De la comunicación 2.0 a la comunicación 3.0



Esta semana comienzo a dirigir un grupo de investigación en el marco del Centro Interdisciplinario de Hertzlía (IDC). Este grupo al que hemos denominado Maof, reúne a un grupo de investigadores en comunicación que trabajaremos desde 8 países diferentes, y tiene como eje de trabajo: La comunicación corporativa y política 2.0 en la transición a la Web 3.0.

Este grupo cuenta con el apoyo de la Fundación Offer, WIZO Canadá y del gobierno de la República Federal Alemana.

El Centro Interdisciplinario de Hertzlía, es una Universidad laica privada que desempeña un papel central en la vida política israelí. El IDC abrió sus puertas en 1994 y ha adquirido ya gran prestigio, ofrece carreras de B.A. y M.A. en sus seis facultades. Fundado por el Profesor Uriel Reichman, el IDC proporciona una educación interdisciplinaria, que combina estudio académico con entrenamiento práctico e inserción en las diferentes estructuras y estamentos de la vida política y social del país. El IDC se encuentra ubicado en el corazón del "Silicon Valley" Israelí y permite experimentar y aprender de la comunidad empresarial global en forma directa.

El abordaje multidisciplinario de las diferentes problemáticas, le ha dado al IDC un lugar preponderante en la escena política, académica y mediática global, que tiene su evento central a través del Instituto para la política y la estrategia (IPS), el cual organiza la “Conferencia de Hertzlía“cada año, donde asisten el Primer Ministro, miembros del gabinete, personalidades de la cultura, de la academia, de los medios, entre otros, logrando cada año una alta resonancia a nivel global por lo que se dice allí.

Para darles una idea de que es lo que podemos hacer, en el marco de la conformación de esta nueva unidad de investigación, déjenme darles un poco de info de background
En los últimos años escribí, publiqué, y relaté mis experiencias, observaciones y análisis sobre el impacto de la Tecnología en general y la Web social en particular, en la comunicación estratégica, tanto corporativa como política, en los medios, en el marketing, en los negocios, y en la cultura.

En los últimos cuatro años, me focalicé en la comunicación corporativa y política, definiendo estrategias comunicacionales y articulando puentes entre estrategia y operación. En estos cuatro años angosté mi foco, en estudiar, documentar y desarrollar nuevos modelos comunicacionales tanto para empresas como para organizaciones y personalidades políticas.
Mis primeros trabajos publicados, tuvieron que ver con estrategias para nuevos medios y modelos para definir marcos de acción y articular flujos de interacción entre empresas y medios, empresas y clientes, gobiernos y ciudadanos, políticos y medios.

Desde la consultoría me especialicé en:

a) Diseño de estrategias y tácticas evaluando objetivos centrales, fortalezas, debilidades, diferenciales y oportunidades
b) Construcción del discurso y relato
c) Campañas en la Web 2.0 articuladas con medios tradicionales
d) Trabajos con sistemas de segmentación
e) Construcción de marca 2.0, redefiniendo las variables que definen la marca
f) Posicionamiento
g) Advocacy, alegación frente a la evaluación social en la Web 2.0
h) Ingeniería de consensos en los nuevos medios
i) Definición de marcos lógicos para auditar, extraer conclusiones y poder definir nuevas estrategias
j) Capacitación e intercambio de experiencias con grupos decisores contribuyendo a acelerar procesos exitosos, a manejar situaciones de crisis, y a pensar cambios
Voy a continuar con mi trabajo de consultoría en mi empresa, Weinsteiner.net y junto a mi trabajo allí, voy a desarrollar las tareas de investigación en el marco de Maof, publicando anualmente un Paper para ser presentado en la conferencia anual del IDC.

Rubén Weinsteiner

Otredad política y la construcción de victorias electorales


Por Rubén Weinsteiner para  EL PAÍS

Un discurso se transforma en dominante cuando incorpora parte del discurso al que desplaza, resignificándolo e interpelando en forma proactiva  y sustentable a los segmentos que se sintieron interpretados por ese discurso.

Reconocer y pensar a la otredad política, constituye  un insumo estratégico a la hora de construir una marca política, que trascienda los límites de pescar en la pecera. Este proceso constructivo  deben darse en la cabeza de “el otro”,  que por alguna extraña e incomprensible razón ve las cosas de una manera diferente a la que la vemos nosotros.

El antiperonismo, negó al peronismo durante los gobiernos de Perón y durante la proscripción.  Prohibió pronunciar la palabra Perón, y no pudo construir  un reason why superador de aquello que tanto odiaba. Hasta que llegó Alfonsín,  el más peronista de los radicales, en el 83, para derrotar por primera vez en la historia al peronismo en las urnas. El peronismo quedó herido, no había internalizado los nuevos paradigmas de representación,  hasta que la renovación peronista, barrió con Herminio, la negación del radicalismo y lo que este representaba , y derrotó a Alfonsín en el 87, determinando el comienzo del fin alfonsinismo,  con el más radical de los peronistas, Antonio Cafiero.

Las marcas políticas construyen sentimientos fuertes,  que no se desalojan ni modifican con slogans, declaraciones en los medios, denuncias o profecías.  Una vez que la emocionalidad generada se instala, corre por canales separados con la racionalidad.
Durante el segundo gobierno de Perón la oposición buscó esmerilar sistemáticamente al gobierno de las formas más variadas. Desde incontables denuncias de corrupción hasta diciendo que las visitas del boxeador  estadounidense Archie Moore, se debían a que este tenía una relación intima con Perón.  La respuesta fue un grafitti que sin hacerse cargo de las afirmaciones opositoras,  mostraba la futilidad de las mismas : “puto y ladrón igual queremos a Perón”.

