Macri sin fiscales, busca voluntarios para evitar una "masacre" en provincia

Macri ya entendió que sin fiscales en provincia, un territorio que construye 38 de cada 100 votos nacionales, será arrasado en ese distrito.
 

Macri prueba en las PASO su capacidad para fiscalizar la Provincia

Por: Federico Mayol

Necesita recolectar unos 40 mil fiscales, entre generales y distritales, para cuidar las boletas de Vidal. El territorio bonaerense reúne a casi el 40% del padrón



Será la prueba piloto, dicen. Un desafío crucial para un objetivo ambicioso: que María Eugenia Vidal sea la candidata más votada el próximo 9 de agosto, por encima del postulante del Frente para la Victoria, sea Aníbal Fernández o Julián Domínguez.


El objetivo planteado por Mauricio Macri y los dirigentes que trabajan a destajo en la provincia de Buenos Aires para apuntalar la candidatura de Vidal dependerá inexorablemente de esa prueba piloto que desnudará, o no, las carencias del PRO: la fiscalización bonaerense, vital para la ambición presidencial del jefe de Gobierno porteño.


La tarea en la que se embarcaron desde hace semanas los dirigentes que fatigan los principales distritos bonaerenses es compleja. Necesitan recolectar unos 40 mil fiscales, entre generales y distritales, para cuidar las boletas del distrito que reúne a casi el 40 por ciento del padrón. Además, la idea que ronda en el PRO es imprimir unos 5 juegos de boletas para enfrentar el posible robo de esas papeletas dentro del cuarto oscuro. La estrategia insume varios millones de pesos.


Desde el Gobierno porteño confían que no le temen tanto al reclutamiento de fiscales por la cantidad en sí, sino por la calidad de los mismos. Un embrollo que decidieron afrontar con un novedoso programa ideado por uno de los asesores tecnológicos del PRO que funciona como una especie de máquina de rayos x. Es una gran base que cruza todos los datos del fiscal reclutado y te da una radiografía del mismo. Origen, vínculos, legajo, prontuario, empleos en el Estado, etcétera. Apuntan a que esos gendarmes electorales estén descontaminados, para no caer en la zozobra de Santa Fe, en la que muchos fiscales del PRO fueron cooptados por el socialismo. El resultado fue el mismo que el de hace cuatro años: el humorista Miguel del Sel volvió a perder la elección.


Ese programa tendrá su prueba de fuego el domingo de las PASO. La mayor de las ambiciones, según confiaron, es que cada uno de los fiscales de mesa pueda volcar online apenas cerrada la votación y contados los votos, en esa misma plataforma, los resultados. Para evitar, por ejemplo, el incordio santafesino. Deberán rezarle a la efectividad de la conectividad.


Macri y sus asesores están obsesionados con la provincia de Buenos Aires. Todavía miran con más atención de la que pretenderían el ballottage del domingo 19 entre Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau, pero la energía está centrada en territorio bonaerense. Un botón de muestra: hace algunas semanas que el jefe de Gobierno porteño alquila un helicóptero para moverse por el Conurbano bonaerense para acortar distancias y ganar tiempo. Está abocado de lleno a fatigar la primera y la tercera sección electoral.


Si el objetivo es que en las primarias de agosto Vidal sea la postulante más votada, en el PRO esperan que el candidato que triunfe en la interna K sea el jefe de Gabinete. Los números que manejan muestran una mejor performance de la vicejefa de Gobierno contra Fernández, por el techo de votos que tendría el quilmeño. Con Domínguez, dicen, se hace algo más cuesta arriba.


La otra de las tareas del PRO está destinada a publicitar mucho más a algunos de los postulantes municipales del macrismo con más chances de alcanzar decorosos resultados en las PASO. Martiniano Molina, de Quilmes; Néstor Grindetti, de Lanús, y Diego Valenzuela, de Tres de Febrero, tienen asegurados en los próximos días un spot con Gabriela Michetti, cuya popularidad en el conurbano es asombrosa. En casi todos esos distritos, la imagen de Daniel Scioli es arrasadora.


Para evitar ser arrasado, Macri sabe que la fiscalización es crucial.