, de procedencia familiar, de nivel educativo, de nivel de ingresos, con moratoria social para poder vivir sin trabajar o no.

Es decir jóvenes bohemios hay en las ciudades, en los conurbanos, en la ruralidad, los hay universitarios, los hay sin formación sistémica, los hay pobres y los hay ricos, hijos de la creme de la creme e hijos de inmigrantes pobres.



La segmentación que aplicamos para interpelar al segmento bohemio, es una segmentación por estilo de vida, por actitud, por creencias que superan lo coyuntural

Este segmento está definido por las motivaciones internas de sus integrantes, lo que Madison Avenue llamaba realizados socio-conscientes, donde la referencia está adentro, de ellos mismos y de la tribu, más que en el mainstream, los medios, “la moda”, los trenes que rigen para el resto.

Junto con la contestación, el inconformismo y la puesta en crisis de normas y pautas que los benefician pero que rechazan, la creación par sustituir por sobre la crítica, y la oposición lateral, es decir que se oponen de una manera no funciuonal a lo establecido porque no critican las formas y la superficie, sino el fondo y los principios ordenadores.

Este discurso inhabilita al discurso dominante del debate frontal y directo y lo incómoda porque lo deja inerme y sin capacidad de reacción.

¿Que es la bohemia? ¿Quiénes son los bohemios? ¿De donde vienen?

En el comienzo del siglo veinte, junto con las crisis culturales modélicas, irrumpen las corrientes utopistas, idealismos colectivistas, nacionales, liberales, etc.

En ese escenario de crisis de paradigmas irrumpe la bohemia. Jóvenes que ante todo exigían la libertad “en todo” y que visibilizaban contradicciones del orden establecido, señalando la impostura, las mentiras, la falsa moral que esconde una inmoralidad más grave que la que el establishment denuncia, la mala administración por parte de los gobiernos, la falta de flexibilidad y creatividad, la hipocresía, la doble vara, y que comienza a ver al sujeto trabajador como el más perjudicado por las reglas del juego y al que hay que representar y darle visibilidad a sus problemas y voz a sus demandas.

Los jóvenes bohemios establecen un primer clivaje con la burguesía, y el modernismo contestando al positivismo, se pone del lado de los jóvenes bohemios, mediante un disenso formal activo.

Los jóvenes bohemios planteaban una renovación cultural, con una sociedad más integradora, transparente, auténtica, que legitimara actos privados que todos hacemos, que validara lo “raro” lo “extraño” como “normal” y sobre todo que tuviera valores propios más allá de los importados. Proponían un hombre nuevo, marcos de pertenencia superadores de lo territorial. Proponían acción creativa sustitutiva y disruptiva. Es decir, no sólo criticamos sino que podemos hacerlo diferente y ahora mismo.

El mainstream positivista se defendía. Los jóvenes bohemios eran, según la narrativa dominante: sucios, irresponsables, apartidas, herejes, vagos, borrachos, adictos, delincuentes, parásitos sociales, promiscuos, fracasados, locos, etc.

Max Nordeau describía a la bohemia como: “formas de descomposición intelectual y degradación espiritual que por priorizar los resortes emotivos suponen un atentado al mejoramiento científico de la raza”.



París fue la meca de la bohemia en el comienzo del nuevo siglo. Son jóvenes en sus veintipico, que hacen suyo el Boulevard Saint Michel, muchos son intelectuales, artistas o por lo menos a eso aspiran, se consideran outsiders, otros escapan de persecuciones, y buscaban un espación expresivo sin censuras. No tenían dinero, aún cuando algunos venían de familias ricas.

Eran austeros pero organizaban su estilo de vida y lo institucionalizaban. El barrio Montmatre fue declarado comuna libre e independiente de Francia. Poca plata, muchas ilusiones e ideales, disfrute de la libertad y la tolerancia, y bellas jóvenes que dejaban a sus familias para abrazar ese estilo de vida como artistas o como musas de estos.

En su Carta a la Juventud, Emile Zola los describe como amantes de la libertad, rebeldes frente a la fuerza del estado, la injusticia con los más humildes y el rechazo a la clase política y al periodismo corrupto.



Jóvenes bohemios fueron apareciendo en casi todas las ciudades importantes. Los cafés, los diarios contestatarios, las universidades donde se cuestionaba el orden establecido, donde se planteaba como límite la claudicación “la transa” con el sistema, la genuflexión con la autoridad, la obsecuencia con el mainstream y donde el la tensión y la sustitución eran la plataforma sobre la cual se desplegaban las necesidades, fantasías y deseos de los jóvenes bohemios.

La bohemia tuvo también vicios que le hicieron poner en crisis muchas de sus ideas, paradigmas y formatos de acción. La elitización alejó a algunos de la gente de a pie, para transfomarlos en minorías esclarecidas y lejanas, que fueron perdiendo contacto con aquellas cosas que pretendían cambiar.

La bohemia como formato fue evolucionando con las distintas generaciones de jóvenes. Siempre hubo algunos que se recluyeron en esa torre de marfil del elitismo, pero la evolución cultural, social y política potenciada por los medios, desde los diarios, las radios y la TV a mediados del siglo 20, hasta la Web social hoy, crearon una bohemia más inserta en el teatro social y político.


Hipster subcultura bohemia

La cultura hipster es una subcultura de jóvenes bohemios de clase media-alta que se establecen por lo general en barrios que experimentan procesos de gentrificación. Se asocian a tendencias musicales indie y alternativas, a una moda alejada de las corrientes predominantes, basados más en lo independiente (que incluye artículos vintage), a posiciones políticas progresistas (de izquierda), al consumo de alimentos orgánicos, productos artesanales y ropa de segunda mano. Se caracteriza por una sensibilidad variada, alejada de las corrientes culturales predominantes (mainstream) y afín a estilos de vida alternativos.


El término Hipster se usa para describir la tendencia hacia lo «alternativo» o la «antimoda», una subcultura o moda urbana enraizada en las clases medias o clases altas, compuesta por gente joven moviéndose de sus barrios al centro de la ciudad. En la cultura juvenil, hipster usualmente se refiere a personas jóvenes con gusto por la música alternativa, el skateboarding u otros deportes urbanos, con un sentido irónico de la moda o una u otra manera de estilo «bohemio».

Son generalmente asociados con la cultura alternativa, en particular la música alternativa, incluyendo el indie rock, el denominado post-rock, la música electrónica y la música experimental, el gusto por el cine independiente o cualquier otra forma de música o cultura no mainstream, indumentaria sacada de ventas de saldos y ropa usada, comida orgánica, el consumo de la cerveza local, la escucha de la radio pública, u otras elecciones de consumo no habituales. Suele frecuentar cafés culturales, bares pequeños o restaurantes acogedores y sus áreas de trabajo son las creativas, humanas o tecnológicas.

En 2003, el libro de humor satírico de Robert Lanham The Hipster Handbook afirmó que los hípsteres son gente joven con cortes de pelo como The Beatles, portando bolsos estilo retro y zapatos de plataforma, hablando por celular, fumando cigarrillos europeos, y con una biografía del Che Guevara.4

El término hipster también es considerado un estereotipo que fue eclipsando a la verdadera cultura indie, lo que provoca que se cree un estigma del que ellos quieren escapar para poder presentar libremente su arte.





Muchos jóvenes bohemios, en todo el mundo, saben que para poder vivir de lo que les apasiona deben hacerlo monetizable, tanto sea si tienen una banda, si escriben, si hacen teatro o cine o se dedican a la plástica. Hay jóvenes bohemios que trabajan en una oficina o en un banco y usan traje, y que ven a su trabajo como una forma de obtener lo necesario para poder vivir de acuerdo a sus reglas.

