Samid: "Los supermercados llegan a un 900% de rentabilidad"

El vicepresidente del Central afirmó que la solución para controlar la especulación es a través de la creación de más mercados centrales, que posibilitarían “que los pequeños productores entren en la mercantilización”.


El proyecto de Alberto Samid, vicepresidente del Mercado Central, lleva el lema “Hay otro camino. Del productor al consumidor” y se trata de la instalación de sucursales del Mercado Central en todo el país, para evitar a los intermediarios. No obstante el “Rey de la Lonja” explica que es difícil ya que se enfrenta a diversos intereses en juego: “A la tercera apretada, lo que le parecía magnífico al intendente ya no va, arruga”.
Tras la inauguración el 6 de marzo de una sucursal del Mercado Central en Cañuelas Samid relata que fue visitado por “más de 10 mil personas”. “Los precios son del siglo pasado: pan $10 pesos el kilo, facturas $15 la docena, picada común $15, azúcar $6, yerba $10. En nuestro país, la fruta y la verdura pasaron a ser bienes de lujo. Nosotros la tenemos toda a menos de $10 el kilo, lechuga $10, calamares $15 el kilogramo”, explica.
Samid explica que la clave de los precios del  Central es que “los mismos productores le venden al consumidor final”, mientras que “los supermercados compran la mercadería y le aplican un 200% como mínimo. Hasta llegan a un 900% de rentabilidad”.
Teniendo en cuenta que un relevamiento provincial indicó que la ciudad de La Plata era uno de los lugares más caros, el gobernador Daniel Scioli pidió que se inaugure un local del Mercado Central. No obstante Samid cuenta que surgen “inconvenientes con los propios intendentes en las zonas”.
“Los voy a ver para decirles que me interesa poner un Mercado Central y lo primero que me dicen es que les parece magnífico, extraordinario. Cuando empezamos a construir, rápidamente se enteran los comercios cercanos. A la tercera apretada, lo que le parecía magnífico al intendente ya no va, arruga. Es muy difícil”, narra el carnicero.
Samid además rescata que “el Mercado Central posibilita que los pequeños productores entren en la mercantilización” ya que se los pone “en regla para que puedan comerciar. Trabajo que no se toman los supermercados”.
El proyecto de extensión del Central cuenta con apoyo del gobierno de Nación, la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal. “Jorge Capitanich, junto a Ricardo Echegaray, tienen intenciones de que el proyecto se realice y, por supuesto, también está el gobernador Scioli, que avala y respalda la iniciativa. Sin el apoyo de los tres, no lo hubiera podido hacer”, sostiene Samid.
En relación a la posibilidad de abrir una sucursal en la Ciudad de Buenos Aires advierte que “se está evaluando, pero necesitamos la colaboración de todos”. “Ya bastantes piedras tengo para estar solo. El que quiera un mercado que venga y se ponga a trabajar a mi lado, para que sea factible. Todavía no hemos tenido una conversación con el macrismo”, reveló.
Para Samid la forma de terminar con la inflación es “poniendo sucursales del Mercado Central por todo el país, para que no haya intermediarios y sean los propios productores quienes vendan sus productos a los consumidores”.
En relación al programa de “Precios Cuidados” manifiesta que “es muy difícil pelear con los hipermercados” porque “mienten mucho”. “Son los que generan subas junto a los bancos, las prepagas y los colegios privados. Hay que eliminarlos de la comercialización de la canasta básica y de los alimentos. Acá tenemos que tratar, una vez por todas, de que el mismo productor tenga un escenario y que venda directamente el producto al consumidor final”, concluyó.
El proyecto de Alberto Samid, vicepresidente del Mercado Central, lleva el lema “Hay otro camino. Del productor al consumidor” y se trata de la instalación de sucursales del Mercado Central en todo el país, para evitar a los intermediarios.

No obstante el “Rey de la Lonja” explica que es difícil ya que se enfrenta a diversos intereses en juego: “A la tercera apretada, lo que le parecía magnífico al intendente ya no va, arruga”.

Tras la inauguración el 6 de marzo de una sucursal del Mercado Central en Cañuelas Samid relata que fue visitado por “más de 10 mil personas”. “Los precios son del siglo pasado: pan $10 pesos el kilo, facturas $15 la docena, picada común $15, azúcar $6, yerba $10. En nuestro país, la fruta y la verdura pasaron a ser bienes de lujo. Nosotros la tenemos toda a menos de $10 el kilo, lechuga $10, calamares $15 el kilogramo”, explica.

Samid sostiene que la clave de los precios del  Central es que “los mismos productores le venden al consumidor final”, mientras que “los supermercados compran la mercadería y le aplican un 200% como mínimo. Hasta llegan a un 900% de rentabilidad”.

Teniendo en cuenta que un relevamiento provincial indicó que la ciudad de La Plata era uno de los lugares más caros, el gobernador Daniel Scioli pidió que se inaugure allí una sede del Central. No obstante Samid cuenta que surgen “inconvenientes con los propios intendentes en las zonas”.

“Los voy a ver para decirles que me interesa poner un Mercado Central y lo primero que me dicen es que les parece magnífico, extraordinario. Cuando empezamos a construir, rápidamente se enteran los comercios cercanos. A la tercera apretada, lo que le parecía magnífico al intendente ya no va, arruga. Es muy difícil”, narra el carnicero.

Samid además rescata que el proyecto “posibilita que los pequeños productores entren en la mercantilización” ya que se los pone “en regla para que puedan comerciar. Trabajo que no se toman los supermercados”. Cuenta con apoyo del gobierno de Nación, la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal: "Sin el apoyo de los tres, no lo hubiera podido hacer”.

En relación a la posibilidad de abrir una sucursal en la Ciudad de Buenos Aires advierte que “se está evaluando, pero necesitamos la colaboración de todos”. “Ya bastantes piedras tengo para estar solo. El que quiera un mercado que venga y se ponga a trabajar a mi lado, para que sea factible. Todavía no hemos tenido una conversación con el macrismo”, reveló.

Para Samid la forma de terminar con la inflación es “poniendo sucursales del Mercado Central por todo el país, para que no haya intermediarios y sean los propios productores quienes vendan sus productos a los consumidores”.


En relación al programa de “Precios Cuidados” manifiesta que “es muy difícil pelear con los hipermercados” porque “mienten mucho”. “Son los que generan subas junto a los bancos, las prepagas y los colegios privados. Hay que eliminarlos de la comercialización de la canasta básica y de los alimentos. Acá tenemos que tratar, una vez por todas, de que el mismo productor tenga un escenario y que venda directamente el producto al consumidor final”, concluyó.

4430 millones de dólares de déficit en 2013 en la balanza de pagos

El pago de la deuda pública, la menor liquidación de la cosecha del campo, el déficit de la industria, concentrado en autos, químicos y electrónica de consumo, y la pérdida del autoabastecimiento energético explicaron este desempeño.

Por Federico Kucher

El déficit de la cuenta corriente del balance de pagos ascendió a 4430 millones de dólares en 2013, contra un superávit de 48 millones de dólares del 2012, según lo informó ayer el Indec. A su vez, la cuenta capital computó un caída de 5867 millones de dólares, mientras que había anotado un rojo de 625 millones el año anterior. El pago de la deuda pública en moneda extranjera, la menor liquidación de la cosecha del campo, el déficit de la industria, concentrado en autos, químicos y electrónica de consumo, y la pérdida del autoabastecimiento energético explicaron este desempeño del balance de pagos local. El resultado fue el retroceso de 27,9 por ciento de las reservas del Central, que pasaron de 42.424 a 30.600 millones de dólares durante 2013.
El año pasado las tensiones de la economía continuaron generando menor disponibilidad de divisas. El pago de la deuda pública en moneda extranjera ascendió a más de 6 mil millones de dólares, contando vencimientos de capital e intereses con el sector privado. El país es uno de los pocos estados del mundo que durante los últimos años canceló al contado sus compromisos financieros con el mercado. Esto implicó el uso de reservas por 42 mil millones de dólares desde 2006.
Además de la salida de dólares financieros, la economía registró un mayor desequilibrio de las cuentas externas por el intercambio de bienes y servicios con el resto del mundo. El saldo entre exportaciones e importaciones de mercancías ascendió a 12.155 millones de dólares, con una caída de 3217 millones respecto de 2012. El incremento de los despachos del sector automotriz, del bloque de energía, de la industria química y de la electrónica para Tierra del Fuego fueron los principales motivos de esta performance.
- Las importaciones de autopartes y vehículos terminados alcanzaron 19.579 millones de dólares en 2013, cuando fueron de 17.362 millones de dólares el año anterior y de 9111 millones de dólares en 2007.
- Las compras al mundo de combustible ascendieron a 12.268 millones de dólares el año pasado, al tiempo que habían sido de 10.563 millones en 2012 y de 347,3 millones cinco años atrás.
- Los despachos de productos químicos sumaron 10.485 millones de dólares, contra 9739 y 5962 millones de dólares en 2012 y 2007, mientras que los de bienes de capital (donde se computa electrónica) anotaron 7390 millones, cuando habían sido de 6493 y 3261 millones.
La mejor distribución del ingreso de la economía, con aumento de los puestos de trabajo y de los salarios a partir de 2003, generó esta fuerte demanda de productos industriales, la cual fue cubierta a través de las importaciones. La descomposición de la rama manufacturera durante los noventa imposibilitó al país para cubrir con producción interna estos requerimientos de insumos. También hubo una tibia intervención del Estado en materia de política industrial para desarrollar eslabones estratégicos de las cadenas de producción (falta de cambio estructural en la matriz productiva). En cuanto a energía, los desmanejos del sector privado, guiados por criterios de rentabilidad (y no de sustentabilidad económica), generaron la pérdida del autoabastecimiento energético, para provocar un incremento notable de los despachos de gas. La recuperación de YPF a partir de principios de 2012 fue una estrategia central del Gobierno para empezar a revertir estas distorsiones del sector de hidrocarburos.
Además de estas tensiones de las cuentas externas por motivos estructurales, en 2013 se observaron factores de coyuntura que afectaron la liquidez de divisas de la economía. El balance de pagos del Indec registró que los productores primarios exportaron por la misma cantidad de 2012. El dato adquiere relevancia si se tiene en cuenta que la cosecha del campo marcó un pico de 105 millones de toneladas el año pasado, contra los 90 millones de la campaña anterior. Así, el complejo agropecuario dejó de exportar oleaginosas (soja) por 6000 millones de dólares, especulando con el valor futuro del tipo de cambio oficial.

