De narrativas, insights y rebeliones en el voto joven




Rubén Weinsteiner


Por Rubén Weinsteiner

Dos historias para una marca política

Toda marca política debe construirse dos historias. La primera narrativa para fundamentar su reason why, para contarse a si mismo el porqué de su entrada a la política, de su candidatura para algún cargo, de sus aspiraciones de mediano y largo plazo.

Esa primera historia debe darle al político el soporte reptiliano (más primitivo en términos de la mente), emocional y racional, para sostenerlo en los ups and downs de la vida política y para darle volumen a su discurso de poder, visión, y promesa de marca política.

La segunda historia que debe construir una marca política tiene que ver con la organización de las percepciones e insights en los diferentes públicos, sujetos de elección, a los que busca interpelar.

En comunicación política, lo único que no podés decir, es aquello que querés decir. Por eso la segunda historia hay que construirla, para que las personas “hagan la cuenta”, desarrollen el insight. Las personas tienen que ver te vestís como jugador de golf, tenés una bolsa con palos, un caddy al lado, hablás con propiedad de golf y actuás como un golfista, y ahí decir “ah, claro este es un golfista”. En el momento que uno tiene que explicar que es un golfista, está todo perdido.

Esas dos historias sostienen a la marca política. Sin la eficacia narrativa de esas historias no hay posicionamiento marcario posible.

Insights y lealtades

En la negociación y construcción de lealtades entre los votantes jóvenes, tenemos que tener en cuenta que el 55% del sistema de preferencias está intervenido por el cerebro reptiliano y el 30% por la emocionalidad. Con lo cual sólo el 15% se define por lo racional.

Para poder intervenir en sobre la subjetividad y poder construir esas lealtades más o menos sólidas, tenemos que investigar el funcionamiento de los insights más profundos de los diferentes microsegmentos, los anclajes, estados, miedos, deseos profundos, narrativas ocultas, angustias, anhelos, necesidades, adhesiones y rechazos de los integrantes de esos microsegmentos.

Los insights cuál parte de abajo del iceberg, se construyen desde la parte no revelada, desde lo oculto, desde lo que no se verbaliza fuera del ámbito de confianza, y a veces ni ahí; desde lo inconfesable, desde lo obturado hasta para la misma persona. Los insights se constituyen en anclajes profundos, que no se ven pero que determinan gran parte de lo que sentimos, pensamos, decidimos y hacemos.

Para revelar insights de los sujetos de elección debemos comprender que sienten desde los profundo las personas acerca de determinada marca política.

Para ahondar en las profundidades de ese sentir, tenemos que vivir la experiencia del sujeto de elección, tenemos que ver lo que hace, más que escuchar lo que dice.

No hay que preguntarle a la gente que piensa, hay que ver que hace.
Si le preguntamos a la gente, nadie come mortadela, todos comen jamón o pastrón, sin embargo se consumen 3000 toneladas de mortadela por mes en la provincia de Buenos Aires. Nadie votó a Menem, sin embargo ganó por el 52 % de los votos, y si le preguntamos a la gente donde compra los alimentos la mayoría dirá en Carrefour o en Jumbo, si les preguntamos porque, probablemente nos dirán porque allí los atienden bien, el entorno es agradable, y la cadena de frío se respeta. Aunque si los seguimos probablemente nos encontremos que entran al chino, que es más barato, donde una mujer en ojotas le gritará “deja bolso”.

Es el recorrido entre lo que la gente dice y lo que la gente hace, entre la necesidad y el deseo.

Hay que ir por lo que hace la gente, mirar, observar, investigar, analizar, y detectar allí los deseos, aquello que la gente quiere que pase, más allá de lo diga.

La misma persona que pide orden tira los papeles del chocolate al piso, coimea al policía, a la aduana, a los inspectores, tapa la patente, se cuela en la fila del súper, en la cancha, deja el auto en doble fila y cierra el auto, habla por celular mientras maneja, evade impuestos, saca la basura a cualquier hora y demás prácticas

La necesidad es la frontera de la intención de voto, el deseo la profundidad.

El discurso de poder de la marca política debe organizar las percepciones para generar los insights que revelen la narrativa que queremos transmitir sin verbalizar. Y se discurso de poder debe generar los insights que liguen emocionalmente a la marca política con los sujetos de elección. Uno de los vectores centrales en la ligazón entre una marca política y los sujetos de elección jóvenes es la convocatoria al disenso formal activo, a la rebelión, para sustituir. Sustituyendo el joven puede ser.

La centralidad de la rebelión en el voto joven

El disparador central de los insights más profundos en el voto joven, es el deseo de rebelarse para sustituir.

La rebelión en los jóvenes es funcionalmente constante y coyunturalmente cambiante. La rebelión, contra quien o que depende del tiempo y espacio.

Para analizar el posicionamiento de los jóvenes en determinada etapa histórica, hay que tener en cuenta la pauta de rebelión en función de las condiciones objetivas de poder y contra poder.

Los jóvenes alemanes apoyaron mucho más que los mayores el surgimiento y consolidación del nazismo en Alemania. En casi la misma época los jóvenes españoles se opusieron masivamente a Franco.

Los Nazis y los fascistas, más allá de las valoraciones acerca de las aberraciones propuestas y cometidas, supieron aumentar las tensiones del conflicto generacional, desautorizando a los mayores ante los jóvenes, cosa que el franquismo no hizo, sino todo lo contrario. El Franquismo puso en valor la autoridad paterna, instituciones como la familia, y tradiciones antiguas.

Los nazis le dijeron a los jóvenes algo así como; tus padres se rindieron, hipotecaron tu futuro, hay que rebelarse y retomar el camino de tus bis abuelos. Franco les dijo; todo se arruinó porque los hijos abandonaron el camino de los padres.

El nazismo y el fascismo plantearon un esquema tribal hacia los jóvenes La tribalidad alude a la identidad social del joven. Los adultos mayores pueden, si quieren estar solos, para los jóvenes es más difícil, un joven va a la escuela, a la universidad, a un club, hace deportes, se junta en la esquina, integra grupos, y en esos marcos organizacionales se define identitariamente el sistema de valores y preferencias del joven.

El franquismo estructuraba su esquema de valores de manera celular, con la familia como núcleo, la parroquia, el barrio y las ciudades como continentes. La tribu no era contemplada por la narrativa franquista.

La narrativa nazi-fascista apuntaba a que los mayores (padres) habían errado el camino, se habían equivocado, se habían rendido y habían aceptado en Versalles condiciones humillantes que condicionaban las posibilidades de desarrollo de los jóvenes, y había que cambiar el orden y los jóvenes debían encarar esa rebelión. La narrativa franquista sostenía que los problemas habían surgido porque los jóvenes habían abandonado el camino de sus mayores, la tradición y los valores, y había que retomar el camino de los padres y abuelos.

Los nazis y los fascistas le planteaban a los jóvenes una lucha contra un enemigo poderoso, con final abierto, algo que moviliza fuertemente a los jóvenes. El franquismo le proponía a los jóvenes ser como sus padres, no agitar el avispero, ya que lo que ellos hacían estaba mal.

La tensión entre pautas propias y normas ajenas en los segmentos jóvenes, sobredetermina la necesidad de la mutación. El joven pone en emergencia conductas “asociales”, que violan normas, y que muchos viven y practican subterráneamente.

La pauta de rebelión se constituye en función de lo que obtura el recambio, con la impronta de la nueva generación.

¿Donde ponerse en el discurso de poder?

En los limites. Hay que forzar la realidad. Todo discurso significativo que pretenda interpelar al voto joven, tiene sentido solo si transita los límites, es crítico y se apoya en el cambio como paradigma. Si se refiere a conflictos, utopías, incumplimiento de las normas, forzado de la realidad y convocatorias a luchas contra poderes enormes con final abierto.

El enfrentamiento para lograr los cambios, contra poderes hasta el momento “intocables” e “invulnerables”, le otorga vitalidad y dinamismo al vínculo, entre una marca política y los jóvenes. Ese final abierto, esa asimetría desfavorable, indignan, emocionan, convocan y le dan sentido a la bronca originaria y movilizadora, y la alegría de la acción y compromiso colectivos.

El discurso en el voto joven, debe quebrar el punto de vista, construido por los procesos de standarización, limites y estereotipia de los mensajes de los medios, estructurados siempre con mecanismos repetitivos, que en realidad se constituyen como un control destinado a evitar la irrupción de mensajes nuevos y disruptivos.

Esa segunda historia que debemos hacer que se construya en la cabeza de los votantes jóvenes, estará cruzada por el insight de rebelión, el outsight del clima de época y el foresight de nuestra promesa de marca política, de a quien vamos a desafiar, correlación de fuerzas, y la visión del escenario que se daría en caso de triunfar. Solamente en el terreno del conflicto y las contradicciones del sistema, el mensaje hacia el voto joven adquiere su máxima tensión y con ella la potencia y significación plenas.

Rubén Weinsteiner

El Estado sostiene 50 millones de empleos en EE.UU.

Lo aseguró el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin





El Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, aseguró que la economía local ya empezó a repuntar desde la crisis ocasionada por la pandemia del coronavirus y "mejorará de forma dramática" en el tercer y cuarto trimestre.

Mnuchin, que compareció ante el Comité de Pequeñas Empresas del Senado para revisar el progreso de los programas de préstamo de rescate federal por el coronavirus, dijo en un testimonio escrito que los datos económicos y laborales entrantes "muestran que estamos bien posicionados para una reapertura fuerte y gradual del país".

"Como podrían esperar de un programa de tal magnitud ejecutado a escala nacional en un tiempo récord, tuvimos algunas complicaciones iniciales. Las resolvimos rápidamente", afirmó Mnuchin en su testimonio, ante las críticas por el pago de ayudas a mega empresas que no las necesitaban.

Según señaló, el programa está respaldando el empleo de unos 50 millones de trabajadores y más del 75% de las nóminas de los pequeños negocios en los 50 estados.

Pese al optimismo del jefe del Tesoro, le queda un largo camino por delante. Aunque el reporte laboral mejoró de manera inesperada en mayo, el desempleo sigue al 13,3% -su máximo tras la Segunda Guerra Mundial-, la tasa de desocupación sigue subiendo entre las poblaciones de afroamericanos y asiáticos, y se espera que la recuperación total de la economía tarde años.

Según el The New York Times Bolsonaro prepara un golpe " a la Fujimori"


El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, observa el izado de la bandera nacional frente al Palacio Alvorada, en medio del brote por coronavirus en Brasilia

Las amenazas giran en torno al presidente: las muertes diarias por el virus en Brasil son ahora las más altas del mundo. Los inversores están huyendo del país. El mandatario, sus hijos y sus aliados están bajo investigación. Su elección podría incluso ser revocada.

