Daniel Arroyo dio detalles del programa de microcréditos que implementará el Gobierno

"Hay que desendeudar a las familias", explicó en AM750


El ministro de Desarrollo Social precisó que estarán destinados a “máquinas, insumos y bienes de capital” para capitalizar a las familias. También ponderó el acuerdo firmado por el Presidente con empresarios, sindicalistas y movimientos sociales y remarcó que la prioridad es atender el hambre. “Hoy hay un 14% de chicos que se saltean una comida por día”, señaló.

Daniel Arroyo, ministro de Desarrollo Social.


El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, ponderó la firma del Compromiso Argentino para el Desarrollo y la Solidaridad que se celebró ayer en la Casa Rosada entre sectores empresarios y sociales y que marca el arranque del Consejo Económico y Social. “Es una mesa estratégica”, señaló en declaraciones a AM750, en las que destacó que hay tres objetivos: “Hay que atender el hambre con 40 por ciento de pobres; promover la producción y el trabajo; y honrar las deudas de la Argentina, pero con los 45 millones de habitantes adentro”. También dio detalles del programa de microcréditos que se pondrá en marcha el mes próxmo para "desendeudar a las familias".

Arroyo destacó que “no hubo muchas etapas antes de acuerdos básicos, y esta una buena forma de terminar estos primeros días de gestión”. Afirmó que el de Alberto Fernández será “un gobierno de diálogo” y que “habrá varias acciones con todos”, dado que “la idea de interactuar será el sello de la gestión” presidencial. “Vamos a un modelo de mesas de diálogo permanente en distintos formatos y marcarán la forma de encarar políticas públicas con el sector privado”, afirmó.

Arroyo también hizo hincapié en la cuestión del hambre. “Hoy hay un 14 por ciento de chicos que se saltean una comida por día”, dijo, al tiempo que aseguró que “había 7,7 por ciento de indigencia a mitad de año, y ahora hay más por la devaluación”. La cifra actual podría rondar cerca del 9 por ciento.

“Tenemos de problemas de malnutrición, gente que se alimenta a base de fideos, harina y arroz, y tenemos menos consumo de leche”, graficó el panorama actual. “Está en el ADN de los argentinos el consumo de leche, si baja el consumo hay un problema grave”, agregó y manifestó que los controles de talla ya muestran muchos “chicos petisos y obesos”.

En otro pasaje, Arroyo se refirió a la tarjeta alimentaria. “Arrancamos con la tarjeta en Concordia, y el 30 por ciento del consumo fue para lácteos, carnes y verduras”.

Subrayó que “las familias están en menos 10. Aumentaron los alimentos y las familias están sobreendeudadas, con créditos al 200 por ciento. La tarjeta permite comprar alimentos. Esto mueve la economía local, se ve en Concordia”.

De cara al futuro inmediato apuntó que “hay que desendeudar a las familias y conseguir que salgan del plan social para que entren al mercado de trabajo”. En ese sentido, señaló que en la segunda mitad de la próxima quincena se pondrá en marcha un programa de microcréditos, “no bancarios, fuera de la órbita del Banco Central”, destinados a “máquinas, insumos y bienes de capital”. Destacó que no se hará “con fondos de Anses, sino con reasignación de partidas”. De este modo “se desendeuda a las familias y se capitalizan” con la idea de “vincular planes sociales con trabajo”.

Añadió que “el diseño de los planes va a estar muy vinculado al trabajo” y que la idea es que haya “crédito bancario para capitalizar y salir del plan al trabajo”. Al respecto, habló de un plan empalme: “Si un beneficiario de un plan social consigue trabajo mantiene el plan 24 meses”. Apuntó a cooperativas, cadenas de producción y valor y estimó que “en la otra punta está la economía popular”.

Arroyo hizo el balance de la etapa macrista en materia social. “Hubo más planes, la AUH agregó monotributistas y la ley de emergencia sumó el salario social complementario”. Así y todo, “los programas derivaron en bolsones de alimentos. Todo giró sobre asistencialismo”. A su juicio, “hay que dar pescado, enseñar a pescar y garantizar que haya pescado” y analizó que en la gestión de Carolina Stanley “no hubo política social, todo eso se achicó en la etapa anterior”.

En el cierre, consideró que “los movimientos sociales son parte de la solución, participan, están en los comedores, y encaran actividades productivas muy complicadas por la devaluación”, como la textil. “La salida es por el lado del trabajo”, definió.

Las marcas preferidas por los millennials


El segmento de usuarios millennials de redes sociales dentro de países como Estados Unidos es de 76 millones 100 mi personas, según un estimado de eMarketer.


Conocer al consumidor millennial y determinar el interés entorno a sus gustos ha sido definitivo para las marcas que han buscado generar resultados comerciales, a través de la segmentación, recurso que en la actualidad ha derivado en un conjunto de acciones que aprovechan el paso del consumidor por una serie de etapas y momentos que determinan su capacidad de compra, interés por determinados productos y acciones que lo llevan a tomar decisiones.

Esto ha llevado a las marcas a descubrir el comportamiento del consumidor en Estados Unidos, donde se estima que existen 79 millones de consumidores millennial, según Statista, mientras que Accenture estima que para 2020 el gasto que este nicho de consumidores lleve a cabo sea de mil billones 400 mil millones de dólares, tan solo en Estados Unidos, por lo que existe un especial interés por tener una radiografía completa de este perfil de consumidor, no solo para entender su comportamiento de compra, sino para adelatarse a sus decisiones.

Ante este segmento de consumidores millennial, contenidos, productos y canales se han desarrollado al aprender los gustos y demandas del segmento, determinando en todo momento la capacidad de las marcas por lograr resultados al entender al consumidor que domina en los planes de mercadotecnia de la gran mayoría de marcas.

Dentro de esta gran mayoría se encuentran las marcas de lujo, que han aprendido que estos consumidores son clave para sus líneas de maquillajes, accesorios y productos de alto costo que se adquieren mediante plataformas online, motivando el comercio electrónico y la omnicanalidad.

Este valor digital en que se han interesado las marcas millennial, ha sido fundamental para el surgimiento de nuevas marcas que se desempeñan de manera online y que en ello han encontrado un valor definitivo, al ser consideradas por el listado de las marcas favoritas por los millennials, elaborado por YouGov Brand Index.

1. Facebook

2. Netflix

3. H-E-L-B

4. Walmart

5. Victoria’s Secret

6. YouTube

7. Snapchat

8. Amazon

9. Starbucks

10. Monster Energy

Game of Trolls: Cuanto cuesta una campaña de Trolls y fake news ?




Cuánto sale influenciar una elección Qué precio tiene comprar seguidores y viralizar noticias falsas por la web.


En los últimos años, los procesos electorales a lo largo y ancho del mundo corrieron del centro a los métodos tradicionales de campaña para hacerle lugar a nuevas herramientas de persuasión política. Entre ellas, los trolls y la viralización de contenido falso son de las que más repercusión tienen –tanto buena como mala– a la hora de buscar votos en la web.

Por ello, el gigante de seguridad en la nube Trend Micro quiso averiguar cuánto sale influenciar una elección a través de medios online. Y según sus cálculos, esa suma ronda, en promedio, los U$S 400 mil.

Según un artículo publicado en Bloomberg, eso es lo que aseguró Udo Schneider, experto en seguridad de Trend Micro para el mercado germano hablante, en una conferencia organizada el pasado miércoles 28 de junio por la compañía Deutsche Telekom AG en Berlín.

El especialista estima que por esa suma de dinero, cualquier candidato podría “comprar seguidores en redes sociales como Facebook y Twitter, contratar a empresas que escriban y diseminen noticias falsas por un período de 12 meses, y manejar además sofisticados sitios web para influenciar a la opinión pública”.

“Hackear el proceso de votación actual no lo vale ya que deja huellas, es muy costoso y tecnológicamente desafiante”, sostuvo Schneider según la agencia de noticias estadounidense. Sin embargo, influenciar a la opinión pública a través de información falsa y filtración de datos es más simple.

La complejidad de los nuevos superhéroes




Avengers: Endgame está batiendo todos los récords: es la segunda película más taquillera de la historia, entre Avatar y Titanic. Pero la partida está lejos de terminar, porque los superhéroes dan muchísimo juego.


Algunas de las mejores series actuales —como Jessica Jones, Legion, American Gods o The Umbrella Academy— también tienen como protagonistas a esos seres extraordinarios que Jerome Siegel, Joe Shuster, Stan Lee, Frank Miller, Alan Moore y otros cráneos privilegiados han creado y recreado durante los últimos ochenta años.


Las irónicas y divertidas versiones Lego de los personajes de Marvel y DC Comics, así como los videojuegos que éstos protagonizan, fidelizan a los videoespectadores jóvenes y adultos. Y cada vez hay más series infantiles que también abordan esos universos narrativos para captar a los fans del futuro.



(Foto: Archivo)




Las razones de esa conquista global que están llevando a cabo los cómics superheroicos, en su nueva vida audiovisual, tal vez se puedan deducir de Spider-Man: un nuevo universo, una película de animación que —pese a ganar el Oscar— se vio parcialmente eclipsada por la segunda parte de Los Increíbles —otra ficción superheroica—. La última vuelta de tuerca al hombre araña es igual de sofisticada y conceptualmente más interesante.

Una araña radioactiva pica a Miles Morales en los primeros minutos del filme, mientras es testigo de cómo Spider-Man intenta desactivar una suerte de monstruoso acelerador de partículas que ha construido Kingpin, con la intención de acceder a las versiones de su esposa y de su hijo que habitan en otros universos. El supervillano mata a Peter Parker justo después de que éste nombrara como su sucesor a Morales. Pronto descubrirá que no está solo, pues el aparato ha provocado desajustes espacio-temporales y cuatro versiones del superhéroe arácnido han quedado atrapadas en el universo del adolescente latino.

El diálogo entre ellas no solo permite explorar el arquetipo Spider-Man, sino también rendir homenaje a otras formas de cómic, como el manga, el noir o el humorístico, y a sus respectivas estéticas. Las tres formas básicas en que se desarrolla la narración computarizada participan de esa remezcla de estilos visuales: la animación convencional —predominante—, la pixelación cubista —en la superposición de universos— y la viñeta con onomatopeyas —en la genética multiforme del protagonista—.

“Spider-Man: un nuevo universo”

"Cualquiera puede llevar una máscara", le dice el otro Peter Parker al joven Morales, en su tutoría acelerada para que encuentre la fe necesaria para controlar sus poderes. Y en esa frase está una primera clave de por qué el cómic de superhéroes no ha hecho más que ganar seguidores durante las últimas décadas. Por su capacidad de identificación y por su potencia carnavalesca.