Massa llega a los EEUU con una intensa agenda de encuentros con dirigentes y empresarios


Tras las visitas de Scioli y Macri, el líder del Frente Renovador desembarca en tierra norteamericana para mantener un apretado cronograma de reuniones con referentes de la política, la economía y los negocios
llega en los Estados Unidos con una apretada agenda de encuentros para posicionar a nivel internacional su candidatura a Presidente. Mauricio Macri y Daniel Scioli, sus principales rivales en la carrera hacia el 2015, ya pisaron tierra norteamericana y se llevaron buenas recompensas: mientras el jefe de Gobierno porteño logró una foto junto a Hillary Clinton, el Consejo de las Américas debió ampliar el auditorio preparado para recibir al gobernador bonaerense por la gran cantidad de interesados en oír sus palabras.
El líder del Frente Renovador no quiere quedarse atrás. En apenas cinco días apretó una gran cantidad de encuentros con funcionarios del gobierno de , políticos de renombre, distintos cuadros técnicos de organismos internacionales y hasta algunos de los principales medios de comunicación de ese país. Entre ellos se cuentan el ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani; el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), y una exposición ante el mismo Consejo de las Américas ante el que se presentó Scioli el mes pasado.
Aunque viaja en calidad de diputado, Massa arrancará con un encuentro propio de un candidato en campaña. El lunes a las 11 de la mañana (hora de Washington DC) será recibido en el Departamento de Estado norteamericano por Roberta Jacobson y Ricardo Zuñiga, dos de los principales encargados de América Latina en la administración demócrata. Al mediodía, se reunirá con algunos de los vicepresidentes del Banco Mundial para analizar el panorama de la economía mundial.

Philippe Joseph Salazar: "Una mitad de la historia argentina desapareció en el silencio de los que no hablarán"

El filósofo francés, estudioso del proceso de reconciliación en Sudáfrica, sostiene que los crímenes de lesa humanidad requieren el diálogo político más que el testimonio judicial
Por   

¿Cómo se reconstruye una comunidad que ha sido atravesada por delitos de lesa humanidad? ¿Cómo pensar el nuevo comienzo en una sociedad en la que aún conviven víctimas y victimarios, e hijos de unos y otros? En definitiva, ¿cómo volver a dotar de humanidad, compasión y amistad a un sistema que ha deshumanizado y oprimido a todas sus partes?
Éstos son algunos de los interrogantes que se formula el filósofo francés Philippe Joseph Salazar, nacido en Marruecos en 1955, que ahora se condensan en el libro Lesa humanidad (Katz), en donde Salazar, que es uno de los coeditores, analiza la singularidad y los alcances del proceso de reconciliación en Sudáfrica -país en donde vive desde hace treinta y cinco años- y marca las diferencias respecto de otros países que han sido inficionados por el horror.
"Para el proceso de reconciliación sudafricano el perpetrador no es alguien al que hay que rechazar, sino reintegrar", dice el especialista en retórica, de un país en el que hubo simultáneamente una refundación ética, del Estado y de la nación. "En Sudáfrica era necesario saber y comprender lo que había pasado, y para saber era necesario dejar hablar. Y para eso se necesita una palabra libre, no controlada como es la palabra judicial, en la que sólo se muestra lo que sirve y se oculta lo que no sirve", explica. A diferencia de lo que se suele sostener en ámbitos académicos y organismos de derechos humanos, según Salazar "el trabajo de la memoria es antipolítico, porque impide avanzar".
Respecto de la reapertura de los juicios en la Argentina, el filósofo -que asistió a algunos de los juicios- no duda en afirmar "que la justicia es una forma codificada de la venganza" y que "no se puede aplicar la justicia penal a las relaciones políticas".
"Se sanciona una ley y luego otra ley. Es de nuevo, desde el punto de vista de la retórica, argumento contra argumento. La consecuencia es que en la Argentina probablemente habrá una nueva ley que cambiará de nuevo las cosas. Y eso es un proceso perverso", dice. Discípulo de Louis Althusser, Emmanuel Levinas y Roland Barthes, Salazar es profesor emérito del College International de Philosophie de París y profesor distinguido en la Universidad de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica.
-¿Cuál fue el impacto y la escala del proceso llevado adelante por la Comisión de la Verdad y la Reconciliación en Sudáfrica?
-La Comisión no nació de golpe, pero recuerdo un acontecimiento que me hizo comprender en lo que se convertiría. Su inventor fue el arzobispo Desmond Tutu. Un día fui a escucharlo a la catedral anglicana de San Jorge y dio un sermón sobre la "transfiguración". Y en ese sermón le dio, con sutileza, un aspecto político a la cuestión: la idea de que la transfiguración se aplica también a la ciudadanía. Cuando salí de la catedral, supe que algo importante estaba ocurriendo y que era la adaptación de un vocabulario teológico a una solución política. En Sudáfrica todas las religiones -la católica, la protestante, la judía- son consideradas, a diferencia de otros países, como un aporte positivo a la reflexión política. Lo extraordinario es que Tutu tenía una suerte de magistratura moral transversal sobre todos, y lo que hizo fue inventar un glosario político tomado de la teología de San Pablo, que incluye la idea de transformación, la idea de tomar la buena oportunidad, de leer los signos. Y como los sudafricanos, blancos y negros, son todos muy protestantes, todos los domingos leían la Biblia y tenían caminos de pensamiento que estaban a disposición y a la mano de la política.
-¿O sea que tanto los que estaban a favor del apartheid como en contra tenían un texto común?
-Exacto. El genio de Desmond Tutu fue hacer comprender, tanto a quienes estaban del lado del apartheid como a quienes estaban del lado del movimiento de liberación, que ellos tenían un lenguaje común que podía pertenecer a la política. Una palabra fundamental de ese glosario es la idea de compañerismo, de amigo y ciudadano. Uno es ciudadano porque es amigo y eso lleva a una verdadera revolución política. Con el fin del apartheid no son solamente liberados los negros, sino también los blancos, porque todos son oprimidos. La liberación que sucede en 1994 es una liberación general: los blancos, de una ideología opresiva, y los negros, de una ideología que ellos no aceptaban, pero que los oprimía.Ésa es la base de la reconciliación.
-¿Ambos crímenes están en el mismo plano?
-Sí. Los crímenes de sangre cometidos por los movimientos de liberación están en el mismo plano que aquellos cometidos por los agentes del apartheid, porque la idea es que la ideología es opresiva para todos. Entonces, con la reconciliación de 1994, es una nueva ciudadanía y una nueva nación la que aparecen. Es un modelo único: aceptar que el opresor es una víctima. Es la única solución para construir una nueva nación.
-Hay una elección retórica fundacional, que fue usar la palabra "perpetrador" en lugar de "represor" o "criminal". ¿Por qué se eligió ese camino?
-No podía utilizarse el término criminal porque la reconciliación no está fundada sobre un proceso judicial. Desde el comienzo se dijo que no iba a haber Juicio de Nuremberg y eso fue un escándalo porque Sudáfrica era el primer Estado y régimen que podría haber sido juzgado por crímenes racistas después de la Alemania nazi, y eso no pasó. Fue una decisión de soberanía.
-¿Por qué se decidió no hacer juicios?
-¿Qué es un proceso? Evidencia contra evidencia, balance de argumentos y contraargumentos, y al final hay un juicio. Pero no estamos seguros de que ese juicio sea la verdad, porque el acusado sólo dirá aquello que le puede servir. Y todos dijeron: "No, lo que queremos es comprender cómo los seres humanos pudieron matar otros seres humanos". La Comisión buscó reconstruir eso que pasó en el espíritu de las personas, y el único medio era darles la libertad de palabra, que no es la palabra judicial, que no es libre sino controlada. El objetivo es poder reconstruir cómo pudo vivir ese país durante cuarenta años. El resultado fue extraordinario, porque hubo personas que habían cometido crímenes y destruido todas las pruebas y que, sin embargo, se presentaron ante las familias de las víctimas porque querían quitarse eso de la conciencia. En un sistema judicial el criminal jamás hubiera venido y las familias de las víctimas no hubieran podido comprender por qué ocurrió lo que ocurrió.