La crisis se ha vuelto tan intensa que algunas de las figuras militares más poderosas de Brasil advierten sobre la inestabilidad, lo que provoca estremecimientos de que podrían hacerse cargo y desmantelar la democracia más grande de América Latina.

Pero lejos de denunciar la idea, el círculo íntimo del presidente Jair Bolsonaro parece estar reclamando que los militares entren en la refriega. De hecho, uno de los hijos del presidente, un congresista que elogió la antigua dictadura militar del país, dijo que una ruptura institucional similar era inevitable.

“Ya no es una opinión sobre si sucederá, sino cuándo ocurrirá esto”, dijo recientemente el hijo del presidente, Eduardo Bolsonaro, a un destacado blogger brasileño, advirtiendo sobre lo que llamó una “ruptura” inminente en el sistema democrático de Brasil.

El enfrentamiento traza un arco siniestro para Brasil, un país que se deshizo del dominio militar en la década de 1980 y construyó una democracia próspera a su paso. En dos décadas, Brasil había llegado a representar la energía y la promesa del mundo en desarrollo, con una economía en auge y el derecho a organizar la Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos.

Desde entonces, su economía tambalea, los escándalos de corrupción han derrocado o atrapado a muchos de sus líderes y una batalla de destitución derrocó a su poderoso gobierno de izquierda.

Bolsonaro, un ex capitán del ejército, entró en este tumulto, celebrando el pasado militar del país y prometiendo restablecer el orden. Pero ha sido criticado por minimizar el virus, sabotear las medidas de aislamiento y presidir caballerosamente uno de los peajes de muerte más altos del mundo, diciendo: “Lo sentimos por todos los muertos, pero ese es el destino de todos”.

Él, su familia y sus seguidores también están siendo perseguidos por acusaciones como abuso de poder, corrupción y divulgación ilegal de información errónea. Sin embargo, casi la mitad de su gabinete está compuesto por figuras militares, y ahora, según los críticos, confía en la amenaza de la intervención militar para evitar los desafíos a su presidencia. El Ministro de Seguridad Institucional de Brasil, Augusto Heleno (Reuters)

Un general retirado en el gabinete de Bolsonaro, Augusto Heleno, el asesor de seguridad nacional, sacudió a la nación en mayo cuando advirtió sobre “consecuencias impredecibles para la estabilidad nacional” después de que la Corte Suprema dejara avanzar una investigación sobre los partidarios de Bolsonaro.

Otro general, el ministro de Defensa, rápidamente apoyó la provocación, mientras que Bolsonaro también arremetió, sugiriendo que la policía ignore las “órdenes absurdas” de la corte.

“Esto está desestabilizando al país, justo durante una pandemia”, dijo Sergio Moro, el ex ministro de justicia que rompió con Bolsonaro en abril, sobre las amenazas de intervención militar. “Es reprensible. El país no necesita vivir con este tipo de amenaza".

Los líderes políticos y analistas dicen que una intervención militar sigue siendo poco probable. Aun así, la posibilidad se cierne sobre las instituciones democráticas de la nación, que están analizando a Bolsonaro y su familia en múltiples frentes.

Dos de los hijos del presidente están siendo investigados por el tipo de campañas de desinformación y difamación que ayudaron a que su padre fuera elegido en 2018, y a fines del mes pasado, la policía federal allanó varias propiedades vinculadas a aliados influyentes de Bolsonaro. El Tribunal Superior Electoral, que supervisa las elecciones, tiene la autoridad de usar evidencia de la investigación para anular las elecciones y destituir a Bolsonaro de su cargo.

Dos de sus hijos también están bajo investigación por corrupción, y la Corte Suprema recientemente autorizó una investigación sobre las acusaciones de que Bolsonaro intentó reemplazar al jefe de la policía federal para proteger a su familia y amigos.

Incluso el manejo de la pandemia por parte del presidente está bajo amenaza legal: el lunes, un juez de la Corte Suprema ordenó al gobierno que dejara de suprimir datos sobre el creciente número de muertos en Brasil. Un hombre muestra un cartel con la consigna "Bolsonaro o intervención militar ya", durante una marcha en Rio de Janeiro en marzo de 2019 (Reuters)

Las amenazas de intervención militar han provocado una reacción violenta, incluso por parte de algunos miembros de alto rango de las fuerzas armadas. Y el general Heleno, el asesor de seguridad nacional, dijo más tarde que no apoyaba un golpe de estado, argumentando que fue mal entendido.

Aún así, los funcionarios militares y civiles de la propia administración de Bolsonaro, así como los aliados del presidente en el Congreso, las mega iglesias evangélicas y las asociaciones militares, dicen que las maniobras tienen como objetivo evitar cualquier intento de las instituciones legislativas y judiciales de Brasil de derrocar al presidente.

Silas Malafaia, un televangelista de derecha cercano a Bolsonaro, insistió en que el presidente no le había contado ningún plan de intervención militar. Aún así, argumentó que las fuerzas armadas tenían el derecho de evitar que los tribunales sobrepasen o incluso destituyan al presidente.

“Eso no es un golpe”, dijo Malafaia. “Está inculcando orden donde hay desorden”.

Los funcionarios pro-Bolsonaro que emiten tales amenazas generalmente no se refieren a la forma en que los golpes se han llevado a cabo a menudo en América Latina, con las fuerzas armadas derrocando a un líder civil para instalar uno propio.

En cambio, parecen estar instando a algo similar a lo que sucedió en Perú en 1992, cuando Alberto Fujimori, el líder de derecha, utilizó las fuerzas armadas para disolver el Congreso, reorganizar el poder judicial y perseguir a los opositores políticos.

Bolsonaro, quien todavía recibe el apoyo de aproximadamente el 30 por ciento de los brasileños, ya se presenta a sí mismo como la encarnación de la cultura militar brasileña, y presenta a las fuerzas armadas como gerentes éticos y eficientes.

Las fuerzas armadas de Brasil ya ejercen una influencia excepcional en su gobierno. Figuras militares, incluidos generales retirados de cuatro estrellas, representan 10 de 22 ministros en el gabinete. El gobierno nombró a casi 2,900 miembros militares en servicio activo para cargos administrativos.

La influencia de las fuerzas armadas de Brasil se exhibió cuando los líderes del Congreso los eximieron en su mayoría de una revisión de las pensiones de 2019, lo que permitió a los miembros del ejército evitar los recortes de beneficios más profundos que sufren otras partes de la sociedad.

La respuesta pandémica de Bolsonaro mostró el creciente perfil de los militares en su gobierno, así como los riesgos para los líderes de las fuerzas armadas cuando los brasileños comienzan a atribuir la culpa a medida que las cosas van mal.

Sobre la base de los éxitos de salud pública de Brasil en la lucha contra epidemias anteriores, el Ministerio de Salud presionó al comienzo de la crisis para tomar medidas de distanciamiento social para frenar la propagación del virus. Incluso Bolsonaro parecía estar de acuerdo con el enfoque, disuadiendo a los seguidores de asistir a las manifestaciones callejeras. Luego cambió abruptamente su postura, golpeando a sus seguidores fuera de su palacio.

Bolsonaro también cambió el liderazgo de la respuesta pandémica a otro general, Walter Souza Braga Netto, su jefe de gabinete.

Al margen y obstaculizando la expansión del uso de hidroxicloroquina, un medicamento contra la malaria promovido por Bolsonaro que no ha demostrado ser efectivo contra el virus, el ministro de salud fue reemplazado. Su sucesor duró solo unas pocas semanas hasta que renunció, reemplazado por un general del ejército, Eduardo Pazuello.

Un ex funcionario del ministerio de salud dijo que los cambios abruptos crearon una sensación de caos dentro de la agencia, lo que resultó en semanas de disfunción y parálisis en el momento más crucial, cuando el país debería haber estado luchando contra la propagación incontrolada del virus.

Por separado, Luiz Henrique Mandetta, el ministro de salud al comienzo de la pandemia, dijo que Bolsonaro apreciaba la estabilidad económica por encima de las prioridades de salud, prefiriendo una figura militar al mando del ministerio.

“Necesitaba a alguien como un general o un coronel que viera el ministerio como un peldaño, una forma de obtener un ascenso por valentía”, dijo Mandetta.

Brasil ahora tiene más de 700,000 casos confirmados de coronavirus, solo superados por los Estados Unidos. Al menos 37,000 personas murieron a causa del virus en Brasil hasta el martes, y el conteo de muertes a menudo aumentó en más de 1,000 al día.

La agitación en Brasil está llevando a los inversores a apresurarse por las salidas. La fuga de capitales está alcanzando niveles nunca vistos desde la década de 1990. El Banco Mundial espera que la economía se contraiga un 8 por ciento este año. La producción de automóviles, un pilar de la economía que alguna vez fue próspero, se ha desplomado a su nivel más bajo desde la década de 1950.

Carlos Fico, un historiador de la Universidad Federal de Río de Janeiro que estudia el ejército brasileño, dijo que el creciente poder de las fuerzas armadas conlleva el riesgo de revelar su incompetencia en áreas cruciales.

“Piensan que las declaraciones gigantescas harán que las cosas sucedan como en el ámbito militar, donde se da una orden y los de rango inferior obedecen”, dijo Fico.

Pero ahora que los militares están guiando la respuesta a la pandemia, Fico agregó: “Corren el riesgo de que la sociedad los culpe por lo que sucederá después”.

Los principales aliados de Bolsonaro insisten en que las fuerzas armadas no tienen planes para un golpe de estado. “Ningún general de cuatro estrellas está a favor de la intervención militar”, dijo Sostenes Cavalcante, un congresista de derecha.

Pero al mismo tiempo, Cavalcante argumentó que se debe hacer algo para frenar el poder de la Corte Suprema. Sostuvo que la charla de un golpe de estado por parte del hijo de Bolsonaro era simplemente una forma de presionar al poder judicial. “Se podría interpretar que la Corte Suprema ha sobrepasado su autoridad”, dijo Cavalcante. Sepultureros con trajes protectores entierran el ataúd de José Soares, de 48 años, quien murió a causa de COVID-19 (Reuters)

Al mismo tiempo, algunos funcionarios de la administración de Bolsonaro están examinando activamente escenarios en los que los militares podrían intervenir. Un oficial militar en el gobierno que no estaba autorizado a hablar en público dijo que una intervención permanecía fuera del radar por el momento, pero que ciertos movimientos del poder judicial, como ordenar una búsqueda en el palacio de Bolsonaro como parte de una investigación, podrían cambiar eso.

Del mismo modo, agregó el funcionario, cualquier posible anulación de las elecciones de 2018 por parte de un juez también se consideraría inaceptable, porque eliminaría no solo a Bolsonaro, sino también a su compañero de fórmula y vicepresidente, Hamilton Mourão, un general retirado.