Capriles fue más duro rival que enfrentó el chavismo y el post chavismo, fue sin dudas el más chavista de los opositores a Chávez, se comprometió a sostener las misiones (planes sociales) rescató e intentó apropiarse comunicacionalmente de la figura de Bolivar,  relatándose de izquierda, y popular. Frente a Chávez reconoció algunos logros, y dijo entender porque muchos  lo votaban. Frente a Maduro, utilizó el slogan “tú no eres Chávez, Nicolás”, lo que entrañó un reconocimiento implícito y sólido a Chávez y a los que lo votaron.

La negación de la otredad política no se limita a negar un liderazgo, cuando se demoniza una figura, se está demonizando a aquellos que desarrollaron sentimientos más o menos importantes hacia ella. Es difícil seducir a alguien cuando se le dice “sos un estúpido”
Hacer converger en el mismo canal las ganas de cambiar lo malo y de sostener y conservar lo bueno, es  plantear un pensamiento más complejo sofisticado y por lo tanto más cercano a la realidad, asumiendo  que no todo está bien y que no todo está mal,  porque ningún gobierno hace ni todo mal, ni todo bien.

El Kirchnerismo lleva 10 años en el poder, los jóvenes crecieron con el clima de época. El 38% de los votantes en 2013 tiene menos de 30 años y el 71% menos de 45. El voto joven aún desde la disidencia  con el Kirchnerismo, comparte los presupuestos de época,  el clima, el marco epistémico, la cancha.

El Kirchnerismo será superado solo por una construcción posterior, no en términos temporales, sino en términos estructurales, es decir por una propuesta que lo reconozca, valore, incluya y supere, y legitime de esta manera los sentimientos y convicciones de los que  adhieren a este espacio.

El reason why,  que la oposición no encuentra acumulando desde la negación a la otredad política, liderazgo y votantes, es el factor clave para la toda construcción política significativa. Sin reason why no hay acumulación, 2000 cacerolazos, 5000 denuncias de corrupción y todo el enojo del mundo, es como meter 20 millones de dólares en el bolsillo de un payaso,  porque existe una diferencia entre construir  malestar, y construir política.

Supongamos que el Kirchnerismo tiene hoy un voto duro del 30%, ese que pase lo que pase vota al Kirchnerismo y el voto anti Kirchnerista duro constituye otro 30%, el que en ningún escenario lo votaría, pero que no tiene ni definido ni unificado su voto hacia una propuesta determinada. Existe un 40% que no es ni K ni anti K, que mayoritariamente en 2011 se sintió interpelado  por el Kirchnerismo,  que es labil, varíable  y comparte el clima de época.

Cualquier espacio opositor,  que quiera construir una opción de poder, deberá acumular en el 30% anti k con una propuesta aglutinadora, y acumular en el 40%  ni k ni anti k para construir una mayoría. Porque para  ganarle al Kirchnerismo , van a tener que reconocerlo, incluirlo y superarlo, con odiarlo no alcanza. Hay que pensar y proponer ideas y perspectivas, discurso,  mística para enamorar, plantear un  porqué y un para qué se quiere el poder, organizar el debate, darlo y ganarlo, porque sin victorias intelectuales no hay victorias electorales.

Rubén Weinsteiner

"Si el 60% de la población no entiende la iniciativa, nos vamos al mazo"



El presidente uruguayo señaló: "Si el 60% de la población no entiende la iniciativa, nos vamos al mazo". Una encuesta reveló ese porcentaje de rechazo al plan del Gobierno para controlar la venta de esa droga

Mujica se refirió este miércoles a las repercusiones negativas que tuvo el proyecto para legalizar la marihuana en el seno de la sociedad uruguaya. "El objetivo es que el país entero discuta de manera amplia y profunda", afirmó, antes de reconocer que podría dar marcha atrás si no consigue el respaldo necesario.

"Si el 60% del país no nos respalda, nos vamos al mazo", admitió "Pepe"...

#votojoven ofertas más complejas para el voto google

 

Rubén Weinsteiner para El País

Cuando hablamos de Web 2.0 y 3.0, no hablamos de tecnología, hablamos de ciencias sociales,  de antropología,  de psicología, economía, sociología, comunicación, demografía, etc.
Sin embargo muchos planes estratégicos anclan en la tecnología los fundamentals de su  propuesta operativa.
La construcción permanente de la marca emisora dotándola en tiempo real de nuevos significado para ser disparados, requiere de de un abordaje sistémico de las seis variables que constituyen la marca política:
a)    
    Discurso
b)   Personalidad
c)   Identidad
d)   Posicionamiento
e)   Simbología y ritualidad
f)    Naming


Quién lo dice y a quién se lo decimos
La ponderación del emisor determina la potencia, autoridad y viralidad del mensaje. Quien lo dice.

Mucho más importante que lo que decimos,  es a quién se lo decimos.
Estas dos construcciones definen  las conversaciones  2.0 con audiencias de audiencias no redundantes, las que permiten colonizar nuevos espacios y nuevas subjetividades.


Para construir al emisor, construimos marca política, para construir los receptores segmentamos.

La construcción del mensaje  enfocado en el segmento 18-33 es decir el 34% del electorado impone tener en cuenta paradigmas constructivos alineados con  el salto cualitativo en términos de cognitividad que dieron la generación Y (1980-1990) y la generación Google (1990 en adelante).

Traducido en el terreno, todos vemos como los chicos menores de 12 años hoy,  aprenden, aprehenden y manejan modelos con una multiplicidad de variables, que los de la generación X, a esa edad no manejábamos.

Mientras nosotros mirábamos de chicos dibujos animados  lineales, con un bueno y un malo, donde el bueno siempre era absolutamente bueno y el malo siempre completamente malo, donde apenas uno veía al malo, se daba cuenta que lo era, sin margen de error, y donde finalmente el conflicto se definía con la derrota del malo;  los Google, miran los padrinos mágicos, Olivia, los imaginadores o Bo en acción, donde el malo, no es absolutamente malo, sino alguien que genera un problema a partir de su propia problemática, y donde el conflicto se resuelve cuando el bueno soluciona el problema del "malo" y este deja de ser malo con su problema solucionado.

