El radicalismo de Formosa arregló con Massa


“Sanz y Morales abren arriba el partido al frente que quieren y abajo te dicen con quién tenés que cerrar. Eso no va más, yo quiero ganarle a Insfrán”, simplificó el diputado radical Ricardo Buryaile, reelecto por el Frente Amplio de Formosa que agrupó a la UCR con peronistas enfrentados al gobernador.


Uno de ellos fue Diego González, candidato a diputado provincial, ahora activo armador del massismo en Formosa. Fue él quien llevó a Graciela Camaño a la campaña de la elección de octubre. Allí, lograron el 35,7% de los votos, lejos de los 65% del gobernador, pero lo suficiente para obtener una banca.

“Yo no me voy de la Unión Cívica Radical, pero seguiré con amigos del massismo que nos acompañan”, aclaró Buryaile.

¿Y si esos amigos quieren ir en la boleta presidencial con Sergio Massa, ¿haría una colectora?”, se le preguntó . “No lo descarto. De hecho en 2011 se había hablado de hacerlo con Duhalde”, respondió el ruralista.

Formosa es un caso testigo de varias provincias donde los radicales con expectativas de pelear la gobernación temen perjudicarse de un mal armado nacional.

Buryaile piensa que Massa le dará la primera candidatura a diputado-entra seguro-, y la candidatura a la gobernación-testimonial enfrentando a Insfrán- se la dará a un massista. Massa no es tonto.

El escenario no es el mejor, sobre todo hacia adentro de la UCR. El grueso de la conducción del partido apuesta a instalar a Ernesto Sanz, quien aún está lejos de entrar en la gente.

Cobos tiene ganas pero está aislado y de vacaciones. El socialismo, con Hermes Binner, mantiene la idea de liderar un frente progresista pero sin meterse en las internas radicales.

Massa, mientras tanto, busca sacar tajada de esos conflictos y reclutar dirigentes radicales con peso electoral.

El primero en recibirlo fue nada menos que el único gobernador que tiene ese partido: el correntino Ricardo Colombi, reelecto en septiembre con un frente que también sumó peronistas y sirvió para derrotar al kirchnerista Carlos Espínola.

Luego ensayó un acercamiento con el intendente de Ushuaia, el radical Federico Sciurano, quien se apuró a aclarar que no se irá del partido. En Tierra del Fuego, el peronismo está partido en varias partes y una de esas vertientes es la del diputado Rubén Sciutto, también en el Frente Renovador.

En Santa Cruz se da un escenario parecido a Formosa, sólo que esta vez parecería que el radicalismo tiene la chance de ganar en 2015, de la mano del diputado Eduardo Costa, quien vapuleó a La Cámpora y al PJ en octubre.

Costa ya tendría contacto con el massismo, quien puede sumarle la pata peronista necesaria para formar un frente más amplio. Además, el acercamiento entre el ex intendente de Tigre y el gobernador Daniel Peralta parece haber quedado en el pasado.

Otro caso similar es Tucumán, donde José Cano obtuvo 35 puntos, sólo 12 por debajo de Alperovich, quien no podrá ser reelecto en 2015.

“Cano no habló con Massa y no se va a ir de la UCR. Sí va a participar de un diálogo con todas las fuerzas para ser gobernador”, aclararon voceros del diputado.

La pelea por suceder a Alperovich es dura y la protagonizan el ministro de Salud, Juan Manzur; el intendente de la capital Domingo Amaya y el diputado y ex ministro de Gobierno provincial Osvaldo Jaldo, todos ellos dentro del kirchnerismo.

Los heridos de esa contienda no tardarán en hacer sentir su bronca, si es que eso no empezó a pasar en octubre. “Está claro que los 35 puntos de Cano tienen votos peronistas. Eso no lo negamos”, dicen en el entorno del diputado.

De hecho, Massa ya inició contactos con peronistas desencantados en Tucumán y sumó a su espacio al ex diputado kirchnerista Gerónimo Vargas Aignasse y a los legisladores provinciales José Orellana y José Teri, además de otros dirigentes locales. Sin embargo, ninguno de ellos parece tener peso específico como para pelear en soledad la gobernación.