-¿Y si el victimario no mostraba arrepentimiento ni necesidad de perdón?
-En la ley de amnistía no es necesario que el criminal se arrepienta y solicite perdón. Tiene que contarlo todo. Se testea si contó todo y si el crimen ocurrió en el marco de una acción organizada. Eso le dio una dinámica social enorme durante dos años, porque la Comisión fue de escuela en escuela, de iglesia en iglesia, como una caravana de justicia en condiciones que no eran formales, sino humanas. Hoy llama la atención para cualquiera que vaya a Sudáfrica lo feliz que es la gente allá. Es la felicidad de vivir juntos. No quieren más hablar del pasado. Es lo que dijo Mandela sobre la frase de San Mateo: "Hay que dejar a los muertos enterrar a sus muertos", porque si no enterramos a los muertos, los hijos de los vivos algún día van a tomar venganza. Eso es un círculo infernal. Lo que se ha creado es un "escenario de palabra" y de reparación moral. Y hoy en Sudáfrica todos se sienten iguales.
-Es difícil no pensar que el proceso sudafricano ha sido excepcional, singularísimo y, hasta en algún punto, milagroso, muy distinto a otros países que salieron de regímenes autoritarios.
-Eso plantea un tema fundamental y es si existen universales en política. La lección de Sudáfrica es preguntarse si hay universales y si son traducibles a otras experiencias. De hecho, se intentó hacer algo parecido en Ruanda y Kosovo, y no funcionó.Cada caso tiene su singularidad. En Sudáfrica el proceso de la reconciliación estuvo al mismo nivel jurídico que el proceso de Constitución. Hubo simultáneamente una fundación ética y una fundación de la nación y del Estado. Un proceso sin el otro me parece problemático. Y el otro tema esencial es que Sudáfrica nunca tuvo un golpe de Estado militar. Los militares siempre estuvieron al servicio del Parlamento. Sudáfrica era una dictadura parlamentaria con elecciones.
-Aún así, con historias y experiencias tan distintas, ¿cree que haya prendizajes que la Argentina pueda tomar?
-En marzo pasado estuve en Mendoza presenciando los juicios a policías que actuaron durante la dictadura. Asistí como periodista francés a esa escena extraordinaria en la que se leía el fallo y se veían en las pantallas las caras de algunos de los acusados que estaban en otras prisiones del país. Afuera había grupos portando carteles. Cuando se empezó a leer el fallo y alguien vio que yo tomaba notas, me dio una foto con la cara de un hombre joven que había desaparecido. Y entendí muy rápido que yo debía levantarla en el momento de la sentencia. Me sentí muy mal cuando escuché los gritos de euforia y de alegría después de la sentencia. Querían más. Veía la foto de ese hombre joven y bello y veía a los viejos que acababan de condenar, y que cuando ellos cometieron el crimen tenían la misma edad que el joven. Pregunta sudafricana: ¿cómo es que un hombre joven que era un oficial de policía pudo secuestrar a este joven cuya foto yo tengo ahora? Eso es lo que quiero comprender y lo que no se conoce. La gente pedía más sangre y ahí me dije: esto nunca va a terminar. La sangre llama a la sangre y los hijos de los que son condenados algún día van a pedir venganza. No vi ni un gesto de amistad, ni de compasión.
-Los familiares de las víctimas no usarían la palabra venganza sino justicia: se ha cometido un delito, y por eso tiene que haber un proceso y una condena.
-Pero toda la antropología demuestra que esa justicia es una forma codificada de la venganza. Participé de un coloquio en Francia con los integrantes de la Corte de Casación, máxima autoridad en estos temas, y ellos mismos han dicho que la justicia criminal es una forma de la venganza, y que Sudáfrica permitió comprender, en política, que hay otras formas de justicia. Ellos decían "no podemos aplicar la justicia penal a las relaciones políticas, porque las relaciones políticas son de una naturaleza diferente". Eso es lo que Sudáfrica ha comprendido: que esos crímenes fueron cometidos en situaciones políticas. El tratamiento del crimen, del odio y la venganza deben ser tomados política y no penalmente.
-En la Argentina esto que usted dice le agradaría mucho a los militares y a sus familias, pero no a los militantes.
-Sí. ¿Por qué razón? Porque el marco sigue siendo un marco penal. Si hacemos comprender a las familias de unos y otros que el fin es crear una reconciliación nacional, entonces puede sonar de un modo distinto. Eso debe venir de la política, pero no sucede porque el interés de los gobernantes es dividir para reinar. Es un escenario que crea infelicidad, y ése no fue el caso en Sudáfrica.
-A diferencia del proceso sudafricano -en donde se reconstruyeron los hechos-, en la Argentina los militares no hablaron y se da la paradoja de que "hacer justicia" impide avanzar hacia la verdad y tener información sobre el destino final de las víctimas y la identidad de los hijos apropiados.
-Y no conocerán nunca la verdad. Una de las cosas que me parece más escandalosa es que, como consecuencia del marco penal, es imposible oír a los militares que cometieron crímenes, porque si hablan se autoinculpan. Eso quiere decir que hay una mitad de la historia argentina que desapareció en el silencio de aquellos que no van a hablar. Eso no sucedió en Sudáfrica: era necesario saber, y para saber era necesario dejar hablar.
-¿Entonces cree que en este contexto acá no habría lugar para palabras de verdadero perdón, reconciliación y verdad?
-La audacia política es crear las condiciones para que la gente comience a pensar de ese modo. Si no hay liderazgo político, eso no va a ocurrir. En Sudáfrica se dio el extraño caso de tres líderes políticos: Frederik de Klerk, Desmond Tutu y Nelson Mandela, que desde puntos de vista diferentes convergieron en una idea, un proceso único y un lenguaje común.
-¿Cuán importante es el factor tiempo en un proceso de recuperación y reconciliación?
-En Sudáfrica todos se pusieron de acuerdo en que el trabajo de la memoria es antipolítico porque impide avanzar. Allí se produjeron dos procesos simultáneamente: el constitucional (1994-1996) y el de la reconciliación (1995-1998). El de la Constitución tomó dos años y era necesario que el proceso de reconciliación también fuera corto. La idea de Tutu fue hacerlo rápido, cuando todo estaba fresco, y poder avanzar. Lo que encuentro fascinante es que en Sudáfrica hay muy poco trabajo de la memoria. El pasado fue enterrado y avanzamos. Y hay un museo al que no va nadie, salvo los turistas. Los países que no fueron capaces de resolver el conflicto mental, psicológico y político, han creado una industria de la memoria que es antipolítica porque impide avanzar. Los museos producen pruebas y evidencias, pero ocultan muchas otras: tenemos un muro, ponemos nombres y hay muchos nombres que faltan, al igual que los procesos jurídicos en los que se oculta lo que no sirve y se muestra lo que sirve.
-Y para usted eso no tendría nada que ver con la reparación de una comunidad.
-No, los lugares de la memoria son lugares cerrados, que se cierran sobre sí mismos, y la reconciliación implica abrir. Los lugares de la memoria son lugares para "maquillar" la cuestión. Es el azúcar sobre una torta que está mal hecha.
-Usted visitó la ESMA hace algunos años. ¿Qué destino cree que debería tener ese lugar?
-Efectivamente, visité la ESMA antes de que fuera un museo, cuando estaba todo destruido. Había que dejar todo así y dejar a la gente reflexionar. No sirve de nada canalizar el discurso. Es como visitar ruinas antiguas: no se necesitan guías. Todo lugar de la memoria es el resultado de una toma de partido. Desde un punto de vista retórico, un lugar de la memoria fabrica un argumento, con un punto de partida y un punto de llegada. Creo que la ESMA debería ser una escuela militar al servicio de una nueva nación y formar a las nuevas generaciones creando conciencia de que ese lugar sirvió a un régimen crápula, y que los militares ahora están a las órdenes de la política.
-Todo lo que dice hace suponer que a Sudáfrica y a la Argentina las separa un abismo.
-[Suspira] Creo que hay una Sudáfrica mirando al futuro y una Argentina encadenada al pasado., lo que es terrible para los jóvenes. Aquí los jóvenes están hundidos y aprisionados en el pasado..