Mientras los X mirábamos El Santo, Ladrón sin destino, Alf o Blanco y negro, los Google miran Lost, Lie to me o los Soprano.
En Lost, y las demás series, para los mas grandes y hasta los mas chicos la complejidad en términos de demanda cognitiva es muchísimo mayor, los buenos ya no son siempre buenos, y los malos tienen momentos y rasgos de bondad , por lo que resulta difícil la clasificación y encasillamiento de los personajes, y donde la multidimensionalidad de las situaciones, plantea desafíos cognitivos que generan consumidores mucho complejos y difíciles de abordar, de convencer y de vencer emocionalmente.

Hay que perfeccionar los niveles de oferta cognitiva para no aburrir, para llegar y para impactar en las generaciones Y y Google, que conciben la comunicación emitiendo y recibiendo en su formato multitasking, esto es que mientras chatean, miran lo interesante de la TV de ayer en You tube, chequean su Facebook, abren otra ventanas para Twitter y para Flickr, visitan 2 o 3 páginas, y revisan los e-mails. Para los Y y los Google,  sentarse frente al televisor de brazos cruzados, como nuestras abuelas resulta imposible.
La curva ha ido pronunciando su verticalidad, mientras las bisabuelas y abuelas se sentaban a mirar la radio mientras la escuchaban en la mesa de la cocina, los baby boomers( 45-54)  hacían los deberes frente al televisor, y así hasta los google multitasking, la curva ha tomado una secuencia geométrica frente a la aritmeticidad de la curva hasta la generación X.

El fenómeno explicado por la velocidad de los cambios y el salto cognitivo de la generación Google, construye  consumidores cada vez  más inteligentes que demandan cada vez mayor especificidad.
Para impactar en el segmento 18-34, hace falta taylorizar el mensaje y también obtener legitimidad de emisión. No escuchan a cualquiera, la transparencia real o construida reuslta un requisito excluyente. Ser “careta”,  “gato”, en el verbatim del segmento,  descalifica al emisor y al mensaje.
Ser “autentico”, “real”, simple,  es el punto de partida obligatorio para mensaje y mensajero, dentro de esa sencillez compleja,  menos es mas. Google es la página perfecta, una pantalla en blanco con una palabra y un rectángulo.

Los políticos y la oferta discursiva política junto con el trasvasamiento generacional inexorable, deberá dar este salto cualitativo que le permita interpelar  a audiencias más complejas.

Conversación 3.0: liderazgo e influencia


Por Rubén Weinsteiner para 
El País

Es muy común reaccionar en la Web social, ante alguien que nos provoca, que nos enoja, algo que creemos es incorrecto, algo que nos da risa, alegría, sorpresa etc.
Si solo reaccionás, otro está definiendo el escenario y la conversación 3.0. Un plan estratégico comunicacional requiere de un liderazgo proactivo que se apropie de la agenda. Reaccionar sirve en tanto la reacción se encuadre en la estrategia y no resigne la iniciativa y el liderazgo.

La colonización de subjetividades, la influencia, la acumulación de poder son el resultado de un plan estratégico. Para ejecutarlo hace falta proponer un mensaje de valor y que otros reaccionen.
Nuestra reacción debe estar alineada con la construcción de compromiso y confianza que buscamos, desde el liderazgo que encarnamos, esto es: no tenemos que discutir, pelear, o censurar, tenemos que conducir la conversación 3.0 fijando la matriz de relaciones que buscamos. El líder no discute, el líder lidera, conduce, sostiene y contiene, ahí reside su poder. Si el general se pelea con los soldados, lo pasan a retiro porque la tropa no le responde más.

El líder ante el ataque, agravio, provocación hace fogging, “niebla”, asertividad, no se engancha con la emocionalidad de la discusión, sino reordena la conversación, despojando el eje discursivo de emocionalidad, y de adjetivaciones. Niebla y disco rayado, algo parecido a lo que hace Scioli “vos preguntame lo que quieras, yo te contesto lo que yo quiero”. Si pierde el liderazgo pierde influencia.
El liderazgo de esa conversación híper masiva , amplificadora de audiencias de audiencias que es la Web social,   para poder influenciar, debe tener en cuenta que la simetría de la web social  no respeta la autoridad de la marca corporativa o política. Cualquiera se le anima a cualquiera desde la comodidad de su notebook, celular etc. 

Por eso el liderazgo 3.0 debe

a) Sostener la autoridad en la solidez y la seducción
b) No exhibir la asimetría 1.0 , bajar al llano y ponerse a la altura de los ojos del público
c) Generar confianza
d) Admitir errores
e) Compartir “secretos” poniendo al público del otro lado del mostrador
f) Hablar con cada uno y de esa forma con todo
g) Siempre estar un paso adelante en la conversación 2.0

El compromiso del público en la Web social es cada vez más importante, y las oportunidades que este nivel creciente de compromiso plantea resultan fundamentales. De la búsqueda más primitiva de satisfacción, el público ha ido escalando a la construcción de relaciones, comunidades, lealtades y confianza.
Este nuevo escenario que es la Web social, es hoy el mercado comunicacional en sí mismo, donde se puja por posiciones de liderazgo y niveles de influencia.

La oportunidad ante la cual estamos frente a Twitter, Facebook, You tube, los blogs, la ingeniería de buscadores, y la sinergia, viralidad, reproductibilidad y hallabilidad de todas las herramientas 3.0, consiste en traducir ese compromiso, esa masividad de audiencias de audiencias, ese poder de la conversación 3.0 entre varios que escuchan millones, en poder marcario, en influencia, en resultados económicos tangibles.

Las 3 F: Friends, Fans y Followers, pueden medirse, pero ese número en sí mismo no nos dice nada, lo importante es la construcción y acumulación de poder de liderazgo e influencia, y eso es lo que hay que medir en definitiva.

