Argentina: Viaje al corazón de Vaca Muerta

Maristella Svampa


El no reconocimiento de la responsabilidad de la Gendarmería nacional en la desaparición forzada de Santiago Maldonado, y más aún, la negación sistemática del hecho, ocurrido en una solitaria ruta de la Patagonia argentina el pasado 1º de agosto, en el marco de una protesta en reclamo por la liberación del lonko (líder) mapuche Facundo Jones Huala, ha generado en el gobierno de Mauricio Macri una inesperada crisis política. Por un lado, la desaparición puso en el tapete no solo el endurecimiento del contexto represivo, sino también el desconocimiento y la indiferencia del actual gobierno respecto de los consensos forjados en la sociedad argentina en torno a los derechos humanos, luego de la experiencia del terrorismo de Estado y la desaparición forzada de miles de personas bajo la última dictadura. Por otro lado, en medio de una enorme campaña política mediática de carácter antiindígena, la crisis terminó por dar visibilidad a los reclamos de los mapuches sobre la propiedad de las tierras, hoy en disputa.



Vaya a saber cómo evolucionará la indagación de la justicia, ante el llamado a declaración de los gendarmes presentes en la represión que culminó con la desaparición de Maldonado y cómo esto impactará en las elecciones parlamentarias de octubre, que –supuestamente– confirmarían el triunfo del oficialismo a escala nacional. En lo que respecta a los reclamos mapuches, desde el principio el oficialismo dejó en claro una estrategia política que retoma y potencia las lecturas demonizadoras de los grandes propietarios rurales, que asocia a los mapuches con la violencia e incluso el terrorismo, además de desempolvar viejas acusaciones como aquella de que «los mapuches no son argentinos, sino chilenos» o que «han exterminado a los tehuelches», los supuestamente verdaderos «originarios» de la región. La campaña de demonización está ligada a la apuesta explícita que el gobierno de Macri hizo por la profundización del modelo extractivo, basado en la explotación de combustibles no convencionales, la megaminería a cielo abierto, la multiplicación de represas hidroeléctricas y la expansión de cultivos transgénicos, a lo cual hay que añadir los emprendimientos inmobiliarios, emplazados en territorios que defienden comunidades indígenas y no indígenas, muchos de ellos en manos de propietarios extranjeros.





El caso es que desde fines de 2015 la situación de las comunidades indígenas que reclaman tierras ancestrales ha empeorado. Ha habido numerosos desalojos y varios dirigentes indígenas encarcelados en situación irregular, entre ellos el wichi Agustín Santillán, detenido y encarcelado en la provincia norteña de Formosa, contra quien se reactivaron causas anteriores, así como el dirigente mapuche Facundo Jones Huala, a quien se le atribuyen crímenes de una enorme gravedad y está en proceso el pedido de extradición de Chile.

La agresiva campaña político-mediática que apunta a asociar a grupos mapuches con la violencia política, supuestamente articulada por el grupo radicalizado Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), del cual se sabe poco y se inventa mucho sin rigor investigativo alguno, arrancó a principios de año y fue nota central de dos de los principales diarios del país.




Las comunidades mapuches están repartidas por el inmenso territorio patagónico, en las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut. Después de la llamada «campaña del desierto», en 1878, que exterminó una parte de los indígenas del sur, muchos de los sobrevivientes fueron reclasificados como «trabajadores rurales», considerados ciudadanos de segunda y arrinconados en la estepa y la cordillera, en territorios en ese entonces no valorizados por el capital.


Hace unos días tuve la oportunidad de visitar Añelo y Campo Maripe junto con la Confederación Mapuche de Neuquén. Se trata de una de las organizaciones indígenas más sólidas y de mayor trayectoria en la Patagonia. Con el apoyo de Organizaciones no gubernamentales (ONG) internacionales, ha venido desarrollando un trabajo social y político que apunta a lograr un mayor ejercicio de los derechos, así como el fortalecimiento y difusión de su cultura. Las relaciones de la Confederación Mapuche con el poder político, económico y judicial de la provincia siempre han sido tensas. En 2006, logró un triunfo histórico, al incorporar en la reforma de la Constitución neuquina un artículo que reconoce la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas, así como el reconocimiento jurídico de las comunidades por parte del Estado provincial. Sin embargo, la realidad de los territorios atravesados por la lógica del capital extractivista está lejos de la promesa de la interculturalidad. En 2013, el Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas (ODHPI), destacaba que, solo para el caso de Neuquén, había 42 juicios penales (25 de ellos por el delito de usurpación), que criminalizaban a 241 mapuches por sus acciones. Estas luchas están ligadas a derechos reconocidos jurídicamente, como los reclamos de tierras y territorios, cuyos derechos se hayan amparados por la normativa nacional y provincial existente.


Mi presencia en el corazón de Vaca Muerta, junto con organizaciones sociales, activistas e intelectuales de variados países, estuvo vinculada a la realización de un «acto de desagravio» por el cuarto aniversario de la firma del convenio entre la multinacional Chevron y la empresa argentina Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), el cual abrió las puertas al fracking a gran escala en la provincia de Neuquén. Quizá pocos lo recuerden, pero la aprobación de dicho convenio por parte de la legislatura neuquina (que debía refrendar lo firmado por el gobierno nacional entonces presidido por Cristina Fernández de Kirchner), rompió con todos los protocolos democráticos e incluso tiró por la borda la intensa retórica nacional-popular y latinoamericanista desplegada por el oficialismo de entonces. El 28 de agosto de 2013, mientras los diputados neuquinos votaban afirmativamente sin conocer la letra del convenio, fuera del recinto se desarrollaba una interminable represión –una de las peores del ciclo kirchnerista– sobre una nutrida movilización compuesta por organizaciones sociales y ambientales, comunidades mapuches, partidos políticos de izquierda y estudiantes.


Sin embargo, el kirchnerismo no estaba solo: tanto la oposición de centro como de derecha acompañaron su decisión. Más allá de las desprolijidades, el «Consenso de los commodities», como hemos caracterizado este periodo, proyectaba a Neuquén como la nueva «Arabia Saudita». En gran medida gracias a la imagen proyectada por Vaca Muerta (la más grande formación de shale o roca de esquisto de Argentina), tuvo la particularidad de mostrar el resistente hilo negro que une en una misma visión sobre el desarrollo a progresistas, conservadores y neoliberales. Como consecuencia, y al igual que con la soja y la megaminería, Argentina apostaría a convertirse en un laboratorio a gran escala en la implementación de una técnica tan controversial a escala global, a través de un marco regulatorio claramente inconstitucional y muy favorable a las inversiones extranjeras.



La historia no es sin embargo lineal. A partir de 2014, la caída de los precios internacionales del petróleo habría de poner freno la fiebre eldoradista en Vaca Muerta, lo cual no impediría el inicio de un proceso de reconfiguración social y territorial, con sede en Añelo, localidad ocupada por las grandes operadoras transnacionales. Ciertamente, en Añelo todo está listo para (volver a) arrancar, cuando se de la señal de largada; esto es, apenas aumente el precio el petróleo y proyecte un horizonte de rentabilidad la esperada inversión de las grandes corporaciones globales.


La región de Vaca Muerta está lejos de ser un «territorio vacío», tal como es concebido por las autoridades provinciales y nacionales. Allí se asientan de modo disperso unas veinte comunidades indígenas. Y en función de los derechos colectivos reconocidos por la Constitución nacional y las normativas internacionales, los mapuches están lejos también de ser meros «superficiarios», como los tildara sin sonrojarse uno de los directores de YPF, en un debate reciente. Así, a raíz de las protestas llevadas a cabo por la Confederación Mapuche, en 2014 el gobierno del Neuquén debió reconocer a la comunidad de Campo Maripe, asentada en la zona desde 1927. El territorio en disputa, señala el Observatorio Petrolero Sur, son 10.000 hectáreas pero el gobierno solo acepta como parte de la comunidad unas 900. Pero en esta extensión es imposible realizar las tareas de pastoreo extendido y agricultura, las dos actividades de las que viven las 120 personas que forman parte de ella.


Desde 2015, los conflictos se agravaron y son muchos los dirigentes mapuches judicializados: en julio de este año, la gendarmería irrumpió en Campo Maripe, por pedido de YPF, para sitiar y resguardar la zona de explotación de YPF-Chevron; y hace unos días, un fiscal declaró en rebeldía a seis integrantes del lof Campo Maripe, sobre quienes pesa la acusación de «usurpar» un camino privado que conduce al yacimiento Loma Campana.


Este es un ejemplo, pero son muchos más los territorios en disputa, hoy recuperados por comunidades mapuches que alertan sobre una extendida cartografía del conflicto frente al avance de las diferentes modalidades del extractivismo y el acaparamiento de tierras. Cierto es que compañías como Chevron o Halliburton, propietarios como el británico Joseph Lewis o grupo Benetton, se expandieron notablemente durante el ciclo progresista, pero en aquellos años el avance de la lógica depredadora del capital debía convivir con una narrativa oficialista de los derechos humanos que, aún en contra de lo que las propias políticas del kirchnerismo impulsaban, también incluía los derechos de los pueblos indígenas. No por casualidad, en 2006 y en un contexto de creciente conflictividad, se sancionó la ley 26.160, que prohíbe los desalojos de las comunidades indígenas de las tierras que ocupan y ordena la realización de un relevamiento territorial.


Sin embargo, hoy el doble discurso, sus tensiones y contradicciones, parecen parte del pasado. No solo el racismo contra los indígenas sigue operando como dispositivo disciplinario y fuertemente criminalizador en las ciudades, sino que éste cobra nuevas dimensiones en las crecientes disputas por los territorios. La campaña antiindígena contra los mapuches es una clara ilustración pues elimina matices y complejidades, lo que es facilitado por la mirada simplificadora y agresiva de ciertos grandes medios de comunicación. Su objetivo es claro: se trata de disociar los reclamos de los mapuches del discurso de los derechos humanos, asociándolos a la violencia, y creando las bases de un consenso antiindígena que avale ante la sociedad el avance del capital sobre los territorios en disputa. A este contexto de creciente demonización se agrega que hace unos días el Senado de la Nación, con el voto activo del oficialismo y la abstención de una parte de la oposición (que incluyó al kirchnerismo), rechazó tratar con urgencia la prórroga de la ley 26.160, que vence a fines de 2017.


