Quiebre de la Democracia

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Por: Eduardo Di Cola*


Macri, que es el ùnico que al asumir como presidente desde el año 1983 hasta la fecha no ha convocado a sesiones extraordinarias del congreso, se está comportando en contra de la voluntad de la mayoría de los argentinos expresada en las urnas.


El argumento, explícito por parte de algunos e implícito por parte de otros, que está utilizando el gobierno para avasallar las instituciones y desconocer al parlamento, es la legitimidad que le da haber ganado las elecciones presidenciales.


Esto es una verdad, pero a medias. Es cierto que Macri es Presidente de todos los argentinos por haber logrado la mayor cantidad de sufragios. Pero no es cierto que haya ganado en el Parlamento. En lo que a los representantes del pueblo se refiere obtuvo una considerable menor cantidad de votos.
Cabe recordar que la composición del Poder Legislativo queda definida en la primera vuelta de las elecciones, las que fueron ganadas por el Frente para la Victoria. Vale decir que la condición de primera minoría en la Cámara de Diputados y de mayoría absoluta en la Camara de Senadores, no solo está expresada por el triunfo electoral del FpV en elecciones de años anteriores, sino que está ratificada por el resultado alcanzado en octubre pasado.


Avasallar el congreso hoy es vulnerar, atacar, desconocer, violentar la voluntad popular. Es una actitud absoluta y totalmente antidemocrática y debe ser motivo del más enérgico rechazo y repudio.

*Ex Diputado Nacional

Humor Prol


Que estas fiestas los colmen de paz, felicidad y amor, en consonanciacon el clima de alegría que el fin de la grieta a instalado para siempre entre los argentinos

Lozano: "El resultado de los anuncios económicos será de recesión"





Para Claudio Lozano, economista y referente de Unidad Popular, “el Gobierno Nacional ha decidido encarar la situación económica asumiendo una deuda nueva de aproximadamente 35.000 millones de dólares (deuda con China, deuda del Tesoro con Bancos, deuda con importadores y deuda del BCRA por contratos de dólar futuro), ha comprometido una devaluación cuya magnitud aún no sabemos, pero que difícilmente baje del 42% ubicando al dólar en torno a los $14, con el objetivo de garantizar el anticipo de dólares por parte de las cerealeras".


"Esta devaluación, sumada a la eliminación de las retenciones, (y a tasas de interés para las letras del BCRA que ya se ubicaron en un 38%), definen el ingreso de la Argentina en una verdadera trampa recesiva. Aún no sabemos lo que el Gobierno piensa hacer con el tema precios, ya que en este contexto difícilmente baje del 30% o 35% anual, y el único amortiguador que aparece en escena es la caída de la actividad económica.


Todo esto se hace en nombre de resolver lo que el actual gabinete económico entiende que es el principal problema y generador de todos los males que es el cepo cambiario. Ese instrumento, que ciertamente ha tenido efectos distorsivos, no es el causante de los males ni el causante del estancamiento con inflación de la economía argentina. Las razones del problema argentino radican en la baja y mala calidad de la inversión, asociada al comportamiento de los principales capitales locales y trasnacionales de nuestra economía. Capitales sobre los cuales el gobierno anterior jamás tuvo ni supo establecer marcos regulatorios que pudieran limitar la fuga de capitales, la elevada remisión de utilidades al exterior, así como la inversión dominantemente inmobiliaria.


El Gobierno ha decidido comenzar a resolver los problemas acentuando centralmente la transferencia de ingresos y ventas hacia los sectores exportadores y deprimiendo el mercado interno en un contexto de estancamiento y debilitamiento de la demanda mundial sobre nuestros productos. El resultado de esta opción, que no es “pobreza cero”, ya que aumentará la pobreza en la Argentina -en tanto no haya otros instrumentos que compensen lo que hasta aquí se ha anunciado-,

Por DNU y bloqueos, el PJ amigable rompe con Macri y se junta con el kirchnerismo


LAS ATROPELLADAS PRESIDENCIALES DEJAN SIN MARGEN AL PERONISMO "CIVILIZADO". FACTOR UNIDAD Y ACUERDOS, EN DEBATE


Por: Pablo Ibáñez




Mudos, incómodos y quietos. La fragilidad económica de muchos -casi todos- y la coraza del debutante que recubre a Mauricio Macri congelan, por ahora, una reacción unívoca de los gobernadores del PJ, refugio territorial del peronismo lejos del todopoder, frente a la ristra de "decretazos" que el Presidente enlazó desde que asumió.

Veloz, con manual peronista, Macri trasmitió que ejercerá el poder sin pudor ni amabilidades. El peronismo, que gruñía contra "las formas" de Cristina de Kirchner, saludó el asado en Olivos como un episodio político casi mágico. Pero la luna de miel duró unas horas: Macri la degolló con el lapicerazo macrista con que nombró, a lo César, a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz como cortesanos.

Ayer, Macri agregó tres fojas al expediente de un PJ en alerta: Emilio Monzó se sentó sobre la notificación de Marcos Cleri como miembro del Consejo de la Magistratura, adormeció a la par de Gabriela Michetti la designación de Ricardo Echegaray en la AGN e intervino el AFSCA, organismo creado por Congreso para ser árbitro y ejecutor de la ley de medios.

Simpatías

Ni Cleri, ni Echegaray ni, menos aún, Martín Sabbatella son un imán de simpatías entre los peronistas institucionales pero la ofensiva macrista opera como un abracadabra y unifica a la diversidad PJ. La maniobra primero malquistó a los senadores con Federico Pinedo, en el instante que estaba construía identidad como interlocutor confiable, y ahora a los diputados con Monzó -que hace una semana no le atiende el teléfono a Héctor Recalde- y fue, en este tiempo, la ventanilla para gobernadores y jefes partidarios de todo tipo y color.

El Macri que se perfiló con la cautelar para que Cristina deje el poder el 9 de diciembre a la medianoche y se vio en toda su dimensión con los cortesanos a dedo, la liquidación del AFSCA y el bloqueo a designaciones como las de Cleri -apenas una rotación porque ocupa el lugar de Anabel Fernández Sagasti, que fue al Senado- borra de la superficie los atisbos de peronismo amable y deja sin argumento ni campo de acción a figuras como Juan Manuel Urtubey, el gobernador de Salta, que se recortaba en el cielo peronista como un renovador elegante y republicanista.

Elogios

Urtubey fue, de hecho, el cacique más elogioso con Macri por el almuerzo en Olivos y cuerpeó para sentarse en la conferencia como el rostro del nuevo peronismo. A los dos días, su hermano senador objetó el decreto de la Corte y luego se licuaron los halagos. Con sus medidas -a las que algunos, en el PJ, suman lo ocurrido con Cresta Roja- el Presidente clausura, o dificulta al extremo, el esfuerzo de cualquier peronista para ser Macri friendly.

Pablo Kosiner, diputado top de Urtubey, uno de los que bajaron a la asamblea legislativa de Macri a contramano de lo que decidió el bloque, cuestionó la intervención del AFSCA. "Es un retroceso en los derechos comunicacionales", dijo el salteño y pareció ampliar la foto de familia del peronismo opositor. Kosiner quería ir al Consejo de la Magistratura en lugar de Fernández Sagasti.

Antagonista, el Presidente no deja lugar a grises porque, sobre todo, derrumbó el relato del republicanismo y la gobernabilidad que abrazó el PJ elegante. El éxito de Macri se puede medir en dos hechos: el alineamiento que Miguel Angel Pichetto logró en el bloque del Senado y la descompresión de la tirantez en la bancada de diputados, que crujió cuando Cristina impuso a Recalde en desmedro de José Luis Gioja.

Tras aquellos chispazos el bloque opera on line, e incluso Kosiner interviene del grupo de abogados que se armó -donde Eduardo "Wado" De Pedro interviene poco- para seguir y analizar las medidas del Gobierno.

De ese scrum salió, con la coordinación del terceto que integran Recalde, el formoseño Luis Basterra y la bonaerense María Teresa García un escrito con impugnaciones a Rosenkrantz -lo presentaron ayer las diputadas Carolina Gaillard y Araceli Ferreyra (ver página 13)- y se empezó a bosquejar el argumento para elevar denuncias contra Monzó y Michetti por "incumplimiento de deberes de funcionario público" por no remitir las noticiaciones sobre las designaciones de Cleri en la Magistratura y Echegeray en la AGN.

Judicialización

"La decisión del bloque es no judicializar la política pero lo que están haciendo es demasiado" dijeron, anoche, en el bloque del FpV. "Lo de Macri es peronismo salvaje" agregó, con algo de ironía, un referente del interior sobre el compotamiento del Presidente.

Los senadores, vía documento, avisaron que no aprobarán los pliegos de Rosatti y Rosenkrantz, el PJ/FpV se planteó en la comisión de DNU (ver nota página 11) y ahora los diputados, unidos por Macri, se ponen en alerta permanente. Hay un puñado de diputados que pactaron no alejarse más de 3 horas "en auto" de Capital durante el verano. No es el caso de Máximo Kirchner, que avisó que hasta el 4 o 5 de enero no volverá a pisar el Congreso.

La misma quietud mantendrán los gobernadores que, antes de exponer una tensión extrema con Macri, deben ordenar la convivencia económica con la Casa Rosada. Rogelio Frigerio puso a Alejandro Caldarelli a revisar los informes que le baja cada gobernador que lo visita e, inevitablemente, le suplica fondos para pagar salarios y aguinaldo.

Frigerio divide al mundo del PJ en dos hemisferios: los que fueron reelectos y los nuevos. A aquellos les mezquina recursos para rigorearlos; a los nóveles les ofrece, como salida elegante, que se despeguen de sus padrinos. El caso testigo es Gustavo Bordet, de gobernador de Entre Ríos (provincia a la que llegará el ministro por las inundaciones del Río Uruguay) delfín de Sergio Urribarri, sobre quien Jorge Busti, operador secreto de Frigerio en esos pagos, susurra sugerencias a Bordet para que haga lo que Urribarri le hizo a él: traicionarlo.

Hay otras fuerzas que buscan romper acuerdos. El peronismo endulza a Adolfo Rodríguez Saá y hurga en la convivencia que Sergio Massa selló con Macri y Monzó, en la que algunos anexos no se estarían cumpliendo. Una fantasía de los peronistas es que Massa se despegue del Presidente con lo cual dinamita el empate frágil de la bicameral de DNU, donde el FpV/PJ tiene 8 y Cambiemos, más la adolfista Liliana Negre de Alonso y Raúl Pérez, del Frente Renovador, equiparan.