El diario "EL DÍA" y la inundación en la plata


el dia tapa inundacion

¿Cómo contó El Día la inundación?

La Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, a través del Centro de Investigación y Desarrollo en Medios, Industrias Culturales y Televisión (CelD.TV), presentará este martes el informe “Inundación en La Plata: intencionalidad en la construcción y en el tratamiento de la noticia en los medios en los medios locales” basado en las tapas del diario El Día los días posteriores al trágico temporal.
La actividad que está prevista para las 15 en el aula 12 del edificio Presidente Néstor Carlos Kirchner (Diagonal 113 y 63) será encabezada por la decana de la Facultad de Periodismo, Florencia Saintout, los profesores Leonardo González, Carlos Vallina, César Luis Díaz y el periodista y abogado Pablo Llonto.
Según se explicó, "el proyecto pretende relevar el tratamiento realizado por los medios de comunicación acerca de lo ocurrido a partir del 2 de abril de 2013 en la ciudad de La Plata".
En ese sentido, se resaltó que "En el marco de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, cuya finalidad es la democratización de la palabra, es necesario analizar la cobertura de los medios de comunicación en situaciones extraordinarias, no sólo por la innegable necesidad de contar con protocolos de actuación en este tipo de circunstancias, sino también para comprender la profunda transformación que se adeuda en el sistema de medios argentino".
El análisis se basó en tomar palabras claves como Muerte, Catástrofe, Tragedia, Inundación, Jóvenes, Solidaridad, Política, Estado, Municipio, Gobierno y Organizaciones Sociales, y hacer un análisis sobre la cantidad de menciones y la intencionalidad que dichas palabras tenían en las tapas y artículos del diario El Día, publicadas del 3 al 13 de abril de este año.
Desde la casa de estudios, se explicó que para el informe "se parte de la idea de que los medios construyen sus discursos a partir de hechos o sucesos de la realidad sobre los cuales seleccionan, privilegian u omiten factores de esos sucesos".

Voto platense barrio por barrio ...

el voto platense barrio por barrio ...

Alfredo Silleta

Las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) dejaron algunas sorpresas en la ciudad al analizar barrio por barrio, en especial para las candidaturas a diputados nacionales y diputados provinciales.

En las elecciones para diputados nacionales el Frente Renovador que encabezó Sergio Massa obtuvo el 26,29 %; el Frente para la Victoria con Martín Insaurralde el 24,59%; el Frente Progresista Cívico con Margarita Stolbizer el 16,09% y Unidos por la Libertad de Francisco De Narváez el 15,31 %.

Merece aclararse que las listas de Massa e Insaurralde llevaron dos boletas, no así la de Stolbizer y la De Narváez que no presentaron listas separadas para diputados nacionales.

La primera sección electoral abarca las calles 19 a 122 y avenida 44 a 54. Aquí los ganadores fueron Massa con el 26,39% y Stolbizer con el 26,29%, tercero quedó Insaurralde con el 19,43% y cuarto De Narváez con el 13,77%.

En la segunda sección, que abarca el barrio La Loma (de calle 19 a 122 y de las avenidas 32 a 44), volvió a ganar Massa con el 26,32% sobre Stolbizer que llegó al 24,47%, quedando tercero Insaurralde con el 20,04% y De Narváez con el 14,85%.



En la tercera sección, que incluye el Parque Castelli y abarca de 19 a 8 y de 54 a 72, también ganó Massa con el 26,52% contra el 25,11% de Stolbizer y un 20,36 % de Insaurralde, quedando cuarto De Narváez con el 13,4 %.





El casco urbano se completa con la novena sección electoral que comprende de calle 8 a 122 y de 54 a 72. Lo que se conoce como el barrio El Mondongo también eligió a Massa con el 26,65%, seguido por Stolbizer con el 22,66% y muy cerca Insaurralde con el 21,65 %, cuarto De Narváez con el 13,42%.

Sin lugar a dudas, en el casco urbano las clases medias platenses optaron por Massa y Stolbizer. Una segunda lectura muestra que en todo el casco urbano le fue mucho mejor a la lista del Frente Social que llevó a Florencia Saintout que la del FpV de Gabriel Bruera, en la suma de votos al pre-candidato Insaurralde.





La quinta sección es la más populosa y abarca los barrios de Villa Elvira, Altos de San Lorenzo, Etcheverry y Abasto. Aquí fue pareja la elección de Massa con un 28,52% e Insaurralde con el 27,35% y le fue muy bien a De Narváez que logró el 18,61% dejando en un lejano lugar a Stolbizer con un 13,56 %. En esta zona le fue muy bien a la boleta del bruerismo que aportó muchos votos al candidato del FpV.





La sexta sección incluye los barrios de El Peligro, Villa Elisa, City Bell, Gonnet, Tolosa y San Carlos. Aquí vuelve a hacer una buena elección Massa con el 28.15% y muy cerca sigue Insaurralde con el 26,26%; el tercer y cuarto lugar peleados entre Stolbizer (17.91) y De Narváez (15,86).





La séptima sección, que abarca los barrios de Romero, Olmos y Colonia Urquiza, le dio el triunfo a Insaurralde con el 33,91% sobre Massa que llegó a un 29,52%. El tercer lugar fue para De Narváez que obtuvo el 17,13 y cuarta quedó Stolbizer con sólo un 9,13. Aquí la boleta de Bruera fue un aporte importante para el FpV.




