"LA PAMPA VOTA EN JUNIO"

Elecciones 2019: Verna tiene todo listo, y muy lejos de Macri El gobernador Carlos Verna ya tiene slogan para su campaña. Es que tras el Congreso del PJ pampeano, este sábado, se supo que a La Pampa les resta menos de un año para ir a las urnas. Y de haber internas abiertas y simultáneas, mucho menos. El actual mandatario, que va por su reelección, apunta a todos: kirchneristas, massistas, socialistas, partidos vecinales... pero con Mauricio Macri como límite. "Aprendimos la lección del año pasado", admitió Verna.


Carlos Verna.

A los pampeanos les resta menos de un año para votar en las elecciones provinciales. Tras el Congreso del Partido Justicialista realizado este fin de semana al norte de la provincia, se supo que en junio de 2019 se realizarán las elecciones para los cargos de gobernador y vice, diputados provinciales, intendentes y vice, concejales y jueces de paz. Y de incluir internas abiertas y simultáneas, podrían hacer aún antes.

Así lo publicó el diario 'La Arena', tras las palabras del diputado provincial Facundo Sola: "La fecha tentativa es junio, de manera de cerrar el ciclo del proceso electoral de La Pampa antes del proceso electoral que tenga que ver con Nación. Queremos que en nuestra provincia se discuta antes, y lo vemos como algo importante para sentar el federalismo", afirmó el legislador y ex intendente de Realicó.

El funcionario afirmó que ven positivo el desdoblamiento ya que "entendemos que si está planteado en términos de discutir la relación de cada pueblo y la Provincia, sin la presencia de los medios hegemónicos de comunicación, que desvían el debate hacia la problemática nacional, es muy positivo. Por ahí el intendente o el gobernador pasan a ser acreedores de una culpa que no es tal por las decisiones que toma el gobierno nacional. Se busca discutir nuesrta propia realidad, nuestros propios problemas y soluciones".

Lo cierto es que el Congreso del PJ pampeano bendijo por unanimidad la pretensión del gobernador justicialista Carlos Verna de desdoblar las elecciones provinciales de la compulsa presidencial y dio vía libre al partido para conformar un frente electoral.

De esta forma, la estrategia de Verna -en una provincia que desde 1983 siempre votó en simultáneo- se suma a la de otros mandatarios del justicialismo, que apuestan a separar la votación local de la nacional para provincializar la contienda y despegarse de un potencial efecto arrastre de Cambiemos con Mauricio Macri en la boleta por su reelección, en medio de un escenario de dispersión en materia de candidatos nacionales del peronismo.

"Lo que quedó claro en el peronismo de La Pampa es que el único límite es Macri", enfatizó Verna, a la hora de pensar en alianzas y tras remarcar que "todos han coincidido en la necesidad de que el partido se unifique".

El mandatario, que acumula un importante historial de tensiones políticas y financieras con la exmandataria Cristina Fernández Kirchner, admitió además que mantuvieron un reciente encuentro en Buenos Aires para analizar el rebote en las provincias del acuerdo con el FMI. "Siempre he tenido un gran respeto intelectual por la expresidenta, y nunca la mandé a lavar los platos", aseguró.

Desde el entorno de Verna aseguraron al diario porteño 'Ambito Financiero' que apuntan a "todos: al kirchnerismo, al massismo -que estuvieron en el congreso y apoyaron la conformación del frente-, a socialistas si se suman, y a partidos vecinales".

En el peronismo pampeano no olvidan el cachetazo electoral de 2017, cuando Cambiemos se impuso con el 49,5% de los votos sobre el 38,22% del Frente Justicialista. Un escenario adverso que el PJ logró revertir en las elecciones generales de octubre, por sólo 76 votos.

"Aprendimos la lección del año pasado", admitió Verna, sobre quien ya arrancó un operativo clamor en pos de una pelea por su reelección en las urnas, donde deberá enfrentar al candidato de Cambiemos (en un escenario donde, entre otros, ya blanqueó su aspiración el secretario de Deportes de la Nación, Carlos Mac Allister).

Verna fue parte de la cumbre partidaria que reunió a representantes de las distintas líneas internas, incluida La Cámpora, con la presencia además de intendentes y legisladores nacionales.

Allí, por la senda de la unidad también incursionó el presidente del PJ, Rubén Marín.

"Tenemos que ser solidarios porque las necesidades cada vez son mayores y los recursos se agotan: hoy necesitamos más que nunca no hablar de divergencia", afirmó.

"Este es el momento para convocar a los partidos y agrupaciones afines al movimiento peronista", aportó el ministro de Gobierno y Justicia, Daniel Bensusan. Con este guiño, ahora el Gobierno oficializará por decreto el desdoblamiento. En las últimas horas, Verna defendió la estrategia. "En la vorágine de una campaña electoral, donde también se elige presidente, se atiende mucho a los medios nacionales de prensa y se pierde el debate de los pueblos", dijo.

Y no sólo eso. También tiene slogan: "Santa Rosa te quiero bien". Así, el mandatario se mostró activo ayer en sus redes sociales.

"165 cuadras de asfalto para Santa Rosa es una gran inversión del Gobierno provincial. Aportamos al desarrollo y a la recuperación de nuestra Capital para que volvamos a estar orgullosos", escribió @VernaGobernador en 'Twitter', y la misma frase fue replicada en 'Facebook'.

Juan Carlos Monedero: “la utopía neoliberal es poderosa porque convierte cualquier sueño en derecho a cambio de mercantilizarlo”


por Tomas Trape


Luego de pasar por un primer momento de desconcierto en la ‘sorpresiva’ derrota del 2015, actualmente el ‘campo popular’ está sumido en una serie de debates que se encuentran ligados, directa o indirectamente, a la reflexión acerca de la década kirchnerista. Para motorizar estas discusiones tuvimos la oportunidad de ser recibidos por Juan Carlos Monedero en su despacho en Madrid.

Juan Carlos Monedero (1) es politólogo, profesor, escritor y, como le gusta decir a él, accidentalmente fundador de un partido político. “Uno es ex-diputado, ex-presidente pero nunca es un ex-fundador de un partido”, comenta. Cercano a los procesos latinoamericanos de la última década, Juan Carlos escapa a las cómodas posiciones ortodoxas y, con toques literarios en sus metáforas y ejemplos, explica complejidades de manera siempre didáctica a conciencia de que ‘politizar’ nunca puede ser concebido como hablar sin ser entendido. Desde hace un tiempo alejado de la conducción de Podemos se dedica a la tarea de la reflexión, ya que lo que lo hace valioso como intelectual lo convierte en incómodo como político. Tal vez sean los cobardes que especulan con la mirada ajena en beneficio personal quienes se permiten decir sólo lo que saben que va a agradar, no siendo el caso de Juan Carlos que, en pos del avance del pensamiento colectivo, no negocia su sinceridad intelectual.

¿Cómo influenciaron los procesos políticos latinoamericanos de la última década en relación al surgimiento de nuevas expresiones de la izquierda en Europa?

Nosotros somos profesores que ampliaron su visión por las experiencias de los gobiernos latinoamericanos. Somos de un país semi-periférico, como lo es España, estudiamos en el centro, en mi caso en Alemania, y después hemos ido a la periferia. Eso nos ha permitido conocer el sistema mundo desde diferentes perspectivas. Mi presencia en América Latina nunca fue ‘eurocéntrica’, o por lo menos siempre intenté que no lo sea. Compartí sus luchas y siempre las entendí como adelantadas, presuponiendo que iban a ocurrir después en Europa, en un esfuerzo para comprender el metabolismo del neoliberalismo. De esta forma vimos: 1) que el sujeto revolucionario no es la clase obrera sino un sujeto más amplio; 2) que no se puede hacer política sin pasión -algo que por la experiencia del fascis- mo aquí la izquierda siempre ha rechazado- por lo que no puedes dejar lo políticamente incorrecto y el corazón a la derecha populista; 3) que las soluciones no eran nacionales sino supranacionales, y que si en el siglo XX era imposible el socialismo en un sólo país, en el siglo XXI es imposible la democracia en un sólo país, por tanto, esa alianza catalizadora que construyó Chávez hacía que nosotros tengamos que ver a los demás países del sur de Europa; 4) que la solución no era violenta sino sistémica, y que había que utilizar las herramientas del sistema para desbordarlo. En ese sentido, los procesos constitu- yentes eran esenciales. Había que darle visibilidad a los invisibles. Dar unos mínimos vitales a gente que carecía de lo mínimo para tener una existencia civil; 5) aprendimos el coraje, eso de que “no sabía que era imposible, fue y lo hizo”, pues sin audacia era imposible transformar las cosas; 6) y, por último, aprendimos que las soluciones no venían de los partidos sino de la gente y, por tanto, que no había que pensar en un partido clásico, sino en los detonantes que habían hecho posible las transformacio-nes. Que el punto de inflexión no estaba en el nacimiento de Podemos​, sino en el 15 M (2). Un movimiento popular que había aprendido algo de América Latina y es que no se puede decir “que se vayan todos’’, porque cuando dices “que se vayan todos’’, vienen los de siempre.
Por tanto, era muy importante establecer estructuras para que, cuando se terminase el fervor de la acción colectiva popular, no se crease un vacío, y sí las posibilidades de construir algo. Dicho de otra manera, aprendimos que al movimiento social le ocurre como las olas en el mar: solamente existen cuando hay vientos. Nuestro desafío era establecer algún tipo de estructura que nos permitiera, cuando bajase esa acción colectiva, reconstruir las luchas en el ámbito parlamentario y popular, sin estar condenados a esos ciclos donde invariablemente desaparecemos. Viene la derecha y en apenas un año son capaces de acabar con lo construido en una década.

Muchas veces daría la sensación de que la ‘derecha’ puede perder elecciones, mientras que el ‘campo popular’ necesita del Estado para articularse en torno a él.