España: Las elecciones de la rabia, el miedo y la nostalgia…y empate estratégico

Antoni Domènech
G. Buster
Daniel Raventós

Todo el mundo lo dice, y es verdad aunque sea un tópico: estas son las elecciones más importantes desde la recuperación de las libertades públicas en nuestro país. Tal vez por eso proliferaron también en las últimas semanas las grandes consignas y los rótulos campanudos: “una segunda Transición”, “el fin de la vieja política”, “el comienzo de una nueva era”. Y así todo.
El diario El País, que se ha pasado meses publicando día sí y otro también alarmadas columnas groseramente detractoras del “populismo totalitario” de Podemos cambió llamativamente de registro. A buen hambre no hay pan duro: la bilis anti-Podemos más neciamente demagógica de los habituales columnistas peritos en legitimación de lo que haga falta, y en particular de las infinitas bondades del 78, dio inopinadamente paso al inane almíbar de autoconsolación: “esto tiene buena pinta”, una “segunda transición” estaría en marcha.
No sin razón protestaba el escritor Gregorio Morán hace poco desde La Vanguardia:
“... las apelaciones de ´los nuevos´, ya sea Ciudadanos o Podemos, a una Segunda Transición me parecen ridículas. ¿Transitamos de dónde a dónde? Una cosa era pasar de una dictadura a una democracia, y otra sanear un régimen corrupto."
La campaña electoral de las elecciones sin duda más importantes desde 1977 ha sido rara. Diríase que los programas de todos los partidos, “nuevos” y “viejos”, han sido lo de menos. No sólo a causa del enorme papel jugado por los numeritos circenses a que se sometieron los candidatos en los más variadosreality shows, ni, menos, por el (inevitable) consignismo de estilo publicitario que pareció dominar el grueso de aquellos pseudodebates y trifulcas tertulianescas que no podían menos de traer a la memoria aquel viejo sarcasmo de El Roto:

Basta reparar en un hecho. Un hecho solo, tan imponente como sorprendentemente desatendido por la miríada de “analistas” y “cronistas” con que ha contado la campaña electoral. La Comisión Europea, el Banco Central Europeo y la “Troika” han sido los grandes ausentes del debate y, si bien se miran, de los distintos programas. Y no precisamente porque las “instituciones” hayan hecho mutis por el foro o se hayan puesto discretamente de perfil. Al contrario: no se ha privado en plena campaña la Comisión Europea de lanzar advertencias, y no a humo de paja: sobre la “necesidad” de dar otra vuelta de tuerca a la “reforma del mercado de trabajo”, sobre la “necesidad” de recortar el gasto público y seguir reduciendo el déficit en 2016 en 11.000 millones de euros, venga el gobierno que venga, sobre los “persistentes desequilibrios” de la economía española, etc.
¿Habrá que recordar que el principio del fin del llamado “régimen del 78” y de su pilar central –el bipartidismo turnista dinástico— empezó con la violencia ejercida en mayo de 2010 por el BCE y la Comisión Europea contra un gobierno socialista que se allanó inmediatamente a dar un giro de 180% grados a sus políticas sociales sin pasársele siquiera por la cabeza la necesidad de refrendar democráticamente su capitulación convocando nuevas elecciones? Tampoco será necesario decir que el bipartidismo dinástico, conminado por las instituciones europeas, impuso en solitario, en agosto de 2011, una reforma constitucional express –la del famoso artículo 135 de la CE— que favorecía el pago de la deuda a una banca privada irresponsable por encima de las más elementales necesidades de gasto público y social.
Que nadie se acordara de la Unión Europea en esta campaña tiene, sin embargo, una explicación bastante fácil. A nadie interesaba.
No interesaba a Podemos, un nuevo partido de ascenso fulgurante –hace un año todas las encuestas lo daban vencedor—, cuyas expectativas de voto quedaron terriblemente dañadas con la capitulación de Tsipras en julio pasado tras ser sometido el gobierno griego a un obsceno chantaje por parte de la Comisión Europea y del BCE (precisamente con el objetivo nada secundario de escarmentar en cabeza ajena y hundir las expectativas de Podemos). La dirección de Podemos manejó torpemente esa situación en las elecciones catalanas del pasado 27S, y esa fue una de las razones importantes de su estrepitoso fracaso en ellas. Aprendida la lección, resolvieron inteligentemente ahora guardar a Tsipras en el baúl de los (malos) recuerdos, en vez de ir a abrazarse neciamente con él a Atenas o lucir sus tuits de apoyo en mítines de campaña.
No interesaba al PSOE, que habría tenido las de perder en cualquier debate en el que se le recordara, por lo pronto, el deslucido papel del PASOK –su partido hermano— en el golpe de las autoridades europeas contra el gobierno de Syriza y, antes de eso, en el desastre de la economía griega. Por no hablar de la capitulación y la rendición de la soberanía española por parte de Zapatero en mayo de 2010 y de Zapatero y Rubalcaba en comandita en aquel terrible agosto de 2011.
Ni interesaba al PP, tampoco. Un PP para el que la UE no constituye problema alguno: consiguió –esa ha sido la propaganda— evitar el pavoroso “rescate” al que, según el ahora economista estrella de Cs (Garicano) estaba inexorablemente abocada España en 2012, aunque fuese a costa de firmar un memorándum con similares condiciones. Un PP que en 2013-2015, sin duda gracias a la existencia y el amenazante ascenso de Syriza y de Podemos, solicitó y obtuvo que la Comisión Europea relajara en parte los lacerantes grilletes procíclicos de la austeridad y la consolidación fiscal para reforzar sus perspectivas electorales.
No interesaban tampoco los asuntos europeos a un partido como Cs, que tiene un pasado tan turbio de alianza con fuerzas de extrema derecha antieuropeísta, como en el presente una visión de la UE poco menos que de Disney World. Y que hace gala en su pretendido “regeneracionismo” de ir más allá que el “corrupto” y “corporativista” PP en la aplicación a rajatabla del Consenso de Bruselas.
Por su parte, IU, como si las restricciones fiscales europeas no contaran y la enorme bolsa de paro (un 22% toral, 55% juvenil) fuera un dato menor, compareció con un pretencioso programa económico de “trabajo garantizado públicamente”, una especie de brindis al sol concebido (aunque nunca puesto en práctica) para una economía como la de los EEUU con un nivel de desempleo estructuralmente bajo y cuyo tímido intento de aplicación a la Argentina monetariamente soberana del primer kirchnerismo se saldó con un fracaso sin paliativos.
Ahora bien; no es posible un programa político y político-económicamente serio en el Reino de España sin prestar la debida atención –es decir, capital atención—al desastre que es la UE actual, particularmente a la configuración política que llevó, primero, a la asfixia de y, luego, al golpe perpetrado contra el gobierno de Syriza. Compare el discreto lector eso con las interesantes reflexiones que el terrible “momento europeo” ha suscitado en las izquierdas portuguesas que, coaligadas, han permito derrotar a la derecha de Passos y Portas y sustituirla por un gobierno minoritario del PS en la República hermana, y se hará una idea aproximada de la anomalía española.
A falta de programas intelectualmente creíbles y realistas, emociones. Lo que, desde luego, no es poca cosa.
El PP buscó recoger básicamente el voto del miedo. El miedo a la “nuevo” (Cs y Podemos). El miedo a volver a las “viejas andadas” (PSOE). El miedo, en fin, a “desperdiciar” los “enormes sacrificios” hechos ahora que, gracias al gobierno “responsable” de Rajoy, empezamos a ver la “luz de la recuperación”.
Ciudadanos recogió –“buscó” sería tal vez mucho decir— el voto de la nostalgia. La nostalgia de la España de los 90 y el primer lustro del siglo XXI, la España de la pseudoprosperidad de la burbuja inmobiliaria y el crédito fácil, la España en la que casi nadie parecía dudar de que la Transición había sido un gran éxito y que la Monarquía juancarlista duraría por lo menos otros 1000 años. La España de la “pizza y el champán”, como se decía en la Argentina menemista, la España de la charanga y la pandereta (y el pelotazo) posmodernos, confundidos ingenuamente con regeneracionismo de mercado. Véase el perfil sociológico de sus candidatos, que la cosa se entenderá enseguida.
Podemos recogió, más que seguramente buscó, el voto de la rabia. Hay un antes y un después del con razón celebrado último minuto de Pablo Iglesias en el debate de Atresmedia: no apeló al futuro, sino a la memoria de lo que había ocurrido. Apeló a la justa indignación de los trabajadores precarizados, de los trabajadores parados, de los jóvenes transterrados, de los maestros y de los médicos públicos hostigados, de los estafados, de los engañados... Apeló –y encima, sin crispación, con una gran sonrisa dibujada en la boca— a la enorme bolsa de rabia latente en el país. Apeló a una gigantesca cólera popular acumulada que sus idas y venidas programáticas, sus pretendidas excursiones a la “centralizad del tablero”, sus erráticos abrazos con Tsipras, sus metidas de pata en la campaña del 27S catalán o sus titubeos con el derecho de autodeterminación de los pueblos de España habían estado a punto de desperdiciar. Ese minuto valió ya casi por una remontada. Y la entrada en campaña de Ada Colau y Mónica Oltra todavía más, por supuesto: esas sensacionales oradoras que hablan el lenguaje claro, distinto, rico y jugoso del pueblo llano, y que saben apelar como nadie a la cólera popular.
En la Europa posterior al aplastamiento de Syriza no hay lugar, por ahora, para la esperanza. Por eso las elecciones españolas no han sido las de la esperanza. Han sido las elecciones del miedo, que explotó sobre todo el PP. Y las elecciones de una nostalgia a la que, acaso sin saberlo, buscó sacar partido Cs. Que a Cs, sin sacar esta vez un buen resultado, barrida como ha sido por En Comú Podem del cinturón rojo de Barcelona, le haya con todo ido mejor en Cataluña –en donde concurría como una fuerza parcialmente anti statu quo— que en el resto del Reino, sólo es un indicio de que la nostalgia no tiene un futuro halagüeño. Ni un presente demasiado feliz: rinden más el miedo y la rabia.
El PSOE de Sánchez buscó jugar con todas las barajas emocionales: jugó con el miedo, jugó superficialmente con la rabia, jugó con la nostalgia. Y jugó, además, con la fidelidad a unas siglas históricas, sacando en campaña a los mamarrachos de Zapatero y González. No es extraño que, en un sentido muy profundo, sea el gran perdedor de esta noche.
La esperanza parecía quedar reducida a la Cataluña independentista. Pero las elecciones de hoy han probado también concluyentemente que esa esperanza –aupada, dicho sea de paso, a una idea cuanto menos naïv de Europa: no en vano Cs y CDC comparten grupo en Europa con Ciudadanos— era de todo punto infundada. Después de mil y una necedades y ataques selfdefeating a Podemos en campaña, esta misma noche, a la vista de los resultados, ERC –por boca de Marta Rovira— y Democrácia i Llibertat –por boca del propio Artur Más—, saludan el éxito extraordinario de Xavi Domènech y de En Comú Podem y se apuntan de nuevo a la carta de la inmensa “mayoría autodeterminista” en Cataluña.
Volverá la esperanza, si y sólo si logramos cambiar la relación de fuerzas en Europa. Entonces y sólo entonces derrotaremos también al miedo y reduciremos a la nada la nostalgia. Bástele a cada momento su afán. Ahora era el momento de la rabia, no de la esperanza. Y el sufragio de la rabia –a la vista están los resultados— ha hecho un buen papel, no derrotando, pero sí frenando al miedo y batiendo en toda regla a la nostalgia, esa infértil emoción prisionera de un mal pasado que nuca ha de volver.
El resultado de las elecciones de 2015 es una condena sin paliativos de la gestión neoliberal de la crisis del Gobierno Rajoy. No solo ha pasado del 44,62% al 28,7% de los votos, retrocediendo de 186 a 123 escaños; tampoco ha quedado en condiciones de reconstruir el espacio de la derecha con un Ciudadanos terriblemente subordinado y claramente menguado en sus expectativas de partido recambio: 13,9%, 40 escaños (con un 98% de votos escrutados)
La única formula de gobierno estable, capaz de sumar más de 176 diputados, sería una coalición PP-PSOE. Pero obsérvese que eso supondría ya aceptar la propia crisis del sistema de alternancia bipartidista, situándola en primer plano y trasladando la grave crisis del sistema político de la Segunda Restauración borbónica al interior mismo del PSOE. El partido que presumía con Felipe González y Zapatero de ser el partido que mas se parecía a la realidad sociológica del Reino de España podría convertirse ahora en el espejo de su crisis.
En la última semana de campaña, con un presidente de gobierno al resguardo de un desgaste político que le podía poner plomo en las alas para una segunda legislatura, su círculo más cercano filtró la disponibilidad del PP para un pacto con el PSOE, siempre y cuando se sirviera en bandeja de plata la cabeza de su secretario general Pedro Sánchez. Lo más importante del poco memorable debate de alternancia bipartidista entre Rajoy y Sánchez fue la amenaza del primero de que no olvidaría los insultos recibidos en público. Es la segunda vez que profiere esas amenazas contra Sánchez –ya lo hizo en el último debate del estado de la nación—, y el mensaje va dirigido a Susana Díaz, a Felipe González y a Zapatero: es un llamamiento a una operación de derribo interna en aras a la común lealtad al sistema político de la Segunda Restauración.
Por su parte, las primeras declaraciones de Cesar Luenga, secretario de organización del PSOE, han sido para reafirmar la alternancia y no un gobierno de salvación del régimen del 78. Y las de Pedro Sánchez para alentar la posibilidad de que, tras un fracaso de Rajoy, sea llamado a formar gobierno con una formula a la portuguesa. Es una ilusión de tiempos pasados y una negación de la propia gestión de la crisis en época de Zapatero. Solo que esa ilusión coincide con las señas de identidad de una parte sustancial de los militantes y votantes del PSOE, que no están dispuestos a entregar los más de 150 años de su historia a la derecha. A la cabeza de ese rechazo y atrincherado en unos estatutos presidencialistas, Pedro Sánchez puede ofrecer más resistencia de la esperada a los partidarios de hundir al PSOE para salvar al régimen.
El empate estratégico entre votantes de derecha (PP+Cs) e izquierda (PSOE+Podemos+UP/IU) entorno a los 162 escaños solo podría ser roto en la actual legislatura por los partidos nacionalistas vascos y catalanes. Pero a su vez los partidos nacionalistas se han empantanado en otro empate estratégico territorial, aunque sufriendo el desplazamiento continuo de la hegemonía de los movimientos soberanistas desde los sectores independentistas a los autodeterministas, que representan los aliados de Podemos en Cataluña, País Vasco y Galicia. Un apoyo puntual de la izquierda abertzale, superada por Podemos en sus bastiones, y de ERC, que ha subido mucho menos de lo esperado, a un posible gobierno socialista sería a su vez inaceptable para los sectores más conservadores del PSOE, que consideran –no sin razón- que el autodeterminismo es incompatible con el régimen del 78.
Así pues, el actual empate estratégico implica la erosión a corto plazo de los principales mecanismos de estabilidad política de la Segunda Restauración, empezando por su pilar más importante en términos de legitimidad popular, el PSOE. Podemos es el candidato a rentabilizar esa crisis, a medida que crezca la polarización entre un PP representante de la continuidad y atrincherado en el miedo y un Podemos paladín de la rabia y del cambio. Pero como esa polarización se arrastrará en tanto dure la crisis del PSOE y no se convoquen nuevas elecciones, no hay que despreciar las presiones que ejercerán los poderes fácticos (UE, grandes bancos, sectores militares, la propia Casa Real…), primero, sobre la dirección del PSOE y, en paralelo, en favor de la integración sistémica e institucional de Podemos (ahí esta el ejemplo de Syriza).
Las maniobras para romper este empate han comenzado ya. Rajoy reitera la formula que debe gobernar el partido más votado, es decir, que en última instancia y a falta de un gobierno PP-PSOE, el grupo socialista se abstenga en la sesión de investidura en la segunda vuelta. Por razones de supervivencia a corto plazo –él unico que le queda- Pedro Sanchez esta dispuesto el tambien a intentar formar gobierno, condicionado parlamentariamente por un programa de emergencia como el del Gobierno Costa en Portugal y la espada de Damoclés de Podemos y el derecho de autodeterminación de quienes le sostengan “como la cuerda al ahorcado”. No hay que decir cúal es la formula que prefiere Frau Merckel: la hemos leido en sus labios en el reciente Consejo Europeo.
Lejos de una segunda Transición –es decir, el ejercicio de cooptación de la nueva izquierda y su inclusión en el arco dinástico, a cambio de concesiones en una reforma constitucional pactada en este empate estratégico—, el escenario que se perfila es el de una prolongación de la crisis y de la polarización política. Que podría agravarse con el anuncio de una nueva recesión internacional y de una disciplina preventiva mas exigente del Consenso de Bruselas. Frente al continuismo de una reforma constitucional pactada, la alternativa, obvio es decirlo, es la apertura de un proceso constituyente. Pero hay que saber que eso exigiría un cambio en la correlación de fuerzas general a la izquierda, tanto en el Reino de España como en el conjunto de la Unión Europea. Y que la esperanza viniera a sumarse a la rabia.