 

Completo acá

Debate y Clivaje para la construcción de la marca política



Por Rubén Weinsteiner para NEWSWEEK
Una de las dimensiones más importantes para la construcción de una marca política poderosa, es la arquitectura de un discurso de poder sólido,  en función de un clivaje eficaz.
El clivaje es la división traducida en competencia política,  que construye las singularidades y particularidades de un liderazgo, permitiendo plantearle a la sociedad en ese discurso de poder,  los cambios propuestos, construir el debate  y estructurar la competencia con los demás jugadores políticos.
El clivaje permite presentar lo que uno es, reforzado por lo que uno no es, simplificando en un esquema binario, si-no, blanco-negro,  un planteo  fácil de asumir, del tipo “de que lado estás” a los electores.
Organizar el debate y definir un clivaje
Plantear el eje divisorio, el clivaje,  es organizar el debate, y el que organiza el debate acumula poder. Los comentaristas, los que opinan y reaccionan sobre lo que hace el que organiza el debate y el clivaje, resignan poder. Gana el que instala, dirige y por lo tanto controla  el debate.
A lo largo de la historia, la construcción de los clivajes políticos viraron de la clivación por variables duras como religión, etnia o territorio a establecer clivajes por variables blandas.
Desde los históricos derecha-izquierda, conservadurismo-liberalismo en Estados Unidos o peronismo-antiperonismo, en la Argentina; a  la UCR desarrollando un clivaje en torno a institucionalidad-clientelismo, Carrió acerca de  transparencia-corrupción,  Macri; ineficiencia-gerentismo eficiente, el Kirchnerismo inclusión-exclusión (todos/as-pocos), el sujeto político agromediático modelo 2008 consolidado en la figura de Cobos en su momento: consenso-enfrentamiento. Otros probaron mano dura-garantismo, modernidad primer mundística-atraso (lo viejo), privado-estatal,  liberación o dependencia, etc.
Hay clivajes eficaces y otros que no lo son
En la toma de la iniciativa para la instalación del debate y en  el diseño eficaz  del clivaje reside la clave del éxito en la construcción y acumulación.
Desde el marco  investigativo llegamos a la conclusión que hay ejes que no han servido para construir poder y votos, como seguridad y corrupción y otros que si, como economía y formas. Seguridad y corrupción han sido altamente eficaces para construir malestar, pero no para construir votos.
La disposición y dirección del debate y el diseño, instalación y gestión de los clivajes son acciones que requieren abordajes  permanentes, creatividad, pensamiento disruptivo y una  persistente ruptura de límites.
Gana el que organiza sostiene y conduce el debate, en torno al clivaje más eficaz en un contexto de tiempo y espacio.
Rubén Weinsteiner para NEWSWEEK

No es lo mismo popularidad que influencia


Por Rubén Weinsteiner para EL PAÍS


En la Web 3.0, como en el mundo real  no es lo mismo popularidad que influencia. Si bien es importante ser popular y tener visibilidad para lograr influencia, se puede ser muy popular y tener cero influencia.
Es importante preguntarnos,  para fijar nuestro objetivo de construcción si:  ¿queremos ser populares o queremos influenciar?
¿Que es y como medimos la influencia en la Web Social?
Ante todo digamos que medir  influencia  como algunas relaciones en Facebook “es complicado” y no es medible por el número de personas que te siguen, sino por lo que puedas ejercer en ellos.
Sin embargo podemos empezar por algunas preguntas para definir el concepto de influencia 2.0.
a)   ¿Que es influencia y que hace  de alguien una persona influyente?
b)   ¿Quién es influyente y porqué?
c)   ¿Cómo puedo reconocer la influencia o la capacidad de influenciar?
d)   ¿Cómo puedo medir el efecto de la influencia en los segmentos- objetivo?
Influencia es la capacidad de producir cambios en las personas,  ya sea en su forma de percibir,  pensar,  significar o la de generar que las personas lleven a cabo una acción específica.
¿Cómo se construye la influencia?:
1)   Alcance, potencia de emisión. Hasta donde y a quienes llegamos
a)   Popularidad, visibilidad
b)   Proximidad territorial y conceptual
c)   Seguidores, militantes,  votantes
2)   Relevancia
a)   Autoridad
b)   Confianza
c)   Afinidad
3)   Resonancia, Ruido
a)   Frecuencia
b)   Período
c)   Amplitud
Estos tres componentes construyen la influencia que deberá estar direccionada en la acción desplegada en el territorio, hacia segmentos específicos.
La verificación se mide a través del impacto producido. Este efecto se traduce en resultados de encuestas, resultados electorales y niveles de apoyo y legitimidad para personas o medidas.
Como se construye un Plan Operativo de Influencia (POI)
1)   Definir los objetivos ( lo que queremos que nuestra influencia produzca)
2)   Segmentos a abordar
3)   Diseñar un mapa de influencias en el territorio a operar (Quienes, como,  cuanto  y a quienes influencian los otros jugadores)
4)   Diferenciación de los otros jugadores
5)   Construcción de valor para influenciar a influenciadores y a sus influenciados
6)   Auditar y medir impacto
El desafío central consiste en tener  presente y en claro la diferencia entre Influencia y popularidad y saber que la capacidad de influenciar sufre desgaste, entropía, y hace falta recargar esa máquina de influenciar, con significados nuevos para ser disparados y formas nuevas para sorprender y sostener el poder de impacto.

