China y Estados Unidos cruzaron acusaciones en el seno de la OMC por la guerra comercial

El titular del organismo advirtió por el impacto de la disputa en la economía global

Los embajadores ante la OMC de China, Xiangchen Zhang, y de EE.UU., Dennis Shea




Los embajadores de Estados Unidos y China intercambiaron críticas en la Organización Mundial del Comercio en medio de la disputa comercial entre sus países.

La confrontación entre Dennis Shea y Zhang Xiangchen sucedió en una reunión de la OMC en Ginebra ayer, justo cuando las dos grandes economías están enfrascadas en una guerra comercial. El gobierno del presidente Donald Trump impuso aranceles a bienes chinos por un valor de miles de millones de dólares y China tomó represalias.

Shea atacó la afirmación de Beijing de que apoya un comercio abierto, transparente, inclusivo y no discriminatorio. "El tamaño de China magnifica el daño causado por su estrategia mercantil, liderada por el estado, al comercio y la inversión, y este daño crece cada día y ya no puede ser tolerado", dijo.

Aunque señaló los problemas de pobreza en China, Shea rechazó las afirmaciones del gobierno chino de que todavía es un país en desarrollo dado que es el principal productor de automóviles, importador de petróleo, productor de acero y consumidor de carne en el mundo.

Mientras que Zhang prácticamente acusó a Estados Unidos de ser el principal perturbador del comercio mundial al imponer aranceles al acero, aluminio y productos chinos.

Por su parte el director general de la Organización , Roberto Azevêdo, se mostró preocupado porque "el ojo por ojo" en la guerra de aranceles entre Estados Unidos y varios de sus socios pueda afianzarse y sea "percibido como lo normal".

"Nuestra preocupación más que nada es que esta dinámica del ojo por ojo pueda ser percibida como lo normal, que los países empiecen a tomar esto como la manera normal de comportarse y no creo que esto deba suceder. Es algo que dañaría mucho la economía global", señaló el brasileño en un encuentro con medios en Ginebra.

"La situación es seria, no solo por el impacto importante que las restricciones comerciales conllevan. Amenazan la recuperación de la economía global, el crecimiento y los empleos. Pero también tiene un impacto sistémico que puede tener un efecto más prolongado", dijo.

Azevêdo sostuvo que esta circunstancia requiere "una respuesta urgente", pero subrayó que la organización no asume el papel de "árbitro en el juego" sin que la llamen a ejercer este rol. En su opinión, es "normal que todo el mundo evalúe con microscopio" a China, un país que crece enormemente y es el mayor "comerciante el mundo" y la segunda mayor economía del mundo.

A juicio del director general de la OMC, la solución a la guerra de aranceles es que los líderes se escuchen y conversen, porque sus discrepancias son un "problema político y no técnico".