Mourão ha afirmado repetidamente que no se está considerando ningún tipo de adquisición militar. Pero incluso el debate sobre la intervención militar está generando preocupación sobre la capacidad de recuperación de las instituciones democráticas de Brasil y el regreso a la inestabilidad política crónica, con una constante intromisión militar.

Fernando Henrique Cardoso, un ex presidente civil que estuvo exiliado durante la dictadura militar, dijo que no creía que un golpe fuera inminente. Pero le preocupaba que las tácticas de intimidación de Bolsonaro pudieran intensificarse.

“¿Cómo mueren las democracias? No se necesita un golpe militar", dijo a periodistas Cardoso, de 88 años, quien ya instó a Bolsonaro a renunciar. “El presidente mismo puede buscar poderes extraordinarios, y puede tomarlos”.

Discurso de poder, marcos cognitivos y problematización e intervención



Leer, interpretar e intervenir sobre las demandas, es construir el discurso.

Rubén Weinsteiner

Las demandas como articuladoras de variables blandas definen segmentos a los cuales interpelar como marcas políticas.
El proceso de intervención consiste en: 1) lectura e interpretación de las demandas 2) caracterización y problematización discursiva 3) descripción de personajes y responsabilidades 4) planteo de solución.

La problematización e identificación de los personajes resulta esencial porque muchas personas pueden atribuir fenómenos a causas diversas. Una persona que pierde el empleo puede pensar que algo anda mal en el país, puede pensar que el no estuvo a la altura o que su jefe era malo y se la agarró con el.
Por otra parte una cosa es necesitar algo y otra es ser consciente de esa necesidad. O desear algo y no ponerlo en el nivel de emergencia, es decir obturar el deseo detrás de justificaciones o narrativas limitantes. Ya sea propias-históricas de falta de merecimiento o aptitud, o externas de la cultura dominante o el clima de época.

Las demandas no se constituyen en un proceso automático y natural, sino que se definen por la subjetividad enmarcada en los mecanismos primarios de referencia, que nos permiten construirnos una idea clara e inmediata de cómo leer la realidad a través de nuestro encuadre cognitivo (cognitive framing).
No hay un marco, hay una acción de encuadrar, de enmarcar la realidad.
Para intervenir sobre la subjetividad de los sujetos de elección hace falta conectar con su estructura de marcos cognitivos. Si nuestro discurso no esta alineado con los marcos de nuestro público, este lo rechazará o directamente no lo comprenderá, no lo sentirá, no le hará consonancia.

Es por eso que la lectura de las demandas y la construcción de la narrativa de la marca política sobre esas demandas puede y debe intervenir sobre ese encuadre cognitivo.
Esto es; alguien puede pensar que viajar mal en el transporte público es normal, que “es así”. Que los subtes son incómodos. La mirada crítica permitiría pensar que quizás los subtes son incómodos, porque no vienen con la frecuencia que deberían, y no vienen con la frecuencia que deberían porque no hay suficientes vagones, y que no hay suficientes vagones porque no se producen en el país y no hay recursos para importarlos, porque los recursos se gastan en otras cosas, y que si se gastaran en mejorar el transporte público todos podríamos viajar “como seres humanos” en el subte.

Alguien podría pensar que es normal que si uno tiene ganas de orinar, estando afuera, es normal tener que aguantarse porque es así, o hay que entrar a un bar, pedir un café e ir al baño. El pensamiento crítico podría llevarlos a pensar que todas las personas tienen la necesidad de orinar y que debería haber baños accesibles y próximos para que la gente orine.
Lo mismo con el acceso a los alimentos a precios posibles (comer hay que comer), a la salud, a la indumentaria, con las condiciones laborales, etc.

El disenso formal activo permite poner en crisis los marcos de encuadre cognitivo, problematizar la realidad, plantear, desde el discurso un nuevo formato problematizador que posibilite la conceptualización y la lectura de que no estamos condenados a esto, sino que esto pasa porque hay cosas que no se hacen o cosas que se hacen mal.
Por eso muchas de las demandas y deseos se encuentran en estado de latencia, obturadas por discurso del mainstream, limitante, justificador y obturador de los deseos lantentes.
El discurso de poder, debe organizar las percepciones en función de la potencialidad de acción de la marca política, para modificar aquello que parece inmutable y sin solución.
El camino crítico es leer las demandas, apropiarse de los marcos cognitivos de nuestro público, problematizar para proponer, convocar y esperanzar. Intervenir y comprometer desde el discurso al sujeto de elección con una perspectiva de un futuro distinto, mejor y alineado con las demandas latentes de los segmentos objetivo.

Rubén Weinsteiner 

Se profundiza la puja entre la izquierda y la derecha del partido demócrata: el director de escuela que quiere repetir la hazaña de Ocasio-Cortez


Al parecer, la tregua entre progresistas y centristas del Partido Demócrata para sacar a Donald Trump de la Casa Blanca sólo se limita a la carrera presidencial. La subbancada formada por legisladores progresistas como Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Ro Khana, y Mark Pocan sigue impulsando a candidatos dentro de la izquierda del partido para reemplazar a congresistas demócratas de corte centrista. El caso más sonado este año es el de Jamaal Bowman, quien busca ganarse la banca del también demócrata Eliot Engel del distrito 16 de Nueva York.

La plataforma de Bowman, exdirector de escuela y educador del sur del Bronx, impulsa el acceso a la salud para todos los ciudadanos, luchar contra la desigualdad, y está a favor del Green New Deal, el proyecto de desarrollo económico sustentable impulsado por Ocasio, Sanders y otros progresistas.

En marzo Bowman publicó una columna en NBC News criticando fuertemente a Michael Bloomberg por su desempeño como alcalde de Nueva York. En aquel momento el magnate mediático todavía buscaba la presidencia de EU. Bowman recordó que políticas de discriminación racial implementadas por la policía durante la administración de Bloomberg marcaron a miles de ciudadanos negros y latinos en la ciudad.

"La marca del periodo Bloomberg fueron el desplazamiento económico y la ruta escuela-cárcel", escribió el candidato. Bowman contó que una noche en 2004, cuando manejaba con su hijo de tres años, una patrulla lo detuvo. Le dijeron que su seguro estaba vencido, "sabía que era mentira, pero no me atreví a abrir la boca", recuerda.

"Estaba muy consciente de lo que podía pasar si le respondía a los policías por el caso de la golpiza a Rodney King por parte de la policía de Los Angeles. Así que mantuve la boca cerrada". Bowman recuerda que lo llevaron a una celda en condiciones infrahumanas con otros dos detenidos. Estuvo ahí varias horas hasta que lo soltaron sin explicación alguna.

Estaba muy consciente de lo que podía pasar si le respondía a los policías por el caso de la golpiza a Rodney King por parte de la policía de Los Angeles. Así que mantuve la boca cerrada

La antigüedad de Engel, quien está en el Congreso de los EU de manera ininterrumpida desde 1989, recuerda a la historia de Ocasio-Cortez, quien en la interna demócrata de Nueva York en 2018 arrebató la curul del veterano Joe Crowley, en aquel momento el segundo demócrata más poderoso en la Cámara Baja y posible sucesor de Nancy Pelosi al frente de la bancada. Ocasio tenía 28 años. Bowman no es una joven promesa y dificilmente se convertirá en el fenómeno viral que Ocasio,  quien también viene del Bronx, sin embargo, su trabajo en la comunidad y sus posiciones políticas bien podrían ponerlo entre el grupo más influyente de legisladores.

La tendencia hacia el Partido Demócrata en ese distrito es tal que la primaria se convierte en la elección general. Es decir, quien sea que gane la contienda interna el próximo 23 de junio será el virtual ganador de la banca.

Aunque no tiene la influencia de la que gozaba Crowley, Engel es el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Asamblea, una posición que le otorga poder significativo sobre toda legislación relacionada con relaciones exteriores, además de poderes de supervisión sobre el Departamento de Estado. Esta semana presumió que contaba con el respaldo del senador por Nueva York Chuck Schumer, quien rápidamente desmintió a su colega de partido. "No me he decidido por nadie en esa carrera", respondió Schumer a los reporteros. "Estoy ocupado con las carreras por el Senado".

El senador y excandidato presidencial Bernie Sanders, líder moral de los progresistas del partido, sí apoyó la candidatura de Bowman. "Jamaal entiende que las familias de bajos recursos no tienen acceso a oportunidades y a una vida decente debido a un sistema que está arreglado para beneficiar a los ricos", dijo Sanders en una publicación de Medium. "Es alguien en quien podemos confiar que será un abogado poderoso de la agenda progresista en el Congreso".

La semana pasada, durante un evento comunitario relacionado con las protestas por la muerte de George Floyd, Engel tuvo un momento incómodo gracias a un micrófono abierto. Se puede escuchar al congresista preguntarle al presidente del barrio del Bronx si iba a poder hablar esa noche ante la audiencia. El hombre le dice que hay muchos oradores programados y que tal vez no haya tiempo, a lo que Engel responde "si no estuviera en una [elección] primaria, no me importaría".

 

Wolf Warrior, la matriz política que busca imponer China en la postpandemia



Xi Jinping, presidente de China. Detrás, el póster promocional de la película "Wolf Warrior 2", un film del estilo "Rambo" que promociona la fortaleza del país


“Cualquiera que insulte a China debe ser exterminado”. La leyenda, grandilocuente, acompaña un póster promocional de la película Wolf Warrior 2, una de las más populares en la historia del país. El film reúne la mayoría de los lugares comunes de los nacionalismos a través de la historia: la amenaza externa, la afrenta al orgullo patriótico, la supremacía sobre el enemigo. Es encabezada por un héroe poco convencional y omnipotente que debe repeler los ataques arteros de un mercenario norteamericano en superioridad de condiciones.

El mensaje más bien lineal de la película protagonizada y dirigida por Wu Jing -una de las máximas y más ricas celebridades de aquella nación- fue adoptado por el servicio exterior del régimen y transmitido a todos sus embajadores y delegados alrededor del mundo. Devolver con virulencia cualquier crítica hecha a partir de la impericia en el control del coronavirus.

Xi Jinping, presidente desde 2013, comenzó a alimentar el nacionalismo tanto fuera como dentro del extenso territorio. Ninguna sede diplomática permitirá que el discurso único del Partido Comunista Chino (PCC) fuera refutado o puesto en dudas por algún Gobierno extranjero.

Esa agresiva política exterior es parte de un plan mucho más hondo. Beijing ve una oportunidad única creada a partir de la pandemia: su expansión geopolítica. Y América Latina -con su pobreza estructural, sus necesidades diarias y sus Gobiernos desapegados a las leyes-, figura entre sus principales planes. Así lo puso en evidencia el diario South China Morning Post (SCMP), propiedad de Jack Ma, fundador de Alibaba, la réplica china de Amazon. Ma fue, además, uno de los promotores de la “diplomacia de las mascarillas" con la que el Gobierno pretendió limpiar su demacrada imagen producto de su pésima gestión del brote del SARS-CoV-2, nacido en Wuhan.