Se trata de discursos gráficos y textuales producidos por redes creativas —y corporativas— que estimulan un consumo activo, en el que conviven la diversión y el conocimiento, la simplicidad y la complejidad, la lectura y la participación. Una inteligencia colectiva produce una serie virtualmente infinita de relatos interconectados para que otra inteligencia colectiva, mil veces mayor, se conecte con ella, la convierta en comunidad, en testigo generacional, en código compartido, en colección o incluso en juego.

Al contrario que las grandes sagas literarias y cinematográficas, que son lineales y coherentes (El Señor de los Anillos, Star Wars, Harry Potter), los universos de Marvel, de DC y de sus satélites recurren a las tramas alternativas, a las rectificaciones y a las contradicciones, a los mundos paralelos, a las reversiones de las versiones de los mitos. Mientras que incluso las novelas y las películas de James Bond están estructuradas cronológicamente según la lógica newtoniana, los cómics de superhéroes y sus versiones audiovisuales son cuánticos, pura encarnación del multiverso.

Tal vez sea esa la segunda clave de su éxito: son el tipo de narrativa popular que mejor se corresponde con la lógica de la física cuántica y la teoría de los universos paralelos. Es la que mejor ha llevado esas abstracciones a la práctica y al disfrute. Las dimensiones infinitas traducidas en la bidimensionalidad del papel y del píxel; los teoremas y las fórmulas matemáticas encarnadas —simplificadas— en dramas familiares y accidentes atómicos.

En un contexto en que las plataformas tecnológicas (la estrategia de Disney recuerda a las de Galactus) necesitan alimentar su expansión exponencial con incesantes materiales narrativos, los cientos de miles de guiones de historias de superhéroes proporcionan un capital perfecto, que tiene la ventaja de que ya ha sido imaginado y probado. Los cómics son, naturalmente, bocetos de storyboard cuya capacidad de seducción ya ha sido puesta a prueba en el mercado. Constituyen una apuesta segura.

Nuestra sociedad —como ha dicho Ursula K. Le Guin en uno de los textos recogidos en Contar es escuchar—, que es "global, multilingüe, inmensamente irracional, sometida a incesantes cambios radicales", no "puede describirse con un lenguaje que presuponga la existencia de una experiencia común continua". Por eso en mucha de la ficción contemporánea "las descripciones más reveladoras y precisas de nuestra vida cotidiana están atravesadas por lo extraño, o desplazadas en el tiempo, o ambientadas en mundos imaginarios".

Como la mitología griega, la materia de Bretaña medieval o el imaginario de la Inglaterra victoriana, el multiverso superheroico despliega un archivo de historias reconocibles que cuenta con el compromiso de grandes masas de lectores y que responde —con relativa inocencia— al paradigma social, transmedia y científico del siglo XXI.

Su poder, que ha crecido durante las últimas décadas, se puede interpretar como una respuesta a los esfuerzos del realismo por ser la artesanía de representación hegemónica de la realidad, pese a que los avances de la ciencia fueran minando su credibilidad y su alcance.

Los superhéroes —multiformes, cuánticos, arquetípicos— lo tienen todo para responder; y para conquistar el papel y la pantalla, es decir, el mundo con esa respuesta

El péndulo argentino


En noviembre de 1983, el ingeniero Marcelo Diamand presentó un trabajo -“El péndulo argentino: ¿hasta cuando?”- en la “Conferencia sobre Medidas de Cambio Político Económico en América Latina” organizada por Venderbilt University, de Nashville, Tennesse, Estados Unidos.


Casi un año después, el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES) lo editó en un folleto de circulación restringida, En el, Diamand volvía sobre lo que definía como “el crónico déficit estructural argentino” y a la oscilación pendular de la política económica entre dos corrientes marcadamente opuestas. Sus ideas siguen vigentes y el debate persiste. Como homenaje a su autor, y a siete años de su sentida desaparición, Informe Industrial reproduce el primer capítulo del trabajo.



“Las últimas décadas en la Argentina se han caracterizado por cambios muy bruscos y muy frecuentes de la política económica que muestran una oscilación pendular entre dos corrientes antagónicas: la corriente expansionista o popular y al ortodoxia o el liberalismo económico.


La corriente popular refleja las aspiraciones de las grandes masas de la población. Sus ideas en materia económica reconocen la influencia del modelo keynesiano y del nacionalismo económico. Sus principales objetivos son la distribución progresiva del ingreso y el pleno empleo. El primer objetivo se instrumenta mediante mayores beneficios sociales, aumentos nominales de salarios y a menudo controles de precios. También se recurre al manejo de los grandes instrumentos de política económica -fundamentalmente del tipo de cambio y de las tarifas de los servicios públicos- en función del objetivo prioritario de evitar que aumente el costo de vida. El segundo objetivo se logra asegurando un alto nivel de demanda.


Las etapas expansionistas suelen comenzar con el aumento de los salarios reales, el crédito barato, el incremento de la actividad económica y una euforia en el sector industrial y comercial. Sin embargo, en la mayoría de las veces esta etapa no dura mucho. El déficit del presupuesto crece, la balanza comercial se desequilibra, aparece el desborde sindical, surge el desabastecimiento y se acelera la inflación. El proceso culmina en el agotamiento de reservas en el Banco Central y en una crisis de balanza de pagos. La expansión se detiene y sobreviene una situación económica caótica. A medida que pasa el tiempo aumenta la oposición de los estratos influyentes de la sociedad y, finalmente, sobreviene la caída del equipo económico del gobierno.


Aunque la corriente popular admite algunos de sus errores y excesos, tiende a minimizar su importancia, y como justificación principal de su fracaso alega la insuficiencia del poder popular para manejar los resortes clave de la economía y la resistencia de poderosos grupos económicos nacionales e internacionales.


La caída de la corriente popular provoca siempre un brusco vuelco hacia la ortodoxia económica basada en la teoría neoclásica de la economía, tal como ésta se enseña en las universidades del mundo occidental. Por estar identificada con lo ‘serio’ en la economía, la ortodoxia resulta afín al pensamiento de lo que puede considerarse como la ‘opinión ilustrada’ nacional e internacional, incluida la de las instituciones financieras internacionales y de los principales medios de difusión.


Es así que las políticas ortodoxas reflejan el pensar y el sentir del sector agropecuario, del financiero, del exportador tradicional y, algo paradójicamente, de una gran parte del industrial. El acento se ve puesto sobre el orden, la disciplina, la eficiencia, el equilibrio del presupuesto, el ahorro, la confianza y la atracción de los capitales del exterior y las virtudes del sacrificio popular.


En general, los equipos ortodoxos llegan al poder en medio de las crisis de balanza de pagos. Su respuesta frente al problema son paquetes de medidas que involucran una brusca devaluación, un aumento de los ingresos agropecuarios, una caída de los salarios reales, una drástica restricción monetaria, una recesión de mayor o menor profundidad y un deliberado esfuerzo de atracción de capitales extranjeros. De acuerdo a las afirmaciones de la ortodoxia, la recesión y la caída de los salarios reales no serían más que perjuicios momentáneos que corresponderían a un período inevitable de sacrificio, necesario para ordenar y sanear la economía. Gracias a él, se crearían las bases para el despegue y el crecimiento en un beneficio del conjunto de la población.


Hasta ahora este saneamiento y despegue nunca se llegaron a concretar. La política puede lograr ciertos éxitos al comienzo. La tasa de inflación, que siempre aumenta inicialmente a raíz de la devaluación, más adelante suele disminuir; los capitales financieros afluyen del exterior y los salarios reales en parte se recuperan. Sin embargo, en algún momento del proceso sobreviene una crisis de confianza. El flujo de capitales extranjeros se invierte. Los préstamos del exterior que habían ingresado comienzan a huir. Se produce una fuerte presión sobre las reservas de divisas, una crisis en el mercado cambiario y una brusca devaluación. Caen los salarios reales, disminuye la demanda, la tasa de inflación otra vez aumenta vertiginosamente y se vuelve a caer en una recesión, más profunda aún que la anterior.


La reacción de la ortodoxia frente a su falta de éxito ha sido siempre similar a la de la corriente popular. Aunque admite errores de conducción, atribuye siempre su fracaso a la insuficiencia del poder político para efectuar el saneamiento necesario en la administración pública, para eliminar las empresas ineficientes y para mantener los salarios deprimidos por un tiempo suficiente como para que se genere un proceso de autosostenido crecimiento.


El empate o la falta de viabilidad


Dado que las justificaciones que esgrime cada tendencia siempre alegan la insuficiencia de poder político para concretar su proyecto, cobra fuerza el diagnóstico de que los males económicos del país se deben a un empate de fuerzas que impide la salida. De allí la opinión frecuentemente expresada por los observadores políticos de que, cualquiera que sea la política, lo importante es que tenga estabilidad y que sea respaldada por un poder político suficiente para durar y rendir sus frutos.

La tesis de este trabajo es que esta visión es errónea. Aunque es cierto que cualquier política económica para triunfar necesita un apoyo político, ni la política popular ni la política ortodoxa, tal como se ejecutaron en el pasado, hubieran podido triunfar aunque hubiesen contado -una y la otra- con un poder político total. Esto se debe a que ninguna de ellas tenía viabilidad intrínseca y ambas estaban condenadas al fracaso por motivos puramente económicos.

La falta de viabilidad de ambas políticas se debe a la inadecuación de los modelos intelectuales en los que se basan -del keynesiano en el caso de la corriente popular y del neoclásico en el de la ortodoxia- a la realidad.


La determinación de la causa de los ciclos pendulares tiene una gran importancia política. Porque, si realmente esta causa es el empate de fuerzas, entonces cualquier gobierno, para resolver el problema económico del país, debe lograr una concentración suficiente del poder, capaz de eliminar este empate. Para ello, sea cual fuere la tendencia por la que opte, debe descontar de antemano una fuerte oposición de los intereses que quedarán afectados e imponer en forma autoritaria las políticas que emprenda, por más resistidas que éstas resulten, con la seguridad de que el tiempo le dará la razón y de que el futuro justificará esa firmeza.


Pero, en cambio, si ninguna de las políticas aplicadas hasta ahora tiene una viabilidad intrínseca, entonces ni el desorden, el desabastecimiento, la inflación y la cesación de pagos externos que caracterizaron casi siempre hasta ahora a la corriente popular, ni tampoco el descenso de los salarios, la recesión, el endeudamiento externo y la crisis de confianza, propios y de la corriente ortodoxa, son fenómenos casuales, sino constituyen fallas de las respectivas políticas. En este caso, la resistencia de los sectores afectados -independientemente de que podría constituir una defensa de sus intereses- debería ser interpretada como una reacción defensiva saludable de la sociedad. Y si es así, entonces un gobierno que pretenda darle al país una salida económica no solo debe preocuparse por conseguir la cuota necesaria del poder, sino, ante todo, debe concentrarse en formular una política económica intrínsecamente viable.