La actitud bohemia es transversal al #votojoven, a os jóvenes en general. Hay muchas formas de ser bohemio. Los jóvenes bohemios tienen heterogeneidades de origen pero homogeneidades referenciales y actitudinales.

Lo que persiste en el espíritu del joven bohemio, es el inconformismo, la crítica profunda, no superficial ni de formato, al sistema, poniendo en crisis reglas “intocables” para el establishment, con un dinamismo que presiona la máquina social, la hace rechinar, como decía Adorno, y que articula y ordena microsegmentos nuevos por demandas.

Creación o frustración, plantear incomodidades y demandar cambios o sobreadaptarse, ponerse el traje y entrar a trabajar a un banco. Los jóvenes bohemios siempre se sitúan entre dos épocas, porque siempre estamos entre dos épocas, donde lo nuevo suele carecer de fisonomía explicita y se manifiesta con detalles aparentemente aislados e inconexos. Y donde lo viejo le cierra a muchos, le da seguridad a la mayo,ría pero presenta contradicciones cada vez más intensas.

Los segmentos bohemios ven los cambios como inexorables, están convencidos que el tiempo juega a su favor, y que los viejos sólo intentan hacer durar más aquello que les da ventaja.

Por eso el paradigma bohemio junto con la contestación plantea la creación de una realidad alternativa que desplace la caducidad organizada.

El paradigma del voto bohemio es la creatividad y pensamiento lateral puesta a favor de la construcción desde los márgenes, más que en la crítica funcional.

El segmento bohemio no es funcional al poder, porque no es un crítico superficial del mismo. Crítica lo macro y quiere generar nuevas realidades para sustituirlo.

La bohemia se siente capaz de construir y de sustituir, para eso revela creatividad, seguridad y compromiso. El joven bohemio sabe que hace falta cambiar las cosas, sabe que puede, y está dispuesto a comprometerse con la acción.

El factor bohemio en el #votojoven requiere de una promesa de marca política proactiva, donde se le legitime la voluntad de hacer por sobre contestar, donde la marca política es canal para la realización del sujeto joven de elección y de la creación superadora.

Un discurso unplugged, desprovisto de artificios, exhibiendo debilidades y limitaciones, logrará empatía e identificación en el segmento bohemio

Los jóvenes bohemios son sujetos politizables pero no necesariamente politizados.

Pueden comprometerse o replegarse depende de la invitación al compromiso.

Pueden enamorarse de una promesa de marca política y evangelizar, en tanto y en cuanto se los habilite a desplegar y se canalice su potencial de acción.

Con los jóvenes bohemios también funcionan los movimientos más que las campañas

El segmento busca un continente y un canal. Hay que escucharlo más que hablarle, tomar nota, y pensar en los términos del segmento.

El discurso para el voto bohemio debe plantear la institucionalización de ese continente y ese canal.

No buscan un líder hacedor, sino alguien que confíe en ellos, es habilite caminos para actuar, y no se ubique cerca, sino entre ellos.



Rubén Weinsteiner

La creación de una nueva marca


Inicialmente, antes de forzar una conclusión debemos conocer cuál es el objetivo en la creación de un nuevo nombre. En el artículo "La imagen psicológica de la Marca" el autor Jean Costa* revela: "Las marcas tratan de erigirse en estandartes que quieren guiar el consumo y atraerlo para sí. En una tal batalla competitiva, las marcas han acumulado sus antiguos estados: son al mismo tiempo, signos, discursos y sistemas de memoria. Pero también muchas cosas más. Objetos de deseo forzado. Objetos de seducción. Fetiches. Sujetos de seguridad. Y sobre todo, espejos idealizados en los que los individuos ven ilusoriamente proyectada su autoimagen".

Para los creadores de Movistar, la razón de ser de la nueva marca es que el efecto es el afecto. La marca se apoya en las necesidades emocionales del ser humano y no en las razones perecederas de los productos. Entonces la telefonía celular es hoy mucho más que tecnología de comunicación racional; es el acceso al contacto humano en todas las posibilidades de la emotividad.

Para entender más el cambio que estaban buscando podemos remitirnos nuevamente al trabajo de Joan Costa: "Esta proyección del yo en un símbolo es un fenómeno de grados. Se proyecta en una micro decisión: por ejemplo, elegir mi marca de dentífrico, donde apenas hay implicación psicológica y ninguna chispa de emoción. O se proyecta, infinitamente con más fuerza, en una decisión que es la culminación de una aspiración, un deseo y un sentimiento tribal-fetichista". Para explicarlo Costa nos ilustra con el ejemplo de Harley-Davidson en donde los poseedores de esa motocicleta se identifican de tal manera con la marca que llegaron a formar una especie de "tribu" de adictos con tipologías específicas.

El ícono de Movistar fue creado por la agencia de branding Wolf Olins. Para ello Telefónica Móviles se contactó con varias empresas de branding, que presentaron en total más de mil propuestas, a su vez depuradas por medio de 3.200 entrevistas.

"No hay que fijarse en las motos, sino en las personas y sus conductas para comprender qué es y qué hace la imagen mental de la marca".

Vale destacar la elaboración de diseño de la "M" como un elemento dinámico, que otorga más expresión y movilidad y que refleja la forma de ser, de actuar y de relacionarse con sus clientes. Este ícono fue creado por la agencia de branding Wolf Olins. Para ello Telefónica Móviles se contactó con varias empresas de branding que presentaron en total más de mil propuestas, a su vez depuradas por medio de 3.200 entrevistas realizadas tanto en España como en Latinoamérica. Así se llegó a este diseño que mantiene el color verde con un toque de azul, que Telefónica considera como uno de sus activos.

La campaña

La campaña de lanzamiento de Movistar se realizó en varias fases. La primera etapa fue de carácter informativo, en la que se ha informado acerca del cambio de marca, relacionando este proceso con el término 'Creeme'. En éste se ha desvelado el ícono de la marca, que aparece integrado en el mensaje, como una letra 'M' pero que no tenía el color verde final. Era celeste para acentuar el misterio y el cambio.


La resolución de la campaña se ha llevado a cabo con el inicio de una etapa de integración, centrada en la frase "Ahora llamame Movistar", en la que se une el ícono con el nombre de la operadora y se presenta al Grupo al que ésta pertenece. Para los creadores del nuevo logo la marca Telefónica aporta solvencia, garantía y respaldo, al tiempo que genera recuerdo inmediato, integra y agrupa a Movistar junto al resto de las marcas comerciales de Telefónica bajo un mismo grupo.

Como conclusión, si la creación del nuevo nombre fue una estrategia de Branding o una decisión de la Gerencia por un mero ahorro de costos en publicidad global, nunca vamos a saberlo. Para entenderlo se pueden citar los casos de Brasil, donde seguirá la marca Vivo, y en Marruecos, que continuará con el nombre Méditel. Esto se debe principalmente a que comparte la propiedad de estas dos compañías líderes con Portugal Telecom. Ahora sólo resta esperar al desenlace y poder estudiarlo al terminar esta mega-campaña, que probablemente logre quitarle algunos clientes a sus competidoras.

Rubén Weinsteiner

La «irrupción evangélica» en la política de México


Entre las iglesias y la política


En las últimas elecciones mexicanas, llamó la atención la alianza de Andrés Manuel López Obrador con el Partido Encuentro Social (PES), inspirado en valores evangélicos y políticamente pragmático. En un caso como el mexicano, con una larga tradición laica que separa las iglesias del Estado, anclada en la Constitución de 1917, no solo estamos frente a la irrupción de «los evangélicos» en política, sino ante la legitimación de nuevos discursos religiosos y reconfiguraciones políticas y sociales.

