Finocchiaro y Vidal en el ojo de la tormenta por la emergencia edilicia escolar

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El Frente de Izquierda bonaerense realizó una audiencia pública para declarar la emergencia edilicia escolar. Se presentó un mapa de la situación edilicia para que todos los bonaerenses puedan ir completando. El diputado Guillermo Kane denunció que “Vidal y Finocchiaro esconden la crisis de infraestructura en las escuelas porque no van a realizar ningún plan de obras”.

A mediados de este año, la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, terminaba un censo realizado en los 16 mil establecimientos educativos bonaerenses con el fin de conocer con exactitud el estado edilicio y, en base a eso, elaborar un plan para iniciar las obras más urgentes.

El último lunes, Finocchiaro había hecho mención al censo, diciendo que "el 80% (de las escuelas) tiene problemas de diversa índole". Ante eso, el funcionario anunció que trabaja en un plan de obras de “entre seis y ocho años” para readecuar los establecimientos. El titular de Educación remarcó que quedaron muchas obras inconclusas de la administración anterior.

“Algunas las recindimos, y a otras les dimos continuidad. Mientras tanto, estamos trabajando en un plan de obras que durará entre seis y ocho años, por el cual queremos hablar con los intendentes para ver cuánto y en cuáles obras pueden aportar desde el Fondo Educativo”, detalló.

"La infraestructura es lamentable en toda la Provincia en todos los aspectos; y en el tema escolar también", había dicho, por su parte, Finocchiaro a fines de febrero, una vez firmado el acuerdo salarial con los docentes. A partir de ese momento, el área educativa del Gobierno provincial comenzó a realizar el censo.

Lo cierto es que el detalle del censo se desconoce y eso inquieta a otros legisladores de la oposición, que reclaman que las conclusiones de aquel trabajo salgan a la luz prontamente.

Preparados, listos, ya…

En este contexto, este martes en la Cámara de Diputados el legislador del Frente de Izquierda, Guillermo Kane, encabezó una audiencia pública para reclamar la Ley de Emergencia Escolar. Participaron distintas organizaciones de maestros y estudiantes que describieron las situaciones diarias que atraviesan en los colegios, haciendo hincapié en los graves problemas edilicios que aún no tienen solución.

Luego de la presentación el diputado apuntó contra el titular de Educación y contra la gobernadora, María Eugenia Vidal. "Mientras el gobierno provincial reconoce que más del 75% de las 11 mil escuelas necesita reparaciones, esconden el relevamiento que han realizado porque no tienen un plan de obras ni han incorporado en el presupuesto los fondos para realizarlas". Así, pidió también que la Legislatura trate en forma urgente "un proyecto de emergencia para que inmediatamente se giren los fondos, se inicien las reparaciones y sean controladas por los sindicatos de docentes, auxiliares y centros de estudiantes".

“No ha hecho público el listado completo de escuelas y de los problemas que tienen, ni una proyección de qué presupuesto es necesario para arreglarlas. Preocupa porque no hay un plan de obras y con la reducción del presupuesto educativo, el Gobierno está resignándose a no resolverlo”, dijo el diputado Guillermo Kane.

“Queremos tener una especie de registro público que pueda seguir la necesidad de obras y si hay o no acciones del Gobierno que resuelvan estos problemas”, reclamó Kane. Asimismo, el diputado denunció que “no se puede seguir con parches y presupuestos parciales, como si fueran asuntos puntuales en algunos distritos para hacer mantenimiento” y reclamó “un plan especial de reconstrucción del sistema que esté bajo control de la comunidad educativa”.

En la audiencia también se presentó la página www.arreglamiescuela.com.ar, donde se pueden cargar datos de los colegios con problemas de infraestructura. Todo, en el marco de un "mapa de la emergencia edilicia escolar".

“Hemos presentado el proyecto de la emergencia para que inmediatamente se giren los fondos y se inicien las reparaciones, que sean controladas por los sindicatos de docentes y auxiliares, centros de estudiantes”, agregó.

La lista de problemas de las escuelas es larga: desbordes claoacales, escuelas que se llueven, paredes electrificadas, techos desprendidos, falta de calefacción, entre otros. Además, los gremios denuncian un recorte del 3 por ciento en el Presupuesto 2017.

Efecto Trump complica a la Argentina: Golpe mortal al blanqueo, cae el financiamiento y caen commodities

EFECTO TRUMP EN ARGENTINA
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Negro panorama para Macri con Trump: Golpe al blanqueo, financiamiento y commodities

El triunfo de Donald Trump en las elecciones de los Estados Unidos obligó a la política exterior argentina a reorientarse después de apoyar a Hillary Clinton. Pero la Administración Macri también debe tomar del nuevo contexto internacional y adecuar la política económica. Los acuerdos firmados con Obama tendrán un parate, pero los analistas también esperan otras consecuencias para los próximos años: por lo pronto un “menor éxito del blanqueo, mayor costo de financiamiento para el país y precios de los commodities más reducidos”.


Prat Gay y Sturzenegger y el desafío de la economía bajo Trump

Si la Cancillería argentina con Susana Malcorra debe ahora rectificar la orientación de la política exterior con el triunfo de Donald Trump en las elecciones de USA, especialmente después de haber apoyado a Hillary Clinton y los acuerdos firmados con la administración Obama, también el área económica repartida entre Prat-Gay, Sturzennegger, Lopetegui y Quintana tendrán que adaptarse al nuevo contexto internacional según lo que se espera de la agenda del nuevo mandatario estadounidense.

Ayer (9/11), el exsecretario de Finanzas Daniel Marx advirtió que "se puede esperar que esto afecte algo el comercio en forma lenta e indirecta; y, por medidas fiscales que se cree que va a tomar, pondrá más presión a la suba de tasas de mediano y largo plazo, lo cual afectar� � el precio de las materias primas y encarecerá el costo del financiamiento".

El director de la consultora DNI, Marcelo Elizondo, estimó: "Creo que Trump tiene una agenda de reversión de la globalización productiva, pero será más moderada que lo previsto, porque en el partido republicano tiene una influencia muy grande el libre comercio".

"Si la Argentina quiere seguir con su agenda de integración, deberá pensar en otros actores que no sean Estados Unidos o Europa. Y, además, ya no será tan cómodo conseguir financiamiento, que en este programa económico es un pilar fundamental", aseguró.

En esa línea, un informe de FyEConsult, que dirige el Licenciado Hernán Hirsch, advierte también algunos puntos a tener en cuenta para el Gobierno nacional:

1. La consolidación de la incipiente tendencia proteccionista, lo cual va a prolongar la dinámica actual de retracción del volumen de comercio mundial.

2. Un aumento de las tasas de interés de la Fed e incremento de la prima de riesgo países de los emergentes. Un fortalecimiento del dólar con ligera caída de los precios de los commodities agrícolas.

Y como consecuencia de esto, FyEConsul prevé:

1. Un parate en la agenda que el Gobierno venía impulsando con la administración de Obama, que incluía una mayor integración y cooperación en materia comercial, financiera y en otras áreas (que incluían reuniones entre la AFIP y la IRS).

2. Una actitud de mayor cautela en la estrategia de inserción interna cional del país frente al posible cambio de tendencia mundial. Esto debería reflejarse en un fortalecimiento de la posición en la región (Mercosur).

3. Aunque todavía es muy prematuro aventurar impactos, cabe esperar un menor éxito del blanqueo, un costo de financiamiento mayor para el país y precios de commodities más reducidos, todo lo cual NO favorecerá el escenario local de los próximos años.

Por último, y aclarando que todavía resulta prematuro aventurar un pronóstico, Hirsch concluye:

1. El Gobierno podría haber optado “por moverse” dentro de la Curva de Phillips. Es decir, resignar algo (si bien, mínimo) de inflación por crecimiento.

2. El Gobierno comenzó a impulsar medida s que “rozan” al BCRA (línea productiva).

3. En términos de tasa de interés el BCRA tiene margen para una reducción adicional.

4. En cambio, en términos de inflación esperada (19.7%) el BCRA no cuenta con espacio para imponer un sesgo entre neutro y expansivo en su política monetaria.

Europa pide a Trump que aclare su postura en temas clave: comercio, clima y OTAN

Tras indicios preocupantes




Juncker dijo que esos temas "deben aclararse en los próximos meses".

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, pidió que Donald Trump aclare sus posturas en temas como el comercio mundial, la política climática y las relaciones futuras con los aliados de la OTAN después de su victoria en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

Durante la campaña electoral, Trump, un multimillonario hombre de negocios que nunca ha ocupado cargos públicos, criticó el libre comercio, la OTAN y las políticas diseñadas para frenar el calentamiento global, inquietando a los aliados y socios comerciales de Washington.

"Nos gustaría saber cómo proseguirán las cosas con la política comercial", dijo Juncker en un evento de negocios en Berlín.

"Nos gustaría saber cuáles son sus intenciones con respecto a la alianza (OTAN). Debemos saber qué políticas climáticas piensa seguir. Esto debe aclararse en los próximos meses", agregó.

Juncker dijo también que no esperaba que el acuerdo comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea, actualmente en fase de negociación, finalizara este año como se había previsto anteriormente.

"El acuerdo comercial con Estados Unidos no lo veo como algo que vaya a ocurrir en los próximos dos años", dijo.

La producción de acero se contrajo 19,6% en octubre


Informó la Cámara Argentina del Acero.

La producción de acero crudo registró en octubre un crecimiento de 16,9% respecto a septiembre pasado, mientras que frente a igual mes de 2015 reflejó una caída de 19,6%, informó la Cámara Argentina del Acero.

"A pesar de que todavía el acumulado del año 2016 continúa por debajo del mismo período del año anterior, comienza a verse una mejora en los pedidos de materiales, de aceros planos y aceros largos, destinados a la construcción y han comenzado a reactivarse las obras de infraestructura que estuvieron demoradas en el primer semestre del año, sumándose a esto el incremento de despachos destinados a la fabricación de maquinaria agrícola y acoplados", sostuvo la entidad empresaria al explicar el comportamiento de octubre respecto a septiembre.

La cámara precisó también que en los diez primeros meses del año la producción siderúrgica nacional marcó un retroceso de 18,7% frente a igual período anterior.

De esta forma, en octubre la producción de acero crudo fue de 376.600 toneladas, lo que representó una mejora de 16.9% respecto a septiembre pasado (322.100 toneladas), y una caída de 19.6% frente a octubre de 2015 (468.700 toneladas).

Por rubros, la producción de hierro primario en octubre fue de 280.900 toneladas, un 56,4% mayor que en septiembre (179.600 toneladas) y 26,6% inferior respecto a octubre de 2015 (382.500 toneladas).