Lo dicho no se refiere meramente a la Argentina. La pugna entre las dos corrientes económicas divorciadas de la realidad se reproduce en muchos países similares y el análisis de la situación argentina en una gran medida puede aplicarse a ellos”.

En Europa impulsan un proyecto de ley contra el despilfarro de alimentos

Piden que sea obligatorio para los supermercados donar el alimento que no venden



Más de un millón de europeos firmó una petición a favor de la lucha contra el despilfarro de alimentos, que fue lanzada simultáneamente en siete países: Alemania, Bélgica, España, Francia, Grecia, Italia y Reino Unido.

El proyecto publicado en la plataforma change.org pide que sea obligatorio para los supermercados de todos los países miembros de la Unión Europea (UE) donar los alimentos no vendidos a las asociaciones caritativas que lo reclamen en lugar de tirarlos o destruirlos, como ya ocurre en Francia desde que se aprobó una ley en este sentido hace dos años.

Las Iniciativas Ciudadanas Europeas, vigentes desde 2012, y el tratado europeo de Lisboa permiten hacer propuestas políticas a un grupo de al menos un millón de ciudadanos de la UE procedentes de por los menos una cuarta parte de los 28 países miembros.

De momento la petición tiene solo carácter simbólico, ya que no fue registrada en la web de la UE. Sin embargo, su principal promotor, el concejal francés Arash Derambarsh, la entregó cuando tenía 890.000 firmas al Comisario Europeo encargado de seguridad alimentaria, Vytenis Andriukaitis. Por eso, con un millón de firmas, sus impulsores esperan ahora convencer al presidente francés Emmanuel Macron para que presente un proyecto de directiva destinada a extender la ley francesa a toda la UE.

En dos años en Francia, la ley permitió aumentar un 22% el número de comidas distribuidas por las asociaciones a las personas necesitadas, según Geneviÿve Wills, presidenta de la antena francesa del Programa Mundial de Alimentos, una agencia de la ONU que se ocupa de la seguridad alimentaria.

The 10 worst technologies of the 21st century: we all make mistakes sometimes

By MIT Technology Review



You’d think it would be easy to come up with a list of bad technologies from the past couple of decades. But we had a hard time agreeing: What makes a “bad” technology?

After all, technologies can be bad because they fail to achieve admirable aims, or because they succeed in wicked ones. The most useful technologies can also be the most harmful—think of cars, which are crucial to the modern world yet kill over 1.25 million people a year. And when well-intentioned technologies fail, is it because they are fundamentally flawed or just ahead of their time?

Take the Segway. Inventor Dean Kamen hyped it as a device that would transform cities and transportation. It turned out to be an expensive scooter that makes you look silly. Hoverboards were similarly all the rage until their batteries started exploding. But now (smaller) scooters and (safer) powered skateboards are increasingly popular.



If Google Glass had been developed by a lesser company, we probably wouldn’t pick on it so much. But Google should have known better. It made the wearer appear elitist and invasive. Then again, like Segways and hoverboards, this was a failed product, not a failed technology; augmented-reality glasses and heads-up displays are finding their public.

Some technologies are well-intentioned but solve no real problems and create new ones. Before electronic voting, automated tabulating of paper ballots left an auditable paper trail. Now elections are more vulnerable to hacking.

Some failures apply a technological fix to what is really a social or political problem. Take One Laptop per Child, which set out to solve inequality in education with a new gadget. But was it simply too early? Commercial laptops, tablets, and—above all—smartphones have since inundated the developing world.

Indiscriminate uses of technology worry us. Sometimes this is because regulations are flouted. Gene-editing techniques like CRISPR may one day cure all manner of diseases, but right now we don’t know if CRISPR is safe to use in humans. That’s why the CRISPR babies born in 2018 make our list.

Other times, it’s because technology has outpaced regulation. Data trafficking, the sharing and remixing of people’s data without their control or awareness, has contributed to the undermining of personal liberty and democracy itself.

Some technologies are just misapplied. So far cryptocurrency looks mainly like a way for a handful of speculators to get very rich while a lot of other people end up poorer. But the technology underlying it, blockchain, could yet be transformative in other areas.
Sign up for the The Algorithm
Artificial intelligence, demystified





Still, there are a few inventions we could agree have no redeeming features. Juul and other e-cigarettes are addicting a new generation to nicotine, through a loophole that allowed them to escape public health regulations meant to discourage cigarette smoking. Plastic coffee pods save half a minute in the mornings but produce tons of hard-to-recycle waste. And as for selfie sticks … need we say more?

David Ogilvy: Essentials


Pautas y normas en el #votojoven


Por Rubén Weinsteiner

Roberto Brito Lemus plantea que la juventud, comienza cuando se desarrolla la capacidad de reproducir la especie humana, y termina cuando se desarrolla la capacidad de reproducir el orden social.


Se es joven mientras se cuestiona, contesta y demanda cambios, y se evita reproducir el orden social tal cual está planteado. Cuando se evita “transar”, cuando se quieren transponer límites, cuando se quiere forzar la realidad y enfrentar poderes constituidos y poderosos que frenan los cambios.

Normas y pautas

Los jóvenes transitan la vida, entre normas y pautas rígidas, que rodean deseos, utopías, frustraciones, prohibiciones, injusticias, etc. Normas y pautas que prohíben o determinan que las cosas sean de una determinada manera y no de otra.

Una pauta es una regularidad efectiva de la acción social, es una forma, una conducta, una manera de actuar que se da y repite en un contexto social. Una norma es una regla que establece como obligatorio hacer algo de una determinada manera. Sino lo hacés así, se te castiga.

Las normas pueden cumplirse o no, las pautas sino se cumplen dejan de ser pautas.

Es cierto que muchas pautas tienen como correlato una norma, pero hay normas que están ancladas en la tradición, en mandatos, en relatos ocultos, en tabúes y no en un marco normativo formal.

Tensión y cambio



La tensión entre pautas propias y normas ajenas en el segmento jóven, sobredetermina la necesidad de la mutación. El joven pone en emergencia conductas “asociales”, que violan normas, y que muchos viven y practican subterráneamente; constituyendo "lo que viene", "la próxima cultura" más que una contracultura.

Los jóvenes barometrizan el cambio, por eso lo demandan. El cambio lo anclan en el límite de lo que las normas y las pautas habilitan y lo que prohíben. Ese cambio demandado, de materializarse, se caracteriza por la velocidad y la disruptividad, y es la irrupción de lo no sistemático en el sistema, es decir un choque entre pautas jóvenes y pautas y normas viejas.

La pregunta aquí es, ¿como se hace para movilizar emocionalmente a los jóvenes, si no se comparte los mismo códigos, si los jóvenes procuran hablar sobre realidades, demandas, problemas, o propuestas normativas nuevas, disruptivas, “revolucionarias” y que pertenecen a escenarios fronterizos del marco político, social y económico vigente?

¿Donde ponerse en el discurso?
En los limites. Hay que forzar la realidad. Todo discurso significativo que pretenda interpelar al voto joven, tiene sentido solo si transita los límites, es crítico y se apoya en el cambio como paradigma. Si se refiere a conflictos, utopías, incumplimiento de las normas, forzado de la realidad y convocatorias a luchas contra poderes enormes con final abierto.

El enfrentamiento para lograr los cambios, contra poderes hasta el momento “intocables” e “invulnerables”, le otorga vitalidad y dinamismo al vínculo, entre una marca política y los jóvenes. Ese final abierto, esa asimetría desfavorable, indignan, emocionan, convocan y le dan sentido a la bronca originaria y movilizadora, y la alegría de la acción y compromiso colectivos.

El discurso en el voto joven, debe quebrar el punto de vista, construido por los procesos de standarización, limites y estereotipia de los mensajes de los medios, estructurados siempre con mecanismos repetitivos, que en realidad se constituyen como un control destinado a evitar la irrupción de mensajes nuevos y disruptivos.

Acciones, energía y formalidad
La acción comunicativa se despliega en dos formatos: el energético y el formal. El energético es el que requiere un mayor gasto de energía, son acciones especiales, aisladas, novedosas. El formal es el modelo comunicacional que se despliega a partir del formato de la marca política o corporación y su conducta en el día a día, sin acciones especiales. Para tensionar hacen falta desplegar acciones energéticas, por lo general el despliegue formal es más conservador. En el caso que una marca política estructurase un discurso “al límite” como formato usual, le complicaría la interpelación a otros segmentos, y volvería ese discurso poco sustentable.

La transposición de limites y la expresión de lo asistemático es lo significativo, en el voto joven. Lo que no tensiona o fuerza la realidad, en el marco epistémico joven, debería ser utilizado solo como tecnicismo, para rodear el corpus del mensaje, y estrictamente, para resaltar los aspectos no sistémicos del discurso.

Leemos a Adorno :

El proceso de socialización, no se realiza más allá de los conflictos y los antagonismos o pese a éstos. Su elemento propio lo constituyen los mismos antagonismos que desgarran la sociedad. Es la misma relación social de cambio la que introduce y reproduce el antagonismo, que en todo momento amenaza a la organización social con la catástrofe total. Sólo a través de la búsqueda del beneficio y de la fractura inmanente al conjunto de la sociedad, sigue funcionando hasta hoy, rechinante,
quejumbrosa, con indescriptibles sacrificios, la máquina social.


Los jóvenes le demandan a la política, ser herramienta de reconocimiento, legitimación y solución de problemas, como la vivienda, empleo de calidad, medioambiente, espacio público o transporte, de los cuales los adultos “no se hacen cargo”, dejando a los jóvenes en un limbo.

La tensión entre lo prohibido y lo permitido, como el consumo de marihuana o el aborto. O en otras épocas, desde el divorcio, hasta circular por el espacio público en pantalones cortos, plantea un trade off que cliva y divide la cancha entre los “caretas”, y los propios, porque el joven pone en emergencia conductas “asociales” , que muchos viven y practican subterráneamente.

Es más importante lo que dicen otros jóvenes, dentro o fuera de la tribu, por afirmación o por negación, que lo que dicen los padres, los profesores, los medios, el gobierno, la religión etc.

Si los jóvenes cumplen con lo que está bien para los padres, medios, profesores, religión o gobierno, incumplen con lo que está bien para los pares y viceversa. “No tomes, no fumes, no entables relación con gente peligrosa, estudiá mucho, no gastés en cosas superfluas, no te acuestes tarde, no tengas amigos que anden en cosas raras, buscate una pareja así y así” consejos sobre la vida sexual, las relaciones, el trabajo y finalmente la política.

De esta manera, los jóvenes, gestionan el conflicto entre lo que está bien para los padres y lo que está bien para los pares, y así, de esa manera, responder a dos expectativas diferenciadas.

La demanda implícita es que sea aceptado lo inaceptable dentro de las condiciones objetivas, pero que como dice la marcha de la bronca de Pedro y Pablo, “haré de cualquier modo” .