¿Puede Donald Trump llegar a ser presidente de Estados Unidos?

Donald Trump

Los controversiales pronunciamientos de Donald Trump han escandalizado incluso a los líderes del Partido Republicano, pero el millonario continúa encabezando los sondeos entre los precandidatos de ese partido a la presidencia de Estados Unidos.

Pero ¿podrá el apoyo en las encuestas traducirse en votos y una eventual nominación, o incluso la presidencia misma?

La respuesta se empezará a conocer a partir de febrero, cuando los miembros del partido empiecen a votar en Iowa y en New Hampshire y luego en otros estados, para decidir quien enfrentará al candidato demócrata en la contienda electoral.

Conversamos con varios analistas políticos sobre las posibilidades de Trump.
Norman Ornstein, analista del Instituto Empresarial de las Américas

Predicción: si a la nominación, no a la presidencia

Pese al consenso entre expertos sobre las probabilidades de triunfo de Trump, el millonario sí tiene posibilidades de ganar la nominación.


Por supuesto, hay que tener cautela a la hora de hacer predicciones. Es todavía prematuro, pero algunos sondeos sugieren que los seguidores de Trump no han votado nunca en las primarias.

Su apoyo, sin embargo, no va se va a quedar en un 25% y, aún si así fuera, podría ganar varias de las primeras contiendas y coger impulso.

Trump ha destinado recursos significativos a promocionarse en los primeros estados que votan en las primarias.

Mientras más posibilidades hay de un ataque terrorista en Estados Unidos o incluso en Europa, similar al de París o al de San Bernardino, más posibilidades hay de que su retórica de hombre fuerte cale entre votantes conservadores furiosos y desencantados.

No podemos desestimar la fuerza de la retórica anti-sistema entre votantes republicanos, tanto en contra del liderazgo de su partido como de Barack Obama. Este discurso es propagado por blogueros y programas de radio que tienen muchos motivos financieros para ello.Es muy poco probable, pero no imposible que Donald Trump gane unas elecciones generales.

Y también hay que mantener un ojo puesto en Ted Cruz, quien también tiene gran fuerza en la carrera por la nominación presidencial, si Donald Trump falla.

Cruz continuamente busca el apoyo de las iglesias evangélicas y de forma muy inteligente se está posicionando para ganar la simpatía de muchos de los seguidores de Trump.
Robert Schlesinger, editor general de la publicación US News & World Report

Pronóstico: no a la nominación o a la presidencia

Hay muchas razones para afirmar que Donald Trump no va a ser el candidato republicano.


Comencemos con la historia: jamás un partido político importante en EE.UU. ha elegido a un candidato con tan poca experiencia como Donald Trump.

Y sólo cinco personas han logrado la presidencia en su primer intento, pero tres de ellos eran héroes militares y los otros dos habían servido como secretarios en el gabinete presidencial.Además, muchos ejemplos recientes han demostrado cuán falibles pueden ser los sondeos de opinión.

Hace ocho años, el ex alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani era el candidato republicano que encabezaba las encuestas para la nominación de su partido.

Y quien ganó la nominación fue el senador por Arizona John McCain, que estaba en cuarto lugar en las encuestas.

Cuatro años atrás, para esta fecha, el antiguo presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, tenía el doble del apoyo en los sondeos que Mitt Romney.

Y Romney ganó la candidatura, pese a verse eclipsado por Gingrich en numerosas ocasiones en las encuestas.

Está claro que Donald Trump ha encontrado eco entre votantes republicanos inseguros sobre la economía, la cambiante demografía del país y el terrorismo.

Pero también se beneficia de la constante cobertura de prensa.

De una forma u otra, ya sea porque algunos de sus rivales inicie una agresiva campaña en su contra con anuncios publicitarios, o porque en su carrera a la nominación finalmente termine alienando a muchos de sus simpatizantes, la popularidad de Trump se desvanecerá mucho antes de la convención.
Froma Harrop, columnista de diarios nacionales

Pronóstico: sí a la nominación, no a la presidencia

La carrera de Donald Trump hacia la presidencia parecía una broma al principio. Y algunos especularon que sus primeros pronunciamientos polémicos, como el que aludía a los latinos, eran intentos de sabotear una campaña que nunca se propuso en serio.

Pero aquí estamos: Trump ha sido condenado en todo el planeta pero le está yendo bien entre sus bases, principalmente trabajadores de cuello azul.


¿Puede el multimillonario ganar la nominación republicana? Cualquier duda sobre sus intenciones está disipada, como también lo está la idea de que el liderazgo republicano puede hundir su candidatura y asegurar una opción más respetable.

Sí, Trump puede ganar la nominación republicana.

¿Pero podría ganar las elecciones y convertirse en presidente? De ninguna manera. Los sondeos han mostrado, desde hace mucho tiempo, a Hillary Clinton sobrepasando a todas las opciones republicanas, incluyendo a Donald Trump.

Su afirmación de que se debe prohibir la entrada de todos los musulmanes a EE.UU. causó tanto escándalo que muchos votantes republicanos están ahora contemplando votar por Hillary Clinton.

Un nuevo sondeo entre las filas republicanas mostró que un tercio señala que temen o les preocupa Donald Trump.

Y recordemos que aunque supera a otros candidatos republicanos, sólo cuenta con un 35% del electorado que votará en las primarias.

El próximo presidente no va a ser Donald Trump. Aunque es suficientemente preocupante que haya llegado a donde está.
Kyle Kondik, analista de campañas políticas de la Universidad de Virginia

Pronóstico: poco probable que gane la nominación o la presidencia

Algunos han señalado que el hecho de que Donald Trump haya permanecido a la cabeza de los sondeos es una indicación de que sus varios, absurdos y ofensivos comentarios no le han hecho daño.

Pero yo pienso que sí le han hecho un daño real.


Sus propuestas racistas y su retórica han movilizado a la oposición en su contra y han hecho posible que otros republicanos lo presenten como un desastroso oponente a la candidata demócrata Hillary Clinton, a quien los republicanos no quieren ver en la presidencia.