Por último, la producción total de aceros laminados terminados en caliente en octubre fue de 331.100 toneladas, equivalente a una caída de 1,5% frente a septiembre pasado (336.000 toneladas) y 19,7% menor que en octubre de 2015 (412.200 toneladas).

Primera victima del triunfo de Trump: cayó el acuerdo de intercambio de información AFIP-IRS

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SE COMPLICA EL ACCESO A LA INFORMACIÓN DE BIENES DE ARGENTINOS EN EE.UU.
Para que avance lo debe aceptar ahora el próximo presidente. Y luego ser aprobado por el Congreso de EE.UU. Argentina quería que estuviera vigente en el segundo semestre de 2017.
La victoria de Donald Trump tendrá para la Argentina una primera consecuencia directa: el acuerdo bilateral que el país estaba negociando con los Estados Unidos para intercambio de información fiscal se frenaría hasta la asunción de las próximas autoridades. Y su destino es hoy incierto. Dependerá de la nueva política económica exterior que Trump diseñe para América Latina en general y la Argentina en particular. Y eventualmente de la voluntad que el Gobierno de Mauricio Macri tenga para ofrecer algo a cambio a las nuevas autoridades.

La Argentina había comenzado a negociar directamente con la administración de Barack Obama desde junio de este año, la posibilidad de firmar un acuerdo bilateral con EE.UU., para que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) pueda intercambiar los datos de contribuyentes que estén radicados en ambas administración, y cuya información sobre la actividad en Norteamérica esté registrada por la Internal Revenue Service (IRS); el organismo recaudador en Estados Unidos. Se consideraba desde el Gobierno local a este acuerdo fundamental para parte del éxito del blanqueo, ya que le hubiera permitido al organismo que maneja Alberto Abad acceder sin necesidad de la intervención de un juez, al listado de bienes físicos (dinero, bonos, plazos fijos) o registrables (departamentos, casas, oficinas, vehículos, embarcaciones, aeronaves) de los argentinos residentes o no en ese país. Más en la tercera etapa del llamado al sinceramiento fiscal comenzada el 1 de noviembre, donde se deben sumar los blanqueadores que posean bienes registrables no anotados en las declaraciones juradas presentadas ante la AFIP.

Contactos

Argentina había aprovechado la buena sintonía entre los presidentes Mauricio Macri y Barack Obama, y avanzado en el pedido de un acuerdo de "doble imposición e intercambio informativo" con Estados Unidos, para que pueda aplicarse una vez vencido el blanqueo de capitales.

El propio ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay lo habló con el secretario del Tesoro norteamericano, Jack Lew, el 6 de octubre pasado, cuando el funcionario del Gobierno de Barack Obama visitó Buenos Aires. Allí Lew le dio la promesa al ministro de Hacienda que, al llegar a Washington, se acelerarían las negociaciones. El tema volvió a ser tratado el 3 de octubre en Washington por Lew y el secretario de Finanzas argentino Luis Caputo, mientras el argentino participaba de la cumbre del FMI en la capital de EE.UU. En ambos encuentros los funcionarios fueron sinceros con los enviados locales. Para que el acuerdo se concretara, Argentina debía descartar que el Ejecutivo norteamericano tendría muy buena voluntad; pero se necesitaba un paso fundamental: que el Congreso de EE.UU. lo aprobara. Para esto se debía esperar a los resultados de las elecciones de ayer, y a que sucediera lo que parecía inevitable: la victoria de Hillary Clinton sobre Trump. Incluso se mencionaba que Lew podría continuar con altas funciones ejecutivas, lo que facilitaría el envío del proyecto al Congreso y su aprobación y reglamentación posterior. La realidad fue otra, y no sólo el republicano se convirtió anoche en el presidente electo; sino que además su partido dominará ambas cámaras.

Lew había asegurado durante su paso por Buenos Aires que para el Gobierno de Obama el acuerdo era prioridad, pero mencionó que al tratarse de impuestos federales debía intervenir el Congreso. Y que además, una vez aprobada la norma, habría que realizar negociaciones bilaterales con algunos estados norteamericanos con sistemas impositivos particulares como Nevada, Delaware o Alaska.

Gioja tildó a Macri de "boludo"



El titular del Partido Justicialista, José Luis Gioja criticó duramente al Presidente Mauricio Macri y lo tildó de "boludo" en un acto en Concepción en la provincia de San Juan.

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El titular del Pj, José Luis Gioja criticó duramente al Presidente Mauricio Macri

Sin diplomacia, el Presidente del Partido Justicialista, José Luis Gioja se refirió de manera despectiva al hablar del Presidente Mauricio Macri.

En un acto en una unidad básica de Concepción, una localidad ubicada en el centro sur de la provincia de San Juan, el ex gobernador de la provincia, se sintió a gusto y habló sin eufemismos ante afiliados y militantes.

"En esta época del marketing, donde el boludo del presidente que tenemos va a tocar el timbre es una cagada. Se hacen pasar por pasajeros de micro, a quién mierda le hacen creer", comenzó diciendo Gioja, que además hoy es vicepresidente primero de la Cámara de Diputados.

"Hay que hacerlo, si lo podemos hacer lo hagamos, el tema del Twitter, la guasca, hagamóslo, compañeras y compañeros. Pero ¿saben qué? No dejemos nunca la calle porque la calle es de Juan Perón y de Evita Perón, la calle es del movimiento nacional", dijo el tres veces gobernador de San Juan.

La información fue publicada por el sitio "El País Diario" y da cuenta de un acto que protagonizó Gioja esta semana en su provincia. Gioja fue gobernador entre 2003 y 2015 y acompañó al kirchnerismo de manera incondicional. En mayo pasado, asumió la presidencia del PJ junto a Daniel Scioli.        

Muy preocupado por los números, Marcos Peña manda a los funcionarios a caminar la provincia

“Démosle más bola a la provincia”, indicó el jefe de gabinete. Qué dice el manual del timbreo del sábado.



Marcos Peña les pidió a ministros y otros funcionarios que comiencen a caminar la provincia de Buenos Aires, preocupado por algunos sondeos que indican que el Gobierno está tercero detrás de Sergio Massa y una hipotética candidatura de Cristina Kirchner.

“Démosle más bola a la provincia”, fue la bajada de línea del jefe de gabinete, que de este modo ya le dio inicio a la campaña del Gobierno para las elecciones legislativas de 2017.

En ese sentido, desde ministros como Guillermo Dietrich y Carolina Stanley hasta secretarios y subsecretarios comenzaron a recorrer los municipios bonaerenses, tanto del interior como del Conurbano.

El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, puso a casi todo su plantel, conformado por Sebastián García de Luca, Iván Kerr, Marina Klemenziewicz, Lucas Delfino, a recorrer varios municipios por semana.

Las recorridas entresemana se suman a los timbreos que Cambiemos organiza una vez por mes, con especial énfasis en el Conurbano, una modalidad que se repetirá este sábado.

Para estas bajadas, Peña preparó un manual con el que dirigentes y militantes se instruyen sobre lo que el Gobierno quiere que digan.

“Estamos convencidos de que este es el camino correcto para seguir avanzando hacia un país inclusivo, con Pobreza Cero y lleno de oportunidades para todos”, es la proclama del manual que enumera una serie de medidas que tomó el Gobierno, como el demorado “El Estado en tu Barrio” y el demorado “Plan Belgrano”.

“Otra medida importante fue hacer el traspaso de la policía a la Ciudad de Buenos Aires, algo muy bueno para todo el país porque ahora la Policía Federal se va a poder dedicar a investigaciones más complejas como el narcotráfico, el lavado de dinero y la trata de personas sin tener que estar todo el tiempo en las calles de la Capital”, señala el manual.

Moody's: proteccionismo de Trump afectará comercio exterior y regulación financiera




El presidente electo Donald Trump prometió aplicar una férrea política proteccionista de la economía estadounidense.



La calificadora de riesgo Moody's sostuvo que la elección de Donald Trump como nuevo presidente de los Estados Unidos afectará el comercio exterior de ese país con el resto del mundo, y la regulación financiera, que podría ocasionar un debilitamiento de bancos y entidades de capital.

"La victoria de Donald trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos traerá, probablemente un conjunto de políticas considerablemente distintas a las aplicadas por el saliente presidente Barack Obama", subrayó Moody's en un informe donde analiza los efectos no sólo externos sino también internos del resultado electoral del martes último.

En cuanto al comercio internacional, la agencia de calificación de riesgo recordó que "durante la campaña electoral el candidato republicano dejó clara su intención de renegociar los acuerdos comerciales de los Estados Unidos con China, Canadá y México, principales socios comerciales de la primera potencia económica del mundo".

En ese sentido, indicó que "Trump pretende imponer aranceles severos a las importaciones de determinados países para obtener concesiones sobre los actuales acuerdos comerciales".

En consecuencia, Moodys's estimó que "todas aquellas políticas que interrumpan el flujo de bienes y servicios entre Estados Unidos y sus socios comerciales afectarán de forma negativa a los sectores automotor, de hidrocarburos y tecnología".

Por el contrario, subrayó que "la 'mano dura' de Trump con los acuerdos comerciales tendrá un efecto beneficioso para las industrias estadounidenses que estén en fuerte competencia con las importaciones, como los subsectores del acero y las manufacturas".

Un asesor económico del líder republuicano destacó este jueves que el crecimiento económico es más importante que el debate sobre las políticas monetarias de la Reserva Federal. Durante una entrevista con CNBC, David Malpass subrayó la necesidad de una expansión del empleo para las pequeñas empresas mediante mejores regulaciones, políticas energéticas y recortes impositivos. "Creo que las personas deberían dejar (de enfocarse en) la Fed y hablar más sobre otras políticas que cambiarán más rápidamente", expresó Malpass.

Sobre la regulación financiera, la calificadora remarcó que "Trump se fijó como objetivo derogar la Ley Dodd-Frank", que regula los instrumentos financieros de manera privada, es decir, fuera del sistema de bolsas y mercados. "Si Trump suspende de forma temporal toda la nueva regulación, reducirá los costos de cumplimiento normativo, medida que supondría un espaldarazo para la rentabilidad de los bancos, sometidos en la actualidad a unos severos test de solvencia por la Reserva Federal", indicó Moody's. Sin embargo, alertó que "una supervisión más laxa conduciría al debilitamiento de capital y de la liquidez de las entidades financieras".

Otra de las premisas del programa electoral de Trump es la derogación de la Ley de Cuidados de Salud Asequibles (Affordable Care ACT), medida que podría generar confusión, según Moody's, si la nueva Administración no especifica cuál será el nuevo plan. La agencia de calificación considera que derogar esta ley supondría a largo plazo mayor flexibilidad para que las aseguradoras fijaran nuevos precios y diseñaran nuevas políticas de suscripción. No obstante, también implicaría una caída en el número de estadounidenses con seguro médico, lo que impactaría de forma negativa en el negocio de los proveedores, públicos y privados, de productos médicos.