Hay un elemento que hemos trabajado dentro de la Teoría Política, de la mano de Bob Jessop (3), en el libro que acabo de publicar ‘Los nuevos disfraces del Leviatán’(4), que son las discusiones sobre la ‘selectividad estratégica del Estado’​; es decir, toda esa discusión marxista acerca de si el Estado es una cosa o un instrumento. Esta discusión, media hueca, la solventa Poulantzas (5) y después la desarrolla Bob Jessop al decir que el Estado es una ‘relación social’ y que, por lo tanto, es la condensación de las luchas del pasado y el reflejo de las luchas del presente. Por tanto, es verdad que arrastra el cómo se hayan solventado los últimos 200 años las luchas sociales y su reflejo en el Estado existente en Argentina o en España, pero también da respuesta a la correlación de fuerzas actuales. Esto nos sirve
para entender que el Estado tiene una ‘selectividad estratégica’ y que le es mucho más sencillo solventar algunas demandas que otras. Entonces, se hace evidente que hay grupos sociales que les resulta más fácil utilizar el aparato del Estado que a las mayorías. Y estamos condenados a esto. Por ejemplo, a la derecha le resulta muy fácil utilizar el aparato del Estado para realizar un impeachment ilegal como el que le han hecho a Dilma Rousseff y, en cambio, a la izquierda le resultaría imposible realizar algo similar, pese a que en España el PP (Partido Popular) tiene casi mil casos de corrupción de cargos públicos imputados. En este sentido, la Guardia Civil ha dicho de que hay indicios de que el
presidente recibió sobresueldos; la sede del Partido la pagaron con dinero en negro; varios ex-presidentes de comunidades autónomas están en la cárcel; el exministro de Economía está en la cárcel y, sin embargo, no somos capaces de hacer algo que ellos, si fuera en la dirección contraria, nos habrían hecho. Y eso es porque el Estado tiene ‘selectividad Estratégica’​.



¿Y qué rol juega allí el ‘sentido común’?

El ‘sentido común’ es un planteamiento que viene de Gramsci, y donde el ‘sentido común’ ​forma parte del Estado. Si pensamos el Estado de manera ampliada, es decir, el Estado no sólo como el aparato con los ministerios, la policía, el ejército y el aparato judicial, sino también al Estado que se desarrolla en los protocolos civiles, en las fiestas, en la técnica constitucional propia de cada país, en los medios de comunicación, en los equipos deportivos, en la iglesia, en la izquierda. Ese ‘Estado ampliado’ (6) reproduce una manera de ver las cosas y no otra.
Igual que, por ejemplo, la izquierda que no sabe hacer televisión, como si las claves de la televisión las hubiese dictado el mercado en connivencia con la derecha; y cuando la izquierda gobierna en cualquier país, quiere hacer una televisión alternativa y no sabe. La gente sigue viendo la televisión de la derecha y, por lo tanto, sigue recibiendo los insumos que construye la derecha. Bueno, si no somos capaces de desentrañar cuáles son esas claves que hacen que hayamos sido incapaces de hacer televisión como ellos, estaremos condenados siempre a que nos hagan ellos la televisión o gastar dinero y energía y no tener audiencia.
Lo mismo ocurre con el Estado. Si no entendemos que hay que cambiar a los funcionarios públicos y formarlos diferente, si no entendemos que en tanto y en cuanto el poder judicial pertenezca a unas cuantas familias y a unos cuantos intereses, estamos condenados a no poder desarrollar el ‘Estado de derecho’​. El ‘Estado de derecho’ está en manos de unos sectores concretos que van a trabajar para unos intereses concretos; cuando nosotros lo queremos poner a trabajar en una dirección contraria, no podemos. Ellos se escapan constantemente, pese a las pruebas evidentes, mientras que a una persona de izquierda una pequeña cosa le cuesta ir a la cárcel.

Si tuviésemos que puntualizar errores cometidos por los gobiernos populares en la última década, ¿qué dirías?

Creo que el más evidente es que no hemos sido capaces de construir ciudadanía. Hemos construido consumidores. Setenta millones de personas salieron de la pobreza en América Latina en estos últimos quince años, pero no se construyeron setenta millones de ciudadanos. Que aún así, está bien, hablamos de personas que no hacían ni dos comidas al día. Pero esa gente no desarrolló una conciencia para salir a defender a Dilma Rousseff cuando le han dado ese impeachment absolutamente ilegal e ilegítimo. Creo que ha habido un profundo error por no cambiar el ‘sentido común’​.

Te escuché decir algo muy interesante en ese aspecto, que es eso de que ‘el Estado tiene que ser maternal y no paternal’.

Eso tiene dos ideas. Un planteamiento que tiene Bourdieu​, que cuando sobre todo en Europa baja la ‘mano izquierda’ que cuida, atiende, consuela a través del Estado social, aumenta la mano derecha que es la que reprime, encarcela, enjuicia y amenaza. Y el segundo elemento tiene que ver con que la izquierda durante el siglo XX ha sido paternalista, porque ha desconfiado de la ciudadanía y la ha asistido. Entonces, en esa asistencia no ha dejado que la sociedad civil genere sus propios anticuerpos, sus propias condiciones de autogestión; y eso es un error, porque entonces lo que estamos creando son cuerpos burocráticos que crecen y crecen para satisfacer necesidades de una ciudadanía que no encuentra razones para gestionarse a sí misma.
Me vas a permitir dos ejemplos. Uno es cuando le pedí a mi padre que me enseñara a nadar. Él me tomó de una pierna y de un brazo y me tiró a la mitad de la piscina; en cambio, cuando le pedí a mi madre que me enseñara a montar en bicicleta, cuando iba solo me dejaba, pero si me iba a caer me agarraba. Creo que una política maternal es una política que te empodera, que te deja desarrollarte, mientras que una política paternal es una política que justifica su existencia en tener que estar cuidándote, guián-dote, exigiendote, vigilándote.
El segundo ejemplo tiene que ver con algo que se desarrolló en el norte de España. Ganaron las izquierdas y la ministra de Igualdad puso en marcha durante todo un año un programa de activación de la sociedad civil feminista. Entonces bajaron recursos, transportes, viáticos, publicaciones, reuniones para todo el ámbito de la sociedad civil feminista (de la más progresista hasta la más conservadora), y durante todo un año se dedicaron a agitar para que creciera aquello. Una vez que estaba el cuerpo social revitalizado, le ofrecieron crear un organismo donde la presidencia la iba a tener la propia
sociedad civil y donde la vicepresidencia la iba a tener la ministra de Igualdad. Es decir, la ministra de Igualdad se retira capacidades y las entrega a la sociedad civil; y una vez que estaban organizadas les pidió que hicieran la Ley de Igualdad. ¡Imagínate el marco! El Estado organizando y poniéndose en segundo plano acompañando maternalmente. No justificando su importancia para más recursos, más funcionarios, más departamentos porque tienen que hacer la ley. ¡No!, la ley la hace la gente en una relación constante entre un grupo de la sociedad civil y el Estado, en los adentro y los afuera, constan-temente intercambiando información. Yo creo que eso responde a cómo deben ser las organizaciones en el siglo XXI. Tenemos 85 mil millones de neuronas y ninguna es la jefa. ¿Cómo funciona el cerebro? Intercambiando información constantemente. Creo que una política maternal es una política que renuncia a esa jerarquía férrea y paternalista, pero distribuye autoridad intercambiando información constantemente. Eso no hemos sido capaces de hacerlo. La izquierda ha necesitado liderazgos fuertes que sustituyen a la auto-organización popular y eso es un profundo error.
Y un tercer error, muy grande, es no darnos cuenta de la ‘selectividad estratégica del Estado’ y ya, al final, como decía Chávez: “nadie resiste tres escopetazos de cincuenta mil dólares”. Entonces, la corrupción, que es el lubricante del sistema, es muy fácil que termine contaminando a los nuevos cuadros de la izquierda que ingresan al Estado y no tienen herramientas para liberarse de esos sobornos, de esas invitaciones a la corrupción.

¿La izquierda ha logrado generar una utopía? ¿Un sentido de hacia dónde se quiere
ir?

Antes de la revolución francesa todas las utopías eran estatistas y después todas las utopías estatistas se convirtieron en distopías. Uno ve Black Mirror (7) y es profundamente inquietante cómo el desarro-llo tecnológico es profundamente inhumano. Hace poco estuve en Brasilia y mi sensación era que estaba en Black Mirror. Una sensación de: ¿dónde está aquí la gente?, ¿dónde está aquí la vida?, ¿dónde está aquí lo vital? Yo creo que la utopía neoliberal es poderosísima. Cualquier sueño que tengamos lo convierte en derecho, siempre y cuando estemos dispuesto a mercantilizarlo. Hay una discusión en España acerca de una exigencia de clases medias y clases medias-altas por querer tener hijos y no poder, o bien porque son matrimonios homosexuales o por tener algún problema de fertilidad; enton-ces su sueño es tener un hijo, y el modelo neoliberal dice: “yo te garantizo tu sueño y lo convierto en un derecho, siempre y cuando lo mercantilices. Siempre y cuando te compres un vientre de alquiler en un país pobre”. Ahí está la fortaleza de la utopía neoliberal, porque cualquier sueño lo convierte en realidad, si estás dispuesto a convertirlo en mercancía: sexo, viajar, el conocimiento, lo que quieras.
La ‘izquierda’ no ha puesto al lado una utopía de la misma naturaleza y seguramente no existe. Yo planteo que el dibujo de la alternativa se va a construir con las ‘teselas’ (los azulejos de un mosaico) que se construyen cada vez que alguien dice que ‘no’ al poder, y no en términos individuales sino en términos colectivos. Cada vez que alguien dice que ‘no’, y ese ‘no’ vale también para más gente, es una ‘tesela’ que se pone en la pared y el conjunto de las teselas nos van a dar el dibujo que formarán esa utopía. A día de hoy no las tenemos porque las utopías en siglo XXI son muy concretas, muy prácticas. No puedes repetir “pan, tierra y trabajo”; “paz y libertad’’; “socialismo y patria’’. Porque son elementos que hoy no significan gran cosa y tenemos que volverlos a concretar, tenemos que ser capaces de reinventarlos. Entonces, es verdad que sabemos mucho mejor lo que no queremos que lo que queremos, pero no está mal, porque saber lo que no queremos no deja de ayudar a ir construyendo de alguna manera desde esa resistencia cuál es nuestro modelo. Para eso es verdad que debemos situarnos en las grietas, sabiendo también que hay mucho muro. No puedes decir que sólo existen las ‘grietas’, como le ocurre a la extrema izquierda y, por tanto, quedar condenado a tener el 6% de los votos; y tampoco puedes decir que solamente hay ‘muro’, porque incurres en posiciones conservadoras. Hay que saber que hay ‘muros’ y que hay ‘grietas’ para situarse en las grietas y hacer fuerza para construir lo posterior.
Creo que las utopías del siglo XXI de las izquierdas, por culpa de la herencia soviética, suenan distópicas, por eso hay que hacer un esfuerzo de pensamiento. Con las armas melladas del viejo pensamiento de izquierda no construimos la emancipación. Eso nos obliga a poner en cuestión la Tesis 11 sobre Feuerbach (8), que decía: “hasta ahora los filósofos han interpretado de manera diferente el mundo, de lo que se trata es de transformarlo”; y hoy tenemos la obligación de decir, de una idea que la que partía Heidegger​, que para transformar el mundo hay que interpretarlo otra vez de manera diferente. Y en tanto sigamos siendo rehenes de ese viejo pensamiento no vamos hacia ningún lado.
A mí me parte el corazón ir a Argentina, a seminarios de Ciencia Política o conferencias, y ver que en la puerta están vendiendo libros de Rosa Luxemburgo, Lenin, etc., y dices: “¡Ahora tiene que haber libros sobre el ‘Big data’, sobre el desarrollo tecnológico, sobre el efecto burbuja!” Tenemos que ir trabajando desde una mirada emancipadora, qué pasa con la emancipación. Si Rosa Luxemburgo viviera nos patearía la cabeza a todos.