Producto de esa mala administración y del ocultamiento de la epidemia, Jinping debió acelerar sus nuevas formas diplomáticas. Por un lado, mostrarse solidario con los estados pobres y sin suministros. Inundó para ello varias naciones con la venta de material médico. Por el otro, sus medios y sus ejércitos de trolls dejaban en evidencia a quienes no gestionaron bien la multiplicación de los casos de COVID-19 -como Italia y España- para que el foco se dispersara; y por último, se decidió a responder a cada una de las críticas de manera brutal. Lo padeció Australia quien pidió una investigación imparcial sobre el origen del virus.

El diario de Alibaba, basado en Hong Kong, señaló que “el coronavirus le dio a China la oportunidad del siglo en América Latina”. Los expertos consultados por el SCMP creen que Beijing “está ganando la batalla de la percepción” en el hemisferio sur. “Argumentan que esta crisis puede ser una oportunidad como ninguna otra para que China muestre su capacidad de liderazgo en una región que necesitará más ayuda”. El medio no explicó cuál cree que será el precio que pagarán los países de la región por esa asistencia.

El periódico Financial Times, por su parte, hizo referencia al tema en una columna firmada por Gideon Rachman, experto en geopolítica. En su columna titulada “Se avecina una nueva crisis mundial en el este de Asia”, el autor plantea que “el orgullo y la paranoia de Beijing son una mezcla peligrosa para el mundo”. El editorialista inglés no es particularmente un admirador de Donald Trump y está muy lejos de su retórica. Incluso, en uno de sus textos advirtió que una de las consecuencias de la pandemia podía derivar en una “vuelta al nacionalismo”. Su artículo estaba ilustrado indistintamente con Xi Jinping, Trump, Angela Merkel, Emmanuel Macron y Boris Johnson. Todos con sus respectivas mascarillas.

El diario de Ma cita a uno de los máximos expertos en el régimen, Evan Ellis. “Mientras la crisis se profundiza en América Latina, el mayor ganador parece ser China. Probablemente expandirá su presencia comercial e influencia política en América Latina y el Caribe”, dice el académico de la Escuela de Estrategia de Guerra del Ejército de los Estados Unidos. Había planteado algo similar en Infobae semanas atrás.

“El Gobierno chino puede sentir que el coronavirus hace que este sea un buen momento para actuar, mientras el mundo mira hacia otro lado”, opina Rachman. El autor indica que existe un gran grado de paranoia en la cúpula del poder chino. Enumera los recientes tropiezos del régimen entre las protestas en Hong Kong, la pelea comercial con Washington, las acusaciones por la pandemia y una contracción de la economía como nunca antes en los últimos 25 años.

El Gobierno de Jinping ve fantasmas a los que trata de exorcizar a fuerza de golpes. Piensa que hay poderes externos hostiles que lo rodean por todos lados. Y que todos conjuran contra China. “Aún si Xi cree firmemente que las acciones de su país son defensivas por naturaleza, el sistema que están defendiendo es un estado de un partido único que busca la represión de las críticas tanto dentro como fuera del país”, remarca el diario Financial Times.

La influencia de Beijing en América Latina, pues, contaría con la benevolencia de la actual era sombría. El brote epidemiológico hará estragos en las economías regionales, tierra arrasada ideal para un renovado socio. En Venezuela y Ecuador el tendal de deudas a su favor es casi impagable, y los recursos de esos países se desangran para cumplir sus compromisos.


La diplomacia del “Rambo chino” parece dar sus primeros frutos que serán recogidos en América Latina, posiblemente.

Miedo contra decepción o miedo contra miedo




Rubén Weinsteiner


Narrativa del Miedo vs Narrativa de la Decepción: ¿Quien gana?

En diferentes esquemas grietarios, de paridades intensas, en instancias electorales o previas a un comicio, vemos desplegarse narrativas que transitan la empatía con el decepcionado y describen y problematizan situaciones difíciles, narrando y problematizando una situación de fracaso, desesperanza y perspectiva negativa, dándole forma a la decepción de muchos ciudadanos.

Vemos en otros casos el despliegue de narrativas que interpretan el rechazo profundo traducido en miedo, legitimándolo, dándole correlatos argumentales profundizándolo y contraponiéndolo a la decepción.

Que pesa más, el miedo o la decepción?

Miedo a volver al pasado, decepción por el presente

El miedo es más fuerte que la decepción, porque opera sobre lo que vendrá. Siempre lo que vendrá puede ser peor que el presente, y eso da miedo.

“Más vale malo conocido que bueno por conocer” dice el dicho, y refleja la vocación de no mover las cosas, de no cambiar cuando se cree que lo que venga puede ser peor. La decepción es lo que conocemos, el miedo es sobre lo que vendrá, lo desconocido que puede ser peor que el presente, por eso paraliza.

Miedo contra miedo

Y si la decepción por el presente se volviera miedo a seguir?

La respuesta superadora al miedo generado no es la decepción, sino el miedo a seguir, o el miedo a que se profundice lo malo del presente.

Ahí se daría una batalla miedo contra miedo.

En estos esquemas de paridades intensas y audiencias redundantes, los públicos sensibles a este tipo de intervenciones narrativas, no están ni en los núcleos duros de ambos lados, ni siquiera en los segmentos de anclaje asociado a cada uno de los lados.

Las zonas de intervención comienzan en la periferia de ambos campamentos y se extienden hacia el medio, donde habitan segmentos no comprometidos, despojados de imput ideológico, muchas veces descreídos y decepcionados de la política.

Es estos segmentos donde miedo y decepción pueden hacer lo suyo. Es ahí donde en escenarios de extrema paridad un bando puede definir el partido.

La dinámica de intervención de la subjetividad es compleja. Hay que asumir que ese encuadre determina un universo de sentidos que puede producirnos incomodidad, rechazo entre un repertorio de sentimientos.

Lo primero es cambiar el chip de la furia a la curiosidad. Porque esta persona odia lo que para mi es bueno? Si me cambio de lugar quizás lo vea diferente? Como puede defender lo que para mi es indefendible? Son preguntas esenciales e inevitables si queremos intervenir sobre la subjetividad de estos segmentos.

Anclajes

La memoria es el último recuerdo poderoso que adquirimos, no todo lo que vivimos. El poder de ese último recuerdo, es el que constituye el anclaje.

Un anclaje es una percepción fundada y construida en una ponderación conceptual, dentro de un estado de gran intensidad, de experimentación de sensaciones con fuerte solicitación simultánea del intelecto, del cuerpo y del espíritu.

Como se sustituye un anclaje, es la madre de todas las preguntas. Como se hace para que alguien catalogado como corrupto sea visto de otra manera, alguien percibido como poco intelgente, pueda ser percibido de otra manera, una marca política signada por un acontecimiento histórico, pueda ser asociada a otros links de marca política?

Toda negación implica una afirmación, esto es Lacan.

Andá y decile a tu esposa: “tu amiga Claudia…, no me gusta” , “la verdad, que no me mueve ni un pelo”. A partir de ese momento, tu esposa va a estar completamente segura que te gusta mucho su amiga Claudia.

La funcionalidad de la negación en el discurso, es inversa en términos de sus objetivos a la intención del emisor. Nadie que sea honesto debería decir “no robé ”, sería como para alguien que no tiene ninguna cicatriz en la cara, decir “yo no tengo ninguna cicatriz en la cara”. Si uno no tiene el deseo de tener algo ni nada con Claudia, difícilmente habilite los senderos neurológicos que le hagan decir algo relacionado con “tener algo con Claudia”, aún para negarlo, y eso las audiencias lo decodifican rápido, aunque no lo puedan poner en palabras y en emergencia, y fundamentarlo.

No sirve negar, tampoco explicar. Es fundamental construir una narrativa que explique o niegue, pero no se desaloja un anclaje con eso.

Para desalojar un anclaje, que en definitiva es una estructura sensorial, un sentimiento, hace falta un sentimiento más fuerte. Un anclaje sustituyente.

El anclaje sustituyente refuta pero sólo de manera indirecta el anclaje original. Es decir el nuevo anclaje no viene a negar, viene a instalar un nuevo posicionamiento, un nuevo link-significado en la cabeza de las personas.

El nuevo anclaje debe ser sólido, congruente con la marca política y lo más importante, más fuerte que el anclaje a desalojar.

Miedo contra miedo, anclaje contra anclaje, se trata de construir estados, no de afirmar o negar. Nadie escucha cuando siente. Y se trata de hacer sentir no de contar.

Rubén Weinsteiner

La pandemia de coronavirus está obligando a repensar el modelo de "reservas estratégicas" a nivel mundial



Bodega de almacenamiento secreta de Finlandia
Image caption Los almacenes de suministros se encuentran en lugares secretos en diferentes sitios de Finlandia. 

Generalmente cuando se habla de reservas estratégicas con las que cuentan algunos países, se piensa en las que, desde hace décadas, se han considerado como las más importantes: las de petróleo.

Pero en realidad, el término engloba cualquier artículo, materia prima o mercancía retenida por gobiernos, organizaciones o empresas, y que forman parte de una estrategia para hacer frente a situaciones de emergencia como un huracán o una pandemia global.

La covid-19 ha tomado a muchos gobiernos por sorpresa. Las reservas estratégicas de un país suelen efectivamente centrarse en crudo y minerales como el oro; hasta febrero de este año pocos habían pensado que contar con un buen suministro de mascarillas y respiradores - artículos que han escaseado en gran parte del planeta desde la aparición del virus - sería tan crucial.

Ahora, debido a la pandemia de coronavirus, varios gobiernos se están replanteando el modelo de reservas estratégicas.

Y es que pocos países estaba realmente preparado para una crisis sanitaria de tal magnitud. Solamente un puñado de naciones, entre las que se encuentran Finlandia y Suiza, contaban con una buena cantidad de artículos médicos y de primera necesidad para hacerle frente.

Durante la Guerra Fría, el país nórdico levantó una robusta reserva no solamente de petróleo, sino también de equipos médicos y de supervivencia; esto lo ha dejado en una posición más sólida para enfrentar la pandemia.

Suiza hizo lo mismo después de la II Guerra Mundial.


"Almacenamos muchas cosas: trigo blando, arroz, aceita, azúcar. También medicinas tales como antibióticos, analgésicos, vacunas. En términos energéticos contamos con combustibles como diesel, gasolina, kerosén y combustible de calefacción, y además teníamos una pequeña reserva de mascarillas", dice a BBC Mundo Stefan Menzi, vicepresidente del área de suministros de la Oficina Federal de Suministro Económico de Suiza (Fones, por sus siglas en inglés)

Pero las reservas de tapabocas con los que contaban los suizos resultaron no ser suficientes, admite el funcionario.