Por otra parte, la política de inmigración que impulsa Trump aboga por incrementar el empleo entre los ciudadanos estadounidenses y reducir los incentivos para la contratación de trabajadores con el visado de trabajo H-1B. Según informó el sitio español Expansión, Moody's considera que esas propuestas reducirían el número de candidatos para trabajar en sectores como el de la automotor, aeroespacial y tecnológico. Además, aumentarían los costos laborales e implicarían una caída en el número de estudiantes extranjeros en las universidades de EEUU.

Comenzó la transición Obama-Trump

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OBAMA RECIBIO AL PRESIDENTE ELECTO EN LA CASA BLANCA


Por primera vez, el presidente norteamericano, Barack Obama, y su sucesor Donald Trump, se reunieron en la Casa Blanca, en un encuentro que se extendió durante más de una hora y media en el Salón Oval y que marcó el inicio del traspaso de mando. Obama se comprometió a "garantizar el traspaso de mando" y le ofreció "trabajar en conjunto en los próximos dos meses", mientras que Trump aseguró que le pedirá "consejos" al mandatario y adelantó que hablaron de "un montón de situaciones, algunas lindas, otras controversiales".


Ayer Obama había felicitado a Trump en una conversación telefónica y lo había invitado a mantener el encuentro de la jornada. “Estamos todos en el mismo equipo. No somos republicanos o demócratas primero, sino estadounidenses primero, patriotas primero”, había dicho Obama en un mensaje a la Nación.

La corrección política ha sido abolida,


Yes i can: “yo puedo salir a la 5ª avenida , matar un tipo delante de todos, y no perder un solo voto”

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La corrección política ha sido abolida,
no puede gobernar más.

Jorge Molinero


¿Cuál es el hilo conductor que hay detrás del Brexit y el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos? Al margen del sonado error de los encuestadores está la dificultad para el establishment económico, sus representantes políticos de derecha, de centro izquierda y las clases medias de trabajos simbólicos, de entender el estado de ánimo de las clases trabajadoras manuales en los países centrales.


Los errores de los encuestadores encierran parte de la comprensión del tema. La misma metodología de las encuestas (en los países centrales y en nuestro tercer mundo también) termina reflejando una forma de encarar las preferencias de los votantes que no recoge determinados estados de ánimo o pensamientos que se puedan expresar en las limitadas opciones que telefónicamente pulsan los propietarios de líneas fijas consultados. Importa tanto quienes responden las encuestas, como aquellos que no la responden. No han percibido los encuestadores el desvío en el tipo de preferencias políticas de aquellos que no responden respecto de los que sí lo hacen. Menudo trabajo para los que se están equivocando fuerte en los últimos eventos, incluido la consulta por la paz en Colombia. Pero nuestro tema pasa por los resultados en sí, no los pronósticos equivocados, pagados e intencionados o ignorantes del mar de fondo que había detrás.


Nuestra hipótesis es que detrás de estas votaciones, y del avance del populismo de derecha en Europa, hay una reacción de las clases trabajadoras manuales contra los efectos de la globalización y la apertura indiscriminada al movimiento de mercancías y capitales que se ha venido acrecentando desde inicios de los años ochenta del siglo pasado. Ese sector ha sido el más perjudicado por los cambios involucrados. Que la reacción política de las clases trabajadoras manuales no sea la que preveía la derecha del establishment del capital financiero o de las oposiciones social demócratas o el arco de pensadores de izquierda más radical no la hace menos expresión de esas clases. Es sin dudas una incomodidad analítica y emocional para quienes analizamos el fenómeno desde la vereda opuesta al establishment, pero hay que encararlo y tratar de comprenderlo.


Una de las dificultades para comprender los resultados es – más notoriamente en el caso de Estados Unidos pero no ausente en Europa – esa tendencia a borrar las diferencias de clase indicando que “todos somos clase media”, una estupidez de indefinición extrema, que deja arriba a un puñado de superricos y debajo a algo que no se identifica claramente, generalmente extranjeros de colores y creencias diferentes a los bien pensantes. Pero los bien pensantes, de derecha, centro o izquierda, no llegaron a percibir en Gran Bretaña, Europa Continental o Estados Unidos, los cambios negativos graduales en el perfil laboral de sus países a partir del reinado de la globalización neoliberal de los ochenta.


Si a la salida de la Segunda Guerra Mundial el proletariado industrial formaba la fracción más numerosa de las clases asalariadas en los países centrales, el proceso de cambio tecnológico fue reduciendo su número a medida que los aumentos de la productividad lograban producir más y nuevos bienes, más complejos y evolucionados, con menos personal. Pero ese desplazamiento de partes de las clases trabajadoras del sector industrial al sector de servicios aun no se manifestaba en un estancamiento de los salarios porque el sector industrial mantenía el cuasi monopolio de la producción mundial en las ramas más avanzadas y también en las que más trabajadores concentraban. La elevada sindicalización en Europa y en menor pero no despreciable medida en Estados Unidos, garantizaba, durante los años de la guerra fría y el Estado de Bienestar que sirvió de freno político al comunismo, un nivel salarial que crecía con esa productividad y durante algunos años por arriba de ella. Esos años que son recordados por los sectores progresistas como los “treinta dorados años” del Estado de Bienestar, tuvieron como contrapartida la reducción de la tasa de ganancias del capital. Ese costo fue aceptado, a regañadientes, por los sectores más concentrados del capital, como el precio a pagar para alejar a las clases trabajadoras del comunismo de tipo soviético, tema que los obsesionó al fin del conflicto bélico.


Pero hubo un momento, luego del aumento de los precios internacionales del petróleo en la década de los setenta, en que el establishment comenzó a ver la posibilidad de cambiar esta distribución progresiva del ingreso que les dejaba a ellos porciones declinantes. Las recetas keynesianas de “cebar la bomba” que tanto habían hecho crecer la producción en Estados Unidos y el resto de los países centrales, dejaron de tener efectos. La inflación, pequeña al inicio, se fue exacerbando al conjuro de la puja redistributiva mediante la cual los sindicatos lograban aumentos algo por arriba de los aumentos de precios. El impresionante aumento del precio del petróleo y esta dinámica de aumentos salariales (entre otras causales) llevó a la “stagflation”, esa mezcla explosiva de estancamiento con elevada inflación.


Cuando la derecha tuvo claro que una política más conservadora no llevaría a las masas occidentales al temido socialismo de tipo soviético - y aprovechando de las contradicciones de la política keynesiana - retomó el poder político en Gran Bretaña y Estados Unidos. Se da inicio al período neoliberal que fue plegando país tras país, a casi todo el globo. La posterior disolución del campo socialista no hace más que reforzar un proceso ya muy avanzado.


Este período tiene dos caras diferentes. Por un lado, el desarrollo industrial de los países asiáticos, en especial China, que con sus bajos salarios derrumbaban las murallas chinas de los altos salarios en Europa y Estados Unidos, acelerando la migración de sectores importantes de la industria a esos emergentes. Lo que ganaban los asiáticos en actividad industrial lo perdía el centro, que evolucionaba hacia actividades más capital intensivas o de mayor complejidad tecnológica, pero que se iba resolviendo con cada vez menos obreros industriales. Al momento actual, la clase obrera industrial de los países centrales está algo por arriba del 10 % de la población económicamente activa. No ha subido la desocupación en la proporción de la caída de ocupación obrera porque gran parte de esa masa fue derivando hacia actividades de servicios, algunos de mejor poder adquisitivo que los de obrero industrial, pero muchos más de menores salarios.


Las clases obreras autóctonas, con su alta sindicalización, buenos salarios y buena cobertura social lograba – por acción o contagio – que los salarios de todo el conjunto de las clases asalariadas (obreros manuales industriales y de servicios, empleados de cuello blanco en tareas simbólicas de todo tipo) fuesen elevados. La ruptura de la “cadena de la felicidad” se produce con la apertura comercial que trae el neoliberalismo que permite al obrero asiático competir con los obreros occidentales derivando en cierre de actividades y reubicación de los ex – obreros industriales en tareas en general de menor remuneración y sin cobertura social. Si un obrero automotriz en Detroit perdía su trabajo el que encontraba luego en un supermercado como repositor, o en Mc. Donald como obrero de la alimentación produciendo hamburguesas, le significaba una caída de más del 50 % en sus ingresos, al margen de la inestabilidad de no contar con una defensa sindical como la que le daba la United Automobile Workers. Eso si conseguía trabajo tras emigrar a otra ciudad, porque mantenerse en Detroit era para alimentar el ejercito de desocupados.


Esos millones de trabajadores manuales no industriales, no sindicalizados, mal pagos y con inestabilidad en sus tareas, por períodos cada vez más largos desocupados, son los que – en una medida muy importante - votaron el Brexit en Gran Bretaña y al vendedor de ilusiones Donald Trump en Estados Unidos.


¿Cómo no lo vieron los analistas y los encuestadores, ni las clases medias más acomodadas, ni los partidos de izquierda en los países centrales? Primero votan por salir de la Unión Europea los británicos, la ex potencia imperialista líder hasta fines de la Segunda Guerra Mundial. Ahora gana el personaje desprolijo, xenófobo, políticamente incorrecto en la potencia superimperialista de Estados Unidos. No es para pasar desapercibido como el caso de Austria o de otros donde la derecha xenófoba avanza. Son los países más importantes de los doscientos últimos años. Los resultados nos están queriendo decir algo.


En cada uno de los casos hay muchos más condimentos que pueden explicar el resultado final. En el caso más reciente de las elecciones en Estados Unidos está la poca credibilidad de la candidata del establishment financiero, Hillary Clinton. Pero los bien pensantes se extrañan que luego de las infinitas barbaridades que dijo e hizo Donald Trump haya ganado. Siempre recordamos su frase de hace algunos meses: “yo puedo salir a la 5ª Avenida en Nueva York, matar un tipo delante de todos, y no perder un solo voto”.


Nadie le creía, ni su propio partido, y él ganó solo y contra todos. Es que él no apelaba a la razón, sus argumentaciones eran mucho más simples. Al estilo John Wayne les decía a esos trabajadores actuales que añoraban sus años como obreros sindicalizados de buenos salarios, los propios o los de sus padres, que había que defender el trabajo americano, y para ello se oponían tanto a los trabajadores chinos como a los mexicanos, tanto fuese que produjesen para la maquila en Monterrey, como que cruzasen ilegales a buscar trabajos mal remunerados en Estados Unidos. De allí su oposición a los tratados internacionales como el meneado TPP (Trans Pacific Partnership). Se opone a aquellos que no bien cruzaban la frontera competían con esos blancos de poca instrucción y un pasado más brillante en industrias como la textil o la metalurgia. También lo votaron los obreros industriales actuales para los cuales los planes de globalización productiva de Hillary Clinton y el establishment financiero era una espada de Damocles sobre sus cabezas.