Cronica de una visita a la esma: la cobardìa del silencio


La seccional de Florencio Varela del SUTEBA, Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Buenos Aires, en el marco de un seminario de Derechos Humanos,  convocó a un centenar de docentes de distintos niveles educativos del distrito a participar de una visita guiada a la antigua ESMA, Escuela Superior de Mecánica de la Armada, el mayor centro clandestino de detención, tortura y desaparición creado por la dictadura cívico militar. Por el cual pasaron más de 5000 personas, la mayoría desaparecidas. Nos reunimos ese 8 de Julio en la entrada esperando al joven que nos guiaría por este gran predio de 17 hectáreas y 35 edificios, creado en 1924 y cedido por la ciudad a la Armada con el propósito de utilizarlo para fines educativos. Una pequeña ciudad. En esa mini ciudad, a partir de 1976 los dueños de la vida y de la muerte trataron de borrar el espacio, el tiempo, la historia personal, la vida de los detenidos desaparecidos. El guía se presenta, plantea la conveniencia de hacer del recorrido un diálogo, de vincular los saberes, las historias individuales y enmarañarlas con la historia del país y de la dictadura genocida. Iniciamos el recorrido por la calle interna, llamada San Martin, paralela a la lujosa avenida del Libertador que muestra en sus aceras enormes y altos edificios. En los setenta no había edificios altos, si muchos bares vinculados a la escuela y a los cadetes que dejaban allí sus pertenencias en taquillas. . “Antes de la creación del Espacio para la memoria hubo un proyecto del gobierno de Menem para que el predio se convirtiera en un parque de la reconciliación. Un edificio en construcción proyectaba en una publicidad   el lugar como un amplio espacio verde con juegos para chicos, parte del paisaje que se vería desde los balcones, que concluiría en el río”, cuenta el guía Roberto. El proyecto de reconciliación e impunidad planeaba destruir todo el predio y transformarlo en un parque donde no quedara ni un rastro de la represión ni de las atrocidades y escarnios allí cometidos. En el año 2000 la legislatura de la ciudad revocó la cesión hecha a favor de la Armada y por ley 392 se decidió  destinar el predio y los edificios a la instalación del llamado Museo de la Memoria. Alguno de los visitantes recordamos claramente el 24 de Marzo de 2004 cuando el presidente Néstor Kirchner expresó: “como Presidente de la Nación Argentina vengo a pedir perdón de parte del Estado nacional por la vergüenza de haber callado durante 20 años de democracia por tantas atrocidades” ante una multitud que minutos después ingresó por primera vez al centro clandestino y a su patio de armas cantando la  marcha partidaria y el himno nacional en un marco de emoción, alegría, tristeza, asombro y miedo. A partir de ese día dejó de ser la ESMA, comenzó a ser el espacio de la memoria de los detenidos desaparecidos, de los muertos, de los sobrevivientes. Nos detenemos frente a una casamata de vigilancia: “acá había una gran cadena que debían sortear los automóviles de los grupos de tareas, el guardia recibía instrucciones por medio de un Handy y una contraseña que era una jugada de ajedrez” comenta el guía. La mayoría de los sobrevivientes recuerda este dato. Alguien comenta que sobre Libertador había carteles que decían: “No se detenga, el centinela abrirá fuego.”  En el seno de la ESMA funcionó el Grupo de Tareas (GT) 3.3.2. Éste se funda en mayo de 1976 y está integrado por unas cincuenta personas que van cambiando y funcionan clandestinamente, con armamento y medios facilitados por la Armada y en coordinación con el Comando de Zona. Este GT se crea por orden directa del Almirante Emilio Eduardo Massera y funciona con el consentimiento de toda la Junta Militar de Gobierno. Seguimos caminando, nos dirigimos al Casino de Oficiales. Todo el predio estuvo involucrado en la acción represiva ilegal y clandestina realizada por la armada como parte del engranaje del terrorismo de estado, pero las principales atrocidades y funciones de los grupos de tareas de la ESMA se concentraron en el casino de oficiales. Desde el año 1978 se conocen detalles importantes de este lugar, por la denuncia de los liberados por los represores pero principalmente por la denuncia efectuada por Horacio Domingo Maggio, “el Nariz”.  El Nariz Maggio, había sido delegado bancario en Santa Fe, parte de la JP e integrante de la organización político militar Montoneros, cayó en la ESMA secuestrado por un grupo de tareas y estuvo detenido-desaparecido en las mazmorras del casino de oficiales por más de un año. El 17 de Marzo de 1978 logró fugarse y burlar la maquinaria  compleja de la marina y comenzó una desesperada y alocada carrera de denuncias en el país y el exterior. Envió cartas  a muchísimas personas “importantes” y a todo el periodismo donde relata su propio secuestro y lo que sucedía en la ESMA, acompañando los planos detallados del casino de oficiales, del sótano (salas de tortura) y del tercer piso (capucha), listas de detenidos y represores con sus apodos, mostrando lo real de la represión ilegal. Acribillado a balazos fue exhibido en el playón de estacionamiento a los prisioneros reducidos a servidumbre con el propósito de que vieran con sus propios ojos el fin que tendrían si pensaban en escapar. Continuamos por el camino que hacían todos los secuestrados hacia la playa de estacionamiento ubicada mirando hacia el Río de la Plata. Por allí ingresaban todos al mundo del no ser, no estar, no existir.                                                                                                                                                     El casino de oficiales visto desde el aire o en los planos parece una “E” acostada. El edificio tiene tres plantas y un sótano. A la derecha se ubica lo que llamaban el pasillo de “los jorges” sector de habitaciones de los jefes de los grupos de tareas que se llamaban todos Jorge: Acosta, Radice, Perren, “pocas veces entraron allí los secuestrados” dice el guía.                            A la izquierda “el dorado” donde se planificaban los secuestros y operaciones de las patotas marineras, por parte del sector inteligencia. Había oficinas de mandos medios, la cocina,  el comedor y distintas dependencias de los grupos de tareas. El primero y segundo piso corresponde a dormitorios y habitaciones de los cadetes y oficiales  que estudiaban y se adiestraban en el predio. En tercer piso  con techo a dos aguas se encuentran “capucha”,  dos cuartos que funcionaron como maternidad, el “pañol” y la “pecera”, a través de una escalera se llega a “capuchita”. “Los testimonios de los sobrevivientes dan cuenta del ingreso desde la playa de estacionamiento por una galería  hacia el sótano por una escalera ubicada en un ambiente amplio, donde había un ascensor” cuenta el guía. Con motivo de la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos  de la OEA en 1979 los marinos  realizaron un conjunto de reformas, cerraron la galería, la escalera fue tapiada, el ascensor se esfumó.  Los prisioneros fueron enviados a distintos lugares, algunos a la isla “El silencio” en el Tigre, propiedad de la iglesia católica y otros a una quinta en el  conurbano. Un joven visitante comenta que los funcionarios de la CIDH no tenían muchas ganas de encontrar pruebas ó tenían problemas de vista. En el sótano comenzaba y terminaba  el calvario, primero con la tortura y finalmente con el traslado previa inyección de pentonaval como llamaban los asesinos al pentotal en su manía de vincular  casi todo a su mundo de barcos, buques y veleros.    Allí  en el fondo eran torturados todos los que ingresaban al centro clandestino y se les asignaba un número, 032, 548, así los nombrarían desde ese momento. Había una enfermería, un lugar llamado huevera (cubierto con cajas porta huevos)  unos baños, un laboratorio  de fotografía para falsificación de documentos, otros compartimientos que armaban los prisioneros según la ocasión y variaban según la época, también hubo sitios  de trabajo esclavo y reclusión de detenidos. “Acá nos mojamos todos”, contaba el tigre Acosta para graficar la rotación de oficiales y suboficiales de la armada por los grupos de tareas. Para dimensionar la impunidad de la que gozaban los marinos, en el juicio que se realiza actualmente en la megacausa ESMA uno de ellos recordó y calculó : hubo seis u ocho cursos por año, con ciento cincuenta hombres por curso, entre 1976 y 1983 pasaron por el centro de instrucción y adiestramiento de la infantería de marina más de 8000 hombres que dormían entre el sótano y capucha donde estaban retenidos, engrillados, “esposados y encapuchados los detenidos desaparecidos, compartiendo la escalera de acceso, tocándose algún brazo, pisando los mismos escalones, unos libres, otros con cadenas y encapuchados. Vemos las marcas, las roturas  de los golpes de las cadenas en los escalones de las escaleras, marcas indelebles del paso de muchos por allí. Realmente es una triste paradoja, la escuela que enseñaba a torturar, vejar, humillar  a otros seres humanos. Existe un pacto de silencio de todos los marinos y  de integrantes otras fuerzas represivas que  por aquí pasaron.  Muchos torturadores y asesinos siguen prófugos, todavía no identificados como los que atendían los partos en la maternidad clandestina, o los médicos que controlaban que los chupados no se murieran en la tortura. Cuando entramos en “capucha” un profundo silencio nos embargó, aparecieron las lágrimas y los sollozos. Y los recuerdos de los que por allí pasaron, y la sensación de que estaban allí viéndonos con orgullo, altivos, enteros, solidarios, cariñosos, militantes, triunfadores,  la Gaby Arrostito , el nariz Maggio puteándolos alegremente por teléfono,  Azucena Villaflor y muchos miles sonriendo. En el tercer piso funcionaba “capucha”, donde  los prisioneros permanecían encapuchados,  engrillados y esposados, ubicados en compartimientos  pequeños separados por un aglomerado de un metro,  con la cabeza hacia el pasillo, algunos en calabozos llamados “camarotes”,  constantemente vigilados por guardias llamados “los verdes” jóvenes estudiantes de la esma, sometidos a las peores condiciones de existencia , esas que no se pueden explicar, nombrar o comprender.  En este piso funcionó  la maternidad donde las embarazadas secuestradas tuvieron sus hijos, apropiados por los torturadores y cómplices. Allí también se instaló el “Pañol” donde se acumulaban los bienes robados a los secuestrados y la “pecera” donde eran obligados a realizar trabajo esclavo.  El guía invita a los visitantes a recorrer el lugar que está casi en penumbras, con una luz tenue, narra el horror, las resistencias,  los gestos de solidaridad. Uno de los objetivos de la dictadura era quebrar la humanidad de los prisioneros, destruir los valores en los que creían; por eso eran castigados sistemáticamente cuando hablaban, se reían, compartían,  cuando se comportaban como compañeros. Le preguntaron en una entrevista  a Victor Basterra sobreviviente de este antro “¿Por qué no te escapaste?   ¿Por qué no huiste? Víctor respondió: “todo el tiempo estuve huyendo, con  gestos pequeñísimos de resistencia, tomarle la mano a una persona que está sufriendo por ejemplo”. Bajamos las escaleras,  durante la visita nos cruzamos con  varios grupos, es una alegría que muchos vengan. Nadie se distiende a pesar de los pequeños diálogos, es conmocionante.  Un visitante pide un aplauso por todos y recuerda  lo escrito por  Juan Gelman: “¿Cómo murieron? ¿Quiénes lo mataron? ¿Por qué? ¿Dónde están sus restos para recuperarlos y darles un lugar de homenaje y de memoria? ¿Dónde está la verdad, su verdad? La nuestra es la verdad del sufrimiento. La de los asesinos, la cobardía del silencio. Así prolongan la impunidad de sus crímenes y la convierten en impunidad dos veces.”

Bonfatti y su ministro de Seguridad aparecen en escuchas de la banda narco de Los Monos

Los delincuentes también hacen referencia a supuestos diálogos con Marcelo Tinelli, al parecer interesado en el pase de un jugador.
El escándalo de los narcos de Rosario sumó un nuevo escándalo cuando trascendieron conversaciones grabadas a la banda Los Monos, que dejan en una incómoda situación a las autoridades de la provincia.

El gobernador, Antonio Bonfatti, y el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, son mencionados con familiaridad, según las transcripciones publicadas por el portal Infojus Noticias. También hablan los integrantes de Los Monos de Marcelo Tinelli, Marixa Balli y Francisco Lapiana, representante de Correa, jugador de San Lorenzo.

“Ey escuchá, llamalo a Floiger –por entonces jefe de drogas de la Zona Sur de la Policía santafesina- viste, a la Cele le pusieron un bagallo, decile que llame al Ministro de Seguridad o al que lo manda a él”, le dijo Monchi Canteros, uno de los cabecillas a Mariano Ruiz, otro integrante de la banda cuando se enteró que habían detenido a Patricia Celestina Contreras, alias “la Cele”, madre de los Canteros.

Luego continúa: “Más vale que no sea el bagallo, porque vamos a ir todos en cana” afirma Monchi y amenaza “desde el cabo cuarta hasta el Jefe de Policía, hasta Bonfatti, decile. Así nomás” y luego advierte sobre supuestos diálogos con Floiger que comprometerían a integrantes de la policía y al gobierno.

“…yo tengo todas las grabaciones, todo, cuando hablábamos. Decile que lo tengo bien grabado. Que hable, que no la embagallen porque vamos todos en cana. No nos importa nada a nosotros, decile así, nomás” concluye Monchi.

La conversación se llevó a cabo el 31 de mayo luego que una serie de allanamientos en barrio Las Flores, desde donde opera la banda, que permitió la detención de varios miembros, entre ellos la madre de los Canteros.

San Lorenzo y Tinelli

Las escuchas forman parte del abultado expediente de la causa que lleva adelante el juez Juan Carlos Vienna donde hasta el momento hay procesadas 36 personas presuntamente vinculadas a la banda, 14 efectivos de distintas fuerzas de seguridad, entre ellos Cristian Floiger quien fue detenido en julio pasado al confirmarse contactos con los narcotraficantes.

La complejidad del entramado narco en Santa Fe, en particular Rosario, a partir de la disputa territorial por la venta de drogas entre grupos antagónicos fue uno de los factores claves que explican, en parte, el aumento histórico de crímenes de jóvenes de barrios marginados en los últimos años.

Sumado a los altos índices de inseguridad producido por distintas modalidades de robos y muertes en situación de asaltos, alertó a la población en general que comenzó a minar las bases del electorado socialista.

Frente a ello, el juez Vienna comenzó a investigar a la banda que puso en jaque a la ciudad bajo distintas figuras jurídicas de competencia provincial como la “asociación ilícita”, “portación de armas de guerra” y “el negocio de la violencia” como describió el magistrado en el expediente.

Entre las llamadas publicadas por Infojus también se transcribe la conversación entre los Canteros en la madrugada del 26 de mayo cuando asesinan al “Pájaro” Claudio Cantero y su posterior venganza contra Diego Omar Demarre, el dueño del boliche donde fue baleado el líder narco.

“Siete detonaciones, siete en el blanco. Dos en chope, dos en zapán, dos en brazo, uno en la pierna” le dijo “el Ema” al “gordo” Vilches describiendo el crimen de Demarre a quien consideraron había sido el entregador del “Pájaro”.

