Vidal se cae cómo un castillo de naipes: Monzó y Macri la jubilaron y van por la Gobernación 2023




Por Alfredo Silletta.

Todavía no dejó el cargo pero ya no le atienden el teléfono. María Eugenia Vidal comienza a vivir la soledad de dejar el poder. Sabe que ya no habrá helicóptero que la espera o set de televisión donde los periodistas -que recibían millones en publicidad- la trataban como una reina. “Es injusto y una mierda que sea así”, decía Alejandro Fantino casi al borde de las lagrimas luego que la gente no la voto en las PASO. Ya no habrá más Pablo Sirvén que mirándola a la cara le diga: “Señora María Eugenia, toc toc, soy la Historia, necesito que sea presidenta”. Y ella ponía esa sonrisita de inocente.

Ya no solo perdió las mieles del poder sino que sin haber dejado el cargo de gobernadora le aparecieron dos pesos pesados para avisarle que serán ellos los jefes de la oposición y los que pelearán la Gobernación en 2023.

En los últimos días, Emilio Monzó, que termina su mandato en la presidencia de la Cámara de Diputados, avisó al mismísimo Mauricio Macri y a Horacio Rodríguez Larreta que competirá por la gobernación de la provincia de Buenos Aires. Que no necesita ningún dedo amigo, que ya armó un responsable por cada sección electoral y que el año próximo recorrerá todo el territorio.

Mientras tanto armó un bloque que va de 10 a 15 legisladores nacionales y varios provinciales. “La gobernadora ya no tiene protección mediática y la mayoría de los dirigentes bonaerenses no se olvidan su política de despreció a la dirigencia”, dice uno de los hombres cercanos a Monzó.

Por otro lado, Monzó no se olvida que Vidal, creyéndose que ganaba la reelección de taquito frente a Axel Kicillof, lo invitó a su bunker horas antes del cierre de listas y con burla le dijo que “no le daba nada”.

Paralelamente, Jorge Macri, el intendente de Vicente López, apenas pasada una semana de la derrota de octubre, le declaró la guerra a Vidal. Macri, sin pelos en la lengua, afirmó que ya no hay un conductor sino una mesa amplia de diálogo. “Este es un espacio donde ya no hay una Gobernadora que nos represente a todos. Será una mesa amplia con presencia de intendentes, legisladores. Nadie puede representar todos los que somos, así que va a ser la unidad de muchos la que nos represente en la relación con el gobierno provincial y nacional”, soltó el intendente de Vicente López.

“La venganza es un plato que se sirve frío”, dice el refrán y una lista interminable de dirigentes del PRO y del radicalismo esperan para cobrarle el maltrato de la gobernadora que prefirió el látigo al dialogo.