Toda esa mentirosa “clase media baja blanca”, en realidad clase baja de trabajadores manuales industriales con temores de cierre de sus empresas, trabajadores de servicios de baja productividad y salarios, desempleados temporales de larga duración, y todos sus entornos de amigos y parientes, contribuyeron fuertemente para el triunfo de Donald Trump, y los que inclinaron la balanza por el Brexit en Gran Bretaña. Que no hubo solidaridad de clases es evidente, ya que los sectores populares también están integrados por las minorías de color y los hispanos, para hablar de los grupos más numerosos, tal como en Europa está formada también por inmigrantes provenientes de Europa Oriental, África y Medio Oriente.


Los trabajadores nativos manuales y los simbólicos de baja remuneración en ambos casos manifiestan una solidaridad restringida a su propio grupo étnico, religioso y social, reaccionando contra los miembros de su propia clase que provienen de otras latitudes, tienen otras etnias o profesan otras religiones. El “nosotros” y “los otros” se resignifican en fronteras que se trazan dentro de las clases sociales tal como las entendemos en general. En esa guerra de clases el enemigo no son los capitalistas sino los “otros” trabajadores, sean los que producen fuera del país cerrando sus fábricas, o los que vienen a competir por sus trabajos adentro. La única solidaridad internacional de clase efectiva es la de los capitalistas financieros, que no tienen patria y anidan en todas partes, mientras tengan una patria real o adoptiva, la super potencia, que vele por sus intereses colectivos.


Nosotros en el tercer mundo no tenemos nada que ganar con las diferentes opciones y circunstancias en ambos eventos. Más cercano para nosotros es Estados Unidos que Gran Bretaña, por la importancia de aquellos, y nada hubiese mejorado si hubiese sido elegida la representante del poder financiero, Hillary Clinton. El caso de Donald Trump es el de una caja de Pandora en muchos aspectos, pero no en la política internacional, que no depende realmente de lo que piense el ocupante del Salón Oval en Washington, sino de los intereses imperiales a los cuales sólo puede añadirles un toque personal, en un muy pero muy estrecho margen de opciones posibles. Lo que finalmente haga Trump en el gobierno es otro tema, que queda fuera de nuestro análisis. Solamente queremos enfatizar el apoyo que buscó en las clases populares blancas para lograr su victoria electoral, cuando ese importante sector social no tiene una representación política independiente y propia.


Son tiempos difíciles por las contradicciones que el capital financiero genera en su incontrolada expansión, tanto para los trabajadores en los países centrales, como para el conjunto de los sectores populares en el resto del mundo.

Pablo Iglesias: “Era mejor Bernie Sanders y no Hillary, la candidata de Wall Street”

Por Juan Bosco Martín Algarra
 
Tras la victoria de Donald Trump, Pablo Iglesias siente nostalgia del precandidato demócrata Sanders.
Arremete contra Albert Rivera, quien ha identificado el populismo de Podemos con el de Trump.





Iglesias critica la "poca vergüenza" e "ignorancia" de Rivera por comparar a Podemos con el "populismo" de Trump MADRID







El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ve en la derrota de Hillary Clinton el rechazo del pueblo estadounidense a los poderes financieros y a quienes él considera sus intermediarios políticos: los partidos tradicionales.

Al contrario de lo que esta mañana sostenía el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, “no es verdad que Donald Trump sea un antisistema, sino un multimillonario que quiere continuar las políticas anteriores, levantando un muro frente a México”, lo que ha comparado con las concertinas que hay en la valla que separa Melilla de Marruecos. “Trump no es más que la expresión de todo lo que se ha hecho mal en Europa y Estados Unidos”.


Para Iglesias, la victoria de Trump es lo que ocurre “cuando pones a elegir entre lo malo y lo peor”. Y advirtió de que “tenemos el mismo problema en Europa, porque los partidos tradicionales han entregado el poder a las oligarquías financieras”.


Según el líder de Podemos, Hillary Clinton era “la candidata del ‘establishment’ y de Wall Street”, por lo que en su opinión habría sido mucho mejor que el Partido Demócrata hubiese elegido a un candidato popular como Bernie Sanders. “Elegir entre lo malo o lo peor no funciona. Hillary representaba a las políticas fracasadas que han empoderado a los poderes financieros”.
La clase obrera blanca

En este sentido, lamentó y calificó de “terrible” el de que “la clase obrera blanca esté tras la victoria de Trump” y el consiguiente “empobrecimiento de los derechos sociales”.

Iglesias aprovechó la rueda de prensa convocada con motivo de los resultados electorales de EEUU para arremeter contra el líder de Ciudadanos. “Albert Rivera es quien ha hecho presidente del Gobierno en España a quien aplica las políticas de Trump es Albert Rivera”. Poco antes, en declaraciones a La Sexta, calificó a rivera como "la mascota de Rajoy a medio camino entre la ignorancia y la poca vergüenza".


Contestaba así a las críticas previas de Rivera esta mañana, que ha identificado a Trump en Estados Unidos con Podemos en España.

Qué puede esperar América latina

Por Leandro Morgenfeld *


¿Cómo va a impactar el inesperado triunfo de Trump en la relación de Estados Unidos con América latina?¿Qué pasará con la inmigración hispana, el bloqueo a Cuba, el Acuerdo Transpacífico (TPP), el proceso de paz en Colombia, la relación con Venezuela y el tratamiento de las “amenazas” del narcotráfico y el terrorismo

Obama, en su segundo mandato, logró recuperar parte del dominio regional que su país ejerció en la región desde la posguerra. Gracias a la caída del precio de los commodities, al debilitamiento del eje bolivariano y al giro neoliberal en Argentina y Brasil, la Casa Blanca encontró condiciones para retomar la iniciativa interamericana. Avanzó hacia la normalización de las relaciones diplomáticas con Cuba y terminó respaldando las negociaciones de Santos con las FARC. Logró que México, Perú y Colombia firmaran en febrero el TPP, que aguarda su ratificación en el congreso estadounidense, y en marzo hizo una gira histórica, visitando La Habana y Buenos Aires. Un triunfo de Hillary Clinton hubiera implicado mayormente continuidad: más tratados de libre comercio, un reposicionamiento de la OEA y una consolidación de la hegemonía en lo que históricamente consideran su patio trasero. El inesperado triunfo del magnate misógino modifica ese previsible escenario.

Uno de los tópicos sobre los que giró su prédica electoral es el de los inmigrantes ilegales. A pesar de que el capital se nutre de los millones de indocumentados, para superexplotarlos, también los utiliza para canalizar contra ellos el malestar social, producto del desempleo y la creciente pobreza y desigualdad, que se dispararon tras la crisis de 2008. Así, el discurso xenófobo de Trump encontró eco en trabajadores industriales blancos que empeoraron sus condiciones de vida en los últimos años. Descarga en los inmigrantes hispanos la responsabilidad por la crisis y a la vez logra fragmentar la solidaridad de clase de los trabajadores, incentivando las tensiones raciales. La política expulsiva ya existe antes de Trump. Durante las administraciones de Bush y Obama se deportaron 5 millones de indocumentados. Más allá de si el nuevo mandatario podrá avanzar en la ampliación del muro con México (que ya existe) o acelerar las deportaciones masivas, lo cierto es que su xenofobia explícita genera un creciente rechazo en la región.

También está en juego el proceso de normalización de las relaciones con Cuba. Trump fue uno de los pocos precandidatos republicanos que se pronunciaron a favor de la distensión con Cuba, pero recientemente modificó esa posición, para capturar el voto anticastrista de Florida, y prometió revertir el deshielo que iniciaron Obama y Castro en 2014. Si bien es difícil pensar en una vuelta atrás que interrumpa nuevamente las relaciones diplomáticas, sí se avizora un horizonte más complejo para levantar el embargo financiero, comercial y económico que hace décadas hostiga a la isla y rechaza el mundo entero.

Otro interrogante es si habrá reversión (o no) en la “guerra a las drogas”. Esta última es utilizada como excusa, junto a la lucha contra el terrorismo, para la perpetuación del injerencismo militar en la región –una extensa red de bases militares se ampliaron durante la Administración Obama–. Trump coqueteó con un discurso más aislacionista, pero no se pronunció sobre este tópico en particular. ¿Habrá un repliegue militar? Difícil imaginarlo.

Al mismo tiempo, está en juego qué vínculo mantendrá Estados Unidos con el gobierno de Nicolás Maduro y con los demás países no alineados –Bolivia, Ecuador, Nicaragua–. ¿Mantendrá la línea de Obama, que acaba de enviar a Thomas Shannon para facilitar el diálogo político con la oposición que impulsa el papa Francisco? ¿U optará por la vía destituyente que busca la caída del gobierno chavista, aun si eso genera una guerra civil? El mismo interrogante se traslada al país vecino, Colombia, cuyo proceso de paz debe reencauzarse, luego del traspié que sufrió con el plebiscito. ¿Respaldará a Santos, o les dará cabida a los halcones del Pentágono afines a Uribe, que pretende obstaculizar el cese del fuego?

La única buena noticia para la región es que el TPP, esa suerte de nuevo ALCA con el que Washington pretendía abrir las economías latinoamericanas y limitar la presencia económica china en la región, difícilmente pueda ser ratificado. Trump, intentando captar el voto de los trabajadores blancos descontentos, insistió recurrentemente en los efectos nefastos que tuvo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta), que entró en vigencia en 1994, durante la Administración Clinton, y prometió que descartará el TPP.

En síntesis, y más allá de todos los interrogantes e incertidumbres planteados más arriba, es previsible que con Trump se reflote el sentimiento antiyanqui que hace más de una década provocó George W. Bush en la región. A los gobiernos derechistas, como el de Macri, alinearse con un mandatario tan impopular les acarreará mayores costos políticos internos. Peña Nieto lo vivió en carne propia hace algunas semanas, cuando lo invitó a México y todo terminó en un escándalo. El triunfo de Trump va a complicar la estrategia estadounidense de recuperar el pleno control en Nuestra América, desafiado de múltiples formas en lo que va del siglo XXI.

@leandromorgen

* Profesor UBA. Investigador Adjunto del Conicet. Cocordinador del Grupo Clacso “Estudios sobre EE.UU.”. Autor de Vecinos en conflicto.

El plan de Donald Trump para gobernar EE.UU.