"La preparación para enfermedades pandémicas se descuidó"

"Las provisiones no eran tan grandes. Se le recomendó a hospitales y a otros centros de salud que también tuvieran sus reservas, pero a medida que avanzaba la crisis nos dimos cuenta que necesitábamos más mascarillas", prosigue.

"Ese es definitivamente un artículo que debemos reconsiderar después de esta crisis".

Para Frank Snowden, historiador de la Universidad de Yale (EE.UU.) y experto en pandemias, la covid-19 está modificando el concepto de reservas estratégicas no solamente en Suiza, sino en todo el mundo.

En Estados Unidos, fue el exvicepresidente Al Gore quien incluyó por primera vez en la década de los 90 la amenaza que representan las pandemias como parte de las discusiones del Consejo de Seguridad Nacional.

Unas decisión que contó con el apoyo de la Corporación RAND, un influente think tank que asesora a las Fuerzas Armadas de EE.UU.

Pero luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001, y el aumento de la amenaza terrorista en suelo estadounidense y en el mundo entero, las pandemias pasaron a segundo plano.

"A partir de ese momento, los recursos se centraron en desarrollar sistemas de defensa para hacer frente al terrorismo y la preparación para enfermedades pandémicas se descuidó, a excepción de periodos puntuales y breves, como los que precedieron crisis como la del SARS y la del ébola", le cuenta el profesor de Yale a BBC Mundo.

La covid-19: un llamado de atención

No obstante, poco después de que ambas epidemias se declararan como finalizadas, la mayoría de las organizaciones y autoridades sanitarias en todo el mundo regresaron a la política de reducción de costos y le restaron importancia a la amenaza de una pandemia.

Cajas de equipos médicos.

Getty

Se puede decir que toda la experiencia dejada por la pandemia ejercerá una gran influencia en la manera en la que administramos nuestras reservas estratégicas en el futuro".

"En ese contexto, la covid-19 ha representado un dramático llamado de atención", destaca Snowden.

"Como explicó Tedros Adhanom (director de la Organización Mundial de la Salud), las enfermedades pandémicas tienen la capacidad de causar devastación en una sociedad de una manera que eclipsa el daño causado por cualquier acto de terrorismo".

La gran cantidad de muertes que esta pandemia ha dejado, así como sus consecuencias económicas y sociales, que han empujado a la recesión incluso a las economías más prósperas del planeta, hacen que la preparación para enfrentar una nueva infección con potencial pandémico en el futuro sea ahora una prioridad.

Artículos sanitarios como parte de las reservas estratégicas

Por eso, el historiador estima que, después de la pandemia, las necesidades de salud pública se convertirán en parte de las reservas estratégicas que las naciones almacenan para enfrentar emergencias.

"Lo que esto incluiría dependerá, por supuesto, del grado en que la ciencia médica haya generado herramientas para enfrentar las enfermedades que surjan, las cuales se cree que representan una mayor amenaza".

"Idealmente, se deberían incluir vacunas y antivirales, así como equipos de protección personal (EPP), respiradores, un aumento de la capacidad hospitalaria en forma de camas adicionales y unidades de cuidados intensivos".

Y paralelamente a esto, el experto recomienda elaborar protocolos e intensificar la capacitación del personal para este tipo de emergencias.

Stefan Menzi, de la Oficina Federal de Suministro Económico de Suiza, coincide con que una de las cosas que esta crisis ha demostrado es lo importante que es contar con este tipo de insumos en reserva.

La experiencia del coronavirus

En medio de la actual pandemia de coronavirus, unos 80 países prohibieron o limitaron las exportaciones de tapabocas, guantes y EPP, entre otros productos, para paliar la escasez, según datos recogidos por la OMS.

"Nos hemos dado cuenta que durante una pandemia se dificulta la capacidad de obtener artículos como mascarillas, gel desinfectante, etc.", explica Menzi, al mismo tiempo que asegura estar convencido de que el gobierno repensará el asunto y en el futuro Suiza contará con una reserva más grande de estos bienes que han probado su carácter esencial en una emergencia sanitaria.

"La crisis aún está aquí, todavía la estamos viviendo y no ha pasado. Pero creo que se puede decir que toda la experiencia dejada por la pandemia ejercerá una gran influencia en la manera en la que administramos nuestras reservas estratégicas en el futuro".

Bolivia se encamina hacia las presidenciales en un clima de máxima tensión política


Jeanine Áñez, tras asumir la presidencia interina en noviembre pasado, en La Paz

Bolivia se encamina hacia unas elecciones presidenciales después de meses convulsos en los que al derrocamiento de Evo Morales por acusaciones de fraude se han sumado la llegada al poder de un criticado Gabinete interino y las dudas sobre los informes electorales que propiciaron la caída del expresidente. Ahora hay un horizonte para volver a las urnas y el país lo hace en un clima de elevada tensión política. Tras haber logrado un acuerdo con tres partidos de la oposición, entre ellos el Movimiento al Socialismo (MAS), que cuenta con mayoría en el Parlamento, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia propuso una ley, que seguramente se aprobará, para convocar a elecciones el 6 de septiembre.

Esta es la tercera vez que la fecha de los comicios se cambia y tal vez no sea la última. La definición del TSE generó la reacción adversa del oficialismo y dio lugar a una fuerte polémica política. Los distintos frentes respaldaron o rechazaron la fecha definida, según sus respectivos cálculos electorales, mientras la población intentaba retomar las actividades después de 80 días de cuarentena, pese a que los casos (13.949 positivos) y fallecimientos por la covid-19 (casi 500) han ido en aumento.

La necesidad de este pacto político surgió del impasse que se había producido previamente entre el poder legislativo y el Ejecutivo, es decir, entre el MAS y el actual oficialismo, en torno a la fecha de las elecciones. La ley que las fijaba el primer domingo de agosto había sido denunciada ante el Tribunal Constitucional por el Gobierno de Jeanine Áñez con el argumento de que una fecha tan cercana podía poner en riesgo la salud de la población.

La negociaciones en busca de una nueva fecha se realizaron con el auspicio de las Naciones Unidas y la Unión Europea y concluyeron en un acuerdo entre los opositores MAS, que encabeza los sondeos; Libre 21, que postula al exmandatario Jorge Quiroga; y Comunidad Ciudadana (CC), que lidera el expresidente Carlos Mesa. Participaron en las charlas, pero se excluyeron del acuerdo final, la alianza Juntos, de Áñez, y el frente Creemos, que dirige el derechista Luis Fernando Camacho, adversario de Morales y uno de los dirigentes que propiciaron su caída. El expresidente abandonó el país y se fue primero a México y luego a Argentina, donde se encuentra, mientras la Organización de los Estados Americanos (OEA) elaboraba un informe que hace días fue cuestionado por una información de The New York Times.

La plataforma de la presidenta transitoria prometió acatar la fecha establecida siempre y cuando la evolución de la pandemia vaya a mejor. Al mismo tiempo, cuestionó que el Tribunal Electoral hubiera cedido a las pretensiones “electoralistas” del MAS y de CC. Estos dos partidos están interesados en ir a las urnas lo más pronto posible. Al mismo tiempo, son los que van delante en la mayoría de las encuestas. Para Mesa, las elecciones son imprescindibles para enfrentar la pandemia, ya que el país requiere de una dirección política “legítima”.

Áñez llegó al poder por un acuerdo de las fuerzas que derrocaron al presidente Morales en noviembre pasado con un mandato transitorio y limitado a la organización de las elecciones. Sin embargo, la extrema polarización política, primero, y la llegada de la pandemia, después, le permitieron actuar como una gobernante ordinaria, y tomar decisiones con efectos de largo plazo, lo que Mesa y Morales han criticado una y otra vez. Ahora, estos líderes opositores han tomado la ambigua posición del Gobierno sobre la nueva fecha de elecciones como una prueba más de su deseo de prolongar el mandato interino. El oficialismo ha rechazado estas insinuaciones y ha asegurado que solo lo mueve la preocupación sanitaria.

El líder de las protestas que terminaron en el derrocamiento de Morales, Luis Fernando Camacho, que aparece en las encuestas con una intención de voto de solo el 10%, se ha estrellado frontalmente contra el acuerdo político promovido por el Tribunal Electoral. “Los políticos de siempre se adueñaron de nuestra lucha de los 21 días [previos al derrocamiento].... Yo mantengo mi posición: ni cobarde, ni vendido, peor masista. No pacté, no pacto y no pactaré con el dictador”, declaró Camacho, en alusión a las informaciones sobre una conversación telefónica entre el presidente del Tribunal Electoral, Salvador Romero, y el expresidente Morales, que habría dado el visto bueno al acuerdo. La existencia de este contacto no se ha confirmado. Fue Morales, desde Argentina, y no Luis Arce, el candidato del MAS, quien anunció primero el acuerdo político sobre las elecciones, lo que le cayó muy mal a sus enemigos e incluso a muchos de sus seguidores en Bolivia.

Camacho quiere que se haga una nueva convocatoria a elecciones para el próximo año, lo que le permitiría reorganizarse, cambiar sus listas de candidatos y participar en el proceso con mayores posibilidades de éxito. Romero fue designado directamente como miembro del Tribunal Electoral por Áñez, que elogió su conocimiento de los asuntos electorales y su reputación internacional. No obstante, su posición institucionalista respecto al MAS lo ha convertido en sospechoso para grupos y personalidades extremistas, afines tanto a Áñez como a Camacho.

El Procurador General del Estado y una senadora del partido de Gobierno exigieron a Romero que se sumara como parte acusadora en el juicio que está planteado contra Morales por su presunta participación en el supuesto fraude en las pasadas elecciones. La autoridad electoral no les ha respondido. Además, los radicales consideran que, por este mismo motivo, Romero y el Tribunal Electoral debieron haber eliminado al MAS de estas elecciones. Esto no ocurrió porque la ley no establece una sanción colectiva por el delito de fraude. Sin embargo, la idea de inhabilitar al partido de Morales vuelve recurrentemente al debate público, alimentada por el exitoso desempeño de Luis Arce en las encuestas. Estas le asignan a Arce el primer lugar, con más del 30% de la intención de voto. Según la norma boliviana, un candidato puede triunfar en primera vuelta si reúne más del 40% de los votos y tiene diez puntos porcentuales por encima de su inmediato seguidor.

Imaginario instituido vs imaginario instituyente en la construcción del sistema de preferencias del #votojoven



Rubén Weinsteiner

Pensamos al imaginario social como el dispositivo productor y contenedor de significados colectivos.

Significados que determinan marcos, normas y pautas entre las cuáles los jóvenes viven, se adaptan, se integran a la vida adulta, al mercado laboral y se institucionalizan.