Muchas veces existe la sensación de que hay sectores de la izquierda que le piden ​todo a esos autores. Como una especie de pereza intelectual o de exceso de fe, esperando a que en sus escritos se hallen no sólo las claves de aquel entonces sino también las de nuestro presente.

Marx llega ver la luz eléctrica en Londres y por eso él tiene la lucidez de ver que el desarrollo tecnológico podría permitir el socialismo, pues él augura que el desarrollo tecnológico va a ser espectacular. Pero en vez de leer bien a Marx se lo lee de una manera vieja. Se lo lee como un catecismo, y Marx nos patearía el trasero, al igual que Lenin, Trotsky y Rosa Luxemburgo. No tiene sentido. Hoy Marx estaría en Twitter, y tendría Facebook, y leería a Corto Maltés. Sería profundamente feminista y tendría una sensibilidad ecológica mucho más desarrollada y estaría muy atento a la tecnología. Actualmente la tecnología está por delante de nuestras pautas morales, la clonación ya está ahí. El desarrollo neurobiológico lo están haciendo los grandes anunciantes. Las ‘neuronas espejos’, que es algo reciente que se ha descubierto en la neurociencia, son base del proceso de aprendizaje y ahí la imitación es esencial en la construcción de nuestro comportamiento. Cuando tú ves un partido de tenis, tus neuronas están jugando un partido de tenis en tu cabeza. Eso lo están desarrollando los publicistas que ponen en los anuncios para que compremos el perfume, el coche o lo que sea.

¿Es aún válida aquella dicotomía de izquierda y derecha a la hora de explicar o categorizar el espectro ideológico?

No me gusta hablar de la izquierda. Yo prefiero hablar del aquel lugar de antaño conocido como la izquierda, que tiene una concepción muy obrerista, muy material. Hay que complejizar la idea de izquierda. De alguna forma, cuando alguien me dice que es de izquierda intuyo qué me está diciendo. Pero ya no me resulta una garantía de nada. Creo que en el eje izquierda-derecha hay que cruzar más ejes: el eje feminista, el eje ecológico, el eje colonial porque, por ejemplo, si desprecias a los inmigrantes, ¿cuál es tu concepción de igualdad? De las tres grandes luchas de la Ilustración (libertad, igualdad y fraternidad), creo que la izquierda ha entendido que la libertad es esencial, cuando durante mucho tiempo la despreció; que la igualdad es un elemento también clave, ante la ley y como horizonte; pero no hay que olvidar que la fraternidad es esa idea de igualdad y libertad mezclada en la construcción de un sujeto contra el cura, contra el capataz, contra el patrón, contra el rey. Eso es lo que tenemos que reinventar y por eso no vale la pereza de seguir pensando en términos clásicos. ¿Qué hace la izquierda que no está pensando en qué ocurre con China? Que suma lo peor del capitalismo y lo peor del socialismo real. ¿Qué hacemos no entendiendo la geopolítica y mirándonos constantemente el ombligo? En cuanto la izquierda siga siendo intelectualmente tan perezosa, está condenada a perder.

Para finalizar, hay una ecuación que se está tratando de resolver en Argentina, la que Alejandro Grimson menciona como “sin el kirchnerismo no alcanza y con el kirchnerismo tampoco’’.

A mí me interesó siempre más el kirchnerismo que el peronismo, por dos cosas: porque sumaba más, era más transversal, y porque era mucho más fácilmente definible. Con el peronismo siempre me ocurría como con un conejo que se mueve mucho, nunca le aciertas. Entonces, peronista será cualquiera que se defina como peronista, aunque luego estés en la extrema derecha o en la extrema izquierda. Eso dificulta profundamente su comprensión.
Soy muy crítico con Laclau, porque creo que él dice una cosa buena pero a un precio demasiado alto. Es verdad que ayudó a salir al marxismo de su escolástica marxista-leninista, mecanicista y torpe, y ayuda a incorporar una mirada más rica del discurso y su condición pre-formativa, donde es esencial la capacidad del lenguaje para construir realidad, pero pagó el precio de igualar política y economía. O esto de entender que cualquier discurso es igual, y no aquello que decía Gramsci de que hay contradicciones principales, estructurales, que son sobre las cuales se puede armar un proyecto político.
Hay algunas contradicciones arbitrarias, circunstanciales que pueden darte gloria durante quince minutos pero no te van a permitir construir un modelo alternativo. En algún sentido esa concepción del populismo de Laclau es muy rehén de esa necesidad de justificar el peronismo y viene de la mano de una discusión interna que hemos tenido aquí en Podemos. Sostengo que el populismo es un momento, no un proceso. Es un momento concreto destituyente y que iguala a cualquier populista de derechas o de izquierdas, pues forma parte de la descripción de un modelo de desigualdad generado por el sistema capitalista y la democracia representativa; por tanto, que tú demuestres que hay desafección por los partidos, precariedad laboral, o desempleo, da igual que lo diga Trump, Pablo Iglesias, Mélenchon o Le Pen.
Ahora bien, la fase constituyente es otra cosa. El planteamiento de Laclau de que todas las demandas tienen que rebajar sus pretensiones de transformación para construir un nosotros a través de una cadena equivalencia​l (9) sobre un significante vacío, me parece que es una barbaridad. En mi opinión, de lo que se trata es de hacer el esfuerzo de sumar todas las emancipaciones de manera que se traduzcan unas a otras y que, ese dibujo del mosaico que dijimos, cada ‘tesela’, encuentre su sentido con las demás. No como deja planteado Laclau, que se vacíen para dar sentido al conjunto del dibujo, porque si se vacían, el dibujo no tiene sentido al final.
Eso de que venga alguien a darle un sentido desde afuera, eso es algo muy peronista. Al final es el peronismo el que viene a darte la interpretación de ese dibujo, y eso a mí no me gusta. Y en ese sentido creo que el kirchnerismo venía con una impronta popular real; de los piqueteros, de la lucha por la memoria, de los desaparecidos y era mucho más concreto. Eso permitió a gente que no estaba dispuesta a sentirse peronista, por las propias contradicciones del peronismo, a sentirse K. Eso se parece mucho más a lo que yo estoy convencido que son las soluciones en el siglo XXI, que son formas diferentes de frentes amplios. Creo que el peronismo fue en su momento una suerte de frente amplio demasiado contradictorio, pero creo que el kirchnerismo también fue un frente amplio donde el
peronismo era una parte de esa lógica. A mí me gustaría que los sectores peronistas que están a gusto con Macri se fueran con Macri y dejasen de enturbiar la lógica; ni qué olvidar que el neoliberalismo no es incompatible con el autoritarismo y que puede haber una lógica neoliberal absolutamente funcional a posiciones políticas muy autoritarias, y ahí hay muchos peronistas que se sentirían muy a gusto, porque son neoliberales y autoritarios.
En cambio, en lo que se estaba construyendo como kirchnerismo eso no es factible. El peronismo es un desastre en cuanto puede haber peronistas de extrema derecha y peronistas de extrema izquierda pero no puede haber kirchneristas de extrema derecha; eso es un avance histórico en Argentina, y yo creo que hay que salvaguardarlo. Eso quizá marca la principal tarea que tiene el kirchnerismo ahora, que es formar parte de la reconstrucción de ese campo popular con mucha generosidad, con mucha humildad y sin querer representarlo. Si el kirchnerismo se piensa de una manera paternalista va a tener muchas dificultades para sumar. En cambio, si se siente maternalista, y creo ahí que Cristina como mujer llena de coraje ha sabido resistir los embates de una sociedad patriarcal, puede ser capaz de reinventar esa condición maternal que vuelva a sumar una amplia mayoría, sin que se vean obligados a comulgar con todas las exigencias que te dan los partidos políticos cerrados o las ideologías cerradas.
Entrevista: Tomás Trapé con colaboración de Ignacio Barales.
Fotografia y edición: Max Guerin.