Hoy más que nunca la prórroga de dicha ley exige el fin de la indiferencia y la adopción de un compromiso decidido de la sociedad civil en apoyo de los pueblos indígenas. Dicha intervención no solo permitiría desmontar el consenso antiindígena que se pretende instalar; también habilitaría un diálogo necesario y democrático con las comunidades indígenas sobre el lugar que estos pueblos deben tener en el Estado argentino. Al mismo tiempo, la intervención de la sociedad civil posibilitaría abrir el esperado debate sobre el avance de modelos de maldesarrollo en los territorios y el rol que las resistencias sociales hoy existentes tienen en defensa de la vida.





Maristella Svampa
es socióloga y escritora, profesora de la UNLP, Investigadora Principal del Conicet y miembro de Plataforma 2012.

C5N podría ser vendido al grupo Terranova



La información fue difundida por Clarín. Según señala, la operación incluiría todos los medios de Cristóbal López.




El diario Clarín dio a conocer la información de que el canal de noticias C5N y el resto de los medios que posee el empresario Cristóbal López podrían ser vendidos al grupo empresario Terranova. El mismo es mendocino.

Según Clarín “versiones aún no confirmadas indican que C5N y todo el Grupo Indalo Media sería comprado por la familia Terranova, empresa con base en Mendoza que tiene como su nombre más conocido al piloto automovilístico, Orly”.

Uno de los medios más conocidos de este grupo es, actualmente, el portal MDZ Online. Orly Terranova llegó a ser candidato del PRO en elecciones locales en Mendoza, en el año 2010.

La relación entre el actual oficialismo nacional y el grupo Terranova no terminó ahí. En el año 2013 funcionarios del PRO fueron denunciados por haber otorgado a Publicidad Sarmiento SA, empresa del padre de Orlando Terranova. El contrato era por $ 75 millones y el escándalo se suscitó por el hecho de que la empresa en cuestión habría presentado documentos falsificados.

En 2015, los Terranova fueron parte de los aportantes destacados a la campaña de Macri en las primarias, aportando cifras de varias decenas de miles de pesos.

Los cinco "separatismos" que sacuden al tablero internacional

El caso de la península de Crimea ha conmocionado al mundo y reavivado los recuerdos de la Guerra Fría. Sin embargo, está lejos de tratarse de una excepción. Antes y después de él, los movimientos independentistas siguen modificando las fichas del mapa mundial






La crisis internacional desatada a raíz de las revueltas ucranianas, primero, y del referéndum de Crimea, después, ha vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre la autodeterminación de los pueblos y, más específicamente, ha encendido deseos secesionistas que permanecían latentes en distintos puntos del mapa.


Kosovo, Cataluña, Escocia y hasta Malvinas tienen puntos de contacto con Crimea, incluso en lo relativo a la cambiante posición de las potencias mundiales en cada uno de los casos.


Las rupturas o las anexiones no siempre tienen el mismo trasfondo. En efecto, esto puede responder a cuestiones culturales, étnicas, políticas o económicas, dependiendo del caso, e incluso puede tratarse de una combinación entre varios factores.


De acuerdo con el especialista José Mosquera, actualmente en el mundo hay aproximadamente 60 conflictos separatistas abiertos. Un repaso por los cinco más sonados echa luz sobre un tema que no pierde vigencia a pesar de los años.








1) Crimea


El anuncio de la adopción del rublo -moneda rusa- en Crimea podría ser el último paso del proceso de independencia de esta región, en una crisis que comenzó hace más de tres meses con las protestas contra el gobierno de Víktor Yanukovich.


Una Ucrania al borde de la quiebra y necesitada de crédito internacional rechazó la ayuda de la Unión Europea a cambio de un acuerdo con Rusia, lo que, después de casi dos meses y más de 100 muertos, le valió la destitución a Yanukovich.


Con la asunción del nuevo gobierno ucraniano, la región autónoma de Crimea, de mayoría rusa, manifestó no sentirse representada y anunció formalmente un referéndum para separarse del gobierno central. Rápidamente, Rusia desplegó tropas en torno al puerto de Sebastopol, principal base militar rusa en el mar Negro y se pronunció a favor de la separación de Crimea.


Después de la condena internacional a lo que fue considerado un "increíble acto de agresión" por parte de Rusia, y una "declaración de guerra" según Ucrania, la tensión en la península del mar Muerto aumentó hasta poner en alerta al mundo y revivir los peores recuerdos de la Guerra Fría.


Con la pregunta "¿Está usted a favor de la reunificación de Crimea con Rusia como sujeto de la Federación Rusa?", el domingo 16 de marzo el 96,66% de los ciudadanos crimeos decidió su independencia de Ucrania y comenzó formalmente el proceso para unirse a Rusia. Putin no perdió tiempo y firmó su anexión a través de un decreto.




2) Kosovo


En la conflictiva península de los Balcanes, las diferencias étnicas empujaron en 1999 a la región autónoma de Kosovo a independizarse del territorio Serbio, aunque recién en el año 2008 se declaró como un Estado autónomo.


Son llamativas las similitudes que permiten una comparación con Crimea: en ambos casos se trata de provincias dentro de un Estado del cual decidieron separarse unilateralmente, ambos territorios cuentan con una mayoría étnica distinta a la dominante en el país y, por último, ambos fueron paulatinamente perdiendo el grado de autonomía respecto de la administración central que tenían originalmente.


Sin embargo, las diferencias son significativas e impiden una equiparación automática. En Kosovo, antes de la separación, hubo una invasión serbia que fue catalogada como limpieza étnica y que habilita a los kosovares a apelar al derecho a la autodeterminación de los pueblos.


Son varios los historiadores que consideran que las atrocidades cometidas por Serbia en Kosovo le han quitado la autoridad al primer país para reclamar gobernar territorio kosovar.


A su vez, las potencias internacionales han sostenido posiciones ambivalentes con relación a los casos de Crimea y Kosovo. Aunque Vladimir Putin ahora reclama a los Estados Unidos haber apoyado en su momento la independencia kosovar -"¿Por qué Kosovo puede y Crimea no?", increpó el ruso a su par estadounidense-, expertos explican que la ocupación militar rusa en la península crimea marca la primera gran diferencia con la actitud adoptada por Estados Unidos en los Balcanes. Los roles de la Guerra Fría se han invertido, aunque no sin matices.


Por último, los números y las cifras del Kosovo independiente generan preocupación ante los separatistas del mundo. De acuerdo con un artículo publicado en El Confidencial, su economía muestra una balanza comercial deficitaria, escasas inversiones y una deuda pública que aumenta a un ritmo preocupante desde 2008 a esta parte.




3) Malvinas


Con más diferencias que similitudes, el status de las Islas Malvinas ha sido evocado recientemente a propósito de la crisis en Crimea entre Estados Unidos y la URSS.


En medio de los cruces diplomáticos, el Ministro de relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, afirmó que "Crimea significa más para Rusia que las islas Malvinas para Gran Bretaña".


La comparación despertó entre otras cosas el reclamo de la presidenta argentina Cristina Kirchner, que durante una visita oficial a Francia, pidió que la "integridad territorial" sea aplicada a todos los países del mundo, en relación al reclamo de su país sobre las islas del sur del Océano Atlántico.


La presencia inglesa en las Islas Malvinas se remonta al siglo XIX, pero ha sido un punto de conflicto entre los dos países recién un siglo después, y motivo de una guerra en el año 1982.


En marzo de 2013, los isleños participaron de un referéndum en el que el 99,8% de la población Kelper votó a favor de seguir siendo británica. De acuerdo con Hugo Swire, el ministro de la Oficina para Británicos en el Exterior y el Commonwealth, esta votación terminó con la disputa por la soberanía de las islas.





4) Cataluña


El reclamo catalán por su independencia es centenario, pero se ha reavivado recientemente con la decisión del parlamento autónomo de Cataluña de convocar a un referéndum para separarse definitivamente de España el 9 de noviembre.


Además de tratarse de la región más rica del país, Cataluña tiene costumbres y hasta un idioma propio que la diferencian del resto de España. A pesar de ser concebido como un territorio autónomo con particularidades desde la Transición -que terminó con el gobierno de Francisco Franco e inauguró la democracia-, los catalanes denuncian que el gobierno de Mariano Rajoy ha avanzado con varias disposiciones que atentan contra dicha autonomía.


Este hecho, sumado a la crisis económica europea que golpeó con particular crudeza a España, han reavivado un proceso de movilizaciones en la región que se caracterizaron por su transversalidad y por su carácter masivo.


A pesar de las amenazas de España y de la Unión Europea sobre la ilegalidad de la decisión y una eventual expulsión del bloque, el presidente del gobierno regional, Artur Mas, aseguró que garantizará la consulta de autodeterminación prevista para el próximo noviembre.





5) Escocia


Actualmente, Escocia impulsa un referéndum para independizarse del Reino Unido. El 18 de septiembre de este año, los escoceses definirán finalmente si se separarán, respondiendo a la pregunta "¿Debería Escocia ser un país independiente? Sí o No" Por ahora, las encuestas auguran un triunfo del no.


A diferencia de lo que sucede en España, el ministro británico para Escocia, Alistair Carmichael, aseguró recientemente que el gobierno de David Cameron acatará el resultado y no intentará bloquear la decisión de ese territorio.


"Si los escoceses votan a favor de la independencia, Escocia será independiente", afirmó. También indicó que el Gobierno está dispuesto a ampliar la autonomía escocesa si esta región opta por quedarse en el Reino Unido.


El independentismo escocés se remonta a principios de 1700, cuando dejó de ser un Estado independiente y fue incorporado a Gran Bretaña.

Trump llama a Kim Jong-un "loco" y promete ponerle a prueba "como nunca se ha visto"

 
El presidente estadounidense ha vuelto a tildar de "loco" al líder de Corea del Norte, a quien "no le importa matar a su pueblo".


El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha prometido en su cuenta de Twitter poner a prueba "como nunca se ha visto" al líder de Corea del Norte, Kim Jong-un.

Además, el inquilino de la Casa Blanca ha vuelto a tildar de "loco" al líder norcoreano, a quien "no le importa hacer pasar hambre o matar a su pueblo".

Por su parte, el canciller de EE.UU., Rex Tillerson, ha indicado este viernes que Washington continuará sus esfuerzos diplomáticos para arreglar el conflicto en la península coreana. Sin embargo, ha resaltado que Washington no excluye la opción militar.
Trump contra Pionyang

El mandatario norteamericano, que mantiene una política hostil hacia Pionyang arremetió el pasado 19 de septiembre contra el líder norcoreano en su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU. Según Trump, Kim Jong-un, a quien llamó "el hombre misil", lleva a cabo "una misión suicida para sí mismo y para su régimen".