El súper yo y la constitución del yo plasmados en la contradicción de las construcción de las decisiones, tiende a profundizar el conflicto. Esta contradicción genera tensiones interesantes en la conducta, y en los mecanismos decisorios.


Tensión y significación en el #votojoven

El involucramiento en las luchas por los cambios, contribuye a construir el nuevo campo de la mirada en la construcción de poder político. Es la puja por ordenar las percepciones sobre lo que pasa, y de estructurar la narrativa y organizar el debate, en torno a temas conflictivos.

Solamente en el terreno del conflicto y las contradicciones del sistema, el mensaje hacia el voto joven adquiere su máxima tensión y con ella la potencia y significación plenas.

Rubén Weinsteiner

Paul Auster, escala y segmentación 4.0 en los segmentos jóvenes





Rubén Weinsteiner


Escuchaba en la radio a Paul Auster, hablar sobre su novela “Sunset Park”, con voz calma contaba algunas particularidades, como que tiene la misma cantidad de personajes hombres que mujeres, y que cuenta el día a día de los personajes entre Noviembre de 2008 y Mayo de 2009 en New York.

Deje de prestarle atención y noté sin concentrarme en las palabras, que el tono del relato rápidamente había cambiado, estaba como enojado. Volví a poner atención y Auster decía algo así como: “la gente joven piensa que se puede conseguir todo gratis a través de Internet, y lo que debería hacerles entender, es que estas cosas están creadas por individuos que se sacrifican y que necesitan compensación por su trabajo, si no hacemos nada se para la máquina, y no van a tener nada para bajar”.

¿Dónde está el equilibrio entre inteligencia colectiva, democratización del saber, y los derechos de personas que trabajan duro para crear literatura, cine y música?

Sin el estimulo la creación decaerá, salvo que encontremos modelos de negocio nuevos y creativos como el de Apple, de vender mucho a valores muy bajos.

¿Porqué alguien compra un DVD trucho? Porque el original-estreno cuesta $30 dólares y el trucho $2, el costo marginal de lo original, la garantía, la cajita original, el holograma, se vuelve muy alto. ¿Qué pasaría si el original, con un salto en las estructuras de distribución, pudiendo llegar a millones de eventuales compradores vía la Web, costará $5 dólares? En ese caso, el costo marginal del valor “Original”, se reduce notablemente. La elección será entre pagar $5 dólares por el original o $2 por el trucho, por esa diferencia muchos optaran por el original, y ese nivel de precio estrangulará los márgenes de movilidad del trucho, que no tiene mucho para bajar, porque el trucho apuesta a la escala, apuesta a muchos pagando poco.

El tema de la música es más complejo, porque la gente baja canciones y no discos, MP3 y no WAV, allí las empresas deberán construir al disco como valor, como bien con entidad, construyendo placer solo obtenible con su apropiación y atesoramiento.

Si las discográficas bajan los precios de los CDs y los venden a $3 dólares, muchos consumidores preferirán tener el original por ese precio. Otra vez estaremos hablando de costos y escala.

El tema central es que si la Web por su estructura funcional generó problemas enormes a las empresas, esos problemas están apalancados en grandes oportunidades como la masividad de la Web, y en la ventaja logística de no tener que stockear.

Borges hablaba de la biblioteca de Babel, una biblioteca imposible que tenía todos los libros del mundo y en disponibilidad inmediata. Borges lo describía como un edificio inconmensurable, imaginemos todos los libros del mundo juntos. Esa biblioteca resultaba absolutamente inviable desde un punto de vista comercial-operativo, no se pueden ocupar recursos físicos para almacenar y económicos para comprar, libros que se venderán una vez cada 50 años o nunca.

Sin embargo esa biblioteca existe, es Amazon, todos los libros y con disponibilidad inmediata. El modelo de negocio de la Web, sobre todo la 4.0, hace que la información se convierta en el insumo mas importante en la construcción de costos, no hace falta tener todos los libros en un solo lugar, y ni siquiera tenerlos adquiridos, lo que hace falta es conectar con mucha gente y estar atento a la demanda para satisfacerla, otra vez emerge la estructura comunicacional simétrica 4.0, escuchar y hablar, es decir conversar.

Si se quiere abordar el problema que plantea Auster, seguir con los modelos de negocio actuales, solo profundizará lo que estamos viendo, cada vez más gente bajando más cosas, más rápido. Porque cada día se incorporan a la Web 500.000 personas en el mundo, que bajan pero también suben para que otros bajen, se comunican generando flujos cada vez más rápidos por el salto relacional y por conectividad. La única alternativa es ver las oportunidades que entrañan estos problemas, la escala que crece geométricamente, termina con la cola larga de la economía. Michael Jackson en los ochenta vendía millones de discos, hoy nadie vende millones de discos, hoy hay cientos de miles que venden decenas de miles. Esa segmentación hija de la Web social también entraña una oportunidad para la redefinición de los modelos de negocio para las discográficas, las editoriales y las distribuidoras de cine.

La larga cola (The Long Tail), es una expresión entre otras cosas utilizada, para describir determinados tipos de distribución más allá de los segmentos grandes, donde los microsegmentos se convierten en críticos y esenciales. Desde la microsegmentación electoral 4.0, hasta para describir negocios como Amazon o Netflix. Se la utiliza en economía, matemáticas, epistemología, sociología, y viene de las distribuciones estadísticas (Zipf, Ley de potencias, distribuciones de Pareto y en general las distribuciones de Lévy) .
La web social, cambió las leyes de distribución de la información y las reglas del mercado. La reducción de costos de comunicación, distribución, impacto, almacenamiento y recepción de feedback, permiten que ya no sea necesario focalizar los negocios en pocos productos, pocas propuestas y pocos y grandes segmentos. Este nuevo escenario reduce el poder de fuego de los medios de comunicación tradicionales.
Ahora existen básicamente dos mercados:
1. El mercado tradicional de los grandes segmentos, centrado en el alto rendimiento de pocas propuestas.
2. Los microsegmentos, basado en la suma o acumulación de todos los pequeños microsegmentos interpelados de manera diferenciada, que sumados pueden igualar o superar al primero.

Ambos mercados son los que se encuentran representados en el gráfico de The Long Tail, son la cabeza y la cola del gráfico, respectivamente.




El mercado tradicional presentaba limitaciones geográficas y físicas: en ese mercado, en el pasado, las marcas comerciales así como las marcas políticas necesitaban concentrar una audiencia numerosa y generar una gran demanda en un ámbito geográfico manejable y rentable para su negocio.


Escala y larga cola

Antes Michael Jackson o Madonna vendían decenas de millones de discos, hoy nadie vende esas cantidades, porque la nueva comunicación, permite que grupos chicos adquieran visibilidad, posicionamiento y puedan constituir fans en los lugares mas diversos y remotos. Los costos de distribución de la información se modificaron radicalmente. Si bien nadie vende tanto como antes, muchas bandas venden poco, su música es bajada pagando o no, viralizada en You Tube y en definitiva conocida y consumida, por muchas personas.
En ningún macrosegmento se observa tan claramente la dinámica de la microsegmentación como hacia el interior del #votojoven. Porque los jóvenes, son más flexibles, adoptan nuevos intereses, cambian, se enamoran más fácilmente, se sienten parte de nuevos colectivos rápido, se juntan, se agregan, se separan, se vuelven a agregar, se comprometen mucho más rápido que los mayores.
El nuevo escenario impone microsegmentar al interior del voto joven por variables blandas (focos de pertenencia, pertinencia e interés tribal), no tanto por variables duras (edad, años de escolaridad, lugar de residencia, religión), es decir, por lo que los jóvenes hacen más que por lo que los jóvenes son.
Esto sucede básicamente porque se han homogeneizado los diferentes segmentos definidos por variables duras. Si en el año 1960 filmábamos a una platea en un cancha de fútbol, y luego la comparábamos con un video de la popular, íbamos a encontrar personas diferentes, vestidas de forma diferente, que hablaban diferente. El mismo ejercicio hoy nos mostraría que la gente en la platea y en la popular son muy parecidos, se visten igual, y hablan de la misma manera.
La cultura que viene propone una microsegmentación por variables blandas que agrupan segmentos en forma transversal, donde se cruzan los microsegmentos y agrupan a personas diferentes a través de diversos aglutinadores , y los ponen en escenarios diferentes a los protagonizados por la generación de sus padres.
Los microsegmentos constituidos por variables blandas se ordenan como el resultado de una articulación de demandas específicas y no tradicionales. Las personas demandan cosas y los que demandan las mismas cosas se agrupan en un determinado segmento, pero se sienten parte, de diferentes grupos, con diferentes demandas, por eso el abordaje microsegmentado es tan poderoso, porque nos permite interpelar personas a las cuales no llegaríamos con un abordaje tradicional. Por ejemplo si una persona de ninguna manera votaría al candidato F, y esta persona tiene un hermano esperando un transplante, y el candidato F propone un plan de transplantes que le plantea una luz de esperanza, quizás F puede llegar de otra manera a esa persona. Ahí queda expuesta la multidimensionalidad del sujeto político que se siente parte, por demandas específicas, de diferentes microsegmentos.
Los segmentos grandes demandan cosas de una marca política determinada, y esa marca política no puede absorber todas las demandas de los segmentos grandes, y los segmentos grandes requieren que se satisfagan todas sus demandas, por lo tanto esas marca políticas no puede constituirse en una contrapartida coherente de esos macrosegmentos. La demanda requiere la totalización y como no la encuentra en una sola marca se parte en microsegmentos , pidiéndole las mismas cosas a diferentes oferentes.




Hong Kong, crónica de una rebelión

El 9 de junio de 2019, una multitudinaria manifestación revivía el espíritu del Movimiento de los Paraguas que nació hace cinco años. Las protestas se tornaron pronto violentas, enfrentando a activistas y policías en duras batallas. Tras ganar las elecciones municipales del 24 de noviembre, la oposición al Gobierno sigue firme con sus exigencias de reformas democráticas.
Protestas a finales de septiembre frente al Parlamento de Hong Kong.

LA ENTRADA DE la Universidad Politécnica de Hong Kong se abría como una herida negra sobre el ladrillo rojo. Sobre la escalinata de acceso, un amasijo de hierros deformados, cristales rotos y sillas a medio calcinar dejaban clara la intensidad del choque. Cócteles molotov a punto para su uso. Paraguas de todos los colores. Botellas, cascotes, un extintor. Cascos, guantes, gafas protectoras esparcidos por el suelo. Ceniza y polvo. Moscas revoloteando. Un olor de comida putrefacta llegaba a ráfagas. Sobre la destrucción y un silencio casi de cementerio, un único objeto intacto: una banderola borgoña y gualda daba aún la bienvenida a la 25ª reunión de antiguos alumnos y claustro.