Las primarias son un proceso largo que comienza en febrero y termina con la convención en julio, y al contrario de lo que pasó en años anteriores, cuando los candidatos con menos apoyo abandonaron la carrera para abrirle paso a los favoritos, los otros competidores van a tener pocas razones para ceder terreno a la nominación de Donald Trump.

Si Trump pensó que participar en un debate por tres horas fue duro, espera hasta que tenga que enfrentar el arduo proceso de las primarias.

Él es muy impopular a nivel nacional. Un sondeo reciente mostró que un 30% de la población lo apoya y el 60% lo rechaza.

Y una de las incógnitas de esta contienda es si Hillary Clinton puede motivar a votar a las minorías no blancas generalmente apáticas ante los comicios.

Pero el hecho de que Donald Trump esté a la cabeza de los sondeos entre los republicanos es la mejor motivación posible.
Rebecca Deen, profesora de ciencias políticas de la Universidad de Texas
Un reciente sondeo señala que el 60% de los estadounidenses rechazan a Donald Trump.

Pronóstico: posible, pero poco probable que gane la nominación y la presidencia

Aunque Donald Trump se ha beneficiado de la cobertura de medios y se ha aprovechado del deseo real en el electorado por una figura diferente del político tradicional, hay una gran brecha entre él y la nominación.

Para ganar necesita 1.236 delegados de un total de 2.470. Y esos delegados se consiguen obteniendo más votos en la junta o caucus de cada estado.

Pero un problema para Trump es que el Comité Nacional Republicado decidió que este año todos los estados que tengan sus contiendas antes del 15 de marzo tienen que escoger sus delegados proporcionalmente, basado en el porcentaje que cada candidato reciba.

Sólo después de esa fecha el ganador en cada estado tendrá todos los delegados.

Y hay varias primarias o caucuses antes de esa fecha.

Los dos primeros estados, Iowa y New Hampshire, importan porque el resultado genera un murmullo que beneficia al ganador. Y el más reciente sondeo ubican a Trump como ganador en New Hampshire por 18 puntos, pero empatado con Ted Cruz en Iowa.

Después de estos dos estados están Carolina del Sur y Nevada, y posteriormente está el llamado Super Martes –12 estados en el mismo día– el primero de marzo.

Como en todas estas primarias el resultado se decide proporcionalmente, Ted Cruz, Marco Rubio, Ben Carson y posiblemente Chris Christie tienen gran incentivo de permanecer en la contienda.

Por esto y por los escandalosos pronunciamientos de Donald Trump, mucho puede cambiar en el camino a la nominación.

Frank Gaffney, el ideólogo de Donald Trump

Gaffney


Sin duda alguna las afirmaciones más polémicas en lo que va de la precampaña presidencial estadounidense han corrido por cuenta del aspirante republicano Donald Trump.

Y entre ellas, la posición más criticada del candidato hasta el momento es la que expresa su oposición a la entrada de musulmanes a Estados Unidos.


Donald Trump
En sus controversiales afirmaciones, Trump cita a veces como sustento intelectual el trabajo de Frank Gaffney Jr.

Lo que ha concentrado la atención pública en torno a un poco conocido exfuncionario del gobierno estadounidense en la década de 1980, quien de la mano de Trump ha quedado en medio del huracán de la controversia sobre la posición de la sociedad estadounidense frente al islam.

En particular, Trump cita un estudio realizado por una entidad que Gaffney encabeza, que afirma que 25% de los musulmanes en Estados Unidos creen que la violencia contra Estados Unidos se justifica como parte de la "yihad global".


Pero, ¿quién es Frank Gaffney Jr.?

Este intelectual inspirador de los ataques de Trump a los musulmanes trabajó en el gobierno del presidente Ronald Reagan durante la década de 1980.

De ahí salió en 1988 para formar el Centro para las Políticas de Seguridad (CSP, por sus siglas en inglés), después de que el Senado rechazara su nominación como secretario asistente de Defensa.

"Alguna vez fue un respetable miembro de los círculos de poder de Washington", señala el Southern Poverty Law Centre, una organización no gubernamental que monitorea a grupos extremistas y racistas en Estados Unidos. Image copyright afp Image caption Los comentarios de Trump contra los musulmanes han despertado intensas críticas.

Pero, indica la organización, Gaffney Jr. se convirtió en "uno de los islamófobos más notorios del país".

Ha pedido que los musulmanes sean investigados por una nueva "comisión legislativa de actividades antiestadounidenses", recordando a la controversial entidad anticomunista que en la década de 1950 fue encabezada por el senador Joseph McCarthy, la misma que dio lugar a la expresión "macartismo" como sinónimo de intolerancia política.

En su sitio web, el CSP se llama a sí mismo las "Fuerzas Especiales en la Guerra de las Ideas".

El CSP no ofrece información acerca de quiénes son los donantes a su organización. Pero según un informe en 2013 de la revista estadounidense Salon, se incluyen algunas de las mayores empresas contratistas del sector defensa como Boeing, General Dynamics, Lockheed Martin, Northrop Grumman, Raytheon y General Electric.

El sitio web de la organización promueve informes y libros con títulos como "La colonización musulmana de Estados Unidos".

Respondiendo a la controversia sobre las afirmaciones de Trump, el CSP dijo que era "necesario responder a la amenaza presentada por el terror yihadista de una manera que… llama a las cosas por su nombre".


El CSP ha sido criticado a través del espectro político por republicanos y demócratas de alto nivel y por organizaciones que monitorean a los grupos extremistas.

Terri Johnson, directora ejecutiva del Center for New Community, y J. Richard Cohen, presidente del Southern Poverty Law Center, lo calificaron de "centro de estudios extremista" encabezado por un "antimusulmán".

El grupo fue censurado fuertemente en 2012 luego de acusar repetidamente a Huma Abedin, una asesora de Hillary Clinton, de pertenecer secretamente a los Hermanos Musulmanes. Image copyright AFP Image caption CSP fue muy criticado por acusar a Huma Abedin de ser una extremista en secreto.

Dirigentes republicanos incluyendo a John McCain y John Boehner criticaron esas acusaciones.

Otras organizaciones de monitoreo al extremismo que han hecho críticas al trabajo del CSP incluyen a la Liga Anti Difamación y el Centro para Valores Democraticos de la City University de Nueva York.
Protesta contra Trump
Resultados discutibles

Las conclusiones de los estudios de Gaffney sobre la posición de los musulmanes en Estados Unidos son discutibles, afirman expertos.

De acuerdo a la Iniciativa Bridge, un proyecto de investigación de la Universidad de Georgetown sobre la islamofobia, la encuesta realizada por CSP fue una muestra en línea de 600 personas autoseleccionadas.

Es decir, los que contestaron la encuesta no eran personas escogidas al azar por los organizadores, sino que habían tomado la iniciativa de participar en la encuesta.
Image copyright Reuters Image caption Donald Trump sigue encabezando las encuestas nacionales del partido republicano.

Las encuestas de internet en la que los participantes se autoseleccionan son menos confiables que los tradicionales métodos de encuestas aleatorios.

Pues realizar esas encuestas entre las personas que escogen deliberadamente participar en ella, en vez de escogerlas al azar, pueden llevar a sesgos en los resultados.

El diario estadounidense The Washington Post también criticó la metodología empleada por la encuesta.

El CSP por su parte asegura en un comunicado que sus métodos de investigación son "consistentes con los estándares internacionales de la industria".

Gaffney comparte con Donald Trump una atracción hacia las afirmaciones polémicas.

Y mientras Trump siga adelante en las encuestas como lo ha estado hasta ahora, resulta previsible que el mundo seguirá oyendo bastante de Frank Gaffney Jr.


It’s Time for Obama to Go Big on Pardons

By Jeffrey Toobin

President Obama, pictured here during the investiture ceremony of Attorney General Loretta Lynch, has made modest actions to reform mass incarceration, but he could be using his Presidential pardon power more aggressively. Credit Photograph by Carolyn Kaste r/ AP

The orderly mind of Barack Obama appears to recoil at the vulgar world of pardons. The President is a consummate rationalist, a believer in systems and order. Pardons, in contrast, rely exclusively on the whim of the grantor. This Presidential power is descended from the concept known in Great Britain as the royal prerogative of mercy—three words that seem almost guaranteed to offend this President, singularly or especially aligned together.

But President Obama is starting to come around on pardons, or at least on commutations. (A commutation allows a convict to leave prison at a designated date; a pardon can also involve an end to a prison sentence but bestows a broader restoration of rights, like the right to vote or own a firearm.) Last week, the President announced that he had commuted the sentences of ninety-five federal prisoners and granted two pardons. In seven years, Obama has now issued a hundred and eighty-four commutations, more than his last six predecessors combined, but only sixty-one pardons, which is far less than most recent Presidents. (George W. Bush granted a hundred and eighty-nine pardons, and eleven commutations; for Bill Clinton, the numbers were three hundred and ninety-six pardons and sixty-one commutations.) Obama is moving in the right direction, but he has a long way to go. There are roughly two hundred thousand people in federal prison in the United States. Do they all belong there? Should only a few dozen have their sentences shortened?

Those questions answer themselves, as Obama himself knows. He has made the reduction of mass incarceration one of the touchstones of his final years in office. As he said, in a recent speech to the N.A.A.C.P. national convention, “Mass incarceration makes our country worse off, and we need to do something about it.” No one can stop the President from doing at least that. Since 2011, Obama has been stymied by the Republican Congress from undertaking major legislative initiatives, but the pardon power is absolute and unfettered. The President can pardon everyone, and anyone, he chooses.

Obama is a democrat as well as a Democrat, and surely something in him rebels at exercising absolute power on a grand scale. One problem with pardons is that Presidents have considered them in secret, springing the decisions on the public only after they have been made. In high-profile cases, like Gerald Ford’s pardon of Richard Nixon or Bill Clinton’s pardon of the fugitive financier Marc Rich, the political repercussions have been disastrous. But Obama could avoid this problem with some innovation—and sunshine. Over the last year of his Presidency, his Administration should publish the names of people being considered for pardons. In this way, members of the public can make their views known about the wisdom (or lack thereof) of letting each individual out of prison. All Presidents and governors (who also have pardon power) are haunted by the possibility that they might release someone who goes on to commit horrible crimes. (Former Governor Mike Huckabee of Arkansas pardoned several people who did just that.)

This public airing might well save Obama from making some poor choices, but it will also guarantee him a measure of political protection. Opponents of pardons will be able to speak now, or they’ll forever have to hold their peace. If Republicans offer blanket objections to broad pardons, they’ll be demonstrating that they simply want more people in prison, regardless of the costs in dollars, public safety, or lost lives.

Most importantly, this process could allow the President to end or reduce the sentences of many more prisoners than he has done so far. Obama could make the case for pardons or commutations on an individual-by-individual basis, or he could establish a broader rule—that, say, every nonviolent drug offender with just a single conviction, or possession of a certain quantity of drugs, would be eligible.