RUBÉN WENSTEINER

Sujetos de elección, medios y poder de fuego

Por Carlos Belvedere
 
A mediados del siglo pasado, el filósofo y sociólogo Alfred Schütz se preocupaba por las consecuencias que un predominio de la opinión pública desinformada podría tener en la vida política contemporánea. Uno de sus temores era que la desinformación hiciera de las mayorías presa fácil de la manipulación mediática. Esta parece ser la situación de buena parte del electorado, según lo muestra la investigación del Cedop.
El panorama es preocupante si se tiene en cuenta que la mitad de quienes votaron consideran a la política carente de interés o utilidad, y uno de cada cinco decidió su voto ese mismo día.
La falta de interés en la política no tendría los perniciosos efectos que entrevió Schütz si no se diera en el horizonte de la manipulación mediática. Lamentablemente, esa condición se cumple, siendo que los medios de comunicación son vistos como más poderosos que el gobierno nacional por cuatro de cada diez encuestados. Además, son considerados por lejos el principal contrapoder, triplicando en fuerza a los sindicatos y empresarios.
¿Qué costos tiene esto para la calidad de la política? Una entre muchas consecuencias aparece con claridad cegadora en el estudio comentado. Estamos ante una política altamente personificada. Sólo así puede entenderse que, al ser consultados sobre el punto, el 70 por ciento de los votantes quiera tomar un café con su candidato...
¿Qué le dirían? Sería bueno desentrañarlo en futuros estudios, a fin de comprender mejor la “cabeza” del votante. Sin embargo, algo cierto sabemos ya: que los liderazgos personalistas han sustituido a los partidos políticos, que hoy sólo pueden “salvar” una elección si han conseguido su cuota de carisma mediático. No por nada uno de cada cinco encuestados ha decidido su voto durante la campaña electoral. La política argentina hoy pasa indefectiblemente por el filtro de los medios.
¿Hay esperanzas de revertir esta situación? Sí, hay tantas esperanzas cuanto temores. No es menor que en este contexto más de la mitad de los votantes crean que la actividad política sirve para encarar los problemas del país y de la gente. Aunque no son pocos quienes le dan a esta finalidad una expresión personalista (tres de cada diez votantes), cierto es que la política no ha perdido totalmente su eficacia. Es cuestión, entonces, de seguir llenando el vaso. Para ello, los penetrantes interrogantes que abre este estudio pueden ser el inicio de una búsqueda feliz.
¿Por qué participaron de las PASO hasta los desinteresados y escépticos? Debe haber algún motivo por el cual hasta los desmotivados e incrédulos han ido a votar el domingo pasado. Quien logre descifrar eso, tendrá las claves de la política argentina.

Voto en construcción

La consulta de boca de urna realizada el domingo 11 de agosto revela que casi el 20 por ciento de las personas decidió su voto el mismo día de los comicios. La seguridad y la educación como principales preocupaciones. Los medios como sector de poder.


La seguridad continúa siendo la principal preocupación de los ciudadanos de la Capital y del Gran Buenos Aires, seguida a no mucha distancia por la educación, y la gran mayoría de los votantes admite que los medios de comunicación constituyen el sector que más poder tiene hoy frente al gobierno nacional. Estas son algunas de las conclusiones que resultan de una consulta con modalidad a boca de urna, realizada el domingo 11 de agosto por el Centro de Estudios de Opinión Pública de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, sobre un total de 1203 casos en toda la Capital y 23 partidos del conurbano bonaerense. El trabajo permite comprender qué expresa la ciudadanía más allá del voto por el candidato elegido.
Consultados sobre una gran variedad de opciones temáticas (ver gráfico 1), el 28,9 por ciento de los votantes en CABA y GBA señalaron la seguridad como el principal tema del que se tiene que ocupar el Estado (34 en el GBA) seguido por la educación (23,7), una cuestión prácticamente ausente en la campaña de todas las fuerzas. En los siguientes tres lugares (con similar distribución entre Capital y GBA) aparecen tres temas relacionados, pero que tienen diferentes perspectivas. La cuestión económica (11,0 por ciento) (a la que se le podría sumar la inflación, 4,2) es una preocupación sustantiva, pero la distribución del ingreso, propósito explícito por excelencia del Gobierno, reúne sólo el 10,4 por ciento de los encuestados. La poca preocupación acerca de las libertades individuales (3,0) podría leerse positivamente en el sentido de que la ciudadanía considera que se trata de un valor ya incorporado a la vida de los argentinos.
Otro dato interesante surge de comparar las preocupaciones temáticas según el candidato elegido en las urnas. En la ciudad de Buenos Aires los votantes de Elisa Carrió (Unen) y Sergio Bergman (PRO) se muestran más preocupados por la seguridad que los de Juan Cabandié (FpV), que sostienen la distribución del ingreso como cuestión primordial. En el Gran Buenos Aires la insistencia de Francisco de Narváez con el tema de la seguridad le dio algunos frutos: la mitad de sus electores creen que ése es el tema central de la acción del Estado, compartiendo en menor medida la preocupación con los votantes de Sergio Massa. La cuestión educativa es de relevancia central para los ciudadanos de los dos amplios distritos considerados. Los votantes de Cabandié en la Ciudad y de Margarita Stolbizer y Néstor Pitrola en la provincia resaltan tal asunto.
El momento de la decisión del voto es clave para comprender la emergencia de nuevas opciones en la política argentina. De hecho, tanto en CABA como en el GBA casi el 20 por ciento de las personas decidió su voto el mismo día de los comicios, mientras que el 10 por ciento lo hizo la semana anterior (ver gráfico 2). Esto indica que si tres de cada diez votantes dejan para los últimos días su decisión, los resultados de las elecciones pueden resultar sorpresivos y en la determinación final pueden entrar en consideración incidentes o elementos que no forman parte de los debates políticos.
Tanto en Capital como en el GBA se observa que el Frente para la Victoria tiene un voto consolidado: siete de cada diez votantes (74,7 por ciento) lo tenía decidido antes de la campaña electoral. También el PRO muestra un voto medianamente consolidado en la ciudad de Buenos Aires (66,4 lo decidió antes de la campaña).
En el otro extremo, los más favorecidos del voto “a último momento” fueron Martín Lousteau y Jorge Altamira. Si bien lejanos en términos ideológicos, obtuvieron el 32,6 y 34,4 por ciento respectivamente de votos entre la última semana de campaña y el día de la elección, lo que pondría en duda si se trata de un voto consolidado o presto a migrar. Por el lado del Gran Buenos Aires, se observa un comportamiento relativamente parecido por parte de los votantes, donde Massa se ve fuertemente beneficiado del “sufragio de último minuto” con el 21,3 por ciento de decisión dentro del cuarto oscuro.
Dos temas interesantes que surgen del trabajo realizado por el Cedop se refieren a los sectores a quienes los votantes les atribuyen mayor poder frente al gobierno nacional y, por otra parte, las consideraciones de los ciudadanos acerca de las razones por las cuales es escasa la participación en política.
Los medios de comunicación son abrumadoramente considerados (42,9 por ciento de los encuestados) como el sector que mayor poder tiene frente al Gobierno, seguido de los sindicatos (14,5) y los empresarios (13,7). “El pueblo” fue señalado como influyente por el 10,2 y por encima de la Justicia (4,4), el campo (4,1) y el Congreso (3,9). En último lugar del ranking quedó ubicada la Iglesia, a quien sólo el 2,4 por ciento de los sufragantes le adjudica poder sobre el Gobierno (ver gráfico 4). Entre los que consideran que los medios de comunicación tienen gran poder se ubican, el 69,2 por ciento de quienes apoyaron a Ricardo Gil Lavedra (Unen), el 61,5 de los votantes del FpV en la Capital, el 42,0 de los que votaron a Carrió y el 38,9 de los que se inclinaron por Altamira.
En cuanto a las razones que fundamentan la escasa participación en política, los votantes de Capital y CBA aseguran que la política “no interesa” (31,2 por ciento) y “es inútil” (20,0), sumando entre ambos grupos más de la mitad de los votantes (ver gráfico 3). El 63,7 por ciento de los votantes de los candidatos de Unen en la Capital considera que la política “es inútil” y lo mismo piensan el 28,6 de quienes apoyaron a Zamora y el 27,8 de quienes se inclinaron por Altamira. El 17,2 por ciento (15,2 en Capital y 18,6 en GBA) argumentan que “ningún partido nos representa”, el 9,3 señala la “falta de tiempo” como razón, pero el 6,0 sostiene que “no hay dónde participar”. La “deshonestidad política” a veces indicada como causa de desinterés por los medios de comunicación sólo es referida por el 4 por ciento de los votantes.