En otro apartado, se transcriben conversaciones entre el jugador de San Lorenzo Ángel Correa con integrantes de la banda cuando fueron a verlo jugar al Nuevo Gasómetro. En otra escucha, esta vez en contacto con Francisco Lapiana, el representante del jugador, le comenta a Monchi Canteros, quien está prófugo, que Tinelli quería comprar el 10% del jugador.

“Anoche me llamó Tinelli, me quiere comprar el 10%. Me quiere dar un millón de pesos o de dólares pero al precio oficial”, le dice Lapiana a Monchi.

El mismo Monchi, el 22 de mayo del año pasado, habla con un tal “Pitito”. Orgulloso, Pitito le dice que se sacó una foto con Marixa Balli: “Si es re fea Marixa Balli. Yo la conozco, es flaquita, parece una cucaracha biónica, no hay polvo que la mate”, le respondió Monchi.

Clarín tiene un plan para quedarse con Cablevisión "donando" la empresa a los hijos de los accionistas

El Grupo estaría analizando los mecanismos legales para quedarse con la totalidad de Cablevisión, el mejor negocio del multimedios que representa el 70% de su facturación. De esta forma enterraría la posibilidad de vender el 60% que tiene de la compañía de cable a capitales extranjeros, únicos que pueden pagar lo que vale la empresa.
Pero, por sobre todo, sepultaría la estrategia del Gobierno que hasta hace pocos días confiaba en obligar a Clarín a que venda Cablevisión. Simbólicamente, quitarle el mejor activo sería un triunfo. El camino inverso, un fracaso político.
La semana pasada, el mexicano David Martínez, dueño del 40% de Cablevisión –aliado y asesor del Gobierno en la negociación de su deuda soberana– estuvo en la Argentina. Uno de sus encuentros de rutina fue en las oficinas de la Autoridad Federal de Servicio de Comunicación Audiovisual (Afsca). Luego de una reunión, los representantes del Gobierno salieron convencidos de que Deivid (así lo llaman) ya tenía “todo cerrado” para que Ralph Booth, a través su fondo de inversión Fontinalis, hiciera una apetecible oferta para comprar Cablevisión, empresa que costaría no menos de US$ 4.000 millones. Booth es además dueño del 9% del Grupo Clarín.
Pero, la venta no es el futuro que imaginan ahora los jerarcas del Grupo. Hay que recordar que si bien la empresa presentó un plan para dividirse en seis unidades “independientes”, no podrán compartir accionistas la unidad 1 –Canal 13 y Radio Mitre y TN– con la unidad 2, la mayoría de los abonados de cable.
Dentro de Clarín toma fuerza la posibilidad de anticipar la donación de las acciones de Cablevisión o realizar una operación de compraventa a algunos de herederos de los principales accionistas. Es decir, en vez de vender, entregarles el mejor negocio a los hijos de Ernestina Herrera de Noble, Felipe y Marcela, que trabajan en áreas menores de la compañía, o a los herederos de otros dueños de la compañía como los hijos de Magnetto (Marcia y Ezequiel). “Sería anticipar una cuestión natural donde los hijos se quedan con las empresas de los padres”, confirma un director de la compañía, aunque aclara que es una  posibilidad que se baraja junto a la venta de algunos de los activos, por ejemplo.
El pasado 17 de febrero fue la última reunión de la Afsca donde comenzó un período de seis meses para que el multimedios explique cómo y entre quiénes va a dividirse. Hace pocos días el CEO del Grupo, Magnetto, y otros tres accionistas pidieron licencia del directorio para avanzar con la reestructuración. Cuando PERFIL consultó sobre la  posibilidad de que Cablevisión quede en manos de los hijos de sus accionistas, en el Gobierno hubo irritación: “Eso no se puede y si no está escrito en la Ley, lo vamos a meter después”, amenazaron. En realidad la estrategia de Clarín se inspiró en la que encabeza el Grupo Vila-Manzano, que busca ajustarse a la ley reorganizando sus empresas entre los hijos de los accioistas.
Aunque no lo reconozcan, los abogados de Clarín esperan en silencio el dictamen de la Afsca que apruebe el plan de Vila-Manzano para usarlo como fundamento. Los técnicos de la Afsca aseguran que cuando los abogados del Grupo presenten la lista de nuevos “dueños” de las seis empresas deberán acreditar también ante la Afip que disponen del patrimonio para comprar los activos. Pero para la empresa eso no está dentro de la reglamentación: “no es necesario demostrar la capacidad financiera, si lo desea, el que vende (Clarín) le presta plata al que compra”, anticipan y recuerdan el ejemplo de la familia Eskenazi, que gracias a su cercanía con el kirchnerismo compró YPF con los futuros dividendos de la compañía.
El Grupo Clarín, que controla el 60% de Cablevisión, tiene tres accionistas principales. Los controlantes, que tienen el 71%, son Ernestina H. de Noble, Héctor Magnetto, José Antonio Aranda y Lucio Rafael Pagliaro. El 20% que está en la Bolsa (hay 8% de la Anses) y el 9% restante pertenece al fondo de Ralph Booth. Al menos así será por las próximas semanas.

El debate por el Código llegó al Vaticano



El Papa estuvo reunido una hora con Roberto Carlés. Durante la charla entre ambos se manifestó preocupado por “la instalación del pánico en la sociedad” y porque el texto propuesto quede debilitado por cuestiones electoralistas.

 Por Irina Hauser

La onda expansiva de la discusión por el Código Penal llegó hasta el Vaticano, donde el Papa se reunió ayer durante una hora con Roberto Carlés, el coordinador de la comisión que elaboró el proyecto de reforma que está bajo análisis del Poder Ejecutivo y que Sergio Massa defenestra con declaraciones públicas diarias con la muletilla de que favorece a quienes delinquen. “El abordaje punitivista” y “la instalación del pánico en la sociedad” en general fueron dos asuntos que Francisco puso en el centro de sus preocupaciones en la audiencia privada con el penalista, mano derecha de Raúl Zaffaroni. Más todavía, cuestionó “la instrumentalización que en todo el mundo se hace del tema, con fines electoralistas”.
El Papa ve con inquietud el giro punitivista, basado en respuestas represivas, que caracteriza a las reformas penales de algunos países latinoamericanos. Este asunto fue, de hecho, el que motivó originalmente la reunión con Carlés, que es el secretario adjunto de la Asociación Latinoamericana de Derecho Penal y Criminología. El año pasado, en una de las audiencias públicas del Papa, el 26 de junio, acordaron que le haría llegar un informe sobre la situación en la región, donde las reformas penales no siempre siguen el mismo sentido que los procesos políticos. En Brasil, Ecuador y Venezuela, por ejemplo, se han planteado reformas con penas endurecidas y proliferación de tipos penales nuevos. Pero en ninguno de esos países los proyectos surgieron del trabajo de consenso y diálogo de todo el arco político, como ocurrió en Argentina, un rasgo que celebró con énfasis el pontífice, aunque se mostró preocupado porque el texto propuesto quede debilitado por cuestiones electoralistas.
A las cinco de la tarde, hora italiana, a Carlés lo hacían pasar a la residencia de Santa Marta. La audiencia, que duraría una hora, fue a solas con el Papa en un pequeño salón con sillones de tapizado verde, cercano a la entrada.
Mientras Massa cumplía en estas tierras su dosis diaria de Código Penal con la frase “el que las hace las paga”, el Papa mostraba desde la Santa Sede un discurso compatible y afín con el de la comisión reformadora, que presidió Zaffaroni. En la audiencia, de todos modos, la conversación no se concentró en el anteproyecto, ni se habló de Massa, a quien muy al margen de esta discusión, Jorge Bergoglio nunca recibió desde que inició su papado. Se mostró interesado, sí, en algunos conceptos. Como cuando le recordó a Carlés que una de las primeras reformas que hizo tras su llegada al Vaticano fue eliminar la prisión perpetua (dejó un tope de 35 años). Aquella reforma papal del Código Vaticano incorporó los crímenes contra la humanidad (especificando los delitos de genocidio y apartheid), adaptó la convención de Naciones Unidas sobre corrupción y, en materia procesal, introdujo el concepto de plazo razonable y presunción de inocencia, que ni existía.
Hablaron luego de las cárceles, en especial de las graves condiciones de detención en América latina y de la gran cantidad de presos sin condena. En este tema, coincidieron –en línea con el proyecto de reforma de la comisión multipartidaria– que cuando no hay peligro de que un preso se fugue o entorpezca la investigación, deben pensarse medidas alternativas al encierro. En el Papa la cuestión carcelaria es tema recurrente. Cuando visitó la cárcel de jóvenes de Regina Coeli se preguntó por qué no era él quien estaba allí (“¿Por qué él y no yo?” “¿Merezco yo más que él para no estar ahí?”). En aquella visita a la prisión afirmó también que el sistema penal es selectivo y que opera como una curiosa red que atrapa a los peces pequeños y deja libres a los grandes. Es una idea que dejó entrever otra vez ayer.
A los jóvenes también aludió Francisco, con preocupación por “la estigmatización”, en especial por quienes habitan en barrios pobres. Y volvió sobre otro asunto recurrente en sus discursos: la trata de personas en todas sus formas que, le volvió a decir al joven penalista, considera que debería ser considerada delito contra la humanidad, ya que es la forma que asume la esclavitud en la actualidad.
El Papa le hizo a Carlés un tour por la residencia y le mostró dónde almuerza y cena junto con decenas de personas. El visitante le regaló una primera edición de Laberinto de amor, de Leopoldo Marechal, firmado por el autor. Es un libro de poemas influidos por el pensamiento cristiano de Maritain y Bloy. Como sabe que se la pasa recibiendo alfajores, le hizo una broma: metió el libro dentro de una caja de alfajores vacía. “¡No me digas que te dijeron que me trajeras alfajores!”, se agarró la cabeza. Pero al recibir la cajita notó que era demasiado liviana. Luego bromearon sobre San Lorenzo, porque Carlés también es “cuervo”. Y al final el Papa quedó comprometido a dirigir unas palabras en los próximos congresos de la Asociación Inte-ramericana de Derecho Penal y la Asociación Latinoamericana de Derecho Penal y Criminología.
Carlés quedó más que contento con el acontecimiento. En diálogo con Página/12 dijo: “La reunión fue positiva no sólo porque ratifica la preocupación de la Iglesia por temas como la exclusión social y la situación de las cárceles, sino porque por primera vez se plantea, desde la Iglesia y en forma muy clara, el problema de la selectividad del sistema penal. Es interesante que haya advertido que aún en países donde se han dado procesos de inclusión social y de ampliación de derechos, la legislación penal ha cobrado un sentido cada vez más represivo”. Destacó, además, que “después de muchos años, la Iglesia vuelva a pronunciarse sobre los sistemas penales, ya que considero que es necesario su aporte para la revitalización de un abordaje humanista de la cuestión penal”.
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El PRO vuelve a la carga contra Massa

El secretario general del gobierno porteño, Marcos Peña, pidió ayer al diputado Sergio Massa “tener un discurso honesto”, “ser claro en las posiciones” y evitar “engañar o subestimar a la gente”. “No se lo escucha autocrítico, a lo sumo se echan culpas. No dicen en qué cosas deben evolucionar”, sostuvo Peña. “Uno ve la primera línea del massismo y son básicamente dirigentes que fueron funcionarios”, apuntó el funcionario macrista. Además, fue consultado sobre el desafío que representa para Mauricio Macri mostrarse de cara a 2015 como representante de sectores populares, Peña consideró: “No veo que haya prejuicios populares, dependerá mucho de si somos claros en que queremos representar algo distinto”.