It’s true that a President alone can’t end mass incarceration. There are roughly 1.4 million people in state prisons and seven hundred thousand in local jails, and Obama lacks the power to free them by executive action. But just because he can’t do everything does not that mean he has to do nothing. A President can always lead by example—and so can a governor, as New York Governor Andrew Cuomo did this week. He announced a bold plan to erase the criminal records of juvenile offenders who were convicted of nonviolent felonies or misdemeanors when they were sixteen or seventeen and have spent at least ten years since without any additional convictions. Cuomo’s action could affect the lives of as many as ten thousand people, who may, for example, have had a harder time finding jobs because of their criminal records.

Obama should be considering action on this vast scale. When it comes to mass incarceration, he has been content so far to work around the fringes. He has asked Congress to consider reducing sentences for certain crimes. He has told Attorney General Loretta Lynch to restrict the use of solitary confinement in federal prisons. This are worthy, modest goals. But the pardon power, with its roots in the monarchy, allows a President to go big – and that’s exactly how Obama should go.

Dilma frenó el golpe del “mayordomo” Temer




La Central Unica de los Trabajadores, los campesinos sin tierra y el PT reunieron unas 210 mil personas en San Pablo, Río de Janeiro, Brasilia y otras capitales por donde marcharon coreando “No va a haber golpe”.

 Por Darío Pignotti


Desde Brasilia

Un frente para detener el golpe del “mayordomo” Michel Temer. La semana que pasó será recordada como aquella en la que Dilma Rousseff se afirmó en la Presidencia de la República y nombró a un ministro de Economía desarrollista, Nelson Barbosa, robustecida por el respaldo de una coalición entre el Partido de los Trabajadores (PT) y los movimientos populares que frustró, en el corto plazo, el plan destituyente para instalar en la presidencia al vice Michel Temer.

En los últimos días hubo un cambio en la escenografía del Palacio del Planalto. Dilma, aconsejada por Luiz Inácio Lula da Silva, dedicó menos tiempo a las reuniones con tecnócratas de trajes oscuros expertos en calcular el superávit fiscal para priorizar las reuniones con los muchachos de la Unión Nacional de Estudiantes, dirigentes del Frente Brasil Popular y el religioso franciscano Leonardo Boff.

A la lista de opositores al complot para derrocar a Dilma se sumaron la Conferencia Nacional de los Obispos, cuyas posiciones dieron un giro progresista después de la elección del papa Francisco, y los cantantes Chico Buarque y Gilberto Gil.

La semana tuvo su centro de gravedad político el miércoles. Ese día la Central Unica de los Trabajadores, los campesinos sin tierra y el PT reunieron unas 210 mil personas en San Pablo, Río de Janeiro, Brasilia y otras capitales por donde marcharon coreando “No va a haber golpe” y consignas contra el entonces ministro de Hacienda Joaquim Levy y el titular de Diputados Eduardo Cunha, cómplice de Michel Temer, el vicepresidente que se ganó el mote de “mayordomo de película de terror”.

En los actos del miércoles los defensores de la democracia poco menos que triplicaron a los ciudadanos que habían marchado el domingo pasado exigiendo “Fuera Dilma” y “Fuerzas Armadas ya”.

Semejante aluvión de manifestantes empoderó al campo democrático al tiempo que mostró cierto desgaste de las clases medias opositoras y desnudó las limitaciones de la dirigencia conservadora. Así como los diagnósticos errados de los jefes del complot para quienes la suerte de Dilma estaba fatalmente echada.

Apresurados, los dirigentes de la Federación de Industrias de San Pablo (Fiesp) y el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), del ex mandatario Fernando Henrique Cardoso, imaginaron poder imponer el impeachment y después consagrar a Michel Temer como presidente de “unidad nacional” y nuevo integrante de la membresía conservadora gobernante en América del Sur.

Temer es un político hábil para las intrigas de Palacio al que le faltan liderazgo y apoyo popular. La última vez que fue candidato a diputado, en 2006, se ubicó en el 54 lugar entre los 70 elegidos por su estado, San Pablo.

Un sondeo publicado ayer por la consultora Datafolha revela que el 68 por ciento de los entrevistados consideran a Temer como un dirigente regular o pésimo. Y el 58 por ciento sostienen que un gobierno del actual vice sería igual o peor que el de Dilma, que tiene muy baja aprobación. Por lo tanto, señala la encuestadora, “la población brasileña no ve con buenos ojos” una administración de Temer, quien elaboró un programa de gobierno, presentado a banqueros y empresarios, con promesas de ajuste severo y privatizaciones.

No muy distinto, al que llevaba adelante hasta el viernes, el ahora ex ministro de Hacienda Joaquim Levy, un neoliberal con experiencia en el FMI reemplazado por su adversario en el gabinete, el desarrollista Nelson Barbosa, ex ministro de Planificación.

Barbosa, que confrontó con el “austericidio” defendido por Joaquim, luego de ser nombrado prometió una política que, sin romper con la disciplina fiscal, de importancia a las obras de infraestructura y dinamice el crédito.

“Es una persona con experiencia en la administración pública, sabe actuar con responsabilidad pero tiene sensibilidad para generar empleos”, dijo el titular del Instituto Lula, Paulo Okamotto.

La caída de Levy fue confirmada poco después del cierre de la Bolsa de Valores de San Pablo donde todos sabían que el ministro, un ex ejecutivo del banco Bradesco, tenía las horas contadas. Por eso la bolsa concluyó sus negocios con una baja pronunciada del 2,98 por ciento a los 43.911 puntos, la peor medición desde 2009. El poder financiero acusó el golpe de haber perdido a su alfil dentro del gabinete de Rousseff. Hace dos semanas cuando parecía que el impeachment se aprobaba la Bolsa tuvo un día de euforia con las acciones de Petrobras subiendo cerca de 10 puntos. La banca privada nacional y extranjera apuesta a que el gobierno que suceda a Rousseff, eventualmente con Temer a la cabeza, revisará la legislación petrolera que concede un papel dominante a la estatal Petrobras.

El disgusto de los banqueros traerá cola y puede dar lugar a un lunes de mercados alterados con la bolsa en baja y el dólar al alza.

Un riesgo seguramente calculado por Dilma, Lula y el jefe de gabinete Jaques Wagner.

Por lo que se recoge en los mentideros de Brasilia el gobierno llegó a la conclusión de que despedir a Levy entrañaba riesgos, pero era aún más peligroso mantenerlo en el cargo.

Después de 11 meses y 18 días de gestión Joaquim Levy dejó una inflación proyectada del 10,7 por ciento, una recesión del 3,5 por ciento y, lo más preocupante, la desocupación que el año pasado estaba abajo del 5 por ciento trepó al 8,9 por ciento, con un incremento de la precarización.

Si el desempleo supera la barrera del 10 por ciento será difícil que el gobierno pueda garantizar el apoyo popular en el verano, cuando vendrán nuevas embestidas golpistas, y la democracia volverá a disputarse en la calle.

Ola de ataques neonazis en Mar del Plata con el nuevo intendente de ultraderecha de Macri


La perla de los neonazis

Ataques a personas homosexuales, agresiones a punks, pintadas xenófobas, daños a recordatorios de la represión ilegal. Grupos neonazis avanzan con acciones violentas en la ciudad. Organizaciones sociales denuncian que el actual intendente de Cambiemos está vinculado a ellos.
Por Carlos Rodríguez


“Esto viene de años, de cuando golpeaban a los ‘trapitos’ y los echaban diciéndoles ‘váyanse negros de mierda’, pero la sociedad marplatense no supo leer lo que estaba pasando y en los últimos meses todo se agravó.” Javier Moreno Iglesias, titular de la Asociación Marplatense de Derechos a la Igualdad (Amadi), fue amenazado de muerte por los grupos neonazis que golpearon en poco tiempo a tres hombres por ser gays o pintaron leyendas nazis contra las Madres de Plaza de Mayo y la comunidad boliviana, entre otros actos de violencia. La gente de Amadi, de La Alameda o el ex secretario de Derechos Humanos de Mar del Plata, José Luis Zerrillo, hoy abogado de uno de los agredidos, relacionan los acontecimientos con “los tiempos políticos”, con un intendente de Cambiemos, Carlos Fernando Arroyo, ex funcionario de la dictadura militar vinculado con esos mismos grupos neonazis que están sembrando el terror en la ciudad balnearia.

“Nosotros hemos aportado datos a la Justicia federal sobre varios de los casos y queremos que se unifiquen en una sola causa porque se trata de una ‘asociación ilícita’”, le dijo a Página/12 Javier Moreno Iglesias. Por su parte, José Luis Zerrillo sostuvo que la Fiscalía federal marplatense debe unificar las denuncias que apuntan “a un mismo grupo nazi que se maneja sobre la base del odio y que ha cometido más ataques de los que se han denunciado, porque hay personas que no hicieron la denuncia porque tienen miedo” de las represalias. La filial marplatense de La Alameda hizo también presentaciones judiciales (ver nota aparte) contra el mismo grupo, liderado por el dirigente neonazi Carlos Gustavo Pampillón.

Tres de los expedientes en marcha están a cargo del fiscal federal número 2, Nicolás Czizik, una de ellas por las amenazas de muerte que recibió el titular de Amadi, otra por el ataque que sufrió un grupo punk antifascista en la Plaza España y la agresión sufrida, el martes 8 de diciembre, por Juan Martín Navarro, de 39 años, atacado “por ser gay”. Czizik unificó dos de las causas y considera en principio que lo ocurrido en Plaza España fue “un enfrentamiento entre grupos”, según le dijo a este diario. Eludió adelantar juicio alguno sobre las responsabilidades en los tres casos porque “hay medidas en curso” que habrá que analizar.

Sobre el estado actual de Navarro, brutalmente golpeado por el grupo neonazi, su abogado y ex secretario de Derechos Humanos, José Luis Zerrillo, informó que tiene que realizarse cirugías por las heridas que tiene “en las fosas nasales y en los pómulos”. Fue atacado por cuatro personas, a dos de las cuales reconoció, uno por su apodo y su apellido, y al otro “por haberlo visto” varias veces, de manera que pudo hacer una descripción que permitiría individualizarlo.

Navarro dijo que “los conoce como integrantes de estos grupos” neonazis. A dos de los agresores “no llegó a verlos en ningún momento” por la violencia de la agresión, que le provocó hematomas en el rostro y en distintas partes del cuerpo. “El año pasado (cuando estaba en la Secretaría de Derechos Humanos) hemos acompañado a distintas víctimas y por eso queremos que la Justicia federal arme una megacausa para reunir todos los casos denunciados.”

Sostuvo que se trata de “violaciones a la ley con hechos que tienen una matriz ideológica y discriminatoria”. Sobre los hechos en Plaza España, aseguró que “los jóvenes punk estaban realizando un acto antifascista cuando fueron agredidos por un grupo neonazi”. Cuando era funcionario, Zerrillo recibió denuncias contra grupos autodenominados “Los Pampillón”, Foro Nacional Patriótico (Fo.Na.Pa), La Giachino (en homenaje al capitán de fragata Pedro Giachino, muerto en Malvinas luego de ser represor de la dictadura militar), y Agrupación Bandera Negra. Se supone que todos los nombres corresponden al mismo grupo o a grupos vinculados entre sí.

Entre los hechos que nunca han sido denunciados, Zerrillo le dijo a Página/12 que figura “el de un chico al que lo agarraron, lo tiraron al piso, uno de los atacantes le pisó uno de los brazos y otro, con una trincheta, le hizo una cruz svástica”. El ex funcionario comentó, además que “Carlos Pampillón presentó una denuncia en mi contra, en la que me acusa de ‘discriminación y persecución ideológica’ por haberlo denunciado por los delitos que ha cometido en todo este tiempo”.