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MURO CON MEXICO, EXPULSION DE INMIGRANTES, BENEFICIOS A LOS RICOS


Donald Trump se comprometió a renunciar al Tratado Transpacífico de libre comercio; denunciar a China por manipulación de su moneda; levantar las restricciones sobre el uso de energía no renovable y contaminante; hacer un recorte de impuestos que beneficia principalmente a las grandes fortunas; anunciar un plan de obra pública por diez años y un billón de dólares; llevar a cabo una reforma política federal; acabar con el sistema de salud impulsado en los últimos años por Barack Obama; comenzar la construcción de un muro en la frontera con México; expulsar a al menos dos millones de inmigrantes ilegales; anular todas las órdenes ejecutivas que dejó su antecesor y prohibir la entrada de ciudadanos provenientes de países donde hay actividad terrorista. Todo eso, prometió, en sus cien primeros días de gobierno.

Eso dice su “contrato con el votante americano”, un programa de gestión que el presidente electo había presentado en octubre, en el peor momento de su campaña, en un caluroso discurso en Gettysburg, sitio histórico cerca de Pennsylvania donde la Guerra Civil, hace un siglo y medio, tomó su rumbo definitivo. El documento, que luego fue publicado y difundido en los estados en disputa, detalla las medidas que tomará ni bien asuma su lugar en el despacho oval de aquellas que deberá trabajar en conjunto con el Congreso y sigue al pie de la letra lo más encendido de su prédica proselitista.

Pero aquí, a la sorpresa del martes le siguió la incertidumbre del miércoles. Porque siempre hay una distancia entre lo que se dice en la campaña y lo que se ejecuta en el gobierno, y Trump aún no ha mostrado sus cartas como para delinear los contornos de su mandato. Durante todo el día los medios nacionales alternaron análisis del resultado, que los sorprendió, con especulaciones sobre los próximos pasos del nuevo jefe de Estado.

Cuál será su gabinete. Cuáles las políticas que llevará como bandera en el primer tramo de su gestión. Qué promesas de campaña cumplirá en los primeros días y cuáles deberán esperar. La victoria del candidato republicano echó por tierra un montón de certezas y trajo consigo otras tantas preguntas, de cuyas respuestas dependerá el futuro inmediato y de mediano plazo en todo el planeta. No hay antecedentes para contrastar: por primera vez en la historia, este país eligió para ocupar la Casa Blanca a una persona que no había pasado antes por ningún otro escalafón de la carrera política o en las Fuerzas Armadas.

En sus primeras horas como presidente electo Trump utilizó un tono y un estilo muy distinto al que de la campaña. Durante su discurso inaugural hizo llamados a la unidad del país: su audiencia ya no era partidaria sino que le hablaba a todos los estadounidenses. En el transcurso del miércoles también se dedicó a abrir canales de diálogo. Con la oposición demórata, que todavía groggy por la piña del martes, sólo atinó a cumplir su rol protocolar en estas situaciones. Con su par mexicano Enrique Peña Nieto, a quien llamó para retomar el diálogo que habían iniciado durante la campaña.

Se mostró, en una palabra, ‘presidenciable’, ese atributo etéreo que se le había requerido sin éxito durante toda la campaña y que no necesitó para ganar, pero del que, ahora, aparentemente, hará uso para gobernar. O al menos esa es la señal que el camaleónico magnate quiso dar en su primeros pasos como político profesional. Resta por ver si ese “nuevo” Trump será el que veamos los próximos cuatro años o si seguirá habiendo, como en los últimos meses, una especie de duelo Jeckyll / Hyde entre el político dedicado y el playboy con problemas para acatar límites, un estilo poco compatible con el ejercicio de la primera magistratura de una potencia mundial.

El puente que más se ocupó en reestablecer el presidente electo en sus primeras horas como tal fue el que tenía con su partido y que había llegado a la elección quemado y en ruinas. Trump, un outsider que cayó en paracaídas a la candidatura, nunca se llevó bien con el establishment republicano y en la etapa final de la campaña el vínculo terminó estallando en mil pedazos. Ayer, las principales figuras del partido se apuraron en presentar una especie de rendición incondicional ante el ganador. El jefe de la mayoría en la cámara baja, Paul Ryan, que llevó la voz cantante en el conflicto con el candidato, lo elogió y llamó a su victoria “el logro político más increíble” que haya visto en su vida.

“Hablamos del trabajo que tenemos por delante y la importancia de sacar adelante al país juntos”, dijo Ryan. La relación entre el presidente y el partido tendrá lugar institucional en la articulación de Casa Blanca y el Capitolio, donde funciona el poder legislativo en Washington, DC. Trump necesita de la mayoría en ambas cámaras que logró el Partido Republicano el martes, y para eso deberá negociar. Pero también sabe que ganó la elección él solo y se valdrá de esa legitimidad para conducir ese vínculo activamente y no dejarse marcar la cancha. Un dato a estar atentos: si le “perdona la vida” a Ryan y lo deja permanecer al frente del cuerpo legislativo o si buscará reemplazarlo por otro dirigente en el que tenga más confianza.

De los proyectos que planteó el candidato en su “contrato con el votante”, algunos servirán seguramente como terreno seguro para que presidente y legisladores avancen en conjunto: es el caso de la eliminación del Obamacare, el sistema de salud que fue una de las políticas de estado principales de Barack Obama y que siempre tuvo la resistencia de la elite republicana. El proyecto prevé “la eliminación” del programa y su reemplazo por “cuentas de ahorro para la salud (health savings accounts)”, retrocediendo en la cobertura que había crecido durante los últimos años.

Además, Trump contará con el apoyo en su proyecto de ley de “alivio a la clase media y simplificación” del sistema tributrario. Detrás de ese nombre se esconde un enorme recorte de impuestos que beneficia principalmente a las grandes fortunas, que podrán pagar entre 15 y 35 por ciento menos impuestos, con el objetivo teórico de generar condiciones para más inversión y nuevas fuentes de trabajo. Esa ha sido históricamente una de las grandes banderas econ{omicas de los republicanos, que no pondrán objeciones.

Hay más dudas sobre si el presidente electo podrá imponer sus reformas más resistidas, particularmente las que apuntan a la inmigración, un tema en el que el partido republicano se encuentra dividido. Las propuestas de Trump en la campaña eran extremas, por ejemplo: “Financiar completamente la construcción de un muro en la frontera sur con el entendimiento pleno de que México reembolsará el costo total”. Hay que ver si intentará pasar el proyecto así o cederá para ayudarlo a encontrar consensos.

Pero más allá de su relación con el Congreso hay una serie de propuestas en el “contrato” del magnate que podría ejecutar tan solo con su lapicera, desde el despacho oval, incluso en las primeras horas desde que asuma la presidencia. Si cumple sus promesas electorales, para la noche de su primera jornada en la Casa Blanca, Trump habría anunciado la salida de Estados Unidos del TPP y la decisión de renegociar NAFTA bajo la amenaza de dejar caer ese tratado también, y comandado a su secretario del Tesoro para que denuncie a China por manipulaciones cambiarias. El resultado de esas acciones cambiaría de un plumazo el mapa económico, financiero y comercial del planeta.

Otras de las medidas que prometió tomar es “anular todas las órdenes ejecutivas” que firmó su predecesor. En la práctica, eso implica, entre otras cosas, levantar las restricciones en la producción y el uso de energías como el petróleo, el shaleoil, el gas natural y el carbón, que habían sido limitadas por Obama a causa de su condición contaminante. En la misma línea, cancelaría la ayuda de Estados Unidos a los programas de Naciones Unidas sobre cambio climático (Trump cree, literalmente, que el cambio climático no existe y todo se trata de una estada del gobierno chino en busca de ventajas competitivas) para financiar con ese dinero un programa de infraestructura.

Por último, uno de los puntos más polémicos de su propuesta, y que también figura entre sus compromisos para los primeros días de gobierno, está “iniciar acciones para sacar del país a más de dos millones de criminales inmigrantes ilegales” y “suspender la inmigración de países con actividad terrorista en los que una investigación de antecedentes no pueda llevarse a cabo” de forma previa a la emisión de la visa, un eufemismo para “prohibir la entrada de musulmanes a los Estados Unidos”, como dijo, en otras palabras, en muchos actos de campaña.

En los próximos días, a medida que dé entrevistas y nuevos discursos, y se vaya conociendo cómo acomodará las piezas de su gabinete, comenzará a avisorarse el contorno real de lo que será su mandato. Más adelante, su primera gira como presidente electo puede dar una pista de cuáles serán sus prioridades en política internacional, un tema en el que tuvo posiciones oscilantes durante la campaña. La respuesta, calmada, de los mercados locales, a su elección, también puede interpretarse como una prenda de paz de Wall Street hacia el candidato. Por ahora, la respuesta de Trump, como la mayor parte de su futuro inmediato, sigue siendo un misterio.

Con el sistema de electores previo a la reforma del 94 hubiera ganado Scioli

En estos días, en los cuales el sistema electoral de los EE.UU., se ubica en el centro del debate en los medios y entre los intelectuales, donde la victoria de Hillary en el "popular", por 200.000 votos, no alcanzó para frenar una victoria apabullante por electores para Trump, se impone reflexionar sobre nuestro pase de ese sitema de electores al "popular" de distrito único que usamos ahora.

Menem y sus asesores, entendieron que con un distrito único, el peronismo la tendría más fácil, haciendo valer las diferencias númericas en la provincia de Buenos Aires. Es decir las goleadas en Matanza, Lomas, y demás distritos del conurbano con fuerte tradición peronista, le asegurarían a cualquier candidato peroncho corregir derrotas parciales en distritos desfavorables.

Sin embargo fue exactamente lo contrario lo que pasó en 2015. De haber funcionado el sistema de electores, la provincia de Buenos Aires gananda por Scioli, hubiera otorgado todos sus electores al FPV.

Lo mismo hubiera ocurrido con Chaco, Salta, Formosa, Entre Ríos, Santa Cruz, Tucumán, Catamarca, Río Negro, Neuquén, Corrientes, Misiones, Santiago, etc.

La estrategia del menemismo vio el corto plazo, pero se demostró errada en el mediano.


Bernie Sanders sobre la victoria de Trump

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Declaración de Sanders sobre Trump



. Burlington, VT 9 de noviembre - El senador Bernie Sanders emitió la siguiente declaración el miércoles después de que Donald Trump fue elegido presidente de los Estados Unidos:


"Donald Trump aprovechó la ira de una clase media en declive que está enferma y cansada de la economía del establishment, la política del establishment, y los medios de comunicación del establishment,


La gente está cansada de trabajar más horas por salarios más bajos, de ver trabajos dignos irse a China y otros países de bajos salarios, de multimillonarios que no pagan ningún impuesto federal sobre la renta y de no poder pagar una educación universitaria para sus hijos Los muy ricos se hacen mucho más ricos.


"En la medida en que el Sr. Trump sea serio en perseguir políticas que mejoran las vidas de las familias trabajadoras en este país, yo y otros progresistas estamos preparados para trabajar con él. En la medida en que persiga políticas racistas, sexistas, xenófobas y contra el medio ambiente, nos opondremos enérgicamente ".

