Financial Times: "Guzmán expone una mejor manera de lidiar con las crisis de deuda"

El prestigioso medio especializado británico celebró el cambio respecto de economistas que eran mejores en matemática que en moralidad y destacó el sentido común de crecer primero para pagar después.


El Financial Times celebró la crítica a la austeridad que le propone Martín Guzmán como una puesta en valor del sentido común y la comprensión de la historia frente a la matemática dentro de la economía como disciplina.

Vista desde afuera, la situación de la Argentina se presenta como una oportunidad para la economía como ciencia para testear si hay una alternativa heterodoxa viable y menos destructiva que las clásicas recetas del FMI.


"Una de las principales lecciones económicas de la última década es que la austeridad no funciona", dijo Rana Foroohar en su columna sobre la Argentina de este fin de semana. Y puso como ejemplo a Grecia, el país que a fuerza de ajustes sobre el sector privado y sector público solo se achicó y empeoró sus indicadores financieros durante años.

En este sentido, destacó que Guzmán fuera un hacedor de política económica que incorporó el sentido común de que sin crecimiento, un programa demasiado ambicioso de pago de deuda que contente a los acreedores en una primera renegociación, tarde o temprano termina en un nuevo default.

"Y también marca otro paso en el cambio más importante de nuestros tiempos: la transición de una era de acumulación de riquezas que comenzó en los años '80 a una de distribución de la riqueza", consideró la autora.

Guzmán viene abogando por una Corte internacional de Quiebras que haga imposible que les impida a los acreedores "rebeldes" exprimir a los países a expensas de los demás acreedores y de las personas más postergadas dentro de esas naciones. La tesis del libro que escribió con el Nóbel Joseph Stiglitz consiste en que la mitad de las reestructuraciones hasta ahora han fracasado porque llegaron "demasiado tarde y por demasiado poco".

El cambio de enfoque que propone el flamante ministro de Economía supone un cambio de mentalidad respecto de la propuesta convencional del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para lidiar con las crisis financieras de los últimos 40 años que consistió en priorizar a los acreedores privados. "Esta estrategia lleva a situaciones como la que presenciamos en Grecia, donde los esfuerzos para hacer la deuda más ‘sostenible' se tradujeron en una caída del 25% del PBI. Esto no solo reduce la probabilidad de repago, sino que crea polarización política que hace que los intereses de los acreedores y de los políticos cada vez estén más añejados", señaló el Financial Times.

Para el medio británico, Guzmán tiene la oportunidad de cerrar la creciente brecha entre los partidarios de la disciplina fiscal y los que comprenden la dolorosa realidad que se crea para los ciudadanos promedio, al mostrar con hechos que hay un camino viable alternativo o "heterodoxo" al ajuste.

"Si Guzmán se saliera con la suya, sería muchísimo más difícil para inversores como Paul Signer para parapetarse y lograr retornos del orden del 1270% sobre la deuda de países sobreajustados. Eso lo logró en el 2016 tras una batalla legal con Argentina de 14 años que hizo triunfar el litigio sobre los tenedores del 92% de la deuda que habían acordado por una suma menos lucrativa", destacó Foroohar.

Pero además significaría un cambio de eje en la economía como disciplina que -envidiosa de la física- promueve a profesionales de la torre de marfil que son "mejores en matemática que en moralidad" y que se aleja de la realidad con sus teorías de que supuestos de mercados con comportamientos que ignoran la empiria y los resultados dañinos de sus recetas de política económica.

"Obviamente, los países demasiado endeudados como la Argentina no pueden conseguir todo lo que quieran, pero tampoco el sector privado", concluyó el artículo que remarca que para los inversores también es lo mejor colaborar a que el país encuentre una mejor manera para poder pagar.