Javier Moreno Iglesias, de Amadi, le dijo a este diario que pretenden “que el Estado municipal se haga presente para castigar estos hechos de violencia”, aunque saben que el intendente de Cambiemos, Carlos Fernando Arroyo, “tiene vinculaciones con estos mismos grupos”.

En ese sentido recordó lo ocurrido en junio de 2011, cuando el Concejo Deliberante de Mar del Plata, por pedido de las Madres de Plaza de Mayo, le quitó el traje de héroe al capitán Pedro Giachino, el primer caído argentino en la guerra por las Malvinas, y le puso el uniforme de represor de la dictadura. Arroyo fue el único que votó en contra de la decisión y se retiró del recinto cuando se bajó un cuadro con la imagen de Giachino, cuyo nombre es reivindicado hoy por los neonazis marplatenses.

Otra mancha sobre el actual intendente de Cambiemos fue la que recordó, en agosto pasado, el secretario general del Sindicato Unico de Peones de Taxis (Supetax) de Mar del Plata. El entonces candidato a intendente por la coalición encabezada a nivel nacional por el hoy presidente Mauricio Macri había negado toda vinculación con la dictadura, pero el dirigente de los taxistas, Donato Cirone, desempolvó un diario del año 1979, cuando el hoy alcalde marplatense asumía como interventor en ese gremio.

Sobre los neonazis, insistió en que se trata de una “asociación ilícita” y mencionó que Pampillón “ya fue nombrado persona no grata por el Concejo Deliberante, en una sesión en la cual el actual intendente se retiró también del recinto”. En otra ocasión, luego del episodio Giachino, el mismo Pampillón y gente de su grupo “irrumpió en el Concejo para interrumpir una sesión en la que se estaba tratando la situación de un concejal de la UCR acusado de coimear a los camioneros”. En esa ocasión, los Pampillón boys “golpearon a la gente de las cooperativas”.

Moreno Iglesias apuntó que el grupo neonazi “va cambiando de nombre, porque se llamaba Fo.Na.Pa en los episodios por Giachino, luego fueron La Giachino y también tuvieron un grupo de rock llamado Batallón Brigadier, que tenía letras que exaltaban a los militares, justificaban lo ocurrido durante la dictadura”. En esos primeros tiempos “solían pegarles a los ‘trapitos’, a los que le decían ‘váyanse de acá negros de mierda’”.

“También realizan razzias con golpes e insultos contra mujeres que ejercen la prostitución en la zona de La Perla. A una chica, de origen dominicano, la golpearon y la echaron porque decían que ‘echaba olor a negra’. La mujer se fue y nunca hizo la denuncia por miedo.”

Los neonazis “se entrenan en un gimnasio de Mar del Plata que se llama Brothers, igual que una cofradía nazi que existe en Gran Bretaña. Allí practican lucha libre y vale todo, que es una actividad muy violenta. Ahora se llaman también Bandera Negra y tienen una página de Facebook donde hacen sus reivindicaciones y trabajan también con una chicas, adolescentes, que se hacen llamar las Rosas Rojas y que estuvieron en los episodios de la Plaza España; se les tiraban encima a los punks para que ellos le pegaran y así poder denunciarlos”.

Con la firma de Bandera Negra se han hecho pintadas por todas partes, en plazas y calles, que dicen entre otras cosas: “Fascismo es libertad” o “Fascismo es rebeldía”. Sólo se cuidan “de no dibujarle las svásticas, que sí las pintan en otros sitios, sin poner el nombre de Bandera Negra”. Las chicas que se sumaron al grupo “escriben frases de activistas nazis de los Estados Unidos y también se hacen pintadas en los refugios de colectivos contra las comunidades chilena y boliviana”.

El dirigente de Amadi admitió que la intendencia local emitió “un comunicado de repudio a los ataques nazis, pero lo que noso- tros pedimos es que se tomen medidas concretas para que se terminen estos actos; no bastan las expresiones de deseo”. También han realizado “acciones violentas en las plazas Pueyrredón y Libertad para echar a las murgas que se reunían en esos lugares para cantar y bailar”.

Unas ochenta agrupaciones sociales de Mar del Plata se han reunido en la Asamblea por una Sociedad sin Fascismo “ni anti, ni contra”, aclara el titular de Amadi, con el objetivo de “crear conciencia y aunar voluntades para terminar con estos hechos de violencia en nuestra ciudad”.

Muy pocos se llevaron todo


Grandes exportadoras, especuladores con silobolsas y acumuladores de dólares en cantidad son los ganadores de la eliminación de las retenciones y de la fuerte devaluación, las dos medidas económicas de la primera semana del gobierno de Mauricio Macri.

Por Alfredo Zaiat

Los dueños de los dólares comerciales, grandes firmas multinacionales y locales, son los principales e inmediatos beneficiarios de la megadevaluación de Macri que su ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, anunció con alegría. El selecto grupo de privilegiados de una desproporcionada suba de la paridad cambiaria está integrado por Cargill, Bunge Argentina, Aceitera General Deheza, Louis Dreyfuss, Nidera, ACA cooperativas, Molinos, Noble Argentina, Vicentin, Volkswagen, Pan American Energy, Siderca (Techint), Aluar, entre las principales. La alteración brusca del tipo de cambio impactando en forma negativa en millones de trabajadores y jubilados por la pérdida del poder adquisitivo favorece a una pequeñísima liga de grandes empresas. Apenas 100 concentran el 75 por ciento del total de las exportaciones. En ese ranking, de las 25 principales, doce se dedican a granos, oleaginosas y sus derivados; seis son automotrices; dos venden al exterior petróleo y gas; dos son mineras; otro par, siderurgia y aluminio; y una, alimentos. De ese lote, ocho están vinculadas con bienes industriales de mediano-bajo contenido tecnológico: seis firmas fabrican autos; una, tubos de acero y otra, aluminio. Son los grandes ganadores de la megadevaluación de Macri. También participan de ese festín quienes han acumulado dólares en cantidad durante años y productores agropecuarios que especularon guardando granos en silobolsa.

La impactante transferencia de ingresos de grupos de ingresos fijos (trabajadores y jubilados) hacia un sector minoritario de la economía la concretó el gobierno de Macri con dos medidas entre el 14 y 17 de diciembre de 2015, fechas que se incorporarán en la historia económica argentina en el capítulo de los eventos más relevantes de brusca concentración de la riqueza:

1. Eliminación de retenciones al complejo agropecuario –y disminución de 5 puntos porcentuales a la soja–, a las economías regionales y a la industria.

2. La megadevaluación que elevó el tipo de cambio por ahora en 40 por ciento.

Es necesario precisar el perfil de la estructura de las exportaciones y plantear los desafíos para su modificación si la meta es diseñar una política económica menos dependiente de los pocos dueños de los dólares comerciales. No es el objetivo del gobierno de Macri. Por el contrario, la megadevaluación consolida ese poder concentrado, además de regresar a un ciclo de endeudamiento para conseguir dólares, cuyo primer paso muestra que será desbordante por una suma de 15.000 a 25.000 millones de dólares en pocas semanas, según adelantó Prat-Gay.

Una fortísima devaluación para cerrar la brecha cambiaria o iniciar un nuevo ciclo de endeudamiento sólo atacará los síntomas del desequilibrio de las cuentas externas sin abordar sus factores básicos. La devaluación y el endeudamiento son atajos que no enfrentan la cuestión estructural de la escasez relativa de divisas y sólo brinda ganancias extraordinarias a grupos concentrados y a sectores dolarizados, además de provocar inestabilidad social por el shock inflacionario y el consiguiente deterioro del poder adquisitivo. La experiencia histórica revela que ni con devaluación, endeudamiento externo o la fantasía de la “confianza” empresaria a un gobierno por ser amigable con el mercado financiero se ha podido neutralizar la dolarización de los excedentes financieros. Es probable que esas vías ortodoxas (eliminación de retenciones, devaluación, liberación del mercado de cambio y alza de la tasa de interés) provoquen alivio en sectores económicos concentrados, e incluso un estado de satisfacción inmediato de grupos sociales acostumbrados a la dolarización de su riqueza financiera. Pero no logrará superar la cíclica escasez relativa de dólares que deriva en inestabilidad cambiaria.
Quiénes son

Saber quiénes son las principales firmas exportadores revela la importante capacidad de influencia que tienen sobre el mercado cambiario. Como se mencionó, 100 grandes empresas reúnen casi el 75 por ciento del total de las exportaciones, según información de los registros de la Aduana. Esta extraordinaria concentración queda más expuesta cuando se observa que 50 empresas reúnen el 64 por ciento, y apenas 25 más de la mitad de los dólares comerciales. Estas cifras reflejan que muy pocas manos definen el flujo de divisas en la economía, y en una periférica como la argentina que estructuralmente tiene una escasez relativa de dólares implica que poseen entonces un inmenso poder de condicionamiento en la orientación de la política económica.

Los jugadores más relevantes en el mercado cambiario son las exportadores agrarias: Cargill, Bunge, Louis Dreyfus Commodities (LDC), Aceitera General Deheza, Archer Daniels Midland (ADM), Vicentin, Noble Argentina, Alfred Toepfer, Molinos, Nidera, Oleaginosa Moreno y Asociación de Cooperativas Argentinas. Estas doce empresas integrantes del lote de las primeras veinticinco compañías exportadoras de Argentina, concentran el 30 por ciento del total de los dólares comerciales. Tal nivel de control del mercado permite entender porque las exportadoras de cereales son las protagonistas principales de las presiones cambiarias. Esa capacidad la ejercen con el poder que les da ser los dueños de los dólares. No es una conspiración los movimientos financieras de esas firmas, sino simplemente una disputa de poder para dirimir cómo se distribuye la riqueza. Uno de los espacios económicos donde se despliega esa pelea es el mercado cambiario y en ese terreno esas empresas son banca.

El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y ahora el de Mauricio Macri han tenido que negociar con esas grandes firmas exportadoras para que vendan dólares. En un contexto de escasez relativa de divisas, el adelanto de liquidación para diciembre y el primer trimestre del año es el momento de mayor tensión en ese marco de negociación desigual. Ahora han prometido 400 millones de dólares diarios durante tres semanas. El aporte no es menor si se tiene en cuenta que las cámaras del complejo agrario exportador (Cámara de Industrias Aceiteras y el Centro de Exportadores de Cereales) informaron que en lo que va del año la venta de divisas ascendió a casi 18.000 millones de dólares. El monto involucrado en el pacto con Prat-Gay y el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, equivale a un tercio del total vendido en casi todo el año. Este acuerdo es la manifestación más contundente del poder de los dueños de los dólares y de su capacidad de perturbación de la estabilidad cambiaria.
Doble o nada

No hay antecedente en la historia economía argentina de aplicar una muy fuerte suba del tipo de cambio al mismo tiempo que se eliminan las retenciones a las exportaciones. Hasta Adalbert Krieger Vasena, durante la dictadura de Juan Carlos Onganía, en 1967, estableció Derechos de Exportación al agro luego de su gran devaluación, además de impulsar la apertura a las importaciones y la liberación del mercado de cambios. El gobierno de Macri fue más lejos. Aplicó una fortísima suba del tipo de cambio y modificó en forma drástica el régimen de retenciones. Esto último implica una transferencia de unos 60 mil millones de pesos anuales al núcleo agropecuario (estimación del Estudio Bein), si vende todo lo acopiado y si el dólar continúa su marcha ascendente por encima de los 14 pesos durante el año próximo. La producción agraria no sólo mejorará sustancialmente su rentabilidad por dejar de pagar las retenciones sino que recibirá además casi un 50 por ciento más de pesos por los dólares de la exportación.