Discurso, consenso y disenso

El discurso del consenso se limita a reproducir lo dado. Si plantea innovaciones, estas tienen que ver con el retorno a un pasado ideal, a las “viejas costumbres” a “lo que hay que hacer”, “volver a las fuentes”. No entraña disruptividad, y por lo general no consensua rupturas, en el mejor de los casos acerca posiciones dentro de los estrictos límites de ese consenso.

La innovación en el discurso del consenso, no puede ir más allá de las necesidades de la agenda política y corporativa. Esa innovación propuesta o “el retorno a las fuentes” obtura el análisis científico, ya que este no admite límites, así como las preguntas, las dudas, su contraste y modelización con la complejidad, incertidumbre y disruptividad del presente. De alguna manera se vincula con el análisis científico y la inquisición intelectual como lo haría una religión cuando la ciencia habla de millones de años desde la creación del mundo y de la teoría de la evolución.

Jóvenes disenso y reproducción de formatos
Roberto Brito Lemus plantea que la juventud, comienza cuando se desarrolla la capacidad de reproducir la especie humana, y termina cuando se desarrolla la capacidad de reproducir el orden social.

Se es joven mientras se cuestiona, contesta y demanda cambios y se evita reproducir el orden social tal cual está planteado. Cuando se evita “transar”, cuando se quieren transponer límites, cuando se quiere forzar la realidad y enfrentar poderes constituidos y poderosos que frenan los cambios.

Cuando hablamos de disenso formal activo en los segmentos jóvenes, pensamos la diferencia entre el imaginario instituido y el imaginario instituyente, para elaborar una consideración dinámica entre las significaciones que consolidan lo establecido o proponer volver a pasados idílicos dotados de cargas míticas necesarias, y la capacidad instituyente de los posibles organizadores de sentido.

Ese disenso formal activo, es formal porque juega según las reglas de la sociedad, y es disenso porque cuestiona la producción de subjetividades que se amoldan a las organizaciones de sentido, y aseguran la reproducción de formatos que permitan corporizar determinadas agendas políticas y corporativas.

Cuando un paradigma cambia todos vuelven a cero

El disenso formal activo entre los jóvenes opera como aquellos cambios tecnológicos-culturales, que instalan nuevos paradigmas y con los que vuelven a cero todos los jugadores.

Cuando un paradigma cambia todos vuelven a cero, el pasado y los mitos no garantizan nada si los paradigmas cambian.

Con los relojes de aguja, los suizos dominaban el 95% del mercado. Cuando la tecnología del reloj de cuarzo ganó espacio, los suizos se quedaron con el 2% del mercado. Paradójicamente el reloj de cuarzo se inventó en Neuchatel, Suiza en 1967. Los inventores exhibieron el invento allí y este fue rechazado. Ese mismo año, el reloj de cuarzo fue presentado en la Convención mundial de relojería, y Texas Instruments y Seiko compraron la idea. Los suizos ni siquiera habían registrado la idea. Estaban tan seguros que lo que había funcionado hasta ese momento funcionaría siempre, que no pensaron que los paradigmas pueden cambiar y que cuando un paradigma cambia todos los jugadores vuelven a cero.

2001 y la metamorfosis de la representación en Argentina
Con la crisis del 2001 cambiaron los paradigmas de representación política en el voto joven en la Argentina. Lo que Bernard Manin llama “metamorfosis de la representación”, un cambio profundo del lazo que une a quienes eligen, con quienes son elegidos.

En Argentina, en las jornadas del 19 y 20 de diciembre, confluyeron muy diversos sectores: desde ahorristas a quienes el “corralito” no dejaba extraer su dinero de los bancos, el sector educativo, el de salud, partidos políticos de izquierda, organizaciones sindicales, los movimientos de desocupados, en su mayoría piqueteros, y también muchos sujetos jóvenes autoconvocados que repudiaban al sistema político en su totalidad. La consigna que se impuso fue: “¡Que se vayan todos!”, demostrando la profundidad de la crisis que terminó con 40 muertos y 2000 heridos.

Los cambios de paradigmas según Khun, tienden a ser drásticos y en muchos sentidos los jugadores vuelven a cero. Con los nuevos paradigmas del esquema formal de organización del sistema de preferencias, el votante joven se apropió del sistema de valoración de las marcas políticas, que antes subrogaba en los adultos, por tradición o mandato, educación o poder de fuego de los medios tradicionales, produciendo una síntesis entre su sistema de asignación de valores etáreos y tribales, y su propia racionalidad instrumental del voto.

La pobreza, la indigencia, la ruptura del contrato social y el desempleo constituyeron el núcleo de deslegitimación del sistema de paradigmas viejo. La pérdida de la legitimidad de las generaciones dirigenciales mayores, que revelaron debilidad e impotencia, les quitó autoridad y capital simbólico ante los jóvenes. Autoridades e instituciones, bancos, medios de comunicación y partidos políticos, perdieron autoridad validatoria de las marcas politicas. Junto con eso, el colapso de la ilusión del retiro del estado, la convertibilidad y “estar en el primer mundo”, encuentra a los actores sociales jóvenes, más afectados que ninguna otra franja en la dura lucha por la supervivencia, o bien irse del país. Encarnando en ambos casos un fuerte componente contracultural.

El voto joven a partir del cambio de paradigmas de 2001, ha dejado de organizarse a partir de identidades sociales tradicionales permanentes.

El radicalismo y el peronismo tal cual lo conocíamos, se resetearon. El primero brindando capilaridad territorial a Cambiemos, devino en un socio menor y en disminución progresiva del PRO, que se erigió en la referencia electoral de los ex votantes radicales. El peronismo se reconvirtió, atravesó su etapa kirchnerista y gestiona un nuevo formato entre CFK y la liga de gobernadores.

2002 la metamorfósis es global

En Europa durante la post guerra, los jóvenes desarrollaron una tendencia a valorar negativamente a la política pero por sobre todo a los políticos. En ese escenario como en el 2001 argentino, el proceso de deslegitimación fue ampliando la brecha entre dirigentes y jóvenes y dio cuenta de la falta de expectativas en la realización de cambios reales. Se fue gestando la percepción en el electorado joven, que los políticos tienden a confundir los intereses de su corporación con los del bienestar general y terminan por imponer aquéllos como lógicas de acumulación personal.

En este escenario, los partidos dejaron de funcionar como instancias articuladoras de las demandas de grupos sociales específicos, e incluso en un intento de adaptarse a esta nueva situación que estructura nuevos patrones de competencia política, retroalimentan el proceso de pérdida de su función representativa al elaborar discursos que pretenden alcanzar el voto de sectores más amplios de la población, lo que llamamos los “catch all party”, los partidos “agarra todo”, con la contrapartida de entablar vínculos más frágiles e inestables que antes.

En este contexto las propuestas partidarias se volvieron cada vez mas impostadas y artificiales. Ante este nuevo abordaje los jóvenes ponen en valor a la autenticidad como fundamento validatorio y al clivaje impostura-autenticidad, como eje del sistema de preferencias.

Límites entre consenso y disenso

La transposición de limites y la expresión de lo asistemático es lo significativo en el voto joven. Lo que no tensiona o fuerza la realidad, en el marco epistémico joven, debería ser utilizado solo como tecnicismo, para rodear el corpus del mensaje, y estrictamente, para resaltar los aspectos no sistémicos del discurso.

Discurso del disenso formal activo

El discurso en el voto joven, debe quebrar el punto de vista, construido por los procesos de standarización, limites y estereotipia de los mensajes de los medios, estructurados siempre con mecanismos repetitivos, que en realidad se constituyen como un control destinado a evitar la irrupción de mensajes nuevos y disruptivos.

Todo discurso significativo que pretenda interpelar al voto joven, tiene sentido solo si transita los límites, es crítico y se apoya en el cambio de paradigmas. Si se refiere a conflictos, utopías, incumplimiento de las normas, forzado de la realidad y convocatorias a luchas contra poderes enormes con final abierto.
El enfrentamiento para lograr los cambios, contra poderes hasta el momento “intocables” e “invulnerables”, le otorga vitalidad y dinamismo al vínculo, entre una marca política y los jóvenes. Ese final abierto, esa asimetría desfavorable, indignan, emocionan, convocan y le dan sentido a la bronca originaria y movilizadora, y la alegría de la acción y compromiso colectivos.

Tensión y significación en el #votojoven

El involucramiento en los cambios, contribuye a construir el nuevo campo de la mirada en la construcción del poder político. Esa construcción está dada por la puja por ordenar las percepciones sobre lo que pasa, de estructurar la narrativa y organizar el debate, en torno a los temas conflictivos.

Solamente en el terreno del conflicto y las contradicciones del sistema, el mensaje hacia el voto joven adquiere su máxima tensión y con ella la potencia y significación plenas.

Rubén Weinsteiner

La UBA logró su mejor puesto histórico en un ranking universitario


La Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA


La Universidad de Buenos Aires (UBA) volvió a sobresalir en un ranking universitario y logró su mejor posición histórica. Según la clasificación que confecciona la consultora británica QS, escaló hasta el puesto 66 a nivel global. De ese modo, se consolidó como la principal casa de altos estudios de América Latina.


Desde 2015 a la fecha, la UBA registró un ascenso exponencial: pasó del puesto 198 al 66 en solo siete ediciones. Al igual que en los años anteriores, quedó por encima de otras instituciones muy reconocidas en la región como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la de San Pablo y la Católica de Chile.


“Es una marca histórica. Nunca una universidad iberoamericana, sumando España y Portugal, llegó a un lugar tan alto del ranking”, celebró Alberto Barbieri, rector de la UBA, en diálogo con Infobae. “Si bien los rankings son una medida relativa, se volvieron un insumo cada vez más requerido por el mundo estudiantil, empresarial y científico. La nueva posición consolida nuestra reputación y prestigio”.



(Marcelo Regalado)


El crecimiento de la UBA se explica, principalmente, por su mejora en los dos indicadores claves del ranking de QS: la reputación académica, que surge de encuestas a 102 mil especialistas de todo el mundo respecto a la calidad universitaria, y la empleabilidad, que se obtiene después de consultar a 51 mil empleadores. En ambos indicadores, la UBA quedó en el puesto 49 del mundo.


“Para la encuesta de empleadores, identificamos aquellas universidades que son nominadas con mayor frecuencia por los empleadores como fuentes de graduados altamente ‘empleables’. Cuanto más se nomina a una institución, más se ha fomentado la reputación de proporcionar graduados altamente exitosos y calificados”, explicó Jack Moran, ejecutivo de QS.


La UBA es la única de las 13 universidades clasificadas de Argentina que mejora su puntaje de reputación académica año tras año. No obstante, con respecto a la edición anterior, la Universidad Católica Argentina (UCA) y la Universidad de Palermo (UP) también avanzaron y quedaron como segunda y tercera a nivel nacional.