Ficha técnica

El estudio del Centro de Estudios de Opinión Pública (Cedop) de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, fue efectuado con modalidad en boca de urna el día 11 de agosto de 2013. Se realizaron 1203 consultas en las 15 comunas de la ciudad de Buenos Aires y en los partidos de Avellaneda, General San Martín, Hurlingham, Ituzaingó, José C. Paz, Lanús, Lomas de Zamora, Malvinas Argentinas, Morón, Quilmes, San Isidro, San Miguel, Tres de Febrero, Vicente López, Almirante Brown, Berazategui, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, La Matanza, Moreno, San Fernando y Tigre. La metodología muestral utilizada permite una confianza del 95 por ciento en los resultados obtenidos.

Massa- Insaurralde clivajes y entropías de las marcas políticas



Por Rubén Weinsteiner para ADN

Los atributos de la marca política,  la definen en contextos cada vez más dinámicos, que los vuelven permeables y demandan significados  que se adapten a escenarios,  donde los códigos se resignifican y  ponen a prueba los valores.
Las denuncias contra presuntos hecho de corrupción en 2011, posicionaban a la “marca Carrió” con  el 1,8 % de los votos,  y hoy con el mismo posicionamiento marcario,  la ubican liderando con UNEN la ciudad de Buenos Aires, luego de un año y medio de Lanata con altos índices de rating.
Podemos decir que la “marca Carrió” es la expresión electoral de la “marca Lanata”. Teniendo en cuenta que la totalidad de las denuncias sobre casos de corrupción de Lanata apuntan al gobierno nacional, y en ningún caso al gobierno de la ciudad, el Espacio UNEN se impone  al macrismo, porque más que el ataque al gobierno, pesa la instalación del clivaje: honestidad-corrupción.
Los clivajes  instalados definen el escenario pero no el resultado, que está atado a diversas variables de índole política, económica, social, de gestión de humores y percepciones, de formato y volumen y  de  impacto de politicas públicas entre otras.
En el enfrentamiento entre Massa e Insaurralde pesó más la instalación del clivaje  gestión=seguridad/cámaras= ondas de amor y paz, instalado  por parte de la campaña de Massa, que el clivaje propuesto por la campaña de Insaurralde:  K-no K,  “estás conmigo y aprobás todo lo que hago o sos de la corpo”, “en la vida hay que elegir”.
Seis de cada diez personas que eligieron al de Tigre,  fundamentaron su apoyo en “los antecedentes de Massa en la gestión”, es decir, la fama que construyó al frente de la intendencia de Tigre. Curiosamente, sólo uno de cada diez  personas votaron a Massa por su perfil opositor, es decir que una parte  importante de los votantes,  piensa que es algo así como un “post kirchnerismo”.
Siempre decimos que todo discurso con vocación hegemónica debe incluir y superar a aquel discurso al que intenta desplazar y esto es uno de los fundamentals del posicionamiento marcario de Massa, aún cuando intercambió nutrido fuego con el gobierno nacional.
Los clivajes que fueron eficaces en 2011 no tienen porqué serlo ahora
Massa ganó en el voto joven, porque sus clivajes fueron estratégicamente los que más les convenían a su marca política  en ese segmento. El clivaje más eficaz hacia el interior del voto joven es sin duda : “gato-autentico”,  y ahí Insaurralde se hubiera hecho más fuerte porque da más autentico que un Massa impostado que repite muletillas y lugares comunes,  se saca el saco y con voz aflautada pregunta “¿quieren pelear?”.
Massa planteo un clivaje dinámico a  futuro, desde una marca política nueva y sin desgaste; “subite al micro no te pedimos nada”. Insaurralde planteo un clivaje rígido, de pertenencia como factor atado a una instancia de identificación y adhesión pasada.
La marca política sufre de entropía, se gasta,  y requiere de homeostasis, dotarla de nuevos significados e imágenes para ser disparados a la cabeza de los votantes.  El “mensaje del día” de la marca política es un “texto en contexto”. Teniendo en cuenta lo dinámico del escenario,  para gestionar eficazmente una marca política  debemos,  más que” lo que decimos”,  considerar, “a quien se lo decimos”, y más que “quien vota”, debemos tener en cuenta “desde donde vota”.
 