El complejo agroexportador recibió del gobierno de Macri lo que ninguno en la historia le otorgó: una fortísima devaluación y sin retenciones. La apuesta fue a doble o nada. Y se llevaron todo.

La especulación por retención de la cosecha tuvo como resultado un incremento fabuloso del valor en pesos de ese activo. La utilidad fue extraordinaria por la eliminación de retenciones más megadevaluación. Raúl Dellatorre calculó en la edición del jueves pasado de Página/12 (y hoy amplía en páginas 4 y 5) que la ganancia en el valor del dólar efectivo que cobrarían los exportadores será entre el 52 por ciento (para la soja) y el 93 por ciento (girasol). No hay muchas inversiones especulativas con semejante rentabilidad en dólares obtenida con la estrategia financiera de retención de cosecha en silobolsa.
Ajuste de cuentas

De acuerdo a la información declarada por los propios productores, acopiadores y exportadores a la AFIP, la cantidad de granos sin vender equivale a unos 11.400 millones de dólares. En soja existen unos 6000 millones de dólares, en trigo unos 2000 millones y en maíz 3400 millones.

La retención de divisas por parte del complejo agrario exportador fue clave en las tensiones cambiarias de los últimos años, cuyo desenlace fue la fortísima devaluación de Macri.

Las mayores ventas al exterior que se registrará en los próximos meses corresponden al acopio de estos años. Será el resultado de la especulación saturando silobolsas. La megadevaluación no mejorará la competitividad de las exportaciones, sino que incrementará la rentabilidad de productores, acopiadores y exportadores. Surge de la evidencia empírica, y no sólo la de la economía argentina, que el comercio exterior no adquiere más dinamismo con una alteración brusca del tipo de cambio. El aumento de las exportaciones responde más a las condiciones de la demanda internacional por el ritmo de crecimiento del comercio y de la economía mundial que al nivel del tipo de cambio.

La devaluación con alegría de Alfonso Prat-Gay, disfrazada con un publicitado “fin del cepo”, no aumentará las exportaciones industriales que son poco sensibles a las variaciones del tipo de cambio real puesto que están más vinculadas a la evolución de la demanda mundial. Sólo pueden aumentar las exportaciones del complejo agropecuario disminuyendo el abastecimiento interno. Las consecuencias de esa estrategia regresiva en términos sociales serán una desproporcionada alza de precios en alimentos de la canasta básica del hogar, abriendo las puertas a una reacción de la población hoy difícil de prever.

Por otra parte, dada la dependencia de la economía argentina de equipo y bienes de capital importados, la fortísima devaluación no implicará necesariamente una disminución de las compras, sino que el mayor costo será trasladado a precios internos. Es un esquema regresivo que sólo funciona con un consumo interno deprimido y un fuerte incremento del desempleo para contener las demandas salariales.

El impacto negativo en la distribución del ingreso será entonces por la caída del salario real. Así queda al descubierto el objetivo central de la eliminación de las retenciones y fortísima devaluación, que no apunta a incrementar la competitividad externa de la económica, que sólo puede darse con un intenso proceso inversor, sino a concretar un ajuste de cuentas con el sector asalariado.

El 80% de los empresarios pasa la devaluación a precios

Según un sondeo, la mayoría de las firmas tomaba hasta ahora como referencia el dólar oficial y no el contado con liqui, como cree Prat-Gay.




Por Jairo Straccia (*)

Tras liberar el dólar y devaluar el peso, la mayor apuesta del ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, es que el traspaso a precios del salto cambiario sea lo más bajo posible. De esta forma, si la inflación no se dispara, podrá consolidarse una fuerte ganancia de competitividad para los sectores exportadores, que podrían motorizar una reactivación de la economía.

Está convencido, como dijo en una entrevista con PERFIL hace unas semanas, de que “la devaluación está asumida” por la sociedad mucho más que otras veces en la historia. Su tesis es que la mayor parte de las compañías venían guiando sus negocios según la cotización de dólar paralelo legal, el contado con liquidación (que refleja la compra y liquidación de bonos) a $ 14, a través del cual algunas firmas accedían a divisas cuando el Banco Central no les vendía al tipo de cambio oficial.

Si tiene razón, más allá de la especulación de los que ya remarcaron en las últimas semanas, no debería haber un salto en el costo de vida y, por ende, las negociaciones salariales podrían encarrilarse, allá por marzo, de la mano de un acuerdo social como el que planea lanzar el gobierno con empresas y sindicatos a mediados de enero. En el Estudio Bein, el relevamiento mensual de precios ya proyecta un aumento de entre 4 y 4,5% para este mes, con un arrastre muy alto para el primero de 2016.

Sin embargo, el desafío para la administración de Prat-Gay y su colega de Producción, Francisco Cabrera, que tiene a cargo la negociación con los formadores de precios, es grande. Porque el 80% de los empresarios trasladará en forma parcial o total el aumento del dólar a los precios de sus productos, según una encuesta exclusiva realizada para PERFIL entre noventa CEOs, dueños de empresa y gerentes generales que integran la organización Vistage, nacida en Estados Unidos y presente en nuestro país hace 15 años.

En rigor, un 50% de los ejecutivos asegura que traspasará en parte el ajuste del tipo de cambio, del orden del 40% sobre el oficial de 9,70 del miércoles último. En tanto, un 30% indica que aplicará íntegramente el aumento del precio del dólar a su cadena de producción.

Esta respuesta, que choca con la perspectiva del equipo económico, surge además de otra realidad: el 70% de los encuestados venía trabajando como referencia para sus precios con el dólar oficial y no con el contado con liquidación, por razones contables y de las normas que rigen a las empresas multinacionales, como se explica en la siguiente página. Sólo un 13% de los consultados dijo haber venido siguiendo el contado con liqui, y un 7% el paralelo, que antes de abrir el cepo venía rozando los $ 15. Hasta el viernes, 48 horas después de eliminarse las restricciones a la compra de dólares, pero aún con pocas operaciones, el nuevo dólar cotizó a $ 13,60.
Lo que sí queda claro en el relevamiento es que todos los focos están puestos en el dólar y los salarios.

El 36% de los hombres de negocios consultados asegura que lo que más influye en los costos son los reclamos salariales, con el ejemplo del pedido de un bono de fin de año como uno de los casos más mencionados por los encuestados. Un 34%, en tanto, señala que el mayor impacto en los costos viene por la devaluación, mientras que un 28% señaló cambios en los precios de las materias primas como uno de los factores decisivos en la estructura de su negocio.

El sondeo fue realizado entre los socios de Vistage por correo electrónico luego del anuncio del levantamiento del cepo que derivó en la unificación cambiaria y cristalizó un aumento del dólar en las pizarras. Respondieron referentes de unos dieciséis sectores económicos, en un 80% dependientes de insumos importados en algún tramo de su negocio.

Como no nos dimos cuenta que la solución era endeudarnos?

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Ahora que la esencia del plan económico del PRO, caracterizado por una devalución del 50% en un día con un acumulado anual de otro 50%, la eliminación de las retenciones, la quita de subsidios a las tarifas, la suba de la nafta y la apertura irrestricta de las importaciones, consiste en salir a endeudarse, conviene tener presente como construcción de sentido, que este discurso, esgrimido por operadores, periodistas, lobbistas y economistas, se constituye fundamentalmente en un corporizador de estrategias de los privados, de las empresas , con el objeto exclusivo de hacer negocios. No hay ahí ningún interés ni preocupación por lo colectivo, lo nacional, menos el futuro,


Como ejemplo del condicionamiento terminal que ejerce el endeudamiento sobre nuestros países de Latinoamérica, tomé para analizar, un período de 8 años 1979-1987, durante ese período América latina destinó el 5% de su PBI para pagar deuda y aún así la deuda creció un 230%.


En 1979 la deuda latinoamericana representaba el 37% del producto, en 1987 el 60%.


Vamos a los casos:


En 1978 Brasil debía 52.187 millones de dólares, entre 1979 y 1987 Brasil pagó 88 mil millones de dólares (solo en concepto de intereses), y en 1987 debía 121 mil millones de dólares. Brasil pagó una vez y media su deuda y termino el período con una deuda superior al doble de su deuda original.


Argentina debía en 1978 13 mil millones de dólares, en el período 79/87 pagó 36 mil millones de dólares (solo en concepto de intereses) , y en 1987 debía 51 mil millones de dólares. Argentina pagó 2,76 veces su deuda y terminó debiendo casi cuatro veces lo que debía al comienzo.


México en 1978 debía 35 mil millones de dólares, entre 1979 y 1987 pagó 65 mil millones de dólares (solo en concepto de intereses) . En 1987 debía 105 mil millones de dólares. Pagó 1,8 veces su deuda, y terminó debiendo el triple.


Perú debía en 1978, 9 mil millones de dólares. Entre 1979 y 1987 pagó 8 mil millones de dólares (solo en concepto de intereses), al final del período debía 15 mil millones de dólares.


El caso más interesante es el de Venezuela, único país que pagó, además de los intereses, capital. En 1984 Venezuela debía 34 mil millones de dólares, En los 5 años subsiguientes pagó 8 mil millones de capital y 16 mil millones de intereses. En total pagó 25 mil millones de dólares. Después de este tremendo esfuerzo, en 1988 Venezuela debía 32 mil millones de dólares.


El marketing financiero encarna estrategias diversas para facilitar negocios a determinados grupos. Bernardo Neustadt en los 80, insistía en lo bien que funcionarían los servicios en caso fueran privados. Si le pasamos los videos de Neustadt a alguien que nació en 1994, cuando ya estaban hechas todas las privatizaciones, y que hoy tiene veintipico, usa celulares, es cliente de Edesur, viaja en tren y vio lo que pasó con Aerolíneas o Repsol, solo entendería el video, si le explicamos que Neustadt cobraba mucha plata por decir lo que doña Rosa veía por TV y escuchaba por radio. Era marketing, pagado por corporaciones, no un estudio científico.


La crisis global por la que atraviesa fundamentalmente Europa, resignificó para muchos los conceptos de “ajuste” y “disminución del gasto público”,que tuvieron una valoración muy positiva en los noventa. Hoy ajustar y disminuir el gasto remite a significados de valoración negativa. Sin embargo no se ha modificado el significado del concepto “endeudarse”. Una de los ejes fundamentales del discurso del PRO, consiste en endeudarse y lo demás no importa.


Si sumamos la filosofía PRO del endeudamiento, a la tentación a obtener fondos y bajar tensiones en el corto plazo, y no tener que pelearse con nadie para ver de donde sale la plata para pagar lo que tenemos que pagar, no resulta difícil hacer prognosis.