"La relación que Macri consiguió con Obama tendrá menos impulso con Trump"

ROSENDO FRAGA

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El analista político estimó que con el próximo gobierno de USA, la administración Cambiemos no tendrá el vínculo "excepcional" que logró con la gestión demócrata.


Barack Obama visitó la Argentina este año, a poco de que Macri asumiera la Presidencia.

El analista político Rosendo Fraga consideró este miércoles que, una vez que asuma, el presidente electo de USA, Donald Trump, le dará "menos impulso" a la relación de su país con la Argentina, en comparación con el que le dio Barack Obama.

En declaraciones al canal TN, Fraga sostuvo que la relación que cultivó el presidente Mauricio Macri con su par estadounidense "es excepcional", pero que esa intensidad será mucho menor con Trump dado que para el republicano "el foco no está en América del Sur, sino en Méximo y en el Caribe".

"El impulso que tuvo la relación entre la Argentina y USA con Obama va a disminuir con Trump", estimó el analista.

Para Fraga, "la Argentina es un país relevante en América Latina, pero América Latina no es relevante para USA" y en este sentido anticipó que "los frentes" que ocuparán a Trump en materia externa están en China, Rusia e India. "Allí es tará el juego estratégico" de Trump, señaló.

Por otro lado, Fraga relativizó "la sintonía" que Macri y Trump pudieron haber tenido "en el campo empresario en la década del 80" pueda ser una ventaja en la relación entre la Argentina y USA. De hecho, recordó que el gobierno de Cambiemos "tomó partido por Hillary Clinton", la candidata demócrata.

“¡Ése no es mi presidente!”, primeras marchas contra Trump con incidentes


PROTESTAS
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La campaña electoral en los Estados Unidos dejó a un país dividido, algo en lo que coinciden tanto Donald Trump como Hillary Clinton y Barack Obama, que hoy (10/11) recibirá al presidente electo. Ayer (9/11) miles de personas se manifestaron en Nueva York pero también en Los Ángeles, Filadelfia, Berkeley, Portland, Chicago, Seattle y Washington - la mayoría jóvenes- para repudiar a Trump bajo la consigna “¡Ése no es mi presidente!”. Hubo de quema de banderas estadounidenses.


Las manifestaciones contra Trump apenas se impuso en las elecciones de USA

Tan solo un día después de la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, decenas de miles de personas salieron hoy a las calles de las principales ciudades del país para repudiar la victoria del magnate norteamericano.

La mayor concentración se realizó en Nueva York, donde miles de personas se concentraron frente a la Torre Trump de Manhattan con la consigna "no es mi presidente".

Los manifestantes, en su mayoría jóvenes, habían sido convocados por organizaciones sociales y grupos políticos de izquierda, unos en la plaza Union Square y los otros en Columbus Circle, cerca de la esquina suroeste de Central Park.

Una treintena de esos manifestantes fueron detenidos por desórdenes públicos por c ortar el tráfico, de acuerdo con las autoridades.

En Los Ángeles, miles de personas marcharon por Main Street y se reunieron en el ayuntamiento.

En Chicago, unas 1.000 personas se reunieron alrededor del Hotel Internacional Trump y de la Trump Tower, mientras gritaban "¡No a Trump! ¡No al KKK!".

La capital, Washington, así como Atlanta (Georgia), Boston (Massachusetts), Denver (Colorado), Austin (Texas), Portland (Oregón), Saint Paul (Minnesota) o las californianas Los Ángeles, San Francisco y San Diego fueron igualmente escenario de protestas.

Todas ellas bastiones demócratas en los que Hillary Clinton ganó este martes a Trump con grandes márgenes.

Aunque la mayoría de protestas transcurrieron sin mayores incidentes, en Oakland (California) parte de los 6.000 manifestantes formaron barricadas a las que prendieron fuego y se produjeron choques con uniformados en el acceso a una autopista que pretendían cortar.

Según The Huffington Post, en Richmond (Virginia), los manifestantes rompieron los cristales de la sede del Partido Republicano. Los incidentes en Richmond se saldaron con una decena de detenciones.

Y en Nueva Orleans (Luisiana), quemaron un muñeco de Trump y también rompieron cristales de algunos edificios, como entidades bancarias.

El macrismo logró demorar la ley para bajar las comisiones de las tarjetas

La oposición quería dictaminar hoy, pero el oficialismo consiguió retrasarlo para el martes.


El Gobierno consiguió postergar la baja de comisiones de las tarjetas en un caliente debate de comisión en la Cámara de Diputados, donde recién el martes podría haber dictamen.


El artífice de la maniobra fue el diputado del PRO Daniel Lipovetzky, quien impidió que la oposición firmara dictámenes y apurara el tratamiento de un proyecto que reduce el 3 al 1,5 % las comisiones de las tarjetas de crédito y de 1,5 % a 0 las de débito.

Tras los incidentes en Estados Unidos, el peronismo bloquea la boleta electrónica a Macri

 El peronismo no acepta el chip y en Cambiemos comienzan a resignarse, porque no llegarían a la licitación.


El presidente del bloque de senadores peronistas, Miguel Angel Pichetto.


Luego de los inconvenientes en la elección de Estados Unidos, los senadores peronistas están decididos a impedir que el año próximo todo el país vote con boleta única electrónica, como planteó el proyecto de reforma política enviado por Mauricio Macri y aprobado en Diputados.

Antes de ser consagrado presidente de la primera potencia del mundo, el republicano Donald Trump denunció irregularidades en muchos Estados como Utah, donde a la mañana solo 99 de 380 aparatos tenían las tarjetas de memoria programadas a las 7 de la mañana. Hubo que votar a mano para no parar la votación.

Clinton: "Nuestra Nación está más dividida de lo que creíamos"



"LAS MUJERES TODAVIA NO HEMOS ROTO EL TECHO DE CRISTAL"

La candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, reconoció públicamente su derrota electoral, y afirmó que "Donald Trump va a ser nuestro presidente. Le debemos una mente abierta y la oportunidad de liderar" el país.


En su primera aparición tras los comicios, la exsecretaria de Estado reconoció que los resultados no fueron los que esperaba, pero llamó a aceptarlos de forma pacífica y a colaborar con los republicanos. "Anoche felicité a Trump y me ofrecí a trabajar con él en nombre de nuestro país", dijo Clinton, quien confió en que el magnate neoyorquino sea "un presidente exitoso para todos los estadounidenses" y pidió a los suyos aceptar el resultado y mirar hacia delante.

"Hemos visto que nuestra nación está más dividida de lo que creíamos, pero yo todavía creo en Estados Unidos y siempre lo haré", apuntó. Vitoreada por decenas de seguidores y acompañada de su marido y de su hija, Clinton reconoció que la derrota en los comicios es algo "muy doloroso y lo será por mucho tiempo". Pese a ello, urgió a sus seguidores a seguir trabajando en favor del proyecto que ha defendido: "Nuestra responsabilidad como ciudadanos es seguir poniendo de nuestra parte para construir los EE.UU. mejores, más fuertes y más justos que buscamos".

También auguró que "nuestros mejores días todavía están por delante", y pidió mantener la "esperanza". "Somos más fuertes y seguiremos adelante juntos. Y no debéis arrepentiros nunca de luchar por eso", señaló.

Clinton dedicó además palabras especiales a las mujeres que respaldaron su campaña y confió en que, más pronto que tarde, EE.UU. tendrá por fin a una mujer como presidenta. "Todavía no hemos roto el techo de cristal más alto y más duro. Pero algún día alguien lo hará. Con suerte antes de lo que creemos", dijo.

La Plata: record de desempleo y sin auxilio para el pequeño comerciante

La Plata ya está entre los conglomerados con mayor desempleo del país. De acuerdo al último informe del INDEC, la desocupación llegó al 6,9% y la subocupación al 12,6%. Las cifras reflejan un vertiginoso crecimiento que incluso igualó la marca del Gran Rosario en términos de variación negativa en relación al año pasado.

Victoria Tolosa Paz


Las cifras exigen una respuesta concreta para una ciudad que desde hace años encuentra en la administración pública su principal fuente laboral; desaprovechando así la oportunidad de generar empleo genuino a partir de sus propios sectores productivos, industriales, comerciales y de educación"

La caída del consumo minorista no hace más que agravar la situación, ya que si bien no hay estadísticas oficiales, en todos los centros comerciales de La Plata se ven cada vez más persianas que bajan definitivamente. Sólo tomando el caso del microcentro, en cada manzana ya hay al menos tres locales cerrados.

El impacto del aumento de las tarifas de los servicios públicos y las tasas municipales, el elevado valor de los alquileres de los locales, y una brutal caída del consumo dejan al comerciante platense en una situación crítica.


Las cifras exigen una respuesta concreta para una ciudad que desde hace años encuentra en la administración pública su principal fuente laboral; desaprovechando así la oportunidad de generar empleo genuino a partir de sus propios sectores productivos, industriales, comerciales y de educación.

Como dirigentes tenemos el desafío y la responsabilidad, más allá de nuestras pertenencias políticas y partidarias, de desarrollar un plan de empleo en el que confluyan esos sectores, que además podrían contar con el aporte de la Universidad Nacional de La Plata a través de sus 17 facultades y la experiencia de sus más de 110 mil alumnos de grado.

Es cuestión de hacerlo. La Plata tiene todo para revertir esta situación: el Puerto más moderno de Latinoamérica, una autopista inteligente que la conecta con CABA, la remodelada ruta 6 que conecta 12 municipios y que tiene cabecera en Etcheverry, una universidad que recibe a 25 mil nuevos estudiantes cada año; atractivos turísticos que no se aprovechan y un motor productivo único, capaz de abastecer de frutas, flores y verduras a todo el país.

Se trata de diseñar una nueva matriz para resolver un problema crónico que ahora -en un contexto de recesión y ajuste- parecería haber alcanzado su nivel más alto.

Un ejemplo sirve para graficar la magnitud del problema: en Gran Rosario, que actualmente tiene el índice más alto de desocupación del país (11,7%), el desempleo sumó 2,7 puntos porcentuales respecto de la medición de 2015. Esa misma variación se registró en La Plata.

Con todo, la crisis vino a acentuar un problema que nuestra ciudad viene arrastrando hace años y que, como ocurrió en materia urbana, también responde a la falta de planificación.

(*) Consejera Nacional del Partido Justicialista

Senadores bonearenses e intendentes del peronismo ratifican "personería única" en negociación de gobernabilidad

Reunión en el Senado Bonaerense

Intendentes y senadores de los distintos espacios parlamentarios que remiten al FpV-PJ sumaron un nuevo capítulo de cara a la negociación general que se está dando en la provincia de Buenos Aires y que tiene como principales condimentos los proyectos de Ley de Presupuesto 2017 y la Fiscal Impositiva.