Durante los días finales de noviembre, la Politécnica hongkonesa —PolyU, como se la conoce informalmente— fue la zona cero de los choques entre la policía y los manifestantes que durante seis meses no han dejado de salir a la calle, primero para reclamar el fin de una polémica ley de extradición y después reformas democráticas, la puesta en libertad de sus detenidos, la retirada de la descripción de las protestas como “disturbios” (un cargo que puede acarrear hasta 10 años de cárcel) y la apertura de una investigación sobre el comportamiento policial: sus cinco demandas. Mientras más de un millar de movilizados quedaban rodeados en el campus por las fuerzas de seguridad, miles de personas se lanzaban a la calle en los alrededores para intentar romper el asedio, en lo que han sido los peores incidentes de violencia de las protestas. No tuvieron éxito. Algunos lograron escapar por los medios más peregrinos: descolgándose por cuerdas de un puente o metiéndose en las alcantarillas. Casi un millar acabaron rindiéndose o en manos de la policía. El cerco a la universidad durante 12 días supuso la mayor derrota para el movimiento en su medio año de existencia.
La Universidad Politécnica el 20 de noviembre, durante los días del asedio.


Pero la semana de su peor revés fue también la de su mayor éxito. El 24 de noviembre, un 70% del electorado —una cifra récord en la historia de Hong Kong, un enclave de 7,4 millones de habitantes en 1.104 kilómetros cuadrados— acudía a las urnas en unas elecciones municipales convertidas en un referéndum sobre el apoyo a los manifestantes y el comportamiento del Gobierno autónomo y las fuerzas de seguridad. El resultado fue rotundo. La oposición, por primera vez, barrió en número de concejalías: 392 frente a las 60 de los partidos prochinos. En las calles se brindaba con champán.
Daños tras la entrada de la policía en el edificio de la Politécnica el pasado 28 de noviembre.


El resultado electoral y el cerco de la Politécnica, combinados, han marcado el inicio de una nueva fase en las protestas en la antigua colonia británica. Una fase en la que la policía endurece sus tácticas, Pekín exige el final de una revuelta a la que acusa de separatista y el Gobierno autónomo hongkonés, encabezado por la impopular Carrie Lam, promete “escuchar con humildad” a los ciudadanos, aunque sin visos de concesiones. Del otro lado, los manifestantes, alentados por el resultado electoral, prometen que continuarán su desafío al Gobierno autónomo y contra lo que consideran una injerencia cada vez mayor de China en sus asuntos internos. Temen que se esté precipitando el fin del principio “Un país, dos sistemas”, acordado entre Pekín y Londres con el traspaso de soberanía y que garantiza al territorio hasta 2047 libertades que no existen en la China continental. El domingo 8 de diciembre regresaban a las calles con fuerza: 800.000 personas participaban en una marcha pacífica, la mayor en cuatro meses, y dejaban claro que la capacidad de movilización mantiene su fuelle.



El resultado electoral y el cerco a la Politécnica han iniciado una nueva fase en las protestas en la antigua colonia británica

“Hemos demostrado que somos la mayoría”, sostiene Joshua Wong, dando un paseo en torno a la sede del Parlamento autónomo hongkonés, donde ahora trabaja para la oposición demócrata. “Vamos a mantener las protestas y reformar las instituciones desde dentro”, dice. El líder estudiantil durante el Movimiento de los Paraguas, precursor hace cinco años de las protestas actuales con la petición de un sufragio universal para elegir el Gobierno autónomo, está exultante. Durante este lustro, el entonces adolescente de 17 años ha madurado y se ha convertido en un político de raza, carismático y celebrado en el exterior. Esta vez ya no es cabeza de las protestas, que se precian de no tener líderes. Su papel es el de una especie de ministro de Exteriores, que aprovecha su celebridad y contactos para intentar movilizar el apoyo internacional.
Avery Ng, líder socialdemócrata. Kiran Ridley Polaris/Contacto


En parte gracias a sus esfuerzos, el Congreso de Washington aprobó el pasado 20 de noviembre la Ley de Derechos Humanos para Hong Kong, que el presidente Donald Trump ratificó una semana después y que prevé sanciones para quienes coarten las libertades en el territorio autónomo.

“Con el apoyo de la enorme participación en las elecciones, vamos a convertir el Consejo Municipal en un lugar que representará la voz de la democracia, en lugar de estar dominado por Pekín. Vamos a seguir sacando a la gente a la calle. Y vamos a seguir presionando para desarrollar mecanismos de sanciones en diferentes países de todo el mundo”, sostiene serio, con el fervor y el tono ligeramente mecánico de quien reza convencido un credo. Su objetivo: defender la democracia.

Algunas claves previas. Pero Hong Kong es todo menos una sociedad homogénea, y las protestas no han hecho sino dejar de manifiesto su profunda división. Y sus miserias. El Imperio Británico arrebató este puerto natural al chino durante las guerras del Opio del siglo XIX y lo devolvió el 1 de julio de 1997. Con una economía basada en los servicios, esta rutilante plaza financiera internacional presume de la mayor concentración de rascacielos del mundo, construcciones de cristal y acero, cemento y neón que contrastan con las colinas a ambos lados de su bahía. Pero su desahogado PIB per capita de 41.600 euros, cinco veces más que el chino, oculta un reparto profundamente desigual: los 10 hongkoneses más ricos concentran la misma riqueza que el resto de los siete millones de residentes juntos. Con el metro cuadrado más caro del mundo, solo un 11% de los habitantes puede permitirse una vivienda en propiedad. Y el alquiler ofrece un panorama aún más desolador: la mitad de las viviendas disponibles se ofrecen por un precio medio de 2.270 euros, el 125% de un sueldo medio. Para los jóvenes la situación es especialmente difícil: en una dura lucha por encontrar empleos de calidad, los ingresos de la mitad de ellos están por debajo de ese sueldo medio. Muchos se quejan de la fuerte presencia de turistas y nuevos residentes chinos. Antes de las protestas entraban 20 millones de turistas al año, el triple de la población local, y la legislación permite que cada día se asienten en Hong Kong 150 nuevos migrantes chinos. Según muchos hongkoneses, este es el origen de que se distorsionen los precios, no solo los de la vivienda, sino también los de los comercios.



Unos 6.000 manifestantes, el 15% de ellos menores de 18 años, han sido detenidos desde julio. Más de 1.500, atendidos en hospitales

En los Mid-Levels, el barrio de clase media alta en las laderas de la isla de Hong Kong, la opinión sobre las protestas está dividida. Aquí ganaron los candidatos pandemócratas, pero también se escuchan muchas voces críticas. “No reconozco mi ciudad”, comenta con pesar Linda, un ama de casa en la cincuentena, de familia acomodada. “Este era un sitio tranquilo, donde las cosas funcionaban. Ahora nunca sabes en qué momento te puedes ver en medio de un follón. Se ha perdido el respeto a todo, y eso va a traer consecuencias para la sociedad a largo plazo. Los chicos tienen que entender que así, por la fuerza, no se hacen las cosas”.

El día de las elecciones, Samuel Mok, asistente legislativo de 28 años y hasta el 24 de noviembre candidato a concejal por el DAB (pro-Gobierno y el principal partido en Hong Kong), hacía campaña en ese barrio a pocos metros de un colegio electoral, junto a un gran cartelón con su nombre. Dos mujeres, que acababan de salir de votar, le mostraban los pulgares hacia arriba.
El activista Joshua Wong. Kiran Ridley Polaris/Contacto


“No queremos que nuestra sociedad se mantenga en el caos de ahora, queremos volver adonde estábamos antes de junio. Podemos resolver los problemas con la política, con el diálogo y la consulta, en el Parlamento autónomo y en otras instituciones”, asegura, repitiendo los argumentos de Carrie Lam.

Junio, cuando todo comenzó. Lo que sus simpatizantes conocen como El Movimiento comenzó el 9 de junio. Aquel día, el activista Jimmy Sham, de 32 años, se había levantado nervioso. Como cabeza del Frente de Derechos Humanos y Civiles de Hong Kong, temía poco seguimiento para la marcha que su organización había convocado contra el proyecto de ley de extradición que el Gobierno de Lam había presentado ante el Parlamento local.

La medida buscaba eliminar un vacío legal que había quedado en evidencia a principios de año: un hong­konés acusado de matar a su novia embarazada en Taiwán no podía ser extraditado a la isla por falta de legislación que lo permitiera. Resolver la situación mediante un pacto bilateral era complicado por razones políticas: Hong Kong es parte de China y Pekín considera a Taiwán parte de su territorio. Lam y sus asesores optaron por una medida que permitiera la extradición a cualquier país con el que el territorio autónomo no mantuviera un acuerdo bilateral específico. Incluida China continental. Pero la jefa del Gobierno no tuvo en cuenta hasta qué punto tenía en contra a la opinión pública. La perspectiva de entregar a China a los sospechosos que Pekín reclamase había enfurecido y consternado a muchos. La memoria del secuestro en 2015 de cinco libreros que acabaron en manos de la policía en China estaba aún muy presente.

“A medida que se acercaba el momento de empezar la marcha y vi la cantidad de gente que había, respiré”, recuerda Sham, hoy convertido en uno de los flamantes nuevos concejales electos del bando pandemócrata.
Jimmy Sham, en la sede de los socialdemócratas en Kowloon.

Un millón de personas, según las cifras del Frente, desfilaron aquel domingo por el centro de Hong Kong. Una cifra extraordinaria, solo comparable con algunas movilizaciones históricas como la posterior a la matanza de Tiananmen en 1989 y la de 2003 que logró aparcar otra polémica ley, la de Seguridad Nacional, y acabó causando la dimisión del entonces jefe del Gobierno autónomo, Tung Chee-hwa.

El clamor popular no cambió la posición de Lam. Según anunció la jefa del Gobierno al día siguiente, el proyecto de ley continuaría su tramitación prevista el 12 de junio. “Eso enfureció a mucha gente”, recuerda Sham.

La mañana del 12, y tras una serie de llamamientos a través de las redes, decenas de miles de personas, la inmensa mayoría jóvenes, rodeaban el Parlamento. La idea era bloquear los accesos, para que los legisladores no pudieran entrar y la medida no pudiera tramitarse. Nemo, un estudiante de 22 años que ya había participado en las protestas del Movimiento de los Paraguas de 2014, estaba entre esa muchedumbre. “Técnicamente era una asamblea ilegal, porque nadie la había convocado ni recibido el permiso de la policía. Pero todos sabíamos que no podíamos permitir que el proyecto de ley se aprobara. Debíamos impedirlo como fuese”, recuerda.

Un pequeño grupo acabó enfrentado con la policía a las puertas del Parlamento. Las fuerzas de seguridad cargaron con gas lacrimógeno y balas de plástico. Una veintena de personas quedaron detenidas. Lo que hasta entonces había sido una única exigencia —la cancelación del proyecto de ley— se convirtió de la noche a la mañana en las cinco demandas que los manifestantes mantienen hasta hoy.