Por Cecilia A. Delgado-Molina




El 2 de julio de 2018 fueron las elecciones presidenciales en México y se eligió también el Congreso Federal, gobernadores, alcaldes y legisladores locales. El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se consolidó como el gran triunfador al obtener resultados históricos en el país y llevar a la Presidencia a Andrés Manuel López Obrador, quien venció luego de dos intentos previos en 2006 y 2012. Morena se presentó a las elecciones en alianza con el Partido Encuentro Social (pes), una organización de origen evangélico con un discurso conservador en temas de moral sexual y derechos sexuales y reproductivos, que sin embargo se ha distinguido por alianzas políticamente pragmáticas.

En este artículo mostramos los reacomodos para articular discursos en apariencia contradictorios, la representación que el pes consiguió en el Congreso Federal y lo que hasta este momento ha implicado su presencia, así como los reacomodos y tensiones con Morena en el estado de Morelos, única entidad federativa donde el pesconservó su personería jurídica como partido y donde, como veremos, el presidente López Obrador nombró delegado federal al ex-presidente nacional del pes.

En un caso como el mexicano, con una larga tradición laica que separa las iglesias del Estado, no solo estamos frente a la irrupción de «los evangélicos» en política, sino ante la legitimación de nuevos discursos religiosos y el aprovechamiento de estos procesos por actores políticos que ponen en pie alianzas políticas y religiosas de manera pragmática.

Un poco de contexto histórico

La tradición laica de México es constitutiva de la nación. En el proceso de gestación institucional que siguió a la Independencia, México se separó del resto de los países latinoamericanos que firmaron concordatos u otro tipo de acuerdos similares con la Iglesia católica, al elevar a rango constitucional las Leyes de Reforma de 1859, que incluyeron la nacionalización de los bienes eclesiásticos, la separación de la Iglesia del Estado, la supresión de órdenes religiosas masculinas, el reconocimiento del matrimonio civil como único vínculo válido en el país, el carácter del Estado como responsable del registro civil de nacimientos, defunciones y la administración de cementerios, la reducción de las festividades religiosas católicas y la libertad de cultos religiosos1. Su aplicación rigurosa no se dio sino hasta el gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada (1872-1876), cuando también progresó la apertura del país a otras iglesias –catalogadas entonces como «protestantes»2–, que se insertaron rápidamente en el norte de México, aunque en las últimas décadas el mayor crecimiento se produjo en el sudeste del país.

Durante el gobierno de Porfirio Díaz (1884-1911), las Leyes de Reforma no se derogaron, pero su aplicación fue laxa. Eso cambió con la Revolución de 1910, que tuvo un tinte anticlerical y antirreligioso que se plasmó en la Constitución de 1917 con la prohibición de la educación religiosa, del enclaustramiento conventual y del uso de vestimenta religiosa en la calle. El conflicto escaló hasta los enfrentamientos armados entre el Estado y la Iglesia católica en la llamada Cristiada o Guerra de los Cristeros, ocurridos entre 1926 y 19293. La pacificación del conflicto generó un modus vivendi entre la Iglesia católica y el Estado. En ese marco, las iglesias no católicas permanecieron en ciertos niveles de anonimato o clandestinidad, pues toda actividad pública, y mucho más de carácter político, les estaba prohibida por ley.

La reforma constitucional de 1992 conllevó cambios importantes para el país, aun si socialmente no significó en muchos casos más que una puesta al día jurídica respecto a prácticas sociales ya establecidas4. Fueron reformados los artículos 3, 5, 24, 27 (fracciones ii y iii) y 130, en los que se encuentra el marco constitucional de la cuestión religiosa. La iniciativa de reforma fue presentada el 10 de diciembre de 1992 por el Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (pri), que gobernó desde tiempos de la Revolución Mexicana, y fue rápidamente aprobada por ambas cámaras. La reforma reconoció jurídicamente a las asociaciones religiosas y, por lo tanto, «la libertad de los creyentes de organizarse y expresar su fe de manera colectiva, [manifestada] en el artículo 130o de la Constitución»5. Además, se reformaron aspectos referentes al régimen patrimonial de las iglesias y a la libertad religiosa, que abrieron la puerta a la celebración del culto público extraordinario; también, a la situación jurídica de los ministros del culto, a quienes se les reconoce el derecho al voto activo (votar), pero no al voto pasivo (ser votados), a menos que se separen del ministerio religioso cinco años antes.

Durante las negociaciones entre el gobierno y la Iglesia católica que arrancaron a principios de 1992, se planteó la posibilidad de que las iglesias pudieran contar con medios de comunicación, y recuerda Genaro Jaimes Olivares, director general adjunto de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación entre 1993 y 2001, que el obispo Luis Reynoso Cervantes, vocero de la Conferencia Episcopal Mexicana, opinó que no era «el momento propicio, pues los católicos no contaban con experiencia en ese terreno y argumentó que los evangélicos podrían arrebatarles el mercado de feligreses fácilmente»6.A partir de las reformas, el número de asociaciones religiosas evangélicas que obtuvieron reconocimiento y personalidad jurídica, lo que se traduce en mayor seguridad y publicidad, aumentó7, aunque algunas se agruparon en asociaciones nacionales por el temor a las complicaciones que podían venir con la reforma. Conformaron así legalmente frentes que, con el paso del tiempo, han reclamado representar a los creyentes evangélicos y demandado ser interlocutores del gobierno. Algunas se agruparon también en organizaciones no gubernamentales (ong) de defensa de los derechos y libertades religiosas, como es el caso de los grupos asociados a los conflictos religiosos en Chiapas8 y a la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice), que ya en 1995 buscaron formar el primer partido político estructurado de origen cristiano evangélico, llamado Frente de la Reforma Nacional9.

En el proceso electoral de 2000 se habilitó en las urnas la alternancia en el poder presidencial después de 70 años de gobiernos priístas (1930-2000). Es entonces cuando por primera vez se escucha hablar del «voto evangélico» y, como afirma el presidente de Confraternice, cuando surgieron «operadores proselitistas de las tres principales fuerzas políticas (pri, pan y prd) enfocados al campo religioso evangélico»10. Si bien diversos sectores apoyaron al candidato del Partido Acción Nacional (pan) Vicente Fox, a la postre el primer presidente de la alternancia, fue la propia Confraternice la que presentó un extrañamiento ante la Secretaría de Gobernación por violaciones al Estado laico cuando el mandatario besó el anillo del papa Juan Pablo ii en su visita al Vaticano11.

Este breve recuento histórico nos permite ver cómo hasta 2000 las iglesias evangélicas jugaron un papel de defensa del régimen laico del Estado mexicano como una estrategia para garantizar la libertad religiosa y defender los derechos de sus creyentes, especialmente en los casos asociados a violencia religiosa y desplazamientos, así como para ganar visibilidad como interlocutores en el escenario político del país.

El pse, ¿el «partido evangélico»?

En su primera época, el pes operó aliado al pri, como ocurrió en las elecciones federales de 2003, y logró su registro como asociación política nacional en 2005 (en la legislación mexicana, paso previo para convertirse en partido político). En su trayectoria política, su presidente Hugo Éric Flores Cervantes tuvo cargos asociados a los, hasta entonces, tres partidos más grandes del país: fue subsecretario del Comité Ejecutivo Nacional del pri, oficial mayor de la Secretaría de Medio Ambiente en el gobierno de Felipe Calderón (pan, 2006-2012) y, finalmente, funcionario del gobierno de la Ciudad de México en tiempos de Marcelo Ebrard, quien fuera jefe de Gobierno (2006-2012) por el Partido de la Revolución Democrática (prd) y es actualmente el secretario de Relaciones Exteriores en el gobierno de López Obrador12.