Uso y abuso de drogas

Mientras en el mundo se resquebraja el consenso represivo que sostuvo la denominada guerra contra las drogas, la cuestión es utilizada aquí con una escandalosa ligereza electoral por una liga de intendentes cuyos territorios son refugio de los principales jefes de las organizaciones criminales dedicadas a la comercialización de sustancias estupefacientes de consumo prohibido por las autoridades sanitarias, como el corredor Vicente López-San Isidro-San Fernando-Tigre-Pilar.

Por Horacio Verbitsky

La denominada guerra contra las drogas vigente en el mundo desde 1961 se basaba en el supuesto de que una reducción de la oferta elevaría los precios en el mercado y desalentaría la demanda. Esos objetivos no se han cumplido y el número de usuarios no cesó de crecer, pese a la legislación punitiva impuesta por intereses ajenos a los nacionales, que ha llenado las cárceles de pequeños expendedores y consumidores, extendido una inmensa red de corrupción que afecta la funcionalidad de los Estados, desnaturalizado los sistemas judiciales y el rol de la policía y desequilibrado la proporcionalidad de las penas. Este desolador balance fue presentado por el director del Consejo Ecuatoriano de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, Rodrigo Vélez, en la Sesión de Alto Nivel de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, que se reunió la semana pasada en Viena, con asistencia de 120 naciones, entre ellas la Argentina.
También destacó que la materia prima se cultiva en el Sur, pero las armas que llenan de muertos este negocio vienen del Norte. Por eso, su país reclama “reconocer la realidad de las condiciones estructurales de violencia, miseria y pobreza”, que dejan pocas alternativas a las poblaciones más vulnerables y al Estado para garantizar la paz. Así como la Constitución ecuatoriana descriminalizó “los usos y consumos, asumiéndolos como ámbito de salud pública”, una nueva Convención Unica Actualizada debería transformar lenguajes e imaginarios; desmilitarizar la política vigente y centrar el debate “en el ser humano y sus dimensiones y no en las sustancias”. Ecuador plantea enfoques alternativos para que las comunidades se incorporen a proyectos productivos que reduzcan su vulnerabilidad a involucrarse en actividades ilícitas relacionadas con las drogas. También cuestionó a la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) por arrogarse atribuciones de los Estados, reclamó respuestas al impacto de las cocaínas fumables (que en la Argentina se conocen como Paco), “expresión brutal del mercado negro, que ha generado nuevos consumidores pobres con los sobrantes de la cocaína exportable”, y reafirmó la presencia del Estado como garante de los Derechos Humanos, la Salud y el Buen Vivir.

Hasta México y Colombia

Otros delegados de Europa y Latinoamérica reclamaron ampliar el debate y formularon críticas cada vez más ácidas al marco convencional vigente porque no hace nada para moderar una interminable espiral de violencia, como dijo el delegado uruguayo Diego Cánepa, quien defendió la regulación de la producción y el comercio de marihuana dispuesta por su gobierno. Estas formulaciones contaron con el apoyo del sorprendente gobierno guatemalteco del general Otto Pérez Molina, un ex jefe de Inteligencia del Ejército formado en contrainsurgencia por Estados Unidos y autor de terribles masacres. Luego de su elección presidencial viró hacia posiciones que abominan de cualquier solución militar y llegó a reclamar la legalización de la droga, con tanto énfasis que hasta fue sospechado de agent provocateur. Se sumaron al reclamo de un enfoque heterodoxo hasta Colombia y México, que fueron bastiones de la política estadounidense. El ministro de Justicia colombiano, Alfonso Gómez, llamó “utópica” la total eliminación de las cosechas de productos naturales, mientras crece la demanda de drogas sintéticas. La Subprocuradora mexicana Mariana Benítez Tiburcio dijo que su país priorizará el tratamiento sobre la criminalización, apartándose de la línea que los anteriores gobiernos siguieron al altísimo costo de un incremento vertical de la violencia, con decenas de miles de muertos y sin que disminuyera la magnitud del negocio ilegal. (En una reciente visita a México el ministro de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni constató que en cinco años los muertos llegaron a 75000, cifra que por sobredosis de cocaína se alcanzarían en dos siglos y medio.)

Al ladrón

Mientras en el mundo se impugna el fracasado paradigma represivo de los narcóticos con que Estados Unidos racionalizó su ejercicio del poder mundial y apuntaló el control social durante el último medio siglo, así como en el pasado lo hizo con la subversión y el terrorismo, el pretexto del narcotráfico es invocado en la Argentina para clausurar un debate democrático sobre la reforma del Código Penal, del que participaron las principales fuerzas políticas. Los mismos que engolan la voz para reclamar consensos y políticas de Estado, cuando se concretan los torpedean con arrebatos proto-fascistas. Su violencia verbal preanuncia la violencia física. El anteproyecto fue elaborado por una comisión integrada por juristas del oficialismo y de la oposición (radicales, socialistas y macristas). La impugnación por parte del Frente Renovador se basó en consignas estridentes y efectistas: que con este Código Penal pensado para los delincuentes y no para la gente miles de presos quedarían en libertad, que se rebajarían las penas para todos los delitos, que se eliminaría la reincidencia. Todo eso es falso, pero sirvió para colocar a la defensiva a quienes disputan con el Frente Renovador el liderazgo de la oposición. La recolección de firmas se hace con panfletos que repiten esos infundios, con consignas del tipo “¿Sabés que con el nuevo Código no habría castigo para el que viole a tu sobrina de 14 años?” Además la jefa parlamentaria de los renovadores, Graciela Camaño de Barrionuevo, presentó un proyecto que aumenta las penas para el narcotráfico. La reacción a este simplismo brutal no provino de las conducciones políticas sino del Acuerdo para una Seguridad Democrática, una organización multisectorial y pluripartidaria que el jueves presentó en el Senado un documento con más de 600 firmas de especialistas, investigadores, académicos, universitarios, funcionarios judiciales, organismos defensores de los derechos humanos, sindicalistas y también dirigentes políticos, si bien no los jefes ni los posibles candidatos. Tampoco hay una gota de verdad en la respuesta del Frente Renovador que atribuyó al Acuerdo por una Seguridad Democrática “una demagogia garantista que esconde un espíritu abolicionista”. El anteproyecto no es de abolición sino de reordenamiento y proporcionalidad de penas, aumenta más de las que reduce y tipifica más nuevos delitos de los que elimina. Entre sus grandes novedades figura la responsabilidad de las personas jurídicas. Esto permitiría condenar a las empresas a multas, prestaciones obligatorias, clausuras, suspensión en el uso de patentes y marcas, pérdida de beneficios estatales, exclusión en concursos y licitaciones en casos de delitos contra el patrimonio, el orden económico y financiero, la hacienda pública y la seguridad social; trata de personas, contrataciones ilegales, envenenamiento, adulteración, comercialización irregular de medicamentos, violación de normas sanitarias, contaminación, cohecho, tráfico de influencias e incremento patrimonial injustificado. La protección a las empresas puede ser una de las motivaciones ocultas del Frente Renovador. Es imposible no reparar en que los líderes que propusieron frenar la reforma con una consulta popular (prohibida en forma explícita por la Constitución para asuntos penales) son intendentes o representantes de los distritos del Gran Buenos Aires en los que se elabora, fracciona, distribuye y consume la droga. Los apasionados por el mapa del delito y la inseguridad pueden hacer la prueba: busquen en los diarios o en los archivos judiciales los descubrimientos de laboratorios o cocinas, las detenciones de jefes narcos y las ejecuciones extrajudiciales de competidores y verá que ocurren con pasmosa regularidad en territorio de los Renovadores, el corredor floreciente que cruza Vicente López, San Isidro, San Fernando, Tigre, y Pilar. Allí se localiza el mercado consumidor de alto poder adquisitivo y las residencias suntuosas de sus proveedores; en San Martín abunda la mano de obra barata para la producción y la distribución, por no hablar del sicariato. El fiscal general de San Isidro, Julio Novo, quien acompañó el lanzamiento de la candidatura de Sergio Massa el año pasado, fue acusado por varios fiscales subordinados de obstaculizar las investigaciones sobre esos casos. A raíz de ello su fiscalía fue allanada por el Fiscal federal de San Isidro, Fernando Domínguez. El clamor contra el Código Penal recuerda al hombre que corre con un reloj robado gritando Al ladrón, al ladrón.