Un millón de personas llegaron a manifestarse. Cifras solo comparables a las protestas de 1989 tras la matanza de Tiananmen

Los protagonistas. “Tradicionalmente, los hongkoneses hemos sido extremadamente pesimistas y conservadores. Con tal de poder ir a trabajar y pagar el alquiler, con tal de ir tirando, no nos enfrentamos de veras contra la autoridad. Eso ha sido así durante décadas, siempre ha costado mucho movilizar a la gente. Lo que ha pasado estos meses es un milagro”, apunta Avery Ng, presidente de la Liga de los Socialdemócratas, el partido más izquierdista del moderado panorama político del territorio autónomo.
Manifestación en Hong Kong el 1 de diciembre, con el perfil del distrito central al fondo. Kiran Ridley Polaris/Contacto


“Durante estos últimos cinco años, después de los Paraguas, los jóvenes nos habíamos hecho los dormidos. Habíamos visto los resultados de entonces: gente en prisión, nuestros candidatos electorales descalificados, incidentes como el de los libreros… Sentíamos que no podríamos volver a ocupar las calles, que no podríamos ganar. Pero cuando Lam pasó de la gente, nos enfurecimos. Decidimos que basta de quietud. Dejamos de hacernos los dormidos”, cuenta el estudiante Nemo, convertido desde aquel 12 de junio en un frontliner, uno de los manifestantes más radicales que se colocan, parapetados tras barricadas o una fila de paraguas, en la primera línea de enfrentamientos con la policía, vestidos de negro y con el rostro cubierto.

Aquella protesta sí impelió a Lam a suspender —lo acabaría cancelando en septiembre, cuando ya era demasiado tarde— el proyecto de ley. Pero los manifestantes tenían su estrategia. Con sus cinco demandas por bandera, el domingo siguiente salieron a la calle de nuevo convocados por el Frente otros dos millones de personas, según las cifras de los organizadores. El 1 de julio, aniversario del traspaso a China de la soberanía del territorio en 1997, y tras la tercera marcha organizada por el Frente, los frontliners, las figuras de primera línea, asaltaban el Consejo Legislativo, el Parlamento. Una pintada entre los destrozos resumía su manifiesto: “Eres tú quien nos enseñaste que las movilizaciones pacíficas no sirven para nada”.

Escalada de violencia. Desde entonces, las protestas han entrado en una espiral de violencia cada vez mayor. Y ambos lados, policía y manifestantes, se acusan mutuamente de haber radicalizado su respuesta. Cerca de 6.000 manifestantes, un 15% de ellos menores de 18 años, han sido detenidos. El número de personas llevadas a hospitales llegaba a inicios de noviembre a 1.550, según las cifras oficiales, aunque sin duda el número de heridos es superior: muchos frontliners rechazan acudir a centros médicos por temor a que la policía vaya a buscarles allí. Entre la policía, los heridos han sido más de 400.



Con el metro cuadrado más caro del mundo, solo un 11% de los habitantes de Hong Kong puede permitirse una vivienda en propiedad

Los manifestantes, respaldados por informes de organizaciones como Amnistía Internacional, acusan a la policía —a los “perros”, como se refieren a ellos— de un uso desproporcionado y cada vez mayor de la fuerza. Los agentes han lanzado hasta el 1 de diciembre, según el periódico Ming Pao, casi 16.000 rondas de gas lacrimógeno, en torno a 10.000 balas de plástico y cerca de 2.000 bolas de caucho. La policía, por su parte, responde a los que llama despectivamente “las cucarachas” con otro elenco de agravios: el cerco y los destrozos a su sede central; la ocupación del aeropuerto y la paliza allí a un periodista chino; vandalismo en la red de metro y contra comercios de propiedad o simpatías chinas; la cuchillada en el cuello a un agente; el gesto similar contra un político del esta­blishment, Junius Ho; el acto salvaje de un manifestante que echó gasolina y prendió fuego a un ciudadano prochino.

La muerte el 7 de noviembre de un joven manifestante caído al vacío en un garaje precipitó un cambio de estrategia en el movimiento: del “Sé agua” inspirado en Bruce Lee (desaparecer cuando llegaba la policía y aparecer en otro punto para construir barricadas) se pasó a atacar las vías de transporte y a atrincherarse en las universidades. Hasta que les llegó el desastre de la PolyU.

El Movimiento nunca ha condenado ningún acto de sus integrantes, por violento que haya sido: “Cuando la gente está muy airada y siente que no le escuchan, las acciones pueden escalar. Entiendo y comparto esa sensación de rabia”, apunta el activista Sham. Desde el comienzo, sus integrantes —radicales y moderados— acordaron dos principios básicos: apoyarse sin críticas, en pos del objetivo común, y no contar con líderes. Una decisión basada en la experiencia de hace cinco años: entonces, el Movimiento de los Paraguas se disolvió, en parte por las disputas internas; sus dirigentes acabaron en la cárcel.

“Esta ausencia de líderes tiene sus pros y sus contras. Le ha aportado al movimiento la capacidad de innovar y la flexibilidad que le ha permitido llegar hasta aquí. Pero también implica que carece de una estrategia coherente, de un apoyo coherente y de una dirección coherente”, analiza Ng. El pacto de no criticar, cree el presidente de la Liga de los Socialdemócratas, se ha llevado “a tal extremo que no hay apenas sitio para la crítica constructiva. Lo que significa que es difícil lograr una evolución sensata o mejorar cosas, y si no cambia, eso va a perjudicar al movimiento en el futuro”, advierte.
Uno de los llamados 'frontliners'. Kiran Ridley Polaris/Contacto


En primera fila. A medida que las protestas se han vuelto más violentas, el protagonismo ha recaído más en los frontliners, convertidos a estas alturas en expertos en guerrilla urbana. Antes de cualquier acción, estudian minuciosamente el callejero de la zona, posibles rutas de llegada de la policía y vías de escape. “He aprendido a leer mapas con una facilidad que jamás hubiera imaginado”, explica el joven Nemo sobre su experiencia en primera línea. Algunos de sus compañeros se han entregado a hacer ejercicio para desarrollar más músculo con el que enfrentarse a los Raptors, la unidad de élite de los antidisturbios hongkoneses uniformada de negro. Nemo no, admite con una carcajada. “Soy demasiado vago…, pero mantenerse en forma es muy importante. En los choques con la policía a mí me acaban dando calambres”.

“Como frontliner tienes que tener dos cosas: experiencia, para saber cómo moverte, cuándo puedes avanzar y cuándo es mejor echar a correr”, dice Nemo. “Se consigue rápido: a movilización por semana, en un mes ya sabes más que suficiente. Pero además tienes que tener rabia. Sí, hay que planificar, mantener la calma y tomar decisiones rápidas con responsabilidad. Pero también tienes que aferrarte a tu rabia para que te empuje y te ayude a luchar”.

Los seis meses de protestas se han cobrado un precio, y no solo en una economía basada en los servicios que ha entrado en recesión. Más allá de los efectos físicos está también el daño mental. La demanda de atención psicológica se ha disparado entre los 30.000 policías hongkoneses —exhaustos y superados, han necesitado pedir refuerzos entre otros cuerpos de la Administración— y los manifestantes. A comienzo de este verano se dispararon los suicidios entre los jóvenes.

“He tenido que llevar al aeropuerto a compañeros que se han tenido que marchar de Hong Kong. He visto a gente herida. Pienso en los que han muerto. Ese dolor me va a acompañar toda la vida”, reflexiona el joven frontliner.

Una sociedad dividida. La convivencia también se resiente. Las protestas han causado profundas divisiones, incluso dentro de familias. Los padres de Nemo son “azules” —prochinos y partidarios del Gobierno— y le han amenazado con dejar de mantenerle, incluso de echarle de casa. “Están convencidos, como muchos en su bando, de que mis compañeros y yo tenemos el cerebro lavado, de que estamos pagados por la CIA”, explica el joven.

“El coste social que vamos a tener que absorber va a ser enorme”, reconoce Ng. “El aumento del miedo y la rabia subsiguiente, la quiebra de la confianza y las divisiones. No contra las instituciones, que eso se da por descontado, sino entre la gente. Eso va a ser un daño que arrastraremos durante generaciones”.

Tras las elecciones municipales, Hong Kong ha entrado en un periodo de relativa calma, aunque nadie duda de que las protestas continuarán de un modo u otro. Durante la pausa, los manifestantes han aprovechado para descansar, y los políticos de ambos bandos, para empezar a trazar sus estrategias. Como apunta convencido Joshua Wong: “Podemos lograr otra victoria: es el momento de que nos propongamos una mayoría en el Consejo Legislativo” (el Parlamento local) en las elecciones de septiembre de 2020.
Una manifestación el pasado 28 de noviembre. Kiran Ridley Polaris/Contacto


Los retos políticos. Sería un hito que los demócratas nunca han conseguido en la historia reciente hongkonesa y que les daría el derecho de veto a las propuestas del Gobierno autónomo. A priori, lograrlo no es nada fácil: a diferencia de las municipales, el sufragio universal solo se aplica a 35 de los 70 escaños, los correspondientes a los distritos geográficos. El resto se adjudica mediante “distritos laborales”, en una votación por gremios donde siempre vencen por amplia mayoría los representantes del establishment.

Esos cálculos quizá pequen de optimistas. Un examen más detallado del reparto del voto en las municipales muestra que ha sido muy similar al de las elecciones anteriores pese al drástico aumento de la participación: un 60% para los demócratas, un 40% para los partidos prochinos. Con esta perspectiva, el triunfo no es tan grande para la oposición y no garantiza el éxito en las elecciones parlamentarias.

Ng pone la pelota en el bando de la policía, de Carrie Lam y de Pekín. Ahora que se ha demostrado que los manifestantes cuentan con el apoyo de la mayoría, asegura, que continúen los enfrentamientos dependerá de que el Gobierno responda o no a sus demandas. Hasta ahora, además de retirar el proyecto de ley de extradición, la jefa del Gobierno autónomo se remite a una investigación sobre las quejas contra la policía que incluso un comité de expertos internacionales ha reconocido que será insuficiente, por falta de medios y competencias. También ha puesto sobre la mesa una comisión que revise las causas de las protestas. Pekín, por su parte, ha anunciado la introducción de educación patriótica para los jóvenes, entre otras medidas. “Ningún intento de alterar Hong Kong o de socavar su estabilidad y prosperidad tendrá éxito”, ha advertido el ministro de Exteriores chino, Wang Yi.

Mientras tanto, este 1 de enero los nuevos concejales asumirán sus cargos y les llegará el momento de la verdad: ganarse con sus méritos el puesto que les dio el voto de indignación contra el Gobierno autónomo y su gestión de las protestas.