(1) Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad Complutense de Madrid. Hizo sus
estudios de doctorado en la Universidad de Heidelberg (Alemania) y dirige el Departamento de
Gobierno Políticas Públicas y Sociedad Civil Global del Instituto Complutense de Estudios
Internacionales. Profesor invitado en numerosas universidades de América Latina y Europa, en 2010
fue ponente central en Naciones Unidas en conmemoración del Día Internacional de la Democracia.
Autor de numerosos trabajos académicos, colabora habitualmente en la prensa y en tertulias políticas
en radio y televisión (SER, Cuatro, La Tuerka).

(2) 2 El Movimiento 15-M, también llamado movimiento de los indignados, fue un movimiento ciudadano formado a raíz de la manifestación del 15 de mayo de 2011 en franca oposición al bipartidismo (PSOE-PP) y al rol de los bancos en la crisis española.

(3) Académico británico, ha publicado extensamente sobre la teoría del estado y la economía política.
En la actualidad es Profesor Distinguido de Sociología de la Universidad de Lancaster. Su principal
contribución a la teoría del estado es el tratamiento del estado no como una entidad sino como una
relación social con efectos estratégicos diferenciales.

(4) Ensayo que analiza el papel del Estado en la nueva geopolítica mundial posterior a la globalización
neoliberal, especialmente, en el caso de América Latina. Se profundiza en los efectos dominantes y
hegemónicos de los que se ha valido el Estado neoliberal para imponerse en todo el mundo, y en las
respuestas que, principalmente desde el llamado Sur Global, se han dado para contrarrestar su
dominio.

(5) Fue un sociólogo político marxista greco-francés. En la década de los 70’s se hizo conocido
junto a (Louis) Althusser, como uno de los líderes de la corriente marxista estructuralista. Su
trabajo más conocido es su teoría del Estado.

(6) Ampliación del concepto de Estado marxista realizada por Antonio Gramsci.

(7) Serie de televisión que gira en torno a cómo el avance tecnológico afecta la vida del hombre.

(8) Once breves notas filosóficas escritas por Karl Marx en 1845. Son una crítica hacia el idealismo y el
materialismo metafísico que contrastan con la idea marxista de la ‘acción práctica’ como base
epistemológica.

(9) Categorías de la teoría del discurso postestructuralista de Laclau como “significantes vacíos”,
“cadenas de equivalencias”, “significantes flotantes” y “articulación discursiva” (La Razón Populista,
2005) son elementos que permiten componer morfológicamente el concepto de hegemonía como la
configuración de las identidades y subjetividades políticas en el discurso.

El poder de las redes sociales contra las marcas




Hasta hace unos días, Travis Kalanick, director ejecutivo de Uber y uno de sus fundadores, manejaba por completo su empresa. Desde que Steve Jobs fue destituido de Apple en la década de 1980, los directivos de las empresas tecnológicas le han exigido (y se les ha concedido) una enorme autonomía a los inversores y las juntas directivas. Es por eso que, pese a las sucesivas olas de escándalos que afectaron a Uber, la posición de Kalanick parecía ser muy segura.

Pero, de pronto, ya no era así. En medio de muchas reformas, Kalanick dijo que se ausentaría y poco después anunció su renuncia como director ejecutivo de Uber.

Lo interesante de esa cadena de acontecimientos es la velocidad de su caída. En otros tiempos, Kalanick habría podido resistir. Pero vivimos en una era dominada por la enorme influencia de las redes sociales. Cada nueva revelación sobre Uber desataba una campaña masiva contra la empresa en Twitter y Facebook. Un remolino de publicidad negativa cobró vida propia y, finalmente, no pudo ser ignorado.

La historia es más grande que Uber. Las campañas en internet contra las marcas se han vuelto una de las fuerzas más poderosas en los negocios, le dan a los clientes un enorme megáfono con el que pueden moldear la ética y las prácticas corporativas, y ponen en peligro a algunos de los personajes más imponentes de los medios y la industria.

Basta con observar la rapidez con la que Bill O’Reilly (el expresentador de Fox News) fue removido de su cargo luego de que The New York Times ahondara en su historia de acuerdos por acoso sexual. La investigación inspiró un boicot en internet contra sus auspiciantes, quienes, pese a los crecientes índices de audiencia de O’Reilly, comenzaron a dejarlo.

Pero los efectos de estas campañas van más allá de los negocios. En una nación donde la política se ha vuelto campal y esclerótica, pelear contra las marcas en internet parece ser una acción política más efectiva. Publicar una etiqueta (#borraUber, por ejemplo, o #agarratucartera) y amenazar con apoyarla limitando el gasto puede generar un cambio más rápido y visible en el mundo, que, digamos, llamar a un diputado.

Sin embargo, la mecánica de las redes sociales sugiere que la izquierda cultural y política, más que la derecha, podría resultar beneficiada con esta táctica, especialmente en lo que respecta a utilizar el poder de las marcas para pelear batallas más grandes de igualdad racial y de género, como en los casos de Uber y Fox News.

“Las mujeres y la comunidad negra han gravitado hacia las redes sociales y fueron de los primeros en adoptarlas”, dijo Shannon Coulter, una consultora de mercadotecnia que fundó Grab Your Wallet (“Agarra tu cartera”), una campaña destinada a exhortar a los comerciantes a dejar de vender productos de las marcas Trump. “Las redes sociales son una palanca para la justicia social. Es una forma de nivelar el campo de juego”.

Primero, debemos entender por qué ahora las marcas son, repentinamente, más vulnerables a los sentimientos de los consumidores. Todo se resume en una cosa: las redes sociales son la nueva televisión.

Antes la televisión formaba los sentimientos generales de los consumidores por lo que las empresas disfrutaban de un enorme poder para alterar su imagen a través de la publicidad. Luego llegó el internet, que no acabó con la publicidad, pero sí diluyó su poder. Ahora las marcas no tienen mucha influencia sobre cómo se reciben sus mensajes a través de nuestras plataformas sociales.

Sí, pueden colocar anuncios en Facebook, Twitter, Snapchat y en todas partes. Pero las redes sociales elevan al consumidor sobre la mercadotecnia corporativa; de pronto, lo que importa no es lo que dice un anuncio sobre una empresa, sino lo que nuestros amigos piensan sobre esa empresa.

No es casualidad que los únicos anuncios publicitarios sobre los que se habla en estos días son aquellos que encienden algún tipo de furia en las redes sociales; el extraño comercial de Pepsi con Kendall Jenner, por ejemplo, o el anuncio de Budweiser en el Super Bowl que algunos televidentes consideraron como una declaración política a favor de la inmigración. Casi todos los sentimientos culturales —hasta lo que pensamos sobre un mensaje corporativo— llegan filtrados a través de una red social.

Es la pérdida de poder lo que explica por qué las marcas se han vuelto tan nerviosas y reactivas. Tomemos, por ejemplo, la producción de Julio César que se estrenó recientemente en el Central Park de Nueva York como parte de “Shakespeare in the Park”. En la obra, un César con la apariencia de Donald Trump es gráficamente asesinado sobre el escenario, lo que muchos simpatizantes de la derecha consideraron como un acto denigrante con el actual presidente.

Un erudito de Shakespeare podría señalar que una producción de Julio César que represente el asesinato de un rey parecido a Trump probablemente no es una incitación al asesinato del mandatario; después de todo, un punto de la obra de Shakespeare es alertar contra la violencia política. El experto también podría señalar que representar personajes actuales en obras clásicas es una práctica antigua (en 2012, una compañía de Nueva York puso en escena un Julio César con un rey parecido a Obama, Delta la auspició, y realmente nadie se enfureció por eso).

Pero nada de eso importa en 2017, cuando Twitter moldea las noticias. En las redes sociales no hay lugar para retratos matizados de tratamientos artísticos complejos. Solo hay fragmentos rápidos de imágenes gráficas en el despliegue de noticias; y la visión del asesinato de un César parecido a Trump fue demasiado para las marcas.

La caída en los patrocinios de César —y la reciente decisión de JPMorgan Chase de retirar la publicidad en la entrevista de NBC News con el teórico de las conspiraciones, Alex Jones— generó inquietudes por el riesgo de que los boicots a las marcas pudieran afectar al arte y el periodismo. Pero Coulter, de Grab Your Wallet, sostiene que aun así, fueron expresiones legítimas de sentimientos políticos.

“Creo que es saludable y positivo, aunque yo no esté de acuerdo con eso; es saludable y positivo que los consumidores se estén haciendo escuchar”, dijo Coulter.

También argumentó que las causas que apoya, incluyendo la igualdad de las mujeres, son las que probablemente se beneficiarán a largo plazo de la presión sobre las marcas. Las mujeres tienden a dominar las redes sociales. En la mayoría de las métricas, incluyendo el uso y los artículos compartidos, superan a los hombres en internet. Si usted es hombre, es muy probable que las noticias de sus redes sociales hayan sido programadas por una mujer. Las mujeres también están más profundamente inmersas en la economía del consumo que los hombres; según algunas estimaciones, son responsables del 85 por ciento de todas las compras de consumo.

“En los últimos 15 años, las mujeres se dieron cuenta de su propio poder de consumo”, dice Coulter. “Y ahora, en internet, pueden demostrar que están dispuestas a utilizarlo”.

México y EE. UU., cada vez más cerca de un acuerdo para el TLCAN



Una fábrica de Audi en México. Uno de los temas más debatidos entre las delegaciones mexicana y estadounidense es el de las tarifas arancelarias para automóviles. México y Estados Unidos están muy cerca de alcanzar un acuerdo para reescribir partes clave del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN); los representantes de ambos países tuvieron avances en las reglas para manufactura automotriz y otros temas durante dos días de reuniones que terminaron el pasado 3 de agosto.

Un acuerdo preliminar entre México y Estados Unidos contribuiría mucho con la meta del presidente estadounidense Donald Trump de revisar ese pacto comercial de hace más de veinticinco años, que ha criticado repetidamente y ha calificado como el peor acuerdo comercial de la historia. Sin embargo, los avances de las últimas reuniones se dieron sin la presencia del tercer factor de la ecuación: Canadá.