Trump también aseguró que si Washington se ve obligado a defenderse, no tendrá "otra opción que la destrucción total de Corea del Norte".
"Deberíamos garantizar la seguridad de Corea del Norte"

Por su parte, el ministro de Exteriores de Alemania, Sigmar Gabriel, ha subrayado la importancia de garantizar la seguridad de Corea del Norte y explicó que es necesario tomarse en serio a su líder.

"Parece que tiene una estrategia clara. Decidió que si posee armas nucleares, nadie le expulsará", ha apuntado el canciller germano en una entrevista. Sigmar Gabriel ha agregado que, por ello, "primero deberíamos asegurar la seguridad" del país asiático.

Economistas profesionales que no pegan una ¿quienes son?



Opinan aquí y allá, venden informes y asesoras, muchos a pymes, pero sus predicciones no pegan "NI UNA". Varios finalmente terminan como funcionarios públicos.


La actividad industrial sufrió caídas generalizadas por menores ventas, más costos y más importaciones.


Por Mariano Kestelboim

Hay una larga lista de pronósticos apocalípticos fallidos a lo largo de la historia nacional; los más recientes fueron grotescos, a pesar de que hayan podido pasar desapercibidos. Consecutivamente, en 2015 y 2016, consultoras muy reconocidas erraron en el signo de variación del PIB. Y, en 2017, vuelven a la carga sin autocríticas y con vaticinios que, otra vez, parecen poco ajustados a la realidad.

En los hechos, a fines de septiembre de 2014 un grupo de once influyentes consultoras preveía una baja del PBI, en promedio, del -0,9 por ciento para 2015 (www.lanacion.com.ar/1731002-preven-un-2015-con-recesion-alta-inflacion-y-reservas-en-baja). La única estimación buena fue la del Estudio Bein, que había previsto un crecimiento del 3 por ciento, muy próxima a la suba real (2,65 por ciento); curiosamente, su director, Miguel Bein, fue asesor del candidato oficialista a presidente.



Ricardo Delgado.

En cambio, los titulares de los centros de estudios que después se integraron al gobierno de Cambiemos habían pronosticado una fuerte recesión para ese mismo año. Uno de ellos fue el de Elypsis, Eduardo Levy Yeyati, quien asumió en el directorio del banco BICE. Su consultora había anticipado una caída del PIB del 2,5 por ciento. También el director de Empiria Consultores y actual ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, Hernán Lacunza, había previsto esa baja. En un escalón inferior (-2 por ciento) se ubicó el titular de Analytica, Ricardo Delgado, economista del Frente Renovador que posteriormente fue designado subsecretario de Coordinación de la Obra Pública Federal, en la cartera que conduce Rogelio Frigerio.

No hubo cambios bruscos en el escenario internacional ni factores climáticos que permitieran justificar los gruesos desaciertos. Al contrario, los sucesos externos con más impacto en la economía local jugaron a su favor. La economía de Brasil inició su derrumbe en 2015, contrayéndose un 3,8 por ciento, cuando los analistas consultados por el Banco Central de ese país preveían, en septiembre de 2014, que iba a crecer un 1 por ciento. Es decir, si el PIB de Brasil hubiera aumentado como se anticipaba, el error de las consultoras locales hubiera sido más grosero todavía. Las inundaciones afectaron la cosecha esperada y, por lo tanto, también apaciguaron sus errores.



Eduardo Levy Yeyati.

El pesimismo se interrumpió de forma abrupta ante la perspectiva de cambio de gobierno. Para 2016, las consultoras pronosticaron un período de ajuste muy corto y que volvería el crecimiento con vigor desde el célebre segundo semestre. Elypsis fue vanguardista. En su informe de febrero de 2015, titulado “2016: el año del rebote”, preveía un alza del PIB de 4 por ciento. Más eufórica resultó la proyección del economista Luis Secco que, en marzo de 2015, confirmó el vaticinio de recesión también previsto antes por sus colegas y auguró que, en la segunda mitad de 2016, el ritmo de crecimiento sería del “7/8 por ciento”. Cuando Macri asumió la presidencia, Secco fue nombrado jefe de Gabinete del Banco Nación. Analytica también se entusiasmó; en enero de 2016, con las principales políticas ya en funcionamiento, su nuevo Director, Rodrigo Alvarez, pronosticó un alza del 1 por ciento para ese año. Empiria Consultores presentó la previsión menos favorable; después de su fallida expectativa de recesión en 2015, calculó, en enero de 2016, un virtual estancamiento (-0,1 por ciento).

La meta del gobierno nacional (una suba de 0,5/1 por ciento) también quedó muy alejada de la pérdida de alrededor de 2,5 por ciento con la que cerraría 2016. Menos optimista pero también lejos del resultado final fue el cálculo de un gran grupo de consultoras y bancos encuestados por la agencia LatinFocus que, en noviembre de 2015, habían anticipado, en promedio, que el PIB tendría una baja de -0,3 por ciento.



Luis Secco.

En 2017 vuelve a reinar el optimismo entre los gurúes más conocidos; prevén un incremento del PIB de entre 3 y 5 por ciento. El más confiado nuevamente es Bein, que llegó a decir que la economía podría crecer por encima del 5 por ciento, aun más entusiasta que el gobierno (3,5/3,9 por ciento).

El FMI se mostró menos convencido sobre la fortaleza de la recuperación. En abril de 2016 pronosticaba un crecimiento de 2,8 por ciento, en octubre pasado lo bajó a 2,7 por ciento y hace pocos días lo redujo al 2,2 por ciento. Estos recortes en las previsiones de crecimiento, de otro modo, ya las está aplicando también Bein, que en sus más recientes informes advierte otro escenario de crecimiento (2,9 por ciento). Dijo que el 5 por ciento suponía que los salarios le iban a ganar ampliamente a la inflación en un año electoral. Cuanto menos, era una visión ingenua tratándose de un gobierno controlado por CEOs, preocupados sobre todo por bajar los costos laborales y combatir la inflación. Hasta el momento, en un contexto de deterioro anual del poder adquisitivo del 7 por ciento para el sector privado registrado y seguramente más alto para los no registrados, el gobierno solo tomó dos medidas a su favor: la extensión de las asignaciones familiares para monotributistas y la reducción del Impuesto a los Altos Ingresos (afecta a menos del 6 por ciento de los trabajadores totales).



Hernán Lacunza.

El modelo de alimentar expectativas positivas para tratar de inducir un comportamiento expansivo de empresas y consumidores, sobreestimando el nivel de crecimiento y recortando las proyecciones a medida que se vislumbran que serán incumplibles, se ha aplicado ininterrumpidamente en Brasil desde 2012. En un escenario donde el gobierno viene empleando medidas de corte liberal similares a las de nuestro mayor socio comercial, deberíamos esperar que la misma estrategia de engañosa promoción del crecimiento se repita en Argentina, como ya empezó a suceder con los recortes en las proyecciones de crecimiento del FMI.

Desde ya, ese instrumento es insuficiente para dinamizar mercados, pero tampoco debe subestimarse. Las previsiones forman expectativas que repercuten en el resultado. Bajo el blindaje mediático instalado que preserva el prestigio de las consultoras, si los analistas coinciden en que habrá crecimiento, aumenta la probabilidad de que lo haya realmente y potencia el efecto de los factores objetivos que lo impulsan. Esto se debe a que los pronósticos inciden en el comportamiento presente de empresarios y consumidores. El consenso de crecimiento en 2017 superior al 3 por ciento es una pauta que buena parte de las empresas y de los consumidores aún considera válida y la tiene en cuenta a la hora de invertir, producir y consumir, al menos durante los primeros meses del año. Por el contrario, si hubiera un amplio consenso sobre una caída del PIB, como se decía para 2015, probablemente se tomarían decisiones más cautas. En cualquier caso, aunque las proyecciones sean acertadas o no, cumplen su función de afectar las decisiones.

Ahora bien, los factores objetivos actuales de estímulo de la economía no alcanzan para llegar a tasas de crecimiento del 3/5 por ciento. En primer lugar, el principal componente de la demanda es el consumo privado (equivale al 74 por ciento del PBI) y viene en brusco descenso. La CAME observó que cayó 7 por ciento en 2016. Ahí ya habrá un efecto arrastre negativo relevante en 2017.



Christine Lagarde.

Si bien se calcula que el gobierno resignará alrededor de 50.000 millones de pesos de recaudación a favor de los empleados de mayores ingresos por la menor presión del Impuesto a los Altos Ingresos, no todos esos recursos (representan casi el 0,5 por ciento del PIB) se volcarán a la demanda. Una parte alimentará la burbuja de especulación financiera y la fuga de capitales. Las partidas destinadas a la Reparación Histórica para los jubilados y pensionados (serían alrededor de 62.000 millones de pesos, 0,6 por ciento del PBI) también podrían ser un factor relevante que impulse el consumo.

Con el techo sobre las paritarias del 18 por ciento, será bastante difícil que puedan cerrar muy por encima del 20 por ciento. Y, como siempre, de forma escalonada y sin computar a los trabajadores no registrados que, en recesión, suelen perder más poder de compra frente a una inflación que, con incrementos programados de combustibles, tarifas y servicios básicos por encima del 30 por ciento, será muy difícil que sea inferior al 25 por ciento. Un ajuste previsional en marzo del 11 por ciento solo permitiría que los haberes le empaten a la inflación que se habrá acumulado en los seis meses previos. Por último, como en 2016, la masa de ingresos este año también está siendo afectada por un menor nivel de empleo que en 2015.

Respecto a la producción, las políticas aplicadas beneficiaron básicamente al sector agrícola, rubro dependiente del clima y, por lo tanto, de comportamiento volátil. Por las inundaciones y los incendios, será muy complicado superar el record de producción de 2016. Además, su peso en el PIB (7,8 por ciento) es mucho menos importante que otras actividades más afectadas por el modelo, como la industria que, a pesar de su brusca caída en 2016, aun representó más del doble de participación en relación al PBI (16,4 por ciento) y, mucho más importante aún, genera un empleo registrado cuatro veces mayor que el del campo. Ambos segmentos, pero especialmente la manufactura, han ido perdiendo a nivel global cuotas a manos de los servicios. Pero es muy importante notar que, en buena medida, eso se debe al proceso iniciado en los años noventa de deslocalización de tareas en los sectores de servicios que anteriormente se computaban en el PIB industrial. Por lo tanto, cuando decae la producción, las actividades vinculadas de servicios sufren el impacto más que antes.