“El objetivo no es que pierdan los partidarios de Pekín, sino demostrarles que vale la pena que ganemos los prodemócratas. Tenemos que usar estos cuatro años para demostrar que somos transparentes, incorruptibles y trabajadores. Y que sabemos escuchar. Que exista comunicación y una plataforma de diálogo. Sin comunicación no hay democracia”, apunta Sham. “Y cuando lo hayamos logrado, seguiremos luchando. La lucha por la democracia nunca termina: siempre hay que trabajar para mantenerla”. 

Los pacíficos, la retaguardia y los “muros de Lennon”


En la retaguardia, a los frontliners, los protagonistas en primera fila, les apoyan los “pacíficos” o woleifei, los que no están dispuestos a la violencia pero comparten el mismo objetivo. Ellos son los que protestan con pegatinas de colores en paredes públicas —los “muros de ­Lennon”—, los que sostienen una economía de apoyo a los comercios “amarillos” o ideológicamente afines y los que se encargan con sus donaciones en metálico o en especie de mantener bien provistas las eficaces líneas de suministro: entre los escombros en la Politécnica había numeroso material de primeros auxilios, alimentos y maletas enteras de ropa por estrenar, incluidas algunas prendas de diseño. Los “pacíficos” acuden también al rescate para extraer a los frontliners de situaciones de peligro y evitar que sean detenidos.

Wall Street cerró su mejor año desde 1997





Wall Street se encamina a cerrar el mejor año desde 1997 cuando faltan aún dos sesiones para el cierre del año.
El S&P figura con un alza del 29%, el mejor aumento de los últimos 20 años, informa el New York Times (NYT).
La FED con sus tres recortes de tasas de interés empujó el baremo norteamericano.
No obstante la incertidumbre a causa de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, el impeachment a Donald Trump y la investigación de las autoridades a las big tecnológicas, Wall Street resistió y elevó vuelo a pesar de algunas turbulencias.

Rodolfo Suárez anunció que derogará la ley que autoriza la minería con contaminantes en Mendoza:"No hay consenso social"


"No hay consenso social", reconoció el gobernador


Suárez en la reunión con los intendentes.

Una semana después de la votación exprés que eliminó la ley 7722 y habilitó el uso de cianuro y ácido sulfúrico para la megaminería en Mendoza, una semana después de las protestas multitudinarias que volcaron a los mendociones a las calles en "defensa del agua pura", el gobernador Rodolfo Suárez reconoció que "Mendoza está en contra de la minería" y anunció que enviará el proyecto de derogación de la norma 9209 a la Legislatura para que sea votado el próximo lunes por ambas cámaras. "Volverá la plena vigencia de la 7722", reconoció su derrota Suárez, mientras en las calles comenzaban a sonar bocinas, cacerolas, tambores y gritos de festejos.

Las asambleas populares por el agua fueron las grandes protagonistas de la resistencia a la habilitación al uso de tóxicos para la explotación minera, reflejada en la histórica movilización del lunes pasado que terminó en represión, y su reclamo generó la reacción de los sectores más diversos. "Lo logramos porque el pueblo se unió sin ninguna bandera política, el agua unió a Mendoza para que nos devolvieran la 7722 y no tenemos nada que agrecerle a Suárez porque la ley es del pueblo y no se toca", festejó Verónica Cimarelli, integrante de asamblea de San Carlos, al borde de la ruta 40, desde donde el domingo pasado partió la gran marcha hacia la capital y donde anoche se celebraba.

"La 7722 no se toca" cruzó a la población mendocina desde los productores vitivinicolas al Arzobispado, de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza a la Comisión de Reinas de la Vendimia, que habían instado a la cancelación de las fiesta de la Vendimia. En la jornada del viernes el rechazo popular alcanzó a las intendencias de Maipú, San Carlos, Lavalle y Tunuyán, cuyos jefes comunales se sumaron al reclamo de derogación.

"El pueblo se ha expresado en las calles, el pueblo es soberano y lo escuchamos. Acá no hay consenso social para la minería", reconoció Suárez, acorralado por la presión popular, en conferencia de prensa a las 9 de la noche desde la Casa de Gobierno y confirmó el tratamiento de la derogación en sesion extraordinaria el lunes. Se cumplía una semana del tratamiento exprés en el que senadores y diputados del radicalismo, el PRO y el Partido Justicialista habían avanzado sobre la ley 7722, votada en 2007 por inciativa popular y ratificada en 2015 por la Corte Suprema provincial.

"Hasta el lunes, cuando veamos firmado la vigencia de la 7722, no vamos a festejar plenamente. Sabemos quiénes son", advirtió María Teresa "Guni" Cañas, de la asamblea de Gran Mendoza, pero los festejos ya se escuchaban detrás. "Nadie les va a quitar el título de traidores de ir contra el pueblo", aseguró la asambleísta en referencia a la actitud de la clase política y festejó que el eco de Mendoza ayer había llegado hasta Chubut.
El modelo de desarrollo en agenda

"Creían que porque ganaron las elecciones iban a ser lo que quisieran, que iban a instalar la megaminería como política de Estado", señaló "Guni" respecto del rechazo popular que se escuchó también en Chubut ayer, donde el gobierno de Mariano Arcioni evitó, por el momento, avanzar en el tratamiento de una norma que impulse la megaminería. "Esta lucha abrió un canal de participación a toda la población, que ha sido muy poderoso, y permitió que el tema ambiental permee en la discusión de la agenda de la clase política de Mendoza, que la negaba", insistió.

"Obtuvimos el 40 por ciento en la elección, pero eso parece que no es el consenso social", analizó Suárez minutos antes de los festejos populares y adelantó que luego de la derogación se convocará a una Mesa de Desarrollo Productivo con todos los actores provinciales para "buscar otras alternativas" porque "evidentemente, Mendoza está en contra de la minería".

Para el gobernador, el gran rechazo a la medida se debió a que no pudo comunicar a través de los medios tradicionales sus intenciones y apuntó a las redes sociales como dinamizadoras del reclamo. Veinticuatro horas antes, Suárez había dado otra conferencia de prensa intentando frenar las protestas al decir que la ley no sería reglamentada y apuntado a los asambleístas como generadores de "miedo" y a la sociedad en general como "desinformada". Las redes sociales explotaron de videos con plazas llenas en toda la provincia.

"La única forma que tuvimos de comunicarnos fueron las redes y los medios comunitarios, porque los medios tradicionales de Mendoza nunca nos dieron lugar, nos ningunearon, nos dijeron que éramos un puñado de ambientalistas. Pero somos mendocinos protegiendo nuestro recurso hídrico", apuntó Cimarelli.

Las asambleastías esperan primero que los legisladores que desoyeron los reclamos populares e intentaron borrar la 7722 voten la marcha atrás, pero ya tienen claro las propuestas de alternativas que ofrecerán ante el nuevo tiempo que se abre en Mendoza. "No hay un pueblo minero rico, todos son pobres, y nosotros queremos ser una sociedad pujante, agroganadera, con ayuda a los pequeños productores y sin tanto Monsanto, porque no tenemos que dejar que nos contaminen", resumió la asambleísta de San Carlos.

"La alternativa es la agroecología, las economías populares y familiares. Los gobiernos tienen que abrir el debate sobre los modelos de producción y consumo, el medio ambiente y problema del cambio climático tiene que estar en primer lugar y no como un tema de responsabilidad social empresaria", proyectó la asambleísta de Gran Mendoza.

Sin Vidal, estalló en Cambiemos la disputa por los cargos y naufragó la impositiva de Kicillof




El viaje de la ex gobernadora a París disparó la interna de Juntos por el Cambio. Falta de interlocutores designados y pelea por los cargos que corresponden a la oposición, son las razones que en Gobernación endilgan al fracaso en las negociaciones.

En la conferencia de prensa que brindó Axel Kicillof para contraponer la posición de Cambiemos frente a la Ley Impositiva, sobrevoló una postura que empieza a germinar como la responsable del plantazo legislativo. La lectura dista mucho del discurso público acerca del “ajustazo” que la oposición logró imponer en evidente alianza con los principales medios de comunicación. Se trata, en rigor, de la negociación siempre complicada por la captación de los cargos en juegos en diferentes estamentos de la administración pública provincial.

En el distrito conviven en paralelo cargos que la Constitución contempla para uso de la oposición, con otros que la tradición política bonaerense supo consolidar para lograr gobernabilidad.

El repentino viaje de María Eugenia Vidal a París, alumbró una verdadera puja interna dentro de la coalición opositora por ganar espacios en los sillones en juego dentro de la administración pública. Ese parece ser el punto de mayor fricción hacia el interior de Cambiemos y hacia ahí apuntó de manera implícita el Gobernador Kicillof en la conferencia de prensa cuando aseguró, quejoso, que la falta de interlocutores se veía agravada porque algunos acuerdos, dijo, “después se desconocen” con el cambio de interlocutores.

“Hubo algunos acuerdos por los lugares en juego, pero después apareció cada uno negociando la suya y la negociación se desmadró” ilustró ante INFOCIELO una fuente de calle 6 que siguió de cerca las mesas de diálogo por los cargos a ocupar por parte de la oposición. La simultaneidad de referentes dentro de Cambiemos se sobredimensionó con la ausencia de Vidal. Con la ex gobernadora fuera de juego, se desató una verdadera puja interna para quedarse con los cargos en disputa. En llano: cada línea interna de Cambiemos quiso sentar en esos sillones a sus propios representantes, incluso en contra de los demás referentes del mismo espacio.

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Según lo reconstruido por este portal, los avances que habían logrado oposición y Gobierno hasta ayer a última hora fueron dinamitados por la intervención del jefe comunal de Vicente López, Jorge Macri, quien hoy participó de la conferencia de prensa en la que Juntos por el Cambio expresó su posición. El primo presidencial fue la última persona con la que Mauricio Macri se reunió antes de su viaje de descanso a Qatar.

Son negociaciones complejas porque reportan a actores distintos. Los cargos que requieren de acuerdo por parte del Senado se discuten en la Cámara Alta. Pero hay otros que forman parte de la cultura política bonaerense que no requieren aval parlamentario, y se cierran con los referentes de la oposición. ¿Quién es el referente de Cambiemos para ocupar esos lugares? Esa parece ser la pregunta que disparó la ausencia de Vidal. Kicillof mencionó a varios en la conferencia de hoy. No hubo imputaciones, pero sí una implícita referencia sobre desacuerdos internos por parte de Cambiemos, cuando cuestionó que a medida que cambiaban los interlocutores, “después se desconocían” –entre ellos- los avances de las negociaciones previas.

Desde Cambiemos insisten con reclamarle a Kicillof que honre la política que ejecutó Vidal. Es cierto que la ex Gobernadora fue generosa en la distribución de los cargos en disputa. Es una verdad a medias. Porque el contexto ahora es otro: Gobierna el espacio político que no fue, justamente, el beneficiario de los acuerdos de Vidal durante su gestión.