“La percepción de la calidad en la formación académica, de desarrollo de pensamiento crítico para la resolución de problemas, nos ubica en un lugar de élite entre las más de 20 mil universidades del mundo. Las opiniones de los empleadores y los académicos hacen que el título de un egresado de la UBA valga mucho más. Esto es producto del esfuerzo de miles de docentes, investigadores, estudiantes y personal no docente“, señaló Barbieri.



La sede de la Facultad de Derecho de la UBA


La de QS no es la única medición. Los rankings universitarios se multiplicaron en los últimos años. De hecho, este lunes se publicó la nueva edición del Center for World University Rankings (CWUR), con sede en Emiratos Árabes, y los resultados fueron muy diferentes. Allí la UBA se posicionó en el puesto 344 a nivel mundial y tercero de la región detrás de la Universidad de San Pablo y la UNAM.


Sucede que el principal indicador de CWUR -las citas en investigaciones-, tienen poco impacto en la metodología que aplica QS. En ese apartado, que calcula las citas recibidas por los profesores de una institución en los últimos cinco años, tanto la UBA como las otras universidades argentinas muestran poca competitividad. Los especialistas de QS lo asocian a la baja inversión. “Décadas de falta de fondos que ha disuadido a los académicos argentinos de realizar sus investigaciones en el país”, afirman.


Hay otros tres indicadores que completan la confección del ranking. Por un lado, el ratio profesor/estudiante, que divide el número de alumnos por la cantidad de docentes. Por otro lado, el ratio de profesores internacionales y, por último, el de estudiantes extranjeros. Con esas métricas, intentan precisar la capacidad de enseñanza y el nivel de internacionalización de la universidad. La UBA quedó 154 en el primero, 187 en el segundo y 299 en el tercero.

#Votojoven; pautas de rebelión funcionalmente constantes e históricamente cambiantes


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Por Rubén Weinsteiner



Ningún movimiento estudiantil o juvenil estructurado se alzó en la década de 1930 contra el nazismo en Alemania o contra el fascismo en Italia. Los jóvenes como colectivo, se podría decir que apoyaron o por lo menos acompañaron estos procesos. Los trabajadores alemanes e italianos apoyaban a los socialdemócratas, a los liberales o a los comunistas, y se mostraban fuertemente hostiles hacia los nazis y fascistas. Los jóvenes sin embargo nutrían las marchas y muestras de fuerza de estos movimientos. Incluso los jóvenes intelectuales no se opusieron enérgicamente como lo hicieron los trabajadores, a Hitler y a Mussolini.

Esta capitulación de los intelectuales jóvenes fue voluntaria y no existieron focos de resistencia significativos como los que se desplegaron entre los trabajadores.



Joseph Lash escribió en Oxford Student Advocate : “ Los jóvenes socialistas y comunistas de Alemania e Italia actuaron convencidos que era inútil tratar de organizar a los jóvenes- de origen burgués- para aliarse con los trabajadores. A lo sumo un puñado de espíritus esclarecidos e independientes podrían haberse interesado por el movimiento obrero. El movimiento estudiantil italiano de izquierda, no pasó de ser un exaltado círculo de estudios marxistas. Los fascistas en cambio, fueron más astutos y perceptivos de las privaciones, inseguridad y malestar de la población joven. Las soluciones propuestas apuntaban a la democracia y los mayores como los causantes de retardar las soluciones a los problemas de los jóvenes”





Los jóvenes bajo el primer franquismo



En España con el triunfo de Franco, el escenario fue muy diferente. Cuando la elite militar se enfrentó a los intelectuales, los jóvenes opusieron una feroz resistencia.

En 1926 surgió un movimiento estudiantil para combatir a la dictadura de Primo de Rivera. El líder estudiantil Sbert, fue deportado a Mallorca, y en 1930 los estudiantes apedrearon la casa del dictador. La Universidad de Madrid fue clausurada, y el 22 de diciembre, una huelga estudiantil, fue uno de los factores que determinaron la caída del dictador Primo de Rivera. Sbert volvió victorioso y lideró la lucha para modernizar los planes de estudio, lograr la libertad en el aula, y liberar de restricciones medievales los ámbitos frecuentados por los jóvenes. Estas luchas foguearon a los jóvenes en la calle, enfrentando a la guardia Civil, de hecho, cuando esta generación fue a la guerra civil en 1936, ya tenía varias batallas en su haber.

Los jóvenes españoles se enfrentaban a un orden parecido aunque no tan brutal como el que se constituía en Italia y en Alemania, sin embargo el comportamiento de los jóvenes en ambos casos, fue diametralmente opuesto.



El caso francés


Hasta la segunda guerra mundial el movimiento estudiantil francés era básicamente de derecha, nucleado alrededor de la Action Francaise. De tendencia monárquica, controlaban la Sorbona con los socialistas como oponentes minoritarios. En 1920, comenzaron a publicar la revista mensual L’ Etudiant Francais, fuente de inspiración de varias generaciones de intelectuales de la derecha francesa.

Las pautas de la rebelión juvenil francesa antes de la segunda guerra mundial, eran bastante heterodoxas. Se rebelaban contra padres republicanos desde una posición conservadora. La Gazettte de Lausanne lo definía: “Los jóvenes son realistas en 1933, así como sus padres republicanos bajo el segundo imperio”. Estos jóvenes eran hijos y nietos de jacobinos y comuneros. Si bien la ideología imperante en los jóvenes variaba de acuerdo con la norma de la revuelta generacional, la pauta de sus tácticas, la pauta de la política de la rebelión generacional, permanecía invariable.

Bernard de Vésins, líder de la Action decía: “Los jóvenes constituyen el elemento más eficaz para frenar a los profesores republicanos”.

Edouard Herriot, Primer Ministro francés, icono de la tradición jacobina y el más representativo de los estadistas liberales entre las dos guerras, era el blanco preferido y enemigo perfecto de los estudiantes franceses, mayoritariamente de derecha. Era la figura paterna de la Francia republicana que detestaban. En 1925 , lo abuchearon e insultaron masivamente en una entrega de premios en el Lycée Louis le Grand. En diciembre de 1932 los estudiantes de la mayoritaria Action Francaise juntaron 30.000 jóvenes y rodearon la Cámara pidiendo la renuncia de Herriot, 6000 policías contuvieron a los jóvenes, pero esa noche, el primer ministro Herriot tuvo que renunciar.


Pautas de rebelión

Una pauta es una regularidad efectiva de la acción social, es una creencia, una forma, una conducta, una manera de actuar que se da y repite en un contexto social.

La pauta de la rebelión en los jóvenes es funcionalmente constante pero históricamente cambiante.



Para analizar el posicionamiento de los jóvenes en determinada etapa histórica, hay que tener en cuenta la pauta de rebelión en función de las condiciones objetivas de poder y contra poder.



Los Nazis y los fascistas, más allá de las valoraciones acerca de las aberraciones propuestas y cometidas, supieron aumentar las tensiones del conflicto generacional, desautorizando a los mayores ante los jóvenes, cosa que el franquismo no hizo, sino todo lo contrario. El Franquismo puso en valor la autoridad paterna, instituciones como la familia, y tradiciones antiguas.



El nazismo y el fascismo plantearon un esquema tribal hacia los jóvenes La tribalidad alude a la identidad social del joven. Los adultos mayores pueden, si quieren estar solos, para los jóvenes es más difícil, un joven va a la escuela, a la universidad, a un club, hace deportes, se junta en la esquina, integra grupos, y en esos marcos organizacionales se define identitariamente el sistema de valores y preferencias del joven.

El franquismo estructuraba su esquema de valores de manera celular, con la familia como núcleo, la parroquia, el barrio y las ciudades como continentes. La tribu no era contemplada por la narrativa franquista.


La narrativa nazi-fascista apuntaba a que los mayores habían errado el camino, se habían equivocado, se habían rendido en el caso alemán, y habían aceptado en Versalles condiciones humillantes que condicionaban las posibilidades de desarrollo de los jóvenes, y había que cambiar el orden y los jóvenes debían encarar esa rebelión. La narrativa franquista sostenía que los problemas habían surgido porque los jóvenes habían abandonado el camino de sus mayores, la tradición y los valores, y había que retomar el camino de los padres y abuelos.



Los nazis y los fascistas le planteaban a los jóvenes una lucha contra un enemigo poderoso, con final abierto, algo que moviliza fuertemente a los jóvenes. El franquismo le proponía a los jóvenes ser como sus padres, no agitar el avispero, ya que lo que ellos hacían estaba mal.


Los jóvenes y el franquismo de posguerra

Treinta años después y todavía bajo Franco la insurgencia estudiantil viró de lo estrictamente ideológico a un sentido más corporativo.

La pauta de rebelión de los jóvenes españoles, no se constituía en una disputa por el sentido acerca de grandes problemas sociales, sino como reacción al autoritarismo vertical del establishment y los mayores.

Era obligatorio afiliarse al Sindicato Español Universitario (SEU) , que tenía 100.000 afiliados y estaba controlado por el gobierno, eligiendo este sus autoridades. Este autoritarismo y afiliación obligatoria, produjo un fuerte malestar entre los estudiantes, que consideraban que el sindicato debía ser autónomo. Como protesta contra el SEU, se formaron más de 20 grupos disidentes ilegales, concentrados principalmente en las Universidades de Madrid y Barcelona. Sus reclamos eran, ante todo “sindicatos estudiantiles libres” “supresión del SEU” y “solidaridad estudiantil”. Era un reclamo básicamente sectorial y no planteaban un debate ideológico directo acerca de la política o la economía nacional, no planteban cambio profundos en materia social, económica o constitucional.

La lucha contra el SEU, fue violenta, la consigna la reorganización democrática del sindicato estudiantil. La lucha fue cruenta en Madrid, Barcelona, Salamanca, Bilbao, Valencia, Sevilla, Oviedo, Valladolid y Zaragoza.

Estos alzamientos que se dieron en un contexto de fuerte crisis política, marcaron el sentido tribal de la lucha de los jóvenes, que ante todo pusieron los problemas de la tribu al tope de la agenda.



Nazismo y juventud


A partir de 1920, el Partido Nazi eligió a la juventud alemana como una audiencia especial para sus mensajes de propaganda. Estos mensajes resaltaban que el Partido era un movimiento de jóvenes: dinámico, fuerte, progresista y esperanzado. Millones de jóvenes alemanes fueron convencidos por el nazismo en las aulas y a través de actividades extracurriculares. En enero de 1933, la Juventud Hitleriana tenía solo 50 mil miembros, pero al finalizar el año esta cifra había aumentado a más de dos millones. Hacia 1936 la pertenencia a la Juventud Hitleriana había aumentado a 5,4 millones antes de convertirse en obligatoria en 1939. Posteriormente, las autoridades alemanas prohibieron o disolvieron las organizaciones juveniles rivales.