Ante la impotencia del modelo para activar la inversión privada en un escenario de capacidad instalada ociosa en la industria superior al 30 por ciento y con abundantes sobrestocks, un gobierno compuesto por funcionarios poco proclives a alentar la participación pública en los mercados, paradójicamente, debe apostar fuerte a la obra pública, financiada con deuda. No obstante, todos los gastos de capital del gobierno nacional, incluidas las transferencias a las provincias, en el Presupuesto Nacional de 2017 solo representan un 2,2 por ciento del PIB e implican un aumento nominal de solo 32,1 por ciento respecto al presupuesto de 2016. Por más subejecución presupuestaria que haya habido el año pasado, el impulso a la actividad por este canal es limitado.



Rodrigo Alvarez.

En un escenario internacional que seguirá muy difícil con Brasil estancado, los únicos dos factores restantes que podrían mejorar la performance de 2017 son los créditos públicos para la construcción y que una parte significativa de los recursos del blanqueo declarado en el país (7.275 millones de dólares) se vuelque al mercado de bienes durables e inmuebles.

Sin más motores de crecimiento y con tasas de interés reales positivas y mucho más elevadas que las internacionales, el negocio financiero será otra vez lo más destacado de la economía y la industria seguirá en descenso. Así, los pronósticos en manada volverán a exhibir un grueso margen de error y el PIB no recuperará ni siquiera un 2 por ciento, a pesar de la baja base de comparación de 2016.

* Economista EPPA. Profesor UBA y Undav.

Golpe chino al Bitcoin





Tras el temblor generado el lunes por China, ayer el mercado de las monedas virtuales tuvo un respiro y así el bitcoin recuperó más de 2%, a u$s4.418, el ethereum casi 5% a u$s313 y el litecoin rozó los u$s69 (+8%).Vale recordar que días atrás el bitcoin, la moneda emblema del mercado (bautizada como el "oro 2.0") llegó a niveles de u$s5.000 (ya acumula suba de 460% en 2017) mientras que el ethereum alcanzó los u$s377 (gana 5.270% en 2017) y el litecoin (conocida como la "plata 2.0") superó los u$s82 (+1.950% este año).

La crisis entre EE.UU. y Corea del Norte fue uno de los detonantes que llevaron a las criptodivisas a estos niveles récords. Pero no contaron con la movida china que generó un fuerte sacudón en el mercado y provocó caídas de hasta un 20% en las principales monedas virtuales. Así se vio la mayor ola de ventas desde mediados de julio, después de que el bitcoin coqueteara con el nivel de u$s5.000, precio objetivo que los expertos pronosticaban para fin de año.

Ocurrió el lunes: el Banco Central de China anunció la prohibición a empresas e individuos del país a realizar colocaciones de criptodivisas, llamadas ICO (Initial Coin Offerings). De esta manera le cercena la alternativa de financiarse vía este mercado. O sea, lanzando nuevas criptodivisas, como si fuera una oferta pública de acciones (IPO).

Desde hace meses se viene observando en el mundo un fuerte interés de fondos e inversores por las ICO para financiar el desarrollo de nuevas startups y diversos proyectos. Los chinos señalaron, tras una investigación, que penalizarán estrictamente la venta de monedas virtuales y perseguirá posibles irregularidades en operaciones ya cerradas. Pero van más allá, en el caso de quien haya vendido este tipo de criptomonedas al público deberá devolver los fondos. Por tanto, las plataformas de intercambio no podrán cambiar monedas procedentes de las ICO y los bancos tampoco podrán participar en ellas, ya que las autoridades chinas consideran que éstas han perturbado seriamente el orden económico y financiero.

Para los analistas, la novedad china, si bien no pone en jaque a las criptodivisas, sí las hizo tambalear y puede afectar el imparable boom del mercado. Vale señalar que en el último año hubo operaciones por más de u$s1.600 millones. Estas operaciones consisten básicamente en la compra de las divisas creadas por una compañía en lugar de acciones de esta. Basadas en la tecnología blockchain, se han convertido en una forma rápida de recaudar grandes sumas de dinero con poca o ninguna supervisión regulatoria.

Por ello varios bancos centrales, que temen la expansión de estas divisas digitales descentralizadas, han puesto reparos ante lo que algunos señalan como el posible fin del monopolio de la emisión de dinero. En EE.UU., por ejemplo, la SEC (organismo que controla los mercados) advirtió los peligros de las monedas virtuales aunque todavía no las ha prohibido.

Está claro que el mercado de las monedas virtuales no es apto para cardíacos ni inversores adversos al riesgo.

Escuelas tomadas:los pibes se plantan

Leemos en Anfibia

Por Naimid Cirelli
Foto Emiliana Miguelez

Las tomas de escuelas porteñas no son novedad: en 2007 los alumnos reclamaron por los problemas edilicios; en 2008, por el recorte de becas; en 2010, por las obras inconclusas; en 2012 por cambios en programas de estudio. Una cronista compartió la toma con los estudiantes del “Fernando Fader”, del barrio de Flores, una de las más de 30 escuelas ocupadas de Buenos Aires, que resisten la aplicación del plan “Secundaria del Futuro”. Cómo viven los jóvenes –que votan a los 16- su relación con la política y el Estado.




Es martes, son las once de la mañana y en el patio del colegio Fernando Fader del barrio de Flores hay más de cincuenta adolescentes dando vueltas. Algunos llevan baldes con agua y lavandina, otros pintura. Un grupito termina de pegar mosaicos en un cantero, mientras cinco chicas estudian sentadas en unos escalones. Dos pibes juegan en una mesa de ping-pong, una piba de pelo azul grita por megáfono que está por empezar la clase de idiomas y otra pasa pidiendo dinero para murales. Suena el RING del timbre, pero nadie le presta atención. Es el quinto día de toma en la escuela, el primero sin lluvia y quieren aprovechar para hacer todas las actividades al aire libre.



Cami está sentada en una silla escolar que arrastró hasta el centro del patio donde pega el sol. Tiene 19 años, cursa el sexto en la escuela, lleva el pelo largo y lacio recogido en un rodete alto que suelta y vuelve atar mientras habla:



—El día que tomamos vino la supervisora y nos dijo que no teníamos que preocuparnos, que por más que haya una reforma escolar no íbamos a perder el sexto año ni nuestro título, pero en las reuniones en el Ministerio no nos dijeron lo mismo, no hay información, dice.



Y es que el valor del título del colegio es alto: es el único técnico de Latinoamérica especializado en Publicidad, Diseño de Interiores y Artesanías Aplicadas. Aquí los chicos aprenden desde dibujo técnico y realización de maquetas a coser libros de forma artesanal, dibujar desnudos y moldear metales.

“Lo que queremos es información, saber qué se está planeando porqué se aplica sobre nuestra educación”, dice Cami y la interrumpe una chica:



—¿Quién está a cargo de las actividades?

—Cata— contesta ella.

—Hay gente de la asamblea del Corralón de Floresta en la puerta. Quieren venir a dar su apoyo y una charla

—Creo que fue a bañarse a su casa y ahora vuelve. Espérame que ya salgo y hablamos.



Desde hace días que las chicas duermen junto a otras 18 adolescentes en una de las cinco aulas del primer piso colmadas de bolsas de dormir y colchones inflables. El Fader es uno de los 31 colegios tomados en la Ciudad de Buenos Aires: reclaman por el plan Secundaria del Futuro que busca implementar el gobierno porteño y que comenzará a aplicarse en marzo del año que viene en las escuelas de la ciudad.



La reforma se plantea como un cambio de paradigma en la educación: pasar de un enfoque centrado en el aprendizaje de contenidos a uno que busque potenciar las capacidades de desenvolvimiento de los jóvenes. El docente deja las clases magistrales para volverse un “facilitador”, los alumnos deben trabajar el conocimiento de forma autónoma y colaborativa con ayuda de nuevas tecnologías y plataformas adaptativas con estructuras lúdicas. Se elimina el sistema de calificación numérica, las doce asignaturas pasan a ser cuatro áreas y en vez de un programa unificado hay un Plan Personal de Trabajo para cada uno de los 84.845 jóvenes. El último año los estudiantes pasarán la mitad del tiempo escolar en el colegio y la otra en empresas y organizaciones según sus intereses.



Hay puntos de la reforma que generaron el inmediato rechazo del alumnado como en el caso de las pasantías. Otras propuestas tienen buena recepción en la comunidad educativa, pero los estudiantes reclaman por la falta de información en la manera en que se llevará a cabo. Desde julio realizan asambleas y reuniones en las que intentan informarse. Discuten punto por punto qué les parece bien y qué mal. “La reforma se impone de manera inconsulta, sin participación de docentes y estudiantes. Es improvisada porque hay poca información y se aplica el año que viene”, dice Cami.



El colegio Fernando Fader queda en el pasaje La Porteña. Una calle oscura que desemboca en plena Rivadavia. El edificio es parte del casco histórico del barrio, conocido como el Palacio Las Lilas: una casona antigua de estilo Tudor que fue construida hacia 1880. De su historia se conoce poco: que allí nació una artista destacada que era parte del movimiento surrealista, que funcionó un club de elite, que vivió el pintor Fernando Fader y que el primero de mayo de 1927 comenzó a funcionar una escuela.



77 años después y ante el deterioro del edificio, el gobierno de Anibal Ibarra presentó un plan de obra. Ese año se construyó un Salón de Usos Múltiples, pero en medio de una crisis política no continuaron con las demás etapas planificadas. Unos 600 alumnos empezaron a cursar más de 12 horas en un edificio con el 40% del espacio inhabilitado, con aulas provisorias hechas con durlok y baños provisorios que se inundaban. En invierno de 2007 se suspendieron las clases una semana por el frío: en el edificio no había gas. Esa semana de hace diez años los estudiantes tomaron el colegio. Fue la primera medida de fuerza, que se repitió en agosto de 2008 por un recorte del 50% de las becas a estudiantes y terminó con la renuncia del entonces Ministro de Educación porteño Mariano Narodowski.



En 2010 y tras un año de organización de asambleas zonales, los estudiantes tomaron más de 40 colegios: pedían reformas edilicias. Denunciaban la falta de calefacción, el deterioro de paredes y techos. Ese conflicto duró más de un mes y se cerró con la firma de un acta compromiso de Esteban Bullrich, sucesor de Narodowski y hoy primer candidato a senador bonaerense por el oficiliasmo, para realizar nuevos planes de obra.