La ex mandataria no repartió lugares a la oposición. Se los dio a segmentos del peronismo con el que negoció su propia gobernabilidad. ¿Puede ahora Cambiemos reclamarle idéntica distribución de espacios al segmento del peronismo que relegó de ocuparlos durante su gestión?. El kirchnerismo, que ahora gobierna, no reconoce en Vidal haber sido generosa con los cargos en juego. No al menos con referentes de su espacio. Una mala noticia para Cambiemos: ahora gobiernan los relegados durante su gestión.

En el oficialismo bonaerense están convencidos que el fracaso en la sanción de una ley clave para cualquier administración, aquella que garantiza fondos para llevar adelante un plan de gobierno, se explica más por la puja interna dentro de Cambiemos, donde pulsean diferentes interlocutores para poner a sus propios hombres, que una real posición de defensa del contribuyente medio. Una disputa que se disparó tras la sorpresiva ausencia de María Eugenia Vidal.

Tensión diplomática: Solá y Béliz negocian con Estados Unidos frenar el acto de Evo en Salta

Una delegación de la Embajada expresó su malestar al Gobierno. Preocupa el operativo de seguridad en la frontera.


Funcionarios del Gobierno intentan apaciguar un nuevo foco de tensión diplomática con Estados Unidos, desatado por el acto al que convocó Evo Morales este domingo en la frontera de Salta con Bolivia.

Chris Andino y MaryKay Carlson encabezaron la delegación que se acercó a la Casa Rosada para pedir explicaciones sobre ese evento. Los recibieron el canciller Felipe Solá y el embajador designado Jorge Argüello en una reunión a la que se sumó Gustavo Béliz, el hombre clave en el gobierno de Alberto Fernández.

Desde la Rosada buscaron preservar el hermetismo sobre la reunión, que tuvo carácter "urgente" ante el malestar que despertó la convocatoria de Morales en Washington, donde presionan para desactivar el acto, que hasta la tarde de este viernes ya nadie quería dar por confirmado.

En la Embajada no ocultan el disgusto al considerar que el ex Presidente incumple su condición de "refugiado" porque se involucra en cuestiones políticas. Fue el propio Evo quien informó sobre el congreso que tendrá como objetivo definir al candidato del MAS para las próximas elecciones.

Entre llamados y reuniones contrarreloj, en Salta ya admiten que hay preocupación porque se garantice el operativo de seguridad. Es que además de los invitados del MAS que acompañarán a Evo, esperan una fuerte movilización de bolivianos que cruzarán la frontera para darle su apoyo y también la congregación de la comunidad boliviana local.

Desde el entorno gobernador Gustavo Sáenz confirmaron que todavía no tienen un anuncio oficial sobre el acto. "El gobernador no va obstaculizar ningún acto, por supuesto, y de ser necesario el Ministerio de Seguridad está preparado para responder a cualquier pedido de la Nación", aseguraron.

Después de anunciar la convocatoria, Morales expresó en declaraciones a radio La Red que el gobierno argentino lo "acompañaría" para asegurar la seguridad del evento. Desde la cartera que conduce Sabina Frederic dijeron que tampoco tuvieron un pedido formal para encabezar un operativo de seguridad especial en la provincia.

Lo cierto es que al tratarse de una zona de frontera hay escuadrones de Gendarmería, pero la actividad requerirá de la policía provincial. Este medio supo que referentes salteños del kirchnerismo llevaron adelante reuniones con el ministro de gobierno de Sáenz para organizar el operativo, en las que se deslizó la posibilidad de "desdoblar" la actividad y pedir que una parte se realice en Buenos Aires. Hasta la tarde de este viernes, a dos días del congreso, todavía no había precisiones sobre cómo se resolverá.

Los radicales perdieron una senadora y Cristina se esperanza con los dos tercios

La riojana Clara Vega armó un monobloque. "Voy a ser una oposición responsable", prometió. Los votos que faltan para nombrar al procurador general.


Juntos por el Cambio tiene desde este viernes un voto menos en el Senado: la riojana María Clara del Valle Vega, "Clarita", se alejó de la UCR y armó su monobloque, denominado Mediar.

Era de esperar. Los radicales presionaron para que no asumiera en reemplazo de su correligionaria Olga Brizuela y Doria, electa intendente de la ciudad de La Rioja, porque tiene origen peronista, rompió con el gobierno local y se asoció a Cambiemos en 2015.

Hasta 2017 fue diputada nacional y votó cada ley enviada por Macri pero en esta etapa no le confían e intentaron que la justicia no la dejara asumir.

No pudo jurar el 27 de noviembre y recién lo hizo en la sesión del 20, cuando se trató la ley de emergencia económica, que se abstuvo de votar.

Para llegar a dos tercios se requieren 48 votos. El PRO y la UCR no pueden impedirlo con sus votos y necesitan retener a quienes por ahora funcionan como aliados.

"No tuve ni tiempo de leer el proyecto. Me hubiera gustado argumentar, pero estaba con los trámites de mi asunción. Recién hoy pude completar mi legajo", .

Su monobloque se llamará Mediar porque "quiero ser parte de una oposición responsable que acompañe las mejores decisiones para los argentinos. Pero no voy a ser parte del Frente de Todos".

Con su partida, Juntos por el Cambio junta 23 votos entre radicales (15) y PRO (8), por ahora con tres aliados fijos: Claudio Poggi (San Luis), Roberto Basualdo (San Juan) y Juan Carlos Romero (Salta).

25 senadores es lo que hace falta que para bloquear los dos tercios del recinto, necesarios para trámites especiales como nombrar a Daniel Rafecas como procurador general, uno de los desafíos de Alberto Fernández. "Lo voy a hablar con ellos tres. Yo no integro JxC pero quiero tener posturas comunes con ellos", anticipó Vega.

Con la ratificación de Adolfo Rodríguez Saá y Carlos Menem, Cristina Kirchner aseguró 42 senadores, 5 más que el quórum propio y 6 menos que los dos tercios.

No cuenta con José Alperovich, de licencia por la denuncia de violación de su sobrina. Pero en el debate de la emergencia sumó el voto de Alberto Weretilneck y de Carlos Reutemann. La neuquina Lucila Crexell ayudó con el quórum pero votó en contra.

Si recuperara la banca del tucumano (su licencia vence en julio pero puede renunciar y asumir su reemplazo) la ex presidenta podrá aspirar a los dos tercios sin tener que negociar con radicales y macristas.

No será una tarea sencilla, porque el trío de aliados de JxC tiene duelos locales con gobernadores peronistas y será difícil que quieran quedar en su misma senada. Al oficialismo le alcanza convencer a dos.

El gobierno lanzó el pacto social con empresarios, gremios y organizaciones sociales

Junto al Presidente firmaron un acta denominada "Compromiso argentino por el desarrollo y la solidaridad". El objetivo del entendimiento en logar un marco de diálogo permanente para superar la crisis económica y social.



La reunión multisectorial se desarrolló en Casa Rosada.

El presidente, Alberto Fernández, junto a empresarios, representantes gremiales y de movimientos sociales lanzó el pacto social a través de la firma de un acta denominada “Compromiso Argentino por el desarrollo y la solidaridad”, en el cual se insta llevar adelante "consensos de largo plazo, que vayan más allá de un período presidencial y que incluyan metas compartidas y posibles de alcanzar en distintas etapas."


“La idea de este acuerdo, es empezar a lograr un diálogo franco para asumir los problemas que tenemos; toda la Argentina tiene problemas, está claro que algunos están más agobiados que otros, pero toda la Argentina tiene problemas”, dijo Alberto Fernández en la reunión en Casa de Gobierno.


La agenda a llevar adelante, incluye entre otros temas prioritarios, un esquema de actualización de haberes jubilatorios y tarifas de servicios públicos, la creación de empleos de calidad, alentar la inversión productiva y las exportaciones de valor agregado, facilitar el acceso al crédito bancario para la vivienda y la producción, así como promoción de las Pymes.

Destaca también que la futura discusión en el seno del Parlamento del próximo Presupuesto Nacional, “constituye una primera oportunidad para que, en el marco de un adecuado análisis de costos y recursos, los acuerdos a los que se hayan arribado en las mesas de diálogo puedan convertirse en políticas públicas operativas y de inmediata implementación”.


Una vez firmada el acto en Casa Rosada brindaron una conferencia de prensa el ministro de Desarrollo, Daniel Arroyo, el titular de la UIA, Miguel Acevedo y por la CGT, Héctor Daer. Los tres valoraron el acuerdo como un “puntapié inicial” para comenzar a debatir y no precisaron detalles sobre el pago de entre $6.000 y $9.000 para trabajadores del sector privado.

“Este compromiso apunta a la solidaridad”, describió Arroyo al tiempo que destacó que entendimiento tiene dos aristas importantes: luchar contra el hambre y la pobreza y fomentar el desarrollo productivo. “Lo urgente es el hambre en argentina”, destaco.

Por su parte, Daer sostuvo que con este acuerdo se busca “acompañar a la negociación de nuestro país con los acreedores que entiendan que hay un país que quiere honrar las deudas y obtener las facilidades para el desarrollo y crecimiento.

“Hemos tenido una reunión muy provechosa porque había gente de todos los sectores”, describió por su parte Acevedo. “Es un puntapié inicial y ahora tenemos que comenzar a trabajar con las reuniones. Estoy muy positivo con este principio es algo que estábamos reclamando hace tiempo”, cerró.
Reunión a puertas cerradas

Antes los presentes, Alberto reiteró: “Estamos en un país que lleva dos años consecutivos de caída del consumo y más de veinte meses de caída de la actividad industrial, y esto hay que revertirlo rápidamente, el modo es que los industriales inviertan, que la industria crezca, que podamos exportar, que de ese modo generemos trabajo, que la economía vuelva a moverse como todos soñamos, y la idea es que lo hagamos entre todos”.

“Yo valoro mucho esta mesa porque en ella están sentados los actores de la Argentina, los que trabajan, los que invierten y producen y los que gobernamos. Y así van a hacer los cuatro años que vienen, trabajando juntos y decisiones juntos”, cerró.

Junto al primer mandatario, estuvieron presentes el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero, los ministros del Interior, Eduardo de Pedro, el de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Claudio Moroni, de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra.

Representantes de los trabajadores entre los que se contaron Héctor Daer, Carlos Acuña, Hugo Moyano, Andrés Rodríguez, Víctor Santa María.

Del ámbito empresario, el presidente de la UIA, Miguel Acevedo, representantes de cámaras empresariales entre las que se contaron la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas (APYMEL), la Bolsa de Cereales de Bs. As.

Los movimientos sociales estuvieron representados por la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Barrios de Pie, Frente Popular Darío Santillán, entre otros.