En 2013, con el regreso del pri al palacio presidencial y 20 meses después de iniciado el proceso legislativo, se concretó la reforma al artículo 24 de la Constitución, que incorporó el concepto de «libertad religiosa», de carácter más público, en lugar de la anterior «libertad de culto», de carácter más bien privado. Esto se percibió como un triunfo para la cúpula católica y generó resistencias entre los grupos evangélicos, que dejaron de ver a este partido como «defensor del laicismo y (…) garante de la seguridad de los evangélicos»13, según las expresiones de asociaciones como Confraternice y el Secretariado de Comunicación Social de las Iglesias Cristiano Evangélicas (Secosice). Al mismo tiempo, la reforma incorporó restricciones al uso político de actos religiosos públicos.

El pes logró su registro como partido político nacional en 2014 y utiliza como logo el símbolo ichtus, dos elipses que forman un pez y cuyo significado es «Jesús Cristo, Hijo de Dios, Salvador». Aunque se lo ha identificado como un partido evangélico, en México la ley excluye la posibilidad de que existan partidos confesionales, por lo que su discurso se caracteriza por la ambigüedad, tejida a partir de estrategias de eufemización y negociación simbólica14, así como por las expresiones públicas de desconfianza hacia el pes de organizaciones que agrupan a diversas iglesias evangélicas, tales como Confraternice y Secocise, que han afirmado que el partido solo representa a un reducido porcentaje de las comunidades evangélicas en México15.

Para conservar su registro, los nuevos partidos deben obtener en las elecciones federales un mínimo de 3% de los votos y presentarse, la primera vez, sin alianzas. El pes se presentó a las elecciones intermedias de 2015 en las que se renovó la Cámara de Diputados y obtuvo diez curules, entre ellas la de su presidente Flores Cervantes, quien fue diputado federal de 2015 a 2018 con 3,5% de la votación, con lo que logró conservar el registro para presentarse a las elecciones de 2018. En diciembre de 2017 se anunció que el pes se sumaba a la alianza de Morena –que también se presentaba por primera vez a una elección presidencial16– con el Partido del Trabajo (pt), identificado con la izquierda histórica, y que postulaba a López Obrador. La alianza con los evangélicos sorprendió a muchos, pues López Obrador era el candidato de la izquierda mexicana y en su movimiento, después convertido en partido político, confluían los sectores más progresistas en materia de derechos sexuales y reproductivos17, así como históricos defensores del Estado laico.

Si se analizan los discursos de López Obrador durante su gestión como jefe de gobierno de la Ciudad de México (2000-2006) y los de sus campañas electorales (2006, 2012, 2018), se observa que su discurso nunca ha sido linealmente «progresista», sino que más bien ha sido tejido a partir de la misma negociación simbólica y eufemización de las diferencias, lo que permitió, durante la campaña, la confluencia de discursos aparentemente contradictorios. Esto, sin embargo, cambió el escenario de la vida política del país, pues si bien tanto Fox como Calderón hicieron siempre público su catolicismo y sus posiciones conservadoras en materia de moral sexual y derechos, el discurso teológico-religioso se mantuvo censurado. La presencia de Dios en los discursos políticos dio inicio a una tendencia que se consolida cada vez más en la vida pública del país.

El «efecto amlo» en las elecciones de 2018 fue arrollador y Morena obtuvo la mayoría en los congresos locales, federal y ayudantías. El pes, a partir de su alianza con esta coalición, obtuvo 30 diputados y cinco senadores18. El grupo parlamentario del pes ha presentado tres iniciativas legislativas que han sido poco referenciadas por la prensa y que, si bien están pendientes de tratamiento, permiten ver la construcción de una agenda legislativa propia, que al mismo tiempo busca abrir espacios y legitimar el camino para la participación de las iglesias y los grupos confesionales en la política mexicana. La primera iniciativa es el proyecto de decreto que busca agregar en el artículo 4 de la Constitución el reconocimiento por parte del Estado del derecho y el deber preferente de los padres de educar convenientemente a sus hijos, una de las batallas de los grupos conservadores que apelan al discurso de la «ideología de género» para oponerse a la educación sexual integral, utilizando el lenguaje de los derechos humanos como estrategia para legitimar sus discursos en el ámbito público. Las otras dos iniciativas, si bien constituyen dos proyectos separados, forman parte de una estrategia que abre el camino para la participación política de las iglesias desde otras lógicas. Se trata del proyecto de decreto que reforma el artículo 82 de la Ley del Impuesto sobre la Renta para establecer que serán deducibles las donaciones que reciban las asociaciones religiosas y el proyecto de decreto que reforma el artículo 41 de la Constitución para establecer el financiamiento de origen privado de los partidos políticos.

Señalo en general a los grupos conservadores, pues las posturas «provida» y «profamilia» acercan a los evangélicos a los católicos conservadores19, como se puede ver en las iniciativas que presentó el pes en la anterior legislatura, que incluyeron la protección de la vida desde el momento de la concepción y limitaciones a los contenidos de educación sexual en los materiales educativos, apoyadas por el Frente Nacional por la Familia20, que aglutina a una serie de ong de origen religioso, preponderantemente católico, en la estrategia de los conservadurismos de ciudadanizar los argumentos separándose legal y discursivamente de las iglesias.

Las pugnas por la representatividad del pes como partido evangélico y la construcción de este discurso por parte de sus líderes ante el electorado no deben hacernos perder de vista que, si bien la tradición laicista de México ha configurado la exclusión de los partidos confesionales, también configuró las formas en que los sectores religiosos y moralmente conservadores se han insertado en el campo político, estableciendo entre religión y política relaciones de connivencia y compromiso mutuos21, y que el llamado «clero político» no ha sido exclusivo de la Iglesia católica, aunque desde las iglesias evangélicas las prácticas políticas han buscado abrir espacios y proteger la libertad religiosa, y ahora, hacer valer lo que consideran es su representatividad demográfica y social en el campo político. Como afirmó el presidente de Confraternice: «En el interior de la Iglesia evangélica se ha abandonado la interpretación originalmente católica de ‘Al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios’, para comprender el evangelio de Jesucristo como soberano sobre todas las esferas de la vida, pública o privada»22.

Pragmatismo político y religioso: el caso de Morelos

La acción del pes, si bien impulsa una agenda propia, se ha distinguido por el pragmatismo político y también religioso, como ilustra el caso del estado de Morelos, una de las 33 entidades del país, colindante con la Ciudad de México.

En 2015, el popular futbolista Cuauhtémoc Blanco ganó, sorpresivamente, la Alcaldía de Cuernavaca, la capital del estado. Postulado por un partido local, el Partido Social Demócrata, con el que finalmente rompió en medio de acusaciones de no haber respetado «el contrato» por el que había sido postulado, fue finalmente sometido a juicio político por el congreso local. Enfrentado al gobierno estatal, Blanco se alió a otros actores políticos que mantenían frentes abiertos contra el gobernador, incluyendo al entonces rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos Alejandro Vera y al obispo católico de la diócesis de Cuernavaca Ramón Castro, con quienes encabezó la conformación del Frente Amplio Morelense, una agrupación de organizaciones sociales que demandaba la renuncia del gobernador Graco Ramírez por la situación de violencia e inseguridad que impera en el estado. Pero, al mismo tiempo, el alcalde anunció su afiliación al pes, partido que lo postuló como su candidato a gobernador para el periodo 2018-2024.

Después de una serie de negociaciones con Morena, que tenía su propio candidato a gobernador, y de una encuesta, Blanco fue finalmente postulado por la alianza lopezobradorista y resultó ganador. Sin embargo, la cercanía del nuevo gobernador con la Iglesia católica local continúa vigente; prueba de ello es la celebración de una misa en el interior del Palacio de Gobierno el 12 de diciembre de 201823, un hecho sin precedentes en el país que motivó la denuncia de organizaciones como República Laica ante la Secretaría de Gobernación24. A cuatro meses de haber asumido el cargo, se ha enfrentado ya con la dirigencia nacional de Morena25.