Sin fronteras

Este uso y abuso de las drogas con fines políticos no reconoce fronteras partidarias. La semana pasada carteles sin firma pegados frente a siete cámaras de seguridad ubicadas en diferentes sectores de Florencio Varela acusaron a José Luis Calegari, del Centro de Participación Popular Monseñor Enrique Angelelli, de instigar tomas de tierra. La inclusión de fotos de Calegari en los carteles agrega una dimensión ominosa al ataque. El intendente Julio Pereyra (del Frente para la Victoria) presentó una denuncia penal a la que adhirió el Frente Renovador, que vincula a Calegari con el narcotráfico. Calegari es un abogado que militó en la UCR e integró la pastoral social del Obispado de Quilmes. El Centro Angelelli tiene altísima inserción territorial y legitimidad entre los más variados actores desde hace veinte años. Su “Espacio de Tierras Para Todos y Todas”, funciona como una asamblea abierta integrada por 250 delegados de veinte asentamientos (con preponderante participación de mujeres y colectividades migrantes), en la que se discuten las acciones y estrategias frente al Estado y las empresas de servicios. También mantiene una escuela secundaria para adultos, talleres de oficios para jóvenes y una radio comunitaria, y realiza trabajo con colectividades migrantes. La violencia ligada a mercados ilegales de tierras y de drogas, en conexión y connivencia con agencias del Estado, es uno de los fenómenos recientes más novedosos y complejos. Desde el año 2000, el Centro Angelelli ha compartido con el CELS acciones y estrategias referidas a derechos sociales, violencia policial, redes de ilegalidad y criminalización de referentes sociales. El Informe Anual 2013 del CELS desarrolla en sus páginas 157 a 168 el rol de la policía como un engranaje fundamental de la violencia en Florencio Varela, con una sección sobre tierras y otra sobre narcotráfico (http://www.cels.org.ar/common/documentos/CELS.%20Informe%202013%20[completo].pdf). Allí se explica que la lucha por el acceso a la tierra es un aspecto central de la historia de Florencio Varela en los últimos treinta años. Muchos de los barrios del municipio surgieron a partir de tomas de tierra y la posterior regularización de los asentamientos. Entre 26 mil (según el municipio) y 40 mil familias de Varela, de acuerdo con especialistas y actores locales, demandan un lugar para vivir. En octubre pasado luego de un asalto al Centro Angelelli, donde dos mujeres fueron tomadas como rehenes y que terminó con un tiroteo con la policía, el gobierno municipal denunció por supuestos daños en la vía pública a quienes se manifestaron en repudio por el ataque. El Centro Angelelli había denunciado que en los barrios donde trabajan sus militantes observaron a “bandas delictivas que fomentan la violencia repartiendo armas y drogas a los jóvenes, en el seno de las tomas de tierras”. El video que puede verse en este link muestra una reunión de 2011 en la que Calegari y varios jóvenes denuncian la penetración del narco en el gobierno de Pereyra y con protección policial ante el entonces secretario de gobierno Andrés Watson, que hoy es concejal del Frente para la Victoria (https://www.youtube.com/watch?v=gZyTFckSHlc#t=49). El acceso a la tierra es el más grave problema social que tiene el país y se ha tornado crítico en el Gran Buenos Aires, donde las poblaciones corridas por el avance rural de la soja se topan con los barrios cerrados en la zona urbana y sólo pueden asentarse en terrenos bajos e inundables. En un distrito con 25 mil familias en lista de espera del Plan Federal de Vivienda, las ocupaciones de tierras constituyen el único modo en el que los sectores más pobres pueden acceder al suelo. En este contexto, el trabajo de las organizaciones sociales como el Centro Angelelli es central para acompañar el reclamo de miles de familias, facilitar la regularización de las ocupaciones y gestionar la aplicación de políticas públicas. En vez de perseguir y criminalizar a referentes y organizaciones asediados por redes de ilegalidad y bandas criminales que buscan ejercer el control violento del territorio, el municipio debe garantizar el cumplimiento de la ley 14.449 de acceso al hábitat, que prevé instrumentos para la regularización de los asentamientos informales, la generación de viviendas sociales, mecanismos para un desarrollo sustentable de suelo urbano y limita la especulación inmobiliaria. En el sur como en el norte del conurbano es más fácil gritar al ladrón, al ladrón.

Largo plazo o acontecimiento? continuidad o ruptura? política o administración?

Es el largo plazo un régimen de pensamiento posible para la práctica política siempre pensada y situada en el corto, corto, cortísimo plazo?

Qué es el largo plazo sino una sucesión relativamente aleatoria de acontecimientos de corto?

La noción de acontecimiento es elaborada por Alan Badiou en un libro, publicado en 1988, cuyo título es precisamente “El ser y el acontecimiento”. Es claro que la fecundidad de un concepto se revela por su capacidad para hacer visibles hechos que se escapan al sentido común. 

En concreto, en este caso, la noción del acontecimiento (re)introduce, en la época de auge del neoliberalismo, ideas subversivas como la importancia del azar, el rol activo de los sujetos y la relevancia de las rupturas. 

Ocurre que el acontecimiento surge desde el trasfondo invisibilizado de una situación. Desde aquello que, en la lógica hegemónica, no debería existir, pero que se revela de una manera súbita e impredecible.

Cuervo Larroque:"No nos obsesionamos con el corto plazo"


El dirigente de La Cámpora advierte que el tiempo de la organización juvenil "es otro" y reivindica la militancia política.

Por:
Agustín Álvarez Rey



Un instante, tan sólo unos minutos en el primer piso del Palacio Legislativo bastan para darse cuenta de que el despacho de Andrés "El Cuervo" Larroque está ahí. El trajín de las dos oficinas que ocupa el diputado están con el ritmo habitual del trabajo legislativo. El ir y venir de gente es incesante. El Cuervo, como lo llaman casi todos, le imprime a su tarea perfil ejecutivo: va de oficina en oficina, habla y recibe informes de la gente que trabaja en su despacho, en el camino revisa su teléfono, se reúne, arma reuniones, vuelve a cruzar el pasillo y saluda a cuenta persona se le cruza y con todos intercambia algunas palabras. La rutina se repite todos los días, salvo cuando las reuniones o las actividades lo requieren fuera del Palacio Legislativo.
El despacho en el que Larroque suele llevar adelante este trajín tiene su impronta. El escritorio rebalsa de papeles y las paredes lucen desbordantes de peronismo. Una decena de pequeños cuadros, en los que conviven una tapa de la revista El Ciclón que muestra a Héctor Cámpora abrazado con un grupo de jugadores, fotos, y algún recorte de diario que recuerda el paso del Cuervo por  la vida política de los centros de estudiantes, le dan vida a la pared más cercana al escritorio.
Hoy, a diferencia de hace tres años, cuando asumió como diputado, La Cámpora gestiona, comunica y trabaja en el territorio. Larroque, como Secretario General de la organización, asume el crecimiento y plantea a futuro "la continuidad del proyecto nacional y popular". Sin embargo asegura que la clave es no "obsesionarse con las presidenciales", y advierte: este no es "el momento" de La Cámpora.
  