“Es cierto que al oficialismo le falta poco para lograr formalmente los dos tercios necesario para sancionar las leyes” dijo un intendente para romper el hielo de la tendida multicolor que se desarrollaba en el salón Cámpora del Senado provincial, “pero ese poco que le falta está hoy acá” y mirando a cada uno de los senadores presentes apuntó “puede ser uno de ustedes”.


Intendentes y senadores de los distintos espacios parlamentarios que remiten al FpV-PJ sumaron un nuevo capítulo de cara a la negociación general que se está dando en la provincia de Buenos Aires y que tiene como principales condimentos los proyectos de Ley de Presupuesto 2017 y la Fiscal Impositiva.

“Es cierto que al oficialismo le falta poco para lograr formalmente los dos tercios necesario para sancionar las leyes” dijo un intendente para romper el hielo de la tendida multicolor que se desarrollaba en el salón Cámpora del Senado provincial, “pero ese poco que le falta está hoy acá” y mirando a cada uno de los senadores presentes apuntó “puede ser uno de ustedes”.
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La idea cultivada por los intendentes desde la reunión de Lobos y prolongada en una reunión de mesa ayer en la Capital Federal, que tuvieron que soportar la chicana de la convocatoria partidaria, casi superpuesta, del titular del PJ bonaerense Fernando Espinoza, dio el necesario paso legislativo y comenzó por la Cámara alta.

Los dirigentes peronistas con paciencia trabajan sobre la idea de unificar personería para establecer una relación fructífera con el oficialismo y al mismo tiempo están tratando de encontrar el equilibrio partidario que los vuelva encontrar juntos aunque eso implique una competencia interna.

Algunos incluso imaginan que el hipotético voto conjunto de, en el caso de senadores, las cuatro bancadas se tiene que dar al mismo tiempo que un acuerdo del Consejo partidario que habilite apoderados por sector, que garantice las presentaciones de candidaturas dentro del PJ.

Esa exigencia doble es entendida por mucho como un debilitamiento del kirchnerismo duro que hoy controla la estructura partidaria pero, al mismo tiempo, es la forma de marca un límite en la negociación parlamentaria a las otras tribus y, además, encontrar alguna fortaleza por volumen.

Hoy los senadores prestaron acuerdo, todos se manifestaron dispuestos a votar en línea: la interpelación fue clara y concreta en ese sentido para que no quedarán dudas. Ahora falta el capítulo de diputados, más numeroso y con otros ingredientes. Es el trabajoso camino de la unidad sin liderazgo claro o un liderazgo participativo, algo sumamente extraño en el partido de Perón.



Estuvieron presentes en la reunión, los intendentes Gabriel Katopodis (San Martín), Mauro Poletti (Ramallo) y Francisco Durañona (San Antonio de Areco), Verónica Magario (La Matanza) y Jorge Ferraresi (Avellaneda), Juan Carlos Veramendi (General Paz) y Juan Pablo De Jesús (La Costa) y Alfredo Fisher (Laprida) y Hugo Corvatta (Saavedra).

En tanto, los senadores presentes fueron Mónica Macha, Santiago Carreras, Magdalena Sierra y Juan Manuel Pignocco, por el Frente para la Victoria; Patricio García, Norberto García y Fernando Moreira; por el Bloque Peronista y Darío Díaz Pérez y Daniel Barrera, por la bancada del Partido Justicialista y María Fernanda Campo, del unibloque Néstor Kirchner.

Finalmente Wall Street festejó el triunfo de Trump y saltó un 1,4%


La Bolsa de Nueva York subiócon fuertza este miércoles con fuerza tras sufrir un desplome en la madrugada, debido a que los inversores digirieron el inesperado triunfo del republicano Donald Trump en la elección presidencial en Estados Unidos.

De acuerdo al cierre extraoficial, el promedio industrial Dow Jones subió 255,27 puntos, o un 1,4%, a 18.588,01 puntos; mientras que el S&P500 avanzó 23,52 puntos, o un 1,1%, a 2.163,08 puntos. En tanto, el Nasdaq Composite ganó 57,58 puntos, o un 1,11 por ciento, a 5.251,07 unidades.

Wall Street vivió un arranque de jornada volátil tras la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, que había provocado inicialmente que los futuros del Dow Jones se desplomaran casi 800 puntos.

Poco antes de la medianoche, los valores futuros del Dow Jones llegaron a perder más de 760 puntos o un 4,2%, mientras que también cayeron con fuerza los futuros del S&P500 (-5 %) y los del índice Nasdaq (-5,1%).

Varios analistas dijeron que las promesas de Trump de bajar impuestos y aumentar el gasto en infraestructura pueden impulsar el crecimiento de la mayor economía del planeta.

De todos modos, coincidieron que el resultado de la elección abre un período de incertidumbre dado que en la campaña Trump propuso tomar decisiones radicales; entre ellas romper tratados comerciales, nombrar un nuevo presidente de la Reserva Federal y mantener relaciones más fluidas con Rusia.

JJ Kinahan, analista de mercado de TD Ameritrade, dijo que el desenlace de la elección probablemente abre un período de volatilidad mientras los mercados observan cómo Trump diseña su política económica. "Lo que se promete en la campaña y lo que realmente ocurre, son dos cosas distintas", dijo Kinahan. "De manera que seguiremos especulando hasta que realmente asuma (el 20 de enero) y se instale el nuevo Congreso", dijo. "El de hoy parece un día malo pero no de pánico", afirmó.

El sector sanitario impulsaba a Wall Street, con una fuerte suba del 2,7%, junto al materias primas (1,4%), el industrial (0,5%) y el financiero (0,4%), mientras que bajaban el de empresas de servicios públicos (-2,3%), el tecnológico (-1,2%) y el de energía (-0,2%).

En otros mercados, el petróleo de Texas bajaba un 0,4% y cotizaba en Nueva York a 44,80 dólares, mientras que el oro exhibía su condición de valor refugio en momentos de incertidumbre y subía un 1,5% hasta 1.294,3 dólares.

Por su parte, la rentabilidad de la deuda pública a diez años progresaba a esta hora al 1,972% mientras que en el mercados de divisas el dólar ganaba terreno frente al euro, que se cambiaba a 1,09 dólares.

Los días previos a la votación, los mercados bursátiles estadounidenses parecían preferir una victoria de la candidata demócrata Hillary Clinton, pero el triunfo de Trump no generó un movimiento de fuerte retroceso al principio de la sesión.

En Europa, en tanto, Londres cerró con alza del 1%, Fráncfort 1,6% y París un 1,5%. Madrid perdió en cambio un 0,4% y Milán cedió un 0,1%.

Más tremprano Tokio se desplomó un 5,4%. El índice Nikkei de los 225 valores se hundió hasta los 16.251,54 puntos, una caída de 919,84 puntos en un mercado particularmente animado.

El Nikkei pasó sin embargo gran parte de la mañana en territorio positivo, mientras los inversores apostaban por un éxito de la demócrata Hillary Clinton. Pero la tendencia cambió a medida que Trump iba apoderándose de estados clave, empezando por Florida.

La actividad fue muy intensa, con 3.800 millones de acciones cambiando de manos, es decir más del doble que en una jornada promedio en los últimos meses.

Por otra parte, el oro, un tradicional refugio de los inversores, se dispara más de un 1%, ante la desconfianza que genera Trump, quien en campaña prometió correr a Wall Street como el centro de decisión de la política económica de los Estados Unidos.

Ganó Trump: los medios pueden definir en qué pensar, pero ya no qué pensar

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Por Rubén Weinsteiner

El triunfo de Donald Trump, como el ‘Brexit’ en el Reino Unido, o la victoria del ‘no’ en Colombia, significa ante todo una nueva derrota de los grandes medios dominantes y de los encuestadores.

¿Cómo consiguió Trump invertir una tendencia que lo daba perdedor y lograr imponerse en la recta final de la campaña ?
Contra los medios que masivamente apoyaron a Hillary, contra su partido que no lo bancó, contra Washington y contra Wall Street. Frente a pesos pesados como Jeb Bush, Marco Rubio o Ted Cruz, que contaban además con el  apoyo del establishment republicano, muy pocos lo veían imponerse en las primarias del Partido Republicano, y sin embargo destrozó a sus adversarios.Bush declaró que votó en blanco, sus competidores en las primarias no sólo que no lo apoyaron, sino que reconocieron que no lo votarían, contra "la intellingentzia", que lo denostó permanentemente. Contra los líderes de los otros países, salvo Putin, que lo atacaron y jugaron para Clinton, contra los empresarios que le sacaron el apoyo financiero, y lo ahogaron. Contra todos ganó Trump.
 



En que pensar y que pensar

Los medios retienen la capacidad de decirnos en que pensar, pero han perdido, y Trump lo acaba de demostrar, la capacidad de decirnos, que pensar.


Los  grandes medios norteamericanos destrozaron a Trump a lo largo de toda la campaña. Lo demonizaron como a ninguno, se burlaron de él, lo pusieron en el peor lugar. . Trump entró en el golpe por golpe, aplicando la idea que  usó en sus años de empresario inmobiliario de Nueva York. No hay publicidad que sea negativa. Lo peor es que no se hable de uno. Y si hablan mal, eso te servirá para contraatacar con la misma fuerza. Su electorado, comenzó a creer que los grandes medios de comunicación trabajan para los demócratas, y el millonario ejecutó duros ataques como la única respuesta que se merecían los medios y los periodistas.

Trump atacó de frente al poder mediático. En sus actos animaba a sus militantes a abuchear a los “deshonestos” medios. Trump suele afirmar: "No estoy compitiendo contra Hillary Clinton, estoy compitiendo contra los corruptos medios de comunicación" . En un tweet reciente, por ejemplo, escribió : "Si los repugnantes y corruptos medios me cubrieran de forma honesta y no inyectaran significados falsos a las palabras que digo, estaría ganando a Hillary por un 20%".

Por considerar injusta o sesgada la cobertura mediática, el candidato republicano no dudó en retirar las credenciales de prensa para cubrir sus actos de campaña a varios medios importantes, entre otros : The Washington Post, Politico, Huffington Post y BuzzFeed. Y hasta se ha atrevido a atacar a Fox News, la gran cadena de derecha, a pesar de que lo apoyó como candidato favorito.

La suya fue una campaña caótica y errática en la que asesores despedidos continuaban aconsejando a Trump. El ambiente de los últimos días no presagiaba en absoluto una victoria. El millonario casi nunca aceptaba los consejos de los dirigentes del Partido Republicano o de sus propios asesores cuando le pedían que fuera menos agresivo en sus ataques o que se centrara en su programa.


Un discurso de odio y racismo puede no ser políticamente correcto y sí electoralmente rentable.