Para el Fader significó la construcción de un edificio de dos pisos detrás de la casona histórica donde hoy funcionan los talleres escolares. Y donde ahora cuelga sobre una baranda una bandera negra con letras de colores que dice “Fernando Fader”. La pintaron los chicos el año pasado y la llevan adelante en cada marcha. El modelo es una réplica de la que amaron alumnos ya egresados en los primeros conflictos. Esa bandera histórica la tienen guardada, junto a otros trofeos, en un armario.



“Leer atentamente: lo que es una pared rota lleva cemento!! Si la pared está bien solo está mal la pintura y lleva enduido. No se pone enduido en pared rota. Por favor: preguntar antes de hacer cualquier cosa”



La frase está escrita en el pizarrón del aula 3, una de las más grandes y deterioradas del colegio. Es una habitación amplia, con techo alto, molduras y forma de arcada. Hay siete ventanas grandes y una puerta que la comunica con el patio. Un grupo de 10 pibes y pibas de entre 13 y 16 años lija y limpia el lugar. Los coordina una profesora del colegio, que escribió el mensaje para que no haya dudas sobre cómo completar la tarea.



A pocos metros, en un aula donde se improvisó la cocina, suena I Want To Break Free de Queen a todo volumen. 5 pibas y 3 pibes cantan alrededor de una mesa donde pelan decenas de papas. Hoy habrá tortillas para el almuerzo.



Afuera un grupo de estudiantes de primer año arma carteles con las preguntas frecuentes: ¿Por qué tomamos? ¿Qué es la reforma? ¿Qué medidas se hicieron antes? En un rato saldrán a hablar con vecinos sobre el conflicto y no quieren que ningún estudiante esté inseguro sobre qué decir o le de vergüenza. En otro espacio un grupo prepara las actividades para los días siguientes: se viene el 16 de septiembre y hay que coordinar las actividades para recordar la Noche de los Lápices, cuando la última dictadura cívica militar secuestró y asesinó a diez estudiantes secundarios.



Desde el primer día los estudiantes se organizaron en diferentes comisiones para hacer las tareas diarias: hay de limpieza, cocina, actividades y seguridad. La puerta está abierta de 9 de la mañana a 9 de la noche. Arrancan el día con clases de yoga y lo terminan con cine debate. El colegio tiene seguridad las 24 horas, pero los estudiantes montan guardia de a dos y rotan cada una hora. Sólo pueden entrar alumnos o personas que tengan relación directa con ellos. Piden nombre, apellido, división o documento.



El PDF se filtró en vacaciones de invierno. Abru y Cata, alumnas de sexto y quinto año que forman parte del centro de estudiantes, estaban reunidas en la casa de una de ellas junto a otras compañeras cuando sonaron los celulares. Las dos abrieron el mensaje al mismo tiempo. “Secundaria del Futuro” decía en gris sobre una placa blanca adornada con los colores del arcoíris en degradé y el sello del gobierno porteño.



—¿Qué es esto?

—¿Una reforma?

—Nah, es joda.

—No, pará, tiene el sello. ¿Lo implementan el año que viene?

—En las reuniones no dijeron nada, esto no se lee bien

—¿Lo imprimo?

—¡Sí, imprimilo!



Al rato, Abru tenía en las manos veinte hojas ahora en blanco y negro. Como si fuera un trabajo práctico para la clase de historia, empezaron marcar el texto.



Buscaron palabras claves: créditos, aprendizaje integral, modernización, incentivado, colaborativo, desafiante, cambio de enfoque, tecnología. Y se detuvieron en una oración escrita con destacados celeste sobre la cursada del quinto año:



“El 50% del tiempo escolar destinado a la aplicación de los aprendizajes en empresas y organizaciones según talentos e intereses de cada alumno y 50% de tiempo escolar destinado a desarrollar habilidades y proyectos relacionados al emprendedurismo”



La noticia de una reforma escolar circuló rápido: preguntas por la Secundaria del Futuro inundaron los grupos de Whatsapp y redes sociales de los adolescentes. La Coordinadora de Estudiantes de Base, que nuclea a más de 45 colegios de la Capital Federal desde hace seis años, llamó a una reunión extraordinaria en plenas vacaciones de invierno. El encuentro fue en la carpa de PepsiCo, una estructura amplia montada por trabajadores despedidos frente al Congreso de la Nación.



En agosto se armaron asambleas para informar la situación. En el Fader se presentó el PDF punto por punto y discutieron las diferentes interpretaciones. Se votó salir a recorrer colegios y calles para hablar del tema y una marcha que se planeó a tres semanas.



Al día siguiente hubo una reunión del centro de estudiantes: chicos de entre 13 y 15 años desbordaron el espacio. Eran los alumnos de primero y segundo año que no solían ir a ese tipo de reuniones pero ante la reforma decidieron involucrarse. La marcha fue el 30 de agosto. Más de 200 adolescentes salieron desde el Pasaje La Porteña hacia el centro para exigir información de la reforma. Llevaban banderas contra la medida y muchos carteles improvisados con el rostro de Santiago Maldonado, el joven desaparecido el primero de agosto después de una represión a una comunidad mapuche en el sur de Argentina.



Los primeros cruces más recordados entre el periodista Eduardo Feinmann y los estudiantes argentinos datan de septiembre de 2010. Los jóvenes irrumpieron en la escena pública con 23 colegios tomados y una discusión acerca del mal estado de los colegios. “Se nos caen los techos en la cabeza”, decían y llamaban a un diálogo con Esteban Bullrich que se negaba a atenderlos.



“¿Entendiste la pregunta o es muy difícil para vos?”, decía Feinmann. “¿Sabes que tomar colegios es ilegal? I-le-gal ¿entendiste?”. Días después: “Ustedes empezaron tomando colegios, quieren tomar el ministerio. ¿Les gusta la acción directa? ¿Ahora van a tomar la casa de gobierno? Muy bien, muy bien”, decía el periodista, al borde del grito.



Estos diálogos que en 2017 ya son cine de culto posicionaron a los estudiantes como voces autorizadas. Podían contar claro sus reclamos y las responsabilidades estatales. Youtube se llenaba de vídeos con títulos del estilo “estudiante destrozó a Feinmann en vivo”.



El pico de la bronca fue en 2012, en un contexto de 64 colegios tomados, cuando el periodista los trató de “conchudos”. Un estudiante había cuestionado una de las preguntas y este respondió: “El día que pagues tus impuestos, nene, te voy a dar algún tipo de explicación”.



—Yo no pago los impuestos porque todavía no tengo edad para pagarlos, pero mis padres si los pagan y lamentablemente gran parte de esos impuestos se van a subsidiar a la educación privada en vez de ir a los presupuestos de la educación pública, dijo el chico.



Feinmann cortó la comunicación y cerró mirando a cámara: “Si ustedes buscan en el diccionario la palabra conchudo significa astuto, cauteloso, sagaz. Eso es lo que creo que son estos nenes tomadores de colegios, unos verdaderos conchudos”.



La reunión de padres y madres fue un domingo de septiembre. Veinte estudiantes se juntaron antes para repasar qué iban a decir frente a las familias. Anotaron varios puntos en un cuaderno y prepararon el aula. Acomodaron las sillas en círculo y armaron una mesa larga con los bancos. Arriba pusieron un mantel negro y varios mates para compartir. En el pizarrón escribieron con letras grandes: ¿Dónde está SANTIAGO MALDONADO?



Las familias empezaron a llegar con facturas y galletitas. Eran más de 80 adultos inquietos que se sentaron a esperar indicaciones de sus hijas e hijos. Ellos empezaron a hablar: contaron cómo se enteraron de la reforma y las medidas previas, explicaron los cambios y las dudas que tenían, hablaron de las comisiones que armaron para organizar la toma, de la seguridad y abrieron lugar a las preguntas.



“Lo que más generaba preocupación era la seguridad de los chicos y que se cumplieran todas sus necesidades”, cuenta ahora Cristina, mamá de un estudiante de quinto año y parte de la cooperadora el colegio. “Muchos padres y madres no estaban de acuerdo pero se acercaron porque su hijos habían votado a favor de la medida y querían garantizar que estuvieran bien”.

Aquella noche llenaron la expensa de comida, crearon sus propias comisiones para acompañarlos, organizaron un cronograma para que hubiera adultos durante la noche en el colegio y armaron un grupo de Whatsapp al que se sumaron 195 personas. Desde ese momento el teléfono de Cristina no para: llegan fotos de estudiantes sentados en el piso escuchando una charla o de pibas arreglando una pared; frases lindas de algún padre orgulloso y otras de madres enojadas. Todos los días se suma alguien nuevo.



La regla dice que deben cenar todos juntos. Es domingo a la noche y cincuenta pibes y pibas ponen la mesa en el patio. En la cocina empiezan a servir platos de polenta o fideos con salsa con carne o vegetariana. Tres chicos se acomodan en la punta, desde ahí se puede ver un patio que da a un portón a la calle. Del otro lado cuelga una bandera blanca con letras rojas y azules que dice: COLEGIO TOMADO.



Son las diez de la noche y en este pasaje de Flores siempre se escuchan ruidos. Algún grito o botellazo y vidrio que se rompe en una discusión. Eso no los altera. Sólo se preocupan cuando ven las luces azules de un patrullero. No llegan a asomarse que ya hay un efectivo observándolos desde las ranuras del portón.



Una de las chicas se acerca:



—¿Necesitan algo?, pregunta a los dos efectivos.

—Buenas noches, sí ¿podría acercarse más? Necesitamos saber algunos datos, cuándo va a terminar la toma, cuáles son sus reclamos, dice el efectivo.



La joven de quinto año, avanza:



—Identifíquense primero, dice.



El otro policía contesta que están dando vueltas por los colegios desde temprano para juntar los diferentes reclamos.



—Con una lista de lo que están pidiendo y un par de firmas los dejan tranquilos, dice uno.

—Mira, yo no quiero venir a molestar. Si fuera por mí se quedan acá adentro lo que se les cante. Pero los de arriba nos piden, necesitamos que nos den sus reclamos y que firmen, insiste el otro.

—Puedo escribirte los reclamos pero no vamos a firmar nada



Se acercan otros estudiantes y una madre. Deciden darles el papel, pero vuelven a pedir que se identifiquen. Llega un funcionario de la Defensoría del Pueblo que estaba haciendo una ronda en otro colegio. Pide datos a los policías que ellos se niegan a dar y se arma una discusión. Al final se retiran con el papel sin firmar y el funcionario le da la madre todos sus datos por si vuelven a aparecer.