–El escenario político cambió el último año, introdujo un nuevo niño mimado en la oposición y se comenzó a hablar de fin de ciclo. ¿Le parece parte del proceso lógico después de diez años de gobierno?
–Había una idea de un festejo anticipado de aquellos sectores que quieren terminar con un ciclo, que no es un ciclo de un gobierno ni de un proyecto político, sino que quieren terminar con el ciclo que tiene que ver con la recuperación de la política en la Argentina. Hay ciertos sectores económicos, porque no hay que decir que son todos,  que lo viven como una tragedia porque estaban acostumbrados a definir todo de una manera absolutamente egoísta. Creo que de alguna manera, con el escenario que se había generado en las PASO pretendían que la Argentina viviera un momento de cierre de esta etapa en la cual las decisiones se toman en la casa de gobierno y tiene que ver con representar al conjunto del pueblo. Se envalentonaron y pensaron que podían de alguna manera a través de esa combinación a veces perversa entre lo mediático, lo vacío, el marketing político y figuras que aparecen para las coyunturas electorales –sobre todo en las elecciones legislativas – cumplir ese sueño que es el sueño permanente de la derecha que tiene que ver con interrumpir este ciclo histórico. En ese marco se lidia una compleja batalla cultural que no es nueva y tiene que ver con que los distintos sectores sociales deben identificarse culturalmente  con sus intereses objetivos y reales. Muchas veces los sectores mayoritarios son arrastrados por sectores minoritarios a defender intereses que no tienen que ver con sus verdaderos objetivos.  Entonces se generan escenarios confusos, como ocurrió en las elecciones de medio término, que  desdibujan los resultados.
–¿Cómo ve al gobierno nacional y las medidas que se han tomado desde las elecciones legislativas del 27 de octubre hasta hoy?
–El Frente para la Victoria volvió a ratificar su condición de primera fuerza política después de diez años de gobierno, más allá de que en algunos distritos se hubiera querido tener otros resultados. El FPV se consolidó como primera fuerza a nivel nacional y lo que desde los medios se quiso montar fue una cosa muy distinta. Sin embargo lo que demostraron nuestro gobierno y la presidenta, en una coyuntura difícil para ella porque estaba pasando una situación compleja a nivel de salud, es tener una gran determinación y una gran iniciativa. El gobierno rápidamente recuperó la iniciativa, se puso a la ofensiva. Tal es así que eso fue castigado con las escenas bizarras que vimos a fin de año. Sobre todo en los días de diciembre cuando cumpliéndose los aniversarios de la recuperación de la democracia el pueblo argentino no pudo disfrutar esa fecha como lo merecía porque intereses siempre subterráneos intentaron teñir ese momento con operaciones que buscan bajo cualquier excusa generar escenarios de desestabilización para hacerle daño a la democracia, a la política y a todo aquello que pueda generar cualquier tipo de límite al poder económico.
Esa recuperación de la iniciativa fue leída por algunos editorialistas como que "Cristina enterraba el modelo para salvar el gobierno".
–¿Qué piensa de los cambios en el gabinete y de las medidas que se tomaron desde noviembre de 2013 hasta hoy?
–Primero que llega (Jorge) Capitanich junto con Axel Kicillof con otra serie de planteos que tienen que ver con profundizar. Creo que este gobierno y este proyecto político han demostrado que siempre profundizan y que siempre perforan hacia adelante todas las situaciones complejas que se le han planteado. Este gobierno es permanentemente atacado porque tiene una vocación de servir a los intereses populares. Por eso  es acechado por las corporaciones y por los poderes. Ante esa situación debe resolver esa coyuntura con osadía y creatividad. En ese sentido la presidenta tuvo que tomar decisiones importantes ante quienes desde enfrente intentan horadar la épica y la mística de este proyecto político. Si vos te fijás esa idea de que se entierra el modelo o que se dejan de lado los principios del proyecto es recurrente a lo largo de estos años. En todo momento se intenta atacar la moral de quienes son el corazón de este proyecto político que son los militantes. Porque este proyecto es político, toda decisión económica de este proyecto está basada en una concepción política. Este proyecto no lo dirigen economistas, lo dirige un cuadro político que es Cristina Fernández de Kirchner. Entonces las definiciones surgen de una cabeza y de un corazón político que piensa y siente en función de las necesidades del pueblo. Nosotros encontramos en el "Coqui" y en Axel una respuesta que a ellos los crispó. Por eso vinieron como vinieron a fin del año pasado. Si lo de Coqui y lo de Axel no hubiera tenido potencia y creatividad hubiéramos tenido un fin de año tranquilo y fue un fin de año picante, por algo habrá sido.
–La Cámpora ha ido superando etapas. Pasaron del trabajo en el territorio a ocupar lugares importantes en las listas. Ahora uno encuentra a los dirigentes de la organización en lugares centrales de la gestión. ¿Cómo ve ese proceso?
–Son etapas que se van dando, que son de necesaria consolidación y de lógica maduración. Siempre hay que profundizar y ensanchar. Siempre uno tiene que abarcar y tiene que ser siempre más profundo en lo conceptual. Son desafíos que nos permiten seguir consolidando, mejorando, aprendiendo y equivocarnos sin soberbia. Porque hay algo que está instalado que es el tema de la soberbia, y que algún día tendremos que discutir. Porque puede haber un compañero o una compañera que se equivoque, yo puedo tener una actitud equivocada que puede ser tildada de soberbia, pero hay que salir de ese concepto, en todo caso somos compañeros que hacemos un esfuerzo muy grande, que damos todo por nuestro país y nuestro pueblo y que tenemos una vocación muy profunda. Nosotros empezamos desde la nada hace muchos años, y día a día vamos aportando nuestro granito de arena para seguir consolidando esa construcción. Todo el mundo sabe que por donde va o donde recorre se encuentra un compañero de La Cámpora, no solamente en los despachos de la administración pública sino que desde Ushuaia a La Quiaca y desde Mendoza a Buenos Aires se van a cruzar un compañero de La Cámpora. Eso nos obliga a nosotros a estar abiertos a escuchar a los que saben más o a los que tienen otra mirada y a mejorar todos los días. También tenemos que escuchar a los que no militan, porque hay muchos que no militan encuadrados en una organización pero que también tienen el saber del que patea la calle todos los días y tienen una militancia distinta. Queremos escuchar y que nos escuchen, salir de esa cerrazón, de algunos que piensan distinto y que estigmatizan a La Cámpora. Creo que tienen que empezar a ver que los de La Cámpora no somos tan malos y nosotros que ellos tampoco lo son. Creo que vivimos un momento en Argentina en el que el enemigo no está en la política sino que el problema está en otro lugar y siempre se ha querido demonizar a la política. Nosotros apostamos a reivindicar a los que hacen política, equivocados o no, siempre es reivindicable. Lo importante es que esté abierto a debatir.
–Hablaba de recuperación de la política. Las estructuras partidarias parecen haber quedado por fuera de esa recuperación. Hoy La Cámpora ha decidido participar de la estructura del Partido Justicialista. ¿Cree que es central la recuperación de los partidos como estructuras centrales de la política en este proceso? 
–Yo creo que hay que darse a todas las estrategias. Nosotros decidimos participar en el Partido Justicialista porque entendemos que hay que participar por todos los canales posibles. Es muy variopinta la participación hoy y entendemos que el Partido Justicialista es una expresión más que para nosotros es reivindicable.  Creemos, desde nuestro movimiento, que la política no se termina ahí. Es una expresión más. Hay otros partidos que hoy forman parte del movimiento que conduce la presidenta y también hay sectores que se agrupan por fuera de los partidos que también tienen su peso. Hay espacios que inclusive se organizan a través de las redes sociales, que es un fenómeno muy de esta época, que también hay que tenerlos en cuenta. Todo lo que sea voluntad de participar y de organizarse nosotros tenemos que adaptarnos. El que quiere conducir tiene que ser inteligente, tiene que darle cabida y darle un espacio. No nos podemos cerrar en una sola estructura. Pero nosotros entendimos que era importante que hubiese compañeros que acompañen esta experiencia hoy en el Partido en la Ciudad, en la Provincia de Buenos Aires y en el resto de las provincias para darle vitalidad al partido y como siempre quiso Néstor (Kirchner) tener un partido dinámico de cara al pueblo, que se meta en los barrios y que tome contacto con los problemas. Esa es la idea. Pero nunca hay que cerrarse a creer que la política se resuelve en una institución determinada, porque más allá de los partidos siempre van a estar los clubes de barrio, las sociedades de fomento, las asociaciones civiles y las organizaciones libres del pueblo. Nuestro país es maravillosamente rico y frondoso en todas las posibilidades que tiene en cuanto a organización popular. 
–El kirchnerismo no ha generado una figura descollante que se imponga por propio peso en una lista de sucesión de cara a 2015. ¿Piensa que eso es una falencia o que es parte de la decisión de que el proyecto colectivo esté por encima de los individuos?
–Yo creo que es una fortaleza. Es la fortaleza que es la política misma, que es el proyecto. Por supuesto que después discutiremos con los compañeros, los compañeros plantearán  quiénes son los candidatos, y seguramente muchos querrán, ya algunos lo están haciendo, expresarse con todo derecho como opción. Pero, yo lo decía esta semana en un plenario, nuestro candidato va a ser el mercado interno, la Asignación Universal por Hijo, la producción nacional, las netbooks, el 6,5% de PBI para educación, las paritarias, los convenios colectivos de trabajo, el Ministerio de Ciencia y Tecnología, la Unasur y la integración regional. Donde uno pone la mirada tiene una política que se ha generado durante estos diez años. Vos tenés una infinidad de políticas para decir en 2015 yo voy a las urnas a defender esto. Esos son los candidatos que uno tiene en la cabeza, por supuesto que después quien quiera ser tendrá que expresar el conjunto de los logros y la garantía de proyectar eso en una profundización, siempre respetando que la conductora de ese espacio es la compañera Cristina Fernández de Kirchner. Creo que todos los compañeros que hoy se han planteado la posibilidad de proyectarse hacia 2015 respetan claramente ese concepto.
–Más allá del derecho de cada uno de expresarse a proyectarse públicamente para 2015. ¿Piensa que el momento en que se dan esas expresiones es lógico o hubiese sido mejor esperar hasta el año que viene?
–Nosotros no opinamos de eso. No nos preocupa tanto el tema de las presidenciales. Cuando nosotros decimos que el nuestro es un trabajo a largo plazo es porque entendemos que por ahí hay muchos lugares desde donde se puede hacer y a veces sólo se habla de la presidencial. Yo creo que se puede ayudar desde un club, desde una sociedad de fomento, o una organización que ayuda a los pibes con problemas con las drogas. Nosotros tenemos que ser inteligentes en no obsesionarnos con el corto plazo. La política se murió cuando la mercantilizaron y cuando la rifaron en los 30 segundos de fama. Cuando nosotros hablamos de largo plazo hablamos de eso, de jerarquizar la política y volver a darle contenido. Nuestro tiempo es otro y los que tienen que hacer otras cosas ahora que las hagan.
–Muchos dirigentes comienzan a hablar de la supervivencia del kirchnerismo más allá de los resultados de 2015. ¿Es esa la línea con la que se está trabajando?
–Nosotros somos el movimiento nacional y popular que Néstor refundó el 25 de mayo de 2003 porque lo habían condenado a la ciénaga del neoliberalismo. Néstor vino a refundar el peronismo que es la continuidad del yrigoyenismo, y a su vez éste la continuidad del federalismo. Ese federalismo es la lógica herencia de los patriotas fundadores de este pueblo, y ellos, continuidad de Túpac Amaru. Y de ahí venimos, de nuestros pueblos originarios. Lógicamente nos sentimos continuidad de todo eso y esa es la impronta que vamos a tener como proyecto político donde nos toque estar.  «


Donde hay un militante, hay una solución
"El objetivo nuestro tiene que ser la reivindicación de la militancia. Frente a tanta demonización nosotros tenemos que profundizar nuestro trabajo para que cuando un vecino vea llegar a un militante de La Cámpora vea una solución. Ese tiene que ser nuestro objetivo general, que los vecinos se pongan contentos cuando llega un militante de La Campora, o de cualquier organización, porque piensen que llegó una solución, porque llegó el compañero que va tender el brazo solidario, que  va escuchar, que si no te puede resolver va poner el hombro o el oído para abrirse a lo que el vecino necesite. Esa es nuestra visión de la vida y de la política. Estar al lado del vecino, ser un puente o una solución hacia el estado o a la organización de la comunidad de una sociedad integrada. Meternos en todas las problemáticas, no esquivar ningún problema. Eso en términos generales, y después nuestra idea tiene que ver con seguir consolidando nuestro entramado. Queremos que nuestros compañeros sean cada vez más representativos pero que se ganen los lugares por representativos. Nosotros, por ejemplo, en el Partido Justicialista de Capital Federal hemos logrado un entendimiento que tiene que ver con respetar historias y respetar presentes.  Eso es lo que queremos hacer en todos los lugares, que se respeten historias pero también el volumen del presente. Y que los compañeros nuestros, por el trabajo que vienen desarrollando día a día, se ganen los lugares que merecen ganarse, porque la verdad es que trabajan. Y donde hay uno que no trabaje que vengan y me digan, que nos avisen, porque nosotros somos muy duros con aquellos que no hacen las cosas como las tienen que hacer y no tenemos problema en reconocerlo. Donde hay uno que no haga las cosas como las tiene que hacer lo vamos a ordenar. Nosotros queremos una organización comprometida que pelee la representación en los 2228 municipios que creo que tiene este país. Queremos estar en los lugares, no por estar sino para ir a resolverle los problemas a la gente. Queremos romper esta idea de demonización que han trazado sobre La Cámpora y la militancia en general, porque creemos que lo mejor que le ha pasado al país es haber recuperado la política y, dentro de eso, lo mejor que ha pasado es que se ha recuperado la militancia".


El debate sobre las drogas
"Como organización estamos discutiendo el tema de la despenalización. Tenemos distintas posturas, nos pasa también con otros temas. Nosotros tenemos que respetar las posturas de todos los compañeros, a veces por distintas procedencias tenemos posturas variadas. Nos es lo mismo la postura de un barrio del centro de la Capital que de uno del conurbano profundo, o de algunas provincias del interior del país. Hemos detectado que hay un debate. Queremos terminar de debatir eso con todos los compañeros, porque cada uno tiene su matiz, y más allá de la postura personal, lo importante es profundizar la discusión. Resolver esa discusión, generar una síntesis, esa será nuestra postura. Porque de lo contrario estaríamos tensionando a un sector u a otro. Todas las posturas son válidas tienen que ver con historias familiares, con las propias realidades sociales. Somos una organización nacional que tiene que terminar de generar esa síntesis y eso lo queremos tratar de volcar en uno de los próximos plenarios nacionales que vamos a tener. Nos pasa algo similar con el aborto y con varias discusiones en las cuales tenemos que escuchar a todos, más allá de que haya una mayoría que tenga una postura hacia un lado".