A pesar de estas alianzas, el presidente del pes Flores Cervantes fue nombrado coordinador estatal del Programa de Desarrollo en Morelos, un nuevo y controversial cargo creado para consolidar en una sola persona todos los enlaces de las entidades con el gobierno federal26. Entre sus primeras acciones se encuentran las reuniones con líderes de las iglesias evangélicas en el estado, con el argumento de preparar los censos para los programas sociales.

El caso nos ilustra que las alianzas entre actores políticos y religiosos siguen lógicas pragmáticas que permiten avanzar las agendas de todos los involucrados, buscando por un lado el apoyo para los triunfos políticos y por el otro la convergencia en temas de moral sexual y de derechos. Por lo tanto, debemos observar con cuidado la evolución de la agenda legislativa en Morelos, pues uno de los temas álgidos que permitieron tales confluencias en el estado fue la aprobación del matrimonio igualitario en 2017.

Nuevos discursos religiosos

Se debe ser cuidadoso al analizar la presencia evangélica en la política mexicana, pues se corre el riesgo de sobreestimar o subestimar el fenómeno. Sabemos que, comparativamente con otros grupos religiosos –católicos, bíblicos no evangélicos y sin religión–, si bien los evangélicos tienen menor resistencia a la participación política de las iglesias, un porcentaje mayoritario la rechaza. Por ejemplo, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Creencias y Prácticas Religiosas en México (encreer) de 2016, 9,7% de los evangélicos está de acuerdo en que los candidatos a puestos de elección popular usen símbolos o recursos religiosos para ganar votos, frente a 8,6% del conjunto nacional que aprueba ese uso; y 24% de los evangélicos aprueba que las religiones participen abiertamente en la política electoral, frente a 20,7% que lo aprueban en el nivel nacional27.

Es poco plausible pensar que la representatividad que declaran los líderes religiosos evangélicos se traduzca en la existencia de un «voto evangélico», un tema aún pendiente de estudio por los especialistas del fenómeno religioso, pues en México este fenómeno parece tener configuraciones distintas que en otros países de la región, probablemente debido a la tradición laica del país. Sin embargo, los evangélicos comparten disposiciones comunes que orientan su acción y que son relevantes en la vida pública, pues empiezan a legitimar nuevos discursos religiosos, tales como las continuas referencias morales, bíblicas y religiosas que el nuevo presidente hace en sus conferencias de prensa matutinas28, así como la asociación de los feminicidios con la tasa de divorcios o aseveraciones como «está en la Biblia» para legitimar dichos.

En ese sentido, el riesgo es que subestimemos el fenómeno y la capacidad de las alianzas interreligiosas e interpolíticas para el impulso de ciertas agendas relacionadas con moral sexual y derechos, lo que a partir del pragmatismo político y religioso abre caminos hasta ahora vetados en México, que tendrán consecuencias a futuro. De ahí la importancia de defender el Estado laico como la estrategia para construir un régimen de convivencia que no se asiente en creencias religiosas y que garantice una sociedad que respete los derechos.
1.

Felipe Tena Ramírez: Leyes fundamentales de México, 1808-1985, Porrúa, Ciudad de México, 1967.
2.

Patricia Galeana: «Clericalismo y soberanía» en P. Galeana: Relaciones Estado-Iglesia. Encuentros y desencuentros, Secretaría de Gobernación, Ciudad de México, 2001.
3.

Jean Meyer: La Cristiada, FCE / Clío, Ciudad de México, 2007.
4.

Roberto J. Blancarte: «Laicidad y secularización en México» en Estudios Sociológicos vol. xix No 57, 2001, p. 256.
5.

Ibíd., p. 257.
6.

Jacinto R. Munguía: «Las claves de la negociación» en Reforma, 12/5/2002.
7.

Alberto Hernández: «Las iglesias evangélicas y la ley de asociaciones religiosas y culto público» en P. Galeana: ob. cit.
8.

Carolina Rivera Farfán: «Acción política de organizaciones evangélicas en los Altos de Chiapas» en Iztapalapa No 62-63, 2007.
9.

Arturo Farela Gutiérrez: «Iglesia evangelista en México: expansión y lucha social (1992-2014)» en El CotidianoNo 185, 5-6/2014.
10.

C. Rivera Farfán: ob. cit.
11.

«Envían evangélicos ‘extrañamiento’ a Fox por besar la mano al Papa» en Proceso, 1/8/2002.
12.

Ver Imelda García: «Las andanzas del pes» en Reporte Índigo, 19/12/2017.
13.

Elio Masferrer Kan: «El campo político religioso mexicano a inicios del 2014» en El Cotidiano No 185, 2014, p. 10.
14.

Jean Tavares: «Le Centre catholique des intellectuels français. Le dialogue comme négociation symbolique» en Actes de la recherche en sciences sociales: La représentation politique-2 No 38, 1981.
15.

«El pes, protestantismo y política» en Siempre!, 27/1/2018 e Iván E. Saldaña: «Confraternice le pide a ministros de culto no encabezar actos proselitistas» en Excelsior, 11/2/2015.
16.

Morena surgió tras la fractura del Partido de la Revolución Democrática (PDR).
17.

La Ciudad de México, gobernada por el PRD desde 1997 hasta 2018, y actualmente por Morena, es la única entidad del país que legisló la interrupción legal del embarazo en 2007.
18.

Sonia Corona: «Los evangélicos se aferran a López Obrador» en El País, 12/7/2018.
19.

Julio Córdova Villazón: «Viejas y nuevas derechas religiosas en América Latina: los evangélicos como factor político» en Nueva Sociedad No 254, 11-12/2014.
20.

José Manuel Ruiz Ramírez: «Las leyes evangélicas del Partido Encuentro Social» en Nexos, Blog de la redacción, 26/10/2016.
21.

C. Delgado-Molina: «Religión y política en un contexto de violencia: el caso de Morelos (2012-2017)», tesis de doctorado, UNAM, 2018.
22.

A. Farela Gutiérrez: ob. cit.
23.

«Ofician misa para la Virgen de Guadalupe en Palacio de Gobierno de Morelos», video, en Aristegui Noticias, 12/12/2018.
24.

Rodrigo Vera: «Denuncian a Cuauhtémoc Blanco ante Segob por misa guadalupana en Palacio de Gobierno» en Proceso, 14/12/2018.
25.

Suzzete Alcántara: «Arremete Yeidckol Polevnsky contra Cuauhtémoc Blanco» en El Universal, 10/9/2018.
26.

«Presentan a delegado federal Hugo Eric Flores Cervantes» en Diario de Morelos, 5/12/2018.
27.

Red de Investigadores del Fenómeno Religioso en México (RIFREM): Encuesta Nacional de Creencias y Prácticas Religiosas (ENCREER), 2016.
28.

Arturo Rodríguez García: «Retener el salario es un pecado social, ‘está en la Biblia’: López Obrador» en Proceso, 31/1/2019; Servicio Especial de la Mujer (SEM) México: «Desintegración familiar y divorcios causa del feminicidio: AMLO» en SEM México, 29/1/2019.

Los think tanks y las fuentes ideológicas de Bolsonaro

El acercamiento de Bolsonaro a algunos ideólogos brasileños reunidos en think tanks promercado compensó la falta de estructura partidaria del candidato y generó los lazos con quienes hoy son destacados cuadros de su gobierno en el área económica. Su relación con ideólogos derechistas lo acerca a otros exponentes del conservadurismo histórico: Margaret Thatcher, Ronald Reagan y Donald Trump. ¿Cuáles son y cómo se manejan las organizaciones ideológicas de la derecha que están detrás del presidente de Brasil?