A los dos días un coche se estaciona en la puerta del colegio con cuatro hombres dentro. Con un láser apuntan hacia las ventanas de las aulas donde duermen los alumnos. Una madre se da cuenta y llama al defensor que aparece a la media hora. Al ver movimiento, el conductor del auto arranca.



Un protocolo contra las tomas, funcionarios porteños que ingresaron al colegio para decir que las asambleas son ilegales, patrulleros que circulan por los colegios, son algunas de las situaciones que se denunciaron en estos días.



La primera mesa de trabajo conjunta entre funcionarios de gobierno y estudiantes del secundario fue en diciembre de 2016. Voceros de colegios llegaron a las oficinas del Ministerio porteño en la calle Paseo Colón para presentar los puntos claves de preocupación: situación edilicia, la aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral, becas y viandas y problemáticas de género. En el piso 12 los esperaban asesores de distintas áreas con galletitas y jugo.



Durante seis meses los encuentros se repitieron cada tres semanas, las galletitas dejaron de estar en la mesa y las discusiones se pusieron tensas con actas sin firmar. La ministra Soledad Acuña no participaba de los encuentros y los asesores no daban respuestas concretas. Desde que se filtró el documento de la reforma en julio hubo dos reuniones. En ambas los jóvenes pidieron información.



“Es un proyecto que está muy verde”, le dijo uno de lo asesores a delegadas del Fader. Cuando el reclamo llegó a los medios de comunicación, el ejecutivo convocó a una nueva reunión. Esa tarde les presentaron los mismos puntos ya filtrados en el PDF:



—El espíritu del proyecto es que se modernice la educación, que cambien los roles entre docentes y alumnos e ingrese la tecnología, -dijo una funcionaria-, la disposición de las aulas va a cambiar. Para que se imaginen, vamos a poner proyectores en el techo para que cuando se esté dando una clase, por ejemplo, del cruce de los andes de San Martín vean las montañas proyectadas en las paredes.

—¿Cómo van a poner un proyector en el techo si se está cayendo?, preguntó un estudiante de 17 años.



El miércoles la Ministra de Educación convocó a una reunión de urgencia. Sólo pudieron entrar los representantes de colegios que no estuvieran tomados.



Ernesto y Thiago son egresados del Fader. El lunes volvieron al colegio para dar una charla sobre el Estado y la Política, la misma que ellos escucharon hace 7 años, siendo estudiantes, en las tomas del 2010. Una decena de alumnos los esperaban para conocer las experiencias e historia del movimiento estudiantil secundario.



“Los estudiantes fueron los únicos que lograron arrancarle una reivindicación concreta al gobierno”, dice ahora Ernesto. Mientras Thiago plantea las diferencias entre gobierno y Estado y explica qué es el sentido común y cómo desandarlo.



Y repasan: en 2008 una toma logró frenar el recorte de becas, en 2010 que el ejecutivo porteño se comprometa con los planes de obras, en 2012 parar la aplicación inmediata de la Nueva Escuela Secundaria de Calidad la cual fue debatida por la comunidad educativa durante un año.



Aldana Martino es egresada de la escuela Claudia Falcone. Tiene 23 años, estudia abogacía y es candidata a legisladora porteña por Unidad Ciudadana. Llega a la escuela el martes a la noche para hablar sobre militancia y juventud. “Viví las tomas durante casi toda mi secundaria y son instancias muy educativas porque implican una autorganización que recupera los lazos de solidaridad de una manera muy impresionante”, dice.



Ella está de acuerdo con Ernesto y Thiago en que los estudiantes ya tienen victorias encima. Ella cursó en un colegio que en 2006 fue mudado a otro edificio por las malas condiciones edilicias. El nuevo no estaba mucho mejor: se caían los techos, no había gas, las ventanas estaban rotas. En 2010 fue parte de la toma de más de 45 escuelas, que después de un mes de conflicto logró que se inicien los arreglos y tres años después se inauguró el edificio del colegio. Es de la generación que se sintió interpelada por la política y salió a la calle, parte de la que inspiró el voto a los 16 años y se posicionó como uno de los actores políticos.

Días después, sentada en un banco del colegio Abru dirá:



“En las aulas se habla de política y ahora hay una idea de que las pibas y los pibes no sabemos nada o que cualquiera puede meternos ideas en la cabeza. Cuando desapareció Santiago Maldonado lo hablamos todos los días, porque era un joven y eso a nosotros nos toca de cerca. Nosotros tenemos debates, paneles, reuniones y asambleas como espacios donde informarnos y discutir, no siempre estamos de acuerdo. Pero sabemos que cualquier colegio que este organizado y tenga un centro de estudiantes va generar un pensamiento crítico”.



Entran 30 jóvenes a un cuarto oscuro. Son guiados por otros jóvenes que los sientan en el piso. Llevan los ojos vendados. Las ventanas están tapadas. No entra luz. No se ve nada. Empiezan los ruidos: la frenada de un auto, las botas corriendo, la voz de un militar que grita alto. Ahora el discurso de Videla. Se escucha cómo alguien se lleva arrastrando a una chica, ella grita. Alguien llora. No se escucha más. Hace siete años que el centro de estudiantes del Fader conmemora la Noche de los Lápices con una pieza de teatro ciego. Las actividades de la jornada puede cambiar: hay charlas o cine debate, pero esa pieza siempre está presente. La piden los propios alumnos.



La asamblea comenzó a las tres y media de la tarde en el patio del colegio. Es viernes 15 de septiembre y deben discutir la organización para el día: treinta chicos se quedarán a cuidar la toma, seguir con las actividades, limpiando y cocinando mientras otros sesenta saldrían para la marcha por los 41 años de la Noche de los Lápices.



A las cuatro se reunieron en el pasaje con estudiantes del colegio Julio Cortázar y el Saavedra, que marcha por primera vez. Más de 80 adolescentes suben al subte línea A para sumarse a los demás en el centro porteño.



—¡Alerta, alerta que están vivos, todos los ideales de los desaparecidos!



Se animan los jóvenes que van cayendo a Plaza Pizzurno. Brillos en la cara y “Prohibido olvidar” escrito con delineador negro. Pañuelos verdes de la campaña por la legalización del aborto colgado en el cuello. Carteles con los rostros de los 10 jóvenes desaparecidos y asesinados en dictadura junto a la pregunta ¿dónde está Santiago Maldonado? Así comienzan a marchar más de dos mil alumnos hacia Plaza de Mayo y luego al Ministerio de Educación de la Ciudad.



Canela tiene 15 años y vino junto a su hermano porque cree que la reforma es una medida extrema contra la educación pública. Ella cursa en el colegio nº19 Luis Pausteur, conocido como “El Nacho”, donde la toma fue rechazada por 300 votos en contra en las urnas. Cuenta que la mayoría no quería perder días de clase y que otros estaban a favor de la reforma. Un grupo puso una bandera que colgó frente a la asamblea que decía “Soul explota el 10s”, una fiesta que sería ese mismo fin de semana y nadie quería perder.



Tomás tiene 21 años y es egresado del Julio Cortázar. Camina solo, con un pucho en la boca, que suelta cuando quiere cantar. Dice que se sumó a la marcha porque es inminente aliarse con otros sectores para sostener la lucha estudiantil.



La marcha se detiene en Paseo Colón 255. Más de dos mil pibes con banderas, carteles y bombos se sientan frente al Ministerio de espaldas a una parada de Mentrobús para hacer una asamblea. El micrófono pasa entre los estudiantes, después entre los que vinieron a dar su apoyo:



—Nada de lo que les pueda decir el hermano de una víctima de la dictadura se compara con esta imagen que ustedes me están dando aquí y ahora, dice el Chiqui Falcone, hermano de Claudia, una joven de 16 años secuestrada y desaparecida- A 41 años son los jóvenes la punta de lanza de las reivindicaciones y luchas sociales.



Los alumnos del Fader no llegan a escucharlo. Son las siete de la tarde y ya están en camino de vuelta a la toma.

Los dueños de la opinión pública: quiénes están detrás de las encuestas

Elecciones 2017. detrás de escena

Para quiénes trabajan los que marcan la cancha de la campaña. Cuánto cobran. El poderoso tándem Clarín – M&F. La consultora de La Cámpora.

Por Diego Genoud



Son pequeños grupos con una misión específica: indagar en la opinión pública a partir de una muestra acotada que se pretende representativa y perfilar un escenario electoral que marque la cancha de la política.

Los encuestadores que trabajan para empresas y partidos políticos son una tribu reducida que pierde prestigio con cada elección pero que renace cada dos años. El Gobierno y la oposición los necesitan: o para tener información precisa o para influir con intenciones de voto que hoy no existen pero mañana quién dice. Los hay para todos los gustos. Se conocen entre sí, se respetan en algunos casos y se desprecian en muchos otros.

El que mejor trabaja no es siempre el que más gana y los candidatos destinan un porcentaje importante de sus gastos de campaña a contratarlos. Cuatro encuestadores consultados coincidieron en que un estudio promedio de 1500 casos -desagregado en 150 páginas- que combine encuesta telefónica por IVR con encuestas presenciales en toda la provincia de Buenos Aires cuesta alrededor de 200 mil pesos. Los políticos que disponen de fondos encargan decenas. Pero no todo es lo mismo.

La consultora que más influye a nivel social es Managment & Fit, la empresa que pertenece al ex funcionario menemista Guillermo Seita.

Dirigida por Mariel Fornoni, creció en forma vertiginosa en la última década hasta llegar a ocupar la tapa de Clarín del domingo. Detrás de los números que publica el diario –y que se propagan enseguida a través de los tentáculos del Grupo- está la figura del ex secretario de Medios de Carlos Menem.

Seita tiene una historia larga en la política pero divide aguas. Ni siquiera sobre sus orígenes hay coincidencia: en marzo pasado él mismo le dijo a la revista Noticias que militó en Descamisados –más tarde, parte de Montoneros- pero son mayoría los que lo ubican en Guardia de Hierro, la agrupación de la derecha peronista que lideraba Alejandro “El Gallego” Álvarez.





Guillermo Seita es Managment & Fit.



JUEZ Y PARTE. Hasta hace no tanto, Seita acostumbraba confesar en privado el secreto de su éxito: un diálogo con Héctor Magnetto en los inicios de M&F, el contacto más influyente que había preservado de su gestión como secretario de Medios. “Largate con todo que yo te respaldo”, le habría dicho el CEO de Clarín. Eran tiempos en que Seita vivía en Mar del Plata –la ciudad donde nació Fornoni- y paraba en Buenos Aires en el Hotel Esplendor.