Rubén Weinsteiner

Sobre la existencia de un "peronismo disidente"


Darle consistencia política y electoral a los retazos peronistas existentes por fuera del espacio " k", es la estrategia tradicional de la derecha conservadora, abandonadas ya las hipótesis de reordenar un espacio opositor vía PJ disidente filomazorca (Duhalde2005) , UCR (Cobos 2009) o PRO (Macri hasta las PASO) y hoy tras el resultado de las primarias, Sergio Massa.
Sobre la existencia de un peronismo "no k o disidente" , la verdadera clave de la etapa que se abre tras las PASO , resulta como hipótesis una discusión pertinente para nuestro lectorJohn William Puck, hipótesis que supone una construcción aún pendiente , que sin embargo con mayor o menor "picardía" , se ve plasmada como realmente existente en los trabajos de Burdman y la Universidad Di Tella.
Leemos al respecto , un muy interesante análisis deJohn William Puck

La existencia de un espacio peronista no kirchnerista, de tinte claramente conservador me parece algo más que una entelequia. Es parte de una hipótesis política que no puede despreciarse. De hecho el estudio del Di Tella que cita Verbitsky realiza dos picardías, legítimas ambas, pero que hay que considerar. Por un lado quita del cómputo a los votos en blanco, lo cual es legítimo para las elecciones donde se eligen cargos, pero no para éstas. Son 700.000 votos que se quitan del denominador. La otra es más sustantiva: separa al espacio del PRO y sus supuestos aliados de la pertenencia a ese clivaje populista conservador. Como si la distancia que hubiera entre los votantes de Massa y los de Macri fuera mayor que la que hay entre los de Massa y los de De Narváez.

El efecto de esta sutileza es poner a tiro al espacio radical-socialista de la segunda posición, y generar la idea de una competitividad entre tercios en paridad de condiciones. Pero los tercios son asimétricos. Los votos entre los sectores populares y populistas se trasvasan con mucha mayor facilidad de lo que lo hacen entre ellos dos y el tercio “republicano”-radical-socialista. De hecho obedecen a referentes territoriales que hoy están aquí y mañana están allá, pero el aquí y el allá es el de la comarca populista, ya sea en su orientación kirchnerista o en su orientación conservadora. Lo que erosiona el poder territorial no es sólo el pase de caciques locales al sector PJ no K, sino también la falta de correlatos claros y de orientaciones precisas relativas al hecho de NO hacerlo. Quedarse en el segmento K, muy bien, ¿y para qué? Los para qué hoy son todos defensivos. Simplemente asegurar logros pretéritos. Ese no es un buen motivo.

Otras dos cosas: primero, el peronismo no kirchnerista tiene una realidad bien tangible en el territorio y, paradójicamente, hoy tiene claro el objetivo de su posible unión. Yo no veo imposible que se ordenen. La gran dificultad consiste en hacer ver que el PRO, lejos de ser una alternativa nacional, es un socio menor, muy menor, de ese armado, y que Macri, lejos de ser una figura de primerísima línea, es una figura a la altura de Del Sel, De la Sota o De Narváez. La sobre-representación simbólica del macrismo es inversamente proporcional a su efectividad política y su capacidad eleccionaria. Sus desatinos, la falta de cuadros y de criterio pueden dejar al peronismo de derecha sin el millón de votos del dúuo de humoristas Macri-Del Sel, y sin los 400.000 del otro dúo humorístico (Baldassi-De Angelis). Si la derecha peronista resuelve el enigma Macri (y sus réplicas territoriales en el Litoral) yo lo veo en aptitud de ordenarse y competir en serio. Se comunica su electorado sin ambages con el electorado potencialmente kirchnerista.

Segundo, lo que no tiene realidad es el espacio “republicano”: ¿de dónde tomarían votos Binner, Cobos o Carrió, o quien fuera, para estirarse por encima del 25% actual para escalar hasta un posible ballotage? Todo se hace cuesta arriba en este espacio, que aún cuando pudiera ordenarse (y aún eso se ve difícil) no se sabe de dónde tomaría votos, territorios, imaginarios, identificaciones. La pasión republicana es de minorías. Luego del colapso de la convertibilidad el panorama es claro.

En 2003 las distintas variantes republicanas alcanzaron el 34% de las voluntades, divididos en varias candidaturas (Lopez Murphy, Carrio, Bravo, Moreau). En 2005 bajó al 25%, y en el 2007 volvió a estirarse, con las candidaturas de Carrió, Lavagna y López Murphy. Es difícil estimar cuánto del voto de UNA, esa confusa mezcla de radicalismo y el peronismo no kirchnerista detrás de Lavagna puede imputarse al voto anti-populista. Aún así es claro que entre todos esos candidatos orillaron el 40% de los votos a nivel nacional, capturando una parte del voto anti kirchnerista del peronismo. El tercer lugar obtenido, y el magro resultado alcanzado debería ser aleccionador. La simbiosis radical-conservador popular no sumo mucho con el híbrido entre Lavagna y Morales.

Si la mitad de los votos de UNA eran peronistas, el republicanismo nuevamente rondó el 34% de los votos. Más adelante, en pleno clima pos-125, en las elecciones de 2009, sumando el Acuerdo Cívico y Social y algunos grupejos aislados el republicanismo, nos encontramos con que esta “sensibilidad” orilló el 33% de los votos. Luego en 2011 la sumatoria del FAP, de UDESO y de la Coalición Cívica no llega al 30% (29,77% para ser exactos). Ahora en 2013 el espacio republicano vuelve a rondar el 25%. Esto equivale volver al nivel del 2005. Si vemos la secuencia del 2003 al 2013 (34, 25, 34, 33, 30, 25) surge un intervalo que manifiesta descensos en las legislativas y pequeñas recomposiciones en las ejecutivas, sin mayores consecuencias, dada la fragmentación del espacio. El techo de esta orientación es muy claro, tanto como su piso.