Por Camila Rocha





Cuando Jair Bolsonaro alcanzó el 20% en la intención de voto para presidente de Brasil, aún había mucha gente que consideraba imposible su victoria en las urnas. El entonces candidato, además de ostentar un discurso extremista y polémico que parecía apartarlo del electorado medio, contaba con una baja asignación de tiempo en televisión y carecía del apoyo de una estructura partidaria sólida, con todo lo que esto implica (funcionarios de todo tipo, especialistas en políticas públicas e ideólogos preparados para asumir eventuales cargos de gobierno). Pese a todo esto, su retórica antisistema logró calar en ese electorado medio que se manifestaba harto de la corrupción de los partidos y los políticos tradicionales, y el aprovechamiento intensivo de las herramientas de internet por parte de una entusiasta base militante logró que ni el escaso tiempo televisivo ni la falta de recursos materiales fuesen un problema a la hora de hacer propaganda. Al mismo tiempo, el acercamiento de Bolsonaro a algunos ideólogos brasileños reunidos en think tanks promercado compensó la falta de estructura partidaria y generó los lazos con quienes hoy son destacados cuadros económicos de su gobierno.

Los nexos entre los think tanks y los partidos o los gobiernos de derecha y centroderecha no son una novedad en contextos como el anglosajón o el latinoamericano. Buena parte de los cuadros que se desempeñaron en los gobiernos de Margaret Thatcher, Ronald Reagan o, más recientemente, Donald Trump, provenían de algún think tank promercado, y lo mismo cabe decir en estos últimos años respecto de los gobiernos de Sebastián Piñera en Chile y Mauricio Macri en Argentina. De un modo general, los think tanks pueden ser definidos como organizaciones permanentes a cuyo cargo está la realización de investigaciones y encuestas y la difusión de ideas en respaldo de determinadas políticas públicas; sin embargo, la mayor parte de los think tanks promercado suele desempeñar el rol –siguiendo un término usual en la literatura especializada– de advocacy político e ideológico, volcado principalmente a la promoción de la libertad de mercado (que en ocasiones se combina con valores conservadores) y de las políticas públicas que se condicen con esa orientación. En la práctica, esto significa, en palabras de Mike Caroll, CEO de la Heritage Foundation, que el business en este tipo de organizaciones es «juntar personas», esto es, convocar y unir cuadros listos para influir y eventualmente actuar de manera directa en las distintas instancias gubernamentales. De todos modos, la construcción de vínculos con las estructuras de los partidos y con los mismos políticos no es algo menor o trivial; esa conexión puede darse de una manera más sólida y orgánica, como en el caso de la relación entre Macri y la Fundación Pensar, o más frágil y circunstancial, como fue el nexo inicial entre Trump y la Heritage Foundation o, en Brasil, entre Bolsonaro y los ideólogos vinculados a los distintos espacios de los think tanks nacionales.

Desde el comienzo de la década de 1990, el desempeño legislativo del capitán de reserva Bolsonaro se basaba ante todo en propuestas a favor de los militares y sus familias. El cambio comenzó a darse en 2011, año en que tuvieron lugar, entre otras cosas, la Marcha das Vadias (Marcha de las Putas), el reconocimiento de la unión estable de parejas homosexuales por parte del Supremo Tribunal Federal y la creación de la Comisión Nacional de la Verdad para investigar violaciones de los derechos humanos ocurridas durante la dictadura militar. Ese año Bolsonaro pasó a asumir de manera enfática distintas consignas conservadoras, entre ellas la oposición a que se distribuyera en escuelas material didáctico antihomofobia (material peyorativamente bautizado «kit gay»). Colocándose hábilmente al frente de la contraofensiva conservadora que cada vez ganaba más adeptos en el país, Bolsonaro ganó una mayor presencia en la escena pública y logró ser reelecto en 2014 con casi medio millón de votos, con lo que cuadruplicaba el caudal de votos que acostumbraba obtener desde el inicio de su carrera política. Aquel año fue el parlamentario más votado en el estado de Río de Janeiro, en un fenómeno que también benefició a su hijo, Eduardo, quien obtuvo por primera vez un cargo público como diputado federal.

El 1 de noviembre de 2014, una semana después de la segunda vuelta en las elecciones presidenciales, comenzó la campaña destituyente contra Dilma Rousseff, cuyo reciente triunfo y reelección significaba una etapa de no menos de 16 años consecutivos con el Partido de los Trabajadores (PT) al frente del gobierno. Articulada por diversos grupos y movimientos sociales de derecha, la campaña contra Rousseff evidenciaba significativas tensiones internas respecto del lugar que cabía dentro de ella a la participación de otros políticos tradicionales. La excepción era Bolsonaro, exaltado con fervor por el grueso de los manifestantes y activistas. En marzo de 2015, la campaña destituyente alcanzó su apogeo en términos de movilización popular, al reunir a más de 200.000 personas en la ciudad de San Pablo, según los principales periódicos del país. En menos de un mes, Bolsonaro, atento a esa dinámica política y social cada vez más favorable a su figura, anunció que se desafiliaba del Partido Progresista (PP) con la idea de encontrar una plataforma más propicia en vistas a su intención de ser senador y hasta presidente en 2018. Y encontró la plataforma o la guarida para sus anhelos en el Partido Social Cristiano (PSC), capitaneado por el líder evangélico Everaldo Días Pereira, conocido como Pastor Everaldo.

Everaldo había sido candidato a presidente en 2014. Para entonces, su campaña electoral, que por lema ostentaba la frase «¡Privatizar todo!», había sido coordinada por un joven abogado y director del Instituto Liberal de Río de Janeiro, Bernardo Santoro. El Instituto Liberal, fundado en 1983 por un millonario hombre de negocios de origen canadiense, había entrado en decadencia para la época de la campaña de Everaldo, apoyándose más en la militancia entusiasta de su reducido staff que en los escasos recursos materiales con que contaba. Santoro, al igual que el presidente del Instituto, el economista Rodrigo Constantino, tenía de todos modos una experimentada militancia en internet en la promoción de un ideario que hasta entonces era prácticamente desconocido en Brasil: el libertarianismo, corriente de pensamiento que postula la defensa radical del capitalismo de libre mercado. Tras haberse desempeñado como presidente del Líber, el Partido Libertario inspirado en el Libertarian Party estadounidense –una iniciativa que surgió en foros de internet pero que no prosperó en el terreno oficial–, en 2012 Santoro se candidateó a concejal de Río de Janeiro por el Partido Social Liberal (PSL), con una propuesta que abogaba por «menos impuestos, menos gastos, menos burocracia, menos Estado, más libertad». Y pese a que no obtuvo el cargo de concejal (solo lo votaron algo más de 1.000 personas), Santoro, que ya era un asiduo frecuentador desde el Instituto Liberal de los distintos espacios creados por los think tanks promercado brasileños, fue invitado a sumarse a la campaña presidencial del Pastor Everaldo en calidad de asesor económico. Afiliándose al PSC, se propuso convencer al pastor y a los distintos miembros del partido de las ventajas del libre mercado, tarea que, en sus propias palabras, fue bastante ardua, dado que en materia económica el partido mostraba más sintonía con Leonel Brizola, conocido político brasileño impulsor del denominado «socialismo moreno».