La plata siempre te la ofrecen cuando sobra, cuando esta barata, cuando hay poca y las tasas son altas, no se la prestan a Latinoamérica. No tomamos deuda cuando queremos o necesitamos, sino cuando los mercados necesitan que tomemos.


Las principales calificadoras de riesgo defenestraron a la Argentina en las calificaciones, durante las últimos años. Si no te endeudás tu calificación de riesgo siempre será baja. Los que pagan siempre el pago mínimo con la tarjeta, tienen más y mejor crédito que los que pagan todo, o los que no tienen tarjeta. A los bancos les conviene que debas, no que pagues o que no tomes créditos.


Ahora que el gobierno sale desesperado a buscar deuda y contrata consultoras que cobran honorarios millonarios en dólares, y bancos para ese fin, las calificaciones de Argentina volveran a ser excelentes como en los noventa y hasta septiembre del 2001 inclusive.


Los créditos del Banco Mundial que se tomaron en los 80 y 90, eran todos, para fines específicos, rutas, gas, obras hidráulicas, etc. Sin embargo una vez obtenido el crédito se usaba para tapar agujeros. Para que tomar deuda sea conveniente, la tasa de generación de valor de lo que hacemos con los fondos, debería ser mayor que la tasa de interés.




La FED acaba de subir la tasa de treferencia, lo cuálimplica dos cosas muy negativas para la Argentina: 1) bajan el precio de las materia primas 2) será más caro endeudarse.




A las épocas de dinero abundante y barato le suceden épocas de dinero caro y escaso. Cuando la tasa sube y el dinero se hace escaso, los banqueros se toman el avión piden las cuentas del deudor y te dicen: “mudate a una casa donde pagues menos expensas, vendé el auto que te trae muchos gastos, sacá a tu hijo del club que la cuota es muy alta, pará de comer carne, el arroz es muy rico, no te vayas de vacaciones y fijate de conseguir un trabajo los fines de semana”.

El contro de la economía, el comando de la realidad pasa a un escritorio de un gerente de Banco o de organismo multilateral.


Los que corporizan estrategias para instalar el clima pro endeudamiento ganan mucha, pero mucha plata. Son e todo funcionario, por ejemplo los que ganaron cientos de millones de dólares con el megacanje de De la Rúa, periodistas, consultores y banqueros.


Los argumentos son muchos e interesantes, siempre está bueno volver a ver "Plata dulce"


Los noventa evaluados en retrospectiva, nos ayudaron a pensar la economía y diferenciar realidad de marketing. Marketing que se pagaba con comisiones de hasta 50 millones de dólares por cada refinanciación en la era Cavallo, comisiones de los Bancos y fees de empresas a lobbistas que se constituían en el verdadero “para qué” del marketing de “salgamos a endeudarnos”, y que terminaron en la peor crisis de la historia argentina.

El PRO busca "reglamentar" la protesta social

Si su protesta es con piquete, marque 1, sin piquete, marque 2, si aún no lo sabe espere y lo comunicaremos con uno de nuestros representantes

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, reveló ayer que el Gobierno y el Poder Judicial preparan un “protocolo de protesta social” para hacer frente a los reclamos que comenzaron a surgir en respuesta a las medidas de ajuste y los tarifazos anunciados y por venir. Sin aportar mayores detalles, Peña adelantó que el Gobierno busca “previsibilidad y reglas claras” para enmarcar las protestas callejeras y piquetes.


El anuncio llega al cumplirse la primera semana de gobierno, que ya tuvo concentraciones masivas en Plaza Congreso y Plaza de Mayo (en apoyo a la ley de medios) y varios cortes en autopistas y avenidas céntricas de la Capital, como lo hicieron ayer los trabajadores de Cresta Roja y Techint (ver páginas 4/5). “Las protestas son legítimas, pero no pueden afectar la libre circulación”, dijo el jefe de Gabinete en lo que fue la definición más concreta sobre cómo piensa afrontar los reclamos el nuevo gobierno.

El secretario del Consejo de Seguridad Interior, Gerardo Milman, precisó a Página/12 que el protocolo aportará “canales de diálogo más fluidos” entre los manifestantes y las autoridades que deben resolver los conflictos, y que se ofrecerán “lugares específicos para mediatizar” las protestas, lejos del tránsito. Para Milman hay “dos derechos en pugna” durante los piquetes y movilizaciones, el de quienes se manifiestan y “los ciudadanos que deben trasladarse”, por lo que el protocolo tratará de “garantizar ambas prioridades”.

Milman, que trabaja bajo la órbita del Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich, descartó que el Gobierno esté trabajando bajo la hipótesis de saqueos para las fiestas, aunque admitió “preocupación, dado que es una historia repetida cerca de fin de año” y aseguró que el ministerio realiza “monitoreos cotidianamente” de manera preventiva sobre los territorios. El funcionario también negó que las medidas económicas despierten protestas, pese a los despidos que ya sucedieron y la escalada inflacionaria. Según Milman, “los trabajadores no perderán poder de compra” por lo que la conflictividad irá decreciendo y “se terminará la crispación con que los argentinos nos acostumbramos a vivir”.

Sin embargo, desde el FpV señalaron que “lo que buscan es disciplinar a la sociedad ante la creciente protesta social”, criticó el diputado Leonardo Grosso, para quien “las últimas medidas generaron una enorme transferencia de recursos desde el pueblo hacia cinco familias y las corporaciones”, lo que generará “un contexto de adversidad” para los trabajadores. Grosso, que acompañará la movilización que la CTA, la CTEP y otras organizaciones realizarán hacia el Ministerio de Trabajo el próximo martes en reclamo de un bono navideño de 5 mil pesos, señaló que en lugar de diseñar un marco para las protestas, el Gobierno “tiene la obligación de garantizar que los trabajadores tengan seguridad en el trabajo”. “Es preocupante que se declare la emergencia en seguridad y nadie sepa las atribuciones que tendrán las fuerzas represivas para encarar los conflictos”, señaló Grosso.

¿La nafta a 20 pesos? Estacioneros en alerta tras el golpe devaluatorio

Desde la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes vaticinaron hoy que el litro de nafta puede llegar a los 20 pesos tras la devaluación que se produjo por la apertura del “cepo”.


El presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes, Manuel García, vaticinó hoy que el litro de nafta puede llegar a los 20 pesos a raíz de la devaluación del peso, operada tras la apertura del llamado “cepo” cambiario.

“Ereo que aquí se acaban de abrir las puertas del infierno, porque de un solo mordiscón el capitalismo salvaje se ha quedado con el 25% del poder adquisitivo de la sociedad de consumo”, dijo el dirigente estacionero a Radio Del Plata.

En su análisis, García consideró que “antes de la devaluación, el Estado y las petroleras recibían por un litro de combustible 1,40 dólar, hoy reciben u$s 0,90, están perdiendo 50 centavos de dólar por litro y eso multiplicado por los 20.000 millones de litros son u$s 10.000 millones”.

En ese marco, vaticinó que “se va a actualizar el precio del combustible y va a haber que multiplicar los 14 pesos que vale el dólar por u$s 1,40 lo cuál va a dar un combustible de $ 20”, lo cual, remarcó, “va a hacer estragos en el bolsillo de la gente”.

“Posiblemente sea en dos veces, pero va a llegar a ese precio, las empresas necesitan recaudar u$s 1,40 por litro”, remató, trazando un oscuro panorama para el bolsillo de los ciudadanos.

Los sindicatos pedirán un bono de fin de año

 
Durante un plenario de secretarios generales que reunió a moyanistas, barrionuevistas, "independientes" y parte de "los gordos", las centrales obreras coincidieron en reclamarle al Gobierno un bono de fin de año, así como también "afianzar el modelo de sindicatos por actividad, y mantener la libre negociación colectiva" en paritarias. Además, adelantaron que en enero conversarán sobre la "unidad" de las centrales gremiales.El plenario tuvo lugar en la sede de la CGT Azopardo que conduce Hugo Moyano, hasta donde llegaron el titular de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo", y sectores de "los gordos" e "independientes". Todos coincidieron en la necesidad de una "convocatoria al Consejo Nacional del Empleo y el Salario Mínimo" y el pedido para "asegurar el financiamiento del sistema de salud para los trabajadores".


En plenario fijó además para la primera quincena de enero una nueva reunión en Mar del Plata, en el marco del proceso de unidad sindical, de la que saldrá la fecha de un "congreso normalizador".

"En estos momentos especiales, se tiene que dar", subrayó Hugo Moyano, quien remarcó que "tenemos 140 organizaciones presentes y el objetivo de esta reunión es la unidad del movimiento obrero".

Ante los secretarios generales de las tres CGT, Moyano, en su calidad de anfitrión, sostuvo que "todos los trabajadores estamos comprometidos en contribuir" porque "el país necesita salir del estancamiento en el que estaba".

Sin embargo, dijo, "esperemos que el cepo no se le ponga a las paritarias. Al gobierno lo respetamos, pero eso no quiere decir que dejemos de defender a los trabajadores".

Confirmado: Hay 600 despidos en Siderca y la UOM moviliza mañana al Ministerio de Trabajo


Es a raíz del vencimiento de un acta acuerdo, celebrada con la UOM, para implementar suspensiones y reducciones de salario al 80 por ciento. La firma quería llevar ese porcentaje al 60, pero optó por los despidos, que treparon de 189 a 600.






Tal como se venía anunciando, cerca de 600 operarios de Tenaris Siderca, perteneciente al Grupo Techint, fueron despedidos hoy en la localidad de Campana. Según trascendió, la firma llegó a la decisión tras no conseguir implementar reducción salarial para los trabajadores suspendidos.

Esta mañana, se conoció la noticia de casi 200 trabajadores cesanteados, correspondientes al turno mañana de la empresa, con lo cual se expandió el temor de que la cifra se replique en los otros dos tramos horarios y eleve la cifra a 600 lo cual se terminó de confirmar este mediodía.

Cientos de operarios se congregaron ante la sede local de la Unión Obrera Metalúrgica. Allí se decidió movilizar mañana mismo al Ministerio de Trabajo de la Nación para solicitar una audiencia de conciliación, que se produciría mañana al mediodía.

Según publica el portal Zárate Alerta, trabajadores de la planta ubicada en Campana recibieron esta misma mañana la información, a pesar de que la medida venía siendo anunciada desde hace por lo menos cuatro días.

La medida, indicó ese medio, afecta a trabajadores con contratos como a personal efectivo, recién ingresados y a otros con varios años de antigüedad, y se basa en el vencimiento del acta acuerdo firmada con la UOM que evitaba despidos pero reducía los salarios al 80% con un régimen de suspensiones.

La firma buscaba llevar ese porcentaje al 60 o bien cesantear trabajadores, medida a la que se oponían desde el sindicato, que ya empezó a articular convocatorias para resistir la decisión de la empresa.

Ayer, este portal había adelantado que entre 400 y 600 obreros del grupo empresarial podrían perder sus puestos de trabajo o ver reducidos sus ingresos, según denunciaron hace algunos días desde la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).

El gigante metalúrgico tiene distintas firmas que despliegan a lo largo del país. En la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, Termium-Siderar tiene locaciones en Ramallo, Ensenada, Canning, Florencio Varela y Haedo. Algunos de los intendentes de estos distritos siguen de cerca la problemática y ya anunciaron que mantienen “diálogos” con ambas partes para evitar un desenlace desfavorable.