“El jurado aún no determina si llegaremos a un acuerdo final”, mencionó Michael Camúñez, ejecutivo jefe de Monarch Global Strategies y antiguo funcionario del Departamento del Comercio. “Pero, por primera vez en las negociaciones, Estados Unidos parece estar dialogando con una intención genuina de conseguir un ‘sí'”.

El gobierno Trump ha descrito a Canadá como reacio a negociar y ha sugerido que prefiere alcanzar primero un acuerdo bilateral con México. Sin embargo, los funcionarios mexicanos han insistido en que Canadá debe ser parte del pacto final.

Lori Wallach, directora de la agencia Global Trade Watch, indicó que un acuerdo preliminar entre mexicanos y estadounidenses facilitaría la resolución de las diferencias que quedan con los canadienses.

Uno de los temas más difíciles entre las delegaciones de México y de Estados Unidos es si los automóviles califican como libres de aranceles. Canadá y Estados Unidos tienen posturas más cercanas, según Antonio Ortiz Mena, vicepresidente sénior del Albright Stonebridge Group.

“Así que si México y Estados Unidos se pueden poner de acuerdo sobre esto, creo que no será difícil que Canadá haga lo mismo”, dijo. El aparente acuerdo entre las primeras dos partes es que un cierto porcentaje de automóviles hechos con mano de obra de mayor sueldo pueda calificar para los beneficios arancelarios del TLCAN.

Parece que la renegociación ha cobrado nuevos bríos tras la elección de Andrés Manuel López Obrador en México. En el primer trimestre del año, las conversaciones entre los tres países se habían estancado y México se tomó un tiempo antes de las fases finales de la votación del 1 de julio.

Pero ahora el gobierno saliente mexicano, con el presidente Enrique Peña Nieto, parece estar más motivado para cerrar las negociaciones como parte de su legado antes de que López Obrador tome posesión, el 1 de diciembre. Y el presidente electo ya ha expresado su respaldo al plan de renegociar, pues analistas estiman que prefiere enfocarse en una agenda más doméstica que continuar los diálogos sobre el TLCAN.

El puente Ambassador, entre Ontario y Detroit

Sin embargo, la postura estadounidense también ha empezado a aligerarse de cara a críticas de industrias y de legisladores republicanos a otras medidas comerciales del gobierno de Trump, como los aranceles al acero y las represalias que estos han desatado en el mundo.

Estas quejas han empezado a tener efecto de cara a las elecciones intermedias de noviembre, sobre todo ahora que Japón o la Unión Europea han buscado establecer sus propios acuerdos comerciales que excluyen a Estados Unidos.

No obstante, el reloj sigue corriendo y es posible que no haya suficiente tiempo para que el actual gobierno mexicano alcance un nuevo pacto. Según las reglas comerciales estadounidenses, el gobierno de Trump debe darle al Congreso un aviso de noventa días entre el cierre de las negociaciones y su firma. Para que Peña Nieto alcance a firmar antes de que deje el poder, el 30 de noviembre, los tres países norteamericanos tendrán que cerrar su acuerdo a más tardar el 27 de agosto, según Wallach, de Global Trade Watch.

También queda en el aire la verdadera disposición de Trump, quien se ha mostrado algo volátil sobre el acuerdo, al que culpa de eliminar trabajos en Estados Unidos. Varias veces, durante el último año de negociaciones, la Casa Blanca ha dicho que se apura por cerrar la renegociación al establecer una fecha límite que después no cumple.

“Ya hemos visto esta película antes”, dijo Camúñez, al recalcar que los avances son notables, pero que no hay que emocionarse demasiado hasta que Trump y su gobierno realmente demuestren por completo que respaldan el pacto.

Las marcas van tras un enemigo 4.0: el meme



El comercial de Pepsi, protagonizado por Kendall Jenner, causó gran controversia y una lluvia de críticas en internet.


Apenas se transmitió el infame comercial de Pepsi con Kendall Jenner en abril y comenzaron los memes.

Un mensaje de Twitter tenía una impresión de pantalla del momento en que Jenner le da una lata de Pepsi a un policía que está respondiendo a una manifestación. El texto: “Tira esto a la basura. Soy rica”. Otro usuario publicó una antigua fotografía de la lucha por los derechos civiles en la que se ve a un hombre negro en el piso mientras dos policías lo arrinconan. El texto decía: “¡Por favor, Kendall! ¡Dale una Pepsi!”.

Los memes —esas imágenes juguetonas y satíricas acompañadas de textos ingeniosos— se han utilizado desde hace mucho tiempo en internet para burlarse de los errores más recientes de las celebridades o subrayar un traspié político. Ahora un número creciente de consumidores descontentos los usan para dirigirse a empresas y quejarse por productos defectuosos, un mal servicio de atención al cliente y otras experiencias negativas.

Eso ha hecho que las grandes marcas se esfuercen por protegerse. Después de todo, la naturaleza viral de un meme puede tener un impacto más veloz y amplio que un artículo noticioso.

“La marca se convierte en una saco de boxeo para muchas personas”, dijo Jay Baer, el fundador y presidente de Convince & Convert, una firma de asesoría de mercadotecnia digital. “Las personas se unen a la queja aunque no hayan sido afectadas”.

Cuando un auto eléctrico Modelo S de Tesla estalló en llamas en 2013, de inmediato aparecieron los memes. Uno mostraba a una joven pareja que se abraza frente a un Tesla en llamas, con el texto “Mantente caliente en una noche fría”.

El director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, rápidamente confrontó el problema en el blog de la empresa. Explicó que el auto había pasado por encima de un gran objeto metálico de un semirremolque, y publicó estadísticas que mostraban que era cinco veces más probable que la gente sufriera un incendio en un auto impulsado por gasolina que en un Tesla. Los memes pronto se detuvieron.

Fue la respuesta perfecta, dijo David Pachter, cofundador de JumpCrew, una firma de mercadotecnia social en Nashville. “No todas las empresas tienen a un Elon Musk”, dijo.

Samsung, el gigante de la tecnología, enfrentó una ráfaga de memes el año pasado cuando aparecieron reportes de que las baterías de sus celulares Galaxy Note 7 explotaban. Un meme mostraba a un experto en desactivación de bombas con uniforme militar alistándose para conectar su teléfono Samsung, con el texto “Cómo cargar tu Galaxy Note 7 con seguridad”.

La empresa no pudo hacer mucho para detener los memes mientras los celulares seguían explotando, por lo que sacaron el dispositivo del mercado.

“¿Qué van a decir? ‘Sí, explotan. Casi todos lo hacen. Lo sentimos’”, dijo Baer. “Simplemente no hay una buena manera de decirlo”.

El mes pasado, Samsung pulsó el botón de reinicio cuando lanzó su nuevo teléfono Samsung Galaxy S8 junto con su dispositivo de realidad virtual, y al mismo tiempo divulgó un video que se convirtió en un éxito en línea. Muestra a un avestruz que sueña con volar gracias al dispositivo y teléfono VR de Samsung; el ave tropieza pero eventualmente logra despegar. El video tuvo más de 1,3 millones de visitas en YouTube en las primeras 24 horas.




“Han creado un brillante comercial con un mensaje inspirador”, dijo Monica G. Sakala, fundadora de SOMA Strategies, una agencia digital con sede en Washington. “Están cambiando la historia de los memes de incendios y el desastre del último teléfono”.

En general, los expertos recomiendan que las empresas traten de atender a los clientes descontentos directamente… y cuanto antes, mejor. Sugieren que utilicen programas de “atención social” para monitorear las menciones de sus marcas, no solo en Facebook, Twitter e Instagram, sino también en foros de mensajes, como Reddit y Tumblr, además de otros sitios de internet. Si un meme aparece en un foro, es fácil ponerse en contacto con la persona directamente antes de que se vuelva viral.

“Cuando se llega a un diálogo uno a uno, es sorprendente cómo se puede resolver esa situación de manera positiva”, dijo Pachter. “Pero si lo dejas ir, solo se reproduce como un virus”.

Si un meme se vuelve viral, a veces funciona contrarrestarlo con otro meme. Cuando un ejecutivo de Chevrolet se acercó nerviosamente al micrófono después del decisivo juego de la Serie Mundial en 2014 para darle un nuevo Chevy Colorado al jugador más valioso, respiró pesadamente, tuvo dificultades con sus notas y luego improvisó: “Combina la clase superior y ganadora con, ummm, ya saben, tecnología y esas cosas”.

El discurso provocó una avalancha de memes que se burlaban del “chico Chevy” y su frase “tecnología y esas cosas”.

“Twitter enloqueció”, dijo Melissa Schreiber, vicepresidenta sénior de estrategia social de FleishmanHillard, cuyo equipo trabajó con Chevrolet. Ella y su equipo optaron por adoptar la tendencia agregando su propio meme a la mezcla de esa noche: “¡Sí, el #ChevyColorado 2015 es genial, tiene #TecnologíayEsasCosas. Sabes que quieres uno”.

Hubo un aumento en el tráfico de la página web de Chevy y más de 5 millones de dólares en exposición obtenida de medios, dijo Schreiber.

“No intentamos impedir que la conversación sucediera”, dijo. “Simplemente elegimos la dirección que queríamos que tomara”.

Dos Equis, el fabricante de cerveza, disfrutó de uno de los mayores beneficios de los memes a través de su campaña con el “Hombre más interesante del mundo”.

Una captura de pantalla de “el hombre más interesante” se convirtió en un meme muy popular, y las personas sustituyeron el eslogan del personaje: “No siempre bebo cerveza. Pero cuando lo hago, prefiero Dos Equis”, con sus propios comentarios, como: “No siempre digo algo estúpido, pero cuando lo hago sigo hablando para empeorarlo”.

Y cada vez que lo hacían, había una botella de Dos Equis al frente.