Tras la campaña de Everaldo Pereira, Santoro concentró sus esfuerzos en asegurarse una fuerte influencia sobre Jair Bolsonaro y sus hijos, desde el momento en que estos se sumaron al PSC a comienzos de 2016. Por entonces, el capitán retirado encarnaba, a los ojos de los defensores del libre mercado, el papel de ferviente adepto al desarrollismo nacionalista de la dictadura militar. Aun así, el joven abogado no desistió en su objetivo, y en poco tiempo sus esfuerzos comenzaron a mostrar frutos. En marzo de ese mismo año Eduardo Bolsonaro anunció su matriculación en el primer curso de posgrado en Economía Austríaca ofrecido por el Instituto Mises Brasil (IMB), fundado en 2006 para constituirse en principal referencia institucional de la militancia libertariana brasileña. En paralelo, Flávio Bolsonaro, quien se desempeñaba como concejal en Río de Janeiro, decidió lanzarse a competir como alcalde de la ciudad y lo hizo apelando a un discurso estrictamente alineado con las consignas defendidas por Santoro, quien pasó a mostrarse junto al nuevo candidato prácticamente en todos los eventos de campaña. Comparado con sus hijos, Jair Bolsonaro parecía ser más refractario al radicalismo de mercado; aun así, muy pronto comenzó a ser visto en eventos promovidos por el circuito promercado y, en 2017, por intermedio de Winston Ling –fundador del Instituto de Estudios Empresariales (IEE) en Porto Alegre, en 1984–, conoció y trabó relación con Paulo Guedes. Los dos, Guedes y Ling, habían fundado otro think tank promercado, el Instituto Millenium, creado entre 2005 y 2006 en la ciudad de Río de Janeiro con el apoyo de Rodrigo Constantino y Hélio Beltrão Jr., este último a su vez el creador y director del IMB donde Eduardo Bolsonaro iniciaría su curso de posgrado.

Al tiempo que el ex-militar trataba de sortear la desconfianza que su figura despertaba en el ambiente promercado, dentro de su nuevo partido se incrementaban la tensión y los roces con la línea de los líderes tradicionales, caracterizada por un notable pragmatismo que no ponía reparos si tenía que sacrificar las consignas defendidas por Bolsonaro. La gota que rebasó el vaso parece haber sido la alianza del PSC con el Partido Comunista de Brasil en el estado de Maranhão, de cara a las elecciones de 2016; ese fue el detonante que llevó a Bolsonaro e hijos, anticomunistas férreos, a salir en busca de una nueva adscripción partidaria. En agosto de 2017 se anunció oficialmente el paso de la familia a las filas del Partido Ecológico Nacional (PEN), que debió cambiar su nombre a Partido Patriota como condición impuesta por los nuevos miembros; desde ese espacio Bolsonaro lanzaría su candidatura a la Presidencia. En su función de secretario general del partido, Bernardo Santoro se encargó de presentarle al militar retirado a Adolfo Sachsida, economista conocido dentro del circuito promercado, doctor por la Universidad de Brasilia y funcionario de carrera en el Instituto de Pesquisa Económica Aplicada (IPEA). Sachsida, a pedido de Santoro, forjó un grupo de 11 economistas que semanalmente intercambiaban ideas con Bolsonaro.

La resistencia que generaba su figura entre los defensores del libre mercado comenzaba a ceder. En diciembre de 2017, Rodrigo Constantino sugirió el nombre de Paulo Guedes para encabezar la nómina al frente del Ministerio de Hacienda en caso de que el ex militar llegara al gobierno. A comienzos de 2018, sin embargo, Bolsonaro decidió romper con el Partido Patriota y afiliarse al Partido Social Liberal (PSL) –incluso hizo pública su decisión sin comunicársela a Santoro, quien al parecer se enteró por los diarios–. La afiliación relámpago al PSL no fue bien recibida por la militancia libertariana de este partido, la del grupo Livres, grupo que se había integrado al PSL en 2016 y ahora, siendo que eran antibolsonaristas convencidos, decidía separarse. El militar retirado todavía tendría ocasión de generar otro conflicto con los promercado al negarse a participar de un debate presidencial a ser celebrado en el marco del Fórum da Liberdade, evento anual promovido por el IEE que reúne a los principales líderes e ideólogos de la derecha brasileña, desde los adeptos al anarcocapitalismo hasta los promotores de la monarquía.

Buscando revertir de una vez por todas la desconfianza que suscitaban su figura y sus giros bruscos, Bolsonaro finalmente selló su alianza con los defensores del libre mercado al afirmar, en los primeros meses de 2018, que Paulo Guedes sería su ministro de Hacienda. Pese al abanico de roces, tensiones y suspicacias que existían, prácticamente toda la militancia promercado brasileña apoyó de manera activa su campaña presidencial, incluido Bernardo Santoro, quien en 2018 coordinó el plan de gobierno del candidato del PSC Wilson Witzel, actual gobernador del estado de Río de Janeiro. Aunque no acompañó a Bolsonaro sino a partir de su reciente arribo al Poder Ejecutivo, los esfuerzos de Santoro no fueron en vano. Y es que, a fin de cuentas, si algo exhibe el equipo económico del nuevo gobierno, con integrantes de los distintos enclaves promercado1, es su unificación absoluta en torno del que era el lema del joven abogado: «¡Privatizar todo!».

¿Por qué crecen partidos de ultraderecha como Vox?

En menos de seis meses pasó a convertirse en la tercera fuerza política de España

El investigador Guillermo Fernández Vázquez señala como una de las causas la vulnerabilidad identitaria. En el ascenso de Vox es clave el conflicto catalán. "Vox camina de manera más sencilla por el surco de la crisis territorial, que se lee también como una crisis de identidad española".

Por Agustín Fontenla

Santiago Abascal, líder de Vox.


Entre las elecciones generales del 28 de abril y las que se realizaron nuevamente el pasado 10 de noviembre, el partido de ultraderecha Vox creció en 40 diputados. En menos de seis meses, pasó de la irrupción marginal a convertirse en la tercera fuerza política del país, hundiendo a Ciudadanos, robándole votos a la izquierda, y compitiendo con la fuerza tradicional de derecha, el Partido Popular. Un camino que se asemeja al de otras fuerzas radicales europeas como el Frente de Reagrupación Nacional en Francia o La Liga en Italia.

En el caso de España, el discurso ultranacionalista de Vox agudizó las tensiones soberanistas que expresan regiones como el País Vasco, pero, sobre todo, Cataluña dificultando aún más una solución para el conflicto territorial que sufre el país ibérico desde comienzos del siglo XXI. Para muchos españoles, el principal desafío que enfrenta España en la actualidad.

Guillermo Fernández Vázquez, investigador en la facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, autor del libro Qué hacer con la extrema derecha en Europa, y uno de los mayores especialistas en el estudio de las derechas radicales populistas dialogó con PáginaI12 sobre las causas del ascenso de Vox, los elementos que lo asemejan con otras fuerzas radicales de Europa, y el impacto que tendrá su discurso en la política española.

¿Cómo se explica el crecimiento de Vox de abril con 12 diputados a noviembre con 52?

El motivo fundamental es la reaparición mediática de la crisis territorial catalana a raíz de la sentencia al juicio del procés, que toca uno de los surcos por los que Vox camina de manera más sencilla, que es el surco de la crisis territorial, pero que se lee también como una crisis de identidad española. Y en eso creo que Vox no es nuevo respecto de otros partidos de su familia política de la derecha radical europea, porque todos ellos están caminando el surco de la vulnerabilidad identitaria.

El votante de Vox, ¿se queda sólo con su discurso frente a Cataluña, o también vota sabiendo que el partido aspira a recentralizar España y terminar con las autonomías?

La idea de la recentralización es conocida porque Vox la pone de manifiesto públicamente de forma constante. Creo que una parte de los votantes, desde luego de la derecha pero también una parte de los votantes de la izquierda española, puede aceptar ese discurso porque, en realidad, no es un discurso nuevo, sino que ya lo pone en circulación José María Aznar en la segunda legislatura (2000 a 2004). A partir de ese momento, muchos partidos empiezan a plantear la revisión de la organización territorial de España en un sentido de más centralización.

Entonces Vox retoma, aunque con más fuerza, la idea de un Estado español central, en oposición a darle competencias a las autonomías.