Según los últimos números que M&F elaboró para Clarín y se publicaron el domingo pasado, el escenario en la provincia de Buenos Aires orilla el triple empate. Esteban Bullrich tiene un 28,5 %, Cristina Kirchner un 27,8 y Sergio Massa, un 24,1 %.

El dato no deja de sorprender: hace dos meses, la consultora de Seita le otorgaba una intención de voto de 35,3 % a la ex presidenta, 34,3 % al líder del Frente Renovador y 19,5 al ministro de Educación de Mauricio Macri.

No es lo único que hace ruido en torno al dueño de la consultora exclusiva de Clarín. Su plasticidad es tanta que ¿lo habilita? para medir opinión pública en el principal diario, elaborar un newsletter para los empresarios de AEA –donde Clarín pisa fuerte- y operar, además, a favor de candidatos que lo contratan en forma personal. Desde Tigre o desde las oficinas que tiene en Avenida del Libertador, a una cuadra del Patio Bullrich, Massa suele hablar con el dueño de M&F: gente de su confianza ya trabaja a las órdenes de Sergio. El mismo Seita se reconoce hoy su asesor, así como lo fue en 2015 de Daniel Scioli y del electo presidente.





Eduardo Fidanza es Poliarquía.



CONSULTORAS AMARILLAS. La otra gran consultora que hace investigación de opinión pública a pedido de un diario es Poliarquía, hoy dirigida por Alejandro Catterberg y Eduardo Fidanza. Se hicieron conocidos gracias al diario La Nación y siguen publicando ahí pero ahora también tienen como cliente a la Casa Rosada.

Desde que desembarcó en el Gobierno de la Ciudad, el macrismo trabajó básicamente con dos encuestadoras de cabecera: Isonomía y Durán Barba y Asociados.





Juan Germano es Isonomía.


Isonomía es dirigida por Juan Germano y Rodrigo Martínez, dos politólogos de la Universidad Di Tella que hoy son los preferidos del Gobierno. No difunden sus números, son respetados por su prudencia y trabajan en forma exclusiva para el proyecto de Cambiemos.

El ecuatoriano Durán Barba es el más conocido de los asesores oficiales. Su rol es de lo más versátil: aporta en la estrategia comunicacional y hasta contrata encuestadoras para el oficialismo. En ese pelotón figuran desde Poliarquía e IPSOS hasta Aresco, la consultora fundada por Julio Aurelio en 1977 que hoy dirige su hijo Federico.

En Aresco remarcan que trabajan para cualquiera que los contrate: el Gobierno nacional, gobernadores de distintos partidos y también la oposición. Pero tampoco dan a publicidad sus números.




Federico Aurelio es Aresco.



INFLUIR O DECIDIR. Para Federico Aurelio, el dato fundamental no es quién encarga un sondeo sino cómo se hace y cuál es el objetivo. “Hay consultoras que no tienen plan de investigación y que se contratan básicamente para difundir datos que buscan influir en la sociedad. Y hay otras que se contratan para hacer un trabajo que sirva después para tomar definiciones políticas. Nosotros estamos entre las últimas”, le dijo a Letra P.

Según Aurelio y otros consultores que prefirieron no dar sus nombres, hay encuestadoras que son utilizadas por factores de poder, gobiernos o sectores de la oposición únicamente para generar un clima e imponer una agenda. La contracara es que los trabajos de esas empresas no son tenidos en cuenta a la hora de tomar decisiones políticas: orientar una campaña, apuntar a un segmento, elegir un contrincante.

En este marco, vuelve la discusión que nunca termina: ¿Influyen las encuestas en una campaña electoral? ¿A quién le pueden cambiar el voto? Los sondeos que se difunden a través de los diarios inciden sobre el círculo rojo y pueden derivar en financiamiento para las campañas. Más difícil es que lleven a los votantes a definir.

Para la directora de PollData, Celia Kleiman, “las encuestas no modifican la realidad, apenas permiten conocer lo que ya está presente y sólo impactan en circunstancias muy específicas, como las del llamado ‘voto útil’”.

Kleiman sostiene, además, que, para impedir tergiversaciones, las consultoras deberían atenerse al Código Internacional de Prácticas para la Publicación de Estudios de Opinión Pública suscripto por Esomar, Wapor –entidades que nuclean a investigadores en Europa y a nivel mundial- y la Sociedad Argentina de Investigadores de Marketing y Opinión (Saimo). ¿Tiene que haber una regulación sobre el tema?

LAS ENCUESTAS DE CRISTINA Y MASSA. Frente a lo que considera un “efecto derrame de la mentira”, el kirchnerismo fuera del poder también tiene sus consultoras de confianza. Sin embargo, de aquel Frente Encuestológico para la Victoria -Jorge Asís dixit-, hoy no queda casi nada.

A la tradicional de Artemio López se sumó ahora Analogías, la empresa que Analía del Franco le vendió el año pasado al ex funcionario kirchnerista Pablo Mandia.

Ex ajedrecista al que le gustaba competir en Olimpíadas de Matemáticas, Mandia tiene 40 años y se inició en política en el Frente Grande a mediados de los noventa. Alineado con Aníbal Ibarra, en 2002 dirigió el CGP de Coronel Díaz y Berutti y entre 2011 y 2015 trabajó en la Subsecretaría de Comunicación Pública. El proveedor de los números que consulta Cristina Kirchner niega haber estado detrás de un ejército de tuiteros kirchneristas porque -dice- el proyecto derrotado por Macri “nunca entendió la importancia de las redes”. Dueño de la firma PyP Social Media, hoy orienta la estrategia digital para aumentar el tráfico de visitas a los medios cristinistas, desde el Grupo Indalo de Cristóbal López hasta el Grupo Octubre, de Víctor Santa María.

Su amistad con el ex subsecretario de Comunicación y actual diputado camporista Rodrigo “Rodra” Rodríguez lo acercó al círculo íntimo de Cristina y lo puso en contacto con su hijo Máximo. Ahora dueño de Analogías, su lema es tan contundente como abstracto: “La política no tiene que ensuciar al número y el número no tiene que ensuciar a la política”. Con ese latiguillo, se ganó la confianza del comando de campaña de la ex presidenta y se convirtió en el encuestador principal de la Unidad Ciudadana.

Para Analogías, el triple empate que muestran las consultoras que contrata Sergio Massa no existe. Ubica a CFK con una intención de voto del 33,8%, más de siete puntos arriba de Esteban Bullrich y 17 por encima del ex jefe de Gabinete. Pero, si se mide por espacio político y la marca Cambiemos pesa, la diferencia a favor de Unidad Ciudadana se achica de 33,5 a 31,4. Según sus datos, Massa queda entre 18 y 20 puntos por debajo de la polarización.

Dentro del espacio kirchnerista, se menciona también como consultor al CEOP de Roberto “Tito” Bacman, que nació de la mano de Clarín y Alberto Fernández y terminó en las adyacencias a la ex presidenta. Un caso extraño.





Hugo Haime es Hugo Haime  Asociados.



Con Massa, trabajan hoy el histórico encuestador del peronismo Hugo Haime, la consultora del ex IPSOS Luis Costa y un equipo de investigación que lideraba el fallecido Sergio Bendixen. Existen, además, trabajos puntuales de Raúl Aragón y González Valladares. Ese grupo de empresas es la que ubica al ex intendente de Tigre más cerca del podio que se disputan el Frente Cambiemos y la Unidad Ciudadana.

‘The Times’ se suma a los diarios extranjeros que pide un referéndum para Catalunya



El conservador británico cree que España vive una “crisis constitucional” grave con riesgo de “ruptura”

Editorial del Times (LVD)







The Times se ha sumado a los periódicos extranjeros que consideran que la solución para el conflicto catalán debería ser que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, permitiera un referéndum. Si en su momento fueron Le Monde o The New York Times, ahora es el histórico diario conservador británico el que exige a Rajoy una salida que vaya más allá de lo que el editorial califica de “represión”.

El texto del rotativo británico es especialmente contundente contra la reacción del Estado español. Mantiene que España está en una “crisis constitucional” grave con riesgo de “ruptura”, la mayor desde “el fin de la dictadura de Francisco Franco”. Y además, acusa a Rajoy de “alimentar la crisis” y no de “apagarla”. Incluso The Times se aventura a pedir al Gobierno central que permita el referéndum aunque éste sea contrario a la Carta Magna española, vaciándolo de contenido jurídico y sin efectos vinculantes.

De esta manera, el diario espera que Rajoy use “argumentos” y no la “fuerza” o la “amenaza desproporcionada” y apelando al “sentido común” de los catalanes, que, a su juicio mayoritariamente serían partidarios de seguir integrados en España.

‘The Economist’ pide a Puigdemont que se eche atrás “en su imprudente referéndum” y a Rajoy que negocie

Referéndum 1-O


El semanario cree que a Catalunya no le asiste en derecho a la autodeterminación pero cree que el presidente español deber permitir un cambio constitucional que permitiera un referéndum

Captura del artículo (Lvd)







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Redacción, Barcelona
21/09/2017 22:03 | Actualizado a 21/09/2017 22:32

El prestigioso semanario británico The Economist ha abordado este jueves la crisis política en Catalunya lanzado dos mensajes claros a los dirigentes catalanes y españoles. Al gobierno que dirige Carles Puigdemont le exige que dé “un paso atrás” en “su imprudente referéndum” porque la votación no tendrá validez, argumenta. Y al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le reprocha que “algo está mal” a la hora de “arreglar el problema” y le reclama que se siente a negociar un “acuerdo con Catalunya” y ofreciendo incluso un cambio en la Constitución que permita la posibilidad de referéndums.

En un artículo avanzado por su edición digital, el semanario mantiene la línea de otros artículos predecesores y considera que aunque la demanda de referéndum en Catalunya es amplia, la de independencia se sitúa alrededor del 40%, según encuestas. Por ello The Economist considera que Rajoy debería hacer una oferta tanto en lo económico como en lo político dadas estos datos demoscópicos.



Cree que un posible secesión en España podría sentar un precedente con ecos en toda Europa y señala Escocia o la región de Donbas, en Ucrania

El texto es especialmente duro con el gobierno catalán. Bajo el título Los medios inconstitucionales de Catalunya hacia un fin indeseable, el artículo describe la situación como una “crisis constitucional” que “amenaza su unidad”. Tras describir brevemente la situación, mantiene que ésta podría sentar un precedente con ecos en toda Europa y señala Escocia y la región de Donbas de Ucrania.