Lula y Bolsonaro definieron fórmulas sobre la hora



Lula da Silva y Fernando Haddad


 La fórmula presidencial encabezada por Lula da Silva, que se ubica primero en los sondeos, fue presentada casi a la medianoche del domingo, a los "44 minutos del segundo tiempo", dijo un aliado del candidato del PT, cuando expiraba el plazo fijado por el Tribunal Superior Electoral.
Algo parecido ocurrió con el postulante del Partido Social Liberal (PSL), Jair Bolsonaro, ubicado segundo, que también anunció este domingo a su acompañante en la carrera hacia la presidencia, el controvertido general retirado Antonio Hamilton Mourao.
En los primeros minutos de este lunes Fernando Haddad, el compañero de fórmula de Lula, se presentó ante la prensa en el local del Partido de los Trabajadores (PT) en San Pablo para hacer un balance después de un día de intensos cabildeos.
La fórmula del PT fue definida "en el minuto 45 del segundo tiempo, o en el minuto 44 porque fue antes del tiempo (límite) para enviar las actas" al Tribunal Superior Electoral (TSE), declaró Haddad.

El compañero de Lula es un abogado de 55 años, con postgrado en filosofía, que fue alcalde de la ciudad de San Pablo entre 2013 y 2016, año en el que sufrió una clara derrota cuando intentó ser reelecto.
Junto a Haddad se encontraba la presidenta del PT, la senadora Gleisi Hoffmann, que expresó su "satisfacción" por el fin de las conversaciones con varios partidos.
Lula da Silva está arrestado desde el pasado 7 de abril en la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba donde cumple una condena de 12 años y un mes de prisión por corrupción y lavado de dinero.
El anuncio realizado en la madrugada de hoy precisó que Lula será el número uno y Haddad su segundo, pero también entró en el acuerdo Manuela D' Avila, del Partido Comunista de Brasil.
La mayoría de los analistas estiman que el TSE rechazará la candidatura de Lula, la cual será presentada la próxima semana.
De ser así, Lula será quitado de la boleta electoral donde Haddad pasará a ser el postulante a la presidencia, y la número dos será la joven D' Avila, una diputada del estado de Río Grande do Sul.
"Esta fórmula de tres nombres del PT es bastante curiosa, y Haddad quedó atrapado entre el cielo y el paraíso, será candidato a vice y si Lula es vetado, de ser candidato a presidente, un caso extraño", dijo hoy el cientista político Carlos Melo.
"¿La gente va a entender esta fórmula, el público va a entender que Haddad es el candidato a vice ahora y después va a ser seguramente el candidato a presidente, lo dudo bastante?", prosiguió Melo.
Lula está primero en los sondeos, con entre el 29 y 41%, según las consultoras. Lo sigue el capitán retirado del Ejército, Jair Bolsonaro, con entre el 12 y el 19%, y luego se ubica Marina Silva, de la Red de Sustentabilidad, con un apoyo que va del 10 al 13%.
Las intensas negociaciones de último minuto no fueron patrimonio exclusivo del PT, el domingo por la tarde Bolsonaro presentó al general retirado Hamilton Mourao, que se postulará a vicepresidente.
Marina Silva tampoco había logrado definir su fórmula hasta el sábado, cuando anunció que irá junto al médico Eduardo Jorge, del Partido Verde.
Algo similar ocurrió con el cuarto en los sondeos, Ciro Gomes, que el domingo anunció a Katia Abreu como su aliada y con el quinto en los sondeos, Geraldo Alckmin, que el pasado sábado presentó a la senadora Ana Amelia como la política que estará en su misma boleta.
Hubo choques y quedaron secuelas de los cabildeos realizados de cara a los comicios del próximo 7 de octubre.
El enfrentamiento más notable fue el PT de Lula y el Partido Democrático Trabalista (PDT), de Ciro Gomes, que son dos agrupaciones históricamente aliadas pero ahora están enfrentadas.

Esta fractura entre esas dos agrupaciones de centroizquierda podrá traer consecuencias negativas para el PT, que no logró armar un frente progresista como quería Lula.
El exmandatario continuaba preso hoy en la sureña Curitiba posiblemente expectante ante la actividad del Supremo Tribunal Federal que esta semana puede tratar un pedido para que sea dejado en libertad.
Los abogados del exmandatario presentaron un recurso en el que sostienen que Lula tiene que ser excarcelado para poder hacer campaña electoral.
Según trascendió los defensores de Lula apostaban a que el pedido sea tratado en la Sala II del Supremo, de cinco miembros, donde hay un grupo de jueces considerados más garantistas, que podrían hacer lugar al pedido de libertad.

Pero contrariando la expectativa de los abogados, el recurso fue enviado al Plenario del Supremo, de 11 miembros, donde la mayoría es considerada no garantista o, al menos, ha votado generalmente contra las demandas del expresidente.
Ante ese nuevo escenario no se descarta que los patrocinantes de Lula retiren su pedido para evitar que sea derrotado en el Plenario del Supremo Tribunal Federal.

Para gremios, la inflación de julio fue del 3% (proyectan que en 2018 supere el 35%)



La inflación de julio me mantuvo en altos niveles y alcanzó el 3% mensual, por lo que la suba de precios en el último año llegó el 30,8%, de acuerdo al Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET).

Asimismo, la inflación acumulada en los primeros siete meses del año fue del 19,4%, tendencia que si se repitiera en los cinco meses restantes daría un alza anual del 35,5%, dijo el IET que tiene dependencia en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET).

El dato que resalta la investigación, es que las mayores subas inflacionarias se dieron en el ámbito de "Esparcimiento" con 6,3%, impulsada por las fuertes subas ligadas a las vacaciones de invierno (hotelería y cines).

Por su parte, y como como consecuencia del incremento en electrodomésticos y productos de limpieza, "Equipamiento y mantenimiento del hogar" trepó 4,1%. Le siguen muy de cerca, ambos con 4% "Alimentos y bebidas" (que por segundo mes consecutivo supero el 4%) y "Transporte y comunicaciones", ligado a las subas en la nafta, equipos telefónicos y servicios de telefonía celular.

El informe reveló que la inflación de este mes afectó más, por el periodo de vacaciones, al decil 9 con un 3,22%. El estudio detectó que la inflación en el decil 2 llegó al 3,07%%, en tanto que en el decil 10 se repite esta cifra. Es importante destacar que el decil 1 refleja una inflación interanual del 33,4%, siendo bastante más fuerte en contraposición al 10 que marca un 28,6%.

En esta misma línea, el IET demuestra que si tomamos la inflación desde noviembre de 2015, tenemos que es del 133,3% en el decil 1, contra un 105,0% en el decil 10: esto es, una diferencia de 28,3 puntos porcentuales.

Sobre el poder de compra de los asalariados, en la comparación interanual, julio de 2018 mostró una caída del 4,5% contra el mismo período de 2017.

En cuanto a los jubilados, la inflación interanual fue del 33,1% y una mensual de 3,1%. La razón principal de la inflación más intensa de los jubilados estriba en el mayor peso relativo de salud y servicios públicos en sus canastas de consumo, cuyos precios subieron por encima del resto en el último año.

El rector de la UMET, Nicolás Trotta, se refirió al informe y destaco: "A pesar de que la inflación es más baja que la de junio, sigue siendo una cifra muy alta que nuevamente supera a los salarios. La tendencia marcada por el IET, de que la inflación podría llegar a 35,5%, genera alta preocupación a sabiendas de que el cierre inflacionario del año pasado, según el INDEC, fue de 24,8%. Estamos hablando de un 10,7% más".

Víctor Santa María, secretario de estadísticas de la CGT, agregó: "Las subas de precios deberían promediar el 1,7% mensual en lo que falta del año para que la inflación de 2018 sea menor a 30%. En este escenario, este número parece poco probable". En cuanto al salario, el secretario anunció: "Como explica el informe, en julio de 2018, el sueldo de los trabajadores fue 8,6% inferior al de noviembre de 2015, deteriorándose continuamente desde enero. El bimestre junio-julio de 2018, según revelan las cifras, fue el peor en materia de poder adquisitivo desde junio-julio de 2016".

Hugo Yasky, secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), expresó: "El índice de inflación del 3% demuestra una vez más que el gobierno intenta resolver la crisis descargándola sobre las espaldas de los trabajadores y asalariados. El poder adquisitivo se sigue deteriorando por un gobierno insensible e incapaz de establecer un mínimo de equilibrio en el marco del sacrificio exigido a los que menos tienen. Mientras tanto, los fondos que ingresaron por el acuerdo con el FMI solo garantiza la fuga de capitales que sigue estando presente en la economía argentina".

El IET es una iniciativa de la UMET y su centro de doble dependencia con el CONICET y CITRA. El mismo agrupa a un colectivo de más de 45 organizaciones sindicales.

Tres de Febrero: Una fábrica de colectivos reducirá 75% del personal y se esperan más de 200 despidos

Se trata de la empresa Metalpar, que en junio ya había despedido 150 personas. Además reducirá su capacidad operativa al 50%. En su esplendor llegó a tener 500 operarios.



Los despidos en la fábrica Metalpar, ubicada en la localidad de Loma Hermosa, en el partido de Tres de Febrero, no frenan. A los 150 despedidos de junio, se le sumaran en las próximas semanas, otros 260. Trascendidos indican que la empresa argumento que su maquinaria no sería adecuada para la estructura actual, por lo que seguiría la reducción de personal.

Los despidos se dan en un contexto de fuerte resección industrial. Recordemos que el INDEC dio a conocer una caída del 8,1% en la industria para el mes de julio, respecto al mismo mes de 2017. En el rubro de automotores y metalmecánica, la caída fue más pronunciada con bajas de 11,8% y 10,9%.

Metalpar llegó a tener 500 empleados. Esta fábrica de colectivos se creó en Chile y desembarcó en el Conurbano Bonaerense en 1997. En agosto de 2016, directivos de la compañía habían anunciado que fabricarían 10 unidades por día, en los últimos meses el panorama cambio, y con la reducción de personal, la empresa quedará con una capacidad operativa para producir 5 colectivos diarios.

Más ajuste y Reforma laboral: las nuevas “recomendaciones” del FMI para la Argentina

El Fondo Monetario Internacional publicó un informe en el cual clarificó lo que se venía advirtiendo desde algunos gremios: buscarán aplicar una Reforma laboral en el país. “Las estrictas regulaciones del mercado laboral obstaculizan la asignación eficiente de recursos en la economía”, insistieron.