Jay Lovestone en “The youth movement in the Third Reich” señala que “ Con hábil demagogia, Goebbels repetía que los jóvenes graduados en las escuelas alemanas, no tenían la preparación adecuada para encarar su futuro… la juventud comenzó a creer que estaba pagando por la incapacidad de los mayores. Una y otra vez los nazis los exhortaban a liberarse de la carga que correspondía a la vieja generación. Esa era la puerta de entrada discursiva para los predicadores del nazismo…”Pocos meses antes de asumir el cargo de Canciller, Hitler proclamó, durante la celebración del Día del Deporte de la Juventud Nacionalsocialista: “Grancias a nuestro movimiento está surgiendo una nueva generación llena de coraje, e incapaz de rendirse”.



Pautas de rebelión en el proceso alemán



En Alemania la pauta de rebelión contra los liberales y socialdemócratas apoyada entre los militaristas y nacionalistas de diversas extracciones, estuvo muy presente a lo largo del siglo 19. En las décadas posteriores a 1848-escribe George Mosse en “The crisis of German Ideology : Intellectual origins of The Third Reich” ,1964- “Nuevas fuerzas, vital y políticamente triunfantes, suscitaron la adhesión de un nuevo estudiantado, desilusionado por la aptitud de los viejos liberales. La unificación de Alemania, y el control de su política interna y externa, habían sido logrados gracias a los esfuerzos de unos pocos hombres; y sólo el ejército, comandado por Bismarck, había sido capaz de cumplir la proeza” Por ello “ las generaciones de estudiantes que asistieron a las universidades en la década de 1880, dieron nueva vida al movimiento radical de derecha”.



Entre 1848 y 1914 los jóvenes y los estudiantes en particular, se sometieron de buen grado al orden bismarckiano, y conformaron una elite que primero ocupó los cargos políticos más relevantes y luego se distanció de la política, para liderar el establishment desde el ámbito corporativo. Fue ahí, donde los socialdemócratas recuperaron terreno político y ganaron la batalla cultural a favor de la democracia liberal, los derechos civiles y la economía de mercado. Loa jóvenes registraron que la pauta de rebelión era contra un orden forjado por la derecha, que ya se revelaba como incapaz para responder a sus demandas.

Finalizada la primera guerra mundial y la revolución rusa, los estudiantes y los jóvenes en general volvieron a la política, desempeñando un papel modesto en el movimiento comunista y masivo en nazismo. Los jóvenes alemanes se orientaron hacia los extremos del arco político, y con la violencia como eje central de su accionar.


En la década del 30, la mayoría de los estudiantes alemanes consideraba que el estado liberal socialdemócrata era “reaccionario” y había traicionado sus esperanzas.

La autonomía académica que los estudiantes le reclamaban al gobierno socialdemócrata, bajó del listado de reclamos ante los nazis, y los estudiantes aceptaron la regimentación y coordinación política de las universidades.

Los estudiantes nazis, tomaron las universidades, echaron profesores, organizaron quema de libros , y narraron estas acciones como una rebelión apoyada desde el poder, de carácter indispensable, ante los mayores que habían fracasado.

La Studentenschaft nazi se puso como objetivo eliminar de la universidades todo lo “no alemán” donde la idea era un corte abrupto con la construcción de sentido de sus padres y profesores, a favor de profesores que reinvindicaran el rol fundacional de los jóvenes, basado en un pasado mítico, que excedía, temporal, cultural y estructuralmente a sus padres y abuelos.


Relatos ocultos, tensión y antisemitismo estructural



El antisemitismo caló hondo en estos jóvenes alemanes, ya en 1890 una petición presentada al gobierno requiriendo la expulsión de los judíos del país, tuvo más aceptación entre los estudiantes que entre la población en general. La Asociación de Estudiantes Alemanes (Verein Deutscher Studenten – Kyffhauser Bund) , organizada en 1881, tenía como fines en su carta constitutiva; la lucha contra el materialismo, el liberalismo, el racionalismo y los judíos. Los estudiantes sostenían que consideraban “la cuestión judía” imparcial y objetivamente, ya que no existía en ellos “temor a la competencia judía”. En 1901, actuando bajo la presión de los estudiantes, el cuerpo de profesores de la Universidad de Heidelberg prohibió la formación de una asociación estudiantil judía.

Las organizaciones estudiantiles propiciaban el boicot y el uso de la violencia contra los estudiantes judíos.

Y aquí vemos otra vez una pauta de rebelión en función de un proceso histórico. Los judíos como colectivo habían conseguido legitimar su posicionamiento social en europa occidental. Luego de la resolución del affaire Dreyfuss en Francia, y durante los años 20 en Alemania, la burguesía y el establishment en general generó un consenso de “tolerancia” y legitimación hacia las comunidades judías que no se daba en Europa oriental. Este fenómeno coyuntural se apoyaba más en las necesidades financieras y políticas de los poderes fácticos que en un cambio cultural profundo. Esta movida fue percibida por los jóvenes alemanes, italianos y franceses como una rendición ante un grupo de poder, y por eso el antisemitismo operó como catalizador de la pauta de rebelión.

Para los jóvenes que contemporáneos del surgimiento del nazismo, este era “un desarrollo natural y lógico” de los lemas que sus padres habían pregonado desde su juventud. La derrota alemana de la primera guerra mundial le dio fuerza a los argumentos, acerca de la debilidad e ineficacia del establishment socialdemócrata contra el que esos jóvenes se estaban empezando a rebelar.

La crisis económica , el desempleo entre los jóvenes, la inflación y la recesión, hacía que los jóvenes más limitados y con menos formación y capacidad sufrieran más la competencia del mercado laboral. Esos jóvenes vieron en el nazismo una expresión funcionalmente racional de representatividad.



La tensión entre pautas propias y normas ajenas en los segmentos jóvenes, sobredetermina la necesidad de la mutación. El joven pone en emergencia conductas “asociales”, que violan normas, y que muchos viven y practican subterráneamente, por ejemplo los relatos ocultos de la sociedad alemana.



Los relatos culturales, tanto públicos abiertos y difundidos, como los ocultos, privados y subterráneos, conforman las hegemonías dentro de los diferentes segmentos poblacionales. Los relatos ocultos son una parte muy importante en las matrices de construcción de los sistemas de preferencias y determinación del voto.

Son relatos privados, que no se verbalizan en el espacio público, se remiten exclusivamente a los círculos de confianza, de “los nuestros”, a las charlas en familia o con amigos cercanos. Doy un ejemplo de estos relatos ocultos: Muchos argentinos sintieron alivio apenas producido el golpe militar de 1976, algunos y no pocos de ellos siguen sintiendo hasta el presente apoyo y simpatía por ese gobierno militar, sin que les importe los crímenes cometidos por este. Sin embargo la difusión, resignificación y elaboración colectiva, impide hoy una reivindicación abierta de la dictadura en los medios, en la Universidad, en una reunión con gente desconocida, en el espacio público. Por eso la memoria se transforma para este grupo en un hecho privado que retorna a las vías de la oralidad propias de la intimidad.



Muchos de estos relatos ocultos contienen un desprecio por la otredad, por otro grupo o sector social, y si bien no se expresan en público, sobreviven subterráneamente, en lo familiar, entre amigos, allí donde hay redes de confianza, como dadores de sentido, de lo que Bordieu llama: la distinción.



Entre los mayores, funcionaba en Alemania un sistema de relatos ocultos que cultivaban el antisemitismo. Los jóvenes crecieron con estos relatos, que gozaban de la legitimidad del hogar pero asumiendo su carácter de oculto, “de eso en público no se habla”.

Los nazis, en este caso, le dieron una plataforma de legitimidad a este tipo de relatos, que tensó su relación con el establishment y los mayores, pero que exponía la contradicción que esos mayores no podían resolver.



El caso de los jóvenes comunistas alemanes



En el otro extremo del arco, el de los jóvenes comunistas, podemos observar la efímera revolución, que implantó soviets en Baviera en 1919, en lo que se llamó “el Abril rojo de Munich”. Los jóvenes articularon con el movimiento obrero y contra los mayores. Uno de sus líderes, Ernst Toler, alumno de Max Weber, escribía: “Nuestros padres nos han traicionado, y los jóvenes que conocieron la guerra y su dureza, comenzarán la tarea de limpieza”. La pauta de rebelión también era contra los socialdemócratas y liberales, y también contra la democracia liberal, pero el eje lo constituía prevenir y no propiciar futuras guerras, como lo hacían desde la derecha. “La juventud de todos los países debe unírsenos en nuestra lucha contra aquellos a quienes acusamos de ser los causantes de la guerra: ¡nuestros padres!” .

El “Abril rojo de Munich” duró muy poco, Toller fue a la cárcel, y los jóvenes alemanes mayoritariamente expresaron su rebelión hacia sus “mayores fracasados” desde el nazismo.



La posguerra, los jóvenes alemanes y la política


Porqué no surgió ningún movimiento estudiantil y o juvenil en Alemania después de la caída del nazismo? Podríamos pensar que se daba un escenario de desautorización de los mayores clásico para el surgimiento de un movimiento joven. Sin embargo los jóvenes como colectivo apoyaron el nazismo, el objeto de desautorización eran los jóvenes mismos. Los intelectuales veían y narraban a los jóvenes como un grupo de interés real importante en la base de sustentación del nazismo.



Los adultos mayores, conservadores, liberales, socialdemócratas o socialistas, participaron en menor grado que los jóvenes ahora ex nazis en las culpas colectivas del pueblo alemán, porqué además habían sido desplazados por el nazismo. Por eso recién en 1965 aparecen los primeros movimientos juveniles y estudiantiles, claramente anti nazis, involucrados en política.


Pautas de rebelión constantes y coyunturalmente cambiantes



Desde los funcional, pensamos la juventud como la define Roberto Brito Lemus, que plantea que la juventud, comienza cuando se desarrolla la capacidad de reproducir la especie humana, y termina cuando se desarrolla la capacidad de reproducir el orden social. Se es joven mientras se cuestiona, contesta y demanda cambios y se evita reproducir el orden social tal cual está planteado. Cuando se evita “transar”.



La pauta de la rebelión en los jóvenes es funcionalmente constante, es decir, los jóvenes buscan cambiar y sustituir, ya que deben “matar al padre” como estrategia de inserción, proyección y supervivencia, por eso la rebelión y la protesta se mantienen constantes, como la identificación con los factores mas disruptivos de la sociedad, buscando luchas contra enemigos poderosos, con final abierto.

Esa pauta de rebelión es históricamente cambiante, y depende que lo está instituido como conservador, preservador del orden constituido y bloqueador de cambios, sustituciones, y del ingreso de los jóvenes a instancias de potencialidad de acción.



La pauta de rebelión se constituye en función de lo que obtura el recambio, con la impronta de la nueva generación



Rubén Weinsteiner