Explica además que Catalunya goza de un importante nivel de autogobierno, así como de nivel de vida, pero que, no obstante, muchos catalanes se ven maltratados económicamente y en su identidad. Y de esta forma subraya que Rajoy “se ha equivocado” pensando que “el tiempo y la recuperación económica” curarían ese malestar.



Subraya que Rajoy “se ha equivocado” pensando que “el tiempo y la recuperación económica” curarían ese malestar

Sin embargo, The Economist desmonta muchos de los argumentos independentistas en un discurso muy parecido al que hacen partidos como el PP y Ciudadanos. Subraya que la mayoría de catalanes votaron en 1978 la Constitución que consagra la “indisoluble unidad” de España. De esta manera, subraya que la soberanía corresponde al conjunto del territorio y no a ninguna de sus partes. Además, mantiene que el derecho de autodeterminación no es aplicable en Catalunya porque no es una colonia ni existen abusos en los derechos humanos”.

Siendo así las cosas, continúa el texto, Catalunya debe renunciar al referéndum que ha prometido el Govern. Una convocatoria que tacha de “imprudente” y que, en el caso de que ganara el sí, el resultado sería “cuestionable, no solo legalmente sino políticamente”. Sin embargo, considera que Rajoy debería hacer algo más y que “este juego del gato y el ratón con las urnas” da a Puigdemont una “victoria en la propaganda”. Por lo que, a pesar de que la mayoría de votantes del PP “respalden” su estrategia; “algo va mal” en España y el presidente español “debería arreglarlo”.

De esta forma, reclama a Rajoy que aborde un cambio constitucional y recuerda que “en Escocia y Quebec, permitir que la gente tuviera voz no condujo a una ruptura”. Por eso, Rajoy “debería actuar menos a la defensiva” y acceder en cambios a la Constitución que permitan un cierto nivel de derecho de referéndum, aunque siempre si lo votase una amplísima mayoría y con mucha participación.



Avisa al Govern de que, en el caso de que ganara el sí, el resultado sería “cuestionable, no solo legalmente sino políticamente”

El Govern activa la web para saber dónde votar el 1-O en Catalunya


La cuestión catalana

Nuevo movimiento del ejecutivo catalán tras la macrooperación judicial contra el referéndum que provocó la detención de 14 altos cargos de la Generalitat

Imagen de la web para saber dónde votar el 1-O (LVD)


Al día siguiente de la detención del “cerebro” gubernamental del referéndum del 1-O, el Govern ha dado un paso más. Esta tarde ha activado la web que permitirá a los ciudadanos saber dónde votar el primero de Octubre.

La web, anunciada por el mismo president de la Generalitat, Carles Puigdemont a través de Twitter, es onvotar.garantiespelreferendum.com . En esta web y con el número del DNI, la fecha de nacimiento y el código postal, los ciudadanos pueden saber a que colegio electoral deben acudir para depositar su voto en el referéndum.


Los primeros usuarios de la web han constatado que los centros donde el Govern les llama a votar pese a la prohibición del Tribunal Constitucional y las actuaciones judiciales son los colegios electorales habituales de cada elección.

Ahora bien, en los municipios donde el ayuntamiento no colabora en la organización sí que ha habido cambios y los ciudadanos deberán votar en locales titularidad de la Generalitat. En Barcelona, la mayoría de locales electorales son centros de enseñanza de la ciudad, tal y como acordaron Puigdemont y la alcaldesa Ada Colau.

El censo utilizado para la elaboración del algoritmo que informa del colegio electoral se basa en el artículo 6 del Decreto de normas complementarias de la Ley del Referéndum.

El censo electoral que se utiliza es el que se ha cerrado el día 30 de marzo de 2017 y, en el caso de que en esa fecha no se haya incorporado la información correspondiente a algunos municipios o de los catalanes residentes en el exterior, se utiliza para estos la última información disponible.

La web incorpora las normas de la votación presencial, de los catalanes residentes en el exterior y los electores con discapacidad visual. Asimismo, los documentos para la identificación personal y el horario de los locales electorales.

Conscientes, que si las primeras webs relacionadas con el referéndum convocado fueron suspendidas por orden de la Fiscalía, el Govern tiene preparado un plan B por si hay orden de clausura de la misma.

La división del centroizquierda en Chile allana el camino de Piñera en las presidenciales

La coalición de Gobierno acude con dos candidatos a las elecciones de noviembre


A solo dos meses de las presidenciales del 19 de noviembre en Chile, en todos los sectores políticos parece estar instalada la idea de que ganará el candidato de la derecha, el exmandatario Sebastián Piñera. En el último informe del Centro de Estudios Públicos (CEP), dado a conocer a principios de mes, el 31,3% de los consultados señaló que le gustaría que Piñera ganara las elecciones. Los candidatos de centroizquierda, que en estos comicios llegan separados por primera vez desde el regreso de la democracia en 1990, le siguen desde lejos.

  Alejandro Guillier, el pasado 11 de septiembre, en el homenaje al expresidente Salvador Allende.


En esta campaña se estrenan nuevas leyes sobre financiamiento que, de alguna forma, impedirán el protagonismo de la publicidad que antes daba una gran ventaja a los candidatos con mayores recursos. Este asunto explica en parte el austero ambiente electoral, porque apenas este miércoles arrancó oficialmente la propaganda en la prensa escrita y la radio, a lo que se suma la alta probabilidad del triunfo de Piñera.

El senador Alejandro Guillier, apoyado por los socialistas y otras fuerzas del oficialismo, está en segundo lugar, con el 14,5% de las preferencias, según el CEP. Carolina Goic, senadora y representante de la Democracia Cristiana, alcanza apenas un 2,2%, en el cuarto lugar. La candidata de la recién nacida coalición de izquierda del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, le pisa los talones a Guillier, ubicándose en un tercer lugar con el 10,2% del respaldo. Las pocas voces optimistas del oficialismo aspiran a que todas las fuerzas progresistas se unan para enfrentar al expresidente Piñera (2010-2014), en una segunda vuelta. Pero este escenario parece improbable.

Guillier y Goic son los dos candidatos de la coalición Nueva Mayoría, que en la práctica ya no se mantiene. Heredera de la Concertación, el conglomerado de centroizquierda que gobernó Chile entre 1990 y 2010 nació en 2013 durante la segunda campaña a la presidencia de Michelle Bachelet. Sumaba a los comunistas, que se habían mantenido en la oposición durante toda la democracia, y pretendía ser una fuerza transformadora que, con su ventaja en el Congreso, realizaría las reformas necesarias para superar los problemas en el terreno de la desigualdad. Una de las principales críticas a esta Administración, sin embargo, apunta a que asumió un relato de cambio y ruptura con su propio pasado que finalmente la alejó de los grupos moderados.

La Nueva Mayoría se fundó hace cuatro años tomando prestadas ciertas banderas de lucha del movimiento estudiantil de 2011 que, entre otros, denunciaba el intenso malestar por la desigualdad socioeconómica del país. Pero esta idea comienza a ponerse en duda. El informe ¿Malestar en Chile? del CEP, por ejemplo, muestra que los chilenos están más satisfechos de lo que se pensaba: sienten que su situación es mucho mejor que la de sus padres y que la de sus hijos va a ser mucho mejor que la de ellos. El Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) analizó a su vez las características de los conflictos en el espacio público. Una de sus conclusiones apunta a relativizar el protagonismo de los estudiantes en las movilizaciones sociales.
Izquierda radical

La desaparición de la Nueva Mayoría y el posible triunfo de Piñera, que promete corregir las reformas de Bachelet, ponen en entredicho la lectura que hacía la alianza de la sociedad. Para los críticos del Gobierno de Bachelet, el Ejecutivo llevó a cabo reformas con poco apoyo ciudadano por intentar ganarse a la izquierda radical de los exlíderes del movimiento estudiantil, que en febrero pasado fundaron el Frente Amplio.

Pero finalmente el Gobierno no logró el respaldo de estos grupos —que se constituyeron como una fuerza política crítica del legado de la Concertación— y se deshizo del apoyo de las fuerzas moderadas. La popularidad de la presidenta llega solo al 35%, de acuerdo a la última encuesta Adimark, su mejor registro en 30 meses.

Aunque se avanzó en asuntos importantes, como en la gratuidad universitaria y la despenalización del aborto en tres supuestos, el desastre político del oficialismo no está en el cumplimiento parcial de un programa de Gobierno demasiado ambicioso para un periodo de cuatro años. El mayor fracaso de estos cuatro años es la ruptura del centro y la izquierda, dos sectores que estuvieron en aceras distintas en la Unidad Popular de Salvador Allende y que, tras una dictadura con cientos de muertos, lograron en los años 80 un acercamiento que hizo posible la salida de Augusto Pinochet del poder y 20 años de Gobiernos en coalición.


Bachelet, a la ONU en 2018

Hasta hace algunos días no estaba claro el futuro de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, después de que el próximo 11 de marzo entregue el Gobierno. Hace algunos meses descartó aspirar a nuevos cargos en su país. “Obviamente, está absoluta y totalmente descartado continuar en la política chilena, desde el punto de vista de cargos de representación. Ya es suficiente”, afirmó. La semana pasada, sin embargo, la ONU informó que Bachelet formará parte del grupo de 18 personalidades que conformarán un equipo destinado a mediar en conflictos internacionales, junto a otros dos latinoamericanos: la expremier haitiana Michèle Pierre-Louis y el diplomático guatemalteco Gert Rosenthal.

No habrá debate, Bullrich no quiere en la Universidad y CFK se niega a ir a TN



El candidato a senador nacional por Cambiemos se rehusó a debatir en otro lugar que no sea en un estudio de televisión.

Tras el desafió que propuso la candidata a senadora nacional de Unidad Ciudadana, Cristina Kirchner, de que los debates se realicen en las universidades públicas; el candidato a senador de Cambiemos, Esteban Bullrich, recogió el guante y se negó a debatir, al menos que sea en un estudio de televisión.

De esa manera, el ex ministro cerró la convocatoria realizada el martes por la ex presidenta. Voceros habrían confirmado al portal Crónica que “por ahora no hay debate. Esteban no quiere en una Universidad, y ella no acepta ir a TN”.

Asimismo, el candidato en diálogo con Radio Rivadavia replicó: “Nosotros firmamos un compromiso para debatir que es el lugar donde generalmente se hacen los debates”.

“Cuatro firmamos el compromiso para ir, estaban también los representantes de Cristina, que no firmaron”, indicó Bullrich, y cuestionó que “si hay un compromiso y querer cambiar la reglas permanentemente tampoco sirve”.