Reducción de costos, apertura de la economía al mercado internacional, baja de la carga tributaria y flexibilización laboral: las nuevas –y conocidas- recomendaciones que esgrimió el Fondo Monetario Internacional para la Argentina.
Las estrictas regulaciones del mercado laboral, como los altos costos de despido y las restricciones al empleo temporal, obstaculizan la asignación eficiente de recursos en la economía, desalientan la inversión y conducen a la subutilización de la mano de obra y la informalidad.

Se trata de una serie de medidas que el país debería encaminar si quiere cumplir con el acuerdo firmado y de esta forma, acercarse a las metas pautadas.

Pero lo que recomienda el FMI a través de un “paper”, no son más que políticas que el gobierno de Cambiemos ha buscado implementar, pero que hasta ahora no ha podido llevar a cabo por la convulsionada agenda que se vive semana a semana en el país.

Sin dudas, entre esa serie de medidas, la reforma laboral es la más polémica y difícil de consensuar con los gremios y sectores de la oposición. Aunque, claro, no todo está dicho.

Según publicó La Nación, el paper del órgano de créditos internacional sugirió concretar un “ambicioso esfuerzo” de reformas estructurales en la economía interna, para que de esta forma se pueda lograr un crecimiento del 1,5% anual.

“En línea con la visión que ha ofrecido el FMI en el pasado, el trabajo recomienda una punta de medidas para favorecer una mayor inversión y una mejora en la productividad: facilitar la creación de empresas; reducir los costos para crear un negocio; abrir más la economía al comercio internacional; flexibilizar el mercado laboral; bajar la carga tributaria e impulsar regulaciones `favorables a la competencia que impulsarían el crecimiento principalmente a través de un mayor empleo y eficiencia`", sostuvo el medio porteño.



A las ya conocidas exigencias del Fondo hacia el país, como la de un feroz ajuste fiscal y modificación del carácter autónomo del Banco Central, se le agrega esta de apuntar hacia una mayor flexibilización de los convenios de los trabajadores; objetivo que ha sido una constante cuando los distintos gobiernos firmaron un acuerdo con el FMI.

"Las estrictas regulaciones del mercado laboral, como los altos costos de despido y las restricciones al empleo temporal, obstaculizan la asignación eficiente de recursos en la economía, desalientan la inversión y conducen a la subutilización de la mano de obra y la informalidad", describe escuetamente el informe del Fondo.

Desde algunos gremios de la CGT y otras centrales sindicales, se viene repitiendo que una reforma laboral significará la “pérdida de derechos” y más facilidades para “despedir” y “flexibilizar” los puestos laborales.

Las naftas ya aumentaron un 30% en lo que va del año y afirman que todavía falta subir un 12% más

YPF aplicó el séptimo aumento del año y la Súper ya cotiza a $29,37 en el surtidor.



Los combustibles parecen no tener techo en Argentina. La petrolera de bandera nacional ajustó sus precios siete veces en lo que va del año -seguida por las otras compañías-, acumulando un alza del 30% y aun así se prevén nuevos incrementos.

Las principales petroleras le aseguraron a este medio que sus precios todavía se encuentran atrasados un 12% y que la actualización de los mismos se realizará durante los próximos meses. Si bien por el momento no hay confirmaciones, el escenario más probable sería desdoblar este incremento en dos o tres meses, pero no hay dudas que las pizarras de los surtidores estarán nuevamente actualizadas en septiembre.

Los vaivenes en el precio de las naftas van al compás de la intermitente política energética nacional. El 26 de septiembre de 2017 Aranguren comunicó la desregulación del precio de los combustibles, que liberados de hecho tras las elecciones legislativas de octubre, acumularon un alza de casi el 50% hasta la fecha.

En mayo de este año, cuando el Gobierno aún luchaba por intentar cumplir con la meta inflacionaria del 15% que habían fijado, Aranguren dio un giro de 180 grados en su política e impuso a las petroleras un congelamiento de precios por 60 días tal como acostumbraba el kirchnerismo.

En ese acuerdo, se estableció una fórmula para medir los futuros incrementos basada en la evolución del tipo de cambio, el precio del crudo Brent -que sirve de referencia para el mercado de exportación europeo- y el valor de los biocombustibles.

Como es sabido, todos estos indicadores se incrementaron significativamente y el congelamiento no llegó a cumplir ni un mes de duración, ya que los atrasos rondaban el 40%. Con la excusa de una actualización impositiva de AFIP que terminó modificando los precios de los combustibles, las empresas rompieron el pacto y aplicaron tres aumentos en cinco semanas.

Esto provocó la salida de Aranguren y el ingreso de Javier Iguacel, quién rápidamente pasó de intentar contener los aumentos a volver al sendero de liberación de precios. Uno de los motivos que explican este giro radica en el acuerdo con el FMI, donde se fijó como prioridad máxima la reducción del déficit fiscal, corriendo a un segundo plano la lucha contra la inflación.

De esta manera y para no tener que efectuar erogaciones que compensen a las empresas por vender a un precio debajo del precio de mercado, se autorizaron nuevas subas que en esta oportunidad se ubicaron en el 4,5% en la nafta súper y un 5,5% en la premium, que pasaron a costar $29,37 y $35,37, respectivamente en las estaciones de YPF y $30,28 y $36,95 en el caso de Shell.

Aun así, la refinación de petróleo cayó un 19,9% en junio dado que algunas empresas como Trasfigura decidieron paralizar sus refinerías "hasta que los combustibles no estén alineados a precio internacional".

Estos incrementos no tardarán en reflejarse en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), proyectando una inflación cada vez más al alza. Durante el mes de junio, que tuvo una actualización muy similar a la de agosto, el componente "Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles" representó 0,5 puntos porcentuales de los 3,9 que marcó la inflación para el Gran Buenos Aires.

Con seguridad durante los próximos meses la injerencia de este ítem en el conjunto de los precios será más importante, dado que además de la continua alza en los combustibles, lo acompañarán las recientes subas de luz y la muy próxima en el gas.

Las 4 poderosas armas de China para atacar comercialmente a Estados Unidos





Hasta ahora la guerra comercial entre Estados Unidos y China se ha restringido a los aranceles. Pero a veces, hay otras armas que pueden dañar gravemente al enemigo.

Washington y Pekín, las dos economías más grandes del mundo, han amenazado con seguir imponiendo gravámenes a sus productos en medio de una escalada que no da señales de aflojar.

Los enfrentamientos se producen en un momento de incertidumbre en la negociación nuclear de EE.UU. con Corea del Norte y en este contexto Donald Trump ha atribuido buena parte del estancamiento a China, principal aliado del régimen norcoreano.

¿Son los aranceles solo la punta del iceberg?, ¿cuáles son las armas que tiene Xi Jinping para enfrentarse a Trump más allá de los aranceles?

1. Hacerle más difícil la vida a las empresas de EE.UU.

Si se trata de complicarle la vida a una firma, es posible hacerlo a través de varios caminos, como poner dificultades en la aduana, complicar las regulaciones y subir los costos.

"China tiene historia con ese tipo de comportamientos y es claramente una preocupación para los negocios estadounidenses", le dice a BBC Mundo Mary Lovely, profesora de Economía de la Universidad de Siracusa e investigadora no residente en el Peterson Institute for International Economics. Derechos de autor de la imagen Getty Images Image caption No está claro que China quiera fastidiar a los inversionistas extranjeros para responder a los aranceles.

"Aunque han existido algunos informes sobre este tipo de barreras contra firmas estadounidenses, no hay razón para creer que está ocurriendo en una escala más amplia, al menos no todavía".

"Para ambas partes usar estrategias no arancelarias tiene un gran costo".

Este tipo de medidas "reducen la probabilidad de que los exportadores hagan inversiones necesarias para los mercados de EE.UU. y China", dice Lovely.

"Reducen la competencia, elevan los precios y disminuyen las opciones de los consumidores".

Pero no son las únicas, ni las más probables.

"China está focalizada en tratar de aislar a Estados Unidos, más que alterar el tipo de cambio o fastidiar a los inversionistas extranjeros", agrega.

2. Aislar a Estados Unidos

China podría tratar de ganar tiempo. Como Xi Jinping posee planes de permanecer en el poder, no tiene la presión de otros mandatarios de conseguir resultados inmediatos.

Puede ir lentamente armando alianzas comerciales con otros socios, intentando aislar a EE.UU.

Eso explicaría en parte, dicen analistas, los acercamientos de Pekín a Europa, otros países asiáticos y Latinoamérica. Derechos de autor de la imagen Reuters Image caption Xi Jinping podría estar apostando a ganar tiempo.

Incluso podría llegar a unirse al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, del cual Washington se retiró, entre otras opciones de asociación comercial.

Y dado que Trump ha entrado en disputas comerciales con la Unión Europea, Canadá y México, Pekín mira con interés la posibilidad de abrir nuevos pactos.

3. Devaluar el yuan

Si China decidiera lanzar un ataque frontal, podría devaluar su moneda, pero esa es una decisión muy difícil de tomar.

Algunos analistas consideran que una guerra cambiaria tiene efectos rápidos y más efectivos, aunque otros piensan que puede convertirse en un arma de doble filo. Derechos de autor de la imagen Getty Images Image caption Un arma es la devaluación del yuan, aunque la medida es muy polémica.

"China puede inyectar dinero en su economía para apoyar a sus empresas o puede devaluar su moneda", dice  Bryan Borzykowski, escritor especializado en inversiones, finanzas personales y negocios.

"Creo que las armas comerciales chinas pueden hacer más daño", agrega. "La pregunta es es si realmente lo van a hacer".

Si el yuan baja, los aranceles tienen un menor impacto. En ese caso, EE.UU. tendría que aumentar el nivel de gravámenes que le ha impuesto a los productos chinos. Y así la disputa sigue escalando.