Trump nunca se inmutó por el apoyo público de todo tipo de grupos racistas o ultraderechistas. Nunca los repudió, ni siquiera cuando llegaban de conocidos ex miembros del Ku Klux Klan. Tampoco cambió de táctica cuando le dijeron que no era conveniente seguir atacando a las mujeres que le habían denunciado por acoso o abusos sexuales. Al igual que con sus ataques insultantes a los inmigrantes latinos –comenzó su campaña en las primarias llamando "violadores y narcotraficantes" a la mayoría de los que venían de México–, parecía que eso no le preocupaba, como si no fuera a necesitar sus votos. Y la realidad de estos Estados Unidos de comienzos del siglo XXI le dio al final la razón.

Frente a un posicionamiento conservador, lo que clásicamente llamaríamos de derecha, diversos sectores refractarios a su figura comenzaron a atacarlo, tildándolo de fascista, homofóbico, misógino, racista y maltratador de empleados entre otras cosas.
La secuencia de ataques continuos y repetitivos, continuó con la victimización del atacado, para finalmente desembocar en la tercera fase y definitoria de esta secuencia: el ordenamiento de los segmentos tributarios de su metamensaje y lateralidades.

Es decir, aquellos segmentos que sienten sin expresar algunos de estos posicionamientos, establecieron un vínculo emocional muy fuerte con Trump.
El ataque en comunicación política,  utilizado como estrategia, siempre debe hacer prevalecer el territorio por sobre el mapa interno. El mapa no es el territorio, el mapa es una construcción acerca del territorio, y el mapa interno es una construcción propia y para consumo propio y de grupos de pertenencia y pertinencia. Si estamos tildando a alguien de homofóbico, y hay un 30% de personas en el estado que resultan claramente homofóbicas, estamos contribuyendo mediante el ataque reiterado a ordenar el espacio del atacado. Si estamos diciendo que es xenófobo, y el 30% de los votantes cree que no tiene trabajo por culpa de los extranjeros, le seguimos ordenando el espacio.

El ataque reiterado y utilizado como eje de campaña, no puede apuntar a una condición con la cual se identifican segmentos importantes, por más negativa que nos parezca esa condición.

Las victorias intelectuales preceden a las victorias electorales, pero no se puede dar la batalla cultural en medio de una elección. En el campo de batalla no se puede comprar armamento y entrenar a la tropa. En el campo de batalla hay que definir el conflicto.

Está claro que no se puede callar ante un hecho inmoral como una actitud xenófoba o de trabajo esclavo, y no está mal denunciarlo, pero si se repite hasta el cansancio y en cada aparición esa denuncia se termina gastando el concepto y ordenando su voto más blando.
Si en un país hay un 30% de votantes, que no ve con malos ojos limitar la inmigración porque la relaciona con el desempleo o la inseguridad, por más que no sean xenófobos, van a votar a ese candidato que plantee medidas restrictivas, desde la xenofobia o desde posturas más moderadas. Así llegó Le Pen a la segunda vuelta en 2002. Resulta más eficaz evitar que gane ese candidato, aun a costa de no repetir 100 veces por día lo que más molesta.

El ataque siempre tiene que tener como foco los segmentos por los cuales se puja en el territorio, no el mapa aspiracional interno. La distorsión entre mapa y territorio siempre se salda a favor del territorio.

Los medios le dieron gran difusión a algunas de sus declaraciones y propuestas más incorrectas, por ejemplo, su afirmación de que todos los inmigrantes ilegales mexicanos son “corruptos, delincuentes y violadores”. O su proyecto de expulsar a los 11 millones de inmigrantes ilegales latinos a quienes quiere meter en autobuses y expulsar del país, mandándolos a México. O su propuesta, inspirada en Game of Thrones, de construir un muro fronterizo de 3.145 kilómetros a lo largo de valles, montañas y desiertos, para impedir la entrada de inmigrantes latinoamericanos y cuyo presupuesto de 21 mil millones de dólares sería financiado por el gobierno de México. Eso disgustó a los mexicanos, que no votan,pero le encantó a muchos que sin verbalizarlo tienen mayores o menores niveles de rechazo hacia los mexicanos En ese mismo orden de ideas, también anunció que prohibiría la entrada a todos los inmigrantes musulmanes…Y atacó con vehemencia a los padres de un militar estadounidense musulmán, Humayun Khan, muerto en combate en 2004, en Irak.

También su afirmación de que el matrimonio tradicional, formado por un hombre y una mujer, es “la base de una sociedad libre”, y su critica de la decisión del Tribunal Supremo de considerar que el matrimonio entre personas del mismo sexo es un derecho constitucional. Trump apoya las llamadas “leyes de libertad religiosa”, impulsadas por los conservadores en varios Estados, para denegar servicios a las personas LGTB. Sin olvidar sus declaraciones sobre el “engaño” del cambio climático que, según Trump, es un concepto “creado por y para los chinos, para hacer que el sector manufacturero estadounidense pierda competitividad”.

Estas consignas, muy bien estudiadas por el mismo Trump, fueron difundidas por los medios dominantes no solo en Estados Unidos sino en el resto del mundo, con la intención de destruir al magnate, y el efecto fue el contrario. Muchos aún se preguntan  ¿ cómo es posible que un personaje con esas ideas consiga una audiencia tan importante entre los electores estadounidenses?


Los segmentos con los cuales construyó Trump su masa crítica, entre los cuales estuvieron los blancos pobres sin formación universitaria, estructuran sus sistemas de preferencias sobre lo que llamamos relatos ocultos.

Los relatos culturales, tanto públicos abiertos y difundidos, como los ocultos, privados y subterráneos, conforman las hegemonías dentro de los diferentes segmentos poblacionales. Los relatos ocultos son una parte muy importante en las matrices de construcción de los sistemas de preferencias y determinación del voto.

Son relatos privados, que no se verbalizan en el espacio público, ni en los medios. Se remiten exclusivamente a los círculos de confianza, de “los nuestros”, a las charlas en familia o con amigos cercanos, o desde el anónimato en Web social, como cuando se cantan canciones racistas desde una tribuna en una cancha.

Doy un ejemplo de estos relatos ocultos: Muchos argentinos sintieron alivio apenas producido el golpe militar de 1976, algunos y no pocos de ellos siguen sintiendo hasta el presente apoyo y simpatía por ese gobierno militar, sin que les importe los crímenes cometidos por este. Sin embargo la difusión, resignificación y elaboración colectiva, impide hoy una reivindicación abierta de la dictadura en los medios, en la Universidad, en una reunión con gente desconocida, en el espacio público. Por eso la memoria se transforma para este grupo en un hecho privado que retorna a las vías de la oralidad propias de la intimidad.

Muchos de estos relatos ocultos contienen un desprecio por la otredad, por otro grupo o sector social, y si bien no se expresan en público, sobreviven subterráneamente, en lo familiar, entre amigos, allí donde hay redes de confianza, como dadores de sentido, de lo que Bordieu llama: la distinción.

Las redes orales han demostrado ser muy eficaces para preservar este tipo de relatos. Este relato-discurso de cada segmento se oculta en la oralidad ante la primacía de lo escrito y lo filmado.

Trump escuchó como nadie esos relatos ocultos, decodificó las demandas y los transformó en su discurso marcario.


Trump puso del lado de enfrente de la globalización económica, convencido de que ésta ha acabado con la clase media. Según él, la economía globalizada está exclueyendo cada vez a más gente, y recuerda que, en los últimos quince años, en Estados Unidos, más de 60.000 fábricas tuvieron que cerrar y casi cinco millones de empleos industriales bien pagados desaparecieron.

Trump es un ferviente proteccionista. Propone aumentar las tasas sobre todos los productos importados. "Vamos a recuperar el control del país, haremos que Estados Unidos vuelva a ser un gran país", suele afirmar, retomando su eslogan de campaña.

Partidario del Brexit, Donald Trump declaró que, una vez elegido presidente, tratará de sacar a EE.UU. del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA por sus siglas en inglés). También atacó el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés), y aseguró que, de alcanzar la Presidencia, sacará al país del mismo : "El TPP sería un golpe mortal para la industria manufacturera de Estados Unidos".
En regiones como el rust belt, el "cinturón del óxido" del noreste, donde las deslocalizaciones y el cierre de fábricas manufactureras dejaron altos niveles de desempleo y de pobreza, este mensaje de Trump pegó.





Se plantó fuerte frente a los recortes neoliberales en materia de seguridad social que proponían sus competidores en las internas. Muchos electores republicanos, víctimas de la crisis económica del 2008 o que tienen más de 65 años, necesitan beneficiarse de la Social Security (jubilación) y del Medicare (seguro de salud) que desarrolló el presidente Barack Obama y que otros líderes republicanos desean suprimir. Trump prometó no tocar a estos avances sociales, bajar el precio de los medicamentos, ayudar a resolver los problemas de los "sin techo', reformar la carga impositiva de los pequeños contribuyentes y suprimir el impuesto federal que afecta a 73 millones de hogares de clase media baja.



Enfrentó a Wall Street, diciendo que propone aumentar significativamente los impuestos de los corredores de hedge funds que ganan fortunas, y que apoya el restablecimiento de la Ley Glass-Steagall. Aprobada en 1933, en plena depresión, esta ley separó la banca tradicional de la banca de inversiones con el objetivo de evitar que la primera pudiera hacer inversiones de alto riesgo. Obviamente, todo el sector financiero se opone al restablecimiento de esta ley.

Trump dijo que con su enorme deuda, los Estados Unidos ya no disponen de los recursos necesarios para conducir una politica exterior intervencionista, e imponer "la paz" a cualquier precio. En contradicción con el complejo militar inserto en su partido, y como consecuencia lógica del final de la guerra fría, quiere cambiar la OTAN : "No habrá nunca más garantía de una protección automática de los Estados Unidos para los países de la OTAN".

En los últimos días, sus asesores consiguieron que dejara de tuitear de forma compulsiva o de retuitear mensajes de grupos racistas. Fue su única concesión. En la noche del martes, antes de que llegaran los primeros resultados, su jefa de campaña afirmaba que Trump no había recibido todo el apoyo que necesitaba del Partido Republicano. Sonaba a la típica excusa de quien está preparando la derrota para adjudicar su responsabilidad a otros.
Denostado por la elite del país, Trump tocó una fibra en la sociedad de Estados Unidos y construyó un movimiento formado, mayoritariamente, por trabajadores blancos, sin título universitario, que se han sentido relegados y dejados de lado por el progreso del país en los últimos años.

"Los hombres y mujeres olvidados de este país no volverán a ser olvidados", prometió Trump, en su discurso de victoria, el más moderado desde que lanzó su candidatura.

Trump se había convertido en presidente.

Rubén  Weinsteiner