Sí, y eso abre una cuestión de fondo que es la que está convirtiendo a España en un país de difícil gobernabilidad y de incierto futuro. Una dinámica, que ya lleva por lo menos desde comienzos del siglo 21, en la que una parte importante de España, que podemos identificar con la zona centro, ve de forma positiva que se realice cierta revisión en un sentido centralista del Estado, mientras que toda la zona costera de España, que incluye a Galicia, Valencia, Mallorca, las Islas Canarias y desde luego Euskadi y, sobre todo, Cataluña, que ni siquiera busca mantener el estatus quo, sino ir mucho más allá, que está a favor de las autonomías. Esas dos tendencias están ahí, y están cada vez más alejadas. La pregunta es cómo se van a poner de acuerdo los próximos años.

¿Cómo va afectar a la derecha tradicional, el Partido Popular, este crecimiento de Vox?

Vox va a presionarlo para que no se mueva de la línea dura en la que lo instaló en un principio Pablo Casado. Si finalmente hay un Gobierno del PSOE con Unidas Podemos y con apoyos de otros partidos, podría haber una tentación del Partido Popular de llegar a acuerdos de Estado con el Partido Socialista. En ese caso, el papel de Vox será presionar al Partido Popular para que eso no ocurra, o cada vez que eso ocurra señalar al Partido Popular como traidor. Pero esto no es nuevo, cuando Vox nace en el 2013, lo hace como una especie de lobby de presión al Partido Popular acusando al gobierno de Mariano Rajoy de ser tibio con la herencia de José Luis Rodríguez Zapatero.

Vox también ha sido votado en sitios donde era predominante el voto progresista, ¿por qué?

Comparado con otras formaciones de su familia política como La Liga de Italia o el Reagrupamiento Nacional en Francia, el porcentaje de voto de clase popular es más bajo. Ahora bien, la izquierda suele llevarse las manos a la cabeza cuando esto sucede. Pero ese llevarse las manos a la cabeza parte de un error que es pensar como si la gente sólo votara teniendo en cuenta una dimensión de su identidad, como si solo tuviera en cuenta la dimensión de su identidad “clase social” o “ingresos”, pero la gente vota teniendo en cuenta otras capas de su vida, y entre esas capas pudo haber estado también la identidad nacional. Además, Vox ha sido muy hábil a la hora de aglutinar algo que podríamos llamar identidades en apuros: la identidad varón, la identidad varón divorciado, la identidad taurinos o cazadores, la identidad policía o militar. Identidades que se autoperciben como en peligro por el discurso dominante.

Justamente vemos una caída muy pronunciada de la socialdemocracia europea en Alemania, Italia y Francia, a la vez que vemos crecimiento de los partidos radicales. ¿Están relacionadas estas dos variables?

Estos partidos están buscando un nuevo hueco político que se dice que no es de izquierda ni de derecha, o que aspira a que la gente crea que no son tradicionalmente como la izquierda o la derecha. Ese proyecto parte de una hipótesis de que la izquierda sea percibida como inexistente. En el caso de Francia se vio muy claro desde el año 2011 al 2017 cuando el Frente Nacional crece enormemente con un proyecto que se muestra como ni de izquierdas ni de derecha, pero que se anima a usar simbología de la izquierda y a defender el Estado de bienestar, porque, dice, la izquierda, el socialismo en el Gobierno, ha traicionado sus promesas. Entonces, ante una izquierda “traidora” y una izquierda grupuscular, pueden postularse como ese híbrido entre derecha e izquierda que bajo el paraguas de la soberanía, puede decir que quiere conservar una versión muy estrecha de la cultura francesa, y a la vez defender la jubilación a los 60 años o el sistema sanitario público.

¿Existe un factor común entre las fuerzas radicales de Europa?

Uno de los factores comunes es la cuestión de la vulnerabilidad identitaria y el surco de las identidades europeas. A partir de allí, comparten el elemento anti inmigración. La inmigración, sobre todo la musulmana, como un elemento que pone en peligro la identidad europea; ellos dirán la católica europea y también el modo de vida. A su vez, comparten el elemento de un nacionalismo muy fuerte, de carácter esencialista.

"Gorilesias" y "Liporocotó": el cruce tuitero entre dos dirigentes de Cambiemos

Los dirigentes Fernando Iglesias y Daniel Lipovetzky, quienes hasta hace poco compartían el interbloque en Diputados, se cruzaron vía Twitter. Fue el la cifra de desaparecidos durante la dictadura.



Fernando Iglesias y Daniel Lipovetzky.

Las internas se dejan ver dentro de Cambiemos luego de la salida del poder. Los dirigentes Fernando Iglesias y Daniel Lipovetzky, quienes hasta hace poco compartían el interbloque en Diputados, se cruzaron vía Twitter, en el marco de la iniciativa del gobierno de Alberto Fernández por penar el negacionismo por los crímenes de la dictadura de 1976.

 
Daniel Lipovetzky, hoy diputado bonaerense, escribió en la red social: "En la dictadura y también ya en democracia, el número de 30 mil desaparecidos fue símbolo de lucha de los organismos de Derechos Humanos contra crímenes cometidos por el Estado en forma clandestina. ¿Cuál es el sentido de cuestionarlo? Ninguno. Salvo minimizar el genocidio cometido por la dictadura cívico militar".

En la dictadura,y también ya en democracia el nro.d 30 mil desaparecidos fue símbolo d lucha d los orgs.d DDHH contra crímenes cometidos x el Estado en forma clandestina.Cual es el sentido d cuestionarlo?Ninguno.Salvo minimizar el genocidio cometido x la dictadura cívico militar. — Daniel Lipovetzky (@Lipovetzky) February 7, 2020

"¿Los que se atienen a los hechos y creen que la verdad es importante, es porque quieren minimizar el genocidio? Mirá vos, Liporocotó. Lo de Memoria, Verdad, Justicia, ¿no va más entonces?", replicó Iglesias.

Con el término "Liporocotó", Iglesias buscó emparentar a Lipovetzky con Eduardo Lorenzo Borocotó que a los pocos días de ser electo legislador por el Pro dejó la bancada y se alineó al peronismo. Y si bien es cierto que el exdiputado nacional tuvo buen diálogo con sectores cercanos a Alberto Fernández, siempre ratificó su pertenencia a Juntos por el Cambio. .
Los que se atienen a los hechos y creen que la verdad es importante, es porque quieren minimizar el genocidio? Mirá vos, Liporocotó. Lo de MEMORIA, VERDAD, JUSTICIA no va más, entonces? @Lipovetzky https://t.co/1QYCIAZKgg — Fernando A. Iglesias (@FerIglesias) February 7, 2020

Lipovetzky retrucó: "¡Claro que va, Gorilesias! ¡Y también va reivindicar la lucha d organismos de Derechos Humanos durante la dictadura, que lograron que hoy Memoria, Verdad y Justicia no sea solo un reclamo sino una realidad! ¡Ah cierto que fuiste el único diputado que no votó un Proyecto de homenaje a las Madres de la ciudad d Rosario!".


Claro q va,Gorilesias!Y tambien va reivindicar la lucha d orgs.d DDHH durante la dictadura,q lograron q hoy Memoria,Verdad y Justicia no sea sólo un reclamo sino una realidad!Ah cierto q fuiste el único diputado q no votó un Proyecto d homenaje a las Madres d la ciudad d Rosario! https://t.co/ArJQ8qy6mH — Daniel Lipovetzky (@Lipovetzky) February 8, 2020

Ya sin argumentos discursivos, Iglesias apeló a la chicana: "Ya te pusiste la gorra kirchnerista. Así no se puede discutir. ¿Y, sale o no sale lo del consulado? #Liporocotó".