4. Dejar de comprar bonos del Tesoro

Aunque los bonos del tesoro son una inversión segura, si el gobierno chino se ve bajo mucha presión, podría vender parte de los bonos que posee o parar de comprar nuevos.

Eso tendía un fuerte impacto en la economía de EE.UU., pero también provocaría efectos en Pekín. Derechos de autor de la imagen Getty Images Image caption China tiene bonos del Tesoro, pero venderlos conlleva grandes riesgos.

Si China inundara el mercado con aquellos bonos, caería el precio. Y claro, haría que los propios títulos que posee China perdieran valor y no existe una alternativa tan segura de inversión en otro lado, dicen analistas.

Con todos los problemas que una medida de este tipo traería, esta arma es una de las más dañinas.

"Se llevaría ingresos públicos en un momento en que el gobierno tiene una gran déficit", dice Kristina Hooper, estratega de mercados globales de la firma estadounidense Invesco.
China es "mucho más vulnerable"

Algunos expertos no ven viable la opción de que China use otras armas más allá de los aranceles.

"China es mucho más vulnerable en una guerra comercial que Estados Unidos. La economía estadounidense es mucho más grande y está a años luz en eficiencia", le dice a BBC Mundo Scott Kennedy, director del Proyecto sobre Negocios en China y Economía Política del Center for Strategic & International Studies en Washington.


"China no puede crear una crisis financiera vendiendo los bonos del Tesoro estadounidenses".

Si Pekín hiciera algo así, "Estados Unidos respondería inmediatamente con mayores tarifas para compensar", agrega.

Por otro lado, efectivamente Pekín podría hacerle la vida más difícil a las empresas estadounidenses, pero se trataría de "casos aislados", agrega Kennedy.

Desde otra perspectiva, el ganador del Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, ha dicho que China se encuentra en "una mejor posición para resistir la tormenta".

"Tiene herramientas y recursos para ayudar a los que se ven adversamente afectados por las consecuencias de una guerra comercial", agrega.

"China está sentado sobre US$3 billones de reservas para ayudar a esos afectados".

Distintas opiniones que se suman a un debate internacional, que sigue atentamente los efectos globales del enfrentamiento entre los dos gigantes.

Una guerra cuyas consecuencias van mucho más allá de sus fronteras y que pone en riesgo el equilibrio de los mercados a nivel global.

Vitacrem cierra sus puertas definitivament

La fábrica de jugos y gaseosas de Concordia indemnizó a la mayoría de sus trabajadores


La fábrica de jugos y gaseosas Vitacrem no pudo sobreponerse a la crisis que le generó la fuerte caída de ventas y cerró definitivamente sus puertas, mientras busca un acuerdo con un grupo de trabajadores.

La empresa se encontraba en crisis desde fines del año pasado pero el colapso comenzó a precipitarse en mayo pasado cuando inició un cronograma de suspensiones a sus empleados por la acumulación de stock ante la caída de la demanda.

La mayoría de los trabajadores logró alcanzar acuerdos individuales con las autoridades de la empresa y cobró una suma de dinero convenida, pero casi la mitad de la planta decidió ir a juicio por considerar que la oferta era escasa.

El secretario general de la seccional local del sindicato Trabajadores Industria de la Alimentación, Jorge Antonio Martínez, confirmó que "los cinco afiliados al Sindicato de Alimentación arreglaron todos".

Martínez aseguró que los trabajadores que resolvieron acordar una suma fija como "indemnización" aceptaron la oferta porque "la empresa cerró con muchísimas deudas", lo que los exponía al riesgo de no cobrar nada en el futuro.

Juan José Simonetti, secretario general del Centro de Empleados de Comercio, sostuvo que "una parte de los trabajadores llegaron a un arreglo individual y otra parte no aceptó porque la cifra era mucho menor a la que le correspondía ya que había personal de 25 o 30 años".

La guerra de Trump contra los hermanos Koch, amenaza con fracturar al Partido Republicano

Los magnates energéticos se lanzaron contra las políticas proteccionistas. Trump ya respondió. La guerra interna por el partido.

Los magnates energéticos se lanzaron contra las políticas proteccionistas. Trump ya respondió. La guerra interna por el partido.

En un 2010 que parece que ocurrió hace 20 años, el Partido Republicano vivió una revolución similar a la que este año parece estar tomando forma entre los Demócratas. Dos años antes Barack Obama había ganado la presidencia, y un par de hermanos con una fortuna superior a los 100 mil millones de dólares decidieron que no seguirían financiando a los viejos republicanos del establishment. Fue así como nació el movimiento Tea Party, conformado por independientes de corte conservador que buscaban impulsar políticos de menos impuestos, menos regulaciones, y menos Gobierno.


La sub-bancada que dicho grupo formó en el Congreso adoptó el nombre de Freedom Caucus, y desde entonces ha sido una de las peores pesadillas para los moderados de ambos partidos. La poderosa sub-bancada ha saboteado en innumerables ocasiones esfuerzos bipartidistas por mejorar las leyes migratorias, aprobar presupuestos de egreso, y arreglar el sistema de salud. Todo lo que les huela a programas sociales o incremento al déficit es bloqueado de inmediato por el grupo en la Asamblea. Durante la elección de 2016, cuando quedó claro que Donald Trump sería el candidato oficial de los republicanos, los Kochs declararon una tregua y decidieron frenar sus ataques contra el presidente. Dos años y muchos roces después, la relación entre los Kochs y Trump finalmente reventó.

El fin de semana pasado Charles Koch advirtió en la conferencia anual que organiza de los riesgos del proteccionismo que impulsa el presidente. "La urgencia por protegernos del cambio ha condenado a muchos países a lo largo de la historia", advirtió el magnate en un video proyectado durante el exclusivo evento. "Esta mentalidad proteccionista ha destruido a innumerables negocios".

El primer roce público entre los Koch ocurrió cuando David estaba a punto de jugar golf en uno de los campos del entonces presidente electo. Antes de que arrancara el juego Trump ordenó que no se le permitiera usar el campo

El primer roce público entre los Koch ocurrió cuando David, el menor, estaba a punto de jugar golf en uno de los campos del entonces presidente electo. Su acompañante era Harry Hurt, escritor y periodista que publicó en 1993 una poco halagadora biografía de Trump bajo el título de "El magnate perdido: Las muchas vidas de Donald J. Trump". Antes de que arrancara el juego Trump ordenó que no se les permitiera usar el campo.

Charles ya amenazó con no financiar a algunos de los candidatos que apoyó en el pasado. La red de financiamiento político de los magnates, "Americans for Prosperity", ya dijo que no apoyará la candidatura de Kevin Cramer en Dakota del Norte, republicano que busca arrebatar la curul de la demócrata Heidi Heitkamp en uno de los distritos que los conservadores podrían ganar.

Hasta ahora, los poderes fácticos del sector conservador han mantenido un silencio respetuoso ante el caos desatado por Trump y su administración. No es un silencio gratuito. Detrás de todo el escándalo, Trump ha eliminado más regulaciones, nombrado a más jueces, y otorgado más recortes fiscales que cualquier otro republicano en la historia reciente. Sin embargo, su cruzada contra el libre comercio fue demasiado para los Kochs, quienes, como todo conservador libertario, están en contra de los impuestos y los aranceles, y son fieles creyentes en la magia del libre mercado.

Donald Trump y Mike Pence.

La respuesta de Trump no tardó en llegar. "Los globalistas Hermano Koch, que se han convertido en un verdadero chiste en los círculos Republicanos, están en contra de Fronteras Fuertes y Comercio Poderoso", dijo el presidente en un tuit el martes. "Nunca busqué su apoyo porque no necesito su dinero o sus malas ideas. Ellos aman mis recortes Fiscales y Regulatorios, elecciones Judiciales y más". Incluso aseguró: "Los he hecho más ricos. Su red está altamente sobrevaluada, los he vencido en cada paso".

La división entre el ejecutivo y los poderosos Koch, quienes son quizá los principales donadores al Partido Republicano, amenaza con convertirse en el último clavo en el ataúd de los republicanos en el Congreso

El mandatario acusó a los magnates que querer "proteger sus compañías fuera de EU de ser fiscalizadas". Trump insistió en que él apoyaba a EU primero y al trabajador estadounidense, "no soy títere de nadie". Sin embargo, cerró su mensaje llamándolos "buenos tipos con malas ideas".

Otros grupos conservadores poderosos, como la Heritage Foundation, que aboga por ideales republicanos más moderados y no tiene una agenda tan radical como la de los libertarios Koch, también ha criticado abiertamente la guerra contra el libre mercado que el presidente ha emprendido. En entrevista con LPO, el analista Adam Michel confirmó ayer la preocupación que algunas de las posiciones del presidente provocan en el think tank, pues contravienen las creencias más firmes de los republicanos, entre ellas la del libre mercado y el libre comercio.

El que quedó atrapado en el fuego cruzado fue el vicepresidente Mike Pence, quien en el pasado ha recibido generosas donaciones de los Koch, y hasta el momento no ha condenado las críticas de sus exaliados ni se ha alineado con el presidente.


El presidente, quien disfruta de librar numerosas batallas al mismo tiempo, resumió su contraataque contra los hermanos, esta vez en un tono más hostil.

Charles Koch de los Hermanos Koch, que clama estar regalando millones de dólares a políticos a pesar de que yo conozco a muy poco que han visto eso (?), ahora hace la ridícula declaración de que lo que el Presidente Trump hace es injusto para los "trabajadores extranjeros". Él está en lo correcto, ¡AMÉRICA PRIMERO!

La división entre el ejecutivo y los poderosos Koch, quienes son quizá los principales donadores al Partido Republicano, amenaza con convertirse en el último clavo en el ataúd de los republicanos en el Congreso. Los conservadores aparecen hasta diez puntos por debajo de los demócratas en las encuestas, y es muy posible que pierdan su mayoría en la Asamblea de Representantes, lo que podría ser terrible para Trump, cuya administración se vería inundada con requerimientos e investigaciones de las comisiones legislativas. Para cualquier administración un Congreso hostil sería problemática, pero para una que peca de indisciplina podría ser desastroso.